El Periodo Eclesiastico
El Periodo Eclesiastico
El Periodo Eclesiastico
2. EL FONDO HISTÓRICO
3. EL CUMPLIMIENTO DE LA PROFECIA
Cristo era la simiente de la mujer, y trajo la liberación del hombre del poder
de la serpiente. Y fue herido en la contienda. Todos los símbolos y figuras
del tabernáculo y las ordenanzas del pacto con Moisés tuvieron en Él su
cumplimiento. También innumerables profecías y figuras en los libros de la
Ley, los Salmos y los profetas tuvieron en Él su cumplimiento final.
4. EL NUEVO PACTO
b. El lado divino:
Él dijo: "Mi sangre que por vosotros se derrama (por muchos) para
remisión de los pecados". Esto nos recuerda una promesa en Ezequiel
concerniente al nuevo pacto (36:25), la de la limpieza del pecado, y nos
asegura que nos traerá perdón de nuestras iniquidades como una de sus más
grandes bendiciones.
También se predijo como una bendición de este pacto (Ez 36:26): "Y os
daré corazón nuevo". Jesús dijo: "El que come mi carne y bebe mi sangre,
tiene vida eterna" (Jn 6:51, 53, 54), lo que significaba que Él estaba dando
su misma vida, su misma naturaleza.
3) La suministración de su Espíritu.
c. El lado humano.
7. LA IGLESIA
a. En el Antiguo Testamento.
b. En el Nuevo Testamento.
(1) Formación.
Sólo Dios sabía que ella ya había sido formada con los creyentes judíos de
las épocas pasadas; pero desde el día de Pentecostés, la iglesia asumió una
forma visible, y tuvo una organización y una constitución.
En sus inicios solo estaba formada únicamente por judíos pero tiempo
después mediante el concilio celebrado en Jerusalén se les permitió la
entrada a los gentiles.
Puesto que los gentiles constituían todas las naciones no judías, todo el
mundo fue el campo de operación de la nueva iglesia: su visión y su
ministerio eran universales.
(4) Mensaje.
Él no era sólo el mediador del nuevo pacto, y el promulgador del nuevo
evangelio; Él mismo era el evangelio; era el mensaje relacionado con Él,
con su vida y su obra, y al recibirse el mensaje se recibiría a Él mismo.
(5) Poder.
b. Para la iglesia.
f. Resumen.
Así vemos que Israel, la iglesia, las naciones gentiles y los pecadores de
todo lugar, serán visitados con el gran juicio de Dios en este tiempo de
tribulación, que marcará el fin del período eclesiástico.