1 Dirección Escolar
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1 Dirección Escolar
DOCTORADO EN EDUCACIÓN
ASIGNATURA
Dirección de instituciones educativas
Introducción
Antes de llegar a definir calidad educativa, se hace necesario echar un vistazo a dos
conceptos: calidad y educación. Sin embargo, es importante tener en cuenta, que
no existe una única definición para el concepto de calidad.
La “Declaración Mundial sobre Educación para todos”, aprobada por los Ministros
de Educación de todos los Estados miembros de la UNESCO en Jomtien, Tailandia,
en 1990, estableció que la educación “es un derecho para todas las personas,
hombres y mujeres, de todas las edades, a través de todo el mundo”.
García (1982) sostiene que la calidad de la educación viene determinada por dos
componentes, de una parte, por la disposición, en la que se incluyen las condiciones
de integridad y coherencia y, por la otra, la eficacia. En tal sentido, define la calidad
educativa como el modo de ser de la educación que reúne las condiciones de
integridad, coherencia y eficacia. En otras palabras, una educación tiene calidad en
la medida en que es completa, coherente y eficaz.
En relación con el término organización, para Hoyle (1996; citado por Bardisa, 1997)
en las ciencias sociales se refiere a un tipo de unidad social característica que lo
distingue de otras como pueden ser familias, grupos de pares, tribus, comunidades
y estados nacionales.
Así que, las organizaciones son unidades sociales que realizan diferentes
funciones, objetivos y metas a lograr, no existe una única organización, ni un único
modelo para comprender las relaciones y la realidad que se presenta en un
ambiente sino más bien son diversos procesos que analizan este mismo.
Por otro lado, hay quienes consideran la estructura y el control como dimensiones
básicas de la organización escolar, conceptualizándola como un sistema débilmente
articulado (loosely coupled), que consiste en que cada componente de la escuela
es interdependiente, el grado de relación es relativo porque cada uno de ellos
mantiene cierta identidad y autonomía; pero los procedimientos de articulación que
se dan en otras organizaciones no son tan visibles en la escuela.
De igual modo, cabe destacar los aspectos que caracterizan la micropolitica por el
intercambio de la influencia y el poder, es importante reconocer que las instituciones
escolares son campos de lucha, donde el conflicto sirve para promover el cambio
institucional o para alcanzar los fines particulares o grupales.
4. El enfoque micopolítico.
El ámbito micropolítico de las escuelas recibe poca atención par parte de los
investigadores. Sin embargo, se debe reconocer que en la escuela se desarrollan
dinámicas micropolíticas (reparto de poder, conflictos, negociaciones, coaliciones)
mediante encuentros informales en la sala de profesores, pasillos y rara vez en un
contexto académico. Cabe aclarar que estos conflictos son vistos como algo natural
y que sirven para promover el cambio institucional.
Los intereses que pueden llegar a existir en las personas en el campo escolar se
definen por lo general en las situaciones en las que un individuo no puede lograr
sus objetivos individuales tomando así, a un conjunto de personas que ayuden a
influenciar en el resultado. Estas influencias se pueden entablar en espacios no
académicos ni visibles a través de relaciones de amistad, empatía, ideología o
conocimientos.
6. El poder en la escuela.
El poder en las escuelas se lleva a cabo a través de tres modelos clásicos como
son:
el neo-maquiavelismo o sociología del orden: aquí, la organización tiene un
buen desempeño cuando los intenses de las personas, las instituciones y la
sociedad son los mismos. El orden y la armonía se supone que son
características normativas tanto de la sociedad como de las organizaciones
el marxismo: las organizaciones tienen un sistema de control que beneficia
al sistema jerárquico, mediante los sistemas de poder y control que
conservan el orden social y la organización.
el weberianismo: el orden es negociado constantemente
Para Conway (1986; citado por Bardisa, 1997), el poder en la toma de decisiones
en una organización se analiza, a menudo, desde dos dimensiones: la autoridad y
la influencia. La autoridad es el derecho a tomar la decisión final, mientras que la
influencia consiste en intentar persuadir a aquellos que tienen autoridad para tomar
decisiones de algún tipo. Por todo esto, se hace evidente que las relaciones de
poder en la escuela son invisibles.
Los directores de las escuelas ejercen el control por medio de formas democráticas,
burocráticas y oligárquicas a través de negociaciones, disputas y renegociaciones.
Esto conlleva a que los profesores se quejen tanto de la autoridad y control
concedido a los directores como del concedido a los padres, estudiantes y otros
integrantes de la comunidad.
No obstante, los responsables de la escuela no son solo los directores sino toda la
comunidad, quienes tienen diferente tipo de responsabilidades; es decir, que las
decisiones no las toma de modo exclusivo quien la dirige. El director coordina la
acción de sus miembros para dar identidad a la organización y su papel no es el de
mantener el sistema sino el de facilitar el desarrollo profesional de quienes trabajan
en la escuela y de quienes van a ella para educarse; sin embargo, están
subordinados a un sistema jerárquico.
Como resultado, existe un acuerdo invisible entre los directores y los profesores.
Los profesores se refugian en el trabajo del aula sin inmiscuirse en la actividad
directiva, para que, a su vez, los directores dirijan la institución evitando el control
de los docentes. Sin embargo, aunque se produzca una sensación de autonomía
en el profesorado en realidad se le está hurtando la participación en los asuntos
generales de la escuela.
Conclusiones
Existen varios tipos de organización como por ejemplo las organizaciones escolares
que a pesar de que no han podido tener el suficiente poder para convertirse en una
organización de importancia han mejorado en aspectos como son la autoridad, la
autonomía, la profesionalización y la toma de decisiones determinando un equilibrio
constante en la estructura y los procedimiento escolares logrando así soluciones a
las situaciones que se presentan.
Los actores de las instituciones educativas no reconocen que en las escuelas se
construyen escenarios de actividad política, pero aceptan que la política afecta a la
escuela como parte del sistema de gobierno que rige a la sociedad. Desde el punto
de vista del autor considerar la escuela como un sistema político permite entenderla
como una institución menos racional y burocrática de lo que tradicionalmente se ha
creído.
El director de escuela que ejerce autoridad sobre los profesores no es visto como
colega, pues los profesores no están acostumbrados a rendir cuentas de su trabajo
y piensan que ese control afecta su autonomía profesional.
Bibliografía