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Universidad de Baja California

DOCTORADO EN EDUCACIÓN

ENSAYO SOBRE LA LECTURA


Teoría y práctica de la micropolítica en las
organizaciones escolares

ASIGNATURA
Dirección de instituciones educativas

NOMBRE DEL ALUMNO


Sulma Milena Urbina Duarte

NOMBRE DEL CATEDRÁTICO


Dra. Laritssa Solís Delgado

El Colegio, Colombia; marzo 07 de 2019


PRÁCTICAS DIRECTIVAS EN LAS ORGANIZACIONES EDUCATIVAS Y LOS
PROCESOS DE CALIDAD

Introducción

La calidad educativa es una de los temas de mayor importancia en este momento,


pues es el punto de referencia y de partida para el diseño de los planes de gobierno
que buscan realizar reformas educativas en busca del mejoramiento de la
educación.

El estudio de las escuelas desde una perspectiva organizativa ha estado dominado


por orientaciones sociológicas y sicológicas, que han focalizado su atención en los
microprocesos dentro de las escuelas.

En el siguiente texto se reflexiona sobre diferentes conceptos de teorías de la


organización y la práctica de la micropolítica en las instituciones educativas,
referentes importantes para entender con claridad la influencia de la dirección de
las instituciones educativas en los procesos de calidad.

1. Definición de Calidad educativa.

Antes de llegar a definir calidad educativa, se hace necesario echar un vistazo a dos
conceptos: calidad y educación. Sin embargo, es importante tener en cuenta, que
no existe una única definición para el concepto de calidad.

La palabra calidad se desarrolla de la actividad empresarial, como un modelo


calidad de resultados y de productor final, basado en un modelo de eficiencia
económica; lo que en educación sería eficiencia social, es decir, la calidad es
eficiencia y la eficiencia es el rendimiento escolar.

Dentro el ámbito empresarial, se pueden revisar diferentes conceptos de calidad,


entre ellos, uno de los más aceptados es el de Crosby, citado por Ortega (1983),
quien señala que la calidad de un bien o servicio no es otra cosa que la conformidad
del mismo con los requerimientos de los clientes. Lo que hace pensar que lo que
calidad para uno, puede no serlo para otro, pues depende de las expectativas de
los clientes y del nivel de excelencia que ellos esperan de un producto según sus
necesidades y estándares.

La “Declaración Mundial sobre Educación para todos”, aprobada por los Ministros
de Educación de todos los Estados miembros de la UNESCO en Jomtien, Tailandia,
en 1990, estableció que la educación “es un derecho para todas las personas,
hombres y mujeres, de todas las edades, a través de todo el mundo”.

Según el Ministerio de Educación Pública de Costarrica (2006), se puede definir


educación como
“un proceso continuado, que se interesa por el desarrollo integral (físico, síquico y
social) de la persona, así como por la protección y mejora de su medio natural, le
ayuda en el conocimiento, aceptación y dirección de sí mismo, para conseguir el
desarrollo equilibrado de su personalidad y su incorporación a la vida comunitaria
del adulto, le facilita la capacidad de toma de decisiones, de una manera consciente
y responsable.”

En Colombia, en el artículo 1 de la Ley 115 de febrero 1994, la educación se define


como un proceso de formación permanente, personal cultural y social que se
fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de
sus derechos y de sus deberes. Es un derecho de la persona, es servicio público
que tiene una función social y que corresponde al Estado regular y ejercer la
suprema inspección y vigilancia respecto del servicio educativo con el fin de velar
por su calidad, por el cumplimiento de sus fines y por la mejor formación moral,
intelectual y física de los educandos. También se establece que se debe garantizar
el adecuado cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones
necesarias para su acceso y permanencia en el sistema educativo.

Por otro lado, la calidad de la educación es un motivo de estudio y preocupación por


parte de los actores de la educación, pues cada uno (docente de aula, directivos de
las instituciones educativas, supervisores y funcionarios) toma, día a día, decisiones
que afectan de manera positiva o negativa al sistema educativo

Actualmente, existen muchos enfoques sobre el concepto de calidad educativa. Sin


embargo, no se puede referirse a la calidad educativa considerando solo uno de
ellos, sino a la acción de los tres enfoques, que son:
1. Un programa educativo será considerado de calidad si logra sus metas y
objetivos previstos. Podríamos decir entonces, que se alcanza la calidad si el
estudiante aprende lo que se supone debe aprender.
2. Los programas educativos de calidad serán aquellos que incluyan contenidos
valiosos y útiles: que respondan a los requerimientos necesarios para formar
integralmente al estudiante, para preparar excelentes profesionales, o que
brinden las herramientas básicas para el desempeño laboral.
3. Un programa de calidad será aquel que cuente con los recursos necesarios y
además que los emplee eficientemente. Así, una buena planta física,
laboratorios, programas de capacitación docente, un buen sistema académico
o administrativo, apropia das técnicas de enseñanza y suficiente equipo, serán
necesarios para el logro de la calidad.

García (1982) sostiene que la calidad de la educación viene determinada por dos
componentes, de una parte, por la disposición, en la que se incluyen las condiciones
de integridad y coherencia y, por la otra, la eficacia. En tal sentido, define la calidad
educativa como el modo de ser de la educación que reúne las condiciones de
integridad, coherencia y eficacia. En otras palabras, una educación tiene calidad en
la medida en que es completa, coherente y eficaz.

Como se observa, es difícil encontrar una definición precisa de calidad educativa y


en algunos casos, las tentativas de definición no llegan más allá de presentar
factores asociados tales como la preparación de los docentes, los resultados de los
estudiantes en pruebas nacionales e internacionales, la infraestructura educativa, la
capacidad de gestión de los rectores, la coherencia y consistencia curricular y
didáctica y muchos otros factores que si bien están asociados a ella, no permiten
delimitar su compleja naturaleza.

La calidad educativa se alcanza, entonces, cuando los procesos satisfacen las


necesidades del individuo y la sociedad en general. Esto se logra si los recursos
son suficientes y si están aprovechados de manera adecuada para que la educación
sea equitativa y eficaz.

2. Las organizaciones escolares.

En relación con el término organización, para Hoyle (1996; citado por Bardisa, 1997)
en las ciencias sociales se refiere a un tipo de unidad social característica que lo
distingue de otras como pueden ser familias, grupos de pares, tribus, comunidades
y estados nacionales.

Así que, las organizaciones son unidades sociales que realizan diferentes
funciones, objetivos y metas a lograr, no existe una única organización, ni un único
modelo para comprender las relaciones y la realidad que se presenta en un
ambiente sino más bien son diversos procesos que analizan este mismo.

Sin embargo, no existe un concepto para definir la organización escolar, pues


existen diferentes enfoques para plantear el análisis de una escuela desde el punto
de vista organizacional, entre ellos:
a. Enfoque sociológico - estructural: se han centrado más en la descripción y la
explicación de los conflictos intraorganizativos.
b. Enfoque psicológico - social: analizan como es el grupo de trabajo

Sin embargo, teoría de la organización ha mejorado nuestra comprensión de ciertos


aspectos de las escuelas, principalmente aquellos que se centran en la autoridad,
la autonomía, la profesionalidad y la toma de decisiones.

Por otro lado, hay quienes consideran la estructura y el control como dimensiones
básicas de la organización escolar, conceptualizándola como un sistema débilmente
articulado (loosely coupled), que consiste en que cada componente de la escuela
es interdependiente, el grado de relación es relativo porque cada uno de ellos
mantiene cierta identidad y autonomía; pero los procedimientos de articulación que
se dan en otras organizaciones no son tan visibles en la escuela.

3. Perspectiva política de las escuelas.

Desde la perspectiva política, es necesario comprender dos enfoques presentes en


la escuela. Por una parte, tenemos el enfoque interno o micropolítica educativa que
estudia y analiza las escuelas como sistemas de actividad política; y por otro lado,
tenemos el enfoque estructural o macropolítica que presenta a la escuela como un
aparato del Estado, responsable sobre todo de la producción y reproducción
ideológica.

De igual modo, cabe destacar los aspectos que caracterizan la micropolitica por el
intercambio de la influencia y el poder, es importante reconocer que las instituciones
escolares son campos de lucha, donde el conflicto sirve para promover el cambio
institucional o para alcanzar los fines particulares o grupales.

4. El enfoque micopolítico.

El ámbito micropolítico de las escuelas recibe poca atención par parte de los
investigadores. Sin embargo, se debe reconocer que en la escuela se desarrollan
dinámicas micropolíticas (reparto de poder, conflictos, negociaciones, coaliciones)
mediante encuentros informales en la sala de profesores, pasillos y rara vez en un
contexto académico. Cabe aclarar que estos conflictos son vistos como algo natural
y que sirven para promover el cambio institucional.

Las escuelas son propicias a la actividad micropolítica porque son organizaciones


débilmente articuladas y porque las formas de legitimación compiten en la toma de
decisiones. A pesar de esto, para otros investigadores la escuela maneja conceptos
claves dentro de su organización tales como poder, diversidad de metas, disputa
ideológica, conflicto, intereses, actividad política y control.

5. Los intereses en juego: los grupos de intereses.

Los intereses que pueden llegar a existir en las personas en el campo escolar se
definen por lo general en las situaciones en las que un individuo no puede lograr
sus objetivos individuales tomando así, a un conjunto de personas que ayuden a
influenciar en el resultado. Estas influencias se pueden entablar en espacios no
académicos ni visibles a través de relaciones de amistad, empatía, ideología o
conocimientos.

No todos los integrantes de la organización escolar son activos políticamente dentro


de la escuela, pero si se ven afectados poa dicha actividad. Ahora bien, los grupos
de interés se forman en el momento que los individuos se dan cuenta que tienen
aspectos en común y que actuando de manera individual no alcanzarían éstos
objetivos.

6. El poder en la escuela.

El poder en las escuelas se lleva a cabo a través de tres modelos clásicos como
son:
 el neo-maquiavelismo o sociología del orden: aquí, la organización tiene un
buen desempeño cuando los intenses de las personas, las instituciones y la
sociedad son los mismos. El orden y la armonía se supone que son
características normativas tanto de la sociedad como de las organizaciones
 el marxismo: las organizaciones tienen un sistema de control que beneficia
al sistema jerárquico, mediante los sistemas de poder y control que
conservan el orden social y la organización.
 el weberianismo: el orden es negociado constantemente

En la perspectiva académica, el poder es tomado de forma jerárquica o vertical,


pues el director en el caso de las escuelas tiene un papel privilegiado ante los
demás, pues se atribuye el poder a quienes, por el cargo, tienen responsabilidades
sobre las instituciones educativas. Hay que mencionar además, que las funciones
que desempeñan los hacen ver como verdaderos líderes.

El control de los directores en las escuelas debe estar en influenciada de la relación,


la interacción y de la convicción de los demás miembros de la institución para tomar
alguna decisión que este encaminada al desarrollo y no a la oposición de los demás.
Tanto como los profesores son una parte fundamental de la institución los padres
de familia tienen derecho a tener la oportunidad de criticar y opinar la educación que
reciben sus hijos en la reuniones que deben ser realizadas dependiendo al horario
que puedan asistir pues ellos son los mediadores entre la escuela de aprendizaje y
sus hijos que son educados en esa institución.

Para Conway (1986; citado por Bardisa, 1997), el poder en la toma de decisiones
en una organización se analiza, a menudo, desde dos dimensiones: la autoridad y
la influencia. La autoridad es el derecho a tomar la decisión final, mientras que la
influencia consiste en intentar persuadir a aquellos que tienen autoridad para tomar
decisiones de algún tipo. Por todo esto, se hace evidente que las relaciones de
poder en la escuela son invisibles.

7. El control de los directores.

Los directores de las escuelas ejercen el control por medio de formas democráticas,
burocráticas y oligárquicas a través de negociaciones, disputas y renegociaciones.
Esto conlleva a que los profesores se quejen tanto de la autoridad y control
concedido a los directores como del concedido a los padres, estudiantes y otros
integrantes de la comunidad.

No obstante, los responsables de la escuela no son solo los directores sino toda la
comunidad, quienes tienen diferente tipo de responsabilidades; es decir, que las
decisiones no las toma de modo exclusivo quien la dirige. El director coordina la
acción de sus miembros para dar identidad a la organización y su papel no es el de
mantener el sistema sino el de facilitar el desarrollo profesional de quienes trabajan
en la escuela y de quienes van a ella para educarse; sin embargo, están
subordinados a un sistema jerárquico.

Los directores de las escuelas:


 Deben rendir cuentas ante los padres de familia y otros sectores sociales
 Tiene la autoridad en el interior del centro, que le viene dada por el cargo
 Debe velar por el buen funcionamiento de la institución, sobre todo por la
ejecución de las disposiciones normativas.
 Ejercer el poder y el control de la organización de modo unipersonal

Existe también el trabajo colegiado dentro de la escuela y se puede evidenciar en


las actividades de planeación delegadas en los docentes tales como el diseño del
Proyecto Educativo Institucional y de los planes de estudio, bajo la orientación del
director.

Un aspecto importante en la escuela es la formación continua de los docentes.


Aunque este aspecto trae beneficios a la escuela y sus estudiantes, le plantea un
reto al director pues debe reemplazar a los docentes que asisten a esas
capacitaciones para no recibir quejas de los padres y estudiantes por las ausencias
de los profesores.

Como resultado, existe un acuerdo invisible entre los directores y los profesores.
Los profesores se refugian en el trabajo del aula sin inmiscuirse en la actividad
directiva, para que, a su vez, los directores dirijan la institución evitando el control
de los docentes. Sin embargo, aunque se produzca una sensación de autonomía
en el profesorado en realidad se le está hurtando la participación en los asuntos
generales de la escuela.

Conclusiones

Es evidente que la educación no puede entenderse como un producto físico o


manufacturado sino como un servicio que se presta a los estudiantes. Pero, al igual
que ocurre con otros servicios, de manera involuntaria, todos nos preguntamos por
su calidad y de uno u otra manera calificamos a las instituciones educativos según
ésta.

La calidad educativa se entiende como un servicio que se presta a quienes se


benefician de la misma. Lleva implícita dos conceptos básicos, los de eficacia (sirve
para aquello para lo que fue realizado) y eficiencia (relación entre el costo y el
resultado). Entonces, la calidad educativa implica una búsqueda de constante
mejoramiento en todos sus elementos, en insumos (recursos disponibles en las
escuelas), procesos de enseñanza (tiempo destinado a la enseñanza escolar,
cantidad de tareas y estipulaciones curriculares) y en los productos (logros
estudiantiles).

Existen varios tipos de organización como por ejemplo las organizaciones escolares
que a pesar de que no han podido tener el suficiente poder para convertirse en una
organización de importancia han mejorado en aspectos como son la autoridad, la
autonomía, la profesionalización y la toma de decisiones determinando un equilibrio
constante en la estructura y los procedimiento escolares logrando así soluciones a
las situaciones que se presentan.
Los actores de las instituciones educativas no reconocen que en las escuelas se
construyen escenarios de actividad política, pero aceptan que la política afecta a la
escuela como parte del sistema de gobierno que rige a la sociedad. Desde el punto
de vista del autor considerar la escuela como un sistema político permite entenderla
como una institución menos racional y burocrática de lo que tradicionalmente se ha
creído.

El director de escuela que ejerce autoridad sobre los profesores no es visto como
colega, pues los profesores no están acostumbrados a rendir cuentas de su trabajo
y piensan que ese control afecta su autonomía profesional.

Según Bardisa (1993), el análisis micropolítico proporciona las claves para


interpretar las razones por las que los profesores, en países como España, no
desean ser directores. Las múltiples responsabilidades, la presión de las reformas
educativas en marcha, la complejidad de las tareas encomendadas, entre otras
situaciones inhibe al profesorado a plantearse la posibilidad de asumir la dirección.

Los profesores y directores afirman que su trabajo ha cambiado mucho en las


últimas décadas, que están sobrecargados de trabajo, que las expectativas se han
intensificado, que sus obligaciones son más difusas, y el control y petición de
cuentas de padres y Administración es mayor, haciéndolos sentir que su trabajo y
esfuerzo son un fracaso desde el punto de vista profesional.

Bibliografía

Bardisa, T (1997) Teoría y práctica de la micropolítica en las organizaciones


escolares. Recuperado en http://www.oei.es/oeivirt/rie15a01.htm (17 de febrero de
2019)

García, V (1982). Calidad de la Educación, trabajo y libertad. Madrid: Editorial


Dossat S.A.

Ministerio de Educación Pública (2006) La Calidad de la Educación. Recuperado en


https://mep.janium.net/janium/Documentos/9999.pdf (17 de febrero de 2019)

Ortega, J. G. (1983) Calidad de la Educación. Universidad de Carabobo.


Recuperado en servicio.bc.uc.edu.ve/educacion/revista/a1n18/1-18-2.pdf (17 de
febrero de 2019)

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