Lectoescritura
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Sara Sefchovich
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar, queremos expresar nuestro cariño y enorme agradecimiento a nuestra gran
tutora, la lingüista Carmen Julia Coloma, quien con sus preguntas y sugerencias nos llevó a momentos
de reflexión que se convirtieron en pilares fundamentales de este Seminario de Investigación. Fue por
ella que pudimos entregar lo mejor de nosotros, de verdad gracias.
También, queremos agradecer a la profesora Ilse López quien con su conocimiento y experiencia
pudo calmar nuestra desesperación frente a tantas dudas metodológicas y a Nick Morrissey que aportó
desinteresadamente en la traducción de parte de nuestro trabajo.
ÍNDICE
Resumen...................................................................................................................................... 8
Abstract …....................................................................................................................................9
Introducción..................................................................................................................................10
Marco Teórico..............................................................................................................................11
1.La lectura.....................................................................................................................11
2.Precursores de la lectura.............................................................................................12
3.Trastorno Específico del Lenguaje…...........................................................................23
4.La lectura en niños con TEL........................................................................................23
5.Problemática de los precursores en niños con TEL…………………………..…….......24
Hipótesis …................................................................................................................................. 31
Propósito................................................................................................................................... 31
Objetivos......................................................................................................................................32
Objetivos generales........................................................................................................32
Objetivos específicos......................................................................................................32
Resultados......................................................................................................................40
Discusión..................................................................................................................................... 43
Limitantes del seminario de investigación…………………………………………………………….46
Conclusión...................................................................................................................................47
Bibliografía...................................................................................................................................48
Anexos..........................................................................................................................................60
RESUMEN
Los escolares con Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) pueden presentar compromiso en el
aprendizaje lector, en cualquiera de sus dos etapas: la decodificación y/o la comprensión lectora. Es
particularmente interesante examinar los perfiles lingüísticos de los preescolares con TEL, en relación a
sus precursores de lectura.
ABSTRACT
The students with Specific Language Impairment (SLI) may show a commitment in the reader
learning, in either of its two phases: decoding and/or reading comprehension. It is particularly interesting
to examine the linguistic profiles of preschool children with SLI, relative to their reading precursors.
The objective of this research is to compare the performance of the reading precursors in
preschool children with SLI and with typical developing language (TDL). We worked with 30 preschool
children, 15 of them with SLI and 15 controls with TD. All of them were enrolled in kindergarten in schools
with integration projects, belonging to three districts of Santiago, in the Metropolitan Region of Chile. They
evaluated the decoding precursors (phonological awareness and rapid naming), the precursors of reading
comprehension (expressive grammar, receptive grammar, passive vocabulary, narrative comprehension
and inferences) and transverse precursors to both skills (working memory and short-term memory).
The results showed that in the transverse reading precursors, no significant differences were
observed between groups. As precursors of the decoding, significantly lower performance was noted in
phonological awareness of children with SLI participants with respect to DTL.
Finally, in relation to the precursors of reading comprehension, shows that children with SLI
present in most of them, performance decreased relative to the group with DTL.
INTRODUCCIÓN
Los niños que presentan trastorno específico del lenguaje (TEL) se caracterizan por presentar
diversos problemas lingüísticos. Podemos detectar en estos niños diferentes dificultades en la adquisición
del lenguaje como alteraciones en la expresión, o alteraciones tanto en expresión como en comprensión.
Por este motivo, aquellos niños que presentan TEL conforman una población heterogénea (Marinis, 2011,
en Coloma, Pavéz, Peñaloza, Araya & Palma, 2012), en la cual las alteraciones en el lenguaje se
expresan de forma distinta dependiendo de la lengua que los niños estén adquiriendo (Leonard, 2009 en
Coloma et al, 2012).
Los escolares con TEL pueden presentar compromiso en el aprendizaje lector, lo que se ha
comprobado en diversos estudios (Simkin & Conti-Ramsden, 2006). Investigaciones en las que han
participado escolares con TEL, presentan alteraciones en la adquisición de las habilidades de la
decodificación y comprensión lectora, al compararlos con controles pareados por edad. Sin embargo, se
reconoce que los escolares tienden a manifestar mayores dificultades en la comprensión lectora (Catts,
2002).
Dado que la lectura es un medio esencial para el aprendizaje en la etapa escolar y que como ya
fue mencionado los niños con TEL pueden presentar alteraciones en la adquisición de esta habilidad,
podría existir una importante relación entre el TEL y las dificultades en el rendimiento académico de estos
niños (Aguado, 2004). Es importante destacar que diversos estudios han hecho hincapié en las
consecuencias que los problemas en el desarrollo de la lectoescritura pueden traer sobre el aprendizaje
en la etapa escolar. (Bishop & Adams, 1990; Catts et al, 2002). Por tanto, es particularmente interesante
examinar los perfiles lingüísticos de los preescolares con una historia de TEL, en relación a sus
prehabilidades de lectura (Botting & Conti-Ramsten, 2006).
MARCO TEÓRICO
1. La lectura
Ahora bien, la lectura no es una competencia unitaria, y el origen de su fracaso puede ser
distinto en cada caso. Según la teoría de la Visión Simple de lectura, el aprendizaje de esta habilidad
consta de dos procesos sustanciales: la decodificación y la comprensión del lenguaje oral. La primera, es
el proceso inicial del aprendizaje de la lectura que consiste en el reconocimiento de símbolos o signos de
la palabra escrita para luego transformarla en expresiones orales, es decir, la asociación grafema–
fonema (Infante, Coloma & Himmel, 2012). A pesar de que la decodificación es una habilidad primordial
para lograr un desarrollo lector en el individuo, por sí misma no es suficiente (Bell & Perfetti, 1994; citados
en Muñoz-Valenzuela & Schelstraete, 2008). Por ello, la decodificación junto a la comprensión lectora
deben estar fuertemente ligadas, para garantizar una adecuada adquisición y desarrollo lector del niño
(Pazzaglia, 1993 citado en Muñoz-Valenzuela & Schelstraete, 2008). Esto ha sido demostrado a través
de investigaciones, señalando que durante los primeros años de educación formal ambas habilidades
participan activa y recíprocamente en el aprendizaje lector (Perfetti, 1985; Perfetti et al., 1996; Perfetti,
2002; Stanovich, 2001; citado en Muñoz-Valenzuela & Schelstraete, 2008). Por otra parte, la
comprensión lectora es producto de la decodificación y de la comprensión oral. La influencia de cada uno
de estos factores varía de acuerdo al nivel de escolaridad. Así, en los primeros años la decodificación
explica en mayor medida el desempeño en comprensión lectora y en cursos superiores, la comprensión
oral tiene más influencia en el desempeño lector (Catts y Kamhi, 2005).
Por otro lado, existe una diversidad de teorías y modelos que no se enfatizan en el lenguaje oral,
sino que en el lenguaje escrito. De esta manera, unos enfatizan la decodificación, mientras que otros
destacan la comprensión lectora. Así, durante las tres últimas décadas han disputado dos puntos de vista.
El primero consiste en la aproximación global, el cual afirma que no basta con decodificar para leer, sino
2. Precursores de la lectura
Una de las líneas de investigación básica en el inicio del aprendizaje lector, se focaliza en dos
aspectos: el desarrollo de las pre-habilidades necesarias para la lectura, y el momento apropiado para
iniciar la adquisición de estas. En relación al primer aspecto, el objetivo de la descripción y análisis de las
pre-habilidades tempranas de la lectura es conocer la secuencia de desarrollo típico que cursa la
adquisición lectora. De esta manera, al conocerla se podrán pesquisar aquellos niños que presentan
diferentes patrones de desarrollo y que necesitan intervenciones tempranas para prevenir dificultades
posteriores en la lectura. De acuerdo al inicio de la adquisición de estas pre-habilidades, durante la etapa
preescolar los niños desarrollan estos precursores y obtienen conocimientos fundamentales para adquirir
la lectura. Por lo tanto, desde esta perspectiva la adquisición de la lectura no comienza con la escolaridad
sino que es resultado de un desarrollo continuo durante la vida preescolar del niño (Sellés & Martínez,
2008).
Con respecto a los precursores del proceso lector, en la decodificación, el precursor más
relevante es la conciencia fonológica y la velocidad de denominación, mientras que la comprensión oral
parece estar más influenciada por el nivel de vocabulario, la sintaxis (Lundberg, 2002; Hulme & Snowling,
2011; Oakhill, Cain y Bryant, 2003; Oakhill, Hartt & Samols, 2005 en Mesa, Tirado & Saldaña, 2012), las
habilidades narrativas e inferenciales (Pavez, Coloma & Maggiolo, 2008; Escudero, 2010). Es importante
destacar que existen algunas habilidades cognitivas que participan como precursores transversales a la
decodificación y a la comprensión oral, tal es el caso de la memoria a corto plazo y memoria de trabajo
(Vallés, 2005).
A continuación los precursores antes mencionados serán descritos:
La conciencia fonológica se define como una habilidad metalingüística que permite identificar y
manipular tanto las sílabas como los fonemas que constituyen una palabra (Coloma, Cobarrubias & De
Barbieri, 2007). Por otra parte, la conciencia fonológica no es una entidad homogénea, ya que
corresponde a la conciencia de diversas unidades lingüísticas (sílaba y fonema) (Mendoza, 2006).
La secuencia de la adquisición de la conciencia fonológica, comienza con la identificación de la
rima y la aliteración, donde los niños descubren que dos palabras diferentes comparten sonidos similares,
ya sea al final o al inicio de la palabra respectivamente, llamada conciencia holística (Mendoza, 2006).
Posteriormente, se adquiere la conciencia silábica (preescolares y adultos analfabetos), luego la
conciencia de unidades intrasilábicas (la sílaba está constituida por consonante y vocal, o dífonos
consonánticos iniciales ej. /pl/ en /plan/) y finalmente la conciencia segmental o fonémica (la palabra está
constituida por una secuencia de segmentos fónicos) (Mendoza, 2006).
Por otra parte, los resultados expuestos por Coloma, Cobarrubias y De Barbieri (2007) en una
muestra de 120 preescolares chilenos, muestran que existen diferencias significativas en el desempeño
global de habilidades metafonológicas fundamentalmente relacionadas con la sílaba, entre niños de 4 y 5
años de edad. Este estudio evidenció, que en el grupo de niños de 5 años hubo un desempeño superior
al grupo de 4 años, lo que sugiere que las habilidades de conciencia fonológica se incrementan durante
este período. Además, en un análisis más detallado, observaron que las diferencias significativas se
evidenciaban mayormente en las subpruebas de reconocimiento final de sonido, identificación del número
de sílabas y asociación fonema-grafema y en menor medida en el reconocimiento de sonido inicial. Pero
en las subpruebas de inversión silábica y análisis fonémico ambos grupos no muestran diferencias
significativas, lo que indica que estas habilidades no aumentan en esta etapa (Coloma, Cobarrubias & De
Barbieri, 2007).
En los últimos años, la mayor parte de las investigaciones han encontrado una sólida asociación
entre la adquisición de las habilidades de conciencia fonológica y el aprendizaje de la lectura. Además, se
ha comprobado que el conocimiento que tienen los prelectores y primeros lectores sobre la estructura
silábica y fonémica del lenguaje es un buen predictor del éxito en el aprendizaje de la lectura (Al Otaiba &
Fuchs, 2002; Catts, Fey, Zhang y Tomblin, 2001; Elliot, Arthurs y Williams, 2000; Foorman & Moats; 2004,
Sprugevica & Høien, 2003; Van Der Hey-den, Witt, Naquin & Noell, 2001). Otra explicación a lo anterior
es la encontrada en Coloma, Cobarrubias & De Barbieri, (2007, pág. 60), que dice: “la conciencia del
fonema cumple un rol fundamental en el aprendizaje de la decodificación lectora, porque permite
comprender que los fonemas están representados en grafemas y la manera en que esta representación
se manifiesta en las palabras”.
La Velocidad de Denominación es otro de los predictores del éxito lector, ligado fuertemente a la
decodificación. La velocidad de denominación es la capacidad de nombrar, lo más rápidamente posible,
símbolos familiares presentados visualmente como dígitos, letras, colores y objetos (Denckla, 1972 en
Georgiou, Parrila, Cui, Papadopoulos, 2013). Además, esta habilidad está relacionada con el tiempo que
demora el niño en denominar aquello que se le está presentando. Así, la tarea de nombrar estímulos en
serie con rapidez (Denckla et al., 1974 en Georgiou, Parrila, Cui, Papadopoulos, 2013) proporciona una
aproximación temprana al desarrollo de la lectura, ya que implica la misma combinación de procesos
seriados rápidos que emplea la lectura: integración de la atención, la percepción, los sub-procesos
conceptuales (semántica), acceso al léxico y procesos motores.
Wolf, Bally y Morris (1986) fueron los primeros investigadores en evidenciar que las diferencias
tempranas en denominar estímulos seriados con rapidez predecían las dificultades posteriores en la
lectura. Además, estudios longitudinales de Kirby, Pfeiffer y Parrilla (2003) también encontraron que los
rendimientos previos a la velocidad de nominación, predicen el rendimiento posterior en la lectura.
Específicamente, la habilidad de denominar palabras en serie con rapidez ha demostrado estar
correlacionada de forma significativa con el futuro rendimiento lector a nivel de la decodificación,
independientemente del coeficiente intelectual (Ackerman, Dykman & Gardner, 1990; Bowers & Newby-
Clark, 2002; Bowers & Swanson, 1991; Catts et al., 2001; Cornwall, 1992; Denckla & Rudel, 1976; Felton
et al., 1987; Schatsneider et al., 2004; Spring & Davis, 1988; Wolf & Obregon, 1992). Cabe destacar que
la capacidad de nombrar rápido está relacionada con la adquisición de la lectura incluso cuando la
conciencia fonológica es previamente controlada (Compton, 2003).
Además, en el proceso de denominar un estímulo visual es necesario considerar la existencia de
un léxico mental en el que están representadas de distintas formas las palabras para su reconocimiento,
almacenaje y recuperación. Y estas formas se activan de manera serial, es decir, tras la activación de
una palabra se sucede la otra. Ocurren una serie de procesos desde que se percibe la palabra hasta que
se da con el significado (Aguado, 2004).
El éxito para encontrar una palabra requiere que esté almacenada en la memoria y que sea
fácilmente accesible al hablante (Aguado, 2004). Además, en este proceso se requiere de la memoria
semántica, el cual se organiza a partir del significado de palabras y el conocimiento en uso (Romero &
Vázquez, 2002). Por otro lado, existe evidencia que sugiere que una deficiente habilidad para reconocer
las palabras puede contribuir a deficiencias en la lectura como en la organización de la memoria
semántica (Chabot et al., 1983).
El dominio del lenguaje oral permite una exitosa comprensión lectora (Noonan, Hildebrand &
Yackulic, 1997; Snow, Burns & Griffin, 1998). Scarborough (1989, 1990) determinó que durante la etapa
preescolar la gramática y la semántica, componentes del lenguaje oral, parecían estar relacionados con
posteriores dificultades en la comprensión lectora. Otras investigaciones han corroborado los hallazgos
de Scarborough, encontrando que las habilidades sintácticas y semánticas son precursores significativos
de posteriores dificultades en la comprensión lectora (Shapiro et al., 1990; Bryant et al., 1990; Wagner et
al., 1994; Wolf et al., 1992; Stuart, 1995; Scanlon, et al., 1996; Elbro et al., 1996; Hagtvet, 1997). Por otro
lado, Bishop (1991) y Snow et al. (1998) corroboraron que los componentes sintácticos poseen un rol
fundamental en la habilidad para comprender el texto escrito. Por lo tanto, en esta investigación se
distinguen como precursores de la comprensión lectora los siguientes niveles del lenguaje oral: la
semántica (específicamente léxico pasivo) y la gramática junto con otras habilidades que impactan
significativamente en el desempeño lector como son el discurso narrativo y las inferencias (Kendeou,
Lynch, van den Broek, Espin, White & Kremer, 2005. Escudero & León, 2004).
2.2.1 Gramática
La forma en que se organizan y relacionan las palabras, así como la estructura de las mismas,
aportan información útil y necesaria para la comprensión del significado de los enunciados. Por esta
razón, se ha tratado de explicar la influencia de la gramática en la comprensión lectora. Estudios actuales
han demostrado que la gramática a la edad escolar es un predictor significativo de la comprensión lectora,
enfatizando que es fundamental intervenir los trastornos de lenguaje mejorando las áreas de vocabulario
y gramática para obtener un aprendizaje exitoso en la comprensión lectora (Haarbauer-Krupa, 2009). A
su vez, Bishop y Adams (1990), entregan datos concluyentes de que niños con problemas de vocabulario
y/o sintaxis junto con la fonología son más propensos a experimentar problemas en la comprensión
lectora que aquellos con solamente dificultades fonológicas, lo que en definitiva corrobora la implicancia
de la gramática en el aprendizaje de la comprensión lectora.
Existen diversas definiciones de semántica, por una parte de Serra, Serrat, Solé, Bel & Aparici
(2000) que la semántica se refiere a cómo se realiza la significación mediante el lenguaje.
Tradicionalmente se han considerado dos grandes ámbitos en la semántica: la semántica léxica,
que trata el significado de las palabras individuales y la semántica oracional que se refiere a cómo las
palabras transmiten significados nuevos o modificados por el hecho de agruparse y de establecer
dependencias entre ellas (Serra, Serrat, Solé, Bel & Aparici, 2000).
Con respecto a la semántica léxica, la palabra representa la forma que adopta el contenido a
transmitir. A su vez, esta debe someterse a las reglas fonotácticas, morfológicas y sintácticas para su
formación y su combinación. Su evolución normal implica: el desarrollo conceptual; la capacidad de
extraer patrones fonológicos recurrentes y estables del input, y la capacidad para acoplarlos con los
conceptos (Aguado, 2004).
Respecto al desarrollo de la semántica léxica, se espera un lento incremento del vocabulario en
los niños hasta los 18 meses. Luego, entre los 18 y 24 meses se espera un mayor aumento de
vocabulario. Así, alrededor de los 6 años de edad, un niño con desarrollo típico del lenguaje cuenta en
promedio con unas 10.000 palabras en su vocabulario; además de una adecuada fluidez del habla
(Aguado 2004).
Por otra parte, el desarrollo léxico sustenta el aprendizaje de la comprensión lectora, ya que
promueve la comprensión del input auditivo (Mendoza, 2006). Las palabras también nos ayudan a
organizar las experiencias de la vida a partir de la representación de ideas, conceptos y su interrelación,
facilitando al procesamiento del pensamiento. Desde este perspectiva, el vocabulario contribuye a la
efectividad de la comprensión lectora, ya que tanto ésta como la escritura implican un procesamiento del
pensamiento (Santiuste & López, 2004). En la actualidad se conocen diversas intervenciones que
consideran la importancia de aumentar el vocabulario para mejorar la comprensión lectora (Santiuste &
López, 2004), ya que se ha encontrado una clara asociación entre ambas (Nagy, 1988 en Santiuste V. &
López C., 2004; Botting et al., 2006). Por otra parte, el vocabulario no sólo muestra una relación con la
comprensión lectora sino que también tienen un valor predictor en ella. De esta manera, en la educación
básica el vocabulario ha sido considerado esencial en la adquisición de la lectura (Catts, Fey, Tomblin &
Zhang, 1999; Scarborough, 1990, 2005; Share & Leikin, 2004; Storch & Whitehurst, 2002; Swank, 1997;
Torgensen, Wagner, Rashotte, Burgess & Hecht, 1997 en Haarbauer-Krupa, 2009).
narraciones proporciona información acerca de las habilidades gramaticales, de las habilidades para
formular recursos de cohesión significativos a través de oraciones, y de las habilidades para organizar el
contenido de una historia, entre otras (Seiger-Gardner, 2009).
Además, existe evidencia de que las habilidades narrativas están correlacionadas con la lectura
(Gutiérrez-Clellen & iglesias, 1992). Esto probablemente se deba a que la experiencia de narrar implica
un primer acercamiento a las características de la modalidad escrita por medio del lenguaje oral. También,
se explica porque la habilidad para narrar implica la integración de las habilidades lingüísticas
(gramaticales, pragmáticas, léxico-semánticas), cognitivas (memoria de trabajo) y sociales (Bishop &
Edmundson, 1987). Además, el discurso narrativo oral se relaciona en particular con la comprensión
lectora en niños que ya han logrado la etapa de la decodificación, y por consiguiente, la persistencia de
las dificultades narrativas en estos niños mantendrá un deficitario rendimiento en la comprensión lectora
(Bishop & Adams, 1990).
Por lo tanto, no resulta sorprendente que exista una relación directa entre el desarrollo de
habilidades narrativas en niños preescolares y el posterior éxito escolar (Contreras & Soriano, 2004). La
habilidad para narrar sería un buen predictor del rendimiento académico, como también ya habíamos
mencionado de la comprensión lectora. Esto ha sido constatado en un estudio que revela que escolares
de 10 años con desarrollo típico y habilidades cognitivas normales, tenían una relación significativa entre
el desempeño narrativo oral (comprensión y expresión), el rendimiento escolar y la comprensión lectora
(Mallet, Muñoz, Ramírez, San Martín & Tapia, 2003 en Pavez, Coloma & Maggiolo, 2008).
Con respecto a la escolaridad, pero especialmente coincidiendo con el inicio de la educación
primaria, la habilidad para narrar se hace cada vez más indispensable, ya que a estos niños se les pide
que construyan y comprendan historias ficticias, comenten acontecimientos de sus propias vidas, y
compartan pensamientos e ideas con profesores y compañeros. Incluso, se ha señalado que el discurso
narrativo es un “puente” entre el lenguaje oral y el lenguaje escrito. Ello es explicable porque en general,
es más extenso, más descontextualizado y posee más marcas de cohesión que la conversación, y estas
características lo hacen más similar a los textos escritos (Paul & Smith, 1993). También se ha constatado
en ellos la existencia de una correlación entre la madurez escolar y la habilidad para narrar (Fiorentino &
Howe, 2004 en Pavez, Coloma & Maggiolo, 2008). Por ende, la detección temprana de problemas en las
habilidades narrativas es importante para identificar a niños en riesgo del aprendizaje posterior.
Finalmente, a modo de síntesis la habilidad para contar una historia requiere destrezas cognitivas,
sociales y lingüísticas. Por ello, la producción narrativa es una fuente importante de información sobre el
funcionamiento social y lingüístico del niño, porque exige la capacidad de tener en cuenta las
necesidades informativas del oyente y utilizar formas lingüísticas con finalidades comunicativas
(Contreras & Soriano, 2004).
2.2.3 Inferencias
Por último, otra habilidad importante de destacar en el proceso lector son las inferencias, las
cuales se entienden como procesos cognitivos que permiten activar el conocimiento ya almacenado y
utilizarlo para organizar e interpretar la nueva información entrante, a través de complejas relaciones
abstractas no provenientes de los estímulos. El proceso inferencial es manejado por aquellos individuos
que poseen la habilidad de integrar un texto, y que a su vez tienen la capacidad de establecer relaciones
en ausencia de información explícita (Escudero, 2010). Situándonos en el ámbito del lenguaje y de la
comunicación, se han propuesto cuatro grandes grupos de procesos inferenciales (Monfort & Monfort,
2013) :
Inferencias Lógicas.
Son las que derivan de relaciones básicas entre causas y efectos, o que establecen relaciones
contingentes entre conceptos y palabras. Este tipo de inferencia ocurren en ejemplos como el siguiente:
‘Se quedó mirando la luna’, del que se infiere que esto ocurre de noche.
Inferencias Lógico-culturales.
Son inferencias lógicas que se aplican a partir de un cierto nivel de conocimiento cultural: si
leemos ‘La niña fue a la plaza a recoger las hojas secas de los árboles’, se puede inferir que esto se
produce en otoño, pero dicha inferencia supone un proceso de culturización que se realiza tras la primera
infancia a partir de una determinada información socialmente aprendida.
Inferencias Lingüísticas.
Son inferencias que podemos realizar a partir del conocimiento del idioma: en una oración como
‘Me han llamado Juan y Ana, pero prefiero ir con ella’, la comprensión de que me voy a ir con Ana supone
tener en cuenta el valor de género del pronombre ‘ella’. Los ejemplos más llamativos de este tipo de
inferencias, necesarias para la comprensión del mensaje, los tenemos en las expresiones idiomáticas,
donde la interpretación literal del mensaje resultaría absurda: ‘se me pone la piel de gallina’.
Inferencias Pragmáticas.
Se basan en habilidades de teoría de la mente. Son necesarias cuando los mensajes son
ambiguos o incompletos, lo que ocurre muy a menudo en situaciones naturales. Si nos dicen: ‘Escribe tu
pelota’, deducimos que nos quieren dictar algo y que tenemos que escribir ‘tu pelota’.
Por otro lado la memoria de corto plazo, es un sistema pasivo en el que la información se puede
almacenar durante un período muy breve de tiempo. La memoria de trabajo realiza una mayor demanda
al sistema ejecutivo central (sistema que controla la atención) en relación a la memoria de corto plazo.
Cabe destacar que varias investigaciones han mostrado una relación significativa entre memoria de
trabajo y habilidades cognitivas, como la comprensión de la lectura (Daneman & Carpenter, 1980, 1983
en Withagen, Kappers, A., Vervloed, M., Knoors, H. & Verhoeven, L., 2013), el razonamiento (Kyllonen &
Christal, 1990 en Withagen, Kappers, A., Vervloed, M., Knoors, H. & Verhoeven, L., 2013) y la inteligencia
general (Daneman & Carpenter, 1987 en Withagen, Kappers, A., Vervloed, M., Knoors, H. & Verhoeven,
L., 2013).
En relación a la lectura, se ha considerado que la memoria de trabajo debe jugar un importante
papel en el proceso lector y que en consecuencia, una de las diferencias individuales entre los buenos y
malos lectores debe hallarse en la capacidad de la memoria de trabajo (Perfetti & Lesgold, 1977; Kintsch
& Van Dijk, 1978; Just & Carpenter, 1980 en Navalón, C., Ato, M. & Rabadán, R. 1989).Estudios han
demostrado que en los niveles iniciales de aprendizaje de la lectura puede hallarse una relación
significativa entre la habilidad lectora y la capacidad de memoria de trabajo (Baqués & Sáiz, 1999).
También la memoria a corto plazo (MCP), se ha visto relacionada en diversas investigaciones
con la lectura (Konold et al., 2003; Swanson, 1994; Tirre, 1992; Romero & Vázquez, 2002 en Sellés, P. &
Martínez, T. 2008). Dentro de las investigaciones que realizan esta correlación están las que evidencian
que la MCP es fundamental para el desarrollo y la adquisición de un nuevo vocabulario en los niños
pequeños (Baddeley et al., 1997 en Rispens & Baker, 2012), es decir, cuando adquirimos una nueva
palabra, debemos repetirla y para ello requerimos de la MCP (Rispens & Baker, 2012). Además, otras
investigaciones evidencian que la ejecución de tareas de memoria a corto plazo (repetición de dígitos,
letras, palabras y oraciones) está vinculada con el logro en la lectura en las habilidades de decodificación
(John, 1998 en Sellés, P. & Martínez, T. 2008).
Los niños con trastorno específico del lenguaje (TEL) se caracterizan por presentar dificultades
lingüísticas. En ellos se pueden evidenciar dificultades en la adquisición del lenguaje, ya sea en
alteraciones lingüísticas en la expresión, en la comprensión o un déficit en ambas. Es por esto que
conforman una población heterogénea (Marinis, 2011), en la cual además las dificultades se manifiestan
de manera diversa dependiendo de la lengua que se esté adquiriendo (Leonard, 2009). Además, la
heterogeneidad en la manifestación lingüística del cuadro también dificulta la clasificación de los niños en
subgrupos clínicos, a lo que se agrega una etiología aún poco precisa (Mendoza, 2005). Por ello, al no
existir causas específicas asociadas a la variabilidad sintomatológica, el diagnóstico se efectúa por
exclusión. En tal sentido, es universalmente aceptado que las alteraciones lingüísticas de los niños con
TEL no se explican por ningún déficit evidente a nivel neurológico, auditivo o en motricidad orofacial
(Leonard, 1998).
Por otro lado, en los niños con TEL se afectan frecuentemente algunas habilidades lingüísticas,
entre ellas el componente fonológico, morfosintáctico y/o léxico, como habilidades metalingüísticas. En
cuanto a las habilidades lingüísticas, la gramática destaca por ser un área de dificultad específica que
podría funcionar como un marcador clínico que contribuye al diagnóstico (Conti-Ramsden, 2003).
Además, de las habilidades lingüísticas antes mencionadas, es posible que en los niños con TEL existan
dificultades en el discurso narrativo (Kaderavek y Sulzby, 2000; Catts y otros, 2002; Cleave y otros, 2010).
Por último, el trastorno requiere tanto que sus ejecuciones en tareas relativas al lenguaje sean
significativamente peores que otras habilidades cognitivas asociadas (atención, memoria y funciones
ejecutivas), como que los problemas lingüísticos perduren en el tiempo, aún cuando cambien sus
manifestaciones lingüísticas.
La lectura en niños con TEL ha sido estudiada desde hace algunos años por varios
investigadores, los cuales han obtenido diversos resultados. Esta diversidad de resultados se puede
explicar por la diferencia en la edad de los sujetos estudiados o también por el tipo de TEL presentado
por los sujetos, entre otras causas. Dentro de los puntos en común se aprecia que gran parte de los niños
con TEL presentan dificultades en la adquisición de la lectura, aunque no serían todos los niños, sino solo
algunos. Sin embargo, en la actualidad cada vez existe un mayor consenso respecto a la presencia de
Algunos autores como Tallal, Curtiss y Kaplan (1988) encontraron que los déficits en la
comprensión del lenguaje oral predicen dificultades posteriores en la lectura en los niños con TEL. Por
otra parte, Bishop y Adams (1990) han hecho hincapié en las medidas de producción de lenguaje,
encontrando que la longitud media del enunciado (MLU) es un buen predictor de la capacidad de lectura
en los niños con TEL. A su vez, observaron que los niños con problemas de vocabulario y/o sintaxis junto
con la fonología, fueron más propensos a experimentar problemas de lectura que aquellos con solamente
dificultades fonológicas. Además, Bishop (2001), sostiene que el riesgo de desarrollar dificultades de
lectura aumenta con el número de dominios lingüísticos deficitarios (lenguaje receptivo, lenguaje
expresivo y la articulación del sonido). Por su parte, Catts (1993) observó que la conciencia fonológica y
la velocidad de denominación predicen la decodificación, mientras que la comprensión y la producción
verbal predicen una mejor comprensión de la lectura. Por lo tanto, no existe consenso sobre los
precursores de lectura tanto en su desarrollo como al tipo de proceso lector que predicen (Botting &
Conti-Ramsten, 2006).
Como fue mencionado anteriormente, los niños con TEL pueden presentar dificultades en varios
ámbitos, entre ellos existen tres niveles de gran importancia: nivel lingüístico, nivel metalingüístico y/o a
nivel cognitivo. Dentro de las habilidades lingüísticas deficitarias se presentan los siguientes niveles:
léxico y gramatical. Además, pueden presentar dificultades en el discurso narrativo y en la capacidad de
inferir. Por otro lado, a nivel metalingüístico pueden presentar una serie de dificultades entre las cuales
una de las más estudiadas es la conciencia fonológica. Por último, presentan afectadas algunas
habilidades cognitivas como la memoria a corto plazo y la memoria de trabajo.
A continuación serán abordadas las habilidades mencionadas anteriormente.
Predictores de la decodificación
Estudios han demostrado que los niños con TEL que mantenían dificultades fonológicas hasta los
5,5 años de edad, presentarían déficit en la lectura a los 8 años. Por otro lado, evidenciaron que los niños
de 5.5 años con TEL que superaban las dificultades fonológicas poseían un mejor desempeño lector que
los niños de ocho años que mantenían estas dificultades (Bishop & Adams, 1990; Catts, 2002). Además,
los niños de 5.5 años con TEL que superaron las dificultades fonológicas, al aplicarles un test de lectura
(nivel de decodificación y nivel de la comprensión lectora) y un test de escritura de pseudopalabras,
tuvieron un mejor desempeño que los niños de 5.5 años con TEL que mantenían estas dificultades
(Bishop & Adams, 1990; Catts, 2002). Además, Mendoza (2006) agrega que los adolescentes de 15 años
con TEL pueden presentar dificultades en la comprensión lectora y en la comprensión del lenguaje oral.
Resultados de otra investigación demuestran que niños con TEL de 5 años presentan un
desempeño significativamente inferior en las tareas relacionadas con la conciencia fonológica, con
respecto al rendimiento de sus pares con desarrollo típico. Estos resultados coinciden con otro estudio
realizado en nuestro país en niños entre 4 años y 4,11 años, con y sin alteración del lenguaje. En dicho
estudio, también se evidenció un rendimiento menor de los niños con TEL en habilidades
metafonológicas (Coloma, Cárdenas & De Barbieri, 2005; De Barbieri & Coloma, 2004). A partir de lo
anterior, es posible señalar que los niños con TEL muestran un menor desempeño de la conciencia
fonológica, independiente de la edad (Canales, Cifuentes, Guzmán, Saldías & Vidal, 2006). También, en
nuestro país, se realizó un seminario de investigación sobre la conciencia fonológica y desarrollo del
lenguaje escrito en niños con TEL de 4 años. Los resultados mostraron que existe correlación entre
conciencia fonológica y escritura en los niños con TEL, observándose en ellos un rendimiento
significativamente menor. No obstante, un número considerable de estos niños no presentaban estas
dificultades (Canales, Cifuentes, Guzmán, Saldías & Vidal, 2006).
Estos resultados coinciden con la mayoría de los estudios nombrados anteriormente, los cuales
mencionan la importancia de las habilidades de conciencia fonológica en la lectura de los niños con TEL.
Estos estudios señalan que muchos de estos niños tienen un menor desarrollo de la conciencia
fonológica (Catts et al. 2002, Rizzon et al. 2009, De Barbieri & Coloma, 2004).
La velocidad de denominación está influida por dos factores problemáticos para los niños con
TEL: la recuperación léxica y la velocidad de procesamiento lingüístico (Coady, 2013). Investigaciones
realizadas dan cuenta de que los niños con TEL, nominan nombres más lentamente y de forma menos
exacta en comparación a como lo hacen sus compañeros de la misma edad con desarrollo típico del
lenguaje (DTL) (Coady, 2013).
Aunque siempre se ha asumido la heterogeneidad del TEL, se ha considerado que, todos los
niños con TEL tienen problemas gramaticales, pero existe un subgrupo homogéneo de niños que
presentan, de forma principal o exclusiva, dichos problemas. Van der Lely (1996) se refiere a este
subgrupo de niños como TEL gramatical (Mendoza, 2006).
Respecto a niños con TEL de habla hispánica, es posible inferir que presentan un modelo de
problemas morfológico semejante al encontrado en la lengua italiana. Ambas son lenguas de origen
romántico que comparten mayor cantidad de características morfológicas en comparación a otros idiomas,
como por ejemplo el inglés. El español, presenta, asimismo, una morfología muy rica y redundante, que
se puede observar analizando algunas de sus principales características (Mendoza, 2006) como
redundancia de número y persona de los verbos, en que las terminaciones de las formas verbales son
diferentes para la primera, segunda y tercera persona, tanto en singular como en plural, formas verbales
muy diferentes en los distintos tiempos, modos y aspectos verbales muy diferentes y diferenciación de
género y número en la mayoría de las formas pronominales. Cabe destacar que se ignora si existe
correlación entre la riqueza morfológica de una lengua con la severidad y el tipo de trastorno que
pudieran plantearse en el campo morfológico (Mendoza, 2006)
En cuanto a la relación de estas dificultades con la lectura, datos evidencian que aquellos niños
con TEL que presentan problemas morfosintácticos o dificultades en el léxico podrían ver afectado su
desempeño lector (Bishop & Snowling, 2004; Coloma, De Barbieri & Alarcón, 2011) y que el desempeño
lector en niños con TEL está más asociado a la gramática (Catts, Fey, Tomblin & Zhang, 2002; Coloma,
Palma, Silva & Holtheuer, 2012), siendo este un marcador característico en los niños con TEL (Schuele y
Dykes 2005; Coloma, De Barbieri & Alarcón, 2011).
Existe evidencia de dificultades léxicas en los niños con TEL, las que se encontrarían
principalmente, en la formación de representaciones fonológicas permanentes en el léxico mental. Las
dificultades en la representación fonológica, conllevan a su vez a dificultades en el acceso al significado y
otras representaciones que permiten la comprensión de un texto, es decir, lo que se lee o dice en una
situación particular (Aguado, 2004).
En cuanto al contexto lingüístico, hay consenso de que tanto las palabras como sus significados
se aprenden con mayor facilidad en contextos no estructurados, esencialmente por medio de la
interacción entre adultos y niños. Sin embargo esta facilidad se ha visto disminuida en los niños con TEL.
Por otra parte, las dificultades en el reconocimiento de la secuencias de sonidos de las palabras, propias
de los niños con TEL, afectan el aprendizaje de nuevas palabras, su comprensión y la recuperación del
léxico mental o acceso al léxico (Mendoza, 2006).
En cuanto a la correlación del léxico y la lectura, Bishop y Adams (1990) encontraron que quienes
presentaban un déficit fonológico acompañado de un déficit sintáctico y/o en el vocabulario, tendrían
mayores posibilidades de presentar problemas en la lectura que quienes sólo presentaban el déficits
fonológico, ya que se ha encontrado una clara asociación entre el vocabulario de uso frecuente y la
habilidad de comprensión lectora (Botting et al., 2006). Por lo tanto, se encontraría afectada la
comprensión lectora, ante la presencia de un déficits léxico (Mesa, Tirado & Saldaña, 2013).
Además de los aspectos antes mencionados en relación al TEL, es factible que en estos niños
existan problemas en el discurso narrativo (Kaderavek y Sulzby, 2000). Las narraciones de los niños con
TEL han sido estudiadas tanto a nivel de la producción como de la comprensión. Con respecto a la
producción, se ha establecido en menores de entre cuatro y doce años que existe escasa coherencia,
presencia de errores de cohesión y que la estructura textual es deficitaria (Ukrainetz y Gillam, 2009).
Además, las proposiciones de los niños con TEL suelen ser demasiado implícitas, omitiendo información
crucial sobre los planes, acciones y estados interiores. Usan poco y mal las referencias personales y sus
problemas de acceso al léxico se materializan en una limitada fluidez. (Aguado, 1999; Contreras &
Soriano, 2004). Todo ello desemboca en narraciones cuyos valores tanto de longitud media de
enunciados como de índice de complejidad sintáctica resultan mucho más pequeños, en una gran
proporción de errores gramaticales y una pobre cohesión entre las frases cuando se compara su
rendimiento con el de sus compañeros con desarrollo típico (Boudreau & Hedberg, 1999). Por su parte, el
A pesar de lo anterior, existen estudios en los cuales los niños con TEL evidencian rendimientos
adecuados en el discurso narrativo y en la lectura. Por lo tanto, los resultados sobre narración y lectura
en niños con TEL son diversos, ya que el nivel de compromiso demostrado por ellos es variable
(Reuterskiold, 2011).
Por otro lado, la narración oral es uno de los predictores del aprendizaje de la comprensión
lectora en preescolares con TEL que poseen cuatro años (Bishop & Edmundson, 1987).
Se ha observado que los menores con TEL tienen dificultades para identificar las necesidades del
oyente, lo cual obstaculiza la comprensión del mensaje verbal y, en consecuencia la capacidad de
realizar inferencias (Befi-Lopes, Paiva Bento & Perissinoto, 2007). Además, se ha observado que tienden
a responder con información que no se relaciona con las interrogantes que se les plantean y a presentar
dificultades con las preguntas que apuntan a relaciones de causalidad o finalidad (Contreras & Soriano,
2004). Por otra parte, estudios señalan que gran parte de las dificultades que los menores con TEL
presentan en el ámbito de la competencia social, surgen a partir de la dificultad para llevar a cabo
inferencias emocionales, debido a lo necesario que son este tipo de inferencias para mostrar empatía
hacia los demás (Borke, 1971). Corroborando lo anterior, investigaciones recientes evidencian que los
niños con TEL denominan expresiones de forma más lenta, mientras que los niños con DTL no difirieron
en los tiempos de respuesta. Estas medidas de tiempo de respuesta están relacionadas con la capacidad
de realizar inferencias emocionales, que a su vez predice las puntuaciones de competencia social. Por
otra parte, los resultados sugieren que los niños con DTL infieren emociones durante el proceso de
comprensión, mientras que los niños con TEL no suelen hacer estas inferencias. Por lo tanto, hacer
inferencias emocionales tiene que ver tanto con la comprensión del discurso como de la competencia
social en los niños. Así, estos resultados proporcionan evidencia de que las medidas de tiempo en
respuesta pueden predecir la capacidad de inferencia y además sugieren que otros factores (rendimiento
cognitivo no verbal, conocimiento de palabras emocionales, entre otras) pueden influir en la comprensión
del discurso y la competencia social (Ford & Milosky 2009).
Alteraciones en la memoria de corto plazo (MCP) han sido comúnmente asociadas a dificultades
en la lectura (Reynolds, C. & Fletcher-Janzen, E., 2009). En cuanto a los niños con TEL, estudios indican
que presentan dificultades en la memoria de corto plazo entre ellos Freed y Lockton (2011). Esto, implica
un retraso del desarrollo del vocabulario, y un bajo rendimiento de las tareas de repetición de
pseudopalabras (Gathercole, 2006 en Rispens & Baker, 2012).
Por otra parte, el TEL también está fuertemente asociado a dificultades de la memoria de trabajo
(MT). Así, los niños con TEL tienen una dificultad con el orden de números en tareas relacionadas con
este tipo de memoria (Petruccelli, N., Bavin, E. & Bretherton, L. 2012; Duinmeijer, I., De Jong, J. &
Scheper, A. 2012). Un tipo de memoria de trabajo, es la memoria fonológica. Investigaciones señalan que
las dificultades en la memoria de trabajo fonológica son un identificador fiable TEL en edad escolar
primaria (Archibald & Gathercole, 2006 en Girbau & Schwartz, 2008) y la preescolar (Bishop et al., 2004).
Por último, existen varios investigadores que entregan evidencia acerca de la relación entre
memoria de trabajo y el aprendizaje de la lectura. Un estudio en particular, constató que la severidad de
las dificultades de lectura está asociada significativamente con memoria de trabajo, habilidades
lingüísticas, memoria de corto plazo y habilidades de conciencia fonológica. En este estudio, se propone
también que la memoria de trabajo funciona como un cuello de botella para la enseñanza en el aula. Ellos
sugieren que un adecuado control de las cargas de memoria de trabajo en tareas de aprendizaje
estructuradas, puede mejorar los problemas de aprendizaje asociados a limitaciones en la memoria de
trabajo (Bermeosolo, 2012).
HIPÓTESIS
Los preescolares con TEL presentan un menor desempeño en los precursores de la lectura al
compararlos con preescolares con DTL.
PROPÓSITO
OBJETIVOS
Objetivo General
Objetivos Específicos
MATERIAL Y MÉTODO
1. Tipo de Diseño
El estudio es:
No experimental: En el presente estudio no se manipularon las variables. Se observaron
fenómenos existentes no provocados intencionalmente, es decir, cómo se dieron en su contexto natural,
para ser analizados.
Analítico: Este estudio busca explicar cuáles son los precursores asociados al desarrollo de las
habilidades de la lectura en los niños con TEL, sin establecer una relación causal entre ellos con el fin de
validar o rechazar la hipótesis.
Comparativo: Este estudio busca contrastar el desempeño de dos grupos en estudio, con la
finalidad de determinar similitudes y diferencias que permitan establecer criterios acerca del desempeño
de los precursores de la lectura en preescolares con TEL y DTL.
Para efectos del estudio, esta variable se dividió en desarrollo normal del lenguaje (ausencia de
TEL) y desarrollo alterado del lenguaje (presencia de TEL).
La población en estudio corresponde a niños entre cinco y seis años de edad que cursan Kinder
en establecimientos educacionales con proyectos de integración, tanto municipal como subvencionada de
nivel socioeconómico medio-bajo, de todas las comunas de la Región Metropolitana.
La muestra en estudio corresponde a niños entre cinco y seis años de edad que cursan Kinder en
establecimientos educacionales con proyectos de integración municipales y subvencionados de nivel
socioeconómico medio-bajo, en las comunas de Cerrillos, Quinta Normal y San Miguel de la Región
Metropolitana. La muestra se divide en dos subgrupos: el grupo estudio constituido por 15 niños con TEL
entre cinco y seis años de edad (media= 5, 11 años ) y el grupo control lo integran 15 niños con DTL
(media=5,10 años).
Así es como, los preescolares del grupo control y los del grupo con TEL fueron pareados, cabe
destacar que no se consideró la variable sexo en este estudio.
El seminario de investigación se enmarca dentro del proyecto CONICYT CIAE llamado: “Estudio
longitudinal sobre los precursores de la decodificación y de la comprensión lectora”, el cual está dirigido
por la lingüista Carmen Julia Coloma, la psicóloga Macarena Silva y la fonoaudiológa Sandra Palma. Este
proyecto pretende realizar una evaluación longitudinal en niños de Kinder, primero básico y segundo
básico, durante los años 2012-2014. Cabe señalar que en este seminario de investigación solamente se
analizaron los datos obtenidos en las evaluaciones realizadas durante el año 2012.
a) Inteligencia no verbal
Matrices coloreadas de Raven (J. C. Raven, 1956).
Esta habilidad no fue considera como un precursor propiamente tal de la lectura. Sin
embargo, se utilizó como método de exclusión para el diagnóstico de TEL, es decir, para
descartar que tuvieran un déficit cognitivo que pudiera explicar las dificultades lingüísticas.
b) Memoria
- Memoria a corto plazo.
Esta habilidad se evalúo a través de repetición con un span de dígitos. En esta prueba se
informó al niño sobre la tarea a realizar, en que el examinador enumeraba un par de dígitos,
señalando al niño que los repitiera de manera inversa, por ejemplo, si decía: 3-8, el menor debía
contestar 8-3, dando unos segundos para que el niño respondiera espontáneamente. Si no
entendía la tarea, el evaluador contestaba. Se dió inicio con los ejemplos y se continuó hasta
cumplir el criterio de suspensión. Se consideró criterio de suspensión cuando el niño no lograba
repetir de forma correcta las dos secuencias del mismo largo. Pero si por ejemplo, repetía de
forma correcta la primera secuencia de 4 dígitos (8-4-9-3) y se equivocaba en la siguiente, se
continuaba con las secuencias de 5. Si se equivocaba en ambas secuencias de 5 dígitos, la
prueba se terminaba. Para calcular el total, se contó un punto por cada secuencia invertida
correctamente, sin contar los ejemplos.
- Memoria de trabajo.
Esta habilidad se evalúo a través de la inversión de un span de dígitos. Esta prueba
consistió en solicitar al niño repetir una lista de números al revés, donde el examinador
enumeraba un par de dígitos (Ej.: 3-8 y el menor debía mencionar 8-3). Primeramente, se
comenzó con los ejemplos y luego se continuó hasta cumplir el criterio de suspensión. Este se
aplica cuando el niño no logra repetir de forma correcta las dos secuencias de la misma longitud
(ejemplo: si menciono de forma correcta la primera secuencia de 4 dígitos y se equivocaba en la
siguiente, se continuaría con las secuencias de 5 dígitos. Si se equivocaba en ambas secuencias
de dígitos, la prueba terminaba. Para calcular el total, se contó un punto por cada secuencia
correctamente realizada, sin considerar los ejemplos.
a) Léxico pasivo
TEVI-R (Echeverría, Herrera & Segure, 2002)
como también de manera individual. Posee un rango de evaluación que va desde los 2 a los 19
años. La aplicación de esta prueba dura aproximadamente 20 minutos.
b) Gramática
TEGE (Adaptación Pavez, 1990)
c) Discurso Narrativo
“A boy, a dog and a frog”. (Merced Mayer, 1980).
Esta prueba fue utilizada con la finalidad de evaluar la superestructura del discurso
narrativo (presentación, episodio y final) y las relaciones de coherencia (causal, temporal y de
finalidad).
Consiste en un cuento con 28 láminas a través de las cuales se desarrolla una historia
que tiene un conflicto, obstáculos y un resultado. Además, se presentan situaciones en las que el
niño debe elicitar la interpretación de estados mentales de los personajes de la historia. Esta
prueba se aplica en preescolares a partir de los 4 hasta los 9 años de edad.
d) Inferencias
Cuento de Los Tatis (Carolina Holtheuer, 2011)
Esta prueba fue utilizada con la finalidad de evaluar inferencias a través la lectura de un
cuento breve llamado “Los Tatis”. En este se pretende que el niño logre inferir respuestas a las
preguntas relacionadas con el cuento.
Esta prueba fue utilizada con la finalidad de evaluar conciencia fonológica, de tipo
silábica, fonémica y el reconocimiento de grafemas, utilizándose 6 subpruebas totales. La
conciencia fonológica silábica, se mide a partir del reconocimiento de la sílaba inicial. Por otra
parte, la conciencia fonológica final, se evalúa mediante la identificación del número de sílabas y
la inversión de sílabas.
b) Velocidad de Nominación
The Rapid Automatic Naming. (Wolf y Denckla, 2003).
RESULTADOS
Los resultados que se presentan a continuación refieren a las comparaciones realizadas entre los
niños con TEL y los menores con DTL en todos los precursores estudiados para la lectura. Para ello, se
aplicó la prueba t de muestras independientes, a partir del programa de análisis estadístico SPSS
(Statistical Product and Service Solutions, versión Portable IBM SPSS Statistics v19).
X DS X DS
La tabla I, muestra que no hubo diferencias significativas al comparar ambos grupos en los
precursores transversales (memoria de trabajo y memoria a corto plazo). Lo anterior significa que se
comportan de manera similar los niños con TEL y los menores con DTL.
Tabla II. Comparación del desempeño precursores de la decodificación de niños con TEL y
niños con DTL.
X DS X DS
Conciencia
Fonológica 26.2 4.0 31.1 6.5 2.5 .018
Velocidad de
denominación 56.5 12.8 59.0 15.9 0.5 N.S
La tabla II, indica que solo hubo diferencias significativas en la conciencia fonológica. Esto
significa que los niños con TEL difieren en su desempeño en la habilidad metafonológica. Sin embargo,
su rendimiento es equivalente en velocidad lectora a los niños con DTL.
X DS X DS
En la tabla III, se observa que existen diferencias significativas en casi la totalidad de las
mediciones, exceptuando la gramática receptiva y la comprensión narrativa. Lo anterior significa, que en
la mayoría de los precursores de la comprensión lectora los niños con TEL manifiestan un rendimiento
significativamente inferior a los niños con DTL.
DISCUSIÓN
La hipótesis de este seminario señala que los preescolares con TEL presentan un menor
desempeño en los precursores de la lectura al compararlos con preescolares con DTL.
en el desempeño de la conciencia fonológica de los niños con TEL de 4 años, respecto a los niños con
DTL. Además, en nuestro país, unos años después, se determinó que existe un rendimiento
significativamente inferior en los niños con TEL, a la edad de los 5 años, respecto a los con DTL.
(Domínguez & Cifuentes, et al. 2006). Por otro lado, en escolares con TEL se evidencia que existe un
desempeño descendido en conciencia fonológica de los niños con TEL al compararlos con los menores
sin problemas de lenguaje. (Catts et al. 2002, Coloma et al. 2008, Rizzon et al. 2009).
En relación a los precursores de la comprensión lectora, se aprecia que los niños con TEL
presentan, en la mayoría de ellos, un desempeño disminuido en relación al grupo con DTL. Uno de estos
precursores en estudio fue la gramática expresiva y comprensiva. Los resultados de gramática receptiva
no fueron significativos. Ante esto, cabe destacar que el puntaje total de la prueba de gramática, esto es
en su parte expresiva y receptiva, presenta una diferencia significativa en relación a los niños con DTL, lo
que concuerda con estudios realizados por Catts et al (2002). Cabe destacar que no se hallaron estudios
que aborden de manera parcelada la gramática receptiva de la expresiva.
Por otro lado, en el léxico pasivo, se observó que hubo un desempeño disminuido en los niños
con TEL, en relación a los preescolares con DTL. Estos resultados fueron comparados con
investigaciones realizadas en grupos de preescolares, por Owen y Leonard (2002), en el que el
desempeño léxico de los niños con TEL fue similar a sus pares de la misma edad. Sin embargo, la
metodología aplicada para la obtención de sus datos en este estudio difiere de la nuestra. Otro estudio
comparado entre niños preescolares de edades entre 4 y 5 años con DTL y TEL, realizados por
Dollaghan (1986), corrobora nuestros resultados, en los que se reporta un rendimiento significativamente
inferior en el desempeño léxico en niños con TEL comparado con niños con DTL de su misma edad. Esta
discrepancia en resultados se podría explicar porque los métodos usados y las muestras con las que se
trabajó, fueron distintas para cada estudio.
Sin embargo, en la comprensión narrativa se evidenció un desempeño similar en los niños con
TEL, con respecto a los DTL. Estos resultados se correlacionan por los expuestos por Domsch, Richels &
Saldana, et al. (2011). Los resultados globales de esta investigación, indican que los niños con una
historia de TEL no tenían la comprensión narrativa significativamente diferente del grupo con DTL en la
prueba estandarizada narrativa. Estos datos sugieren que los niños con una historia de TEL pueden
exhibir un rendimiento apropiado para la edad.
Por otra parte, la evidencia de un rendimiento similar entre los niños con TEL y DTL en nuestro
seminario, podría explicarse de la siguiente manera. La mayoría de los niños con DTL que responden a la
mitad de las preguntas de comprensión narrativa, también poseen un desempeño disminuido en la
comprensión gramatical. Por lo tanto, el déficit en la comprensión narrativa en los niños con DTL se
explicaría por una dificultad lingüística de base, específicamente en la gramática, infiriéndose que el
grupo control no presenta efectivamente un desarrollo típico del lenguaje.
En cuanto a las inferencias, los resultados expuestos por Adams, Clarke & Haynes (2008) se
contraponen a nuestros resultados, proponiendo que existe un desempeño similar en la generación de
Inferencias entre los niños con TEL y los menores con DTL, los cuales poseen una media de edad
similar a los menores evaluados en nuestro seminario. La diferencia de resultados podría explicarse, ya
que estos autores evalúan la generación de inferencias a través de una prueba en la que se le solicita al
menor realizar inferencias a partir de la información entregada en oraciones aisladas. Esto no requiere
habilidades de comprensión narrativa, las cuales podrían estar disminuidas en los niños con TEL. Por
otra parte en nuestro estudio la realización de inferencias fue evaluada a partir de la información
entregada en un contexto narrativo (Cuento “Los Tatis”), en el cual son fundamentales las habilidades de
comprensión narrativa que en los menores con TEL podrían estar descendidas; esto explicaría las
diferencias encontradas. Además, esta afirmación se complementa con la expuesta por Karansinski &
Ellis Weismer (2010). Estos autores mencionan que los niños con TEL evidencian un desempeño
significativamente descendido en la realización de inferencias en comparación con menores de DTL; en
este estudio las inferencias también fueron generadas a partir de información narrativa.
● En esta investigación se trabajó con los datos obtenidos de una muestra compuesta por treinta
niños. Esta es una muestra pequeña desde la cual no se pueden obtener resultados
determinantes y generalizables a la población general de niños con TEL.
● Otro aspecto limitante en el análisis de los datos utilizados, tiene relación con que los datos
obtenidos en las pruebas no fueron recabados por los integrantes de este seminario de
Investigación. Esto representó una serie de dificultades al momento de entregar la correcta
asignación de puntaje a cada prueba debido a la letra ilegible presente en algunos protocolos,
espacios en blanco, etc.
● No existen estudios chilenos con los cuales comparar los resultados de esta investigación. Esto
limita el conocimiento del desempeño de preescolares con TEL en nuestra realidad nacional.
Finalmente, queremos destacar la importancia que tiene el conocer un poco más sobre los
precursores de las habilidades lectoras. Esto podría permitir en un futuro ojalá no muy lejano generar
estrategias de intervención temprana en preescolares orientadas a prevenir en el momento adecuado un
posterior fracaso en el desarrollo lector de la población infantil.
CONCLUSIONES
La hipótesis de este seminario señala que los preescolares con TEL presentan un menor
desempeño en los precursores de la lectura al compararlos con preescolares con DTL.
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ANEXOS
Introducción
Bienvenido al equipo de examinadores en el proyecto de evaluación sobre los predictores de la
comprensión lectora realizado en el CIAE. En esta oportunidad se realizará una evaluación de gran
escala en niños de kínder. Las pruebas a realizar son:
● Matrices de Raven
● Memoria : STM & WM
● Gramática: Toronto
● Conciencia Fonológica
● RAN (rapid automatic naming)
● Inferencias
● Vocabulario: TEVI
● Narrativa
Los evaluadores y todos los profesionales que ocupen estos tests deben ser responsables, no
sólo de cuidar y mantener en buen estado el material para la adecuada administración, puntuación e
interpretación de los resultados, sino también, de la seguridad de éste. Resguardar la seguridad de los
instrumentos implica dos responsabilidades:
(1) guardar los materiales adecuadamente
(2) proteger los instrumentos
Los profesionales y todos aquellos que tengan acceso a los materiales, así como a sus
resultados, deben resguardar la confidencialidad del material y las respuestas obtenidas de las
evaluaciones, consistente con los requerimientos éticos profesionales y legales. De esta manera, los
instrumentos, materiales y sus resultados no deben ser compartidos ni comentados con las profesoras o
directivos del establecimiento.
4. Preguntar a la profesora por los niños de la lista que más se ausentan, verificando si se
encuentran presentes, y de ser así, evaluarlos en esa jornada para asegurarse de concretar la aplicación.
5. Indagar con la docente por los momentos de recreo, colación, almuerzo, para
no interferirlos y resguardar la evaluación.
Presentación al niño
1. De la lista, elija al primero y pida a la profesora que lo llame. Si está ausente,
continúe con el próximo.
2. Al acercarse el niño, decir:
“HOLA (nombre del niño), YO SOY (su nombre). HOY TE VOY A PEDIR QUE HAGAMOS
ALGUNOS JUEGOS CON DIBUJOS Y LETRAS.¿VAMOS?”
.Si el niño se niega, insistir un poco. Si continúa negándose, decir:
“OK, NO IMPORTA, MÁS TARDE TE VOY A PREGUNTAR SI QUIERES AYUDARME”.
Continúe con el siguiente niño de la lista. Camino a la sala de evaluación, converse con el
niño para establecer rapport. Por ejemplo:
¿QUÉ ESTABAS HACIENDO EN TU SALA? ¿QUÉ MÁS HACEN EN EL PRIMERO?
¿QUÉ ES LO QUE MÁS TE GUSTA HACER EN EL PRIMERO BASICO?
¿DESEAS IR AL BAÑO ANTES DE ENTRAR? (si es así, acompañarlo)
Al terminar la sesión: agradezca al niño y ofrezca un autoadhesivo (al final de la tercera, a menos
que el niño haya estado desmotivado al terminar la primera, en ese caso dele un sticker después de la
primera sesión).
“MUCHAS GRACIAS (NOMBRE). ME AYUDASTE MUCHO. TE QUIERO DAR UN
PREMIO POR HABERME AYUDADO TANTO. PUEDES ELEGIR EL
AUTOADHESIVO QUE MÁS TE GUSTE. DESPUÉS TE LLEVARÉ DE VUELTA A TU
SALA”.
Si no alcanzó a aplicar las sesiones en el mismo día al niño, dígale:” OTRO DÍA TE VOY A
PEDIR QUE VUELVAS A CONVERSAR CONMIGO”.
Complete los datos del niño en el protocolo. La fecha de nacimiento será proporcionada
por el establecimiento, por lo cual no es necesario anotarla (chequear). Inmediatamente después de
completar la administración del test, se debe llenar la lista de: ”Observaciones durante la prueba y
Preguntas para el examinador”, incluida en la hoja del inicio donde se encuentran los “Datos
Personales”. Esta información adicional también se procesará para los fines de evaluación.
Importante:
● Recordar siempre avisar a la profesora al sacar e ir a dejar a un niño.
● Evitar que los materiales queden sin resguardo en la sala de evaluación, en los
momentos que se va a buscar o dejar a cada niño.
● Al finalizar la jornada de evaluación: revisar que no se queden materiales en la
sala facilitada.
Los datos fueron recopilados por profesionales que participan en este mismo proyecto. Es así,
que en este seminario se analizaron los datos obtenidos y a partir de ellos se establecieron conclusiones.
I. Sesión
Los procedimientos a realizar fueron, presentar al niño la primera lámina A1 (mostrando la figura
grande superior), indicándole que faltaba una parte y que sólo una de las alternativas de los rectángulos
inferiores era correcta y coincidente con el espacio en blanco. Si era necesario se podría decir que se
fijara bien en todos los recuadros. Si el niño daba una respuesta incorrecta, se continuaba explicando
hasta lograr la comprensión del menor. Para instarlo a concentrarse en la prueba podía decir al niño que
el dibujo tenía una pillería y que debía fijarse bien. Después se mostró la lámina A2 y se solicitó que
señalara la pieza que se había sacado de ese dibujo. En las láminas de la serie A desde la 1 a la 5, se
preguntaba si era o no la correcta, una vez que el niño había escogido, si quería cambiar se aceptaba
como correcta decisión final. Esta presentación debió repetirse hasta el momento en que se creyó
innecesaria. Más tarde, en la serie Ab se señalaron las tres piezas del modelo, indicando que sólo una
era correcta y recomendando al menor que escogiera con cuidado. De la misma forma que se le
aconsejó en las láminas 1 al 5 de la serie anterior, se preguntó si la lámina escogida era la correcta y si
quería cambiar se respetaba la decisión final. Después de la lámina número 5 el examinador ya no
preguntó si era correcta la alternativa, sólo hubo indicaciones para que el niños mirara con cuidado cada
dibujo y que sólo una pieza era la correcta. De esta misma forma se repitió en la prueba B.
Instrucciones de Aplicación
Prueba A
Lamina A1
Preséntele al niño la lámina A1 y diga: Mira esto (mostrando la figura grande superior). Ves, es
un dibujo y le falta una parte. Estas piezas de aquí abajo tienen igual forma que el hueco de
arriba, pero sólo una tiene el dibujo correcto. Busca el que completa esta figura (se señalan los
rectángulos inferiores y luego se señala la figura a la que le falta “un trozo”). Si es necesario puedes
decirle que se fije bien en todos. Si el niño da una respuesta incorrecta: continuar explicando hasta lograr
comprensión. Se anota en la hoja de respuestas la alternativa 4. Se le puede decir que el dibujo tiene
una pillería entonces que debe fijarse bien (esta consigna es para instarlo a concentrarse en la tarea)
Lámina A2:
Ahora señala tú cuál es la pieza que sacaron de este dibujo grande (señalar el hueco). En las
láminas 1 a 5 de la serie A, una vez que el niño haya señalado una de las alternativas se le dirá (sea o no
correcta): Es ésa la correcta ? (señalar el modelo y el hueco) Si quiere cambiar se acepta como correcta
la decisión final. Esta presentación debe repetirse hasta el momento en que se crea innecesaria.
Serie Ab: “Mira ésta ahora, ésta, ésta y ésta (señalando las tres piezas del
modelo). ¿Cuál es la que falta? Señala la que debe ir aquí. Hazlo con cuidado,
sólo una es correcta. ? Cuál es?”.
En las láminas 1 a 5 de la serie Ab, una vez que el niño haya señalado una de las alternativas se
le dirá (sea o no correcta): “¿Es ésa la correcta ?” (señalar el modelo y el hueco).
Si quiere cambiar se acepta como correcta la decisión final. Después de la lámina 5 no se le
preguntará si la respuesta es o no correcta, simplemente se dirá: “Mira con cuidado en los
dibujos(señalar). Sólo una de las piezas completa bien el modelo. Cuál es?”.
Instrucciones
Dígale al niño que van a realizar una nueva tarea: “Yo voy a decir unos números y tú tienes que
repetirlos igual como yo los diré. Por ejemplo, si yo digo: 3-8, tú tienes que
decir 3-8” Comience con los ejemplos y continúe hasta que se cumpla el criterio de suspensión:
cuando el niño no logra repetir de forma correcta las dos secuencias del mismo largo (ejemplo: si repite
de forma correcta la primera secuencia de 5 dígitos (8-4-2-3-9) y se equivoca en la siguiente, se
continúa con las secuencias de 6. Si se equivocara en ambas secuencias de 6 dígitos, la prueba se
termina.
Para calcular el total, cuente un punto por cada secuencia correctamente recordada, sin contar
los ejemplos.
EJ 2-9
EJ 4-6
3 3-8-6
3 6-1-2
4 3-4-1-7
4 6-1-5-8
5 8-4-2-3-9
5 5-2-1-8-6
6 3-8-9-1-7-4
6 7-9-6-4-8-3
7 5-1-7-4-2-3-8
7 9-8-5-2-1-6-3
8 1-6-4-5-9-7-6-3
8 2-9-7-6-3-1-5-4
9 5-3-8-7-1-2-4-6-9
9 4-2-6-9-1-7-8-3-5
Total
Instrucciones
Dígale al niño que van a realizar una nueva tarea: “ Yo voy a decir unos números y tú tienes que
repetirlos pero ahora de atrás para adelante. Por ejemplo, si yo digo: 3-8, tú tienes que decir 8-3” y si yo
te digo 7-2, tú me tienes que decir… (dé unos segundos por si el niño responde espontáneamente, si no
lo hace, diga: 2-7).
Comience con los ejemplos y continúe hasta que se cumpla el criterio de suspensión.
Criterio de suspensión: cuando el niño no logra repetir de forma correcta las dos
secuencias del mismo largo (ejemplo: si repite de forma correcta la primera secuencia de 4 dígitos (8-4-
9-3) y se equivoca en la siguiente, se continúa con las secuencias de 6. Si se equivocara en ambas
secuencias de 6 dígitos, la prueba se termina.Para calcular el total, cuente un punto por cada secuencia
correctamente recordada, sin contar los ejemplos.
EX 8-2
EX 5-6
2 2-5
2 6-3
3 5-7-4
3 2-5-9
4 7-2-9-6
4 8-4-9-3
5 4-1-3-5-7
5 9-7-8-5-2
6 1-6-5-2-9-8
6 3-6-7-1-9-4
7 6-9-1-6-3-2-5
7 3-1-7-9-5-4-8
Total
Agradezca al niño su entusiasmo y felicítelo por su participación.
Subprueba Receptiva
Lámina A (ejemplo)
Consigna: te voy a hablar de estos dibujos. Míralos todos. Espera que termine de hablar (se
le muestra la primera página sin indicar los dibujos): Uno de éstos dibujos se llama “El niño está
comiendo”, y otro se llama “La niña está comiendo”. Muéstrame el niño está comiendo. Si necesita más
ejemplos, puede inventar sus propias oraciones que correspondan a los dibujos de demostración,
utilizando un vocabulario adecuado para el niño. Una vez ratificada la comprensión de la tarea se
continúa con el ítem 1. Se utiliza la misma consigna (dice las dos oraciones sin identificar los
dibujos). Se puede mostrar la hoja completa, sin señalar uno en particular.
Luego, repite la oración con el asterisco y solicita al niño que señale el dibujo respectivo.
Subprueba Expresiva
Lámina B (ejemplo)
Consigna: Esta es una tarea distinta, Te voy a decir los nombres de estos dibujos,
cuando yo termine, quiero que tú repitas lo que te dije. Espera que yo termine. Se muestra la
página de demostración diciendo: Uno de éstos dibujos se llama “El niño está tomando leche” y “La
niña está tomando leche” (sin identificar el dibujo) y se le pregunta cuál es este? (indicando
primero el dibujo que corresponde a la oración con asterisco). Luego, se le pregunta por la segunda
oración del item. Si el niño responde con una sola palabra recordarle que se debe acordar del nombre
completo.Una vez ratificada la comprensión de la tarea se continúa con el ítem 1. Se utiliza la misma
consigna (dice las dos oraciones sin identificar los dibujos) del ejemplo.
La respuesta del niño se escribe lo más fielmente posible.
5) Conciencia Fonológica
*Asegúrese de llevar el set de láminas!!!
Subprueba 1: Sonidos finales de palabras
Consigna: sabes lo que es una rima? Cuando la parte final de dos palabras suenan igual hay una
rima. Por ejemplo: RATÓN - BOTÓN. Mira esta fila de dibujos (señale la fila del ejemplo). Busca qué
palabra rima con LUNA (verbalice cada alternativa). Si el niño marcó CUNA diga: bien! LUNA Y CUNA
riman porque la última parte de cada palabra es igual. Si el niño se equivoca, repita las instrucciones y
ayúdelo a seleccionar la respuesta correcta, luego continúe.
correcta, luego continúe: Señala la letra que corresponde al sonido que te voy a decir (verbalice cada
alternativa).
7) Inferencias
Recuerde tener la grabadora!!
Ponga sobre la mesa el dibujo laminado de un “Tati”. Dígale al niño lo siguiente: “Te voy a
contar una historia muy cortita sobre los Tatis (indique el dibujo). Pon mucha atención porque
después te preguntaré unas cosas sobre la historia”. Lea la historia con tono pausado, pero sin perder el
ritmo. Una vez finalizada la lectura, proceda a las preguntas.
Los Tatis viven en cuevas muy oscuras. Ellos se sienten muy cómodos porque
tienen ojos especiales para ver en la oscuridad. En cambio, la luz les molesta
mucho porque no pueden ver bien. Cuando salen a pasear les crecen las
pestañas para protegerse de la luz. Un día fueron a pasear y el sol brilló fuerte
como nunca antes. Sus pestañas no pudieron protegerlos. Los Tatis decidieron
volver a sus casas.
Preguntas
Diga si las siguientes oraciones son verdaderas o falsas (SI o NO) con respecto a los
personajes del texto.
1. Les asusta la oscuridad V F
2. Tienen ojos que iluminan V F
3. Necesitan protegerse de la luz del sol V F
4. Les salen pestañas V F
5. ¿Por qué los ojos de los Tatis son especiales?
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6. ¿Por qué les gustan sus cuevas oscuras?
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7. ¿Por qué sus pestañas no pudieron protegerlos?
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8. ¿Por qué volvieron a sus cuevas?
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8) Vocabulario (TEVI)
*Asegúrese de llevar el set de láminas!!!
Instrucciones
Consigna: quiero jugar contigo; mira todos los dibujos de esta página (señale cada uno de ellos);
yo voy a decir una palabra (sin artículo) y tú pones tu dedo en el dibujo de esa palabra.
Si el niño no entiende o pregunta, usted puede repetir la palabra. Si el niño responde siempre
una imagen en el mismo lugar recuérdele: mira todos los dibujos antes de responder.
Aplique la forma A
Criterio de inicio: lámina 15
Si comete un error en las 8 primeras láminas debe retrocederse hasta lograr 8 láminas correctas
consecutivas.
Ej: se comienza en la lámina 15, el niño responde de forma correcta los ítems, 15, 16, 17, 18, 19,
y se equivoca en el ítem 20. En ese caso, no continúe en el 21, sino que vuelva al 14 y administre hacia
atrás hasta lograr 8 consecutivas correctas. En este caso, si el niño responde de forma correcta a los
ítems 14, 13, 12, lograría 8 consecutivas correctas (12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19). Luego continúe con la
21.
Tarea 2 “Storytelling”:
Una vez que el niño ha terminado dígale. “Ahora quiero que me cuentes la historia usando el
libro”. El niño debe utilizar el libro para contar la historia, no es una tarea de recuento de memoria.
Si el niño tiene dificultades para comenzar, anímelo diciendo, qué pasa ahí? Y ahí, y así
sucesivamente hasta que se incorpore en la dinámica narrativa. Cuando el niño termine, déle las gracias
por la historia que ha contado. Si antes de comenzar pregunta si debe “inventar” la historia, debe decirle
que debe contar la historia que aparece en los dibujos.
2. Identificación del Escenario. ¿Dónde pasa este cuento? ¿Puedes decirme dónde sucedió el
cuento?
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3a. Pensamientos (Inferencia). ¿Qué crees que está pensando aquí la rana? ¿Se te ocurre qué
puede estar pensando la rana aquí?
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3b. Pensamientos (Elaboración). ¿Por qué estará pensando eso? ¿Por qué piensa la rana
que...?
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4a. Diálogo (Inferencia). ¿Qué crees que estará diciendo el niño aquí?¿Se te ocurre qué puede
estar diciendo el niño aquí?
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4b. Diálogo (Elaboración). ¿Por qué diría eso el niño? ¿Por qué el niño diría que?
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5a. Evento Desencadenante (Identificación). Dime qué está pasando en esta parte del cuento.
¿Qué está pasando aquí?
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6b. Problema (Elaboración). ¿Y por qué pasó eso? ¿Me puedes decir por qué ?
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7a. Resolución (Identificación). ¿Qué pasó aquí? ¿Qué se te ocurre que está
pasando en este dibujo?
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7b. Resolución (Elaboración). ¿Por qué pasó eso? ¿Puedes decirme por qué?
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8b. Sentimientos (Elaboración). ¿Por qué piensas eso? ¿Puedes decirme por qué piensas que...?
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9a. Predicción (Inferencia). Esta es la última página del cuento. ¿Qué crees
que va a pasar después? Si hubiera más páginas después de ésta, ¿qué crees que
aparecería/saldría en esas páginas?
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9b. Predicción (Elaboración). ¿Por qué piensas eso?¿Por qué piensas que
después ..?
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10a. Tema (Inferencia). Piensa en todo lo que aprendiste al mirar este cuento. ¿Qué
consejo le darías al niño o a la rana para que no les pasara lo mismo otra vez? ¿Qué le dirías al
niño o a la rana que hicieran?
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10b. Tema (Elaboración). ¿Por qué les dirías eso? ¿Por qué les dirías que.. ?
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