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Introd. Al Derecho - Pensamiento. Decalogo Del Abogado.

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Universidad de Panamá

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas


Escuela de Derecho

Introducción al Derecho-Der100A
Profesor Eddie Hernández
Asignación #3

Estudiante: Año: Aula:


Roberto C. Robolt R. I A Matutino A-6
Céd. 4-713-1164

I. Decálogo del Abogado.


Según nuestro autor A. Osorio, son diez los decálogos que él nos presenta como reflexión, pero
para nuestro fin analizaremos uno de estos como sigue a continuación:

“Busca siempre la Justicia, por el


camino de la sinceridad; y sin
otras armas que las de tu saber”.
A. Osorio.

La práctica contundente de las normas ética-morales en la profesión, debe ser el norte


específico de esta carrera puramente y profundamente humanitaria, a mi parecer muy personal.
Por consiguiente, buscar siempre la Justicia, por el camino de la sinceridad y sin otras armas que
las de nuestro saber o conocimiento, opino, primero que entra en el análisis hecho por mí al
inicio de este escrito y segundo, conlleva la virtud especial y firme que es el fin máximo de la
plena y verdadera misión de esta praxis, la justicia, la honestidad y el honor de ser una persona y
un profesional diáfano, abierto y transparente en todo su actuar. Y vuelven y se repiten los
mismos conceptos fundamentales ya enjuiciados en los temas anteriores que se repiten como en
espiral.

Y es que el ser un profesional con caracteres y personalidad integra de palabras y acción


conlleva todo esto, es decir, conlleva la justa practica de los principios ETICO-MORALES, uno
como persona no puede interactuar en ningún antecedente de esta vida sino antecede su proceder
con los verdaderos parámetros personales de vida como lo son éstos valores: la honestidad, el
respeto, el valor para enfrentar y decir la verdad, la iniciativa justa de actuar y efectuar con la
razón lo justo y lo decoroso, etc, etc. En la plena actividad de los actuares, cada persona tiene lo
obligación fundamental de ser y escoger los verdaderos caminos de la vida y el positivismo. Una
persona sin estos requisitos, la considero perdida en un profundo bosque, la considero una
persona inestable de principios, caracteres, decisiones, nada leal, y por supuesto nada honesta. Y
sin esto ultimo fin, considero que aquella, será una persona de muy bajo calaje personal y por
supuesto profesional.

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Buscar siempre la Justicia, ese es un principio que entra y se resguarda en la conciencia
de cada persona, este es un principio amplísimo, de un sentimiento realmente especifico y con
uno ribetes tan especiales que desde los inicios de la sociedad en el mundo con los griegos y
romanos, es discutido, ampliado y buscado como el todo de un fin.

Este es para mí el concepto que resguarda todo el resto del sabio pensamiento hecho por
nuestro autor. La Justicia es todo, es inicio, es final, es compendio de todo, es un resumen
pormenorizado de la verdad, de la conciencia y la ética, de la Palabra con sinónimos profundos
de compromisos y responsabilidad, la Justicia, es el ideal de todo sistema legal, es la máxima
representatividad de los poderes de un Estado, es respirar paz, tranquilidad y sobre todo aspirar a
un verdadero ideario de lo indiscutible, lo equilibrado y lo unificado.

Con aptitudes y actitudes como esta, colocadas como oxigeno de tu proceder, aseguro,
jamás habrá cabida para una sociedad oprimida ni imbuida en aquellos flagelos que llaman a la
corrupción, que buscan la inestabilidad institucional, y que trae como profunda consecuencia el
descalabro total de las instituciones solidarias de toda sociedad o grupo de ciudadanos libres y en
ejercicios de sus deberes y derechos.

El conocimiento, el argumento, la relevancia y la exactitud de los designios serán nuestras


mejores armas, al defender aquel determinado tema a favor nuestro o a favor de aquella persona
o cliente que en nosotros observa seriamente la solución y esclarecimiento de inesperadas
vicisitudes. Aquí no hay cabida para las mentiras, para las equivocaciones; el conocimiento, el
dominio de un caso o la rama de aquel caso, y la experiencia sobre aquellos terrenos de la ley y
la justicia serán de nuestro actuar, fiel resultado de nuestra transparencia al momento de con la
verdad y la capacidad necesaria enfrentarnos con decoro y valentía al ejercicio de determinado
proceso y por supuesto, en nombre de la justicia.

Que tristeza da, escuchar, conocer y palpar, casos en donde personas se ven
disimuladamente estafadas por llamados profesionales que lo único que perjudican es la propia
institución del derecho, al propio ejercicio del derecho y no a la actividad que en su nombre
impunemente han realizado. Estas son cosas serias y lamentables que deben acabar, que
deberían hasta denunciarse; y es que debería haber una oficina, departamento o instancia a la que
uno con nombre propio presente sus argumentos y pruebas, lleve el caso a otro abogado de esa
instancia para una segunda constatación del caso, para una segunda opinión o reflejo de cual es
la verdadera situación allí presente y determinar allí que es lo que presenta o que luce como falso
o antiético para acabar con esta desobedecida practica al derecho, a la ley personal y la conducta
deshonrosa de muchas personas irresponsables del derecho.

Finalmente, este décimo decálogo, me ha llamado poderosamente la atención, porque trae


consigo efectivos alicientes de esperanza y hasta Fe, y es que como no pensar así de este
profundo mensaje si orienta con gran propiedad o particularidad, hacia la practica de tres
elementos fundamentales que cualquier profesional debería impregnar en su corazón y en su
conciencia: buscar la Justicia, ser sincero y aplicar tu proceder efectivo y positivo con tu
conocimiento real de las cosas. Entonces, esta es una ecuación para mí perfecta, el profesional
que haga suya este proceder serio y cónsono, quedará triplemente bendecido y amparado, tanto
por la historia, como por Dios y de por sí por la Sociedad que espera y necesita verdaderamente
de personas que demuestren seriedad y sentimientos responsables hacia su proceder y la
necesidad de terceros.

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