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Racismo y Nacionalismo La Construccion de Identidades Excluyentes
Racismo y Nacionalismo La Construccion de Identidades Excluyentes
Racismo y Nacionalismo La Construccion de Identidades Excluyentes
1999
Mara Dolores Pars Pombo
RACISMO Y NACIONALISMO: LA CONSTRUCCIN DE IDENTIDADES
EXCLUYENTES
Poltica y Cultura, nmero 012
Universidad Autnoma Metropolitana - Xochimilco
Distrito Federal, Mxico
pp. 53-76
Racismo y nacionalismo:
la construccin de
identidades excluyentes
Mara Dolores Pars Pombo*
l racismo se basaba, en el siglo pasado, en una compleja clasificacin determinista de los pueblos,
de acuerdo con sus caractersticas fenotpicas. Hoy tiende ms bien a subsumir los argumentos biolgicos
en discursos de tipo culturalista, y se confunde fcilmente con otras formas de distincin social como el
clasismo o el sexismo. Estas formas de desvalorizacin del Otro han llevado a la construccin de "identidades sociales excluyentes", que operan con base en el prejuicio y el estereotipo, promueven prcticas de
discriminacin y segregacin tnica, clasista y de gnero.
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los ancianos para los jvenes, los judos y los inmigrantes para las nacionalidades europeas o el indio en las naciones latinoamericanas. En otras ocasiones la diferencia
implica en cambio una lejana cultural, la ausencia de interaccin o los intermitentes
pero amenazantes encuentros con los de afuera: los extranjeros, los brbaros o los
salvajes. Finalmente, el otro es a veces inquietantemente cercano, parece vivir en el
interior mismo de uno. La falta de univocidad de nuestra identidad (individual o colectiva) nos obliga a reconocer nuestra propia alteridad, la dificultad para fundirnos
plenamente en la comunidad, en la tribu, y dejar de lado nuestro individualismo:
Extraamente, el extranjero habita en nosotros: es la cara oculta de nuestra identidad,
el espacio que arruina nuestro hogar, el momento en que se deterioran el entendimiento
y la simpata. Si lo reconociramos en nosotros, nos evitaramos la pena de detestarlo
en s mismo. Sntoma que vuelve precisamente el 'nosotros' una nocin problemtica, tal vez imposible, el extranjero empieza cuando somos conscientes de nuestra
diferencia y termina cuando nos reconocemos todos en tanto extranjeros, rebeldes a
los vnculos y a las comunidades.2
Los cambios culturales que afectan en nuestra poca a todas las sociedades nos llevan, cotidianamente, a un encuentro con el Otro. Las grandes migraciones, los
procesos de mundializacin de los flujos econmicos y culturales inciden, particularmente en las grandes ciudades, en la convergencia de todas las fuentes culturales, en
la multiplicacin de las identidades colectivas y en la diversificacin social. Si hasta
hace unas dcadas, el discurso sobre la alteridad constitua un recurso necesario para
la afirmacin de la identidad, ahora el extrao vive junto a nosotros, y nos encontramos todos los das frente a las fronteras tnicas, raciales, religiosas o nacionales. En
ese contexto, el tema de la diferencia forma parte de todos los discursos del poder.
stos parecen oscilar entre dos polos: la exclusin o negacin del otro que se mani-
"trangement, l'tranger nous habite: il est la face cache de notre identit, l'espace qui mine notre demeure, le temps o s'abment lentente et la sympathie. De le reconnaitre en nous, nous
nous pargnons de le dtester en lui-mme. Symptme qui rend prcisment le 'nous' problmatique, peut-tre impossible, l'tranger commence lorsque surgit la conscience de ma diffrence et
s'achve lorsque nous nous reconnaissons tous trangers, rebelles aux liens et aux communauts."
Julia Kristeva. trangers nous mmes. Gallimard, Pars, 1988 Trad. MDPP.]
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1979.
Claude Lvi-Strauss. "Raza e historia", en Antropologa estructural: Siglo XXI Editores, Mxic
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Vase Pierre Andr Taguieff. La force du prjug. Essai sur le racisme et ses doubles: Gallimard,
La Dcouverte, Pars, 1987; tienne Balibar y Immanuel Wallerstein. Race, nation et classe: La Dcouverte, Pars, 1988; T. Todorov. La conquista de Amrica. El problema del otro: Siglo XXI Editores,
Mxico, 1987; y Alicia Castellanos. "Asimilacin y diferenciacin de los indios en Mxico", en Estudios Sociolgicos, vol. XII, nm. 34, enero-abril de 1994: Colmex, Mxico.
5
tienne Balibar e Immanuel Wallerstein. Race, nation et classe, op. cit.
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descolonizacin del mundo a partir del siglo pasado no llevara necesariamente hacia
una liberacin de las cadenas coloniales. En el caso particular de Amrica Latina, los
movimientos de independencia tuvieron a menudo un carcter regresivo contra las
reformas liberales borbnicas impulsadas desde la metrpoli. Muchos de los independentistas se opusieron incluso a la ley de 1789 que proclamaba la liberacin de
los esclavos.6 En todos los casos, los criollos eran conscientes de que su poder se vea
amenazado mucho ms por posibles levantamientos de los pueblos nativos y de los
negros en las haciendas y en las plantaciones que por los reclamos blicos de una
metrpoli en decadencia.
Las relaciones intertnicas en casi dos siglos de vida independiente han demostrado en muchos pases de la regin una clara continuidad que se expresa en la
reproduccin de la exterioridad racial de las poblaciones indgenas:
Debemos observar que la exterioridad de las poblaciones indgenas en el proceso de
colonizacin, o ms bien su representacin como exterioridad racial, no puede ser considerada como un hecho del pasado, aunque recupera y aade a su discurso imgenes
muy antiguas sobre la 'diferencia'. De hecho esa relacin ha sido producida y reproducida desde el momento de la conquista y de la colonizacin hasta la actualidad, con
sus estructuras concretas de administracin, de trabajo forzado, de opresin sexual y,
por lo tanto, en el fondo de una cierta interioridad. Esa continuidad explica la ambivalencia del doble movimiento de asimilacin y de exclusin de los indgenas, as como
la forma en que la subhumanidad asignada a los colonizados viene a determinar la
autopercepcin que las naciones colonizadoras desarrollaron en la poca en que se
repartan el mundo. 7
6
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que se complementan, se contradicen o tambin se sobreponen las distintas vas discursivas de exclusin e inferiorizacin del otro. Sin embargo, si uso aqu los trminos
de "identidades excluyentes" en lugar de "personalidad autoritaria" es con el inters
de resaltar el contexto sociocultural que permite o incluso propicia las actitudes autoritarias y excluyentes, as como las formas en que los sujetos colectivos desarrollan
discursos sobre la alteridad, prcticas de asimilacin y diferenciacin de opresin y
exterminacin- del otro.
As, el racismo suele apoyarse en prcticas de discriminacin de clase, gnero o
etnia. A la vez, los prejuicios, estereotipos y estigmas raciales se combinan con, o se
ocultan tras la imagen del discurso clasista, sexista o culturalista. A partir de la decadencia del llamado "racismo cientfico" en los mbitos acadmicos, y de las polticas
racistas en los mbitos polticos internacionales, el racismo ha modificado su discurso. Mientras que hasta mediados del siglo XX, refera doctrinas que sostenan la
determinacin de la cultura por rasgos biolgicos, que clasificaban y jerarquizaban a
la humanidad en determinado nmero de razas de acuerdo con sus caractersticas fenotpicas, en la actualidad el racismo se suele basar ms bien en una jerarquizacin
de las culturas: consiste en una naturalizacin y subvaloracin de grupos constituidos por su real o supuesta ascendencia, as como en la adscripcin determinista,
asociada con caractersticas negativas (culturales o psicolgicas) de los individuos pertenecientes a esos grupos. Los discursos racistas hoy en da no son casi nunca
estructurados como doctrinas y tampoco adquieren el estatus de "teoras cientficas".
Estn diluidos en el sentido comn, en las actitudes y las opiniones compartidas por
ciertos estratos de la poblacin y, en ocasiones, en los discursos polticos. As, siguen
justificando prcticas de segregacin, discriminacin o incluso violencia y exterminacin contra determinados grupos sociales.
En general, la hegemona del discurso individualista y universalista ha propiciado la subordinacin del racismo al clasismo: a las consideraciones sobre la "distincin"
y la natural superioridad cultural de las clases dominantes.10
10
"Les plus dmunis se dnoncent immdiatement, jusque dans leur usage du temps libre, se
vouant ainsi a servir de repoussoir toutes les entreprises de distinction et contribuer, de maniere
toute ngative, la dialectique de la prtention et de la distinction qui est au principe des changements incessants du got." Bourdieu. La Distinction: ditions de Minuit, Pars, 1979.
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"Le racisme prsuppose toujours le sexisme. Dans ces conditions, une catgorie gnrale
de racisme n'est pas seulement une abstraction menace de perdre en prcision et pertinence historiques ce qu'elle gagne en universalit, mais c'est une notion plus concrete, prenant en compte le
polymorphisme ncessaire du racisme, sa fonction globalisante, ses connections avec l'ensemble des
pratiques de normalisation et d'exclusion sociale." Balibar, op. cit. [Trad. MDPP.]
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los clivajes tnicos, las mujeres del grupo etnorracial oprimido suelen ser transformadas en objetos de satisfaccin y valorizacin sexual para los varones de estatus
superior. Los estereotipos de pasividad y carencia de razn justifican el abuso sexual
y la violencia fsica. Las relaciones sexuales interraciales son relaciones de poder en
las que se concentran, de un lado, el estatus racial, de clase y gnero, dando as lugar
a la total subordinacin y desvalorizacin de la mujer.
Por otro lado, en situaciones de competencia etnorracial en las clases bajas (por
cargos laborales, espacios para el comercio o incluso en luchas por la influencia poltica o sindical), se llega a atribuir al varn de la etnia-raza considerada inferior un
apetito sexual desmedido que amenaza directamente el control sobre las mujeres del
grupo hegemnico. En esas situaciones, la discriminacin de gnero puede contrarrestar
la discriminacin racial, pues los varones representan mucho ms que las mujeresuna amenaza a la forma de vida del grupo hegemnico.
Racismo, sexismo y clasismo juegan hoy en da como argumentos generalmente
complementarios. El neorracismo tiende cada vez ms a subsumir los argumentos
sobre la superioridad biolgica en discursos de tipo culturalista y se confunde fcilmente con otras formas de "distincin" como el clasismo y el sexismo.
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13
Vase Eric Hobsbawm. Nations et nationalisme depuis 1780: Gallimard, Pars, 1990.
tienne Balibar. "Racisme et nationalisme: une logique de l'excs", en Michel Wieviorka
(dir.) Racisme et modernit: La Dcouverte, Pars, 1992.
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2.
3.
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En funcin de las necesidades de ampliar sus mercados, los Estados europeos de los
siglos XVIII y XIX, as como Estados Unidos, hicieron del nacionalismo un sentimiento
ofensivo contra las naciones ms dbiles y un movimiento militarista "expansivo" que
llev hacia la conquista, colonizacin y anexin de territorios. La legitimacin de las
guerras se finc en un discurso sobre "la superioridad natural" de ciertas naciones,
ciertos pueblos o ciertas razas.
En cambio en las regiones perifricas y en las colonias el nacionalismo apareci
mucho ms tarde, como un movimiento "defensivo" que reclamaba para territorios
invadidos y culturas oprimidas la formacin de Estados independientes y autnomos.
Para contrarrestar las imposiciones simblicas realizadas por los colonizadores, los
pueblos agredidos tendieron a exaltar y mitificar los momentos anteriores a la conquista e invasin, a demonizar al invasor y naturalizarlo. El nacionalismo no slo se
vincula, por lo tanto, de manera estricta con el surgimiento del racismo moderno
(neocolonial) sino tambin con el antirracismo: es, en general, un componente de todas
las identidades sociopolticas modernas.
La conflictiva relacin entre la identidad nacional y el concepto de raza nos lleva a descubrir tres antinomias importantes en el nacionalismo estatista:
a) Identidad y diferencia
Mientras que el nacionalismo llama antes que nada a los sentimientos de pertenencia
simblica y permanencia histrica (memoria colectiva), el racismo insiste ms en las
fronteras identitarias, en la otredad. Esto provoca un curioso lazo de complementariedad-contradiccin: por ejemplo el nacionalismo, en su afn de cohesin e
integracin, despierta en sus discursos los sentimientos de amor, entrega, fraternidad;
en cambio el racismo, con el objetivo de deslindar las pertenencias y aclarar las fronteras entre los grupos humanos, hace llamados al odio, a la violencia, al rechazo y a
la exclusin.
En la construccin, una identidad excluyente: el primer elemento (cohesin-amor)
resulta tan esencial como el segundo (separacin-odio). Los procedimientos de distincin social exigen no slo que se compartan smbolos de prestigio y sentimientos
de unin al interior del grupo social -es decir, el logro de un mximo de homogeneidad simblica sino tambin que exista la diferencia, un otro cercano que muestre
claros signos de inferioridad:
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Cada condicin se define, ineludiblemente, por sus propiedades intrnsecas y por las
propiedades relacionales debidas a su posicin en el sistema de las condiciones, que
es tambin un sistema de las diferencias, de las posiciones diferenciales, es decir, de
todo lo que se opone a ella: la identidad social se define y se afirma en la diferencia.15
b) Ciencia o racionalismo y religin o irracionalismo
Los racismos se fincaban tradicionalmente en doctrinas "cientficas", que se dedicaban a clasificar a los distintos tipos de seres humanos y a justificar con argumentos
biolgicos o fisiolgicos la superioridad de ciertas razas sobre otras. El nacionalismo
no reclam nunca su sustento en una "racionalidad cientfica". Su clasificacin de los
seres humanos fue siempre ms compleja y mltiple, pero a la vez sus criterios axiolgicos eran confusos y subjetivos. Renan defini la nacin como "un alma, un
principio espiritual".16 Los romnticos decimonnicos y, en general, los inspiradores
del nacionalismo tnico son predicadores incluso de la irracionalidad, crticos del
progreso y pensamiento cientfico; para describir el carcter nico de cada nacionalidad, Herder exclamaba, por ejemplo:
Quin no ha notado cun inefable y singular es el carcter de un individuo, ante la
imposibilidad de expresar lo que lo distingue de los dems? Qu distintas y peculiares se vuelven todas las cosas cuando sus ojos las ven, su alma las mide, su corazn las
siente! Acaso todo esto no se asemeja al esfuerzo de querer resumir el ocano de naciones y pases enteros en una visin, en un sentimiento, en una palabra?17
Pero el subjetivismo inunda tambin los comentarios de los liberales, preocupados
sinceramente por el progreso, los derechos universales y la ciudadana. Thomas
15
"Chaque condition est dfinie, insparablement, par ses proprits intrinsques et par les
proprits relationnelles qu'elle doit a sa position dans le systme des conditions qui est aussi un
systme de diffrences, de positions diffrentielles, c'est--dire par tout ce a quoi elle s'oppose:
l'identit sociale se dfinit et s'affirme dans la diffrence." Bourdieu, op. cit. p. 191. [Trad. MDPP.]
16
John Hutchinson y Anthony Smith. Nationalism. Oxford University Press, Nueva York,
1994.
17
Hans Kohn. Historia del nacionalismo: FCE, Mxico, 1949, p. 397 (1a ed. en ingls, 19
69
18
Ibidem, p. 261.
Vase Anderson, op. cit.
"Tres rasgos esenciales del nacionalismo tuvieron su origen entre los antiguos judos: la idea
del pueblo escogido, la conciencia nacional histrica y el mesianismo nacional" (Hans Kohn; 1944).
19
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c) Pureza y homogeneidad
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etnorracial comn se difundi a partir del reinado de Luis XVI. La identidad francesa empez, entonces, a sustentarse a travs de los escritos de los historiadores en
relatos diversos sobre "un sistema fantstico de parentesco entre galos y troyanos, galos
y germanos, y galos y romanos que permita asegurar una continuidad en la transmisin del poder [...]"22 En Mxico, las guerras de independencia son precedidas por
un movimiento intelectual de revaloracin de las civilizaciones precortesianas. En los
escritos de Mier, y de Bustamante en particular, se encuentra una exaltacin de las
religiones y costumbres indgenas y de las civilizaciones de Mesoamrica, un "retorno al origen" que sustenta la postulacin de un estrato verdaderamente mexicano, no
contaminado por la colonizacin y la usurpacin de los espaoles. Los relatos nacionalistas mexicanos se remiten, desde entonces, en los distintos momentos
histrico-polticos y en los procesos de construccin del Estado nacional, a un parentesco mtico con la civilizacin mesoamericana precolonial.
Los proyectos nacionalistas han tendido a abandonar el ideal de pureza etnomcial. Suelen en cambio construir la nacionalidad como una identidad extensiva, y
claramente poltica -casi calcada sobre el concepto de "pueblo" o incluso de "ciudadana". En ese sentido, el nacionalismo universalista y ciudadano de la Ilustracin
parece haberse impuesto sobre las ideas del nacionalismo etnicista.
La nacin como entidad jurdico-poltica aparece en la filosofa francesa a lo largo
del siglo XVIII; de hecho, fueron los enciclopedistas los que introdujeron el trmino
de "nacin" en el vocabulario cientfico. Sus criterios especficos, para determinar la
existencia de una nacin, daban todava poco lugar al protagonismo histrico de ese
nuevo cuerpo poltico. Lo consideraron as a partir de tres elementos distintos: (1)
una gran multitud de hombres (2) habitando en un pas determinado, delimitado por
fronteras y (3) que obedecieran a las mismas leyes y a un gobierno nico.
Por supuesto, esta definicin jurdica (ms que cultural), fue el punto de partida
de una polmica que, unos aos ms tarde, permitira la elaboracin del discurso
Revolucionario de Sieys. La organizacin estamental del Ancien Rgime daba lugar a
que, en el territorio comprendido bajo la soberana del monarca, "los hombres" no
obedecieran todos a las mismas leyes. El abad de Sieys, en su obra sobre "el tercer
22
Michel Foucault. Genealoga del racismo: La Piqueta, coleccin Genealoga del poder, Madrid,
1992, p. 135.
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Michael Mann. The Sources of Social Power, vol. II: The Rise of Classes and Nation-State
1914: Cambridge University Press, 1993.
24
Vase Alicia Castellanos, op. cit.
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Conclusiones
Si retomamos la definicin ms restringida del racismo, debemos remitirla a un conjunto de doctrinas de carcter "cientfico", producidas durante los siglos XVIII y XIX
y utilizadas, decenas de aos despus, como recursos del poder por el fascismo y el
nazismo europeo. Esas teoras se referan a la determinacin de las culturas por rasgos biolgicos y a la clasificacin y jerarquizacin de la humanidad en determinado
nmero de razas, de acuerdo con sus caractersticas fenotpicas.25 La utilizacin de
esa definicin precisa un mbito de estudio del racismo. Sin embargo, parece eludir
25
Banton, "racismo", en Ellis Cashmore. Dictionary of Race and Ethnic Relations, 4a ed., Routledge, Nueva York, 1996.
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las mltiples derivaciones de aquellos argumentos originales hacia formas de ejercicio del poder poltico en la poca contempornea.
Los estudios sobre el racismo nos deben permitir analizar las caractersticas diferenciales de las heterofobias en diversas sociedades y en distintos momentos
histricos, y tienen que favorecer adems un anlisis de la emergencia de significaciones y evaluaciones sobre la alteridad cultural a partir de la expansin colonial
europea. As, consideramos ms til una definicin ms amplia del racismo proporcionada por autores como Taguieff, Balibar y Wieviorka en Francia o por Robert Miles
en Inglaterra. En ese sentido, el racismo comprende las mltiples formas de significacin de las diferencias fenotpicas, genticas o culturales, as como la desvalorizacin,
evaluacin negativa o estigmatizacin de grupos humanos definidos por rasgos fenotpicos o culturales comunes, por su ascendencia real o imaginaria.
Las formas discursivas y las prcticas de exclusin de la diferencia sociocultural
combinan generalmente distintos argumentos heterofbicos: el racismo se subsume,
por momentos, en la discriminacin clasista y en las prcticas de distincin socioeconmica; a veces, se apoya en discursos sexistas o misginos; se puede llegar a confundir
con un fundamentalismo religioso; finalmente, constituye un componente particular
o un horizonte utpico del nacionalismo.
La observacin histrica o sociolgica de las identidades excluyentes, construidas a partir de una negacin o naturalizacin de la alteridad y con base en una
esencializacin del nosotros, nos permite entender los vnculos mltiples entre esas
distintas heterofobias.
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