Instruction manuals, children, y youth">
La Politización Del Niño Mexicano
La Politización Del Niño Mexicano
La Politización Del Niño Mexicano
COLECCIN
CENTRO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES
XIV
RAFAEL SEGOVIA
LA POLITIZACIN
DEL NIO MEXICANO
El Colegio de Mxico
NDICE
Prlogo
I.
II.
III.
IV.
11
25
La jerarqua de la informacin
La escuela como centro de informacin
Nios y nias
La edad
Las entidades federativas
Los padres
Las escuelas
26
32
34
35
36
39
41
47
La funcin presidencial
Sumisin y resistencia a la ley
La valoracin del Presidente
Los diputados
49
52
55
57
v voro
61
61
63
65
72
73
75
77
NDICE
VIU
V.
LA JERARQUA DE LA INFLUENCIA
Escuela e influencia
Nios y nias
La ocupacin del padre
La edad
VIL
VIII.
85
85
87
89
94
98
101
111
112
114
115
118
121
131
Conclusiones
Apndice: Cuestionario sobre actitudes cvicas infantiles
141
155
l'ara
Pmilr.
PRLOGO
sobre las actitudes polticas de los escolares mexicanos respondi, como sucede casi siempre en este tipo de trabajos, a razones de muy distinta naturaleza. La ms importante fue la
existencia de modelos, o sea, de investigaciones que tanto por la novedad
de los temas tratados como por la originalidad de la metodologa y de
los resultados logrados, incitaban a seguir en ese camino. Es claro que
en el curso de la investigacin las necesidades de sta fueron imponindose hasta desfigurar y transformar los modelos iniciales. Es obligatorio, de.todos modos, reconocer la obra de quienes abrieron un nuevo
campo de la poltica a la curiosidad de los investigadores.
Lo cotidiano tiene, a su vez, un peso decisivo, puesto que nadie se
escapa de la realidad cotidiana, o, por usar una palabra quizs ms precisa, de su coyuntura. En ese sentido este trabajo intenta ser una explicacin, parcial desde luego, de un mundo observado no slo a travs
de una encuesta o de una literatura ms o menos especializada, sino
que en l se refleja la cultura de la que participan observadores y observados. La crisis poltica de 1968 estuvo por ello en la raz misma de
esta investigacin, tanto por tratarse de un acontecimiento decisivo para
el sistema poltico mexicano, como por tratarse de un fenmeno en el
que los actores eran en gran medida nuevos en la vida poltica mexicana o, al menos, no haban participado en ella de manera manifiesta.
La crisis de 1968 planteaba, adems, un problema que sin ser de una
novedad absoluta, se colocaba en el primer plano. Se estaba frente a
una crisis de legitimidad de un rgimen poltico o bien la crisis tena una
extensin y una profundidad tales que se trataba de una crisis de legitimidad de todo el sistema poltico? Si se intentaba estudiar el proceso
de socializacin de los nios mexicanos, lo coyuntura!, las opiniones
deban ser cuidadosamente evitadas, y con ello todo cuanto 1968 haba
manifestado. De hecho no hay estudio de actitudes polticas infantiles
ajeno a este tipo de contaminaciones. La nnica manera de averiguar
[>]
RAFAEL SEGOVIA
hasta qu grado se logr evitar la presencia de los acontecimientos polticos del 68 sera el repetir la encuesta.
Este trabajo sita al sistema poltico mexicano entre los sistemas
autoritarios. Un sistema poltico slo perdura si logra mantener una
identidad entre sus metas y estructuras por un lado y los procesos socializadores por el otro. La ausencia de conflictos insolubles entre instituciones y metas polticas origina la legitimidad.\xUn problema esencial
resulta, pues, averiguar cmo se crea la legitimidad. Ningn rgimen
ni sistema tiene una legitimidad original, *y slo en la medida en que
los procesos socializadores controlados o creados por el Estado van imponindose va apareciendo la legitimidad*. No es necesaria la uniformidad, ni la igualdad absoluta de los comportamientos, ni la homogeneidad de los sistemas de creencias; los distintos grupos sociales pueden
tener visiones diferentes y comportamientos tambin diferentes frente
al sistema poltico sin enfrentarse por ello a sus pautas de autoridad.
Dicho de otra manera, las subculturas polticas pueden existir dentro
de una cultura poltica nacional/que las engloba y articula. De producirse estas subculturas en un sistema poltico autoritario, los grados
de libertad concedidos a las subculturas sern menores que los concedidos por un sistema democrtico, pero mayores que los otorgados por
los sistemas totalitarios.'' La vigilancia del Estado sobre la educacin
puede ser uno de los indicadores ms precisos para conocer la naturaleza del sistema, del rgimen o del gobierno. Los peores conflictos, quiz los nicos que pusieron realmente en peligro la vida de los gobiernos
revolucionarios, se originaron en las decisiones en materia de educacin y el artculo 3' ha sido conflictivo a un punto tal que no slo ha
sido reformado radicalmente en varias ocasiones, sino que a travs de
sus distintas redacciones se puede leer la naturaleza de los gobiernos
que los promulgaron. Entre un presidente Calles que abiertamente manifestaba querer apoderarse del alma de los nios para la Revolucin
y la situacin actual de la enseanza en Mxico median cincuenta aos
de desarrollo econmico, social, cultural y poltico, que. se'han traducido en un pluralismo econmico, social, cultural y poltico a quien el
Estado ha reconocido y ha concedido parcialmente su papel de agente
socializador fundamental. /
No hay Estado que, de una u otra manera, no limite la libertad de
sus ciudadanos, aunque sea de manera constitucional, y con ello lograr
su supervivencia y el mantenimiento del equilibrio de los factores polticos. Se impone, pues, un conjunto de normas que en ningn caso
pueden ser transgredidas sin enfrentarse la sancin. Los elementos coercitivos tendran un valor muy aleatorio de no estar apoyados en una
socializacin permanente de todos los sometidos a un Estado determinado. La aceptacin voluntaria .de. losjmites, la interiorizacin de las
normas ~"~es_sino el resultado de un proceso de aprendizaje poltico
llamado socializacin.
Cmo, aindo y djide_se_origina.esta conducta-ha sido estudiado
hasta ahora a travs de un nmero limitado de variables la familia, la
escuela, el grupo de iguales, los. mediosi d^e cntunicdjiL~de_nTalas,
quizs pof~scr stos~gentes los ms fciles de observar.-De poderse
estudiar simultneamente el agente socializador y el ente socializado, es
decir, la causa y el resultado, se podran alcanzar conclusiones muy
superiores a las aqu logradas donde slo se presenta una cara de la
moneda: lo_que Jos..nips_piensan sobre su mundo poltico. Ijivestigar
las actitudes politicas de sus p*a3rc,"nastfs, amigos, saber cmo funcionan los mecanismos de transmisin de las actitudes, hubiera exigido
medios que no" estaban al alcance de la mano. Los agentes socializadores tienen pues perfiles imprecisos los dibujados por los propios
encuestados como imprecis es tambin el medio ambiente, el entorno
el environment donde se da la cultura poltica que, en resumidas
cuentas, va a ser el agente decisivo de todo el proceso, pues resume y
expresa a todos los dems.. Lo que en este trabajo se ofrece no es pues
sino una serie de rasgos de la cultura poltica mexicana transmitida a
los escolares a travs de sus padres, de la escuela, de los amigos, de los
medios de comunicacin y, adems, se intenta saber cmo los nios, en
la relativa pluralidad donde se les encerr las categoras, ven su porvenir y cmo lo aceptan o rechazan.
La escuela revolucionaria, de acuerdo con lo que pudo observarse,
cumpli su papel casi a la perfeccin: los nios mexicanos que tenan
la posibilidad de frecuentar una escuela a fines de 1969, o sea, en el momento de la encuesta, estaban bien socializados: su respuesta est adecuada a lo que de ellos se espera, la relacin nio-sociedad no presenta
demasiadas asperezas, la adaptacin es diferencial, los papeles correspondientes a cada grupo son tan bien cumplidos que pudiera incluso
haber sospechas de estar ante respuestas ms extradas por la normatividad de la escuela que por la espontaneidad que, en principio, debe
evocar un cuestionario. Queda de todos modos el preguntarse si el hecho
de que una pregunta acarree una respuesta "esperada", reveladora de un
proceso de socializacin deseado, conformista, no revela a su vez el que
los agentes de la socializacin, han logrado la meta que se propusieron.
En este sentido queda abierta una posibilidad de interpretacin ms,
ajena desde luego a la ofrecida en este libro.
RAFAEL SEGOVIA
es bsicamente el resultado de una encuesta sobre las actitudes polticas de los escolares mexicanos. Desde un primer momento
se quiere,' pues, sealar la exclusin de los nios que no asisten a la
escuela. Otras limitaciones que se sealarn ms adelante se derivan
del problema de la edad y de la escolaridad. En un sistema educativo
como el mexicano los obstculos que se levantan ante el investigador
son mucho mayores que los que pueden presentarse en los pases industriales, superindustrialcs o postindustrialcs, donde la escolarizacin de
la poblacin es total- (les quedan los tan trados y llevados limites no
comprimibles) y donde la edad y la escolaridad tienen una correlacin
muy cercana a 1.
El cuestionario utilizado, reproducido al final de esta obra, se ha
aprovechado de una multitud de trabajos, procedentes en su mayora
de los pases antes mhrionados,~s decir, de los industrializados, desarrollados, etc. La lectura de una muy abundante bibliografa especializada sobre socializacin poltica y el anlisis de los cuestionarios asequibles llev a la conclusin de que, con raras excepciones, es casi
imposible saber de dnde provienen las preguntas y las escalas, probadas,
contraprobadas, modificadas y perfeccionadas por un investigador tras
otro. Nuestro cuestionario llevaba.slo 69j>reguntas por haber indicado
los pretests la imposibilidad de contestar ms en una hora y no se poda
pedir ms tiempo a las escuelas donde se iba a trabajar. Contrariamente
a cuanto se suele hacer en este tipo de trabajos, no se ayud a los escolares a ""entender'* las" preguntas que haban dejado en blanco, pues el
nesgo" de introducir un sesgo era.demasiado grande. Quiz sea una de
las causas de los abundantes no s o no contesta. Por lo dems, se advirti, tambin en las pruebas previas, el aumento extraordinario de la
falta de contestaciones en las preguntas abiertas siempre las ms ilustrativas, las ms ricas de significado si se comparaba su rendimiento
con las preguntas cerradas. No qued, pues, sino cerrar la mayor parte
ESTE TRABAJO
Pl
RAFAEL SEGOVIA
2032
1541
11
3584
2316
1281
878
403
1562
2033
130
o se separen de la muestra planeada se debe a la estructura de las escuelas, a la composicin social y a las variables demogrficas dominantes
en las aulas, ms que a una falta cualquiera de los encuestadores: establecido el universo, las escuelas se seleccionaron con una tabla de nmeros
aleatorios y lo mismo se hizo con los escolares. Por lo dems, quien haya
buscado una secundaria femenina, rural, privada y laica en el Estado
de Tabasco comprender rpidamente el problema presente en aquel
momento: no haba una secundaria femenina, rural, privada y laica en
el estado de Tabasco. I.a amplitud de la muestra permiti en parte
subsanar estas carencias.
El cuestionario se present exclusivamente a quienes cursaban 5
y G aos de primaria y 1, 2 y 3? de secundaria. Adems, no se tom
a ningn escolar con menos de die/ aos ni ms de quince. Pese a estas
limitaciones se advertirn los problemas con que se topa cualquier
investigador en lo que se refiere a la edad y a la escolaridad, lo que se
sealaba ms arriba.
Escolaridad
5
6
lo
2
3'
P
P
S
S
S
Edad
10
//
12
13
81.8
16.7
0.3
86.9
47.6
18.5
0.4
20.0
30.9
37.6
9.1
0.4
(711)
10.0
18.5
29.2
32.0
9.5
(757)
N = (324)
(504)
14
4.8
7.9
14.5
28.5
41.0
(747)
li
3.0
7.5
14.5
25.8
49.1
(532)
El cuadro anterior resulta de por'si revelador y manifiesta las diferencias que se presentan cuando se utiliza la edad o la escolaridad, dada
la falta de coincidencia entre ambas. El retraso de una parte sustancial de los escolares mexicanos captados por la muestra explica, en
algunos casos, la falta de homogeneidad de las actitudes dentro de un
mismo grupo de edad o dentro de un mismo ao escolar.
Deben tambin tenerse presente las muy diferentes cargas que cada
grupo social tomando como grux> social la profesin del padre introduce en cada celda, cuando se cruza la ocupacin del padre por la
escolaridad del hijo o por su edad. A mayor prestigio profesional mayor
ro* 10 y 13; y Tabasco y Oaxaca, entidades deprimidas, con los nmeros 25 y 33, o
sea, el ltimo en lo que se refiere al desarrollo socioeconmico. Luis Unikel, "El
proceso de urbanizacin de Mxico", Centro de Estudios Econmicos y Demogrficos
de El Colegio de Mexico.
RAFAEL SEGOVIA
10
11
12
12.0
3.0
10.4
8.0
21.6
5.8
11.7
10.4
8.3
3.5
8.9
6.5
24.4
4.5
16.0
11.5
8.8
3.5
11.0
8.8
21.0
5.3
13.8
14.6
4.9
7.1
4.3
7.7
2.8
5.8
5.5
2.0
5.2
Edad
13
14
/5
9.1
3.6
9.7
6.3
18.6
4.1
15.8
16.5
7.7
2.9
11.0
5.2
20.3
4.9
16.6
18.1
4.5
2.8
10.3
3.9
14.6
3.9
16.3
25.4
N
N
N
N
N
N
N
N
5.5
1.7
8.6
3.8
1.7
7.3
5.4
2.2
10.2
N = (198)
N = ( 89)
N = (254)
=
=
=
=
=
=
=
=
(296)
(188)
(368)
(232)
(713)
(169)
(550)
(603)
Escolaridad
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6.0
2.7
7.0
6.3
21.2
6.3
18.5
15.7
5.3
4.2
6.2
7.2
2.7
9.1
6.0
20.1
6.0
13.9
18.2
6.0
3.1
7.1
9.6
2.6
11.5
7.9
19.1
3.3
12.1
17.0
6.1
2.0
8.2
9.3
4.6
11.7
6.0
19.7
2.4
14.7
15.2
5.8
1.6
8.5
9.5
3.8
12.6
6.1
19.9
4.6
15.1
16.8
4.1
1.2
5.5
Como podr verse en el cuerpo de esta obra, varias categoras profesionales (comerciantes, artesanos, pequeos comerciantes, "otros" y
"no sabe") no fueron utilizadas, por ser sus resultados casi idnticos
a las categoras contiguas.
Quizs hubiera sido ms pertinente introducir en el anlisis y, por
Profesin
liberal
Empresarios
37.8
62.2
83.9
66.1
67.5
S2.5
75.2
24.7
Campesinos
69.0
31.0
10
Escolaridad
5P
CvP
1S
2vS
3 S
RAFAEL SEGOVIA
. F.
Ed. Mx.
\G.'
19.5
20.5
21.7
20.2
28.2
21.5
14.9
21.5
15.5
N = (628) N = (517) N
Entidad federativa
A', /.i H Jalisco
26.1
24.8
17.6
16.8
13.8
= (564) N
19.3
22.0
19.2
19.7
19.2
= (635)
Oaxaca
Tabasco
21.4
20.9
21.1
19.8
16.4
N = (611) N
18.9
19.5
19.2
17.6
20.4
= (611)
CAPTULO I
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12
RAFAEL SEGOVIA
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RAFAEL SEGOVIA
Grfica 1
CON QUIN HABLAS DE POLTICA?
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FUNCIONARIOS
EMPRESARIOS
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ESTKO
18
RAFAEL SEGOVIA
y categora social pero con padres ocupados en otras actividades (profesionistas o empresarios, por ejemplo), por lo general acerbamente
crticas de los funcionarios y de los polticos, a quienes consideran en
una misma categora. Los hijos de funcionarios educados en establecimientos oficiales no siguen estas pautas de comportamiento: sus padres,
seguramente de menor jerarqua en la administracin, no son objeto
de la misma censura, lo que facilita la relacin de sus hijos con sus
compaeros.
Entre la prole obrera y campesina la situacin se invierte. Entre los
primeros, vayan a la escuela que vayan, el maestro es ligeramente ms
buscado que el padre. Las razones de su eleccin pueden ser las mismas
que se adujeron antes al examinar el caso de los nios de grupos de alto
prestigio: el mayor status, la mayor voluntad y la mayor informacin,
situados en este caso del lado del maestro, dado que su prestigio es
superior o por lo menos igual al del obrero o al del campesino. La relativa subida de los amigos refleja tambin las contradicciones que sufre
el hijo del obrero que con ayuda de la escolaridad va escapndose de su
condicin social y aspira a un nuevo estatus a travs del logro de una
nueva ocupacin, distinta a la de su padre. 4 Ya asistan a los establecimientos del Estado o a los privados, hablan ms de poltica en la escuela que en la casa.
La heterogeneidad del grupo campesino lleva a introducir una nueva
serie de matices, aunque en conjunto las diferencias entre estos nios
y los que tienen padres no camjiesinos son bastante claras. Los hijos
de los campesinos que asisten a las escuelas pblicas, al igual que los
hijos de los obreros, encuentran en la escuela un lugar ms propicio
que su casa para exponer sus ideas polticas y prefieren el maestro al
padre para estos intercambios son el nico caso donde el maestro
es la fuente de informacin oral ms importante. En las escuelas privadas, aunque en proporciones menos importantes, los hijos de los campesinos siguen las pautas de informacin de los grupos de alto status
social (quizs porque los hijos de estos campesinos realmente pertenecen a tales grupos).
La influencia de estas variables es an ms evidente cuando se desglosan con ayuda de la escolaridad. En la medida en que los escolares
van pasando de ao los de los establecimientos privados hablan cada
vez ms en su domicilio; los de los establecimientos pblicos tienen en
este rengln una subida casi imperceptible y, aunque los asistentes a
las escuelas privadas y pblicas encuentran con ayuda de la escolaridad
un centro de conversacin en la escuela misma, la progresin es mucho
Vca?e c! captulo: "Esperanzas, sistema econmico y tecnocracia".
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21
casas acuden a sus padres y a sus hermanos, buscando tambin al maestro. Con mayor o menor intensidad hablan en todas partes y la tendencia de las curvas indica claramente cmo este inters es cada vez
ms acusado, cmo la poltica va llamando a estos nios y muchachos
cada da con mayor intensidad.
La escolaridad tiene una importancia mucho mayor que la edad en
s, entre otras cosas porque en los establecimientos educativos mexicanos
casi no hay coincidencia entre la edad y la escolaridad. (Vase el anlisis de la muestra en el Apndice.) Pese a ello, al examinar a los
nios de acuerdo con los grupos ocupacionales paternos se cae de inmediato en un hecho ya sealado: en la brusca subida de la indiferencia
entre los 11 y los 12 aos, que debe corresponder con el paso a la
escuela secundaria, y el probable cambio de grupo. Esta indiferencia
sbita repercute grosso modo en hablar menos con el padre y con los
amigos. A partir de este punto lgido los indiferentes se van' borrando
paulatinamente aunque no en todos los grupos se observan los mismos
crecimientos del inters: de los seis que se analizaron, en cuatro de ellos
(profesionistas liberales, empresarios, funcionarios y obreros) entre los
H y los 15 aos se da el que quienes hablan de poltica superan a quienes no lo hacen; en los otros dos grupos (empleados y campesinos)
aparece entre los interesados y los indiferentes una aplastante mayora
de estos ltimos: son los grupos enajenados x)r excelencia. La importanria de la escolaridad de ir aprobando y pasando de ao salta a
la vista cuando se comparan las curvas de los indiferentes en la grca 3.
Adems del repunte de la indiferencia en 1? de secundaria, el momento donde se detiene la curva 3? de secundaria vara mucho
de altura si se compara la edad y la escolaridad en los grupos de lujos de
funcionarios, obreros y campesinos. En los primeros, a partir de 2?
de secundaria van desapareciendo los indiferentes, pero en ningn momento llegan a dominar sobre los interesados y esto se dcl>c a que abandonan las conversaciones con los padres, ganando los amigos el lugar
perdido por stos; los obreros se interesan obviamente por la vida
poltica desde 2* de secundaria al igual que los campesinos y lo
hacen encontrando sus interlocutores entre sus iguales, de manera tal
que quienes llegan a 3? de secundaria se hallan mucho ms involucrados que quienes tienen 15 aos: en estos dos ltimos grupos el lograr
un triunfo escolar y, adems, social los empuja a una forma de participacin como la conversacin sobre temas poli ticos. Debe destacarse
el comportamiento de los hijos de los empresarios, por gran diferencia el
grupo ms involucrado en la charla poltica. La progresin de su inte-
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23
CAPTULO II
26
RAFAEL SEGOVIA
cumplidas por cada uno de los actores: las ms conocidas sern aquellas que mejor coincidan con el papel y sean rasgos excepcionalmcnte
sobresalientes.
La jerarqua de la informacin
En Mxico, la figura del Presidente de la Repblica aplasta con su
imagen a quienes le siguen ms de cerca. Exactamente el 90 por ciento de
los nios que participaron en la encuesta conocan su nombre: en ningn
otro caso se volver a encontrar una cifra de tal magnitud. El conocimiento parece ser funcin del cargo, puesto que las personas ms conocidas dentro del personal poltico son los antiguos presidentes, y lo
son tanto ms cuanto ms cercano es su perodo presidencial al momento de la encuesta: el 74.5 por ciento de los nios pudieron escribir
el nombre del Lie. Adolfo Lpez Mateos (1952-1958) y el 62.4 conocan el del general Lzaro Crdenas (1934-1940) ?
Junto a este altsimo conocimiento del Presidente encontramos un
igualmente elevado conocimiento de algunos elementos asociados al origen de su autoridad: el 86 por ciento pudo sealarle como el candidato
del PRI a la presidencia de la Repblica, cinco aos despus de haber
sido elegido, y el 79 saba que duraba seis aos en el cargo. La vinculacin entre el Presidente y el Partido Revolucionario Institucional es
ligeramente ms conocida que el propio partido en cuanto tal, dado
que el 82 le marcaron en una lista donde se mezclaban los partidos
polticos existentes en Mxico y algunos inventados, pudindose suponer
que el Presidente de la Repblica actu como un "estmulo" para recordar en algunos nios la existencia del PRI.
El rasgo ms sorprendente de todos cuantos componen la figura del
Presidente y de su cargo es el relativamente bajo nmero de nios (71
por ciento) que ven en l a un hombre elegido, sobre todo si se tiene
presente a todos los que le conocen, por lo menos de nombre. No deja
de sorprender que 72 nios (el 2 por ciento) sealaran al Lie Luis
Echeverra como Presidente y al Lie. Daz Ordaz como ex-Presidente,
justo unos das despus de haber sido el primero de ellos postulado
candidato a la presidencia de la Repblica por un sector del partido.
El Presidente de la Repblica y el Partido Revolucionario Institucional son, pues, para el nio mexicano, los dos hechos ms conocidos
de su sistema poltico.
El gobernador de un Estado de la Repblica baja hasta el octavo
3 Sobre el papel del Presidente, vase el captulo, El Presidente, el orden y la ley.
27
30
RAFAEL SECOVIA
31
32
RAFAEL SEGOVIA
informacin
33
Escuela-i
Religiosidad
Muy religioso
Religioso
Poco religioso
Nada religioso
Pb.
9.7
57.8
27.6
4.2
Priv.
11.0
64.5
20.8
2.9
Hombres
9.4
57.4
28.0
4.6
Mujeres
Urb.
Rur.
10.9
64.0
21.5
2.7
9.5
61.8
24.2
3.8
10.9
58.1
26.5
3.7
Debemos de todos modos sealar ciertas putas que parecen desprenderse de estos datos en lo que hace a la orientacin de la percepcin
de los alumnos de los dos tipos de escuelas privadas.
Siendo en todos los casos un conocimiento puramente fctico (nombres y hechos), los nios de los establecimientos escolares religiosos
sealan con mayor frecuencia los nombres del personal poltico, gubernamental, y conocen con mayor frecuencia el nombre de los dos partidos polticos principales; por el contrario, los nios de las escuelas
privadas laicas tienden a conocer mejor la definicin de la Constitucin como aparece en libros de texto gratuitos, cules son los cargos
de eleccin popular y sobre todo conocen mejor que los otros a Lzaro
Crdenas y Carlos Madrazo, quienes fueron considerados, aunque en
planos radicalmente dismiles, crticos del gobierno, sobre todo el segundo.
Al igual que en el anlisis anterior se observaron entre las escuelas
urbanas y las rurales diferencias pequeas pero consistentes en favor
de los escolares urbanos, excepto en aquellos casos donde la persona
o instituciones donde se contrasta la informacin tienen una vinculacin
especial con el mundo rural.
Las diferencias aparecen desde el nombre del Presidente de la Repblica (91 en las escuelas urbanas contra 88.5 en las rurales) y van
aumentando, establecindose las diferencias en torno a un 10 por ciento
34
RAFAEL SEGOVIA
menos en los casos antes sealados. Los casos extremos se advierten sobre
todo en la informacin sobre el personal poltico nacional (autoridades federales) y las locales, as como en aquellos fenmenos polticos
muy recientes, como el cambio en la edad ciudadana. El conocimiento
de los partidos no presenta disparidades tan agudas, seguramente porque la accin de stos es tanto nacional como local, y su presencia tiene
las mismas caractersticas, a pesar de tender, sobre todo los partidos de
oposicin, a ejercer su actividad fundamental de propaganda y enrolamiento en los centros urbanos, a lo que debe aadirse la accin de los
medios de comunicacin de masas y la mayor intercomunicacin de
los centros urbanos.6
De las autoridades locales, el gobernador es mejor conocido en los
medios urbanos y los presidentes municipales son figuras ms populares en los medios rurales.
Nios y nias
Al igual que en los medios urbano y rural, se encuentran diferencias consistentes y no muy marcadas cuando se examina la informacin
poseda respectivamente por los nios y las nias.
Slo en dos preguntas sobre informacin, las nias probaron saber
ms que los nios. 1 73 por ciento de ellas saba que la Presidencia
de la Repblica era un cargo electivo contra 70 de los nios. Naturalmente, estas diferencias minsculas y carentes de significacin se acentan claramente al preguntar por el voto femenino: 76 de ellas conocan este derecho y slo el 70 por ciento de los nios saban de su
existencia.
Los desniveles de informacin que se presentan entre los nios y las
nias, consistentes pero no muy importantes, no coinciden con el mayor
inters manifestado por las nias. Varias explicaciones pueden hallarse:
en primer lugar, una postura ms pasiva debido al tipo de interlocutores ms frecuente entre las mujeres (el padre, el maestro) frente al
buscado por los varones (el grupo de iguales). Un mundo ms reducido, censuras familiares ms fuertes, intereses orientados hacia otra literatura, hacen que el inters femenino no corresponda con los resultados
que podran esperarse. Estos lmites de la informacin poltica se advierten al observar cmo slo una autoridad, la ms local de todas, el
Vase Rafael Segovia, "La reforma poltica: El Ejecutivo Federal, cl PRI y las
elecciones de 1973", Foro Internacional, Mxico, El Colegio de Mxico, vol. XIV,
enero-marzo 1974, win. 3, pp. 505-330.
35
36
RAFAEL SECOVIA
federativas
37
formacin, sino en su contenido. O sea, el estado influye no slo cuantitativamente sino cualitativamente.
El D. F sede de los poderes federales y polo de desarrollo econmico primordial de la Repblica, ncleo de las comunicaciones y
lugar donde se localizan las universidades ms importantec, es lgicamente, el centro de informacin por excelencia. Sus nios son los mejor
informados de casi todo lo referente a la vida poltica nacional, y sobre
todo son los primeros en saber qu sucede o va a suceder en ella.
Sus conocimientos sobre el Presidente exceden claramente a los de
los nios de los estados: la distancia que necesita recorrer la informacin es mucho ms corta y no hay otras figuras capaces de interponerse entre el Presidente de la Repblica y el nio, acaparando o desviando la atencin de ste. Autoridades federales y locales son una sola
cosa para l; el jefe del Distrito Federal es nombrado por el Presidente
de la Repblica y no elegido. Todas las autoridades del Distrito Federal, como el propio Regente, son nombradas. 1.a presencia de los poderes federales termina por opacar con su presencia a las autoridades
municipales. Si el licenciado Corona del Rosal es muy conocido; lo es
como poltico (8G% en el D. F.), pero no como jefe del D. D. F.
(47%). No sucede lo mismo en los estados, donde la figura del gobernador es mucho ms popular. En Oaxaca un 89 por ciento puede
escribir el nombre del Presidente de la Repblica y un 83 el del gobernador; en Nuevo Len y el Estado de Mxico el 69 por ciento sabe
quin gobierna al estado, el 64 en Tabasco y el 56 en Jalisco. A esto
del>en aadirse los presidentes municipales, conocidos por ms de la
mitad de los nios, llegando al 67 en Nuevo Len.
IJO que un nio, viviendo en un estado, puede saber sobre el Presidente vara mucho con la localizacin y desarrollo del estado. Cuanto
ms desarrollado est un estado menor es la distancia que media entre
el presidente municipal y el gobernador.
Los hombres polticos deben su conocimiento en parte a la localizacin geogrfica de su cargo y, como venimos sealando, a su trabajo
en el PRI. Corona del Rosal es conocido sobre todo en el D. F. (86 por
ciento), seguido por el Estado de Mxico (59), sometido a la informacin procedente del D. F. (Toluca, la capital del estado en a 60 kilmetros) . Lo mismo sucede con Antonio Ortiz Mena (18 y 28 respetivamente en el D. F. y Mxico), mientras que en los estados ms o
menos en el 20 por ciento. El regionalismo desempea un papel fundatic las entidades federativas de Mxico, I940-19fi0", Demografa y Economa, vol. IV,
"om. 3, Mxico, El Colegio de Mxico, 1970. Ver Medios publicitarios mexicanos
para prensa y T. V.
38
RAFAEL SEGOVIA
mental en el caso de Carlos Madrazo, vinculado durante parte de su carrera poltica con Tabasco, antes de pasar a la presidencia del PRI (63 lo
conocen en Tabasco, 54 en el D. F. y 30 en Jalisco) ; como tambin
lo desempea en el caso del jefe nacional del PAN y el D. F., y en el
de Lpez Mateos y el Estado de Mxico.
El ms importante partido de oposicin, fundamentalmente urbano,
es tanto ms conocido cuanto mayor es el grado de urbanizacin de un
estado y con la excepcin del D. F. menor es la diferencia entre los
dos grandes: sobre todo aumenta el conocimiento del partido de oposicin ms importante.8
La informacin sobre las elecciones parece ser una clave importante
para conocer las actitudes de los nios. En los estados menos desarrollados se encuentra una orientacin ms marcada hacia el conocimiento
de una figura poltica, de un nombre, que haca el proceso que le lleva
a ocupar el cargo. En el caso de los gobernadores resulta muy claro:
cuanto mayor es el desarrollo de un estado, menor es la diferencia entre los nios que conocen el nombre del gobernador y aquellos que
saben que es elegido.
En Nuevo Len y Jalisco, aquellos informados sobre el proceso electoral exceden a los que conocen el nombre del gobernador. La poltica
puede ser para ellos, en algunos casos, una actividad desligada de los
nombres, cosa que se antoja imposible en Tabasco, Oaxaca o en el
Estado de Mxico.
El conocimiento del destino del voto y de sus posibilidades aparece
generalmente m sallo en el D. F. que en los estados: en stos, Jalisco
y Nuevo Len se muestran netamente mejor enterados que el Estado
de Mxico, Oaxaca o Tabasco.
8 Existe un paralelismo entre el voto obtenido por los partidos de oposicin en
los estados y el conocimiento que de estos partidos tienen los nios. En las elecciones
de julio de 1970, el porcentaje obtenido por los candidatos de la oposicin:
Entidad
Distrito Federal
Nuevo Len
Estado de Mxico
Jalisco
Oaxaca
Tabasco
PAN
PPS
28.0
15.0
15.7
17.1
S.0
03
2.6
0.6
l.S
1.0
1.9
12
PARM
1.3
2.9
0.8
0.8
0.4
0.0
39
Una explicacin alternativa aparecera a travs de la prctica democrtica local, ms difundida y aceptada, pues al analizar la rapidez
de difusin de la informacin nos encontramos con un problema nuevo
y es el de la autonomia, desarrollo c inters por la poltica de los
"mass media" locales. Jalisco y Nuevo Len tienen una prensa de igual
calidad, por lo menos, a la del D. F.; el Estado de Mxico o es de
baja calidad .o lee la del D. F.; Tabasco y Oaxaca no tienen sino una
prensa puramente local. Nuevo Len tiene su propia T . V.: los otros
difunden la del D. F., o sea algo que no dice mucho sobre la vida
local y para la vida local.
Cuando se trata de un problema en debate (voto a los 18 aos)
el D. F. es naturalmente el mejor enterado (67) y Tabasco, el estado
menos informado, quien menos (33) sabe qu se est decidiendo.
Los padres
El grupo profesional del padre tiene un peso sorprendente en la
informacin del nio, sobre todo si se comparan los extremos, a los
hijos de los profesionistas liberales con los hijos de los campesinos. A
lo largo de las seis categoras utilizadas para clasificar a todos los encuestados dejamos aparte la categora "otros", totalmente esquizoide
en su comportamiento se advierte una lenta disminucin de su informacin, a medida que va cayendo el prestigio de la ocupacin del padre, como seguramente va cayendo su status socioeconmico.
La ocupacin del padre es un buen indicador del status socioeconmico en general, a lo que debe sumarse el inters particular de un
grupo profesional por la poltica. Este inters est determinado por las
necesidades polticas del grupo y debe corresponder con su situacin
dentro del sistema poltico y lo que de l espera o tiene posibilidades
de esperar.
El cuadro 2 indica que la mayor informacin en casi todos los
items corresponde con la elevacin dentro de la escala social. Las difeCuadro 2
Profesin
libeml
94.!)
90.2
82.8
Empre- 'unci- .. , , ,
sario
navio *"*** Obrero
95.8
90.9
90.5
88.5
89.0
82.8
78.5
76.2
77.1
71.1
71.8
71.5
Catn.'guo
84.1
73.0
64.8
40
RAFAEL SEGOVIA
Cuadro 3
PRI
PAN
PPS
Profesin
,..
,
liberal
Empre.
sano
Fnnrio-
.. .
Empleado
nano
93.9
81.4
37.8
91.5
79.7
35.fi
91.8
01.2
33.fi
82.7
59.6
26.2
. m
Obrero
79.1
56.2
22.5
CampeMIJO
74.1
51.4
19.7
Cuanto ms activos son los grupos en la poltica, menor es la diferencia que va del conocimiento del PRI al del PAN, es decir, mejor se
conoce a la oposicin, la alternativa posible frente al poder, ya que
el PPS, poco popular, no parece ser visto como alternativa.
Cuadro 4
Nombre
Eleccin
gobernador
Profesin
liberal
Empresario
fundonario
. ,
empleado
.,
Obrero
Campestno
75.7
72.9
72.0
63.7
57.5
62.5
73.0
76.3
62.5
59.6
59.8
52.4
41
42
RAFAEL SEGOVIA
43
44
RAFAEL SEGOVIA
tacin de la Revolucin Mexicana"). Una tercera alternativa para explicar el caso de la percepcin del PAN podra hallarse en el monto global
de informacin en manos de los hijos de profesionistas y empresarios, superior al de los otros nios encuestados. Monto a veces no muy claramente
establecido a los 10 aos, pero obvio i los 14 y a los l, sobre todo
cuando se trata de partidos polticos. Debe sealarse tambin el caso
especial de los. hijos de los funcionarios, atentos ms que otros grupos
de status parecido a los fenmenos polticos. A la ocupacin del padre,
en este caso, no puede regatersele la influencia fundamental de la
orientacin de sus hijos.
Edad y escolaridad son, por lo expuesto, factores esenciales entre
el nio y la poltica, aunque en varios casos estos factores juegan uno
contra otro. A igualdad de escolaridad (vase cuadro 5) la informacin
va disminuyendo ligeramente con el aumento de la edad y, por consiguiente, en un mismo grupo de edad la informacin sube de manera
sorprendente con la escolaridad. Este ltimo fenmeno cubre todos los
casos en los que se midi el conocimiento poltico de los nios (Presidente, ex Presidente, gobernador, partidos y sistema electoral) hallndose los saltos ms importantes entre los fenmenos menos conocidos
por los nios de 5? de primaria. El ex Presidente I/>pez Mateos, cuyo
nombre es escrito por el 40 y 39 por ciento de quienes a los 13 y 14 aos
respectivamente cursan el 5,J de primaria, es conocido en un 92 y 93 por
los de igual edad pero en 3'-' de secundaria. En las mismas circunstancias
13 y 14 aos en 5 de primaria y de igual edad en 3'' de secundaria
cl PR1 pasa de 64 y 47 a 92 y 94. La identificacin del PAN' y del
PPS aumenta en las mismas proporciones, y lo mismo sucede con los
polticos, las elecciones y con todo lo que pueda considerarse informacin poltica. Queda, pues, un fenmeno esencial al descubierto: la
escolaridad interviene decisivamente en la amplitud de los conocimientos de los alumnos (a mayor escolaridad mayor informacin), pero
para alcanzar un punto mximo debe haber una coincidencia entre edad
y escolaridad, o sea, el nio debe ir en el ao que le corresponde o,
como puede apreciarse en el cuadro 5, en algunos casos son los nios
adelantados un ao quienes ms saben.
45
Cuadro 5
INFORMACIN POLTICA
Edad
Escolaridad
r>v Prim.
(V
I Sec.
2''
3
.,
JO
Identifican
79.8
92.6
al P residente de
78.9
82.3
85.0
92.1
91.8
94.1
3.8
Prest dente
59 Prim.
fr-' ,,
\t Sec.
2v
31'
:!.3
CS.5
1)
14
la Repblica
80.3
1KI.0
91.9
94.2
97.2
91.1
85.2
95.8
97.7
83.1
97.1
96.9
anterior
39.5
75.0
76.9
8G.8
91.7
64.6
72.2
87.3
92.8
38.7
52.3
70.8
86.2
48.7
48.fi
(7.9
71.1
1.7
40.5
70.4
77.'.)
85.3
C8.3
81.7
82.4
59.9
77.7
91. i
M.8
63.8
77.1
90.0
92.6
91.7
68.1
82.4
87.8
93.5
39.5
54.3
(2.4
72.7
76.1
51.9
53.7
72.3
79.7
47.2
55.9
63.8
7I.4
I)..()
80.1
83.1
-
72.7
86.9
92.7
Gobernador
5' Priru.
6v
1 See.
2
3'>
41.5
64.8
5" Prim.
75.H
83.3
~*
36.9
58.3
72.1
_
"~
67.5
83.2
89.3
'ill
<''
1 Sec.
f
3''
5 Prim.
C
1 Sec.
2
8
.-
:>2.a
64.8
15.5
27.8
80.5
90.5
93.1
PAN
53.8
50.3
C7.fi
"
&v Prim.
(i
..
1 S e c
2"
15.0
20.8
29.2
39.4
57.7
(7.0
75.1
48.1
07.9
73.4
PPS
15.5
15.9
2C.fi
33.8
9.2
15.7
22.2
31.4
40.3
17.7
19.4
39.8
44.1
19.5
34.3
40.6
Cuadro 6
INFORMACIN POLTICA
popular
Edad
Escolaridad
10
5o Prim.
6* ,.
1 Sec.
2 ,.
3* ,.
64.9
87.0
5 Prim.
6 .,
I Sec.
'9
3
52.1
C6.7
Gobernador
39.4
52.2
58.3
57.5
61.8
62.5
73.8
5 Prim.
6 .,
1 Sec.
2 ,.
3'
26.4
35.2
32.3
33.8
41.2
14
15
64.6
60.2
79.3
82.0
64.9
74.5
79.3
50.0
51.4
60.2
61.5
79.2
41.8
51.9
66.2
73.5
51.9
72.3
70.9
21.1
25.0
33.9
29.3
41.7
26.6
34.3
31.9
42.2
32.5
33.6
43.7
_
27.8
33.3
41.8
47.4
41.6
46.0
52.5
5 Prim.
6
1 Sec.
2*
Ho
30.3
29.3
39.8
35.1
54.2
'iaben que :te vota a los IS aos
41.4
32.1
32.4
32.9
40.7
45.8
48.2
49.3
50.0
53.6
48.9
50.8
54.5
56.9
48.1
42.6
54.4
56.9
_
_
39.0
40.1
49.0
5o Prim.
6
lo Sec.
2o
So
83.8
80.5
87.7
_
63.3
71.3
80.3
91.5
_
,
68.8
73.0
82.4
il
Senador
26.8
34.5
38.2
33.8
"
31.3
40.7
1)
Presidente de la Repblica
5G.6
61.8
61.3
62.9
68.2
67.1
72.9
68.5
73.5
76.4
83.1
93.1
"
5 Prim.
Go
1 Sec.
2 ..
3'
12
34.9
35.4
38.2
Diputado
28.9
32.7
41.2
33.8
votar
61.8
60.7
72.9
76.0
83.3
CAPTULO III
48
RAFAEL SEGOVIA
40
50
RAFAEL SEGOVIA
tres funciones son igualmente legtimas y constitucionales, pero el detenerse ante una de ellas de preferencia a las otras dos indica, de momento, cmo aparece constituido para el nio el sistema poltico donde
vive. Darle una primaca a la conservacin del orden revela, en primera instancia, una visin autoritaria del poder y de su depositario.
Elegir una de las otras dos funciones legislar o representar al pueblomuestran visiones ms orientadas hacia un concepto democrtico y
representativo del sistema, aunque la funcin representativa puede no
tener ningn contenido democrtico y ser simplemente simblico, puesto
que el jefe del Estado es, al menos en los regmenes democrticos,
quien est encargado de estas funciones y a veces su papel se detiene
dentro de esos lmites estrechos y a la par necesarios.
Los nios mexicanos, en su mayora, se detienen ante la conservacin del orden. ste podr parecerles bueno o malo, estarn dispuestos
a acatarlo o a destruirlo, pero, independientemente de su valoracin, es
para ellos algo que define el trabajo del Presidente. Queda, desde luego, muy por encima de la funcin legislativa sta es poco "atractiva"
en cualquier caso para los nios y tambin queda sobre su papel de
cumplidor de la voluntad popular. Baste para explicar este ltimo
punto recordar la cantidad de nios que ignoran la base electoral sobre
la que est montada constitucionalmente la autoridad del Ejecutivo.
Queda el que una tercera parte se detiene en esta ltima funcin vinculada de raz con un sistema democrtico, mientras que apenas un diez
por ciento considera la participacin del Ejecutivo en la creacin de la
ley su tarea fundamental.
Los medios rurales y urbanos no tienen actitudes diferentes frente al
Presidente la eleccin del mantenimiento del orden se da en iguales
niveles pero las elecciones de los nios y de las nias se orientan de
manera ligeramente distinta, siendo las nias ms proclives a destacar
en el Presidente la funcin autoritaria (56 contra 47). Los nios son,
por el contrario, quienes ms se detienen en el origen popular de la
autoridad presidencial (39 contra 29).
Las actitudes de los escolares parecen dirigirse lentamente hacia
las funciones democrtica y representativa del Presidente, marcndose
esta tendencia ms en las escuelas privadas que en las pblicas. Los
elevados niveles de autoritarismo visibles en los aos de escolaridad
ms bajos (5* y 6 de primaria) van disminuyendo paulatinamente sin
que por ello quienes eligen los rasgos democrticos del Presidente lleguen a dominar, aunque en 3* de secundaria los grupos que se inclinan
ya sea por los elementos autoritarios o por los democrticos quedan
ms equilibrados.
51
Cuadro 1
A
B
C
Ocuparan
del padre
JfP
6oP
:S
2?S
)tS
Profesiones liberales
59.1
11.4
27.S
51.8
8.9
35.7
59.7
2.8
36.1
46.8
8.1
41.9
56.5
4.8
29.0
A
B
C
Empresarios
55.0
25.0
20.0
33-3
14.3
52.4
50.0
10.0
35.0
61.3
9.7
29.0
64.0
8.0
20.0
A
B
C
Empleados
55.2
11.0
31.8
54.5
14.7
28.2
53.5
9.9
31.5
51.5
13.7
31.3
48.8
7.0
39.5
A
B
C
Funcionarios
47.8
19.6
30.4
59.6
8.5
31.9
33.9
16.9
47.5
50.0
7.5
35.0
37.5
15.0
35.0
A
B
C
Obreros
42.5
20.1
35.1
45.9
21.3
32.4
55.6
8.9
31.4
55.1
10.2
34.7
46.9
9.2
37.8
A
B
C
Campesinos
46.5
14.9
36.8
51.1
14.9
32.6
59.1
11.8
25.2
54.5
15.8
26.7
51.4
10.1
37.6
A
11
C
La polarizacin de las actitudes frente al Presidente es clara: la tercera alternativa ofrecida es borrosa para los nios. La (uncin que el
jefe del Ejecutivo cumple en el proceso legislativo es compleja y aparentemente contradictoria en la tajante divisin de los poderes manifestada en un plano terico, que se da en pocos sistemas polticos y,
desde luego, no en Mxico; en segundo lugar, como se ver ms
adelante, el origen de la ley no es percibido en ningn momento por
los nios: no se le atribuye ni al Presidente, ni a los diputados, ni
a los ciudadanos: la ley es algo dado, que est ah, a la que se obedece o
se resiste, y que slq_ unoscuantos piensan puede ser modificada. Es
ms, a medida que los nios van adentrndose en sus estudios y aumentando su informacin tienden a eliminar el componente legislativo en
52
RAFAEL SEGOVIA
cuanto componente primordial del Presidente y la mxima polarizacin, orden o representacin, se da en el ltimo ao de los estudios
secundarios. Y son los dueos de una mayor informacin quienes menos atienden a esta actividad presidencial, lo cual permite suponer
que, para los nios estudiados, aunque no sea ms que en un plano
terico, la legislacin sigue estando separada de la ejecucin de la ley.14
Sumisin y resistencia a la ley
La ley y el orden, sin embargo, no se les antoja una sola y la misma
cosa. La obediencia a la ley, someterse a ella en cualquier caso y en
cualquier circunstancia, tiene un llamado decisivo en primaria: las dos
terceras partes de quienes se encuentran en primaria estn por obedecerla siempre. Esta actitud de sumisin a la legalidad va perdiendo
rpidamente terreno y al llegar a 3? de secundaria menos de la mitad
comparte esta actitud, mientras los dems algo ms de la m i t a d manifiestan ya sean actitudes de resistencia (desobedecerla s es injusta)
ya actitudes reveladoras de efectividad poltica (modificar la ley).
El carcter simblico de la ley, como el del Presidente, el aura de
que ambos van rodeados, ayuda a la polarizacin, camino simplificaci que separa las actitudes infantiles y a la par revela los todava borrosos perfiles polticos de los nios. Pero en el caso de la obediencia y
resistencia a la ley resultara atrevido encontrar el asiento de las actitudes democrticas. Lo nico que revelan es una muy baja confianza
de los nios en su efectividad dentro del sistema, cosa natural dada su
incapacidad ciudadana, que es reflejo de la poca confianza en la capacidad de intervencin del pueblo en general en los asuntos polticos.
La actitud de rebelin expresa, de todos modos, una posibilidad de
efectividad poltica superior a la sumisin incondicional a la ley. Entre
los nios entrevistados se halla sobre todo en los que viven en los estados ms desarrollados de la Repblica: en el Distrito Federal donde
adems est omnipresente el trauma de 1068 estn perfectamente equilibrados quienes aceptan la obediencia incondicional de la ley y quienes por el contrario piensan que debe desobedecerse a una ley injusta
(45 y 45), mientras que entre los tabasqueos y los oaxaqueos habitantes de los estados de menor desarrollo del pas dominan abiertan l>:ivid Easton seala cmo los nios americanos empiezan por personalizar la
autoridad y slo despus se fijan en las instituciones, cosa confirmada por sus datos.
Los nuestros parecen confirmar una tendencia contraria: cuanto mayores son, y mejor informados estn, menos se fijan en las instituciones y ms en la persona.
Children in the Pot., pp. 144 s.
53
Cuadro 2
A
li
C!
E L PRESIDENTE MANTIENE EL
ORDEN EN EL PAS
E L PRESIDENT: HACK LAS LEYES
Ei. PRESIDENTE CUMPLE LA VOLUNTAD DEL PUEBLO
B
C
Escuelas
Escuelas
Ptr*\ta
I.\COIQ'
Privadas
A
B
C
66.3
8.0
24.4
67.5
6.3
24.8
}?P
A
B
C
A
B
64.0
7.3
27.4
56.4
5.4
37.2
6?P
50.4
7.6
36.9
A
B
C
A
B
59.0
6.7
33.3
50.4
10.6
34.3
US
53.6
12.3
33.2
47.8
8.4
38.1
A
B
C
A
R
C
55.2
5.9
38.2
49.1
8.0
40.3
2?S
47.0
9.3
38.6
50.5
5.3
39.3
A
B
48.0
10.7
40.2
45.6
12.6
39.8
}fS
Publicas
43.1
20.5
34.2
58.7
11.9
27.3
S?P
49.4
14.4
31.3
56.4
10.5
31.1
54.5
11.2
33.1
2fS
3tS
6?P
J?S
Escolaridad
Publicat
rulad
Privara*
c:
c
54
RAFAEL SEGOVIA
Ocupacin
del padre
Escolaridad
S?P
6?P
JvS
2?S
3fS
Profesiones liberales
54.5
6.8
38.6
58.9
3.6
35.7
48.6
2.8
43.1
35.5
9.7
54.8
45.2
11.3
40.3
A
B
C
Empresarios
75.0
5.0
15.0
61.9
4.8
33.3
45.0
35.0
20.0
61.3
9.7
29.0
44.0
16.0
36.0
A
B
C
Empleados
67.5
6.5
23.4
62.8
5.8
29.5
49.3
9.9
33.7
56.5
6.1
37.4
41.1
13.2
45.7
A
B
C
Funcionarios
60.9
10.9
28.3
59.6
8.5
31.9
57.6
6.8
33.9
55.0.
5.0
35.0
42.5
10.0
47.5
A
B
C
Obreros
73.1
5.2
20.9
63.9
5.6
30.6
64.4
3.3
31.1
59.2
7.1
32.7
51.0
12.2
34.7
A
B
C
Campesinos
64.0
7.9
27.2
57.4
11.3
29.8
62.2
9.4
27.6
58.4
5.9
33.7
57.8
7.3
33.9
A
B
C
55
56
RAFAEL SEGOVIA
Cuadro 4
JUICIOS SOBRE EL PRESIDENTE DE LA REPBLICA
Ocupacin
del padre
6-P
/?.s
2?s
38.6
15.9
15.5
44.6
30.1
25.0
25.0
34.7
40.3
33.9
37.1
29.0
41.9 Positivos
33.9 Negativos
24.2 No s
50.0
10.0
40.0
33.4
9.5
57.1
25.0
30.0
45.0
61.3
22.6
16.1
56.0
20.0
24.0
41.fi
5.2
53.2
42.9
7.7
49.4
40.1
17.6
42.3
38.9
29.0
32.1
54.3 Positivos
27.9 Negativos
17.8 N o s
41.3
2.2
56.5
40.5
10.6
48.9
44.1
20.3
35.fi
45.0
22.5
32.5
55.0 Positivos
15.0 Negativos
30.0 No s
41.8
7.5
50.7
35.2
12.0
52.8
43.2
20.0
36.7
54.0
13.3
32.7
53.1 Positivos
18.4 Negativos
24.5 No s
31.5
1.8
66.7
41.9
3.5
51.fi
4G.4
7.1
46.5
51.5
5.9
42.6
46.8 Positivos
14.7 Negativos
38.5 No s
JP
as
Profesin libre
Empresarios
Positivos
Negativos
No s
Empleados
Funcionarios
Obreros
Campesinos
57
diputados
Los juicios de valor pueden ser negativos pero rara vez manifiestan
una actitud cnica: poqusimos otra vez el Distrito Federal es la excepcin consideran a los diputados por completo intiles; pero tampoco se advierte su funcin legislativa. El sometimiento del Legislativo
al Ejecutivo es visto de manera idntica tanto por los nios mexicanos
58
RAFAEL SEGOVIA
como por los politlogos: los diputados son ayudantes del Presidente
para la gran mayora y, de no reparar en esta funcin, se detienen en
su funcin ceremonial, la de pronunciar discursos.
Un indicio del crecimiento de la informacin sobre el funcionamiento del sistema poltico mexicano est dado por los nios de grupos de alto prestigio y la atencin orientada hacia la ley: los hijos de
los profesionistas y de los empresarios, con ayuda de la escolaridad, van
destacando la funcin legislativa de los diputados y relegando rpidamente la funcin simblica, a la par que crece el grupo de quienes
ven una carga negativa en los diputados, gente que no hace nada.
En los grupos de status medio o bajo, los diputados tienen ya sea
una papel ceremonial (la tercera parte piensa que antes que nada pronuncian discursos) o cumplen una labor ancilar (ms de la mitad ve
en ellos a ayudantes del Presidente), pero el votar leyes, sTfuncin
Icgtslaiva'csencial, va desapareciendo ao tras ao. La ley tiene una
importancia cada vez ms reducida: la poltica no se hace a travs de
la ley.
En resumen, el papel desempeado por el Presidente en el sistema
poltico mexicano es visto con claridad por los nios encuestados, que
en conjunto responden a una idea ampliamente compartida en Mxico y fuera de Mxico acerca de los poderes casi ilimitados concentrados en u n solo hombre. Su funcin de guardin del orden domina
sobre su funcin representativa originada en el sufragio universal y
sobre la funcin que desempea en la creacin de la legislacin. Y esta
capacidad de mandar, de retener todo el poder en sus manos es, lo que
ms llama la atencin de las mentes infantiles y tanto ms cuanto
menos infantiles son y va a convertirse en el rasgo ms apreciado.
No es el lder benevolente; es sobre todo el lder autoritario, capaz
tanto de gobernar como de crear un mundo material metros, presas,
carreteras, estadios por su sola voluntad.
Para el nio mexicano la autoridad descansa en una sola persona
y queda confinada en ella. La escuela y la edad modifican poco esta
visin personalizada de la autoridad: las resistencias frente a ella son
mucho menores que la resistencia a una injusticia encarnada en algo
para el nio tan abstracto como la ley. Slo muy lentamente y en los
grupos de mayor prestigio social se abre paso la idea de que los diputados votan las leyes, de que el pueblo puede cambiarlas o de que el
Presidente puede iniciarlas. Pero la presencia de la ley es secundaria;
lo que importa es someterse, o desobedecer, y esta ltima alternativa va
teniendo cada vez ms adeptos como resultado de la acumulacin de
Una serie de factores confluyentes: escolaridad, grupo social, lugar
o
eg
a
3
a
i
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MM*
60
RAFAEL SEGOVIA
CAPTULO IV
1 Public opinion and American Democracy, Nueva York, Alfred A. Knopf, 1964,
p. 243.
2 G. A. Almond y G. B. Powell, Poltica comparada, Buenos Aires, Pailn, 1973,
caps. 4 y 5.
[?1]
62
RAFAEL SEGOVIA
comn su inevitable presencia en las sociedades modernas y encontrarse en la base de los perodos de modernizacin poltica.
Adems de estas funciones, los partidos tienen un valor simblico.
Son, segn Graham Wallas, algo que va ms all de las simples ideas
o sentimientos de los individuos, los cuales pueden, por lo dems, no
cambiar durante toda la vida de quien los profesa: "Se requiere algo
ms sencillo y ms permanente, algo que pueda ser querido y en lo que
se pueda confiar, y que pueda ser reconocido en las elecciones sucesivas como aquello que desde antes se quera, aquello en lo que se
confiaba; eso es el partido." *
Este valor simblico del partido una de las imgenes que llevamos en la cabeza, escribe O. V. Key le convierte en un instrumento
que permite examinar y evaluar la actitud del ciudadano frente a la
actividad poltica de su colectividad nacional. Las actitudes evocadas por
los partidos determinan en parte las actitudes evocadas por otros objetos polticos. El valor simblico del partido y la vinculacin que media
entre l y el individuo, la aceptacin de este smbolo o su rechazo, son
puntos donde se fincan la estabilidad y predictibilidad de un sistema
poltico.
La presencia del partido elimina de manera parcial, atena y mediatiza la fuerza del vnculo entre el afiliado y el lder, institucionaliza
las lealtades y otorga una duracin mayor al sistema poltico. Los lderes, pese a su tendencia a mantenerse en el poder, pueden ser sustituidos sin provocar una crisis de legitimidad. En la difrenciacin del
papel del lder y el hombre que ocupa el cargo se asienta uno de los
puntos fundamentales de la modernizacin poltica.
La introduccin y el mantenimiento de las normas imperantes en
un sistema poltico son tambin obra parcial de los partidos. Desde el
ngulo de la cultura poltica desempean dos funciones de primera
magnitud: fortalecen la cultura poltica existente e introducen cambios
en los patrones poltico-cultural. Su labor innovadora y su labor de
control se inscriben de plano en la funcin socializadora. La amplitud
y profundidad de esta funcin depender del rgimen poltico donde
se ejerza, tanto como del modo de organizacin del partido: uno de
masas ser mucho ms exigente en la aplicacin de las normas por l
dictadas que uno de cuadros, siempre ms laxo en punto a disciplina,
programa e ideologa. Adems, los partidos de cuadros, atentos al proceso electoral ms que a cualquier otro aspecto de la vida poltica, se
interesan poco por los procesos socializadores y, por lo mismo, son
a Human Nature
in Poulies,
63
poco afectos a las organizaciones juveniles y para-polticas, siempre peligrosas por lo movedizas.
Conviene insistir sobre las relaciones que median entre el sistema
poltico general y los partidos, elementos de estos sistemas. Debe haber
una consistencia entre ambos si se quiere evitar la destruccin del sistema. Un sistema dictatorial slo puede aceptar en su seno un partido
de masas, sometido de manera absoluta a las decisiones centrales, eliminando cualquier tipo de discusin abierta; de la misma manera, los
sistemas democrticos, si bien permiten la vida libre de los partidos,
slo se acomodan con los partidos de cuadros, cuya capacidad movilizadora es mucho menor. Los partidos de masas slo tienen cabida en un
rgimen democrtico cuando no interfieren en las decisiones fundamentales del poder central, o sea, cuando ejercen una funcin tribunicia. Los
partidos llamados dominantes cumplen en los regmenes autoritarios
las funciones enunciadas antes articulacin, reclutamiento, movilizacin electoral, simbolismo, mismas funciones que cumplen en los regmenes democrticos o dictatoriales. Queda de todos modos un residuo
capaz de diferenciar el papel cumplido por el partido en los sistemas
autoritarios: su tendencia a depauperizarse despus de una primera fase
de movilizacin y reclutamiento. La decantacin de las nuevas lites
y el refuerzo de su interconexin, el logro de la legitimacin del sistema, la necesaria desmovilizacin de las masas y la voluntad de las
lites de limitar la participacin sitan al partido en un segundo plano
cuando no desaparece.
Los partidos en el sistema politico mexicano
El autoritarismo del sistema mexicano queda evidenciado e ilustrado
por la historia del partido revolucionario dominante. Creado en 1929
para consolidar los logros revolucionarios de la lite poltica del momento, a la que amenazaban una gravsima escisin, y para "confiar
la solucin de la lucha por el poder al medio civilizado de un partido
]Kltico, y no a las armas, como haba ocurrido desde que se inici la
revolucin maderista, pero de un modo ms espectacular y sangriento
a partir de 1920".4 De hecho, con la consolidacin de la Revolucin a
travs de la institucionalizacin, adems de las dos funciones principales sealadas por Coso Villegas, se plantean en embrin las dems
funciones propias de los partidos: movilizacin, legitimacin del poder,
control de las masas. La estructura sectorial adoptada desde 1938 y que
4 Daniel Coso Villegas. El sistema poltico
bio, Mxico, Joaqun MorlU, 197S, p. 38.
de cam-
64
RAFAEL SEGOVIA
65
C6
RAFAEL SEGOVIA
fi7
68
RAFAEL SEGOVIA
Cuadro 1
A
B
C
D
Ocupacin
del padre
Profesin liberal
Empresarios
Empleados
Funcionarios
Obreros
Campesinos
Escolaridadr
J?P
6?P
1?S
2?S
)fS
9.1
18.2
31.8
31.8
5.4
14.3
37.5
41.1
6.9
12.5
40.3
30.6
4.8
11.3
41.9
37.1
1.6
4.8
50.0
32.3
A
B
C
D
10.0
15.0
35.0
35.0
9.5
9.5
38.1
42.9
5.0
20.0
35.0
25.0
0.0
9.7
51.6
35.5
0.0
8.0
36.0
36.0
A
B
C
D
14.9
18.8
25.3
35.1
13.5
17.9
27.9
35.3
9.2
16.9
33.1
31.0
5.3
15.3
24.4
47.3
3.1
10.9
51.9
31.8
A
B
C
D
32.6
15.2
15.2
26.1
6.4
17.0
27.7
42.6
6.8
18.6
35.6
32.2
2.5
7.5
42.5
37.5
7.5
10.0
47.5
30.0
A
B
C
D
14.9
27.6
17.9
37.3
19.4
19.4
20.4
38.0
11.1
10.0
34.4
35.6
7.1
14.3
32.7
40.8
7.1
13.3
36.7
35.7
A
B
C
D
12.3
20.2
24.6
37.7
14.9
16.3
27.0
38.3
7.1
18.9
31.5
34.6
4.0
15.8
36.6
35.6
6.4
13.8
39.4
31.2
A
B
C
D
69
72
RAFAEL SEGOVIA
Cuadro 3
Escolaridad
5P
6vP
lsS
2S
3<>S
5*P
6P
1'S
2S
3S
5'.'P
6-/P
6P
\S
2?S
3*S
5P
l?S
2-.'S
3*S
Edad
o
11
12
1)
14
IS
15.8
13.0
9.1
10.8
8.8
16.9
13.6
5.2
3.1
15.8
10.7
10.0
6.6
5.6
__
12.7
9.3
1.9
3.3
__
7.8
5.8
5.4
19.2
24.1
29.1
15.0
13.2
26.1
15.5
19.1
20.0
15.8
20.0
14.5
12.0
8.3
21.5
13.9
12.2
10.8
14.3
13.9
11.9
26.8
27.8
23.1
30.0
26.5
22.5
25.9
37.1
44.6
19.7
29.3
35.3
38.8
37.5
_
19.0
33.3
35.7
45.4
24.7
34.3
43.3
33.2
33.3
38.2
38.8
42.6
31.7
41.4
30.0
27.7
40.8
33.6
30.3
37.2
36.1
_
38.0
32.4
40.4
32.7
42.9
38.7
31.4
73
74
RAFAEL SEGOVIA
Cuadro 4
Escolaridad
Edad
10
11
12
13
15
45.7
39.6
51.5
21.8
38.2
47.6
47.7
28.9
42.1
43.9
44.2
55.6
39.2
41.7
40.8
54.2
39.0
48.9
59.0
5oP
6?P
1S
2'.'S
3<>S
28.7
35.2
5*P
6?P
1S
2'S
3*S
14.3
5.6
10.8
13.3
7.4
11.3
11.4
15.0
18.5
13.2
7.9
16.7
16.9
16.7
10.1
16.7
21.6
19.3
11.7
22.6
15.3
Cuando un obrero
tiene problemas, etc.
5<>P
26.8
33.3
23.7
22.5
23.5
31.0
27.7
21.7
20.0
25.0
22.1
21.3
21.9
13.9
_.
25.3
22.2
20.2
13.7
28.6
18.2
12.3
Cuando desaparezcan
los sindicatos los
obreros vivirn mejor
5P
26.4
16.7
14.5
20.0
7.4
31.7
20.0
8.6
9.2
27.6
20.7
10.4
11.2
8.3
__,
17.7
13.9
7.0
5.9
9.1
8.0
5.0
GvP
IS
2*S
SS
6<?P
]vS
2<-'S
SS
75
cadas por la prensa destinada a las clases medias y sus posturas antiliderilcs. El desarrollo de la visin que tienen los nios de las relaciones
dentro del mundo del trabajo y el papel desempeado por el sindicato
se "debe claramente a la escolaridad, o sea, entre otras cosas, al aumento
de"T* informacin disponible, aunque no deben olvidarse sus orgenes
sociales. Todos stos son factores que modifican la percepcin de la
situacin del obrero.
El conocimiento del papel positivo sindical aparece primero entre
los grupos de mayor status: en 5 de primaria el 45 por ciento de los hijos
de profesionistas ya los consideran un instrumento de lucha contra el
patronato, pero slo el 25 por ciento de los campesinos lo piensa. La escuela va a convencer a los nios de ms bajo status de su papel combativo
y, en 3 de secundaria, el orden se ha invertido y son los grupos sociales
asalariados empleados, funcionarios, obreros y campesinos donde ms
rpidamente va abrindose paso esta visin favorable a la misin sindical de defensa obrera.
La influencia del paternalismo
La antipata de los ms pequeos hacia la mediatizacin de las relaciones humanas, o simplemente su desconocimiento de este fenmeno,
es un factor importante entre los escolares de primaria. El vivir en un
mundo donde dominan las relaciones directas padre-hijo, maestroalumno, grupo de pares sita al nio en un mundo, no de relaciones
impersonales indirectas, sino personales y directas. Es lgico que la relacin obrero-patrono para l deba ser tambin directa.
Una incgnita difcil de despejar es la actitud antipaternalista de
los hijos de empresarios. Perteneciendo, como pertenecen, a uno de los
sectores ms modernos de la sociedad mexicana, al menos en lo que se
refiere a las relaciones econmicas, resulta comprensible esta posicin;
aunque parece incongruente con las facilidades otorgadas por el control
sindical a los industriales. La persistencia de formas de relacin tradicionales en el mundo campesino ayuda a explicar su adhesin a las
actitudes paternalistas manifestadas por la solucin de los problemas
de los obreros por parte de los patronos y por encima o debajo de
los sindicatos.
La enseanza, en conjunto, acarrea una visin favorable de los sindicatos en aquellos nios que, al principio, les son ms hostiles. Por
ejemplo, los hijos de los campesinos, cuando aparecen en esta encuesta (5 de primaria) sumados a quienes piden su desaparicin y los
consideran intiles para resolver el problema de un obrero, comprenden
muy cerca de un 60 por ciento; en 3* de secundaria ya no piensa as ms
76
RAFAEL SEGOVIA
Cuadro 5
A
B
C
D
Escolaridad
5?P
OrP
?S
2?S
3?S
Profesiones liberales
45.5
9.1
20.5
20.5
32.1
5.4
35.7
21.4
50.0
11.1
20.8
8.3
48.4
21.0
19.4
6.5
45.2
30.6
9.7
3.2
A
B
C
D
Empresarios
40.0
20.0
15.0
20.0
47.6
4.8
9.5
19.0
45.0
30.0
15.0
10.0
48.4.
9.7
19.4
9.7
52.0
24.0
4.0
8.0
A
B
C
D
Empleados
31.8
12.3
22.7
26.6
41.0
11.5
22.4
18.6
50.0
16.2
17.6
7.7
42.7
25.2
19.1
7.6
59.7
21.7
12.4
2.3
A
B
C
D
Funcionarios
32.6
17.4
15.2
23.9
44.7
10.6
25.5
17.0
45.8
20.3
16.9
5.1
35.0
20.0
25.0
10.0
65.0
7.5
10.0
10.0
A
B
C
D
Obreros
31.3
14.9
23.9
28.4
44.4
15.7
19.4
17.6
46.7
15.6
23.3
8.9
51.0
18.4
23.5
2.0
60.2
14.3
10.2
4.1
A
B
C
25.4
11.4
36.8
22.8
34.8
5.0
33.3
22.0
36.8
11.0
32.3
11.0
43.6
18.8
19.8
10.9
53.2
12.8
12.8
11.0
A
B
C
D
Campesinos
que la cuarta parte; los hijos de los obreros, tomando los mismos datos,
pasan de ser algo ms de la mitad en 5* de primaria a un 15 por ciento
en 3? de secundaria.
77
El deseo de participar
La visin de los p;irtidos y de los sindicatos va siendo tanto ms
favorable cuanto mayor es la informacin y la educacin que no es
slo informacin de los escolares. Pero esta visin positiva no encuentra una correlacin tambin positiva con el deseo de ingresar a partidos
o sindicatos. Es ms, la correlacin es negativa: a mayor escolaridad,
menor deseo de adherirse a las organizaciones polticas o laborales.
El deseo de entrar en un partido o un sindicato obedece a una causalidad casi infinita, como sucede con la mayor parte de los fenmenos
sociales. Por razones venidas de la limitacin de la encuesta, slo se
van a considerar dos: las aspiraciones profesionales de los nios, y dnde se educan.
El partido y el sindicato son para los nios mexicanos, una manera
de escapar de su mundo y, de manera especial, de su fracaso escolar.
Si bien, como se ha visto, se da entre ellos una aceptacin del sistema
de partidos y sindicatos y de las funciones que cumplen a medida
que va subiendo la escolaridad, esta aceptacin no va acompaada de
una voluntad expresa de entrar en ellos sino, al revs, se va manifestando un claro rechazo de la idea de verse encuadrado en organizaciones polticas formales. La situacin social de la familia va a ser un factor importante en la aceptacin o rechazo de la idea de ingresar en las
organizaciones polticas. La base de la pirmide social, hijos de obreros
y campesinos, manifiesta un nivel mucho ms alto de aceptacin que
el vrtice hijos de profesionistas y empresarios, pero las tendencias
son claramente las mismas: a mayor escolaridad y mayores aspiraciones
sociales, menores deseos de tener una credencial de un partido o de un
sindcalo. Debe advertirse cmo el rechazo de los partidos es mucho
ms rpido y contundente que el rechazo de los sindicatos. La funcin
atribuida por la mayora de los nios a los sindicatos defender a los
obreros frente a los patronos debe de manera casi segura sostener la
idea de ingresar en un sindicato, sobre todo entre los nios de extraccin obrera y campesina, y tambin entre los de padres funcionarios
siempre sindicalizados, quizs porque pese a sus aspiraciones saben
que, al cabo de unos aos, llegar la mayora de ellos a un trabajo
similar al de sus padres, donde la afiliacin al sindicato es obligatoria
y, adems, los sita en la lite de su grupo. La escolaridad no tiene
el mismo peso que el origen social al tratarse de la participacin en un
sindicato: en cualquier ao escolar, los hijos de profesionistas y empresarios se pronuncian de modo aplastante en contra del ingreso a la
organizacin obrera; entre empleados, funcionarios, obreros y campe-
78
RAFAEL SEGOVIA
Cuadro 6
CUANDO EMPIECES A TRABAJAR TE GUSTARA PERTENECER A UN SINDICATO?
Ocupacin
Escolaridad
del padre
5?P
6?P
1?S.
2?S
3?S
Profesiones liberales
s
no
no s
27.3
45.5
27.3
30.4
42.9
26.8
19.4
47.2
31.9
17.7
46.8
35.5
30.6
48.4
21.9
Empresarios
s
no
no s
20.0
40.0
40.0
23.8
47.6
28.6
20.0
45.0
35.0
16.1
58.1
25.8
36.0
44.0
20.0
Empleados
s
no
no s
45.5
22.7
31.8
41.0
32.1
26.9
37.3
29.6
32.4
32.8
45.0
22.1
46.5
26.4
27.1
Funcionarios
s
no
no s
50.0
19.6
30.4
31.9
34.0
34.0
33.9
25.4
40.7
40.0
27.5
30.0
45.0
25.0
30.0
Obreros
s
no
no s
58.2
18.7
23.1
50.0
25.9
24.1
47.8
28.9
23.3
52.0
26.5
21.4
58.2
25.5
16.3
Campesinos
s
no
no s
39.5
31.6
28.9
57.4
20.6
22.0
39.4
23.6
37.0
47.5
25.7
26.7
45.9
20.2
33.9
sinos, se est por entrar, y en las dos ltimas categoras obreros y campesinos quienes se manifiestan por el ingreso superan a quienes lo
rechazan en la proporcin de dos a uno.
Tomando a todos los grupos sin distincin de origen profesional,
la escolaridad juega contra la participacin si se controla la edad, o
sea, la mayor escolaridad, dentro de un mismo grupo de edad, menor
deseo de participacin, pero si, por el contrario, se controla la escolaridad, se advierte cmo la edad acta en favor del ingreso. Es decir, la
mala situacin escolar muchos aos y poca escuela, la imposibilidad
de ver cumplidas las aspiraciones sociales la profesin liberal con-'
duce hacia nuevos caminos: el sindicato y el partido, instrumentos
necesarios para el mundo del trabajo asalariado, con todo lo que ello
supone: cosas como el control de los afiliados, la movilizacin parcial,
pero tambin la articulacin y transmisin de sus intereses, su defensa
y promocin.
79
Cuadro 7
T E GUSTARA, CUANDO SEAS MAYOR DE EDAD, ENTRAR
EN UN PARTIDO POLTICO?
Escolaridad
5oP
GoP
1S
2<JS
3oS
Edad
10
12
13
14
15
47.9
38.9
44.6
3S.8
32.4
40.1
37.2
30.3
29.2
53.9
43.6
33.0
37.6
27.8
48.1
54.6
42.7
36.3
51.9
54.7
44.1
31.7
41.4
49.1
50.8
23.7
29.3
42.5
44.6
54.2
26.6
20.4
41.8
44.4
24.7
30.7
39.1
28.2
21.4
20.6
20.0
22.4
27.1
24.4
17.8
18.1
'
25.3
25.0
15.5
19.3
23.4
14.6
16.9
5oP
CoP
loS
2oS
3oS
27.9
42.6
5oP
6oP
los
2oS
3oS
24.2
18.5
35.5
35.8
55.4
19.9
25.4
11.8
80
RAFAEL SEGOVIA
Cuadro 8
CUANDO EMPIECES A TRABAJAR TE GUSTARA PERTENECER A UN SINDICATO?
Escolaridad
5?P
69P
lcS
2*S
Edad
i0
11
12
13
14
15
41.1
37.0
42.5
39.6
32.4
50.0
42.7
30.3
36.9
60.5
49.3
33.0
31.0
36.1
58.2
54.6
38.5
40.5
_
51.9
57.7
47.9
S*S
5<>P
30.2
69P
liS
2?S
S*S
33.3
22.0
31.2
55.9
22.5
32.7
49.1
36.9
19.7
22.1
42.5
38.8
25.0
26.6
20.4
34.2
29.7
24.7
21.9
29.5
5?P
6?P
1S
2*S
28.7
29.6
35.5
29.2
11.8
26.8
24.1
20.6
26.2
19.7
28.6
24.4
29.8
38.9
__
15.2
25.0
27.2
29.7
23.4
20.4
22.6
J5
81
xico, la participacin electoral est casi en razn inversa con el desarrollo de la entidad federativa.
De todos modos, el voto aun siendo el acto mnimo de participacin,
requiere de una serie de condiciones precisas, la primera de las cuales
es saber de la simple existencia del acto electoral, de sus procedimientos, del conocimiento de por quin se puede votar, cundo y cmo. En
el capitulo sobre informacin se seal el bajo conocimiento de Tos
nios sobre las elecciones, los cargos de eleccin popular y, con algunas
salvedades, sobre la edad ciudadana. Resulta pues curioso que la predisposicin manifiesta hacia la participacin electoral sea positiva: no
se sabe por quin votar pero se quiere votar.
"El estereotipo del votante creado por la sociologa poltica para los
pases industriales parece darse, en sus grandes lneas, entre los nios
Cuadro 9
TANTA GENTE VOTA EN LAS ELECCIONES QUE NO IMPORTA MUCHO
QUE SF. VOTE O NO
Escolaridad
Ocupacin
del padre
5?P
6?P
JfS
2?S
3?S
Profesiones liberales
Cierto
Falso
No s
43.2
34.1
22.7
35.7
39.3
25.0
25.0
56.9
18.1
19.4
75.8
4.8
14.5
77.4
8.1
Empresarios
Cierto
Falso
No s
20.0
45.0
35.0
47.6
42.9
9.5
25.0
70.0
5.0
25.8
C7.7
6.5
24.0
68.0
8.0
Empleados
Cierto
Falso
No s
40.3
26.0
33.8
40.1
32.1
27.6
31.7
47.9
19.7
35.1
55.0
9.9
31.8
56.6
11.6
Funcionarios
Cierto
Falso
No s
34.8
30.4
34.8
46.8
27.7
25.5
30.5
49.2
20.3
30.0
55.0
15.0
27.5
52.5
20.0
Obreros
Cierto
Falso
No s
47.8
23.0
28.4
38.0
33.3
26.7
40.0
12.2
17.8
42.9
44.9
12.2
21.4
60.2
18.4
Campesinos
Cierto
Falso
No s
36.8
31.6
31.6
39.0
28.4
32.6
37.8
33.9
28.3
29.7
45.5
24.8
33.9
51.4
14.7
82
RAFAEL SEGOVIA
Escolaridad
Ocupacin
del padre
9P
6?P
1?S
2?S
3fS
Profesiones liberales
Si
No
No s
81.8
6.8
11.4
75.0
5.4
19.6
81.9
5.6
12.5
85.5
1.6
12.9
91.9
0.0
8.1
Empresarios
Si
No
No s
60.0
20.0
20.0
76.2
19.0
4.8
90.0
0.0
10.0
93.5
0.0
6.5
88.0
4.0
8.0
Empleados
Si
No
No s
72.1
7.8
19.5
78.8
5.8
15.4
82.4
5.6
12.0
87.0
3.1
9.9
86.8
2.3
10.9
Funcionarios
Si
No
No s
73.9
8.7
17.4
78.7
2.1
19.1
81.4
3.4
15.3
87.5
5.0
7.5
90.0
0.0
10.0
Obreros
Si
No
No s
83.6
2.2
14.2
84.3
3.7
12.0
88.9
3.3
7.8
87.8
4.1
8.2
87.8
4.0
8.2
Campesinos
S
No
No s
64.9
14.9
20.2
77.3
5.0
17.7
81.1
2.4
16.5
84.2
5.0
10.9
84.4
S.7
11.9
83
Esta intencin parece responder, en los primeros aos escolares estudiados, a estmulos puramente formales, pues la confianza en el poder
del voto es mnima. La escuela va a ser, en este sentido, el agente fundamental en la liquidacin del cinismo poltico, sobre todo electoral,
porque si los nios dudan en 5? de primaria de la efectividad de la
participacin, esta duda desaparece rpidamente a medida que van
pasando aos en las escuelas; de acuerdo con el origen profesional del
padre, al llegar al ltimo ao de secundaria, expresan una firme y amplia conviccin en el hecho de ir a las urnas.
Las elecciones, no se olvide, para el universo infantil mexicano y
escolarizado, se centran en la .eleccin del Presidente. Los gobernadores
estatales, los senadores y los diputados vienen muy atrs. Se trata de
un band-wagon effect, de un deseo de confirmar una decisin tomada
fuera del control de los ciudadanos, en cuya efectividad no se cree?
Los datos obtenidos no permiten pronunciarse en ningn sentido pero
s puede sealarse: 1 la amplitud del deseo de participar en el primer
escaln de la poltica por parte de casi todos los nios encuestados y
el crecimiento de las actitudes positivas hacia el voto (s importa votar
aunque todo el mundo vote) ; 2' la aceptacin creciente de la organizacin de los partidos y de la funcin de los sindicatos en el sistema
poltico de Mxico y 3 una aceptacin selectiva del ingreso en los
partidos y los sindicatos, determinada por el origen social y el xito
escolar.
CAPTULO V
se trata de estudiar algunos de los elementos constitutivos del nacionalismo de los nios mexicanos y observar cmo este
nacionalismo vara en funcin de agentes tales como la escuela, la escolaridad, la localidad, la ocupacin del padre, etc. En una segunda parte
se intenta ver qu reacciones despierta en ellos el mundo exterior y
cmo este mundo influye sobre su nacionalismo.
EN ESTE CAPTULO
[85]
86
RAFAEL SEGOVIA
87
mexicano
88
RAFAEL SEGOVIA
89
Hroes y nacionalismo
El hroe es tanto un smbolo de la identificacin con la nacionalidad como la expresin de una ideologa poltica. Es el mantenedor o
creador de la nacionalidad, encarna las virtudes cvicas, representa a
la nacin en lucha contra la adversidad. Sus virtudes son usadas como
gua de los gobiernos del momento y, por ello, se le convierte en smbolo. Es un dios tutelar, un santo intercesor y un hroe en el sentido
clsico.
Desde la estatua pblica hasta los carteles que ornan las calles en
las ocasiones ceremoniales y rituales, pasando por las ilustraciones de
los textos escolares, los nios se familiarizan con l: reconocerse en l es
90
RAFAEL SEGOVIA
91
Ocupacin
Porcentajes
Personaje
Prof. lib.
Jurez
Morelos
59.1
11.4
66.1
8.9
70.8
8.3
62.9
12.9
62.9
6.5
Jurez
Morelos
70.0
10.0
76.2
14.3
50.0
5.0
67.7
9.7
56.0
8.0
Jurez
Morelos
53.9
9.7
58.3
13.5
66.9
9.2
75.6
8.4
72.9
7.0
Jurez
Morelos
50.0
8.7
63.8
6,1
79.7
10.2
62.5
17.5
80.0
5.0
Jurez
Morelos
53.7
8.2
65.7
10.2
76.7
5.6
69.4
7.1
79.6
5.1
Jurez
Morelos
54.4
7.0
58.9
6.4
70.9
6.3
67.3
9.9
75.2
6.4
Empresarios
Empleados
Funcionarios
Obreros
Campesinos
te, y los ritos oficiales no han logrado despejar esta nube. Daz y Madero
no llaman a la atencin de los nios ms que Corts y Cuauhtemoc,
aunque conviene sealar la primaca concedida a Madero sobre Daz
en las escuelas pblicas y religiosas, pero no en las privadas laicas. La
heroicidad concedida a Jurez dificulta ver a los hombres, ya menos
heroicos, que tras l se sitan.
No sucede lo mismo con los antihroes, donde tres de ellos se disputan agriamente el primer lugar. Corts, Maximiliano y Daz, los tres
92
RAFAEL SEGOVIA
Ocupacin
Personaje
S?P
6'P
]?S
2?S
3?S
Maximiliano
Corts
P. Diaz
36.4
27.3
15.9
21.4
33.9
17-9
23.6
18.1
26.4
24.2
24.2
21.0
43.5
17.7
14.5
Maximiliano
Corts
P. Daz
15.0
30.0
25.0
14.3
28.6
28.6
25.0
25.0
20.0
32.3
G.5
25.8
20.0
20.0
32.0
Maximiliano
Corts
P. Daz
18.8
25.3
14.9
21.2
25.6
20.5
21.1
21.1
22.5
32.1
30.5
23.7
31.8
28.7
20.9
Maximiliano
Corts
P. Daz
15.2
30.1
13.0
21.3
34.0
17.0
32.2
27.1
22.0
32.5
25.0
12.5
35.0
27.5
22.5
Maximiliano
Corts
P. Daz
12.7
29.9
20.9
10.1
36.1
24.1
17.8
34.4
22.2
30.6
24.5
28.6
28.6
20.4
29.6
Maximiliano
Corts
P. Daz
10.5
31.6
14.9
21.3
27.0
19.9
20.5
20.5
26.0
22.8
22.8
33.7
35.8
24.8
21.1
Prof. lib.
Empresarios
Empleados
Funcionarios
I llifAr/M
v#urcros
Campesinos
93
91
RAFAEL SEGOVIA
95
orgullo nacional del mexicano no puede ser atribuido de manera exclusiva a la Revolucin Mexicana, pero "hay cierta evidencia de que
el impacto continuo de la Revolucin como un proceso en marcha explica en parte el tipo de vinculacin al sistema poltico que los entrevistados mexicanos manifiestan",11 y eso a pesar de la escasa informacin que sobre las metas revolucionarias posean los interrogados.
Adems de la omnipresncia del mito revolucionario, su aceptacin
casi universal no deja de sorprender. El 83 por ciento de los entrevistados por Kahl , s manifestaban haber ganado algo con la Revolucin
y de quienes podan sealar una meta revolucionaria en el cuestionario de Almond y Verba el 25 por ciento pensaba que las metas haban
sido alcanzadas, el 61 declaraba que la gente an estaba trabajando
para lograrlas y slo el 14 pensaba que haban sido olvidadas.13 Y,
cosa curiosa, quienes decan que an se estaba trabajando para lograrlas, eran los que manifestaban un mayor orgullo en el sistema poltico.
Otro punto interesante, claramente conectado con el anterior, es
la idea de la Revolucin como fenmeno histrico abierto hacia el futuro, de infinita vigencia, perfectible e insustituible. No slo fos "revolucionarios", incluso quienes no haban nacido en 1910, es decir, el
personal x>ltico in tolo sino el hombre comn y corriente, acepta
el carcter benfico en todo y para todos de la Revolucin Mexicana. F.l
mito est an vivo, acta y lo que se han considerado ataques en su
contra a veces simples anlisis ha sido obra de las lites intelectuales de la nacin que, por lo dems, han limitado sus crticas o anlisis a los aspectos parciales de la Revolucin y casi nunca a la razn
de ser de 1910.14 Las criticas han sido de grado o de matiz y nunca
o casi nunca ataques globales o radicales; no se le ha negado en genen C. Almond y Sidney Verba, The Civic Culture, p. 104.
12 Kahl, Joseph, The Measurement o/ Modernisation: A Study of Values in
Brazil and Mexico. Austin, University of Texas Press, 1968.
G. Almond y S. Verba, op. cit., loc. cit.
" El tiabajo de Carlos Monsivis, es una critica total a la ideologia oficial y su
tema e el no haber alcanzado la Revolucin las Dictas que se propuso. En esto
Monsivis coincide con gran parte de los crticos marxistas o incluso con los no
marxistas, como L. Mcycr, que por primera vez ponen en duda desde un punto de
vista no conservador el fracaso de la Revolucin. En los aos cuarenta la divisin
era todava tajante entre quienes criticaban a la Revolucin Mexicana "desde dentro", es decir, sin poner en duda su bondad en conjunto y quienes la criticaban
desde fuera, los nostlgicos del Poifirismo, quienes por razones simplemente temporales ya han desaparecido. Daniel Coso Villegas, Jess Silva Herzog y, algo despus. Octavio Paz provocaron, autnticos escndalos con sus exmenes crticos de
Mxico.
96
RAFAEL SEGOVIA
07
Profesiones
liberales
Funcionarios
Empleados Obreros
Campesinos
72.6
10.0
17.4
60.5
16.4
23.1
24.5
49.6
25.8
22.4
43.9
33.7
que la hicieron
13.6
IS.3
69.4
70.0
17.0
16.7
15.9
63.7
19.9
98
RAFAEL SEGOVIA
99
Ocupacin
Pais
5?P
6?P
lS
2S
3S
Mxico
USA
Inglaterra
81.8
0.1
4.5
73.2
10.7
1.8
65.3
12.5
12.5
66.1
14.5
12.9
54.8
12.9
16.1
Mxico
USA
Inglaterra
90.0
5.0
0.0
71.4
0.0
4.8
75.0
10.0
0.0
83.9
0.0
3.2
60.0
16.0
12.0
Mxico
USA
Inglaterra
87.7
3.2
0.G
84.6
6.1
0.6
81.7
7.0
2.1
79.4
9.9
5.3
73.6
9.3
4.7
Mxico
USA
Inglaterra
89.1
4.3
4.3
78.7
2.1
0.0
83.1
6.8
0.0
95.0
2.5
2.5
85.0
5.0
7.5
Mxico
USA
Inglaterra
81.3
9.0
0.7
75.0
12.0
2.8
!)().()
1.1
22
85.7
7.1
3.1
71.4
7.1
2.0
Mxico
USA
Inglaterra
78.9
8.8
0.9
88.7
4.3
2.1
93.7
3.1
0.0
80.2
6.9
2.0
79.8
11.0
0.9
Prof. lib.
Empresarios
Empleados
Funcionarios
Ourpme
* *fcJ,^ 1 \fs
Campesinos
100
RAFAEL SEGOVIA
101
Ocupacin
Pais
?P
<S?P
US
2?S
5?S
Mxico
USA
Guatemala
Francia
59.1
38.6
22.7
22.7
71.4
44.6
16.1
16.1
79.2
50.0
30.6
34.7
58.1
46.8
29.0
30.6
59.7
51.6
29.0
41.9
Mxico
USA
Guatemala
Francia
60.0
20.0
25.0
35.0
61.9
38.1
23.8
14.3
70.0
50.0
35.0
30.0
61.3
38.7
29.0
41.9
60.0
56.0
44.0
40.0
Mxico
USA
Guatemala
Francia
60.4
36.4
20.8
18.8
59.0
41.0
20.5
18.6
63.4
34.5
23.2
19.0
55.7
48.9
29.8
23.7
62.0
47.3
31.8
31.8
Mxico
USA
Guatemala
Francia
69.6
30.4
15.2
19.6
59.6
48.9
27.7
10.6
74.6
45.8
16.9
30.5
67.5
55.0
25.0
32.5
72.5
42.5
25.0
30.0
Mxico
USA
Guatemala
Francia
68.7
37.3
22.4
25.4
64.8
51.9
21.3
16.7
74.4
56.7
28.9
28.9
69.4
42.9
32.7
21.4
71.4
43.9
28.6
20.4
Mxico
USA
Guatemala
Francia
67.5
42.1
18.4
24.6
63.8
53.9
18.4
12.1
70.1
40.2
19.7
25.2
69.3
40.6
27.7
19.8
64.2
33.0
22.9
23.9
Prof. lib.
Empresarios
Empicados
Funcionarios
Obreros
Campesinos
102
RAFAEL SEGOVIA
estudiantil de 19G8: la ms compleja y ms abundante informacin caracterstica de los hijos de profesionistas les permite una ms ciara percepcin de la importancia de las diferencias econmicas imperantes en
el pas, lo que a su vez permite llevar la unidad nacional al terreno
de la duda, como lo prueba la subida de las contestaciones negativas
con el paso de los aos escolares.
La democracia presenta las mismas dificultades que la libertad: pocos estn de acuerdo sobre el contenido. Pero despus de la segunda
guerra mundial se ha convertido en un valor casi absoluto y, para evitar el negarla, se la adjetiva. Puede ser orgnica, popular, revolucionaria, nacional o socialista y con ello se manifiesta el sistema poltico
donde se ejerce. El rgimen ms totalitario que se pucd:i encontrar
hallar la manera de proclamarse demcrata. De la variedad de contenidos, con frecuencia mutuamente excluyentes, se deriva su valor mtico. A esto debe aadirse la dificultad que el nio encuentra para captar
y entender las implicaciones que la democracia, adjetivada o no, puede
tener en su p;:s. l a democracia se le presenta como un valor en s
y por lo tanto la atribuye a los pases por los que siente simpata y la
niega a los pases por los que siente hostilidad.
Mxico resulta ante sus nios un pas naturalmente democrtico,
mucho ms que los pases europeos como Inglaterra o Francia, ms
que el Canad y ms que los Estados Unidos, el nico que, de lejos,
se le acerca. Y ms tambin que Guatemala, colocada justo detrs de
los Estados Unidos en lo que a virtud democrtica se refiere. Los pases
democrticos, despus se ver, son para los nios, los amigos del suyo.
El mito democrtico, en los grupos ms favorecidos, va teniendo
cada vez ms fuerza hasta primero de secundaria, donde empieza a caer,
a erosionarse en cuanto a mito. En los dems grupos, tiene una vida
segura: hijos de funcionarios quizs por razn de la ocupacin del
padre, de obreros y de campesinos, estn convencidos de manera firme de la democracia en que viven. Pero la informacin se. presenta, y
la democracia, de ser un mito, se transforma en un elemento analtico:
el caso de Inglaterra lo demuestra. Con ser esta nacin una de las pocas
alternativas que, en lo que hace a la libertad, el nio mexicano elige
contra su pas, no alcanza los niveles de Francia o el Canad en la
percepcin del mito democrtico. En Inglaterra hay libertad pero en
Francia y el Canad hay democracia, debido quizs a la identificacin
entre el rgimen republicano y la democracia, como sucede en el caso
de Mxico, y que puede acarrear la exclusin de los regmenes monrquicos. Esto no parece aplicarse al caso de los pases socialistas, a quienes se niega absolutamente todo a medida que los nios van creciendo.
103
Cuadro 6
A PESAR DE QUE UNOS SON RICOS Y OROS POBRES, LOS MEXICANOS
ESTN UNIDOS ENTRE S
Escuela
5?P
6?P
if.S
2?S
*S
Pbl.
Priv.
78.4
83.G
81.4
79.4
82.0
75.0
81.1
08.1
72.0
63.1
Pbl.
Priv.
8.7
9.1
11.1
13.9
12.0
15.3
14.1
20.4
21.8
30.1
Pbl.
Priv.
12.9
7.0
6.9
C.7
6.0
9.7
4.8
11.5
6.1
6.8
104
RAFAEL SEGOVIA
i?P
6?P
1!*
2?S
3;S
Pbl.
Priv.
66.7
86.0
78.0
93.2
88.0
86.1
88.0
93.1
88.5
86.5
Pbl.
Priv.
8.6
4.8
3.8
4.0
7.3
2.3
4.6
3.6
4.0
3.3
Pbl.
Priv.
12.9
9.0
16.2
8.8
14.3
15.0
6.2
6.4
11.5
57.
Pbl.
Priv.
9.9
11.0
7.4
8.8
6.8
12.9
7.3
12.5
9.4
14.4
Pbl.
Priv.
24.2
29.4
31.0
46.8
39.4
35.2
57.9
55.3
60.9
55.2
Estados Unidos
Rusia
Cuba
Inglaterra
Guatemala
105
ms atributos. Los dos pases fronteros son considerados libres, democrticos y adems, en lo que se refiere a los Estados Unidos, rico y racista. Los otros pases cuentan poco en el plano de las amistades internacionales, pero no suelen ser vistos como enemigos.
La seguridad tradicional, la ausencia de amenazas directas y la falta
de simetra en el plano internacional se dibujan en el convencimiento
infantil. Como en los casos anteriores, este convencimiento no est
repartido de manera uniforme: son de nueva cuenta los nios de alto
status los mejor informados quienes mejor admiten esta armona
de las relaciones de Mexico con sus vecinos del norte y del sur, quienes
con ms frecuencia declaran a su patria libre de enemigos.
Si los vecinos son amigos, algunos pases son receptores de la hostilidad infantil. Cuando la hostilidad aparece no parece deberse a los
caracteres nacionales de tal o cual nacin, dado que el extranjero es
descrito casi siempre bajo los rasgos del gringo, sino porque, como ya
se haba empezado a concretar en pginas anteriores, se est en contra
de un sistema poltico. Los pases enemigos de Mxico, cuando aparecen, son la Unin Sovitica y Cuba. La hostilidad encuentra un terreno
privilegiado entre los nios ms pequeos, siempre ms dispuestos a
manifestar temor ante lo desconocido. La escuela disipa bastante aprisa
estos temores. En la escuela primaria hay una clara tendencia a sealar
enemigos entre aquellos pases sobre los que se tiene una escasa informacin (Francia e Inglaterra) que pronto ceden ante aquellos que se
empiezan a conocer (la URSS y Cuba), o sea que, en caso de no haber
un nuevo elemento capaz de crear un halo de hostilidad en torno a
una nacin, como el socialismo o el comunismo, la dea de enemistad
va desapareciendo. Pero incluso la enemistad hacia los pases socialistas
no crece: o se estabiliza, o se refugia en los grupos de bajo status social,
como los obreros y los campesinos, donde se dan los mayores niveles de
intolerancia. El rechazo del socialismo se produce, como era de esperarse, tambin en los estados menos desarrollados del pals.
La amistad de un pas no significa que el nio quiera vivir en l.
La hate-love relation tradicional de las relaciones mexicano-norteamericanas se trasluce en las actitudes que los Estados Unidos y Europa
Occidental evocan en los escolares. Los Estados Unidos, ya se vio, aparecen como democrticos, ricos y racistas, adems de ser los mejores
amigos de Mxico. Entre los nios ms jvenes son la alternativa en
caso de tener que residir fuera de su patria, entre otras razones porque
su conocimiento del mundo exterior parece detenerse en los dos pases
fronterizos. Pero el deseo de residir en ellos no es demasiado grande,
antes bien, cuanto ms saben los escolares de los Estados Unidos y lo
que antes y ms rpidamente aprenden, lo que se sita en primer lu-
106
RAFAEL SEGOVIA
Cuadro 8
PASES ENEMIGOS DE MXICO
Pals
Escuela
5P
6fP
7?S
2?S
J?S
Pbl.
Priv.
16.7
4.9
10.7
7.7
7.5
8.0
8.4
5.3
9.4
5.6
Pbl.
Priv.
44.4
51.7
39.4
51.8
34.2
35.2
32.7
36.6
33.0
27.4
Pbl.
Priv.
37.8
26.0
20.6
24.1
20.2
21.9
21.0
25.8
19.1
17.0
Pbl.
Priv.
26.8
21.2
23.1
16.1
12.9
5.9
9.4
5.1
7.1
1.7
Pbl.
Priv.
10.5
3.2
3.2
1.4
3.0
3.4
3.0
1.1
6.2
3.3
Estados Unidos
Rusia
/**IIKA
i_iUua
Inglaterra
Guatemala
107
Cuadro 9
Si TUVIERAS QUE VIVIR FUERA DE MXICO, EN QUE PAS
TE GUSTARA VIVIR?
Pats
Escuela
5?P
6?P
ITS
2?S
3?S
Pbl.
Priv.
39.1
42.8
45.6
48.5
46.7
37.7
39.0
36.0
39.2
28.2
Pbl.
Priv,
17.5
25.0
17.5
28.9
30.4
40.6
37.2
47.8
40.5
52.1
Pbl.
Priv.
9.8
9.2
9.7
7.0
4.8
6.6
5.0
4.9
7.0
6.4
Pbl.
Priv.
6.0
4.8
5.5
2.G
3.5
0.9
3.0
1.5
2.1
1.1
Estados Unidos
Europa
Canad
Guatemala
Escuela
StP
6tP
JS
2?S
Pbl.
Priv.
87.7
85.3
88.5
81.4
81.4
73.7
77.0
64.6
69.3
61.7
Pbl.
Priv.
5.2
7.0
4.6
11.1
10.0
14.0
15.0
26.1
20.2
29.1
Pbl.
Priv.
7.1
7.3
6.3
7.4
8.6
12-3
8.0
9.3
10.5
9.2
}?S
Cierto
Falso
No s
RAFAEL SEGOVIA
108
Escuela
5fP
6?P
IS
2iS
?S
Pbl.
Priv.
33.2
31.8
37.8
50.3
50.1
50.8
62.2
64.1
58.1
60.6
Pbl.
Priv.
53.5
53.4
51.0
38.1
40.9
28.3
28.4
29.2
30.9
21.8
Estados Unidos
Mxico
Slo hay dos lugares donde un nio mexicano cree poder encontrar
trabajo, Mxico y los Estados Unidos: el prestigio de Europa, hecho
ms por las agencias de turismo que por los manuales de historia, se
desvanece tan pronto como se plantean los imperativos del porvenir
ante los escolares, y la amistad de Guatemala no conduce a casi ningn
nio a suponer que all podra encontrar manera de vivir.
El conocimiento infantil del mundo exterior, limitado, centrado
ajustadamente en torno al propio pas, es, en sus grandes lneas, exacto.
Que los nios mexicanos sean en su gran mayora de un gran nacionalismo, que acepten sus smbolos y mitos, que se sientan profundamente vinculados con su patria, es normal. Para ello reciben una educacin de contenidos nacionales y nacionalistas. El xito de la escuela
revolucionaria en este terreno no puede ni discutirse y, de cuantos
agentes han contribuido a la formacin^ de la nacionalidad, ha sido
109
CAPTULO VI
LA JERARQUA DE LA INFLUENCIA
Los NIOS MKXiCANos perciben la influencia poltica, o sea la capacidad de modificar una decisin poltica en favor de un grupo, dentro
de una escala jerrquica que corre desde el Presidente de la Repblica
hasta la Iglesia: son la cima y la sima del sistema.
El lugar ocupado por el Presidente encuentra explicaciones a granel. Rgimen presidencial; papel secundario y borroso de los otros poderes constitucionales; confusin de la funcin y de la persona; imagen
dominante en los medios de comunicacin de masas; arbitro de todo
conflicto poltico; la lista resultara inacabable. Pero, conviene aadir
un elemento ms: para los nios en Mxico es la figura ms conocida
de todo el sistema, es ms conocido incluso que el hecho de poder
votar.
A partir de l y por debajo de l se ordena todo el mundo poltico.
Los sindicatos son quienes ms se acercan a l, junto con una categora ambigua por la palabra que la expresa, los "ricos", pero carente
de ambigedad en la vida poltica mexicana. Rico e influyente suelen
identificarse: un "influyente" siempre es rico, aunque no todos los ricos
sean influyentes. I^as claras ansias de logro individual dominantes entre
los nios los suben a un peldao que se nivela casi con el ocupado
por los sindicatos.
Ms abajo se hallan los peridicos y las empresas: El hecho de hateras calificado de "grandes" puede haber causado en parte su alta
ponderacin; el contenido poltico de los peridicos sera una razn
plausible, aunque no suficiente, para la situacin de la prensa en la
jerarqua infantil. Estas dos variables, como se ver ms adelante, no
son percibidas tan uniformemente como las anteriores.
Estudiantes, ciudadanos comunes y corrientes e Iglesia se sitan en
el fondo. A pesar de un acuerdo de casi todas las variables independientes, son quienes ms oscilarn dentro de la escala: sobre todo los estudiantes y la Iglesia. Sealemos, antes de seguir adelante, el bajo grado
[Mi]
112
RAFAEL SEGOVIA
Pblicas .
Presidente
Sindicatos
Ricos
Peridicos
Empresas
Estudiantes
Ciudadanos
Iglesia
2.67
2.14
2.09
1.87
1.86
1.74
1.33
1.02
Escuetas
Privadas
Micas
Relig.
2.83
2.06
2.12
1.84
1.78
1.49
1.34
1.15
2.71
2.28
2.13
1.7-1
1.83
1.41
1.28
1.06
Hombres Mujeres
Urbanas Rurad
2.68
2.14
2.09
1.79
1.81
1.25
1.34
1.02
2.70
2.14
2.11
1.94
1.88
1.59
1.29
1.06
2.72
2.16
2.01
1.81
1.83
1.43
1.26
1.04
2.66
2.10
2.16
1.88
1.88
2.07
1.12
1.05
NOTA: Para elaborar este ndice se concedieron los valores siguientes a la pregunta ntfm. 60 del cuestionario:
Mucho:
Regular:
Poco:
Nada:
3
2
1
0
113
Len, poseen una informacin mayor que los dems escolares, y el conocimiento del sistema lleva a considerar al Presidente como la figura
clave, aunque no se est de acuerdo con ello.
El afecto o antipata por los sindicatos no afecta la percepcin subjetiva de su poder. Quienes menos dispuestos se muestran a entrar en
ellos al tener la edad requerida, los nios de las escuelas religiosas
son quienes ms poder les conceden (2.28). El fenmeno no es nuevo
y volveremos a encontrarlo en algunas ocasiones: cuando ms alejado
se est de una institucin ms poder se le concede en un plano subjetivo.
Los nios de los establecimientos laicos y privados ven en los sindicatos una capacidad de influencia menor que en los ricos, cosa que no
sucede en las escuelas pblicas. Estos, los ricos, sin embargo, son colocados en un mismo nivel por los tres tipos de escuela, pues, como habamos sealado anteriormente, el deseo de logro individual es un fenmeno general dentro de la cultura poltica de Mxico.
Peridicos y empresas, a pesar de quedar situados por encima de la
media (1.50) oscilan entre el 4 y 5 lugares de acuerdo con las escuelas. El carcter en principio no poltico de una empresa y la amplitud
de los intereses de la prensa son inconvenientes mayores para percibir
su funcin poltica. El grupo "estudiantes" va a originar oscilaciones
an ms espectaculares.
Las escuelas ms afectadas por el movimiento de 1968, las pblicas,
confieren a los estudiantes un nivel de influencia mucho ms elevado
(1.74) que las privadas laicas (1.49) y las religiosas (1.41). Cabe nuevamente preguntarse si un mayor realismo poltico, originado a su vez
por un conocimiento ms precioso y amplio del sistema jx>ltico, no
lleva a las escuelas privadas a disminuir el grado de influencia concedido a los estudiantes. Dos resultados que se expondrn ms adelante
nos permiten suponerlo: cuanto ms inmiscuidos estuvieron los sectores
expresados por las variables independientes, menor es la influencia concedida a los estudiantes como grupo poltico. 1.a ponderacin resultante a las escuelas pblicas que de ninguna manera deben confundirse con las del Distrito Federal o las urbanas no debe tomarse en
consideracin hasta conocer los resultados del anlisis de otras variables.
El escepticismo universal de los nios en lo que hace a su influencia poltica se manifiesta tambin en Mxico, donde debe tambin
considerarse la desconfianza general y el autoritarismo tanto de la cultura como del sistema poltico. Las escuelas religiosas son quienes ms
escpticas se muestran frente al influjo de los ciudadanos sobre la
poltica.
Queda la Iglesia, vista unnimemente como un organismo incapaz
114
RAFAEL SEGOVIA
115
Grfica 1
in
v>
UI
oc
o.
a
ac0.-I
<
z
o
o
2
in
<
<r
a
E
UI
UI
-i
a.
a
Ui
DOS
b.K
ONI
2
O
ARI
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X
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U.
Ul
o.
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~11
PRESIDENTE
RICOS
SINDICATOS
PERIDICOS
EMPRESAS
STUDIANTES
CIUDADANOS
,\
i
i
i
i
i
L
,-J
ri
l
I
I
I
IGLESIA
117
118
RAFAEL SEGOVIA
Grfica 2
3.0 <
10
II
12
13
14
15
2.9
2 8
PRESIDENTE
2.7'
2.6'
2.5
2.4
SINDICATOS
2.3
/'
2.2.
RICOS
EMPRESAS
2.1
2.0'
' '
1.9'
PERIDICOS
1.8'
.7
1.6'
ESTUDIANTES
1.5'
1.4'
1.3'
1.2'
f.l
1.0 '
0.'
0.8'
0.7
CIUDADANOS
120
RAFAEL SEGOVIA
poltica es para los nios mexicanos un hecho incontrovertible que manifiesta la secularizacin de la vida poltica, la marcada baja de la percepcin de la influencia ciudadana expresa una vez ms el autoritarismo del sistema, visto con mayor claridad a medida que pasan los
aos.
En resumen, los nios mexicanos tienen una visin claramente establecida de la distribucin de la influencia poltica. Entre sus dos polos, el Presidente de la Repblica y la Iglesia el superior y el inferior la jerarqua rara vez se altera en el caso del Presidente, los sindicatos y los ricos. La ambigedad del papel desempeado por las
empresas y la prensa se manifiesta a travs de todas las variables independientes utilizadas en este anlisis escuelas, sexo, habitat, ocupacin
del padre, edad y lleva a percejxriones diferenciales marcadas. Los dos
grupos polticos menos articulados los estudiantes y los ciudadanosson colocados en la parte inferior de esta escala de influencia. Su falta
de articulacin no debe ser la causa nica de su cada: el autoritarismo
dominante tanto en el sistema poltico como en la cultura mexicana
interviene en la falta de peso especifico atribuido a estos dos grupos y
el aumento de informacin aportado por la edad introduce un nuevo
factor negativo en la percepcin de la influencia de los ciudadanos.
Esta misma informacin es la que produce la cada vertiginosa del poder atribuido a la Iglesia.
C\PTULO Vil
AUTORITARISMO Y DEMOCRACIA:
LA PERCEPCIN SUBJETIVA DEL PODER
VARIOS AUTORES
122
RAFAEL SEGOVIA
123
124
RAFAEL SEGOVIA
6?P
Its
2?S
Pbl.
Priv.
2.51
2.52
2.69
3.10
2.97
3.02
3.25
3.74
3.82
4.35
Pbl.
Priv.
3.53
4.11
4.24
4.09
4.15
3.84
4.50
4.46
4.56
3.85
Escuelas
Democracia
Autoritarismo
NOTA: Las cifras que aparecen en este cuadro son e! resultado de sumar las contestaciones autoritarias o democrticas dadas a la escala que aparece con el nmero 25
en el cuestionario y despus dividirlas entre cuatro.
125
escala de Guttman no extraen las contestaciones que deberan corresponder a este tipo de escala,18 pero esto no obsta para que las contestaciones en si sean por dems reveladoras.
Dos de ellas reflejan (la A y la D) una actitud profundamente
autoritaria, basada en uno de los rasgos esenciales de los temperamentos autoritarios la desconfianza: el no poder confiar en los dems.
Una causa social parece incidir sobre esta contestacin, y se puede observar en dos instancias. Primero, en que los nios de los establecimientos privados en mejor situacin econmica, con mejores perspectivas para el futuro, viviendo en un mundo ms protegido tienden
ligeramente a aumentar su confianza en los dems. Segundo, la cada
que se presenta en 1 de secundaria, cuando el nio cambia casi siempre de colegio y, de manera obligatoria, es vctima del mtodo de enseanza ya no se tiene un solo profesor sino varios. Estos cambios,
que por fuerza introducen una cierta inseguridad y temor el grupo
de iguales, de compaeros, de pares acaba de cambiar son seguramente los responsables de la baja de confianza en los otros.
El segundo rasgo esencial es el atribuir los fracasos exclusivamente
a la falta de esfuerzo personal. La evidencia es aplastante. No slo se
rechaza con esto las causas sociales del fracaso, la idea de que no todos
estn en la misma situacin ni gozan de las mismas facilidades para
triunfar en el mundo. La falta de empatia es total, absoluta; no slo
las contestaciones que atribuyen la ausencia de triunfos a la falta de
esfuerzo personal son altsimas en promedio, y adems no crecen sino
de manera muy lenta a travs de la edad y de la escolaridad.
Las otras dos preguntas van contaminadas pues reflejan respuestas
de hecho y no de opinin, juicios de realidad y no de valor. Si las mujeres deben o no intervenir en la poltica puede ser para el nio una
evidencia: desde el momento en que pueden votar y la mayora conoce este dercdio femenino el fenmeno de la intervencin femenina
est dado y se trata de manifestar algo obvio. Adems, el hablar de
poltica sobre todo en la casa, muestra la presencia de la madre o de las
hermanas en la poltica.
En lo que se refiere a los hombres fuertes, la palabra lder va cargada d connotaciones sindicales, y no evoca al caudillo, al jefe mximo, al gua. Pero no deja de resultar sorprendente el apego de los
nios a la ley en este caso, cuando le han mostrado, en otra parte, su
despego.
Algunos puntos pueden coadyuvar a rastrear las manifestaciones del
13 En una prueba absoluta de como una escala hecha para una cultura determinada no sirve en otra.
126
RAFAEL SEGOVIA
127
de hallar una respuesta confiable en los dems, el individuo se abstiene de emprender cualquier accin que, adems de estar condenada al fracaso, puede situarlo en una posicin peligrosa frente al poder. La desconfianza generada por los regmenes autoritarios limita pues la participacin, y la falla de participacin produce a su vez un sentimiento
de ineficacia poltica.
La dimensin eficacia-ineficacia, el sentimiento de poder influir sobre la poltica, de creer que sus opiniones sern tomadas en cuenta y
el convencimiento subjetivo de ayudar a crear las decisiones fueron medidas tambin con ayuda de una escala de Guttman, que en esta ocasin s funcion en cuanto tal.
El mayor grado de ineficacia se dara en quienes no pueden siquiera
contestar a las preguntas, entre los que no tienen capacidad para expresar su sentimiento de desvalimiento frente al mundo de la poltica.
Como se puede ver, estos ineficaces absolutos disminuyen rpidamente.
Cuadro 2
LA PERCEPCIN DK LA CAPACIDAD POLTICA DEL SUJETO
Escuelas
rP
6.P
US
2?S
J?S
Eficacia
Pbl.
Priv.
2.54
2.51
2.35
2.77
3.13
2.98
3.21
4.09
4.04
4.86
Pbl.
Priv.
4.-16
4.67
4.B6
4.39
4.46
3.90
4.89
4.21
4.42
3.71
Ineficacia
D.K.
NOTA: Las cifras que aparecen en este cuadro son el resultado de sumar las contestaciones <juc evidencian la eficacia o la ineficacia dadas a la escala que aparece
con el nmero 26 en el cuestionario y despus dividirlas por cuatro.
128
RAFAEL SEGOVIA
Cuadro 3
EFICACIA
Escuelas
XP
6tP
J?S
2?S
3iS
Pbl.
Priv.
10.9
9.8
10.9
12.2
16.3
11.9
13.0
17.3
21.4
30.6
Pbl.
Priv.
27.1
28.0
27.6
28.0
30.2
24.6
26.4
32.3
30.2
30.1
Pbl.
Priv.
26.2
30.1
25.9
31.4
35.1
34.7
41.6
52.2
54.5
70.4
Pbl.
Priv.
25.7
32.5
29.7
39.5
43.7
48.3
47.5
61.9
55.5
63.6
26. Elige una respuesta para cada una de las afirmaciones siguientes:
A Algunas veces la poltica y el gobierno parecen algo tan difcil que una
persona como yo no puede comprender de qu se trata.
S
No
No s
B No creo que los polticos se interesen por lo que piensan personas como las
de mi familia.
S
No
No s
No
No s
D Tanta gente vota en las elecciones que no importa mucho que se vote o m>.
Sf
No
No s
formacin y a la cultura, los ms urbanizados, etc., adquieren de inmediato y en16 cualquier circunstancia poltica un mayor sentimiento de
influencia.
No se puede intervenir sobre aquello que se ignora. El desconocimiento de un medio, el no poder predecir sus reacciones, no conocer
1 Richard Centers, "Children of the New Deal: Social Stratification and Adolescent Attitudes", en R. Bcndix y S. M. Lipset (eds.), Class, Status & Power, Nueva
York, The Free Press of Glencoe, 1953.
129
las reglas del juego en 1 practicadas son causas suficientes para no querer aventurarse en l. Por el contrario, comprender algo equivale a
dominar las condiciones para empezar a modificarlo, rechazarlo o aceptarlo. Intervenir en la vida poltica requiere en primer lugar de un sentimiento subjetivo de competencia. Y eso, lo ms difcil, es naturalmente
lo que menos se da entre los nios.
Una vez ms las escuelas privadas acaparan a los ms competentes:
partiendo, en el 5' ao de primaria, de niveles sensiblemente iguales,
el crecimiento de quienes han adquirido la base de la competencia la
comprensin del hecho poltico se triplica en los establecimientos privados y slo se duplica en los pblicos. Ya se haba visto que hay escolares ms expuestos a y ms interesados por la poltica: la familia, la
escuela, los amigos son agentes creadores de este sentido de competencia. Por el contrario, los agentes socializadores polticos son mucho ms
escasos entre quienes van a las escuelas del gobierno. Resulta por dems
interesante observar cmo la subida de un grupo competente no disminuye el nmero de quienes se sienten incapaces de entender lo que
hace el gobierno: pasan de una incompetencia absoluta no poder
siquiera contestar la pregunta, no saber expresar su incompetencia a
reconocerla. Estas actitudes incluso aumentan de manera clara con ayuda de la escolaridad, la que proporciona los instrumentos para reconocer su falta de habilidad poltica.
El poltico, en los sistemas autoritarios, no es visto como un ejecutor de los mandatos poplales; el poltico o es autnomo el PresN
dente en este caso o es dependiente de una instancia jerrquica superior los diputados son ayudantes del Presidente. En esto es claramente
el sistema poltico quien genera la incompetencia: sus misterios el
tapadismo, por ejemplo, la ausencia de la crtica en el mejor de los
casos se da en la autocrtica o en la crtica de los funcionarios menores, la brusquedad y lo inexplicable de las decisiones los "sabadazos" son su forma extrema acarrean un sentimiento de ineficacia y de
incompetencia. Ahora bien, conviene insistir sobre cmo es el sistema
poltico quien produce esta situacin, pues el deseo de participar se
muestra en el afn de hablar y de ser escuchados; se cree en un derecho
a participar aunque no sea ms que a travs de la crtica, "s se tiene
algo que decir sobre lo que hace el gobierno", pero cmo? Que esta
creencia est muy extendida se ve en el cuadro 4.
Para algunos nios la manera de participar pasa por los partidos y
los sindicatos, para otros por la influencia personal y stos suelen
ser los ms competentes subjetivamente, y quizs objetivamente.
La falta de ilusin sobre el sistema se refleja en la mediana creencia que se tiene en el valor del voto. En S de secundaria algo ms de
130
RAFAEL SEGOVIA
Cuadro 4
INEFICACIA
Escuelas
J?P
6fP
/fS
2?S
??S
Pbl.
Priv.
47.4
58.0
54.4
57.4
56.3
55.9
65.9
65.5
61.9
56.3
Pbl.
Priv.
40.8
43.4
44.4
41.2
44.1
41.5
51.4
48.7
54.5
52.4
Pbl.
Priv.
50.8
45.1
54.2
44.9
44.1
31.4
41.4
31.4
30.9
16.0
Pbl.
Priv.
39.6
40.6
41.4
33.1
34.1
27.5
37.0
23.0
30.0
25.2
la mitad (55% en las escuelas pblicas) y algo menos de las dos terceras partes (64% en las privadas) piensan que merece la pena ir a
las urnas. Como en todo sistema autoritario adems de ser un rasgo
psicolgico infantil tpico se piensa cumplir con la ley: incluso los
desilusionados piensan votar al llegar a la edad ciudadana. Se cumplir
con las funciones simblicas.
En resumen, el autoritarismo y la ineficacia son actitudes dominantes entre los nios mexicanos escolarizados. No se confa en los dems,
se piensa en trminos individuales, se acepta el poder de un solo hombre y se admiran sus virtudes de mando, se ve el sistema poltico como
un sistema jerrquico y se considera a la sociedad cerrada, con cada
hombre situado en el lugar donde slo su esfuerzo lo ha colocado. La
ley no cuenta o cuenta poco, y desde luego no se participa en su elaboracin: la ley c'est le fait du prince.
Frente a esta actitud autoritaria dominante se abren paso lentamente
las actitudes democrticas: se confa en los dems, se atribuyen a causas
ajenas a la fuerza o a la dejadez los fracasos de los hombres aunque
esto se piensa muy rara vez y se quiere una sociedad abierta, donde
el Presidente sea el ejecutor de la voluntad popular. Se quiere participar, pero esto no es fcil.
CAPTULO VIII
132
RAFAEL SECOVIA
Cuadro 1
QU TE GUSTARA SER CUANDO SEAS GRANDE?*
Escolaridad
Ocupacin del
padre
}?P
6fP
1?S
2?S
)!S
Prof. Lib.
Funcionario
Empleado
61.4
13.6
4.5
49.2
12.7
10.9
57.0
19.4
2.8
64.5
8.1
1.6
71.0
9.7
0.0
Prof. Lib.
Funcionario
Empleado
Empresario
42.2
10.5
15.8
0.0
80.9
4.8
4.8
0.0
70.0
10.0
0.0
0.0
38.7
6.5
9.7
19.1
74.0
8.0
0.0
0.0
Prof. Lib.
Funcionario
Empleado
47.8
10.6
16.6
50.3
12.3
11.6
54.9
16.9
11.3
58.5
15.4
4.6
63.7
11.6
7.0
Prof. Lib.
Funcionario
Empleado
43.3
22.7
11.4
44.7
23.4
8.5
66.1
18.6
6.8
60.0
12.5
0.0
50.0
17.5
15.0
Prof. Lib.
Funcionario
Empleado
Obrero
32.8
11.2
16.4
8.2
33.5
13.9
15.7
6.5
53.9
12.4
12.4
2.2
52.1
17.7
7.3
3.1
59.1
18.4
3.1
0.0
Prof. Lib.
Funcionario
Empleado
Campesino
23.9
20.2
17.4
2.8
30.7
20.0
17.1
2.1
31.8
19.5
9.8
2.4
37.0
24.0
5.0
2.0
44.5
16.7
10.2
0.9
Prof. Lib.
Empresario
Empicado
Funcionario
Obrero
Campesino
Slo aparecen las contestaciones de los nios que eligieron: profesin liberal,
funcionario, empleado y la ocupacin del padre.
NOTA: Las ocupaciones deseadas por los nios se codificaron en las siguientes
categoras: A) empresario, B) comerciante, C) profesin liberal,* D) funcionario,*
E) empleado, F) artesano, G) obrero, H) campesino,* I) pequeo comerciante,
J) otros, K) militar, L) politico y M) no contesta.
Se consideraron profesiones liberales todas las que exigen estudios universitarios superiores. Se incluy a los Contadores Pblicos y no a los privados.
Los profesores de educacin primaria quedaron incluidos entre los funcionarios.
En la categora campesinos figuran^ los ejidatarios, los pequeos propietarios, los ganaderos y los jornaleros agrcolas.
133
de seleccin que ya se ha operado en 3' de secundaria, que ha eliminado (vase muestra) a gran parte de los nios procedentes de los estratos sociales menos favorecidos y, por lo tanto, concentra a quienes
por su origen social tienen mayores posibilidades de acceder a las profesiones liberales.
Cuando los padres se ocupan en las profesiones de menos prestigio,
se da una subida del deseo de ser, por lo menos, un empleado, un
while collar y escapar al trabajo manual. I-as esperanzas no pueden
estar desligadas de la situacin social familiar; asi, cuando los nios
se encuentran en 3 de secundaria, si son hijos de profesionistas liberales, en un 71 por ciento quieren seguir hacia la universidad y entrar
en el mundo de sus padres; los hijos de los empresarios esperan lo
mismo en un 74 por ciento; curiosamente no aspiran, al menos directamente a seguir los pasos de sus progenitores. La situacin cambia cuando
se observan las ambiciones de quienes proceden directamente de un
medio de funcionarios, obreros y campesinos. Entonces slo el 50, 59 y
45 por ciento respectivamente, quieren tener una profesin liberal; o
quizs, sean ms quienes lo deseen pero sepan tambin los inconvenientes que encontrarn en el cumplimiento de sus esperanzas.
En resumen, entre los nios encuestados domina de manera franca
y clara el prestigio de las profesiones liberales y, dentro de stas, el de
las tcnicas, encarnadas en la figura del ingeniero. Junto con este rasgo
domina tambin la abierta preferencia por los trabajos no manuales
profesiones liberales, servicio del Estado, empleo en el sector terciario
y se manifiesta, en conjunto, un rechazo absoluto de los trabajos manuales artesana, agricultura y manufacturas.
Antes de continuar, se debe sealar cmo la escuela, a pesar de todas
las reformas, orienta hacia las profesiones liberales y las enaltece, colocndolas en un plano muy superior al ocupado por los trabajos manuales.
Resulta lgico que los nios se dirijan naturalmente hacia ellas, y ms
an si sus padres estn tambin afectivamente orientados hacia estas
actividades.
Dado que casi todos los nios escolarizados quieren llevar ms, tarde su cuello blanco, su ambicin individual slo podr llevarse a cabo
en un medio que la permita crecer y mantenerse. La profesin liberal
su nombre lo indica exige una sociedad liberal, de competencia
abierta y de ascenso social y econmico para quienes se esfuercen en l.
El profesionista en un plano ideal, pide un sistema "meritocrtico";
en el mundo moderno, tcnico, los mritos slo pueden caer en quienes
sean "modernos" y dominen la tcnica. Las ambiciones profesionales
encuentran una correlacin con el deseo de hallar una organizacin econmica y social que las permita crecer libremente.
134
RAFAEL SEGOVIA
Grfica 1
30
00
60
70
7C
70
60
60
60
r>o
50
50
40-
O-
40
JO-
30
30
20
10
10
20
/ W
7
3P 6*P
lS
2S
i*S
5p 6
(s
2S 3eS
5P 60P
lS
C
2S 3S
OT
70
6050
-PUBLICAS
CIERTO
"0
FALSO
PRIVADAS
30
20
5P 6*P
l*S
24S
3S
136
RAFAEL SEGOVIA
137
138
RAFAEL SEGOVIA
139
CONCLUSIONES
"LA SOCIALIZACIN, en su sentido ms general, es la adquisicin de disposiciones naca l comportamiento que son valuadas de manera positiva por un grupo, y la eliminacin de disposiciones hacia un comportamiento que es valuado negativamente por el mismo grupo." 1 Cmo
se adquieren esas normas ha sido el campo de estudio ms arduo par
quienes han hecho de la socializacin poltica su campo de estudio.
Sera intil resumir aqu la obra pionera y maestra de H. Hyman,s
aadindole los datos, conclusiones, teoras e hiptesis aparecidos despus de su publicacin. Pero, resumiendo con una atroz falta de consideracin para quienes sobre estos problemas han trabajado, 'se puede
decir que la familia, la escuela, el grupo de iguales y los medios de
comunicacin de masas son los agentes socializadores fundamentales,
junto con los partidos y las organizaciones formales parapolticas. Estos
agentes son quienes transmiten las normas que el nio debe nteriorizar^y no slo las transmite sino que obligan al nio a aceptarlas,
asumirlas y convertirlas en una parte consustancial de su naturaleza. Los
ciudadanos se forman: ni nacen hechos ni se hacen solos. Todo el
proceso cultural se orienta para insertar al individuo en su sociedad.
Ahora bien,(la gran mayora de los estudios sobre la socializacin se
han hecho en los pases anglo-sajones en particular y en las democracias industriales en general, y eso ha llevado a minimizar el papel del
Estado, como agente directo, en este procesoT',Slo algunos trabajos se
han realizado en regmenes autoritarios3 y, conocidos, no hay ninguno
sobre los regmenes totalitarios, que sea resultado de una encuesta. Pero
en Mxico, rgimen autoritario, el Estado pretende tener, un papel
i Jtobert Levinc, "Political Socialization and Culture Change" in Gccru, Clifford
fed.) Old Societies and New Slates. The Quat for Modernity in Asia and Africa,
Nueva York, The Free Press, 196S, p. 280.
2 Op. cit.
Cecino Germani, "La Socializzazione poltica dei giovani nei rgirai fascioti: Italia
e Spagna", Quaderni di Sociologia, 18, enero-junio I960, p. 1158.
[141]
142
RAFAEL SEGOVIA
113
equilibrio interno e incluso su propia existencia. Acceder a la educacin y a la cultura, aun en sus escalones ms bajos, es poner el pie
donde se aprende a expresar demandas, articularlas y transmitirlas. La
escuela se convierte pues en un proceso de seleccin y, por consiguiente,
de formacin de lites.
No todos los grupos sociales de la nacin tienen la misma idea de
qu es un individuo de lite. Es ms, cada grupo piensa en un sistema
de formacin de lites diferentesEl Estado mexicano por lo tantd
ejerce un papel doble: por un lado, es un agente socializador fundamental y directo; por otro, es un agente de control de mayor o menor
eficacia de los agentes socializadores independientes o semiindependientcs. Los resultados del proceso de socializacin en Mxico corresponden a esta interaccin entre el Estado, las escuelas y los grupos
sociales.
Los grados de intervencin del Estado en el proceso de socializacin varan con el tipo de agencia socialzadora. Si sobre la familia no
se puede influir sino de manera indirecta (medios de comunicacin de
masas, control cultural en general), el influjo sobre las organizaciones
voluntarias y en Mxico es mucho mayorjLa ley establece para los partidos la obligacin de aceptar las normas constitucionales y los principios democrticos; los sindicatos estn igualmente sometidos a principios de organizacin dictados por el poder; el control de los medios
de comunicacin corresponde a varias agencias del gobierno.
Los padres son, al menos en los sistemas democrticos, los agentes
ms importantes. Dean Jaros seala cmo, en los Estados Unidos, "las
imgenes del Presidente estn enraizadas en ltima instancia en el ambiente paterno. Que las orientaciones de los nios hacia la autoridad
social en cierta manera se refieren a (estn en relacin con) sus interacciones con sus padres es un lugar comn" y las orientaciones generales
hacia el sistema dependen en gran medida de las relaciones padreshijos. La herencia de las actitudes no es total; no todo cuanto corresponde a los padres pasa Integramente a los hijos: las herencias son
modificadas por factores sociales, ambientales y propiamente polticos.
Pero, en conjunto, las actitudes de los padres terminan por encontrarse
en los hijos, a menos de que stos cambien por completo su asiento
social.
Si a principios del siglo se crey en una cada de la influencia de la
familia de la que se beneficiaran otros organismos como las organizaciones escolares, los grupos de iguales o incluso los medios de difusin,
si bien estos organismos tienen una importancia cada vez mayor, la
familia ha sabido tambin adaptarse al cambio y su papel sigue siendo
144
RAFAEL SEGOVIA
113
el aprendizaje poltico. En la escuela se encuentra el maestro y, cu muchos casos por desgracia no se pudo saber en cuntos el grupo de
amigos, la palomilla, donde a veces se habla de poltica.^ Los grupos
econmica, social y culturalmente superiores tienen una multiplicidad
de fuentes de informacin y de formacin muy superiores donde dirigirse: la cultura tambin es un recurso escaso.J
Los resultados han quedado a la vista: en las escuelas privadas los
alumnos tienen un nivel de informacin superior al de los alumnos
de las escuelas pblicas. Y, sobre todo, esta informacin les llega antes
y, por consiguiente, quedan capacitados para intervenir tambin antes en
la vida poltica. No se quiere decir con ello que sea slo la escuela
quien proporcione esta informacin: se produce un efecto acumulativo
donde participan la familia, los medios de comunicacin, los amigos o
sea el ambiente social donde confluyen todos Jos agentes.
Cada escuela pblica o privada, laica o religiosa ayuda a imponer un juego de actitudes que, si bien tienen una base comn, la cultura poltica nacional, ofrece tambin una marcada variedad.
Los hroes son comunes, la Revolucin es casi universal mente aceptada, la visin general del sistema poltico nacional (libre y democrtico) es ampliamente compartida. Pero las diferencias surgen tan pronto
como se empiezan a desglosar los juegos de actitudes. El Presidente que
en ese momento ocupaba el cargo era violentamente criticado por los
grupos directamente afectados por su accin, sin que por eso se pusiera
en duda de manera global la funcin del cargo.Las ambiciones y esperanzas no difieren cuantitativamente mayor cosa y, sin embargo, las
diversas instituciones polticas son vistas como una va de promocin
social por algunos grupos obreros y campesinos, si de partidos y sindicatos se trata y por otros no.
La cultura poltica comn se fracciona y surgen las subculturas de
froTterT^srrosgs- e inciertas," qug~se~ interpenetra en amplas zonas.
L"a fusin de sus zonas marginales permite el funcionamiento y la permanencia del sistema poltico, como tambin es un importante factor
de estabilidad las rupturas e n e l jnterior de los grupos sociales, la
divisin de las subculturas. Si los hijos de los profesionistas liberales
"cayeran"sin"excepcin"dentro de los nios provistos de actitudes democrticas y los de los obreros no tuvieran ms que actitudes autoritarias,
hace tiempo que el sistema hubiera dejado de funcionar. Las actitudes,
ms exactamente los juegos de actitudes, son dominantes dentro de un
conjunto social determinado sin ser exclusivas. Adems, los juegos de
actitudes, al menos en el universo observado, no son congruentes ms
que en el plano de la estadstica, como tendencias de un grupo, y no
como radiografa exacta de todos y cada uno de los nios por l abar-
146
RAFAEL SEGOVIA
147
118
RAFAEL SEGOVIA
El siguiente seria hijo de un funcionario de la presidencia municipal de Guadalajara. Su madre trabaja en una empresa del gobierno,
como taqugrafa-mecangrafa. Estudia 1 de secundaria en una escuela
del gobierno. Tiene 13 aos. Acaba de entrar en la escuela y est bastante desconcertado: sus amigos no pasaron con l a secundaria. Quiere
ser ingeniero pero abriga, a los 13 aos, algunas dudas.
Habla de poltica con sus padres, pero en la escuela no: apenas
conoce a los maestros y a sus nuevos compaeros.
Conoce incluso de vista al Presidente Daz Ordaz, y sabe que el
Presidente anterior fue Lpez Mateos. Ha odo hablar del general Lzaro Crdenas, de Madrazo y de Corona del Rosal. Pero no sabe si
Christlieb I barrla y Ortiz Mena son polticos. Identifica a los cuatro
partidos nacionales e incluso a la Unin Nacional Sinarquista. Para l
los diputados pronuncian discursos, porque vio a un candidato en un
mitin.
Del Presidente aprecia su capacidad para hacer obras. Piensa que
todo el mundo debe obedecer la ley y que la funcin del Presidente
es conservar el orden. Segn l, el gobierno debe nombrar a los lderes
de los partidos y adems debe guiarlos; por lo dems, as ocurre. Lo
que ms le llama la atencin en los sindicatos es la corrupcin de sus
lderes. Por eso, no quiere entrar ni en un partido ni en un sindicato.
Los obreros no tienen por qu dirigir las fbricas ni el gobierno
tiene por qu ser dueo de todas, aunque reconoce que el progreso
de Mxico se le debe ms a l que a los empresarios. Ignora,' en cambio, si sabe dirigir una fbrica, como tambin ignora si slo los empresarios pueden fundar industrias.
Sus actitudes hacia los dems son negativas. Su situacin, y los consejos de sus padres, le hacen vivir en una desconfianza absoluta hacia
los dems. Quien fracasa es porque lo merece. Aunque habla de politica confiesa que con frecuencia no entiende lo que su padre dice no
sabe, con excepcin del Presidente y del gobernador, quines son elegidos. No cree que los polticos se interesen por su familia pese a que
su padre tiene ideas que expone frecuentemente de cmo se debera
gobernar. Merece la pena votar y piensa hacerlo.
Para l los comunistas no tienen cabida en Mxico y Cuba y Rusia,
por ser comunistas, son enemigos de su pas, que es libre y democrtico, como los Estados Unidos, el mejor amigo, y donde vivira de buena gana, porque all s podra estudiar y encontrar un buen trabajo.
La Revolucin ayud a los obreros y a los campesinos, da a la
gente bien, duda y se calla ante afirmar que todos los mexicanos salieron beneficiados y asegura que slo sirvi a quienes la hicieron. No
149
150
RAFAEL SEGOVIA
151
S. M. Lipset. Political Man. The Social Bases of Politics, Nueva York. Doubleelay & Co., 1963, La prute, cap. 6, pp. I83229.
io Koruhauter, op. cit., pp. 187 s.
152
RAFAEL SEGOVIA
153
APNDICE
CUESTIONARIO
SOBRE
ACTITUDES CVICAS
INFANTILES
Este cuestionario no es un examen. No debes poner tu nombre. No copies las contestaciones de tus compaeros. Di lo que piensas con toda
confianza, pues nadie sabr cuales han sido tus respuestas.
Antes de contestar a cada pregunta, esprate a que la persona que te
dio estas hojas, lea la pregunta en voz alta.
En las preguntas donde hay unas lneas de puntos, escribe de manera
breve y clara (con letras de molde) tu contestacin. En las que no tienen lineas de puntos, pon una cruz en el cuadro situado junto a la respuesta que elijas.
[155]
156
RAFAEL SEGOVIA
Escueta
1. Sexo
2. Edad
10
Hombre
Mujer
_____
11
12
13
14
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3
4
5
6
15
3. Qu ao ests estudiando?
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2
So. de Piimaria
6o. de Primaria
lo. de Sec.
2o. de Sec.
3o. de Sec.
4. Quines de tu familia viven en tu casa? Marca con una cruz a todos los que viven en
ella
D Madre
G
D
O
D
Padre
Hermano
Abuelos
Tos
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5. En qu trabaja tu pap?
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6. En qu trabaja tu mam?
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17. Qu tipo de gobierno tenemos en Mxico? Elige slo una de las contestaciones siguientes:
Repblica Centralista
D Repblica Federal
D Repblica Parlamentaria
Q Repblica Confederada
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2
4
s
D Not
18. Qu es la Constitucin? Elige slo una de las contestaciones
O Los tratados firmados por el Presidente
D L a Ley fundamental de la Repblica
D Las sentencias de la Suprema Corte
siguientes:
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No s
19. A qu edad tienen los mexicanos derecho a votar? Elige slo una de las contestaciones siguientes:
O A los 18 aos
D A los 21 aos
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A los 25 aos
D A los 30 aos
158
RAFAEL SEGOVIA
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D No s
2 1 . Cules de los siguientes cargos son de eleccin popular?
Marca con una cruz los que sean
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Presidente de la Repblica
Jefe de Polica
Gobernador
Director de Aduanas
Diputado
Secretario de Estado o Ministro
22. Pon una cruz al lado de las letras que representen un partido politico mexicp.no:
D PRA Partido Republicano Autnomo
D
D
O
D
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No
O No s
29. Pon una cruz al lado de la afirmacin que te parezca correcta. Elige slo una.
Sin los sindicatos los obreros no podran defenderse frente a los patrones
O Los sindicatos son buenos, lo malo son sus lderes
Q Cuando un obrero tiene problemas, debe dirigirse directamente al patrn y olvidarse de los lderes y del sindicato.
D Cuando desaparezcan los sindicatos los obreros vivirn mejor
30. Cuando empieces a trabajar te gustaria pertenecer a un sindicato?
O S
D No
D No s
31. Elige una respuesta para cada una de las siguientes afirmaciones:
El progreso de Mxico se debe ms al gobierno que a los hombres de negocios
Cierto
Falso
No s
Los obreros deberan dirigir las fbricas
Cierto
Falso
No s
El gobierno es incapaz de manejar bien una industria
Cierto
Falso
No s
Slo un hombre que busque ganar dinero es capaz de fundar y dirigir una industria
Cierto
Falso
No s
Todas las empresas deben estar en manos del gobierno
Cierto
Falso
No s
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160
RAFAEL SEGOVIA
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D
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Maximiliano
Hernn Corts
Cuauhtemoc
Porfirio Daz
Benito Jurez
Jos Ma. Morelos
Agustn de Iturbide
Francisco I. Madero
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37. Cul de todos los anteriores te parece que haya servido peor a Mxico?
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5
38. Dentro de cul de estos grupos te hubiera gustado luchar? Elige slo uno.
O Los Insurgentes
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O
O
Los
Los
Los
Los
Los
conquistadores espaoles
soldados de Jurez
Revolucionarios
Clisteres
soldados que pelearon en contra de los EX'.
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3
39. Elige una respuesta para cada una de las siguientes afirmaciones:
La Revolucin Mexicana favoreci sobre todo a los obreros y campesmos
Cierto
Falso
No s
La Revolucin Mexicana sirvi slo a aquellos que la hicieron
Cierto
Falso
No s
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161
40. Pon un crculo alrededor del pas donde t creas que haya ms libertad. Elige slo uno.
Argentina
Francia
Inglaterra
Cuba
Estados Unidos
Mxico
Rusia
Espaa
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41. Pon un crculo alrededor del pas que t creas ofrece mayores oportunidades de obtener un buen trabajo. Elige slo uno.
Cuba
Canad
Rusia
Guatemala
Inglaterra
Francia
Estados Unidos
Mxico
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42. Pon un crculo alrededor de todos los pases donde t creas que baya discriminacin
racial:
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Cuba
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43. Subraya el nombre de todos los pases donde t creas que baya gobiernos demcraticos:
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162
RAFAEL SEGOVIA
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49. Elige slo una tas contestaciones siguientes y mrcala con una cruz:
D Les comunistas deben poder participar en la poltica como cualquier ciudadano
G A loi comunistas se les debe convencer de que sus ideas estn equivocadas
D Se debera expulsar del pas a todos los comunistas
D Lo nico que se puede hacer con los comunistas es fusilarlos
50. Elige una respuesta para cada una de las siguientes afirmaciones:
Uno de los obstculos ms graves para el progreso de Mxico son las diferencias raciales
S
No
No s
A pesar de que unos son ricos y otros pobres, los mexicanos estn unidos entre s
Si
No
No s
Aunque gane poco dinero, un mexicano debe vivir siempre en su patria
S
No
No s
Nuestra familia eos ayudar siempre ms que el gobierno
S
No
No s
Si t cumples con tus deberes relieiosos tienes ms posibilidades de triunfar que si no
cumples con ellos
S
No
No s
51. Elige slo una de las contestaciones siguientes. T te consideras...
Muy religioso
D Religioso
D Poco religioso
O Nada religioso
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69. Todas estas personas o grupos de personas intervienen en poltica; qu tan influyentes te parecen? Pon un crculo alrededor de las respuestas que consideres apropiadas.
Los ricos
Mucho Regular Poco Nada
Los sindicatos
Mucho Regular Poco Nada
El Presidente
Mucho Regular Poco Nada
Los peridicos
Mucho Regular Poco Nada
La Iglesia
Mucho Regular Poco Nada
Los ciudadanos comunes y corrientes
Mucho Regular Poco Nada
Las grandes empresas
Mucho Regular Poco Nada
Los estudiantes
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COLECCIN
CENTRO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES
I. Alfonso Garca Robles, La desnuclearizacin de la Amrica Latina.
2 edicin, 1966. 184 pp.
II. Alfonso Garca Robles, La anchura del mar territorial, l edicin,
1966. 132 pp. (Agotado.)
III. Jorge Castaeda, Valor jurdico de las resoluciones de las Naciones
Unidas. 1? edicin, 1967. 216 pp. (Agotado.)
IV. Alfonso Garca Robles, El Tratado de Tlatelolco. l edicin, 1967.
340 pp.
V. Lorenzo Meyer, Mxico y los Estados Unidos en el conflicto petrolero (1917-19-12). 2? edicin, 1972. 520 pp.
VI. Jorge Castaeda, La no proliferacin de las armas nucleares en el
orden universal, l edicin, 1969. 96 pp. (Agotado.)
VII. Olga Pellicer de Brody, Mxico y la Revolucin
cin, 1972. 136 pp.
cubana, l edi-