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Ordenes Discursivos

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lvarez, A. (2001) rdenes Discursivos y Tipos de Texto. En Estudios de Lingstica del Espaol.

Recuperado de http://elies.rediris.es/elies15/cap61.html
ISSN: 1139-8736
Depsito Legal: B-35784-2001
Copyright: Alexandra lvarez Muro

6.1. RDENES DISCURSIVOS Y TIPOS DE TEXTO


Van Dijk (1989:142) habla sobre todo de dos formas textuales o superestructuras, la narracin y la
argumentacin: "una superestructura es un tipo de forma del texto, cuyo objeto, el tema, es decir: la
macroestructura, es el contenido del texto". Snchez (1993), por su parte, considera como los dos
rdenes discursivos fundamentales a la narracin y la exposicin. Como vemos, la mayora de los
autores est de acuerdo en considerar la narracin como un orden discursivo, pero hay una discrepancia
sobre si el segundo es la argumentacin, o si es la exposicin.
Los tipos de texto, en cambio, son conjuntos de textos con caractersticas similares en lo formal, en lo
semntico y en lo funcional construyen los rdenes del discurso (Snchez, 1993). Un tipo de texto puede
combinar dos o ms rdenes discursivos. Para esta autora, rdenes del discurso son materias como la
narracin o exposicin y tipos de texto el cuento, la novela, la noticia, el artculo de opinin, la ponencia,
la tesis de grado, etc., es decir textos que se construyen a partir de un mismo esquema estructural y que
tienen un contenido caracterstico y una funcin tpica (cf. Snchez, 1993: 75). Snchez encuentra, entre
otras, una relacin entre los rdenes discursivos y los conectores empleados, dado que las relaciones de
coherencia se indican por medio de los conectores: las palabras o grupos de palabras que sealan
explcitamente la relacin existente entre los segmentos constitutivos de un texto.
La descripcin de los rdenes discursivos vara tambin, aunque en lo esencial los autores muestran
acuerdo. Para Snchez (1993), los textos narrativos tienen en comn que los participantes del acto
comunicativo se sitan en una perspectiva exterior a los hechos. Los significados que se intercambian
tienen que ver con los cambios en el contexto situacional creado en el interior de la narracin; siendo la
esencia de la narracin el acontecimiento, por cuanto representa un cambio. Los cambios ocurren en el
tiempo, por lo que lo cronolgico es un aspecto inherente a la narracin. La coherencia del orden
narrativo est ntimamente relacionada con la vinculacin entre estos cambios (cf. Snchez, 1993: 76).
Por ello, en la narracin, tienen que ver con lo temporal. Este parece ser el orden discursivo bsico,
segn algunos autores. As dice Barrera Linares: "por encima de otros rdenes tales como la
descripcin, la exposicin, la argumentacin y la instruccin, estara el texto narrativo como la forma
expresiva ms relevante de la especie" (Barrera Linares 1995: 11).
Labov, uno de los lingistas que ms ha trabajado la narracin 1, la define como un mtodo para
recapitular la expe-riencia pasada que correlaciona una secuencia verbal de clusulas a la secuencia de
los eventos. Una narracin mnima ser entonces una secuencia de dos clusulas temporalmente
ordenadas, de modo que un cambio de orden resultar tambin en un cambio en la secuencia temporal
de la interpretacin semntica original. Una narracin mnima puede definirse, consecuentemente, como
aquella que contiene una sola juntura temporal. Para Genette, "la narracin es el hecho de narrar en s
mismo, el acto o enunciacin narrativa que produce el relato (Genette, Figures III, citado en Marchese y
Forradellas 1991:276). Aqu distinguiremos, siguiendo a este autor, la narracin como orden discursivo y
el relato, como tipo de texto.
Los discursos descriptivos se asemejan, segn Snchez, a las narraciones, con la diferencia de que el
eje de la produccin textual no es el de las sucesiones, sino el de las simultaneidades" no se habla de
los cambios que se producen en un contexto, sino de los elementos constitutivos de ese contexto en un
mismo momento (Snchez, 1993:77) Se enumeran las propiedades, dice, y los conectores tienen que
ver con lo espacial.

En el discurso expositivo, las relaciones de coherencia lo son de coherencia funcional o sea, que
tienen la funcin de especificar, generalizar, establecer un contraste o la de ejemplificar. Los conectores
son casi indispensables para la captacin del vnculo entre los elementos de secuencia y, para Snchez,
hay tambin conectores propios del discurso argumentativo (cf. Snchez, 1993:78).
En relacin con el carcter de la argumentacin, existe la disyuntiva de si es un orden discursivo o un
tipo de texto (no sujeto a una sola superestructura sino a varias) que se sirve del orden expositivo. En el
discurso argumentativo se expresan opiniones. El discurso expositivo es de carcter epistemolgico y el
argumentativo presenta una interaccin entre lo epistemolgico y lo axiolgico 2.
Adems, en estos textos las relaciones de coherencia son diferentes. "Un texto argumentativo es
coherente cuando los hechos a que refiere no necesariamente muestran una vinculacin entre s, sino
con una conclusin que es la que representa la posicin del autor. Los hechos en el orden argumentativo
se constituyen, precisamente en argumentos a favor o en contra de una determinada posicin, que
puede estar expresa o implcita y puede aparecer al comienzo de la porcin discursiva o al final. Por tal
motivo, los segmentos constitutivos del orden argumentativo no derivan su coherencia del hecho de
referirse a un mismo fenmeno fctico o conceptual, sino del hecho de conducir a una misma conclusin.
Atendiendo pues, al criterio de las relaciones de coherencia, la argumentacin constituira un orden
distinto del expositivo por cuanto las relaciones que se establecen entre los contenidos expresados por
sus enunciados son de una naturaleza diferente (Snchez, 1993: 78-79)
Nosotros distinguiremos tambin, por razones de claridad, dos rdenes discursivos bsicos, que
llamaremos, en primera instancia, narrativo y expositivo. Estos rdenes bsicos tendrn variaciones
como lo son, por ejemplo, la descripcin, como un suborden del tipo narrativo y el texto argumentativo
como un suborden del tipo expositivo. Sin embargo, nuestras razones estn en otra caracterstica de
stos rdenes, adems, claro est de las que aducen los grandes autores que se han dedicado a este
tema.
En nuestro modo de ver, el origen que hace a estos rdenes discursivos tan distintos puede explicarse
a travs de la nocin de intertextualidad de Bahktin. As, los discursos narrativos pueden entenderse
como discursos monolgicos, donde encontramos una sola voz, o al menos un conjunto de voces que
cantan en coro una misma meloda. Los discursos expositivos, son discursos dialgicos, donde las voces
se separan para exponer melodas diferentes y, a veces, contrapuestas. Es por ello que, a decir de
Snchez (1993), los discursos narrativos parecen moverse a lo largo del tiempo y del espacio, desde
fuera, y los textos expositivos parecen mostrar las voces desde adentro. En todo caso, debe haber una
comunidad efectiva, como dicen Perelman y Olbrechts-Tyteca (1994), en el sentido de haber la intencin
de debatir, o de narrar algo.
Toda argumentacin, para Perelmann y Olbrechts-Tyteca, pretende la adhesin de los individuos y,
por tanto, supone la existencia de un contacto intelectual. Para que haya argumentacin es necesario
que, en un momento dado, se produzca una comunidad efectiva de personas. Es preciso que se est de
acuerdo, ante todo y en principio, en la formacin de esa comunidad intelectual y, despus, en el hecho
de debatir juntos una cuestin determinada. Ahora bien, esto no resulta de ningn modo evidente. En el
terreno de la deliberacin ntima, incluso, existen condiciones previas a la argumentacin: es preciso,
principalmente, que uno mismo se vea como si estuviera dividido en dos interlocutores, por lo menos,
que participan en la deliberacin. (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1994: 49). Una argumentacin ante un
nico oyente sera entonces un dilogo. Por eso, segn Quintiliano, la Dialctica, en tanto que tcnica
del dilogo, la comparaba Zenn con un puo cerrado, a causa del carcter ms riguroso de la
argumentacin, mientras que la Retrica le pareca semejante a una mano abierta (Perelman y
Olbrechts-Tyteca, 1994: 79).
Los tipos de texto se relacionan tambin con la cultura, lo que hace afirmar a Olbrechts-Tyteca, que
cada medio podra caracterizarse por su opiniones dominantes, por sus convicciones no discutidas, por
las premisas que admite sin vacilar: estas concepciones forman parte de su cultura, ya todo orador que
quiera persuadir a un auditorio particular no le queda otro remedio que adaptarse a l. (Perelman y

Olbrechts-Tyteca, 1994: 57). A la vez, como en el gusto, lo individual se entiende como general. El
hombre convencido piensa que el gusto no es slo suyo sino de todo el mundo, asimismo que, cuando
argumenta, piensa que se dirige no slamente al auditorio que tiene delante, sino a un auditorio universal
(cf. Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1994: 72).

Notas
1
Ver al respecto Journal of Narrative and Life History, 7(1-4).
2
lo cientfico y lo evidente, respectivamente.
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