Ordenes Discursivos
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Ordenes Discursivos
Recuperado de http://elies.rediris.es/elies15/cap61.html
ISSN: 1139-8736
Depsito Legal: B-35784-2001
Copyright: Alexandra lvarez Muro
En el discurso expositivo, las relaciones de coherencia lo son de coherencia funcional o sea, que
tienen la funcin de especificar, generalizar, establecer un contraste o la de ejemplificar. Los conectores
son casi indispensables para la captacin del vnculo entre los elementos de secuencia y, para Snchez,
hay tambin conectores propios del discurso argumentativo (cf. Snchez, 1993:78).
En relacin con el carcter de la argumentacin, existe la disyuntiva de si es un orden discursivo o un
tipo de texto (no sujeto a una sola superestructura sino a varias) que se sirve del orden expositivo. En el
discurso argumentativo se expresan opiniones. El discurso expositivo es de carcter epistemolgico y el
argumentativo presenta una interaccin entre lo epistemolgico y lo axiolgico 2.
Adems, en estos textos las relaciones de coherencia son diferentes. "Un texto argumentativo es
coherente cuando los hechos a que refiere no necesariamente muestran una vinculacin entre s, sino
con una conclusin que es la que representa la posicin del autor. Los hechos en el orden argumentativo
se constituyen, precisamente en argumentos a favor o en contra de una determinada posicin, que
puede estar expresa o implcita y puede aparecer al comienzo de la porcin discursiva o al final. Por tal
motivo, los segmentos constitutivos del orden argumentativo no derivan su coherencia del hecho de
referirse a un mismo fenmeno fctico o conceptual, sino del hecho de conducir a una misma conclusin.
Atendiendo pues, al criterio de las relaciones de coherencia, la argumentacin constituira un orden
distinto del expositivo por cuanto las relaciones que se establecen entre los contenidos expresados por
sus enunciados son de una naturaleza diferente (Snchez, 1993: 78-79)
Nosotros distinguiremos tambin, por razones de claridad, dos rdenes discursivos bsicos, que
llamaremos, en primera instancia, narrativo y expositivo. Estos rdenes bsicos tendrn variaciones
como lo son, por ejemplo, la descripcin, como un suborden del tipo narrativo y el texto argumentativo
como un suborden del tipo expositivo. Sin embargo, nuestras razones estn en otra caracterstica de
stos rdenes, adems, claro est de las que aducen los grandes autores que se han dedicado a este
tema.
En nuestro modo de ver, el origen que hace a estos rdenes discursivos tan distintos puede explicarse
a travs de la nocin de intertextualidad de Bahktin. As, los discursos narrativos pueden entenderse
como discursos monolgicos, donde encontramos una sola voz, o al menos un conjunto de voces que
cantan en coro una misma meloda. Los discursos expositivos, son discursos dialgicos, donde las voces
se separan para exponer melodas diferentes y, a veces, contrapuestas. Es por ello que, a decir de
Snchez (1993), los discursos narrativos parecen moverse a lo largo del tiempo y del espacio, desde
fuera, y los textos expositivos parecen mostrar las voces desde adentro. En todo caso, debe haber una
comunidad efectiva, como dicen Perelman y Olbrechts-Tyteca (1994), en el sentido de haber la intencin
de debatir, o de narrar algo.
Toda argumentacin, para Perelmann y Olbrechts-Tyteca, pretende la adhesin de los individuos y,
por tanto, supone la existencia de un contacto intelectual. Para que haya argumentacin es necesario
que, en un momento dado, se produzca una comunidad efectiva de personas. Es preciso que se est de
acuerdo, ante todo y en principio, en la formacin de esa comunidad intelectual y, despus, en el hecho
de debatir juntos una cuestin determinada. Ahora bien, esto no resulta de ningn modo evidente. En el
terreno de la deliberacin ntima, incluso, existen condiciones previas a la argumentacin: es preciso,
principalmente, que uno mismo se vea como si estuviera dividido en dos interlocutores, por lo menos,
que participan en la deliberacin. (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1994: 49). Una argumentacin ante un
nico oyente sera entonces un dilogo. Por eso, segn Quintiliano, la Dialctica, en tanto que tcnica
del dilogo, la comparaba Zenn con un puo cerrado, a causa del carcter ms riguroso de la
argumentacin, mientras que la Retrica le pareca semejante a una mano abierta (Perelman y
Olbrechts-Tyteca, 1994: 79).
Los tipos de texto se relacionan tambin con la cultura, lo que hace afirmar a Olbrechts-Tyteca, que
cada medio podra caracterizarse por su opiniones dominantes, por sus convicciones no discutidas, por
las premisas que admite sin vacilar: estas concepciones forman parte de su cultura, ya todo orador que
quiera persuadir a un auditorio particular no le queda otro remedio que adaptarse a l. (Perelman y
Olbrechts-Tyteca, 1994: 57). A la vez, como en el gusto, lo individual se entiende como general. El
hombre convencido piensa que el gusto no es slo suyo sino de todo el mundo, asimismo que, cuando
argumenta, piensa que se dirige no slamente al auditorio que tiene delante, sino a un auditorio universal
(cf. Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1994: 72).
Notas
1
Ver al respecto Journal of Narrative and Life History, 7(1-4).
2
lo cientfico y lo evidente, respectivamente.
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