DN - Stern y Grupo de Boston - 1998 - Mecanismos No Interpretativos
DN - Stern y Grupo de Boston - 1998 - Mecanismos No Interpretativos
DN - Stern y Grupo de Boston - 1998 - Mecanismos No Interpretativos
Documentos de trabajo
MECANISMOS NO INTERPRETATIVOS
EN TERAPIA PSICOANALITICA
El Algo ms que la interpretacin*
Grupo para el estudio del proceso de cambio
Daniel N. Stern, Louis W. Sander, Jeremy P. Nahum,
Alexandra M. Harrison, Karlen Lyons-Ruth, Alec C. Morgan,
Nadia Bruschweiler-Stern y Edward Z. Tronick,
Boston, Massachusetts.
En la actualidad se acepta generalmente que se necesita algo ms que la interpretacin
para que opere el cambio teraputico. Los autores proponen, usando un acercamiento
basado en estudios recientes de interacciones madrehijo y sistemas dinmicos no
lineales y su relacin con teoras sobre la mente, que el algo ms reside en un proceso
de interaccin intersubjetivo que genera lo que llaman conocimiento relacional implcito.
Este mbito de proceso relacional es distinto intrapsquicamente del mbito de lo
simblico. En la relacin analtica comprende momentos intersubjetivos ocurridos entre el
paciente y el analista que pueden crear nuevas organizaciones, o reorganizar no slo la
relacin entre los sujetos, sino lo que es ms importante, el conocimiento implcito del
procedimiento del paciente, su forma de ser con los dems. Las cualidades distintivas y
las consecuencias de estos momentos (momentos de encuentro) se conforman y
discuten en trminos de un proceso secuencial que ellos denominan avance1. Las
concepciones de la relacin implcita compartida, transferencia y contratransferencia se
discuten dentro de los parmetros de esta perspectiva, que se distingue de otras teoras
relacionales y psicologa del self. En suma, ocurren potentes actos teraputicos dentro
de este conocimiento relacional implcito. Los autores plantean que gran parte de lo que
se observa como efectos teraputicos perdurables resultan de esos cambios en este
mbito relacional intersubjetivo.
Stern, D. N., Sander, L. W., Nahum, J. P., Harrison, A. M., Lyons-Ruth, K., Morgan, A. C.,
Bruschweilerstern, N. and Tronick, E. Z. (1998). Non-Interpretive Mechanisms in Psychoanalytic
Therapy: The Something More Than Interpretation. Int. J. Psycho-Anal., 79:903-921
* Este artculo esboza un trabajo que se est desarrollando en la actualidad. Las solicitudes de
trabajos anteriores o reediciones deben dirigirse a: Grupo para el estudio del Proceso de Cambio, att.
E.Z. Tronick, Childrens Hospital, 300 Longwood Ave., Boston, MA 02115. Este artculo ha sido
seleccionado para su discusin en las pginas Web de la IJPA y en su revista. Para ms detalles
consultar: http://www.ijpa.org.
1 N. del T..: Moving along en el original. Lo hemos traducido por avance, en el sentido de proceso
conjunto, camino que recorren juntos En la traduccin castellana, donde se ha intentado cuidar el
sentido ms que la mera literalidad, han intervenido diferentes personas del Colectivo GRITA, bajo la
direccin de A. vila y sobre un borrador de Pedro Cabezuelo. Las negritas que se han introducido
dentro del texto son resaltados nuestros. Los comentarios van como notas a pie de pgina con
numeracin rabe y en color azul. Cualquier sugerencia sobre expresiones inadecuadas o confusas
ser bienvenida para sucesivas versiones de este documento de trabajo.
INTRODUCCION
Cmo promueven el cambio las terapias psicoanalticas?. Existe un consenso
acerca de que se necesita algo ms que la interpretacin, en el sentido de hacer consciente
lo inconsciente. El debate sobre qu es ese algo ms se da en muchas perspectivas,
implicando a distintas polaridades, donde el algo ms se ha conformado en actos
psicolgicos en contraposicin a palabras psicolgicas; de cambio en estructuras
psicolgicas en vez de deshacer la represin y traducirla al consciente; de una relacin
cambiante con el terapeuta en vez de una informacin cambiante para el paciente. Muchos
autores psicoanalticos, desde muy al principio del movimiento psicoanaltico y cada vez
ms en la actualidad, han sealado directa o indirectamente estos asuntos. (Ferenczi &
Rank, 1924; Fenichel et al., 1941; Greenson, 1967; Loewald, 1971; Sterba, 1940; Strachey,
1934; Winnicott, 1957; Zetzel, 1956). Ms recientemente han sido reconsiderados por
Ehrenberg (1992), Gill (1994), Greenberg (1996), Lachmann & Beebe (1996), Mitchell
(1995), Sandler (1987), Schwaber (1996) y Stolorow et al. (1994).
Este artculo presentar una nueva comprensin acerca del algo ms e intentar
mostrar dnde y cmo acta en la relacin teraputica. Lo haremos aplicando al material
clnico una perspectiva evolutiva al material clnico.
Diversos casos demuestran que despus de que la mayora de los pacientes han
finalizado un tratamiento satisfactorio, tienden a recordar dos tipos de sucesos
centrales que piensan son los que les han hecho cambiar. Uno hace referencia a las
claves interpretativas que reorganizaron su mundo intrapsquico. La otra hace
referencia a momentos especiales de conexin autntica de persona a persona
(definido a continuacin) con el terapeuta que alter su relacin con l o ella y en
consecuencia, el concepto de s mismo del paciente. Estos informes sugieren que
muchas terapias fallan o se interrumpen, no por las interpretaciones incorrectas o no
aceptadas, sino porque se pierden oportunidades para una conexin significativa entre dos
personas. Aunque no podemos afirmar que exista una correlacin uno a uno entre la calidad
de lo que recuerdan y la naturaleza del resultado teraputico, tampoco podemos descartar el
hecho de que tanto los momentos de autntico encuentro, y los fallos de esos encuentros,
son a menudo recordados con gran claridad como sucesos cruciales en el tratamiento.
El presente artculo diferenciar estos dos agentes de cambio: la interpretacin y
los momentos de encuentro. Tambin nos preguntaremos en qu dominio de la relacin
teraputica ocurren estos dos fenmenos. Aunque las interpretaciones y los momentos
de encuentro pueden actuar juntos y hacer posible que emerja o se refuerce el otro,
uno no puede explicarse en funcin del otro. Ninguno puede ocupar un lugar privilegiado
como explicacin del cambio. Se mantienen como fenmenos distintos.
Incluso aquellos analistas que creen en la primaca transformadora de la
interpretacin podrn afirmar sin problemas que, como norma, las buenas
interpretaciones requieren preparacin y llevan consigo algo ms. Un problema con
esta visin abarcadora de la interpretacin es que deja sin explorar qu parte de la actividad
interpretativa ampliada es en realidad el algo ms, y qu parte es meramente un insight
por medio de la interpretacin. Sin una distincin clara resulta imposible explorar si los
dos estn relacionados conceptualmente o son muy distintos.
Sin embargo, no deseamos establecer una falsa competicin entre estos dos
sucesos cambiantes. Son complementarios. Ms bien, queremos explorar el algo ms ya
que se entiende peor.
Presentaremos un encuadre conceptual para la comprensin del "algo ms" y
describiremos dnde y cmo acta (ver tambin Tronick, 1998). Primero, haremos una
distincin entre cambios teraputicos en dos dominios: el declarativo, o verbal
consciente y el procedimental implcito o dominio relacional (ver Clyman, 1991; LyonsRuth, en prensa2). Luego aplicaremos una perspectiva terica derivada de un modelo de
sistemas dinmicos para el desarrollo del cambio al proceso del cambio teraputico. Este
modelo es muy apropiado para una exploracin de los procesos implcitos,
procedimientales, que ocurren entre los partcipes de una relacin.
UN ACERCAMIENTO AL PROBLEMA
Nuestro enfoque est basado en ideas recientes obtenidas de estudios
evolutivos de la interaccin madre-hijo y de estudios de sistemas dinmicos no
lineales, y su relacin con los estados mentales. Estas perspectivas se mostrarn para
sustentar cmo elaboramos nuestra visin del "algo ms" de la terapia psicoanaltica, que
implica aferrarse a nociones como momentos de encuentro, la relacin real, y
autenticidad. Presentaremos aqu una visin general para los apartados de procesos
teraputicos y para el desarrollo.
El "algo ms" debe diferenciarse de otros procesos en psicoanlisis. En las
psicoterapias dinmicas se construyen y reorganizan al menos dos tipos de
conocimiento, dos tipos de representaciones y dos tipos de memoria. Una es explcita
(declarativa) y la otra implcita (procedimental). Queda por determinar si son de hecho
dos fenmenos mentales distintos. En esta fase, de cualquier forma, pensamos que
posteriores investigaciones exigen que se consideren por separado.
El conocimiento declarativo es explcito y consciente o puede hacerse
consciente con facilidad. Est representado simblicamente de forma icnica o verbal.
Es el contenido de interpretaciones lo que cambia la comprensin consciente de la
organizacin intrapsquica del paciente. Histricamente, la interpretacin ha ido unida a la
dinmica intrapsquica ms que a las reglas implcitas que gobiernan nuestras transacciones
con los dems. Este nfasis est cambiando actualmente.
El conocimiento procedimental de las relaciones, por otra parte, es implcito, y
opera fuera de la atencin focal y la experiencia verbal consciente. Este conocimiento
est representado no simblicamente de una forma que podemos denominar
2 N. de T.: Ya publicado: Lyons-Ruth, K. (1999). The two-person unconscious: Intersubjective dialogue, enactive
relational representation, and the emergence of new forms of relational organizations. Psychoanalytic Inquiry:
A topical journal for Mental Health Professionals, 19 (4), pp. 576-617. [versin castellana: El inconsciente
bipersonal: el dilogo intersubjetivo, la representacin relacional actuada y la emergencia de nuevas formas
de organizacin relacional. Aperturas Psicoanalticas, Revista de Psicoanlisis, Abril 2000, n 4.
(http://www.aperturas.org/4lyonsruth.html)
intersubjetivo. Adems de una percepcin de las motivaciones o deseos del otro, el objetivo
intersubjetivo tambin implica que esta comparticin se marca o ratifica entre ambos. Debe
existir algn acto que asegure el consenso. Un ejemplo lo proporciona la sintona afectiva
(Stern, 1985)
No es posible determinar qu objetivo es principal, el fsico o el intersubjetivo. A
veces parece prevalecer uno, y ocurre un cambio entre lo que estaba en primer y segundo
plano. En cualquier caso ambos estn siempre presentes. Nuestro inters principal aqu,
de cualquier forma, pertenece al objetivo intersubjetivo.
El proceso regulatorio da lugar a propiedades emergentes
Durante el proceso la mayor parte del tiempo uno no sabe exactamente que ocurrir,
o cuando, incluso si se pueden hacer estimaciones generales. Esta indeterminacin se debe
no slo a la naturaleza de los sistemas dinmicos, sino tambin al cambio de objetivos
locales o intermedios, as como al hecho de que el avance es improvisado. Incluso las
interacciones frecuentemente repetidas casi nunca se repiten del mismo modo.
Siempre existen contextos de interaccin en el proceso de variaciones evolutivas, ms
evidentes en ciertas actividades como el juego libre, donde parte de la naturaleza de la
actividad es introducir constantemente variaciones para evitar la habituacin (Stern, 1977).
Pero incluso una actividad estructurada ms cerrada, como la alimentacin o la limpieza,
nunca se repiten exactamente.
La naturaleza improvisada de estas interacciones nos ha llevado a encontrar una
gua en los trabajos tericos recientes sobre sistemas dinmicos no lineales que producen
propiedades emergentes (Fivaz-Depeursinge & Corboz-Warnery, 1995; Maturana & Varela,
1980; Prigogine & Stengers, 1984 y, aplicado al desarrollo temprano, Thelen & Smith, 1994).
Estos conceptos parecen proporcionar los mejores modelos para capturar el proceso
de avance y la naturaleza de momentos de encuentro especficos (ver ms adelante)
que son propiedades emergentes del avance. En el transcurso del proceso, los objetivos
duales de acciones de ajuste complementario y encuentro intersubjetivo acerca de ese
ajuste pueden dar lugar de repente a un momento de encuentro, el cual ha sido preparado
inevitablemente para ese propsito, pero no determinado, durante un largo periodo de
tiempo. Tales momentos se construyen conjuntamente y requieren la provisin de algo nico
por cada parte. Es en este sentido que el encuentro depende de especificidad de
reconocimiento, tal y como ha sido conceptualizado por Sander (1991).
Ejemplos de momentos de encuentro son sucesos tales como: el momento
cuando el comportamiento del padre casa con los movimientos del beb cuando se est
durmiendo de modo que activan un cambio en el bebe de la vigilia al sueo; o el momento
en que un fragmento del juego del juego libre evoluciona a una explosin de risa mutua9; o
el momento en que el bebe aprende, tras mucho tiempo de enseanza y estructuracin por
parte del padre, que esa cosa que ladra es un perro. En los ltimos dos ejemplos, el
encuentro es tambin intersubjetivo en el sentido de que cada sujeto reconoce que ha
habido un ajuste mutuo. Cada uno ha captado del otro una caracterstica esencial de la
9 N. de T. Vase nuestro trabajo: Bastos, A. et al. (2004). Escenas que conmueven: los pivotes del cambio.
Intersubjetivo, 6 (1), 129-143. (http://www.quipu-instituto.com/quipu_instituto/num_pub/pdf/grita7.pdf)
estructura motivacional orientada a un objetivo. Para ponerlo en claro, cada uno capta
una versin similar de lo que ocurre aqu, ahora, entre nosotros.
Asumimos que los encuentros intersubjetivos tienen status de objetivo en los
humanos. Son la versin mental del objetivo de las relaciones de objeto. En trminos
de sistemas, tales encuentros significan uniones entre organismo y contexto, interior y
exterior, alcanzar un estado que abarca ms de lo que cada sistema puede crear por
separado o en solitario. Tronick ha calificado este estado ms inclusivo como la expansin
didica de la conciencia.
Un momento de encuentro puede crear un nuevo ambiente intersubjetivo y un mbito
distinto de conocimiento relacional implcito.
La mejor ilustracin la proporciona un ejemplo. Si en el curso del juego, una madre y
el nio alcanzan un nuevo y mayor grado de activacin e intensidad de diversin, la
capacidad del nio para tolerar mayores niveles de excitacin positiva creada conjuntamente
se ha expandido para interacciones futuras. Una vez que ha ocurrido la expansin de este
lmite, y existe el reconocimiento mutuo de que los dos sujetos han interactuado
satisfactoriamente juntos en un mayor nivel de disfrute, sus interacciones siguientes se
dirigirn dentro de este ambiente intersubjetivo alterado. No es el simple hecho de que cada
uno lo haya hecho antes, sino que ambos han estado all antes. Se ha alterado el dominio
del conocimiento relacional implcito.
Por poner otro ejemplo, imaginemos a un nio pequeo visitando un nuevo parque
de juegos con su padre. El nio corre al tobogn y sube por la escalera. A medida que se
aproxima a lo ms alto, siente un poco de ansiedad por la altura y los lmites de su nueva y
emergente destreza. En un sistema funcional didico tranquilo, mirar a su padre como una
gua que le ayude a regular su estado afectivo. Su padre responde con una pequea sonrisa
y asentir con la cabeza, acercndose quiz un poco al nio. El nio terminar de subir,
obteniendo una nueva sensacin de dominio y diversin. Han compartido,
intersubjetivamente, la secuencia afectiva unida al acto. Tales momentos volvern a
ocurrir en apoyo de una confrontacin segura y confiada con el mundo.
10
Del mismo modo que el objetivo de ajuste fsico en las interacciones no verbales
entre padre e hijo, vemos que el proceso de avance en una sesin de terapia con un
adulto consiste en dos objetivos a la vez. Uno es reordenar el conocimiento verbal
consciente. Esto puede incluir el descubrimiento de temas para trabajar, clarificar, elaborar,
interpretar y comprender. El segundo objetivo es la definicin mutua y la comprensin
del ambiente intersubjetivo que capta el conocimiento relacional implcito y define la
relacin implcita compartida. Un conjunto de pequeos objetivos focales se necesitan
para micro-regular el proceso de avance. Los objetivos focales proporcionan una correccin
constante sobre la marcha, que sirven para redirigir, reparar, probar, comprobar o verificar la
direccin del flujo interactivo hacia el objetivo intermedio.
Como veremos, el ambiente intersubjetivo es parte de lo que llamaremos la
relacin implcita compartida. La negociacin y definicin del entorno intersubjetivo ocurre
en paralelo con el examen explcito de la vida del paciente y el anlisis de la transferencia.
Es un proceso que se lleva a cabo fuera de la conciencia la mayor parte del tiempo. No
obstante va unido a cada maniobra teraputica. El avance lleva a los interactuantes hacia
un sentido ms claro de dnde se encuentran en su relacin implcita compartida.
Concebimos el avance como un proceso que est dividido subjetivamente en
momentos de diferente calidad y funcin que llamaremos momentos actuales. Entre los
clnicos la nocin de un momento presente es evidente intuitivamente y tiene un valor
incalculable en nuestras discusiones. La duracin de un momento actual es normalmente
corta, porque como una unidad subjetiva, es la duracin de tiempo necesitada para captar el
sentido de lo que est pasando ahora, aqu, entre nosotros. En consecuencia, dura de
micro-segundos a muchos segundos. Se construye alrededor de intenciones o deseos y su
puesta en escena traza una lnea visible de tensin segn se dirige hacia su objetivo (ver
Stern, 1995). Un momento actual es una unidad de intercambio de dilogo que es
relativamente coherente en contenido, homognea en sentimiento y orientada en la
misma direccin hacia el objetivo. Cualquier cambio en cualquiera de lo anteriormente
citado producir un nuevo, el siguiente, momento presente. Por ejemplo, si el terapeuta dice:
Se da usted cuenta de que ha llegado tarde las ltimas tres sesiones? No es usual en Vd,
el paciente responde: S, y el analista aade: Qu piensa sobre ello? Este intercambio
constituye un momento actual.
El paciente replica Creo que estaba enfadado con Vd. Silencio. S, lo estaba.
Silencio. Este es un segundo momento actual.
El paciente entonces dice: La ltima semana dijo Vd. algo que me molest....
Silencio. Este es un tercer momento actual.
Estos momentos actuales son los pasos del proceso de avance. Entre cada uno
existe una discontinuidad de algn tipo, pero estn unidos en su progresin, aunque no de
forma uniforme, hacia un objetivo. Raramente suceden de una forma lineal.
En pocas palabras, hablamos de una envoltura delimitada de tiempo subjetivo en la
cual un motivo se pone de manifiesto para microregular el contenido de lo que se habla y
ajustar el ambiente intersubjetivo.
La relativa periodicidad de la actividad del nio (sueo, actividad, hambre, juego,
etc.) asegura un alto nivel de repeticin, creando un repertorio de momentos presentes. En
terapia tambin, los momentos actuales repiten variaciones en el tema de los movimientos
11
habituales que constituyen la nica forma en la que cualquier diada terapeutica avanzar.
Por supuesto, los momentos actuales se vern compelidos por la naturaleza de la tcnica
teraputica, las personalidades de los interactuantes y la patologa en tratamiento.
Debido a que los momentos actuales se repiten a menudo slo con variaciones
menores, llegan a ser muy familiares, modelos de lo que ser su vida con otra persona10.
Los momentos actuales llegan a representarse como esquemas de formas de ser con
otro (Stern, 1995) en el mbito del conocimiento relacional implcito. El par desarrolla un
conjunto de patrones micro-interactivos cuyos pasos incluyen errores, interrupciones y
reparaciones (Lachmann & Beebe, 1996; Tronick, 1989). Estas secuencias recurrentes nos
hablan acerca de lo sabido no pensado (Bollas, 1987), o el inconsciente prerreflexivo de
Stolorow & Atwood (1992). Son las piezas fundamentales de los modelos de trabajo de
Bowlby y de la mayor parte de la internalizacin. No son conscientes, pero son
intrapsquicamente distintos de lo reprimido.
En suma, los momentos actuales unidos configuran el proceso de avance. Pero
las unidades, momentos actuales y la direccin de este avance ocurre dentro de un marco
que es familiar y caracterstico a cada dada.
Momentos ahora
En nuestra concepcin, los momentos ahora son un tipo especial de momento
actual, aquel que se activa subjetiva y afectivamente, llevndole a uno ms
plenamente al instante11.
Cobran esta cualidad subjetiva porque el marco habitual el ambiente intersubjetivo
conocido, familiar de la relacin paciente-terapeuta ha sido sbitamente alterada o existe
riesgo de que se altere. El estado actual de la relacin implcita compartida se pone de
manifiesto. Esta brecha potencial en los procedimientos establecidos ocurre en varios
momentos. No tiene que amenazar al entorno teraputico, pero requiere una respuesta que
es demasiado especfica y personal como para ser una maniobra tcnica conocida.
Los momentos ahora no son parte del conjunto de momentos actuales caractersticos
que configuran el modo usual de estar juntos y en avance. Demandan una atencin ms
intensa y algn tipo de eleccin sobre si permanecer o no en el marco habitual
establecido. Y si no, qu hacer? Se fuerza al terapeuta a llevar a cabo algn tipo de
accin, sea una interpretacin o una respuesta que es nueva relativa al marco de trabajo
habitual, o un silencio. En este sentido, los momentos ahora son como el antiguo concepto
griego de Kairs, un momento nico que debe aprehenderse, porque tu destino cambiar
si lo atrapas.
Clnica y subjetivamente, el modo en que el terapeuta y el paciente saben que se
encuentran ante un momento ahora y que es distinto de los momentos actuales habituales,
es porque estos momentos no son familiares, inesperados en su forma exacta y
temporalizacin, extraos o desestabilizadores. A menudo son confusos por lo que est
ocurriendo o por el qu hacer. Estos momentos conllevan un futuro desconocido que
pueden sentirse como un impasse o una oportunidad. El presente se convierte en algo
10 N. de los T.: El concepto de Escenas modelo de3 Lichtemberg est relacionado con esta idea.
11 N. de los autores: Hemos tomado prestado el trmino momento ahora de Walter Freeman
12
Cuando algo importante, bueno o malo, ha ocurrido en la vida real del paciente que la
decencia comn requiere que sea reconocido y respondido de alguna manera.
Hemos de recordar que estamos tratando con un proceso dinmico complejo, donde
slo uno de muchos componentes puede estar cambiando de forma lenta y progresiva
13
durante la fase preparatoria y puede ser difcilmente perceptible, hasta que alcanza cierto
umbral, cuando amenaza con cambiar el contexto para el funcionamiento de otros
componentes. Conceptualmente, los momentos ahora son la antesala de una propiedad
emergente de la interaccin, a saber, el momento de encuentro.
Los momentos ahora ms intrigantes aparecen cuando el paciente hace algo que es
difcil de categorizar, algo que requiere una respuesta nueva y diferente con una firma
personal que comparta el estado subjetivo del analista (afecto, fantasa, experiencia real,
etc.) con el paciente. Si ocurre esto, se dar un autntico momento de encuentro. Durante el
momento de encuentro se establecer un nuevo contacto intersubjetivo entre ellos, nuevo
en el sentido de que se ha creado una alteracin en la relacin implcita compartida.
El momento de encuentro
Un momento ahora que ha sido atrapado12 teraputicamente y reconocido mutuamente es
un momento de encuentro. Como en la situacin padre-hijo, un momento de encuentro es
altamente especfico; cada participante ha contribuido activamente con algo nico y
autntico de s como individuo (no con algo especfico de su teora o tcnica de terapia)
en la construccin del momento de encuentro. Cuando el terapeuta (especialmente),
pero tambin el paciente, atrapan el momento ahora, lo exploran y lo sienten, puede llegar a
ser un momento de encuentro. Hay elementos esenciales que intervienen en la creacin de
un momento de encuentro. El terapeuta debe emplear un aspecto especfico de su
individualidad que lleve una firma personal. Los dos se encuentran como personas
relativamente al descubierto por sus roles teraputicos habituales, durante un momento.
Tambin, las acciones que constituyen el momento de encuentro no pueden ser rutinarias,
habituales o tcnicas; deben ser nuevas y a medida para captar la singularidad del
momento. Por supuesto esto implica un grado de empata, una apertura a una nueva
valoracin afectiva y cognitiva, una acusada sintona afectiva, un punto de vista que refleje y
ratifique que lo que est pasando est ocurriendo en el dominio de la relacin implcita
compartida, por ejemplo, un nuevo estado didico especfico creado para los participantes.
El momento de encuentro es el suceso crucial en este proceso porque es el
punto en el que el contexto intersubjetivo se altera, cambiando as el conocimiento
relacional implcito en la relacin terapeutapaciente.
Se reconoce por otros autores que el momento tenga un papel llave en el cambio.
Lachmann & Beebe (1996) lo han enfatizado, y Ehrenberg ha descrito que el cambio en su
trabajo teraputico tiene lugar precisamente durante momentos subjetivos ntimos (1992).
Un ejemplo es instructivo en este momento. Molly, una mujer casada de alrededor de
35 aos, comenz el anlisis por una pobre autoestima respecto de su cuerpo, su
incapacidad para perder peso y una severa ansiedad por la prdida de las personas que
ms quera. Era la segunda hija. Como la hermana mayor tuvo la polio de pequea y le dej
secuelas fsicas, los padres de Molly celebraban su cuerpo sano. Cuando era una nia, la
pedan que bailara ante ellos mientras la observaban admirados.
Empez la sesin hablando acerca de cosas del cuerpo y lo asoci con
sentimientos de excitacin sexual y un destello de enfado con la analista mientras se diriga
12 N. de los T.: capturado en la escena teraputica.
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RESUMEN Y DISCUSION
En tanto que la interpretacin est tradicionalmente considerada como el fenmeno
central que acta dentro y sobre la relacin transferencial, cambindola mediante la
alteracin del entorno intrapsquico, veremos momentos de encuentro como el fenmeno
principal que acta dentro y sobre la relacin implcita compartida, cambindola mediante la
alteracin del conocimiento implcito que es tanto intrapsquico como intepersonal. Estos dos
procesos complementarios son variables. No obstante, usan diferentes mecanismos de
cambio en distintos mbitos de experiencia.
Con la idea de una posterior indagacin e investigacin clnica, hemos tratado de
proporcionar una terminologa descriptiva para la fenomenologa de estos momentos que
crean la relacin implcita compartida.
Debera tenerse en cuenta que los cambios en el conocimiento relacional implcito y
en el conocimiento verbal consciente mediante la interpretacin son a veces difciles de
distinguir en el proceso interactivo real de la situacin teraputica. La relacin implcita
compartida y la relacin transferencial fluyen en paralelo, entremezclndose, prevaleciendo
una u otra. De cualquier forma, es condicin necesaria para la relacin que se lleve a cabo
el procesamiento del conocimiento implcito. La interpretacin, por otro lado, es un hecho
puntual.
Ubicamos los fundamentos de la relacin implcita compartida en los procesos
primordiales de comunicacin afectiva, enraizado en las relaciones ms tempranas.
Sugerimos que consta sobre todo de conocimiento implcito, y que cambios en esta relacin
puede dar como resultado efectos teraputicos de larga duracin. En el curso de un
anlisis parte del conocimiento relacional implcito ir transcribindose, despacio y
minuciosamente, a conocimiento consciente explcito. En qu medida es una pregunta
que queda en el aire. Sin embargo, esto no es lo mismo que hacer consciente lo
inconsciente, como siempre ha afirmado el psicoanlisis. La diferencia es que el
conocimiento implcito no se convierte en inconsciente debido a la represin y que no
se hace disponible a la conciencia liberando la represin. El proceso de traducir a la
consciencia el conocimiento reprimido es muy distinto al de traducir a la consciencia el
conocimiento implcito. Requieren concepciones diferentes. Pueden requerir tambin
procedimientos clnicos distintos, lo que tiene importantes implicaciones tcnicas.
El modelo propuesto se centra en procesos ms que en la estructura, y se deriva de
la observacin de la interaccin entre beb y cuidador y de la teora de sistemas dinmicos.
En este modelo, hay un proceso recproco en el que se produce un cambio en la relacin
implcita en los momentos de encuentro a travs de alteraciones en las formas de ser con.
No corrige fallos empticos del pasado a travs de la actividad emptica analtica. No
reemplaza un dficit del pasado. Mas bien se crea algo nuevo en la relacin que altera el
ambiente intersubjetivo. La experiencia pasada se recontextualiza en el presente de
forma que la persona opera desde dentro de un panorama mental distinto, dando
como resultado nuevos comportamientos y experiencias en el presente y el futuro.
Nuestra posicin sobre la regulacin mutua en la situacin teraputica es similar a la
descrita por Lachmann & Beebe (1996). Nuestra idea de un momento ahora que
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REFERENCIAS
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