De Monja A Conquistador, de Mujer A Hombre Los Viajes de Catalina de Erauso PDF
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De monja a conquistador,
de mujer a hombre: Los viajes
de Catalina de Erauso
From Nun to Conqueror, from woman
to man: The travels of Catalina de Erauso
Soraya Garca-Snchez*
RESUMEN
En la primera mitad del siglo XVII, la mujer espaola Catalina de Erauso (1592-1650)
fue viajera entre dos continentes, entre condiciones de gnero. La Catalina novicia cruz diferentes fronteras y se transform en Antonio: campesino, vendedor, soldado, alfrez, conquistador... Su identidad singular cambi y se pluraliz. Las instituciones religiosas y polticas del momento colonial espaol admiraron su persona. En sus viajes,
disfrazada de hombre, primero por Espaa y despus por el Nuevo Mundo, la Monja
Alfrez imit el comportamiento varonil y se convirti en protagonista por sus acciones. Sus ropas y actitudes masculinas le abrieron la puerta a la aventura y al viaje. Con
la reflexin de estos acontecimientos, analizar su vida y su manuscrito, Historia de la
Monja Alfrez, Catalina de Erauso, escrita por ella misma (1829).
Palabras clave: Cuerpo, escritura de mujeres, identidad, la Monja Alfrez, viajes.
ABSTRACT
During the first half of the seventeenth century, the Spanish woman, Catalina de Erauso
(1592-1650) was travelling between two continents, and between distant gender conditions. The religious novice Catalina crossed different frontiers and became Antonio: a
peasant, a salesman, a soldier, a conquistador Her singular identity changed and became more than one personality. The religious and political institutions of the Spanish
colonial time admired Catalinas persona. In her journeys, always dressed as a man first
in Spain and then in the New World, the Lieutenant Nun imitated masculine behaviour
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and became protagonist of her own actions. Catalinas masculine clothes and attitudes
unlocked the doors to adventure and travelling. This article will analyse these notions
and historical facts in her manuscript, History of the Lieutenant Nun (1829).
Keywords: Body, identity, journeys, the Lieutenant Nun, womens writing.
Recibido: 23.05.12. Aceptado: 08.11.12.
1
A lo largo de este estudio utilizar el nombre propio de esta increble mujer, en lugar de su
apellido, con el propsito de destacar su persona singular en lugar del apellido comn y de descendencia paterna que comparte con el resto de sus hermanos. A su vez, me centrar en la copia
editada por Ferrer Historia, y en su edicin Ctedra (2002), en lugar de Vida i sucesos (1992) de
Vallbona.
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Con este anlisis debo referirme a otras mujeres viajeras del momento ya que Catalina no
estaba sola. En su libro Amazons and Military Maids: Women Who Dressed as Men in the Pursuit
of Life, Liberty and Happiness, Julie Wheelwright se refiere a mujeres que tomaron la decisin de
vestirse de hombres para conseguir sus propsitos, y nombra distintos ejemplos como Valerie
Arkell-Smith conocida como Colonel Victor Barker (1926) o Hannah Snell - James Gray (1750).
Aunque su estudio se centra sobre todo en mujeres de ascendencia anglosajona, nos sirve de
apoyo para reflexionar sobre Catalina. Wheelwright tambin argumenta como es imposible saber
cuntas mujeres eligieron vivir bajo prendas masculinas para desarrollar ocupaciones varoniles.
Las que han sido descubiertas sirven como ejemplo de ello pero debemos imaginar que probablemente hubo muchas ms que todava no han sido desveladas (1989: 6).
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hace que tome las riendas de su vida y sea doblemente diferente, por un
lado, a las mujeres contemporneas de su momento y, por otro, al hombre
viajero (Bassnett, 2002: 226) que nace y se desarrolla segn los estereotipos
establecidos. Aunque la joven novicia sigue los pasos de ste, el nacimiento,
desarrollo e interior de Catalina son los de una mujer. As la categora de
conquistador en honor al reino y a la Iglesia la defiende como cualquier
otro hombre de su poca.
Segn mi conocimiento, nadie ha divulgado el trayecto espacial de los
viajes de Catalina y es que sus memorias pueden tambin enmarcarse dentro del paradigma de literatura de viajes. Historia de la Monja Alfrez, adems de considerarse un texto primordial en los estudios de mujeres, sigue
el prototipo de la literatura de viajes, es decir, registra lugares, situaciones
y personas que Catalina encuentra en su camino. La literatura de viajes es:
[un] subgnero literario constituido por aquellos escritos (crnicas, diarios de a bordo, cartas, informes, etc.) cuyo objetivo es, esencialmente,
la narracin de una experiencia vivida. Al viajero conquistador, misionero, marino o cientfico que ha descubierto nuevas tierras y culturas,
que ha conocido otros pases y pueblos, no le basta con aportar pruebas
materiales de tales hechos, sino que se ve en la necesidad de contarlos y
de dejar constancia escrita de ello (Oliver et al., 2007: 9).
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Comenc a caminar por toda la costa del mar, pasando grandes trabajos
y falta de agua, que no hall en todo aquello de por all; tpeme en el camino con otros dos soldados de mal andar, seguimos los tres el camino,
determinados a morir antes que dejarnos prender. Llevbamos nuestros
caballos, armas blancas y de fuego, y la alta providencia de Dios (De
Erauso, 2002: 120).
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refleja no slo el tamao del trayecto sino el esfuerzo fsico del caminante
que Catalina describe bajo el gnero masculino, el gnero en el que vivi
sus hazaas: Corridas como cuatro leguas largas desde aqu, llegu a Plata,
bien fatigado y cansado (De Erauso, 2002: 139-40). En muchos otros ejemplos refleja la Monja Alfrez lo agotador del viaje: Comenc a caminar por
toda la costa del mar, pasando grandes trabajos y falta de agua, que no hall
en todo aquello de por all (De Erauso, 2002: 120). Si la legua adems se
compara con las medidas contemporneas del kilmetro o la milla, la primera no conoce otra forma de llegar que no sea a travs del fsico humano
o animal, con lo que la narrativa de Catalina acenta su esfuerzo corporal.
Casey Blanton argumenta que la literatura de viajes intenta contar una
verdad que paradjicamente podra no ser dicha (2002: 2). La historia de
Catalina parece una fantasa, y aunque corta, refleja su viaje espacial, su viaje temporal y su viaje personal y de gnero en un mundo dominado por los
hombres. Si volviese a organizar su viaje segn los espacios recorridos, su
aventura se podra ver como una de conquista, de descubrimiento, comparable con otras personalidades de la historia como Cristbal Coln. Catalina comparte con el descubridor de Amrica el egotismo de su voz. Ambos
protagonizan y enfatizan sus voces en la narracin de sus textos. Con el
viaje, Catalina se convierte conscientemente en alguien diferente que quiere que sus hazaas se consideren autnticas. Como describe Bassnett: [M]
any of the works by women travelers are self-conscious fictions, and the
persona who emerges from the pages is as much a character as a woman in
a novel (2002: 234)4. Catalina es una protagonista de ficcin en su propio
texto de viajes. Narra conscientemente los acontecimientos que la sociedad
quiere escuchar con la nica intencin de ser y permanecer en su estatus de
mujer-hombre, femenina-masculino, monja-alfrez.
Las memorias de la Monja Alfrez siguen tambin el patrn de la literatura de viajes que normalmente contiene tres fases en su composicin:
la salida, la aventura y el regreso. En Historia, Catalina relata primero su
partida, y aqu incluye su escapada del convento, sus primeras experiencias
bajo el disfraz de hombre y a su familia con una breve descripcin. Antes
de su partida, la herona consigue hablar principalmente de sus padres y, al
mismo tiempo, se incluyen en el texto para darlos a conocer y llegar a despedirse de ellos, aunque siempre bajo su disfraz: Nac yo, doa Catalina de
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Muchos de los trabajos de mujeres viajeras son ficciones conscientes, y la persona que
emerge de las pginas es tanto un personaje como una mujer en una novela. sta y las traducciones posteriores del ingls al espaol son mas.
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Una relacin es una forma narrativa de los hechos de un viaje que solan emplear los cronistas de la poca colonial. Las tres relaciones sobre Catalina se escribieron despus de su muerte.
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La construccin del gnero se refiere a los actos que lleva a cabo una persona segn sea
su gnero masculino o femenino. Por ello, el gnero no es puro en su esencia sino se construye a
travs de la identidad que se alega ser (Butler, 1994: 25).
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Travestismo (cross-dressing) es el trmino que procede del latn trans de cruzar o sobrepasar y vestere de vestir que acu el doctor socilogo y sexlogo alemn Magnus Hirschfeld en
1910 con su obra Transvestites: The Erotic Drive to Cross-Dress.
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[T]ravestismo ofrece un reto a nociones binarias simples, cuestionando las categoras de
lo femenino y lo masculino, sean consideradas esenciales o construidas, biolgicas o culturales.
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Quizs el espacio que concedi mayor liderazgo a las mujeres fue la vida religiosa.
La confesin de Catalina determina su propia salvacin. Un poderoso representante de la Iglesia podr juzgar y valorar sus acciones ante sus
creencias. Una vez que se descubre, la Monja Alfrez relata sus experiencias
ms relevantes en un texto cuya narracin se expresa en forma de confesin10. La confesin implica referencias religiosas. Segn la Real Academia
Espaola, confesin es un sacramento de penitencia, un credo religioso y, a
su vez, un relato que alguien hace sobre su propia vida para explicarla a los
dems. Tanto el espacio religioso como el oyente de sus acciones, como la
forma de su historia culminan este momento esencial, y acaso estratgico,
de la vida de Catalina.
Confesiones de la Monja Alfrez. La verdadera historia de Catalina de
Erauso (2005) de Juanita Gallardo es una de las ms recientes novelas inspiradas en esta mujer histrica que refleja los valores religiosos del acto de
confesar. Gallardo centra su texto en el momento de la confesin, primero oral, y luego escrita, por orden del obispo: Quiero que escriba su vida
empezando por el da en que lleg a este mundo. De aqu no sale por un
buen tiempo, as que escriba (2005: 12). En esta novela histrica Catalina
se manifiesta rodeada del entorno religioso ya que reflexiona y se preocupa
por poner en papel una confesin exacta, aceptada, justificada que llegue
a valorarla y a salvarla de la pena de muerte. A Catalina la vemos desde la
tercera persona que la describe con adjetivos masculinos: Bastar cumplir con lo que el obispo le ordena para volverse inocente, redimido, puro
(2005: 16).
Esta confesin en forma de testimonio gusta al obispo que protagoniza a don fray Agustn de Carvajal, representante de la Iglesia en el Cuzco
durante su arresto. Gracias a esta figura jerrquica, Catalina se salva de la
pena de muerte, regresa a Espaa vestida de monja y, finalmente, contina
vistiendo como hombre de la poca, despus de haberse pasado varios aos
encerrada en el convento mientras esperaba la notificacin positiva de Es-
10
Aunque confesin no es lo mismo que testimonio, hay cierta correspondencia entre ambas
expresiones a la hora de estudiar el texto de Catalina. El segundo se refiere ms a una prueba que
justifique una verdad. John Beverley (2004) asegura que testimonio lleva la connotacin de decir
la verdad ya sea en un sentido legal o religioso. Testimonio implica entonces un dilogo entre
el narrador y el lector, y no llega a ser objetivo sino subjetivo. El narrador habla de historia, de
sus eventos. Refleja su vida a travs de la forma literaria y de la primera persona. Su historia se
singulariza al describirse. En el caso de Catalina, su narracin es en primera persona, subjetiva y
exagerada. Habla de s misma y de sus experiencias y circunstancias aqu y all, en todos los lugares relevantes y con las personalidades importantes que se encuentra en el camino. Esta literatura
testimonial tambin se desarrolla en la literatura de viajes, mientras que la confesin implica un
acto de conciencia, rendimiento y honestidad, y finalmente, liberacin.
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paa que confirmara que Catalina era slo novicia y no lleg a jurar sus
votos. Catalina no poda ser condenada por sus aventuras varoniles porque
haba sido novicia durante ms de diez aos, y la categora religiosa le daba
poder. Del mismo modo, tampoco poda sentenciarse como mujer ya que
fue un soldado ejemplar. Para Catalina, la creacin de sus memorias hace
que relate sus hazaas para que el honor reemplace a la muerte como refleja
Gallardo en su obra, en la que prefiere utilizar la narracin en tercera persona y el gnero masculino para referirse a la Monja Alfrez:
Quisiera entregar un relato maravilloso y heroico de sus hazaas para
dar pruebas al mundo o, al menos, al obispo de Huamanga de su valenta, pues, si el hombre es la medida de todas las cosas, l, que tantas
hazaas ha protagonizado, merece ms que el comn de sus congneres
y, en consecuencia, en vez de enviarlo a la muerte, la sociedad le debe un
puesto de honor (2005: 16).
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Rita Felski pone como ejemplo de narracin feminista las obras de Margaret Atwood, Surfacing o de Joan Barfoot, Gaining Ground. En ambos casos, las escritoras manifiestan la narrativa
interior de descubrimiento personal y de viaje espiritual (1989: 13).
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En estas lneas se hace referencia a la obra de Fernando Ansa, Identidad cultural de Iberoamrica en su narrativa, 1986, p. 120 (Historia, 2002: 20).
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virrey y Audiencia real que gobierna el resto de Per, y otras grandiosidades (De Erauso, 2002: 108).
CONCLUSIONES
Escribir implica ver, escuchar, saber, leer, reflexionar, narrar, describir En
el caso de Catalina, su apellido noble le dio cultura y educacin. La escapada al nuevo continente le concedi libertad y ms conocimiento, ms
tolerancia con la que vivir, trabajar y convencer a los otros de su supervivencia. Jos Luis de la Fuente Bastardo hace especial referencia a la mujer
en Hispanoamrica y argumenta que ha pasado de personaje a persona,
de tinta en un trozo de papel a escritora reconocida; primero, luchadora
en solitario y, despus, reivindicadora junto al hombre de los desastres que
han sacudido al continente (2000: 191). Catalina cambi la accin de ser
observadora a ser observada. No acompa a ningn hombre en particular,
como as lo hiciera Ins Surez con Valdivia en la conquista de Chile, sino
que se transform en uno de ellos pero siempre en solitario. Sola persigui el canon establecido para conquistar Chile, Per, Bolivia, Argentina,
Su temperamento, su decisin y su valenta iniciaron a esta mujer en un
mundo por descubrir, muy diferente al que dej atrs en Espaa, sin reglas
estipuladas que deba cumplir por su condicin y estatus de mujer. Deba
llevarlo a cabo sin confiar en mucha gente. En las Amricas las reglas que
desempe Catalina eran las de hombre que tena derechos y obligaciones.
Catalina luch por el reino de Espaa y conquist el derecho de seguir libre
bajo sus prendas de alfrez y de conseguir una contribucin econmica por
parte del rey: Vneme a Madrid, presentme ante S.M. suplicndole me
premiase mis servicios, que expres en un memorial que puse en su real
mano me seal ochocientos escudos de renta por mi vida (De Erauso,
2002: 169).
Tanto la vida de la herona Catalina como sus memorias se relacionan
con los estudios de historia, literatura de viajes y escritura de mujeres que
reconoce a aquellas fminas del pasado no tan cercano que narraron, viajaron y/o vivieron una vida de desafo y contradiccin. Ellas, como Catalina,
provocaban a su sociedad para conseguir un objetivo que reconociera su
posicin y su valor, igual al del soldado o al del conquistador de la poca.
Algunas escribieron, otras dictaron y de otras escribieron. Esos textos forman parte de una historia diferente y simblica en los estudios de mujeres
espaolas, inglesas, francesas, alemanas, africanas, canadienses, peruanas,
chilenas, argentinas... Cada origen y cada poca histrica particulariza sus
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experiencias pero, en general, todas comparten la lucha por ser reconocidas, por ser consideradas, por tener las mismas oportunidades que el otro
gnero favorito en la sociedad. Se trata de eleccin. Se trata de libertad.
Simple pero en muchos casos, an imposible. Pasado, presente y futuro
siguen unidos en la reivindicacin, en la lucha constante por la igualdad
de gnero.
Catalina, La Monja Alfrez o Catalina de Erauso como mujer y como ser
sper masculino, como monja y como conquistador, se arriesg y sobrevivi a distintas luchas fsicas y psicolgicas en un Siglo de Oro para el imperio espaol. Catalina fue una mujer histrica que viaj entre mundos espaciales y de gnero. Su carcter sper masculino le sirvi para manifestar
su autonoma, su independencia y su identidad. Sus hazaas, su viaje y su
historia no dejan de ser espectaculares para el lector de ayer, hoy y maana.
REFERENCIAS
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