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Cultura Olmeca

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Cultura Olmeca

La palabra Olmeca es proveniente de la Cultura Nahuatl lo que tiene como significado”


vivientes de olma” que viven en el país del hule. Es establecida como la cultura
líder de las poblaciones de Meso-América por muchos historiadores.

Ubicación

La olmeca fue una sociedad del período preclásico mesoamericano, que ocupó una
amplia extensión del territorio de Mesoamérica, en la costa del Golfo de México, actual
Veracruz y parte oriental del estado de Tabasco. Fue la primera gran civilización
conocida de América y se desarrolló entre 1250 adC hasta el 500 adC ó 400 adC.

Limitada por las montañas de los Tuxtlas, y por la Sierra Madre del Sur se encuentra la
región denomina área metropolitana, área clímax o zona nuclear debido a que en ella
se encuentran las que tal vez fueron sus capitales: La Venta, San Lorenzo de
Tenochtitlán, Laguna de los Cerros y Tres Zapotes. La ubicación de estos lugares
muestra que los olmecas preferían los cursos de los ríos, donde la agricultura podía
beneficiarse de las lluvias periódicas y de la proximidad de los bosques.

Organización política y social

Son pocos los conocimientos obtenidos de forma directa sobre las estructuras social y
política de la sociedad olmeca. Aunque la mayoría de los estudiosos asumen que las
cabezas colosales y otras esculturas son representaciones de gobernantes

Los arqueólogos proponen de forma general que la sociedad olmeca era también ella
misma altamente centralizada, con una estructura fuertemente jerarquizada,
concentrada inicialmente en San Lorenzo y más tarde en La Venta, con una élite
capaz de utilizar su control sobre materiales como la piedra para monumentos y agua
para ejercer el liderazgo y legitimar su régimen.
La sociedad de los Olmecas, era una sociedad patriarcal, es decir, el hombre es quien
se preocupa de todos los problemas que pudieran estar afectando a la civilización, y el
hombre es quien controla y maneja a la familia. La vestimenta habitual de un Olmeca,
era usar un taparrabos y capas, colares de cuenca de barro, conchas y piedra verde,
orejeras, ajorcas, y brazaletes. Portaban una especie de casco, turbante, tocados
complicados y máscaras.

Religión

En el pasado, era el pensamiento de que los olmecas adoraban sólo a un Dios, una
divinidad de la lluvia descrita como un "jaguar-hombre", pero el estudio demostró que
hubo al menos 10 dioses distintos representados en el arte olmeca. Estuvieron
presentes varias divinidades importantes de la tarde con sede panteón
mesoamericano, como el dios del fuego, dios de la lluvia, el maíz Dios, y la Serpiente
Emplumada.

Economía

La agricultura era la base de la economía. Las cosechas eran generosas. A lo largo de


los márgenes de los ríos fertilizados por las inundaciones, se plantaba maíz, frijoles,
calabaza y chili.

La caza y la pesca era complementaria de la la dieta, además de la recolección


sistemática de frutas y tubérculos silvestres.

Las prácticas comerciales han convertido a la sociedad jerarquizada, con sofisticada


organización política y social. Además de integración, había migración entre las
ciudades y nacieron nuevos tipos de profesionales, como escultores, lapideros y otros.

Arte y cultura

La cultura Olmeca se caracterizó desde muy temprano por una fuerte obsesión felina,
conectada al parecer con un culto al agua o la lluvia. El jaguar, abundante entonces en
la región y peligro constante para sus habitantes, pudo haber sido considerado como
el ancestro común; una especie de animal totémico. Las representaciones más
frecuentes en el arte Olmeca son los diversos atributos del jaguar: cejas, encías,
garras, manchas, etc., solos o en combinación con elementos humanos. El jaguar
quizá fue conceptualizado como el origen; representaba la tierra y el inframundo. Poco
después la serpiente sería incorporada a su ideología, identificándola tal vez con el
agua que corre. Estos dos conceptos básicos posteriormente serían fusionados para
dar lugar a un ser fantástico que reunía los atributos y simbolismos de ambos
animales: tierra y agua; dando lugar a la fertilidad.

De las realizaciones artísticas olmecas, lo más destacable es, sin duda, la escultura y
el relieve. A pesar de no existir una cantera de piedra cercana, se cree que las
transportaban de la provincia de Tuxtlas y de las laderas de la sierra de Chiapas,
realizaron enormes monumentos de piedra y esculpieron colosales figuras.

Trabajaron con piedras volcánicas, así como con piedras duras y semipreciosas,
principalmente con jadeítas traslúcidas de color verde esmeralda, azul verdoso o
grisáceo y, en menor escala, la serpentina, la hematita y hasta se han encontrado en
La Venta cuentas de amatista y de cristal roca.

Su esmerada factura, así como su perfección no fue alcanzada por ningún pueblo
civilizado del Nuevo Mundo en el tratamiento de las piedras duras como lo hicieron los
olmecas. Fueron ellos los primeros en posicionar las jadeitas por encima de metales
tan preciados como el oro o la plata. Esto se perpetuó en toda la América Media,
desde los mayas hasta los aztecas.

Arquitectura

La arquitectura Olmeca se caracteriza por su modestia y el uso de materiales


perecederos. Esto ha hecho que no queden demasiados ejemplos de sus
construcciones, más allá de algunos restos de las pirámides usadas como centros de
culto.

Entre los materiales más usados se encuentra el barro, a veces de distintos colores
dependiendo de los yacimientos que encontraran cerca.

También era importante la madera, con la que hacían los postes. Para los techos,
recurrían a las hojas de palma. En cuanto a los basamentos, lo normal era que usaran
tierra compacta de arcilla.

Se encuentra alguna excepción cuando la ciudad podía recurrir a algunas piedras. Así,
en La Venta utilizaron basalto para las columnas, acarreado desde la Sierra. Los
propios basamentos eran recubiertos con piedras cuando era posible.

Los Olmecas, a pesar de la modestia de los medios de los que disponían, fueron los
que marcaron la línea de las construcciones religiosas en toda la región. Los edificios
considerados precursores se encuentran en San Lorenzo-Tenochtitlan y en La Venta.

Normalmente, los centros ceremoniales se levantaban en espacios de abiertos, en


elevaciones del terreno que durante la temporada de lluvias quedaban convertidas en
islas. Estos edificios eran el centro de la comunidad y, a su alrededor, se levantaba el
resto de las construcciones.

Las plataformas y basamentos que componían el conjunto ceremonial eran realizados


con tierra compacta o, dependiendo de la zona, con adobe o arcilla. La forma más
habitual era la piramidal, aunque también hicieron alguno de planta rectangular.
Escultura

Cabezas Colosales

Han sido descubiertas en los yacimientos de La Venta, San Lorenzo, Tres Zapotes,
Nestepe y Cerro Vigía.

Son monolíticas, suelen medir entre 1’60 y 3 metros de altura; su peso oscila entre 6 y
25 toneladas, (aunque hay excepciones como la cabeza de Cobata, hallada en Tres
Zapotes que posee 65 toneladas). Posee unas características físicas que recuerdan a
la raza negroide: nariz ancha, labios gruesos y ojos abotagados, que se cubren con un
casquete ajustado que cae por los lados. Cada una de ellas muestra rasgos faciales
distintos, como si fueran retratos. Pudieron haber sido reyes o sacerdotes. También se
ha especulado con la posibilidad de que fueran jugadores de pelota porque el tocado
que llevan, ya que podría tratarse del casco de protección para este juego ritual. Otros
sostienen que podrían ser ‘cabezas de linaje’, es decir que serían un monumento de
culto a los muertos. Su significado, al igual que casi todo lo que rodea a esta cultura
tampoco está claro, lo que sí se sabe es que las cabezas estaban totalmente pintadas
porque la mayoría presentan restos de pintura.

Altares pétreos

Encontrados en los yacimientos de La Venta, San Lorenzo y La Laguna de los Cerros.


Estos altares se caracterizan por ser piedras monolíticas de forma prismática y con un
tamaño aproximado de 2’50 x 1’60 cm. Poseen una decoración, tanto en bajo como en
alto relieve, de escenas que sorprenden por sus volumetrías, aunque no se desmarcan
del marco arquitectónico del que emergen. En numerosos altares se representa una
figura sedente, emergente de una cueva u hornacina que se interpreta como la boca
de un dragón, que podría representar al dios o diosa del Inframundo.
Hachas ceremoniales

Su tamaño es bastante reducido, a pena superan los 30 centímetros de alto. Se


decoran en la parte frontal con la figura de un extraño personaje, una mezcla entre real
y fantástico. Para realizarlas utilizaron materiales de gran dureza como el jade o
similares. Consiguieron un alto nivel de expresividad y una técnica de pulimentado
muy perfeccionado.

Se cree que tuvieron un simbolismo religioso-ceremonial, ya que según aparecen en


las ilustraciones del Códice Trocortesiano del Museo de América de Madrid, los dioses
se valían de ellas para golpear las nubes para hacer que lloviera. Esta teoría cobra
mayor fuerza teniendo en cuenta el lugar donde han sido halladas, cerca que
construcciones ceremoniales.

Figuras humanas de bulto redondo

Son muy abundantes y poseen unas características muy avanzadas para la época, el
escultor olmeca no se conformó con copiar meramente la realidad, sino que optó por la
simetría y la monumentalidad de las formas.

Se destacan entre estas figuras los baby face, pequeñas esculturas de cerámica,
generalmente de 25 a 35 cm, brillantes, de color blanco o con engobe de color crema,
con cara de niño y la cabeza grande, deforme, con una forma denominada peripoidal.
También tienen los ojos almendrados, y facciones que remiten al jaguar como en toda
la escultura olmeca, las extremidades cortas y gruesas, y todas son diferentes. Los
personajes están desnudos y recuerdan a bebés sentados o gateando.

Cerámica

La cerámica se caracteriza por los vasos escultóricos, cilíndricos, platos de fondo


plano y ollas globulares de cuello recto, ornamentados con motivos incisos o raspados
y por figurillas, algunas antropomorfas con cara de niño. Algunas piezas son macizas y
están modeladas a mano, a la manera de la etapa formativa, y otras, de arcilla blanca,
están huecas y representan los aspectos faciales del denominado niño-jaguar. Esta
gran diversidad de expresiones artísticas se encuentra en un amplio ámbito de
expansión mesoamericano configurando un compendio de aspectos comunes que se
expresan en un estilo fuerte y uniforme.

Pintura

Existe una pequeña muestra de pintura mural, aunque fuera del área central. En las
cuevas de Oxtotitlán y Juxtlahuaca (Guerrero) existen escenas que representan
posibles ceremonias elitistas con simbología olmeca.

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