Interferómetro de Michelson
Interferómetro de Michelson
Interferómetro de Michelson
Agua Desionizada
El agua desionizada está libre de iones disueltos; es decir, sin átomos cargados
eléctricamente. El agua normalmente tiene muchos iones; los que se eliminan al
desionizarla poseen cargas eléctricas positivas o cationes, y negativas o aniones.
Entre los iones positivos eliminados al desionizar el agua están sodio, calcio, hierro
y cobre.
Entre los aniones extraídos están carbonatos, fluoruros, cloruros y otros. El proceso
de deionización tiene lugar al pasar el agua corriente, de manantial o destilada a
través de una resina cargada eléctricamente o resina de intercambio iónico. Vale
destacar que el agua desionizada no es necesariamente agua pura.
La deionización no elimina partículas orgánicas sin carga (por ejemplo, la mayoría
de las bacterias y virus), ni contaminantes orgánicos. El agua desionizada se suele
usar en laboratorios donde la presencia de iones disueltos causaría interferencia en
los análisis.
Se puede beber, pero no es aconsejable hacerlo regularmente. Por una parte,
debido a que su sabor y sensación en boca no son del todo agradables; por otra
parte, porque carece de minerales. El calcio y magnesio que normalmente se
encuentran en el agua, tienen efectos beneficiosos para la salud.
El agua desionizada o agua DI es reactiva, por lo que sus propiedades comienzan
a cambiar tan pronto como se expone al aire. El agua desionizada tiene un pH de 7
al salir del intercambiador iónico.
Sin embargo, al entrar en contacto con el dióxido de carbono del aire, el CO2 disuelto
reacciona para producir H (+) y HCO3(-), llevando el agua hacia la acidificación con
un pH cercano a 5,6.
Este descenso en el pH la hace corrosiva, por lo que su uso es inconveniente si
entra en contacto con metales por largo tiempo.