Mahoma
Mahoma
Mahoma
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En Medina, Mahoma tomó contacto con la comunidad judía, que le rechazó por su errónea
interpretación de las Escrituras. Comprendió entonces que su predicación no conducía a la
religión de Abraham, sino que constituía una nueva fe; de entonces data el cambio de la
orientación de la oración, de Jerusalén a La Meca.
Combinando la persuasión con la fuerza, Mahoma se fue rodeando de seguidores, que
empezaron a practicar las razias contra caravanas y poblaciones del entorno como medio de vida.
Estas escaramuzas (Badr, Uhud), elevadas a la categoría de batallas por la historia oficial, fueron
descubriendo a los musulmanes la «guerra santa», el uso de la fuerza para someter y convertir a
los infieles.
En Medina, Mahoma se convirtió en un caudillo no sólo religioso, sino también político y militar.
Los enfrentamientos entre Medina y La Meca culminaron con la conquista de esta última ciudad
por los mahometanos en el 630, fruto de la presión militar, de la negociación política y de
convenientes enlaces matrimoniales (Mahoma se casó hasta con doce mujeres, nueve de ellas al
mismo tiempo). El santuario de la Kaaba, piedra negra venerada en La Meca, fue inmediatamente
consagrado a Alá.
Poco antes de morir, Mahoma realizó una peregrinación de Medina a La Meca, que ha servido de
modelo para este rito que todo musulmán debe realizar una vez en su vida.
Mahoma fue personalmente el creador de la teología islámica, que quedó reflejada en el Corán,
único libro sagrado de los musulmanes; es una colección de sentencias que se suponen inspiradas
por Alá y que fueron recogidas en vida del profeta y recopiladas hacia el 650.
En los dos últimos años de la vida de Mahoma el Islam se extendió al resto de Arabia, unificando
a las diversas tribus paganas que habitaban aquel territorio. Eran un conjunto de tribus semíticas
politeístas, cuyo continuo estado de guerra entre clanes les había impedido hasta entonces tener
protagonismo alguno en la historia.
A pesar de haber nacido en una región atrasada y marginal del planeta, y de proceder él mismo
de un ambiente modesto, Mahoma convirtió a las belicosas tribus árabes en un pueblo unido y
las embarcó en una expansión sin precedentes.
Al morir Mahoma sin heredero varón, estallaron las disputas por la sucesión, que recayó en el
suegro del profeta, Abú Bakr, convertido así en el primer califa o sucesor.
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Los sucesores de Mahoma extendieron el dominio del Imperio Árabe a Palestina, Siria,
Mesopotamia, Persia, Egipto, el Norte de África y Al- Andalus (Península Ibérica- España)
Hégira
El Hégira es la huida de Mahoma de La Meca a Medina (ciudades al oeste de la península arábiga) porque
los mercaderes no aceptaban sus enseñanzas sobre la nueva religión, el islam, en el año 622.
La palabra hiyra significa literalmente «migración», y no «huida», como por error se traduce algunas
veces.
La Hégira en el Islam
Entre los musulmanes, la Hégira es mucho más que un simple viaje, pues simboliza el comienzo de la
expansión del Islam como religión. Por otra parte, en el calendario de los musulmanes los años se
empiezan a contar a partir de la Hégira y por este motivo la abreviatura d. H equivale a después de la
Hégira. De esta manera, el año 622 de la era cristiana equivale al año 1 del mundo musulmán.
La Expansión
El viaje de Mahoma y un grupo de seguidores a la ciudad de Yathrib significó un nuevo punto de partida
para la difusión del Islam. En principio Mahoma fue recibido como un pacificador, pues por entonces los
distintos clanes tribales de Yathrib se encontraban inmersos en una permanente rivalidad.
Los fieles que se establecieron en Yathrib conformaron una nueva comunidad y aquello que les unía no
eran los lazos de sangre sino sus creencias, su fe en Dios.
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Mahoma consiguió que los distintos clanes de Yathrib alcanzaran la paz y por este motivo la ciudad pasó
a llamarse "la ciudad del Profeta" o Medina. Mahoma les había ofrecido un mensaje de paz y, al mismo
tiempo, un conjunto de principios religiosos inspirados en el Corán. Estos principios son cinco y
constituyen los pilares del Islam.
El segundo consiste en rezar cinco oraciones a lo largo del día y es conocido como Salat.
El tercero es el Zakat y con él los musulmanes tienen que dar una parte de los bienes personales
a los pobres.
El cuarto pilar o Hajj es al ayuno desde el alba hasta el crepúsculo durante el periodo de Ramadán.