Grete Stern Sueños
Grete Stern Sueños
Grete Stern Sueños
Director
Juan Barja
Seguro
AON
CATÁLOGO
Área de Edición del CBA
Carolina del Olmo
Ignacio Salcedo
Elena Iglesias Serna
Javier Abellán
Diseño
Estudio Joaquín Gallego
Impresión
Brizzolis, arte en gráficas
ISBN: 978-84-939928-9-7
Depósito Legal: M-29382-2015
En su compromiso con la difusión cultural y artística, el Círculo de Bellas Artes tiene el honor de presen-
tar la exposición Sueños de la fotógrafa argentina, Grete Stern, precursora del fotomontaje en el país.
Del potente conjunto de fotografías de esta alemana de nacimiento emigrada en los albores del
nazismo, la exposición se centra en los fotomontajes que vinieron a ilustrar la sección El psicoaná-
lisis le ayudará de la revista semanal Idilio, en total 140 trabajos de 1948 en adelante, que vienen a
componer como proyecto su obra más viva y más original.
Previamente, Grete Stern había entrado en contacto con algunos de los exponentes del fotomontaje
alemán durante su etapa de estudiante, iniciándose luego dentro de la fotografía comercial en la
agencia ringl + pit, fundada por ella misma y su amiga Ellen Auerbach, y retratando a la élite cultural,
tanto a su paso por Londres una vez exiliada, como en Buenos Aires, donde recaló finalmente llevada
por su matrimonio con el también fotógrafo argentino Horacio Coppola. Bagaje que le sirvió para
adquirir un conocimiento artístico mayor, indudablemente enriquecido.
La casa de Grete Stern en Buenos Aires se convertiría en epicentro cultural porteño a mediados de
los años 40, donde se reunían intelectuales y artistas de la época, como los componentes del grupo
Madí, que acudían a empaparse de la biblioteca y la propia experiencia de Grete, y donde exponían
e intercambiaban conocimientos e ideas sobre arte.
Sueños solo es una de las caras de esta polifacética fotógrafa, quizás la más original y reconocida
por encima de sus trabajos como retratista, paisajista o fotógrafa comercial. Los fotomontajes que
componía Grete Stern a partir de las cartas enviadas por lectoras a la revista Idilio venían acompa-
ñadas de los textos del sociólogo Gino Germani, que firmaba como Richard Rest, quien interpretaba
los sueños recogidos en dichas epístolas. Las obras realizadas solían situar a la mujer en un conflicto
dentro de un escenario onírico. Más allá de lo sobresaliente en lo formal, las imágenes destacaban
sobre todo por su aspecto conceptual, destilando una crítica ante determinados ideales femeninos
y denunciando sutilmente la opresión a que la mujer era sometida.
El trabajo de recopilación de dichas obras ha sido complejo. La propia Grete no vino a conservar más
que un tercio de los negativos, que se corresponde con el número de obras que se incluyen en la
exposición, mientras en el catálogo podemos disfrutar y conocer prácticamente la totalidad de los
Sueños con los títulos originales aportados en el momento de su publicación más los que luego Grete
les pondría, así como con textos a cargo de Luis Príamo, que ha dedicado toda su vida a recopilar y
divulgar los trabajos de los principales fotógrafos argentinos a lo largo de la historia.
Hace unos años la revista Idilio, de Editorial Abril, debía aparecer haciendo esto o lo otro; o insistía
dedicó una de sus páginas a la interpretación de para que aplicara elementos florales o animales.
los sueños. La tituló: «El psicoanálisis le ayudará». Ahora bien, ¿qué es un fotomontaje? Una
Era un momento en que los conceptos de ideas definición aproximada: la unión de diferentes
psicoanalíticas penetraban en todas las capas de fotografías ya existentes, o a tomarse con ese
la sociedad, y dicha página fue recibida con agra- fin, para crear con ellas una nueva composición
do por el público lector, mayormente femenino. fotográfica. De esta manera surgen numerosas
Recuerdo que la parte literaria-interpretativa posibilidades para la composición, entre ellas
de la nueva sección estaba bajo la dirección del la de juntar elementos inverosímiles. Por ejem-
profesor Gino Germani, bien conocido en el am- plo: una mujer en traje de baño, en una sala de
biente universitario, que firmaba las notas con fiesta, guiando un elefante. Además, se pueden
el seudónimo Richard Rest. Para la ilustración distorsionar las proporciones de los elementos
fotográfica de los sueños interpretados, la Edito- que se utilizan en el montaje. De ese modo, no
rial Abril solicitó mi colaboración. Yo les propuse es nada difícil que un niño aparezca sentado
utilizar fotomontajes. sobre una mosca que representa un avión, vo-
El trabajo se desarrolló más o menos así: Ger- lando sobre un bosque de repollos. Se puede
mani me entregaba el texto del sueño, copia fiel también distorsionar la perspectiva: un hombre
en la mayoría de los casos, de una de las tantas fotografiado desde arriba observa unas torres
cartas que se habían dirigido a la Editorial Abril o árboles fotografiados desde abajo. La pers-
con pedido de interpretación. A veces, antes de pectiva distorsionada siempre dará el efecto de
comenzar mi labor, conversábamos con Germani lo inseguro, de lo inverosímil. Conviene agregar
acerca de la interpretación. Por lo general ocurría que, en contraste, una perspectiva correcta es
que Germani me presentaba solicitudes referidas imprescindible para otros casos, como el del niño
a la diagramación: que debía ser horizontal o montado en la mosca, pues aquí la perspectiva
vertical, o con un primer plano más oscuro que exacta aumenta gráficamente la veracidad.
el fondo, o representando formas intranquilas. Hay varias técnicas para la realización del
En otras ocasiones me señalaba que tal figura fotomontaje. Se pueden proyectar, por ejemplo,
* Texto leído en el Foto Club Argentino, Buenos Aires, septiembre 1967, y publicado en la revista Fotomundo, número 310,
Buenos Aires, febrero 1994.
Grete Stern. Autorretrato con la cámara, 1970. Gelatina de plata, 30 x 22 cm. Colección Archivo Grete Stern.
12
Grete Stern
También se utiliza el fotomontaje para fines artistas plásticos que integraban los movimien-
de propaganda publicitaria. En la actualidad, con tos Dadá y Surrealismo. Ellos descubrieron en la
menos intensidad que hace diez o quince años. fotografía un elemento nuevo y distinto para la
Pero siempre es interesante para la realización realización de sus composiciones en combinación
de tapas de libros, avisos y afiches. Fuera del con el dibujo y con la pintura.
catálogo presento aquí algunos trabajos míos El Dadaísmo fue un movimiento artístico que
realizados para propaganda publicitaria. se creó en Zúrich, Suiza, a comienzos de 1919, es
En una librería vi, días pasados, un libro que decir, apenas finalizada la Primera Guerra Mundial.
recomienda y explica la aplicación del foto- Artistas jóvenes, plásticos y escritores de varios
montaje. Pude observar algunos montajes poco países europeos se reunían diariamente en un ca-
comunes: la combinación de diferentes partes baret de nombre Voltaire. Todos se oponían a la
de caras distinas logrando expresiones insólitas. guerra y al nacionalismo e invitaban a artistas de
Para el trabajo de montaje es sumamente útil todas las corrientes y al público a participar ofre-
contar con una amplia colección de revistas. Ver ciendo sugerencias y formulando planteamientos.
muchas fotografías abre campo a las sugerencias Entre los primeros figuraron Picasso y Marinetti.
y estimula las ideas. En verdad, el Dadaísmo se presentó en contra de
Cuando el fotomontaje se destina a una todos los ismos existentes: cubismo, futurismo,
publicación debemos tomar la precaución de expresionismo, etcétera. Tenía la intención de
no utilizar caras o figuras de personas sin su inquietar al publico. Y este propósito se logró
autorización. Cierta vez, en un montaje para ampliamente. En el cabaret se hicieron presenta-
Editorial Abril, mostré la cara de una chica que ciones tan extrañas, tan excéntricas, que produ-
se observa la mano. Cada dedo de la misma era jeron en el público reacciones de gran violencia.
reemplazado por la figura de un hombre diferen- En Berlín el Dadaísmo tenía un tono más po-
te. Para este trabajo utilicé figuras de modelos de lítico. Huelsenbeck, conocido líder de Dadá, era
mi archivo cuya conformidad tenía asegurada. comisionado de las Bellas Artes de la Revolu-
Pero me faltaba la figura de un hombre para el ción Alemana. Otros colaboradores de renombre
pulgar: debía ser bajo, gordo, sin sombrero. Me internacional eran George Grosz, extraordina-
acordé de una fotografía de un grupo de obreros rio dibujante, o John Heartfield, que utilizó el
que había tomado años atrás. Allí estaba el que fotomontaje para las tapas de los libros de su
cubría las características buscadas. Pegué su fo- editorial Malik y aplicó una tipografía arbitraria
tografía sobre el pulgar y entregué el trabajo. en los afiches que contenían declaraciones polí-
Días después de aparecer la revista la editorial ticas. Otro era Kurt Schwitters, pintor, dibujante y
me informó que una señora viuda, muy ofen- poeta, no comprometido políticamente. Escribió
dida, se había presentado preguntando dónde largas poesías compuestas sólo de sonidos, que
obtuvieron la fotografía de su difunto esposo él mismo recitaba cantando, gritando, silbando y
–que era el del pulgar– y quién había autorizado bailando alrededor de una estatua en una galería
su reproducción. Expliqué los pormenores del de arte de Hannover, donde vivía. Todo esto se
caso a las autoridades de Abril y éstas dieron parecía a las presentaciones que se efectuaban
mi nombre y número de teléfono a la señora. Yo en Zúrich y es, a cincuenta años de distancia, el
estaba dispuesta a asumir las responsabilidades antecedente directo de lo que hoy se da en llamar
de una situación un tanto imprevista, pero la «happening». Schwitters hizo montajes utilizando
señora nunca se presentó. fotografías, papelitos, botones o cualquier otro
No fueron los fotógrafos los primeros que objeto que encontrara en sus paseos.
hicieron de este juego con las fotografías un El fotógrafo Man Ray pertenecía a Dadá. Era
medio gráfico mundialmente reconocido, sino los norteamericano, pero fijó su residencia en París.
14
Grete Stern
Presentó los rayogramas, que eran fotografías autorretratos combinando la objetividad de una
sin cámara, esto es, juegos de luces y de sombras fotografía recortada con el gesto romántico-
de objetos sobre material negativo y positivo. inventivo personal. En una obra que se llama
En 1924, poetas y artistas plásticos –gente Máscara para insultar a los estetas, se ve medio
joven, todos ellos, entre los que se contaban al- cuerpo de mujer, el vestido escotado adornado
gunos adolescentes– fundaron el movimiento con una rosa, el óvalo de la cara cubierto con un
Surrealista, que puede entenderse como una montaje de fotografías y de recortes de diarios.
continuación de Dadá, con mayor importancia Para terminar voy a describir los anuncios
y gravitación en lo que hace a su influencia, a –fotomontajes– reproducidos en un libro dedi-
sus exigencias y, en consecuencia, a lo que rea- cado a Dadá y al Surrealismo. El primer anuncio
lizó. Nombraré algunos de los más conocidos es del año 1906, de una revista inglesa, realizado
artistas plásticos del Surrealismo: Dalí, Tanguy, con evidente ingenuidad. Se ve una multitud de
Magritte. Y otra vez, el fotógrafo Man Ray. Uno hombres y mujeres bien vestidos y, en el fondo,
de sus montajes más difundidos es aquel que una fábrica con sus correspondientes chimeneas.
representa los hermosos labios de una mujer En el cielo gris, planeando sobre todo el conjunto,
en un cielo cubierto de pequeñas nubes, sobre un corsé con ligas, tal como lo usaban las mu-
un paisaje oscuro, neutro. Lo llamó À l’heure de jeres de aquel tiempo. Al pie se lee: Party in the
l’observatoireles Amoureux (En la hora del ob- garden of the Royal Corset Company (Fiesta en
servatorio-los amantes). Un detalle a subrayar: el jardín de la real compañía para corsés). El otro
el título de un fotomontaje juega siempre un anuncio es del año 1936, de una revista para ropa
papel muy importante. femenina. Está presentado con habilidad publi-
André Breton, jefe del Surrealismo, dijo en citaria. Se ve un óvalo de cara, cortado de tela
una declaración del movimiento: «Para mí la lisa; hilos de lana de tejer forman el cabello; dos
imagen más fuerte es la que presenta el mayor botones en lugar de los ojos; otro hilo simula la
grado de arbitrariedad». Una interpretación de nariz, y un pequeño cierre relámpago semiabierto
estas palabras sería la que sigue: en Dadá y en es la boca. La leyenda dice: Most slide fasteners
el Surrealismo se hacen presente restos del Ro- suffer from exposure. La traducción no es fácil,
manticismo del siglo pasado, junto al rechazo pues da lugar a una doble interpretación. Puede
de todo lo conocido y a una enorme valoración significar que la mayoría de los cierres relám-
de la invención. Hoy estamos viviendo en la era pagos quedan abiertos, o que los muy «vivos»
de los inventos, de los platos voladores, de las sufren, precisamente, por ser demasiado «vivos».
máquinas que reemplazan al hombre en sus la- Discutir si la fotografía es un arte o no me
bores habituales, y otras cosas que nadie hubiera parece un malgastar el tiempo, porque el te-
creído posible en 1930. rreno de las definiciones es infinito, trillado y
Un año antes del nacimiento del Surrealismo, controvertido, y ninguna definición podrá negar
en Alemania surgía otro movimiento, que se lla- la importancia que tiene la fotografía en la vida
mó Die neue Sacalichkeit (La Nueva Objetividad), social, política y expresiva del hombre de hoy.
que buscó la presentación de la imagen obje- Para mí, en todo caso, la fotografía es un me-
tiva, contra todo sentimentalismo. En efecto, dio con el que me expreso y que requiere, como
la fotografía puede ofrecer la representación afirma Julio Cortázar en su cuento Las babas
objetiva de una cosa, especialmente si la mues- del diablo, que se posea «disciplina, educación
tra sin ambiente. Muchos artistas Dadá hicieron estética y dedos seguros».
Jorge Alemán El dispositivo
Grete Stern
Jorge Alemán
de Rest, sino que provoca el «retorno de lo re- mujeres al patriarcado, y en esto la presencia de
primido», presente tal vez en lo que las mujeres Cacho, apodo masculino de su colaboradora do-
habían escrito. En primer lugar, el consentimiento méstica que tampoco participa en la composición
voluntario a figurar como «objeto» en la fantas- del fotomontaje, no es un dato irrelevante. Stern,
mática del deseo masculino, pero también la muestra lo Otro de la mujer, un goce en perfecta
manipulación sádica que esto conlleva cuando vecindad con lo monstruoso, lo abismal, lo sin
una mujer queda reducida a la existencia inerte límite, fuera de toda medida y orden fálico, un
del objeto o reducida a un ornamento ominoso. goce «suplementario» imposible de coordinar con
Esto se ve en la configuración del fotomontaje, cualquier partenaire de un modo proporcional.
que le devuelve a Freud el potencial subversivo En ese lugar, en donde habita el fotomontaje de
del Ello. En Stern, es el Yo el que es vuelto a Grete Stern, ya no se trata de mujeres sometidas,
situar en el torbellino del Ello y sus pulsiones. ni manipuladas, ni apresadas en sus ideales amo-
Pero hay en los fotomontajes algo más radical rosos, sino de mujeres que en su éxtasis místico,
aún, algo que «nos mira» desde sus manchas irre- coexisten con un modo de ser inexpresable que
presentables, algo que desborda y suplementa tal vez el arte, como es en este caso, puede mos-
la interpretación feminista de la sujeción de las trar y del que no se puede hablar.
Cuestionario de «El psicoanálisis te ayudará» en el número 1 de Idilio (columna de la derecha).
En el múmero 10 el nombre cambió por «El psicoanálisis le ayudará», que ya no fue modificado.
Enrique Lynch Acerca de
los Sueños
de Grete Stern
Enrique Lynch
experiencia ordinaria pasa inadvertida, debido a las películas Ektachrome de los años sesenta.
que lo habitual es que quede enmascarada por Hay obras de artistas fotógrafos como, por
el movimiento de los cuerpos. Hasta tal punto ejemplo, la del canadiense Jeff Wall, que se con-
es estrecha la imbricación de la máquina (y de centran en elaborar el antes y el después de la
la técnica que la sustenta) en la generación de foto en el trabajo de preparación de la instan-
la fotografía que, si procedemos de buena fe, no tánea (Stage-Photography) y en la técnica de la
podemos sino reconocer que el estatuto de ésta exhibición posterior, es decir, en la concepción
como «arte» queda siempre en entredicho: ¿dón- de la necesaria tramoya de una toma y más tar-
de está el «arte», en la máquina o en el fotógrafo? de en su exposición. Wall monta sus grandes
Por esta razón, a menudo el trabajo «artístico» de diapositivas sobre una light-box: una gran caja
una toma sólo se hace notar en la periferia de la que sirve de continente y como marco retroilu-
instantánea, en el uso subsidiario de la técnica minado, procedimiento que sin pudor Wall copia
fotográfica en publicidad, en el cine o en el diseño de las grandes vallas publicitarias de nuestras
gráfico y en la elaboración de la propia fotografía, ciudades. El artista deja trabajar a la técnica y se
que se concentra en la manipulación de la luz, en reserva para sí el contexto, la composición y la
el encuadre de la toma o en los retoques ulterio- exposición final; y es allí donde hemos de bus-
res. Un género derivado de la fotografía como carlo. En este sentido, las obras que componen
es el cine, muestra que la técnica fotográfica es la serie de Sueños de Grete Stern son muestras
fundamento o complemento de otro discurso que de la misma intención de salirse del estrecho
extrae de ella un potencial expresivo desconocido. horizonte técnico que coarta la fotografía con
objeto de que diga mucho más de lo que sus
Pero para desarrollar este potencial en cualquiera imágenes ilustran.
de sus muchos registros y conseguir «elevarse» Stern concibió sus Sueños como ilustracio-
desde la condición de mera técnica a la de «arte», nes para una especie de consultorio psicológico-
la fotografía ha de desembarazarse de esa ca- sentimental incluido entre las secciones de Idilio,
racterística precisión que le está asociada y que gazmoña revista porteña de los años 40 y 50
le es consustancial. Una precisión que, como es del pasado siglo, orientada al público femenino.
técnica, avanza de manera inexorable y se per- Hacia allí dirigían cartas las lectoras donde rela-
fecciona sin parar. La fotografía siempre es –y taban sus sueños que más tarde eran interpreta-
cada vez más– demasiado literal. Quizá por esta dos de manera sui generis por el profesor Gino
razón, para librarse del peso de la literalidad, Germani, sociólogo italiano que figura entre los
Andy Warhol retoca sus retratos de celebridades introductores del psicoanálisis en Argentina. Las
emborronándolos, como si los maquillara; o bien cartas respondían a la invitación de la sección:
interviene en su serie de Car-Crashes sumergien- «El psicoanálisis puede ayudarle» y seguían un
do las fotos en planos traslúcidos de color que mismo proceso de tratamiento. Como la propia
dan realce visual a las siniestras imágenes de los Grete Stern explicó en ocasión de una exposición
accidentes de carretera. de sus trabajos hace algunos años, ella recibía la
Algo semejante intentan las aplicaciones que, carta original de la lectora acompañada del co-
por medio de filtros y plantillas de exposición y mentario de Germani y, con estos dos recursos de
saturación de la luz, consiguen hacer que ins- inspiración, realizaba un boceto a lápiz que más
tantáneas sacadas por millones de anónimos tarde le servía para componer el escenario de la
usuarios de teléfonos móviles se parezcan a las toma, donde empleaba fotografías originales y
delicadas tomas en colores pastel y se asemejen otras sacadas de su propio archivo de imáge-
al sepia de las postales de hace medio siglo o a nes. Escogía la iluminación adecuada, disponía
las tonalidades propias de las cámaras Kodak y la escena en planos, jugaba con las luces y las
21
ACERCA DE LOS SUEÑOS DE GRETE STERN
sombras y finalmente producía una foto. Aparte ocurra en algunas obras de pintores surrealistas
de lo sugestivos que son sus escenarios, entre las como René Magritte o Salvador Dalí. No tener en
cualidades más sobresalientes de la técnica foto- cuenta ese contexto limitaría la apreciación del
gráfica de Stern en esta serie está, por una parte, trabajo de Stern. Asimismo, los Sueños sugieren
hacer de cada instantánea una representación; probables referencias que remiten a la obra de
y, por otra, su habilidad para montar imágenes algunos artistas de los años veinte y treinta del
fotográficas en una época en que los recursos pasado siglo que, o bien fundían las imágenes
técnicos disponibles para este tipo de montajes fotográficas con planos de pintura y en com-
eran casi inexistentes. posiciones neofiguradas, como es el caso de los
Aunque la materia prima y el resultado final montajes de Hannah Höch, o bien construían
de los Sueños son fotografías, su significado narraciones visuales, como las de las Novelas
claramente trasciende el registro convencional de Max Ernst. Por su parte, la propia Stern ha
del retrato y da una inusitada importancia y reconocido su deuda con el primer Dadá, en la
protagonismo al trabajo artesanal del fotógra- obra de Huelsenbeck, su admiración por George
fo. Han de ser valorados, pues, más que como Grosz y la influencia del movimiento de la Neue
instantáneas, por su expresividad en la compo- Sachlichkeit, uno de los conspicuos antecedentes
sición y por la explícita intención alegórica de del surrealismo.
las inquietantes imágenes de un mismo tema En cualquier caso, la impronta más relevante
que se repite: una mujer retratada como prota- en los montajes fotográficos de Stern es sin duda
gonista de una situación dramática. Quizá por el surrealismo: los Sueños satisfacen al pie de la
ello se ha visto en ellas la dramatización de la letra las pautas de lo que los surrealistas enten-
condición femenina en tiempos de represión y, dían por representación. De una parte, se nutren
en este sentido, se ha querido dar a los Sueños de una materia onírica que ha sido traspuesta
un propósito de denuncia sobre las condiciones y llevada al plano de una narración ilustrada;
de la mujer en la Argentina del siglo pasado. y, puesto que se trata de sueños, las extrañas
Sin embargo, ésta parece una lectura sesgada situaciones reproducidas introducen o sugieren
de unas composiciones cuya función primordial circunstancias imposibles que, no obstante, son
era servir de ilustración al relato de un sueño y verosímiles, lo que configura la típica situación
a su interpretación correspondiente, según los que el surrealismo caracterizó como maravillosa.
patrones de una revista ilustrada de gran públi- Sería difícil encontrar obras más adecuadas que
co y con una explícita simbología psicoanalítica. éstas para ejemplificar la función que el surrea-
Stern consigue sacar todo el partido posible de lismo daba al arte plástico: el descubrimiento de
la ilustración con los recursos rudimentarios lo maravilloso sobre o por detrás de lo cotidiano.
de que dispone en la época en que colaboró Stern compone tres planos del aconteci-
en la revista Idilio, y su técnica fotográfica va miento narrado: el propuesto por la carta de la
mucho más allá del propósito subsidiario ori- lectora, el plano de la interpretación y su propia
ginal, porque los Sueños son sorprendentes y reelaboración icónica. Las imágenes superpues-
nuevos objetos visuales. tas y descontextualizadas producen un sentido
Bien es cierto que para respetar el modelo insólito, como nuevo es el objeto retratado, que
original de la composición, lo correcto sería abor- lo real no contempla; y de resultas de ello, las
dar estos objetos junto con los relatos oníricos y imágenes no reproducen el trabajo maquínico
las interpretaciones que los ilustran, del mismo de la cámara, sino la acción imaginativa de la
modo que en algunos casos el título escogido mirada de la artista.
por Stern es tanto o más significativo que la Por lo demás, en tanto que artefactos, los
iconografía que nombra, como es habitual que Sueños también rinden tributo a la idea original
22
Enrique Lynch
de los ready-mades de Marcel Duchamp, cuyo onírica y hasta grotesca, que poblaba las porta-
principio poético era reconducir la dimensión das de los discos del grupo de rock psicodélico
sígnica de un objeto por medio de un desen- Pink Floyd, firmadas por Storm Thorgerson al
trañamiento, con el propósito de producir (o frente del grupo de diseño gráfico Hypgnosis;
de descubrir) un significado nuevo sin apelar al y, en alguna medida, también anticipan el uso
gusto –ni el bueno ni el malo– del observador. de la foto en la animación del Yellow Submarine
de George Dunning y los collages animados que
Y, por último, los Sueños de Stern remiten de usaban los Monty Python para su Flying Circus,
manera evidente a los montajes fotográficos de o algunos montajes fotográficos firmados por
Man Ray y a los experimentos visuales de Dalí artistas característicos del pop, como Richard
cuando trabajaba bajo la influencia del psicoa- Hamilton. Sin duda, el registro en estos casos es
nálisis, pero tienen además un valor en cierto diferente y no son iguales los modos de emplear
modo visionario puesto que anticipan, un par el lenguaje icónico con intención simbólica, pero
de décadas antes, las audacias de aquella icono- todos ellos comparten con los Sueños de Stern
grafía compuesta, al mismo tiempo fantasiosa, la misma raigambre e inspiración surrealista.
Madrid-Barcelona, julio de 2015
Luis Priamo
del violento camino a la dictadura que iniciaban «La fábrica», por sus formas cuadradas, blancas
los nazis y decidieron emigrar de inmediato. A y espaciosas). En ese año nació el segundo hijo,
principios de 1934 fueron a Londres. Grete y Andrés. Dos años más tarde, el matrimonio se
su amiga Ellen intentaron continuar allí con el disolvió. Grete continuó viviendo con sus hijos
estudio ringl + pit, pero las autoridades inglesas en Ramos Mejía y, en poco tiempo, la casa se
no le otorgaron la residencia a esta última y el convirtió en un lugar de encuentro semanal de
proyecto naufragó, a pesar de lo cual realizaron intelectuales y artistas jóvenes, donde se discutía
algunos trabajos por encargo. Grete y Coppola se sobre cultura y arte moderno, con la enriquece-
casaron a principios de 1935 y enseguida viaja- dora actualización que para estos nuevos ami-
ron a Argentina. Recién llegados realizaron una gos ofrecían tanto la biblioteca, como la propia
muestra fotográfica en el local de la revista Sur, experiencia alemana de Grete. En 1945 el grupo
invitados por Victoria Ocampo, que a día de hoy Madí realizó allí una de sus primeras exposiciones.
se considera la primera exposición de fotografía Por esos años Grete comenzó a efectuar
moderna hecha en el país. Grete volvió a Londres trabajos de diseño gráfico publicitario y para
en 1936, donde tuvo a su hija Silvia, y terminó editoriales, donde frecuentemente utilizaba la
de desocupar el apartamento que aún alquila- técnica del fotomontaje. En 1947 documentó
ban. Enseguida regresó a Argentina y nunca más con amplitud una importante obra del arquitecto
dejó de residir en el país. Debemos apuntar que Amancio Williams: la Casa de Mar del Plata, por
durante su estancia en Inglaterra hizo algunos encargo de la revista Nuestra Arquitectura. Al
retratos importantes, entre otros los de Bertolt año siguiente integró como diseñadora gráfica
Brecht, Ellen Weigel y Karl Koch, también exilia- y fotógrafa el equipo de los arquitectos Kur-
dos por el triunfo nazi. chan, Ferrari-Hardoy y Bonet, para el Estudio
del Plan de Buenos Aires, un trabajo de dos años.
Simultáneamente, acordó con la revista Idilio, de
II Editorial Abril, la realización de los fotomontajes
hoy conocidos como los Sueños, que ilustrarían
Grete se integró rápidamente a la vida y a la la sección El psicoanálisis le ayudará, dirigida
cultura argentinas. Con Coppola proyectaron por Gino Germani e inaugurada con el primer
un estudio de fotografía comercial y publicitaria número de la publicación, el 26 de octubre de
en sociedad con el pintor Luis Seoane, reciente 1948. Entre 1952 y 1953 trabajó en un extenso
exiliado español, que tuvo poco éxito –habida reportaje sobre Buenos Aires para la editorial
cuenta del escaso desarrollo de ese mercado en Peuser, en el cual reunió alrededor de mil qui-
Argentina– y cerró en 1938. Por entonces Grete nientas imágenes. El libro publicado –hoy perdi-
había comenzado a hacer retratos de intelectua- do y descatalogado– estuvo muy lejos de reflejar
les y artistas porteños, aunque no por encargo, la riqueza del trabajo de Grete, desfigurado por
sino por propia iniciativa (de hecho nunca pensó textos e impresiones mediocres. Años después
en asumir profesionalmente el retrato social con segregó de la serie veinticuatro fotos de patios
el negocio). Su primera exposición, en 1943, y de casas de familia ubicadas en diversos barrios
varias subsiguientes, fueron de retratos, lo que porteños, con las que hizo un pequeño libro: Los
por largo tiempo encasilló a la artista en ese patios (Editorial Buenos Aires/Arte, 1967).
género, aunque su producción fuera diversa. Desde los primeros años de su radicación en
En 1940 la familia Coppola se trasladó a Ramos el país, Grete fotografió regularmente nuestro
Mejía, a una bella casa construida por el arquitec- paisaje, urbano en primer lugar (en rigor, por-
to de vanguardia Wladimiro Acosta (en el barrio, teño), y rural poco después. Las primeras fotos
muy popular por entonces, se la conocía como del interior fueron tomadas en la zona de playa
25
GRETE STERN, AÑOS Y OBRA
Reta, cerca de Bahía Blanca, donde los Coppola sus casi mil quinientas imágenes, constituye el
pasaban las vacaciones. Desde los años cincuenta mayor aporte fotográfico efectuado hasta hoy
hasta que abandonó la cámara, Grete no dejó de sobre los primitivos habitantes de nuestro terri-
fotografiar el Delta cada vez que lo visitaba, y en torio nacional. Poco después de concluido, Grete
algunas épocas lo hizo con mucha frecuencia. realizó una gran exposición con 189 fotografías
También tiene vistas magníficas de la Patagonia y en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires,
Tierra del Fuego, tomadas durante dos viajes que la que más tarde recorrió varias ciudades del
hizo al sur, en 1951 y 1975. En 1957, por un con- interior del país. En 1975 el Bauhaus-Archiv de
venio con la Dirección de Turismo de la provincia Berlín expuso una selección de dicha muestra,
de Jujuy, recorrió y fotografió esa provincia. Du- que repitió en varias ciudades alemanas.
rante su último gran reportaje, Aborígenes del Después de jubilarse en el Museo Nacional
Gran Chaco Argentino, realizado en 1964, hizo de Bellas Artes, en 1970 Grete hizo un viaje por
numerosas fotografías de aquella región. Europa, los Estados Unidos e Israel, así como
En 1956, a petición del director del Museo también a Perú, donde conoció Machu Picchu.
Nacional de Bellas Artes, Jorge Romero Brest, En todos estos lugares tomó fotografías. Durante
Grete creó el departamento de fotografía de la los años setenta llevó a cabo su último proyec-
institución con el propósito de documentar no to fotográfico de gran aliento: los retratos de
sólo su patrimonio artístico y las exposiciones numerosos artistas, escritores y plásticos, estos
que organizaba, sino los procesos de conserva- últimos tomados en sus estudios. A principios
ción y restauración de obras llevados a cabo en el de la década de 1980 Grete abandonó la fo-
taller del establecimiento. Poco después, en 1959, tografía, afectada por una pérdida de la visión
fue invitada por la Universidad del Noroeste de que le impedía trabajar. En 1981 la Fundación
Resistencia, Chaco, a dictar un seminario de fo- San Telmo organizó la primera gran muestra
tografía que se extendió hasta el año siguiente. retrospectiva de su obra. En 1988 la editorial La
Durante esa estancia realizó una serie de fotos Azotea publicó una selección de sus retratos:
de las numerosas obras de arte, esculturas y pin- Grete Stern. Fotografía en la Argentina. 1937-
turas que ya por entonces poblaban la ciudad, y 1981. En 1993 el Museum Folkwang. Die Foto-
conoció a los aborígenes tobas que vivían en los grafische Sammlung, de Essen, Alemania, realizó
alrededores. La situación de indigencia y mar- una exposición y catálogo de obras de ringl +
ginalidad en que se encontraban, así como sus pit. En 1995 el Fondo Nacional de las Artes y el
antiguas tradiciones artesanales en cestería, teji- Goethe Institut de Buenos Aires patrocinaron
dos y alfarería, la impresionaron profundamente. una muestra antológica y un libro de la obra
De regreso en Buenos Aires propuso al Fondo de Grete realizada en el país: Grete Stern. Obra
Nacional de las Artes un proyecto de reportaje fotográfica en la Argentina, y dos años después
documental sobre las comunidades indígenas el Instituto Valenciano de Arte Moderno, IVAM,
del Gran Chaco: sus viviendas y costumbres, organizó una exposición de todos los Sueños que
artesanías diversas y una galería de retratos de guardaba el archivo de la fotógrafa y publicó un
sus habitantes. El trabajo, que llamó Aborígenes libro con esas imágenes: Sueños. Grete Stern.
del Gran Chaco Argentino, recibió el apoyo del Grete Stern, una fotógrafa argentina, como
Fondo y se concretó durante tres meses de 1964 gustaba definirse, falleció en Buenos Aires el 24
en las provincias de Chaco, Formosa y Salta. Con de diciembre de 1999.
Con modificaciones mínimas, este texto fue originalmente publicado en el libro Sueños. Fotomontajes de Grete Stern. Serie
completa. Edición de la obra impresa en la revista Idilio (1948-1951), editado en 2003 por la Fundación CEPPA, de Buenos
Aires, a quien agradecemos su autorización para reproducirlos aquí.
Luis Priamo Notas sobre
los Sueños
de Grete Stern
A la memoria de Silvia Coppola
1 Juan Gómez, en su libro La fotografía en la Argentina. Su historia y evolución en el siglo xx. 1840-1899 (edición del autor,
Buenos Aires, 1986), reproduce esta pieza en la página 104. Pozzo era nacido en Italia, pero había llegado de niño a
Argentina.
28
Luis Priamo
1923, la técnica del fotomontaje y fotocollage como iluminador de films. Cuando fotografió
estaba generalizada y se empleaba regularmen- los cuadros de las fotonovelas de Idilio utilizó
te en carteles o maquetas de revistas y libros. aquella experiencia y convirtió el estudio de la
Dedicada a la fotografía después de 1927, su editorial en un plató cinematográfico, elaborando
formación inicial y su experiencia posterior en esquemas de iluminación para cada secuencia.
diseño gráfico comercial, llevaron naturalmente Ralph Papier y Leo Fleider estuvieron entre los
su imaginación hacia la técnica del fotomontaje directores de cine contratados y, de hecho, varios
con tipografía, que aplicó con éxito en sus tra- actores y actrices que luego tuvieron una carrera
bajos del estudio ringl + pit. destacada en el cine y el teatro se iniciaron en las
Emigrada a Argentina en 1935, Grete ape- fotonovelas de Idilio.2
nas pudo emplear aquí sus conocimientos y Sobre El psicoanálisis le ayudará, Grete nos
experiencia en las técnicas mixtas. El estudio dice: «Recuerdo que la parte literaria-interpreta-
que instaló con su esposo Horacio Coppola en tiva de la nueva sección estaba bajo la dirección
Buenos Aires, orientado a un servicio fotográfi- del profesor Gino Germani, bien conocido en el
co no tradicional –publicidad, carteles, diseño–, ambiente universitario, que firmaba las notas con
se anticipó a las necesidades del mercado local el seudónimo Richard Rest».3 Germani fue, en
de la época y no prosperó. Hasta los Sueños, la efecto, uno de los precursores de la sociología
producción de fotomontajes de Grete fue, en argentina moderna. Era de origen italiano y llegó
general, más o menos regular pero escasa. al país en los años treinta huyendo del fascismo.
Marginado de la actividad universitaria en los
tiempos del gobierno peronista, encontró en la
II Editorial Abril un espacio de trabajo para ganarse
la vida. Después de la caída de Perón tuvo una
La revista Idilio introdujo dos novedades en- actuación destacada en la universidad argentina.
tre las publicaciones femeninas de entonces: Fue uno de los creadores de la carrera de Socio-
las fotonovelas y la página de El psicoanálisis logía en la Universidad de Buenos Aires; publicó
le ayudará. Las primeras, que inicialmente se libros clásicos en esa materia, como Política y
importaban de Italia, estaban planteadas como sociedad en una época de transición (Editorial
cuadros de una narración cinematográfica con Paidós, Buenos Aires, 1962); y al final de su vida
las demandas que eso implicaba para cada ocupó una cátedra en la Universidad de Harvard.
producción: guionista, escenógrafo, fotógrafo Sin embargo, el seudónimo de Richard Rest
y director de la mise en scène. Las fotografías no encubría solamente a Gino Germani, como
eran realizadas por George Friedman, que es- nos recuerda Enrique Butelman en una entre-
taba a cargo del departamento fotográfico de vista publicada en 1983: «Cuando se creó la Edi-
la Editorial Abril. Friedman era un emigrante torial Abril, Gino Germani y yo –que habíamos
de origen húngaro que había vivido en Francia sido compañeros en la facultad– empezamos a
antes de llegar a Argentina. Allí no sólo había trabajar ahí, en la recién nacida revista Idilio.
trabajado como fotógrafo de cámara fija, sino Uno de los dueños de Abril, César Civita, que
2 Estos datos fueron tomados de una entrevista inédita que Ricardo Sanguinetti y el autor hicieron a George Friedman en
1991. Friedman recordaba que Idilio llegó a tener tiradas de hasta 350.000 ejemplares.
3 Grete Stern, Apuntes sobre fotomontaje. Texto leído en la apertura de la muestra de una selección de Sueños realizada
en septiembre de 1967 en el Foto Club Argentino de Buenos Aires, y posteriormente publicado en Fotomundo, nº 310,
febrero de 1994.
29
NOTAS SOBRE LOS SUEÑOS DE GRETE STERN
4 Enrique Butelman, o ese destino maldito de amar los libros, entrevista realizada por Analía Roffo para el suplemento cultural
del diario Tiempo Argentino, publicada el 9 de octubre de 1983. Butelman fue uno de los introductores del psicoanálisis
en Argentina a través de las publicaciones de la editorial Paidós, de la que fue cofundador con Jaime Bernstein. Asimismo,
fue alumno de Jung en Suiza y uno de los creadores de la carrera de Psicología en las universidades nacionales del Litoral,
en Rosario, y de Buenos Aires, en 1956 y 1957 respectivamente. Debemos todos estos datos a Hugo Vezzetti, que también
colaboró con nosotros comentando las respuestas de Richard Rest a las corresponsales de Idilio y sus interpretaciones de
los Sueños de Grete.
5 Ida Butelman, esposa de Enrique, recuerda que el nombre del amigo italiano que inspiró el seudónimo de Richard Rest
era Ricardo Resta, quien protestó jovialmente cuando lo supo.
30
Luis Priamo
ya los habían tirado. Por otra parte, también es publicadas fueron modificadas posteriormente
claro que ella misma tampoco les daba mucha por ella, de modo que la imagen impresa en Idilio
importancia. es diferente de la que Grete expuso más tarde
En el archivo de la fotógrafa se conservan y que hoy se conoce en los libros editados de
cuarenta y seis negativos de reproducción de su obra. Se trata de los fotomontajes corres-
otros tantos fotomontajes originales, tomados pondientes al número 5 de Idilio (Los sueños de
antes de su entrega a la editorial, así como tam- cuerpo), al 18 (Sueño cósmico), al 40 (Los sueños
bién veintinueve imágenes ya impresas y recor- de trenes), al 64 (Los sueños de transposiciones),
tadas de la revista. Este conjunto, que representa al 80 (Los sueños de inhibiciones), al 101 (Los sue-
poco más de la mitad de la serie completa, fue ños de pincel) y al 137 (Sueño de indecisión).6 La
publicado por el Instituto Valenciano de Arte Mo- segunda versión mejora siempre a la primera y en
derno (IVAM. Centre Julio González) en el libro algunos casos el tipo de modificación ilustra con
Grete Stern. Sueños, de 1995 –catálogo de la mucha nitidez el énfasis significativo propuesto
muestra comisariada por Josep Vicent Monzó–, por la autora.
y era todo lo que se conocía del trabajo reali- Grete publicó sus Sueños desde el número 1
zado por Grete. La única posibilidad de acceder al 140 de Idilio. La única colección de la revista
a la totalidad de las obras era a través de la que conocemos está en la Biblioteca Nacional,7
impresión de las publicaciones de Idilio, empeño y en ella faltan los números 59, 66, 110 y 131;
que dio lugar a este libro y la exposición aneja. desgraciadamente fue imposible conseguirlos
Los cuarenta y seis negativos de reproducción para esta edición. Ahora bien, cotejadas las obras
pertenecen casi íntegramente a las obras publi- que guarda el archivo de Grete (los 46 negativos
cadas en los cincuenta números iniciales de la de reproducción más los 29 recortes de Idilio)
revista, dentro del primer año de su edición. Solo con las 136 de la revista, se observa algo muy
cuatro son de obras impresas en publicaciones curioso: sobran cinco Sueños, es decir que no
posteriores. sólo están los que seguramente publicó en los
Es evidente que al principio Grete se preocupó cuatro números faltantes de la colección de la
por documentar casi sistemáticamente sus foto- Biblioteca Nacional, sino uno más, realizado por
montajes originales, quizá dando por supuesto Grete en circunstancias y por razones que desco-
que serían irrecuperables. Sin embargo, después nocemos. Estos cinco fotomontajes se publican
del primer año de trabajo abandonó la rutina de aquí después de la serie de Idilio.
reproducción sin que sepamos la causa –tal vez
por simple fatiga, sumada a cierto escepticismo
respecto del valor de los fotomontajes–. Lo cierto IV
es que los dos tercios de la producción completa
de los Sueños no tienen negativos de segunda Según los recuerdos de Grete, el trabajo concre-
generación que permitan lograr hoy una copia to de los fotomontajes era planteado del modo
de excelencia fotográfica. siguiente: «Germani me entregaba el texto del
La comparación entre los negativos guarda- sueño, copia fiel en la mayoría de los casos, de
dos por Grete y las páginas de la revista nos una de las tantas cartas que se habían dirigido
ofrece una sorpresa interesante: seis de las piezas a la Editorial Abril con pedido de interpretación.
6 De este último quedan tan escasos vestigios del editado en la revista que podría considerarse una obra completamente
independiente.
7 Debemos a la profesora Laura Malosetti Costa la información sobre la existencia de esta colección.
31
NOTAS SOBRE LOS SUEÑOS DE GRETE STERN
Luis Priamo
simbólica. Conociendo la clave, el sueño se hace advertido todo eso. Ella se ve en el sueño bai-
diáfano, y cualquier alusión indirecta o elíptica lando frente a la casa de la adolescencia –una
de la imagen queda obstruida y asfixiada. casa sin puertas y desde cuya única ventana la
Por otra parte, los términos de la descodifi- llama el joven amigo–. Toda la escena parece
cación que propone Germani nunca son morales significar: «Debes volver a tus años de juventud
desde luego, sino terapéuticos y admonitorios: el y puedes lograrlo sólo a través del llamamiento
inconsciente señala carencias o complejos que, de tu amigo a quien amas».
una vez aclarados, pueden ser sanamente co- Curiosamente Germani no menciona la red
rregidos por la persona advertida. Así, la voz de que viene cayéndole encima a la hechizada joven,
la fotomontajista, su opinión sobre el tema del un elemento decisivo del fotomontaje. Según
sueño que ilustra, queda disminuida o borrada su lectura, parece no existir. Y, en verdad, si in-
por ese dictado. Esta circunstancia es reafirmada tentara explicársela probablemente arruinaría su
por los consejos y prevenciones que Germani idílica y promisoria interpretación, ya que esa red
desprende de sus exégesis, lo que no solamente convierte al joven de la ventana en un pescador
aproxima su tono al de un consultor sentimen- afortunado a punto de capturar su pieza, la que
tal –como lo observa el propio Butelman–, sino a su vez, en lugar de sentirse a punto de ser
que termina por cerrarle el paso al efecto de la atrapada, le tiende los brazos llena de felicidad,
imagen de Grete, que en sus mejores momentos como si no percibiera o no le importara la malla
nos habla con voz seca, breve y sarcástica, que que está por ceñirla. En este caso, tanto el título
no explica ni exhorta y es por completo ajena a como la interpretación del sueño que ilustra el
todo sentimentalismo, y que, sobre todo, pone el fotomontaje tienen poco que ver con el mensaje
acento en una crítica axiológica y de costumbres. ostensible y rotundo de éste –sin la red que cae
Por último, a veces Germani omite un dato visual sobre la muchacha, dicho mensaje concordaría
que es clave en la composición del fotomontaje, con la interpretación de Germani–, que está en
o lo minimiza, con lo cual también se distorsiona línea con el espíritu que recorre los mejores tra-
su sentido. Veamos un par de ejemplos. bajos de la serie, lleno de ironía hacia el deber ser
femenino consagrado por la cultura dominante.
Los sueños de encarcelamiento (nº 47). Esta
V pieza no sólo trata la circunstancia de cautividad
de la mujer, sino su complacencia por tal estado.
Los sueños de reminiscencias (nº 22 ). La casa Los símbolos utilizados por Grete son abiertamen-
propia o ajena –dice el comentario de Germa- te convencionales (living pequeñoburgués = jaula
ni– es un elemento muy común en los sueños. A = cárcel; señora-de-su-casa = prisionera), proce-
menudo ella simboliza la propia persona del so- dimiento común a la mayor parte de los trabajos
ñador, a veces se refiere en cambio a la de otros. de la serie y, en general, a cualquier fotomontaje
En muchos casos se la considera un símbolo tí- que se proponga trasmitir una síntesis de sentido
picamente femenino. En este sueño, la soñadora y significación directa. Como punto de encuentro
vio la casa de su adolescencia –extrañamente casi siempre insólito y contradictorio de imágenes
transfigurada– y en ella a un joven a quien la fotográficas recortadas (y, en consecuencia, fue-
vinculaban desde largo tiempo lazos de afecto ra de contexto, lo cual las deja en un estado de
y amistad. Una vez más hallamos aquí cómo el amplia disponibilidad y ambigüedad de sentido),
inconsciente revela el verdadero significado de el fotomontaje reclama de cada una de ellas una
una relación: el sueño indica claramente que esa cierta densidad de connotaciones significativas y
relación amistosa no era tal y debía situarse en simbólicas preexistentes para que las nuevas com-
el plano del amor. Pero la soñadora no había binaciones no se conviertan en pastiches confusos
33
NOTAS SOBRE LOS SUEÑOS DE GRETE STERN
y rumbosos. Sobre esta regla de juego retórica de iniciativa. El sueño le muestra un retrato fiel
–cuyo riesgo es siempre la obviedad alegórica, de su existencia. Con ello, el inconsciente preten-
que una vez desmontada racionalmente deja vacía de señalarle la inutilidad de su vida y la urgente
de interés y encanto a la composición–, el autor necesidad de modificar su juicio respecto a una
trama su propio mensaje. ¿Cómo se encuentra, cantidad de cuestiones de capital importancia.
en este caso, la mujer-pajarito-prisionera? ¿An- Era preciso entonces romper los barrotes de la
gustiada, inquieta, vacía, feliz? Grete nos dice que cárcel de los falsos prejuicios».
de lo mejor: plácida y serena, cómoda y elegan- También aquí Germani omite toda mención
te, como si estuviera realmente en el amplio y a los datos visuales concretos. El inicio de su
confortable living de su casa conversando con interpretación es prometedor y va en la misma
amigas, haciéndole a la cámara un mohín pícaro dirección que la imagen de Grete, señalando que
y coqueto con su abanico desplegado. ¿Y cómo aquella alude a cuestiones profundas y decisivas
es el living-jaula de esa vida? No es de oro, es una en la vida de esta mujer, en especial a la inuti-
jaula miserable de dos por dos, la vieja y rotosa lidad de sus días. Sin embargo, dos renglones
jaula del hogar convertido en cárcel. después Germani toma el atajo arbitrario y vago
La interpretación de Germani, por su parte, de los falsos prejuicios y sus conceptos pierden
dice lo siguiente: «Los sueños pueden dividirse en toda relación con la imagen, imponiéndole un
dos clases muy amplias. Una estaría formada por sentido metafórico arbitrario y, sobre todo, ino-
aquellos que se refieren a situaciones y problemas cuo. El fotomontaje de Grete, a contrapelo del
actuales de la persona. La otra la integrarían los comentario, opone confort y complacencia con
de significado más general, que ya no se refieren a opresión casi abyecta, configurando una visión
un suceso externo o interno de la existencia, sino muy crítica e inequívoca del ideal femenino pe-
que simbolizan la conducta total o, mejor dicho, queñoburgués y las consecuencias alienantes de
la posición de la persona con respecto a las más su abrazo consentido.9
importantes cuestiones de la vida. El sueño que
aquí ilustramos es de estos últimos. La soñadora
aparece encerrada en una jaula. Pero no sólo en VI
sus sueños era prisionera, sino también en la vida
cotidiana. Gran cantidad de falsos prejuicios le En ninguna de las exhibiciones de sus fotomonta-
impedían la libre y franca manifestación de su ser, jes Grete utilizó los títulos que Germani les había
convirtiéndola en una persona tímida y carente dado en Idilio. Los nuevos títulos que les puso
9 Había un punto más allá del cual Germani y Butelman no se sentían obligados a respetar conceptos psicoanalíticos y
escribían como simples consejeros sentimentales, de allí la mezcla de un lenguaje profesional con otro propio de las
revistas del corazón. Me parece evidente que esa inconsecuencia estaba relacionada con la clara noción de la precarie-
dad de la consulta y de las limitaciones que el medio les imponía. El uso del seudónimo Richard Rest indica que los dos
intelectuales tomaban distancia de la sección y confirma la relatividad del compromiso que ambos asumían con ella. De
hecho, las revistas como Idilio arrastraban un desprestigio básico dentro del mundo intelectual. Tal vez una de las razones
por las cuales el trabajo de Grete no fue valorado hasta muchos años después de su publicación –ella misma no hizo
demasiados esfuerzos para mostrarlo como obra autónoma– radique en la dudosa reputación que merecía la revista a los
ojos de artistas e intelectuales. Ida Butelman, esposa de Enrique, recuerda una anécdota que pinta bien la incomodidad
que experimentaba Germani de ventilar en público su trabajo para Idilio. En una ocasión, Butelman daba una charla en
la cual se encontraba presente Germani. Durante su transcurso, Enrique amagó comentar los tiempos compartidos con
su amigo en la revista, y cuando lo miró para recoger su complicidad en el racconto, recibió de Gino desesperados y
contenidos gestos de que se callara, disimulados por sentirse blanco de la mirada de otros concurrentes...
34
Luis Priamo
–alusivos, irónicos o neutros– extrañaban por mismo sentido temático que le fue planteado
completo a las imágenes del contexto original para a la autora cuando las compuso y, con esto, a
el que habían sido elaboradas. En la muestra de cerrar el paso a un hermetismo o ambigüedad
1967, donde Grete trabajó con la colaboración de adicionales no convenientes. En todo caso, es
la poeta Elva de Loizaga, los doce Sueños expues- interesante conocer ambos títulos: el que les dio
tos en la galería del Foto Club Argentino tenían, Germani y el que les dio Grete, ya que en algunos
además del nuevo título, una leyenda compuesta casos este último descubre o clarifica el mensaje
con versos de poetas argentinos y extranjeros, propuesto por la autora.
entre los cuales se encontraban Goethe y Rilke. En
consecuencia, la lectura que podía hacerse allí de
los fotomontajes estaba condicionada en sentido VII
inverso al de Germani: mientras Idilio imponía una
interpretación unívoca, en la muestra se proponía Grete realizó todos los trabajos para Idilio con una
una exégesis abierta y de ambigüedad multipli- convención básica: el personaje del sueño, esto es,
cada por la nueva dimensión que agregaban los la propia soñadora, siempre está presente en la
poemas. En la gran exposición retrospectiva de imagen, ya sea de un modo explícito o implícito.
la obra de Grete, realizada en la Fundación San En el primer caso –el más frecuente–, la vemos
Telmo en 1981, se expusieron cinco fotomontajes participando como en una instantánea del sueño
que llevaban nada más que los nuevos títulos. en desarrollo. En el segundo, la cámara asume
En cambio, en Foto Fest 92 (Houston, EE.UU.), el lugar de su mirada, produciendo lo que en
donde se expusieron treinta Sueños,10 los títulos cine se llama una toma subjetiva, procedimiento
fueron abandonados y en su lugar se utilizaron que introduce una variante formal sugerente. Las
los números con que Grete los tenía ordenados subjetivas son naturalmente elípticas, pues no
en su archivo (que también se incluyeron en el ilustran una peripecia, sino las consecuencias de
libro del IVAM). un sentimiento traducidas en visión, con lo cual
La cuestión de los títulos no es nada menor las composiciones abandonan la anécdota y pro-
en los fotomontajes. Grete misma lo enfatiza en ponen al espectador una participación más activa,
su texto de 1967: «Un detalle a subrayar: el título ya que debe mirar con los ojos de la protagonista
de un fotomontaje juega siempre un papel muy del sueño y proyectar imaginariamente dichos
importante». Esto significa que el título forma sentimientos. En Los sueños de celos (nº 97), por
parte de la imagen de un modo estructural, o ejemplo, el estupendo primer plano no sólo ins-
poco menos, de manera que cuando se pierde tala al espectador en la perspectiva de intimidad
o se cambia es evidente que el sentido original de la protagonista con el hombre de la foto y lo
de la obra queda afectado –en mayor o menor hace partícipe de la evidencia de adulterio que
medida según la transparencia u opacidad de los ella ve reflejada en sus anteojos, sino que lo fuer-
signos visuales utilizados y de su combinación–. za a proyectar en esos bigotitos engolados, en el
En el caso de los fotomontajes para Idilio, creo cigarrillo sobrador que cuelga de sus labios y en
que la pérdida del título que les dio Germani la sonrisa cínica, la petulancia fatua del seductor
no contribuye a la comprensión y el disfrute de profesional, del Tyrone Power criollo, según la
los trabajos. Esos títulos simples y funcionales moda de los años cincuenta. Asimismo, la utili-
ayudan a orientar la lectura de las piezas en el zación de los anteojos fue un hallazgo brillante,
10 Cruce de culturas. Cuatro mujeres en Argentina. 1930-1970. Muestra conjunta con Annemarie Heinrich, Alicia D’Amico y
Sara Facio.
35
NOTAS SOBRE LOS SUEÑOS DE GRETE STERN
ya que no sólo le permitió a Grete aplicar sobre de clase media, localizadas en ciudades o pueblos
ellos los retratos de las mujeres con un encuadre grandes y con aspiraciones de ascenso social que
perfecto, sino que agregó al personaje de la foto la época –años iniciales del primer gobierno pe-
un matiz de simulación y enmascaramiento que ronista– alentaba exitosamente. Sin embargo, el
lo hace más desagradable. personaje de los sueños de Grete es siempre una
Estos fotomontajes subjetivos evitan uno de mujer de clase media. Ella no sólo concurre en los
los problemas de verosimilitud más frecuentes en fotomontajes con su figura, ropas y costumbres,
el conjunto mayor de la serie, donde la persona sino además con sus valores y sus crisis: ¿cuál
que sueña está en cuadro y representa dramá- es su Sueño de ambición?: casarse con el Rey de
ticamente su peripecia. Las expresiones de mie- Oros (nº 85). O, en otro fotomontaje con el mismo
do, pasmo, felicidad o desconcierto son siempre título, sentir que el coqueto living de su casa ya le
congruentes con lo que ésta experimenta; sin queda chico (nº 79). ¿Y adónde la lleva su Sueño
embargo, la ficción de estados de ánimo inter- de evasión? A la terraza de una gran mansión
pretados con gesticulación enfática, simulando que domina la ciudad, mirando un cielo nocturno
una instantánea del momento álgido del episodio engalanado por estrellas de la suerte y vestida de
dramático, conspira contra la verosimilitud de la largo, con escote amplio, como Zully Moreno o
imagen. Esto lo sabían bien los directores de las Amelia Bence en los films de teléfono blanco de
fotonovelas que la revista Idilio editaba simultá- aquellos años. Al Hollywood porteño, en suma,
neamente con los Sueños. Allí los actores nunca compendiado en la revista Radiolandia, pariente
representan sus estados anímicos en el momento cercana de la propia Idilio (nº 94). En otro trabajo
expresivo de mayor intensidad, sino que asumen con el mismo título (nº 84), que en rigor debiera
gestos más bien neutros, expresiones contenidas, llamarse Sueño de libertad, la vemos tratando
de modo que el lector proyecte sobre sus rostros de huir de la tina de ropa sucia hogareña, tre-
los sentimientos que adivina o presume. La ima- pando desesperadamente los escalones romos y
gen fotográfica es «demasiado» verosímil como enjabonados de la tabla de lavar (aquí, al igual
para soportar ficción suplementaria: sistemáti- que en otras buenas composiciones de la serie,
camente la denuncia como falsa. En general, esto los utensilios domésticos asumen dimensiones
sucede también con los fotomontajes de Grete, gigantescas que resultan aplastantes para el atri-
donde la mayor eficacia se consigue cuando la bulado personaje). ¿Y qué pasa con sus mejores
expresión del personaje es más bien neutra, de esperanzas? ¿Cuál es su sueño de ideal frustrado?
modo que el efecto se produce no por empatía, No haber llegado a concertista de violín y, en
sino por el choque de los elementos que forman lugar de eso, verse convertida en «artista de la
la imagen, contrapuestos o discordantes. escoba» (nº 76). ¿Su sueño de fracaso? Llegar al
concierto de piano soñado y encontrarse con
el teclado de la máquina de escribir de la me-
VIII canógrafa real (nº 7). Esta mirada entre irónica
y compasiva sobre la condición femenina en la
El tema central que Grete desarrolló en sus foto- sociedad patriarcal de la época recorre la mayor
montajes, como ya se dijo, fue el de la mujer en parte de los trabajos. En Sueños de dependencia
situación de conflicto. Ahora bien, ¿de qué mujer (nº 89 ) el tono adquiere un humor más grave y
se trataba? De la lectora de Idilio y corresponsal casi trágico: a gatas sobre la lengua y los dientes
de la sección, desde luego. Según se desprende de su antropófago personal, la mujer, como un
de las respuestas de Richard Rest, esta persona pequeño animalito bien vestido y acicalado, mira
pertenecía a un espectro de clase bastante am- el mundo exterior con (pareciera) melancólica
plio, desde obreras y domésticas hasta mujeres estoicidad, a la espera de que la boca se cierre
36
Luis Priamo
y la mastique. Este estupendo trabajo de signos es el nº 101, Los sueños del pincel, donde una
rotundos, impacta nuestra sensibilidad como un cabeza femenina se incrusta en el extremo de
puñetazo, tal como sucede con los buenos foto- un pincel común, empuñado por una mano de
montajes de contenido político (recordemos a hombre que pinta una pared. La cabellera de
John Heartfield o Josep Renau), es decir, de ideas. la joven, convertida en la cerda del pincel, se
Por otra parte, la figura del personaje feme- dobla al impulso de la pincelada. Así, no sólo se
nino como objeto manipulable y manipulado comenta el trato utilitario a que es sometida la
protagoniza algunos de los mejores Sueños mujer-herramienta, sino que se ironiza con uno
de la serie. Allí la mujer no es presentada sólo de los encantos físicos femeninos más valorados
como víctima, sino como partícipe de su pro- y clásicos, es decir, la cabellera. Por último, el
pia situación, y siempre en el doble aspecto de dato más inquietante: en el rostro de la bella
objeto decorativo y funcional. En los Sueños de jovencita se advierte un estado de felicidad que
ajedrez (nº 109) la mujer-ficha es, sin duda, la alude claramente al éxtasis amoroso...
Reina del tablero. Su largo vestido y sus guantes La idea de este trabajo le gustó a Grete porque
nos informan que se trata de una «señora». Sin lo modificó y mejoró. En la nueva composición
embargo, es una señora cuya vida tiene movi- varía el fondo, la posición de la cabeza y, más
mientos fijos, con funciones determinadas en un levemente, el escorzo de la mano y el pincel.
espacio prefijado y, sobre todo, como una ficha Aparentemente la alteración tuvo motivaciones
más –destacada, por cierto, pero una más– de plásticas, aunque no debemos descartar otras.
la partida que desarrolla el jugador. La mano En la primera versión el pincel y la mano quedan
masculina del ajedrecista no se ve, pero se la muy pequeños dentro del cuadro blanco. En la
sabe presente fuera del cuadro, y puede preverse segunda, los pliegues de la sábana donde des-
el momento en que sus dedos tomen a la Reina cansa la cabeza de la joven mejoran ese punto
por la cabecita y la muevan a uno u otro lado e introducen un elemento de intimidad que se
para defender o ganar una posición. «Una Reina, agrega al éxtasis de la muchacha y proponen las
sí, ¡pero pobre Reina…!», podría ser el título del mismas asociaciones que encontramos en Artícu-
trabajo si se utilizara el criterio irónico explícito los eléctricos para el hogar: la mujer como objeto
que es propio del fotomontaje político clásico. de uso masculino y, sobre todo, de uso de alcoba.
El sueño que Grete tituló Artículos eléctricos La humillación consentida por la mujer de los
para el hogar (que no se encontró en la colección Sueños es una nota muy fuerte de la obra. Pro-
de Idilio de la Biblioteca Nacional) elabora el mis- pone una requisitoria sobre la condición de so-
mo tema que el anterior y es uno de los trabajos metimiento de las mujeres que no queda cautiva
que expuso en la muestra de 1967 (donde lo había del estereotipo víctima-victimario. Esta mirada
titulado Artefactos eléctricos para el hogar). El compleja sobre la sumisión femenina era con-
nombre revela con mordacidad explícita el sentido secuencia de una perspectiva más amplia sobre
de la composición e ilustra una de las metamorfo- la naturaleza sofocante de la familia tradicional,
sis que los valores dominantes proponían para las respecto de la libertad de la mujer. Para Grete
mujeres: convertirse en un bello artefacto del ho- este problema nunca fue meramente especula-
gar –más precisamente, del dormitorio– pulsado tivo. Ella misma, en su primera juventud, debió
a placer por la mano del dueño de casa. Además, liberarse del futuro convencional que su entorno
resalta la naturaleza utilitaria e intercambiable familiar le reservaba. Aunque su familia no era
de la hermosa estatuilla de porcelana que mo- particularmente tiránica, y ella no recordaba que
dela sus encantos para el señor que la maneja. su decisión de romper con el porvenir de joven
De todos los fotomontajes de la serie que casadera para salir al mundo a buscar un oficio y
tratan el tema de la mujer-objeto, el más áspero sostenerse a sí misma fuera traumática, es evidente
37
NOTAS SOBRE LOS SUEÑOS DE GRETE STERN
11 Maud Lavin, «ringl + pit, la representación de la mujer en la publicidad alemana de 1929-1933», en The Print Collector’s
Newsletter, vol. 16, nº 3, julio-agosto de 1985. Traducción inédita de Sara Gullco en el Archivo Grete Stern.
12 El ejemplar de Idilio donde se publicó este Sueño es uno de los que faltan en la colección de la Biblioteca Nacional.
38
Luis Priamo
Con modificaciones mínimas, este texto fue originalmente publicado en el libro Sueños. Fotomontajes de Grete Stern. Serie
completa. Edición de la obra impresa en la revista Idilio (1948-1951), editado en 2003 por la Fundación CEPPA, de Buenos
Aires, a quien agradecemos su autorización para reproducirlos aquí.
Sueños
Las leyendas de las obras llevan el título con
el que se publicaron en Idilio, el número de la
edición y la fecha. También se agrega debajo,
en cada caso, el nuevo título que la autora les
dio a los cuarenta y seis Sueños que reprodujo
y guardó en su archivo.
41
SUEÑOS
Grete Stern
Grete Stern
El sueño de vestido
Idilio nº 4 | 16.11.1948
La acusada
45
SUEÑOS
Grete Stern
El sueño de fracaso
Idilio nº 7 | 07.12.1948
Café concert
48
Grete Stern
Un sueño de frutas
Idilio nº 8 | 14.12.1948
Sin título
49
SUEÑOS
Grete Stern
Un sueño de peligro
Idilio nº 11 | 04.01.1949
Sin título
52
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
«Sobre el abismo»
Idilio nº 16 | 08.03.1949
Sin título
57
SUEÑOS
Grete Stern
Sueño cósmico
Idilio nº 18 | 23.03.1949
Mundos
59
SUEÑOS
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Grete Stern
Sueños de frutos
Idilio nº 122 | 20.03.1951
160
Grete Stern
Sueño de barcos
Idilio nº 123 | 27.03.1951
161
SUEÑOS
Sueño de frustración
Idilio nº 124 | 03.04.1951
162
Grete Stern
Sueño de bicicletas
Idilio nº 125 | 10.04.1951
163
SUEÑOS
Sueño de comida
Idilio nº 126 | 17.04.1951
164
Grete Stern
Sueño de exhibicionismo
Idilio nº 127 | 24.04.1951
165
SUEÑOS
Sueño de adornos
Idilio nº 128 | 01.05.1951
166
Grete Stern
Sueño de advertencia
Idilio nº 129 | 08.05.1951
167
SUEÑOS
Sueño de duda
Idilio nº 130 | 15.05.1951
168
Grete Stern
Sueño de angustia
Idilio nº 133 | 05.06.1951
170
Grete Stern
Sueño de negativismo
Idilio nº 134 | 12.06.1951
171
SUEÑOS
Grete Stern
Sueño de indecisión
Idilio nº 137 | 03.07.1951
No destiñe con el agua
174
Grete Stern
Sueño de purificación
Idilio nº 138 | 10.07.1951
175
SUEÑOS
Sueño de independencia
Idilio nº 139 | 17.07.1951
176
Grete Stern
Sueño de incertidumbre
Idilio nº 140 | 24.07.1951
Obras modificadas
Después de la entrega de los fotomontajes ori-
ginales a la revista Idilio, Grete modificó siete
de los Sueños. Posiblemente lo hizo con oca-
sión de exponerlos en el Foto Club Argentino,
en 1967.
179
SUEÑOS
Extrañamiento
Segunda versión de Los sueños de cuerpo
Idilio nº 5 | 23.11.1948
180
Grete Stern
Cuerpos celestes
Segunda versión de Sueño cósmico
Idilio nº 18 | 22.03.1949
181
SUEÑOS
En el andén
Segunda versión de Los sueños de trenes
Idilio nº 40 | 23.08.1949
182
Grete Stern
Grete Stern
Made in England
Segunda versión de Los sueños de pincel
Idilio nº 101 | 24.10.1950
185
SUEÑOS
Grete Stern
En esta hora
191
SUEÑOS
Sirena de mar
192
Grete Stern
El ojo eterno
193
SUEÑOS
Sueños
El mundo misterioso de los sueños [p. 41] Un sueño de frutas [p. 48]
Idilio nº 1 | 26.10.1948 Idilio nº 8 | 14.12.1948
Sin título
El mundo misterioso de los sueños [p. 42]
Idilio nº 2 | 02.11.1948 El sueño de la puerta cerrada [p. 49]
Idilio nº 9 | 21.12.1948
Los sueños de caída [p. 43] Sin título
Idilio nº 3 | 09.11.1948
El niño en los sueños [p. 50]
El sueño de vestido [p. 44] Idilio nº 10 | 28.12.1948
Idilio nº 4 | 16.11.1948 Niño flor
La acusada
Un sueño de peligro [p. 51]
Los sueños del cuerpo [p. 45] Idilio nº 11 | 04.01.1949
Idilio nº 5 | 16.11.1948 Sin título
Extrañamiento
Los sueños de peligro [p. 52]
Los sueños de animales [p. 46] Idilio nº 12 | 11.01.1949
Idilio nº 6 | 30.11.1948 Sin título
Sin título
Los sueños de vegetales [p. 53]
El sueño de fracaso [p. 47] Idilio nº 13 | 18.01.1949
Idilio nº 7 | 07.12.1948 Sin título
Café concert
* De los 140 fotomontajes que se publicaron en la Revista Idilio, sólo se conservan 46 negativos originales. Existen diferentes copias
positivadas.
Las obras que aparecen destacadas en gris, son las que se han expuesto en el Círculo de Bellas Artes con motivo de la exposición
«Grete Stern. Sueños» en la Sala Minerva, del 30 de septiembre de 2015 al 31 de enero de 2016. En este caso son copias positivadas
por Horacio Coppola, marido de la artista.
23,5 x 30,5 cm. Gelatina de plata. 2007/2001. Colección particular
196
Grete Stern
Los sueños de desdoblamiento [p. 54] Los sueños de elecciones ineludibles [p. 67]
Idilio nº 14 | 25.01.1949 Idilio nº 27 | 24.05.1949
Sin título Sin título
Los sueños de cansancio [p. 55] Los sueños de encierro [p. 68]
Idilio nº 15 | 01.02.1949 Idilio nº 28 | 31.05.1949
Sin título
Los sueños de renacimientos [p. 69]
«Sobre el abismo» [p. 56] Idilio nº 29 | 07.06.1949
Idilio nº 16 | 08.03.1949 Sin título
Sin título
Los sueños de contrastes [p. 70]
Los sueños del espejo [p. 57] Idilio nº 30 | 14.06.1949
Idilio nº 17 | 15.03.1949 Fracturas
¿Quién será?
Los sueños de triunfo y dominación [p. 71]
Sueño cósmico [p. 58] Idilio nº 31 | 21.06.1949
Idilio nº 18 | 23.03.1949 Sin título
Mundos
Los sueños de parentesco [p. 72]
Los sueños de peces [p. 59] Idilio nº 32 | 28.06.1949
Idilio nº 19 | 29.03.1949 Proyectos
Sin título
Los sueños de niños [p. 73]
Los sueños de persecuciones [p. 60] Idilio nº 33 | 05.07.1949
Idilio nº 20 | 05.04.1949 Sin título
Angustia
Los sueños de exámenes [p. 74]
Los sueños de obstáculos [p. 61] Idilio nº 34 | 12.07.1949
Idilio nº 21 | 12.04.1949
Sin título Los sueños de elementos dinámicos [p. 75]
Idilio nº 35 | 19.07.1949
Los sueños de reminiscencias [p. 62]
Idilio nº 22 | 19.04.1949 Los sueños de absurdos [p. 76]
Consentimiento Idilio nº 36 | 26.07.1949
Los sueños de individualización [p. 63] Los sueños de formas [p. 77]
Idilio nº 23 | 26.04.1949 Idilio nº 37 | 02.08.1949
Sin título
Los sueños de situaciones ridículas [p. 78]
Los sueños de muerte [p. 64] Idilio nº 38 | 09.08.1949
Idilio nº 24 | 03.05.1949 Sin título
Último beso
Los sueños de muñecos [p. 79]
Los sueños de escaleras [p. 65] Idilio nº 39 | 16.08.1949
Idilio nº 25 | 10.05.1949 Sorpresa
Perspectiva
Los sueños de trenes [p. 80]
Los sueños de incomunicaciones [p. 66] Idilio nº 40 | 23.08.1949
Idilio nº 26 | 17.05.1949 En el andén
Llamada
197
SUEÑOS
Los sueños de números [p. 81] Los sueños de trenes [p. 97]
Idilio nº 41 | 30.08.1949 Idilio nº 57 | 20.12.1949
Sin título
Los sueños de inadaptaciones [p. 98]
Los sueños de rechazo [p. 82] Idilio nº 58 | 27.12.1949
Idilio nº 42 | 06.09.1949
Los sueños de condensación [p. 99]
Los sueños de monstruos [p. 83] Idilio nº 60 | 10.01.1950
Idilio nº 43 | 13.09.1949
Los sueños de desastres cósmicos [p. 100]
Los sueños de barcos [p. 84] Idilio nº 61 | 17.01.1950
Idilio nº 44 | 20.09.1949
Barquito de papel Los sueños de incomprensión [p. 101]
Idilio nº 62 | 24.01.1950
Los sueños de muerte y salvación [p. 85]
Idilio nº 45 | 27.09.1949 Los sueños de olvido [p. 102]
Hemisferios Idilio nº 63 | 31.01.1950
Los sueños de persecución [p. 86] Los sueños de trasposiciones [p. 103]
Idilio nº 46 | 04.10.1949 Idilio nº 64 | 07.02.1950
Amor sin ilusión
Los sueños de encarcelamiento [p. 87]
Idilio nº 47 | 11.10.1949 Los sueños de pérdida de personalidad [p. 104]
Sin título Idilio nº 65 | 14.02.1950
Los sueños de rechazo [p. 88] Los sueños de enmudecimiento [p. 105]
Idilio nº 48 | 18.10.1949 Idilio nº 67 | 28.02.1950
Los sueños de máscaras [p. 89] Los sueños de desorientación [p. 106]
Idilio nº 49 | 25.10.1949 Idilio nº 68 | 07.03.1950
Los sueños de vuelo y caídas [p. 90] Los sueños de realizaciones futuras [p. 107]
Idilio nº 50 | 01.11.1949 Idilio nº 69 | 14.03.1950
Los sueños de dinero [p. 91] Los sueños de aislamiento [p. 108]
Idilio nº 51 | 08.11.1949 Idilio nº 70 | 21.03.1950
Los sueños de complicaciones [p. 92] Los sueños de espejos [p. 109]
Idilio nº 52 | 15.11.1949 Idilio nº 71 | 28.03.1950
Los sueños de decisiones [p. 93] Los sueños de encierro [p. 110]
Idilio nº 53 | 22.11.1949 Idilio nº 72 | 04.04.1950
Sirena de agua dulce
Los sueños de relojes [p. 94]
Idilio nº 54 | 29.11.1949 Los sueños de destrucción [p. 111]
Idilio nº 73 | 11.04.1950
Los sueños de fuego [p. 95]
Idilio nº 55 | 06.12.1949 Los sueños de remembranzas [p. 112]
Idilio nº 74 | 18.04.1950
Los sueños de «admiraciones» [p. 96]
Idilio nº 56 | 13.12.1949 Los sueños de perfección [p. 113]
Idilio nº 75 | 25.04.1950
198
Grete Stern
Los sueños de ideales frustrados [p. 114] Los sueños de conflictos matrimoniales [p. 131]
Idilio nº 76 | 02.05.1950 Idilio nº 93 | 29.08.1950
Los sueños de inexperiencias [p. 115] Los sueños de evasión [p. 132]
Idilio nº 77 | 09.05.1950 Idilio nº 94 | 05.09.1950
Los sueños de admoniciones [p. 116] Los sueños de curación [p. 133]
Idilio nº 78 | 16.05.1950 Idilio nº 95 | 12.09.1950
Los sueños de ambición [p. 117] Los sueños de celos [p. 134]
Idilio nº 79 | 23.05.1950 Idilio nº 96 | 19.09.1950
Los sueños de inhibiciones [p. 118] Los sueños de música y mar [p. 135]
Idilio nº 80 | 30.05.1950 Idilio nº 97 | 26.09.1950
Botella del mar
Los sueños de protesta [p. 136]
Los sueños de proyección [p. 119] Idilio nº 98 | 03.10.1950
Idilio nº 81 | 06.06.1950
Los sueños de liberación [p. 137]
Los sueños de compensación [p. 120] Idilio nº 99 | 10.10.1950
Idilio nº 82 | 13.06.1950
Los sueños de agua [p. 138]
Los sueños de indecisión [p. 121] Idilio nº 100 | 17.10.1950
Idilio nº 83 | 20.06.1950
Los sueños de pincel [p. 139]
Los sueños de evasión [p. 122] Idilio nº 101 | 24.10.1950
Idilio nº 84 | 27.06.1950 Made in England
Los sueños de ambición [p. 123] Los sueños de balanza [p. 140]
Idilio nº 85 | 04.07.1950 Idilio nº 102 | 31.10.1950
Los sueños de fotografía [p. 124] Los sueños de manos [p. 141]
Idilio nº 86 | 11.07.1950 Idilio nº 103 | 07.11.1950
Los sueños de precipitación [p. 125] Los sueños de felinos [p. 142]
Idilio nº 87 | 18.07.1950 Idilio nº 104 | 14.11.1950
Los sueños de condensación [p. 126] Los sueños de ahogamiento [p. 143]
Idilio nº 88 | 25.07.1950 Idilio nº 105 | 21.11.1950
Los sueños de dependencia [p. 127] Los sueños de encrucijada [p. 144]
Idilio nº 89 | 01.08.1950 Idilio nº 106 | 28.11.1950
Los sueños de anhelos desmesurados [p. 128] Los sueños de derrumbe [p. 145]
Idilio nº 90 |08.08.1950 Idilio nº 107 | 05.12.1950
Los sueños de advertencia [p. 129] Los sueños de disconformidad [p. 146]
Idilio nº 91 | 15.08.1950 Idilio nº 108 | 12.12.1950
Los sueños de desquite [p. 130] Los sueños de ajedrez [p. 147]
Idilio nº 92 | 22.08.1950 Idilio nº 109 | 19.12.1950
199
SUEÑOS
Los sueños de pavo real [p. 149] Sueño de exhibicionismo [p. 164]
Idilio nº 112 | 09.01.1951 Idilio nº 127 | 24.04.1951
Los sueños de luna [p. 153] Sueño de falta de personalidad [p. 168]
Idilio nº 116 | 06.02.1951 Idilio nº 132 | 29.05.1951
Los sueños con actores [p. 154] Sueño de angustia [p. 169]
Idilio nº 117 | 13.02.1951 Idilio nº 133 | 05.06.1951
Los sueños de autorreproche [p. 156] Sueño de conflicto espiritual [p. 171]
Idilio nº 119 | 27.02.1951 Idilio nº 135 | 19.06.1951
Los sueños geométricos [p. 157] Sueño de armonía anímica [p. 172]
Idilio nº 120 | 06.03.1951 Idilio nº 136 | 26.06.1951
Los sueños con lluvia de barro [p. 158] Sueño de indecisión [p. 173]
Idilio nº 121 | 13.03.1951 Idilio nº 137 | 03.07.1951
No destiñe con el agua
Sueños de frutos [p. 159]
Idilio nº 122 | 20.03.1951 Sueño de purificación [p. 174]
Idilio nº 138 | 10.07.1951
Sueño de barcos [p. 160]
Idilio nº 123 | 27.03.1951 Sueño de independencia [p. 175]
Idilio nº 139 | 17.07.1951
Sueño de frustración [p. 161]
Idilio nº 124 | 03.04.1951 Sueño de incertidumbre [p. 176]
Idilio nº 140 | 24.07.1951
Sueño de bicicletas [p. 162]
Idilio nº 125 | 10.04.1951
200
Grete Stern
Obras modificadas
Obras faltantes
Artículos eléctricos para el hogar [p. 189] El ojo eterno [p. 192]
Gelatina de plata, 30,5 x 23,5 cm Gelatina de plata, 23,5 x 30,5 cm
2007/2001 2007/2001
Colección particular Colección particular
Sueños 39
Obras modificadas 177
Obras faltantes 187