Fidelizacion Empleados Poder Reconocimiento
Fidelizacion Empleados Poder Reconocimiento
Fidelizacion Empleados Poder Reconocimiento
El momento de la verdad
Somos humanos
El éxito en cualquier organización depende de la lealtad de los clientes, de los inversores y de los
empleados. El trato que demos a estos últimos adquiere una importancia vital, no sólo para mejorar
la productividad, sino para mejorar las relaciones con los mejores clientes y por consiguiente
retenerlos y fidelizarlos. Además, la relación con el empleado va a ser una de las variables críticas
para diferenciarnos de nuestra competencia.
Como bien dice Michael Porter, el gurú de la estrategia, sólo existen dos formas de obtener una ventaja
competitiva: una es a través de bajos costes y otra a través de la diferenciación, siendo estos dos conceptos
la base de toda estrategia competitiva. Las empresas con éxito se mantienen consistentes en su estrategia,
mejorando continuamente para diferenciarse de su competencia. Lo que está claro es que, para desarrollar
cualquier tipo de estrategia y así obtener una diferenciada ventaja competitiva, es fundamental el factor
humano dentro de la organización. Sin personas motivadas, implicadas y comprometidas, será imposible
alcanzar cualquier objetivo como empresa.
Marketing Interno
El elemento básico de la calidad son las personas. Sin empleados satisfechos no es posible tener clientes
satisfechos. Se considera que para vender un proyecto a los clientes, es necesario, en primer lugar, vender
la idea a los empleados, esto es, lo que también se viene denominando como ‘Marketing Interno’.
La autoestima del empleado crece cuando se ve integrado y como parte fundamental de la estrategia de la
organización. Un exitoso programa de marketing interno forma a los empleados en sus comportamientos y
actitudes y les ayuda a comprender sus responsabilidades y roles para representar activamente a la
organización y generar valor.
Cambiemos nuestra manera de pensar y tratemos a nuestros empleados como si fueran clientes, un cliente
interno que tiene deseos y necesidades que se deben conocer y satisfacer. El Marketing Interno nos ayuda
en ello, pues el principio básico de esta nueva especialidad es simple: la empresa, además del cliente
externo, tiene un nuevo tipo de cliente, el interno, el propio empleado al que hay que vender ideas, valores,
culturas, políticas, proyectos, etc.
El Marketing Interno está integrado con las demás acciones de Recursos Humanos permitiendo un apoyo
mutuo, porque por ejemplo, cuando una organización quiere implementar una nueva estrategia o modificar
algún programa, requiere necesariamente que esté alineada con las actitudes y comportamientos de los
empleados para que se pueda corresponder con la visión de la organización. La correcta motivación de
nuestra fuerza de trabajo será un requisito fundamental para cualquier organización que desee obtener una
ventaja competitiva. Una estrategia de Marketing Interno eficaz posee el potencial de mejorar realmente la
contribución de los empleados alineando lo que realizan, cómo lo realizan y sus valores, con los objetivos
de la organización.
En definitiva, el objetivo del marketing interno es generar el ambiente y el entorno adecuado de modo que
los trabajadores se sientan lo suficientemente motivados para no sólo orientarse al cliente, sino
obsesionarse y conseguir entusiasmarlo.
El momento de la verdad
‘El momento de la verdad’, famoso término acuñado por Jan Carlzon, el que fuera presidente de las
aerolíneas escandinavas SAS, se define como cualquier situación en la que, el cliente se pone en contacto
con cualquier aspecto de la organización y obtiene una impresión sobre la calidad de su gestión. Debemos
darnos cuenta que para lograr `momentos de verdad´ exitosos, debemos ocuparnos de satisfacer las
necesidades emocionales de los empleados como parte del valor que aporta la organización hacia su gente,
demostrando su capacidad para lograr que estos empleados se sientan respetados y apreciados. De
nuestros empleados va a depender directamente el grado de satisfacción de los clientes.
En muchas ocasiones la relación que mantiene un cliente directamente con un empleado es más fuerte que
la relación con la empresa en su conjunto, hasta el punto en que esta relación podría finalizar si el empleado
dejara la empresa. De ahí la gran importancia de que la empresa tenga a los mejores trabajadores
satisfechos y motivados para así retenerlos.
Los empleados hoy en día ya no son leales a las organizaciones, sino a las personas que las dirigen e
integran, por lo que se deberían enfatizar los esfuerzos para que el empleado encuentre el sentido para
comprometerse con su empresa, pues ya sabemos lo complicado que resulta tener gente buena satisfecha,
motivada y comprometida. Podríamos empezar por lo siguiente:
Lograr que cada uno de nuestros empleados, conozca a fondo cual es su función en la empresa y qué es lo
que se espera de ellos
Fomentar la coherencia entre ‘lo que dice’ y ‘lo que hace’ la organización
Intentemos dar algo más, ofrezcamos a nuestra gente algo en lo que creer y obtendremos así su
compromiso más sincero.
La gente que se siente apreciada posee una actitud positiva, mayor confianza en sí mismos y habilidad por
contribuir y colaborar. La gente con suficiente autoestima son potencialmente sus mejores empleados.
Estas creencias sobre el reconocimiento son comunes y globales entre los empleados.
Potencial desconocido
Muchas empresas no consideran el reconocimiento como parte fundamental de sus prácticas de gestión. El
problema es que muchos directivos piensan que el salario es el único reconocimiento que necesitan los
empleados, o se resisten porque están demasiado ocupados en su propio trabajo para dedicar tiempo al
reconocimiento o porque creen que supone un gasto para su organización. Nunca pueden estar más lejos
de la realidad, pues está contrastado mediante multitud de estudios que el reconocimiento es una grandiosa
herramienta para motivar y retener al empleado. Existe un gran poder en el reconocimiento y las grandes
empresas, las que atraen el mejor talento, lo saben, pues ya destinan hasta un 3% de su presupuesto de
RRHH a ello.
Una de las quejas más frecuentes de los empleados es 'Nadie se entera de lo que hacemos aquí' y dentro
de una cultura de reconocimiento, se refuerzan los valores de la empresa por el comportamiento que
reflejan al reconocer a sus empleados y colaboradores. Los grandes líderes utilizan el reconocimiento para
comunicar la visión y valores de la organización. Reconocen a sus empleados o colaboradores de manera
frecuente y son sinceros en sus elogios hacia ellos. Realizan presentaciones profesionales preocupándose
de que se realice correctamente y sin fallos. El efecto en sus empleados es sorprendente y... muy rentable.
Para destacar y triunfar en nuestro competitivo mercado, debemos extraer el mayor potencial y talento de
nuestros empleados. La mejor forma de lograrlo es ofreciendo un eficaz, sincero, público y frecuente
reconocimiento al empleado para que nuestro mensaje llegue directo a su corazón.
¿Pero cuantos directivos consideran el apreciar a otros como parte fundamental de su trabajo?
Cuando los empleados ven a sus superiores que dedican parte de su tiempo en preparar un buen
reconocimiento, la moral de éstos sube como la espuma. Sencillamente les motiva, les retiene, les fideliza.
Se desarrolla una conexión que vincula al empleado con la empresa de forma especial. Ello fortalece la
cultura corporativa y permite a los directivos ofrecer más a la organización a través del esfuerzo de su
gente.
La claridad y la consistencia son fundamentales. La gente necesita ver que cada persona que hace la
misma contribución recibe un mismo reconocimiento por sus esfuerzos, así como es muy importante
reconocer el trabajo de todos los que contribuyeron al éxito de un proyecto.
Recomiendo a las empresas que establezcan criterios que definan claramente a la persona adecuada para
recibir el reconocimiento. Decida qué es lo que realmente desea alcanzar, a través de sus esfuerzos en
reconocimiento y establezca oportunidades que enfaticen y refuercen sus objetivos. Las estadísticas
demuestran que la forma más eficaz de reconocimiento tanto formal como informal para organizaciones de
tamaño medio, es la que proviene del superior directo al empleado. Tiene sentido desde el punto en que el
supervisor es el vínculo tangible entre el empleado y el nivel superior de la empresa.
Pero mientras las políticas de reconocimiento tanto formales como informales son práctica habitual en
empresas norteamericanas y inglesas, son muy pocas las organizaciones españolas que tienen un sistema
formal para gestionar este tipo de acciones. En las empresas españolas, aunque no se gestionan, se hacen
cosas aisladas en materia de reconocimiento y recompensa para propiciar un entorno de trabajo más
agradable.
No obstante, las empresas hispanas están descubriendo el verdadero poder del reconocimiento. Con mayor
frecuencia importan políticas de compensación de otros países, sobre todo de Estados Unidos, y comienzan
a implantar estrategias de reconocimiento para sus empleados adaptando sus sistemas a nuestra cultura.
Somos humanos
Cada día miles de personas se esfuerzan en su trabajo, desean alcanzar el éxito, quieren que su trabajo
sea apreciado y sus esfuerzos reconocidos. Se trata de una cuestión de necesidades básicas humanas, de
reconocimiento y aprecio que todos necesitamos. Si logramos satisfacer de este modo a nuestros
empleados, crearemos un entorno vital, agradable, motivador y enérgico para triunfar y destacar en el
mercado. Haga del reconocimiento una fuerte cultura de empresa y se asegurará un clima laboral positivo y
productivo.
Un buen salario y unos buenos beneficios harán que la gente esté satisfecha con su trabajo. Pero al igual
que ocurre con los clientes, la satisfacción no significa fidelidad. Sin una clara y definida identificación con
los valores y cultura de la empresa, atractivas oportunidades de desarrollo profesional y una eficaz política
de reconocimiento... no podremos retenerlos.
Descubra una de las herramienta más importantes para la motivación de sus empleados y colaboradores,
descubra el poder del reconocimiento y se sorprenderá.