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Todo Lo Que Usted Siempre Quiso Saber Acerca de La Historia Del Español y Nunca Se Atrevió A Preguntar

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Todo lo que usted

siempre quiso saber


acerca de la historia
del español y nunca
se atrevió a
preguntar

¿Cuál es el origen del español?

Más que una simple sucesión de hechos, el origen del español es un


relato apasionante, de hecho, quizás ninguna lengua en el mundo
posea una historia tan rica y con tantos matices.

La historia se inicia con los pueblos que habitaban España antes de la


llegada de los romanos. Allí vivían iberos, celtas, lusitanos, ástures y
cántabros, vascones, carpetanos y vetones, contestanos y túrdulos;
cada uno con su propia lengua.

De estas lenguas, sobre todo del celta, hemos heredado palabras


como bruja, arroyo, becerro, izquierdo, camisa, carro, cerveza, sapo,
perro, gorra, lanza, barro, gordo, pizarra, morcilla y muñeca.

Para esa misma época, la península era muy visitada por los griegos,
cuya lengua se hablaba en las factorías o instalaciones portuarias que
levantaron en España a partir del siglo VII a.C.

Estos ilustres comerciantes nos dejaron un enorme patrimonio de


palabras. Son de origen griego: botica, cítara, cristal, historia y
poesía, ángel y diablo, cronología y sismógrafo, y como una
peculiaridad nos dejaron la palabra cielo, pero no registran el vocablo
"infierno".

Luego vendrían los siglos de la influencia de los romanos, quienes a


partir del año 218 a.C. dominaron completamente la península, a la
que llamaron Hispania. Los romanos también trajeron su lengua: el
latín, que se convertirá en el germen de donde saldría el castellano.
No obstante, el latín que llega a España no es el "sermo
urbanus", o lengua culta que manejaban poetas e
historiadores, es el "sermo rusticus", la áspera habla de los
conquistadores y soldados, la que se impone como lengua
de uso.

Ese latín de Hispania también estuvo marcado desde el


inicio por la influencia de las lenguas prerromanas, ya que
muchos de los que hablaban la lengua de Roma no habían
podido borrar de su pronunciación la huella de los idiomas
indígenas originales.

En conclusión, el español y las demás lenguas romances


no proceden del latín empleado por los supremos artífices del
lenguaje, sino del latín de la gente corriente, el latín hablado en las
casas, en las calles, en los campos, en los talleres, en los cuarteles.

La influencia romana se tambalea a partir del año 410, cuando su


capital fue saqueada por Alarico, rey de los visigodos, señalando el
comienzo del fin del imperio, abatido por los pueblos de origen
germánico.

Luego llegaron a España los vándalos, junto a alanos y suevos;


finalmente, a comienzos del siglo VI, los visigodos ocuparon
prácticamente toda la península, fijaron su capital en Toledo y
acabaron por romper todo lazo con Roma.

Estos pueblos germánicos también aportaron al desarrollo del


español, estoas influencias se dividen en dos grupos: "el de la guerra
y el de la paz".

Guerra, orgullo y ufano son voces germánicas, al igual que ganar,


robar, espía, heraldo, estribo, botín, tregua y bandido, todas del
"grupo de la guerra".

En el "grupo de la paz" quedaron fieltro, cofia, falda, atavío, sopa,


rueda y aspa, blanco, gris y compañía, palabras cuyo uso se hizo
imprescindible porque designaban objetos que no pertenecían a la
cultura romana.

También nos dejaron nombres propios como Alvaro, Fernando,


Rodrigo, Rosendo, Ildefonso y Elvira, todos de origen germánico.

Después vendría la caída de los visigodos, cuyo último rey, Rodrigo,


fue derrotado por los árabes en el año 711. A partir de ese momento,
la influencia árabe marcaría durante siglos el desarrollo de España,
sobre todo del español, en el cual existen cuatro mil arabismos, o
vocablos de origen árabe.
Entre los arabismos se incluyen golosinas (almíbar,
alcorza, alfajor, alfeñique), pero también "grandes
palabras": álgebra, cero, cifra, algoritmo y guarismo; de
igual origen son ajedrez, alfil, jaque y mate, alquimia,
cenit, nadir, acimut, azogue y alambique. Los nombres
de flores como azahar, alhelí, jazmín, azucena y
amapola; de frutas: albaricoque, sandía, limón, naranja y
toronja, también son de ascendencia árabe.

Entre tanto, los reinos españoles emprendían la


reconquista de sus territorios, y poco a poco, a través de
guerras y alianzas, se fue extendiendo la hegemonía de
Castilla sobre los demás.

En esa época, y para ser exactos, el castellano no era más que un


pequeño dialecto arrinconado en la parte norte de España, pero
paulatinamente, a medida que Castilla y León comenzaba a expandir
su dominio político hasta lograr la expulsión de los árabes, así se iba
extendiendo lo que los linguistas denominan la "cuña castellana", una
especie de español primitivo, que finalmente daría origen a lo que
nosotros conocemos como español. El castellano, por así decirlo, se
salió de su lugar y se derramó por España, primero, y después del
descubrimiento de América, ya convertido en español, se ubica como
una de las lenguas más importantes del mundo.

¿Cuáles son los primeros textos escritos en español?

Los primeros registros escritos del castellano, o español, son las


llamadas "glosas" de San Millán y de Silos. Se les llama glosas porque
son anotaciones escritas al margen de manuscritos. El manuscrito de
San Millán contiene homilías o sermones de San Agustín, y el de Silos
una especie de "recetario" de penitencias, ambos estaban escritos en
latín. El hecho es que alguien, probablemente un estudiante de latín,
explicó (glosó) el significado de algunas partes del texto original y, lo
más importante, es que esas glosas las escribió en una lengua
distinta: el romance, o sea una especie de castellano antiguo. Estas
glosas también se conocen como emilianenses (Millán) y silenses
(Silos) y datan aproximadamente del siglo XII.

¿Qué dicen esas glosas?

El mensaje es fundamentalmente religioso, pero como ejemplo casi


siempre se cita este pasaje de las glosas emilianenses, donde el
glosador se extendió más allá de lo que decía el manuscrito original:

"...cono adjutorio de nuestro dueno, dueno Christo, dueno Salbatore,


qual dueno yet ena honore, e qual duenno ténet ela mandatjone cono
Patre, cono Spíritu Sancto, enos siéculos delosiéculos. Fácanos Deus
omnipote(n)s tal serbitjo fere ke denante ela sua face gaudioso
segamus. Amén."
Cuya traducción sería: "...con el auxilio de nuestro señor, el señor
Cristo, el señor Salvador, el cual señor está en el honor, y el cual
señor tiene el imperio con el Padre y con el Espíritu Santo en los siglos
de los siglos. Háganos Dios omnipotente tal servicio hacer, que
delante de su faz gozosos seamos. Amén".

¿A qué se le llama Romania?

Primero se le llamaba Romania a la porción del imperio romano en


que predominó el latín como lengua. La Romania actual comprende
cinco naciones europeas (Portugal, España, Francia, Italia y Rumania)
y pedazos de otras dos (Bélgica y Suiza). La disciplina moderna que
estudia la evolución del latín en esas regiones se llama Filología
románica.

¿Con qué obra se inicia la literatura en castellano?

Con el Cantar de Mio Cid, donde se cuentan, entre otras cosas, las
luchas de Castilla contra leoneses y aragoneses por un lado, y contra
los almorávides por otro, destacando la figura de Ruy Díaz, el Cid
Campeador. El texto, que data aproximadamente de 1140, es más
cercano al español actual:

"Mio Cid Roy Díaz por Burgos entróve,

en sue conpaña sessaenta pendones.

Exién lo veer mugieres e varones,

burgeses e burgesas por las finiestras


sone."
¿Qué se entiende por cantares?

Básicamente eran relatos exagerados, historias en verso


interpretadas por juglares, especie de artistas ambulantes o de feria,
que se referían a noticias ya conocidas destinadas sobre todo a un
público señorial, que apreciaba y pagaba a éstos artistas. De ahí
surge el "mester de juglaría" (cuanto mejor fuera el juglar, mejor
comía).

¿Qué era el mester de clerecía?

Al mester de juglaría se contrapone, a partir del año 1230, el "mester


de clerecía", u oficio de clérigos. Bajo este término se incluyen obras
escritas por hombres ilustrados, que sí tenían trato con los libros, en
oposición a los juglares, cuyo saber era popular, empírico. Ejemplos
de este mester son los libros de Apolonio, de Alexandre y el Poema de
Fernán González, todas obras de autores anónimos y compuestas en
el siglo XIII. La rivalidad entre ambos mester se expresa en estos
versos del Libro de Alexandre:

"Mester trago fremoso, non es de


joglaría,

mester es sen peccado, ca es de


clerezía,

fablar curso rimado, por la quaderna


vía

a síllavas cuntadas, ca est grant


maestría."
Como puede verse, aquí las alusiones a la rima y a la "gran maestría"
de su arte denotan la supuesta superioridad del mester de clerecía
sobre el de juglaría.

¿Cuál es la importancia de la obra de Alfonso X?

Al rey Alfonso X se le considera el creador de la prosa española


porque fue responsable de otorgarle a los escritos en lengua romance
(castellano) un lugar predominante frente al latín. Aunque siguieron
escribiéndose libros en latín, los escritos en romance adquirieron,
gracias a él, su carta definitiva de ciudadanía. De singular
importancia son las traducciones que hiciera Alfonso X del Libro de
Calila e Dimna (del árabe, que a su vez es traducción del original
hindú, al español), mientras su hermano Fadrique emprendía igual
tarea con el Sendebar, también de origen hindú. La obra más
ambiciosa de Alfonso X es la "General estoria", empresa enciclopédica
donde intentara compilar una historia general a través de toda clase
de fuentes: desde la Biblia y comentaristas de la Biblia, escritores
latinos clásicos, historiadores árabes y el Libro de Alexandre hasta
cantares juglarescos.

¿Cómo se desarrolla el español durante los siglos XIII al XV?

A partir de Alfonso X no sólo crece la cantidad de textos escritos en


español, sino que los rasgos de la lengua, reforzada por el proceso
mismo de escritura y lectura impulsado por el rey, adquiere una
identidad propia, fijándose y estableciéndose con mayor fuerza.

¿Cual es el panorama del español en los siglos XVI y XVII?

Durante esa época, que se conoce bajo el nombre de "los siglos de


oro", la lengua se ve consolidada por la literatura, leer las obras de los
siglos XVI y XVII es como sentir el pulso de nuestro idioma durante
una época excepcionalmente rica. Es el tiempo de Lope de Vega y
Calderón de la Barca en el teatro, de Boscán, Garcilaso y Gutierre de
Cetina en la poesía, pero sobre todo de Góngora y Quevedo, culterano
el primero y conceptista el segundo, mientras en la novela destacan
el Lazarillo de Tormes, la Vida del Buscón y Guzmán de Alfarache,
pero ninguno puede compararse con el Quijote de Miguel de
Cervantes, después del cual ya no fue posible escribir libros de
caballerías.

¿En qué consisten el culteranismo y el conceptismo?

Los historiadores de la literatura y el arte suelen dividir a la poesía del


Siglo de Oro, o Barroco español, en dos tendencias: culteranismo y
conceptismo, entendiendo por culteranismo el uso abundante de
palabras cultas y de sintaxis rebuscada (siguiendo el esquema de las
oraciones en latín), y por conceptismo el uso de agudezas
intelectuales y de asociaciones sorpresivas, y hacen caudillo de lo
primero a Góngora y de lo segundo a Quevedo.

¿Cuál es la importancia del Quijote para la lengua española?

El Quijote (cuya primera parte apareció en 1605), al igual que la


Divina Comedia, cumplió con una función bien definida: afianzar la
lengua al convertirse en un clásico, en fuente casi inagotable de
términos y construcciones a la cual se remitían lectores y estudiosos.
Pese a que muchos han señalado "sus italianismos, incongruencias e
incorrecciones", los acádemicos de hoy lo llaman, con propiedad,
"espejo del idioma". El mismo Cervantes dijo en una ocasión: "Yo soy
el primero que he novelado en lengua castellana". En la popularidad
del Quijote influyó el hecho que Cervantes únicamente deseaba decir
lo que opinaba y sentía acerca de la vida, del mundo, de la sociedad
de su tiempo, del hombre y de los ideales humanos. Sin embargo, en
general los contemporáneos de Cervantes no tuvieron ojos para
descubrir ese propósito, incluso Lope de Vega leyó el Quijote y no lo
entendió, y en 1606 escribió lo siguiente, donde con la palabra "romí"
alude a la lengua romance, el español:

"...y ese tu Don Quijote baladí

de culo en culo por el mundo va

vendiendo especias y azafrán


romí,

y al fin en muladares parará."


¿Cuándo se publica la primera Gramática del español?

La primera gramática de nuestra lengua -de hecho, la primera


gramática auténtica de una lengua vulgar, o sea moderna- es la
Gramática castellana, que con dedicatoria a Isabel la Católica, hizo
imprimir en 1492 Elio Antonio de Nebrija. La intención de Nebrija al
hacer su gramática era que "las naciones de peregrinas lenguas
aprendieran el castellano", más que los hablantes de castellano se
enteraran de sus reglas.

¿Cuándo aparece la primera Ortografía del español?

La primera ortografía del español es del mismo Elio Antonio de


Nebrija y fue publicada en 1517, a la que siguieron las de Alejo
Vanegas (1531), la de Antonio de Torquemada (1552) y la de Juan
López Velasco, entre otras.

¿Cuál es la ortografía más revolucionaria de esa época?

Sin lugar a dudas,


la "Ortografía
kastellana" de
Gonzalo Correas,
pubicada en 1630,
escrita con el fin
de que "la lengua
salga de la
esklavitud en ke la
tienen los ke
estudiaron latín".
Correas también
propone eliminar
las letras inútiles,
como la h y las
dobles ll y rr, "para
ke eskrivamos
komo se pronunzia y pronunziemos komo se eskrive, kon deskanso y
fazilidad sonando kada letra un sonido no más".

¿Cuándo se publica el primer Diccionario del español?

"El primer diccionario del español se publica en 1492, escrito también


por Nebrija, que en su primera parte se dedica al latín-español.
Después, en 1495 aparecería la segunda parte, español-latín. La
función de este diccionario era ayudar a traducir del latín al español y
viceversa.

¿Cuál es la importancia del diccionario de Covarrubias?

El "Tesoro de la lengua castellana o española", publicado por


Sebastián de Covarrubias Orozco en 1611, es el primer diccionario
moderno del español en el cual se puede encontrar la definición o
descripción de cualquier término en lengua castellana, es abundante
en detalles, en ejemplos y en información enciclopédica. Covarrubias
se atuvo fundamentalmente a la lengua castellana hablada en sus
tiempos, sin ocuparse gran cosa de la traducción de las voces al latín,
pero prestando mucha atención a la etimología, o sea al origen y
evolución de las palabras.

¿Quiénes son los sefardíes?

Bajo ese nombre se conoce a los judíos españoles,


también llamados sefarditas o sefaradíes (de
Sefarad, el nombre hebreo de España) quienes
fueron expulsados de la península ibérica en 1492.
Estos sefardíes se establecieron en Turquía, los
Balcanes y el Asia menor, y nunca olvidaron el
idioma que habían aprendido en España, aunque era
el mismo de quienes los expulsaron. Este caso
extraordinario de supervivencia, unido al hecho de
que el judeoespañol (también llamado sefardí o
ladino) conserva mejor que ninguna otra modalidad
actual del castellano los rasgos que nuestra lengua
tenía en tiempo de Nebrija, ha llamado la atención
de los linguistas modernos. Aunque este
judeoespañol ha sufrido influencias del árabe y del
español moderno, su fonética y su vocabulario han
resisitido en lo básico, de manera que suele servir de
ejemplo vivo de cómo se hablaba el español hace
500 años.

¿Cómo se establecen las relaciones linguísticas


entre España y América?

Al inicio, los españoles optaron por imponer su


lengua a la fuerza, pero poco a poco, a medida que
los indígenas aprendían el castellano, las voces
americanas, sobre todo aquellas que designaban
objetos desconocidos para los conquistadores,
fueron penetrando en el español. De igual forma los topónimos
(nombres de lugares) españoles se asimilaban en América, en
algunos casos unidos a topónimos americanos: Santiago de Cuba, San
Miguel de Tucumán, San José de Cúcuta, Santiago de Chuco, San
Antonio del Táchira, Santiago de Huata, y muchos más. Actualmente,
las distintas modalidades regionales se ha ido afianzando y se habla
del español hablado en Cuba, Colombia, Honduras o Chile, como del
que se habla en España. En teoría, así como se fragmentó el latín del
imperio romano, así el español podría seguir diversificándose
geográficamente hasta fragmentarse en distintas lenguas
"neoespañolas". Aunque en la práctica, la tendencia a la
fragmentación está frenada por una serie de factores, el más
importante de los cuales es la democratización de la cultura, cada vez
es mayor el número de hispanohablantes que saben leer y escribir.

¿Cuál es el número de hispanohablantes?


Sabemos que la lengua española es una de las lenguas con mayor
número de hablantes y con una más amplia difusión geográfica. Sin
embargo, la imprecisión de las fuentes en esta materia y las
desiguales definiciones a que se presta la misma concepción de
hablante de una lengua, dan lugar a una gran variedad de cómputos,
que el lector puede comprobar fácilmente acudiendo a los
abundantes estudios, anuarios o enciclopedias que recogen datos de
este tipo. Muchos de los datos recogidos y elaborados por numerosas
instituciones toman como fuente la Enciclopedia Británica [Britannica
(Book of the Year)], que contiene una sección estadística destinada
exclusivamente a las lenguas, y que utiliza para sus estimaciones una
gran variedad de fuentes nacionales e internacionales, incluyendo el
Anuario Demográfico de Naciones Unidas. Hay sólo 12 lenguas que
superen los 100 millones de hablantes: chino mandarín, inglés,
español, hindí, bengalí, árabe, portugués, ruso, urdú, japonés,
penyabí, alemán. Según estos estudios, el número de hablantes de
español en el mundo ronda los 380 millones de personas. Es la
tercera lengua del mundo en hablantes (tras el chino mandarín
—885 millones— y el inglés —440—) y en número de países (una
veintena) donde es lengua oficial.

LAS LENGUAS ROMANCES


Luis María Maestro García 19/08/2013 3

1. Contexto histórico anterior a las lenguas

romances

1. Período Prerromano

Los orígenes de nuestra lengua se remontan muchos siglos antes de nuestra era. Se
supone que los primeros habitantes de lo que hoy es la península ibérica (España y
Portugal), se establecieron a los lados de los Pirineos (cadena montañosa entre Francia y
España). Estos grupos humanos hablaron una lengua que sobrevive en el idioma vasco
(Se habla vasco en Vasconia, región de España).

En otra región geográfica -Costa de Levante- se establecieron los Iberos, de cuyo


nombre tomó el propio la península. Su cultura probablemente provenía de las costas
africanas.

2. Fenicios y griegos

Los fenicios, venidos de Cartago, fundaron en el año 1110 A.C. la hoy ciudad de Cádiz,
al sur de la península, a la que llamaron Gadir, posteriormente los romanos la llamaron
Gades y los árabes, Qádis.
3. Ligures

Por lo que toca a las regiones del Centro y Noroeste, no se puede definir con exactitud
qué grupo o grupos humanos llegaron a colonizar. Existe la hipótesis de una
inmigración ligur (proveniente del Norte y Centro de Italia de la región de la Provenza.

4. Celtas

Los celtas invadieron Hispania en el siglo VII A.C. procedentes del sur de Alemania. Se
establecieron en Galicia, sur de Portugal y en la región llamada Sierra Morena. Más
tarde se mezclaron con los iberos en el centro y Bajo Aragón, y formaron una región
llamada Celtiberia. Los toponímicos de origen céltico son muchos. Casi todos ellos
tienen nombres guerreros. Entran como elementos informativos de las palabras, las
voces: “briga”, que significa fortaleza, y “sego” o “segi” que indican victoria, por
ejemplo: “Conimbriga”: Coimbra, “Lacobriga”: Carrión, “Seguvia”: Segovia. La
palabra “dunum”, es sinónimo de “briga”. No se puede hablar de una unidad lingüística
en la península ibérica antes de la llegada de los romanos.

5. Los romanos

Los romanos emprenden la conquista de Hispania en el año 206 A.C. Antes, en el 218
A.C., los Escipiones habían desembarcado en Ampurias. La pacificación fue completa
hasta el año 19 A.C., cuando Augusto sometió definitivamente a los cántabros y astures.
Así, Roma, al conquistar nuevas tierras, acababa con las pugnas entre tribus, pueblos y
ciudades, imponiendo su cultura, que traía el concepto de la ley y la ciudadanía. Los
romanos eran maestros en administración y derecho.

6. El Latín

El latín lengua oficial de los romanos, se impuso rápidamente como instrumento de


comunicación en todo el Imperio Romano. Los toponímicos indican que también hubo
mezcla de elementos romanos con celtas y vascos. Por ejemplo “Gracchurris” (Alfaro)
se formó del nombre de sus fundador Tiberio Sempronio Graco y de la palabra vasca
“urris”. Elementos romanos y celtas se combinaron para formar: Caesarbriga (Talavera)
y Juliobriga (cerca de Reinosa) y Augustobriga (Ciudad Rodrigo).

7. Forma de la lengua latina

Existieron dos clases de latín: el culto y el vulgar. El primero era usado por los
escritores y gente preparada; el vulgar era hablado por el pueblo de Roma. Este fue el
que se impuso en todas las colonias.

8. Fin de la dominación romana

La dominación romana terminó en el siglo V d.C., cuando desmembró el imperio. En


nuestros días lo que se conserva de las lenguas prerromanas son unos cuantos sufijos:
-arro, -orro, -urro: machorro, baturro, -asco: peñasco. Se presume que los sufijos -az,
-ez, -oz, que abundan en la toponimia peninsular española, también pertenecen a este
período. En el mismo caso está la “-z” terminal de los apellidos.
10. El origen, en otras palabras

Como dice Menéndez Pidal “la base del idioma es el latín vulgar, propagado en España
desde fines del siglo III a.C., que se impuso a las lenguas ibéricas” y al vasco, caso de
no ser una de ellas. De este substrato ibérico procede una serie de elementos léxicos
autónomos conservados hasta nuestros días y que en algunos casos el latín asimiló,
como: cervesia > cerveza, braca > braga, camisia > camisa, lancea > lanza.

Extraído de ‘La Lengua Española’


Contacto: Sergio Zamora,
Autores: varios

Las lenguas romances y el entorno geográfico

Mientras la cultura se fomentó en los ámbitos eclesiásticos, el latín se mantuvo como


idioma culto exclusivo. Pero, cuando la sociedad burguesa comenzó a estimar y
necesitar los valores culturales, tendió a expresarlos en su lengua de uso diario. Las
monarquías favorecieron el desarrollo de esas nuevas lenguas. En la Península, las
primeras muestras escritas de las nuevas lenguas son las anotaciones o glosas puestas a
las palabras latinas para su mejor comprensión. Es el caso de las llamadas Glosas
Emilianenses, que se consideran el primer texto que pretendió ser castellano,
diferenciado del latín, lo que ocurrió hace ahora unos mil años.

En el siglo XI aparecieron las primeras expresiones literarias, las jarchas, canciones


mozárabes, breves y de carácter lírico, que servían de remate a los poemas de lengua
árabe. En catalán, las más antiguas muestras, Homilies d’Organyá y la lírica
trovadoresca, de influencia provenzal, se remontan a la segunda mitad del siglo XII. En
la zona castellana, juglares (mester de juglaría) y clérigos (mester de clerecía) fueron
los creadores de una poesía que va desde el Cantar de Mío Cid, en el siglo XII, a los
Milagros de Berceo, en el XIII. Progresivamente, los documentos fueron conteniendo
un mayor número de palabras no latinas.

Desde mediados del siglo XII, Toledo se había convertido en un foco internacional de
cultura. Era un centro de relaciones culturales entre judíos, árabes y cristianos, adonde
acudieron también intelectuales europeos que dieron vida a la escuela de traductores de
Toledo. Con esta tradición cultural enlazó la obra de Alfonso X el Sabio. Bajo su
patrocinio se escribieron importantes obras: unas jurídicas, como Las Partidas; otras
científicas, como El libro del saber de astronomía, y otras históricas, como la Grande e
General Estoria y la Crónica General, referida a España. Su obra poética, las Cantigas
está escrita en gallego.

En Cataluña se mantuvo la tradición de enlace cultural entre el mundo musulmán y el


europeo, representada, desde siglos anteriores, por centros como el monasterio de
Ripoll. En el siglo XIII, la gran figura fue Ramón Llull, monje mallorquín, que
contribuyó a la creación de la prosa

Lenguas romances
Se llama así a las lenguas en que se ha convertido el latín a través de los siglos. Además
de las que se listan más abajo, son también lenguas romances el sardo, el italiano, el
romanche y el rumano.

Las lenguas romances de Hispania (excepto el mozárabe) nacen en el Norte de la


Península y avanzan hacia el Sur a medida que los reinos cristianos van ocupando las
tierras controladas por los musulmanes.

A partir de los siglos IX-X empiezan a aparecer palabras romances en los textos en
latín. Durante varios siglos las fronteras dialectales son fluidas, por la semejanza de
todos los dialectos y la interferencia de varias normas lingüísticas. Los hablantes de los
diversos dialectos no debían tener muchas dificultades para comprenderse mutuamente.

 Gallego-Portugués: El gallego-portugués es la lengua de la poesía lírica más


antigua, y se empleó también fuera de su territorio.

 Astur-Leonés: A partir de Asturias se extendió hasta casi Andalucía. En la Edad


Media se consideraba que el leonés era más refinado que el castellano, y por
tanto preferible para la literatura. Sin embargo, el castellano lo fue desplazando
desde muy pronto.

Actualmente se siguen hablando dialectos bables en Asturias, y dialectos leoneses en


León, norte de Cáceres y Miranda, en Portugal.

 Castellano: El castellano nace en lo que hoy es Cantabria, en íntimo contacto


con el vasco. A lo largo del tiempo se fue implantando en la mayor parte de los
territorios reconquistados, y absorbe al leonés, aragonés y mozárabe.

En un principio, se consideraba al castellano menos elegante que el leonés o el


aragonés, por lo que los primeros textos tienden a transmitirse en esas lenguas, aunque
algunos se compusieran en castellano, en especial la poesía épica (Poema de Mío Cid).
Alfonso X de Castilla, el rey sabio, normaliza el uso del castellano como lengua oficial
y culta.

 Navarro-Aragonés: Los textos más antiguos en cualquiera de los romances de la


Península son aragoneses. Son glosas, es decir, aclaraciones de palabras escritas
en latín. Las Glosas Emilianenses y Silenses son del siglo X. Recientemente se
han descubierto glosas del siglo IX, aún no publicadas.

En la actualidad quedan algunos hablantes de aragonés en los Pirineos.

 Catalán: El primer texto conocido en catalán son las Homilías de Organyà (s.
XII). Durante la Edad Media el catalán se extiende a Valencia y Baleares; en
Murcia retrocede frente al castellano.

Actualmente el catalán es la lengua oficial de Cataluña. V En las Islas Baleares se habla


el mallorquín. En Valencia se habla el valenciano.

Mozárabe: Se sabe algo del, o los, dialectos romances que se hablaban en al Andalus
gracias a las jarchas, versos en lengua romance que aparecen insertados en poesías
escritas en árabe o hebreo. También hay diccionarios, sobre todo de plantas, en que
aparecen palabras mozárabes.

 Aranés: Se habla en el Valle de Arán, en Lérida, Cataluña. Es un dialecto del


gascón, a su vez un dialecto del occitano, la lengua romance del sur de Francia.
El aranés es la tercera lengua oficial del Valle de Arán.

 El ladino es la lengua castellana de los judíos expulsados, que siguen


hablándola. En Israel hay periódicos y radio en este idioma.

Primeros escritos no latinos

PREÁMBULO

DEL ESTATUTO DE AUTONOMÍA DE CASTILLA Y LEÓN 25/06/2005Parte


inferior do formulário

Parte inferior do formulário

Parte superior do formulário

Parte inferior do formulárioCon anterioridad (al siglo IX)se registran las huellas
más primitivas del castellano: las pizarras visigodas de Ávila y Salamanca
atestiguan la preformación de su estructura sintáctica y los primeros testimonios
escritos aparecen en el Becerro Gótico de Valpuesta (Burgos) y en la Nodicia de
Kesos del Monasterio Leonés de los Santos Justo y Pastor de Rozuela (León).

Nodicia de Kesos

Se conoce como Nodicia de Kesos o Documento de Kesos a un escrito en lengua


romance aparecido cerca de León y datado entre los años 974 y 980. Se trata de uno de
los textos más antiguos que pueden considerarse en la evolución de las lenguas
románicas peninsulares. En rigor, aún no se puede considerar ni leonés ni castellano,
sino de un estadio de latín que comienza a distinguirse del latín vulgar y a fragmentarse
en varios protorromances.[]

El texto en sí es una simple nota de carácter funcional: se trata del inventario de quesos
que hizo el monje despensero en el Monasterio de los santos Justo y Pastor, en el pueblo
de La Rozuela, muy cerca de León. Está escrito en la parte trasera de un documento de
donación datado en el año 956. Si es un pergamino reutilizado, tendría que haber dejado
de tener valor legal; con este razonamiento propuso Ramón Menéndez Pidal como fecha
posible para la Nodicia el año 980.

La mayor importancia de la Nodicia de Kesos reside en que es una anotación en un


romance muy primitivo, y además fuera del encorsetado lenguaje jurídico de la época,
que estaba lleno de fórmulas latinas que se repetían; aquí, el despensero tuvo que
ensayar la escritura en romance sin partir de un modelo, redactando de forma
totalmente libre y espontánea, por lo que nos aproxima a la lengua que realmente se
hablaría en aquel momento.
El original se conserva en el archivo catedralicio de León, con la signatura Manuscrito
852v .

Según la reciente edición de Fernández Catón et al., 2003:

(1ª columna)

(Christus) Nodicia de / kesos que / 3 espisit frater / Semeno: In Labore / de fratres In ilo
ba- / 6 celare / de cirka Sancte Ius- / te, kesos U; In ilo / 9 alio de apate, / II kesos; en
que[e] / puseron ogano, / 12 kesos IIII; In ilo / de Kastrelo, I; / In Ila uinia maIore, / 15
II;

(2ª columna)

/ que lebaron en fosado, / II, ad ila tore; / 18 que baron a Cegia, / II, quando la talia- /
ron Ila mesa; II que / 21 lebaron LeIone; II / …s…en / u…re… / 24…que…. / …c… /
…e…u… / 27 …alio (?) … / … / … / g…Uane Ece; alio ke le- / 30 ba de sopbrino de
Gomi / de do…a…; IIII que espi- / seron quando llo rege / 33 uenit ad Rocola; / I qua
Salbatore Ibi / uenit.

Una versión al castellano actual de la Nodicia podría ser:

Relación de los quesos que gastó el hermano Jimeno: En el trabajo de los frailes, en el
viñedo de cerca de San Justo, cinco quesos. En el otro del abad, dos quesos. En el que
pusieron este año, cuatro quesos. En el de Castrillo, uno. En la viña mayor, dos […] que
llevaron en fonsado a la torre, dos. Que llevaron a Cea cuando cortaron la mesa, dos.
Dos que llevaron a León […] otro que lleva el sobrino de Gomi […] cuatro que
gastaron cuando el rey vino a Rozuela. Uno cuando Salvador vino aquí.

Los cartularios de Valpuesta

Los Cartularios de Valpuesta son una serie de documentos del siglo XII que, a su vez,
son copias de otros documentos, algunos de los cuales se remontan al siglo IX, si bien la
autenticidad de algunos de ellos es discutida. Están escritos en un latín muy deficiente
que trasluce algunos elementos propios de un dialecto romance hispánico, que ya se
corresponde con las características propias del castellano. El preámbulo del estatuto de
autonomía de Castilla y León los menciona junto a la Nodicia de Kesos como
testimonios que contienen «las huellas más primitivas del castellano». En noviembre de
2010, la Real Academia Española avaló los cartularios, escritos en «una lengua latina
asaltada por una lengua viva», como los primeros documentos en los que aparecen
palabras escritas en castellano, anteriores a las Glosas Emilianenses.[]

La localidad de Valpuesta se encuentra en una pequeña penetración geográfica en la


parte del valle de Valdegovía que permanece en la provincia de Burgos.

Glosas Silenses
Las Glosas Silenses son comentarios en lengua romance peninsular realizados por
copistas medievales en los márgenes de un texto en latín. Datan de finales del siglo XI
y, al igual que las Glosas Emilianenses o los Cartularios de Valpuesta, su finalidad es
aclarar los pasajes oscuros del texto latino. Se encontraron en el archivo del monasterio
de Santo Domingo de Silos, de donde procede su nombre, en la Provincia de Burgos,
comunidad autónoma de Castilla y León. Sin embargo, estas glosas pueden ser sólo
copias cuya versión original fuera muy anterior, probablemente poco posterior al
manuscrito latino que contiene las glosas de San Millán, que puede ser también el lugar
original de su procedencia. En la actualidad se conservan en la Biblioteca Británica.

Glosas emilianenses

Las Glosas Emilianenses son pequeñas anotaciones manuscritas, realizadas en varias


lenguas: latín, un romance hispánico (bien navarro-aragonés en su variedad riojana, bien
castellano[] con elementos riojanos ) y euskera medieval, entre líneas o en los márgenes
de algunos pasajes del códice latino Aemilianensis 60 a finales del siglo X o con más
probabilidad a principios del siglo XI. La intención del monje copista era
probablemente la de aclarar el significado de algunos pasajes del texto latino. La
importancia filológica de estas glosas, que no fue advertida hasta el siglo XX, se debe a
que contenían el que durante un largo periodo se consideró como primer testimonio
escrito del que se tenía noticia de un dialecto romance hispánico, es decir, la lengua que
ya hablaba por entonces el pueblo llano. Las Glosas Emilianenses, en total más de mil
de las cuales unas cien están en romance navarro-aragonés en su variedad riojana,
contienen además dos de ellas escritas en lengua vasca que constituyen también uno
de los primeros testimonios escritos conocidos, no epigráficos, en dicha lengua.

Su nombre se debe a que fueron compuestas en el Monasterio de San Millán de la


Cogolla (Millán o Emiliano procede del latín Aemilianus), perteneciente a la
Comunidad Autónoma de La Rioja y por aquel entonces parte del Reino de Navarra,
situado en la zona donde no se habló castellano hasta siglos después. Su valor se
descubrió en 1911, cuando Manuel Gómez Moreno, que estudiaba la arquitectura
mozárabe del Monasterio de Suso, transcribió todas las glosas, alrededor de mil, y se las
envió a Ramón Menéndez Pidal.

Debido a falta de rigor filológico se le atribuyó inicialmente y de manera errónea el


sobrenombre de «cuna del castellano» a San Millán de la Cogolla (y a La Rioja por
extensión), sin embargo, estas glosas no están escritas en castellano sino en navarro-
aragonés en su variedad riojana y se han encontrado textos castellanos anteriores.

Las Jarchas

Una jarcha (en árabe, ‫ خرجة‬jarŷa, “salida” o “final”) es una composición lírica popular
de la Hispania musulmana. Están compuestas en dialecto hispanoárabe coloquial, o en
la lengua romance que utilizaban los andalusíes, llamada mozárabe. Fueron escritas por
poetas cultos árabes y judíos que tomaban como modelo la lírica románica tradicional.

Las homilíes d´organyá


Entre los siglos X y XI la lengua catalana estaba ya formada y se distinguía claramente
del latín de donde provenía.

La lengua catalana aparece por primera vez en la documentación escrita en la segunda


mitad del siglo XII. Se conservan textos catalanes jurídicos, económicos, religiosos y
históricos del siglo XII, científico-filosóficos y literarios de los soberanos catalanes, de
los tribunales, de los documentos jurídicos y de la comunicación administrativa. El
primer texto conocido escrito integramente en catalán es la traducción de un pequeño
fragmento del Liber iudiciorum, código de leyes visigótico, de la segunda mitad del
siglo XII.

El primer texto conservado escrito originalmente en catalán lo encontramos en la


literatura religiosa: las Homilies d’Organyà, a finales del siglo XII-principios del siglo
XIII.

Tabla comparativa entre las lenguas romances vivas en la Península Ibérica.

Latín Portugués Galego Asturleonés Español Manchego Murciano Aragonés C


clave chave chave llave/chave llave guiave llabe, yabe clau cl
noctem noite noite nueche/nueite noche norche no(n)che nuei ni
cantare cantar cantar cantar/cantare cantar cantal cantar/cantal cantar ca
capra cabra cabra cabra cabra crabra/crabro cabra/craba crapa ca
lingua lingua lingua llingua lengua langua llengua luenga lle
platea praça praza plaza plaza praza plaza/praza plaza pl
pons ponte ponte ponte puente puente puente/poente puen po
ecclesia igreja igrexa ilesia iglesia igresia ilesia ilesia es
hospitalis hospital hospital hospital hospital hojpital/horpital öppital hospital ho
caseus |
Latín
queijo queixo quesu/queisu queso querso que(s)so formache fo
vulgar
formaticu

Informaciones Sobre las lenguas romances en España: EL ORIGEN DEL


ESPAÑOL

http://www.monografias.com/trabajos5/oriespa/oriespa.shtml

Luis María Maestro García

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