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Reforma Protestante, Feudalismo, Santa Inquisicion

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Reforma protestante

En color rosa pálido los territorios con predominio luterano (norte, centro y este de Alemania, y países
escandinavos y bálticos); en rosa más intenso, anglicano (islas británicas); en
amarillo, calvinista (Suiza y abundantes núcleos, dispersos en Francia, Países Bajos —sobre todo al
norte, Holanda—, Escocia y Europa Centro-Oriental). Los católicosen azul (Europa Meridional, sur y
oeste de Alemania, Países Bajos del sur —Flandes, la actual Bélgica—, Irlanda, núcleos en Gran
Bretaña, Polonia y amplias zonas de Europa Centro-Oriental); y en verde los ortodoxos (su zona
tradicional en los Balcanes, Rumanía y Rusia).
Se conoce como Reforma protestante, o simplemente la Reforma, al movimiento religioso cristiano,
iniciado en Alemania en el siglo XVI por Martín Lutero, que llevó a un cisma de la Iglesia católica para
dar origen a numerosas iglesias agrupadas bajo la denominación de protestantismo.
La Reforma tuvo su origen en las críticas y propuestas con las que diversos religiosos, pensadores y
políticos europeos buscaron provocar un cambio profundo y generalizado en los usos y costumbres
de la Iglesia católica, además de negar la jurisdicción del papa sobre toda la cristiandad.
El movimiento recibirá posteriormente el nombre de Reforma protestante, por su intención inicial
de reformar el catolicismo con el fin de retornar a un cristianismo primitivo, y la importancia que tuvo
la Protesta de Espira, presentada por algunos príncipes y ciudades alemanas en 1529 contra un edicto
del Emperador Carlos V tendiente a derogar la tolerancia religiosa que había sido anteriormente
concedida a los principados alemanes.
Este movimiento hundía sus raíces en elementos de la tradición católica medieval, como el de los
Alumbrados y la reforma del Cardenal Cisneros en España, 1 y también el movimiento de la Devoción
moderna en Alemania y los Países Bajos, que era una piedad laica antieclesiástica y centrada
en Cristo. Además, la segunda generación del humanismo la siguió en gran medida. Comenzó con la
predicación del sacerdote agustino Martín Lutero, que revisó la doctrina de la Iglesia católica según el
criterio de su conformidad a las Sagradas Escrituras. En particular, rechazó la teología sacramental
católica, que, según Lutero, permitía y justificaba prácticas como la «venta de indulgencias», un
secuestro del Evangelio, el cual debía ser predicado libremente, y no vendido.
La Reforma protestante dependió del apoyo político de algunos príncipes y monarcas para poder
formar Iglesias cristianas de ámbito estatal (posteriormente Iglesias nacionales). Los principales
exponentes de la Reforma protestante fueron Martín Lutero y Juan Calvino.
El protestantismo ha llegado a constituir la segunda gran rama del cristianismo, con un grupo de fieles
que actualmente supera los 900 millones.
Feudalismo
Feudalismo es la denominación del sistema político predominante en la Europa Occidental de los
siglos centrales de la Edad Media (entre los siglos IX al XV, aunque no hay acuerdo entre los
historiadores sobre su comienzo y su duración, y esta varía según la región), 1 y en la Europa
Oriental durante la Edad Moderna, caracterizado por la descentralización del poder político; al basarse
en la difusión del poder desde la cúspide (donde en teoría se encontraban el emperador o los reyes)
hacia la base donde el poder local se ejercía de forma efectiva con gran autonomía
o independencia por una aristocracia, llamada nobleza, cuyos títulos derivaban de gobernadores
del imperio carolingio(duques, marqueses, condes) o tenían otro origen (barones, caballeros, etc.).
Este término también se utiliza historiográficamente para denominar las formaciones sociales
históricas caracterizadas por el modo de producción que el materialismo histórico (la historiografía
marxista) denomina feudal.2
Como formación económico-social, el feudalismo se inició en la Antigüedad tardía con la transición
del modo de producción esclavista al feudal, a partir de la crisis del siglo III y, sobre todo, con la
disolución del Imperio romano de Occidente (siglo V) y la formación de los reinos germánicos y
el Imperio carolingio (siglos VIII y IX).
Fundamentado en distintas tradiciones jurídicas (tanto del derecho romano como del derecho
germánico –relaciones de clientela, séquito y vasallaje–), el feudalismo respondió a la inseguridad e
inestabilidad de la época de las invasiones que se fueron sucediendo durante siglos (pueblos
germánicos, eslavos, magiares, musulmanes, vikingos). Ante la incapacidad de las instituciones
estatales, muy lejanas, la única seguridad provenía de las autoridades locales, nobles
laicos o eclesiásticos, que controlaban castillos o monasterios fortificados en entornos rurales,
convertidos en los nuevos centros de poder ante la decadencia de las ciudades.
Desde el punto de vista institucionalista, el feudalismo fue el conjunto de instituciones creadas en torno
a una relación muy específica: la que se establecía entre un hombre libre (el vasallo), que recibía la
concesión de un bien (el feudo) por parte de otro hombre libre (el señor), ante el que se encomendaba
en una ceremonia codificada (el homenaje) que representaba el establecimiento de un contrato
sinalagmático (de obligaciones recíprocas).3 Esta serie de obligaciones recíprocas, militares y legales,
establecidas entre la nobleza guerrera; giraba en torno a tres conceptos clave: señor, vasallo y feudo.
Entre señor y vasallo se establecían las relaciones de vasallaje, esencialmente políticas. En el feudo,
entendido como unidad socio-económica o de producción, se establecían relaciones de muy distinta
naturaleza, entre el señor y los siervos; que desde la historiografía marxista se explican como resultado
de una coerción extraeconómica por la que el señor extraía el excedente productivo al campesino. La
forma más evidente de renta feudal era la realización por los siervos de prestaciones de trabajo
(corveas o sernas); con lo que el espacio físico del feudo se dividía entre la reserva señorial o reserva
dominical (donde se concentraba la producción del excedente) y los mansos (donde se concentraba
la producción imprescindible para la reproducción de la fuerza de trabajo campesina). En otras formas,
los siervos se obligaban a distintos tipos de pago; como una parte de la cosecha o un pago fijo, que
podía realizarse en especie o en moneda (forma poco usual hasta el final de la Edad Media, dado que
en siglos anteriores la circulación monetaria, y de hecho todo tipo de intercambios, se reducían al
mínimo), a los que se añadían todo tipo de derechos y monopolios señoriales
Inquisición
"Auto de fe", pintado por Pedro Berruguete en 1475.
El término Inquisición o Santa Inquisición hace alusión a varias instituciones dedicadas a la
supresión de la herejíamayoritariamente en el seno de la Iglesia católica. La herejía en la era medieval
europea muchas veces se castigaba con la pena de muerte y de esta se derivan todas las demás.
La Inquisición medieval se fundó en 1184 en la zona de Languedoc (en el sur de Francia) para
combatir la herejía de los cátaros o albigenses. En 1249 se implantó también en el reino de Aragón,
siendo la primera Inquisición estatal; y en la Edad Moderna, con la unión de Aragón con Castilla, se
extendió a ésta con el nombre de Inquisición española (1478-1821) bajo control directo de la
monarquía hispánica, cuyo ámbito de acción se extendió después a los territorios colonizados en lo
que se denominaría América, la Inquisición portuguesa (1536-1821) y la Inquisición romana (1542-
1965). Sus víctimas eran seres humanos, e incluso animales, acusados de brujeria, los homosexuales,
los blasfemos, los herejes (cristianos que niegan algunos de los dogmas instituidos por la Iglesia
romana) y los acusados de judaizar en secreto.
Aunque en los países de mayoría protestante también hubo persecuciones, en este caso contra
católicos,[cita requerida] contra reformadores radicales como los anabaptistas y contra supuestos
practicantes de brujería, los tribunales se constituían en el marco del poder real o local, generalmente
adecuado para cada caso concreto y no constituyeron una institución específica.

Origen
En los comienzos de la Iglesia, la pena habitual por herejía era la excomunión. Cuando los
emperadores romanos convierten el cristianismo en religión estatal en el siglo IV, los herejes empiezan
a considerarse enemigos del Estado. En su momento San Agustín aprobó con reservas la acción del
Estado contra los herejes.1
En respuesta al resurgimiento de la herejía de forma organizada, se produce en el siglo XII en el sur
de Francia un cambio de opinión dirigida contra la doctrina albigense, la cual no coincidía con los
puntos de vista de la Iglesia católica con relación al matrimonio y otras instituciones de la sociedad.
Como reacción, el papa Inocencio III organizó una cruzada contra los albigenses promulgando una
legislación punitiva contra ellos. Sin embargo, los esfuerzos iniciales destinados a someter la herejía
no estuvieron bien coordinados y fueron ineficaces.

Inquisición medieval
Aunque el procedimiento inquisitorial como medio para combatir la herejía es una práctica antigua de
la Iglesia católica, la Inquisición episcopal, primera fórmula de la Inquisición medieval, fue
establecida en 1184 mediante la bula del papa Lucio III Ad abolendam, como un instrumento para
acabar con la herejía cátara. El castigo físico a los herejes había sido dispuesto con anterioridad
por Federico II Hohenstaufen, la institución de la Inquisición se dio para detener los abusos que estos
procesos podrían sufrir por parte del poder civil. Mediante esta bula, se exigía a los obispos que
interviniesen activamente para extirpar la herejía y se les otorgaba la potestad de juzgar y condenar a
los herejes de su diócesis

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