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Mitos y Leyendas

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Los cerros Sabaya, Sajama y Caricuma

Abraham Avel Choque Quispe

Esta leyenda empieza cuando en esas épocas los cerros, rocas, montañas, piedras y
plantas caminaban como personas y hablaban o conversaban. Entre ellos estaban dos
jóvenes y una cholita. Los jóvenes eran los cerros Sajama y Sabaya y la cholita era el
cerro Caricuma. Así pasaba el tiempo, los jovenzuelos muy robustos y simpáticos
crecieron más y ambos empezaron a enamorarse de la cholita Caricuma que era bella
como para no desprenderse de ella, eso les ocurrió a los dos amigos. Ambos peleaban
por conseguir su amor. La cholita también escuchaba a los dos galanes.

Así, el joven Sajama dispuesto a todo para conquistarla y que sea su novia, se dedicó a
llevarle regalos, le trajo unas ropas para que vista, entre ellas era una faja, una pollera y
otras cosas, que recibió encantada; la cholita empezó a vestirse muy bien.

El joven Sabaya enamorado también de Caricuma viendo los regalos que le dio su
oponente a Caricuma, se enojó y empezó a ofender con palabras fuertes a Sajama, quien
no se dejó tratar de esa forma y también contestó de igual manera. De ese modo
empezaron a pelear en todas partes utilizando armas blancas que existían en esa época.

El primero que reaccionó fue el joven Sajama, quien había alzado su honda “Q’orawa” -
así se dice en idioma aymara puso una piedra grande y empezó a batir y lo lanzó con
toda su fuerza al joven Sabaya el que le llegó justo en la boca. Así le sacó un diente; de
esa maltratadura salió sangre que hasta ahora se puede ver desde muy lejos. También se
ve la piedra lanzada que está a orillas del salar de Coipasa.

Ante tanta maldad que le hizo Sajama, el joven Sabaya había empezado a valerse de
otra arma más conocida como el conejo del altiplano o “qurvi” que hace agujeros muy
profundos. Estos animales atacaron al joven Sajama a quién le hicieron agujeros por
todas partes y no pudo impedirlo. Entonces pensó en su hermano Illimani que tenía en
su poder la lluvia. Pidió ayuda para que le mandara la lluvia para deshacerse de los tujus
que le estaban haciendo mucho daño.

Así, Illimani le mandó la lluvia y congeló a los roedores que se fueron lejos para salvar
sus vidas. Así se salvó Sajama pero se quedó un poco agachado a un lado, pero perdió
lo más importante, a la cholita Caricuma.

Caricuma, viendo estas cosas, se escapó dejando la pollera que le había regalado y se
fue al lado del joven Sabaya. Así ganó el joven Sabaya al que se le puede observar
desde el sector occidente sosteniendo en sus brazos unos niños. Se quedó “Q’asa”.

La cholita Caricuma lleva su faja que puede observarse alrededor de medio cerro (son
plantas de queñua). La pollera que dejó se llama cerro Calluma que actualmente se
encuentra en la pampa de Huachacalla.

Cuentos Andinos de Montaña

 leyendas oruro
Leyenda del Sajama y Tata Sabaya
Itza Terrazas Herbas

Según la leyenda, existía en la región una hermosa doncella de nombre Kariquima, ella
pasteaba todos los días a su ganado, su hermosura no pasó desapercibida y el Mallku
Tata Sabaya, como el Mallku Sajama, quedaron enamorados de la joven.

Tata Sabaya, animado por los yatiris envió una nota de corte a la joven, la misma que
fue aceptada con grato placer por la doncella la que veía con agrado la pretensión del
enamorado.

En tanto, el soberbio Sajama, al enterarse del idilio, rompió en cólera decidiendo darle
una lección por el atrevimiento y para ello tramó una emboscada, donde con su
poderosa honda dio un disparo certero al joven Tata Sabaya que apenas pudo huir, con
los dientes destrozados, por el extenso salar de Coipasa donde escupió sangre. Con el
tiempo cada escupitajo fue convirtiéndose en aislados y pequeños cerros hoy conocidos
como Sik'a Qullu Qullunaka.

Se dice que la cúspide del Tata Sabaya dicen que tiene cuatro peñascos inmensos, cuyos
morros están separados por una profunda hendidura horizontal que atraviesa de este a
oeste, lo que según la leyenda fue ocasionado por Sajama en su disputa por la esbelta
Karikima.

Sin embargo, el Mallku Tata Sabaya, no se dio por vencido y tramó una venganza por
los daños que le causó su contrincante y para ello, envió conejos silvestres para que le
comieran la espalda a Sajama. En efecto así lo hicieron causándole gran dolor y al no
poder aguantar más, éste ordenó a su sirviente a buscar a su hermano Illimani para traer
un antídoto.

El fiel sirviente al retornar con el requerido remedio para su curación, encontró


moribundo a Sajama y sin saber qué hacer cubrió su espalda con densa niebla que luego
se convirtió en nieve congelando ahí mismo a los conejos.

Leyenda del tata sabaya


Vanessa Isabel Magne Calizaya

En tiempos lejanos, cuatro fabulosos y hermosos nevados gobernaban nuestra tierra.


Ellos estaban divididos en dos grandes imperios: el Illimani y el Illampu en el Oriente.
El Sajama y el Tata Sabaya en el occidente. Ellos eran hermanos.

La montaña Tata Sabaya vivía en compañía de Cabaray, Sayani, Coipasa y otros


cuidadosamente atendidos por las chinchillas, las vicuñas y avestruces.

En medio de esa vida de paz, el joven Tata Sabaya se sentía enamorado de la bella
T'allaThunupa, hija del mallku Toroni.
Cubriéndose de elegante ropaje visitó la casa de la princesa. Los cumplidos para la bella
Thunupa y los respetos para el genial Toroni, fueron bien recibidos por parte del padre e
hija.

Tata Sabaya satisfecho regresó a su mansión y comunicó sus sentimientos a su hermano


mayor Mallku Sajama. El hermano recibió la noticia muy modesto, pensando que su
hermano menor quería expandir sus dominios y con prepotencia preparó un plan contra
su hermano Tata Sabaya.

Una noche, a la cabeza del gran Sajama un ejército bien armado sorprendió al joven
Tata Sabaya que descansaba sin sospechar que estaba rodeado.

Hondearon con inmensos bloques de piedra el cuerpo del joven hasta que lograron
destruir la blanca dentadura de platino que tenía el mallku Tata Sabaya.

Muy herido, Tata Sabaya empezó a escupir sangre y fuego sobre el salar de Coipasa que
luego se convirtió en pequeñas colinas llamadas ahora “qullu qullu”. Ante semejante
ultraje, Tata Sabaya preparó a sus colaboradores chinchillas y millones de “tujus”
(roedores) para abrir inmensas galerías en las entrañas del enemigo.

Una noche iniciaron el plan con todo empeño. Abrieron galerías con salidas por todos
los costados durante varios días. El enemigo sentía morirse. Entonces los grandes
mallkus: Illimani e Illampu intervinieron imponiendo la paz.

Sajama muy herido curó sus heridas cuando caía una granizada. Así se cubrió para
siempre con un poncho blanco. El Tata Sabaya celebró su matrimonio con la bella
Thunupa al que asistieron los mallkus supremos. Al oriente se colocaron el Illampu, el
Illimani, el Mururata y el Huayna Potosí. Al occidente el Sajama, el Larackawa, el
Parinacota, Toroni y en un sitio especial "Tata Sabaya y la soberana Talla Tunupa.

Otra vez retornó la calma. Hasta el día de hoy la nueva pareja extiende sus dominios
desde Carangas hasta los Lípez con dos grandes mares de leche llamados Uyuni y
Coipasa.

Cuentos Andinos de Montaña Escuela San Pablo

 leyendas oruro

Leyenda del Sajama y Tata Sabaya


Itza Terrazas Herbas

Según la leyenda, existía en la región una hermosa doncella de nombre Kariquima, ella
pasteaba todos los días a su ganado, su hermosura no pasó desapercibida y el Mallku
Tata Sabaya, como el Mallku Sajama, quedaron enamorados de la joven.

Tata Sabaya, animado por los yatiris envió una nota de corte a la joven, la misma que
fue aceptada con grato placer por la doncella la que veía con agrado la pretensión del
enamorado.
En tanto, el soberbio Sajama, al enterarse del idilio, rompió en cólera decidiendo darle
una lección por el atrevimiento y para ello tramó una emboscada, donde con su
poderosa honda dio un disparo certero al joven Tata Sabaya que apenas pudo huir, con
los dientes destrozados, por el extenso salar de Coipasa donde escupió sangre. Con el
tiempo cada escupitajo fue convirtiéndose en aislados y pequeños cerros hoy conocidos
como Sik'a Qullu Qullunaka.

Se dice que la cúspide del Tata Sabaya dicen que tiene cuatro peñascos inmensos, cuyos
morros están separados por una profunda hendidura horizontal que atraviesa de este a
oeste, lo que según la leyenda fue ocasionado por Sajama en su disputa por la esbelta
Karikima.

Sin embargo, el Mallku Tata Sabaya, no se dio por vencido y tramó una venganza por
los daños que le causó su contrincante y para ello, envió conejos silvestres para que le
comieran la espalda a Sajama. En efecto así lo hicieron causándole gran dolor y al no
poder aguantar más, éste ordenó a su sirviente a buscar a su hermano Illimani para traer
un antídoto.

El fiel sirviente al retornar con el requerido remedio para su curación, encontró


moribundo a Sajama y sin saber qué hacer cubrió su espalda con densa niebla que luego
se convirtió en nieve congelando ahí mismo a los conejos.

 leyendas oruro

María Luisa Valda de Jaimes Freyre

La conocida fábula de la Guallata y el zorro, varía según los lugares donde lo refieren y
una de esas es la siguiente:

Cuando el zorro se tomó una gran cantidad de agua del lago Titicaca para alcanzar a la
Guallata y se encontraba completamente repleto, se retiró del lugar lentamente,
caminaba con sumo cuidado, recomendando a las piedras y pajas bravas del camino,
con las siguientes frases: —"Ay, chchillihuay, Chchillihuay, hun-ttaraquitasma, ay,
kalitay, kalitay, chank-ttaraquitasma", (¡Oh! pajas, pajas, cuidado con pincharme, ¡Oh!
piedrecitas, piedrecitas! cuidado con rozarme)

Y repitiendo aquello, recorrió el largo camino desde el Titicaca hasta cierta distancia,
donde rendido por el cansancio y agobiado por el peso que llevaba en el vientre, se dejó
caer en el camino, inundando con una gran cantidad de agua el lugar y dando origen de
esa manera a lo que hoy es el lago Poopó.

Costumbres y curiosidades de los aymaras

 leyendas oruro

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