Segunds Etapa de Proceso Industria Consolidacojn y Auge
Segunds Etapa de Proceso Industria Consolidacojn y Auge
Segunds Etapa de Proceso Industria Consolidacojn y Auge
38
Teniendo en mente las dispares consecuencias económicas consignadas entre los países del Sudeste Asiático y
las naciones de América Latina que tuvieron un crecimiento industrial importante, algunos autores advierten que la
industrialización puede haber dejado de ser la llave de entrada al mundo de los paises desarrollados ( G e m i y
Hempel. 1996).
59
60 ELSA M. GRACIDA
Cuando el país se adentra en la segunda mitad del siglo XX, Ios dirigentes de la
nación ven con alivio que el incierto panorama económico de los últimos años
es remplazado por el crecimiento del PIB y el equilibrio temporal de la balanza
de pagos y del tipo de cambio, como consecuencia de los efectos de las
medidas devaluatorias de 1948-1949 y del impacto económico favorable de la
Guerra de Corea. En este ambiente, el I° de diciembre de 1 9 5 2 , en una
ceremonia celebrada en el Palacio de Bellas Artes, Adolfo Ruiz Cortines es
investido como nuevo Presidente de México. A su sexenio frecuentemente se le
identifica como el tiempo de inicio de la política estabilizadora; estrategia
normativa del quehacer económico nacional en los años posteriores. En el acto
de relevo presidencial, Ruiz Cortines admite la presencia de graves dificultades
para el avance del país, señaladamente un crecimiento sectorial desequilibrado;
el abandono de la agricultura; el incremento de las utilidades a un ritmo muy
superior al de las inversiones productivas; la distribución desigual del ingreso y
el tamaño restringido del mercado interno el cual, afirma, pone en relieve la
disminución de la capacidad de compra de los grupos sociales menos poderosos
(Ruiz, 1 9 5 2 ) .
AI insinuar la recuperación del ánimo originario del empeño industrial, la
administración entrante anuncia su resolución de: 1) rehabilitar el sistema de
transportes y estimular en forma preferente la producción agropecuaria; 2)
ceder a la iniciativa privada la responsabilidad exclusiva del financiamiento de
la industria de transformación comprometiéndose, por su parte, a fomentar la
actividad mediante créditos y medidas tributarias
EL SIGLO XX MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU HISTORIA, 1940-1982 63
39
Desde luego, dice Carrillo Flores en Acapulco, las mayores inversiones privadas en los tiempos recientes han
sido posibles por la capacidad adicional de ahorro que creó esa redistribución del ingreso nacional; pero después de
más de un decenio de ese proceso de formación intensa del equipo productivo, es necesario expandir y robustecer
la demanda del mercado interno que vuelva realidad la mayor potencialidad de producción que tenemos"
(Carrillo; 1990, t. I, 241).
64 ELSA M. GRACIDA
40
Alentados por ellos, se conforma El Movimiento Económico Nacional, en 1949. y más tarde, en 1954, el
Centro de Estudios de la Productividad Industrial, entre cuyos principales objetivos están los de impulsar la
incorporación del progreso tecnológico en Ias ramas industriales básicas de la economía y elevar la capacitación
de los trabajado-res, con el fin de reducir los costos y aumentar la productividad de Ias manufacturas (Hope,
1950 y Concamin, 1954)
EL SIGLO XX MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU HISTORIA, 1 9 4 0 - 1 9 8 2 65
41
Como ha sido señalado por varios autores, los países que no cuentan con un sector de bienes de capital carecen
por lo regular asimismo de Ias habilidades, Ios conocimientos y la organización que sustenta el desarrollo técnico,
puesto que éste está intimamente vinculado con aquél. Así, se importa no sólo la maquinaria. sino también el
desarrollo tecnológico (Rosenberg, 1979 y Stewart, 1983).
42
Bairoch opina al referirse a las áreas atrasadas, que "Esa vasta escuela y ese centro de selección que constituía
en los siglos XVIII y XIX la dispersión de pequeñas unidades de la industria naciente no puede existir aquí. Y en
consecuencia esos empresarios de orígenes modestos con capacidades técnicas y comerciales apropiadas, que
fueron la espina dorsal del desarrollo, no pueden, por lo que podría llamarse una "selección natural", intervenir en
los países subdesarrollados". Por tanto, concluye, "es ilusorio atenerse al surgimiento de una clase de empresarios
capitalistas. como fue en el curso de los siglos XIII y XIX" (Bairoch, 1967, XV, 125 y 214).
66 ELSA M . GRACIDA
43
En 1963, el secretario de Hacienda se refiere a varias Áreas, en especial a la de infraestructura, como de actividades
que tiene que realizar el sector público "C..) sea por tratarse de obvia responsabilidad del Estado, porque ofrecen
rendimientos insuficientes a la iniciativa privada o porque ésta carece de capacidad suficiente para emprender
semejantes tareas" (Ortiz, 1963).
EL SIGLO XX MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU HISTORIA, 1940-1 982 67
traste con los propósitos de los años anteriores, la nueva orientación pública no
pretende incidir en los desequilibrios productivos y de distribución del ingreso,
nutrientes de la inestabilidad de los precios y de la moneda. En cambio, con una
visión pragmática, busca sujetar su expresión en el ámbito financiero, a través
del endeudamiento interno y externo.
La posibilidad de acceder al endeudamiento doméstico, en mayor propor-
ción, la brindan la reforma a la Ley General de Instituciones de Crédito, de 1954,
y los nuevos ordenamientos del Banco de México. del año siguiente. Ambas
medidas. hacen posible aumentar el porcentaje del pasivo que las instituciones
bancarias, incluyendo las financieras desde 1958. tienen la obligación de invertir
en títulos emitidos por el gobierno. De este modo, a través del mecanismo del
encaje legal, el sector público capta una fracción importante del aumento de la
tasa de ahorro. mientras el sistema bancario privado desplaza al Banco de
México, en su papel de principal fuente financiera para la ampliación del déficit
público: las deudas del gobierno, financiadas por el Banco, disminuyen de 79%
en 1954 a sólo 35% en 1960 (Brothers y Solis, 1966. cuadro 1V-D).
La nueva tarea conferida al ahorro externo, la anuncia el secretario de
Hacienda, a sólo una semana del ajuste cambiarlo, en su reunión anual con los
banqueros. En esa ocasión, al referirse al déficit de la balanza comercial, afirma
que éste no puede interpretarse como signo de fragilidad, si el saldo adverso no
rebasa los ingresos del nuevo capital que llega directamente o en créditos
internacionales (Carrillo, 1990).
El mensaje es claro: promover la entrada del capital externo. A éste recurre
México, cautelosamente al principio, para allegarse recursos adicionales con el
fin de sufragar el crónico déficit del intercambio de mercancías y mantener la
paridad monetaria, sin tener que restringir sus importaciones o modificar el
volumen y composición de sus exportaciones. Desde estos días, el saldo
desfavorable comienza a ser juzgado como un signo de crecimiento económico y
la corriente externa de capitales como una señal de confianza en el desarrollo del
país, más que verse como indicadores de la inmadurez productiva y competitiva
de la producción interna, incapaz de elevar sus exportaciones y generar Ias
divisas precisas para financiar las compras del extranjero.
El endeudamiento público, interno y externo, es también la principal
herramienta empleada para amortiguar Ias presiones inflacionarias. Siendo
EL SIGLO XX MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU HISTORIA, 1940-1982 69
así. desde 1956, Ios precios inician y mantienen por cerca de tres lustros un claro
rumbo estabilizador, sin que disminuya significativamente el gasto público, crezca la
oferta monetaria o se modifiquen. a profundidad, la estructura y los niveles impositivos.
catalogados entre los más bajos del mundo. según reconocen Ios propios funcionarios
de la administración (Ortiz, 1956).
La reducida gravación fiscal que, según se anotó, había sido considerada como una
medida transitoria de aliento a la inversión, viene a constituirse ahora en uno de Ios
puntales más firmes, pero también más delicados, de la compleja relación Estado-
iniciativa privada. Un autor, al valorar la irrupción del crédito privado en el
financiamiento del déficit público, afirma, que su modesta contribución es el costo que
la banca privada estuvo dispuesta a pagar a cambio del compromiso de la Secretaría de
Hacienda de no llevar a cabo una reforma tributaria (Fitzgerald, 1983).
Quizá, ello explique por qué Adolfo Ruiz Cortines no obstante admitir en su
discurso de investidura como Presidente que el esfuerzo para favorecer el crecimiento
de las utilidades, no había estado acompañado de un incremento proporcional de las
inversiones— renuncia a establecer cl impuesto personal global sobre la renta, luego
que las cámaras patronales expresaron su oposición. Adicionalmente, en diciembre del
siguiente año, se elevan las exenciones a las utilidades, en particular a las reinvertidas.
Subyace en este proceder, la concepción difundida por ese entonces por Nicholas
Kaldor, en su teoría del crecimiento. Una redistribución del ingreso favorable a los
sectores con más alta propensión a ahorrar, afirma, permite aumentar la producción con
mayor rapidez. Es decir. se supone que la concentración del ingreso es un resultado
inevitable de los programas de industrialización. Empero, como posteriormente se
demostró, las economías con una mayor concentración del ingreso consignaron una
expansión más vulnerable y lenta que aquellas con una distribución con mayor equidad
(Aspe, 1993).
Dejando fuera sus recomendaciones sobre una reforma impositiva y el uso más
eficiente del ahorro doméstico, el quehacer público rescata parcial-mente la tesis de una
investigación sobre la capacidad de México para absorber capital externo, realizada en
1952. En ella se advierte que el aumento de la demanda de fondos de inversión para los
años próximos no podrá satisfacerse con el ahorro interno, por lo cual sugiere para
mantener el ritmo de expansión económica, ampliar la base financiera a través de una
70 ELSA M. GRACIDA
GRÁFICA 3.
Servicio de la deuda, 1950-1962
Años
La desaceleración económica
con más lentitud; la tasa de crecimiento medio anual del PIB disminuye de 7.6% en
1957, a 3.8% en 1958 y a 4.5% en 1959. Simultáneamente, después del corto alivio
otorgado por la devaluación monetaria, en 1956 reaparece el déficit en la cuenta
corriente, por un monto de 93.9 millones de dólares.
En el bienio 1957-1958, la insatisfactoria evolución de la balanza de mercancías,
además del deterioro progresivo de los términos de intercambio. fenómeno vuelto
incesante desde el fin de la Guerra de Corea, exhibe la disminución en el poder de
compra ocasionada por la adquisición externa de algunos productos básicos cuya
superficie cosechada ha disminuido. Es el caso del maíz, y el descenso de la demanda y
del precio internacional de los dos principales productos vendidos por México a
Estados Unidos: algodón. café, plomo, cobre y zinc. El resultado desfavorable de las
transacciones externas origina una variación negativa en las reservas del Banco de
México de 13.6 millones de dólares en 1957 y de 77.3 millones en 1958. A juzgar
por el movimiento en el renglón de errores y omisiones de la balanza de pagos, como
en otras situaciones parecidas aumenta la fuga de capitales: en 1.8 millones de dólares
en 1958. De nuevo, el tipo de cambio tiene problemas.
Simultáneamente, surgen las primeras manifestaciones de una recesión económica.
La tasa de crecimiento de la inversión bruta fija privada desciende a 6.2% en 1957 y a
-10.1% en 1958, con lo cual el ritmo de expansión total de la inversión pasa de 16% en
1956. a 8.3% en 1957 y a -5.9% en 1958. El alza de precios es inmediata, como lo es
también la caída del salario real. Según indican las cifras, el índice del costo de la vida
obrera crece en 11.5% en 1958 y el salario mínimo real del Distrito Federal baja de
13.94 pesos en 1956 a 12.89 en 1958.
Presiones inflacionarias en ascenso, caída del poder adquisitivo. insuficiencia de
artículos básicos y desempleo son los catalizadores para que, alentados por el
empobrecimiento del sector agropecuario y por la política de contención salarial y de
control de los sindicatos, en 1958 afloren una serie de levantamientos populares que
venían germinando desde tiempo antes. En ese año, mientras el campo se distingue por
el reclamo de tierras y la invasión de propiedades privadas —en Sinaloa, Sonora, La
Comarca Lagunera, Nayarit, Baja California, Chihuahua y Colima—; la Ciudad de
México es el lugar donde telegrafistas, maestros y ferrocarrileros exigen el incremento
de su salario y se oponen al dominio oficial ejercido sobre sus organizaciones. La
estrategia del gobierno, la cual adoptará comúnmente en lo sucesivo, fu-
EL SIGLO XX MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU HISTORIA. 1940-1982 73
Con todo, a finales del decenio, México se prepara para emprender el llama-do milagro
mexicano.44 Y, aunque por el momento no se tiene total certeza en cuanto a los medios
para alcanzar las metas de estabilidad económica y social,45 sus trazos fundamentales
ya han sido bosquejados. Un crecimiento económico financiado por ahorro voluntario,
progresivamente de procedencia externa, y la firme sujeción política de la sociedad.
Igualmente, los individuos responsables de conducir el proceso están dispuestos. La
importancia concedida por los dirigentes nacionales a su misión, les permitirá soslayar
la condena sexenal del sistema y permanecer en sus cargos durante dos gobiernos
sucesivos. Ellos son Rodrigo Gómez, director del Banco de México, cuya larga
permanencia al frente de una institución oficial es dificilmente superable; Antonio Ortiz
Mena, secretario de Hacienda; José Hernández Delgado, director general de Nacional
Financiera, y Salomón González Blanco, secretario de Trabajo y Previsión Social.
Cuando en 1958, Adolfo López Mateos se convierte en Presidente de México,
Antonio Ortiz Mena es nombrado secretario de Hacienda y Crédito Público, puesto
desde el cual ejerce, tal como dice un autor, la virtual "presidencia económica" del país
(Krauze, 1997). Desde su nueva jerarquía, en clara concordancia con el pensamiento
económico predominante en el ámbito mundial y en un ambiente de armónica
colaboración con los otros responsables del área monetario-financiera del gabinete, el
nuevo secretario se
44
En el año de 1970 es publicado el libro: El Milagro Mexicano. Se (habla del "milagro mexicano", se advierte
en la edición. a la manera en que otros lo han hecho del "milagro alemán'' y del "milagro japonés"- Conforme a
esas interpretaciones. "(...) México es un pals singular que, en una feliz síntesis, ha logrado combinar el rápido
crecimiento económico con la justicia social y una envidiable democracia. Pero la realidad es otra" (Carmona.
Montano. Carrión, Aguilar, 1970).
45
Esto lo señala Antonio Ortiz Mena en un documento entregado al presidente electo, Adolfo López Mateos.
cuyo título es Política Económica Nacional (Izquierdo, 1995). La formalización conceptual de las principales
características del desarrollo estabilizador ocurre hacia 1969, en un trabajo presentado por Ortiz Mena en la
reunión anual del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y del Fondo Monetario Internacional
(Ortiz, 1969).
74 ELSA M. GRACIDA
46
Pese a que, en el presente se reconoce el escaso desarrollo teórico de varios de los problemas que economias
como la mexicana necesitan resolver en esc tiempo (Bruton, 1998), todavía no se ha analizado el fenómeno en
cuanto a su impacto en la coherencia y dficiencia dela política ejercida.
47
Debe apreciarse que se considera eficientemente asignada la inversión que se ubica en Ias Areas de mayor
productividad, no la localizada en los renglones donde prevalecen bajos niveles, aun si éstos constituyen
eslabonamientos estratégicos en la producción.
EL SIGLO X X MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU HISTORIA, 1940-1982 75
Pero por lo pronto, en el cambio de década, el país atraviesa por una co-
yuntura particularmente difícil: la paridad monetaria sufre fuertes presiones; el
mercado interno se muestra rígido y la inversión privada se ha retraído al
tiempo que, desde 1956, una proporción cada vez mayor de ella se dirige a la
construcción, con el consecuente menoscabo de la destinada a la formación de
capital. El modo en que la nueva administración enfrenta estos problemas se
enmarca ya claramente en los lineamientos del esquema estabilizador.
Al existir la resolución del gobierno de mantener la paridad cambiaria a toda
costa, y convertido el valor monetario del peso en un símbolo económico y
político —es la señal para inversionistas nacionales y extranjeros y para la
población en su conjunto del progreso del país, apunta Rodrigo Gómez—, la
nueva administración recurre en 1959 al auxilio del capital externo. Con la
consecuencia de que, gracias al apoyo del Convenio de Estabilización con la
Tesorería de Estados Unidos y del FMI, se evita la devaluación y la política
estabilizadora pasa exitosamente su primera prueba. 48
Por esas mismas fechas, mientras se vale del uso de la fuerza para sofocar los
conflictos laborales, el gobierno lopezmateísta emprende una serie de acciones
dirigidas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, proponiéndose
como objetivo de más largo plazo, lograr el aumento de los salarios por encima
del de los precios. Sin duda, los movimientos sociales recientes propician la
estrategia, pero lo hace más el reconocimiento de que, como se había previsto
por la gestión anterior, la concentración en la distribución de los beneficios,
ahora más acentuada,49 se ha convertido en el freno principal para el crecimiento
del mercado interno y, por lo mismo, para una expansión económica menos
sujeta a oscilaciones bruscas.
En la coyuntura a ello se agrega el recelo internacional de que el ejemplo de
la Revolución Cubana pueda propagarse, circunstancia por la cual México ve
surgir —lo mismo que el resto de las naciones del continente— una fuente
financiera inesperada, el Fondo del Progreso Social del Banco Interamericano de
Desarrollo. Es éste un sistema de préstamos para favorecer proyectos sociales,
creado en los marcos de la Alianza para el Progreso,
48
Así, cl secretario de Hacienda puede informar que, amén de la r e s e r v a de 356 millones de dólares, se cuenta
con 75 millones procedentes del Convenio de Estabilización con la Tesorería de Estados Unidos, un crédito del
Banco de Importaciones y Exportaciones por 100 millones para satisfacer necesidades de importación de bienes
de capital y una línea de crédito del FMI por otros 90 millones de dólares (Ortiz, 1959).
49
Si en 1950, 70% de las familias recibe 30.6% del ingreso nacional, para 1958 su participación es de sólo 28%;
en ocho años sufre una merma de 2.4 puntos porcentuales.
76 ELSA M. GRACIDA
con mayor rapidez que en los años anteriores: de 14% del presupuesto total
ejercido en 1950-1958 pasa a más de 20% de 1959 a 1960.
Para acrecentar la capacidad adquisitiva de los trabajadores —sin infringir Ias
pautas que juzgan los aumentos salariales como causa de intlación - se utilizan
métodos indirectos, en particular el renglón de prestaciones. De ese modo, Ias
remuneraciones totales quedan integradas por el salario contractual y por otra
porción, a la cual contribuyen los propios trabajadores, conformada por servicio
médico. créditos, indemnizaciones. Destaca, asimismo, el reparto de utilidades
que, previsto en la Constitución de 1917, adquiere vigencia en 1962 al
reglamentarse el artículo 123. Es decir, el mismo año, en que ocurren la requisa
de Radio Aeronáutica Mexicana y el "charrazo" en contra del Sindicato de
Telefonistas de la República Mexi-cana, STRM, mientras es asesinado el líder
campesino, Rubén Jaramillo. Los frutos de esta política laboral contradictoria no
son exiguos. En 1960-1970, los salarios mínimo e industrial crecen en 6 y 3.4%
(Izquierdo, 1995, cuadro 10), los movimientos populares siguen sometidos y
México difunde una imagen de paz social.
Por el contrario, un camino sembrado de exhortos y estímulos se sigue con el
fin de incrementar la inversión y el ahorro de los empresarios. La brusca caída de
la tasa de crecimiento de la inversión privada en 1961, a razón de 10.6%,
prueba en forma reveladora el enfriamiento ocurrido en 1960 en las relaciones
entre el gobierno y los propietarios. En ese año, un recio cuestionamiento
empresarial se manifiesta, luego de las declaraciones presi-
50
Es en este contexto en que se crean un número importante de escuelas y centros de salud- Surge el Instituto de
Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado. ISSSTE. Son construidas unidades habitacionales del tipo
de Nonoalco-Tlatelolco. La Compañía Exportadora e Importadora, S. A. CEIMSA, se transforma en la Compañía
Nacional de Subsistencias Populares, Conasupo. modificando su giro hacia la comercialización de artículos de primera
necesidad. Se instituyen los programas de libros de texto gratuitos para la educación primaria, el de desayunos
escolares.
EI. SIGLO XX MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU HISTORIA, 1940—1982 77
51
Entre ellas, reducción del impuesto de la Cédula II sobre exportación; la aplicación del sistema de depreciación
acelerada. lo cual permite a Ios empresarios obtener créditos sin intereses. y la autorización para eximir de impues-
tos a las empresas comerciales e industriales que reinviertan todas sus utilidades.
78 ELSA M. GRACIDA
de 1962 a 1970 su tasa media anual, de 12%, es superior a la de 10.1% registrada por la
inversión total en el mismo periodo. Es decir, se ha conseguido terminar con el
recelo de los empresarios. Sus expectativas son reforzadas por Gustavo Díaz
Ordaz, quien en noviembre de 1963, al ser elegido candidato a la Presidencia de la
República por el PM, ofrece mantener la estabilidad económica y la tranquilidad
política. Rompiendo los viejos esquemas, por primera y única ocasión en un largo
tiempo, los indicadores macroeconómicos no registran alteraciones significativas
imputables al relevo presidencial.
GRÁFICA 4.
Crecimiento con estabilidad, 1960-1970
1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 Años
—
r— P I B ● — Precios al mayoreo
Desde otra perspectiva, los más altos niveles de capital y tecnológicos requeridos
por la producción de bienes de consumo durable e intermedios básicos
promueven una mayor concurrencia del capital extranjero. Aunque su con-
tribución al proceso interno de ahorro, formación de capital y producción resulta
secundaria,52 no lo es su impacto en la evolución del sector externo y,
particularmente, en la naturaleza, dinamismo y orientación de la estructura
productiva manufacturera. En ella, el capital internacional imprime algunas de
sus características propias: expansión preferente y diferenciación de los bienes
de consumo durable e intermedios básicos, cuyo rápido crecimiento determina el
perfil de la planta manufactur era, elevado grado de concentración y el liderazgo
de las empresas trasnacionales.53
En 1970, según muestra una investigación publicada a mediados de la oc-
tava década, las empresas trasnacionales establecidas en el país se distinguen por
su gran presencia en el conjunto de la industria de transformación, participan en
todos y cada uno de los agrupamientos de bienes y generan alrededor de 40% de
la producción. Si bien su predominio es evidente, sobre todo en los bienes de
consumo durable, donde dan cuenta de más de la mitad de su producción. 62%,
su concurso en los otros agrupamientos, aunque menor, es también elevado: 36%
en los de capital, 35% en los intermedios y 30% en los de consumo no durable
(Fajnzylber y Martínez, 1980). Pese a todo, las
52
Durante 1962-1970. la inversión extranjera directa representa. en promedio, 4.9% del ahorro interno total del país y
8.8% del correspondiente al sector privado- Por otra parte. la formación de capital lijo de Ias empresas extranj eras en
términos globales. significa el 5% de la formación total de capital fijo y 7.5% de la formación de capital privado.
53
Entre 1962 y 1970. se incrementa la participación de Ias empresas extranjeras en el valor de la producción de.
productos químicas, construcción de maquinaria. maquinaria eléctrica, equipo de transporte, hule, minerales no
metálicos. metálicas básicas. productos metálicos, tabaco. papel y vehículos automotores (.Sepúlveda y Chumacero,
1970).
EL SIGLO XX MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU HISTORIA, 1940-1982 83
Ia industria, compite con los inversionistas mexicanos por los recursos internos:
éstos financian más de 50% de la variación de los activos totales de sus
empresas.
De igual forma, lejos de coadyuvar a disminuir las presiones sobre la balanza
de pagos y cl déficit de la balanza comercial manufacturera favorecen su
incremento. Irregularmente. a partir de 1952, pero de modo continuo desde 1958,
cl monto de las remesas por inversión extranjera directa es superior al de su
ingreso; mientras cl intercambio comercial de las empresas tras-nacionales con cl
exterior registra. en 1970. un saldo negativo por 760 millones de dólares
(Sepúlveda y Chumacero, 1973. cuadro 29; Fajnzylber y Martínez, 1980). Bajo
otra perspectiva, el que la mayor parte de las importaciones de las trasnacionales
sea de naturaleza interempresa (77.2% en 1972) contribuye a explicar lo que se
consideran algunas de Ias anomalías del patrón de inserción de la economia
mexicana (Casar. 1989).
En términos generales puede afirmarse que. una vez concluida la recons-
trucción de la posguerra. el capital extranjero en su búsqueda de destinos
novedosos no deja de apreciar los beneficios derivados de algunos elementos
que, se han ido ratificando como consustanciales al proceso de industrialización
mexicano: mercados cautivos, subvenciones fiscales. precios reducidos de
energéticos y transporte, demanda potencial de las mercancías reclamadas por
los beneficiarios de la concentración del ingreso y control del movimiento
obrero. entre otros. Adicionalmente, la legislación sobre inversión extranjera es
muy limitada, y se aplica en forma discrecional: los inversionistas foráneos
tienen pocos impedimentos para acudir a la rama productiva de su interés,
utilizar la tecnología de su elección, exportar sus utilidades o repatriar sus
capitales en los marcos de la libertad cambiaria.
Empero, no a todas las trasnacionales les es igualmente atrayente el contexto
económico-político ofrecido por el país. Una larga cita de J. Sheahan es
altamente esclarecedora al respecto y, a la vez, da respuesta a la pregunta,
formulada en 1965 por una editorial de la Revista del Banco Nacional de
Comercio Exterior, sobre cuál es la causa por la que las grandes empresas
extranjeras no se comportan en México como lo hacen en Japón. Canadá o
Australia (Bancomext, 1965).
(...) una gran empresa —contestaría Sheahan 25 años más tarde— puede acudir a un país
principalmente para formar allí su mercado, o principalmente para desplazar par-te de su
proceso de producción, para reducir costos. En el primer caso la empresa ra-
EL SI G LO X X M E X I C A N O : UN C A P Í T U L O DE SU H I S T O R I A , 1940-1982 85
Las multinacionales que aspiran a Ias ventas en el mercado interno a menudo son
productoras de marcas de fábrica buenas para los consumidores urbanos de altos
ingresos (...). Si los objetivos del gobierno nacional se orientan a servir los
intereses de Ias personas de altos ingresos. en los sectores más modernos de la
economía. el prim e r tipo de empresa seria su aliada natural. El conjunto de
medidas políticas favorables para atraer tales firmas sería protección arancelaria
contra importaciones, subsidios que reducen los costos del equipo de capital y
unas tasas de cambio sobrevaluadas para mantener bajos los costos del equipo
importado (Sheahan. 1990, 22 I -222) 54
Empleo
Desde otro punto, el uso creciente de una tecnología intensiva en capital —por
corresponder con su forma específica de funcionamiento productivo, en el caso
de la inversión extranjera, y para elevar su competitividad, en la nacional—
tiene, en términos generales, una incidencia negativa en la velocidad de creación
de nuevos puestos de trabajo. A pesar del rápido aumento
54
Esta descripción coincide con lo que la teoría de la organización industrial conceptúa como el predominio de
las producer-driven commodity chains. para referirse a aquellas estructuras industriales en donde Ias
corporaciones trasnacionales u otras grandes empresas integradas controlan el sistema de producción, incluidos sus
segmentos atrasados y los adelantados. Para América Latina, ratificando la dinámica arriba descrita en el caso de
México, se anota que las trasnacionales que están más interesadas en tener acceso a los mercados domésticos que en
exportar. encuentran en la política de sustitución de importaciones, al menos basta los años setenta, su principal
asiento (Gereffi y He mpe l, 1996; Gereffi, 1996; Schmalensee, 1988).
86 ELSA M. GRACIDA
55
En realidad, el mejoramiento en la distribución funcional de los ingresos se inicia desde 1950. cuando Se
revierte la tendencia observada en la década previa; el porcentaje de los salarios pasa de 27.9% en 1950 a 307%
en 1958 y a 38.1% en 1970.
56
El análisis de este tema lo be desarrollado en una publicación de 1997. de la cual retomo algunas de las
consideraciones más importantes (Gracida, 1997).
88 E L S A M. GRACIDA
57
Pese a que los principales estudios integran, en un solo índice, el coeficiente de sustitución de importaciones de
los bienes de consumo durable y de capital. un autor indica que, para mediados de l o s sesenta, ya quedan pocas
importaciones por sustituir en los primeros (Quintana, 1965).
58
A partir de 1962, empleando cl Permiso Previo de Importación. se expiden varios decretos para promover la
integración de la industria. li n o de los más importantes, por sus resultados, es el de agosto de ese año mediante el
cual se probíbe la importación de motores para automóviles y camiones y la de conjuntos armados para su ensam-
blaje: a la vez que se fija a la rama un contenido de partes nacionales, equivalente a 60% del costo de la unidad.
Asimismo. en 1967-1968. con base en los programas de fabricación, empiezan a producirse internamente 71
articulos. clasificados como altamente complejos: motores diesel. discos de embrague. interruptores, compresoras
d e aire. cinescopios de televisión a color. entre otros (Garcia, 1968).
EL SIGLO XX MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU HISTORIA, 1940-1982 89
59
Como anota un autor. en ésta y en otras áreas, los libros de texto de economía al tratar más bien problemas
generales, no son de mucha ayuda. Específicamente, aun entre los economistas, el conocimiento de las diversas formas
de protección es muy inicial. Es sólo a fines de los sesenta. y principios de los setenta, cuando en varios estudios se
analizan los problemas de protección al valor agregado, tasas reales de cambio, niveles de protección nominal, tasas
efectivas de protección. etcétera (Bruton, 1998).
60
No se limitan a igualar los precios internos con los internacionales, por el contrario, diferentes estudios muestran
que. en 1960, la protección efectiva arancelaria del sector manufacturero excede en 34% la protección efectiva
implícita; fenómeno más acusado en materiales de construcción y bienes de consumo durable c intermedios. Además,
los productores de bienes de consumo durable y maquinaria y equipo de transporte pueden acogerse, sobre todo los
primeros, a la inmunidad que les brinda el control de las importaciones. Sistema que por cierto, se aplica sin tomar
mucho en cuenta la calidad, el precio o el plazo de entrega de las mercancias (Revista Comercio Exterior, 1965).
90 ELSA M. GRACIDA
61
Entre 1954 y 1957, mientras crece cl déficit de la cuenta corriente —excepto en cl año posterior a la devaluación
monetaria— los bienes de producción de representar 71.5% de las importaciones totales de mercancias en cl primer
año, pasan a 81.13% en el segundo. Sin partir de una clasificación similar. otro autor encuentra que. entre 1960 y
1969, el promedio de este tipo de importaciones es de 82.3% (Nafinsa, 1981, cuadros 74 y 7.6).
62
Cuando se trata de unidades completas, la regla XIV impone a la importación de bienes de producción y a equi-
pos destinados al establecimiento de nuevas empresas, o ampliación y modernización de las ya existentes, una tarifa
interior a la de partes y componentes. También otorga una reducción arancelaria de 758/o. En 1959-1970. alrededor
de 90% de las importaciones de bienes de capital Sc hacen bajo su amparo (CEPAL-Nafinsa, 1971; Cavazos, 1982).
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"(...) hay un foso entre la técnica tradicional y la de mediados del siglo XX: foso que supone justamente la
construcción de un puente costoso: la educación general primero y la técnica después; educación que es un lujo,
dado el nivel de vida de los países subdesarrollados, y que en Occidente pudo seguir el desarrollo y no precederlo"
(Bairoch, 1967).
EL SIGLO XX MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU HISTORIA, 1940-1982 91
64
La influencia de los empresarios se da tanto en el ámbito institucional —principalmente en la comisión
General de Aranceles y en los Comités Asesores de Licencias de Importación, donde participan representantes del
comercio y de la industria—, como mediante contactos personales directos con los funcionarios públicos. La
segunda via es, en ocasiones, más efectiva porque la discrepancia de criterios e intereses, entre importadores y
productores. y en el interior de ambos grupos, les impide presentar un frente común de opinión.
65
Tempranamente, la CEPAL previene sobre los peligros que entraña una política proteccionista como la mexicana:
1) dificulta someter la industria al acicate de la competencia internacional, a costa de restringir su eficiencia y
2) puede llevar a una ampliación inmoderada de la actividad doméstica y a una expansión del sector exportador
menor a la óptima, con cl consabido detrimento para el nivel del producto global y para la magnitud del comercio
mundial.
66
De 1960 a 1965, Ias exportaciones mexicanas al área aumentan más de cuatro veces y las importaciones casi siete,
empero, su importancia en el comercio nacional es muy reducida; únicamente constituyen 1.9% de Ias ventas y 4%
de Ias compras del país en 1965.
92 ELSA M. GRACIDA
Como podría esperarse por su naturaleza, Ios frutos de la política aplicada son
contradictorios. Ciertamente, se exportan productos que, hasta antes de 1964,
tenían como destino exclusivo el mercado doméstico, 67 aumenta el coeficiente
de exportación respecto del producto industrial y la tasa media anual de
crecimiento de las ventas externas manufactureras, de 11%, es superior a la
consignada por el total exportado. En contraste, es muy reducido el incremento
del coeficiente de exportación, sólo pasa de 2.8 en la década previa a 3.1 en la
actual; la mayor contribución relativa de las manufacturas en el total exportado
acusa, ante todo, el decaimiento de las ventas de productos agropecuarios y, lo
que es más importante, su monto no compensa, siquiera, el valor de la
importación de insumos.
Con el propósito de incrementar la disponibilidad de divisas, pero también
para abrir nuevas fuentes de empleo, en 1963, al amparo del Plan Nacional para
Absorber el Desempleo en la Frontera y del Programa Nacional Fronterizo, el
gobierno autoriza la instalación de un novedoso tipo de empresa: la
maquiladora. Producto de la nueva división del trabajo en el ámbito
internacional, ésta traslada a economías como la mexicana, un segmento del
proceso productivo de ramas que, en sus naciones de procedencia, ya con-
sumaron su cometido innovador, como es el caso de la automotriz y la elec-
trónica.
En general, las políticas instrumentadas con el fin de corregir algunos de los
desequilibrios del desarrollo industrial, tienen resultados muy limitados y, en
ocasiones opuestos. El que así ocurra, se relaciona con varios fenómenos. Por
una parte, en el quehacer público predomina el fomento de un rápido
crecimiento industrial que no cause alteraciones importantes en la organización
económica, sin considerar sus consecuencias en el mediano plazo. Por otra, y
muy probablemente a causa de esta forma de pensamiento, la política ejercida,
como se ha venido advirtiendo, deja fuera varias de Ias directrices esenciales
de todo proceso industrial exitoso: promoción de un
67
La mayor parte de Ias mercancias proceden de unidades productivas nuevas, tecnológicamente avanzadas, con una
adecuada escala de producción y con métodos novedosos de distribución y mercadotecnia, como hule sintético, máquinas
eléctricas de escribir, máquinas de cocer, motores para automóvil, hormonas y arados (Garcia, 1967: Campos 1969).
94 ELSA M. GRACIA
Este conjunto de problemas comienza a ser advertido, desde mediados de los sesenta,
por estudiosos de la época. Y poco más tarde, por los directores de la economía
mexicana, sobre todo cuando los instrumentos para ampliar la base financiera del
proceso se alejan de Ias expectativas que habían generado y empiezan a convertirse en
el origen de nuevos y graves desequilibrios.
68
De hecho, la decisión adoptada por el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines de retraer la inversión pública de los
programas de fabricación de maquinaria y equipo, prevalece en las dos administraciones siguientes. Como actividades
de la exclusiva incumbencia de la iniciativa privada califica Raúl salinas Lozano, titular de la Secretaria de Industria y
Comercio en el gabinete de Adolfo López Mateos, la producción de tractores agrícolas, palas mecánicas,
motocontormadoras y válvulas empleadas por Pemex en los pozos petroleros, cuando el director de Ciudad Sahagún le
presenta varios proyectos para que estos productos se elaboren en el complejo industrial que él dirige (Villaseñor,
1976).
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"La elaboración de programas de industrialización y la adopción de medidas concretas de promoción y regulación —
diria la Concamin aros más tarde—. más que obedecer a un objetivo general de largo alcance, fue el resultado de
reacciones particulares a problemas o situaciones coyunturales específicas. Faltó la formulación de un conjunto
coherente de reglas claras que definieran problemas y prioridades, que establecieran estrategias y que asignaran
responsabilidades a los diferentes sectores. El hecho de que, en la actualidad, México tenga una estructura industrial al
mismo tiempo de gran diversidad, pero muy desarticulada por ramas y cadenas productivas, da cuenta de ello"
(Concamin, 1996, 10).
EL SIGLO XX MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU HISTORIA, 1940-1982 95
El desequilibrio público
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Así en 1955, por ejemplo, en tanto que los impuestos al ingreso del capital constituían 52% del total del impuesto al
ingreso personal y Ios impuestos al ingreso del trabajo. 48%, en 1966, los primeros representan sólo 14.3% y los
segundos 82.9% del total (Centro, 1973).
EL SIGLO XX MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU I HISTORIA, 1940—1982 97
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Entre 1960 y 1970. bajo el estímulo de las reformas legislativas, el fomento al ahorro y el crecimiento
económico. la tasa media anual de captación de recursos del sistema bancario es de 16%, muy superior a la del
resto de las actividades económicas. Concomitantemente. el coeficiente financiero aumenta de 33% en 1960 a
53% en 1970. Del mismo modo, se modifica la estructura de los recursos: cuentas de cheques, monedas y billetes,
esto es, los pasivos monetarios, que en el primer ano representaban alrededor de 43%, en el último sólo significan
24%; mientras los pasivos no monetarios, entre los principales bonos y cédulas hipotecarias, bonos y certificados
financieros y depósitos de ahorro y a plazo, pasan de 47% a 76 por ciento.
98 ELSA M. GRACIDA
El desequilibrio externo
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Como señalan varios autores. un exceso de la demanda sobre su oferta interna. Sc puede manifestar en un aumento
de Ias importaciones de alimentos o en una disminución de sus exportaciones (Little. Scitovsky y Scott, 1975).
Generalizando para el conjunto de la producción agrícola, en México la demanda derivada de la rápida expansión de la
población y del desarrollo manufacturero se combinan con cl abatimiento del producto agropecuario.
100 ELSA M . GRACIDA
73
Como se observa. son actividades cuyo desarrollo y expansión marcan la pauta de la modernización industrial y a las
cuales también se les llama industrias nuevas (Ros y Vazquez. 1980). Comparativamente con el resto de la
producción doméstica, se distinguen por un uso intensivo de capital. Circunstancia que. al oponerse al principio de
las ventajas comparativas tradicionales, ha llevado a algunos investigadores a buscar una explicación alternativa en la
sustitución de factores (difusión y ajuste tecnológico). Es decir. en el principio de Ias ventajas comparativas
dinámicas (Boatler. 1989)
74
De acuerdo con la información publicada por Nafinsa, en comparación con 1955-1960. el porcentaje
disminuye Iigeramente. pero según los datos elaborados por René Villarreal. la proporción se mantiene alrededor
de 90% (Nafinsa. 1981: Villarreal. 1976. cuadro 57).
EL SIGLO XX MEXICANO: UN CAPÍTULO DE SU HISTORIA, 1940-1982 101
El modelo se agota
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Entre 1960 y 1970. el PIB real crece 7%. mientras el producto por habitante lo hace 3.5% medio anual
levemente par arriba del 3.4% de la población. La tasa de la propension marginal a ahorrar se eleva de 0.13% en
1951-1958 a 0.2% en 1959-1967. tiempo en el cual. los incrementos promedio de la productividad del trabajo y
del capital pasan de 2.4 a 2.6% y de 0.6 a 1%. El coeficiente de ¡inversión, por su parte. sube de 12.7% en 1950 a
20.9% en 1959. en tanto los salarios mínimo e industrial, aumentan en 5.3 y en 3.8%. Esto es, por encima de la
rasa de inflación de 2.7%. medida por cl índice del costo de la vida obrera (Ortiz. 1969).