Yakumama Madre Agua

Entidades financieras
2 Yaku Mama - Madre Agua

Yakumama Madre Agua

Lagunas de Lluvia y Comunidades Criadoras del Agua
Sistematizacin de la experiencia de la Asociacin Bartolom Aripaylla

y Comunidad de Indgenas de Quispillaccta sobre la Crianza del Agua -
Siembra y Cosecha del Agua de Lluvia. Ayacucho.
Asociacin Bartolom Aripaylla - ABA-Ayacucho 3

Asociacin Bartolom Aripaylla - Editor
ABA- Ayacucho
Mz. V Lte. 03 Quicapata - Carmen Alto.
Telfono: 066 403580
Celular: 966966777 RPM: #771777
Ayacucho, Per.
Email: aba_ayacucho@hotmail.com
Pgina web: www.abaayacucho.org.pe
Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per N:
Edicin: Lima, 2014.

Revisin: Julio Valladolid Rivera, Antonio Rengifo Balarezo
Equipo de sistematizacin:
Marcela Machaca Mendieta
Magdalena Machaca Mendieta
Amilcar Walter Quispe Or
Lidia Machaca Mendieta
Rosalinda Machaca Mendieta
Impreso en:

Dedicatorias
A la memoria de pap Modesto Machaca Mendoza,
artfice y fundador de ABA; un padre educador.
Yo mismo enseado a mis hijas por ser

muy chiquita para llevar centro educativo
Catalinayocc es difcil y adems pasando dos
ros, desde Unin Potrero. Entonces yo pienso
ensear como sea se esperamos un ao ms
ya no alcanza a ingresar a Colegio Nacional
Ayacucho, con finalidad estudiar hasta
superior. En ese tiempo reciba de 12 aos.
Entonces pienso como voy a ensear para
no perder tiempo. Bien, bien memorizado y
lo agarro libro.
Durante el ao bueno hablando en la chacra
toca leer libro y luego leccin.
Se trabaja en la casa como tejiendo ponchos
llicllas. Hilando le toca escribir y Yo bien, bien memorizado el libro como leer.
Nuestra pizarra era maray [batn] y la tiza tambin el kicato [diatomita], y otras
veces cualquier piedra blanca y suave, con eso.
A Eduardo Grillo Fernndez,

el maestro que nos conduce al desaprendizaje
Hay algo que es tcito en el reconocimiento de

la existencia de cosmovisiones diferentes que se
admite claramente en esta sistematizacin de la
experiencia de ABA, consagrada ntegramente a la
vigorizacin de la cosmovisin andina de siempre.
Los aporte de Eduardo nos han alumbrado en este
caminar:
Los mundos de pueblos diferentes tienen

formas diferentes dice Goldschmidt (...) y
admite la existencia de una limitacin que
nuestra cultura y nuestro lenguaje imponen a
la percepcin (...). Esta limitacin impide a
los occidentales modernos explicarse en sus
propios trminos a una cultura ajena. Si los
mundos de pueblos diferentes tienen formas
diferentes es porque cada pueblo ve y deja de ver el mundo segn su propia
ndole. Con esta constatacin cesa la pretendida universalidad de las nociones
bsicas de la cultura occidental. (Grillo, 1993: 14)

Listado de siglas y abreviaciones

ABA : Asociacin Bartolom Aripaylla
AECI : Agencia Espaola de Cooperacin Internacional
AGRECOL : Fundacin AGRECOL ANDES
ALDEHUS : Alianza para el Desarrollo Humano Sostenible
ASOCIO : Asociacin Social Tarija - ASOCIO
BMZ : Ministerio de Desarrollo de Alemania
CBD : Convenio sobre Diversidad Biolgica
CCC : Centro de Capacitacin Campesina
CCC-UNSCH :CentrodeCapacitacinCampesinadelaUniversidadNacionalSanCristbaldeHuamanga
CEDA : Centro de Estudios para el Desarrollo de Ayacucho
CEDAP : Centro de Desarrollo Agropecuario
CERDET : Centro de Estudios Regionales y Desarrollo de Tarija
CVR : Comisin de la Verdad y Reconciliacin
DAS : Disponibilidad de agua en el suelo
ECOCLIMA : Programa Agricultura Sostenible para la Adaptacin al Cambio Climtico en Regiones
Vulnerables de Bolivia y Per
ETP : Evapotranspiracin potencial
ETR : Evapotranspiracin real
FIAC : Fondo de Iniciativas de Afirmacin Cultural
IDMA : Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente
INADE : Instituto Nacional de Desarrollo
MINGA : Asociacin de Grupos Mancomunados de Trabajo - MINGA
MGI : Microcuenca con gestin integral
MMC : Millones de metros cbicos
MT : Microcuenca testigo
NACA : Ncleo de afirmacin cultural andina
NDVI : ndice de diferencia normalizada de vegetacin
OIT : Organizacin Internacional del Trabajo
OLI : Operational Land Imager
ONG`s : Organizaciones no gubernamentales
PERC : Proyecto Especial Ro Cachi
PMA : Programa Mundial de Alimentos
PNUD : Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
PRATEC : Proyecto Andino de Tecnologas Campesinas
PRONAA : Programa Nacional de Asistencia Alimentaria
PRONAMACHS : Programa Nacional de Manejo de Cuencas Hidrogrficas y Conservacin de Suelos
Pv : Cobertura vegetal
REVIDA : Proyecto Restablecimiento Sostenible de Vidas y Hogares Afectados por la
RP : Recarga hdrica potencial
RURANDES : Programa Desarrollo Rural Andino RURANDES
SECTI : Secretaria Tcnica Internacional
TDH : Terre des hommes Alemania
TIRS : Sensor trmico infrarrojo Thermal Infrared Sensor
TM : Thematic Mapper
Ts : Temperatura de superficie
TVDI : Temperature Vegetation Dryness Index
UNESCO : Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura
UNSCH : Universidad Nacional San Cristbal de Huamanga
Violencia Poltica en las Comunidades del distrito de Chuschi, Vinchos y Sarhua

Contenido
I. SITUACIN INICIAL 15
1.1. Un amplio frente contra la cultura y la agricultura campesina andina.....15
1.2. Retorno a lo propio y el acompaamiento comunal...............................23
II. CAMINO A LA CRIANZA DE LAS AGUAS Y REGENERACION 29
2.1. Los Caminos que nos condujeron a criar aguas.....................................29
2.2. La Crianza del agua y los criadores.....................................................39
2.3. Siembra y cosecha del agua de lluvia, una de las formas de criar agua..... 70
2.3.2. En qu consiste la siembra y cosecha de agua de lluvia?........ 75
2.4. Lo que favoreci y dificult la crianza del agua....................................83
III. LA PERCEPCIN DE LOS CRIADORES, COMUNEROS Y ACOMPAANTES 97
3.1. EN LA PERCEPCIN COMUNERA......................................................97
3.2. BENEFICIOS E IMPACTOS ...............................................................102
3.3. Lagunas de lluvia.............................................................................109
3.4. La apreciacin de cooperantes acompaantes....................................112
3.5 Evaluacin de la disponibilidad del agua en el suelo y recarga hdrica de
acuferos de cinco microcuencas de los ros pampas y chikllarazu, entre
1986-2013, Ayacucho-per..............................................................124
IV. ACOMPAAMIENTO DE ABA, UN CAMINO DE MLTIPLES SINTONAS 177
4.1 La Apuesta de ABA..........................................................................179
4.2 Papel concreto del NACA ABA...........................................................180
4.3 El Acompaamiento mutuo: un camino de mltiples sintonas ............183
4.4 El Rol de los acompaantes .............................................................185
4.5 Dificultades para el acompaamiento.................................................186
V. APRENDIZAJES Y DESAFIOS DE LOS ESCENARIOS DE FUTURO 191
5.1. Reflexiones y lecciones de la crianza .................................................191
5.2. Contrastes y retos de los escenarios de futuro para la agricultura campesina andina...198
ANEXOS 205
REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS 207

Lagunas de Ruyrucorral

PRESENTACIN
En diversas partes del mundo los pueblos originarios (tradicionales o

indgenas) han desarrollado valiosas experiencias de continuidad cultural
dentro de un proceso mayor de destruccin e imposicin, ajenas a su modo
de vida.
En el Per, en las ltimas dcadas del milenio pasado, tras las intervenciones
externas que en nombre del desarrollo se quisieron implementar; hemos
sido testigos de la cruel violencia de Sendero Luminoso y de la respuesta
militar del estado, que comprometieron seriamente la continuidad del
modo de vida de los pueblos originarios de los Andes y la Amazona. Pero,
al mismo tiempo, gracias a la capacidad de resiliencia de estos pueblos, se
ha venido recuperando la capacidad de resolver los conflictos que impiden
la vida en comunidad para regenerar su continuidad.
La Asociacin Bartolom Aripaylla (ABA) se suma a ese proceso de
regeneracin, llevando a cabo diferentes iniciativas que desde una
propuesta de afirmacin cultural andina realiza desde su fundacin hace
ms de 20 aos.
El programa Vigorizacin de la Agricultura y Cultura Campesina Andina
resume las diferentes iniciativas de las familias campesinas en la crianza
de la diversidad agrcola, a partir de las chacras y el paisaje, teniendo
como base el fortalecimiento de la cosmovisin a andina y sus prcticas
de crianza para el bienestar de la familia y de la comunidad campesina.
En pocas oportunidades se tiene la posibilidad de documentar la
informacin proveniente de dichas experiencias, que nos permiten
aprender y destacar, la importancia de fortalecer la cosmovisin y cultura
andina como alternativa viable para mantener la Suficiencia Alimentaria
en un contexto de Cambio Climtico.
Se desarrolla el presente trabajo en el marco del programa Agricultura
Sostenible para la Adaptacin al Cambio Climtico en Regiones Vulnerables
de Bolivia y Per (ECOCLIMA), como un esfuerzo para documentar las
experiencias exitosas de desarrollo sostenible. Este programa fue ejecutado
entre enero del 2011 a enero del 2014 por cinco ONGs socias: IDMA,
ABA del Per y CERDET, ASOCIO, MINGA de Bolivia; bajo la coordinacin
de la fundacin AGRECOL ANDES de Bolivia, con el cofinanciamiento del
Ministerio de Desarrollo de Alemania (BMZ) y Welthungerhilfe (antes, Agro
Accin Alemana).

Lliwa de Patarqui - Catalinayocc

INTRODUCCIN
La experiencia de ABA en el tema de siembra y cosecha de agua,

el impacto ambiental de ello en la comunidad a largo plazo, los
problemas de la replicabilidad por terceros a travs del sistema de
inversiones pblicos en el Per, etc., merecen uno mayor y ms
profunda sistematizacin o base de evidencias cientficas y su
vinculacin con los conocimientos tradicionales en el contexto de lo
cosmovisin ondina. (Carta del 28 de noviembre del 2012, Richard
Haep Director Regional de Welthungerhilfe Per, Ecuador y Bolivia).
Este prrafo corresponde a la carta de felicitacin que ABA recibi del
Director Regional de Wethungerhilfe como consecuencia de la evaluacin
externa intermedia del Proyecto, se resalta la importancia de la experiencia de
ABA en la siembra y cosecha del agua de lluvia, y se recomienda profundizar
su sistematizacin, resaltando los impactos positivos sobre las familias
campesinas, el paisaje y la comunidad toda; as como la dinmica del proceso
de acompaamiento.
Prudencio Bhrt y Gonzalo Tantani, evaluadores externos, en su informe
califican a la Asociacin Bartolom Aripaylla (ABA), como una ONG especial
y concluyen diciendo que no hay una experiencia institucional parecida a
la de ABA en los pases y, por lo tanto, la experiencia y riqueza del trabajo
de ABA debe ser ms sistematizada y sobre todo difundida y divulgada a
nivel regional, nacional e internacional (informe de evaluacin externa de
ECOCLIMA, octubre 2012).
Es necesario decir que ABA no es la tpica ONG de desarrollo, es un Ncleo
de Afirmacin Cultural Andina (NACA), con una densa experiencia de ms de
20 aos, en la vigorizacin de la cultura y agricultura campesina alto andina;
es decir, que a partir de la recuperacin y fortalecimiento de la cosmovisin
andina y de las prcticas agrcolas milenarias, an vigentes en Quispillaccta y
comunidades campesinas adyacentes, de donde somos originarios, ubicadas
en la cabecera alta del ro Cachi - Mantaro y Ro Pampas. Marcela y Magdalena
Machaca, fundadoras de ABA, juntamente con Gualberto, Walter, Lidia y Joel,
, quienes sistematizan esta experiencia y los casi 50 comuneros - ingenieros
que a lo largo de este proceso se sumaron a esta experiencia, les decimos
que hemos logrado no solo criar agua sino fortalecer y visibilizar a toda una
comunidad criadora. All estn las 71 lagunas criadas para almacenar el agua
de las lluvias y sus impactos en la regeneracin hdrica y ambiental.
Seguramente nos preguntarn cmo se realiz esa crianza del agua de lluvia
y se generaron los cambios?, para responderla, primero debemos reflexionar
sobre por qu es crianza del agua y no manejo de los recursos hdricos?

Responder estas dos preguntas elementales es de lo que trata la presente
publicacin. Para ello hemos escogido ciertos sucesos que nos parecen
centrales en la experiencia de ABA, con respecto a la siembra y cosecha
de agua de lluvia. Se enfocar este punto, a partir de la concepcin de
sus impulsores histricos, es decir los propios campesinos criadores de
siempre, de la diversidad de la vida, en base a la crianza de la chacra y el
paisaje.
Los resultados de la misma se han ordenado en cinco partes. La primera,
se construye y se nutre entorno a la forma en que vivieron los campesinos el
deterioro de los saberes de crianza de las chacras, la desvaloracin del agua y
de su cultura. Fortalecer nuevamente toda esta sabidura milenaria dio lugar a
un proceso de acompaamiento mutuo entre los campesinos y los miembros
de la Asociacin Bartolom Aripaylla.
En la segunda parte daremos una mirada a los cambios que condujeron el
criar las formas de agua (agua de lluvia, agua de qucha, agua de puquio,
etc.) en donde se pone de manifiesto, la cosmovisin andina y la organicidad
comunal en la crianza del agua, como dinamizadores de la crianza mutua.
La tercera parte es la bisagra entre las partes dos y tres, pues mostramos
desde la percepcin de los comuneros criadores y de los acompaantes, los
resultados de la dinmica de cambio, en la vida de las familias campesinas,
del paisaje y tambin en la regeneracin de la propia comunidad. Presentamos
tambin los impactos ambientales vistos desde la cosmovisin tcnica a cargo
de un experto del propio equipo de ABA, quien se especializ en estos temas.
Aqu se presentan los resultados del estudio tcnico realizado en base al
anlisis espacio temporal del agua disponible del suelo y la recarga hdrica de
acuferos producto de la siembra y cosecha del agua de lluvia, aplicando, para
tal fin un modelo de estrs hdrico y la metodologa del balance hdrico, con
datos obtenidos desde imgenes de satlite y de estaciones meteorolgicas,
con apoyo de herramientas geomticas.
En la cuarta parte intentamos resumir los aspectos centrales de acompaamiento
mutuo, mostramos nuestras actividades para impulsar el restablecimiento
necesario para que las comunidades regeneren la vida campesina. As mismo
reflexionamos sobre las razones por las que no se replica sta experiencia en
el marco de los proyecto de desarrollo clsicos.
Por ltimo, la quinta parte ya es un intento de ordenar algunos de los aportes
y desafos, que el proceso vivenciado por ABA, ofrece y quiere poner al servicio
de otros. Es un intento de asimilar los propios desafos, poniendo la mira en
los puntos dbiles, preguntndonos si acaso en las dcadas venideras ser
posible extender ms ampliamente esta experiencia de afirmacin cultural, y
aprovechar la incertidumbre en todos los aspectos de la vida que generan los
acelerados cambios de la actual crisis climtica, que en el Per se manifestar
como un proceso decreciente de agua, no solo proveniente de los deshielos de
los glaciares, sino tambin del agua de lluvia, que cada vez es menor. En este
contexto, la siembra y cosecha del agua de lluvia adquiere una importancia

muy especial que debe ser tomada en cuenta por todas las instancias de
gobierno (local, regional, nacional y an internacional).
En esta sistematizacin titulada Yakumama - Madre Agua, el subttulo
Laguna de Lluvias y Comunidades Criadoras del Agua nos permite
reflexionar acerca de cmo contribuimos a su revitalizacin o a la muerte del
agua. Yakumama, desde siempre, es una persona muy respetada y querida por
todos los campesinos. Somos hijos e hijas del agua; el agua es nuestra madre,
nunca un recurso.
Finalmente, nuestras disculpas. Tal vez, pequemos de orgullosos, porque
creemos en los aportes de la experiencia ABA, y porque consideramos que la
mejor forma de compartirlos es brindando nuestros testimonios. Pero no somos
los autores de conceptos y hechos, stos son de todas las comunidades; y a
ellas va dirigido nuestro agradecimiento por permitirnos contar una pequea
parte de la experiencia de ABA; a Richard Haep, por evitar que nos expropien
nuestras experiencias; al lng. Julio Valladolid Rivera y Antonio Rengifo, por
ayudarnos en la revisin del presente texto; y a ustedes los lectores, por leer
este documento.
Por qu sistematizar esta experiencia?

El presente documento constituye la recuperacin de una experiencia
particular de afirmacin cultural, enfocando el agua. La sistematizacin de la
misma es una iniciativa de Welthungerhilfe, en un esfuerzo por documentar
la experiencia y riqueza del trabajo de ABA en el contexto de la cosmovisin
andina. En particular, la denominada Siembra y cosecha de agua de lluvia
que ha realizado en Quispillaccta y comunidades adyacentes de los distritos
de Chuschi, Vinchos, Totos y Sarhua, todas ellas asentadas en la cabecera
alta de las cuencas Pampas y Cachi-Mantaro. No es un proyecto concreto,
sino una actividad infaltable en los proyectos de afirmacin cultural andina
que impulsa ABA hace 23 aos, con el apoyo financiero de terre des hommes
Alemania desde 1991 y Welthungerhilfe desde 1998; adems del concurso
nada breve de otros actores como el Programa Mundial de Alimentos (PMA)-
Agencia Espaola de Cooperacin Internacional (AECI) entre 2007 y 2009, y
terre des hommes - Holanda desde 1999 al 2010.
Esta experiencia tiene pues sus cimientos en fortalezas locales. Es parte de
un proceso continuo y sostenido de acompaamiento mutuo (procedimiento
extraordinario en las palabras de Richard Haep) y una de las riquezas que
un equipo institucional local ha sido capaz de generar a lo largo del tiempo,
haciendo uso de su vivencia indgena y la cosmovisin andina, con la sapiencia
ancestral de los comuneros, convertido finalmente en gran impacto social y
ambiental, como el incremento de la disponibilidad de agua en la comunidad.
Por tanto, el objetivo de la sistematizacin no slo es rescatar las experiencias
acumuladas para fortalecer la iniciativa y contribuir a la construccin de
conocimientos, sino que tiene el espritu de compartir reflexiones y aprendizajes
fundamentales en la crianza del agua que pueden ser tiles para quienes

vivieron de cerca los procesos descritos, o se encuentran en un proceso de
reflexin sobre su propia experiencia de trabajo y de vida, su propia realidad y
prctica. Asimismo, pretende contribuir al anlisis y reflexin de los agentes
del cambio responsable para afrontar los retos de la crianza del agua desde
el mbito local en un mundo que ya est sintiendo los impactos nefastos del
cambio climtico.
El enfoque adoptado en esta sistematizacin se dirige a la necesidad de hacer
una reconstruccin de lo sucedido y un ordenamiento de los elementos claves
que han intervenido en el proceso para comprenderlo, interpretarlo y aprender
de la prctica. En tal sentido, el eje principal es acerca de cmo la cosmovisin
y prcticas de la crianza campesina del agua que son recuperados y puestos
en valor llegan a convertirse en la fuerza generadora de la accin comunal
en el paisaje diverso de las comunidades, y da paso a la regeneracin de las
relaciones entre hombres, naturaleza y deidades.

CAPTULO I
SITUACIN INICIAL
Jvenes de Unin Potrero en Yarqa Aspiy

I. SITUACIN INICIAL
1.1. Un amplio frente contra la cultura y la agricultura campesina

andina
Recordar el momento inicial de la experiencia en torno a la situacin del
agua en Quispillaccta, es recordar la situacin crtica de la comunidad
en su totalidad, al iniciar la dcada del 90, en donde hay una serie de
condiciones que impiden a las familias recuperar su modo de vida basado
en la agricultura, que an con toda la destruccin prolongada e intensa de
la violencia poltica y cultural de la dcada del 80 permiti la continuidad
de la comunidad. Estas condiciones son mayormente de orden estructural
como la nula atencin hacia los pueblos afectados por la guerra (destruccin
de orden material y espiritual) y la asombrosa insensibilidad para atender
la diversidad cultural por parte del Estado.
Mientras para las comunidades todo era diferente, todo haba cambiado para
la gente; sin embargo, para el Estado peruano nada parece haber cambiado.
Tampoco para la mayora de las ONG que operaban en Ayacucho, puesto
que a travs de los proyectos de desarrollo continuaron distorsionando la
realidad de acuerdo con los puntos de vista del Estado y de la sociedad
moderna. As tambin sus prcticas tradicionales de intervenir resurgieron
nuevamente con la misma lgica de desarrollo y modernizacin agrcola
de carcter etnocntrico, es decir cargado de violencia y discriminacin.
Un etnocentrismo que arremeti directamente a la cultura y agricultura
tradicional, en donde se cran las aguas.
No es necesario enumerar los escenarios de la tragedia, basta citar algunos
hechos para entender las complejidades y la extrema dificultad que hay en
estas comunidades, ya en el ocaso de la violencia poltica armada.
a) Crisis de comunidad, calmas y desconciertos.

La crisis de la comunidad necesariamente se conecta con los hechos de la
violencia poltica, y con la historia del desarrollo y modernizacin agrcola al
menos desde la dcada del 60. Pero veamos primero la historia ms reciente.
La etapa ms sanguinaria de la violencia armada ocurri en la primera
mitad de la dcada del 80, la comunidad haba sufrido numerosas prdidas
humanas, desapariciones, destruccin material, vejaciones, maltratos
y entre otros, como en todas las comunidades del distrito de Chuschi.
Al respecto encontramos la impresin de Billie Jean, la antroploga que
realiz sus investigaciones en Chuschi entre 1967 y 1975, en la nota a la

segunda edicin de 1985 de su libro Para defendernos: Ecologa ritual
en un pueblo andino:
Ahora me enfrento a la amarga realidad de que los principios

estructurales de la reciprocidad, el trabajo comunal, el parentesco
bilateral, la herencia paralela y la organizacin dual de las
parcialidades no resistieron el impacto destructivo de los eventos
histricos globales de los ltimos diez aos. Las tenaces estructuras
que estudi y admir no soportaron los resultados de una lucha
armada entre las fuerzas contrainsurgentes del Estado peruano
y un pequeo movimiento izquierdista surgido en la ciudad de
Ayacucho. (En: Notas a la segunda edicin de 1985).
En efecto, la agresin genocida fue directamente contra las vidas humanas,
contra la vida comunitaria y contra la cultura de las mismas. Despus de
esta situacin es obvia la crisis de comunidad, el deterioro de la vida de
las personas (de orden material y espiritual) y del paisaje.
Pero tampoco la calma vino sola. Fue el ao 1984, que la comunidad de
Quispillaccta se enfrenta a sendero luminoso armado que deja tres prdidas
fatales1 el Informe de la CVR comenta 14 muertes para Quispillaccta,
pero segn sus propios clculos perdieron entre 40 y 50 vidas con las
desapariciones efectuadas por las fuerzas del Estado y de SL (Cfr: Billy
Jean, 2005. Para defendernos. Ecologa y Ritual en un pueblo andino).
Hecho que, entre otros, oblig el retiro parcial de sendero luminoso que
haba ocupado la comunidad desde 1980 declarando zona liberada; y
al mismo tiempo servir para demostrar a las fuerzas contrainsurgentes
del Estado que no somos senderistas, y que es capaz de desplegar las
fuerzas comunales para proteger a los propios militares, ya que la vigilancia
nocturna del Puesto Militar de Chuschi estaba a cargo de las comunidades.
Hasta entonces la pobreza y desarrollo eran dos palabras ineludibles que
en la comunidad utilizaron para defenderse durante la violencia poltica.
As, cuando las fuerzas contrainsurgentes incursionaban acusando de
terroristas, la respuesta clave era: estamos haciendo desarrollo en
referencia a alguna obra pblica que desarrollaban tal como una escuela,
una casa comunal, una cancha deportiva, un reservorio, un canal de riego,
etc. En ese sentido, la accin comunal ha sido definida como desarrollo,
y el desarrollo era una forma de mediacin, ms no el Desarrollo en s,
entendido ste como la sustitucin de las tradiciones y las llamadas
supersticiones del pasado por el conocimiento moderno. (A este Desarrollo
en adelante nombramos con d, en maysculas).
1 Luego que una gruesa columna senderista arrasara a la comunidad vecina Putacca del
distrito de Vinchos, ingresando y saliendo por el lado de Quispillaccta. As, se vieron obli-
gados a enfrentar sin ms armas que sus propios cuerpos y las tradicionales hondas, en
el camino se sumarn ms comuneros de las dems localidades. El enfrentamiento fue
en el Cerro Sumaysunchu de Anosmarca, alturas del distrito de Paras, con tres prdidas
fatales: Marcelo Machaca Mendoza (hermano mayor de pap) y Vidal Machaca Ccallocun-
to, nuestro primo, ambos de Unin Potrero, y Gregorio Galindo Huaman de Catalinayocc;
y numerosos heridos de bala y dinamita.

La segunda mitad de la dcada del 80. Como el alba en el horizonte,
la calma aunque precaria vuelve a renacer lentamente en la comunidad,
en medio de los impactos de la violencia que las familias junto con las
autoridades comunales se enfrentan resueltamente, pero al mismo tiempo
establece el escenario para continuar con la historia del desarrollo, ya que
se produce la segunda oleada del desarrollo produciendo desconciertos.
En 1987 se produce la intervencin del Proyecto Especial Ro Cachi
PERC desempeando la renovada funcin de desarrollo en Ayacucho2,
que involucraba maniobras militares y el despliegue de mecanismos
monetarios sobre los territorios comunales. As, se establece el
campamento (militarizado) en Unin Potrero, sin mayores resistencias,
puesto que la ejecucin de obras representaba para los comuneros la
posibilidad de trabajo. En efecto, las autoridades comunales tuvieron que
realizar numerosas gestiones para que el proyecto absorbiera mayor mano
de obra procedente de la comunidad, como solucin cercana para muchas
familias afectadas por la violencia, aunque luego se vern enfrentados por
las consecuencias funestas para los modos de vida comunal adems de
nuevas tensiones que sobrevino con el PERC.
[] los dirigentes comunales de Quispillaqta [sic] me dijeron que

el proyecto de irrigacin Ro Cachi, financiado por Banco Mundial,
fue un desastre: el 25 por ciento de los fondos desapareci y no se
2 El Proyecto Especial Ro Cachi-PERC constituye la atencin de un sueo histrico de
los ayacuchanos: El aprovechamiento de las aguas del Ro Cachi, es una aspiracin de los
pueblos del departamento de Ayacucho, que esperan por ms de 150 aos, desde 1824
cuando el Libertador Simn Bolvar promulgara un Decreto disponiendo la irrigacin de
las zonas circundantes a Ayacucho, como premio a la victoria de Ayacucho que sellara
la independencia de Amrica del Sur. Es de sentido comn entender, que conforme han
avanzado los tiempos y desarrollado los aspectos econmicos, sociales, polticos, econ-
micos, culturales, etc., se ha hecho necesario concebir el Proyecto considerando todas
estas variables. En el ao de 1966, durante el primer perodo del Arquitecto Fernando
BELAUNDE Terry, que se expide el dispositivo legal que permite al Poder Ejecutivo la
ejecucin integral de las obras de irrigacin de Ayacucho con las aguad del Ro Cachi, a
travs de la Ley 16269 del 26 de Octubre del ao citado. En el ao de 1987, el Poder
Ejecutivo, fue autorizado para el efecto, por Decreto Supremo Nro. 004-87 del 20 de
Febrero de 1987, crendose el PROYECTO ESPECIAL RIO CACHI, cuya finalidad
es Programar, Ejecutar, Administrar y Evaluar los estudios y obras hidroenergticas de
propsitos mltiples en el departamento de Ayacucho, con el fin de incrementar la pro-
duccin y productividad y contribuir al mejoramiento del nivel de vida de sus habitantes.
El Proyecto Especial Ro Cachi abarca la provincia de Huamanga y parte de las provincias
de Huanta y Cangallo, ubicadas en la parte norte del departamento de Ayacucho, que
corresponde a la sierra central. En el ao de 1992, se expide el Decreto Ley 25556
Ley Orgnica del Ministerio de la Presidencia, y se considera al Instituto Nacional de
Desarrollo (INADE), al cual perteneca el Proyecto, como rgano Descentralizado del
referido Ministerio. Es a partir de aqu en que el proyecto desde un punto de vista ope-
racional y ejecutivo, pierde independencia convirtindose ms en un Proyecto con fines
polticos que un Proyecto con fines de su creacin. En: Canseco, J. y otros. Informe de
Investigacin N 025-Cidef-2002. Caso: Irregularidades en la Ejecucin del Proyecto
Ro Cachi, Junio-2002. [Documento en lnea] Disponible: http://www.congreso.gob.pe/
comisiones/2002/CIDEF/oscuga/InformeRioCachi.pdf [11 Mar. 2014]

construyeron los canales laterales diseados para llevar agua a las
comunidades mientras sta es llevada a los agricultores comerciales
en el valle de Ayacucho, dejando as a las comunidades de altura
sin irrigacin. Es ms, los comuneros me mostraron pedazo [sic] de
canal que se rompi y derrumb fcilmente porque al construirlo
se emple insuficiente cemento. Cuando me enfrent al Presidente
departamental con esta informacin admiti que, en efecto, el 25 por
ciento del financiamiento del Banco Mundial haba desaparecido.
Al preguntarle si se podran construir los canales laterales me dijo
que la prioridad actual era la construccin y mantenimiento de
caminos. (Billie 2005: 21)
Pero tambin, la intervencin de las ONGs empieza a aumentar luego
de un repliegue total por causa de la violencia armada. Sin embargo, la
realidad local se fue distorsionando de acuerdo con los puntos de vista de
la sociedad moderna y del Estado, desde donde se plantea la sustitucin
de lo tradicional por lo moderno, lo que en el escenario post-violencia se
justificaba mejor ya que nada quedaba de la sociedad andina tradicional.
As tambin estas intervenciones toman la forma de acciones autoritarias
como propuestas institucionales, y por el enfoque tecnocientfico.
Este periodo fue el comienzo de cambios profundos. El creciente
reconocimiento de los fracasos o limitados logros de las experiencias
de desarrollo rural, adems perecido durante la violencia armada, salvo
algunas infraestructuras que permanecan all pero igual se deterioraban
sin mayor uso por las comunidades, provocan ciertas respuestas en el
quehacer de agentes de desarrollo, an ms con la poca acogida de los
beneficiarios de sus proyectos. A tal punto que casi todas las instituciones
que haban vuelto a intervenir como Centro de Capacitacin Campesina de
la Universidad Nacional San Cristbal de Huamanga (CCC-UNSCH), CEDA,
VECINOS PERU, estaban obligados a retirarse por falta de inters en
sus propuestas institucionales, que retomaban la introduccin de patrones
riesgosos para la sostenibilidad local.
Hay, sin embargo, excepciones que trataban de entender sinceramente
las implicancias de sus propuestas, en tanto estaba claro, que en lugar
de ayudar en su recuperacin venan rompiendo la cohesin comunal.
Precisamente en esos aos CCC-UNSCH haca esfuerzos por entender
esta problemtica en la zona, estaban forzados a responder si los escasos
resultados se deban a limitaciones de los mtodos aplicados o a algo ms.
En estas circunstancias es que nos permitieron realizar dos trabajos de
investigacin3 que planteaba la necesidad de hacer un balance de dichas
intervenciones (incluido resultados de la violencia) en la comunidad de
3 Los trabajos realizados entre 1989 y 1990, con el auspicio del CCC-UNSCH: Vigencia
y Continuidad de la Cultura y Agricultura Andina en Quispillaccta y Valoracin Eco-
nmica de las Ganaderas Barrial y Comunal, desarrolladas por Marcela y Magdalena
Machaca, respectivamente. Los mismos se presentan para optar el ttulo profesional, cul-
minando la formacin en las Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional San Cristbal
de Huamanga

Quispillaccta. Ambos estudios analizaron el proceso de deterioro de la
agricultura campesina y los escasos aportes de los proyectos desarrollados
en el mbito.
Encontramos que las llamadas costumbres y tradiciones que quisieron
sustituir o destruir tanto los desarrollistas, senderistas y evangelistas,
sorprendentemente haban resistido. Registramos diversas sabiduras de
crianza de la chacra, diversas prcticas de prediccin del clima en uso,
entre otras, evidencias claras de la vigencia de una cultura poseedora de
una cosmovisin viva y vivificante. De hecho, la diversidad cultivada estaba
reducida; la pobreza, incrementada y profundizada; los recursos naturales,
desapareciendo; la prdida de la biodiversidad y de las fuentes de agua
eran hechos reales. El deterioro de la vida de las personas y del paisaje eran
visibles, sin embargo, haba suficientes elementos como para apostar por su
recuperacin, como sealaba Magdalena Machaca Mendieta:
Hallamos diversos ncleos resistentes a partir de los cuales la

comunidad trataba de solucionar los problemas de las familias
que quedaron en situaciones de orfandad; igualmente quienes
regresbamos de la ciudad nos sentamos acogidas. Con la vigencia
de las autoridades comunales pareca no haber pasado la violencia
por estos lugares. Claro, en esa poca la organizacin comunal
recobraba valor y serenidad recogiendo los pedazos quedados, era
como rezurcir un tejido deshilachado.
b) Acciones especficas que agravan la desaparicin del agua

Tambin en el caso previo (en el desarrollo de los trabajos de investigacin)
constatamos nuevos problemas que emergan tras el xito de las estrategias
del CCC-UNSCH. Por ejemplo, con el control integral de la fasciolosis
se haba generado la desaparicin de humedales y manantiales. En
el siguiente punto, se aborda sobre esta estrategia que abarca amplias
acciones. Para ilustrar cmo se produce esta destruccin pasamos al
siguiente punto.
Para ello, tenemos que enfocar el problema de la fasciolosis y la solucin
tcnica planteada a partir de los resultados de las llamadas investigaciones
participativas, que cumple el propsito de demostrar a los campesinos la
falsedad de sus costumbres y tradiciones.
Para los campesinos, la presencia de dicha enfermedad tena que ver con
actitudes y descuidos. Era por castigo de las deidades que los manantiales
se haban llenado de larvas, porque no se supo compartir ni cuidar
correctamente, con cario; restituyendo las faltas con acciones buenas, de
esta manera las larvas se irn, las deidades aplacarn sus iras, lo que se
traduce en ofrendas, cuidados, reciprocidades a todo nivel; reforzados con
prcticas de alcalinizacin para reducir su virulencia.

Durante aos se realizaron capacitaciones, ensayos e investigaciones
participativas, incluso, observacin al microscopio para la demostracin
de los huevos en bilis y materias fecales, hacindolos visibles y contables.
Todos estos mtodos estn orientados a daar los argumentos morales
de la comunidad, con sus procedimientos e instrumentos se adelantan
y demuestran las limitaciones de los sentidos del hombre y, por ende, la
falsedad de las creencias y relatos cosmognicos.
Con los resultados de las investigaciones se plantea el tratamiento en
trminos de lucha y control integral del parsito, cuya aplicacin debe
ser eficaz para alcanzar las transformaciones deseadas. Esta efectividad
abarcaba tres aspectos fundamentales: modificacin del medio, control
qumico de los hospederos y en el ganado. La modificacin del medio
tiene que ver directamente con el agua y su entorno, que consisti en el
drenaje de los humedales, desecacin y relleno de manantes, adems del
tratamiento directo con sulfato de cobre.
Esta lucha integral madur y alcanz lo que podra llamarse una lucha
anti ecolgica, una lucha qumica contra el medio ambiente, ceido a un
plan sanitario para combatir el parsito en todo mbito, y se propag en
las comunidades asentadas en la cabecera de la cuenca alta del ro Cachi.
Por efecto de esta intervencin se necrosaron los humedales, se perdieron
muchos manantiales, se resecaron ms las praderas, es decir, aumentaron
los problemas. Este colapso se produce pocos aos despus, tras el xito
primigenio de sus estrategias. En lo inmediato, habr facilitado el control
de la fasciola heptica en la reduccin de la enfermedad, el problema
identificado, sin embargo, y al mismo tiempo, ha creado nuevos problemas,
por tanto, el costo de dicha intrusin fue muy alto.
Pero no solo era CCC, estaban tambin CEDA, VECINOS PERU, las ONGs
que impulsaban acciones de desarrollo rural con efectos negativos sobre el
agua y el medio ambiente sumados a los procesos anteriores. Por ejemplo,
con la forestacin de eucaliptos no slo provoc la reduccin de reas de
cultivo por efectos de alelopata, sino tambin la disminucin del volumen
de aguas superficiales y de los acuferos subterrneos, con la consiguiente
reduccin del nmero de fuentes.
El revestimiento de los canales tradicionales en el afn de mejorar la
eficiencia en el uso del agua e incrementar reas con riego tambin ha
contribuido, an ms, a la prdida del agua como ocurri con el canal de
Witkucucho en zona baja de Quispillaccta; situacin que ha dejado sin
riego un amplio sector como Suqa, Pillahua, Puchquyaku y Sumaqpampa.
Otra intromisin fue la desaparicin de manantes por obras de captacin
a base de concreto, tal como pas con el manante Quniqyacu de Tuco,
cuyas agua pretendieron derivar hacia la localidad de Huertahuasi a travs
de ocho kilmetros de canal revestido, provocando que el manante se
escapara a 40 metros abajo del ojo original.

Por supuesto, aparte estn las acciones destructoras debido a la
violencia poltica, tales como la quema de pajonales y montes relictos
por considerarlos refugio de senderistas o de lugareos; la destruccin de
saywas y markas que son pequeas infraestructuras de piedra construidas
en la cima de los cerros que adems de embellecerlos cumpla la funcin de
interceptar nubes, nieves y granizos, las mismas que seran aprovechadas
por los senderistas para izar banderas. De esta manera se afect el
camino del agua en su integridad perturbando los ciclos hidrolgicos
con la consiguiente degradacin de los ecosistemas. Debemos recordar
que a inicios y fines de la dcada del 80, en toda la regin andina hubo
un periodo largo de sequa. El fenmeno del Nio en el 1982-83 fue el
de mayor magnitud, y el ao 1987-88, el de mayor severidad en todo
Ayacucho.
c) La decadencia de la organicidad comunal para criar agua

Una de las consecuencias de la violencia poltica y cultural fue la ruptura
de la comunidad; interrumpi la trama de relaciones entre las personas, con
la naturaleza y con las deidades, lo cual significa primero y principalmente
un impedimento en el accionar de la comunidad, y como resultado, el
persistente deterioro de la organizacin comunal y la agricultura.
Al iniciar la dcada del 90, la organizacin comunal se hallaba debilitada
en todo sentido, haba sobrevivido slo la parte oficial (Directiva Comunal),
las autoridades tradicionales haban sufrido la prdida de su poder,
quedando totalmente anulados como autoridad propia, o en todo caso,
considerados como autoridad menor. Aun as, en medio de la crisis la
Directiva Comunal multiplicaba sus esfuerzos para resolver los problemas
de las familias hurfanas, aparte de responder por la comunidad, ya que
como zona de emergencia se mantena militarizada, la movilizacin era
limitada por el toque de queda; la vigilancia al puesto militar de Chuschi
segua siendo obligacin de todas las comunidades del distrito.
En el ao 1992, cuando el Gobierno de Fujimori declarara de carcter
obligatorio la militarizacin de las rondas campesinas y debido al rechazo
de las comunidades, aumentaron las tensiones, dando paso a un clima de
desconfianza, hecho que culminar con la desaparicin de las autoridades
ediles del distrito de Chuschi. Es as como en la dcada del 90, la prioridad
segua siendo salvar la vida de uno mismo y luego de la familia, los esfuerzos
eran para lograr la propia supervivencia, as los diversos saberes y prcticas
comunales continuaron deteriorndose, las costumbres comunales y las
fiestas agrcolas quedaban relegadas al olvido.
Pero la desaparicin de las autoridades tradicionales y, con ello, las
festividades y rituales agrcolas, tiene su origen con el proceso de
modernizacin agrcola, a partir de la dcada del 60. En la dcada del 70,
las comunidades campesinas de Chuschi ya haban sufrido la destruccin
de sus medios naturales de vida, el desmantelamiento o destruccin de

las estructuras tradicionales, legitimado con la Ley de Reforma Agraria
de 1969, que aboli a las autoridades tradicionales para reemplazarlas
con otras nuevas; se destaca la condicin vertical y autoritaria del poder,
tergiversando el sentido de los cargos tradicionales.
La Ley de Reforma Agraria aboli al personero y su junta comunal,

y cre dos cuerpos administrativos: un consejo de vigilancia
y un consejo administrativo. Debido a lo establecido por la ley,
los emigrantes regresaron y fueron elegidos para dichos consejos
en 1971. Las restantes estructuras taksa de los barrios y la
organizacin sallqa probablemente experimentarn ms presiones.
Las jerarquas tradicionales se han visto reducidas a la mnima
expresin de los conceptos sociales y ecolgicos
[] Tres criterios servan como base para no servir en dichas
estructuras tradicionales: (1) haber trabajado o vivido en un centro
urbano como Lima o Ayacucho; (2) haber asistido al colegio ms
all del tercer grado; o (3) haber servido en el ejrcito. Las tres
situaciones pueden brindar alfabetizacin en espaol y, por lo
tanto, elegibilidad para un cargo burocrtico. (Billie 2005: 132)
La oficialidad tratando de absorber a las autoridades tradicionales; mientras
que los campesinos intentando proteger su forma de vida, su autonoma
y la propia determinacin, claro, al verse cercados y sin alternativa
violentaron a su propia organicidad, porque han tenido que abolir a sus
autoridades varayuq ante las crecientes presiones. Este reemplazo fue muy
violento, produjo tensiones internas, uno de los eventos de la dcada del
70 es descrito por Billie as:
Las continuas presiones por parte del subprefecto provincial

culminaron en una orden del 26 de julio de 1970, segn la cual
quienes hubiesen sido nombrados como autoridades hatun deban
asumir sus obligaciones o ser encarcelados. Prevaleci la solidaridad
y todo el grupo de nueve personas fue encarcelado durante dos das;
se logr una suerte de compromiso despus de una ria a gritos y
puos. El funcionario burocrtico sostena que dichas autoridades
eran necesarias para conservar la ley y el orden. Los comuneros
afirmaban que esos cargos ya no eran necesarios y costaban
demasiado, y que el prestigio y el respeto antes atribuidos a dichas
autoridades se haban desvanecido casi por completo...
Los comuneros residentes se rehusaron a aceptar las varas
de autoridad. Como transaccin se establecieron guardias
pueblerinos y cuatro jvenes aceptaron esta tarea. Ellos no aceptan
llevar una vara ni tampoco participar en costosas fiestas; ms bien
llevan brazaletes que sealan su estatus como policas del pueblo
bajo el gobernador del distrito y cumplen con su compromiso de
conservar la ley y el orden.

Despus de estos eventos les pregunt a los comuneros cmo se
convertira uno en un respetado seor cesante y las especulaciones
incluyeron el tener que ocupar cargos burocrticos tales como los de
gobernador del distrito, alcalde municipal o juez, todos los cuales
requieren fluidez en el espaol oral y escrito. Tal vez la tan importante
adquisicin de prestigio ser traspasada al sistema burocrtico a
medida que las estructuras tradicionales experimentan ms presin.
(Billie 2005: 131).
De esta manera, el Estado arremeti directamente contra la organicidad
comunitaria, acometi a la autoridad tradicional hasta desaparecerlos y
los suplant con nuevos cuerpos administrativos (Directiva Comunal)
apartados de la agricultura, afectando el funcionamiento de la comunidad
dentro de los umbrales ecolgicos o los lmites de la naturaleza cuando son
desatendidos o violados. Cuando la organizacin comunal se aparta de la
actividad agrcola no solo se apartan o destruyen la base de la naturaleza
y de la gente para la supervivencia, tambin se pierden las ritualidades,
y cuando se pierde un ritual se pierden los aspectos ticos que guan
las actividades. El ritual y la agricultura estn indesligablemente unidos.
La desaparicin de muchas festividades y rituales agrcolas se produce junto
con las autoridades tradicionales, en el mismo proceso de implementacin
oficial de la Reforma Agraria; en la conversin de la comunidad en un
individuo, en donde la educacin y los educadores cumplen un papel
fundamental. La educacin inculca el individualismo y valores citadinos,
legitima el conocimiento tecno-cientfico, invisibiliza el saber local; la
diversidad cultural es considerada obstculo antes que una forma de vida.
As lo hicieron los promotores comunales que impulsaron su desaparicin.
Adems, consideran las fiestas catlicas un derroche de dinero y tala
de montes (yanta tukuy), de ese modo afectaron muchas festividades
agrofestivas que desde la poca colonial adoptaba smbolos de la religin
catlica, como la cruz en la fiesta del Calvario. Ya en la dcada del 70,
la comunidad opta por mantener slo dos festividades importantes: Yarqa
aspiy (fiesta al agua) y Yaykuy (fiesta al pastoreo ligado a la fiesta patronal).
En la dcada del 80, estn reducidas las festividades al igual que el cargo
de la autoridad Varayuq.
1.2. Retorno a lo propio y el acompaamiento comunal

Ciertamente, en un contexto de violencia y de reverencia a la modernizacin
excluyente como lo descrito anteriormente, todo lo vivido intensamente
en la comunidad haciendo los trabajos de investigacin entre 1989 y
1990, nos sentimos estimulados a retornar a la vida en comunidad como
cualquier otra familia noms, o un ncleo ms.
Despus de sustentar nuestras tesis en la universidad, en 1990 decidimos
continuar bebiendo de las sabiduras de nuestra comunidad, retornando a
ella, a Unin Potrero, nuestra localidad de origen. Un retorno a la chacra,

sin ninguna pretensin de agenda o propuesta, y ms bien buscando
contacto humano, trabajo afectivo de la interaccin chacarera. Aquello fue
inmediatamente posible ya que la chacra es dispersa y requiere afluencia
del Ayllu, de la familia extensa. La chacra constituye en s misma una forma
de reanudarse a la vida en comunidad, a partir del cual se va tejiendo o
enfilando las dinmicas de acompaamiento.
En ese tiempo, al iniciar la dcada del 90, la prioridad de las familias que
sufrieron los estragos de la guerra era alimentar a la familia: de comida
no hay perdn, de vestido aunque sea calato en ese momento son frases
que grafican muy bien esta situacin. Nuestro afn fue recproco, puesto
que al igual que las familias tambin buscbamos recuperar la diversidad
de semillas que perdimos durante la violencia armada por haber dejado de
hacer la agricultura. Semilla y reciprocidad era lo mnimo para producir la
chacra.
Nuestro retorno caus sorpresa, puesto que ya habamos obtenido el
ttulo profesional, entonces preguntaban por qu seguamos andando
por all, mientras otros nos consideraban ya como trabajadoras del CCC.
Fue bastante difcil aclarar las razones de nuestro retorno: la satisfaccin
de pertenecer a esta comunidad, no era argumento suficiente. Claro, no
estaban ausentes comentarios que asociaban nuestro retorno al fracaso en
ciudad como profesionales.
Nuestro retorno entonces devino en una interpelacin y en una ampliacin
de las reflexiones sobre las dificultades que pesaban sobre las familias y
la comunidad; esto no fue fcil y rpido. Participbamos en las asambleas
comunales; y as junto con la organizacin comunal no slo reconocemos
mejor la existencia potencial de nuestra agricultura y cultura propia, sino
tambin los obstculos reales que bloquean la produccin permanente de
la comunidad. Es as como se inici el acompaamiento.
Un 27 de febrero de 1991, la Asociacin Bartolom Aripaylla - ABA se
inscribe en los registros pblicos de Ayacucho como asociacin civil sin
fines de lucro, con el objetivo de apoyar activamente la regeneracin de
la diversidad biocultural de las comunidades andinas, priorizndose la
afirmacin de la agricultura y cultura andina.
As comenz nuestra labor pionera de acompaamiento en la recuperacin
y vigorizacin de formas propias de actuar, vivir y entender el mundo,
enfocando la diversidad de la agricultura tradicional, en un contexto
que sta es considerada inviable y retrgrada, se extiende la asombrosa
incapacidad intelectual e insensibilidad estatal con respecto a la diversidad
cultural del Per.
El mismo ao (1991) ABA empez su actividad de recuperacin de la
agrobiodiversidad con familias de cuatro localidades de Quispillaccta
(Tuco, Huertahuasi, Llacctahurn y Huertahuasi), la primera iniciativa
Diversificacin de Germoplasma Agrcola en Quispillaccta, de un ao
de duracin (julio 1991- junio 1992), con el apoyo financiero de terre des

hommes de Alemania, de US $ 10.000 y el apoyo y respaldo de Proyecto
Andino de Tecnologas Campesinas (PRATEC).
La movilizacin del apoyo social en recuperacin de semillas constituye
el mayor logro valorado por los comuneros y, externamente, fue destacada
como novedosa y heroica la actuacin y lideranza de las dos mujeres y
hermanas, que iniciaron este proceso. No tardaron en sumarse y participar
de las dems localidades no apoyadas, lo que dar lugar a la formulacin
y aprobacin de la segunda iniciativa: Crianza de la Biodiversidad en
Quispillaccta, financiada por terre des hommes US $ 26.060 de un ao
de duracin (setiembre 1992 agosto 1993); con el que se respalda y
ampla la iniciativa de las cuatro localidades; y la recuperacin de semillas
abarca la restitucin de la chacra y su entorno, recuperacin de autoridades
tradicionales, festividades y rituales, entre otras, que permiten la crianza
de la biodiversidad con el respaldo y acompaamiento de los criadores y
los conservacionistas de la agrobiodiversidad.
En 1992, la suscripcin del Convenio sobre la Diversidad Biolgica (CBD)
en la Cumbre de la Tierra en Ro 92, es un hecho que contribuy a que se
alcanzara un mayor acuerdo poltico en torno a la finalidad y objetivos del
desarrollo sostenible. Constituyndose un respaldo de importancia mundial
para la valoracin de los saberes tradicionales ligado al mantenimiento de
la biodiversidad, por tanto, el principal instrumento legal para la defensa
de la diversidad cultural.
En 1993, al trmino de la segunda iniciativa se realiza la primera
evaluacin externa, a cargo de Mario Tapia Nez y Hermann J. Tillmann,
donde destacan la importancia del proceso emprendido y los resultados
alcanzados. Hay, por supuesto, enormes satisfacciones en la comunidad
por la valoracin positiva de los evaluadores, que dio lugar a una mayor
adhesin e involucramiento de las autoridades comunales; en 1994 se
establece la evaluacin comunal como actividad central de la Directiva
Comunal para evaluar los avances; en 1996 se formula a nivel comunal el
Plan de Desarrollo Comunal.
Con los logros alcanzados se plantea la tercera iniciativa Crianza de la
Biodiversidad Andina en Quispillaccta, financiado por terre des hommes,
US $106,305; de tres aos de duracin (setiembre 1993 agosto 1996).
La experiencia refleja un firme compromiso comunal con las actividades
de recuperacin de la biodiversidad, la chacra y su entorno; saberes y
medicina; actividades desarrolladas principalmente en la chacra mediante
el acompaamiento mutuo con autoridades comunales. Desde esta etapa
se emprende un proceso comunal de recuperacin y vigorizacin de la
cultura y agricultura tradicional en toda la comunidad, en ese entonces
conformado por 12 localidades.
La cuarta iniciativa de Crianza de la Biodiversidad Andina en Quispillaccta
(setiembre 96 - agosto 99), abarca a la totalidad de la crianza de la
chacra y del paisaje, as mismo, se hacen ms intensas las actividades

de crianza de semillas, suelos, aguas y pastos. Precisamente, en este
periodo la crianza de agua es una actividad intensa dentro del enjambre
de actividades desarrolladas desde 1991. Dentro de la crianza de agua,
la siembra y cosecha de agua de lluvia se constituye como una actividad
prioritaria a raz de los primeros resultados en la localidad de Tuco, con
la laguna de Apacheta iniciado en el ao 1994. Asimismo a partir de la
chacra se ir tejiendo toda una dinmica de acompaamiento mutuo en
toda la comunidad de Quispillaccta, para desde all, juntos extender la
reciprocidad hacia las dems comunidades adyacentes.
En efecto, a partir del ao 1996 la Crianza de la Biodiversidad Andina
trasciende Quispillaccta, con la adhesin de cuatro localidades y/o
comunidades vecinas de tres distritos (Pallcca y Waracco de Chuschi,
Chuymay de Totos y Tomanga de Sarhua), se intensifica la recuperacin
de la biodiversidad en las 12 localidades de Quispillaccta, comunidad que
lidera el proceso y asume el compromiso de compartir sus experiencias
y aprendizajes, con apoyo decisivo de terre des hommes - Alemania en
cuanto a recursos financieros y en articular redes de iniciativas comunes
en el pas y regin, en los aprendizajes mutuos, asumida por la Plataforma
de Per.
Fue terre des hommes Alemania quien nos lleva a tomar contacto con
Agro Accin Alemana (hoy Welthungerhilfe). En 1996 conocemos a Robert
Grassman en las oficinas de Bonn en Alemania, quien por ese entonces
era representante para Amrica Latina. Desde 1998 trabajamos con Agro
Accin Alemana de modo ms intenso la recuperacin y vigorizacin de la
cultura y agricultura tradicional, enfocado hacia la seguridad alimentaria.

CAPTULO II
CAMINO A LA CRIANZA
DE LAS AGUAS Y
REGENERACIN

Ritual de paraqipiy en Saksawana - Huerta-
huasi

II. CAMINO A LA CRIANZA DE LAS AGUAS Y REGENERACION
El proceso de la crianza andina del agua se patentiza cuando miramos
el camino transcurrido desde el punto de vista del proceso totalizante de
la experiencia; de modo que continuaremos presentando las actividades
generales de recuperacin y vigorizacin de la cultura y agricultura
tradicional. En ese contexto se ubican los 16 aos de acompaamiento
con Agro Accin Alemana (marzo 1998 a enero 2014),y los distintos
componentes de las acciones realizadas.
2.1. Los Caminos que nos condujeron a criar aguas
a) Criando biodiversidad: conservando biodiversidad y agua

Con la periodizacin que empezamos en la seccin anterior, sobre los
primeros cinco aos de trabajo de ABA (junio 1991- agosto 1996) y los
comienzos de la siguiente fase (setiembre 1996-diclembre 2001) ya estn
sealadas, las cuatro iniciativas que se desarrollan y el contexto general sin
embargo, merecen ser desatacados aspectos concretos que tienen especial
importancia para la crianza de agua y algunas consideraciones adicionales.
Nuestras acciones se centraron en Quispillaccta, teniendo como prioridad
la recuperacin de la diversidad y variabilidad de semillas devastadas por
la violencia poltica y proyectos tipo revolucin verde. Se pusieron en
prctica muchas de las formas campesinas para garantizar el sustento
alimentario de las familias, en circunstancias siempre cambiantes del
clima, en medio de las dificultades y complicaciones que caracterizaron
la primera dcada del 90. Hay que recordar que en este primer rgimen
Fujimorista se produce la promulgacin de la Constitucin de 1993,
adversa a las comunidades que piden continuamente su reconocimiento y
respeto a su cultura.
En este contexto todos los esfuerzos de ABA estn dirigidos a las familias
que buscan asegurar su comida, y obtener alimentos fue uno de los factores
determinantes para la ejecucin de diversas actividades en las familias
para fortalecer la ayuda mutua, la afluencia del Ayllu:
Lo primero de lo primero es el estmago, lo que manda, qu vamos

hacer o qu no vamos hacer. [La disponibilidad de alimentos]
depende de cada Ayllu, de cada familia, y sabemos que este ao
no hemos cosechado bien, tenemos pisi pisi noms para comer
(lo mnimo y solo lo necesario). Muchos estamos preocupados ms
por el estmago, incluso algunos saldremos en busca de trabajo,
claro otros tenemos... (Informe interno N 5, Asamblea de Ayllus
del 08.10.97).

Efectivamente, nuestros esfuerzos iniciales eran para la sobrevivencia
de la familia, pero tambin lo eran para la sobrevivencia del agua, mejor
dicho, para la resurreccin del agua como persona. La conservacin de
la biodiversidad es clave para la conservacin del agua en los sistemas
agrarios dependientes de lluvia, en donde destacan: a) recuperacin de la
agricultura biodiversa, la diversidad de cultivos y los cultivos mixtos que
conservan la humedad; b) recuperacin de la fertilizacin orgnica del
suelo; e) recuperacin de la diversidad de cultivos y sus saberes de crianza
para condiciones de secano.
No slo hay cultivos y variedades con menores requerimientos hdricos, sino
que adems a medida que escasea el agua, los cultivos menos exigentes
en agua se convierten en un imperativo para la seguridad hdrica.
La agricultura de la diversidad es fundamental para incrementar la
capacidad de retencin de agua de los suelos, asimismo para la seguridad
alimentaria y para la seguridad hdrica. De esta manera se trata de conservar
el agua en la agricultura, conservando a su vez, la biodiversidad.
Pero biodiversidad no se refiere slo a la diversidad de los ecosistemas o
zonas de vida, especies de flora y launa, y genes, sino a la diversidad de
comunidades que viven en crianza mutua. La crianza de la biodiversidad
implica la crianza colectiva del Pacha local que incluye el territorio, el
agua, la biodiversidad, la naturaleza y las deidades.
En ese sentido, las actividades de las diferentes etapas de las iniciativas de
Crianza de la Biodiversidad Andina abarcan la valoracin de las culturas
nativas y su agricultura como modo de vida, el rescate de la tecnologa
tradicional, la vigorizacin de la cosmovisin de las poblaciones indgenas,
as como los conocimientos del medio ambiente, sabiduras y rituales que
han permitido producir alimentos hasta en las condiciones ms extremas
en cuanto a la variabilidad del clima y suelos y violencia poltica.
Desde la segunda iniciativa (setiembre1992-agosto1993) se tiene a
la crianza del agua entre las actividades centrales de crianza de la
biodiversidad y, desde entonces, la resurreccin del agua como persona
va cobrando fuerza hasta emerger como el eje principal de nuestro trabajo
durante estos aos. Las actividades de crianza del agua comprenden
prcticas y saberes de uso y conservacin del agua en todas sus formas;
el agua de lluvia es la primera fuente de aprovisionamiento en la chacra.
Otra actividad Implicada en la crianza del agua fue el registro de diversas
sabiduras de crianza y prcticas agrcolas, rituales y seas, saberes de
crianza del agua alrededor de la fiesta del agua Yarqa Aspiy. Fruto de estos
trabajos se publica Chacra Kancha Sunqulla. La cultura agrocntrica en
el ayllu Quispillaccta, en 1998 con el PRATEC.
Una conclusin vlida para esta etapa es la siguiente: si la agricultura
ha sido desarrollada bsicamente a secano, con lluvias estacionales, y
stas nunca han sido estables ni suficientes, sin embargo siempre tuvimos

cosecha porque desde siempre hemos sabido hacer agricultura con el
mayor ahorro de agua, hemos sabido conservar agua en la naturaleza.
b) Intensificando las acciones de recuperacin de la chacra y del paisaje

El mes de marzo de 1998 es el punto inicial de nuestro caminar con
Agro Accin Alemana. Son 16 aos de acompaamiento con Agro Accin
Alemana (1998 a 2014), tres etapas de ABA segn la periodizacin
que mencionamos anteriormente. De modo que vamos a cambiar en
parte nuestra mirada general cronolgica a las particularidades de las ya
significativas experiencias en la que la crianza del agua, en particular
la siembra y cosecha de agua de lluvia, comienzan a emerger con fuerza
dentro de la densa experiencia de reactivacin de la agricultura campesina
andina.
Sin temor a equivocarnos, a partir de 1998, el acompaamiento de Agro
Accin Alemana ha sido nuestro soporte de fondo para emprender acciones
de mayor dimensin (con metas de mayores magnitudes), y ampliar el apoyo
mutuo a un nivel nter-comunal. Estas actividades abarcan la construccin
y mantenimiento de infraestructuras de proteccin y conservacin de suelos
de ladera, construccin y mantenimiento de infraestructuras de riego,
mejoramiento y construccin de viviendas, cuya realizacin se inscribe en
el marco de proyectos de afirmacin cultural andina que impulsamos desde
1991 con terre des hommes, hasta el presente.
Lo anterior nos permite subrayar la naturaleza incremental de la experiencia
ABA, que consiste en que los fondos externos se incrementan a la accin
que se viene ejecutando, conservando la identidad de cada proyecto.
Esta modalidad organizativa comienza en 1998, con el aporte y el
acompaamiento de Agro Accin Alemana.
Enfatizando el carcter totalizante del proceso, uniendo esfuerzos, se
conseguir articular comunidades en objetivos compartidos y acrecentar
las actividades que las familias ya vienen ejecutando. Sumado a ello, la
recuperacin y vigorizacin de costumbres, saberes, rituales y procedimientos
agrcolas, como prcticas que favorecen la articulacin de las familias y
sus actividades particulares en un proceso que gradualmente consiga la
vigorizacin de la agricultura y cultura andina.
De esta manera, el acompaamiento de ABA fue configurndose a lo largo de
su vida institucional como un camino slido de mltiples sintonas, aadiendo
insumos, sabiduras, experiencias, reflexiones, modalidades, pensamientos y
sentimientos, que facilitan la vinculacin y regeneracin de las relaciones de
unos con los otros hacia la regeneracin de la comunidad toda.
El acompaamiento con Agro Accin Alemana, desde marzo 1998 a
enero 2014, en los 16 aos de continuo acompaamiento, se ejecutaron
en total 11 iniciativas de distintas duraciones, con nfasis en distintos
componentes.

En este punto es preciso subrayar que todas estas iniciativas se direccionan
hacia la seguridad alimentaria, intensificando las actividades de recuperacin
y vigorizacin de la cultura y agricultura tradicional desde diversos aspectos,
y tienen como actividad central la crianza del agua. Asimismo, en todas
las actividades institucionales hay interdependencia entre los proyectos
y actores implicados, complementan avances y logros, haciendo uso de
habilidades organizativas y sabiduras tradicionales rescatadas que vigorizan
la cosmovisin andina. Pero sera imposible abarcar todas las iniciativas,
menos an, toda la experiencia de ABA. Los detalles de los proyectos
implementados se presentan en los cuadros 1 y 2.
En ese sentido, creemos conveniente presentar algunos aspectos de las
iniciativas que cobraron relevancia y que han consolidado el camino de la
crianza andina del agua.
Entre rnarzo 1998 - diciembre 1999 se ejecutan dos primeras iniciativas
Reactivacin de la Agricultura de ladera en Quispillaccta, por un monto
total de US $ 54,940 con actividades de conservacin de suelos en tres
localidades y sectores especficos donde venamos ya trabajando. En uno
de estos sectores de Unin Potrero, se busca la recuperacin de suelos
afectados por la construccin del canal principal del PERC4.
La segunda iniciativa versa sobre el mismo aspecto de suelos de ladera, en
tal sentido se trabaja con las familias en seis barrios de las comunidades
campesinas de Quispillaccta y Chuymay. Ambas iniciativas han estado
dirigidas a potenciar la capacidad productiva delas chacras con actividades
de recuperacin y conservacin de suelos y aguas.
Entre enero 2000 - diciembre 2001 se ejecuta la tercera Iniciativa
Reactivacin de la Agricultura Campesina Andina, por un monto total
de US $216,670 en once barrios y/o comunidades. Su objetivo: que
las familias campesinas organizadas mejoran la capacidad productiva
de la chacra, su entorno Inmediato y el paisaje comunal, sostenida en
la crianza diversificada, orientndose al restablecimiento de territorios
interdependientes.
En este perodo el registro de diversas sabiduras de crianza del agua,
prcticas agrcolas, rituales y sea, es otra actividad muy intensa que dio
lugar al segundo libro:Kawsay, kawsaymama: La regeneracin de semillas
en los Andes centrales del Per, el caso de la comunidad quechua de
Quispillaccta, publicado en 2001 por Welthungerhilfe.
En el 2001 hay cambios importantes con el gobierno de transicin de
Valentn Paniagua, que adopt medidas singulares, aunque luego no hemos
contado con favor oficial. Tambin para ABA empieza una nueva etapa, pues
desde el mes de setiembre de 2001 se coordinan acciones directamente
con instituciones estatales, entre ellos PRONAMACHCS y PRONAA, en el
4 Se debe recordar que en las localidades del mbito del PERC se interrumpieron los ca-
nales de tierra y con los desmontes se arrasaron las chacras, adems de ocupar 392.88
hectreas de tierra comunal con la represa de Cuchoquesera.

marco del proyecto Desarrollo Sustentable de Microcuencas Altoandinas,
PER 6240. Esto ser fruto de acciones de incidencia y coordinacin del
Director de Agro Accin Alemana Harmut Paulsen con el Oficial de Programa
lng. Ramn Cisneros, del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Hasta entonces habamos tenido tensas relaciones con los programas
sociales del gobierno de Fujimori, por la imposicin de planes y polticas
de intervencin que no respetaban los ritmos de vida de los comuneros ni
la institucionalidad local. Es el caso de PRONAMACHS con comuneros de
Tuco que eran obligados a acatar un convenio firmado con la Municipalidad
del distrito de Chuschi; al no lograrlo, optan por retirarse por falta de
respuesta comunal. (Informe Reactivacin, 1999).
Entre enero 2002 - diciembre 2005 se ejecuta la segunda fase de
Reactivacin de la Agricultura Campesina Andina Fase II, por un
monto de US $ 338,934 en 20 sitios objetivo de los distritos de Chuschi,
Totos y Sarhua.
Su objetivo fue incrementar y diversificar la produccin de alimentos a fin
de garantizar la seguridad alimentaria sostenible y niveles de vida de las
familias campesinas. Puesto que el problema central identificado ha sido la
insuficiente produccin de alimentos, que tiene su origen en la degradacin
de los suelos agrcolas, degradacin de las reas de pastoreo incluido
montes, degradacin gradual de laderas que se convierten en semiridas
e improductivas en poca seca, prdida y poco uso de la diversidad de
cultivos y crianzas principalmente de animales menores, debilitamiento
de la organicidad comunal e intercomunal y en la prdida de sabiduras
sobre la crianza integral de chacra, kancha (rea de pastoreo) y paisaje.
Para el logro de estos diferentes resultados se realizan seis grandes lneas
de accin:
Rehabilitacin y conservacin de suelos de ladera Mejoramiento de
pastos y reas de pastoreo Mejoramiento de la disponibilidad de agua.
Recuperacin y conservacin de la diversidad de cultivos y animales.
Recuperacin y fortalecimiento de estructuras bsicas comunales.
Recuperacin y difusin de las sabiduras campesinas y experiencias
acumuladas.
El mejoramiento de la disponibilidad de agua involucra tres grandes
actividades: a) Proteccin y rehabilitacin de manantiales, b) Instalacin
de sistemas de micro riego por aspersin; y c) Construccin de represas
para cosecha de agua.
En junio 2004 se realiza la evaluacin externa del proyecto Reactivacin
de la Agricultura Campesina Andina, Fase II, a cargo de Willi Ege. Con
respecto a las actividades dirigidas al agua, seala:
L
as actividades del proyecto tendientes a la proteccin y
rehabilitacin de manantiales vienen aportando significativamente al

incremento del caudal de agua de los mismos, y con eso a la mayor
disponibilidad de agua para el consumo animal y de las familias. En
el marco de la evaluacin se ha podido observar una masificacin de
la plantacin de putaca (rumex peruvianus) cerca de los puquiales,
que sirve para incrementar el volumen de agua. Durante la campaa
agrcola 2003-2004, la mayor disponibilidad de agua ha facilitado la
mitigacin de la sequa.
Muchos puquiales de lo zona, a pesar de sus caudales mnimos, se
han transformado en fuente de captacin para riego por aspersin. En
consecuencia, se ha generado en las familias una valoracin de los
puquiales (manifestado en la vigorizacin de los rituales para la con-
servacin de puquiales), y alta conciencia de la poblacin para man-
tener los mismos. Adems, se ha superado el concepto de puquiales
como hospedero de Fasciola Heptica y demonios (aunque todava
permanece mucho escepticismo en familias evanglicas).
Muchas veces las Autoridades comunales no dan la debida impor-
tancia en conservar y mantener los puquiales, de modo que frecuen-
temente las puquiales de uso comunal son poco conservados. Ade-
ms, existe todava mucho descuido de los plantas de putaca (dao
para animales y personas) en reas fuera de los cercos de proteccin.
Al respecto, se recomienda reorientar la labor de las Autoridades en
la conservacin y mantenimiento de puquiales, y en el cuidado de las
plantas de putaca, mediante la realizacin de eventos para reflexin y
creacin de conciencia.
Lo construccin de represas para la cosecha y el almacenamiento de
aguas de lluvia viene aportando significativamente al incremento de
la disponibilidad de agua en praderas comunales. La existencia de las
represas significa una mayor disponibilidad de abrevaderos para los
animales, que ya no deben recorrer largos caminos en busca de agua.
Como efecto secundario se tiene un incremento de bofedales, apa-
ricin de nuevos ojos de agua, y una amplia iniciativa de crianza de
truchas para autoconsumo y venta. Estos efectos directos e indirectos
estn generando un mayor inters comunal por el mantenimiento de
las represas / lagunas.
Entre 2004 y 2006 se desarrollan tres fases del Proyecto Mejoramiento
del Sistema Habitacional Campesino (2004 - 2006), ste ltimo
cofinanciado entre Welthungerhilfe y el Ministerio Alemn de Cooperacin
Alemana-BMZ, con la construccin y reconstruccin de viviendas dispersas
que permitan vivir en sintona y empatado con la diversidad del territorio
comunal, por lo que las llamarn Yachapas wasy (viviendas que dan ganas
de vivir).
Estas iniciativas insisten sobre la necesidad de articular lugares y sus
diversos habitantes, restablecer el entramado social local, recuperar
la habitabilidad de los lugares necesarios para la rehabilitacin plena
(saludable y productiva) de las familias y comunidades desplazadas por

la violencia poltica. Es imposible, en otras palabras, dejar de asociar la
recuperacin de la agricultura con la construccin de las viviendas, y estas
con la crianza de agua, como tambin es imposible hacer viviendas sin
criar aguas o sin aguas hacer viviendas.
Estas experiencias de Yachapas wasy se respaldaron en las recomendaciones
del informe de la Comisin de la Verdad y Reconciliacin (CVR), que
permitieron la regeneracin de las relaciones entre personas; entre personas
y lugares; y entre personas, lugares y deidades, permitiendo la verdadera
reconciliacin de las familias y comunidades desplazadas.
Aqu es importante sealar que durante el gobierno de Alejandro Toledo
(2001-2006), las recomendaciones de la CVR producen tensiones y en
medio de la crisis emerge la figura de las ONGs como problema, o como
las culpables de muchos males sociales, antes que como un factor de
desarrollo humano. La CVR naci en junio 2001, fruto de una iniciativa del
Gobierno de Paniagua, pero en el resto de la dcada fue perdiendo crdito
y ganando ms bien hostilidad por parte del aparato del Estado.
A partir del ao 2007 se ejecutan dos programas cofinanciados e
implementados con actores miembros de ALDEHUS, y con socios de
Bolivia. El programa Desarrollo Rural Andino - RURANDES (marzo 2007-
febrero 2011) y el Programa Agricultura sostenible como alternativa para
mitigar los efectos del cambio climtico en regiones de alta vulnerabilidad
de Bolivia y Per, ECOCLIMA (junio 2011- enero 2014), por un monto
de 328,128 Euros, cofinanciado entre Welthungerhilfe y BMZ, con lDMA
en Per, y con socios de Bolivia (CERDET, ASOCIO, MINGA, AGRECOL).
Ambos programas tienen como actividad la siembra y cosecha de agua de
lluvia.
Una caracterstica destacable es la participacin de instituciones con sus
diversas experiencias, entre ellas, la experiencia ABA que ha impulsado
vigorosamente muchos aspectos poco profundizados como es el tema del
mercado y la agricultura sostenible, lo que hace resaltar nuestra organizacin
como una ONG especial y novedosa en sus formas de hacer y actuar con
los llamados beneficiarios. Es destacable el compartir y el aprendizaje
mutuo entre las organizaciones a nivel nacional, regional y local. Estas van
desde recursos en actividades comunes como publicaciones, intercambio
de experiencias, formas de acompaamiento, promocin de la diversidad
agrcola, reflexiones sobre conceptos que tienen que ver con la crianza y la
vigorizacin de la cosmovisin andina.
En cuanto al contexto nacional, este perodo (2006 a 2013) representa un
crecimiento econmico sostenido, pero tambin tensiones y decepciones
para las mayoras, en particular para los indgenas, pues, en el Per actual
de sorprendente crecimiento econmico persisten graves desigualdades
horizontales entre las poblaciones indgenas y las de ascendencia europea,
subraya el Informe sobre Desarrollo Humano 2013 del PNUD.

As es importante sealar la forma como en el gobierno de Alan Garca
(2006 - 2011) asocian la pobreza con la diversidad cultural de modo muy
siniestro, que est bastante claro en El sndrome del perro del hortelano
en donde la gente pobre es un obstculo para el desarrollo, y declarar
una guerra fra real contra los pueblos indgenas del Per en defensa
de la destructiva modernizacin y a nombre del desarrollo. As tambin
las ONGs ambientalistas son identificadas como enemigos internos, en
razn de la presencia de mega empresas extractivas como la minera y las
petroleras.
El factor novedoso en relacin al proceso de crianza es la emergencia
del agua como persona llegando a convertirse en la fuerza generadora de
relaciones entre las personas, con la naturaleza y con las deidades. Crianza
es el concepto clave en esta emergencia del agua.
En este contexto, para las familias de Quispillaccta, parece estar claro que
ellos estn embarcados en un proceso slido hacia la regeneracin de la
vida de las personas y del paisaje, cuyo eje ms novedoso es precisamente
la crianza del agua y, la dimensin viva del agua, su relacin con todo
lo que hay en la chacra y en el paisaje, que dan vida, dan confianza y
esperanza. Por eso, Marcelo Casavilca Galindo de Tuco, dice:
Hace 40 aos tenamos esta calidad de pasto que nos cost mucho
recuperarlos y gracias a la ayuda de ABA, sin ellos de seguro que
ni yo estara aqu, era dramtico cuando todos los cerros se pelaron
porque cada familia tenamos muchos ganados entre caballos,
ovejas y vacas. Empezamos a recuperar con ABA, y lo primero que
hicimos es organizarnos por ayllus y recuperar la pradera en faena
comunal, extrayendo el murmu (garbancillo), a cambio ABA nos
proporcionaba picos.
[...] Ahora la gente se dio cuenta de su chanin (rentabilidad),
chanichaniyuq kasqanta [de su alta rentabilidad] y ya no cran
por criar, pero siempre estn viendo la conservacin del agua,
aprovechar la lluvia y canalizar hacia sus chacras para que ste
infiltre ms, para que pueda durar durante el ao. (Testimonio,
diciembre 2013)
Efectivamente, podemos decir que somos pioneros, criadores del agua,
ABA y Quispillaccta, juntos, equivocndonos, bifurcando el camino, un
camino de mltiples sintonas. Por eso es muy importante tener en cuenta
que nuestras equivocaciones o bifurcaciones pueden bajar la intensidad
de la crianza si es que no sintonizamos de manera permanente.
c) Chaqu de murmu apur sembrar agua de lluvia en la pradera comunal.

Lo anterior nos remite a recordar la historia del chaqu de murmu en Tuco,
que aparece como una piedra fundacional sobre la que emerge la siembra

y cosecha de agua de lluvia. Esta experiencia se desarrolla de 1993 a
1996.
Tuco se ubica por encima de los 4000 msnm, es una de las localidades
en la que existan mayores reas de humedales y ecosistemas acuticos,
donde la intervencin de proyectos de desarrollo (por ejemplo CCCUNSCH)
produjo impactos profundos.
Los humedales fueron perdiendo su funcin de ser colchones de agua,
se necrosaron tras el xito de las estrategias de control integral de la
fasciola con la consiguiente prdida de los manantiales, lo que a su vez
fue agravndose por factores adicionales. Primero, con el incremento
del nmero de animales hay mayor presin sobre los pastos naturales
y destruccin de puntos de agua: destruccin de la orla vegetativa y
compactacin. Segundo, con la mayor frecuencia y severidad de sequas
y calor creciente, se secaron los principales manantes, hay disminucin
gradual de los nevados y capas de hielo que cubran los picos elevados
como Wayunka y Paqcha, en Chuschi y Quispillaccta, respectivamente,
con ellos se perdieron las seas que indicaban la situacin climtica.
Finalmente, el problema que las familias de Tuco enfrentaban era la
resequedad generalizada de la pradera comunal, cuya mayor expresin
fue la prdida de la cubierta vegetal de los cerros y aparicin de cactceas
y especies txicas como el garbancillo, y otras plantas xerofticas.
Garbancillo (Astragalus sp.) o murmu en quechua, es una planta con
alto contenido de selenio, muy perjudicial para la salud animal, aunque
tambin las cactceas daan a los animales. Frente a la escasez crtica de
pastos los animales se vern forzados a consumir las plantas de murmu
que abundan en la pradera comunal, y se vuelven adictos hasta intoxicarse,
luego enflaquecen y mueren, pero tampoco se pueden sacrificar para el
consumo debido al elevado contenido de selenio, la carne es txica.
La solucin urgente planteada por las familias de Tuco fue el chaqu de
murmu, que consisti en la extraccin de estas plantas por la comunidad
organizada en brigadas de adultos, nios, ancianos, tanto mujeres y
varones, mientras que ABA facilita pequeos picos para cada uno. Primero,
el chaqu fue en reas cercanas a las casas y luego en toda la pradera, por
cuyos resultados inmediatos en la disminucin de muerte de animales, se
sumaron los dems barrios como Huertahuasi, Pirhuamarca, Puncupata,
Catalinayocc y Cuchoquesera.
El chaqu de murmu form parte de un conjunto de acciones de recuperacin
comunal de las praderas tales como: cercado de reas, mejoramiento
y siembra de pastos y forrajes en cercos construidos, resiembra de
pastos naturales, pastoreo regulado, poda o raleo en pequeos montes
comunales, ampliacin de bofedales, puquio laqay (limpieza y proteccin
de manantiales), qucha chapay (atajado de agua en lagunas), entre otras
prcticas, adems de la reduccin del nmero de ganados por familia,
planteada a nivel de Quispillaccta, sobre todo caballos, chanchos y cabras,

en algunas localidades prohibieron totalmente su crianza, por ejemplo en
Unin Potrero la crianza de chanchos y cabras qued totalmente prohibido
bajo pena de multa, a razn de que son los animales ms depredadores
de la pradera.
Los resultados del chaqu de murmu a largo plazo no sern satisfactorios,
en la medida que se desestim el alto poder germinativo de las semillas de
murmu, adems de dbiles medidas de proteccin de las reas tratadas,
ya que aparecieron nuevas plantitas de murmu, adems de la presencia
de ratones como otra plaga devastando los escasos pastos y arbustos que
an quedaban.
Por ello, autoridades y familias de Tuco se proponen una conversacin ritual
suspendiendo la extraccin del murmu que para ese entonces ya habamos
desanimado, se vean sin aire amarillando. Esta conversacin ritual se
realizar con el Avyu (despacho) del murmu y de ratones, para quienes
la comunidad ofrece una fiesta, les viste con ropa nueva, les brinda
abundante comida y golosinas de su agrado, luego, con msica y bailes,
les despide hacia otros pueblos. Esto es, porque ambos (murmu y ratones)
visitantes (as se les considera) generaron desarmonas. Segn las palabras
de Fermn Pacotaype: Dentro de nuestro pueblo habr aparecido por algo,
segn nuestros abuelos decan: maana ms tarde va a aparecer hucha
ukucha, o sea de castigo, por ahi habr aparecido demasiado. (ABA,
2001).
Este ritual de Avyu se realiz guiado por los Yachaq (sabios), estando de
Presidente de la Junta de Administracin de Tuco, Tefilo Conde Nez
en el ao 1995.
De este modo, el chaqu de murmu devendr en una reflexin sobre dos
aspectos: a) la concepcin extractivista de la naturaleza, b) la forma de
volver al respeto. Las respuestas recibidas sealaban que la resolucin
de problemas deba realizarse ritualmente. Lo que a su vez ser reforzado
con los resultados de la evaluacin comunal de los trabajos de los Ayllus
y Barrios, en junio de 1996, con autoridades de la Directiva Comunal de
Quispillaccta:
Durante la evaluacin realizada, en un primer momento hemos

detectado que estas extracciones requieren mayores trabajos para
disminuir las altas poblaciones de garbancillo que rebrotan cada
ao por el tipo de semilla que estas plantas poseen (la semilla
permanece latente y viable durante 30 aos). El chaqu o extraccin
selectiva del waraqu es otra actividad dentro del saneamiento
de la pradera deteriorado. El waroqu (Opuntia flocuosa) es una
cactcea que aparece en las praderas deterioradas daando a los
animales (entre borregos y corderillos). En este ao agrcola se ha
trabajado en 150.55 hectreas, o travs de faenas comunales con
la participacin de varones, mujeres y nios.

Esta actividad surgida por la iniciativa de los comuneros del
barrio de Tuco, est dando buenos resultados en el cuidado y
mantenimiento de lagunas naturales. El trabajo consiste en la
construccin de diques en la garganta de las lagunas y depresiones
naturales, y mantenimiento de las mismas para evitar la prdida
del agua represada.
Se ha constatado que el volumen almacenado durante los meses
de lluvia se mantiene casi invariable hasta la siguiente temporada
de lluvias, cubriendo las necesidades de los animales en pocas
de escasez del agua, asimismo van surgiendo nuevos ojos de agua
en las partes circundantes de la laguna. (Informe narrativo, agosto
1996) (Informe semestral VB 93/196/08, IIS 95-96).
Es como, qucha chapay, una de las prcticas de crianza de agua que los
comuneros modernos consideraban inservibles, se constituye prioridad y
una actividad comunal en todo Quispillaccta. Podemos decir ahora que el
chaqu de murmu nos apur a sembrar el agua de la lluvia, mejor dicho, a
criar todas las aguas.
2.2. La Crianza del agua y los criadores
2.2.1. Por qu hablamos de crianza de agua

Es importante aclarar que aqu utilizamos el trmino crianza de agua no
como una metfora, menos tratamos de sustituir los habituales conceptos
tales como manejo de agua o gestin de agua. Si hablamos de crianza
de agua, es porque al agua se concibe como ser vivo y persona, con su
propia cultura. Por tanto, nuestra definicin del agua como persona est
expresada desde la cosmovisin propia de los pobladores de esta regin.
La crianza tiene que ver pues con un ser vivo o una persona, y una persona
cuando es tierno es alguien que es criado o criada por alguien que se llama
madre.
El concepto cultura es utilizado aqu en su acepcin ms simple: conjunto
de modos de vida y costumbres de un pueblo. Pero estas costumbres, en
el hablar de muchos pueblos quechuas como Quispillaccta, son tambin
costumbres de la naturaleza y de las deidades, lo cual tiene que ver
fundamentalmente con la visin viva del mundo que poseen sus habitantes,
es decir con su cosmovisin. Mientras cosmovisin tiene ver con las formas
de ver, sentir y percibir el mundo, que se manifiesta en las formas en que
los pueblos actan y se expresan cotidianamente en todos los campos de
la vida. Pueblo es siempre definido en trminos de lugar pero incluye no
slo a la comunidad humana, sino a la totalidad del entorno vivenciado en
trminos de seres vivos congregados igualmente en comunidades.

a) Cosmovisin andina del mundo
En la cosmovisin andina, el mundo o Pacha en quechua es un mundo vivo
poblado por seres vivos (humanos, deidades, naturaleza), que comparten
los mismos atributos de un ser humano. Plantas, suelos, rocas, aguas, ros,
lagunas, puquios, lluvias, nubes, astros, y todo cuanto existe en el mundo;
cada cual, es investido de persona con ojos, boca, odos, manos, pies; y lo
ms importante es que todos conversan y se comunican. As por ejemplo, es
normal otorgar al agua cultura propia, plena de sabidura, asequible a todos a
travs de la conversa y escucha mutua.
Hombre es Naturaleza misma. Colocndose bajo su tutela, el hombre
convive y existe en la Naturaleza o Sallqa, en intercambio mutuo con los
dems y como parte de ella. Lo propio aqu es ser hijo del cosmos. De
esta manera, el hombre pone un gran peso a la dependencia, asigna alto
valor al amparo mutuo, la simbiosis asume una gran importancia como
forma de vida para la madre tierra, es decir la regeneracin de la vida toda.
La manera respetuosa de entablar la relacin con la Sallqa es a travs de
un nexo personal encarnado por la relacin madre-hijo. Ejemplos de este
sentimiento clido y filial son las expresiones quechuas como:
Pachamama (madre cosmos), Allpamama (madre tierra), Kawsaymama
(madre semilla), Yakumama (madre agua).
Como hemos dicho: lo propio aqu es ser hijo del cosmos. Este hecho
de que el hombre pone un gran peso a la dependencia, asigna alto valor
al amparo mutuo, y la simbiosis asume una importancia superlativa como
forma de vida para la madre tierra, es decir para la regeneracin de la vida
toda.
Esta cosmovisin, es pues sustento de profundas relaciones de crianza,
entre hombres, con la naturaleza y con las deidades. Est a la base de
la agricultura, de las prcticas productivas, de las formas de habitar,
asimismo de las alianzas y conciliaciones entre las comunidades. La mayor
expresin de la cosmovisin andina corresponde a la crianza del agua, la
que posibilita la vida chacarera de estas familias y comunidades.
b) Cosmovisin andina del agua: lluvia, granizo, helada y nieve

En la cosmovisin andina, todos los miembros del ayllu son chacareros
y como tales participan en la crianza de la chacra y la biodiversidad, y
stas, a su vez, conforman el ayllu, todos son imprescindibles en la crianza
ritual de las semillas, suelos, aguas; dejndose criar y criando. La crianza
es recproca. Tanto los miembros de la comunidad humana, naturaleza y
deidades participan en las distintas crianzas.
Los llamados elementos meteorolgicos tambin son seres vivos (kawsaqmi)
y personas (runa). La lluvia, la nieve, el granizo y la helada, son apreciadas
personas muy especiales con sus propias cualidades, requerimientos,

comportamientos, cuya presencia ocurre en determinados ciclos climticos
del ao agrcola. Ellos tambin son chacareros.
La ocurrencia mayor de heladas, lluvias, sequas, granizadas, hacen que
el ao agrcola sea ao heladizo, ao de lluvia, ao de sequa, ao de
granizada, respectivamente.
A continuacin, pasaremos a puntualizar algunas caractersticas cualitativas
de cada una de ellas, de las personas granizo, helada y lluvia.
c) Lluvia caminante, la ms esperada

La lluvia o Para en quechua es apreciada como la primera persona
chacarera. La lluvia vive en la Yunka (Selva) o, en la Montaa que es
como llaman tambin a la Selva los campesinos de este lugar. Se sabe
decir que Yunka es el pueblo de Para o, el ojo del agua. De all provienen
los elementos ofrecidos en los rituales al agua como son wayruru, qasi,
chonta, que son infaltables en los atados rituales.
Como la lluvia es un poblador montas, su presencia en estas tierras es
temporal y variable dentro de un ao agrcola. Por tanto, tiene sus caminos
que recorre anualmente, por los cuales ingresa y se retira, esto es al inicio
y al final del perodo de la lluvia. Tiene pues, caminos por donde transita
habitualmente, aunque con el cambio climtico de las ltimas dcadas,
sus caminos van alterndose para cada zona de crianza.
El carcter caminante de la lluvia nos hacer ver que debemos estar ms
atentos, ya que la direccin que sigue la lluvia para llegar a estas tierras
permite conocer bien el comportamiento y los ritmos internos de la
naturaleza, de la Pachamama, y sus mltiples emociones.
Las lluvias que ingresan desde el cerro Uqiponcho, ahora son lluvias
copiosas que duran ms, cuando antes era de pasada.
En Llacctahurn, lo lluvia ingresa por Paqcha, Kimsacruz y Tomanga.
Lo lluvia que viene de Paqcha es la que cra a esto zona porque
siempre llega, y la que viene de Tomango es ligero y pasa muy
rpido pero muchas veces ni siquiera logra ingresar.
d) Runtuy Qasa: dos hermanas que perdieron habilidades para hacer

agricultura
Runtu o Chikchi (granizada) y Qasa (helada) son otras formas del agua, y
hay diversas heladas y granizadas. En Chikchi hay desde utu chikchi hasta
Runtu. Igual en Qasa tambin hay diversidades, por ejemplo ruraq qasa
o yana qasa. Pero, tanto granizo como helada de por s no son daeros,
mejor dicho, no todas las granizadas y todas la heladas hacen dao en
la agricultura. En ambos casos, los daeros son los que se consideran
producto de desarmonas, por lo que se les denomina hucha (castigo).

Hay hucha Runtu y hucha Qasa, cuya presencia es tambin por hucha
dentro de la comunidad. As cuando la granizada merodea en las cumbres,
se le dice: hucha Runtu vete por las cumbres que aqu no hay huchasapa
(pecadores), vete a donde hayan huchasapa. Pero no siempre merodea o
se deja ver en los cerros, es una persona astuta, sabe sorprender, de todos
modos sabe ingresar a la chacra aprovechando el descuido de las personas.
En estos casos, cuando ya es un hecho el dao, se revisa la responsabilidad
propia de las personas, dentro de la comunidad. El ingreso del granizo no
puede ser casual, es porque algn miembro de la comunidad ha realizado
acciones indebidas que deben ser reparadas.
Estos dos, hucha Runtu y Qasa, son hurfanos que crecieron con su madre,
quien no supo criarlos apropiadamente. Cuentan que esta madre no supo
guiar a sus hijos, sino que hasta los utiliz, ya que les mandaba solos
a hacer la chacra en lugar de ir con ellos, ms se ocupaba de preparar
sus fiambres para que hagan bien la chacra. Pero an eran chicos en
edad de jugar, as que nunca realizaron aquellas actividades que su madre
les encargaba. Lo que se descubrir durante la cosecha de la supuesta
chacra de papa que trabajaron sus hijos, cuando los verdaderos dueos
llegan reclamando el por qu se estaba cosechando su chacra. No slo
eran insultos sino verdades, en vano trataba de defenderse. Mientras la
madre se defenda de las acusaciones y los insultos, los hijos se escapan
al ser descubiertos en sus mentiras. Pero estuvieron mirando la escena
y escuchando todos los insultos de los que su madre haba sido objeto.
As, mientras vean llorar a su madre, los dos hijos juraron vengarse de
todas las personas del pueblo. Se dijeron: Yo ser Runtu y t sers Qasa,
juntos acabaremos con todas estas chacras, robaremos todo; yo robar
de da y t terminars de robar de noche, as no quedar nada para esta
gente mezquina, se decan. Desde ese momento no slo son haraganes
sino vengativos.
Describen al Chikchi como una persona con cojera que camina siempre
montando un caballo de color blanco, y sus viajes lo hacen con las recuas
de mulas para transportar los productos robados de las chacras de los
campesinos a la zona alta donde vive, desde la chacra a la cordillera.
Pero tiene limitaciones con las recuas y l mismo no puede desplazarse
fcilmente en laderas, sus preferencias son las zonas planas. En laderas
apenas puede sostenerse, de all que casi siempre la granizada da saltos
en las laderas, hay que cultivar en laderas para dificultar al Runtu, es la
enseanza de los chacareros. Qasa, el hermano menor del Chikchi, realiza
su actividad de noche, en cumplimiento del acuerdo que hicieron los dos
hermanos, aquella vez que escaparon cuando fueron descubiertos robando
una chacra de papa en pleno da, implicando a su madre.
La helada es apreciada tambin como una viejecita harapienta, con
problemas de visin en el da, ella roba por las noches, y por la torpeza de
sus manos malogra ms los cultivos buscando cual planta ya estar por
cosecharse.

2.2.2. Territorio de la crianza comunal.
Esta experiencia abarca toda la comunidad de Quispillaccta y merece
resaltar algunos aspectos del territorio comunal, como son las condiciones
hidrolgicas y ecolgicas.
La comunidad de Quispillaccta, conformada por 13 localidades, ocupa
un territorio comn de 22,290 hectreas de extensin, de 2,800 a 4,600
m.s.n.m., con tres zonas agroecolgicas. En la zona baja (por debajo de
3500 msnm) se ubica el pueblo matriz (Villa Vista) nombrada tambin como
Llaccta, el asentamiento ms antiguo producto de la reduccin colonial,
a la misma altura del pueblo de Chuschi, capital del distrito. En la zona
media (entre 3,500 a 4,000 msnm) se ubican 10 barrios: Unin Potrero,
Cuchoquesera, Pampamarca, Catalinayocc, Puncupata, Yuracc Cruz,
Llacctahurn, Pirhuamarca, Huertahuasi y Socobamba. En la parte alta se
ubican dos localidades: Tuco y Circi, por encima de 4,000 msnm.
El territorio de Quispillaccta hidrolgicamente se encuentra flanqueado
por los ros Cachi y Pampas, en la cabecera alta de la cuenca del Ro
Cachi; sus aguas discurren por quebradas profundas, lo que imposibilita
su acceso en todo su recorrido, mejor dicho, son inaccesibles para la
actividad agropecuaria. Es un territorio de topografa ondulante, con suelos
diversos, relieves prominentes.
Los manantiales, lagunas y todas las aguas libres en laderas, se originan
por las lluvias, granizadas y el deshielo aguas arriba, que han desaparecido
muchas de las nevadas y capas de hielo debido a las prolongadas sequas y
aumento de temperaturas que ocurren en toda la regin andina.
Quispillaccta depende de dos actividades principales y complementarias: la
agricultura y la ganadera, desarrollada por las 13 localidades, aprovechando
las diferentes aptitudes de un territorio comn, con complejos mecanismos
sociales y flujos de produccin; al mismo tiempo, cada barrio es autnomo
en su organizacin y trabajo comunal y una determinada rea pero sin lmites
establecidos, ya que el territorio para el vivir bien es indivisible. Esta autonoma
y unidad a la vez tiene como base y objetivo una multitud productiva que se
encuentra reflejada en la distribucin de las chacras familiares a lo largo y
ancho del territorio comunal, que trasciende necesariamente la jurisdiccin
de un barrio.
La agricultura se realiza en secano, bajo el rgimen de lluvias, y en
condiciones de alta variabilidad climtica nada predecible, por lo que la
produccin es irregular y limitada a una sola campaa. Las chacras de
secano son cultivadas con la precipitacin anual, haciendo coincidir el
ciclo del cultivo y el periodo lluvioso del ao.
Para facilitar esta forma de vida se ha conformado una organicidad comunal
con una diversidad de autoridades, quienes se encargan del cuidado de las
chacras, tanto barrial como a nivel de toda la comunidad. As, es como
se ha logrado garantizar la produccin an en condiciones extremas del

clima, y la sustentabilidad de los ecosistemas frgiles desde tiempos
inmemoriales.
Esta manera de asentar los componentes de la agricultura no slo revela el
amplio conocimiento sobre las caractersticas del territorio, sino tambin
un asombroso entendimiento de la topografa, geomorfologa e hidrologa,
que combina con el conocimiento del clima y la agroastronoma. Lo que se
refleja por ejemplo, en la secuencia del uso de la tierra, en las rotaciones,
en la ubicacin de las chacras, en la orientacin de los surcos, entre otros,
que son evidencias de la reciprocidad de los humanos, de sus sintonas con
el clima. Siendo la agricultura, una fina conversacin con todo el paisaje.
a) Escasez del agua

El problema de escasez del agua para un poblador de Quispillaccta tiene su
origen en la falta de respeto y cario a todo por los humanos. Intentaremos
dar cuenta sobre esta situacin recordando nuestras actividades iniciales
en la zona baja, que se concentraron en recuperacin del nimo del
agua, promoviendo rituales de la fiesta de Yarqa Aspiy5, acompaando la
reanimacin de la organicidad comunal desde autoridades tradicionales
y los ayllus, entre otros, orientados al fortalecimiento del sentimiento
colectivo y roles de las autoridades en el buen gobierno de la comunidad.
La zona baja tiene una red de canales tradicionales cubriendo la zona
maicera que ocupa el pequeo valle Suni y abarca las laderas de Kispipata,
unos 8 kilmetros aproximadamente, consistente en canales de tierra de
varios ramales, por tramos revestidos con cemento y un pequeo reservorio
construido por el Estado. Estos canales son mantenidos comunalmente
en Yarqa Aspiy, es decir con la participacin de los comuneros de las 13
localidades de Quispillaccta. La limpieza se realiza en el mes de setiembre,
inaugurando el ciclo agrcola anual, con la siembra del cultivo del maz.
El problema que vean aqu era que el agua ya no alcanzaba para todos, no
llegaba a las laderas. Haba disconformidad por la dbil conservacin de
los canales de riego. Por la restriccin de la fiesta de Yarqa Aspiy a un slo
da, no se estaba manteniendo como deban ser los canales secundarios
y con el correr de los aos iban quedando superficiales porque algunos
comuneros bajaban de sus barrios slo de ida y vuelta, a partir del medio
da ya estaban pensado en cmo deben volver. Antes la limpieza era con
voluntad y muy festiva, decan los comuneros.
Otro problema era la disminucin del caudal de agua en canales revestidos
con cemento e incluso era un elemento perturbador al reservorio
construido en Suni pampa con el apoyo del ex proyecto Ro Cachi
en el trayecto del canal tradicional, decan que era prdida de tiempo
el llenado del mismo, lo que solucionaron haciendo pasar el canal por
encima del reservorio. Tambin por los movimientos ssmicos los ojos de
agua como Chukuapuquio, que regaba amplias reas maiceras de quchqa
5 Literalmente Yarqa en quechua significa canal, y aspiy significa limpiar o surcar.

(laderas), haba desaparecido. La solucin planteada por las autoridades
era gestionar ms proyectos de riego para canalizar o con tuberas desde
ltanawayqu a Santa Rosa y Mollebamba, lo que no se ha concretado hasta
la actualidad; mientras que la comunidad se planteaba de manera urgente
la recuperacin del cario y respeto al agua, crindola, celebrando las
festividades y rituales como debe ser.
Es aqu donde surgen mayores problemas: cuanto ms proyectos de
riego se desarrollen ms escasas seran las aguas, eran las expresiones
provocadoras de las personas que participaban en la limpieza de canales
que, para ese entonces, se haba convertido en simple faena comunal de
un da, cuando antes eran siete das de trabajo y de fiesta.
El obviar la fiesta del agua constituy un serio desafo tanto al espritu
materialista de las autoridades modernistas como al espritu puritano de
las autoridades evanglicas, y el camino para enfrentar este desafo ha
sido muy proceloso. Nunca hubo ms fuerzas para desaparecer del todo
a la fiesta. Cabe recordar que la desaparicin de festividades y rituales
es producto de sucesivos procesos de intervencin modernizadora de
instituciones estatales y privadas, desde la dcada del 60, y que culmin
la violencia poltica del 80. Yarqa Aspiy es la nica festividad comunal
que sobrevivi casi ntegra, incluso durante la violencia poltica, claro, la
prctica de rituales se hizo clandestina.
En efecto, tras tantos intentos de transformar al agua en recurso y a los
festejantes de la fiesta en trabajadores limpia canales aunque al estilo
de faena comunal, esta vez, en el nuevo perodo pareca terminar las
prohibiciones, pues emerga a la luz del da la fiesta del agua a pesar de
las justificaciones de las autoridades.
Desde que participamos activamente todos los aos del mes de setiembre,
en cada Yarqa Aspiy, las crticas y enfados eran crecientes, convertido un
continuo reclamo ante las autoridades, lo que con impulsos y adhesiones
nuestras ha ido creciendo su recuperacin.
Ya en el ao 1994, en pleno Yarqa Aspiy, caminando por el borde del canal,
entre grandes filas de personas a ambos lados que avanzan limpiando,
entre bullas y alegras, al or chirisuyas y waqrapukus, se afirmar de forma
rotunda por su regeneracin. As como nosotros nos alegramos oyendo
nuestra msica favorita, el agua tambin se alegra al ornos cantar su
pasin. En las pausas del trabajo las reflexiones se profundizaban.
Hay muchas acciones que desalientan e impiden la crianza. Al respecto,
las palabras de Modesto Cisneros de Quispillaccta eran muy precisas:
Antes, nuestros abuelos tenan canales de riego slo de tierra o

con prismas de terrones, pero el agua alcanzaba hasta el lugar
denominado Puchquyaku, ahora que est revestido con cemento
el agua no llega ni a Soqa capilla, la mitad del tramo, ni siquiera

alcanza para que tomen los animales; en vez de aumentar ha
disminuido, estamos peor.
Antes era fiesta llevar agua, tomando harta y buena chicha en el
ojo de la fuente y enterrando urpi en el mismo lugar. As caminaba
el agua todo alegre y apurado. Ahora ya tenemos vergenza de eso.
Impulsados por la religin evanglica, ahora en vez de chicha se
toman agitas coloreadas, limpiamos los canales sin voluntad;
entonces con qu fuerza va a caminar el agua; as tambin el agua
tendr pereza; asimismo, nos hemos olvidado de los Wamanis, yo no
le llevamos pagos al agua, a la helada ni al granizo; por lo tanto, ellos
se habrn vuelto silvestres como cuando nosotros no le atendemos
bien a los animales y se vuelven flacos y mueren. As los Wamanis
estn sueltos y olvidados, tan igual las heladas, granizo... (Citado
por Gualberto Machaca Mendieta. En: Kancha Chacra Sunqulla: La
cultura agrcentrica en el ayllu Quispillacta, Lima, Per, PRATEC)
Asimismo se quejaban por lo difcil que era limpiar los canales de cemento:
se rompen las herramientas, nos cansamos muy rpido, y as alcanzaban
a comprender por qu el agua no poda caminar distancias mayores. Pero
el factor ms importante era que el agua no podra avanzar en soledad un
camino alejado del todo, al igual nosotros individualmente no podramos
avanzar con el trabajo de limpieza. En un canal de cemento no quedan
aguas, mientras en un canal de tierra si quedan en todo el trayecto, en tierra
hay humedad las mismas mantienen plantas, se verdor y sas aguas son
las que llaman ms agua. Adems las aguas tienen que correr cantando y
gritando, y esto ocurre cuando hay cadas o piedritas en el canal.
Los canales revestidos con cemento no slo bloquean la infiltracin del

agua, parecen detener la vida, por ello las rechazan a fin de mantener el
agua en movimiento, y con ello la vida en accin, puede ser la explicacin.
Pero es porque uno de los requerimientos del agua es caminar acompaada
por sus plantas compaeras.
Estas afirmaciones tienen sentido en una comunidad donde al agua se
le vivencia como una persona, en el que la gente siempre ha vivido y
trabajado colectivamente. Aqu las reciprocidades no son pues experiencias
excepcionales de grupos humanos filantrpicos sino que, por el contrario,
indican la experiencia productiva comn de toda la comunidad, en el
que el agua es otro miembro al igual que el hombre. Entonces la crianza
es recproca, un incansable entretejido de interacciones y acciones
regenerativas, de las cuales todos salen dignificados, el agua enriquecida
en sus querencias y pasiones, y slo as el agua puede criarnos.
b) Avidez de crianza de todas las aguas

Las acciones de los pobladores de Quispillaccta nunca carecieron de
respeto y cario hacia los seres del Pacha, por eso las deidades mandaron

emerger agua en su territorio, donde era escaso. Es la historia del agua que
nos cuentan los mayores, en este caso, nos cont Tefilo Rejas Rocha, de
Catalinayocc.
A Tefilo Rejas Rocha le contaron los abuelos, que en la poca de
reduccin de ayllus a comn de indios, en la poca colonial, Quispillaccta
qued reducida en un territorio sin agua, mientras que en el pueblo vecino
de Chuschi abundaba este lquido vital. Desde entonces, el agua fue
considerada un elemento escaso, agotable y preciado, mejor dicho, persona
querida al extremo, ya que desde el lado de Chuschi donde abundaba
agua, los ayllus Tomaylla y Sivincha controlaban sus cauces y vendan agua
por topo para consumo y riego.
Por ello los Ayllus de Quispillaccta imploraban a las deidades para que
esas aguas afloren en sus territorios, y as ocurri: en la zona llamada
Witkukuchu (nica fuente de agua permanente hasta hoy) aflor agua
turbulenta. Los ayllus de aquel entonces recibieron el fenmeno con
mucha algaraba, celebraron con harta comida y bailaron para el agua,
festividad que se mantiene hasta ahora como Yarqa Aspiy.
Esta historia recogida en Yarqa Aspiy de 1993, no slo configura la
concepcin comunal del agua y la necesidad de cuidarla organizadamente,
sino conduce al quispillacctino a quererla mucho y no derrocharla. A
ello se atribuye las maneras peculiares de convivir con el agua, de hacer
agricultura con el mayor ahorro de agua; por ejemplo, el aporque del maz
no debe ser elevado sino a ras del suelo para regarlo con poca agua. Los
suelos arcillosos y salados por la halita comn en zona baja, sobre todo en
Suni, son conocidos localmente como hatun allpa (suelo pesado), tierras
rojas y saladas; su permeabilidad es baja, pero la mnima elevacin de los
surcos impide la resequedad durante los periodos secos del ao.
Desde este terreno histrico, el agua es valorada tanto por su fuerza
vivificante de la comunidad como por su cualidad fertilizadora de la
vida toda. En el terreno cotidiano, el agua est investida con afectos y
sabiduras propias que animan nuestras prcticas comunes y cotidianas.
Precisamente, la enseanza de nuestros padres desde tierna edad es que
al agua no se debe menospreciar porque son personas con dignidad y
sentimiento, aun esa agua en el que sancochamos la papa sigue siendo
vivo, sabe escuchar y se resiente con las ofensas; las encharcadas o las
turbias no son aguas sucias, a ninguna agua se le debe mencionar como
agua sucia; es ofensa decir delante del agua qu asco se agua ya que
habr otro tiempo ardiente como el infierno en que precisamente esa agua
ha de aparecer delante de nuestros padres, en particular de pap Modesto
Machaca Mendoza y mam Hilaria Mendieta Conde en el preciso momento
que estas sediento, as intentars coger y recoger pero se escapar de tus
manos, te reclamar: Yo soy ese agua sucio, aquello que me despreciaste,
te acuerdas? Cmo puedes tu ahora necesitarme?. Habremos herido al
agua profundamente, en su dignidad, en su sentimiento, entonces bien
que nos merezcamos ese rechazo, es la sentencia de esta enseanza.

La importancia del agua en nuestra vida cotidiana es pues inestimable.
Pero aqu, en estas comunidades, al agua no se le considera en trminos
meramente utilitarios. Aqu, las aguas no son pues recursos ni bienes,
sino seres vivos y personas. En la vivencia, sin embargo, es ms que agua
es persona, ms que agua persona es madre agua Yakumama. Tenemos a
una madre. Es que el agua es vivenciada como Yakumama (Madre Agua),
criadora, sagrada, infaltable en diversas ceremonias y rituales, por ejemplo,
en los rituales de sanacin y de armonizacin. Pero tambin su capacidad
de crianza depende de que sea criada no slo ella, sino el entorno donde
vive, esto es la proteccin de la naturaleza.
As nuestros abuelos respetaban y veneraban al agua y a la naturaleza,
pues saban muy bien que el agua al igual que todos los elementos que
componen o viven en ella, son seres o personas criadoras de la humanidad
y del planeta, que todos dependemos de todos, de unos y de otros.
Lo que finalmente hay, tras estas concepciones y las historias contadas,
es un deseo incesante de criar todas las aguas posibles, de incrementar
nuevas fuentes y el caudal, que se refleja tambin en una gran variedad de
prcticas y costumbres relacionadas con su cuidado. De hecho, la carencia
del agua no es sino sntoma de una carencia propiamente de cario y
respeto.
En este sentido la comunidad Quispllaccta se inviste totalmente del
compromiso de criar al agua para merecer su crianza, y cuando este
compromiso se disipa por diversos factores se apelan a la experiencia y
memoria de lo ocurrido en tiempos de los abuelos, que frente a igual
situacin de escasez acudieron a las deidades para que les ayude a criar
las aguas, valorar su forma de criar, lo que permite traer a la reflexin
los factores que alteran su crianza en el momento presente. Esta es la
forma como hemos promovido la crianza del agua, que toman la forma de
reflexiones y acciones comunales, intensificndose sta desde 1994 con
el acompaamiento de ABA.
2.2.3. La crianza de todas las aguas

Para una agricultura de secano, la lluvia ha sido y seguir siendo muy
preciada, aun cuando se cuente con aguas libres para riego, la preferencia
es por la lluvia. La lluvia es pues la primera fuente que se cuenta como
agua disponible en la chacra tanto en zona con acceso a agua libre y en
laderas.
A comparacin del riego, la lluvia apura a los cultivos, hasta remedia a los
cultivos tullidos por la granizada y helada, endulza a los frutos. En granizada
tambin es muy preciada chikchipara (lluvia con granizada menuda), es la que
recarga lagunas y ros.

A la agita de lluvia no le iguala el agua de riego. Cuando regamos
seguidito nuestros pastos con los aguas de la irrigacin Cachi
empiezan o amarillar y pierden su vigor (umpuyakuykun), y la lluvita
es su cura. Tambin despus de una fuerte helada o granizada uno
lluviecita es su remedio porque se recupera, como que nada hubiera
pasado, y cuando ocurre esto decimos: el Todopoderoso solito lo
ha curado! La lluvia es remedio (hampichaykuq) de las plantitas,
(Clemente Nez Mendoza, Cordorpaccha - Vinchos).
Asi existe una diversidad de aguas y lluvias, la manera cmo se presentan
y cran es peculiar en cada caso. Entre la diversidad de lluvias tenemos:
lluvias de inicio o final de temporada, unquy para (lluvia enferma), llampu
para (lluvia suave), puquy para (lluvia de la temporada), loco para (lluvias
torrenciales), runtu para (lluvia con granizada), chikchi para (lluvia con
granizada menuda), etc. La manera como stas se presentan hace que
cada ao agrcola sea diferente al otro. Las aguas segn la manera de su
recorrido tambin son clasificadas:
Cuando nos damos cuenta, en cada sitia existen diferentes tipos de

agua, por ejemplo aqu en la comunidad de Uchuyri nuestra agua
es agua culebra, que en el riego camina muy rpido y llega a toda
la chacra rincn por rincn. Por eso en tiempo de siembra casi no
nos peleamos en el reparto del agua tal como sucede en otras
comunidades; a pesar que hay chacras pedregosas y arcillosas nos
abastece a todos. Mientras el agua de la comunidad de Chuschi es
agua sapo y cuando regamos los terrenas del colegio demoramos
varias horas a pesar que el agua es suficiente. (Rafael Bilbao
Galindo, comunidad de Uchuyri).
En Ayuta, las aguas de Quiswuara a pesar de su poco caudal recorre
regando vastas chacras de maz y frutales porque es agua culebra
mientras las aguas del lado de Quiasi son abundantes, pero es
bien lento para regar, porque es agua sapo (Alejandro Vilca, Ayuta-
Totos).
La cantidad de agua disponible depende bsicamente del rgimen de

precipitacin incidente, lo cual es muy variable ao tras ao. En aos
normales, las primeras lluvias empiezan en setiembre y termina en abril.
Con respecto a las heladas, se puede decir que ocurren en los meses de
mayo, junio, julio y agosto. La granizada casi siempre ocurre para la cosecha
o en pleno desarrollo de los cultivos.
Pero en un clima cambiante las ausencias y presencias de estos elementos
(lluvia, granizada, helada, nevada) son tambin cambiantes, asimismo
en duracin, frecuencia e intensidad. Es ms, con la llegada del cambio
climtico, hoy el clima se caracteriza por la presencia frecuente de heladas
y granizadas, que terminan afectando no slo a los cultivos sino toda la

cubierta vegetal del paisaje, que agudizan los problemas de escasez de agua
como en muchas regiones del mundo.
Son precisamente tales dificultades que nos conducen a extremar la
conversacin con el clima que hoy se comporta mucho ms caprichoso
e insensato, nos exige que seamos ms conversadores, ms acuciosos,
respetuosos y cariosos en nuestra relacin con la naturaleza. Es lo que nos
ensean las experiencias desarrolladas.
Frente a la disminucin de la cubertura del agua de riego, la desaparicin
de ojos de agua, la desvaloracin creciente del agua como persona, la
estrategia comunal es Yacu waqaychay (conservacin y regeneracin
del agua), que contiene diversas prcticas que permiten mejorar la
disponibilidad y calidad del agua en el paisaje, las mismas estn
acompaadas por diversas ceremonias de agradecimiento para facilitar
tambin su regeneracin ritual.
Estas prcticas de crianza del agua de lluvia abarcan los siguientes:
S
abiduras y cosmovisin sobre la lluvia y seas de la lluvia
P
rcticas de llamado y despacho de la lluvia por personas de fuerza
csmica y desde parajes especiales, e identificacin de los caminos
de la lluvia.
R
itual Para apay en aos secos por prolongacin de la sequa.
C
rianza festiva del agua: Yarqa Aspiy por autoridades nios y mayores
P
uquio waqaychay (proteccin y conservacin de puquiales)
F
ormacin de lliwas (bofedales)
C
rianza de plantas madres del agua o yaku qayaq
S
iembra y cosecha de agua de lluvia
C
osecha del agua de roquedales
a) Sabiduras y seas de la lluvia

Las seas o secretos (indicadores agroclimticos) son plantas (silvestres
y cultivadas), animales (mamferos, aves, insectos, reptiles y batracios),
piedras, aguas, ros, manantes, lagunas, el propio hombre (sueos,
comportamientos y actitudes), incluso productos de consumo diario
como la sal y el azcar. Pero tambin los propios fenmenos atmosfricos
(lluvia, nevada, granizada, helada, vientos, arco iris, celajes, tormentas,
nubes, neblinas), astros y constelaciones (sol, luna, planetas, Va Lctea,
estrellas, meteoros). En realidad las seas son todos los componentes de
la naturaleza, es decir todo elemento del entorno.
Cada persona de la familia tiene seas para enterarse del comportamiento
del clima, de la lluvia, escuchando y atendiendo lo que van diciendo las
seas, as andamos sintonizados entre todos los miembros del Ayllu. Con
cada sea la conversacin es fina, es ntima, estrecha y permanente, y sta
forma de conversar no es preguntar a la naturaleza para obtener resultados.

La lluvia puede tardar en el camino como tambin retornar antes. Pero
siempre viene o se va avisando, as sea por ella misma o por otros, a
los cuales se les denomina seas. La misma presencia, direccin, color,
tamao, frecuencia y fecha de ocurrencia de la lluvia son seas que son
observados de manera permanente.
Pero como hemos indicado, con el cambio climtico, los caminos habituales
van alterndose para cada zona de crianza y, a la par, las seas van variando,
se trata de estar al tanto de estos cambios, as tambin las familias podrn
adecuar sus actividades chacareras y ganaderas, a esta sintonizacin hoy
le llamamos reacomodos como lo explicitan los siguientes testimonios:
En estos ltimos tiempos la siembra de los maces se ha retrasado

enormemente y se puede observar en sus estrellas (seas), como
por ejemplo el Condorpa saran, que es la estrella del maz, recin
est saliendo (21 de noviembre), esto nos indica que la siembra de
maz debe ser tarda. De la misma manera el Tankar que es estrella
de la papa, present una tarda floracin lo que indica, que la
siembra de la papa debe ser tarda, (Marcos Meja, Unin Potrero).
A continuacin podemos citar una diversidad de sabiduras sobre seas de
la lluvia:
Aves seas
Pichirru (gorrin). Avisan la presencia de la lluvia cantando as: chaq,
chaq, chaq!, como si tuviera su boca (pico) llena de agua, apenas pro-
nunciando.
Yutu (perdiz). Si las perdices silban por las tardes as: wis wis, wis!, es
para que llueva. Cuando cantan muy ntido, melodioso, ya sea por las
maanitas o por las tardes, avisan la proximidad de la lluvia.
Kuwyu (ave de altura). El cantar del kiwyu es ms completo para que
venga la lluvia: Para kiwyu! Para kiwyu! Mientras que para que es-
campe canta: Kiwyu! kiwyu!, ms corto.
Chiwaku (zorzal). Para que llueva, el zorzal canta claro: Wawqichaa ...
para!, pero tambin est alicada y triste en pleno sol. Mientras que,
para que se aleje la lluvia, canta seco: Sik!, sik!, sik!, como si tuviera
pico reseco.
Qiwillas (gaviotas). Cuando se juntan, revolotean y chillan, avisan la
inminente presencia de nevadas o lluvias torrenciales.
Quqan (ave de altura). Canta ntido: Paraq! paraq! paraq! en pleno
veranillo, anunciando la proximidad de la lluvia.
Para que llueva, el cndor baja al ro Pampas; si son dos que pasan ale-
tendose, habr un chaparrn.
Los wayanakus piruetean (qachwan) en bandadas y cuando no apare-
cen no habr lluvia en el ao agrcola.

Animales seas
C hancho. Los chanchos corretean en las tardes, bailan, anunciando la
presencia de la lluvia, mientras para que haya nevada chilla, gritan.
L as alpacas y llamas hacen qachwa (bailan juntndose pero desordenados,
a veces como formando crculos) por la proximidad de lluvias.
L a nia de los ojos del gato se agranda, ennegrecen, anunciando la
proximidad de la lluvia.
L os zorrinos tambin saben de la lluvia. Cuando hozan en las chacras
en pleno estiaje es para que llueva y si es en plena lluvia es para que
escampe.
Insectos y otros
L a salida de lombrices. Cuando salen a la superficie de la tierra du-
rante la temporada de lluvia es para que escampe en seguida.
C uando las hormigas aladas salen a la superficie y vuelan, nos estn
anunciando la presencia de la lluvia; pero si salen en plena lluvia es
para el alejamiento de la lluvia.
L a presencia de usyay uru (insecto de sequa), un coleptero de color
marrn, en plena lluvia es para que escampe.
C uando las araas se cuelgan del techo y bajan hasta el suelo, nos
indica la presencia prxima de la lluvia; pero, si retornara de la mitad
es porque todava va a tardar la lluvia.
L as tonalidades en la piel de las culebras, si es amarillo es para el
alejamiento de la lluvia; mientras, si es de piel oscura es para que
contine la lluvia.
Sueo, comportamiento, prendas
C
uando se suea con personas borrachas es para la lluvia.
os nios y nias y hasta los adultos orinan demasiado para que llueva.
L
E
n las prendas (poncho o manta) que fueron orinados por el zorrino,
reaparece el olor desagradable por la proximidad de la lluvia.
P
ara que llueva, los tejidos a base a fibra de alpaca se erizan, los
urdidos se desordenan.
C
uando en el fogn no quiere arder la lea y la bosta humea demasia-
do, es por la proximidad de la lluvia.
L
lueve cuando los ancianos y personas mayores se orinan en su cama,
lo que es comentado por ellos porque saben que son seas.
Elementos meteorolgicos
E
l agua de las acequias y manantiales es tibia en las madrugadas
cuando se trata de la proximidad de la lluvia, y tambin no habr
heladas en esa temporada.
L
as nubes se desplazan de manera desordenada por la proximidad de

las lluvias. Tambin cuando las nubes se asientan por buen tiempo
en los picos ms elevados como Razuwillca, es porque la lluvia est
saliendo. Pero cuando las nubes de la maana son atrapadas por el
sol es para una granizada.
Los vientos de lluvia se desplazan de Norte a Sur-este. Tambin hay
viento de granizada, nevada y helada. Y los remolinos indican la llega-
da de la lluvia.
Las aguas del ro Pampas se tornan turbio y rojizas en plena poca
seca, anunciando la temporada de lluvia; si se vuelven verdosas, en
plena poca de lluvia, es para que escampe.
Cuando el ro Pampa se enturbia en plena temporada seca decimos
aqakaramusqa (que se hizo chicha), es para que llueva.
las lluvias de color blanco anuncian la culminacin de la temporada
de lluvias.
Las piedras se desprenden del barranco, al que se conoce como kum-
pa, en periodo seco, anunciado la presencia de la lluvia. Y cuando se
derrumban los muros de piedra en pleno sol, es para que llueva.
Fenmenos fsicos como sea.
La presencia de corona en el sol y halo en la luna, en momentos de
ausencia de lluvia, es para contar con la lluvia. Si apareciera en plena
lluvia, es para que escampe.
El arco iris sabe de la lluvia. Cuando se eleva demasiado en plena
lluvia es para que escampe la lluvia; y cuando se extiende a ras del
suelo es para que contine con mayor intensidad. Pero cuando se pre-
senta durante un veranillo es por la proximidad o retorno de la lluvia.
Los celajes del anochecer. Cuando hay celaje durante el veranillo es
para la presencia de la lluvia, pero cuando se presenta durante el
periodo de la lluvia es para que escampe pronto.
Cuando hay lakri (centella) por las madrugadas en el Nor-este, se
dice: la lluvia est saliendo de la selva, es para la proximidad de la
lluvia. Pero cuando lakri es por el anochecer es para el alejamiento de
la lluvia, se dice: la lluvia est retornando a la selva.
Seas para un ciclo agrcola
Para un buen ao el zorro alla el primero de octubre y para un mal
ao se retrasa.
Para un buen ao el aullido del zorro es claro, para un mal ao es
entrecortada, y para un ao regular es algo opaco o muy bajo.
Para un buen ao la taqsana brota en su debido tiempo, el mes de
setiembre.
El sankay florea demasiado para obtener poca cosecha en los cultivos.
Cuando el tankar florece en el mes de setiembre es para un buen ao,
si se retrasa es para que la siembra se retrase.

E
s buen ao cuando hay mayor brillo en las estrellas que forman
la reja de la Cabeza (cinturn del orin), y si es de la mancera (del
arado) es para un mal ao.
P
ara un buen ao, los frutos de la tuna son de tamao grande y parejo.
P
or la floracin y fructificacin de taqsana y sankay a partir del mes
de setiembre, se sabe que las siembras ms oportunas corresponden
a las siembras adelantadas.
P
ara un buen ao, el sankay florea en el mes de setiembre.
P
ara un ao lluvioso, en el mes de junio la luna llena andina asciende
pucayaspa (luna rojiza) y con halo, esto es observado desde el centro
ceremonial Quchu urqu.
P
resencia de nevadas en poca de lluvia, anuncia mal ao para los
cultivos, pero si fuera en el mes de junio (alrededor de 24 de junio) y
en el mes de agosto, ser buen ao.
C
uando la primera lluvia del mes de agosto es dulce, se trata de un
buen ao; mucho mejor, cuando es turbia.
T
urbidez del aire en el mes de junio y julio es para un ao lluvioso.
b) Prcticas de llamado y despacho de la lluvia

En aos secos, sequa prolongada durante el ao, desde los parajes de
alta energa como son los puquiales o lagunas que tienen la sabidura para
Ritual al agua en Solsticio de Junio

hacer llover, los jvenes por su empalia con el clima, agua y su agilidad,
son los indicados para realizar los rituales de Para qipiy (cargar a la lluvia)
o Para apay (llevar a la lluvia), que consiste en sacar las aguas y algas de
estas lagunas en vasijas de arcilla, previo una ofrenda de rogamiento, con
el acompaamiento de msicos y los Yachaq, y llevarlas velozmente hacia
las zonas donde se requiere a la lluvia.
Los nios y jvenes pero tambin los ancianos poseen fuerzas csmicas
para invocar a la lluvia en fuertes sequas, y las personas nacidas en poca
seca tienen la habilidad de despachar lluvias torrenciales que empiezan a
daar los cultivos y pueblos; y en el marco de la pluralidad religiosa, los
comuneros que profesan la religin evanglica y catlica apelan tambin a
su fe religiosa, como se muestra en el siguiente extracto del informe:
Con todo lo que venimos haciendo los jvenes, la comunidad y

las autoridades cada vez estn sensibilizados. Por ejemplo, el
atardecer del da de ayer el Gobernador de Chuschi reuni a los
jvenes y nios obligndolos a que pidan lluvia al altsimo,
caminaban coreando estas palabras: Papay, parallaykitaya (diosito
mndanos lluvia). Igualmente, los autoridades de Tuco convocaron
o todos los comuneros para una sesin de fe comunal para pedir
la lluvia, incluso una de las seoras lloraba con tanta melancola
por el retraso de los siembras o falta de lluvias y sus alpacas ya no
tenan pasto por el resecamiento de los bofedales. (Jorge Cisneros,
Socobamba).
En el ao 2005, 2009 y 2010, los rituales de sacar la lluvia, para
qipiy o para apay fueron intensos, por ser aos secos; y en 2010 por la
prolongacin de la sequa hasta los meses de diciembre a enero, retrasando
las siembras, donde los jvenes han realizado varios de estos rituales hacia
diferentes zonas de crianza.
Ya en el mes de diciembre del 2009, nosotros los jvenes con

las autoridades de Huertahuasi, fuimos a pedir ayuda a la laguna
de Saksawana, porque la lluvia estaba demorando mucho para las
siembras, y los que se haban cultivado con las pocas lluvias que
hubo en el mes de octubre han sido llevados por el calor. Tampoco
tenemos de dnde sacar agua para regar, (Juan Melicio Yalli, 20
aos, Huertahuasi - Informe del proyecto Maqta Chuya)
En mi sueo apareci una mujer y me dijo, cuidado, despus no
vayan a renegar de m porque ustedes solos me estn llamando.
Quizs eso significa que luego, la lluvia precipitara muy fuerte
y empecemos a renegar cuando es en exceso, creo que es su
advertencia a travs de mi sueo (Ignacio Espinoza, Huertahuasi -
Informe del proyecto Maqta Chuya).

Luego del ritual, me pareci que la lluvia lleg acompaado por
su Alvacer, su Alvacer se puede apreciar por la forma como caen
e impactan las gotas en el suelo; la forma de las gotas era como
pequeos casquitos. Esto nos indica que las lluvias se intensificarn
en las prximas semanas, Saksawana nos regal sus aguas para
iniciar con la siembra (Florencia Flores Nez, Llacctahurn).
En mi sueo, un seor me agradeci por haber visitado a su casa,
le vi alegre y me regal de recompensa un jornal de 57.5 soles.
El jornal debe significar las lluvias que se suscitaron despus del
ritual, (Eduardo Nez, Llacctahurn).
Wambu es un paraje muy importante para el llamado de la lluvia en
aos extremos secos. A Jacinto Espinoza de la localidad de Huertahuasi,
su abuelito le cont, que en aos secos las autoridades comunales,
acompaado de un par de nias y msicos, sacaban al agua despus de
una buena ofrenda (Misa vista), en un par de vasijas de arcilla sin que los
rayos solares hayan llegado a la cueva donde estn estas aguas, y llevar a
todo cuesta arriba hasta el sector denominado Qasa, desde donde podan
desparramar. La presencia de las nias era porque se tena que hacer casar
esta agua, que es la lluvia, para que accediera a servir a la comunidad
pero sin que supieran ellas del caso. Cuando Wambu haba consentido el
pedido, los cantos de los kiwyus ya solan anunciar a la lluvia.
El ritual del para qipiy (traslado de la lluvia) se realiza segn el sector al
cual se quiere direccionar las lluvias, para la zona baja constituye la laguna
de Saksawana porque es calmada, cuando empieza a caer la lluvia produce
pocos truenos; pero si se lleva de la laguna Paqcha va acompaado de
granizos y muchos truenos. De la misma forma, para la zona alta (Unin
Potrero, Puncupata y Catalinayocc) existen lugares adecuados donde se
realiza el ritual del traslado de la lluvia, entre esos lugares es Pukakunka
y desde donde las lluvias al formarse ingresan a las chacras de Unin
Potrero y cruza hacia Puncupata y Catalinayocc. En el traslado ritual de
las lluvias, los jvenes llevan el agua incluido algas de la laguna en jarros
de barro, cuando se encuentran con algn comunero rocan con el agua
que llevan con estas palabras: parallamam kani, munallawaqpas (soy
la lluvia, quiz te guste estas gotitas). El ritual termina cuando se hace
llegar el agua a cada chacra para que la lluvia al caer pueda distribuirse
por igual.
Otra prctica ritual para llamar a la lluvia consiste en el uso del agua
del mar para lo cual se viaja hasta la ciudad de Lima. Estas aguas son
colocadas en los Apus de alta energa como es Runguylla en Pirhuamarca,
Kimsa saywa en Socobamba y Pukakunka en Unin Potrero. Despus de
uno de los rituales las versiones de los jvenes, fueron:
El agua del mar siempre forma nube, al ser dejado en los cerros
deidades el nima del agua del mar empiezan a llamar y formar

nubes y luego empiezan a formarse las lluvias, (Jorge Cisneros,
Socobamba- Informe del proyecto Maqta Chuya).
El da del ritual, en la tarde cay utu chikchi (granizo menudo) y
llovi solamente en el sector de Socobamba, mientras en las dems
localidades no llovi nada. (Noel Pacotaype, Socobamba - Informe
del proyecto Maqta Chuya).
Otra sabidura practicada por los jvenes de Unin Potrero ante la sequa
prolongada del 2011, fue la siembra de las nubes:
Cuando no hay lluvias, se debe sembrar nubes en los cerros,

para lo cual se debe llevar agua de la laguna Quyllurqucha previo
paguito, recoger el agita en jarra de barro y pedir a voces fuertes
a la mama qucha: parallaykitaya mamay, parallaykitaya mamay...
(Madre brndame tu lluvia) Vociferando as se pasa por el Apu
Pukakunka, esparciendo el agua y seguir el camino de la lluvia
(indistintamente) a cada chacra. Esta jornada es realizada tambin
con los jvenes y ellos mismos a la vez son esas nubes, si se
encuentran con alguien deben salpicar el agua diciendo parallayta
icha munallanki (quizs te guste mi lluvia). Al llegar a las chacras
se coloca las jarras en cada chacra para que las nubes lleguen
hasta all. Si las nubes tardan en formarse con este ritual, se
debe proseguir de la siguiente manera. Los jvenes deben ir al
ro Sachahurn, previo paguito al ro recogen las aguas en jarras
de barro pero en sentido contrario de la corriente, luego hacen
correr a Pukakunka y all deben esparcir el agua con estas palabras:
parallay, paraycamullay, parallay, paraycamullay (lluviecita llueve,
lluviecita llueve ... (Richard Machaca Espinoza, Unin Potrero).
Otros parajes sagrados para hacer los ri tuales de Rogamiento para la lluvia
en el territorio de la comunidad de Quispillaccta, son los siguientes:
Cabrapata, zona baja de la localidad de Socobamba, cuya energa ven
disminuido por abandono, a causa del predominio de la religin evan-
glica. Las personas mayores manifiestan que existe una corriente de
agua que discurre debajo del roquedal y adems en el sitio existe un
par de saywas.
Yuraq puquio en Rudiopampa - Socobamba, que aparece a la gente
como una culebra blanca haciendo un sonido a manera de: bum,
bum, bum!
Wayllayuq en la maana est cubierta de nube e incluso sale el arco iris.
En medio de las nubes que cubren al sitio se escucha bramar toros.
Wambu se halla entre Pirhuamarca y Chuymay, lugar que tiene sirena.
Sirenachayuq de Llacctahurn, una cueva qaqchu (muy fuerte), se
escucha cantar a la sirena y existe una tinya colgada. A esta cueva
tambin iban los jvenes para aprender las canciones de la sirena.

Invisiones como: nakaq, hamilli y chunchus en yarqa aspiy de
Unin Potrero, alegrando al agua y a los faenantes.
T
inkuyniyuq, un puquial desde donde antes se llamaba a la lluvia, desde el
ao pasado los jvenes de empeo han empezado a acudir, ellos manifies-
tan: en este sitio hay una piedra que siempre est hmeda, el ao pasado
en el mes de abril llevamos una ofrenda y hoy nos ha esperado esa piedra
llena de agita.
Frente a las lluvias torrenciales el despacho con diversas prcticas rituales, tales
como:
S
ahumerio a la lluvia con coca y aj, y vaporeo con piedra caliente
sumergiendo al agua.
La curacin de la lluvia con sahumerio de pusra (afrechillo) y coca,
para despejar a la lluvia y tener horas soleadas (rupacharimu-
nanpaq).
Sacar osamentas de los antepasados de las cuevas y exponer durante la
lluvia.
Elaboracin de teja en plena lluvia.

c) Crianza festiva del agua en Yarqa Aspiy
El uso y cuidado del agua estn ligados a ceremonias y fiestas de gran
amplitud como Yarqa Aspiy (limpieza de canales), celebrado en
Quispillaccta y sus localidades entre los meses de mayo a setiembre, y a
nivel de las cinco comunidades del distrito de Chuschi es en todo el mes
de setiembre. Esta fiesta tiene lugar el 7 de septiembre y apertura la poca
de siembra del maz, y es para ver el modo de ser del ao agrcola, para
El chunchu en
la cosmovisin
quispillacctina es
la misma lluvia
que danza en la
fiesta de yarqa
aspiy
llamar la abundancia o un buen ao agrcola con las lluvias que retornan

en la nueva temporada de puquy uku (temporada de lluvias). El agua en
su dimensin sagrada sale y retorna a su pueblo (llaqtan) y que viene a
ser la Yunka (Selva).
En la vspera de la fiesta, el Hatun Alcalde cumple la misin del Bandoy,
que viene a ser la apertura o anuncio pblico de la fiesta, y consiste en
anunciar bajo msica y llamado a viva voz sobre el inicio de la fiesta e
invitacin a la comunidad para que todos concurran. Despus, todas las
autoridades tradicionales, preparan el pago en la casa del Hatun Alcalde
para el ojo del agua, que en caso de Quispillaccta se llama Witkucucho,
a base de hojas sagradas de la coca, frutas, claveles rojos y blancos, vino
y otros elementos rituales, acompaados por los msicos de chirisuya y
waqrapukus (msicos de corneta), y luego velarlo y llevar la ofrenda en la
madrugada, aunque otros lo guardan para entregar despus de la Qunupa.

A primera hora del siete de setiembre, todas las autoridades visitan la
iglesia para pedir permiso a Dios y a los santos catlicos, recogen tres
cruces y se las llevan al Cabildo (auditorio de casa comunal). All las
autoridades tradicionales mediante el Alabado (ritual de permiso que se
pide arrodillado ante la Cruz Chacarera u personajes trascendentes), les
piden permiso a las autoridades oficiales para llevar a cabo la limpieza
de los canales. Este momento es tambin oportuno para hablar del cmo
el agua cra a la comunidad y cmo la comunidad debe criar al agua,
en reciprocidad. Tambin conversan como se debe comportar cada uno
durante la fiesta, como no emborracharse demasiado.
En el Cabildo, el Sallqa Alcalde, como parte de sus deberes ofrece a los
asistentes flores rituales como anquripa, matawayta, sorawayta, quriwaylla
y otras, que fueron recolectadas por lo general una semana antes por el
mismo Sallqa Alcalde y una comitiva de Varayuq en el Apu Portuguesa
del distrito de Paras y otros sitios de mucha energa. Estas flores son
elementales en la festividad de Yarqa aspiy en Quispillaccta, toda vez
que invoca a las nimas del agua por proceder de nevados de alta energa.
La ausencia de estas flores rituales durante la festividad del agua es un
indicador de un ao con dificultad para con las lluvias. En este ritual, todas
las autoridades tradicionales y oficiales, ponen sus sombreros en la mesa
para que el Sallqa Alcalde y los Alvaceres/Alvaceras que le acompaan les
pongan las flores que trajeron en los sombreros en forma de cruz. Despus
reparten las flores que sobran a toda la gente afuera para sus sombreros. Es
un momento extremadamente sagrado. En este ritual tambin se designa
a las personas que servirn en la fiesta como Invisin.
Las invisiones con sus msicos, transitan entre todos haciendo rer a
la gente con sus ocurrencias y sus bromas, y al agua tambin siempre
rogando y cantndole sus pasiones. Su oficio es hacer alegra y compartirlo
con todos los seres del Pacha. Las invisiones estn conformadas por el
cura catlico y su upa (sacristn o su sirviente sordomudo), otros son los
nakaq o los pistacos, los qamites o curanderos, los chunchus (habitantes
de la Selva), cada grupo ejerciendo sus oficios. Por ejemplo, al sacerdote
catlico y a su sacristn les toca impartir la misa, realizar matrimonios y
bautizos en todo el trayecto del trabajo comunal, como imitando solemnes
misas en cuyas notas han de ser en latn (balbucean cualquier palabra
que dice ser latn), pero tambin glorificando a toda persona con agua
bendita consistente en orine fermentado con flores silvestres, obligando a
arrodillarse; mientras el upa porta una brasa de incienso en una bosta de
buey. Es todo un da de juego con el cura y su upa, el chunchu y el nakaq,
y con toda la poblacin, es un da especial en que todos han de estar tan
alegres, aqu no cabe molestarse con ninguna de las bromas y ocurrencias
de las invisiones, para eso fueron designados dichas personas.
Especial importancia tienen los Chunchus, ellos se visten de selvtico,
llevan adornos de plumas, collares de frutos, rostro pintado con ichma
(tierra rojo ritual), con flechas, y dicen venir a la fi esta desde el pueblo

de agua, de all traen al agua, pero aparecen siempre enfrentndose a los
nakaq o pistacos. Por su parte los pistacos, con rostro pintado de negro,
llevan kallwa que viene a ser sables para decapitar a las personas gorditas
y sobre todo a los que no estn limpiando con cario el canal, es un
extractor de grasa humana, se enfrentan con los chunchus quienes pocas
veces ganan con flechas, se hacen degollar noms, les castra en lugar de
sacarle su grasa. En la tradicin oral quechua se dice que la grasa humana
era requerida por la iglesia catlica para que la campana recubierta con
grasa humana sonara mejor y ntido.
En el transcurso de la maana los comuneros van llegando, cargando sus
palas y picos para el trabajo de limpieza de los canales y se renen en la
plaza, para retirarse a la capilla de Anta pampa en medio de una alegra
desbordante animado por las invisiones y los msicos. Las autoridades,
previo un Alabado en la puerta de la iglesia retiran las Cruces para llevar
a las capillas de Anta pampa, Campowasi e lllaqpampa, pero antes debe
haber un encuentro de estas tres cruces con la poblacin humana en
la capilla de Antapampa en el ritual llamado Qunupa, para lo cual los
compadres de los Alvaceres adornan la capilla con ramas de mallki. Para
el inicio de Qunupay, todas las autoridades oficiales elegidas se arrodillan
delante de los Varayuq pidindoles permiso para el festival como estos
ltimos les pidieron permiso antes en el Cabildo. En Qunupay, se bebe
abundante chicha y caa, ofrecido por los compadres de las autoridades
tradicionales, al comps de bandas de msica, waqrapukus y chirisuyas,
que son los msicos acompaantes del Hatun Alcalde y dos Regidores.
A la Qunupa en capilla Antapampa, los comuneros arriban con el mejor
vestido o con los nuevos.
Especialmente los solteros lucen sus sombreros nuevos adornados con
hilos de color, con flores de matawayta que nuevamente en esta capilla
el Sallqa Alcalde vuelve a distribuir junto con la coca. Mientras, la Mama
Alcaldesa y las dos Regidoras, aprovechando momentos de descanso de
los msicos de waqrapuku, chirisuya y banda, cantan la pasin del agua:
Agita cristalina, agita turbia
No me lleves, no me empujes
Arroyito turbio
Agita turbia, de ojitos azules
Mujercita cristalina
Agita cristalina
Rebasando de los canales estoy viniendo, estoy llegando
Casi al trmino de Qunupa, la Mama Alcaldesa se escabulle corriendo

hacia su casa, tratando de no ser vista por las dos Mama Regidoras y una
veintena de Mama Alvaceras, ellas tambin al darse cuenta de ello rompen
la muralla humana de Varayuq y salen corriendo tratando de alcanzar o
ganar a la Alcaldesa, porque son el agua fluyendo, corriendo por los canales;
la energa de las Alvaceras (consideradas hijas de la Alcaldesa y Regidoras)

en su condicin de madres jvenes deben ser ms que la de su madre
anciana. Cuando en algunos aos la mama Alcaldesa en su condicin de
anciana es la ganadora de la carrera, las Alvaceras reciben fuertes crticas:
!Atatallaw!, imaynam kay paya mamaykichiwanqa saqichikamunkichiqa
(Qu vergenza!, cmo se hacen dejar con su mam anciana).
La carrera de estas mujeres autoridades es esperada con ansias porque se
trata de una de las seas que se ve en esta fiesta para las condiciones del
ao agrcola que se tendr en el presente ao:
Cuando la mama Alcaldesa llego primero que sus hijas, el ao ha

de ser de buena cosecha, pero si llega primero una de sus hijas
(Alvacera), se trata de un ao regular a malo, (Bonifacio Tomaylla
Conde, Pirhuamarca. En informe narrativo del II Semestre de
2002, Julio o diciembre 2002 del proyecto In Situ).
Antes las Alvaceras con mama Alcaldesa corran descalzas desde
el cementerio hasta la capilla de Antapampa, cuesta arriba. En
esta fiesta ellas son agua que corren por las acequias arregladas,
Jvenes de Unin Potrero en la proteccin de Ojos de agua.

estas mujeres eran atajadas por los Alvaceres y Hatun Alcalde, le
cuidaban para que no se escapen pero en un descuido ellas rompan
la barrera y corran una sobre otra, pisndose los talones. Y ellas
ahora han aprendido o correr desde la capilla de Antapampa a la
casa de la Alcaldesa, y necesariamente la Alcaldesa tiene que ganar
para que el ao sea bueno, pero si ganara una de las Alvaceras se
tiene ao irregular para los cultivos. Adems, la Alcaldesa, en caso
de que ganara le regaa a sus hijas (Alvaceras), le mide la agilidad
de ellas, le dice: iPor qu no corres bien, acaso toda tu vida vas a
ser floja, qu dirn nuestros Ayllus, de quin es esa floja, as nos va
decir la gente! La madre desprestigiada en este caso es la mama
Alcaldesa y no la madre biolgica, (Marcelo Nez, Hatun Alcalde
del 2002. En informe narrativo del II Semestre de 2002, Julio o
diciembre 2002 del proyecto In Situ).
Al trmino de Qunupa, Hatun Alcalde con sus Alvaceres y msicos se
retiran al ojo del agua para entregar la ofrenda al agua, los dos Regidores
se retiran cargando cruces a la capilla de Campowasi e lllaqpampa.
La limpieza culmina aproximadamente a las dos de la tarde con la merienda,
que viene a ser el almuerzo comunitario a base de maz, olluco ofrecido
por las madres de las Alvaceras en una de las chacras de Antapampa,
debajo del nico manantial que desde tiempos inmemoriales provee agua
a la poblacin de Quispillaccta. Al culminar la comida, las personas que
participaron como lnvisiones, los muchachos y las muchachas estarn
listos para iniciar con la fiesta de Paseo por la noche, que consiste en
cantar y bailar con msica chimaycha en cada una de las casas de las
autoridades tradicionales que estuvieron a cargo de la fiesta al agua.
Es muy importante que toda esta actividad se desenvuelva en un ambiente
de alegra y risa; pues, sin alegra, el agua -junto con la gente- estara triste
y cansada y no llegara a las chacras y la crianza no ocurrira. Para que
todo esto suceda, tambin todos deben haber comido abundantemente
(hasta el cuello). El comer de los varones y de las mujeres es el criar de
ambos; ya que, por momentos, ellos son el agua dando energa a la gente
-despus de su duro trabajo en limpieza de los canales -que cra al agua
permitindole caminar. Esto tambin sucede a los que bailan.
En las dems comunidades del distrito de Chuschi como Uchuyri, donde
todava perviven vigorosamente las autoridades nios y de adultos, un tramo
de canal tienen a su cargo los del Soltero Vara, para hacer cumplir con los
trabajos y toda la costumbre (festividad), a ello se llama soltero yarqa
(canal soltero), y por su parte las autoridades mayores tienen otro tramo
de canales llamado hatun yarqa (canal adulto o mayor) donde igualmente
ellos cumplen con todo los deberes o costumbres.

d) Puquio waqaychay (proteccin y conservacin de puquiales)
Abarca la limpieza de sedimentos acumulados en los ojos, renovacin
o plantacin de plantas que llaman agua como putaqa, waylla ichu,
circi y entre o tras plantas, y la proteccin de la misma del dao de los
animales con pukutus o pukullus (infraestructuras de proteccin del
manante), en muchos casos el empedrado de la toma, la rehabilitacin
de las galeras filtrantes que por abandono se atrofian interrumpiendo el
flujo del agua por los vasos comunicantes de los manantiales. Tambin la
realizacin de rituales de permiso.
Esta prctica en caso de la localidad de Pirhuamarca es festivo, al cual
se denomina como Puquio laqay, que se realiza el primero de mayo, y
tiene vnculo con los jvenes y nios, por ello la autoridad que eligen para
esa ocasin constituyen slo jvenes y nios, quines se encargan de la
festividad en su condicin de Alcalde Vara, Regidor, Alguacil y Alfrez;
se trata de un cargo temporal, mientras dura el mantenimiento de los
puquiales. La festividad consiste en el mantenimiento festivo y cuidadoso
de ms de 50 puquiales, las mismas estn intercomunicadas entre s a
travs de galeras filtrantes. La fiesta se realiza en tres principales puquiales
como manifiesta don Lucas Conde:
En la limpieza de los puquiales nos dividimos en tres sectores. El

Hatun puquio que para nosotros es la maman (puquial madre), por
ser fuente principal en el abastecimiento del agua a la comunidad,
Circi es otra planta considerada como madre del agua

es limpiada por el ayllu Conde. El segundo puquial denominado
Wasa puquio es limpiado por el ayllu Pacotaype, y el tercer puquial
de mayor importancia llamado Qaywani puquio es limpiado por el
ayllu Espinoza, (Lucas Conde, localidad Pirhuamarca).
En este sentido, Puquio waqaychay es de conversacin y renovacin de
la vida colectiva, es una actividad delicada porque podra contribuir a la
prdida de ojos de agua que en ladera constituye la nica fuente de agua,
adems los puquios son la boca de los Apus y las deidades criadoras:
Putaqa (Rumex peruvianus) es la planta madre

El mantenimiento y limpieza de los puquiales, es un desafiar,
travesear a los puquiales que nos cran, por ello hacemos con
mucha delicadeza para no asustarlo y antes que todo dar nuestro
cario (ofrenda), lo poco que hemos trado. Aqu no se trata de
querer agua noms, se trata de respetarlos y tambin ellos necesitan
nuestro reconocimiento, (Germn Tomaylla, Socobamba).
Los puquiales al ser desafiados con herramientas, incluso al ser
cogidos en momentos inoportunos y con utensilios inadecuados
(como ollas ennegrecidas), se secan o se trasladan a otros sitios,
son actos de crueldad que no slo profana su ser, sino mata al
puquial, (Delacruz Cisneros Fernndez, Socobamba).
La limpieza de puquiales hacemos con mucho fervor y cario,
cualquier requerimiento de las autoridades damos sin mezquindad,
porque aqu la nica fuente de agua son los puquiales, pero gracias
a nuestro Divino, vivimos al igual con los que tienen agua, (Rubn
Nez, Socobamba).
Los puquios son angelitos traviesos y juguetones, como a cualquier
persona le encanta jugar, por eso decimos que se ha jugado cuando
a alguien le enferma. Nosotros, no debemos faltarle respeto por
ms evanglicos que seamos, porque ellos viven y existen, (Simen
Vilca, localidad de Socobamba).
El puquio cuida y protege a los ganados, yo hace aos que lo
encomiendo mis animales al puquio porque el agua de este
puquial se origin en Pukaqucha, que es una deidad que protege
y multiplica animales. Cada mes de julio no le falto, lo que tenga
le llevo, el seal y el llampu tambin estn ah. (Germn
Tomaylla, Socobamba).
Con esta actividad, adems, de mejorar la disponibilidad y calidad
del agua, fortalece la recuperacin de autoridades jvenes y nios, la
biodiversidad porque se trata de preparar comidas y bebidas pertinentes
para la oportunidad, y fortalece las relaciones de empata entre la familia
y el puquial.
Este puquialsito es de mis padres, desde que tengo uso de razn

me ha criado sin aumentar ni disminuir, por eso cuando acordamos
rehabilitar les dije: Qu manos, qu ojos, tendrn ustedes!, quiz
me lo pueden secar, por eso yo misma voy a arreglar (lsabel Cuba,
Condorpaccha).
Se trata de actividades recuperadas con el acompaamiento de ABA, cuando
por el consumo de agua entubada se dejaron tcnicas especial izadas que
ayudaban a la regeneracin del agua y la naturaleza. Las ceremonias y los
rituales al agua buscan la curacin y reconciliacin, en la mayora de las
veces, con su persona, el puquio ofendido, por los rigores tecnicistas en

el desarrollo de las obras de captacin del agua, y en otras veces, por los
maltratos e insultos causados por los comuneros evanglicos, para quienes
los puquiales en algn momento fueron vistos como el demonio.
Siempre hacemos la conservacin y limpieza de los puquiales; es

cotidiano y cada familia lo mantiene lo que ms usa, pero la limpieza
a nivel comunal y festivamente desde que hemos recuperado esta
fiesta lo hocemos dos veces al ao, con la participacin de todos
los comuneros, (Telsforo Ccallocunto, Pirhuamarca).
Los puquios de Socobamba son mujeres, y como tal cra a sus
hijos y no nos abandona, a ver cunto tiempo ya estamos viviendo
en esta zona? Para ello nosotros tambin no olvidamos en dar su
cario (ofrenda). Gracias a cada uno de ABA y a las personas que
hacen posible que ustedes nos acompaen en cada una de nuestras
actividades, ya sea en la crianza de nuestra agua o crianza de la
chacra o ganados.
La fiesta al agua es importante, me consto el incremento del caudal
en el puquial Concoma cuando los hermanos de Pirhuamarca han
retomado el festejo al agua que se ha dejado desde hace muchos
aos, (Alejandro Nez, Socobamba).
Qucha Apacheta. Tuco Quispillaccta. Es la primera laguna lograda

en la localidad de Tuco, con dique de piedras y ncleo de arcilla,
cuya construccin fue iniciada el ao 1994. Hoy, al ao 2014 pro-
porciona agua a las familias de la zona y comunidades aledaas hasta
en poca seca.

e) Formando lliwa (bofedales)
La ampliacin de reas hmedas permanentes a travs de plantacin de
especies que llaman agua y la dispersin de aguas superficiales mediante
pequeos canales a nivel hacia reas o partes secas de los cercos; es decir,
derivando aguas de escorrenta y de los que discurren de los puquiales.
Lliwas como colchones de agua, cumple la funcin de recarga y descarga
del agua subterrnea, la liberacin lenta del agua, son reguladores de los
excesos y deficiencias hdricas; adems, constituyen hbitats crticos de
muchas especies como la wachwa, tutacaballo y otras aves, sobre todo
en ciertos ciclos vitales de su vida como nidificar, descansar o alimentarse,
por tener una vegetacin natural siempre verde y sucu lenta es de elevado
valor forrajero ven condiciones de buen cuidado rebrota el pasto dos a
tres veces al ao. Albergan poblaciones de animales muy numerosas y en
las vacas que pastorean en estos bofedales incrementa la produccin de
leche.
La importancia de la ampliacin de los bofedales, aparte de mejorar el
control de aguas de escorrenta de partes altas e incremento del colchn
Comunera de la localidad de Unin Potrero conversando con la

planta madre del agua, Putaqa.

hdrico, radica en el recuperacin de la prctica de la agricultura en
pantano sobre todo de tubrculos, una agricultura limpia que no requiere
de uso adicional de fertilizantes (orgnicos y qumicos) y de control de
plagas y enfermedades, constituyen tambin abrevaderos de los animales
e incluso se habilita pozas de agua para uso humano. Sin embargo, cabe
mencionar que la formacin de bofedales se logra en perodos largos, por
lo menos mayores a 3 aos.
f) Crianza de plantas madres del agua o yaku qayaq

En un mundo vivo todos son seres y personas. Todas las personas son
diversas. As tambin en agua hay diversas personas, son diversos, existe
agua sapo, agua culebra, baku yaku (agua tmida), entre otros. Como
personas tienen adems una madre seminal o yakupa maman, y como tal
cran (mantiene) al agua y aumentan el caudal.
Asimismo, hay lagunas y puquiales que tienen sabidura (yachayniyuq)
para curar o contagiar energas para la fertilidad del ganado- mirananpaq.
Otras lagunas tienen sabidura para hacer llover.
Para incrementar el caudal de los manantes, para perennizar puquiales temporales
y, en otros casos, para dar nimo a una persona agua baku (tmida y poco
trabajadora), se desarrolla la plantacin de plantas conocidas como yakupa
maman (planta madre del agua) o yaku qayaq (plantas que llaman agua) y
que son putaqa, chankil, circi, sura wayta, raki raki, cartuchowayta, rboles
como wanchuy y aliso, las mismas se plantan en el contorno del agua manante,
asicomo en las riberas de los canales por las cuales discurren las aguas. En
sectores donde crece pauca (arbusto), mana agua encantada e incluso discurre
en buena cantidad. Esta especie abunda en las zonas bajas.
g) Cosecha del agua de roquedales

En la localidad de Socobamba donde el problema no slo es la falta de
agua en la poca seca sino tambin la falta de agua apta para consumo
humano en tiempo de lluvia, se practica la cosecha de agua en roquedales
que permite almacenar agua en la poca de lluvia y los chorros de agua
que an discurren tambin en la poca seca, para lo cual se va cavando
pozas debajo de los roquedales; y para contar con agua apta para consumo
humano en tiempo de lluvia se construyen depsitos de piedra para
sedimentar el agua turbia.
Nuestros padres y abuelos construan muchkas (depsitos de agua
construidos en piedra) y pozos para almacenar aguas para poca seca, las
aguas que recogen estos pozos son las lgrimas de los roquedales (qaqapa
wiqichan). Y las muchkas eran talladas en piedras grandes en la misma
casa y eran depsitos de agua turbia que se traa desde el ro Pampas
en poca de lluvia, era un recipiente que se utilizaba para sedimentar
las aguas turbias antes del consumo humana. Estas muchkas que an

lo tenemos son incluso tinkis (dos o ms depsitos contiguos), (Jacinto
Nez, Socobamba).
h) Hintil qucha -siembra y cosecha de agua de lluvia

Es una prctica milenaria cuyo uso era amplio, y se trataba de lagunas
superficiales y subterrneas (de cierta profundidad), stas ltimas
actualmente se encuentran en los asentamientos antiguos, en el mismo
pueblo matriz de Quispillaccta, Llacctahurn y Pirhuamarca, en los
sitios denominados Qutaa y Hintil qucha. En sta ltima se presenta
afloramiento de muros de piedra, envuelto por formaciones rocosas y
cubierta vegetativa. Segn los comuneros de Pirhuamarca, cuyo inters es
recuperar la vitalidad de esta laguna y habilitar su uso, es sta su sabidura.
Mis abuelos contaban que a esta laguna se acuda con rogamientos para
que sus aguas cre a toda la poblacin de Prhuamarca, traan sus ofrendas
y los colocaban justos encima de la fuente que esta tapadita can una
piedra, (Gregario Tomaylla, Pirhuamarca).
Se trata de la fundacin de lagunas de agua de lluvia aprovechando las
depresiones naturales existentes y que son reas de infiltracin de agua de
lluvia a la napa fretica, para generar aguas abajo nuevos ojos de agua y
ampliar bofedales o reas hmedas permanentes.
2.3. Siembra y cosecha del agua de lluvia, una de las formas de

criar agua
Hemos llegado ahora al tema de siembra y cosecha de agua de lluvia,
una de las formas de crianza del agua de lluvia, el inters directo para
esta sistematizacin que ha puesto el nfasis en el carcter totalizante
del proceso. De modo que nuestra tarea ahora va a ser descender al nivel
de esa particularidad de la experiencia en la siembra y cosecha de agua
de lluvia, ubicada en la localidad de Tuco, en donde aparece la primera
experiencia all por el ao 1994, y que se constituy en una prioridad. Se
difunde hacia las dems localidades hasta convertirse en una actividad
comunal en todo Quispillaccta y en comunidades adyacentes. As tambin
fue una actividad infaltable en todos los proyectos que impulsamos hasta
la actualidad.
2.3.1. Comuneros y autoridades de Tuco: del conflicto y la demanda a la

conversacin con todos
Esta experiencia surge en la localidad de Tuco, en la dcada del 90. En
ese entonces el sueo de las familias fue contar con agua para su consumo
y riego. Un sueo que nos compromete, ya que como organizacin local
debamos gestionar proyectos para derivar las aguas existentes. Un sueo
que nos condujo a una conversacin profunda sobre la cultura ancestral
respecto al agua y su situacin actual, lo que nos permitir buscar respuestas

en la propia cultura y no as en soluciones tcnicas, como fue la propuesta
de la mayora de los comuneros, que era gestionar el proyecto para derivar
las aguas temporales del ro Tucomayo, que a duras penas podan discurrir
por su cauce desde el mes de junio hasta el mes de agosto.
Esto planteaba una reflexin profunda sobre dos aspectos centrales: a)
la experiencia de desarrollo habido en la comunidad, y b) la forma de
recuperar el cario y respeto extraviado, que se haba identificado como
causa de los descuidos y escasez del agua.
a) Reflexiones comunales sobre las experiencias de desarrollo.

En Tuco, al igual que en las dems comunidades, se haba promovido
una visin extractivista del agua, centrndose en el uso, ms no en
su conservacin, menos an en su crianza. El saber campesino y su
cosmovisin viva y vivificante nunca han sido tomados en cuenta por los
proyectos de desarrollo. Al contrario, estuvieron enfocando su desaparicin,
as tambin han contribuido a la prdida y deterioro de grandes bofedales
y ojos de agua, como sucedi en Tuco, Huertahuasi, Yuracc Cruz, donde
un proyecto de mejoramiento ganadero ha conducido a un drenaje masivo
de extensos bofedales para el control de la fasciola; y est tambin la
experiencia del control integral de la fasciola que ha comprometido a
muchas comunidades de la cuenca alta del Ro Cachi-Mantaro.
Acudiendo a la memoria colectiva de Tuco, hallamos como solucin la
crianza del agua de lluvia, a travs de prcticas como qucha chapay
(apresamiento en lagunas temporales), qucha ruway (hacer lagunas),
puquio waqaychay (criar puquiales), entre otras prcticas milenarias que
haban sido olvidadas o que pasaron a un segundo plano por la imposicin
de la concepcin occidental de manejo y explotacin del agua.
b) Las formas de recuperar el cario y respeto extraviado

La forma de recuperar el cario y respeto extraviado sera mediante la crianza.
La crianza ocurrir primero con la recuperacin de rituales y ceremonias al
agua, a fin de buscar la reconciliacin con la persona agua y las deidades,
que fueron ofendidas por los rigores tecnicistas en el desarrollo de las
obras de captacin tal como ocurri con el puquial Quniqyacu6, y otras
6 La captacin del manante Quniqyacu de Tuco con estructura de concreto situada di-
rectamente sobre el afloramiento, cuyas aguas pretendan derivar hacia la localidad de
Huertahuasi sin respetar la opinin de los comuneros y menos del manantial. Ha ge-
nerado en realidad mayor indisponibilidad del agua, ya que el manantial ha decidido
escaparse a 40 metros debajo del afloramiento, luego de varios intentos. Cuando esto
ocurri por primera vez como enmienda excavaron ms profundo y mis abajo, luego otra,
as continuaron, pero el agua sigui oyendo el irrespeto de los ingenieros de la obra, como
vivenciaron los propios comuneros que participaron en la ejecucin de dicho proyecto.
El manantial se sec tambin en nuevos puntos de afloramiento y as qued abandonada
la infraestructura de captacin (proteccin, cmara hmeda y cmara seca) hasta el
presente. como evidencia de una intervencin irrespetuosa. Finalmente, el agua qued
inalcanzable, no slo para los de Huertahuasi sino adems qued imposibilitado su uso

veces, por los maltratos e insultos causados tambin por los comuneros
evanglicos, para quienes los puquiales eran los demonios.
As tambin aumentaban los problemas y los conflictos por el agua, en
medio de los cuales las soluciones endgenas tropezaban con barreras que
tienen que ver con propuestas modernizadoras que sucedi en relaciones
conflictivas dentro de la propia comunidad, que agravan la fragilidad de
la cohesin social para la regeneracin de la vida de las personas y del
paisaje.
Las ritualidades han sido una de las fuerzas vivas de la accin colectiva
para defendernos de todo, de las agresiones genocidas - tanto de Sendero
Luminoso como de los militares - durante la violencia poltica y cultural,
del etnocentrismo del desarrollo y modernismo, asimismo para superar
conflictos y resolver problemas de la vida familiar y comunal. Claro, las
ritualidades siempre han sido, y son, el blanco de ataques, y la necesidad
de vigorizarla pasaba al segundo plano por los conflictos generados a partir
de la relacin hombre-naturaleza.
sta era la oportunidad de centrar la conversacin en los rituales,
asumiendo seriamente la respuesta hallada en que la resolucin de
problemas sea realizada ritualmente, es decir comprometiendo a todos:
por las familias del sector Quniqyacu de Tuco, el mbito inmediato del manantial. Es
decir, se generaron mayores problemas.
Las lagunas de Tapacocha que alimentan al riachuelo Ingahuasi -

Pisqumayu, que mantiene a las localidades de Catalinayocc y Puncupata.

humanos, naturaleza y deidades; lo que condujo vigorizar las actividades
rituales en el proceso de recuperacin y vigorizacin de la agricultura y
cultural comunal.
c) Lo que provocaron los rituales

Los rituales no son sino conversaciones sinceras, en comunin ntima con
todo, que conducen a mutua confianza, a tener cario y respeto hacia
los seres del Pacha, a tener conciencia que los humanos no deben o no
pueden actuar nicamente sobre la base de sus propios deseos, su propia
voluntad. En un mundo donde todos somos seres y personas, la crianza es
la actitud bsica.
Los seres del Pacha cran a los humanos y, en reciprocidad, los humanos
cran a todos los seres del Pacha, asimismo sabe dejarse criar. Este es el
proceso que se requiere para que los humanos actuemos colectivamente,
en reciprocidad entre nosotros mismos. La crianza respetuosa y cariosa
del agua, es as una crianza recproca con todos y con cada uno, entre
humanos, entre aguas, entre aguas y humanos, y con todos. Todos son
parte del mismo esfuerzo.
La conversacin y reciprocidades son precisamente los ms necesarios
para la produccin en comunidad; es decir, las mquinas que generan
y regeneran las relaciones y reciprocidades mayores, y resultado de ello, la
slida cohesin social.
d) Avivan nimos de las dems localidades

El despliegue de reciprocidades permitir cumplir con el sueo de contar
con agua para consumo humano, para los animales, mejoramiento de
pastos naturales, riego de forrajes y cultivos, haciendo agradable la chacra
y el paisaje, lo que va generando beneficios tangibles.
Inicialmente, hasta para los comuneros de la localidad de Tuco, las lagunas
de lluvia ya logradas eran consideradas como algo inservible, porque no
estaban fluyendo sus aguas por canales, ni tena una compuerta de fierro
y concreto. Con el tiempo, las lagunas de lluvia producirn aguas ms
abajo, cerca de sus chacras, beneficiando a todos, as van cambiando
positivamente.
Luego de hacerse tangibles los resultados generados de manera incremental,
a la par socializados y compartidos, la experiencia es replicada en
Puncupata, Yuracc Cruz y Huertahuasi, despus las comunidades vecinas
que se ubican en toda la cabecera alta de la cuenca Cachi-Mantaro y
Pampas.
Se ha constatado que el volumen almacenado durante los meses de
lluvia, se mantiene casi invariable hasta la siguiente temporada de lluvias,
cubriendo las necesidades de los animales en pocas de escasez del agua,

asimismo van surgiendo nuevos ojos de agua en las partes circundantes
de la laguna. (Informe II Semestre Proyecto Crianza de la biodiversidad
andina, del perodo 1995-96, ABA).
En el testimonio de don Dionisio Conde (Tuco) se aprecia los resultados:
Atajar aguas en las lagunas alivia a nuestros animales, antes estas

lagunas se secaban rpido, apenas duraba hasta mediados de
setiembre y en caso de Apacheta el agua quedaba solo en sus ojos
- hoyadas - los animales sufran de agua... hacer esto me gusta
mucho puedo comparar con el reservorio de concreto que han
construido al frente pero sta parece que se ha rajado o no s por
qu no se llena. (Informe Anual 1997-ABA, elevado a SECTI)
A raz de la presencia de la sequa durante el mes de noviembre
y diciembre y motivados por los resultados obtenidos en el barrio
de Tuco y comunidades vecinas, observadas durante la visita de
intercambio de experiencias, los comuneros de los barrios de
Puncupata y Yuracc Cruz, han considerado una actividad comunal
de prioridad el represamiento del agua de lluvia en vasos naturales
o qocha chapay, logrndose construir diques a base de arcilla,
prismas de tierra de bofedal y piedra en 3 lagunas naturales. En
dichas lagunas, al finalizar el mes de diciembre, se ha evaluado
14,213 m3 de agua de lluvia almacenada. (ABA, 2001:13)
Faenas comunales en el
mantenimiento de la laguna en
Marcachapampa

2.3.2. En qu consiste la siembra y cosecha de agua de lluvia?
a) Las concepciones implicadas

En el mundo vivo todos somos seres y personas. Agua, suelo, todos los
elementos de naturaleza, son seres vivos (kawsaqmi) y personas, como
tal tienen diversos modos de ser, adems una madre seminal o yakupa
maman, por lo mismo no se trata simplemente de hacerse servir con el
agua, sin entender sus sentimientos, tambin tiene sus querencias.
Al agua hay que llamar, almacenar y llevar, danzando, tocando y
cantando su pasin (cantos ceremoniales al agua).
La siembra y cosecha de agua de lluvia parte de estas concepciones que
determinan la manera en que estas poblaciones cran aguas, es decir que
orientan su accionar. Se llama crianza del agua al conjunto de cuidados
que reciben aguas y fuentes para que en reciprocidad seamos criados por
ella. Es oficio del criador brindar atencin, cuidar, producir, trabajar y
desarrollar.
Pero tambin la fuente implcita de la siembra y cosecha de agua de
lluvia, est en las siguientes cuestiones bsicas: Siempre hemos sabido
Plantacin de la Putaqa para

la estabilizacin de la laguna
Marcachapampa

que la disponibilidad del agua depende de las condiciones climticas,
principalmente de las lluvias estacionales, stas nunca han sido estables
ni suficientes. As hemos aprendimos la agricultura haciendo coincidir el
ciclo del cultivo y el periodo lluvioso del ao, al mismo tiempo, al agua
existente en la naturaleza hemos sabido mantener con cario y respeto.
La siembra y cosecha de agua de lluvia es una forma de criar al agua de
lluvia adaptando los vasos naturales de tierras altas, en donde se le brinda
diversas atenciones para que se desarrolle. Es una siembra ya que el objetivo
es alimentar a los acuferos y mantener agua para pocas secas, es decir
lograr lagunas de lluvia. Siembra implica hacer labores necesarias para que
fructifiquen. Mientras la cosecha es a travs de los ojos de agua y bofedales
generados por las lagunas de lluvia.
La siembra y cosecha de agua de lluvia abarca un conjunto de actividades que
se desarrollan en diferentes momentos: previo y despus de la construccin
Reforzamiento del dique con plantacin del Wayllay ichu y otras

78 especies propias de reas hmedas y races
Yaku frondosas.
Mama - Madre Agua
del dique de la futura laguna. No culmina con el embalsamiento de agua
de lluvia. Tanto las actividades previas y las posteriores, son vitales para
la regeneracin del agua en el paisaje comunal y microcuenca.
Estas actividades abarcan:
Qucha ruway o fundacin de una qucha en vasos naturales u hoyadas,
en donde se construye diques de piedra con ncleo de arcilla.
P
uquio waqaychay o proteccin y conservacin de puquiales emergen-
tes.
P
lantacin de plantas que llaman agua o madre del agua en ojos
emergentes y bofedales.
L
liwayachiy o formar bofedales o humedales.
P
uquio laqay o mantenimiento festivo de los ojos de agua.
b) Acciones y actividades puestas en marcha

Merece sealar que la siembra y cosecha de agua de lluvia no requiere
tecnologas sofisticadas, sino una conversacin con todos los implicados,
de reciprocidades y sintonizaciones permanentes. En tal sentido, nuestras
formas de hacer corresponden a aquellas circunstancias y estados de
nimo de los participantes, que nos permitieron hacer tal o cual actividad.
Buena parte de las actividades puestas en marcha, que a continuacin
presentamos, surgieron en el camino, de las reflexiones, de las decisiones
permanentes que implica estar en sintona.
c) Fundacin de una qucha

La fundacin o creacin de una qucha implica la nueva presencia de agua,
y de hbitats acuticos, en el seno del territorio; lo que trae aparejado
nuevas formas de vida de esas condiciones que, en el caso de la zona alta,
se ha revelado como una buena oportunidad para poblaciones de aves y
vegetacin acutica que aparecen de forma natural; pero, tambin se han
repoblado con peces (trucha) y algas (p.e. chankil). El objetivo inmediato
es infiltrar el agua.
En este sentido, el saber comunal otorga alta importancia a la presencia
de formas de vida acuticas desde el principio, la estabilidad o capacidad
de retencin del agua va pareja a su riqueza en especies, aparte de que
naturalmente va acogiendo.
Por las caractersticas ecolgicas e hidrolgicas de la zona, los lugares
donde se fundaron las lagunas son piedemonte, enclaves temporales o
chaki qucha, pequeos humedales de distinta tipologa (temporales y
permanentes, someros y de cierta profundidad), depresiones, cierre de
abras, vaso natural. Por ejemplo, Apacheta, la primera laguna de Tuco,
est fundada en piedemonte y enclave temporal; mientras Tapaqucha de
Puncupata, en un humedal temporal.

d) poca de la realizacin
Sabemos que el ao tiene dos temporadas: uno seco fro conocido como
usyay uku y otro lluvioso templado llamado puquy uku, las mismas
determinan el calendario agrcola, cuyo inicio y final es el solsticio de
junio.
Como en la agricultura la siembra y cosecha de agua de lluvia se har
tambin tomando en cuenta estos ciclos y los periodos de la lluvia. Las
actividades de remocin no debern coincidir con los meses de extrema
humedad y extrema sequedad tal como febrero y agosto, considerados
meses de alta sacralidad. No debemos interferir en el ciclo vital de la
Pachamama. En estos meses est llullu (inmadura, delicada) y kichasqa
(abierta), muy sensible y receptiva.
En cuanto a la estacin lunar se prefiere iniciar el trabajo en cuarto
creciente, cuando la luna va a la crecida, pues, la fuerza csmica nos va
acompaar en todo el proceso.
e) Nuestras caminatas previas

Una prctica muy importante ha sido caminar (visitar lugares) con los
comuneros ms acuciosos, curiosos en todo sentido, con los Yachaq
(los que saben ms), buscando seas del agua y lugares criadores, por
supuesto, aprovechando al mximo la sabidura que emana en el lugar
preciso, en sintona con todo.
Estas caminatas lo hacemos en momentos especiales, pidiendo permiso,
minkando a los Apus y a todas las Deidades para hacer la qucha en el lugar
indicado, pues los humanos no son quienes para decidir unilateralmente
sobre alguien o algo que afecta a todos.
Si nuestro territorio est muy alterado o completamente extinto ante
las faltas de respeto, no podremos continuar. Nos pide visitar otro da o
recorrer otros lugares ms. As consideramos de vital importancia visitar
otros lugares, conversar y recordar las formas ms adecuadas para su
recuperacin y su conservacin.
Debemos conocer la historia de los lugares, de los Apus, de las quebradas,
de los parajes y sitios sanadores, de los sitios que enferman, de los suelos,
de las plantas seas del agua y sus usos delas dems plantas para que la
siembra sea ms adecuada. Conocer la historia de la lluvia, conocer sus
caminos, sus gustos, sus querencias, es decir aquella conducta tal como
la emite una persona en su entorno natural. Conocer las seas, que nos
van diciendo sobre la ausencia o presencia de la lluvia, de la granizada o
de la helada.

f) Comprometiendo a todos y a cada uno
Las actividades siempre son muy ceremoniosas. La identificacin de vasos
naturales, con participacin de Yachaq (sabios o maestros), comuneros
mayores y jvenes, con quienes mejor conocen su entorno. Hay personas
curiosas para la crianza del agua, esas personas conocidas como yakupa
ratanan (persona que tiene empata con el agua).
Los rituales nos permiten conversaciones en un nivel de profundo de
compromiso y respeto a las deidades del lugar donde se va fundar la laguna.
Lo primero es buscar el consentimiento de los Apus y Pachamama, de las
deidades criadoras del lugar. Las cuestiones tcnicas pasan ciertamente a
un segundo plano.
Muchas veces estas conversaciones con las deidades criadoras del lugar, los
Apus y la Pachamama tomaron tiempo; requirieron rituales de rogamiento.
Por supuesto, todas estas actividades rituales son absurdas desde la visin
tcnica o como algo que merece una explicacin, contexto en el cual los
Yachaq de Quispillaccta contrastan con la preparacin del expediente
tcnico. Dicho en las palabras de Marcos Meja:
As como los ingenieros hacen en una mesa su expediente tcnico

que es un proceso inicial para la ejecucin de una obra, igual para
nosotros, en el mundo andino, nuestro expediente tcnico est en lo
ritual, en entregar nuestras ofrendas a la Madre Tierra y a los Apus,
quienes sern los que nos guen en la construccin. (Marcos Meja,
Yachaq de Unin Potrero).
g) Construccin del dique

La zona adecuada siempre ser la salida ms estrecha de los vasos naturales
para abaratar el costo en la construccin del dique.
La construccin del dique se hizo con materiales gravosos, arcillas y
piedras, que no proviene del lecho de la futura laguna. La vegetacin
existente deber alterarse lo mnimo, lo indispensable para construir. En la
mayora de los casos el movimiento de material ha sido de manera manual
con picos, palas y barretas; el material removido, trasladado en carretillas
y las piedras incluso bajo lomo. Esto es en caso de trabajos comunales en
pequeas lagunas. La construccin de lagunas de dimensiones mayores ha
requerido maquinarias.
La formacin del dique se hizo en la mayora de los casos pasando la
temporada de lluvias, cuando la tierra est madura, es decir, con la
humedad propicia para obtener una buena compactacin. Es importante
recordar que el dique lleva un ncleo de arcilla desde la cimentacin hasta
la plataforma.

h) Mejoramiento y proteccin del dique
Posterior a la construccin del dique, los trabajos consistieron en recubrir
el paramento interno (talud en contacto con el agua) a base de piedras
a modo de enrocado, formando una serie de escalones o chaflanado a
la seccin del talud. Pero tambin se ha utilizado champas (prismas de
bofedal) o de lo contrario instalando especies como wayllay ichu de races
abundantes y propias de reas hmedas que prosperan y protegen muy
bien a la estructura. Se hace lo mismo en el paramento externo. El objetivo
es proteger el dique del desgaste que pudiera ocasionar el agua embalsada.
En esta etapa el involucramiento de los jvenes ha sido central no slo
para los trabajos de mantenimiento de los diques, sino para refundar esta
prctica en la generacin actual. Los jvenes se encargaron de repoblar
con plantas para la estabilizacin del material suelto a fin de evitar la
erosin del dique por la fuerza del agua y estabilizar tambin a la misma
laguna con plantas madres del agua como el chankil (algas) e instalacin
de peces.
i) Embalse de agua de lluvia

Conseguido la construccin, en la poca de lluvia se embalsar agua de
escorrenta, el primer ao el agua disponible casi siempre es para saturar el
suelo circundante, a partir del segundo ao, se generan las infiltraciones.
Al ao de la construccin de la nueva laguna, los trabajos siguientes
consisten en la proteccin de pendientes y orillas para evitar la erosin,
la construccin de pequeos canales o cunetas que recojan la escorrenta
y la dirijan a la laguna, la proteccin de orillas con primas de bofedal o
mediante la plantacin de vegetacin acutica, etc. Se trata de reducir el
aporte de sedimentos y retrasar el exceso de sedimentacin en la laguna,
que impiden la infiltracin.
j) Evolucin de la laguna y su estabilizacin

La estabilizacin de las lagunas ocurre en dos o tres aos, aunque depende
de muchos factores adicionales, adems de la lluvia, del entorno, de la
ubicacin, del dique, etc. Lo que es facilitado mediante repoblando de
peces y ciertas especies de algas y lquenes. Dicho en las palabras de
Wilber Espinoza de la localidad de Huertahuasi:
La crianza de truchas en estas lagunas es la mejor forma de

estabilizar y conservar las aguas, porque donde hay trucha el
puquial y la laguna ya no se puede secar ms. La aparicin de
chankil (algas) en las nuevas lagunas, es sea para la estabilizacin
de las mismas. Esta plantita no deja que el agua se pierda, agarra
a la agita. La laguna de Wiraqucha ya est con chankil, cuando el
ao pasado tap la salida el agua aguant hasta el mes de junio y

ah apareci el chankil, por eso s que sta laguna ya no se va secar
(Wilber Espinoza Rocha, Huertahuasi).
El seguimiento de la evolucin de la laguna constituye una labor a largo
plazo, ya que no siempre evoluciona de forma natural, se requiere de
mantenimiento, de presencias para la crianza afectiva de las quchas.
k) Rituales para que las aguas estn tranquilas

La estabilizacin de las lagunas implica la aparicin de nuevos ojos de agua
abajo de la laguna, incremento del caudal de los manantes existentes, cuya
ocurrencia no podra ser solamente por un acto mecnico (agua que fluye
porque hay laguna arriba), sino por contacto vivo e interaccin personal de
los criadores, lo cual se realiza con un profundo respeto a las deidades del
lugar por permitir la regeneracin del agua.
Autoridades tradicionales y directiva comunal, que garantizan la

conservacin de lagunas de agua de lluvia.

Esto implica la realizacin de rituales en el mantenimiento de los diques
para que el agua est tranquilo, se estabilice y emerja ms agua de los
nuevos puquiales.
Nuestras lagunas y Apus tambin necesitan watuykuna (visita de

encariamiento, saber cmo se hallan), hay que visitar siempre,
hablarles por su nombre porque ellas y ellos viven; ah llevamos
nuestro cario, le decimos te traigo esta coquita, cigarrito y todo lo
que te agrada, Gracias por criarnos, madre! No slo a nosotros sino
a todos tus hijos e hijas sean de buenos o malos comportamientos.
(Heraclio Galindo, Puncupata).
De forma coherente con nuestra visin viva del agua, la crianza continua
tanto en la laguna como en los nuevos ojos emergentes, haciendo que las
aguas se tranquilicen y emerjan ms vvidas aguas abajo.
l) La crianza de nuevos puquios

Los nuevos ojos de agua, puquios temporales, humedales, que aparecen
aguas abajo de la laguna, se cran plantando yakupa maman (planta madre
del agua), yaku qayaq (planta que llaman agua), como putaqa (Rumex
peruvianus), circi, lambras, etc., son protegidas del dao de animales con
pukutu o pukullu de piedra, (infraestructuras de proteccin de manantes).
El saber comunal otorga a estas plantas compaeras del agua cualidades
de perennizar puquios temporales, aumentar el volumen del manante
existente, adems que confieren energas a las lagunas y a los puquios,
es decir, les hace encanto. Uno de los requerimientos del agua es la de
poder caminar junto a sus plantas compaeras, adems de tener madre
seminal.
Las actividades siguientes son la formacin y/o ampliacin de bofedales,
el mantenimiento festivo de los puquiales, mantenimiento del dique de las
lagunas, limpieza de sedimentos acumulados en los ojos de los puquios
y rehabilitacin de conductos subterrneos que comunica el puquial
madre (maman puquio) con los de uso (puquiales secundarios). Estas
actividades se realizan cada ao agrcola.
2.3.3. Recursos utilizados (presupuesto)

En los inicios, los costos mayores fueron como contribucin de los
propios comuneros, mediante los trabajos de horas hombre, as como la
alimentacin y la logstica fueron cubiertos por parte de la Asociacin
Bartolom Aripaylla por los proyectos desarrollados con terre des hommes
Alemania, y a partir de 1998 con la contribucin de Welthungerhilfe
(antes Agro Accin Alemana) ha sido posible la construccin de lagunas
de mayores volmenes por el apoyo con mayores herramientas y horas
mquina. (Anexos 1 y 2).

2.4. Lo que favoreci y dificult la crianza del agua
Como ya se ha sealado en la situacin inicial de esta sistematizacin, el
marco de referencia en el que se ubica la experiencia de recuperacin y
vigorizacin de la cultura y agricultura campesina andina, constituye un
contexto post-violencia poltica de profundos cambios, al mismo tiempo
de inacciones y postergaciones, que marcan el escenario peruano, entre
1991 y 2013.
En este contexto de crisis, la experiencia de recuperacin de la agricultura
y cultural comunal, en donde se cran aguas, son el resultado de bsquedas
de soluciones endgenas, y las distintas respuestas que se han dado para
salir de ellas hacen notar que las distintas acciones impulsadas coadyuvaron
en la misma direccin.
En efecto, la siembra y cosecha de agua de lluvia, una de las prcticas
de crianza del agua, no es un proyecto independiente ni es una actividad
aislada. Debe verse siempre y necesariamente dentro del conjunto de la
experiencia de ABA, en los 22 aos de vida institucional, a lo largo del
cual se han presentado diversas situaciones que favorecieron y otras que
dificultaron los procesos de recuperacin comunal. Esto es, por el carcter
incremental de la experiencia.
Sin embargo, y especficamente en la crianza del agua, se tiene desde
el mbito comunal cuatro aspectos que jugaron a favor de la crianza
del agua; mientras del otro lado, se presentaron cuatro elementos que
obstaculizaron e incluso, hicieron peligrar los logros obtenidos.
2.4.1. Lo que facilit la crianza del agua.

Las condiciones que facilitaron la crianza del agua en primer lugar es
la resistencia de la tradicionalidad que encontramos en las nuevas
condiciones del post-conflicto; en segundo lugar, el amparo de nuestra
localidad de origen Unin Potrero y Tuco por la experiencia pionera; en
tercer lugar, la predisposicin de la organizacin comunal a travs de la
Directiva Comunal de Quispillaccta; y finalmente, el carcter incremental
de la experiencia de ABA y el conjunto de estrategias institucionales que
se pasar a profundizar en el captulo siguiente.
a) La resistencia de la tradicionalidad.
Nuestra apuesta por la afirmacin cultural andina en las nuevas condiciones
del postconflicto descansa sobre lo que hemos llamado la resistencia de
la tradicionalidad. Dicha situacin asignaba un papel an ms central a
la cosmovisin criadora y a las prcticas tradicionales para dar respuesta
a la crisis de la comunidad, la misma que permitir encontrar soluciones
dentro de su propia historia y su fuerza productiva, y las formas necesarias
de alcanzar su reconstitucin permanente.

La cosmovisin viva y holstica del mundo de los pueblos andinos,
constituye un elemento clave para que las comunidades se direccionaran
por el camino de la afirmacin cultural andina y superar de toda dificultad.
La mayor expresin de esta cosmovisin son las ritualidades.
Esta cosmovisin es pues sustento de profundas relaciones de crianza, entre
hombres y con la naturaleza, es la base de la agricultura, de las prcticas
productivas, de las formas de conservar los llamados recursos naturales,
en las forma de habitar, asimismo de las alianzas y conciliaciones entre
los pueblos.
Son precisamente en situaciones de extrema dificultad que nos conllevan
a la conviccin de que las ritualidades han sido una de las fuerzas vivas
de la accin colectiva para defendernos de todo, de las agresiones tanto
sociales y polticas, asimismo para superar conflictos y resolver problemas
de la vida familiar y comunal; es decir, comprometiendo a todos: humanos,
naturaleza y deidades.
Tambin se debe precisar como otra forma de la resistencia de la
tradicionalidad, la capacidad de criar lo ajeno en trminos propios, es
como ha sucedido con las plagas y enfermedades nuevas o con todos los
elementos nuevos como los Santos cristianos que fueron como pastores de
los ganados comunales.
Surgen las resistencias y alternativas contra toda homogenizacin, estas
resistencias son pues una de las caractersticas centrales de la agricultura
campesina andina que emergen cuando se trata de una intervencin
buscando la transformacin de las realidades agrarias comunales, cuando
se prioriza los aspectos econmicos, cuando estn en juego los aspecto de
ndole medio ambiental.
b) El amparo de nuestra localidad de origen Unin Potrero y Tuco

Un factor clave viene a ser el amparo de nuestra comunidad de origen por
ser parte integrante de la comunidad como cualquier otra familia, pero
tambin como organizacin, ABA que constituyndose como un ncleo de
afirmacin cultural andina (NACA), asume la condicin de ser parte de la
comunidad, reconocido en el Estatuto Interno de la Comunidad Campesina
de Quispillaccta, no solo por estar conformado por profesionales originarios
de esta comunidad, sino por su labor de acompaamiento permanente con la
organizacin comunal ms all de la propia comunidad. Es, efectivamente,
una instancia de comunidad, y conjuntamente, un punto de mediacin con
las dems comunidades.
La comunidad es una multiplicidad de sintonas, y sostiene una relacin
indistinta, inclusiva, hasta con aquellos que estn fuera de ella;
precisamente por estas particularidades que fortalecemos y al mismo
tiempo nos han facilitado a lo largo de todo el proceso. El ncleo, es pues
lo ms interno a la comunidad, es la entraa misma, una parte de ella,

mejor an, un punto que se suma a la comunidad, o, un punto a la que se
van agregando para formar muchos cuerpos.
La fuerza de estos dos conceptos, ncleo y comunidad, es significativa
porque indica una filiacin real y apego por lo nuestro, por lo propio y lo
cierto que tiene nuestro pueblo.
ABA es, as, definida un NACA por pertenecer a una comunidad concreta,
que impulsa la regeneracin de la comunidad desde su ncleo ms
profundo: las resistencias y las sintonas mltiples, que la configuran
como una organizacin original, adecuada a las formas de organizacin
y a las condiciones de la comunidad. Como hemos visto, la crisis de la
comunidad ha sido uno de los motivos que influy en la naturaleza de ABA
y el acompaamiento es la forma como hacemos nuestras actividades.
Asimismo, nuestras responsabilidades emergen continua y mutuamente
en estas interacciones, comunidad y ABA se consolidan, a su vez se abren
hacia las otras redes que articulan ms comunidades. Es as que los de
Unin Potrero, siempre estuvieron al servicio de las dems comunidades
beneficiarios de diferentes proyectos, ellos jugaron el papel de aypukuq
(distribuidor) de insumos y materiales de los diferentes proyectos, hasta
en la organizacin de talleres, muchas veces dejando de beneficiarse sino
lo hacan alcanzar, y en situaciones difciles en ms de una oportunidad
salieron tambin desfilando en espacios pblicos comunales con la
banderola de ABA, en respaldo.
c) La predisposicin de la organizacin comunal

Otro factor que ha facilitado al proceso, fue el compromiso de las autoridades
comunales para la recuperacin y vigorizacin de la agricultura, atacando
comunalmente la erosin cultural.
Llegando a conformar incluso parte del Directorio de ABA en su
constitucin, especficamente en el perodo de don Moiss Vilca como
Presidente de la Directiva Comunal; asimismo, los miembros de ABA hasta
ahora constituyen parte de la Directiva Comunal o miembros de algn
Comit Especializado para las gestiones comunales.
En este proceso, la directiva comunal y ABA se plantean tambin la
instalacin de una radio emisora comunitaria de onda media, dirigida
a una poblacin de habla quechua, pero desde la propia cosmovisin.
As se constituye la Radio Quispillaccta, una empresa comunal para
la afirmacin cultural y fortalecimiento de las potencialidades de las
comunidades campesinas de la Regin Ayacucho, mediante programas y
spots radiales, la difusin de msica originaria, asimismo generando redes
de comunidades para la alerta de riesgos climticos; por ejemplo, frente a
la presencia de granizada, el abigeato y asaltos en carreteras, entre otros,
con impacto regional. En la misma comunidad tiene un particular impacto
en el fortalecimiento de la organizacin comunal y ha acrecentado el

sentimiento de liderazgo en la Regin, asumiendo retos mayores. La emisora
fue puesta en marcha el ao 2000, ganador del premio Comunicacin
Rural 2001 de UNESCO.
Los esfuerzos de las autoridades tradicionales, la Directiva Comunal de la
comunidad de Quispillaccta y las autoridades de la Junta de Administracin
de cada localidad, fueron inmensos, pues son ellos los que encabezaron
esta apuesta, ayudando a impulsar los trabajos colectivos en ayni y minka,
y a la vez fueron los vigilantes de los avances de trabajo desarrollados
por estos grupos de ayni, en calidad de evaluadores, incorporando a su
quehacer la evaluacin comunal. En este marco, destaca tambin la
preocupacin de la Directiva Comunal por reorientar los trabajos de otras
instituciones.
Es como, ABA y la Directiva Comunal de Quispillaccta, comprometen sus
mejores energas a fin de lograr las regeneraciones de los miembros del
Pacha, con la participacin de todos y cada uno, conforme las circunstancias
de cada momento van diciendo lo que es debido hacer, en la crianza de la
armona de la vida en comunidad. Juntos, implicando a las comunidades
adyacentes en este proceso.
En el momento presente, ABA, no podra entenderse sin el respaldo y
el acompaamiento de las propias comunidades campesinas, de sus
autoridades comunales, que adems de impulsar el trabajo que venimos
realizando estn aportando un valor aadido invaluable en la regeneracin
de la colectividad viva andina. Tambin est el amparo de los Yachaq
(sabios comuneros) y los curiosos (los mejores criadores de la diversidad y
depositarios del saber). Hemos buscado el respaldo en ellos.
d) El carcter incremental de la experiencia ABA

Un factor clave para la institucin ha sido el carcter incremental de los
proyectos de afirmacin cultural andina es decir que los fondos externos se
incrementan a la accin que las familias campesinas ya vienen ejecutando.
As tambin, las actividades institucionales se potencian mutuamente
generando un valor incremental de naturaleza muy diversa. Esto es,
enfatizando el carcter totalizante del proceso, fortalecindola a su vez
desde la experiencia que se comparte en cada una de las actividades,
desde las cuales se generan sinergias.
2.4.2. Lo que dificult la crianza del agua.

Son cuatro elementos que jugaron en contra de la crianza del agua,
poniendo incluso en peligro lo actuado y los logros, los mismos son:
(a) la visin moderna del agua, (b) acciones contra la tradicionalidad,
(c) desterritorializacin de las comunidades, y (d) las estrategias de
competencia y del individualismo extremo.

a) La visin moderna del agua
La concepcin extractiva del agua que los proyectos de riego han colocado
en la agenda comunal impide confiar en lo propio, ello ha requerido un
largo proceso de reflexin comunal. La primera laguna se hizo en Tuco en
1994, luego de que desmayamos con trabajos de extraccin de plantas
txica (garbancillo) en la pradera comunal. La primera siembra de agua de
lluvia se hizo en una hoyada natural donde exista en medio un manantial
de sedimentos depositados durante la poca de lluvia, enlodado por
animales. Los siguientes aos la lluvia fue tan escasa que se desalentaron al
no ver casi nada de agua almacenada. Pero una vez llena la represa decan:
ya no debemos perder estas aguas y para los comuneros modernos
la salida era impermeabilizar con cemento y para ello estn nuestras
ingenieras argumentaban. En la bsqueda de soluciones se antepona las
soluciones tcnicas que muchas veces debilitaron la continuidad de los
trabajos.
En el mbito oficial esta experiencia ha sido ignorada porque simplemente
es demasiado radical para que alguien la acepte o incluso reconozca, y
an ms difcil para acceder y gestionar recursos estatales. En realidad el
rechazo, la indiferencia y hostilidad hacia las formas de vida tradicional,
por ende hacia cualquier intento de poner en valor a la cosmovisin andina
y las prcticas indgenas, han sido una importante caracterstica en la
relacin con el mundo moderno peruano en donde las cosmovisiones de
los pueblos originarios parecen estar fuera de lugar y se pierden en la
memoria de la sociedad moderna quedando apenas como mitos extraos
y desaparecidos.
El agua como recurso, vino con las diversas formas de intervencin y
experimentacin de propuestas de desarrollo rural en las comunidades
andinas, las mismas se centraron en un rechazo permanente a valorizar la
vida campesina, la agricultura tradicional, sus prcticas y cosmovisiones,
y la comunidad misma. Por qu recurso? Porque est ah para que los
seres humanos usen como crean pertinente, como sostiene Federica
Apffel Marglin en su publicacin El Espritu de las Aguas: Su olvido y su
recuerdo.
Los recursos naturales no siempre han existido. Emergieron

despus que la naturaleza devino en un objeto inerte y mecnico y
esto ocurri al mismo tiempo que hizo su aparicin la modernidad
en la Europa occidental en los siglos XVI y XVII con la revolucin
cientfica. Fue un acontecimiento trascendental porque lleg
a ser un fenmeno mundial, difundido a travs de la educacin
moderna. Los productos de la modernidad han podido penetrar
en los rincones ms remotos del mundo, aunque sus adherentes,
sus creyentes, son los que han recibido una educacin moderna.
Los ms ardientes creyentes son los que han logrado los ms altos

grados acadmicos, (Federica Apffel Marglin, El Espritu de las
Aguas: Su olvido y su recuerdo, Febrero 2003).
El discurso de desarrollo y el cambio de paradigma que han orientado sus
acciones buscan no slo la transformacin de las prcticas comunales
y materiales sino tambin la forma de conceptualizar y representar
discursivamente el entorno. Cuando antes era Yakumama que se regenera
desde una madre seminal (yakupa maman o madre del agua), aparece
reducida a recurso natural, luego considerado como bien o incluso
como mercanca posible de ser comercializada en el mercado; y todo
ello condujo a su degradacin y agotamiento. As se instala la concepcin
extractivista del agua que los proyectos de riego han colocado en la agenda
comunal, que a la larga impide confiar en lo propio.
En proyectos de riego, el agua superficial es convencionalmente el inters
principal o el nico inters, en el que el nfasis siempre ha sido la llamada
eficiencia tcnica (eficiencia del uso, reciclaje y re-uso, eficiencia del
sistema de suministro). Pero a menudo implica y se refiere a la eficiencia
de asignacin (donde es el uso de mayor valor, econmico y social), que
tiene sus complicaciones cuando uno analiza el uso del agua a nivel de
una cuenca. Por ejemplo, evitar prdida en la conduccin en un canal
de tierra, reemplazando con conducciones de concreto o por tuberas de
PVC, altera los ecosistemas por la desaparicin de pequeos manantiales o
bofedales que existan al pie del canal, las que servan de abrevaderos para
los animales tanto domsticos y silvestres, y muchos servicios ambientales.
En esta lgica, aparecen como elemento central las infraestructuras ms
que los ecosistemas, que se inicia a gestionar mediante junta de usuarios
de agua y pago de tarifa para el mantenimiento de las infraestructuras.
En este sentido, los proyectos de riego y suministro de agua para consumo
humano a travs de tuberas, no slo han provocado la sobreutilizacin
del agua superficial, sino tambin ha generado el olvido de saberes,
prcticas y las reciprocidades en el mantenimiento de otras fuentes de
agua como son los puquios, manantes temporales, lagunas, charcas, y,
todas aquellas formas de uso de agua. El abandono del mantenimiento
de las infraestructuras tradicionales (pukullus, pachqas, charcas, cunetas
de escorrenta), hace que se pierdan los manantiales y se colmaten las
quchas.
Finalmente, con la occidentalizacin del mundo andino se ha dejado de
lado la comprensin local de la cultura y agricultura en donde se cran las
aguas. Como consecuencia de esto, el deterioro creciente de la vida de
las personas y del paisaje es una realidad tan evidente en aquello que los
economistas, los polticos, los planificadores y los expertos resaltan como
pobreza rural.

b) Acciones contra la tradicionalidad
Durante y despus del conflicto, violencia poltica, la presencia de
religiones evanglicas7 en las comunidades han aumentado y as como sus
seguidores, por supuesto, jugaron un papel muy importante en la defensa
de la vida. Pero en la dcada de los 90, en las nuevas condiciones del
post-conflicto, hacerse evanglico era una forma de buscar la sanacin
y hasta una obligacin para evitar tomar bebidas alcohlicas, el deseo y
la prctica era limpiarse de cualquier pesadumbre de esa violencia cruel
que nos afect, lo que en cierta forma permitir que la reconciliacin sea
abordada en el mbito comunal desde la fe.
La recuperacin de las prcticas tradicionales se vuelve su detractor y
amenaza para el avance de la evangelizacin de la comunidad. Entonces
sobrevendr el desplazamiento de los evanglicos hacia la organizacin
comunal buscando dirigir a los procesos comunales hacia la constitucin
de una comunidad cristiana, y as lograrn obviar toda actividad comunal
vinculada a la ritualidad. En verdad, los evanglicos ocupaban la Directiva
Comunal, al menos desde la dcada del 80, todos los Presidentes eran
evanglicos, excepto un periodo de la dcada del 90 (1995-1996), pero al
final todos los presidentes que amenazaban con no participar u organizar
las fiestas agrcolas o costumbres, nunca cumplieron su palabra; es decir,
han terminado acompaando y participando.
Sin embargo, en el ao 1996 enfrentamos una contradiccin real que no
pudo ser contenida o absorbida por la organizacin comunal, puesto que
en la Directiva Comunal hubo una asociacin clara entre evanglicos y
modernistas para incriminar a ABA, incluso, buscando su retiro por dos
hechos concretos. Primero, el chaqu de murmu en la localidad de Tuco ha
demandado la recuperacin de diversos rituales como el Avyu (despido) del
murmu y de ratones, que implicara la resurreccin de la tradicionalidad
que tanto los campesinos modernos y los evanglicos buscaban
desaparecer al igual que los agentes de desarrollo. Segundo, la crianza
de la chacra devuelve la confianza a las familias, lo que signific dejar de
lado toda propuesta modernizadora, haciendo perder a las ONG en sus
propuestas, cuyas actividades iban por el lado de paquetes tecnolgicos,
claro, inclua algunas obras como la construccin de locales. Pero si
no aceptan el paquete no continuaran apoyando con la construccin;
fue as la reaccin de los operadores del desarrollo frente al creciente
desinters de los beneficiarios. Entonces las autoridades comunales se
ven obligados a intentar que ABA diera un paso al costado, que no se dio
en la misma comunidad, pero s nos retirarnos de la casa comunal en
Ayacucho, local que ocupbamos como oficina central desde los inicios de
vida institucional.
7 La presencia de la religin evanglica en la comunidad data desde las postrimeras de los
aos 60 y fue paralelo a los intentos de modernizacin de la agricultura y ganadera con
COTESU. En la dcada de los 60 hacerse evanglico era una manera de evitar la muerte
porque sealaba claramente que no tena una opcin poltica y se mantena al margen de
la violencia negndose a tomar partido.

Desde ese entonces los Pastores evanglicos refuerzan el cuidado de su
rebao con acciones ms drsticas para evitar mayor descarro (desercin)
de sus adherentes. Las rdenes precisaban que, en primer lugar, deben
destruir toda actividad afn a la ritualidad existente en el hogar as se oponga
un miembro no evanglico y, en segundo lugar, deben apartarse fsicamente
de todo aquel que lo practica; adems, rechazar todo lo que venga de los
mundanos. En su lugar injertan nuevas relaciones al margen y en contra de
la organizacin comunitaria, y ms vinculada a organizaciones evanglicas de
jurisdiccin intercomunal y regional.
Avanzando hacia el ao 2000 se intensifican sus acciones llegando a un
claro fanatismo, impulsando fiestas evanglicas paralelas a las festividades
tradicionales, presencia de misioneros externos a la comunidad y por supuesto
con muchos beneficios porque el recaudo de alimentos y productos pecuarios
eran formidables. Esta vez el advenimiento del nuevo milenio fue la nica
base que sostena la expansin de la evangelizacin. El objetivo y la prctica
era limpiarse de todo lo mundano y lo profano existente en la comunidad,
aunque muchos lderes sabiamente vean como una opcin para no tomar
bebidas alcohlicas. Solan decir: Hermanos, si yo tambin fuera catlico,
que sera la vida de nuestra comunidad, en esta fiesta todos estaramos tal vez
embriagaditos. Estamos bien, otros tomaditos y otros no.
No pocos estaban a la espera del rapto final que ocurrira en el ao 2000,
por lo cual ya no queran ni avanzar con los trabajos de mejora de la
chacra y del paisaje, a nivel familiar y comunal, pero nunca han faltado
los sabios evanglicos como don Fidel Huaman Vilca de Huertahuasi,
quin haca reaccionar a los dems: Hermanos, presenciaremos rapto
pero trabajando.
La idea de limpieza que estuvo en el centro de la proposicin evanglica,
es exaltado por el avance del proceso de recuperacin de la agricultura
y las prcticas tradicionales, junto a ello, las festividades de carcter
comunal como Yarqa Aspiy, Santa Cruz en Pirhuamarca, Mama Cocharcas
en Llacctahurn, entre otras, que eran seales de la mundanidad. ABA,
Yachaq, Cargontes de las festividades y todo aquello relacionado a la
ritualidad, fueron considerados mundanos.
En este contexto, las personas que salan elegidas como candidato para la
presidencia de la Directiva Comunal en el uso de la palabra, deca: Hermanos,
gracias por la confianza en m persona pero ustedes saben que yo soy siervo
de Dios, y si ganara en estas elecciones, conmigo no habr ninguna fiesta
ni costumbres. Quedan advertidos. Aunque en la prctica estas amenazas
nunca se han cumplido.
Pero s se han cumplido por la accin de algunos grupos, las prdicas
han concretado ms de una vez, por ejemplo, la quema de la Iglesia
catlica de Llacctahurn y destruccin de imgenes, encabezado por el
Pastor Evanglico de la misma localidad, poniendo en peligro la vida de
los participantes de la festividad de Mama Cocharcas. Este hecho ocurre

en el mes de setiembre del ao 2002, estando Presidente de la Directiva
Comunal don Telsforo Ccallocunto (tambin evanglico) para quien fue
un dao reparable si bien una locura imperdonable como calificaban
los comuneros indignados, y al final los autores del hecho fueron obligados
a reconstruir la Iglesia sin la ayuda de los dems, as quedaron
perdonados.
Este hecho, en lugar de polarizar ms a la comunidad consolid la
organizacin comunal, como se da cuenta en el siguiente extracto del
informe narrativo 2004:
La recuperacin y fortalecimiento de las festividades comunales

relacionadas a la crianza de la agrobiodiversidad y variabilidad de semillas,
estuvieron acondicionados a las acciones fundamentalistas e individualistas
que impidan la cohesin y la solidaridad de las familias, por:
En el 2002, se suscitaron casos de alto fanatismo religioso,
aunque sin mayores complicaciones. La masiva recuperacin
y fortalecimiento de las festividades agrcolas rituales en Quis-
pillaccta, desesper a los miembros de la iglesia evanglica de
la localidad de Llacctahurn, situacin que los ha conducido a
incendiar a la iglesia catlica en plena fiesta comunal, lo cual en
lugar de causar mayor polarizacin, consolid a la organizacin
comunal.
En el 2003, en la iglesia evanglica de Socobamba ha invoca-
do al retorno de la violencia social vivido en las dcadas ante-
riores, incluso realizando liturgias, esto fue para que la gente
busque refugio en la casa de Dios; es decir, se conviertan de
vuelta todos en evanglicos.
En el 2004, no se ha registrado acciones fundamentalistas
e individualistas que impiden la cohesin y la solidaridad de
las familias. (Informe final. Proyecto Crianza de la biodiversi-
dad andina y seguridad alimentaria, enero 2002 - diciembre
2004).
Las barreras fsicas e ideolgicas erigidas alrededor de la filiacin religiosa que
han contradicho a la nocin comunal de vida, a la agricultura ritual, al final no
le afectaron ms. Si en algn momento socavaron el desarrollo de la agricultura
ritual pero tambin socavaron la viabilidad de la propia comunidad evanglica.
La regeneracin de las relaciones tiene lugar en la chacra y espacios comunales,
es donde se afrontaron los conflictos, se disolvieron las tensiones. As es como
se incrementaron los grupos de ayni constituido por evanglicos, pero tambin a
partir del ao 2002 nos planteamos buscar el acompaamiento de los mismos
Pastores y Presbteros de la religin evanglica al igual que el de los Yachaq en
el restablecimiento de la salud comunal.
Los evanglicos no han desaparecido, lo que desapareci son los linderos
de la pureza evanglica, es como ha vivido el Pastor Evanglico que

encabez el incendio de la iglesia de Llacctahurn, quin el ao 2013
fue elegido Sallqa Alcalde de Quispillaccta, cargo en la cual recae la
celebracin ritual de la fiesta del agua en el mes de setiembre. Don Daniel,
que es como se llama, desde el mes de junio vena a la oficina de ABA
recordndonos que lo har como debe ser, para lo cual requera que le
facilitemos el recojo de matawayta, flores que llaman al agua y estn en
los parajes de mucha energa, lo cual implica hacer rituales tanto en su
recoleccin y como en su distribucin en la misma fiesta.
c) Desterritorializacin de las comunidades.

Desde 1993 hay un fuerte impulso oficial por movilizar la fragmentacin de las
comunidades campesinas e indgenas. Es as que los ltimos gobiernos han
implementado progresivamente, una serie de reformas destinada a la formalizacin
como sinnimo de individualizacin, buscando convertir las tierras comunales en
mercanca.
La pregunta que se hacen los quispillacctinos, por qu formalizar de vuelta,
si ya tenemos reconocimiento8 oficial? La nueva formalizacin entonces solo
puede ser una estrategia para desconocer a las comunidades campesinas
como pueblos originarios o indgenas y sus derechos colectivos. Se trata
pues de eliminar los derechos de propiedad comunitaria para facilitar las
inversiones privadas para la explotacin de los recursos mineros, en clara
atencin a la posicin de los grupos de poder como las empresas mineras,
para quines la formacin de la comunidades campesinas data despus
de la Reforma Agraria, otorgada por el Presidente Juan Velasco Alvarado; es
decir, se pretende excluir a las comunidades campesinas de la aplicacin del
Convenio 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT), para hacer
en los territorios comunales lo que apetece a la inversin privada.
Por otro lado, la reduccin del territorio comunal fue con la ejecucin del ex
Proyecto Especial Ro Cachi, que bajo una Escritura Pblica No. 1976
KARDEX N 246-98 Fojas 2265VTA, del 20 de marzo de 1998, la
comunidad cedi 392.88 hectreas de tierra comunal en forma pura, simple
e irreversible para el embalsamiento de 55 MMC (millones de metros cbico)
de agua, a cambio de garantizarle el derecho de uso y acceso libre al agua
tanto embalsada y del canal colector, y la ejecucin de cinco pequeas
obras, compromisos que han sido relegados por INADE (Instituto Nacional
de Desarrollo), luego por el Gobierno Regional de Ayacucho hasta el ao
2007. La comunidad no slo ha perdido un bofedal extenso, sino tambin
fuentes de agua y reas de pastoreo de dos localidades (Cuchoquesera y
Pampamarca), asimismo estn los beneficios cesados para una poblacin
8 El reconocimiento de Ouispillaccta como Pueblo Indgena, segn D.L S/N de 24 de agosto
de 1935. Posteriormente ratificado su existencia legal y personera jurdica con la denomi-
nacin de Comunidad de lndgenas de Ouispillaccta por Resolucin Suprema S/N de 29 de
noviembre de 1994. Adquiere la titulacin de sus tierras el 04 de febrero de 1994, el cual
se encuentra inscrita en el Tomo 1, Folio 112. Asiento 28 del Registro de Comunidades
Campesinas, actualmente en la Partida No. 02011499 de Personas Jurdicas de la Oficina
Registral de Ayacucho. Per.

de 5000 habitantes por la desaparicin de tres empresas comunales de
ganadera9, que era el sustento econmico y social para la comunidad.
Ms de un barrio se moviliz por la separacin de su territorio para su
reconocimiento oficial por ser una condicin facilitadora de su desarrollo.
De hecho, se asume que el mantenimiento de la propiedad colectiva es una
de las causas de la pobreza. El Estado debe, entonces, no slo movilizar a
los comuneros individualmente, sino tambin acelerar su transformacin
en sociedades modernas. Abriendo de este modo un camino directo al
desmantelamiento de los territorios comunales.
Adems por yuxtaposicin de leyes y competencias, instancias centralistas
y sus funcionarios que desconocen procesos y realidades locales, generan
conflictos en el uso de tierra y territorio, por ejemplo, entre el ao 2008
y 2011, fueron concesionados a tres empresas mineras 2,900 hectreas
del terreno comunal, que corresponde al total del territorio ocupado por la
localidad de Tuco, incluido la propiedad de la institucin educativa, pese
a su importancia hdrica y ambiental para la regin Ayacucho. En Tuco, es
donde se encuentran las lagunas de lluvia ms grandes.
Estas situaciones recrudecieron las tensiones poniendo en peligro los
avances logrados en el restablecimiento hdrico y ambiental. Adems con
la prdida de tierra y territorio, se pierde los rasgos bsicos del modo
de vida agrocntrico y las vinculaciones locales, es decir, el modelo
organizativo social que aprovechan rotativamente los diferentes pisos del
territorio comunal.
d) Las estrategias de competencia y del individualismo extremo

Uno de los factores que ha limitado la accin local fueron las estrategias
de intervencin desfavorables al fortalecimiento del Ayllu y la organizacin
comunal. El accionar del gobierno local a favor de los concursos entre familias
y comunidades, desde el 2006 hasta 2010, en respaldo a la propuesta
metodolgica del CEDAP, generando diferentes tensiones.
El Municipio distrital conjuntamente con la ONG CEDAP propicia

concursos familiares de conservacin de suelos, obligando las
familias campesinas a participar en estos. Esta actividad genera
un problema de individualizacin y desorganizacin dentro de
algunos grupos de autoayuda. Adems, el CEDAP y el Municipio
han aprovechado los resultados obtenidos en el marco del proyecto
para sus fines polticos-electorales, generando un desacierto en las
familias campesinas. (Informe de Evaluacin Externa Proyecto
Reactivacin de la Agricultura Campesina Andina, Fase II, Junio
2004, a cargo de Willi Ege, Dipl. Ing. Agr. Zwischenevaluierung)
9 Las tres empresas comunales de ganadera desplazadas por la presa Cuchoquesera pertenecen
a las localidades de Pampamarca, Cuchoquesera y Ouispillaccta. sta ltima atenda a las fami-
lias en situaciones de dificultad (orfandad, incendios. educacin) asignando toretes o cras bajo la
forma de limosnas.

No fueron pocas las ocasiones que nos enfrentaron con las familias
cuando cuestionamos este proceder justificndose que tambin existe
competencia en el mundo andino, haciendo referencia al tinkuy. Pero
el tinkuy son encuentros en momentos oportunos como el carnaval, y
para armonizar el Pacha local, disolver los conflictos o desencuentros
generados, pues al trmino todos salen fortalecidos y aclarados. En estos
concursos de competencia que enfatizan la individualidad como una forma
de alcanzar el desarrollo, muchas veces han generado nuevas tensiones
entre las familias y comunidades, por ostentar premios hasta han llegado
hacer evaluar trabajos ajenos o realizados con el acompaamiento de otras
instituciones.
De esta manera, las ONG y la propia Municipalidad de Chuschi, han
generado retrocesos en la cohesin del Ayllu y la comunidad, adems de la
invisibilizacin de los procesos impulsados hubo mucha hostilidad hacia
nuestra institucin.

CAPTULO III
LA PERCEPCIN DE
LOS CRIADORES,
COMUNEROS Y
ACOMPAANTES

Qucha Paqchapampa que abastece de agua a la localidad de
Pirhuamarca

III.
LA PERCEPCIN DE LOS CRIADORES, COMUNEROS Y
ACOMPAANTES
3.1. EN LA PERCEPCIN COMUNERA
a) Microcuenca Tucomayo
Marcelo Casavilca Galindo,
Tuco Quispillaccta Distrito de Chuschi
Hace 40 aos tenamos esta calidad de pasto que nos cost mucho
recuperarlos y gracias a la ayuda de ABA, sin ellos de seguro que
ni yo estara aqu, era dramtico cuando todos los cerros se pelaron
porque cada familia tenamos muchos ganados entre caballos,
ovejas y vacas. Empezamos a recuperar con ABA y lo primero que
hicimos es organizarnos por ayllus y recuperar la pradera en faena
comunal, extrayendo el murmu (garbancillo), a cambio ABA nos
proporcionaba picos.
Cuando extraamos el garbancillo emerga al doble, lo que nos
indicaba que era un camino equivocado, entonces empezamos a
organizarnos comunalmente, a travs de asambleas tras asambleas
porque en la comunidad la asamblea es la mxima autoridad.
La estrategia para recuperar las praderas era reducir el nmero
de cabezas de ganado por familia, porque cada familia tena en
promedio 20 caballos, 100 ovejas, 20 vacas y ninguno beneficiaba
a la familia.
Cost muchas asambleas y aos para reducir la carga animal y
paralelo a stas actividades hicimos clausuras familiares a travs
de cercos familiares, criar los puquios protegiendo con pukullus o
cercos de piedra, para que nuestras chacras se recuperen, llevar
guano y hacer bofedales con los puquios recuperados. Luego, poco
a poco instalamos aspersores para regar nuestras chacras, y con
ello empezamos a sembrar pasto asociado y avena para nuestros
ganados. De all, la gente se dio cuenta de ese esfuerzo porque
tenamos leche y podamos hacer quesillos, cuando antes de las 20
cabezas de ganado sacbamos un vasito de leche, ahora sacamos
entre 12 a 18 litros de leche por vaca y criamos slo vacas en
produccin, y si la cra tiene un ao ya vendemos en 1000 a 1200
soles, cuando antes se tena que esperar cuatro a cinco aos para
vender a un toro. Ahora la gente se dio cuenta de su chanin (su
rentabilidad), chanichaniyuq kasqanta (de su alta rentabilidad)
y ya no cran por criar, pero siempre estn viendo la conservacin
del agua, aprovechar la lluvia y canalizar hacia sus chacras para
que ste infiltre ms para que pueda durar durante el ao.

Ranulfo Moreno Machaca
Tuco Quispillaccta - Distrito de Chuschi
De nio vea que nuestros animales sufran de pasto y agua en
los meses de agosto y setiembre, para tomar agua, tenan que
bajar hacia el riachuelo, las ovejas como en competencia tomaban
cuando encontraban un puquial, aquellas ovejas zagueras ya no
lograban ni probar. A falta de pasto, se tena que llevar a pastar
muy lejos, hacia los cerros y era eso tarea diaria para las mujeres y
nias, claro que los varones tambin llevbamos por lo menos los
das domingos, tanto vacas y ovejas por veces juntos, las alpacas
por madrugadoras, aprovechaban los pastos de los pequeos
humedales. Cuando mis padres queran vender, los precios eran
baratos, vendamos carneros con tres aos y los toros cuando tenan
4 a 5 aos, y muy baratos porque estaban flacos.
Todo esto ha cambiado desde que ingres ABA a apoyarnos,
empezamos a construir nuestros cercos, y mejor mucho cuando
construimos las lagunas de Chankilccocha, Apacheta y Wiksuccocha.
Todos los comuneros participamos en su construccin y en varios
aos logramos ver hecho realidad estas lagunas, actualmente
muchos puquiales generadas por estas lagunas nos sirven para regar
nuestras chacras, tenemos casi todo el ao pasto verde, empezamos
a mejorar nuestras vacas, y en comparacin de aos anteriores que
producan leche casi medio vaso, hoy cada vaca produce por encima
de 4 litros; por nuestras alpacas nos pagan bien y semanalmente
ingresa en carne a las ferias, incluso becerros de un ao o un ao
y medio ya lo vendemos en buenos precios. Estamos mejorando en
nuestra economa las familias de esta zona, gracias a estas lagunas,
a los pastos instalados y a nuestros ganados.
Juan Jos Cisneros y Naira Nez

Tuco - Quispillaccta - Distrito de Chuschi
Desde que form mi familia, sent que en nuestra comunidad no
haba futuro para nosotros, careca de agua las tierras que nos toc
vivir. En Pirhuamarca, que es tierra de mis padres, la situacin es
ms crtico an por la escasez de agua porque slo existan cuatro
puquiales que casi toda la noche apenas se poda llenar en el hoyo
y todos utilizaban de ello, y aprovechaban los que madrugaban.
Nosotros decidimos salir a la ciudad de Ica, pensando encontrar
un mejor porvenir, trabajbamos en lo que sabamos, en la chacra,
tenamos que alquilar un cuarto para vivir, haba gastos para pagar
del agua, luz y nuestra alimentacin, nuestras ganancias cubran
slo a estos gastos y no haba posibilidad de ahorrar. Despus de
estar un buen tiempo, hace cuatro aos atrs retornamos al pueblo

de mi esposa, agradezco a mi suegro porque l es quien nos brind
las tierras en donde no hubo agua ahora cuenta con una fuente
aflorada. Mi suegro ha trabajado desde antes con ABA, haciendo
conservacin de puquiales, actualmente estas fuentes es la que
nos beneficia a ambos, a mi familia y mi suegro, hoy produzco ajo,
pastos, incluso tengo siembra temprana de haba, nuestras vacas
producen quesillos, con todo ello estamos inicindonos en una vida
mejor, y ya no pensamos volver a la ciudad.
Marcelo Nez Ccoriahui

Huertahuasi Quispillaccta Distrito de Chuschi
En mi sueo una seora me peda un carnerito: Dame pues tu
carnerito! Me deca. Este sueo tuve cuando iniciamos a trabajar en
la laguna de Marcachapampa y como a este sitio llevo a mis ganados
se me vino a la mente que la seora probablemente sea la laguna
y me peda porque yo no ms llevo mi ganado a ese sector, por ese
motivo la llev de inmediato un ramillete de flores, la rogu para
que se establezca esta laguna y ciertamente cuando culminamos la
construccin de la laguna, su agita no se sec, baj un poco pero
no sec. De all ya no me revela nada.
Cleto Pacotaype Vilca

Huertahuasi Quispillaccta Distrito de Chuschi
A las familias que vivimos en aguas abajo de las quchas (lagunas), nos
trajo beneficios, apareciendo nuevos ojos de agua, humedeciendo
a los cercos, formando bofedales para la alimentacin de nuestros
ganados. Cuando antes llevbamos nuestros ganados a los cerros
desde muy temprano hasta muy tarde, y vendamos los toros en 5
aos y en precio bajito, ahora vendemos las cras de un ao en mil
soles. Adems, cuando sacbamos leche en vasito y que slo serva
de miskiq (ingrediente) para dar gusto no ms a la sopa, ahora
comemos a diario como leche, quesillo y la sobra lo vendemos,
y con la platita estamos educando a nuestros hijos cuando antes
la educacin no era prioridad. Estamos en otros tiempos. A esto
complementamos con la forestacin, y todo ello est cambiando el
microclima a favor de los cultivos.
b) En la microcuenca Chikllarazu
Vicente Huaman Achalma
Catalinayocc Quispillaccta - Distrito de Chuschi
En buenos aos, las lluvias se alejan en el mes de abril, y desde
entonces nuestros pastos empezaban a sentir la carencia del agua
y la mayora de las familias de Catalinayocc auxiliamos con el agua

que trajimos desde Ingahuasi por medio de canal, pero lo triste es
que desde el mes de mayo donde hacemos la limpieza del canal,
empezaba a disminuir el caudal, agudizndose en los meses de
agosto a octubre, en esos meses, las familias de la parte baja ya no
se beneficiaban con el riego, era el periodo crtico en la zona.
La falta de pastos traa consecuencias en la disminucin de la
produccin de leche en nuestras vacas, disminua el peso de
nuestros ganados, los problemas eran serios. Hoy en da contamos
con agua de riego todo el ao, no recuerdo con exactitud la fecha,
pero s que se increment el caudal, actualmente todo el ao nos
beneficiamos con esta agua, reconocemos y agradecemos a nuestros
hermanos de Puncupata y Unin Potrero, sobre todo a los jvenes
quienes construyeron las lagunas de Tapaqocha I, Tapaqocha II y
Qenwacuchu, porque son estas lagunas las que alimentan a las
aguas de Ingahuasi. En verdad desde que hay estas lagunas, ya
no carecemos de agua, contamos con pastos y forrajes en todo
los meses para los ganados, la produccin de leche no disminuye,
ahora proveemos cachipas a Huamanga, no dudo que cada familia
vende a diario por encima de 10 unidades, el mejor productor est
en veinticinco unidades. Por otro lado, nuestra alimentacin est
mejorando por las hortalizas que producimos en nuestros huertos,
gracias al agua.
Marcos Meja Vilca

Unin Potrero Quispillaccta Distrito de
Chuschi
Por el sector Sorachayuq se oye que est corriendo agua por debajo
del suelo, esas aguas podemos interceptar para abastecernos de
agua para consumo humano porque las aguas de Achkayaku es
calcreo, por eso hasta las arvejas y habas no se sancochan bien.
Guido Herlino Barrios Galindo

Pampamarca Quispillaccta Distrito de Chuschi
Mucha gente somos incrdulos, que no creemos hasta ver los
resultados con tus propios ojos, ah recin decimos Ah era de
verdad!, as nos pas a nosotros. Los de Pampamarca por estar
encima del canal y la presa del proyecto Ro Cachi, pese haber
cedido nuestras tierras para esta obra de gran envergadura para la
Regin Ayacucho, slo veamos pasar al agua, y veamos cmo
mejoraban su produccin los pueblos vecinos que se beneficiaban
con estas aguas, por ello empezamos a construir la laguna de
Uchuy uyru pampa, para embalsar agua de lluvia y todo a pulso y
la ayuda del proyecto RURANDES de ABA. Cuando hicimos esta
qucha (laguna), y que ahora ya no se seca, han aparecido nuevos

puquiales y los puquiales temporales se han vuelto permanente, lo
cual nos llen de satisfaccin y esperanza.
Al ver estos beneficios en corto tiempo, pedimos al Gobierno
Regional para que nos ayudara a elevar el dique y mejorar toda
la laguna a cambio de un proyecto de construccin de canal
de concreto que hace ms de 10 aos habamos solicitado y
peleado para su aprobacin. Frente a tanta insistencia, nuestra
solicitud fue aprobada, pero como los ingenieros estn pesando
en represas convencionales, mientras nos afanbamos en nuestra
fiesta patronal, lo haban secado a nuestra laguna y los haba
impermeabilizado como a un campo deportivo, incluso utilizando
todo el presupuesto asignado, lo cual fue motivo de desconcierto
y quejas ante las instancias correspondientes como el Colegio de
Ingenieros para nos ayuden a exigir la reposicin o enmendar los
daos generados. As, logramos que nos incrementen un poco ms
de presupuesto para que vuelvan a remover el material compactado
en el lecho de la laguna y levanten el dique mnimamente 6
metros de altura. Gracias a estas exigencias volvemos a tener de
vuelta nuestra laguna. Y por esta experiencia, la meta de nuestra
comunidad para este ao, 2013, es hacer ms quchas en la parte
alta de la comunidad.
c) Microcuenca Qunchallamayo y Chullcomayo

Marcelina Galindo
Yuracc Cruz Quispillaccta Distrito de Chuschi
Las lagunas de Paqcha y Paqchapampa, mantiene verdecito todo
el tiempo toda la ladera de Qunchallacuchu, Paqchapampa y
todos los sectores hacia el lado de Llacctahurn y Llaccta, adems
aparecieron nuevos ojos de agua, se incrementaron el caudal de los
puquiales existentes, lo cual ha permitido que se convirtiera lliwa
(bofedal) o se cubriera de ichus frondosos todo el rea de Yuracc
Cruz. Antes no tenamos ese privilegio de dejar el ganado amarrado
hasta las 11 o 12 del medioda, ordear a estas horas y pastear
un rato, y despus amarrarla nuevamente para irme a Llaccta en
la tarde.
Felipe Galindo Carhuapoma

Yuraq Cruz Quispillaccta Distrito de Chuschi
Anteriormente la actividad a la que nos dedicbamos era la
ganadera, esta zona que actualmente me encuentro estaba
cubierta de pastos naturales e ichus, que en la temporada de
lluvia contbamos con abundante pastos, pero cuando se alejaban
estaban secos, y como coincida este perodo con el nacimiento

de las cras, stas a falta de pasto fallecan. Hoy nuestra vida es
otra, ha cambiado, gracias a las lagunas que construimos en la
parte alta, la mayor parte de mis chacras se ha convertido en lliwa
(humedal) y he mejorado construyendo cercos con plantaciones de
contorno, ahora mis animales ya no salen a los cerros, los encierro
en los cercos, por la tarde de vez en cuando ayudo con los pastos
asociados sembrados, tengo chacras donde siembro papa y haba,
tambin cro cuyes que nos sirve para alimentarnos. El agua de las
lagunas, nos cra, hasta las familias de la localidad de Pirhuamarca
han llevado las aguas que han emergido por un puquial a base de
tuberas de 8 pulgadas, y actualmente les sirve mucho.
3.2. BENEFICIOS E IMPACTOS

De los testimonios arriba sealados -enriquecidos con otros puntuales- se
extraen diversos beneficios en diferentes mbitos de vida de las personas
y del paisaje, con el consiguiente aumento de la regeneracin de la salud
y el bienestar del Pacha.
3.2.1. En sus formas de organizacin y cohesin social
a) Se disuelve la competencia por el agua entre humanos y animales, entre

familias y comunidades vecinas.
En Cabrapata con los animales no nos alcanzaba el agua y desde el

mes de agosto hasta que lleguen las primeras lluvias tenamos que
recoger agua muy de madrugada, desde las cuatro de la maana.
El que madrugaba recoga agua llenando un balde o porongo y
las que se quedaban dormidas ya no merecan. Igual para hacer
tomar nuestros ganados tenamos que esperar nuestro turno. Pero
ahora nos alcanza porque cada ao mantenemos a los puquiales
y conservamos plantando putaqa en cada ojo del agua, (Ezequiel
Vilca, Socobamba).
A dos aos de su construccin, la represa Tapaqucha se estabiliz
y nos favoreci a nosotros, este ao el agua que captamos desde
Ingahuasi no ha disminuido como suceda en otros aos. Los
puquiales que alimentan al riachuelo han permanecido constantes
y nos ha servido para regar pastos en poca seca, por ello decimos
gracias a los hermanos de Puncupata por haber construido esa
represa, (ngel Mendoza Rejas, Catalinayocc).
b) Se reduce el pastoreo a campo abierto y horas de pastoreo.
Antes se pasteaba desde las 7 de la maana hasta 5 a 6 de la tarde

y todos los das, a pesar que se sacaba muy poco beneficio y por

eso con frecuencia las muchachas se iban a la ciudad para trabajar
como empleadas de hogar porque sus padres no podan cubrir
sus expectativas, por ejemplo comprarles bonitas ropas, (Zenn
Achallma, comunidad de Pucruhuasi en el Informe Semestral del
Proyecto Reactivacin de la Agricultura Campesina Andina Fase
II - LA 946/PER 1041-01, Periodo Julio Diciembre 2005).
Los animales coman en las laderas y eran todo flaco y en el mes
de agosto algunos moran, pero ahora en los cercos est mejor el
pasto y mi vaca mantiene su cuerpo todo el ao, ya no enflaquece
porque en las chakmas sembr ms pasto asociado, avena y con
eso mantengo a mis animales, porque anteriormente no tenamos
cercos familiares ni agua, slo tenamos cerco comunal y en ella
sembrbamos y cuidbamos en turno para que no ingresen los
animales y no afecten a los cultivos, (Alberto Huaman Chuchn de
la comunidad de Choccoro, en el Informe del II Semestre del 2004
del Proyecto Reactivacin de la Agricultura Campesina Andina y
Fomento de la Seguridad Alimentara).
c) Las pastoras ya no se sacrifican buscando agua para sus animales.

Las lagunas de lluvia fundadas en sitios de mucha escasez de agua
constituyen abrevaderos de los animales tanto domsticos y silvestres,
lugares de acampar de los viajeros ganaderos (rescatistas, arrieros,
negociantes), por la disponibilidad del agua hasta en perodos crticos
como son los meses de junio a noviembre. Hoy las pastoras ya no tienen la
ocupacin de buscar agua junto con sus animales.
Otro beneficio: las reas circundantes de las lagunas se constituyen en
fuente permanente de vegetacin para pastoreo de las alpacas en pocas
secas.
d) Slida regeneracin de la organicidad comunal

Un beneficio significativo de los trabajos colectivos en la construccin y
mantenimiento permanente de estas infraestructuras, es el fortalecimiento
de la organicidad comunal para el buen vivir entre todos los miembros, la
naturaleza y las deidades, asegurando la sostenibilidad de las actividades
de recuperacin y vigorizacin de la cultura y agricultura.
Al respecto, Billie Jean Isbell quien nos visitara el ao 2002, manifiesta
sus sorpresas por la recuperacin de las autoridades tradicionales y
fortalecimiento de la organicidad comunitaria, en Una reflexin en el 2005:
qu podemos esperar?:
En 2002 me enter que la comunidad de Quispillaqta enva a sus

varayoq a la capital y obliga a sus hijos a que regresen y sirvan en el

sistema de varas. Los comuneros esperan que tal vez sirviendo a su
comunidad, sus hijos aprendern nuevamente a amar su terruo.
En la nota a la edicin de 1985 lament que muchas de las
estructuras y organizaciones que tanto admir no hubiesen
sobrevivido a la lucha armada, pero ahora puedo sealar que
muchas de ellas han vuelto a nacer. Por ejemplo los sistemas de
varayoq de ambas comunidades [Chuschi y Quispillaccta] han
sido restablecidos y estn funcionando. La parentela bilateral
mantuvo su importancia durante los aos de guerra como una red
de respaldo
[Ms adelante responde al qu esperar] Podemos unirnos a
los comuneros que han salido de los aos de conflictos con un
sorprendente sentido de esperanza para el futuro.
(En: Una reflexin en el 2005: qu podemos esperar?, nota a la
edicin 2005 del libro Para defendernos. Ecologa y ritual en un
pueblo andino)
3.2.2. Generacin de nuevas formas de vida
a) Lagunas de lluvia constituyen hbitat de nuevas poblaciones de fauna y

flora.
Las lagunas de lluvia y los bofedales generados se convirtieron en hbitat
de poblaciones de aves en peligro de extincin como qachara, uququ,
pato real, wachwa, qiwilla, adems de especies migratorias desconocidas
por los mismos comuneros. La vegetacin acutica que ha aparecido de
forma natural y con repoblado se revela ser una buena oportunidad para
la alimentacin de los ganados como el chankil, adems de algas de alto
valor nutricional para consumo humano, por ejemplo llullucha, otras de
uso ritual y medicinal.
b) Disponibilidad de agua de calidad y en cantidad

Con la fundacin o creacin de una qucha se genera nueva presencia de
agua no slo en las lagunas, sino en todo el entorno, puesto que emergen
nuevos puquiales aguas abajo de las lagunas, dentro de los cercos familiares
y en la pradera comunal, adems del incremento del caudal de puquiales
y de fuentes superficiales existentes.
c) Incremento de aguas subterrneas

Debido a la recarga hdrica incrementada, se ha recuperado los cauces de
los ros subterrneos, que los abuelos hacan referencia. Estos caminos
estn evidenciados por la presencia de plantas propias de reas hmedas

como el cuncuma, wawillay y rakiraki. Los comuneros dan cuenta de
posibles puntos de interceptacin de estas aguas:
Estos ltimos aos, 2013, se escucha clarito el sonido de un ro

subterrneo que empez a pasar por Circi hacia Pukakunka, y
estamos pensando sacar, porque no tenemos suficiente agua en
este sector ms que de puquiales. Antes no se escuchaba ese
sonido pero ahora se escucha fuerte el sonido de las aguas que
estn corriendo y es agua dulce, (Alejandro Galindo Quispe, Circi).
Este efecto, se dan cuenta los comuneros. Ello ha ocurrido solamente en los
dos ltimos aos, porque en los aos 2008 al 2010 frente a la escasez del
agua se segua escuchando hablar a personas curiosas de ciertas localidades
sobre la posibilidad de hallar e interceptar estas aguas. Dichas en los
testimonios siguientes:
Los que vivimos en esta parte de Huertahuasi, padecimos de agua,

pasamos nuestras vidas buscando aguas subterrneas, pero es
imposible hacerlas aflorar porque se encuentran en profundidades
y fluye sobre un material que parece ser arenilla, (Felipe Espinoza
Quispe, Huertahuasi Informe del proyecto Jvenes y crianza de
la agrobiodiversidad, del perodo abril 2006 mayo 2008).
Por todas las quchas que hicimos hasta ahora, las aguas ya se
llenaron a las venas de la Pachamama, y se siente que est
pasando como un ro profundo y caudaloso por las cuchillas del
cerro Pukakunka, Saksawana hacia Pampacangallo. Por ello estoy
pensando interceptar estas aguas para los sectores de Wayrapuncu
y Pallcca, porque incluso este ro ya est aflorando por las faldas de
Pukakunka, (Felipe Espinoza Quispe, Huertahuasi 2013).
d) Aumento de la cubierta vegetal, pastos y forrajes
Con la instalacin de pequeos sistemas de riego a partir de los

puquiales generados, a base de tuberas para el riego de huertos y
parcelas, se amplia reas bajo riego, con la que se obtienen la pro-
duccin constante de hortalizas, pastos y forrajes para la poca de
estiaje.
I ncremento de biomasa en los pastos naturales, que aporta sosteni-
damente a la alimentacin de los ganados, con el consiguiente in-
cremento de la produccin de lcteos, saque de animales en menor
tiempo, que contribuyen a la mejora de la calidad alimenticia de las
familias adems de generar mejores ingresos econmicos.
S e recupera los pajonales y la cubertura vegetal en cerros y pradera
comunal degradados.

3.2.3. Mejora de la produccin ganadera y la economa familiar
a) La produccin de lacteos y mejora de ingresos econmicos.
Desde que ampliamos nuestras chacras con chakmas, andenes y

cercos con ms pastos naturales, pastos cultivados, saco de cada
vaca entre 7- 8 Litros de leche por da, y tomamos leche diario
y podemos comer entre 2 -3 quesillos por da. Hasta la cosecha
es suficiente para combinar nuestra alimentacin y no pasamos
necesidades como antes, (Amrico Nez Conde, localdiad de
Puncupata. Informe II semestre - 2004 Proyecto Reactivacin
de la Agricultura Campesina Andina y Fomento de la Seguridad
Alimentara Fase II).
Desde que tengo cercos con pastos naturales y cultivados, mis
vacas, a pesar que son criollas han mejorado la produccin de leche
hasta seis litros, por eso mi esposa hace quesillos y vende en la
feria, obteniendo aproximadamente 80 nuevos soles por semana,
antes a falta de pasto y agua cada vaca produca un litro de leche,
apenas para probar. Tambin el precio del ganado mejor de 150
a 450 nuevos soles, con esta platita educo a mis hijos y tambin
ahorro una parte, (Agripino Huaman Nez, barrio de Pampamarca
en el Informe del II Semestre del 2003 del proyecto Reactivacin
de la Agricultura Campesina Andina Fase II).
Con la siembra de pastos perenne y avena se ha mejorado la
produccin de leche hasta cinco y seis litros por vaca y por da y
tengo tres vacas en produccin. Sin considerar nuestro consumo,
elaboramos entre 50 a 60 unidades de quesillo por semana, lo cual
vendemos en la feria o llevamos a Ayacucho. El ingreso aproximado
es de 100 a 200 nuevos soles por semana, (Toms Moreno
Casavilca, barrio de Catalinayocc en el II Semestre del 2003 del
proyecto Reactivacin de la Agricultura Campesina Andina Fase II).
b) La mortalidad animal reducida
En la pradera comunal los pastos, por lo mucho, crecen unos dos

centmetros y como se pastorea a diario en el mismo sitio nuestros
animales no tienen que comer, sobre todo, entre los meses de julio
a diciembre. En mi cerco esos mismos pastos crecen hasta la altura
de la rodilla y mucho ms todava cuando se riega y se abona; con
razn, antes la crianza de animales mayores no era rentable sino
como para decir tambin tengo animales. Se obtena muy poco
beneficio y pensar hoy que solamente era por no esforzarse un poco,
como lo estamos haciendo, (Victoria Cusihuamn Vilca, comunidad

Pucruhuasi Chuschi Informe Semestral Proyecto Reactivacin de la
Agricultura Campesina Andina Fase II).
Todos los aos, el 50% de las cras de alpaca moran a falta de
pastos y por neumona, es un problema serio en la crianza de
alpacas. Pero ya estamos logrando solucionar la escasez de pastos
y con ello la mortandad de cras es menor, algunas familias al
mejorar sus pastos ya estn empezando a dedicarse al engorde
del ganado vacuno, (Roger Chaupn Tomaylla, localidad Yupana
Chuschi en el Informe de Avance, Periodo Marzo Julio 2008,
del Proyecto Restablecimiento Sostenible de Vidas y Hogares
Afectados por la Violencia Poltica en las Comunidades del distrito
de Chuschi, Vinchos y Sarhua - REVIDA II Fase).
Anteriormente no era costumbre construir cercos y peor sembrar pastos,
pero pese a muchas carencias que tenamos nos conformbamos
criando nuestros ganadito en la pradera comunal muy deteriorada.
Ya con ustedes empezamos a reflexionar y la experiencia de nuestros
hermanos de Tuco nos incentiv demasiado, (Agustn Galindo,
Llactahurn en el Informe Semestral del Proyecto Reactivacin de la
Agricultura Campesina Andina Fase II).
3.2.4. Mejora de la calidad alimenticia
a) Alimentacin variada y diversificada y meses de escasez crtica de

alimentos reducidos
Antes comamos sopa qalachupi (solo morn), sin miskiq (sin
carne ni cachipa, ni leche), en la maana y en la tarde, ahora en la
sopa hay verdura y comemos todo variadito, no solo es morn ni es
solamente sopa, sino con segundo y diferentes platos, y fuera de las
tres comidas (desayuno, almuerzo y cena) comemos caputo (haba
tostada), canchita con cachipita (queso fresco) a veces frutitas. Si
seguiramos sin apoyo, wichiriruymankua kara (ya nos hubisemos
desmoronado), cada uno a diferentes sitios hubisemos migrado, el
aporte grande que hizo ABA para cambiar, es el agua, nos incentiv
para criar el agua y ahora tenemos para consumir, para producir
porque el agua es bsico, sin agua no se puede hacer nada aunque
tengas voluntad. (Demtrio Huaman Paquiyauri, Huaripercca
Vinchos).
Las cosechas que obtenemos cada ao van aumentando y vamos
mejorado nuestra situacin familiar y alimentara, incluso la cebada
y haba se encuentra con la cosecha del siguiente ao, (Digenes
Conde Huaman, Cuchoquesera. Informe II Semestre-2004 Proyecto
Reactivacin de la Agricultura Campesina Andina y Fomento de la
Seguridad Alimentara).

Anteriormente en el mes de enero ya no tenamos nada para
comer y salamos a otras comunidades en busca de alimento con
animales, lana, cuero (pellejo) pero ahora desde que trabajamos
con ABA tenemos suficiente comida y se encuentran las cosechas,
(Manuel Cayllahua Llalli, comunidad de Waracco Chuschi.
Informe II Semestre-2004 Proyecto Reactivacin de la Agricultura
Campesina Andina y Fomento de la Seguridad Alimentara Fase II).
Antes era triste porque en nuestra alimentacin diaria slo
comamos sopa sin verduras ni carne o leche (qunchupa) y con
cancha de trigo, ahora nuestra alimentacin ya es muy combinado
en un 70-80% con quinua, cocopa, berros, frutas y muchas
verduras, maz. Tambin consumimos a diario leche, quesillo,
carne y huevo, y la sobra es para vender. (Amrico Nez Conde,
Puncupata. Informe II Semestre- 2004 Proyecto Reactivacin
de la Agricultura Campesina Andina y Fomento de la Seguridad
Alimentara).
b) Disminucin de la migracin.
La migracin siempre hubo porque no haba suficiente cosecha,

nuestros padres nos llevaba a la cuidad a trabajar aunque ramos
pequeos o se iban solos, era triste, la esposa quedaba llorando.
Ahora ya no hay necesidad para salir porque tenemos suficiente
comida, nuestras esposas han aprendido a criar animales menores
y as tenemos un poco de ingreso; la familia ya no se separa, hemos
mejorado nuestra vida. (Tefilo Achallma, comunidad Pucruhuasi.
Informe Semestral, 2005, Proyecto Reactivacin de la Agricultura
Campesina Andina Fase II).
Antes viva en Chuschi nada ms, pero viendo las mejoras de
nuestras familias en Chaquiccocha y Pucruhuasi decid retornar
a mi barrio, recin estamos hace 4 aos en Rumichaca. Pero este
ao iniciamos a mejorar los cercos, las chacras haciendo terrazas,
al igual las dems familias tambin han iniciado a mejorar con la
ayuda del proyecto REVIDA. Nuestra meta es mejorar al igual que
las dems comunidades, con mi esposo conversamos, sembrar ms
pastos, hacer ms cercos y criar ganado lechera, (Juana Mikuylla
Huaycha, localidad Rumichaca Chuschi. Informe 2008, Proyecto
Restablecimiento Sostenible de Vidas y Hogares Afectados por
la Violencia Poltica en las Comunidades del distrito de Chuschi,
Vinchos y Sarhua REVIDA, II Fase).

3.2.5. En sus relaciones con la naturaleza y deidades
a) Una renovada y respetuosa relacin con los puquiales y deidades
El incremento de la valoracin de los puquiales que se manifiesta

en la recuperacin de los rituales para su conservacin. Se ha
superado la nocin del manantial sinnimo de hospedero de
fasciola o demonio, y sobre todo la visin del agua como recurso
a explotar y en su lugar se ha restituido la crianza y regeneracin.
Cuando sacamos el agua de los puquiales, sea con tuberas o canal,
no slo debemos pensar en nuestro provecho, como lo hacen las
personas que viven en la ciudad. La crianza debe ser recproca
con los puquios, lagunas y Wamanis, a ellos debemos retribuirlos
con pagos; yo hago ofrenda al ojo del puquial con dos Upitos,
que son ollitas de arcilla cocida conteniendo diversas frutas, flores
de clavel, hojas y semillas de coca, semillitas de achita y otras
cositas ms. Pero sobre todo debemos respetarlos, no se debe
orinar a sus aguas, tampoco se debe echar sal, kerosene u holln,
porque as lastimamos y la fuente se reseca. (Victoria Cusihuamn
Vilca, comunidad Pucruhuasi. Informe II Semestre- 2004 Proyecto
Reactivacin de la Agricultura Campesina Andina y Fomento de la
Seguridad Alimentara Fase II).
3.3. Lagunas de lluvia

Actualmente en el mbito de ABA se cuenta con un total de 71 lagunas que
almacenan 1,134,688 metros cbicos de agua de lluvia (53 lagunas para
siembra y cosecha de agua de lluvia y 18 estanques), la mayora de ellas
ubicada en las microcuencas de Tucumayo, Chikllarazu, Qunchallamayo y
Chullcumayo. Las lagunas permiten la recarga a los acuferos y mantener
la disponibilidad de agua en el suelo a nivel de la microcuenca.
El 32% de estas lagunas y estanques fueron habilitados a travs de
excavacin y arrastre del material del rea donde se fund cada laguna; y
el 68% estn asentadas sobre vasos naturales.
En esta parte, intentando hacer un dilogo de saberes, adoptamos la forma
moderna de explicar nuestro trabajo, sin sentir una amenaza, sino ms
bien pretendiendo un aporte a una mirada diversa, que ayude a entender
la trayectoria del agua en la montaa en su totalidad desde el momento en
que se recarga naturalmente hasta que se consume, y hacer una evaluacin
de la recarga hecha mediante la siembra y cosecha del agua de lluvia.
De esta manera podemos entender tambin las limitaciones de la forma
moderna de ver el mundo. De hecho, en este enfoque, son importantes
las dinmicas cuantitativas de la experiencia, lo que con ayuda de la
economa, se intenta reflejar.

Microcuenca Comunidad Nombre Vol (m3) X_coord Y_coord Z (msnm)
Cuenca Cachi - Mantaro
Chikllarazu Chaquiccocha Antaqaqa I Antaqaqasiki 3,705.00 555543 8510654 4,380
Chaquiccocha Antaqaqa II 14,300.00 556825 8511285 4,243
Chaquiccocha Antaqaqa pucru 4,550.00 S/Geof S/Geof S/Geof
Antaqaqacucho
Choccoro Murumachay 13,417.30 552019 8516564 4,500
Choccoro Qasaccocha 44,200.00 551620 8516693 4,525
Huaripercca Ccochapampa 2,333.76 S/Geof S/Geof S/Geof
Huaripercca Putunhuasi cucho 2,267.46 S/Geof S/Geof S/Geof
Huaripercca Ccocha pampa wayqu 1,579.76 S/Geof S/Geof S/Geof
Pallcca Patallihua 107.90 567881 8504969 4,303
Pampamarca Uchuy uyru 5,200.00 570385 8511658 3,878
Pucruhuasi Miskillucucho 551.20 555670 8510571 4,412
Pucruhuasi Uqirumi 299.00 553008 8512027 4,309
Pucruhuasi Uray Uqirumi 309.40 552902 8512287 4,268
Pucruhuasi Qaqahuasi 728.00 552235 8512858 4,260
Pucruhuasi Ccochaccocha 234.00 554393 8511917 4,208
Pucruhuasi Suytulliwaccocha 40.30 555099 8511123 4,328
Pucruhuasi Yanaqaqaccocha 4,836.00 552234 8512876 4,253
Puncupata Qenwacucho 52,000.00 566356 8506863 4,244
Puncupata Qiwillapata hanay 2,381.60 565223 8506273 4,260
Puncupata Qiwillapata uray 14,710.80 565156 8506455 4,238
Puncupata Qiwillapata 3 11,050.00 564976 8506444 4,283
Puncupata Tapaccocha I 22,100.00 567265 8506100 4,300
Puncupata Tapaccocha II 52,000.00 566897 8505855 4,284
Puncupata Llamacorralpata 55,870.22 S/Geof S/Geof S/Geof
Puncupata Pucacapillapata 40,840.80 S/Geof S/Geof S/Geof
Puncupata Qarwaqata 716.63 S/Geof S/Geof S/Geof
Unin Potrero Usnupampa 65,000.00 562998 8510423 3,966
Unin Potrero Pucacunca 2,696.20 562802 8508246 4,252
Unin Potrero Waraccopampa 686.40 S/Geof S/Geof S/Geof
Unin Potrero Waraccowayqu 682.50 S/Geof S/Geof S/Geof
Unin Potrero Pucamuqu 1,111.50 S/Geof S/Geof S/Geof
Unin Potrero Waraccocorralmuqu 315.90 S/Geof S/Geof S/Geof
Unin Potrero Puruchucu 373.49 S/Geof S/Geof S/Geof
Unin Potrero Puruchucu waqta 514.80 S/Geof S/Geof S/Geof
Unin Potrero Loretamuqu 210.13 S/Geof S/Geof S/Geof
Unin Potrero Usnupampapata 627.90 S/Geof S/Geof S/Geof
P u n c u p a t a - H u e r t a h u a s i - U . Ruyro coral 1 57,518.50 562888 8507942 4305
Potrero
Potrero
Potrero
P u n c u p a t a - H u e r t a h u a s i - U . Qallucha qichqa 44,261.10 563479 8507934 4327
Potrero
P u n c u p a t a - H u e r t a h u a s i - U . Racosaywa 37,974.30 563779 8507570 4308
Potrero

Microcuenca Comunidad Nombre Vol (m3) X_coord Y_coord Z
(msnm)
Cuenca Cachi - Mantaro
Chikllarazu Puncupata-Huertahuasi-U. Quqan pata 1 5,200.00 563687 8507364 4336
Potrero
Puncupata-Huertahuasi-U. Quqan pata 2 29,404.70 563776 8506802 4317
Potrero
Waqraccocha Waqraccocha 234.00 550124 8512231 4,398
Waracco Chalquilccocha II 195.00 558800 8509714 4,338
Waracco Chanquilccocha 5,170.10 558820 8509701 4,312
Waracco Chanquilccocha I 156.00 559004 8509602 4,306
Waracco Ichmaccocha 8,811.66 557235 8510151 4,370
Tuco Lagartoccocha 58.50 560303 8508584 4,260
Tuco Quyllurccocha 12,858.30 558709 8509158 4,283
Tuco Qiwillapawachanan 3,654.30 559542 8508412 4,333
Pucruhuasi Miskillucucho 551.20 555670 8510571 4,412
Cuenca Pampas
Tucomayo Tuco Qiwillapukru 1,027.00 559503 8508406 4,371
Tuco Apacheta 78,000.00 557183 8509464 4,312
Tuco Winkuccocha 61,813.70 557116 8509094 4,320
Tuco Chacca 1,003.60 556630 8507110 4,348
Tuco Chanquilccocha 1,015.56 557027 850927 4,304
Tuco Minasccocha 197.60 560119 8507861 4,210
Tuco Qillupucru 54,600.00 555706 8508318 4,440
Tuco Ccochapata 5,263.96 558737 8508175 4,287
Tuco Yanaqaqa pucru 379.60 556369 8509431 4,390
Huertahuasi Sacsawana 1 19,593.60 563229 8506474 4,358
Huertahuasi Sacsawana 2 13,042.90 563252 8506318 4,331
Huertahuasi Wayrapunku 5,838.30 562934 8505022 4,268
Huertahuasi Wiraccocha 2,642.90 563410 8504748 4,314
Quiasi Quiasi 14,710.80 S/Geof S/Geof S/Geof
Tomanga Tomanga 19,539.00 S/Geof S/Geof S/Geof
Chullcumayo Yuracc Cruz Paqchapata 195,000.00 566115 8505548 4,052
Yuracc Cruz Paqchacucho 19,500.00 565927 8504832 4,139
Yuracc Cruz Qiwillapataccocha o 1,383.20 565489 8505796 4,270
Qurichapata
Qunchallamayo Yuracc Cruz Quinuaccocha 3,768.05 567461 8503461 3,935
Uchuyri Wachwalla 561.60 S/Geof S/Geof S/Geof
16 71 1,134,688.07

3.4. La apreciacin de cooperantes acompaantes
Lo que buscamos presentar en este punto es la apreciacin de las entidades
cooperantes quienes tuvieron un rol preponderante en el desarrollo de
esta experiencia. De cmo ellos han visto y sentido nuestro trabajo como
entidades cooperantes, especialmente a travs de sus representantes,
con quienes interactuamos ms a menudo y de manera directa en los
momentos de visitas de campo y visitas administrativas, de monitoreo
y evaluaciones, entre otros eventos, en el marco de la ejecucin de las
diferentes iniciativas que implementamos con su acompaamiento.
Para esta publicacin hemos usado los artculos que han escrito sus
directores en diferentes circunstancias, puesto que nos permite conocer
cmo es que entendieron nuestra experiencia y nos acompaaron.
Uso (cosecha) de las aguas de lagunas de agua de lluvia para

riego con aspersor.
En esta nuestra historia las entidades cooperantes asumieron roles y
funciones centrales, adems del apoyo financiero, por ejemplo, actuando de
mediador o buscando alianzas, visibilizando los efectos e impactos a partir
de sus propias constataciones, no a partir de los informes remitidos; ellos
tambin se compraron el pleito, adems cumplieron un rol importantsimo
en la difusin de la experiencia.
3.4.1. Deutsche Welthungerhilfe e.V. / Agro Accin Alemana

Pastos verdes en vez de rocas ridas. Con mtodos innovadores los pueblos
quechua hablantes alto-andinos afrontan el cambio climtico.
Jeannette Weller1, Regionalkoordinatorin, Per,
Bolivien, Ecuador
En alturas de casi 4.000 mil metros respirar se torna difcil. El nmero

de mis glbulos rojos se orienta al nivel del mar, ya que normalmente
estoy trabajando en la oficina regional en Lima. Pero en este momento
me encuentro en una zona alto andina, visitando a nuestra organizacin
contraparte Asociacin Bartolom de Aripaylla (ABA). Se trata de un
grupo especial de personas, ya que la mayora de los miembros de esta
organizacin pertenecen a un clan familiar, quechua hablante, arraigado
en las tradiciones de los pueblos alto-andinos. La organizacin se fund
en 1991 por Marcela (47) y Magdalena (43) Machaca Mendieta. Las
dos mujeres tienen rutas de vida no muy comunes. Las dos estudiaron
agronoma en la ciudad de Ayacucho. Diferente a la mayora de sus
conmilitones, se decidieron al culminarlos retornar a sus pueblos, para
combinar conocimientos modernos con los tradicionales. Esto hace ya ms
de diez aos y con xito, apoyados entre otros desde el ao 1998 por
Welthungerhilfe.
Las condiciones de trabajo aqu no son nada fciles. La va de acceso es un
espacio, lleno de huecos. No hay electricidad ni calefaccin, solamente las
cocinas de fuego, emitiendo mucho humo, en las casas de adobe que son
muy poco amobladas. El clima se ha tornado catico. Hay lluvia en pocas
cuando normalmente no las hay y hay falta de lluvia cuando normalmente
debe llover. Durante el da el sol quema y en la noche baja muchas veces
a temperaturas bajo cero. Esta es la realidad en muchos pueblos alto
andinos.
La regin alcanz una triste fama, porque fue aqu donde el grupo terrorista
Sendero Luminoso inici sus actos violentos en 1980. 75% de las 70,000
vctimas de los siguientes veinte aos fueron indgenas quechua hablantes.
Las dos hermanas pertenecen a los sobrevivientes. Aqu, los aos de
violencia han dejado sus huellas en todas las personas. Por eso es ms
sorprendente an el optimismo y las ganas de vivir de la gente. Por ejemplo
1 Jeannette Weller estuvo al frente de la Oficina Regional de Welthungerhilfe (Agro Accin
Alemana) durante 10 aos, hasta 2011.

Marcela me indica que no debo usar la palabra pobre, eso no les gustara
escuchar. Ellos no piensan que son pobres, aunque viven con menos de un
dlar al da. Yo le agradezco por esta advertencia, la acato.
Una estacin de mi visita es la produccin de tejas para los techos de las
casas. Yo encantada de ver eso, porque soy testigo de un efecto secundario
pero sostenible de un proyecto, terminado en 2006. Este proyecto consisti en
la construccin de casas con materiales de la zona para familias retornantes,
afectadas por la violencia. Bajo el principio ayuda para la autoayuda se
pudieron construir unas 800 casas. En ese entonces las tejas se tenan
que transportar desde el departamento vecino. Esto ya no ser necesario.
Actualmente hay diez hombres capacitados en la produccin de tejas. Veo
unas mil tejas acabadas amontonadas. Estas valen 125 Euros. No parece
mucho, pero yo s que este oficio significa un importante paso adelante para
la gente de aqu y yo puedo respirar libremente por un largo rato.
Entretanto cuando me pongo a pensar que el Per ser uno de los pases
bastante afectados por el cambio climtico, me hace difcil respirar. Yo
s, sobretodo que el agua se tornar un recurso siempre ms escaso. Por
eso ms me encanta ver uno de los 76 reservorios naturales de agua que
fueron establecidos por ABA y los pobladores en las alturas. Los canales
construidos hacen que se forman pequeas lagunas, que pueden almacenar
agua durante todo el ao. El agua de lluvia almacenada, contribuye a
cambiar positivamente todo el ecosistema. El agua absorbida por el suelo
vuelve a tornar a la superficie en zonas ms bajas. En estos Ojos de agua
se plantan especies que atraen el agua, como la Mama Agua o un tipo
de hidrolpato menor.
El agua, as adquirida, torna la pradera rida en un campo verde intenso
directamente atrs de la casa. Por eso las mujeres ya no tienen que llevar su
poco ganado por ms de diez horas al da a pastorear en pastizales a lejanas
alturas. Ahora el ganado puede pastar cerca de la casa. Esto no solo ahorra
a las mujeres y animales el camino largo, sino contribuye a que las vacas
den ms leche que antes. Una vaca acostumbraba dar unos dos litros al
da, ahora son diez litros. Las mujeres tienen tiempo para preparar queso y
cultivar sus huertos familiares, que vuelven a ser siempre ms importantes
en el contexto del cambio climtico. Entre otros se prueba, que tipo de
semillas de la regin vecina rinde mejor en el propio huerto. La seleccin
natural de semillas es un proceso permanente, como me explica Marcela
en la chacra de papas, que hace poco sufri heladas. Las papas de los
tipos frio-resistentes, con hojas verdes, se cosecha por separado, para poder
sembrarlas en el prximo periodo. Las pequeas chacras estn protegidas
por cercos, construidos minuciosamente con piedras. Estos cercos tienen
una influencia muy positiva sobre el microclima de la chacra: Durante el da
el calor del sol es absorbido y emitido durante la noche. Adems los cercos
dan sombra y protegen de la erosin de suelos. Construirlas es un trabajo de
hormiga y por eso se hace en forma comunal. Muy importante en los Andes
son chacras pequeas en diferentes alturas y zonas climticas. Aqu se trata

de extensiones muy pequeas pero esenciales para la subsistencia de la
poblacin. Si las papas en las alturas de ms de 4.000 metros se queman
por la helada, queda la cosecha en zonas ms bajas.
En las conversaciones con Marcela empiezo a entender que los pequeos
campesinos en las zonas alto-andinas sern los primeros en ser afectados
por los cambios climticos. Hoy en da todo mundo habla sobre el cambio
climtico, pero los campesinos en los Andes estn desarrollando desde cientos
de aos mecanismos de sobrevivencia. Aprender de ellos y seguir apoyndolos
ser una tarea importante para Welthungerhilfe en los prximos aos.
3.4.2. terre des hommes - Alemania

a) El secreto del desarrollo de Quispillaccta
Per: Los saberes de los campesinos
reemplazando conocimientos externos.
Albert Recknagel, Vorstand Programme.
Executive Board Member, International
Programmes
Todo comienza en 1991 en Quispillaccta - una pequea localidad quechua

de 13 comunidades ubicados entre 2.500 y 4.500 m.s.n.m. en la regin
de Ayacucho, Per. El pas se encuentra en plena guerra civil entre la
guerrilla maosta y el ejrcito oficial que llegara a cobrar hasta 70.000
vidas humanas. Y en estas circunstancias, dos ingenieras agrnomas las
hermanas Marcela y Magdalena Machaca retornan a su comunidad de
origen Quispillaccta para ofrecer a los 3.000 habitantes azotados por la
violencia y el terror su capacidad y sus conocimientos profesionales. Ni bien
llegadas, crean la Asociacin Bartolom Aripaylla (ABA) cuyo fin es lograr
un desarrollo local sostenible basado en la cultura de los comunarios. Desde
1991, terre des hommes apoya a ABA en este proceso de recuperacin de
saberes locales y fomento de potenciales propios de la comunidad.
Ahora bien: han pasado 20 aos, y la gran pregunta es: De qu ha servido el
fomento? Qu efectos se pueden observar despus de este apoyo continuo
que, en trminos econmicos, ha sumado aprox. 850.000 Euros? Los
ahora aprox. 5.000 habitantes viven mejor? Los nios, nias y jvenes
tienen mejores oportunidades de vida y desarrollo que hace 20 aos?
Cultivando plantas criando agua

Tuco una de las comunidades de Quispillaccta est a 4.480 m.s.n.m.
All vive Don Marcelo, es campesino y nos relata lo que ha logrado en los
ltimos ocho aos con el apoyo de ABA. La madre de Don Marcelo tiene 78
aos, pero an es activa y la vemos regando ichu seco para sus 45 cuyes. El
agua viene de una pila, lo cual no es nada comn en esta regin rida, pues

la escasez de agua es un problema constante. Pero es precisamente este
hecho que explica la inspiradora historia de xito de lo que es el secreto del
desarrollo de Quispillaccta. El punto de partida son 64 lagunas artificiales
que cosechan agua de las precipitaciones. Se trata de pequeas lagunas
de aprox. 2 m de profundidad construidas mediante un pequeo dique.
Cada una tiene ms o menos el tamao de una cancha de ftbol. De vez en
cuando, el ganado se acerca a las lagunas para saciar su sed, pero aparte de
ello, el agua que en ellas se acumula no se extrae. El objetivo es, ms bien,
que el agua de lluvia acumulada se distribuya lentamente en las regiones
ubicadas ms abajo del cerro. Para tal efecto, en las regiones ms bajas se
cultivan putaqa, una planta que tiene races de varios metros de largo y que,
literalmente, chupa el agua hacia la superficie para formar puquios.
Las plantas de putaqa de Don Marcelo se encuentran a pocos metros arriba
de su casa. Un poco ms abajo hay dos estanques de las cules canaliza el
agua hacia la casa y sus chacras. Son aprox. 180 las familias que cuentan
con criadero de agua de este tipo que las abastece de agua potable los
365 das del ao.
Fichas de saberes ancestrales

Algunos de los campesinos locales an saban de la utilidad de esta
planta; pero, la cooperacin internacional no ha sabido aprovechar este
conocimiento, porque generalmente apuesta por la tecnificacin de la
agricultura. En cambio ABA ha elaborado ms de 3.000 fichas de saberes
con todos estos y otros conocimientos ancestrales y las ha repartido a los
campesinos. Las fichas contienen consejos que van desde mtodos para
predecir el tiempo, pasando por enfermedades en animales y plantas hasta
tcnicas de cultivo en suelos ridos o en chacras ubicadas en pendientes
extremas. De hecho, las condiciones climticas y de cultivo varan de
comunidad a comunidad, y es por eso que la diversidad de tcnicas y
especies encontradas no puede sorprender. Tan slo en la comunidad de
Quispillaccta, actualmente se cultivan ms de 120 especies de papa:
no slo papa temprana, papa tarda, papa harinosa; sino tambin papa
blanca, amarilla, roja, azul, morada y hasta de varios colores. Cada una
de ella tiene sus caractersticas tpicas y, muchas veces, en determinado
acontecimiento se cocina una determinada especie de papa.
El hecho de que ahora, los productores disponen de agua durante todo
el ao, ha incrementado enormemente la productividad de la agricultura
campesina. Dado que es posible regar pequeas terrazas y pequeos pastos
durante todo el ao y sin mayores gastos y trabajo adicional, es posible
cultivar forraje y productos comerciables como ajo o vainitas, an a esta
altura. Dependiendo de la temporada, una arroba de ajo puede venderse
en el mercado en entre 6 y 23 Euros, para un cuy adulto, el productor
puede obtener hasta 3 Euros. Gracias a estos ingresos adicionales, en
el transcurso de los pasados 15 aos, el ingreso anual de las familias
campesinas de Quispillaccta se ha triplicado. Hoy, la familia de Don

Marcelo gana anualmente casi lo mismo que un maestro de secundaria.
Es cierto, hoy estamos mucho mejor que cuando era joven. Vivimos muy
alejados, despus vino la guerra y tambin los conceptos de desarrollo
que trajeron otras personas ajenas a nuestra realidad todo eso nos ha
mantenido en la pobreza y en la dependencia. Pero ahora, vivimos bien,
concluye contento Don Marcelo. Y Magdalena Machaca aade: En los
ltimos aos, la poblacin ha subido de 3.000 a 4.500 personas, pues
ya nadie emigra a Ayacucho o Lima porque aqu no tiene qu comer y
para que all trabaje de cargador por un sueldo miserable. Al contrario:
muchos jvenes van a la ciudad para capacitarse. Luego regresan a la
regin y trabajan como funcionarios del gobierno, como asesores agrcolas
o productores. Aportan con sus nuevas ideas, conformando cooperativas
de productores, etc.
Nuevo concepto escolar

Paralelamente a la transformacin de la agricultura, ha surgido otro cambio
muy importante: Hoy en da, la mayora de las nias asisten a la escuela
en vez de pastorear ovejas y cabras todo el da. De hecho, la tasa de
escolaridad en la comunidad de Quispillaccta es del 92,5%, el fenmeno
de desercin escolar es prcticamente inexistente. Hace 20 aos, ms del
30% de las nias no iba a la escuela, y de las que s iban, casi el 50% la
abandonaba antes de concluir la primaria. Los motivos para esta situacin
eran principalmente dos: Por un lado, las familias necesitaban la mano de
obra de las nias en las chacras y, por otro, la enseanza en la escuela
estaba tan alejada de la realidad de los alumnos que muchos en especial
nias la abandonaban antes de tiempo.
Pero, tambin en esta temtica, el cambio que se produjo en los ltimos
20 aos es notorio. As, en 1995, la comunidad de Quispillaccta en su
conjunto tena cinco escuelas primarias hoy son 10. Existen cinco
escuelas secundarias y cinco iniciales. Segn ABA, este xito se debe a
que el gobierno regional no ha claudicado en sus esfuerzos de luchar por
ms y mejores escuelas. Y el xito es evidente: ninguna otra comunidad
en la regin tiene una infraestructura educativa que se compara con la de
Quispillaccta. Con el apoyo de terre des hommes, ABA ha logrado cambiar
los contenidos de la enseanza, de modo que ahora, s tienen que ver con
la vida cotidiana y la realidad de la personas. De hecho, en el pasado, los
libros se orientaban en estndares y conceptos de desarrollo occidentales-
urbanos y, adems, estaban redactados en castellano. Es por eso que,
para muchos nios, el ingreso al primer curso de primaria se converta en
el shock de su vida, pues los maestros no hablaban su lengua sino dirigan
el curso en castellano. Una maestra explica: Imagnese, es como si a los
nios alemanes, desde el primer da de su carrera escolar se les hablara
en puro chino. Lgico que no entienden nada y no tardan en perder las
ganas de aprender. Ahora, es distinto. Los primeros aos de escolaridad
se pasan en quechua, poco a poco van aumentando los porcentajes que se

imparten en castellano. Los contenidos estn vinculados a la realidad de
vida de los nios, a sus experiencias y a sus potencialidades. De hecho,
los saberes locales forman la base en la que se viene construyendo el
conocimiento universal. sta es la idea central y hoy en da, el Ministerio
de Educacin del Per no slo acepta este concepto sino que lo fomenta
activamente.
Y naturalmente, tambin ABA basa su enfoque de trabajo en esta visin.
Cuando se presenta un problema, primero se busca una solucin que
emerja del saber local y recin cuando ste no satisface, se recurre a
conocimientos externos.
La crianza del agua, que no es buena por ser ancestral sino por emanar de
la misma naturaleza.
b) Marco Valentino Bazn Novoa

Coordinador de la Oficina Nacional de Terre des
hommes Alemania. 08 de diciembre del 2008
Jven es para ellos la persona libre, soltero y con fuerza para emprender
nuevos caminos. De hecho que escuela tambin marca este periodo al
haber atrofiado, en algo, el rol chacarero, al punto de tener a una profesora
que con su espejo manda reflejos al cielo para que deje de llover, mientras
que los jvenes han subido hasta la laguna ms alta para pedirle con un
pago, para que llueva ms.
Ellos se dedican a conservar las buenas condiciones de vida sana, entre
ellas la limpieza de los canales de riego ya que se estanca el correr del
agua, adems que increblemente se encuentra bolsas de plstico y pilas,
de hecho, altamente contaminantes, al parecer ellos desconocen tal
nocividad.
Han logrado la construccin de una pequea represa para contener el agua
para pocas secas, recuperando as la crianza de la Mamacocha.
Las mineras son un tema crucial, ellas se quieren meter, pese a la resistencia
mayoritaria de la poblacin, el tema est poniendo a los miembros de la
familia en discusiones de favor y contra as como a toda la comunidad.
A ratos en los jvenes se puede notar que confunden lo que es Vivir mejor
con lo que es Vivir bien. Estas ideas influidas por la escuela y padres que
se han rendido ante tanta presin de su supuesto atraso o ignorancia.
Ante el deseo de vivir mejor hacia un supuesto futuro superior que siempre
est en la ciudad, descubriendo que Vivir bien es respetar la Vida buena,
la tierra, los cerros, los paisajes, la sabidura de siempre.
Se visit varias lagunas hechas por los mismos pobladores, estas sirven
para humedecer la tierra.

A travs de la crianza del agua estn haciendo la recuperacin de saberes
ancestrales de siempre, que no son buenos por ser ancestrales sino
emanados de la misma naturaleza.
Promocionar a los jvenes rurales no significa hacer actividades especiales
para ellos; desde los jvenes se hacen las actividades mismas de la
comunidad. Ellos asumen las tareas principales: ya sea autoridades, llevar
el agua ritualmente, son parte de las asambleas y su opinin se respeta
como parte de las decisiones.
A los jvenes se les ve dudosos en los temas de afirmacin cultural, ya
que en ello radica su caracterstica al tener la inquietud que le viene de la
escuela y medios de comunicacin entre otros.
3.4.3. Proyecto Andino de Tecnologas Campesinas - PRATEC

Calentamiento global y vigorizacin de la chacra
Grimaldo Rengifo Vsquez - PRATEC
Lima, Julio 25, 2008
El 14 de Julio de este ao fuimos con Magdalena y Marcela Machaca

de la Asociacin Bartolom Aripaylla a la comunidad de Quispillacta.
Recorrimos con Julio y Jorge varios sectores de ella, en particular las partes
altas de algunas de sus diversas cuencas para apreciar los embalses que
han construido los comuneros, con el apoyo de la Asociacin, para almacenar
agua de lluvia y de las escorrentas de las laderas. En la zona no existen
glaciares que puedan suministrar de modo regular agua a las poblaciones
de modo que las presas resultan un medio til para conservar y regular los
flujos de agua en la cuenca. Llevan en este empeo construidos 54, segn
indican, y el total de la capacidad de almacenamiento bordea la cifra del
cuarto de milln de metros cbicos. Han aparecido adems, y por efecto de
estas obras, vertientes de aguas en las laderas y en algunas comunidades,
manantiales que los comuneros protegen y alimentan con la siembra de un
arbusto criador de agua llamado putaqa que crece bien alrededor del
ojo del agua.
En general la zona se ha vuelto ms hmeda lo que ha incidido junto con
otras medidas como el enclaustramiento con muros de piedra de pastizales
y la disminucin del nmero de equinos por familia, al incremento de la
productividad de la pradera por ampliacin de los bofedales o humedales.
Su efecto en el pastoreo del hato familiar, en particular el lapso dedicado
se ha reducido lo que ha impactado a su vez en el tiempo disponible de
las mujeres para tareas domsticas como la preparacin de las comidas,
menesteres que, cada da se descuidaron por el desplazamiento fsico
prolongado de ellas y sus hijos menores hacia las praderas.

Con el calentamiento global2 la agricultura de tubrculos ha ascendido por
encima de los 4000 m.s.n.m. A pesar que visiblemente el rea sembrada de
tubrculos y granos en la zona ha aumentado, Marcela y Magdalena, sealan
que las familias no venden la produccin agrcola. La fuente de ingresos
monetarios lo ha venido sosteniendo la ganadera de modo creciente, en
especial la venta de subproductos como el queso, carne y la leche. Las familias
estn comiendo mejor en general, y con el incremento de la productividad
de los pastos tambin del ganado vacuno y ovino cuyo comercio ha mejorado
la economa familiar. En breve, lo notorio es una vigorizacin de la salud del
paisaje, de las chacras y de la comunidad humana.
La visita sirvi para reflexionar el papel que tiene la red de embalses
construidos con pericias ancestrales para mitigar los efectos que est
produciendo el calentamiento global. El ascenso de la agricultura puede
ser apreciado como benfico por la ampliacin del rea sembrada, pero a
la larga si no existen adaptaciones tecnolgicas que retengan la humedad
la prosperidad puede ser pasajera por el impacto del incremento inusual
de la temperatura y su efecto en la evapotranspiracin de la pradera.
Si es que no se ejecutan medidas urgentes de mitigacin, lo previsible es
que se produzca un desecamiento general de las praderas y una sequa
generalizada que convierta a los Andes en un gran desierto. Almacenar agua se
ha convertido as en un aspecto crucial a la sobrevivencia de las comunidades
campesinas de altura, y ms an si lo hacen con saberes e insumos propios
pues esto genera autonoma tcnica, bajos costos de mantenimiento, y
garantiza sostenibilidad de la inversin realizada a largo plazo.
Entendemos que el calentamiento exige no slo medidas adaptativas
locales como las que estn sucediendo en Quispillaccta, sino un cambio
de estilo de vida en los pases industrializados y en general en el modo de
vida urbana. Las propuestas y acciones que se realizan en las comunidades
pueden no ser suficientes si el ritmo y la intensidad del uso de combustibles
y si en particular la emisin de CO2 no disminuye.
Al Gore ha propuesto una disminucin gradual del nivel de consumo de
combustibles, y no un cambio del estilo de vida pues sabe que el modo de
vida norteamericano no est en discusin (eso lo ha dicho Bush padre en
Rio 92) y por eso le han dado un premio Nobel. Poco sabemos si su prdica
2 Durante las ltimas dcadas, el planeta Tierra ha experimentado un acelerado proceso de
calentamiento global. La temperatura media de la atmsfera terrestre y de los ocanos
se ha elevado desde finales del siglo XIX, debido a la actividad humana relacionada con
la industrializacin, principalmente por la quema de combustibles a base de petrleo,
gas y carbn. El exceso de dixido de carbono (CO2) en la atmsfera produce una capa
traslcida, parecida a un invernadero que permite que la radiacin solar entre al planeta,
pero que no pueda salir durante la noche. Por eso, al calentamiento global se lo conoce
tambin como efecto invernadero. Se predice que las temperaturas continuarn subiendo
en el futuro, si continan las emisiones de gases que producen este efecto invernadero:
Estos gases son CO2, Metano, xido Nitroso, HFC, PFC y Hexafluoruro de Azufre. El CO2
es el gas que ms contribuye al efecto invernadero. En: Bravo, Elizabeth. Biocombustibles,
Cultivos Energticos y soberana alimentaria en Amrica Latina. Encendiendo el debate
sobre los biocombustibles. Quito. Ecuador. pp16. s/f. .

est teniendo efectos en los pases industrializados3. Lo que proponen
los comuneros de Quispillaccta con estos embalses no es slo medidas
adaptativas al fenmeno del cambio climtico sino el fortalecimiento de
la vida comunitaria y un estilo de vida en que la relacin de humanos con
la naturaleza no sea el de su manejo y explotacin sino de su crianza y
conservacin.
La celebracin festiva a la Virgen del Carmen que hemos apreciado
durante nuestra visita es slo un ejemplo que muestra el modo respetuoso
de acompaar a nuestras deidades cuidadoras de nuestros kawsay (vida
que regenera la vida) en la regeneracin armoniosa de la vida. El rito que
implica su celebracin no slo obliga a beber la leche de la majada de la
virgen que esa tarde bebi de modo incesante Marcela como un modo de
acompaar el convite comunitario-, disolver los conflictos entre familias;
sino, adems borrar ritualmente la jurisdiccin familiar sobre la propiedad
de la tierra por el pastoreo colectivo en las zonas bajas. Con este acto se
actualiza el sentido ltimo y primordial del mito de conmemoracin del
sentimiento de pertenecer a una comunidad, y saber que lo que somos
los humanos no es la de ser los dueos y amos de la naturaleza, como
quera Descartes, sino simples pastores de los bienes de nuestra deidad
protectora de la vida: la Pachamama, algo que difcilmente entendern
aquellos embebidos con la soberbia del poder4.
Ojal que por esto le confieran a la comunidad, sino el Nobel, cuando
menos algn aguinaldo que premie al rito, no del consumo de menos
petrleo, sino de la conmemoracin de un mito que cada vez que se recrea
deja vaco las leyes que procuran hacer de las tierras de la comunidad una
mercanca transable en el mercado de la voracidad empresarial.
3 De acuerdo a un informe de la organizacin Worldwatch, para llenar el tanque de un au-

tomvil de 25 galones con etanol, se necesita una cantidad de granos suficientes para
alimentar a una persona por un ao. Para llenar ese tanque por dos semanas, se podran
alimentar a 26 personas durante un ao. (Bravo, E. ibid)
4 En una entrevista hecha el domingo 15 de junio del 2008 por Milagros Salazar, periodista
del diario La Repblica, al Premier Jorge del Castillo, contesta del modo siguiente a las
preguntas formuladas en torno al DL. 1015. El gobierno promulg el DL 1015 para que las
empresas puedan invertir en tierras comunales con slo el 50 por ciento ms uno de los vo-
tos de los comuneros, sin medir las consecuencias sociales ni las protestan que se vienen.
Hemos estado en Huancavelica, y acaso alguien ha reclamado? Esto lo crean algunos
caviares y personas de buena fe que estn en contra de la norma. El tema es: por qu en
la costa decide la mitad ms uno y por qu no en la sierra? son menos inteligentes? No
son menos, son distintos. Las comunidades nativas tienen otra visin del territorio. Una
cosa es distinto y otra cosa es ser incapaz de tomar una decisin. Qu tipo de democracia
es esa? El rgimen de propiedad de las comunidades nativas, tal como est, lo nico que
ha hecho es mantener el nivel de pobreza. Por eso es mejor relativizar a la mayora de una
comunidad? Qu pasa si las empresas no convocan adecuadamente a la asamblea? Pero
en el reglamento se puede precisar. Prefiero que tengan una opcin. Si no tienen qu co-
mer qu ganan con la Mamapacha?, cul es el desarrollo que ellos quieren? muertos de
hambre?

3.5 Evaluacin de la disponibilidad del agua en el suelo y recarga
hdrica de acuferos de cinco microcuencas de los ros
Pampas y Chikllarazu, entre 1986-2013, Ayacucho, Per.
RESUMEN
El rea del estudio constituye cinco microcuencas de los ros Pampas y
Chikllarazu, en la regin Ayacucho, Per. El periodo considerado son los
aos 1986-2013, y el anlisis est enfocado con prioridad entre junio y
agosto, estos meses son los ms fros y secos del ao; excepto el balance
hdrico que se realiza para todos los meses de los aos 1995 y 2013.
La disponibilidad de agua en el suelo (DAS) y la recarga hdrica de
acuferos fue determinado mediante la aplicacin de un modelo de estrs
hdrico y la metodologa del balance hdrico, con apoyo en las herramientas
geomticas y datos obtenidos desde imgenes de satlite y de estaciones
meteorolgicas.
Tabla 1: Fechas de adquisicin de imgenes de satlite Landsat 5-TM y
8-LDCM utilizadas.
1986 1991 1997 1999 2000 2005 2008 2009 2011 2013
10-julio 08-julio 06-junio 30-julio 30-junio 30-julio 06-julio 07-junio 29-junio 21-agosto
Para estimar DAS se aplica el modelo Temperature Vegetation Dryness

Index (TVDI) propuestos por Sandholt et al. (2002). TVDI fue obtenido con
informacin derivada de imgenes satelitales y se sustenta en la relacin
de temperatura de superficie (Ts) y el ndice de diferencia normalizada
de vegetacin (NDVI). En el espacio Ts-NDVI se determinan los lmites
seco y hmedo de las superficies en estudio y con stos se calculan los
parmetros del modelo.
El estudio de DAS est basado en datos multitemporales de los sensores
Thematic Mapper (TM), Operational Land Imager (OLI) y el sensor
trmico infrarrojo Thermal Infrared Sensor (TIRS), a bordo de los satlites
Landsat-5 y Landsat-8LDCM (Landsat Data Continuity Mission), con el
que se estiman la Ts y el porcentaje de cobertura vegetal (Pv). Para estimar
la Ts se utiliza la ecuacin propuestos por Chander y Markham (2003),
y el NDVI para Pv. Para estimar DAS se aplica la operacin 1-TVDI y se
convierte a unidades de porcentaje, este ndice vara entre 0 (mnimo DAS)
y 1 (mximo DAS). Para la validacin se utilizan datos de precipitacin,
obtenido de estaciones meteorolgicas, y de humedad del suelo, medido
en terreno por el mtodo gravimtrico y a una profundidad que vara entre
20 y 30 cm.
Los mapas de TVDI evidencian cambios espacio-temporales del DAS en
dos tipos de microcuencas, segn el manejo de los recursos naturales,
una con intervencin planificada con enfoque de cuenca y la otra que

no toma en cuenta estos aspectos, al cual se considera como testigo. En
microcuencas de la experiencia de siembra y cosecha de agua de lluvia,
se encontraron cambios favorables del DAS con respecto al testigo, en
donde el patrn de uso de los RRNN y del territorio no ha sido planificado,
adems de existir desorganizacin y deterioro de sabidura ancestral.
Para estimar la recarga hdrica del acufero, la metodologa del balance
hdrico consideran diversas variables que influyen en la recarga del acufero
como aspectos fisiogrficos, topogrfica, cobertura vegetal, textura del
suelo y sus propiedades hdricas; y aspectos climticos e hidrolgicos
como la precipitacin y temperatura. Otros como la evapotranspiracin que
resulta de la combinacin de cobertura vegetal y variacin de temperatura.
En la aplicacin de la metodologa, se introdujeron todas las variables al
modelo del balance hdrico; obtenindose mapas de distribucin espacial y
temporal de la recarga hdrica en el acufero de cuenca de los ros Pampas
y Cachi, determinndose una recarga total de 114.226 MMC (Millones de
metros cbicos), mientras para el 2013 la recarga total es 176.196 MMC,
es decir hay un aumento promedio de 54%.
3.5.1. Resultados y discusiones
1. Evolucin espacio temporal de las variables biofsicas indicadoras del

estrs hdrico.
1.1. Variabilidad temporal y espacial del ndice de Vegetacin de Diferencia

Normalizada (NDVI)
NDVI es un parmetro calculado a partir de los valores de la reflectancia
a distintas longitudes de onda, y es particularmente sensible a la cubierta
vegetal. El peculiar comportamiento radiomtrico de la vegetacin,
relacionado con la actividad fotosinttica y la estructura foliar de las
plantas, permite determinar si la vegetacin se encuentra sana o si tiene
algn grado de estrs. Los valores de este ndice varan entre -1 y 1, un
NDVI entre 0 y 0.3 se corresponde a suelo sin cubierta, y un NDVI mayor a
0.6 se corresponde con zonas de vegetacin muy densa y vigorosa.
a) Evolucin temporal del NDVI

En el Grfico 1, los colores rojos muestran las zonas con bajo valor de
NDVI, mientras la vegetacin con buen vigor y densa aparece de color
verde, permitindonos identificar la presencia de vegetacin verde en la
superficie, caracterizar su distribucin espacial y la evolucin de su estado
a lo largo del tiempo.
Un elemento notable que se observa en los mapas es la variacin del
vigor de la vegetacin, con buen vigor en la escena correspondiente al ao

1986, que constituye la lnea de base del estudio, luego las imgenes
correspondientes a 1997, 2000, 2009 y 2011 presentan vegetacin de
mayor vigor o de buena densidad. Es decir, no menos respecto a la lnea
de base. Contrariamente, en las imgenes correspondientes al 2005 y al
2008 se observa reducido vigor hecho que puede atribuir a dos factores: en
primer lugar, se trata de aos con menos precipitacin y, en segundo lugar,
se trata de aos con presencia de heladas extremas, con temperaturas que
registran entre -12C y 2C. Sin embargo, a pesar de esas condiciones, la
merma del vigor de la vegetacin ha sido, determinndose que el NDVI
se incrementa en el tiempo, aunque sta resulta moderada. Por otro lado,
cuando se relaciona el NDVI con la evolucin de cubiertas del suelo, el
aumento de reas con vegetacin y la reduccin de suelo desnudo se
corresponden con el aumento del NDVI.
Grfico 1: ndice de vegetacin de diferencia normalizada, NDVI, en
microcuencas con gestin integral.

En los Grficos 2 y 3 se muestran la evolucin temporal del ndice NDVI
y el rea de cubiertas del suelo, respectivamente, ya que constituyen
manifestaciones principales de cambio de gestin del territorio, lo que debe
tener importantes repercusiones en la dinmica de la cubierta vegetal, una
Grfico 2: Evolucin temporal del NDVI en microcuencas con gestin

integral y en el testigo.
degradacin en los ecosistemas vegetales se ve reflejada tambin en una

disminucin en el NDVI.
En el Grfico 2, en los aos 2011 y 2013 el ndice promedio del NDVI
ha experimentado una leve reduccin tanto en MGI y en la MT, esta
situacin se atribuye a una menor precipitacin. Pese a ello en la MGI se
observa una evolucin favorable del NDVI con respecto a la que ocurre en
la microcuenca testigo. En la microcuenca testigo el comportamiento del
NDVI es decreciente, en imgenes correspondientes a 1986 hasta el 2000
da cuenta de una vegetacin de buen vigor o densidad, disminuyendo
considerablemente a partir de 2005 hasta el 2009, finalmente entre 2011
y 2013 muestra leve mejora, sin embargo ya no logra recuperar los niveles
de NDVI registrados hasta el ao 2000.
Asimismo, en el Grfico 3, se observa la evolucin de las coberturas del
suelo, en la MGI la extensin de suelo desnudo descendi en 51.62%, de
129.89 Km2 en 1986 a 62.84 Km2 en 2013, mientras tanto, las reas con
vegetacin incrementan o se mantienen, obviamente existen superficies
con otras cubiertas que no entran en el anlisis, como los cuerpos de
agua, rea de centros poblados urbanizados, entre otros. Esta mejora en

Grfico 3: Evolucin temporal de coberturas del suelo en microcuencas
con gestin integral.
la MGI puede apreciarse directamente en terreno durante el periodo seco,

en 2013 los predios familiares y tambin la pradera comunal presenta
buena cobertura vegetal a diferencia de las condiciones que corresponden
a 1991.
En el Grfico 4, se observa el comportamiento temporal del NDVI en
la microcuenca testigo, en donde se visualiza mayores valores de NDVI
entre 1986 hasta el ao 2000, en adelante, hasta el 2009 decrece
considerablemente a punto de distinguirse reducidas reas que presentan
coloraciones verdes. Los valores del NDVI muestran mejoras en los aos
2011 y 2013. Al respecto, al igual que en la microcuenca con gestin
integral, en aos en los que el NDVI baja considerablemente, se entiende
que ello se debe a las escasas lluvias registradas. Esta situacin se aprecia,
por ejemplo, en las imgenes correspondientes al 2008 y 2009.
En la microcuenca testigo, para las reas donde la vegetacin natural no
ha sido modificada o lo ha sido ligeramente (reas no agriculturizadas), se
determina la existencia de un conjunto estable de variables, bsicamente
vinculadas con la dimensin climtica y edfica, que controlan los cambios
observados en el comportamiento del NDVI. Mientras en las zonas que
presentan mayor deterioro o sobreutilizacin, la temperatura, precipitacin
y el contenido de humedad del suelo son las variables ambientales con
mayor influencia sobre el NDVI. La magnitud de los cambios en el uso del
territorio y la proporcin del paisaje agriculturizado inciden en un aumento
o descenso de este ndice. En el grfico que se muestran a continuacin se
presenta la evolucin temporal del NDVI en la microcuenca testigo.

Grfico 4: Comportamiento del ndice NDVI en la microcuenca testigo.

Grfico 5: Evolucin temporal de coberturas del suelo en la microcuenca
testigo, obtenido del mapa derivado de la clasificacin digital de imgenes
satelitales.
Sobre la base a estos resultados, es posible considerar que, en donde el

hombre interviene sin ninguna planificacin en el manejo de los recursos
naturales y sobre todo cuando la cosmovisin ancestral asociado al uso y
conservacin de RRNN estn en deterioro, los cambios o la dinmica de
la vegetacin parecen responder, nicamente a las condiciones climticas
imperantes, ms an tienden a deteriorarse con la explotacin desmedida y
la sobreutilizacin principalmente del suelo. Situacin que podra agravarse
con la variabilidad extrema del clima que se viene experimentando en los
ltimos 10 aos.
b) Distribucin espacial del NDVI

Se evidencia un mayor incremento de NDVI en la cuenca baja y poco
menos en la cuenca media, mientras en la cuenca alta el incremento de la
actividad vegetal es menor. Conforme las cotas se acercan a la cuenca alta,
el incremento de la vegetacin debera ser mayor por ser el lugar donde se
concentran los mayores volmenes de precipitacin pluvial y de humedad.
Si bien, en la cuenca alta se observa un incremento progresivo de NDVI a
partir de 2005, con respecto a la cuenca baja y media, este incremento es
mucho menor. Se asume que, en la cuenca alta, las bajas temperaturas que
se registran entre los meses de junio y agosto es un factor principal que
provoca la reduccin de la actividad vegetal, situacin que se manifiesta en
bajos valores de NDVI a pesar que en sta zona existe mayor disponibilidad
de agua. Por otro lado, en 1997 y en mayor proporcin durante 2008 la
actividad vegetal disminuye considerablemente en la cuenca baja, que se
debe a una baja precipitacin pluvial y luego a altas temperaturas que se

registran en estos aos, los cuales provocan la reduccin de la vegetacin,
siendo mayor la afectacin en la cuenca baja.
Valores del ndice NDVI

Ao 1986 1991 1997 1999 2000 2005 2008 2009 2011 2013 Promedio
Cuenca baja 0.51 0.4 0.41 0.47 0.5 0.34 0.3 0.49 0.47 0.39 0.43
Cuenca 0.47 0.41 0.45 0.43 0.47 0.33 0.34 0.44 0.41 0.38 0.41
media
Cuenca alta 0.45 0.4 0.44 0.42 0.45 0.33 0.33 0.41 0.37 0.34 0.39
Tabla 2: Variacin espacial de valores promedios del NDVI en microcuencas

En este anlisis, un aspecto en la dinmica espacial del NDVI que aparece

importante es el cambio en el uso del suelo y del territorio en el periodo que
abarca este estudio. En las microcuencas con gestin integral se observa
que, aproximadamente un 40% de la superficie de las microcuencas ha
sido transformada o adecuada. Las familias comuneras asentadas en
estas reas, con el acompaamiento de ABA-Ayacucho y por medio de
la Cooperacin Internacional, participan en varios proyectos y a travs de
ellos, que ha marcado un proceso de cambio en el uso del territorio y por
ende han ido modificando el paisaje desde el ao 1991 hasta la actualidad.
Estas actividades intensas y de masificada prctica constituyen las obras
de conservacin de suelos, forestacin y reforestacin, manejo de pastos
nativos y reas de pastoreo, formacin de bofedales, rehabilitacin de
fuentes de agua superficial, construccin de represas para la cosecha de
agua de lluvias y consiguiente siembra hacia los acuferos, rehabilitacin
de manantiales, siembra de plantas generadoras de humedad, entre
otras. El aumento de la actividad vegetal se puede atribuir a la mayor
disponibilidad de agua en el suelo debido a estas acciones, situacin que
no sucede en la microcuenca testigo.
Los meses comprendidos entre mayo y agosto, es un periodo en el que se
registran de forma natural condiciones de dficit hdrico. Por ello resulta
lgica una dependencia entre la vegetacin que se desarrolla en los meses
secos con el agua que se acumula en el suelo durante los meses anteriores,
ya que un suelo con mayores reservas permitir un adecuado desarrollo y
actividad vegetal. En la MGI, las correlaciones de NDVI y la precipitacin
que se registran entre abril y agosto, en pocos casos presentan correlaciones
positivas y significativas. Mientras, en la microcuenca testigo, el mayor
nmero de correlaciones positivas podra indicar que la actividad vegetal
est fuertemente acondicionada a la ocurrencia de las lluvias.

1.2. Evolucin temporal y espacial de temperatura de superficie
a) Comportamiento temporal de temperatura de superficie

En los Grficos 6, 7 y 8 se muestra la evolucin temporal de Ts para las
microcuencas con gestin integral desde el ao 1986 hasta el 2013.
Grfico 6: Serie temporal de temperatura de superficie en MGI para el

periodo 1986 a 1999.

En los mapas se observa que las temperaturas correspondientes a un ao
de escasa precipitacin pluvial, son superiores respecto a un ao en donde
se registra una buena precipitacin. Asimismo, la variabilidad espacial de
Ts es ms notoria en aos secos respecto a aos con buena precipitacin,
donde la temperatura es casi similar en todas las microcuencas. Al
comparar los mapas con la lnea de base (ao 1986), en microcuencas con
gestin integral se observa un incremento considerable de Ts mximo en
2005, 2011 y 2013; con 13.46K, 18.37K y 26.46K, respectivamente.
Este comportamiento se ve reflejado en las bajas precipitaciones ocurridas
en esos aos, los mismos han sido de 821.98 mm/ao en 2005 y de
620.14 mm/ao para el 2013.

Grfico 7: Serie temporal de temperatura de superficie en MGI para el
periodo 2000 a 2009.
Grfico 8: Serie temporal de Temperatura de superficie en MGI para el

periodo 2011a 2013.
En las series temporales de temperatura de superficie, adems de su

variabilidad temporal se observa un patrn de gradiente, con promedio
de temperaturas ms bajas para los aos 1986 y 2000, mientras las
temperaturas altas se registran en 1991, 2011 y 2013 (Grfico 12). En
2013 se registra mayor temperatura superficial, sobre todo en laderas con
exposicin Este, en esta zona los suelos son muy superficiales, pedregosos
y baja capacidad de retencin de humedad, se asume que por esta razn
en aos de baja precipitacin la TS se incrementa mucho ms a diferencia
de otros sectores de la cuenca. En la microcuenca testigo, la Ts mnima
y mxima presentan variaciones similares al observado en la microcuenca
con gestin integral, los cuales se muestra en los Grficos 9, 10 y 11.
Al validar la temperatura de superficie obtenidas a partir del sensor TM y
TIRS con datos provenientes de estaciones meteorolgicas, los coeficientes
de determinacin r2 de la regresin lineal varan entre 0.90 y 0.97. Con
este clculo estadstico se determina que los mapas de temperatura de
superficie son aceptables. La diferencia entre estas temperaturas es de
1.77C y 20.84C para el ao 2000 y 2013, respectivamente, lo cual
es habitual segn Sandholt et al. (2002). Asimismo, al correlacionar la
temperatura de superficie con el NDVI, en todos los casos, las correlaciones

resultan negativas y significativas. El aumento o disminucin de la
cubertura vegetal mantiene una relacin muy marcada y del tipo inversa
con la temperatura de superficie, es decir, cuando la temperatura de
superficie aumenta la vegetacin se reduce.
Grfico 9: Serie temporal de temperatura de superficie en la microcuenca

testigo entre 1986 y 1999.
Comparando con el mapa de lnea de base, la temperatura de superficie

mximo se registra en los aos 2009, 2011 y 2013; con 12.48K,
21.12K y 29.51K, respectivamente. Asimismo, al confrontar los valores
promedios, el comportamiento de Ts muestra un gradiente creciente como
se puede apreciar en la Grfica 11.

Grfico 10: Serie temporal de TS en la microcuenca testigo, periodo 2000
y 2009.
Grfico 11: Serie temporal de temperatura de superficie en la microcuenca

testigo entre 2011 y 2013.

En el Grfico 12, en la microcuenca testigo, hasta el ao 2000 el
comportamiento de Ts presenta similar dinmica al que se observa en las
microcuencas con gestin integral, de aqu hasta el ao 2009 experimenta
un incremento considerable con respecto a las microcuencas con gestin
integral. En relacin al ao 1986, la Ts promedio se incrementa entre
0.79K y 29.51K, correspondiendo el pico ms alto a los aos 2011 y
2013. En las microcuencas con gestin integral el incremento vara entre
1.77K y 20.84K, y el pico ms alto corresponde a los aos 2011 y 2013.
Grfico 12: Evolucin temporal de Ts en microcuencas con gestin integral

y en la microcuenca testigo
Finalmente, a lo largo del periodo de estudio se observa diferencias

sustanciales de Ts entre las microcuencas con gestin integral y la
microcuenca testigo. Este comportamiento en microcuencas vecinas y
de similares caractersticas, permite sealar que, no solamente se trata
de la influencia del componente climtico, sino que en estos cambios
tambin viene cobrando importancia la accin del hombre que puede estar
repercutiendo de manera positiva o negativa en el balance hdrico de la
cuenca. Los cambios inducidos por el hombre tambin son aspectos a
considerar en el anlisis de evolucin de agua disponible en el suelo.
b) Distribucin espacial de temperatura de superficie

La distribucin espacial de Ts al interior de las microcuencas presenta
clara diferenciacin, generalmente con altos valores en la cuenca alta
y valores bajos en la cuenca media. La temperatura de la superficie est
determinada, principalmente, por factores locales como el tipo de cobertura,
la altitud, orientacin de las laderas y la topografa del terreno. Los mapas

de Ts muestran una clara relacin espacial con los parmetros de cobertura
vegetal y el contenido de humedad del suelo, en donde las superficies ms
fras se relacionan con las reas ms vegetadas y hmedas, mientras que
las superficies ms clidas estn relacionadas con aquellas desprovistas de
vegetacin y superficies con escaso contenido de humedad. Al comparar
los valores de Ts en los mapas, en el sector Sur y Oeste se aprecian valores
bajos; en cambio, en el sector Noreste se concentra gran parte de Ts con
valores altos, las que se asocian espacialmente con aquellas superficies ms
desprovistas de vegetacin y reas de mayor sequedad.
Los valores de Ts alcanzan una mayor medida con particularidad en
suelos escasamente vegetados, siendo posible apreciar grandes contrastes
trmicos entre las reas ms clidas y aquellas con Ts moderadas. En efecto,
las microcuencas concentran considerable porcentaje de superficies con
temperaturas superiores a 290K, lo que permite inferir que se trata de
superficies con una inercia trmica mucho menor que en la cuenca baja.
Se asume, que hacia el atardecer, cuando la intensidad de la radiacin
solar directa disminuye y una vez oculto el sol, la baja inercia trmica que
caracteriza a la cuenca alta incidir en un rpido descenso de Ts en relacin
con superficies de cuenca baja y media. En la cuenca baja los suelos
presentan baja retencin de agua, bajo contenido de materia orgnica y
pendientes abruptas, son caractersticas que facilitan el incremento de
la temperatura de superficie en esta zona. Contrariamente, en la cuenca
media y alta, los suelos son hmedos, con alto contenido de materia
orgnica y suelos con perfil desarrollado. A pesar de esta caracterstica,
la temperatura de superficie en la cuenca alta es mayor pero se registra
menores valores de NDVI y contrariamente esto ocurre en la cuenca baja,
esta particularidad responde a los factores climticos locales y a las
caractersticas del territorio.
En la Tabla 3, los valores promedios muestran variabilidad en el
comportamiento de Ts, donde, para la cuenca alta y media, la Ts mnima
corresponde al ao 1997 y una mxima Ts para el ao 2013; finalmente,
en la cuenca baja el mnimo valor corresponde al ao 1986 y el mximo al
ao 2013. En general, a partir de 2005 hasta el 2009 se registra moderado
Tabla 3: Variacin espacial de temperatura de superficie en microcuencas
Temperatura de superficie (K)

Ao 1986 1991 1997 1999 2000 2005 2008 2009 2011 2013 Promedio
Cuenca 281.26 287.96 279.52 284.76 283.39 287.92 285.72 284.24 295.71 304.16 287.46
alta
Cuenca 278.56 284.79 278.17 283.21 280.13 286.34 283.18 282.31 295.25 302.78 285.47
media
Cuenca 279.52 285.81 280.77 283.33 280.72 287.44 285.88 282.07 290.88 298.93 285.53
baja

descenso de Ts, tendencia que coincide con el aumento de valores del
NDVI en los dos ltimos periodos de anlisis, a pesar que en 2008 y
en 2009 las precipitaciones se registran por debajo de 1.152 mm/ao,
promedio histrico de precipitaciones reportado para la zona, segn la Red
Hidrometeorolgica del Gobierno regional de Ayacucho.
Los resultados muestran que el impacto del cambio de temperatura en la
variacin de la vegetacin es mucho mayor que la precipitacin. Esto indica
que la temperatura superficial del suelo, entre abril y agosto, es un factor
dominante que afecta en la actividad vegetal en las cuencas de los ros
Pampas y Chikllarazu. Esto es importante para entender el comportamiento
de la vegetacin como respuesta a la variabilidad climtica, no slo en el
rea de estudio sino en toda la zona altoandina de Ayacucho.
2. Reduccin de niveles de estrs hdrico e incremento de agua

disponible en el suelo (DAS)
2.1. Evolucin temporal del estrs hdrico de la vegetacin

En los Grficos 13, 14 y 15 se muestran los mapas multitemporales de
TVDI, en los que se observa la variacin de estrs hdrico durante periodo
que abarca el estudio. Se nota que cada escena va cambiando de tonalidad,
indicando condiciones de disponibilidad de agua en el suelo. Los colores
oscuros representan a los valores mnimos y los claros a los valores mximos
del ndice de estrs TVDI.
Grfico 13: ndice de Sequedad Temperatura Vegetacin en MGI para el
periodo 1986 y 1999.



En la Tabla 4, se pueden apreciar mejor la variacin del ndice TVDI, los
mismos son valores promedios que fueron extrados de los mapas que se
muestra en los grficos anteriores. En microcuencas con gestin integral el
menor valor se registran los aos 1999 y 2011; mientras que los valores
altos en los aos 2005, 1991 y 2008. En la microcuenca testigo, los
aos 1986 y 1999 registran menores valores y los valores altos en los
aos 2005, 2008 y 2009. Sin embargo, en los dos tipos de microcuencas
los valores mximos de estrs hdrico se presentan el ao 2008 con un
valor de 0.8 para las microcuencas con gestin integral y 0.86 para la
microcuenca testigo. Cabe sealar que el umbral inferior que se observa
puede indicar la ocurrencia permanente de un nivel natural de estrs
hdrico en las microcuencas, el cual no llega a las condiciones tericas
extremas de estrs nulo (TVDI=0) o de estrs mximo (TVDI=1).
Tabla 4: Variacin espacial de valores promedios de TVDI en MGI y en la

microcuenca testigo.
Microcuenca con gestin integral Microcuenca testigo
Ao
Promedio Mnimo Mximo Promedio Mnimo Mximo
1986 0.361 0.02 0.7 0.31 0.01 0.71
1991 0.395 0.01 0.72 0.374 0.09 0.68
1997 0.374 0.01 0.7 0.346 0.01 0.69
1999 0.318 0.01 0.64 0.324 0.02 0.63
2000 0.325 0.01 0.67 0.349 0.04 0.69
2005 0.384 0.01 0.72 0.405 0.02 0.76
2008 0.439 0.01 0.8 0.476 0.03 0.86
2009 0.372 0.01 0.73 0.51 0.05 0.84
2011 0.35 0.01 0.69 0.39 0.11 0.72
2013 0.37 0.01 0.66 0.43 0.18 0.60
Con el propsito de estimar la evolucin temporal de estrs hdrico en

trmino de reas, el ndice TVDI ha sido categorizado en 4 niveles de
estrs, los cuales son: 1) 0.0-0.40, sin estrs; 2) 0.40-0.60, estrs leve;
3) 0.60-0.80, estrs medio; y, 4) 0.80-0.10, estrs alto. Los niveles de
estrs hdrico se establecieron considerando los estudios desarrollados por
Gao et al. (2011), Feldhake et al. (1997) y Al-Faraj et al. (2000).
En general, de los 4 niveles de estrs hdrico aplicados, en las microcuencas
con gestin integral se registra hasta 3 niveles de estrs, es decir se
identifica las categoras: sin estrs, estrs leve y estrs medio. Solamente
en 2008 el estrs hdrico se incrementa, en este ao se registra hasta la
categora de estrs alto aunque afecta extensiones mnimas del territorio.
A partir de 2005 se nota una clara tendencia de reduccin de reas que
experimentan estrs leve, aunque durante el 2008 se registra una pequea
zonas afectada con un estrs alto. Asimismo, las reas con estrs medio

se han mantenido en un rango equilibrado y solamente en 2013 aumenta
de 154.32 Km2 a 191.85 Km2, siendo mucho menor de las no presentan
estrs, como se detalla en el Grfico 16.
Grfico 16: Niveles de estrs hdrico expresado en unidad de rea para la MGI.
Un aspecto importante, en estas microcuencas se evidencia importante

incremento de reas que no presentan estrs, as como una reduccin
de reas que presentaban estrs leve, a pesar de la variabilidad climtica
que presentan estos territorios, los cuales se hacen evidentes cuando
los valores de las variables climatolgicas (temperatura, humedad,
precipitacin, y otras) fluctan por encima o por debajo de sus valores
promedios. Cabe precisar, que en 1986, 2009, 2011 y 2013, las reas
que no presentan datos son considerables y esto limita la posibilidad de
establecer comparaciones de manera concluyente.
Sobre la base del grfico anterior, se concluye, que los aos 1999 y 2000
una buena extensin de las microcuencas con gestin integral presenta
mayor rea sin estrs, contrariamente en los aos 1991 y 2005 en estas
microcuencas aumentan las reas con estrs leve. En este sentido, se
identifica que en el ao 1999 y 2000 existe buena DAS en todas las
microcuencas, mientras que en el ao 2008 se presentan altos valores de
estrs hdrico y por tanto bajo DAS. Finalmente, en el 2013, 45.96% de
la cuenca no presenta estrs, el 36.73% presenta estrs leve, el 0.11%
presenta estrs medio y para el 17.20% de la cuenca no se tiene datos.
Asimismo, los mayores valores de estrs hdrico se localizan en las laderas
altas en donde los suelos presentan perfiles menores de 30 cm., las mismas
se ubican en sectores con orientacin Noreste y Este; mientras los valores

bajos de estrs hdrico se localizan en las cotas bajas, en las hoyadas y en
suelos cuyo perfil es desarrollado.
Grfico 17: ndice de Sequedad Temperatura Vegetacin en microcuenca
testigo para 1986 y 2009.

En la microcuenca testigo, en trminos generales, los mapas temporales
de TVDI muestran un comportamiento similar identificado en las
microcuencas con gestin integral. Para 1986 estos territorios presentan
buenas condiciones hdricas del suelo y en 2009 y 2011 un bajo DAS. Por
ello, los mapas correspondientes a estos aos presentan un color ms claro
con respecto a otros periodos del estudio, (Grfico 17 y 18)
Grfico 18: ndice de Sequedad Temperatura Vegetacin en microcuenca

testigo para 2011 y 2013.
La evolucin temporal evidencia que hasta el ao 2000 el TVDI se comporta

de manera similar a lo que ocurre en la MGI. De ah en adelante los valores
incrementan en forma moderada pero con tendencia a crecer, situacin que
tambin puede corroborarse al comparar los valores promedios y mximos
que se muestran en la Tabla 3.3. Una caracterstica comn observada
en los mapas, es que los sectores que muestran niveles permanentes
de estrs hdrico son las laderas altas y con orientacin Noreste; estas
reas muestran una gran variacin en el periodo de estudio, lo que estara
indicando una sensibilidad natural principalmente a las variaciones de
precipitacin, temperatura y humedad. Con respecto a las correlaciones
entre la precipitacin pluvial y el TDVI, se ha encontrado buena correlacin
y positiva en mayora de los casos, se presume, que en la microcuenca
testigo, al igual que el NDVI, el comportamiento de TVDI podra estar
influenciado por la ocurrencia de precipitaciones, aunque no es posible
averiguar esta relacin ya que en dicha microcuenca no existe una estacin
meteorolgica que pueda proveer datos de precipitacin. La evolucin de
los niveles de estrs hdrico en trmino de rea se muestra en la Grfico
19.

Grfico 19: Niveles de estrs hdrico expresado en unidad de rea para la
microcuenca testigo.
En la microcuenca testigo, para el ao 1986 muestra cierto equilibro entre

reas sin estrs respecto a las que presentan estrs leve. Posteriormente las
fluctuaciones de los niveles de estrs hdrico se tornan ms diferenciadas
al punto de que las reas afectadas con estrs leve se incrementan en el
ao 2008 y 2005, reducindose considerablemente las reas sin estrs.
Asimismo, las reas que no presentan estrs hdrico alcanzan su mayor
nivel los aos 1999 y 2000; adems, en 2013 se observa un aumento
considerable de reas que presentan estrs leve y la consiguiente reduccin
de reas que no presentan estrs. Comparando las MGI con la MT, en
2013 las reas que no presentan estrs y las que experimentan estrs leve
se comportan contrariamente; es decir, favorable en la MGI y desfavorable
en la MT.
La microcuenca testigo se extiende desde la cota 3.400 hasta los 4.300
m.s.n.m., en zonas cercanas al divortium acquarium su configuracin
topogrfica es menos compleja de la que se observa en las microcuencas
con gestin integral (MGI), presenta relieves de ligera ondulacin y colinas
con laderas de gradiente moderado y con escasos afloramientos rocosos.
La parte media y baja, posee configuracin topogrfica llana y no presenta
cursos de ros encaonados. Por esta configuracin, las actividades agrcolas

y pecuarias se han intensificado generando conflictos de uso del suelo
llegando al punto de sobreutilizacin, lo que genera mayor exposicin,
reduccin de materia orgnica y, consiguientemente, la disminucin de
su capacidad de retencin de agua. Es la razn por la cual se presume la
presencia de altos valores de TVDI en esta microcuenca.
2.2. Distribucin espacial del estrs hdrico de la vegetacin

En la cuenca baja, a partir de un sencillo anlisis visual de mapas de
TDVI, se puede apreciar que gran parte del territorio no presenta fuertes
limitaciones de humedad en el suelo ya que presentan valores de TVDI
por debajo de 0.55 y las zonas con mayor humedad se ubican al fondo
de las hoyadas. Las zonas donde los valores de TVDI registran cifras entre
0.44 y 0.55, estn ubicadas en las laderas que generalmente presentan
topografa accidentada y con pendientes colgadas a muy colgadas.
Adems, al comparar los mapas correspondientes a los aos 1986 (ao
lluvioso) y 2008 (ao seco) se puede observar claramente la sensibilidad
del ndice de estrs TVDI. En esta unidad de la cuenca y en zonas de mayor
pendiente, predominan arbustos y rboles que proporcionan proteccin
al suelo y una buena capacidad de retencin de agua. Los rboles no son
sensibles a la variacin de la precipitacin que se presentan en el periodo
de anlisis, por lo que en estas reas se observan bajos valores de TVDI.
Otro factor que podra estar contribuyendo a la presencia de reas no
sensibles al cambio de la precipitacin, es el ciclo de rotacin de pastoreo,
pues entre los meses de junio y agosto, todas las familias asentadas en
las cuencas alta, media y baja, y como parte de sus tradiciones culturales,
trasladan masivamente sus ganados (vacuno, ovinos, camlidos, entre
otros) hacia la cuenca baja donde durante estos meses se concentra el
pastoreo. Agotados los pastos, estas familias recin retornan a sus estancias
de origen. El resto de los meses del ao, la cuenca baja se mantiene
como rea restringida para el pastoreo estando a cargo de las autoridades
tradicionales la funcin de hacer cumplir dichas normas comunales.
Si bien, en la cuenca alta el sector Noreste es el rea ms afectada por
el estrs hdrico durante el periodo de estiaje (esto abarca entre mayo y
agosto, donde el frio es extremo y no se registran lluvias), sin embargo,
no es el sector donde necesariamente puede comenzar a manifestarse el
estrs en este periodo debido a la dependencia o relacin directa del TVDI
con la precipitacin pluvial o con el contenido de humedad del suelo; y, la
variabilidad espacial y temporal del estrs hdrico en las cuencas evidencia
la sensibilidad que muestra el ndice TVDI a las condiciones climticas y
de las propiedades del suelo para retener la humedad. A esto refuerza, en
aos donde se registra buena precipitacin (en intensidad y distribucin)
las zonas de planicie y sectores que presentan materia orgnica y suelos
de buena profundidad y textura registran menores valores de TVDI, este
tipo de suelos poseen mayor capacidad de retencin de agua. Mientras,
en sectores cuyos suelos son superficiales y con bajo contenido de materia

orgnica los valores de TVDI son mayores, se presume, que esta situacin
empeora con inadecuadas prcticas agropecuarias ya que ello acelera el
deterioro de los suelos, haciendo ms vulnerable a los ecosistemas frgiles.
En general, es evidente que gran parte del territorio en estudio presenta
fuertes limitaciones de humedad en el suelo y las zonas menos afectadas
se ubiquen en la cuenca baja y media. Por ello, ms all de la complejidad
inherente a la delimitacin funcional de una cuenca, se pone en evidencia
que los efectos ambientales de las condiciones de estabilidad o perturbacin
en las partes altas de las cuencas, se transfieren hacia las zonas medias y, a
su vez, dependiendo de la intensidad y naturaleza de dichos efectos, llegarn
hasta las partes ms bajas. La cuenca alta, por lo tanto, se convierte en zona
clave para el manejo integrado de todo el sistema hidrogrfico, pues es all
donde se infiltra una gran cantidad del agua que se precipita y que alimenta a
los flujos subterrneos; igualmente, en esta zona surgen corrientes incipientes
que nutren a los riachuelos y cuerpos de agua superficiales.
Por otra parte, la cuenca media, por su carcter y posicin intermedia, es un
rea en donde la red de drenaje comienza a integrarse y robustecerse debido a
la confluencia de diversos afluentes. Finalmente, la cuenca baja, dependiendo
del tipo de manejo, suele ser una zona de mayor estabilidad o el que presenta
los mayores problemas con respecto a la disponibilidad de agua en el suelo.
El comportamiento de TVDI en las cuatro microcuencas con gestin integral,
en los que los ndices de estrs hdrico son expresados en unidad de rea se
muestra en los siguientes grficos.
Grfico 20: Categorizacin de TVDI, representado en unidad de rea en la

microcuenca Chikllarazu.

La microcuenca Chikllarazu, que en total tiene 388.744 Km2, presenta
alta variabilidad y alternancia de reas con estrs con las que no presentan
estrs. Es decir, segn las condiciones climticas que presenta un
determinado ao, las superficies que evidencia estrs se manifiesta en
mayor extensin y en menor extensin las superficies sin estrs o viceversa.
Estos datos dan cuenta, que este territorio presenta mayores limitaciones
de DAS ya que presentan altos valores de reas con estrs leve (TDVI:
0.4 0.6). En promedio, el TVDI inferior a 0.2 representa entre el 3.34%
de superficie; el TVDI entre 0.2-0.4, representa 33.25% de superficie; el
TVDI en el rango 0.4-0.6 afecta el 44.19% de superficie; el TVDI entre
0.6-1.0 afecta en pequeas extensiones, aunque en el ao 2008 registra
un valor alto que afecta el 0.8% de superficie. A pesar de esto, no se podra
asumir como un resultado concluyente ya que esta microcuenca presenta
rea sin datos que significan un promedio de entre 10.1% y 30.9% de su
superficie. El rea sin datos involucra a las cotas ms altas en donde la
humedad del suelo es mucho mayor que en las cotas bajas; por tanto, se
presume que las reas que no presentan estrs pueden ser mayores.
Con respecto a periodos crticos de estrs hdrico, los aos 1999 y el 2000
registran mayores reas que no presentan estrs, mientras en 1991 y en 2008
las reas sin estrs se reducen considerablemente. A partir de 2005, las reas
que no presentan estrs muestran una tendencia de aumento.
En la microcuenca Chullcumayo se observa mejores condiciones hdricas puesto
que las reas que no presentan estrs (TVDI inferior a 0.4) son superiores en
todos los aos. De los 26.606 Km2 de rea que posee, el TVDI menor a 0.2 en
promedio abarca 17.43% de la cuenca; el TVDI entre 0.2-0.4 se presenta en
55.52% de superficie; el TVDI entre 0.4-0.6 abarca el 26.10%; el TVDI entre
0.6-0.8 es mnimo (0.95%), aunque durante 2008 registra un alto valor que
afecta el 6.9% de superficie. En efecto, esta microcuenca es el que presenta
bajos ndices de TVDI, aunque se aprecian notorias fluctuaciones de TVDI en la
categora de estrs leve (0.4-0.6). Sin embargo, en ningn ao llegan a superar
el umbral de superficie sin estrs.

microcuenca Chullcumayo.

microcuenca Qunchallamayo.

La microcuenca Qunchallamayo tiene un rea de 30.426 Km2, del cual el
26.7% de superficie tienen un TVDI menor a 0.2; el 52.7% tiene un TVDI
entre 0.2-0.4; el 20.1% tienen un TVDI entre 0.4-0.6; el TVDI entre 0.6-
0.8 es mnimo y afecta el 3.2% de superficie en 2008%. Con respecto a
la microcuenca Chullcumayo, en Qunchallamayo los ndices de TVDI son
an ms bajos. Las reas que no presentan estrs (TVDI inferior a 0.4)
superan ampliamente a aquellas que experimentan estrs leve (TVDI: 0.4-
0.6), siendo mnimas las reas con estrs medio (TVDI: 0.6-0.8). Adems,
el TVDI inferior a 0.2 abarca reas considerables y en el 50% de aos que
abarca el estudio supera ampliamente el umbral de superficie de reas con
estrs leve (TVDI: 0.4-0.6).
Grfico 23: Categorizacin de TVDI, representado en unidad de rea en

la microcuenca Tucumayo.
La microcuenca Tucumayo posee 76.569 Km2 de rea, del cual el 10.6%

tiene un TVDI menor a 0.2; el 50.6% tiene un TVDI entre 0.2-0.4; el 29.1%
tiene un TVDI entre 0.4-0.6; el 1.6% tiene un TVDI entre 0.6-0.8. Esta
microcuenca tambin presenta bajos ndices de TVDI, aunque no superan
a la microcuenca Chullcumayo. Adems, las reas que no presentan estrs
superan ampliamente a superficies con estrs leve y la afectacin del estrs
medio es mnima. Como se mencion anteriormente, el rea sin datos es

considerable y se ubican en cotas altas, donde la humedad del suelo es
mayor con respecto a las microcuencas Qunchallamayo y Chullcumayo; por
tanto, es posible que el valor de superficies que no presentan estrs pueda
ser mayor.
Los mapas obtenidos para las cinco microcuencas, muestra importantes
variaciones espaciales y temporales de TVDI. Esto indica una fragilidad
natural del rea de estudio al dficit de precipitaciones, sobre todo en aos
donde la precipitacin acumulada es inferior a las normales (promedio
histrico), los umbrales de estrs hdrico se acercan al umbral superior de
TVDI. Asimismo, se ha identificado las reas ms susceptibles e incluso las
que presentan permanente estrs, estos sectores se ubican mayormente en
la cuenca alta y generalmente en laderas con orientacin Noreste y Este,
indicando en estos la existencia de una estrecha interaccin de condiciones
ambientales con los factores climticos.
Las variaciones espaciales de TVDI indican que la humedad del suelo en
microcuencas con gestin integral difiere notablemente, aunque la curva de
fluctuaciones adopta tendencias bastante similares. Los valores de TVDI en
la microcuenca Chikllarazu aument notoriamente en 2000 y 2008, en este
ltimo alcanz un mximo valor; en la microcuenca Qunchallamayo muestra
equilibrio y disminucin. En las microcuencas Tucumayo y Qunchallamayo, se
registran variaciones intermedias; sin embargo, en las cuatro microcuencas se
registran un fuerte descenso en 2009. Mientras, en la microcuenca Macro,
hasta 1999 se observa un equilibrio, en adelante se registra un ascenso
bastante definido a pesar de registrarse mejoras en el 2011.
2.3. Evolucin del agua disponible en el suelo

En los Grficos 24, 25 y 26, se puede apreciar las condiciones de DAS
que se presentan en cada periodo de anlisis. Los sectores que aparecen
en color rojo oscuro, representan a aquellas reas con fuertes limitaciones
hdricas, mientras que las reas que presentan buena disponibilidad de
agua en el suelo estn representadas por colores que varan entre el azul
y el negro. En el rango de colores mostradas en cada mapa, visualizados
con inicio en color negro en direccin al rojo, el lmite de tierras con una
adecuada DAS son los que muestran un color naranja claro, mientras el
subsiguiente rojo claro indican a las tierras que empiezan a presentar leve
limitacin de DAS. En general, los valores bajos de DAS se ubican en
laderas de cuenca alta y media, mientras que la cuenca baja y en las
hoyadas se evidencian mejores condiciones hdricas del suelo.

Grfico 24: Serie temporal de DAS en microcuencas con gestin integral para el
periodo 1986 y 1999
Asimismo, en el Grfico 28 se muestra la evolucin temporal del DAS, donde

segn el volumen porcentual de agua disponible del suelo que presentan,
en forma descendente las microcuencas pueden ser categorizadas en el
siguiente orden: 1) Qunchallamayo, 2) Chullcumayo, 3) Tucumayo, 4)
Chikllarazu; y, finalmente, 5) Macro, la microcuenca testigo.
En el mismo Grfico, el comportamiento del DAS en el periodo analizado
muestra comportamientos diferenciados en las microcuencas estudiadas.
Las tierras de microcuencas con gestin integral, en 1986 presenta el
69.24% de DAS y es bajo respecto al DAS determinado para la microcuenca
testigo para el mismo ao. Posteriormente, el DAS registra un descenso y
luego asciende hasta encontrar un nivel comn con la microcuenca testigo
y ocurre en 1999, continua en ascenso hasta el 2000 donde se determina
70.79% de DAS y es la mxima disponibilidad encontrada en este
estudio. Posteriormente se registra un descenso hasta llegar al 60.75%
de DAS durante el 2008, lo que representa la mnima disponibilidad,
recuperndose hasta alcanzar 69.71% de DAS en 2011; finalmente, en
el 2013 se registra leve descenso hasta terminar en 67.12% de DAS.
En la microcuenca testigo, en 1986 la DAS es alta (71.07%) y en adelante
el descenso es continuo, llegando a un punto comn con la microcuenca

con gestin integral en 1999, luego en 2009 registra 48.21% de DAS,
en 2011 se recupera hasta 55.3% de DAS, terminando en 53.3% en
2013. El agua disponible en el suelo a pesar de mostrar recuperacin
en 2000, 2008 y 2011, su tendencia es al descenso. En el 2009 estas
tierras registran bajo DAS (48.20%) respecto a los otros aos, siendo la
peor condicin hdrica del suelo identificado en el estudio. Por tanto, esta
microcuenca es uno de los ms vulnerables, presumiblemente debido
a la gran diversidad de impactos, mltiples factores de estrs y escasa
capacidad adaptativa de la poblacin local.
Grfico 25: Serie temporal de DAS en microcuencas con gestin integral

para el periodo 2000 y 2009.

Grfico 26: Serie temporal de DAS en microcuencas con gestin integral
para el periodo 2011 y 2013.
Se ha determinado que el DAS es muy sensible y por ello su comportamiento

es muy variable en el tiempo, presenta ascensos y descensos, sin
embargo el agua disponible en las microcuencas con gestin integral es
superior con respecto a la microcuenca testigo. Es decir, para similares
condiciones climticas y en territorio contiguos se ha encontrado diferentes
comportamientos de DAS. La informacin resulta ms interesante cuando se
compara la DAS entre aos extremos (66.24% de DAS en 1986 y 67.12%
de DAS en 2013) puesto que en 27 aos estas tierras han ganado 0.88% de
DAS, mientras las tierras en la microcuenca testigo han perdido el 17.76%
de DAS en el mismo periodo. Se ha encontrado cierta estabilidad y aumento
de DAS en microcuencas con gestin integral, mientras en la microcuenca
testigo se observa un claro retroceso que se acenta a partir de 1997.

Grfico 27: Evolucin temporal de DAS en microcuencas con gestin
integral y en la microcuenca testigo.
Grfico 28: Evolucin espacial de DAS en microcuencas con gestin

integral y testigo.

La evolucin de agua disponible en el suelo en forma desagregada, muestra
los siguientes: La microcuenca Qunchallamayo es la que presenta mayor
agua disponible en el suelo, registrndose un 66.9% de DAS en 1986,
mientras en 1997 estas tierras registran 75.4% de DAS, en 2009 el DAS
disminuye hasta un 65.4%, en 2011 se recupera hasta 75.1% y termina
con 70.8% en 2013.
En la microcuenca Chullcumayo, el agua disponible en el suelo sigue siendo
mayor pero es poco menos que en el anterior, registrndose un 70.8%
de DAS en 1986, en 2008 la disponibilidad disminuye hasta 57.2%, en
2009 vuelve a recuperarse hasta 71.9% de DAS y en 2013 estas tierras
registran 70% de DAS.
En Tucumayo, la disponibilidad de agua en el suelo es poco menos que
en Chullcumayo, registrndose 64.4% de DAS en 1986, luego incrementa
en 1999 donde alcanza 71.28% de DAS, disminuyendo en 2009 hasta
63.67% y en el 2013 termina con 67% de DAS. Al comparar entre aos
extremos, en estas tierras se increment 2.6% de DAS. La microcuenca
Chikllarazu presenta menor disponibilidad de agua en el suelo en el grupo
de microcuencas con gestin integral, registrndose un 62.91% de DAS
en 1986, luego incrementa en 1999 donde alcanza 66.76% de DAS, en
2005 se reduce hasta 53.4% y en 2013 registra 60.7% de DAS. En esta
microcuenca, entre 1986 y el 2013 se determina un incremento de 2.2%
de DAS.
Grfico 29: Serie temporal de disponibilidad del agua en el suelo, DAS, en

la microcuenca testigo.
En la microcuenca Macro, microcuenca testigo, la disponibilidad de agua
en el suelo muestra una dinmica decreciente, con mejores condiciones
en 1986 donde presenta 71.1% de DAS, en 2009 el DAS disminuye
hasta un 48.21%, se recupera en 2011 llegando hasta 55.3%, y en
2013 termina con 53.3% de DAS. En la microcuenca Macro, a pesar
de registrarse mejoras en el 2011, el dficit de agua aprovechable cada
vez va en aumento, de continuar esta alteracin podra generar un fuerte
impacto sobre la capacidad de los ecosistemas de resistir o adaptarse a
fuerzas externas como el cambio climtico, colocndolos en un estado
crtico de vulnerabilidad.

Grfico 29:

Grfico: 30. Serie temporal de disponibilidad del agua en el suelo, DAS,
en la microcuenca testigo.
Finalmente, al validar los valores de TVDI con datos de precipitacin y

humedad del suelo, se ha encontrado una correlacin negativa y bastante
aceptable, lo cual indica la buena sensibilidad que muestran estas
variables. Los valores de TVDI aumentan a medida que disminuyen las
precipitaciones, mientras, que en situaciones favorables de precipitacin
pluvial, los valores de TVDI son bajos. Correlacionadas con datos de
humedad del suelo, mayores valores de TVDI ocurren cuando hay reducida
humedad del suelo.
3. Mejoramiento de los coeficientes de infiltracin y de las tasas

de recarga hdrica de acuferos
3.1.
Evolucin de variables hidroclimticas estimadoras de
recarga hdrica
Para determinar la distribucin de la precipitacin, temperatura y
evapotranspiracin potencial, se consider la informacin de las 17
estaciones que se sealan en la Tabla 2.2, esto debido a que son las que
se encuentran ms prximas al rea de estudio. La informacin promedio
mensual y anual de estas variables para el ao 1995 y el ao 2013 se
presenta en la siguiente tabla.

Tabla 5: Temperatura promedio mensual y anual espacializado
Variables Ao ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC Prom./ Total
Temperatura 1995 11.5 11.1 10.8 10.6 9.8 9.3 9.7 10.7 10.1 12.0 11.3 11.4 10.7
media
2013 10.2 9.8 10.9 8.5 8.6 7.7 7.3 10.6 10.7 11.9 12.1 10.6 9.9
Temperatura 1995 3.5 3.2 3.0 1.4 0.2 -1.4 -0.6 -0.1 0.0 1.3 1.2 0.5 1.0
mnima
2013 2.4 3.0 1.9 0.9 0.3 -1.6 -1.1 -0.7 -1.0 -1.4 -1.5 -1.8 -0.1
Temperatura 1995 20.1 20.4 19.4 19.4 19.8 20.1 20.2 22.5 21.7 23.3 22.6 22.3 21.0
mxima
2013 19.1 18.9 19.6 20.4 20.5 18.5 18.3 21.2 20.9 20.5 20.7 19.8 19.9
Precipitacin 1995 154.37 168.49 154.36 35.75 7.45 4.43 6.49 3.76 26.21 30.77 75.72 81.53 749.33
2013 156.75 153.89 138.87 28.02 45.89 58.01 32.13 36.12 3.38 68.12 8.51 0.00 729.68
La temperatura, debido a su altitud (2,713 a 4,906 m.s.n.m.) y por su

topografa muy variada, la zona baja se caracteriza por das clidos y
noches moderadamente fros, mientras las montaas altas se caracteriza
por das fros y noches muy fras. La temperatura media anual promedio es
9.9C, la mxima llega hasta 23.3C, y las mnimas absolutas entre -1.8C
y 3.5C.
En cuanto a la precipitacin, se aprecia que los meses comprendidos
entre diciembre y marzo son los ms lluviosos, presentando valores de
precipitacin mensual que oscilan entre 81.53 y 168.49 mm, por tanto,
es de esperar que estos meses sean tambin los de mayor infiltracin y
aporte a los acuferos. En los meses comprendidos entre abril y octubre se
presentan menos precipitaciones con promedios que oscilan entre 3.16 y
75.12 mm. En el hietograma (Grfico 33) de precipitaciones se nota que
en el 2013 las precipitaciones han sido menores (729.68 mm/ao) a las
registradas en 1995 (742.33 mm/ao). Por otro lado, durante el ao 2013
se registraron inusuales precipitaciones durante el periodo seco, es decir
entre mayo y octubre.
Para una mejor descripcin del comportamiento pluviomtrico en las
microcuencas se ha elaborado el mapa de distribucin espacial de la
precipitacin anual. Segn este mapa se observa un comportamiento
pluviomtrico creciente con la altitud. Asimismo, los flujos de humedad
y vientos que alimentan la precipitacin tienen una direccin Nor-Oeste a
Sur-Este.

Grfico 31: Mapa de distribucin de precipitacin anual 1995 y 2013.
3.2.
Variacin temporal y espacial de la Evapotranspiracin
Potencial
El Grfico 32, muestra cierta estabilidad en los promedios mensuales
de ETP con valores que oscilan entre 59 y 144 mm, esta estabilidad es
acorde a las variaciones de temperatura que se presentan en la Tabla 3.4.
La evapotranspiracin real (ETR) suele ser inferior a la ETP, pero al no
darse siempre las condiciones ptimas de humedad en el suelo, para que
se produzca la evapotranspiracin a su tasa potencial, la ETR es bastante
menor que la ETP, como se observa las tasas de evapotranspiracin que
se producen entre junio y octubre para el ao 1995, y entre abril y mayo
para el ao 2013. Asimismo, entre los meses de diciembre a marzo, la
ETP es igual a la ETR porque las precipitaciones son mayores en estos
meses. Cuando las precipitaciones vuelven a ser mayores que la ETP la
ETR coincide con la ETP, durante este momento hay un perodo de recarga
de la reserva de agua, hasta la saturacin.
Grfico 32: Comportamiento de la evapotranspiracin potencial (ETP) y real (ETR).

Por otra parte, entre los meses abril y noviembre, la evapotranspiracin
es mayor que la precipitacin, por lo que en estos meses no existe aporte
a los acuferos. Mientras en los restantes 4 meses, la ETP es menor a
la precipitacin y es de esperarse es en estos meses exista mayores
probabilidades de que el agua se infiltre, percole y en consecuencia se
produzca la recarga hdrica hacia el acufero.
Grfico 33: Hietograma de precipitacin y curva de ETP para los aos 1995
y 2013
Con respecto a la distribucin espacial del EPT en el rea de estudio, en la

cuenca baja, se registra mayor temperatura que induce una mayor ETP, por
tanto las tasas de ETP que se producen en la cuenca alta son menores a
comparacin de tasas de ETP determinadas para la cuenca baja, tal como
se puede aprecia en el Grfico 34.
En la cuenca baja se determina la mayor evapotranspiracin anual de la
cuenca, que alcanza en promedio 880.96 mm para el ao 1995 y 848.33
mm para el ao 2013. En la cuenca media, el promedio alcanza 644.39
mm para el ao 1995 y 612.68 para el 2013. Finalmente, en la cuenca
alta se registra 420.36 mm para 1995 y 392.55 mm para el ao 2013.

Grfico 34: Mapa de evapotranspiracin anual mediante mtodo
Hargreaves-Samani.
Las microcuencas, ordenadas en forma ascendente, el mayor valor

de evapotranspiracin promedio anual se registra en la microcuenca
Chullcumayo, alcanzando los 618.42 y 586.28 mm para los aos 1995
y 2013, respectivamente. En la microcuenca Chullcumayo, la ETP anual
registra 541.83 para el ao 1995 y 510.21 mm para el 2013. En la
microcuenca Chikllarazu, el valor de ETP anual es 459.09 mm para 1995
y 455.12 mm para el 2013. Finalmente, en la microcuenca Tucumayo la
ETP anual alcanza 459.09 para 1995 y 429.851 mm para el ao 2013.
La evapotranspiracin potencial media determinada en la zona de
estudio para 1995 es 1266.93 mm, mientras la evapotranspiracin real
es aproximadamente el 49% de la evapotranspiracin potencial, lo que
indica, a pesar que las investigaciones sealan al mtodo de Hargreaves
y Samani, como la ms confiable, y con una calibracin local se logra
bastante precisin para condiciones de sierra. Para el ao 2013, la ETP es
1236.78 mm, y la ETR representa el 63% del ETP para este ao.
3.3. Determinacin del balance hdrico en la cuenca

El comportamiento de la recarga hdrica durante el ao 1995 como se
muestra en la Tabla 6 y Grfico 36, presenta registros altos en los meses
de enero a marzo, estimndose una precipitacin media anual de 749.33
mm. Para este ao se determina que tan solo el 52.7% constituye como
lluvias efectivas para la produccin vegetal en la cuenca, que incluye la
fraccin de lluvia interceptada por el follaje, del cual el 76.3% representa
la infiltracin hacia el suelo y el 23.7% restante constituye la escorrenta
directa generada por la lluvia mensual. La precipitacin que infiltra al
suelo, dependiendo de la litologa y tipo de suelo, recargarn al acufero o
en todo caso descargarn directamente al cauce de los ros de cabecera.

Tabla 5: Balance hdrico del suelo en la zona de estudio para el ao 1995
PEF ESC ETP ETR RP RP

Mes PP (mm) INF (mm)
(mm) (mm) (mm) (mm) (mm) (MMC)
ENE 154.37 100.50 80.46 20.03 68.25 68.25 61.913 32.341
FEB 168.49 96.19 79.54 16.65 101.31 101.31 67.020 35.008
MAR 154.36 98.49 75.60 22.89 144.74 144.74 74.979 39.166
ABR 35.75 8.89 8.89 0.0 127.44 31.71 0 0
MAY 7.45 0 0 0 104.83 22.45 0 0
JUN 4.43 0 0 0 92.32 17.52 0 0
JUL 6.49 0 0 0 74.05 17.52 0 0
AGO 3.76 0 0 0 117.01 17.52 0 0
SEP 26.21 5.72 5.72 0 136.99 23.98 4.885 2.552
OCT 30.77 8.47 8.47 0 139.76 36.17 7.129 3.724
NOV 75.72 35.58 35.579 0 96.29 76.99 2.222 1.161
DIC 81.53 41.47 7.185 34.29 63.94 63.93 0.531 0.275
Total 749.33 395.30 301.44 93.86 1266.93 622.09 218.68 114.226
% 52.75 76.26 23.74
En la tabla anterior, los componentes del balance que se consideran son

los siguientes: PP = Precipitacin, mm; PEF = Precipitacin efectiva,
mm; RP= Recarga potencial, mm y MMC; ESC = Escorrenta directa, mm;
INF = Infiltracin, mm; ETP = Evapotranspiracin potencial, mm; ETR =
Evapotranspiracin real, mm.
En el Grfico 35, se puede observar que la recarga potencial es proporcional
con la precipitacin. Para el ao 1995 (Tabla 5) se determina como recarga
potencial para el acufero de la cuenca el 55.3% de la precipitacin
efectiva, correspondiente a 218.68 mm de recarga, el restante es agua
utilizada en la evapotranspiracin y la humedad del suelo. En la Grfico 36
se muestran los mapas de recarga hdrica para el ao 1995.

Grfico 35: Comportamiento mensual de la recarga potencial con respecto
a la lluvia efectiva y la evapotranspiracin real para el ao 1995.
Para el ao 2013 (Tabla 37), la precipitacin media anual es de 729.68

mm, del cual el 57.2% de estas lluvias se consideran efectivas. Para este
ao, la recarga potencial anual representa el 80% de la precipitacin
efectiva, correspondiente a 337.331 mm, de la precipitacin efectiva
anual, siendo superior a la recarga determinada para el ao 1995. Cabe
sealar que, entre 1995 y 2003 la pluviometra en la zona no presenta
considerable variacin, se tratan de aos con mediana precipitacin puesto
que las lluvias son inferiores a 800 mm. Por ello, no es posible establecer
la relacin a mayor precipitacin mayor recarga.

Tabla 6: Balance hdrico de suelos en la zona de estudio para el ao 2013.
Mes PP PEF (mm) INF ESC ETP ETR RP (mm) RP (MMC)

(mm) (mm) (mm) (mm) (mm)
ENE 156.75 108.90 94.01 14.89 71.02 71.02 104.04 54.34
FEB 153.89 98.72 81.64 17.08 93.30 93.30 88.52 46.24
MAR 138.87 111.87 97.03 14.84 101.56 101.56 100.84 52.68
ABR 28.02 3.81 3.81 0 130.19 24.87 0 0.00
MAY 45.89 17.53 17.53 0 124.40 27.88 8.37 4.37
JUN 58.01 24.81 24.81 0 93.79 48.61 10.98 5.73
JUL 32.13 9.28 9.28 0 89.01 51.36 3.82 2.00
AGO 36.12 11.68 11.68 0 117.24 62.21 0.99 0.52
SEP 3.38 0 0 0 123.54 62.21 0 0.00
OCT 68.12 29.49 29.49 0 133.89 90.30 17.88 9.34
NOV 8.51 1.12 1.12 0 99.37 93.83 0.50 0.26
DIC 0.00 0.00 0.00 0 59.48 59.48 1.37 0.71
Total 729.68 417.21 370.40 46.81 1236.78 786.63 337.311 176.196
% 57.18 88.78 11.22
En el Grfico 35, se observa registro de lluvias altos en los meses de enero a

marzo, sin embargo, a diferencia del ao 1995 entre mayo y octubre se registraron
lluvias inusuales. Para este ao se determina que el 57.2% constituye como
lluvias efectivas, del cual el 88.8% representa la infiltracin hacia el suelo y el
11.2% restante constituye la escorrenta generada por la lluvia mensual.
Como se puede observar en el Grfico 37, la mayor recarga potencial se registra
entre enero a marzo, en los dems meses las tasas son mnimas a excepcin del
mes de octubre que es producto de temporales lluvia inusitada en la zona de
estudio. Durante el periodo seco, sobre todo entre junio y diciembre, lo que existe
es la utilizacin de la humedad del suelo, por ello en el grfico se observa la
lnea correspondiente al ETR se ubica por encima a la lnea correspondiente a la
precipitacin. La recarga de humedad del suelo ocurre cuando la precipitacin es
mayor a ETP despus de un perodo de dficit, hasta que el exceso de humedad
sea mayor que cero. Cabe sealar, la distribucin espacial de la recarga de
humedad del suelo durante el periodo de estiaje es muy localizado como puede
observar en los mapas mensuales (Grfico 38).
En el 2013, con respecto a 1995, hay un aumento en la tasa de infiltracin y la
consecuente reduccin de escorrenta, de 23.7% a 11.2%. Esta variacin puede
atribuirse a las caractersticas de las lluvias, principalmente a la intensidad y
frecuencia, pero tambin se atribuye a la mejora de la cobertura vegetal. La
cobertura vegetal pasa de 37.6% en 1995 a 52.2% para 2013, asimismo las
reas de suelo desnudo con muy pobre cobertura vegetal se reduce de 49.9%

en 1995 a 36.4% para el 2013 (Tabla 7). El tipo de cobertura del suelo influye
en el coeficiente de infiltracin del suelo, por ello se asume que debido a este
cambio de cobertura se registra mayor tasa de recarga en el ao 2013
Grfico 36: Mapa de recarga potencial de acufero, balance mensual para

1995.

Tabla 7: Tipo de coberturas del suelo para los aos 1995 y 2013.
Extensin - ao
Extensin - ao 2013
Coberturas del suelo 1995
Km2 % Km2 %
rea de cultivo 60.03 11.49 55.03 10.54
Bofedales 36.38 6.97 37.49 7.18

Bosque mixto 10.30 1.97 14.34 2.75
Csped denso 4.55 0.87 80.03 15.32
Csped semidenso 145.37 27.83 140.76 26.95
Cuerpos de agua 4.24 0.81 4.24 0.81
Suelo desnudo con 261.10 49.99 190.07 36.39
csped pobre
Zona urbana 0.35 0.07 0.35 0.07
Total 522.31 100 522.31 100
Grfico 37: Comportamiento mensual de la recarga potencial con respecto

a la lluvia efectiva y la evapotranspiracin real para el ao 2013.

El agua retenida en el suelo est influida por la cobertura vegetal
existente y por la forma de usos que se d al suelo. La disminucin de
los niveles de infiltracin y retencin del agua de lluvia es producto del
proceso de degradacin de la zona, as como de las escasas prcticas de
manejo y conservacin, adems de otros factores como de la topografa,
caractersticas del suelo, frecuencia e intensidad de las precipitaciones.
En las microcuencas de gestin integral se ha recuperado diversas prcticas
de manejo y conservacin de los recursos naturales, las mismas, segn la
funcin que desempean en el manejo pueden sintetizarse en tres grupos
y son: 1) Acciones que mejoran la cobertura vegetal, 2) Acciones que
mejoran la infiltracin y retencin de la humedad, finalmente, 3) Acciones
que reducen la escorrenta e introduccin de recarga hdrica inducida.
Estas prcticas son complementarias entre s; sin embargo, la intensidad
con la son aplicadas y el nivel de adopcin que realizan los pobladores
de una determinada prctica conservacionista, en este estudio, permite
valorar el grado o nivel de manejo que presentan las microcuencas.
Entre las prcticas que favorecen el aumento de la cobertura vegetal, est
los 100000 hectreas de cercos construidos, separacin de canchas de
rotacin, resiembra de pastos nativos, mejoramiento de la pradera comunal
y la implementacin de prcticas silvopastoriles en los cercos familiares.
Las praderas mejoradas y bien manejadas mediante la construccin de
cercos y formacin de bofedales, complementada con la reforestacin
en sistema silvopastoril, redunda en mejoramiento de las condiciones del
suelo. A nivel comunal, la degradacin de las praderas se detiene por la
reduccin paulatina del pastoreo extensivo, asimismo, se ha recuperado los
montes naturales a travs de la clausura de reas comunales degradadas
y la reforestacin, deteniendo la erosin y la degradacin del suelo, 400
hectreas de montes comunales han sido conservadas y reforestadas.
Adems, regulndose el acceso a lea, control de quema y el sobrepastoreo.

Grfico 38: Mapa de recarga potencial de acufero, balance mensual para
2013.

Grfico 39: Tipos de coberturas del suelo para el ao 1995 (izquierda) y
para el 2013 (derecho).
Las acciones que mejoran la infiltracin y retencin de humedad permiten

reducir el dficit de humedad en el suelo, la escorrenta e incrementa la
produccin de biomasa. En este grupo de prcticas se identificaron la
construccin de 500 hectreas de terrazas de formacin lenta con muro
de piedra y con talud de tierra, 21 hectreas de terrazas de absorcin y
150 hectreas de terrazas de banco reconstruidos. Adems de la prdida
de humedad por evaporacin, con la implementacin de cercas vivas
(forestacin en bordes de cercos) disminuye la incidencia del viento sobre
los sembrados. La incorporacin de materia orgnica es otra prctica que
favorece la infiltracin y retencin de la humedad en el suelo.
Finalmente, las acciones dirigidas a reducir la escorrenta e introduccin
de recarga hdrica inducida. En este grupo de prcticas se han encontrado
la construccin de diques para el control de crcavas, la habilitacin de
zanjas de infiltracin en las laderas y en la cabecera de las chacras y,
finalmente, la cosecha y siembra de agua de lluvia. La captacin
del agua de lluvia en la zona de estudio es una prctica ancestral, su
recuperacin es impulsada desde 1992 cuando estaban pasando al olvido
o haba sido dejada de lado.
Actualmente, en estas microcuencas se registran 71 represas para la
cosecha de agua de lluvia, lo que permite almacenar aproximadamente
1134,688 metros cbicos de lluvia. La cosecha de agua de lluvia, es
la prctica que se ha masificado en la cabecera de las microcuencas
Tucumayo, Chikllarazu, Qunchallamayo y Chullcumayo. A razn de esto,
entre otros impactos importantes registrados es el incremento del caudal
de puquiales y de fuentes superficiales existentes, as como, la aparicin
de nuevos puquiales en laderas abajo donde se ubican las represas. Los
puquiales y bofedales que se generan producto de la recarga constituyen
nuevas fuentes de agua de uso diverso. En poca de lluvias estas represas
contrarrestan la escorrenta.

Las acciones dirigidas a la restauracin hdrica de la cuenca, segn los
lugareos se tratan de la crianza del agua de lluvia en el marco de la
cosmovisin local. La siembra y cosecha de agua de lluvia, abarca: 1)
Qucha ruway, construccin de represa para el almacenamiento de agua
de lluvia en depresiones naturales; 2)Puquio waqaychay, proteccin y
conservacin de puquiales; 3) Siembra de plantas que llaman agua
o madre del agua en puquiales y bofedales; 4) Formacin de lliwas,
bofedales o humedales; 5) Puquio laqay, consistente en el mantenimiento
festivo de los ojos de agua.
Los ojos de agua naturales, as como aquellos que aparecen como efecto
del almacenamiento del agua de lluvia, son reforzados con plantas que a
su vez generan agua, conocidas como yakupa maman (plantas madres
del agua) o yaku qayaq (plantas que llaman agua). De stas plantas
destacan la putaqa (Rumex peruvianus), romasa (Rumex crispus L), circi
(Cortaderia sp), raqui raqui (Pteridium aquilinum), chankil, totora (Scirpus
californicus), sura wayta, rboles como el lambras (Alnus jorullensis) y el
wanchuy. Estas plantas poseen cualidades que hacen brotar el agua en
donde no hay e incrementar su volumen en manante existente, se presume
que, son las races las que hace emerger el agua desde las profundidades
o son las hojas las que fijan eficientemente la humedad ambiental.
La implementacin de diferentes acciones de restauracin hidrolgica
y ambiental en las microcuencas, mediante la adopcin de prcticas
agropecuarias regenerativas y de bajos costos, permite mejorar la
productividad de los suelos y recuperar la cobertura vegetal. Asimismo,
mejora la infiltracin del agua de lluvia, regula el escurrimiento superficial
y disminuye significativamente la erosin de los suelos, aumentando de
manera sustancial el rendimiento de biomasa vegetal an en reas no
mejoradas o degradadas, al mismo tiempo que protege e incluso regeneran
el medio ambiente. En buena parte, a estas acciones se podra atribuir el
incremento de las tasas de infiltracin en la zona de estudio.
Los acuferos se recargan de forma natural por infiltracin del agua de
lluvia que cae sobre ellos, de los ros o lagos que los atraviesan o limitan,
o del excedente de agua empleada en el riego de cultivos. Este volumen
de agua es variable a lo largo del tiempo, mayor en unas pocas, menor
en otras. Segn la Tabla 3.8, en la microcuenca Chikllarazu es donde se
da entre 75% (para 1995) y 61% (para 2013) del total del volumen de
agua que recarga en toda el rea de estudio anualmente, mientras en la
microcuenca Tucumayo se da entre 15% (en 1995) y 29% (en 2013) del
volumen de agua que se recarga en la zona de estudio, no obstante, en las
dos microcuencas restantes recargan en promedio entre 5.6 y 8.9 MMC
(millones de metros cbicos) de agua durante todo el ao.

Grfico 40: Grfico comparativo de recarga anual en el rea de estudio.
En la Tabla 8 se muestra la variacin temporal de la recarga potencial en

la zona de estudio. Para el ao 1995 se determinado una recarga total
de 114.226 MMC, mientras para el 2013 la recarga total es 176.196
MMC, es decir hay un aumento promedio de 54%. De las microcuencas
estudiadas, el mayor incremento se registra en la microcuenca Tucumayo,
de 16.9 MMC en 1995 a 33.5 MMC en el 2013. En segundo lugar se ubica
la microcuenca Chikllarazu, en donde se registra un 25.9% de variacin
favorable con respecto al ao 1995. Finalmente el menor incremento se
determina para la microcuenca Qunchallamayo, en donde el incremento
representa el 47%.
Tabla 8: Estimacin anual de recarga hdrica potencial (RP) en millones de

metros cbicos (MMC).
Microcuenca RP - 1995 RP - 2013 Variacin temporal

MMC/ao % MMC/ao % MMC/ %
ao
Chikllarazu 85.915 75.21 108.21 61.41 22.295 25.95
Tucumayo 16.878 14.78 50.407 28.61 33.529 198.66
Chullcumayo 5.596 4.90 8.977 5.09 3.381 60.43
Qunchallamayo 5.838 5.11 8.602 4.88 2.764 47.35
Total 114.226 100.0 176.196 100.0 61.97 54.25

Tabla 9: Extensin de las categoras en reas de recarga hdrica potencial.
Extensin - 1995 Extensin - 2013

Categora
Km2 % Km2 %
Alta (>100) 98.28 18.82 249.55 47.78
Media (70 - 100) 311.07 59.56 240.76 46.10
Baja (<70) 112.96 21.63 32.00 6.13
Total 522.31 100.0 522.31 100.0
En la tabla 9 se muestra la categorizacin de las reas de recarga hdrica

potencial, obtenidos en el balance hdrico de suelos, en donde se determinan
importantes variaciones en la extensin que abarcan las tres categoras de
recarga establecidos. Para el ao 2013, las reas consideradas de recarga
Alta aumentan de 18.8% a 47.8% del rea total que abarca la zona de
estudio, y estos cambios se registran principalmente en la cuenca alta.
Asimismo, las reas de recarga Media se reduce de 59.6%, en 1995,
a 46.1% para el 2013. Finalmente, un 21.6% del rea de estudio
que se encontraba en ARH con recarga baja para 1995 se reducen
considerablemente a 6.1% para el ao 2013. Al sobreponer el mapa de
coberturas del suelo con el mapa de categorizacin de reas de recarga
hdrica potencial, las ARH con recarga Alta se ubican sobre coberturas de
csped denso, rea de bosque mixto y bofedales; mientras las ARH con
recarga Media coinciden con cobertura de csped semidenso, bofedales y
muy poco con coberturas de suelo desnudo y de csped pobre. Las ARH
con recarga Baja coinciden con cobertura de suelo desnudo y de csped
pobre, adems con las reas de cultivo, siendo en menor proporcin las
coberturas de bofedales, csped semidenso y dems coberturas.
Entonces, al establecer que la mayora de las ARH cubiertas por bosque
mixto y csped denso presentan recarga alta y media, es posible suponer
que es este tipo de cobertura vegetal est actualmente haciendo el principal
aporte a la recarga de los acuferos. Sin embargo, las tasas de infiltracin
tambin estn influidas por el tipo de litologa, formacin geolgica y
las propiedades de los suelos, lo cual para este estudio no se cont con
informacin suficiente que nos permita analizar en profundidad. Los mapas
de recarga hdrica potencial, as como la categorizacin de las reas en la
zona de estudio para los aos 1995 y 2013, se muestra en la Grfico 41.
Considerando la informacin hidrogeolgica, elaborado por el Gobierno
Regional de Ayacucho, se determina que las recargas se distribuyen sobre
tres tipos de acuferos de la zona, estos son: 1) Acuferos generalmente
extensos, de permeabilidad y productividad elevada; 2) Acuferos locales o
discontinuos productivos, o acuferos extensos de moderada productividad
puesto que tiene permeabilidad media, sin excluir la existencia en
profundidad de otros acuferos cautivos y ms productivos; y, 3) Acuferos

locales, en zonas fracturadas o meteorizadas en formaciones consolidadas,
de permeabilidad baja a muy baja, tampoco no se excluye acuferos cautivos
ms productivos. Por tanto, los volmenes de recarga determinadas en este
estudio no debe considerarse nicamente como potencial, sin embargo, es
un primer acercamiento al tema y en el futuro se requiere de estudio ms
detallado de dichas regiones hidrogeolgicas, por ejemplo, determinar los
niveles estticos. Por la aparicin de nuevos manantiales, incremento del
caudal en manantiales existentes, as como la perenizacin de manatiales
temporales en los ltimos 10 aos, manifestado por los pobladores
locales, se asume que la mayor parte de esta recarga hdrica aflora por
estos manantiales.
Grfico 41: Mapa de recarga potencial de acufero, balance anual para

1995 y 2013.

Grfico 42: Categoras de recarga hdrica potencial con respecto a la
clasificacin hidrogeolgica.
En la categora de recarga alta, los acuferos generalmente extensos

abarca el 8.12% del rea de estudio; los acuferos locales o discontinuos
productivos, abarca el 8.39% de la cuenca; mientras, los acuferos locales,
en zonas fracturadas o meteorizadas en formaciones consolidadas, abarca
el 31.3% de la zona de estudio. En la categora de recarga media, los
acuferos generalmente extensos abarca el 9.35% del rea de estudio; los
acuferos locales o discontinuos productivos abarca el 3.5%; los acuferos
locales, en zonas fracturadas o meteorizadas en formaciones consolidadas,
abarca el 33.3% de la zona de estudio. En la categora de recarga baja, las
reas que abarcan los tres tipos de acuferos son mnimos como se puede
apreciar en la Tabla 9.
Tabla 9: Categora de rea de recarga hdrica en relacin al tipo de acufero y la
litologa.

Categora rea
Descripcin hidrogeolgica Descripcin litolgica Permeabilidad
ARP Ha %
Acuferos generalmente Arenas Gravas Arcillas 37.23 0.07 Variablemente alta

extensos, con productividad
elevada (permeabilidad elevada) Calizas_Chert 2286.00 4.38 Media
Conglomerados_Areniscas_Lutitas_Andesitas 592.55 1.13 Baja a media

8.12
Lavas andesiticas_Flujos piroclasticos 331.64 0.63 Baja a media
Lutitas_Calizas_Conglomerados 288.86 0.55 Baja
Tobas 702.29 1.34 Muy baja
Acuferos locales o Arenas Gravas Arcillas 677.81 1.30 Variablemente alta

discontinuos productivos, o
acuferos extensos pero solo Calizas_Chert 541.43 1.04 Media
moderadamente productivos
(permeabilidad media). (No
excluye la existencia en Gravas subredondeadas a subangulosas_Arena 55.47 0.11 Variablemente alta
Alta profundidad de otros acuferos 8.39
cautivos y ms productivos) Lavas andesiticas_Flujos piroclasticos 730.16 1.40 Baja a media
Tobas_Lavas andesiticas 121.91 0.23 Baja a media
Acuferos locales, en zonas Arenas Gravas Arcillas 1985.92 3.80 Variablemente alta
fracturadas o meteorizadas en
formaciones consolidadas, sin Conglomerados_Areniscas_Lutitas_Andesitas 235.27 0.45 Baja a media
excluir acuferos cautivos ms
Gravas subredondeadas a subangulosas_Arena 832.76 1.59 Variablemente alta
productivos (permeabilidad baja 31.26
a muy baja) Lavas andesiticas_Flujos piroclasticos 4197.87 8.04 Baja a media


9.35

acuferos extensos pero solo Calizas_Chert 235.93 0.45 Media
(permeabilidad media). (No
excluye la existencia en Gravas subredondeadas a subangulosas_Arena 15.47 0.03 Variablemente alta
Media profundidad de otros acuferos 3.47
cautivos y ms productivos) Lavas andesiticas_Flujos piroclasticos 294.72 0.56 Baja a media

Gravas_Arenas_Limos 1.88 0.00 2.85 Variablemente alta

acuferos extensos pero solo Conglomerados_Areniscas_Lutitas_Andesitas 0.09 0.00 Baja a media
Baja Lavas andesiticas_Flujos piroclasticos 41.48 0.08 Baja a media
(permeabilidad media). (No .89
excluye otros acuferos cautivos Lutitas_Calizas_Conglomerados 231.30 0.44 Baja
y ms productivos)
Otros Lagunas y reas urbanas 455.30 0.87 0.87
Total 52231.04 100.0 100.0

IV. ACOMPAAMIENTO
DE ABA, UN CAMINO DE
MLTIPLES SINTONAS

IV. ACOMPAAMIENTO DE ABA, UN CAMINO DE MLTIPLES
SINTONAS
En esta parte deseamos resaltar los aspectos relevantes del acompaamiento

institucional que nos ha permitido impulsar la crianza del agua y la
regeneracin de la diversidad biocultural de los pueblos, en su deseo del
ALLIN KAWSAY para todos, el bienestar duradero tanto para las familias
como para el Pacha.
Este proceso debe verse siempre necesariamente como un caminar
de sintonas mltiples y permanentes, en un entorno local diverso y
extremadamente variable determinado principalmente por el clima, ms
all de toda lgica inmediata de planes y estrategias. Ah se ubica la matriz
de nuestras actividades a lo largo de los 22 aos de vida institucional, y
stas siempre movilizando redes de flujos, priorizando la solucin a los
obstculos que impiden los procesos comunales, en un contexto nacional
que moviliza flujos de descomunalizacin permanente.
La Asociacin Bartolom Aripaylla, como organismo, es algo as como el
agua en siembra de chacras de quchqa o ladera, cuya presencia es lo
necesario y vital, en momentos oportunos para animar la crianza con la
participacin de todos, despus somos uno ms. Muchas veces no se da
abasto en su labor de acompaamiento por los recursos para cubrir las
expectativas como quisieran las comunidades de nuestro mbito.
4.1 La Apuesta de ABA

Lo particular del proceso ABA es que no determin sus zonas de accin en
funcin de su objeto; en este caso, el agua y la agricultura campesina
andina. No como hace la inmensa mayora de los proyectos de desarrollo
rural, que ubican las fuentes de agua y las reas a regar, en caso de
proyectos de riego, o ubican comunidades por sus carencias y pobreza. En
nuestra experiencia la crianza del agua se hace en donde no hay agua en
el marco de la recuperacin de la cultura y agricultura campesina andina.
Tampoco se inici desde una familia o comunidad en abstracto, sino
desde una comunidad concreta, cuya actividad principal es la agricultura,
representativa de todas las otras de la regin, como lo es Quispillaccta,
en donde los pobladores no slo han resistido contra todo esfuerzo de
modernizacin sino tambin a la violencia armada.
El proceso ABA se inicia en 1991. Emerge en la comunidad campesina
de Quispillaccta del distrito de Chuschi, desde el ocaso y en donde la
crisis de la modernizacin agrcola aparece con mayor intensidad. Los
pobladores no slo han resistido todos los esfuerzos de modernizacin sino
tambin a la violencia armada, contexto en el cual se prioriza la afirmacin

cultural andina, con el convencimiento pleno de que lo ms valioso no se
haba perdido an del todo. Esa valiosa vigencia es la cosmovisin viva y
vivificante de sus pobladores, sustento de profundas relaciones de crianza,
entre hombres y con la naturaleza, cuyo valor poda apreciarse con la
continuidad de la agricultura y la restitucin de los nimos del conjunto
de la comunidad.
En esa medida, se plantea recuperar y vigorizar formas propias de actuar,
de vivir y entender el mundo. Esto es mediante el impulso de varias
iniciativas denominadas proyectos de afirmacin cultural andina que
tienen el propsito de reforzar, en extensin e intensidad, las actividades
chacareras que las familias ya vienen llevando a cabo, desde cualquier
aspecto, situando en el centro la valoracin de la cosmovisin y el saber
local. Todos sus esfuerzos apuntan al logro de una vida armoniosa y digna
de las comunidades andinas: humana, naturaleza y deidades.
En este sentido, los proyectos de afirmacin cultural estn para promover
la recuperacin y vigorizacin de la agricultura campesina andina situada
en el centro a la cosmovisin andina, puesto que aqu se trata de fomentar
la regeneracin de los miembros del Pacha, con la participacin de todos
y conforme a las circunstancias que van diciendo para hacer la crianza de
la chacra, el bienestar para todos, el Allin Kawsay en quechua.
Esta apuesta demanda un comportamiento dinamizador de las
potencialidades de la comunidad, que es muy distante de uno de intervencin
en la comunidad buscando transformar las realidades agrarias andinas
como lo hace tradicionalmente el Estado y las entidades de desarrollo.
Con la afirmacin cultural se busca enriquecer el propio sostenimiento de
la comunidad, colocndola en una mejor forma de relacin no subordinada
al mercado.
4.2 Papel concreto del NACA ABA

Dado que la puesta en marcha de la afirmacin cultural andina ocurre en
forma animada, es importante captar el papel que juega el NACA ABA en
el proceso de regeneracin de las relaciones mediante el acompaamiento
mutuo.
ABA est integrada por profesionales originarios de las comunidades de
su mbito de accin, y es la vivencia campesina que se volvi un hacer
institucional, una prctica para acompaarse con las comunidades.
Este acompaamiento es alimentado por una serie de aportes de los
involucrados consistente en conviccin, nimos, familiaridad, sabiduras,
experiencias, mano de obra, entre otros. A lo cual se agregan el apoyo
externo que nos permite movilizar las fuerzas y capacidades en actividades
de recuperacin de la diversidad de semillas, suelos, pastos, aguas, en
la crianza de la chacra y del paisaje. Esto es mediante la realizacin de
diferentes proyectos que tienen el propsito de reforzar, en extensin e

intensidad, las actividades chacareras que las familias ya vienen llevando
a cabo.
De esta manera, las comunidades incluido NACA ABA y la totalidad de
los resultados y logros alcanzados interactan y se concretan en mayores
cosechas y mejoras para el bienestar de las familias y del paisaje mismo;
adems, de otros beneficios que derivan del acompaamiento mutuo. Por
lo tanto, el cambio ms importante tiene lugar dentro de la comunidad.
Variadas sintonas del NACA ABA

La forma como hemos impulsado esta experiencia debe verse como un
caminar de variadas sintonas, siendo el acompaamiento mutuo, la forma
de realizar nuestro trabajo con la comunidad. El acompaamiento abarca
tres dimensiones:
a) Primero: en la esfera institucional se trata de aprender a escuchar

e insertarse en los ritmos de vida de la chacra, la naturaleza y la
comunidad. Se trata de ayudar a fluir el modo de vida campesino.
De esta manera el acompaamiento parte reconociendo la validez de
las formas de vida propias de las culturas andinas no por aprecio a las
cosas buenas de la cultura ni por validar en trminos del conocimiento
moderno, sino por lo que es. Es decir, abandonar la experticia que nos
coloca en una posicin superior respecto al campesino, por privilegiar
al conocimiento moderno, entonces, el experto est para ensear y
no para aprender, es como se promueve las relaciones jerrquicas
y desiguales. As estaremos en capacidad de reconocer los lmites
y sesgos del conocimiento moderno, haciendo que deje de ser una
cosmologa dentro de nuestra cultura. A este proceso venimos llamando
desprofesionalizacin o descolonizacin, dicho en otras palabras, hacer
que el conocimiento moderno deje de ser una cosmologa dentro de
nuestra cultura.
b) La segunda esfera tiene que ver con el modo, cmo ABA se vincula con
los Ayllus para realizar sus actividades, lo que se basa en el valor de la
palabra y el ichachu (tal vez, quizs).
Esto es reconocer juntos las dificultades en el Ayllu y conversar con l
para resolverlas apelando al ichachu, es decir haciendo recordar que no
existe un solo camino sino diferentes alternativas: ser ste u lo otro,
cul de ellos conviene al ayllu. Se trata de estimular el recuerdo y una
reflexin sobre su experiencia, y contrastarlo con soluciones nuevas.

c) La tercera esfera tiene que ver con la emergencia de la sabidura del
acompaado y su realizacin del acompaante como criador; es decir,
el enriquecimiento mutuo mediante la crianza.
La organizacin de sus actividades.

A lo largo de sus 22 aos de vida institucional, ABA despleg un esfuerzo
continuo, intensivo y extensivo, buscando enriquecer el autosostenimiento
de la comunidad, mediante la realizacin de diversos proyectos
desarrollados incrementalmente; es decir, que se refuerzan mutuamente y
apunta en su totalidad hacia la regeneracin de la diversidad biocultural
andina. As contribuir al logro de una vida armoniosa y digna de las familias
campesinas y de la naturaleza, es decir el Allin Kawsay (vivir bien).
La atencin de sus proyectos se basa en la forma organizativa de las
llamas (camlidos americanos) viajeras sobre todo cuando emprenden
largos viajes, en donde podemos ver la unidad de la comunidad en accin,
cada llama con su respectiva carga haciendo una totalidad ordenada en el
camino para afrontar las condiciones ambientales y a veces turbulencias
en el camino emprendido. Organizado segn el conocimiento que tienen.
Esto implica que todos los proyectos funcionan de modo incremental, en
tanto que son procesos orientados a un objetivo comn, se desenvuelven
conservando su identidad y, por supuesto, siempre emergen desde las
particularidades de cada zona o comunidad y aprovechando el historial de
las relaciones con cada comunidad para generar sinergias de naturaleza
diversas.
Primero estn las llamas punteras que llevan esquelas y pecheras
coloridas, las que guan o abren el camino y llevan poca carga, y su
rol es anunciar a las deidades la presencia del colectivo en los nue-
vos territorios, mientras en el retorno con el taido de sus esquelas
ayudan a traer a los alimentos con su nima para que dure todo el
ao. En este primer nivel tenemos a los proyectos de Crianza de la
Biodiversidad Andina y los Jvenes, apoyados por Terre de Hommes
Alemania, el que prepara el camino para la intensificacin de los
trabajos colectivos.
E
n segundo nivel estn las llamas cargueras quienes le siguen a las
primeras por el camino abierto y llevan ms carga. En este nivel estu-
vieron los proyectos que emprendieron acciones de mayor magnitud
y de manera intensa, y corresponde a este nivel todos los proyectos
apoyados por Welthungerhilfe desde Reactivacin de la Agricultura
Campesina Andina y Fomento de la Seguridad Alimentaria hasta el
Programa ECOCLIMA.
E
n el tercer nivel y ltimo van las llamas zagueras, en su calidad de
aprendiz y otras para trueque. Lo que en trminos de nuestro traba-
jo se trata de proyectos que se encargan de ver los detalles o hacer
mayores esfuerzos para contribuir al objetivo comn, pues se trata

de grupos vulnerables por la naturaleza de su situacin. Este nivel
corresponde al Proyecto Allpachukukuna - Nios y Adolescentes
Hurfanos y Abandonados.
Es as como nuestros proyectos se ejecutan con intensidad variada lo
cual nos ha permitido regenerar las relaciones de respeto y amparo, hacer
efectivo el aprendizaje mutuo entre las comunidades nuevas y antiguas, a
su vez, asegurar los resultados logrados.
4.3 El Acompaamiento mutuo: un camino de mltiples sintonas

Para entender la importancia del acompaamiento mutuo como una
modalidad fundamental para la realizacin de proyectos de afirmacin
cultural andina, es preciso entender la organicidad de manera amplia.
Entendemos que el hombre es un ser vivo de relaciones y no slo de

contactos, no slo est en el mundo sino con el mundo, en comunicacin
permanente. A esta forma de estar en y con el mundo, en conversacin
permanente es lo que llamamos organicidad, es decir la capacidad que
tienen los hombres de enlazarse y conectarse no slo entre ellos, sino con
el lugar donde moran y con las deidades. Precisamente en el caso de los
pobladores andinos estar en continua sintona con la realidad le permite no
slo comprenderla sino ser comprendido, justamente al estar en relacin
orgnica con ese mundo local o Pacha, es decir le permite criarla y dejarse
criar por l.
Un ejemplo concreto viene a ser el Ayllu con su lugar, como la expresin de
las relaciones nter-familiares o como sustento de la comunidad. En tanto
los Ayllus no viven solos ni aislados en su Pacha, se hallan vinculados con
otros Ayllus y sus respectivos Pachas, y as sucesivamente se contina
acrecentando la parentela en amplios territorios definidos por lugares
sagrados.
Por supuesto, el lugar o territorio es tambin un ente vivo, no es nicamente
esa dimensin fsica o geogrfica que vemos, sino alguien que otorga el
saber y el vivir al grupo humano que habita, la relacin es personal, en
quien podemos hallar proteccin. Yachana en quechua, es alguien que
otorga el saber - vivir hacer, con quien convivimos, en quien hallamos
proteccin.
Desde este enfoque las comunidades constituyen un tejido de tejidos
enhebrado por relaciones de cario y respeto, los pobladores y sus territorios.
Se trata de comunidades territoriales de vivir saber - hacer, dirigida por
sus autoridades carismticas, en continua conversacin enhebran los
territorios que dan lugar a regiones rituales de amparo y crianza mutua.
En este sentido la integracin de las entidades adquiere formas y
magnitudes diversas, en cuya totalidad debe entenderse, por una parte, la

regeneracin de los ayllus (familias y comunidad) con sus lugares, y por
otra el acompaamiento al que nos referimos.
El acompaamiento que realizamos en ABA y que ha venido configurando
la dimensin y la capacidad de nuestra organizacin, se ha centrado
en el proceso de recomunalizacin de sus miembros consistente en la
recuperacin de la dignidad comunera con el apoyo de las familias, en
particular de personas carismticas y autoridades que surgen bajo la figura
de consejeros, que han hecho posible que los acompaantes encuentren
sus sintonas.
Esto es gracias a la predisposicin para ser criado por la colectividad viva
(humana, naturaleza y deidades), que se funda en la actitud de estar en
comunidad y ser mana pulikuq, es decir solcito y partcipe sin barreras.
Lo fundamental aqu es el respeto y cario a las propias palabras y
sabiduras de las familias y comunidades, aqu prima la actitud de querer
recoger, entender y valorar tal como dice el criador o el sabio en lugar de
reinterpretarlo dentro de los trminos y categoras de la cultura profesional
e institucional.
Los beneficios de esta actitud son inmensos que diferencia de una simple
asistencia tcnica, como dice Pierre de Zutter en su informe de evaluacin
sobre una de las experiencias de los NACA:
Con todo ello, las comunidades adquieren otra fuerza. Ya no

se sienten analfabetas por su desconocimiento de la cultura
y habilidades de la cultura oficial: son (o les toca volver a ser)
excelentes letradas en su propio alfabeto y eso les permite un
acercamiento no sumiso al alfabeto oficial, un aprendizaje en plan
de llegar a ser capaz de patear con los dos pies. Un conocimiento
fino del alfabeto propio ayuda muchsimo al aprendizaje fino de
otros alfabetos, (Pierre de Zutter. Informe de Evaluacin del FIAC
- Fondo para Iniciativas de Afirmacin Cultural, octubre 2008).
En este sentido comunidades y profesionales nos acompaamos
mutuamente, con el sentimiento de acompaar y ser acompaado a la vez;
es decir, dejarse criar y criar. Esto implica que el nimo del acompaante
y los esfuerzos de las familias es la fuente vivificante de todo el proceso de
regeneracin de la vida comunal, que los proyectos de afirmacin cultural
andina refuerzan articulndose y articulando dichos esfuerzos.
En este sentido, los acompaantes estimulamos procesos que van mucho
ms all de las actividades de proyectos que estamos encargados de
desarrollar, involucrados en la totalidad del proceso que converge en la
crianza de la chacra y vida en comunidad, en donde se logra una serie de
regeneraciones personales con el apoyo de los ayllus y lugares de amparo.
La regeneracin es pues de las personas, de los ayllus y de la comunidad.
Esto es acudiendo a la experiencia de las personas criadores de la

agrobiodiversidad, en donde el uso de las prcticas ancestrales an son
vitales, concurriendo a la chacra en donde hacemos el esfuerzo de recordar
si es que desaparecieron dichas prcticas es lo que habra de hacer.
4.4 El Rol de los acompaantes

El camino de la afirmacin de la diversidad cultural requiere un
comportamiento dinamizador de las potencialidades de cada persona, cada
familia y su Ayllu y comunidad, haciendo emerger en ellos sus cualidades
propias como ser Yachaq (sanador) u otros oficios que corresponden a la
heterogeneidad y a la diversidad de la vida andina.
Lo propio tiene ABA con sus miembros que se agregan en el camino
al igual que las familias buscando sus propias sintonas, aunque como
acompaantes tienen claro que quieren favorecer la recuperacin y la
regeneracin de la diversidad biocultural, las modalidades particulares
para hacerlo no estn diseadas como supone ejecutar un proyecto, y en
este sentido se ven incluidos a vivenciar la crianza mutua, de modo que
su propia vivencia se convierte en su estrategia de trabajo, y el compartir
esas vivencias es tambin una forma efectiva de recuperar en uno mismo
la dignidad comunera y ser activo practicante de relaciones horizontales
tanto entre hombres y con la naturaleza.
Por supuesto, no ha sido fcil contar con acompaantes, puesto que el
acompaamiento aqu implica patear con los dos pies. Esta habilidad
implica tener una opcin cultural clara y explcita, al mismo tiempo una
actitud cariosa por la diversidad que nos es propia, para lo cual un tcnico
o profesional no est preparado.
Esta recomunalizacin se logra a travs de adiciones mutuas que se
producen en el proceso de recuperacin de la chacra, en donde el papel
del profesional es estar abierto a la escucha y a la experiencia viva de las
diferentes familias a quienes acompaa.
Lo profesional significa que hemos superado el modo de vida campesino
mediante un largo proceso de escolarizacin compulsiva, lo cual conduce
a la devaluacin de la dignidad comunera y, entonces, el saber local no
solo pasa desapercibida sino que es despreciado, considerado nicamente
fuente de pobreza. El cientificismo subyacente en nuestras formaciones
destruye o en el mejor de los casos obstruye las relaciones horizontales
que conducen al abandono de otras maneras de ver y vivir el mundo,
convirtindonos en activos agentes de destruccin de nuestra propia
cultura.
Debemos realizar una mirada crtica sobre la cultura occidental moderna
en la que nos hemos educado, tarea que hemos desarrollado con el
acompaamiento del Proyecto Andino de Tecnologas Campesinas
(PRATEC) desde el ao 1991 en los cursos de formacin en agricultura
campesina andina y con los NACA en el proceso del acompaamiento.

Este proceso colectivo que hemos denominado desaprendizaje o
descolonizacin consistente en hacer evidente para s mismo y para otros,
lo que da por sentado y que impide la saludable regeneracin de la vida en
los Andes y en el planeta, (Jorge Ishizawa), son pues esfuerzos previos y
paralelos al acompaamiento en la chacra.
En tal sentido, el desaprendizaje no es nicamente un asunto intelectual,
sino criado continuamente y en forma colectiva, y cualquier ngulo o entrada
es una oportunidad para hacer brotar el cario y respeto por lo nuestro y
por lo ajeno. Es un proceso que demanda conviccin y continuidad. No se
trata de defender un punto de vista, sino de defender una forma de vida.
4.5 Dificultades para el acompaamiento

Las dificultades para el acompaamiento surgen cuando no existe un
proceso continuo de descolonizacin.
Como hemos sealado el acompaamiento se logra en paridad, con respeto
y cario, las sabiduras emergen en condiciones de equivalencia. Ello exige
como condicin previa la disolucin y cuestionamiento permanente de la
visin moderna de la realidad subyacente en nuestro propio proyecto, que
pretende ser la gua de nuestros actos.
Todos, as tengamos origen campesino o no, sepamos hablar quechua o
no, en nuestro paso por el sistema educativo hemos sido preparados para
transmitir conocimientos basados en la ciencia y tcnica moderna. En
tales condiciones no es fcil aceptar que los ingenieros tambin podemos
aprender de los campesinos, si es que no existen procesos colectivos de
aprendizaje y desaprendizaje paralelo al quehacer de nuestros proyectos.
De all que no es fcil contar con acompaantes. Ciertamente, hubo lentitud
en las adiciones de nuevos acompaantes. Al inicio no exista profesional
alguno que apostara por los objetivos planteados, incluso los de nuestra
propia comunidad quedaron de observadores. Las adiciones se dieron con
mucho trabajo de sensibilizacin y movilizacin comunal partiendo desde
nuestra familia. As, en 1993 se sumaron Gualberto (un tercer hermano);
en 1995 seremos cuatro con la adicin de Lorenzo Nez, en la parte
contable; al finalizar el ao 1996 seremos cinco con Silvestre Mendoza, y
as sucesivamente.
Podemos reconocer claramente que los modos de hacer de los proyectos
de afirmacin cultural andina distan de los modelos de intervencin
tradicionales de los proyectos de Desarrollo. Lo que no es tomado en
cuenta en el campo del desarrollo, incluso cuando se requieren de otros
marcos conceptuales desde el diagnstico, diseo, ejecucin, monitoreo
y evaluacin del proyecto, entonces su funcin implcita de los proyectos
de afirmacin cultural andina, la de generar reflexiones basadas en el
acompaamiento que tienen importantes implicancias para el dilogo de
cosmovisiones, se ve reducida a la ejecucin de actividades.

Cuando es colocada en la misma lnea de los proyectos de desarrollo,
la funcin de los proyectos de Afirmacin Cultural quedan reducidos a
un simple rol de ejecutor de actividades, y el NACA y las poblaciones
con quienes nos acompaamos siguen siendo tan solo beneficiarios o
grupos meta.
Por tanto, el principal obstculo para la sostenibilidad de los programas
de afirmacin cultural andina radica en que estos proyectos no se realizan
en funcin directa del proceso de imposicin de la cultura occidental
moderna, sino en funcin de los efectos. Tambin la colonizacin mental,
la formacin del individuo moderno y la accin directa de los diversos
agentes modernizantes son acciones continuas que se ejerce en forma
cotidiana sobre las comunidades andinas, entonces nuestras prcticas y
esfuerzos son disueltos permanentemente.
El camino que recorre ABA y las comunidades a lo largo de estos 22
aos de vida institucional, est pues llena de reflexiones, debates, logros
evidentes en campo, aportes y presencia pblica, entre otros, que no
habra sido posible conseguir sin el aporte financiero y el compromiso de
las organizaciones de la cooperacin internacional como Welthungerhilfe
(antes Agro Accin Alemana) y terre des hommes de Alemania.

V. APRENDIZAJES Y
DESAFIOS DE LOS
ESCENARIOS DE FUTURO

V. APRENDIZAJES Y DESAFIOS DE LOS ESCENARIOS DE
FUTURO
Cuando estamos a punto de finalizar esta sistematizacin queremos
resaltar, a la luz de los datos que hemos ido aportando a lo largo del
mismo, aquellos aspectos ms sobresalientes de esta experiencia, aunque,
por supuesto, siempre sealando el carcter totalizante de la experiencia.
Los saberes histricos captados a travs de esta experiencia interna tienen
carcter especfico, son de personas especficas en sus relaciones con los
dems, pero que implican conexin dinmica (instituciones, comunidades,
poca s histricas, etc.), relaciones externas, en tal sentido la experiencia
tiene carcter social.
En efecto, las particularidades propias del acompaamiento hacen que las
halladas como tales en esta sistematizacin no sean generalizables, y lo
que se considera que deber seguir ocurriendo en las dcadas venideras
puede ser apresurado toda vez que el acompaamiento es un camino de
mltiples y permanentes sintonas con todos y con cada uno.
El ttulo, tal como aparece, quiere reflejar estas ideas. No nos alienta la
idea de dar por cerradas y concluidas estas proposiciones, sino ms bien
abrir puertas a travs de las cuales sea posible continuar contribuyendo de
manera permanente en los procesos involucrados en la crianza del agua y
la agricultura campesina andina.
5.1. Reflexiones y lecciones de la crianza

Ms de dos dcadas de criar de todo no es poco tiempo. Criar aguas no
es poca cosa, lleva la marca de la accin colectiva que le otorga a la
experiencia la posibilidad de valorarse a s mismo. La experiencia ABA es
un cmulo de lecciones y aprendizajes de la crianza, los cuales queremos
compartir con quienes participaron directamente o tuvieron la oportunidad
de conocer o estn interesados en estas experiencias.
a) La herencia de la comunidad de Quispillaccta

Quiz lo primero y de modo ms importante es que Quispillaccta constituye
un ejemplo paradigmtico de las soluciones que pueden surgir en una
comunidad donde la agricultura se desarrolla en secano, en la que no
existen fuentes de agua superficiales accesibles aunque vemos pasar por
las quebradas, incluso por el canal del sistema de irrigacin Cachi, sino
la lluvia y los manantiales son sus fuentes principales, de cuyo alto valor
no es consciente la sociedad moderna.
El problema de escasez de agua es una posibilidad de criar agua de lluvia,
mediante la siembra y cosecha, que al presente se incorpora a la prctica
de muchas comunidades adyacentes a Quispillaccta - hoy reconocida como
comunidad criadora del agua. Es evidente que la solucin alcanzada con

Quispillaccta tiene importancia no slo para la regin de Ayacucho sino
para otras muchas regiones del Per, incluso de otros pases andinos, en
donde la agricultura se desarrolla bsicamente a secano.
Claro est que los avances actuales son muy modestos si miramos con
respecto a los inminentes efectos del cambio climtico, y encima hay
amenazas potenciales como la presencia de concesiones mineras que
compromete a la cabecera alta del ro Cachi-Mantaro y Pampas.
Precisamente, el enorme mrito de esta experiencia reside en que se
enfoca tan resueltamente su atencin en la valoracin de la cosmovisin
andina y las prcticas agrarias comunales, y se enfrenta directamente al
extractivismo, o a la visin economicista de la naturaleza que considera
al agua ni siquiera como recurso natural sino como bien incluso
como mercanca posible de ser comercializado en el mercado. En estos
aspectos, la crianza del agua destruyen por completo estas concepciones
que produce la sociedad moderna del consumo.
Por supuesto, las acciones de crianza ha requerido de las organizaciones de
cooperacin internacional un apoyo sostenido, de mediano a largo plazo,
con el acompaamiento de terre des hommes de Alemania desde 1991
cual llama puntera ayuda con la apertura del camino, y con Welthungerhilfe
desde 1998 que lleva la carga ms pesada. Sin estos actores no habra
sido posible. Otro es el acompaamiento del grupo tcnico que conforma
al NACA ABA, rescatado de las mismas comunidades, que implicaron
paralelos procesos de descolonizacin y afirmacin de la diversidad cultural
andina.
Esto explica que la experiencia tenga dificultades para que otras
comunidades emprendan similares procesos, a pesar de que haya intereses
crecientes no slo por parte de organizaciones privadas (ONG) sino tambin
estatales.
b) Qu nos ofrece esta sistematizacin

En el contexto comunal la crianza del agua se desarrolla dentro de un
territorio comunal diverso y, en ste, la agricultura se desarrolla bsicamente
en secano, cuya caracterstica es la alta flexibilidad para armonizar con la
variedad de condiciones bajo las cuales se lleva a cabo la produccin de
alimentos.
Hay tres cuestiones bsicas que han sido particularmente activas
durante este largo proceso, que podemos concebirlas como los cimientos
elementales para la Crianza del Agua:
L
a dimensin viva del agua o agua persona basada en la cosmovisin
andina, la cultura hdrica local, saberes y secretos de crianza.
E
l enfoque de la agricultura tradicional, biodiversidad en la chacra y
su dispersin en el territorio.

L
a reciprocidad o el apoyo social, fundamento de la comunidad y
organicidades.
Lo que resulta una novedad en la crianza del agua es precisamente la

dimensin viva del agua que va de la mano con la recuperacin de la
cultura y la agricultura tradicional, toda vez que implica un componente
central en la vida chacarera andina. Es novedoso en el sentido que la
experiencia responde a una cosmovisin viva y holstica del mundo de los
pueblos andinos, lo que implica una forma distinta de actuar y relacionarse
con el agua y su entorno, que demanda acompaamiento, que es muy
distante a la forma de intervenir de un proyecto de desarrollo o un proyecto
de riego.
Para valorar esta experiencia es fundamental esta distincin. La cultura
occidental moderna reafirma su concepcin extractiva de la naturaleza
como recursos naturales, de all el concepto recurso agua. La cultura
andina reafirma su cosmovisin viva y criadora de la naturaleza a travs de
la concepcin Pachamama, para el caso del agua, Yakumama.
La mayor expresin de la cosmovisin andina se da en la crianza del
agua, una de ellas la siembra y cosecha de agua de lluvia. La crianza es
recproca entre la comunidad humana y el agua: se le cra para merecer
su crianza, haciendo incluso lo imposible para criarla en zonas donde ella
no est presente. Esto es diferente que conservar y usar, pues no slo
significa la construccin y mantenimiento de canales o acequias por donde
se conduce o se distribuye lo existente, sino de procurar que ella brote
donde se requiere con urgencia su presencia es deseada pero escasa. Es
all donde se siembra el agua de lluvia para que broten nuevas formas
de agua y acompaen a las existentes, el deseo es criar todas las aguas
posibles, lo que implica tambin criar plantas madres que a su vez cran
aguas.
En relacin con la dimensin viva del agua, es importante destacar que en
la cosmovisin andina el agua es persona y su presencia en la comunidad
depende crucialmente de la posibilidad de ser criada. Se dice, por ejemplo,
que las aguas mueren cuando son atrapadas en reservorios de concreto,
o cuando no son respetados sus puquios. Esto implica que el agua no
puede ser considerada nicamente aquel como un elemento lquido que
usamos, ya que es abarca detalles como una persona y su entorno que dan
sentido a la crianza del agua o Yaku en quechua. Adems Esto hace que su
uso est relacionado a una serie de rituales.
El ritual permite concebir el rol del agua como una persona activa en la
crianza de la familia y comunidad, lo cual implica, que lo que preserva al
el agua en su tiene una funcin de criador, como un miembro ms del ayllu
recibe es el afecto que recibe de la familia y la comunidad que la usa, lo
cual se configura como en la crianza recproca.

El segundo aspecto fundamental tiene que ver con el proceso de
recuperacin de la agricultura tradicional, marco en el cual se cra el agua.
En esta experiencia, es imposible dejar de asociar la recuperacin de la
agricultura comunal, la crianza de la diversidad, con la recuperacin de la
cultura hdrica de estas comunidades.
En este contexto comunal, la crianza del agua se ha desarrollado

dentro de la basa en la idea de que la agricultura ha sido desarrollada
bsicamente a en secano, con lluvias estacionales, y stas nunca han sido
estables ni suficientes, a pesar de todo siempre se tuvo cosechas aun as
siempre tuvimos cosecha, es porque desde siempre hemos sabido hacer
la agricultura con el mayor ahorro de agua, as tambin hemos sabido
conservar la poca agua existente en la naturaleza.
En relacin con la reciprocidad o el apoyo social, es importante destacar que
la crianza por s ya implica inmediatamente reciprocidades e interaccin
social y territorial que constituyen el fundamento de la comunidad. Dentro
del cual estn involucradas las familias (adultos y jvenes, mujeres
y varones), el Ayllu y la comunidad con las autoridades comunales. En
ese sentido, la crianza del agua es un proceso de animacin permanente
que pone en juego todas las capacidades colectivas, las sabiduras y
las habilidades de la comunidad, la confianza en las potencialidades
tecnolgicas propias y formas organizativas.
Debemos resaltar que una de las principales fuerzas vivas de los pueblos
andinos en la actualidad, y que se mantienen desde el pasado, es el Ayllu,
cuya vigorizacin es clave para la regeneracin de la organicidad comunal
y reciprocidades mayores. Entonces es la interaccin entre humanos,
territorio y clima particular los que nos embarcan en un proceso de
crianza, y a su vez, la red de reciprocidades est ntimamente ligada a los
dos elementos anteriores: la cosmovisin viva del agua y la agricultura de
la diversidad como un modo de vida.
Finalmente, es de destacar que una iniciativa amable con la diversidad
cultural tiene la obligacin de considerar la forma cmo los pobladores de
una comunidad dotan de significado al agua y regeneran constantemente
con sus prcticas mediante interacciones diversas. Esta experiencia es
particularmente adecuada a una colectividad que otorga alto valor a la
comunidad y a la sostenibilidad, que recupera y vigoriza formas de ver,
vivenciar y entender el mundo que son eclipsados por la concepcin
moderna.
c) Algunas constataciones y reflexiones finales
Extravo de cario y respeto profundiza escasez del agua.

Uno puede entender que la prdida de saberes genera escasez de aguas.
En parte es cierto. Pero primero no fueron los saberes los que se perdieron
sino nuestros sentimientos de cario y respeto a todo, con ello se pierden
las sabiduras, luego las formas amables de reciprocidad con todo.
Pero los problemas de escases de agua hoy ya no son tan simples, el
deterioro de las condiciones climticas locales (alteracin en el patrn de
las lluvias y aumento de eventos extremos de orden climtico), se debe
a los efectos del cambio climtico global. Cuando hablamos del cambio
climtico, no estamos apenas hablando ante de una crisis ambiental, sino
estamos ante una profunda crisis civilizatoria.
En otras palabras, el problema de escasez del agua es apenas una parte
del problema provocado por la concepcin moderna del mundo que separa
todo, lo sagrado o espiritual, de lo poltico, de lo econmico, de lo material,
etc. Estas separaciones son constitutivos de la modernidad.
En efecto, segn los criadores andinos el clima est cambiado al igual
que los corazones de las personas, el hombre est al revs, tal igual
como el tiempo. En la cosmovisin campesina andina-amaznica, lo que
sucede con el clima y la naturaleza tiene que ver con la falta de respeto
generalizada hacia ella, entre humanos y con las deidades. La regeneracin
de la armona ser posible y sostenible en la medida en que se recupere
este respeto y cario. Las desarmonas invocan una solucin ritual, el
desarrollo de ceremonias y prcticas de atenuacin de riesgos climticos
(sequa, exceso de lluvias, helada y granizada), con la concurrencia de
todos (organicidad de la comunidad humana deidades y naturaleza). El
respeto y cario no se regenera con la ciencia moderna.
En efecto, la recuperacin del cario y respeto extraviado en Quispillaccta,
ha requerido acciones diversas consteladas y enhebradas por actividades
rituales. Esto es, en el proceso de recuperacin y vigorizacin de la cultura y
agricultura comunal, en donde no se trata slo de criar al agua, sembrando
y cosechando el agua de lluvia, sino de fortalecer las reciprocidades y el
amparo social en la crianza de la chacra y del paisaje, incrementando la
diversidad y variabilidad de plantas y animales, fortaleciendo los caminos
de las semillas y la solidaridad, la recuperacin de la cultura alimentaria
propia de la pocas crticas.
Por lo tanto, en este contexto, la escasez de agua y las consecuencias del
cambio climtico no deben abordarse con medidas paliativas o puntuales,
por ejemplo, sembrando y cosechando el agua de lluvia. Agua sin su cultura
y al margen de sus criadores seguir siendo agua recurso.
Las incoherencias devienen en ausencia de serenidad

Todos los conflictos que se han vivido en esta comunidad dejan a uno
desmantelado en nimos y casi en la resignacin. Por ejemplo, las frases
que se sola escuchar en estas comunidades, era que la violencia poltica

nos lleg como una peste dejndonos sin valor y nima. Lo cual es cierto.
Sin embargo, la capacidad que tienen nuestros pueblos para digerir los
conflictos y disolver desarmonas, son sorprendentes, lo que tiene que ver
con la visin viva del mundo, que permite estar en conversacin permanente
y con actitud siempre serena hasta en momentos de mucha turbacin.
En un mundo en que todos son vivos, hablan y nos avisan a travs de
una multiplicidad de seas. Por cierto, en la poca, previa al 80, esas
seas ya advertan el advenimiento de la peste. Lo que pasa es que no se
haba prestado atencin alguna ni a lo que decan los mayores y menos a
lo que decan las diferentes seas que anunciaban la ocurrencia de una
gran peste que nos hara llorar sangre. Como dira Guillermo Vilca de
Cuchoquesera durante el I Taller de Vida Andina y Regeneracin de
Sabiduras Campesinas - 1997:

Todo aquello ocurri [violencia poltica] en nuestra comunidad porque
no habamos sabido escuchar a los mayores, a las seas que nos venan
advirtiendo desde aos antes la ocurrencia de tanta muerte y crueldad.
No se haba resuelto pleitos internos en su oportunidad, tenamos
conflictos con vecinos desde las pasadas generaciones. Se dejaba de lado
las costumbres, a los que saban ver seas, a los maestros que saben de
rituales, no se le tomaba en cuenta.
La enseanza al respecto es que en momentos de mucha turbacin como
dice don Guillermo Vilca, las cegueras y sorderas de unos contagian a
los otros, y a todos dejan insensibles ante las advertencias de todas esas
seas. Es tambin entonces que caemos en incoherencia, la cosmovisin
viva y vivificante del mundo dej de guiar la conducta de las personas, la
naturaleza enmudeci, aunque ha continuado avisando mediante seas
pero sas fueron obviadas, entonces, la gran peste lleg al extremo de
lastimarnos profundamente.
Pero en la cosmovisin andina la peste no procede por la simple adopcin
de tal o cual elemento externo, sino por abandono interno y descuido,
debido a la prdida de cario y respeto a todo, as haya una invasin
externa como la violencia poltica vivida desde los aos 80, si hay cario y
respeto suficiente no harn dao, ser digerido.
En la actualidad para los criadores de la agrobiodiversidad, la confusin que
les genera las seas del clima es motivo de serenidad, y no de preocupacin,
para redoblar esfuerzos de conversacin aguda. El aprendizaje aqu es que
nuestras acciones deben estar siempre ligadas al carcter cclico del clima
para no estropear caminos y mantener siempre las ganas de conversar. El
clima actual nos exige que seamos ms conversadores, ms acuciosos y
prcticos y no dependientes de algn instrumento que medien nuestras
relaciones con la naturaleza.

Las diversidades y sus saberes no son naturales y preexistentes
Uno puede interpretar que la diversidad siempre estuvo all vigente y los
saberes de crianza, porque estn all los criadores, los conservacionistas,
los abuelos, entonces buscamos respaldo en ellos considerando como los
ltimos repositorios de la sabidura, as orientamos nuestras acciones al
rescate de sus saberes y sus prcticas. Esto es una buena prctica pero
tiene riesgos. En contextos de exclusin y discriminacin permanente es
muy peligroso ya que al visibilizar como tales se les expone a constantes
problemas.
Pero tambin supone que los criadores son criadores por la experiencia
acumulada, y sus saberes depositados en ellos como en una biblioteca,
como se asume en acciones de rescate, recuperacin, restablecimiento.
Lo cual es cierto, en parte, pero tambin equivocado al final. Una leccin
aprendida al respecto es que las diversidades no son preexistentes
y naturales, sino efectos de una manera de relacionarse, de vivir en
comunidad. Por tanto, no son repetibles como una receta.
Por ejemplo, la juventud al retomar su cualidad criadora y de servicio a

la naturaleza haciendo diversos rituales como el llamado de lluvias -Sacar
la lluvia, cargar a la lluvia, saywa pirqay y otros, que se describen en
este documento-, acrecienta y aviva a las deidades dormidas y olvidadas,
confiere fuerza (piayachin), los vuelven encantos a los que no lo son.
Estos rituales no fueron necesariamente lo de los abuelos o personas
mayores, tampoco acudieron a los mismos parajes- lugares que confieren
energa, saber o lluvia- sealados por las personas mayores. No estuvieron
interesados en rescate ordenado de procedimientos rituales o prcticas
que los abuelos hacan en situaciones similares, tampoco en volver a usar
los centros ceremoniales que anteriormente hacan confluir a la poblacin
en momentos especiales, y hoy, que son otros tiempos, y circunstancias,
ya no estn de turno.
En efecto, no se trata de recuperar sino regenerar el cario y respeto entre
todos (humanos, naturaleza y deidades), que se manifiesta con mayor vigor
en las ritualidades para hacer fluir sabiduras y energas. La recuperacin
implica volver a tener aquello que se tuvo en algn momento previo. Los
conceptos como recuperacin y restauracin, suponen la posibilidad de
siempre igual, y como propuestas son dainas en la medida en que no
permiten fluir empatas, turnos, por ende, la regeneracin del Allin Kawsay.
La conclusin es que la diversidad se produce, se cra, as tambin los
criadores se cran, en la edad que sea, aquello pasa por las reciprocidades
y afectividades con todos, pero, primero con los jvenes y nios, que estn
dispuestos a regenerarse en comunidad, si son aislados o se autoexcluyen
de la organicidad comunal, por ejemplo, de las asambleas comunales como
ocurre muchas comunidades campesinas, con lo que se est contribuyendo
al proceso de prdida de saberes y diversidades.

5.2.
Contrastes y retos de los escenarios de futuro para la
agricultura campesina andina
5.2.1 Contrastes de los escenarios de crianza

Sabemos que sin agua no hay vida. Todas las culturas reconocen su valor y el
lugar central que ocupa en la vida humana. Pero existen tantas maneras de
considerar y utilizar el agua como tradiciones culturales existen alrededor
del mundo.
En las tradiciones culturales andino-amaznicos, las cosmovisiones
y prcticas indgenas, determinan la manera en que estas poblaciones
perciben y cran aguas en las distintas regiones del Per.
En la regin andina, el agua, es fundamental para el desarrollo de la vida
toda, fue criada y sigue crindose de diversas maneras, de acuerdo a sus
tradiciones culturales y agrcolas, y a las caractersticas de la regin en
la que habitan. A pesar de que la agricultura milenaria ha sido objeto de
reemplazo permanente por una agricultura intensiva y de exportacin.
Est claro, que hemos olvidado muchas sabiduras y tecnologas que nos
permitieron criar el agua pero la avidez de la crianza es una continuidad,
como demuestran los comuneros de Quispillaccta, cuya actividad central
es la agricultura de la diversidad desarrollada en secano, representativa de
la Regin Ayacucho y de todas las otras de la regin andina.
Para tener una idea de tales cualidades y el dinamismo necesario, basta
sealar algunas caractersticas fundamentales de los pobladores andinos
y la agricultura, en donde se cra el agua. Una de las caractersticas
fundamentales de la agricultura andina sigue siendo su heterogeneidad,
como resultado de la diversidad de interacciones entre personas, territorios
y clima.
Entre las caractersticas fundamentales de los pobladores andinos
involucran un comportamiento congruente con los ciclos regenerativos
de la madre naturaleza lo que hace que la agricultura sea una manera
peculiar de vida, ms all de la visin productivista y economicntrica de
la agricultura moderna.
El estar en un dialogo permanente con el clima y los riesgos que emanan
de naturaleza diversa y variable de los Andes, ha hecho que cultiven la
tierra mediante un cuidado minucioso a pesar de estar ubicados en suelos
de alta fragilidad a la erosin hdrica, gracias al gran cario y aprecio
personalizado hacia la naturaleza en su conjunto.
Con estas caractersticas que tiene la agricultura y cultura andina logra
constituirse como una alternativa muy apreciada en el pensamiento de la
agricultura de los "Equilibrios de los Agroecosistemas", que en las actuales
circunstancias de alta incertidumbre por el cambio climtico y crisis
ecolgico es preciso sealar de modo enftico.

No es casualidad que la biodiversidad se encuentre localizada en los
territorios indgenas. La diversidad biolgica en los Andes est ntimamente
asociada a la existencia de una diversidad de comunidades o pueblos,
cada quien con su propia manera de criar la vida. Estos pueblos tienen una
cualidad comn que es la percepcin del mundo radicalmente diferente de
la moderna.
La importancia de esta agricultura tambin es innegable en la vida del
pas. En la zona rural andina, la agricultura campesina acoge alrededor
de un milln de personas, las cuales se encuentran distribuidas en ms
de 1400 comunidades campesinas e indgenas, en un rea en la que
la diversidad ambiental y variabilidad climtica son caractersticas. El
desarrollo y la adaptacin de plantas y cultivos a las diferentes condiciones
ecolgicas para responder a las necesidades nutricionales, medicinales,
culturales y espirituales, es producto de los saberes tradicionales. Estos
saberes movilizan sofisticadas y complejas observaciones, experiencias
y entendimientos de las propiedades de los organismos vivos y sus
interacciones con todos los elementos de los ecosistemas locales, por lo
que son el fundamento de conservacin de la biodiversidad y del propio
abastecimiento alimentario. Esta experiencia demuestra que mediante la
valoracin de los saberes tradicionales y con la intervencin continuada de
las comunidades humanas, se pueden generar las condiciones propicias
para el desarrollo de las economas locales.
Segn informes oficiales, este tipo de agricultura aporta poco o casi nada a
la economa nacional. La produccin regional solamente representa el 1%
del PBI nacional; sin embargo, por estadsticas oficiales, se sabe tambin
que casi el 45% de los productos alimenticios provienen de la pequea
agricultura; en cuanto a animales, el 69% de ganado vacuno del pas,
el 64% de los ovinos, el 46% de las alpacas y el 54% de las llamas,
son criados por las familias campesinas (Eguren, 1996). En este sentido,
las comunidades campesina no slo son el sector social ms importante
numricamente sino tambin el ms dinmico; ya que poseyendo tan
slo el 10.5% de la superficie predial -adems, con la agravante de su
ubicacin en condiciones adversas-, ejercen la mayor parte de la produccin
agropecuaria en el pas, son ellas las que aportan parte substancial de los
alimentos que hoy se consume en el Per.
Puede ser que la agricultura campesina andina no sea importante para
la economa nacional en cuanto al aporte a PBI. Pero es innegablemente
importante para la seguridad alimentaria de la poblacin andina, y el nico
camino alternativo al Desarrollo, es decir el nico camino que aguardan
las familias andinas para alimentarse en todos los tiempos. Es tambin el
nico sector con respuestas concretas para enfrentar el cambio climtico,
y en la conservacin de los ecosistemas de montaa y la agrobiodiversidad,
pero debido a la erosin de las cosmovisiones y las prcticas culturales que
las expresan, est severamente amenazada. Por eso, en pocas de crisis

alimentaria, energtica y financiera global, aunado al cambio climtico, su
vigorizacin pasa a tener carcter de prioridad nacional.
5.2.2 Retos de los escenarios de futuro para la agricultura campesina

andina
Per experimenta una recuperacin econmica extraordinaria, segn
los organismos multilaterales se destacan sobre Latinoamrica como un
ejemplo a seguir. Desde el ao 2008 se incorpor al grupo de pases de
renta media alta y desarrollo humano alto. Sin embargo, el Estado hace
poco o nada para que la bonanza se traduzca en respuestas que contribuyan
a saldar las histricas distancias entre una minora econmicamente rica y
una mayora pobres y pobres extremos. As, actualmente en Per persisten
graves desigualdades horizontales entre las poblaciones indgena y las de
ascendencia europea, remarca el Informe sobre Desarrollo Humano 2013
de PNUD.
Se abre una preocupacin por la ayuda externa que se est recortando
progresivamente por el crecimiento macroeconmico, en un contexto en el
que se aumenta la brecha de desigualdad y exclusin particularmente para
con los indgenas y la adaptacin al cambio climtico.
El cambio climtico es uno de los mayores problemas de nuestro tiempo.
Este escenario ya se est viviendo y en el futuro se prev mayores disputas
por el agua. El gobierno central contina cediendo a intereses comerciales,
que son potencialmente desastrosos para las estrategias de crianza del
agua, la biodiversidad, derechos comunitarios y la seguridad alimentaria.
Como respuesta a las limitantes mencionadas, ABA se ha planteado los

siguientes desafos:
a) Necesaria concertacin intercomunal y reciprocidades en lo regional

Frente a este contexto nacional adverso, se hace indispensable unir
esfuerzos desde lo local. Indispensable es estrechar vnculos con las
diversas experiencias de concertacin alrededor del tema agua para las
acciones de incidencia pblica. En este marco los principales desafos
son el trabajo compartido con las organizaciones comunales, redes de
acompaamiento regional y la integracin de los esfuerzos de apoyo con
la poblacin local y organizaciones vinculadas a la agricultura campesina
andina.
El desafo que se ha planteado en el marco de ALDEHUS es incidir en los
tres niveles de gobierno a favor de la multiplicacin de las experiencias
positivas de las ONG.

b) La crianza del agua y la biodiversidad no son abundantes
Los temas claves son el agua y la agrobiodiversidad. Aqu no hay duda
que tenemos que hacer nfasis en la sostenibilidad de las experiencias de
crianza en lo local y las articulaciones de los esfuerzos en lo regional. En
el nivel local, se plantea los siguientes desafos:
Establecimiento de espacios de dialogo y redes de acompaamiento
intercultural, y generacin a base de datos para valoracin de esfuer-
zos del criador del agua y AGBD.
P
roteccin del territorio y reconocimiento de las comunidades criado-
ras, su entorno y la agrobiodiversidad.
P
articipacin e incidencia de jvenes y organizacin comunal slida
en el posicionamiento de la afirmacin cultural andina y temas que
les afecta en agenda social y poltica local, regional y nacional.
En el plano local se debe adoptar formas diversas que conserven los espacios
vitales donde se produce el agua y simultneamente reforzar las formas
tradicionales de crianza del agua, que juntos den beneficios tangibles ms
sostenibles. Estamos conscientes que los avances son esfuerzos modestos.
c) La multidimensionalidad del problema del agua requiere de polticas

amables
El problema del agua es multidimensional y requiere enfocarlo desde la
cultura y agricultura tradicional; pero, tambin simultneamente desde
aspectos hidrolgicos, legales, econmicos, ecolgicos e institucionales.
En todos ellos suele haber importantes dficits de conocimiento o de
datos, especialmente en transparencia y accesibilidad por todas aquellas
personas o instituciones interesadas en el tema. Junto a esto hay que
realizar una intensa pero clara y abierta poltica de dilogo y participacin
entre todas las personas interesadas, y no slo de grupos fuertes por su
situacin econmica o poltica.
Es la comunidad, en su conjunto, la que tendr que definir el tipo de
poltica del agua que desea. Este desafo debe partir de la implementacin
de las distintas normativas locales y regionales existentes dentro del marco
cultural y el reconocimiento de las comunidades criadores del agua.
La participacin de las comunidades o la incorporacin de prcticas locales
en las polticas pblicas para contrarrestar los efectos del cambio climtico,
est relacionada a la capacidad de desarrollar los aspectos culturales en
estas normativas; lo que, a su vez requiere construir conceptos desde
nuestra cultura y concesiones, que implica convenir en puntos centrales.

d) Educacin tcnica formal para la agricultura campesina andina
En un contexto donde tiende a imponerse la cultura occidental moderna, el
gran desafo es fortalecer la educacin comunal para la sostenibilidad de
los modos de vida indgenas y sus territorios. Resulta de gran importancia
la creacin de un centro de formacin en cultura y agricultura campesina
andina para que las nuevas generaciones continen en el camino de la
afirmacin cultural. Este desafo ya est en camino.
Con la creacin de un Centro de Formacin Tcnica Indgena (CEFTI) en
la cabecera de la cuenca Cachi-Mantaro y Pampas, se implementar un
programa de educacin tcnica formal en la agricultura campesina andina,
ambiente y otros elementos que se consideran vital para el pasar bien la
vida de los jvenes, en respuesta a la solicitud comunera cada vez ms
urgente para la formacin de los jvenes con identidad, con autoestima,
partiendo del reconocimiento de que lo propio es vlido y rompiendo
estereotipos que no hacen sino subestimar los conocimientos y la experticia
con la que llega el estudiantes a un instituto o la universidad.
e) La defensa de la diversidad cultural andina y de los territorios

Existen razones profundas para defender la diversidad cultural ms
que biolgica. Razones suficientes ayudan a comprender el papel del
territorio comunal en la seguridad alimentaria de las familias indgenas.
Especialmente en las zonas rurales andinas donde las familias conforman
comunidades campesinas, la alimentacin est basada en la propia
produccin, en la gran diversidad de plantas cultivadas, en parcelas
dispersas con la sabidura milenaria. La produccin segura de alimentos
equivale al acceso a la mayor parte de los pisos ecolgicos del territorial
comunal sobre la base de sus derechos tradicionales, lo que les ha
permitido su existencia durante miles de aos.
La seguridad alimentaria ya es suficiente razn para sumar las resistencias
de los pueblos tradicionales, y si somos leales a nuestros principios de
autodeterminacin, el gran desafo es fortalecer la educacin para la
sostenibilidad y la institucionalidad local para la defensa legal.
f) Los problemas de autonoma y financiamiento de propuestas campesinas.

El tema del financiamiento es un gran desafo. En contextos de globalizacin
excluyente, y aumento de todas las formas de discriminacin y desigualdad
particularmente para con los indgenas, resulta pertinente plantearse varios
caminos para el financiamiento de las propuestas campesinas siguientes:
E
n lo posible se espera que la Cooperacin Internacional siga com-
prometida con los esfuerzos de desarrollar capacidades en el sector
de la agricultura campesina andina o la llamada pequea agricultura,
mediante su aporte tcnico y financiero para tal propsito.

U
n camino a seguir con la comunidad de Quispillaccta, para acceder
a los recursos del Estado mediante el reconocimiento de la comuni-
dad a travs de la distritalizacin.
L
a cooperacin entre Estado y sociedad civil a favor de la multiplica-
cin de las experiencias positivas debera ser el camino ms seguro.
Sin embargo, existen problemas importantes en cuanto a la respues-
ta del gobierno en sus polticas y financiamiento pblico en todo lo
relacionado con las cuestiones culturales o indgenas, a parte est el
SNIP que crea autnticos cuellos de botella para iniciativas como las
impulsadas por ABA a pesar de los impactos visibles y reconocidos
incluso en el mbito regional.

ANEXOS
Cuadro N 1. Presupuesto general - apoyo financiero de Welthungerhilfe durante 15 aos de acompaamiento

(marzo 1998- enero 2014)
No. Fuente
NOMBRE DE PROYECTOS Inicio Final Monto Moneda
Proyecto Fnto.
Mar feb-
1. Reactivacin de la Agricultura de Ladera en Quispillaccta PER 202 WHH USD
98 99 27,470
Mar Dic
2. Reactivacin de la Agricultura de Ladera en Quispillaccta PER 1009 WHH USD
99 99 27,470
Ene Dic
3. Reactivacin de la Agricultura Campesina Andina PER 1017 WHH USD
00 01 216,670
Ene Dic
4. Reactivacin de la Agricultura Campesina Andina, Fase II PER 1041 WHH USD
02 05 338,934
May Mar
5. Mejoramiento del Sistema Habitacional Campesino PER 1064 BMZ EUR
04 05 570,000
Abr Dic
6. Mejoramiento del Sistema Habitacional Campesino (PP) PER 1064 BMZ EUR
05 05 20,000
Ene Jun-
7. Mejoramiento del Sistema Habitacional Campesino (PP) PER 1075 WHH EUR
06 06 49,500
nov-
8. Mejoramiento del Sistema Habitacional Campesino (PP) PER 1077 SUNAT Jul-06 PEN
06 181,305
9. Atencin de Emergencia causados por el fenmeno del friaje en nov-
PER 1086 BMZ jul-07 EUR
localidades altoandinas del distrito de Chuschi, Per 07 49,100
Mar feb-
10.Programa Promocin del Desarrollo Rural Andino - RURANDES PER 1081 WHH EUR
07 11 315,852
11. Agricultura sostenible para la adaptacin al cambio climtico en Ene Ene
PER 1110 BMZ EUR
regiones vulnerables en Bolivia y Per ECOCLIMA 11 14 328,128
Cuadro N 2. Resumen del presupuesto general de ABA por fuente de financiamiento (junio 1991- enero 2014)
ETAPAS ABA TERRE DES HOMMES AGRO ACCION ALEMANA PMA - AICE TOTAL (1991-2013) Nmero
Presupuesto N Proy Presupuesto N Proy Presupuesto N PRESUPUESTO Proyectos

proy
DEL AL Dlar Euro Dlar Euro Soles Euro DLAR EURO SOLES
I jul-91 ago-96 142,365 - -

142,365 3 3
II sep- dic-01 506,250 - -
96 234,640 2 271,610 3 5
III ene- dic-06 639,500 181,305 515,641 639,500
02 176,707 3 338,934 5 181,305 8
IV ene- dic-11 364,952 - 864,911 -
07 41,042 1 2 458,917 2 5
V ene- dic-13 328,128 - 1,006,700 -
12 678,572 1 1 2

TOTAL 1,332,580 181,305 1,164,256 2,511,111
553,712 719,614 10 610,544 11 458,917 2 181,305 23

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