Apolobmba 2

ParksWatch naci en 1999 como programa del Centro para la Conservacin
Tropical de la Universidad de Duke con el objetivo de vigilar el estado

de las reas protegidas en pases tropicales, muchas de las cuales se
caracterizan por una carencia total de informacin sobre sus riquezas, estado
y problemtica.
Mediante alianzas con ONGs locales, ParksWatch realiza diagnsticos

peridicos de estas reas, donde se analizan las amenazas a su viabilidad y
se identifican estrategias para reducirlas. Este trabajo forma la base para la
organizacin de campaas mediticas y un apoyo a otras instituciones en sus
esfuerzos de conservacin de la biodiversidad.
La publicacin de este informe ha sido posible gracias a un financiamiento

del Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Crticos (CEPF) y a la contribucin
de donantes annimos.
ParksWatch-Bolivia es miembro de la red ParksWatch, cuya sede est basada en la

Universidad de Duke en EEUU. ParksWatch tiene otros programas activos en Mxico,
Guatemala, Venezuela, Per, Brasil y Argentina, y planes de iniciar programas en
otros pases y continentes.
Publicado por ParksWatch-Bolivia, San Miguel, Bloque D, Calle Capriles, N13, La Paz, Bolivia
Autor: Stphane Pauquet: spauquet@parkswatch.org
Acknowledgements
This Park Profile was written by Stphane Pauquet, Research Associate at ParksWatch. Data
collection was undertaken by a team composed of Mr. Pauquet, Dimitri de Boissieu (Ecologist),
Stphane Doizon (Geographer), Pierrick Jean (Agronomist), and Menuka Scetbon-Didi
(Photograph and Ethnologist).
In parallel to our field observations, this report is based primarily on interviews and discussions with
the staff and managers of Apolobamba Integrated Management Natural Area and the Bolivian
park administration (SERNAP) in La Paz, as well as individuals assisting the park independently
or as employees of non-governmental organizations.
The author is extremely grateful to all the above-mentioned persons for the information, views and
insights that they shared and for their comments on the draft report. Informants were speaking
in their personal capacity and their views may not be the official policy of the organizations they
represent. Many other individuals have kindly contributed information included in the report
and the author would like to extend his thanks to them as well. The author has made his best
effort to ensure the accuracy of the information contained in this report and apologizes for any
inadvertent errors.
All rights reserved. Reproduction of this publication for educational or other non-commercial
purposes is authorized without prior written permission from the copyright holder provided the source
is fully acknowledged.
Citation: Pauquet, S. 2005. Diagnosis of Apolobamba Integrated Management Natural Area.

ParksWatch Park Profile Series [http://www.parkswatch.org/parkprofiles/pdf/apna_eng.pdf].
An interactive version of this report is available in two languages (English and Spanish) at the following
URL: http://www.parkswatch.org/parkprofile.php?l=eng&country=bol&park=apna
Designed by: Stphane Pauquet

Photo credits: When not expressly indicated: ParksWatch archive. When initials are used: MSD:
Menuka Scetbon-Didi; SP: Stphane Pauquet.
October 2005
ndice
Lista de Siglas y Abreviaciones Usadas 1
Objetivos y Mtodos 3
El Sistema Nacional de reas Protegidas de Bolivia 6
El rea Natural de Manejo Integrado Apolobamba 8
Resumen 9
Descripcin 11
Ubicacin geogrfica 11
Acceso 11
Relieve 11
Hidrografa 13
Clima 13
Biodiversidad 15
a) Flora 15
b) Fauna 16
Manejo 18
Antecedentes 18
Administracin y personal 20
Zonificacin 20
Infraestructura 21
Participacin 22
Cuadro: El manejo de la vicua en el ANMI Apolobamba 23
Paisaje Humano 26
Ocupacin humana 26
Caractersticas sociales y organizacin 27
Actividades econmicas y uso de recursos naturales 28
a) Tierras altas 29
b) Valles 29
c) Tierras bajas 30
Actitud local frente al rea protegida 31
Turismo 32
Programas de Conservacin e Investigacin 33
Presiones y Amenazas 36
Presiones 36
Minera aurfera 36
Prcticas agropecuarias 41
a) Tierras altas y valles 41

b) Tierras bajas 42
Caza furtiva 44
Acumulacin de desechos slidos 45
Amenazas 47
Construccin de caminos y colonizacin 47
Soluciones Recomendables 48
Minera aurfera 48
a) Legislacin nacional 48
b) Normatividad del rea 49
c) Relaciones entre la administracin, los mineros y las comunidades 50
Prcticas agropecuarias 50
Caza furtiva 53
Acumulacin de desechos slidos 54
Conclusiones 56
Bibliografa 57
Anexo 1 - Marco Institucional del SERNAP 59
Anexo 2 - Objetivos de creacin del ANMI Apolobamba 61
Anexo 3 - Mapa de Vegetacin del ANMI Apolobamba 63

Lista de Siglas y Abreviaciones Usadas
AECI Agencia Espaola de Cooperacin Internacional
AIGACAA Asociacin Integral de Ganaderos en Camlidos de los Altos Andes
AMNH American Museum of Natural History
ANMI rea Natural de Manejo Integrado
ANMIN rea Natural de Manejo Integrado Nacional
ARMVA Asociacin Regional de Manejadores de Vicua de Apolobamba
BID Banco Interamericano de Desarrollo
BiRD Biodiversity and Regional Development
CECI Centro Canadiense de Estudios y Cooperacin Internacional
CI Conservacin Internacional
CIT Centro de Innovacin Tecnolgica
CITES Convention on the International Trade of Endangered Species
COBIMI Conservacin de la Biodiversidad para un Manejo Integrado
CONSAQ Consejo Agrcola de Suyus, Aymaras y Quechuas
COSUDE Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperacin
CSUTCB Confederacin Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia
DNCB Direccin Nacional de Conservacin de la Biodiversidad
D.S. Decreto Supremo
FAN Fundacin Amigos de la Naturaleza
GEF Global Environment Fund
GP Guardaparque
GTZ Gesellschaft fr Technische Zusammenarbeit
ha Hectrea o hectreas
FAO Food and Agriculture Organization
HAM Honorable Alcalda Municipal
ICIB Instituto para la Conservacin e Investigacin de la Biodiversidad
INFOL Instituto Nacional de Fomento Lanero
ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba
IPADE Instituto de Promocin y Apoyo al Desarrollo
JICA Agencia Japonesa de Cooperacin Internacional
KfW Kreditanstalt fr Wiederaufbau
LIDEMA Liga de Defensa del Medio Ambiente
MAS Movimiento Al Socialismo
MEDMIN Medio Ambiente, Minera e Industria
MHNNKM Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado
msnm Metros sobre el nivel del mar
ONG Organizacin No Gubernamental
PIA Programa de Investigaciones Agrarias
PN Parque Nacional
PN-ANMI Parque Nacional y rea Natural de Manejo Integrado
PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
POA Plan Operativo Anual
RB Reserva de Biosfera
RGAP Reglamento General de reas Protegidas
RN Reserva Nacional
SEDAG-LP Servicio Departamental Agropecuario de La Paz
SEREDES Servicio Rural de Electrificacin y Desarrollo Sostenible
SERGEOMIN Servicio Geolgico de Minas
SERNAP Servicio Nacional de reas Protegidas
SNAP Sistema Nacional de reas Protegidas
TCO Tierra Comunitaria de Origen
TNC The Nature Conservancy
UNESCO Programa de las Naciones Unidas para la Educacin, Ciencia y Tecnologa
WCS Wildlife Conservation Society
WWF World Wide Fund for Nature

Objetivos y Mtodos
Parkswatch es una asociacin civil sin fines de lucro con sede en el Centro de Conservacin
Tropical de la Universidad de Duke, EEUU, cuya misin es la proteccin de la biodiversidad
mediante la recoleccin, el anlisis y la difusin de informacin actualizada sobre el estado de las
reas protegidas.
ParksWatch trabaja en la actualidad con organizaciones locales en siete pases de Latinoamrica
(Mxico, Guatemala, Venezuela, Per, Brasil, Bolivia y Argentina) para evaluar el nivel de
implementacin e identificar las amenazas que enfrentan sus reas protegidas. Los resultados de
cada evaluacin se compilan en un reporte multidisciplinario denominado Perfil de Parque.
Cada diagnstico incluye una serie de recomendaciones que recopilan las acciones prioritarias
para resolver las principales amenazas. Los resultados de estas evaluaciones se colocan en la pgina
web de ParksWatch (www.parkswatch.org) y versiones impresas de los informes se entregan a las
agencias de gobierno y otras organizaciones responsables del manejo de las reas protegidas. En
base a este trabajo, frecuentemente complementado por documentales y artculos de prensa,
nuestros socios organizan foros, encuentros y talleres para atraer la atencin de los especialistas y
del pblico en general sobre la situacin de las reas protegidas.
Gracias a una amplia diseminacin, estos informes tienen el doble propsito de contribuir a un
aumento del apoyo pblico a la gestin de las reas protegidas y de aportar material de referencia
y pautas para el desarrollo de estrategias de conservacin. Por otra parte, esta informacin se
junta a otros estudios para constituir una lnea de base que permite monitorear el estado del rea
y el efecto de las acciones emprendidas.
Por ende, el uso de una metodologa estndar en cada parque y cada pas permite la realizacin
de estudios comparativos para identificar los factores de xito y fracaso en la gestin de las reas
protegidas de Latinoamrica y del Trpico en general.
Descripcin del trabajo de campo

Esta evaluacin comenz por la recopilacin del material de referencia disponible en las bibliotecas
del SERNAP, WCS, Conservacin Internacional, LIDEMA y Trpico (bases de datos, informes
tcnicos, resultados de los estudios cientficos realizados en el rea, artculos de prensa, etc.).
Al cabo de esta revisin se estableci con el director del rea (Juan Carlos Gmez) un plan de
trabajo para la visita de campo, durante la cual se recorrieron los sitios de mayor relevancia
acompaados por guardaparques, representantes de ONGs e investigadores.
Las entrevistas (por la mayora semi-estructuradas) realizadas a estas y otras personas se basaron
en la metodologa estndar de ParksWatch, un cuestionario tipo Scorecard que contempla
un amplio rango de temas referentes la gestin del rea protegida, y donde se consideran
tanto las amenazas directas (invasiones de tierras, tala y quema, exploraciones petroleras, etc.),
como indirectas (dificultades presupuestarias, falta de personal, intereses polticos, aspectos

macroeconmicos, etc.).
Despus de su anlisis, los resultados de este trabajo de revisin bibliogrfica e investigacin se
incorporaron a la base de datos de ParksWatch (a disposicin de los interesados) y formaron la
base del presente informe.
A continuacin se presenta una descripcin de las entrevistas realizadas y los sitios visitados, en
ordn cronolgico:
Agosto 2003
A continuacin se presenta una descripcin de las entrevistas realizadas en el terreno y sitios
visitados, en ordn cronolgico:
- Cotapampa (tranca de acceso al AP): Entrevista con el guardaparque de servicio en el
campamento.
- La Cabaa (campamento de enlace): Entrevista con el guardaparque de servicio y evaluacin
de la infraestructura instalada. Entrevista del responsable del proyecto de manejo de la
Vicua, Alfonso Casilla, contratado por la Cooperacin Espaola en el marco del programa
Araucaria.
- Ulla Ulla e Hichocollo: Visita de la comunidad y entrevista con los guardaparques de
servicio en el campamento. Visita de praderas, lagunas y bofedales, acompaados por un
guardaparque y un comunario.
- Pelechuco: Entrevista con los tres guardaparques de servicio y evaluacin de la infraestructura
instalada. Visita de la comunidad y recorrido de una parte del antiguo camino de herradura
hasta Apolo, que algunos sectores quieren abrir al trnsito vehicular. Visita de las minas
de Levandern (5 km arriba de Aguas Blancas), responsables de la contaminacin por
sedimentos y mercurio del ro Pelechuco, y de las minas de Santiago (algunos km arriba
de Pelechuco), que contribuyen tambin a la contaminacin del ro, pero donde se ha
implementado un programa de manejo de la basura. Entrevista de varios pobladores, entre
los cuales un miembro del Comit de Gestin, sector minera. Recorrido de la primera
parte del camino a Curva para la evaluacin de su potencial ecoturstico.
- Antaquilla: Visita de la comunidad para asistir a una operacin de recoleccin de basura
(organizada por el programa Araucaria) y a la feria internacional, que se daba justamente
esta semana. Entrevista con los organizadores.
- La Cabaa: Entrevista con otros guardaparques y algunos vigilantes comunarios.
Participacin en la preparacin del censo de vicuas bajo la supervisin del jefe de proteccin
del rea y participacin en ste ltimo en la zona de Ulla Ulla.
- Pelechuco: Participacin pasiva en una reunin del Comit de Gestin, presidida por el
director del rea.
- La Cabaa: Entrevista con Andrea Morales, biloga de WCS, a cargo de un proyecto de
manejo de fauna con comunidades locales, y encuentro con tres tesistas de la Universidad
Mayor de San Andrs (dos gegrafos - Helder Catari y Ruben Fernandez - completando el
Sistema de Informacin Geogrfica y la base de datos del SERNAP en el rea de distribucin
de la vicua y una biloga - Veronica Caballero - estudiando la influencia de los procesos
de captura y esquila sobre los movimientos de vicua en la pampa) y otros protagonistas del
manejo del AP. El da siguiente, nueva entrevista con el director para completar nuestros
vacos de informacin.
- Charazani: Entrevista con los guardaparques de servicio, anlisis de la infraestructura
instalada y revisin del contenido de la Carpa Verde, una herramienta educativa realizada
con el apoyo de la ONG Conservacin Internacional. Visita de la comunidad y reunin con
un grupo de comunarios en la casa de uno de los profesores de la unidad educativa local.
- Camino Charazani-Apolo: visita de la parte oriental del rea protegida (tierras bajas),
decretada ANMI con la Reserva de Fauna Ulla Ulla en el 2000 bajo impulso de los delegados
de la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional (AECI), y todava en las primeras fases
de su implementacin (los dos campamentos previstos en esta parte estn en la espera de
fondos). Grabacin video de la succesin de pisos ecolgicos y documentacin fotogrfica
de los chaqueos y otros rasgos de intervencin humana a lo largo del camino. Encuentro
con pobladores de varias comunidades (Camata, Shiata, Puyo Puyo).
- Camino Apolo-Mapiri-Guanay-Caranavi: Visita del extremo oriental del ANMI, cuyas
comunidades se encuentra muy aisladas por la falta de vas de comunicacin.
2005
- La Paz: Tres entrevistas con el director del rea para completar nuestros vacos de informacin
y actualizar nuestros datos.

El Sistema Nacional de reas
Protegidas de Bolivia
A pesar de haberse creado la primera rea protegida en 1939 (Parque Nacional Sajama), el
Sistema Nacional de reas Protegidas de Bolivia es uno de los ms jvenes de Latinoamrica.
Fue establecido en 1992 a travs de la Ley del Medio Ambiente, con el objetivo fundamental de
conservar muestras representativas de los principales ecosistemas de Bolivia, y es administrado por
el Servicio Nacional de reas Protegidas (SERNAP), dependiente del Ministerio de Desarrollo
Sostenible y Planificacin (MDSP). El SERNAP tiene la responsabilidad de definir e impartir
la normatividad y fiscalizacin correspondiente al manejo de recursos genticos, biolgicos e
integrales del pas, y de administrar y dar continuidad al Convenio sobre la Diversidad Biolgica,
suscrito por Bolivia en la Cumbre de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo
(Rio, 1992) y ratificado en 1994.
El Estado boliviano, si bien ha secundado y respaldado la creacin de las reas protegidas, no las
apoya financieramente. Ms bien, la gestin del SNAP se sustenta casi exclusivamente en fuentes
de financiamiento internacionales (GEF, Gobierno de Holanda, KfW, BID, etc.) y en el apoyo y
los recursos brindados por organizaciones no gubernamentales (CI, WCS, GTZ, TNC, CARE,
WWF, FAN, Trpico, etc).
En la actualidad el SNAP se compone de una veintena de unidades de conservacin, abarcando
aproximadamente 16,8 millones de ha (15,3% del territorio nacional), las cuales son agrupadas
en Parques Nacionales, Reservas Nacionales, Reservas de Biosfera (todava no reconocidas por
la legislacin nacional), Reservas de Vida Silvestre y reas Naturales de Manejo Integrado; no
incluyndose dentro de estas reas las Reservas Forestales, las reas de Proteccin de Cuencas, y los
Parques y Reservas Departamentales, Regionales y Municipales. Existe una categora transitoria de
Reserva Natural de Inmovilizacin, la cual obedece a un estado legal transitorio hasta determinar
la categora requerida por el rea protegida en base a sus valores y caractersticas.
Cada rea protegida debe contar con un Comit de Gestin conformado por representantes de
los grupos culturales que la habitan y que apoyan al director en la gestin.
Desde su creacin, han sido grandes los avances alcanzados en la consolidacin del SNAP
boliviano. Entre los logros ms significativos cabe sealar los avances en aspectos de: (i)
planificacin; (ii) estructuracin de un sistema de monitoreo y evaluacin; (iii) establecimiento
de sistemas de proteccin operacionales; (iv) desarrollo de un programa de capacitacin para el
personal de proteccin y direccin; (v) elaboracin de lineamientos para el uso pblico de las
reas protegidas, y; (vi) participacin de las diferentes instancias locales en su gestin.
No obstante, existen todava factores limitantes para la consolidacin y sostenibilidad del SNAP,
entre los cuales destacan: (i) una falta de coordinacin entre las diferentes organizaciones no
gubernamentales y con el SERNAP; (ii) una legislacin incompleta (falta de una Ley de reas
Protegidas); (iii) una falta de apoyo poltico; (iv) un insuficiente conocimiento de los recursos
existentes en las reas protegidas, y; (v) una falta de sostenibilidad financiera.

reas Protegidas de Bolivia
Categora de Manejo Unidades rea (Ha)
Parque Nacional 5 2.592.029
Parque Nacional y rea Natural de 6 7.133.336
Manejo Integrado
Parque Nacional y Territorio Indgena 1 1.236.296
Reserva Nacional 4 1.887.332
Reserva de la Biosfera 2 535.170
rea Natural de Manejo Integrado 3 3.450.217
TOTAL 21 16.834.380
En el Anexo 1 se presentan las polticas y la agenda estratgica del SERNAP.

El rea Natural de Manejo Integrado
Apolobamba
Fecha de la ltima evaluacin Abril 2004

de campo
Nombre Apolobamba
Categora Area Natural de Manejo Integrado*
Ao de creacin 1972, ampliado en 2000
rea 483.743 ha
Principales objetivos de - Conservacin de la diversidad biolgica;
creacin - Mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades
originarias;
- Contribuir al resguardo del patrimonio cultural y al
rescate de las tcnicas y sistemas tradicionales de uso de
recursos de los habitantes originarios
(ver Anexo 2)
Ubicacin En el noroeste del departamento de La Paz, en las
provincias Bautista Saavedra, Franz Tamayo y Larecaja
Ecorregiones Bosque Hmedo a Perhmedo Siempreverde de Montaa,
Puna y Valles Secos Mesotrmicos
Hbitats Bosques hmedos de yungas, bosques nublados de ceja,
pramo yungueo, bofedales y turberas, lagunas glaciares,
praderas altoandinas hmedas y pisos nivales y periglaciares
* Ver definicin en Anexo 2

Resumen
Descripcin
El ANMI Apolobamba se encuentra en el extremo oeste del Departamento de La Paz, entre
la frontera con el Per y el PN-ANMI Madidi. Se cre en 1972 con la finalidad de proteger
ecosistemas altoandinos y una de las mayores poblaciones de vicua (Vicugna vicugna) del pas, y
se ampli su superficie en el ao 2000 de 240.000 a 483.743 ha para abarcar la vertiente oriental
de la Cordillera y disponer as de una base territorial suficiente para establecer una zona de
proteccin estricta. El paisaje se caracteriza por un acusado gradiente altitudinal que comprende
tanto ambientes altoandinos, como de puna y de bosque hmedo montaoso de yungas. El rea
forma parte del corredor biolgico binacional Vilcabamba-Ambor, considerado el hotspot ms
diverso del mundo.
Biodiversidad
Se han registrado ms de 800 especies de plantas, estimndose que podran llegar a 1800
incorporando especies probables de sitios no relevados. Se han listado 296 especies de vertebrados,
entre las cuales se destacan varias especies amenazadas como la vicua (Vicugna vicugna), el oso
de anteojos, o jucumari (Tremarctos ornatus), la taruka (Hippocamelus antisensis), la choca grande
(Fulica gigantea) y la huallata (Chloephaga melanoptera), as como endemismos restringidos al rea
protegida.
Amenazas
La principal amenaza al ANMI Apolobamba es la minera aurfera, con 27 cooperativas
operando en la zona junto a un gran
nmero de lavaderos artesanales. La
contaminacin con mercurio producto
de esta actividad se transporta por va
fluvial aguas abajo, afectando a la fauna
ctica del PN-ANMI Madidi, que intoxica
a las poblaciones humanas consumidoras
de dichos peces. Otras amenazas son
prcticas agropecuarias inadecuadas en los
diferentes pisos ecolgicos, la caza furtiva,
la acumulacin de desechos slidos y la
introduccin de especies exticas como la
trucha y la liebre. Es por ello que a pesar de
poseer importantes fortalezas clasificamos
el ANMI Apolobamba como vulnerable.
La meseta occidental presenta rasgos de sobrepastoreo.
10 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba
Descripcin
Ubicacin geogrfica
El ANMI Apolobamba se encuentra ubicado en el extremo oeste del departamento de La Paz, en
la regin cordillerana de Apolobamba. Colinda con el Per en su lmite oeste y con el PN-ANMI
Madidi hacia el norte. Se extiende entre las coordenadas 1440 a 1510 de latitud sur y 6830
a 6920 de longitud oeste, en una superficie de aproximadamente 483.743 ha. Polticamente
se ubica en las provincias Bautista Saavedra, Franz Tamayo y Larecaja y comprende parte de los
municipios Pelechuco, Curva, Charazani, Guanay y Tacacoma.
Acceso
El acceso principal lo constituye la carretera La Paz-Apolo (220 km entre la ciudad de La Paz y la
entrada del rea en el cruce de Huancarani), construida entre los aos 70 y 80 y asfaltada sobre
aproximadamente la mitad del trayecto hasta el rea. Los varios puntos de acceso desde el Per
en su mayora no son transitables, por falta de puentes sobre el ro Suches. Existe una pista de
aterrizaje en Ulla Ulla, pero no se cuenta en la actualidad con un servicio de transporte areo.
Relieve
El rea pertenece biogeogrficamente a las subregiones Altoandina, Puna y Bosque Hmedo
Montaoso de Yungas. Su geomorfologa est caracterizada por los relieves cordilleranos, con
fuertes pendientes y pronunciadas diferencias de nivel. En un rango altitudinal que vara entre
los 800 y 6.200 mnsm, abarca una excepcional variedad de ambientes: bosques hmedos de
yungas, bosques nublados de ceja, pramo yungueo, bofedales y turberas, lagunas de origen
glaciar, praderas altoandinas hmedas y pisos nivales y periglaciares (Cordillera Real).
ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 11

La cordillera de Apolobamba divide el ANMI en dos vertientes: la occidental (entre los 4.200 y
4.800 msnm), formada por planicies altoandinas que integran la cuenca endorreica del Altiplano;
y la oriental (entre 800 a 3.600 msnm) que forma parte de los valles de Yungas y pertenece a la
cuenca amaznica.
Los suelos son de escaso desarrollo debido a las condiciones extremas de clima, la composicin
del material parental y la topografa. En cuanto a caractersticas edficas, la vertiente occidental se
caracteriza por la presencia de suelos orgnicos, de origen fluvio-glacial, con morrenas, material
calcreo y suelos altoandinos, mientras que la vertiente oriental presenta suelos altoandinos, de
pastizales parmicos hmedos, bosque de ceja de montaa, matorrales xerofticos (valles secos),
suelos sobre material volcnico cido, suelos de terrazas aluviales y suelos de bosque yungueo.
Hidrografa
El ANMI Apolobamba se extiende sobre tres cuencas, a saber:
la cuenca del ro Suches, que forma parte de la cuenca endorreica del Altiplano, siendo
el principal afluente de la cuenca del lago Titicaca por el lado boliviano;
la cuenca del ro Mapiri, cuyos principales afluentes son los ros Charazani, Calaya y
Kellhuacota;
la cuenca del ro Tuichi, cuyos principales afluentes son los ros Pelechuco, Hilo Hilo y
Sunchully.
Cabe destacar la presencia de un gran nmero de lagunas y bofedales (humedales altoandinos),
continuamente alimentados por las aguas de deshielo de extensos nevados y glaciares (entre los
cuales destacan el Katantika y el Akamani).
Clima
El importante rango altitudinal y el relieve altamente accidentado del rea conforman una
multitud de pisos climticos, que van desde el piso nival en las cumbres de la Cordillera Real
al piso clido hmedo en las tierras bajas, conocidas localmente como el Subtrpico (26C de
promedio anual, pp. 1.900 mm).
Los valles de Pelechuco y de Charazani presentan caractersticas microclimticas particulares,
el primero con niveles de precipitacin relativamente altos debido a la presencia de cumbres
elevadas, el segundo con clima semirido (pp. 300 mm/ao) y vegetacin xeroftica.
Loayza, O. Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla - Informacin Bsica del rea. 2000. En J. Aramayo. Amenazas
a la Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla. Universidad de Tecnologa Boliviana. La Paz, Bolivia. 81 pp.
Amurrio, P. y J. C. Salcedo. 1997. Edafologa. En Plan de Manejo Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla. Tomo
I: Aspectos Fsicos. Informe tcnico. DNCB, CECI. La Paz. 80 pp.
SERNAP. 2001. Sistema Nacional de reas Protegidas de Bolivia. 2 Edicin. 218 pp. Op. cit.

Vista satelital 3D del ANMI Apolobamba (EarthSat/Google Earth)

En la meseta occidental (tambin conocida como pampa), donde se distribuye la Puna seca
(4.100 a 4.800 msnm), se registra una temperatura promedio anual de 4,5C con precipitaciones
inferiores a 500 mm, distribuidas entre noviembre y marzo. Las lluvias presentan frecuentes
episodios torrenciales, los cuales han llegado a concentrar el 5% de la precipitacin anual en
slo 24 horas.
Biodiversidad
La alta variabilidad topogrfica y climtica del rea conforma una gran diversidad de hbitats que
favorece una alta diversidad de flora y fauna. En el Anexo 3 se presenta un mapa de vegetacin
del rea.
a) Flora
En lo que a la flora se refiere, se tienen ms de 800 especies registradas, pero si se consideran los
bosques de Yungas, que todava no han sido inventariados, se estima que el rea podra abarcar
unas 1.800 especies.
En la vertiente occidental y la parte alta de la vertiente oriental se encuentran el piso altoandino
semihmedo y la pradera parmica hmeda, que se describen a continuacin:
Por encima de los 4.700 msnm (regin nival y periglaciar), la vegetacin es rala y compuesta
por plantas adaptadas a bajas temperaturas y escasez de agua. Se encuentran algunas hierbas
(Poa chamaeclinos), lquenes y pequeos arbustos (Valeriana pynantha y Senecio sp.). La pradera al-
toandina (4.100-4.700 msnm) es dominada por gramneas (Deyeuxia filosofia, Festuca sp., Agrostis
sp., Bromus sp., Stipa ichu, Calamagrostis
sp., Bidens andicola y Rumex acetocella)
y plantas arrosetadas (Hypochoeris sp.,
Lachemilla sp., Pycnophyllum sp., Azorella
sp.). Los bofedales son praderas nativas
poco extensas con suelos saturados de
agua, vegetacin siempreverde y un alto
potencial productivo, donde destacan
las especies siguientes: Distichia muscoi-
des, Plantago tubulosa y Oxycloe andina
(ver foto).
El pramo Yungueo (3.500-4.200
msnm) se encuentra en franjas y man-
chas de pajonales y matorrales casi siem-
Bofedal en la meseta occidental del ANMI. Foto: MSD
Aramayo, J.L. 2000. Amenazas a la Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla. Universidad de Tecnologa Boliviana.
La Paz, Bolivia. 81 pp.

pre hmedos, con aporte hdrico mayormente hori-
zontal. Los gneros ms comunes son Stipa, Festuca,
Brachyotum, Satureja, Mutisia, Chuquiraga, Baccharis,
Calceolaria y Gnaphalium. Destacan tambin comu-
nidades de Puya raimondii y la presencia de muchas
especies de la familia Ericaceae, estas ltimas con
uso potencial.
La vertiente oriental abarca ecosistemas de ceja de
Yungas y extensos bosques nublados de ceja:
El bosque de ceja de monte (o bosque nublado,
2.400-3.500 msnm) representa el lmite superior del
bosque montano y alcanza una altura de 5 a 13 m
de altura. En su flora destacan especies amenazadas
como las queuas (Polylepis racemosa, Polylepis sp.), el
nogal (Juglans sp.), el pino de monte (Podocarpus sp.),
el aliso (Alnus acuminata), la chachacoma (Escallonia
myrtilloides), las coca cocas (Hesperomeles ferruginea,
H. lanuginosa), el aliso colorado (Myrica pubescens),
la guayabilla (Clusia pseudomangle), el arrayn (Ran-
dia boliviana), el limachu (Myrsine coriacea), el cori
cori (Clethra revoluta), el sauco (Sambucus peruviana),
cardo santo (Solanum acuminatum), Laurceas de los
gneros Ocotea, Aniba y Nectandra, tarcos o pinos de
Ceja de monte en el valle de Pelechuco. monte (Podocarpus ingensis, P. rusbyi), coloradillo del
Foto: MSD monte (Byrsonima indorum), la quina (Cinchona offi-
cinalis), aliso colorado (Myrica pubescens), la quina
quina (Myroxylon balsamum), isigo o coloradillo (Protium bangii), isigo (Tetragastris altissima) y bilka
(Anadenanthera colubrina). Entre otras destacan Meliosma sp., Brunellia boliviana, Bocconia frutes-
cens, Thibaudia crenulata, Gaiadendron punctatum, Prunus brittoniana, Baccharis conwagi.
b) Fauna
Debido a la singular comunidad faunstica de su parte occidental, el ANMI Apolobamba se
constituye en un refugio para especies poco representadas en otras reas protegidas de la regin
andina del pas. As, comparte por ejemplo slo nueve especies de mamferos (21%) con el
Parque Nacional Sajama (Oruro) y menos, apenas cinco (12%) con la Reserva Nacional de Fauna
Andina Eduardo Avaroa.
Pacheco, L.F., J.F. Guerra y B. Rios-Uzeda. 2003. Eficiencia de atrayentes para carnvoros en bosques yungueos
y praderas altoandinas en Bolivia. Journal of Neotropical. Mammalogy. 10(1): 167-176.
DNCB-CECI. 1997. Plan de Manejo - Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla: Diagnstico de la reserva. Direccin

Se tienen registradas 296 especies de ver-
tebrados, de las cuales destacan varias
especies que se encuentran en diversas
categoras de amenaza como la vicua
(Vicugna vicugna), el jucumari (Tremarctos
ornatus), la taruka o venado andino (Hip-
pocamelus antisensis), el ciervo (Odocoileus
virginianus), la vizcacha (Lagidium visca-
cia), el gato andino (Oreailurus jacobita),
el puma (Felis concolor), la choca grande
(Fulica gigantea), la huallata (Chloephaga
melanoptera) y aves como Leptasthenura
andicola, Agriornis andicola, Asthenes hu-
milis, y Grallaria erythrotis (endmica de
la regin). Se ha reportado la presencia
de una especie de primates del gnero
Lagothrix, potencialmente una nueva El gato andino (Oreailurus jacobita) uno de los varios
especie para la ciencia, en bosques cir- depredadores de la Puna. Foto: Terrambiente
cundantes al rea. Existen adems reportes no confirmados de la existencia de guanacos (Lama
guanicoe) en partes aisladas de la Cordillera.
Nacional de Conservacin de la Biodiversidad, Centro Canadiense de Estudios y de Cooperacin Internacional.

La Paz, Bolivia.
SERNAP. 2001. Sistema Nacional de reas Protegidas de Bolivia. 2 Edicin. 218 pp.

Manejo
Antecedentes
El actual ANMI Apolobamba nace en
1972 como Reserva Nacional de Fauna
Ulla Ulla, con una superficie original
de 240.000 ha y el objetivo de proteger
la vicua y los ecosistemas altoandinos
que ah se desarrollan. El rea es de-
clarada Reserva Mundial de la Biosfera
por la UNESCO en el ao 1977, pero
esta categorizacin, que se ha manteni-
do hasta la fecha, no se ha concretizado
en ningn apoyo externo y no figura en
ninguna de las publicaciones recientes.
A partir de este mismo ao, la protec-
cin de la vicua queda a cargo del In-
stituto Nacional de Fomento Lanero
(INFOL) bajo los trminos del proyecto
Guardaparques del ANMI en patrullaje al sur de la localidad de del Banco Mundial Desarrollo Rural
Pelechuco. Foto: MSD Integrado Ulla Ulla. Despus de unos
aos de una gestin poco exitosa, la ad-
ministracin de la reserva pasa a manos del Instituto Boliviano de Tecnologa Agropecuaria.
En 1994 se establece, a travs de la Direccin Nacional de Conservacin de la Biodiversidad
(DNCB), un convenio de coadministracin entre el Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio
Ambiente y el Centro Canadiense de Estudios y Cooperacin Internacional (CECI). Con un
lapso de cuatro aos, ste tiene como misin la constitucin y la transferencia progresiva de
la administracin de la reserva a un Comit de Gestin. En 1996 se reformula el rol de CECI
mediante la suscripcin de un nuevo convenio firmado con las Federaciones Campesinas de
Franz Tamayo y Bautista Saavedra y se inicia el Proyecto Alpaca, tambin de una duracin de
cuatro aos. En 1999, al vencerse el plazo de este convenio, la reserva pasa a ser administrada
directamente por el SERNAP.
Bajo el impulso y con financiamiento de la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional
(AECI) en el marco del Proyecto Araucaria, la reserva adquiere su superficie, categora y nombre
Con miras a compatibilizar la categora de proteccin de la reserva con el Reglamento General de reas
Protegidas (RGAP, D.S. N24.781 del 31 de julio de 1997), se consider que la figura de rea Natural de Manejo
Integrado era la ms compatible con la existencia de pueblos originarios desarrollando actividades productivas en
una extensa superficie del rea.
Se decidi cambiar el nombre de Ulla Ulla a Apolobamba (denominacin ampliamente utilizada para la regin

actual en el ao 2000, mediante el
D.S. N25.652, la antigua superficie
constituyndose en rea de manejo de
la vicua.
Entre los motivos para esta ampliacin
destacan las intenciones de:
vincular el rea con el corredor
binacional de conservacin confor-
mado por el PN-ANMI Madidi y
la RB-TCO Piln Lajas en Bolivia
y el PN Bahuaja-Sonene y la RN
Tambopata-Candamo en el Per
(formando hoy el corazn del Cor-
redor Biolgico Vilcabamba-Am-
bor);
Una vista de las serranas bajas de bosque denso que se
incorporaron al rea con la ampliacin de la Reserva Ulla Ulla.
adaptar los linderos del rea a Foto: MSD
lmites naturales con miras a facili-
tar las actividades de control y manejo;
extender la representacin de la vertiente oriental andina, en buen estado de conserva-
cin y caracterizada por una muy alta diversidad biolgica;
proteger con el PN-ANMI Madidi la casi totalidad de la cuenca del ro Tuichi, y;
disponer de una base territorial suficiente (en ecosistemas no intervenidos) para establecer
una zona de proteccin estricta.
Al incorporar una superficie importante de bosques amaznicos considerados de muy alta
diversidad, se esperaba tambin aumentar las posibilidades de financiamiento del rea, cuyo
presupuesto actual slo cubre requerimientos mnimos de manejo.
Esta no es la opinin del actual director del rea, quien considera que la zona de ampliacin, lejos
de servir objetivos de conservacin sensatos, contribuye ms bien a diluir la limitada capacidad
de gestin del rea sobre una superficie mucho ms extensa y poblada por gente tradicionalmente
reticente al discurso de la conservacin.
desde el perodo precolonial) en respuesta a los repetidos cuestionamientos por parte de las comunidades locales,
que consideraban que el nombre de Ulla Ulla daba lugar a una identificacin limitada de la unidad de la localidad
de Ulla Ulla y a la proteccin de la vicua y ecorregin de la puna, dando la apariencia de predominio de estos
dos aspectos.

Administracin y personal
El ANMI Apolobamba se crea en enero del ao 2000 con el objetivo de proteger los valores
naturales, culturales y paisajsticos de un rea representativa de ecosistemas altoandinos.
En el SNAP boliviano, las reas Naturales de Manejo Integrado tienen por objeto compatibilizar
la conservacin de la diversidad biolgica y el desarrollo sostenible de las poblaciones locales.
Dada la larga historia de ocupacin y la riqueza etnogrfica que caracterizan a la regin, el ANMI
Apolobamba tiene adems una importante vocacin de resguardo del patrimonio cultural.
Bajo la jurisdiccin del SERNAP, el rea cuenta con un equipo de manejo relativamente numeroso
compuesto por 29 guardaparques, en su mayora originarios de la zona, bajo las rdenes de un
director y un jefe de proteccin basados en La Paz pero viajando frecuentemente al rea. A esto
se suma un equipo tcnico de tres personas responsable de la elaboracin del nuevo Plan de
Manejo, patrocinado en gran parte por Conservacin Internacional. A notar que este trabajo
se basa en un amplio trabajo de revisin del antiguo Plan de Manejo por parte del Instituto de
Ecologa, Herbario Nacional, Instituto de Hidrulica, Museo de Etnografa y Folklore y de la
Coleccin Boliviana de Fauna - con fondos de CECI.
El cuerpo de proteccin se dedica mayormente a actividades de control y vigilancia en las reas
aledaas a sus campamentos, cuando el transporte vehicular no se ve limitado por irregularidades
en el desembolso de los fondos brindados por el Proyecto GEF-II. Ocasionalmente, patrullajes
especiales complementan aquellos recorridos regulares para asegurar una supervisin de las zonas
menos accesibles.
Una gran limitacin para el trabajo de los guardaparques radica en la falta de un Plan de Manejo
vigente. Elaborado en 1997 con el apoyo del Centro Canadiense de Estudios y Cooperacin
Internacional (CECI), el ltimo Plan de Manejo no solamente venci hace dos aos, sino que su
cobertura slo considera la anterior Reserva Ulla Ulla y no el rea protegida en su extensin actual.
Si bien contempla la probabilidad de la ampliacin, sus componentes de gestin se concentraban
exclusivamente en la parte occidental del rea. Por lo tanto, se hace urgente la finalizacin del
nuevo Plan de Manejo (prevista para marzo de 2006), aunque ya se estn aplicando sus estrategias
y programas de manejo.
Zonificacin
El Plan de Manejo de 1997 define una zonificacin en siete categoras:
zonas ncleo (conservacin de ecosistemas prstinos o poco intervenidos, investigacin
cientfica);
zonas de proteccin estricta de cuencas hidrogrficas (turismo e investigacin cientfica
bajo ciertas restricciones);
zonas de amortiguacin interna;
zonas de uso extensivo extractivo no consuntivo (manejo regulado de recursos);
zonas de uso intensivo extractivo (aprovechamiento y manejo regulado e intensivo de
recursos);
zonas de recuperacin o restauracin (reas degradadas por las actividades humanas,
como son los bosques de Polylepis);
zonas de uso especial (infraestructura de utilidad pblica).
No obstante, la ampliacin del rea y la falta de concertacin que caracteriz el proceso de
zonificacin original son fundamentos de peso para estudiar una redefinicin de este
ordenamiento, en consenso con las comunidades, aspecto tomado en consideracin por el
equipo a cargo de la elaboracin del nuevo Plan de Manejo.
Infraestructura
Sumndose a los campamentos establecidos (principales: La Cabaa y Charazani; secundarios:
Qotapampa, Hichocollo, Suches, Pelechuco, Puyo Puyo, Challhuani, Curva y Siatha), en 2004 se
inauguraron tres nuevos campamentos (Antaquilla, Huancarani y Pajn) con fondos de la Coop-
eracin Espaola (AECI), y el Proyecto COBIMI est financiando la construccin de un centro
de interpretacin en Hichocollo.
Como ya se mencion, el rea protegida se divide en una parte implementada (tierras altas y
valles) y otra en fase de consolidacin (tierras bajas, o subtrpico), la que no cuenta todava con
presencia ni infraestructura. La construccin de dos campamentos en esta zona (Shiata y Yuyo)
est supeditada a un financiamiento
externo y depende en gran medida
del mejoramiento de las relaciones
con la poblacin colona asentada.
La red caminera del rea es
relativamente densa, con dos
caminos principales (uno que cruza
la meseta de Ulla Ulla y atraviesa
la cordillera de Apolobamba hasta
Pelechuco y uno que desciende al
valle de Charazani y contina hasta la
localidad de Apolo, frecuentemente
cerrado debido a deslizamientos),
complementados por varios caminos
secundarios conectando a la
mayor parte de las comunidades y Campamento Hichocollo, en la meseta occidental. Foto: MSD
cooperativas aurferas. Existen varios
caminos y sendas que descienden hasta las zonas bajas o cruzan el rea en sentido Este-Oeste.
Una senda importante, recientemente habilitada para el transporte vehicular, es la que parte de
Pelechuco y vincula las comunidades de Queara, Mojos, Puina y Pata, llegando hasta Apolo.

Participacin
El ANMI Apolobamba fue la primera
unidad del SNAP que cont con un
Comit de Gestin, constituido en
mayo de 1995, poco tiempo despus de
la aprobacin de la Ley de Participacin
Popular (Ley N1.551), que di a pobla-
ciones locales la oportunidad de ejercer
la administracin directa de sus juris-
dicciones territoriales.
Reconformado el ao 2000 y nueva-
mente en 2005, existen actualmente
dos Comits de Gestin regionales
Transporte de algunos delegados del Comit de Gestin con (parte alta y baja del AP), integrados por
un vehculo de la Cooperacin Espaola. representantes del gobierno central y lo-
cal (SERNAP, Direccin del rea, Insti-
tuciones Gubernamentales Nacionales, HAM de Charazani, Curva y Pelechuco), autoridades
locales y organizaciones de base de la provincia Franz Tamayo (el Mallku provincial, delegados
de base y de la Central de cooperativas mineras) y de la provincia Bautista Saavedra (el Mallku
provincial, delegados de base y del sector Yungas), un representante para las ONGs nacionales y
otro para las instituciones internacionales que trabajan en el rea.
Otro aspecto importante es que se est articulando la planificacin de actividades con los Planes
de Manejo y Planes Operativos Anuales (POAs) de los municipios involucrados y realizando
talleres de gestin y planificacin ambiental con la Mancomunidad de Apolobamba (con apoyo
de WCS).
El manejo de la vicua en
el ANMI Apolobamba
La conservacin de la vicua (Vicug-
na vicugna) fue, junto con la con-
servacin del complejo de flora y
fauna de las tierras altoandinas del
Altiplano norte, el principal motivo
de creacin de la Reserva Nacional
Ulla Ulla en 1972. En esta poca, la
especie se encontraba al borde de
la extincin debido a la presin de
caza que enfrentaba para la extrac-
cin de su fibra. El ANMI Apolobamba concentra la mayor poblacin de vicuas
del SNAP boliviano. Foto: MSD
En 1997 se traslad parte de la po-

blacin de vicuas del Apndice I de la CITES, al cual la especie haba sido incorporada en
1964, al Apndice II, permitiendo la comercializacin regulada de la fibra proveniente de ani-
males vivos10.
La vicua, al igual que los dems camlidos altoandinos (llama y alpaca), se ha adaptado a
ecosistemas de altura que son de difcil acceso para otros mamferos de su porte, por lo que
es el herbvoro de mayor tamao en la mayor parte de su rea de distribucin y tiene pocos
depredadores naturales (nicamente el puma, Felis concolor, y el zorro andino, Pseudalopex
culpaeus, pueden tener un impacto significativo, y principalmente sobre cras y animales
enfermos o viejos).
De los millones de individuos que habitaban el continente antes de la conquista, las poblacio-
nes residuales (alcanzando un total de aprox. 200.000 individuos) se encuentran en los altos
Andes del sudeste peruano, oeste boliviano, noreste chileno y noroeste argentino, entre los
3.800 y 4.800 msnm11. En Bolivia, la vicua se distribuye en la regin altiplnica y altoandina
de los Departamentos de La Paz, Oruro, Potos, Cochabamba y Tarija, donde alrededor de un
cuarto de la poblacin nacional (aprox. 15.000 individuos) se encuentra dentro de reas pro-
tegidas. Con 10.694 individuos12, el
ANMI Apolobamba alberga la may-
or poblacin de vicuas de todo el
SNAP (ms de 70% del total de vi-
cuas en reas protegidas y aprox.
18% del total nacional), la cual, a
pesar de las presiones que sigue en-
frentando (caza furtiva, patologas -
en particular la sarna -, depredacin
por perros pastores, robos de ani-
males por peruanos y competencia
con camlidos domsticos), presen-
ta un paulatino incremento ao tras
ao (97 animales en 1965; 1.139 en
1979 y 6.536 en 1996).
Los rebaos de llamas y alpacas en la meseta compiten con las Considerando la situacin de
vicuas por el escaso forraje. Foto: MSD sobrepastoreo que afecta a gran
10 La prohibicin de la comercializacin de la fibra de vicua, vigente hasta fechas recientes, ha constituido

ms un impedimento que una ventaja para la proteccin de la especie, teniendo en cuenta que ms del 90% de
la poblacin humana de las zonas altas tiene problemas para satisfacer sus necesidades bsicas y que la vicua
compite con el ganado domstico por un pasto escaso.
11 Torres, H. 1992. Camlidos Silvestres Sudamericanos: un Plan de Accin para su Conservacin. UICN/CSE,
Grupo Especialista en Camlidos Sudamericanos.
12 Censo de Vicua 2003, al cual particip el equipo ParksWatch. Los censos de vicua son organizados
anualmente por el personal del rea protegida en estrecha coordinacin con la ARMVA. Resultados publicados
en el primer nmero del peridico oficial del ANMI Apolobamba, octubre 2003.

parte de la meseta occidental del ANMI Apolobamba debida a las altas densidades de llamas
y alpacas domsticos, la vicua se destaca por el bajo impacto de su ramoneo (la forma de su
labio superior le permite cortar las hojas sin desprender las plantas de raz) y de su pisoteo (sus
patas provistas de cojines en los dedos no daan el suelo como ocurre con las pezuas de los
dems ungulados).
Su importancia ecolgica y social y su potencial econmico hacen de la vicua una especie
clave en la conservacin de las tierras altas del ANMI. Actuando como especie paraguas,
su proteccin permite la preservacin de otras especies de grandes vertebrados, como el
gato andino (Oreailurus jacobita), la taruka (Hippocamelus antisensis) y el cndor (Vultur
gryphus).
Iniciado en 1999 con financiamiento de la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional
(AECI) y del proyecto GEF-II, el Programa de Manejo y Conservacin de la Vicua promueve
prcticas de captura y esquila de vicuas que no sacrifiquen los animales, con el objetivo de
generar beneficios econmicos mediante la venta de la fibra, altamente cotizada en el mercado
internacional por su fineza (US$ 400-500/kg)13. Segn este programa, las labores de captura
y esquila se realizan ahora en un momento determinado del ao (de septiembre a octubre, y
excepcionalmente hasta diciembre), bajo supervisin de los guardaparques, luego de que se
liberan todos los animales. Esta prctica beneficia a la vez a la vicua y a los ganaderos, quienes
disponen ahora de un recurso sostenido.
Con el fin de acceder al programa de aprovechamiento sostenible de vicuas y de acuerdo a
las normas establecidas en el Reglamento para la Conservacin y Manejo de la Vicua (D.S.
N24.529)14, las comunidades existentes en la Unidad de Conservacin Ulla Ulla se agruparon en
reas de manejo comunal, conformando la Asociacin Regional de Manejadores de Vicua de
Apolobamba (ARMVA), que une a 27 comunidades y est por dotarse de la personera jurdica
necesaria para desarrollar las actividades de capacitacin, manejo, aprovechamiento [de la
fibra de vicua] y garantizar la distribucin equitativa de los beneficios entre las comunidades
campesinas15.
A pesar de contar con un grado de implementacin ejemplar en comparacin con iniciativas
similares en otras reas protegidas, este programa piloto enfrenta en la actualidad una serie de
problemas que dificultan las actividades de aprovechamiento y debilitan la imagen del rea
protegida.
Algunas de las razones son:
o finalizado el proyecto y salido el equipo tcnico de la AECI, las comunidades todava
13 SERNAP. 2003. La Vicua. Peridico oficial del ANMI Apolobamba. N1.
14 Reglamento para la Conservacin y Manejo de la Vicua (1997). Contiene dos disposiciones principales:
a) otorga a las comunidades campesinas la custodia de las vicuas, con fines de proteccin y recuperacin; y b)
concede a estas comunidades el derecho exclusivo al aprovechamiento de las vicuas.
15 ARMVA. 2003. Plan de Manejo de la vicua - ANMI Apolobamba. Asociacin Regional de Manejadores
de Vicua Apolobamba, Instituto para la Conservacin e Investigacin de la Biodiversidad (ICIB), Academia
Nacional de Ciencias. La Paz, Bolivia.

no cuentan con todo el equipamiento necesario para realizar las operaciones de
captura (corrales) y esquila16, ni de recursos econmicos suficientes para fortalecer
la Asociacin Regional de Manejadores de la Vicua (ARMVA);
o la naturaleza del mercado implica el almacenamiento de una importante cantidad
de material antes de encontrar un comprador, por lo que los 300 kilos de fibra
acumulados en el centro de acopio de Ulla Ulla desde 1998 (evaluados en US$
60.000) todava no han generado ningn beneficio para las comunidades;
o al permitirse el aprovechamiento de la fibra de vicuas por slo algunas poblaciones
(1.200 familias afiliadas a los centros pilotos de la Unidad de Conservacin de la
Vicua Ulla Ulla), los habitantes de las comunidades aledaas al rea protegida sin
permiso para utilizar el recurso se consideran perjudicados y amenazan con tomar
represalias si no cambia la situacin.
En vista de lo anterior, la implementacin exitosa del Programa de Manejo de la Vicua,
que fue elaborado en 2003 por la propia ARMVA con apoyo tcnico del ICIB (Instituto
para la Conservacin e Investigacin de la Biodiversidad) y fondos de la cooperacin
holandesa y que apunta a una autosuficiencia al horizonte 2007, es dependiente de
nuevos aportes financieros. Sus necesidades inmediatas se centran en la impresin de
manuales tcnicos sobre el manejo de fibra y la construccin de un centro de cuarentena
contra la sarna y para el resguardo de las cras abandonadas.
En el medio de la llanura altoandina, el centro de acopio de fibra de vicua (financiado

por la AECI) y el campamento central de guardaparques La Cabaa. Foto: MSD
16 No obstante, cabe destacar que la zona cuenta actualmente con el mejor centro de acopio del pas,
conformado por dos bvedas, una sala de precerdado, una sala de telares, una sala de reuniones, un museo
y una oficina (J.C. Gmez, com. pers.).

Paisaje Humano
Ocupacin humana
Los restos arqueolgicos descubiertos en la zona indican la presencia de asentamientos humanos
desde tiempos preincaicos (posiblemente de la cultura Tiwanaku). No obstante, posteriormente
los patrones de asentamiento de los incas determinaron en gran medida la ocupacin actual
del territorio, habindose establecido los principales centros poblacionales en esta poca. Los
tres primeros siglos de la colonia se caracterizaron por una desestructuracin y un importante
despoblamiento de la zona, agudizada por la llegada de hacendados criollos y extranjeros en
el siglo XIX y el remate forzado de tierras comunitarias a partir de 1866. La presencia de estos
patrones basando sus riquezas en la explotacin de la mano de obra local se prolong hasta la
Reforma Agraria de 1953, cuando las tierras fueron revertidas al campesinado y volvieron a estar
manejadas en forma comunal, modelo que se ha mantenido hasta la fecha.
La distribucin actual de los asentamientos humanos es dispersa a lo largo de los principales
valles interiores, contndose adems con una importante poblacin dedicada a la ganadera de
camlidos en la meseta alta de Ulla Ulla, en la vertiente occidental17.
Se estima actualmente la poblacin total del rea en 18.500 habitantes (ms de 3.500 familias),
repartidas en 76 comunidades. Ubicados todos en los valles, los poblados ms importantes son:
Centro Urbano Habitantes

Suroeste:
Amarete 4.000
Charazani 1.800
Curva 800
Noroeste:
Pelechuco 1.200
Sin embargo, la mayor densidad poblacional del rea se encuentra en la meseta occidental,
donde la poblacin se reparte entre muchas pequeas comunidades (Joco, Ulla Ulla, Hichocollo,
Antaquilla, Suches, Challhuani, etc.). La casi totalidad de los habitantes de esta zona es de origen
quechua y aymara, siendo la regin el lugar de origen de la cultura Kallawaya (en las zonas de
Curva, Charazani, Chari y Chajaya), con sus reconocidas prcticas de medicina tradicional.
En el centro medicinal de Inchari se prescriben productos como la Vilaya contra la toz, el Tapayo
para curar problemas de vista, el Ocorore para la vista y los riones, la Tola contra los resfros
y el Chuchuco, un poderoso anti-inflamatorio. Pero al igual que en muchas otras partes estos
conocimientos se pierden ao tras ao y amenazan de caer en olvido completo si no se da un
rpido impulso a su diseminacin.
17 SERNAP. 2001. Sistema Nacional de reas Protegidas de Bolivia. 2 Edicin. 218 pp.

Caractersticas sociales y organizacin
La mayora de las comunidades pre-
sentan fuertes deficiencias en infrae-
structura y servicios bsicos: slo
Charazani cuenta con electricidad, la
atencin mdica es muy limitada por
las dificultades de comunicacin y la
falta de insumos, los indicadores de
educacin se encuentran por debajo
del nivel nacional y la infraestructu-
ra sanitaria es muy precaria (aunque
se notan mejoras con la reciente
conformacin de la Red de Salud
Apolobamba, integrada por postes
sanitarios en Amarete, Charazani y
Pelechuco). A esto su suman prob-
La localidad de Charazani, en el valle del mismo nombre.
lemas de disponibilidad de agua en
Foto: MSD
las zonas ms bajas de la pampa18.
Con un ndice de desarrollo humano entre los ms bajos del altiplano boliviano, el valle de
Pelechuco presenta una clara postergacin con relacin a las comunidades de las tierras altas
y del valle de Charazani, principalmente atribuida a su aislamiento. Por consiguiente, ms all
de la actividad turstica que se espera generar con la habilitacin del sendero de caminata a
Curva y la reciente inauguracin del albergue en Aguas Blancas, parte de la poblacin exige la
construccin de un camino sobre el tramo de la senda que une histricamente a Pelechuco con
Apolo. La direccin del rea est actualmente tratando de validar ante la comunidad la idea
de un camino de herradura (apto para el transporte a lomo de burro) para evitar los daos que
causara la apertura de un camino transitable por vehculos.
La forma de tenencia de la tierra en las tierras altas es comunitaria. Despus de la Reforma Agraria
de 1953, las comunidades asentadas en haciendas, las comunidades originarias (sin patrn) e
inclusive algunas indgenas, se organizaron en sindicatos agrarios agrupados en subcentrales y
centrales sindicales. Las centrales corresponden por lo general a la divisin poltica en cantones
y se agrupan en la Federacin Provincial, las federaciones provinciales en departamentales y
estas ltimas en una Confederacin Nacional, por tanto se hallaban afiliadas sindicalmente a la
Confederacin Sindical nica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB)19.
La promulgacin de la Ley de Participacin Popular y de la Ley de Descentralizacin Administrativa
en 1994 han conducido a un profundo proceso de reorganizacin de la comunidad originaria,
18 AECI. 1998. Proyecto Integral Araucaria Apolobamba: Gestin de reas Protegidas. Agencia Espaola de
Cooperacin Internacional.
19 ARMVA. 2003. Plan de Manejo de la vicua - ANMI Apolobamba. Asociacin Regional de Manejadores
de Vicua Apolobamba, Instituto para la Conservacin y la Investigacin de la Biodiversidad (ICIB), Academia
Nacional de Ciencias. La Paz, Bolivia.

reconstituyndose en ayllus y markas20. Para el caso del ANMI, varios sindicatos agrarios han
procedido a reconstituirse en comunidades originarias, afilindose al CONSAQ, segn un patrn
de autodeterminacin en el cual el SERNAP y la direccin del rea no tienen ninguna ingerencia.
Sin embargo, cabe destacar que en este proceso de reestructuracin las unidades tradicionales
han experimentado una fuerte divisin y fraccionamiento, con tendencia a una sobreexplotacin
de los recursos por cambios de valores y falta de control comunal, como se observa actualmente
en las tierras altas con el sobrepastoreo de alpacas y en algunas zonas del Valle de Charazani con
la intensificacin de la agricultura y la minifundizacin, que est conduciendo a un fuerte flujo
migratorio, que algunos ya han empezado a calificar de vaciamiento rural21.
Como se mencion anteriormente, en el marco de apoyo al manejo del rea la ONG WCS
organiz talleres de planificacin ambiental con los municipios de Pelechuco, Curva, Charazani
y Apolo as como la Mancomunidad de Apolobamba que integra a estos cuatro municipios.
Si bien el reglamento del rea prohbe el establecimiento de nuevos asentamientos por parte de
forneos, queda autorizada la migracin interna, fenmeno que ha ido cobrando importancia con
el deterioro de las condiciones de vida en ciertas comunidades de las tierras altas. Considerando
por otra parte que la ausencia de guardaparques en toda la zona baja del rea impide la ejecucin
de un control efectivo y la aplicacin de la normatividad vigente, la presencia de pobladores
ilegales (evaluada en 150 familias, o aprox. 500 personas) es un hecho y segn todos los indicadores
una situacin que difcilmente se podr revertir, especialmente al tratarse de reas que se estn
consolidando como zonas de produccin de coca para el narcotrfico.
Se cuenta tambin con la llegada peridica de obreros mineros (aunque faltan datos precisos al
respecto), algunos de los cuales se instalan permanentemente e ilegalmente en el rea.
Actividades econmicas y uso de recursos naturales

Con respecto al uso de los recursos naturales, las tres subregiones del rea (pampa, valles y tierras
bajas) presentan sistemas productivos totalmente distintos, que hasta hace poco resultaban alta-
mente complementarios el uno del otro bajo un sistema de reciprocidad intracomunal y trueque
intercomunal. Se nota lamentablemente una paulatina erosin de estas prcticas subsidiarias22:
20 El ayllu es el ncleo social de la cultura andina. Ha sobrevivido a todo el proceso colonial y republicano, hasta
confundirse ahora con el de la comunidad. La idea de crear ayllus urbanos en las grandes ciudades muestra la
vigencia y vitalidad del ayllu transformado en comunidad. La marka es un conjunto de ayllus. Las comunidades de
Agua Blanca, Cololo Altarani, Puyo Puyo, Antaquilla y Nube Pampa se unieron as recientemente para formar la
TCO Marka Copacabana de Antaquilla.
21 CIT. 1998. Plan de desarrollo Municipio de Charazani - Tomo 1. Centro de Inovacin Tecnolgica. La Paz,
Bolivia.
22 Los ganaderos de las alturas cambiaban por ejemplo sus productos con los agricultores de los valles de Charazani
y Pelechuco, y existan canales de intercambio desde los Yungas hasta Juliaca en el Per. Las ferias internacionales
anuales son una parte del sistema de trueque que se ha mantenido hasta la fecha.

a) Tierras altas
La economa de las tierras
altas (zona altoandina y tun-
dra hmeda, tambin llama-
da pampa) se basa casi exclu-
sivamente en la ganadera de
camlidos (llamas y alpacas)
y ovinos, realizndose dos es-
quilas anuales (enero-febrero
y octubre-diciembre) y dividi-
ndose la produccin de fibra
entre fines comerciales y uso
domstico, bajo un esquema
de manejo comunal.
Habindose totalmente per-
dido las actividades agrcolas La cra de llamas y alpacas es la base de la economa en las tierras altas
con las modificaciones en la del rea. Foto: SP
tenencia de la tierra por la Re-
forma Agraria, la ganadera de camlidos ha llegado a ser la nica actividad productiva en esta
zona, donde los pastizales y bofedales naturales alcanzan una superficie aproximada de 47.000
has. A pesar de este potencial innato para la produccin de ganado camlido, la alta densidad de
animales (hasta 150 individuos por familia) origina conflictos entre las estancias y se presentan
serios problemas de sobrepastoreo y patologas.
b) Valles
La economa de los valles est basada
en una agricultura de autoconsumo
en terrazas, con ganadera de
vacunos y ovinos en pequea escala,
complementada por la migracin
temporal de muchos pobladores hacia
las ciudades y los centros mineros. En
el valle de Charazani la produccin
agrcola ha alcanzado un alto nivel
tcnico-organizativo, destacando los
cultivos siguientes: i) entre 2.800 y
3.600 msnm: aj, frutales, yuca, maz,
trigo y arvejas; ii) entre 3.600 y 4.000
msnm: tubrculos, cebada y haba23.
Agricultura en terrazas en el valle de Charazani. Foto: MSD
23 DNCB/CECI. 1997. Plan de Manejo - Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla: Diagnstico de la reserva.
DNCB, Centro Canadiense de Estudios y de Cooperaccion Internacional. La Paz, Bolivia.

c) Tierras bajas
En las tierras bajas la poblacin colona practica una agricultura de tala y quema basada en
cultivos tropicales (pltano, yuca, maz, arroz, caf, ctricos, etc), con todas las consecuencias
que trae la remocin de la cobertura vegetal en suelos frgiles y zonas de fuertes pendientes
(erosin, movimientos en masa, etc.). Al parecer habra culminado la tala de madera para fines
comerciales, probablemente como consecuencia del agotamiento de las especies valiosas en las
pocas zonas accesibles.
Entre las actividades transversales, es decir practicadas en las varias subregiones del rea, cabe
destacar la minera aurfera y la piscicultura24.
Si bien los recursos mineros del rea son mltiples (oro, arsenopirita, y en menor medida plata,
plomo, zinc, estao y calizas), la actividad minera se centra en la actualidad casi exclusivamente
en la explotacin aurfera. Actividad de larga data (desde la poca precolombina) principalmente
ubicada en las cabeceras de valles, la minera de oro adquiri gran importancia con el cierre de
las minas estatales en 1985, cuando miles de obreros perdieron su trabajo y se encontraron sin
alternativas de reinsercin en el mundo laboral. Realizada exclusivamente en pequea escala y
mayormente en minas subterrneas, se practica a nivel de comunidad (lavaderos comunales) o bajo
el sistema de cooperativas, con maquinaria y socios mayormente externos a las comunidades.
La agricultura de tala y quema en las tierras bajas conduce a fuertes procesos erosivos debido a
las fuertes pendientes que predominan en casi toda la zona. Fotos: MSD
24 Impulsada por el Programa Araucaria, la piscicultura es uno de los principales logros de la Cooperacin
Espaola. Las poblaciones de peces de las lagunas altoandinas se regeneran mediante ecloseras instaladas en los
valles. La produccin biolgica de truchas (sin ningn aditivo) se vende esencialmente en las ferias locales, pero
llega hasta los mercados de La Paz, donde compite exitosamente con los productos del lago Titicaca.

Actitud local frente al rea protegida
En general las comunidades de la zona alta mantienen una buena relacin con la administracin
del ANMI, reconocen su existencia y han sido favorecidas con la gestin de diversas maneras.
Las comunidades de la parte baja mantienen resistencia frente al rea protegida ya que la extensin
del rea protegida se hizo sin consenso con las bases sino solo con los dirigentes y existen intereses
en el acceso a los recursos naturales y la tierra25. Por otra parte existe una tendencia de establecer
cultivos de coca en la zona que est generando conflictos. En este clima de tensiones y rechazo,
la administracin del AP decidi destinar los recursos que tena para hacer inversiones en estas
comunidades a las poblaciones de la parte alta.
25 En esta poca los dirigentes pretendieron extraer alrededor de 3000 pies de madera por familia, lo que fue
negado totalmente por la direccin del AP.

Turismo
La situacin turstica del ANMI Apolobamba se puede plantear en los siguientes trminos: es un
lugar que todos quisieran conocer pero donde nadie se atreve a viajar.
La belleza paisajstica del rea es incomparable, conformada principalmente por los imponentes
nevados y glaciares como el Akamani o el Katantika, las numerosas lagunas de origen glacial y
las poblaciones de vicuas silvestres y rebaos de camlidos domsticos en extensos pastizales
sin construccin de alambrados. Para los turistas en bsqueda de sensaciones fuertes existen in-
numerables rutas de ascenso para andinismo, as como ros torrentosos aptos para el rafting. Y
para las personas atradas por experiencias ms contemplativas existen caminos precolombinos
habilitados y numerosos sitios arqueolgicos (sistemas de riego preincaicos) e histricos (edificios
coloniales). Asimismo, la regin es asiento de la cultura Kallawaya, con su medicina tradicional
de renombre. En Curva, Charazani, Chullina, Chari y Chajaya se hallan baos termales26.
No obstante, a pesar de todas estas riquezas y de una relativamente buena accesibilidad en
comparacin con muchas otras APs del pas (5 a 7 horas en vehculo desde La Paz), el flujo turstico
al rea es todava muy bajo, estimndose el contingente de visitantes anuales en aproximadamente
300 personas. Segn el Plan Mnimo de Ordenamiento Turstico, esta situacin se debe
principalmente a la casi ausencia de infraestructura y servicios y a una insuficiente promocin
del rea27. Es ms, dado que las pocas empresas tursticas que operan en Apolobamba no incluyen
los servicios locales en sus paquetes, la poblacin local casi no se beneficia de esta actividad.
Pese a las iniciativas tendientes a me-
jorar esta situacin, como la reciente
apertura de albergues tursticos en La-
gunillas y Agua Blanca, la instalacin
de sealizacin turstica y la publi-
cacin de folletos y trpticos infor-
mativos, falta an la implementacin
un verdadero programa de fomento
turstico, consensuado, coordinado
y con visin de largo plazo. Un paso
prometedor en este sentido ha sido la
contratacin por la administracin
del rea de un tcnico en comuni-
cacin responsable de dar a conocer
el ANMI mediante documentales y
Los nevados de la Cordillera Real son un lugar de renombre otros productos de diseminacin.
para los andinistas. Foto: MSD
26 Ribera, M.O. 1999. Aspectos generales sobre la conservacin de la biodiversidad y reas protegidas en Bolivia.
100 pp.
27 Sinz, X. 2002. Plan Minimo de Ordenamiento Turstico del rea de Manejo Integrado Nacional Apolobamba.
Por encargo del SERNAP.

Programas de Conservacin e
Investigacin
La zona ocupada por la antigua Reserva Nacional Ulla Ulla ha sido objeto de varios estudios y
diagnsticos desde su creacin en 1972, sintetizados en el Plan de Manejo de 1997.
Entre 1996 y 1999, el Proyecto Alpaca del Centro Canadiense de Estudios y Cooperacin
Internacional proporcion los recursos necesarios para la implementacin del rea, que ha venido
promoviendo el manejo sostenible de los camlidos desde ese entonces. Durante un tiempo se
recibi apoyo en produccin de camlidos mediante la Asociacin Integral de Ganaderos en
Camlidos de los Altos Andes (AIGACAA) y la organizacin ISQANI, pero estas iniciativas
fracasaron por mal manejo. Hoy en da se cuenta con varios tesistas realizando estudios sobre la
vicua.
Paralelamente a la ganadera, el tema que ms importancia ha cobrado en recientes aos es el
de la minera, que ha atrado a la Fundacin MEDMIN con un proyecto de difusin de tcnicas
de amalgamacin del oro sin mercurio (en particular en Sunchully), vinculado a un estudio de
Conservacin Internacional sobre la contaminacin de los ros debida a la pequea minera
dentro de su proyecto Biodiversidad en el Desarrollo Regional (BiRD en ingls).
A continuacin se presentan los principales proyectos vigentes en el rea:
El Proyecto Paisajes Vivientes de WCS, en colaboracin con el Instituto de Ecologa, se enfoca
actualmente en las siguientes actividades:
Anlisis de la distribucin y abundancia relativa de especies paisaje (oso jucumari28,
cndor, vicua) e identificacin de reas prioritarias para su conservacin;
Relevamientos de vegetacin estandarizados en reas de evaluacin del oso jucumari (con
el Herbario Nacional);
Evaluaciones botnicas (con el Herbario Nacional);
Estudios ornitolgicos;
Estudio del impacto de los animales silvestres (zorrinos, osos, roedores, loros) sobre los
cultivos. En base a este trabajo se definieron medidas de mitigacin de daos, que se estn
ahora implementando en tres comunidades (Pajn, Kapna y Wayrapata, Municipio de
Curva), as como mtodos de reduccin de prdidas de ganado por depredacin en el sector
de Curva y en la comunidad de Pelechuco. En paralelo se ha elaborado un manual para la
identificacin de las causas de muerte de ganado, con el cual se ha capacitado a algunos
guardaparques.
Al margen de estos proyectos de investigacin y manejo de recursos, WCS est tambin
28 Sobre el oso jucumari se tiene un trabajo de tesis: Paisley, S. 2002. The Spectacled Bear in Apolobamba,
Bolivia: the Conservation of a Culturally Salient Species. Universidad de Kent, Canterbury, UK.

apoyando al Comit de Gestin y la
Coordinadora Interinstitucional y
promoviendo la planificacin ambiental
de las varias localidades integrantes
de la Mancomunidad de Apolobamba
(Pelechuco, Curva, Charazani, etc.)
Por su parte, el Proyecto COBIMI
(Conservacin de la Biodiversidad para
un Manejo Integrado), producto de una
asociacin entre el Museo Nacional de
Historia Natural (MNHN), la Coleccin
Boliviana de Fauna (CBF), el Museo de
Historia Natural Noel Kempff Mercado
(MHNNKM, Santa Cruz) y el American
Museum of Natural History (AMNH,
de Nueva York) para la capacitacin de
Miembros del equipo de ParksWatch participando en el censo bilogos y la evaluacin del estado de
de vicua 2003. Foto: MSD la biodiversidad en el pas, apoya en la
actualidad a pequeos proyectos comunitarios en el tema ecoturismo como la construccin de
centros de interpretacin cultural en Lagunillas, Agua Blanca y Kotapampa. Acaba tambin
de terminar En la actualidad est promoviendo tambin la creacin de un centro culturales en
Kaluyo, Charazani y Chari (con apoyo del PNUD), este ltimo completado y vinculado con
Kotapampa mediante un sendero turstico.
Sin duda el proyecto de mayor alcance hasta la fecha ha sido el Proyecto Integral Apolobamba
(1998-2004), financiado por la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional en el marco de
su Programa Araucaria y cerrado en.
Sus acciones se centraron en tres ejes:
Apoyo a la gestin del rea protegida mediante la ONG BOLHISPANIA, en una relacin
de co-manejo con el SERNAP (como contraparte): construccin de campamentos, dotacin
de equipamiento de oficina, contratacin de cuatro guardaparques especializados (con las
atribuciones siguientes: educacin ambiental, ecoturismo, eco-piscicultura y manejo de vi-
cuas);
Apoyo al uso sostenible de la vicua con la creacin y consolidacin de la Asociacin
Regional de Manejadores de la Vicua, apoyo a las capturas, esquilas y acopio de fibra, par-
ticipacin en los censos anuales de vicua y organizacin de talleres de educacin ambiental
(en colaboracin con Conservacin Internacional);
Desarrollo socioeconmico mediante ayuda financiera al Instituto de Promocin y Apoyo
al Desarrollo (IPADE), al Servicio Rural de Electrificacin y Desarrollo Sostenible (SERE-
DES) y al Programa de Investigaciones Agrarias (PIA): piscicultura, ecoturismo (construc-
cin de dos albergues e instalacin de sealizacin turstica) y promocin de la medicina
tradicional Kallawaya.

Las actividades de capacitacin en los albergues comunales de Aguas Blancas y Lagunillas y la
promocin de la cultura Kallawaya contaron con la participacin del PNUD, que financi la
construccin de un museo artesanal en Chari y de un centro cultural de medicinas tradicionales
asociado con un centro de transformacin de plantas medicinales.
La FAO tiene proyectos aprobados en los temas de manejo de camlidos, pesca y ecoturismo,
pero se est esperando la contraparte del Municipio.
En el tema educacin ambiental, cabe mencionar el proyecto de Carpa Verde de Conservacin
Internacional (un conjunto de materiales didcticos porttiles entregado a varios campamen-
tos de guardaparques para su demostracin en las escuelas) y el trabajo del ICIB (Instituto para la
Conservacin e Investigacin de la Biodiversidad) hasta junio de 2004. Recientemente la ONG
SAVIA inici un proyecto de capacitacin con maestros de escuelas en temas de gestin de la
basura, gestin del ecosistema y educacin ambiental..
Otras instituciones activas en el ANMI
son: el Servicio Departamental Agro-
pecuario de La Paz (SEDAG-LP) (inves-
tigacin y extensin agropecuaria), AR-
MONIA (investigacin y monitoreo de
aves), el Cuerpo de Paz (US Peace Corps)
(apoyo con voluntarios) y la Colorado
State University (estudios cientficos).
Vale mencionar que durante nuestra
visita escuchamos una crtica recurrente
por parte de la poblacin sobre el hecho
que los resultados de los estudios que
se llevan a cabo en el rea casi nunca
les llegan, a pesar de los compromisos
de sus responsables. La generacin de
falsas expectativas es un problema muy
comn en los proyectos de investigacin
y conservacin, que genera desconfianza
por parte de los lugareos y amenaza los
logros alcanzados a la vez que dificulta La Carpa Verde introduce los alumnos del rea a su riqueza
esfuerzos posteriores. biolgica y a la importancia de cuidarla.

Presiones y Amenazas
Las principales presiones y amenazas al ANMI Apolobamba incluyen:
Presiones
Minera aurfera
Prcticas agropecuarias
Caza furtiva
Acumulacin de desechos slidos
Amenazas
Construccin de caminos y colonizacin
Presiones
Minera aurfera
Si bien el potencial aurfero del ANMI Apolobamba ha sido explotado desde tiempos
precolombinos, la actividad realmente empez a cobrar importancia a partir de 1985, con el
cierre masivo de empresas y operaciones mineras estatales y la consecuente formacin de una
multitud de cooperativas mineras. Desde ese entonces se otorgaron 46 concesiones dentro del
rea, donde operan 27 cooperativas con capital mayormente forneo. Paralelamente a estas minas
existen algunos lavaderos comunales donde los comunarios lavan oro por cuenta propia.
Las minas actualmente en actividad se concentran esencialmente en el norte del rea, en la
cuenca de la laguna Suches (vertiente occidental de la cordillera de Apolobamba), en el valle
del ro Pelechuco (vertiente oriental) y en el sector Sunchully-Sorapata. Existen tambin algunas
minas en operacin en el valle de Charazani, en las cercanas de Camata (lmite sur del ANMI)
y en casi toda el rea se cuenta adems con yacimientos inexplotados de platino, tungsteno,
antimonio, vanadio, plomo, plata y estao.
Practicada principalmente por personas ajenas a la regin que se consideran exentas de deberes
y responsabilidades hacia las comunidades y autoridades locales, esta explotacin trae una serie
de problemas vinculados al uso de tecnologa rudimentaria e inapropiada, que resulta en la
contaminacin de los ros por mercurio y sedimentos, focos locales de contaminacin area

y una alta incidencia de accidentes laborales. Entre las tcnicas de tratamiento altamente
contaminantes desarrolladas empricamente por falta de asistencia tcnica destacan la utilizacin
indiscriminada del mercurio para el amalgamado del oro en circuito abierto y la quema al aire
libre de esta amalgama para la separacin del mercurio y el oro29.
Las cooperativas responsables de los principales focos de contaminacin son Flor de Nevado y
Santiago. En cambio, cabe destacar los esfuerzos positivos de algunas cooperativas, tales como
Suches y Cerro Hermoso, que no solamente cuentan con una licencia ambiental sino que usan
tambin pozas de sedimentacin y practican la restauracin paisajstica de las reas que afectan.
Frente al problemtico surgimiento de la minera artesanal como consecuencia de la crisis minera
de 1985 y de las dificultades econmicas que atraviesa el pas dede ese entonces, en 1994 el
gobierno impuls, con un financiamiento de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperacin
(COSUDE), el Programa de Manejo Integrado del Medio Ambiente en la Pequea Minera, que
consista en la sensibilizacin de los mineros pequeos sobre los aspectos ambientales de sus
operaciones y la divulgacin de tcnicas que permiten una mayor recuperacin del oro a menor
costo financiero, sanitario y ambiental.
Dos campamentos mineros en el noroeste del rea: izq. Levandern, explotadas por los habitantes
de Agua Blanca; der. Santiago, en las cercanas de Pelechuco. Fotos: MSD
Lamentablemente, debido tanto a la falta de recursos como a la actitud de desconfianza de la
mayora de los mineros, ste tuvo resultados muy limitados en Apolobamba, donde solamente se
lograron dotar dos cooperativas con un sistema de tratamiento no contaminante. De la misma
manera, la ONG Conservacin Internacional realiz un estudio sobre la contaminacin por el
mercurio en el marco del proyecto BiRD, pero ste todava no ha tenido ninguna difusin entre
las comunidades mineras a las cuales estaba dirigido.
Por lo general, el proceso de explotacin en las minas del ANMI consiste en la extraccin
de material rocoso desde galeras abiertas con dinamita. En algunas cooperativas las vetas
29 Gordillo, J. 1997. Inventariacin de concesiones mineras en el ANMI Ulla Ulla. Informe Tcnico. Programa
de Manejo Integrado del Medio Ambiente en la Pequea Minera.

son explotadas manualmente y en otras con la ayuda de compresoras de aire y perforadoras
neumticas. Generalmente el desarrollo de la explotacin no avanza sistemticamente, sino que
se arrancan las zonas enriquecidas mientras que las partes pobres de la veta se quedan en su
lugar. En comparacin con las operaciones a cielo abierto, el impacto ambiental de estas minas
es comparativamente bajo30.
El proceso de extraccin del oro se realiza mediante diferentes esquemas. La forma ms rstica
consiste en una trituracin manual, seguida por una molienda en molino de piedras (quimbaletes),
que puede ser efectuada en seco o en hmedo. En este ltimo sistema se utiliza mercurio,
combinando la molienda con el proceso de amalgamacin. El oro amalgamado se separa luego
del material molido utilizando bateas. En los procesos mecanizados se utilizan trituradoras a
mandbulas, molinos a ruedas (trapiches) o a bolas, y despus varias etapas de concentracin
gravimtrica. Es comn el uso de mercurio en los trapiches o en los molinos de bolas para moler
y amalgamar simultneamente.
Dado que se practica en circuito abierto y sin ningn sistema de recuperacin, el uso del mercurio
constituye el impacto ambiental ms importante de estas explotaciones. Por la amalgamacin
intensa en los molinos, gran parte del mercurio se atomiza formando la llamada harina de
mercurio, que ya no sirve para amalgamar el oro. Esto obliga a los mineros a utilizar mayores
cantidades de mercurio. La harina de mercurio fluye junto con las colas directamente a los ros.
Tambin existen barranquilleros en este tipo de operaciones. Estos trabajan de la misma forma
que las cooperativas primarias no mecanizadas y a veces son sus predecesores.
La mayor parte del mercurio utilizado en la minera aurfera se emite a la atmsfera. Esto causa
por un lado un impacto directo sobre la salud de los mineros. Por otra parte, el mercurio llega
a ecosistemas lejanos por los mecanismos del transporte atmosfrico y su disolucin en agua
de precipitacin. De esta manera, el mercurio emitido localmente se reparte en toda la cuenca
Amaznica. En los ecosistemas acuticos el mercurio se convierte en metil-mercurio por medio
de la actividad microbiana y en esta forma se acumula en la cadena alimenticia31. El consumo
de pescado contaminado con metil-mercurio es daino para la salud humana. Por ende, el uso
de dinamita para la apertura de las vetas tiende a desestabilizar los glaciares cercanos (como es el
caso del Katantika), provocando erosin, avalanchas y deslizamientos.
Otro problema asociado con el potencial aurfero de la zona es la llegada constante de nuevos
migrantes (generalmente temporales, aunque algunos se establecen de manera permanente)
poco respetuosos del ambiente y de la reglamentacin del rea protegida, que abren caminos,
cazan y pescan en forma indiscriminada, disponen los desechos domsticos en los ros, explotan
vetas fuera de sus concesiones y dejan todas sus maquinarias obsoletas y desperdicios cuando
abandonan sus campamentos. Esto genera conflictos con las comunidades asentadas, que han
empezado a rechazar esta actividad devastadora que no les trae ningn beneficio. A quienes
30 Evia, J.L. y R. Molina. 1997. Estudio Medio-Ambiental de la Minera Mediana, Pequea y Artesanal en Bolivia.
Banco Universidad Catlica Boliviana. La Paz, Bolivia.
31 Fundacin MEDMIN. 2001. Impactos econmicos y ambientales de la liberalizacin del comercio. Una
aplicacin al sector minero. La Paz, Bolivia.

tratan de explicarles los problemas que genera esta forma de actuar, los mineros responden
frecuentemente con nomeimportismo y hasta agresividad32.
Las precarias condiciones de trabajo y en particular el uso de mercurio sin ninguna forma de proteccin
ni recuperacin provocan problemas tanto sanitarios como ambientales. Fotos: MSD
Pero ms all de los daos ambientales generados por las explotaciones actuales, la verdadera
preocupacin radica en el nmero, superficie y distribucin de las concesiones otorgadas en el
rea (ver mapa), que llegaran a afectar una proporcin significativa de su extensin si entraran
en servicio, por ejemplo con la subida del precio de ciertos minerales, como est sucediendo en
la actualidad con el oro33.
Pese a la amenaza que constituye para el rea, la minera no es considerada incompatible con
32 Gordillo, J. 1997. Inventariacin de concesiones mineras en el ANMI Ulla Ulla. Informe Tcnico. Programa
33 Se estima que solamente el 5% del potencial aurfero de la zona se encuentra actualmente bajo explotacin.

su categora34, y el Estado boliviano, respondiendo a un Cdigo Minero ms poderoso que el
Reglamento General de reas Protegidas (RGAP, D.S. N24.781 del 31 de julio de 1997) sigue
otorgando concesiones en sta y muchas otras reas protegidas del pas a travs de procedimientos
muy expeditivos. A esto se suma la incapacidad del cuerpo de proteccin, por falta de instrumentos
legales, de hacer cumplir las disposiciones mnimas del Cdigo Minero, en particular las que
establecen la obligatoriedad para cada operacin minera de contar con una licencia ambiental,
una que sea otorgada bajo presentacin de un estudio de evaluacin de impacto ambiental
estableciendo que las actividades no afectarn el cumplimiento de los objetivos de proteccin
del rea35.
Prueba del considerable peligro que representa esta situacin para el rea, es el estudio geolgico
que vino a realizar una delegacin de la Agencia Japonesa de Cooperacin Internacional (JICA)
a principios de 2004, y que demuestra que los recursos minerales de esta y varias otras reas del
pas alimentan intereses internacionales con mucho poder poltico.
Mapa de concesiones mineras en el ANMI Apolobamba. Fuente: WCS, 2004
34 Art. 12 del decreto de creacin del ANMI Apolobamba (D.S. N25.652, del 14 de enero de 2000)
35 Art. 90 del Cdigo Minero, promulgado por Ley N 1.777 del 15 de marzo de 1997.

Las actividades agropecuarias en el ANMI presentan distintas modalidades y conducen a impactos
diferentes segn su ubicacin, distinguindose dos principales mbitos:
a) Tierras altas y valles

En las tierras altas y los valles, la quema es la prctica tradicional para la renovacin de los
pastizales, la limpieza de los terrenos y la fertilizacin de los suelos. Se inscribe en las costumbres
locales y su uso es generalizado, siendo su motivo a veces nicamente evitar el acercamiento
de zorros y otros animales dainos o bien, una distraccin para los nios. El mayor problema
asociado con esta prctica, que alcanza su mxima intensidad entre los meses de junio y agosto,
son los fenmenos erosivos producidos cuando se la realiza en zonas de fuertes pendientes.
Conduce tambin frecuentemente a la prdida de la cobertura vegetal vecina a los terrenos
que se suelen limpiar, generando ocasionalmente incendios descontrolados que pueden destruir
la vegetacin de cerros enteros. Ms grave an es el hecho de que en algunas comunidades
reticentes a la administracin del rea existe un instructivo de prender incendios voluntarios
para desestablizarla.
En la Puna, donde la mayor actividad es la cra de camlidos, la sobrepoblacin de alpacas
genera el sobrepastoreo de extensas partes de la meseta occidental, lo que tiende a empobrecer
el potencial ganadero de la zona debido al reemplazo progresivo de las especies forrajeras ms
palatables por especies menos apetecidas36.
Si bien existe una franca preocupacin por la falta de pasturas, no se quiere reconocer la excesiva
densidad de animales en esta regin donde el estatus social de los comunarios est directamente
vinculado al nmero de cabezas que poseen. En todos los pastizales comunales de la meseta se
La quema anual de pastizales es una costumbre muy arraigada entre los habitantes del rea. Cada ao
se pierden grandes extensiones de hbitats naturales como consecuencia de esta prctica. Fotos: MSD
36 Ribera, M.O. 1995. Informacin bsica resumida en matrices y documentos cortos sobre el Sistema Nacional
de reas Protegidas de Bolivia. Direccin Nacional de Conservacin de la Biodiversidad. La Paz. 145 pp.

encontraran entre 60.000 y 120.000 alpacas segn las fuentes37 (los censos se ven extremadamente
dificultados por la tendencia generalizada a la evasin de impuestos, que conduce a la gente a
declarar solamente una parte de sus rebaos).
Mientras los propietarios de alpacas se ven obligados a trasladar sus animales hacia zonas remotas
sin mucha carga animal, la escasez de pastos influye sobre el comportamiento de los camlidos
silvestres (vicuas), que buscan forraje a mayores alturas, en particular hacia el Per, donde
frecuentemente desaparecen. Por otra parte, la elevada carga animal influye en la incidencia de
parasitologas, como la sarcoptosis, que se puede trasmitir entre las alpacas y las vicuas cuando
sus poblaciones se mezclan. Al debilitar los animales, esto los hace presa fcil para los depreda-
dores, en particular los perros pastores sin dueo.
Para aliviar los efectos de las sequas
que se presentan en cada temporada
seca (junio a septiembre), los ganaderos
contemplan la construccin de nuevos
pozos y canales de riego, desviando el
curso de algunos arroyos o aprovechando
el agua de las lagunas (con una bomba
fotovoltaica), pero el potencial de riego
de la zona ya est explotado en gran
medida y al mejorar temporalmente la
situacin se teme que slo resultara en
el aumento del nmero de cabezas de
animales y la agudizacin del problema
en el futuro.
A travs de la meseta occidental se extiende una amplia red
de canales de riego. Foto: MSD Otra amenaza importante es la reduccin
de la agrobiodiversidad nativa local, que
es uno de los valores naturales-sociales de mayor relevancia del rea (decenas de variedades de
papa, otros tubrculos, maz, quinua, amaranto, etc.). Esta prdida de germoplasma se relaciona
estrechamente con la prdida de valores culturales y deterioro de los sistemas productivos
tradicionales mencionados anteriormente38.
b) Tierras bajas
En las tierras bajas, el asentamiento de nuevas familias de colonos, prcticamente todas origi-
narias del Altiplano (como se indic anteriormente, muchos provienen de la meseta occidental
del ANMI), resulta en un complejo mosaico de desmontes para fines agrcolas, en terrenos gen-
eralmente muy inclinados y por la mayora no aptos para esta actividad. Esta situacin afecta en
particular los frgiles bosques nublados de Carijana, donde grupos de habitantes de Amarete y
37 Respectivamente Asociacin Regional Izcani y Aramayo, J. L., 2000. Amenazas a la Reserva Nacional de Fauna
Ulla Ulla. Universidad de Tecnologa Boliviana. La Paz, Bolivia. 81 pp.
38 Ribera, M.O. Comunicacin personal.

otras comunidades tienen la intencin de asentarse desde
hace muchos aos, volviendo cada ao a plantear sus de-
mandas a la administracin del rea.
La aplicacin de prcticas agrcolas inadecuadas trae las
consecuencias tpicas de procesos de colonizacin sin
asesoramiento tcnico: destruccin indiscriminada de la
cobertura vegetal por tala y quema, empobrecimiento de
los suelos, erosin hdrica, movimientos en masa y al final
la necesidad para los campesinos de limpiar nuevos terre-
nos debido al rpido agotamiento de sus parcelas.
Estos procesos se realizan en pequea escala (parcelas gen-
eralmente no superiores a 3-5 hectreas) y se concentran
por ahora principalmente en el borde del camino Charaz-
ani-Apolo, con focos en los alrededores de algunas comu-
nidades, pero la comparacin entre imgenes satelitales
de 1995 y 2001 indica cambios en la cobertura vegetal de
prcticamente todas las zonas accesibles. A esto se suma
el problema del incremento paulatino de las plantaciones
de coca en aos recientes (zona de Sotapata, ver foto), que
viene acompaado de todas las consecuencias negativas de Chaqueo en pendiente escarpada en las
cultivos ilegales para el narcotrfico. Unas 50 familias es- cercanas de Siatha, Foto: MSD
taran involucradas en esta actividad, vinculadas a intereses
polticos. stas rechazaron el ao pasado una propuesta de apoyo a la transicin hacia productos
alternativos (pimienta negra, caf) que contaba con financiamiento de la AECI y apoyo tcnico
del IPADE.
Esta parte se encuentra en la zona de ampliacin
de la antigua Reserva Nacional de Fauna
Ulla Ulla, incorporada al rea en el ao 2000
sin un verdadero proceso de consulta de las
poblaciones involucradas. Las relaciones entre la
administracin del rea y las poblaciones asentadas
son infrecuentes y percibidas en forma negativa. El
equipo de proteccin no cuenta de hecho todava
con la ms mnima infraestructura que le permita
asegurar una presencia oficial en la zona, por lo
que todava no ejerce ningn control sobre las
actividades de la poblacin colona, aparte de las
El principal destino de la coca producida en el ANMI que implican la salida de cargas voluminosas hacia
es el narcotrfico. Foto: SP La Paz, como la tala de madera39.
39 Al obstruir el nico punto de salida hacia los mercados, el puesto de guardaparques de Charazani logra un
control efectivo de ciertas actividades ilcitas llevadas a cabo en la parte baja del ANMI, an sin implementacin.

Cabe sealar que esta ltima actividad, que se practicaba en forma indiscriminada hasta hace
muy poco tiempo y que probablemente ha disminuido por el agotamiento de las especies valiosas
en las zonas ms accesibles, fue el origen de violentos enfrentamientos con la administracin del
rea en el ao 2002, cuando dos guardaparques fueron asaltados y su campamento destruido.
Frente de colonizacin en el lmite norte del ANMI, al lado del camino hacia Apolo.
Foto: MSD
Caza furtiva
La caza de animales silvestres es prohibida por el reglamento del rea protegida, pero se tolera
fuera de la zona ncleo cuando se practica para fines culturales (por ejemplo para la decoracin
de trajes tradicionales de baile).
No obstante, la caza furtiva es un problema serio en el rea, donde es principalmente motivada
por:
Necesidades alimenticias. La carne de monte satisface las necesidades protenicas de
muchos pobladores, en particular de los mineros, cuyos campamentos frecuentemente
ubicados por encima de los 4.000 msnm no se prestan a la cra de ganado. Esta categora
de pobladores ejerce por ejemplo una presin bastante alta sobre la vizcacha (Lagidium vis-
cacia), el roedor ms emblemtico de la Puna. Las varias especies de venados se encuentran
tambin amenazadas por la cacera ilegal que se practica en las tierras altas, as como las aves
acuticas que anidan en las lagunas glaciares y que son muy cotizadas por los militares de
los varios batallones ecolgicos presentes en la Pampa. Si bien en los valles la presin es
menor debido a la relativa abundancia de ganado domstico, los pobladores de las tierras
bajas tienden a cazar monos (en particular el marimono - Ateles paniscus) para complementar
su alimentacin.
Proteccin de los cultivos (maz, papa, oca). Para ello se cazan esencialmente el ciervo
(Odocoileus virginianus) y el venado andino (Hippocamelus antisensis).
Proteccin del ganado (ovino, bovino, camlido) contra los depredadores. La mayora de
los ataques son perpetrados por el oso jucumari (Tremarctos ornatus), el zorro (Pseudalopex
culpaeus), el puma (Felis concolor) y el cndor (Vultur gryphus). Cabe recalcar que los rebaos
de bovinos y camlidos varones solo raramente cuentan con la presencia de un pastor.
Para protegerse de prdidas potenciales, los agricultores y ganaderos matan a cualquier animal
que atente a sus intereses, an si se trata de una especie amenazada como el jucumari o el
condor.
Cabe tambin mencionar la caza de vi-
cuas, cuya matanza sistemtica40 en los
aos 60 llev a la especie al borde de
la extincin, pero que se ha reducido
considerablemente gracias a las labores
de concientizacin por parte del cuerpo
de proteccin y al programa de manejo
y uso sostenible que se ejecuta desde
1999. A lo largo del ao, los comunar-
ios toman turnos como vigilantes para
detener a los eventuales cazadores ile-
gales, en particular a aquellos proveni-
entes del Per.
Piel de vicua decomisada. Foto: MSD

Debido a que la mayora de las comunidades del ANMI carece todava de infraestructura y equi-
pamiento para el manejo de la basura, sta se va acumulando alrededor de los centros poblacio-
nales en improvisados basurales, alcanzando en ciertos lugares niveles inaceptables para un rea
protegida.
Muchas de las comunidades ubicadas a la orilla de un ro usan este mismo para la evacuacin de
sus desechos slidos. En este contexto destaca la lamentable situacin de la localidad de Pelechuco,
sobre el ro del mismo nombre, cuya alcalda se niega desde hace muchos aos a tomar medidas
para gestionar este problema a pesar de las repetidas ofertas de apoyo realizadas por las varias
instituciones preocupadas por el tema, incluso la administracin del rea. Durante nuestra visita
en la zona se pudo comprobar que una gran parte de los pobladores comparten la idea de que
no vive nadie ro abajo del pueblo, razn por la cual no entienden la preocupacin de ciertas
personas por el destino de la basura. La falta absoluta de conciencia ambiental que demuestran
40 Segn el personal del rea, con ametralladoras.

los habitantes de este pueblo y de muchas otras comunidades del
rea hacen pensar que no cambiaran su accionar an sabiendo que
otras poblaciones se ven perjudicadas aguas abajo.
En cuanto a los campamentos mineros, como lo demuestra la
foto abajo la situacin se ve agudizada por la falta de un sistema
de evacuacin tan eficiente como un poderoso curso de agua y los
basurales llegan a cubrir superficies gigantescas en proporcin con la
dimensin del asentamiento. Otros focos importantes de desechos
slidos son los puntos sobre la frontera con el Per donde se realizan
las ferias binacionales (hitos 3 y 15).
Cabe recalcar el relativo xito registrado en algunas minas, como
la mina de Santiago cerca de Pelechuco, donde los cooperativistas
usan ahora pozos para la disposicin de sus residuos slidos. La
diferencia entre esta mina y las que no se han beneficiado de ningn
asesoramiento es elocuente.
Con ayuda del Proyecto Integral Apolobamba, que ha permitido dot-
Los baos pblicos de Pelechuco ar al cuerpo de proteccin de un guardaparque capacitado en el tema
se encuentran directamente basura, la administracin del rea organiza desde hace algunos aos
sobre el ro. Foto: MSD campaas
de limpieza
con ciertas comunidades y aborda el
problema en sus reuniones con el Co-
mit de Gestin y los dirigentes del rea.
La temtica ha sido tambin debatida
en los talleres de planificacin ambien-
tal municipal organizados por WCS y se
cuenta con algunos avances significati-
vos, como la apertura de un vertedero
municipal para la localidad de Chara-
zani y alrededores y la incorporacin
de cursos de educacin ambiental en
algunas escuelas. No obstante, queda
mucho por hacer para liberar el ANMI Estado del bofedal ubicado aguas abajo de las minas de
del espectro de la contaminacin por Levandern. En esta mezcla de basura y mercurio pastan
acumulacin de desechos slidos. camlidos. Foto: MSD

Amenazas
Construccin de caminos y colonizacin
Consideramos que dos escenarios probables constituyen amenazas muy serias para la integridad
del rea, haciendo del manejo de estas temticas una prioridad para el futuro a corto y mediano
plazo:
La principal amenaza, que requiere de una atencin particular y exige la movilizacin de
la administracin del rea para la implementacin oportuna de actividades de manejo en la
zona de ampliacin, la constituye el riesgo de incremento de la poblacin colona en las tier-
ras bajas si se mejora el camino a Apolo o si se abre el camino de Apolo a Ixiamas41.
La segunda se refiere a la apertura de la senda Pelechuco-Apolo al trnsito vehicular. Esta
idea se vuelve a plantear peridicamente desde los aos 60, motivada por la bsqueda de al-
ternativas a la minera aurfera una vez que se agoten las principales vetas. Los habitantes de
Pelechuco trataron de habilitar un
primer tramo, pero las obras se de-
tuvieron en el 2001 por falta de re-
cursos (se requiere la construccin
de numerosos puentes) y bajo la
presin del director del rea, quien
intervino para proteger una de las
pocas zonas intangibles del ANMI.
Se reiniciaron las obras en el 2003,
pero la falta de recursos financieros
sigue impidiendo su avance.
Adems de sobreponerse a, y por lo
tanto destruir, un antiguo camino inca
de gran relevancia histrica, cultural y
turstica, este tramo expondra a la col-
onizacin y explotacin maderera un Los habitantes del valle de Pelechuco y de otros valles
valle casi virgen y de gran valor para la reclaman la construccin de caminos para poder comercializar
conservacin. sus productos. Foto: MSD
41 Para mayor informacin sobre este tema, consultar el perfil ParksWatch del PN-ANMI Madidi, disponible en
la direccin siguiente: http://www.parkswatch.org/parkprofile.php?l=spa&country=bol&park=mdnp.

Soluciones Recomendables
Minera aurfera
El Plan de Manejo de 1997 reconoca la minera aurfera como uno de los aspectos claves de la
problemtica del rea, y la zonificacin propuesta determinaba las reas donde era permitida y
bajo cules condiciones. En retrospectiva, se observa que estos lineamientos no fueron respetados
en el menor grado. Ms bien, las operaciones mineras continuaron desarrollndose con el
transcurso de los aos sin haber logrado mejorar significativamente la relacin con los mineros.
El problema de la explotacin minera es genrico en todas las reas protegidas con potencial
minero del pas y radica en una falta de voluntad poltica para imponer restricciones a este
poderoso sector. Al establecer normas de funcionamiento en reas protegidas, el Reglamento
de Manejo Ambiental para la Actividad Minera (RAAM) introducido en 1997 constituye una
autorizacin de facto para dicha actividad.
Es ms, el gobierno sigue otorgando concesiones; el denominado silencio administrativo positivo
conduce frecuentemente a la aprobacin ad hoc de estudios de impacto y a la habilitacin de
licencias ambientales a cooperativas tcnicamente incapaces de cumplir con las normas. Frente
a este laxismo poltico, el SERNAP se encuentra con las manos atadas por la falta de una ley
que respalde el Sistema Nacional de reas Protegidas. Con un Cdigo Minero42 formulado para
garantizar la seguridad de las inversiones y exigiendo la indemnizacin de cualquier operacin
minera suspendida por razones otras que la proteccin de la salud o vida del personal o una
urgencia ambiental (Art. 39), la gestin de las reas protegidas del pas se ve intrnsicamente
supeditada a actividades productivas de alto impacto ambiental.
En este contexto, los guardaparques se encuentran en la imposibilidad de sancionar a los
infractores y an menos de hacer cumplir las normas del Reglamento del rea protegida. Existe
un procedimiento legal, pero ste implica hacer llegar un fiscal desde la ciudad de La Paz, lo que
por el tiempo de viaje involucrado resulta poco realista. Por lo tanto, las nicas herramientas
actualmente a disposicin del cuerpo de proteccin parecen ser el dilogo y la concertacin43.
Esta muy delicada situacin exige una respuesta en varios niveles, tanto de la legislacin como de
la aplicacin de la normatividad del rea y del relacionamiento entre los mineros, las comunidades
locales y la administracin.
a) Legislacin nacional
A nivel de la legislacin, es necesaria la urgente promulgacin de una Ley de reas Protegidas
42 Ley N1777, del 17 de marzo de 1997.
43 Tras de un laborioso procedimiento legal, el director del PN-ANMI Kaa Iya del gran Chaco logr as expulsar
al personal de una empresa minera que se encontraba llevando a cabo operaciones de prospeccin geoqumica
sin autorizacin dentro del rea. Este ejemplo demuestra que las intervenciones legales son posibles, pero que
requieren de mucha perseverancia, sin jams tener garantas de xito.

que reemplace el dbil Reglamento General de reas Protegidas y confiera al SNAP un verdadero
auxilio legal frente al Cdigo Minero, la Ley de Hidrocarburos y otras normativas favorables a
la explotacin de recursos naturales y a la industrializacin del pas. Desafortunadamente el
proceso de elaboracin de esta Ley, iniciado hace varios aos, se ha visto perjudicado por la
inclusin inoportuna de clusulas que legalizaran las actividades extractivas hasta en los parques
nacionales. Se recomienda por consiguiente apoyar en todo lo posible la recuperacin del texto
de ley original e incentivar su pronta promulgacin.
Con o sin la promulgacin de esta Ley, debe establecerse una coordinacin directa entre la
administracin del rea y las varias entes responsables del sector minero, a saber la Superintendencia
de Minas, el SERGEOMIN y el Viceministerio de Minera y Metalurgia para evitar los conflictos
que se generaran con las comunidades locales si llegaban nuevas olas de mineros a la zona. Para
evitar el otorgamiento de nuevas concesiones en reas restrictivas se recomienda demostrar a la
Superintendencia de Minas las desventajas econmicas para el concesionario interesado (costos
del Estudio de Impacto Ambiental y riesgos de rechazo de la actividad por ser contraria a los
objetivos de esa zona del rea protegida).
b) Normatividad del rea

Considerando la imposibilidad de cerrar las minas existentes, la aplicacin de la normatividad del
rea pasa por la legalizacin de todas las operaciones mediante la solicitud de licencias ambientales
y la adopcin de medidas que permitan reducir la contaminacin generada por los sistemas de
explotacin. En este contexto, sera oportuno lograr la amplia difusin de los resultados del
estudio realizado por Conservacin Internacional y la Fundacin MEDMIN sobre tcnicas de
extraccin no contaminantes e incentivar su implementacin, teniendo en cuenta que muchas
cooperativas se han declarado dispuestas a comprar los equipos necesarios. Dado que muchas no
tienen acceso a prstamos debido a un alto nivel de endeudamiento, sera conveniente crear un
fondo de crdito especficamente para este fin.
Otra limitante que se tiene que superar rpidamente es el reducido acceso a la asistencia tcnica,
en particular desde que la Fundacin MEDMIN, a cargo del Programa de Manejo Integrado
del Medio Ambiente en la Pequea Minera en los aos 90, transform sus estatutos de ONG
a los de consultora, con tarifas hoy da prohibitivas. La experiencia indica adems que no existe
una receta general vlida para todas las operaciones, sino que cada mina requiere una solucin
individual que corresponda a su situacin particular. Esto limita las posibilidades de auto-
implementacin de nuevas tecnologas, de donde surge la necesidad de una asistencia tcnica
constante y una supervisin intensa44.
Por otra parte, el director del rea considera que se dara un gran paso en la proteccin del
rea si se lograra recurrir a la Controlatoria General de la Repblica - ente habilitado a ejecutar
procedimientos penales en base a denuncias - para infracciones en ste y otros temas. Esta va
legal ya ha tenido buenos resultados contra la construccin ilegal de caminos.
44 Equipo MMSD Amrica del Sur. 2002. Minera, minerales y desarrollo sustentable en Amrica del Sur. 622 pp.
Coeditado por el Centro de Investigacin y Planificacin del Medio Ambiente (CIPMA) y el Centro Internacional
de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC).

Es tambin necesario conocer la cantidad exacta de concesiones activas y de mineros, as como
el nmero de trabajadores temporales que entran al rea y los que se instalan en su interior.
Mediante visitas peridicas a cada cooperativa, se debera asimismo realizar un seguimiento de la
actividad mediante el monitoreo de los sistemas de explotacin, cantidades de oro aprovechadas,
mtodos de recuperacin del mercurio, manejo de la basura, etc.
c) Relaciones entre la administracin, los mineros y las comunidades

Para lograr una buena colaboracin y coordinacin entre estos distintos sectores es de suma
importancia la organizacin de campaas de difusin para la poblacin minera sobre asuntos
referidos al rea protegida, a la legislacin ambiental y minera que les compete y que deben
cumplir, y sobre la importancia del control y monitoreo de la actividad por parte de las autoridades
competentes. La puesta en marcha de programas de educacin ambiental permitira por otra
parte informarles sobre los efectos txicos del mercurio y los riesgos asociados a su uso, en
particular para su propia salud. Pero ms all de estas necesarias actividades de concientizacin
ambiental, se tiene que lograr un mayor acercamiento entre los mineros y barranquilleros y los
pobladores locales (por mayora campesinos) as como fomentar la confianza y el respeto mutuo.
Un mejoramiento de las relaciones entre estos dos grupos reducira las tensiones existentes a la
vez que favorecera la disposicin de un mayor nmero de mineros hacia el respeto de las normas
ambientales.
Por ltimo, se recomienda dar seguimiento a los proyectos de minera limpia ejecutados con
fondos de la agencia de colaboracin internacional Japonesa (JICA), tanto para promover las
iniciativas tendientes a mejorar los procesos de explotacin minera y de las condiciones de vida
de los obreros como para controlar los efectos de este proyecto.
En las tierras altas y los valles interandinos, los principales problemas vinculados a las actividades
agropecuarias son los incendios provocados por la quema de pastizales y el sobrepastoreo debido
a la excesiva carga de ganado camlido en las praderas altoandinas.
Para prevenir los incendios y controlar la quema de pastizales es necesario organizar campaas
de concientizacin en torno a las amenazas que pueden desatar las quemas descontroladas y
convencer a los campesinos que den aviso a la direccin del rea cuando planeen hacer quemas.
Las de prevencin de incendios deber llegar a ser un programa permanente en el nuevo Plan de
Manejo, y los instructivos deben dirigirse tambin a los turistas.
Una vez efectuadas las tareas de sensibilizacin, se deber gestionar la colaboracin de los
comunarios en la vigilancia de los posibles incendios e incentivar la denuncia de los infractores.
Como se indic, algunas personas prenden fuegos en protesta contra la administracin y esto
no puede ser tolerado. De la misma forma, el uso del fuego para fines como el ahuyentamiento
de fauna silvestre tiene que ser totalmente prohibido. Esta prctica a menudo se sale de control
y ocasiona grandes prdidas de especies de animales y flora. El uso de sanciones ejemplares
no debera descartarse, aunque una estrategia de concertacin sera preferible a una actitud

predominantemente policial.
El sobrepastoreo por camlidos (llamas y alpacas) en la Puna se debe esencialmente a la falta
de organizacin de la actividad ganadera entre los varios productores, que ha finalmente
desembocado en una situacin de sobreexplotacin de bien pblico semejante a la descrita por
Hardin en su famoso artculo La tragedia de los comunes45. Contrarrestar este proceso requerir
de la regulacin del uso y manejo de los pastizales, mediante un sistema rotativo que ya cuenta con
algunos adeptos en el rea. Quizs las labores de concientizacin y capacitacin de los ganaderos
podran apoyarse en los productores que ya recurren a estas medidas.
Con miras a asegurar un rendimiento ptimo con impactos mnimos se tienen que realizar
estudios sobre la capacidad de carga tanto de las praderas como de los bofedales y sobre los
tiempos de reposo necesarios para la regeneracin de los pastos. Estos temas quizs se podran
incorporar al estudio previsto sobre los impactos del pastoreo y el mejoramiento de las prcticas
ganaderas, a cargo del Instituto de Promocin y Apoyo al Desarrollo (IPADE). En este trabajo se
recomienda analizar en detalle los factores que determinan el mejor estado de conservacin de
los pastizales ubicados del lado peruano de la frontera en comparacin con los del ANMI, tales
como los patrones de tenencia de la tierra, presencia de asesores tcnicos, mejoramiento gentico
de los animales, etc. En caso de que se obtuviese algn financiamiento para obras de restauracin
ecolgica, se recomienda sembrar las zonas ms degradadas con especies nativas.
Cabe destacar que gran parte de los productores estn convencidos de que el deterioro de los
pastos se debe a cambios climticos, cuya expresin tangible es la reduccin de las precipitaciones
anuales y la paulatina retraccin de los nevados y glaciares, planteando ante esta situacin la
necesidad de desarrollar el sistema de canales de riego. En ParksWatch creemos que este tipo de
medidas no conviene a la categora de ANMI y que sera preferible recurrir a alternativas menos
impactantes y ms sostenibles. Pero antes de rechazar este proyecto se podra investigar la posible
relacin entre la desecacin de los arroyos y los canales de riego existentes, para luego considerar
los resultados en el diseo de cualquier sistema de riego.
Por ende, una vez realizados los trabajos anteriores se deber establecer un tamao de rebao
mximo y realizar un ordenamiento territorial de las zonas ganaderas, as como conformar en
cada comunidad un comit de vigilancia que vele para su respeto (ya se han constituido algunos
para proteger las vicuas de la caza furtiva). Para que la administracin del rea pueda proceder en
contra de los infractores, es necesario establecer un sistema organizado y normado de sanciones y
cobros legitimado por medio de una resolucin ministerial o al menos una resolucin jefatural del
SERNAP. Una vez aprobada la nueva zonificacin, el cuerpo de proteccin deber ser estricto en
su implementacin, no permitiendo que los usuarios violen las pautas acordadas y establecidas.
En las tierras bajas, las prcticas agrcolas basadas en el sistema de tumba y quema conducen a
una ampliacin continua de la frontera agrcola caracterizada por la prdida casi completa de los
suelos en las parcelas ubicadas en terrenos inclinados (casi no hay llanuras en esta zona). En esta
parte del rea, es necesario encontrar mecanismos para que los campesinos conozcan y respeten
la capacidad de uso de los suelos. Se debe promover un cambio a una agricultura ms sostenible
45 Hardin, G. 1968. The tragedy of the commons. Science 162: 1243-48.

con diversificacin, implantacin de
cultivos permanentes, rotacin de
cultivos menores y enriquecimiento
de suelos. Por ello es necesario llevar
a cabo campaas de difusin, labores
de capacitacin y transferencia de
tecnologa, as como buscar mercados
para la produccin comercial.
Nuevamente, una vez definidas las
reglas del juego se deber decomisar los
productos a quienes realicen actividades
productivas o extractivas sin permiso.
Dado que se trata de una zona en proceso
de poblamiento, es necesario realizar
Los ecosistemas naturales de los valles del ANMI han sido un censo demogrfico para obtener una
profundamente modificados a lo largo de los siglos por el uso lnea base de la situacin poblacional y
del fuego. Esta prctica, junto a una intensiva recoleccin de conocer su dinmica. Si bien la mayora
lea, amenazan entre otros la mancha relictual de queua de los migrantes proviene de la parte
(Polylepis racemosa) de la localidad de Pelechuco. Foto: MSD andina de la propia rea, la aparente
disponibilidad de tierras no dejar de
atraer nuevos colonos a mediano plazo. Es importante desalentar la llegada de ms personas
por medio de una campaa de concientizacin y educacin ambiental que d a conocer a los
comunarios la problemtica del rea protegida, sus beneficios y los riesgos asociados con el mal
uso de los recursos naturales.
Es necesario fomentar el dilogo entre el cuerpo de proteccin y los pobladores locales para
lograr su aceptacin del rea y as poder contar con su participacin en la elaboracin del nuevo
Plan de Manejo, cuya aprobacin es necesaria para implementar la zonificacin y los varios
programas de manejo. Por ello, se deberan realizar reuniones y talleres para dar ms informacin
acerca de los objetivos y metas especficas del ANMI. Estas sesiones podrn eliminar dudas acerca
de las regulaciones y normas que rigen al rea protegida y propiciar una mayor participacin
comunitaria.
Para cumplir eficientemente con las labores de vigilancia en esta zona es urgente buscar el
financiamiento subsidiario necesario para la construccin de los campamentos de guardaparques
previstos en Shiata y Yuyo. La falta de sealizacin e infraestructura turstica podra resolverse
a bajo costo con la participacin de los comunarios, involucrndolos as en la vida del ANMI y
generando una modesta pero importante fuente de empleos temporales.
La zonificacin de las tierras bajas del ANMI queda an por definir claramente. Segn el director
se tendr que incluir absolutamente una zona reservada para el uso agrcola que permita la
consolidacin de la economa de esta zona. Este trabajo se debe basar en un slido conocimiento
de la fauna y de su distribucin para evitar de afectar hbitats crticos y de cortar importantes
corredores de migracin. El efecto barrera que tiene el camino Charazani-Apolo para ciertos
grandes mamferos, como el oso jucumari, podra agudizarse y afectar otras especies si no se
preven medidas de proteccin a lo largo de su eje.
Caza furtiva
No es fcil encontrar una solucin viable a este problema. Idealmente no debera existir la actividad
de caza, prohibida por el reglamento del rea protegida, pero la realidad es ms complicada que
el simple cumplimiento de las normativas legales.
Una de las principales dificultades radica en el hecho de que la caza de animales silvestres es un
suplemento indispensable para la dieta de los mineros y a menudo de los soldados de los dos
batallones ecolgicos estacionados en la pampa, cuya elevacin no permite alternativas ganaderas.
Se recomienda que los guardaparques establezcan dilogo con estos sectores con la intencin
de promover cambios en su conducta que permitan mitigar la presin de caza sobre vizcachas,
venados y aves acuticas. Pero por ms buenas intenciones que estos pobladores puedan llegar a
tener, se hace indispensable el estudio de una alternativa que garantice su satisfaccin alimenticia.
Una de las soluciones consiste en incentivar el consumo de carne desecada (charque) de llama
y la cra de aves y cerdos en las zonas que lo permitan. Microcrditos podran estar dedicados
a este propsito (por ejemplo por parte del Fondo de Desarrollo Campesino). Otra posibilidad
consiste en incentivar la caza de la liebre, especie extica que se ha convertido en plaga en gran
parte de la meseta occidental y que tiene un tamao comparable a la vizcacha.
Una estrategia que resulta ser sorprendentemente efectiva para lograr un acercamiento con
ciertos grupos sociales consiste en la contratacin de lderes carismticos de dichos grupos como
guardaparques. Aunque los mineros se encuentran organizados en cooperativas independientes
las unas de las otras, contar con un guardaparque de este sector permitira seguramente mejorar
las relaciones mineros-cuerpo de proteccin.
En el caso de las tierras bajas, donde la presin de caza es menor, el problema est concentrado
en la caza de marimonos. Dado que no se relaciona tanto con las necesidades proteicas de
los pobladores como con su preferencia alimenticia, slo una campaa de concientizacin y
educacin ambiental y el establecimiento de un programa de aprovechamiento racional de los
recursos cinegticos podra llegar a disminuir el deterioro de la distribucin y abundancia de las
especies afectadas.
Otro de los problemas es la caza defensiva, es decir, la eliminacin de animales perjudiciales para
los intereses humanos como los cultivos de maiz, papa y coca, o los considerados peligrosos. Tal
es el caso del jucumari, el cndor, el zorro, el puma y el venado andino. Cuando el nuevo director
asumi su cargo en el ANMI, los ganaderos le plantearon la necesidad de un resarcimiento
econmico por las alpacas matadas por pumas. Desde un punto de vista estrictamente legal (daos
y perjuicios a terceros), este reclamo, ocasionalmente atendido en Europa y en Norteamrica
(aunque con resultados mitigados), no es totalmente irracional. Sin embargo, trae aparejados
muchos inconvenientes:
el ANMI Apolobamba no tiene fondos para cubrir las demandas de los ganaderos;
cada vez que se denuncia un caso de agresin supuestamente debida a un animal silvestre,
se requiere de una pericia de campo para demostrar fehacientemente que el dao fue
producido por una especie silvestre del parque y no por otra causa;
la puesta en prctica de un mecanismo de compensacin econmica puede generar un
auge de demandas que sera imposible de atender a nivel de todas las unidades del SNAP,

mientras el SERNAP se debe de mantener una cierta coherencia en el manejo de reas bajo
la misma categoria de proteccin.
El director mencion informalmente la idea de establecer un sistema muy controlado de caza
deportiva de estas especies dainas con un precio muy elevado y crear con esos ingresos un fondo
de compensacin para el resarcimiento de daos producidos por la fauna silvestre. ParksWatch no
ve con demasiado optimismo esta solucin de resarcimiento econmico, que implica el control
cinegtico de una especie cuya poblacin no est oscilando fuera de su rango normal. Ms bien,
se sugiere ampliar el proyecto de resolucin de conflictos humano-animal desarrollado por WCS
a las comunidades de la Puna ms afectadas por esta depredacin para reorganizar las prcticas
pastorales, en particular en relacin al acompaamiento humano, al uso de perros pastores y al
combate de enfermedades.
En cuanto a la caza furtiva de la vicua, sta est siendo controlada por los comits de vigilancia
conformados por las comunidades manejadoras de vicua. No obstante, es importante lograr la
comercializacin de la fibra acopiada desde el ao 1998 para evitar una recrudescencia de la caza
de vicua frente a una falta de recursos econmicos. Por ello se requiere de un urgente cambio
en el Reglamento para la Conservacin y Manejo de la Vicua que de libre paso a la venta de
fibra en forma de tela. Esta tarea parece haber sido asignada a Conservacin Internacional,
responsable de la actualizacin del Plan de Manejo.
Cabe sealar que en el momento de redactarse este informe, una de las principales preocupaciones
del director radicaba en el descontento generado entre los ganaderos por la prdida de calidad de
la lana de llamas y alpacas debida a la sarna, cuya ocurrencia se increment en relacin con la alta
densidad de vicuas alcanzada desde la implementacin del programa de conservacin de esta
especie. Opinamos con el director que es muy urgente la realizacin de estudios que permitan
determinar la especie del gnero Sarcoptes responsable de la sarna y su vector de transmisin y
proveer rpidamente soluciones veterinarias a este problema. Por ello WCS est gestionando
equipos de toma de muestras para las prximas capturas con fines de esquila.

Este disturbio se observa en los alrededores de casi todos los campamentos mineros y todas
las comunidades, pero no cabe duda que ciertas poblaciones requerirn de un mayor esfuerzo
de concientizacin que otras. La Alcalda de Pelechuco sigue por ejemplo deslindndose de la
responsabilidad de la recoleccin y tratamiento de los residuos a pesar de las varias ofertas de
apoyo realizadas tanto por la administracin del rea como por los delegados de la AECI en el
marco del Proyecto Integral Apolobamba (concluido en 2004).
Es altamente recomendable dar continuidad a los esfuerzos iniciados en manejo de la basura y
educacin ambiental en el marco de este y otros proyectos, como el programa piloto de reciclaje
de plsticos en Ucha Ucha y Curva, y extender su alcance a la poblacin minera, responsable de
la mayor parte de la contaminacin.
Para que las comunidades mineras grandes y pequeas asumen sus responsabilidades en cuanto
a la disposicin de la basura, es necesario acompaarlas en el diseo de sistemas eficientes de

recoleccin y seleccionar lugares apropiados de vertido y almacenamiento de desechos, como
pozas, mingitorios y rellenos sanitarios adecuados, suficientemente alejados de los ros y de
lugares de atractivo turstico, as como alejados de los poblados.
Se deben establecer normas para el correcto manejo de la basura y stas deben a su vez ser
comunicadas a los turistas y visitantes mediante la sealizacin apropiada. Idealmente los
visitantes llevaran sus desechos consigo al salir del rea, pero se recomienda no obstante establecer
depsitos de basura en las zonas de pernocte y organizar un servicio de recoleccin adaptado a la
afluencia turstica. En las ferias binacionales se debera introducir una pequea tarifa con el fin
de poder contratar a unas personas responsables de la limpieza y trasladar los desperdicios hacia
un relleno sanitario cercano.
Es importante que la administracin del rea acompae estos procesos como prueba de su inters
en el tema y para resolver cualquier dificultad que se presente, como la falta de recursos, voluntad
o ideas. El reciclaje es una medida de reduccin del volumen de basura producida que se podra
concebir pero que no consideramos como una prioridad para los primeros aos.
Hasta que se logre dotar cada comunidad de la infraestructura necesaria, se debern realizar
nuevas campaas de limpieza y considerar sanciones para los centros poblacionales refractarios.

Conclusiones
Por sus antecedentes, el ANMI Apolobamba presenta la ambigua particularidad de contar con
dos niveles de implementacin distintos entre su parte alta y su parte baja. Habindose logrado
constituir una infraestructura y dinmica de gestin en la primera (las cuales requieren todava
de consolidacin), el reto consiste ahora en introducir la nocin de uso racional y controlado de
los suelos y de los recursos naturales en la segunda (valles y tierras bajas), donde se concentran
algunos de los principales objetos de conservacin del rea.
Para ser operativizado, el nuevo Plan de Manejo del ANMI tendr que acompaarse de un
aumento significativo en el presupuesto anual hasta que se haya realizado las necesarias inversiones
en infraestructura, equipamiento y personal.
Las presiones y amenazas al ANMI son por lo general de carcter puntual y todava sin graves
consecuencias para los ecosistemas naturales, pero esta situacin podra cambiar rpidamente
con la apertura del camino entre Apolo e Ixiamas, convirtiendo la regin de inmediato de
expulsora a receptora de poblacin e insertando el rea en un escenario de desarrollo difcilmente
controlable.
Los logros alcanzados hasta la fecha, desde la creacin de los Comits de Gestin regionales
con la participacin de las mximas autoridades comunales hasta la adopcin de prcticas
agropecuarias ms sustentables por ciertos sectores, demuestran que el apoyo de los pobladores
locales es alcanzable si se incluyen dentro de los objetivos de gestin del rea programas de apoyo
a sus actividades productivas (como es el caso del programa de manejo de la Vicua en la meseta
occidental), y por lo tanto es recomendable desarrollar desde ya una propuesta concertada que
logre ofrezca alternativas econmicamente atractivas a las comunidades refractarias de las tierras
bajas.
Vista panormica de la Cordillera Real, espina dorsal del ANMI. Foto: SP

Bibliografa
AECI. 1998. Proyecto Integral Araucaria Apolobamba: Gestin de reas Protegidas. Agencia Espaola
de Cooperacin Internacional.
Amurrio, P. y J. C. Salcedo. 1997. Edafologa. En Plan de Manejo Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla.
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Aramayo, J.L. 2000. Amenazas a la Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla. Universidad de Tecnologa
Boliviana. La Paz, Bolivia. 81 pp.
ARMVA. 2003. Plan de Manejo de la vicua - ANMI Apolobamba. Asociacin Regional de Manejadores
de Vicua Apolobamba, Instituto para la Conservacin e Investigacin de la Biodiversidad (ICIB),
Academia Nacional de Ciencias. La Paz, Bolivia.
CIT. 1998. Plan de desarrollo Municipio de Charazani - Tomo 1. Centro de Inovacin Tecnolgica, La
Paz, Bolivia.
DNCB-CECI. 1997. Plan de Manejo - Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla: Diagnstico de la reserva.
Direccin Nacional de Conservacin de la Biodiversidad, Centro Canadiense de Estudios y de
Cooperacin Internacional. La Paz, Bolivia.
DNCB. 1997. Reglamento para la Conservacin y Manejo de la Vicua .
Evia, J.L. y R. Molina. 1997. Estudio Medio-Ambiental de la Minera Mediana, Pequea y Artesanal en
Bolivia. Banco Universidad Catlica Boliviana. La Paz, Bolivia.
Fundacin MEDMIN. 2001. Impactos econmicos y ambientales de la liberalizacin del comercio. Una
aplicacin al sector minero. La Paz, Bolivia.
Gordillo, J. 1997. Inventariacin de concesiones mineras en el ANMI Ulla Ulla. Informe Tcnico. Programa
Loayza, O. Reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla - Informacin Bsica del rea. 2000. En J. Aramayo.
Amenazas a la Reserva nacional de Fauna Ulla Ulla. Universidad de Tecnologa Boliviana. La Paz,
Bolivia. 81 pp.
Pacheco, L.F., J.F. Guerra y B. Rios-Uzeda. 2003. Eficiencia de atrayentes para carnvoros en bosques
yungueos y praderas altoandinas en Bolivia. Journal of Neotropical Mammalogy. 10(1): 167-176.
Paisley, S. 2002. The Spectacled Bear in Apolobamba, Bolivia: the Conservation of a Culturally Salient
Species. Universidad de Kent, Canterbury, UK.
ParksWatch-Bolivia. 2005. Diagnstico del Parque Nacional y Area Natural de Manejo Integrado
Madidi. Serie de Perfiles de Parques. [http://www.parkswatch.org/parkprofiles/pdf/mdnp_spa.pdf].
Ribera, M.O. 1995. Informacin bsica resumida en matrices y documentos cortos sobre el Sistema
Nacional de reas Protegidas de Bolivia. Direccin Nacional de Conservacin de la Biodiversidad. La
Paz. 145 pp.
Ribera, M.O. 1999. Aspectos generales sobre la conservacin de la biodiversidad y reas protegidas
en Bolivia. 100 pp.
Sinz, X. 2002. Plan Minimo de Ordenamiento Turstico del rea de Manejo Integrado Nacional

Apolobamba. Por encargo del SERNAP.
SERNAP. 2001. Sistema Nacional de reas Protegidas de Bolivia. 2 Edicin. 218 pp.
SERNAP. 2003. La Vicua. Peridico oficial del ANMI Apolobamba. N1.
Torres, H. 1992. Camlidos Silvestres Sudamericanos: un Plan de Accin para su Conservacin. UICN/
CSE, Grupo Especialista en Camlidos Sudamericanos.

ANEXO 1
Marco Institucional del Servicio
Nacional de reas Protegidas
1/ Polticas
A continuacin se presentan las lneas generales que perfilan el marco de trabajo dentro del cual
se establecen los objetivos del SERNAP y se seleccionan e implementan las acciones dirigidas a
alcanzar esos objetivos:
o Consolidacin de la institucionalidad del SERNAP.
o Sostenibilidad financiera de la gestin de las reas protegidas.
o Conservacin de la diversidad biolgica y cultural en las reas protegidas.
o Fortalecimiento de los procesos de participacin social en la gestin de las reas
protegidas.
o Promocin de la integracin de la gestin de las reas protegidas, en las polticas
econmicas y sociales nacionales.
o Contribucin al mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones locales.
o Orientacin de los valores, actitudes y prcticas, personales y colectivas, hacia la
conservacin de las reas protegidas.
o Impulso para la integracin de las reas protegidas en el mbito internacional.
2/ Agenda estratgica
El informe de gestin 2003-2004 lista los siguientes avances dentro de las acciones a ejecutarse
en la agenda estratgica 2004-2007:
o Fortalecimiento de la participacin local en la gestin de las reas protegidas a travs
de convenios de coadministracin con mancomunidades de municipios y de subcentrales
campesinas.
o Establecimiento conjunto y corresponsable, entre todos los actores del SNAP, de un
modelo de gestin efectivo, eficiente, transparente y orientado al enfoque de Parques con
Gente.
o Promocin y ejecucin integral de estrategias, polticas y actividades tursticas en reas
protegidas, con impactos en las poblaciones y comunidades locales.
o Inicio de un proceso de articulacin del SNAP ante la Asamblea Constituyente.

o Atencin preventiva, de manejo y resolucin de conflictos emergentes en el Sistema
Nacional de reas Protegidas, basado en el desarrollo de un sistema para la atencin integral
de conflictos.
o Estudio de Vacos de Representatividad como un instrumento para garantizar la
representatividad de los ecosistemas nacionales en el SNAP y como insumo principal para
el diseo del Plan Maestro.
o Establecimiento de bases para la poltica de sostenibilidad financiera y gestin de recursos
a donantes o de generacin de recursos propios.
o Fortalecimiento del relacionamiento interinstitucional e intersectorial del SERNAP a
travs de la transversalizacin de principios, polticas y agenda de gestin estratgica.
o Implementacin de proyectos productivos (aprovechamiento racional de recursos
naturales, turismo, etc.) y saneamiento de tierras en reas protegidas.
Las tareas a futuro incluyen:

o Continuidad a la prevencin, manejo y resolucin de conflictos sociales vigentes ligados
a reas protegidas.
o Ejecucin de la Agenda de Constitucin del Consejo Consultivo Nacional como inicio
de un pacto social con organizaciones de base.
o Sentar las bases para la continuidad de proyectos de soporte tcnico y financiero del
SERNAP con financiamiento MAPZA-GTZ, GEF-Banco Mundial, BIAP-KfW y otros entes
de cooperacin tcnica y financiera, enfocados en las polticas y agenda estratgica, basados
en la concurrencia y complementariedad de procesos.
o Propuesta y aprobacin del Decreto Supremo de reorganizacin institucional del
SERNAP en funcin a la coyuntura y realidad actual que da inicio a la reestructuracin de
la institucin.
o Inicio de la elaboracin del Plan Maestro del SNAP.
o Conclusin, ajuste e inicio de Planes de Manejo en al menos ocho reas protegidas del
SNAP.
o Ajuste y mejoramiento de mecanismos de participacin social e institucional en el mbito
de las reas protegidas.

ANEXO 2
Objetivos de creacin del rea
Natural de Manejo Integrado
Apolobamba
Base legal:
D.S. N10.070 del 07/01/1972 y D.S. N25.652 del 14/10/2000
El ANMI Apolobamba es parte del Sistema Nacional de reas Protegidas (SNAP), y como tal es
su objetivo la conservacin de la biodiversidad incorporando la participacin de la poblacin
local en beneficio de las actuales y futuras generaciones (D.S. N 24.781 - Reglamento General
de reas Protegidas).
Art 4.- Son objetivos del rea Natural de Manejo Integrado Nacional Apolobamba:
1.- Compatibilizar la conservacin de los ecosistemas locales y el desarrollo sostenible de la
poblacin del rea.
2.- La proteccin y uso sostenible de los recursos naturales contenidos en sus actuales lmites.
3.- Asegurar la permanencia de ecosistemas representativos altoandinos bien conservados casi
prstinos y de los procesos ecolgicos esenciales, que contribuya al mantenimiento de especies
representativas de la regin, especies prioritarias para la conservacin, especies amenazadas, de
distribucin restringida y endmicas y de recursos genticos.
4.- Contribuir al resguardo del patrimonio cultural y al rescate de las tcnicas y sistemas
tradicionales de uso de recursos de los habitantes originarios.
5.- Promover el uso sostenible de los recursos naturales por parte de las poblaciones que
tradicionalmente lo habitan con miras a obtener una mejora de su calidad de vida y acceso a los
beneficios derivados de la conservacin y manejo del rea.
6.- Promover la investigacin cientfica sobre ecosistemas, flora y fauna alto andinos y sobre
aspectos socioeconmicos, histricos y culturales de la regin.
7.- Promover la utilizacin y recuperacin de tecnologas y sistemas tradicionales de uso de
recursos, as como formas alternativas que mejoren la produccin y contribuyan al mejoramiento
de la calidad de vida de la poblacin local.
8.- Promover actividades productivas en las zonas del rea Natural de Manejo Integrado Nacional,

que se enmarquen en los objetivos de la conservacin y del desarrollo sostenible y que demuestren
constituir experiencias demostrativas no atentatorias o dainas a los ecosistemas y sus procesos.
9.- Brindar amplias oportunidades para la recreacin en la naturaleza, el ecoturismo, interpretacin
ambiental, educacin ambiental, comunicacin, promocin y difusin.
10.- Brindar oportunidades para la investigacin cientfica y el monitoreo de procesos
ecolgicos.
Qu es un rea Natural de Manejo

Integrado?
La categora de rea Natural de Manejo Integrado (ANMI) tiene por objeto compatibilizar la
conservacin de la diversidad biolgica y el desarrollo sostenible de la poblacin local. Constituye
un mosaico de unidades que incluyen muestras representativas de ecoregiones, provincias
biogeogrficas, comunidades naturales o especies de flora y fauna de singular importancia, zonas
de sistemas tradicionales de uso de la tierra, zonas para uso mltiple de recursos naturales y zonas
ncleo de proteccin estricta (Art. 25, D.S. N 24.781, 31.07.1997).46
46 CARE-WCS. 2003. Plan de Manejo del Parque Nacional y rea Natural de Manejo Integrado Madidi. Con
apoyo de la Comunidad Europea.

ANEXO 3
Mapa de Vegetacin del
ANMI Apolobamba
Mapa de Vegetacin del ANMI Apolobamba . Fuente: WCS-Bolivia, 2004

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ParksWatch naci en 1999 como programa del Centro para la Conservacin

Tropical de la Universidad de Duke con el objetivo de vigilar el estado

Mediante alianzas con ONGs locales, ParksWatch realiza diagnsticos

La publicacin de este informe ha sido posible gracias a un financiamiento

ParksWatch-Bolivia es miembro de la red ParksWatch, cuya sede est basada en la

Citation: Pauquet, S. 2005. Diagnosis of Apolobamba Integrated Management Natural Area.

Designed by: Stphane Pauquet

El Sistema Nacional de reas Protegidas de Bolivia 6

El rea Natural de Manejo Integrado Apolobamba 8

Cuadro: El manejo de la vicua en el ANMI Apolobamba 23

Caractersticas sociales y organizacin 27

Actividades econmicas y uso de recursos naturales 28

Actitud local frente al rea protegida 31

Programas de Conservacin e Investigacin 33

a) Tierras altas y valles 41

Acumulacin de desechos slidos 45

Construccin de caminos y colonizacin 47

Acumulacin de desechos slidos 54

Anexo 1 - Marco Institucional del SERNAP 59

Anexo 2 - Objetivos de creacin del ANMI Apolobamba 61

Anexo 3 - Mapa de Vegetacin del ANMI Apolobamba 63

 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

Descripcin del trabajo de campo

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 

 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

En el Anexo 1 se presentan las polticas y la agenda estratgica del SERNAP.

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 

Fecha de la ltima evaluacin Abril 2004

* Ver definicin en Anexo 2

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 11

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 13

14 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 15

16 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

Nacional de Conservacin de la Biodiversidad, Centro Canadiense de Estudios y de Cooperacin Internacional.

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 17

18 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 19

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 21

22 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

10 La prohibicin de la comercializacin de la fibra de vicua, vigente hasta fechas recientes, ha constituido

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 23

13 SERNAP. 2003. La Vicua. Peridico oficial del ANMI Apolobamba. N1.

24 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

En el medio de la llanura altoandina, el centro de acopio de fibra de vicua (financiado

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 25

Centro Urbano Habitantes

26 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 27

Actividades econmicas y uso de recursos naturales

28 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 29

30 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 31

32 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 33

34 ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba 35

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba

ParksWatch Diagnostico del Area Natural de Manejo Integrado Apolobamba