Novena A Santa Rita
Novena A Santa Rita
Novena A Santa Rita
Datos Biogrficos.
Naci en Roccaporena (Casia) hacia 1380. Fue hija nica. En su
juventud pens hacerse religiosa. Ante la insistencia de sus padres,
se cas a los catorce aos con un joven bien dispuesto, pero de
carcter spero. La bondad de Rita supero las asperezas del marido
e hizo posible una vida de paz y de concordia. Haban pasado unos
dieciocho aos de matrimonio, cuando fue asesinado su marido. Rita
no slo perdon a los asesinos, sino que expuso al Seor sus deseos:
prefera ver muertos a sus dos hijos que verles vengar la muerte de
su padre. En efecto, murieron poco despus. En plena soledad de
vida familiar, pero con el corazn lleno de amor, decidi realizar los
deseos de su juventud, hacerse religiosa. Despus de no pocas
contrariedades, logro ser admitida en el monasterio agustiniano de
Santa Mara Magdalena de Casia. Fue religiosa durante unos
cuarenta aos. Durante los ltimos quince, sobrellev el estigma de
una espina de la Pasin del Seor. Muri en la noche del sbado 22
de mayo 1457, segn el cmputo pisano, esto es, en el ao 1456 del
cmputo actual. Fue caracterstica suya pasar por todos los estados
de vida, superando el sufrimiento con amor generoso y con un
profundo espritu de penitencia, .siendo siempre mensajera de paz y
reconciliacin.
DA PRIMERO
Preces:
Para que todos los hombres respeten y amen la vida como un don de
Dios, y para que los cristianos demos testimonio de un modo
ordenado de vivir, roguemos al Seor. Para que santifiquemos la vida
humana, manteniendo y desarrollando en nosotros la gracia
santificante, roguemos al Seor. Para que la vida en familia sea una
convivencia centrada y dirigida por el amor de Dios, roguemos al
Seor.
Padrenuestro...
Oracin
DA SEGUNDO
Infancia: Desarrollo de la fe
Preces:
Padrenuestro...
Oremos
DA TERCERO
Preces:
Para que nunca perdamos la esperanza por muchas que sean las
exigencias o sufrimientos de la vida, roguemos al Seor.
Padrenuestro...
Oremos
DA CUARTO
Matrimonio: Vida de amor cristiano
Preces:
Padrenuestro...
Oremos
DA QUINTO
Preces:
Padrenuestro...
Oremos
Seor, ensanos a orar; y, por intercesin de Santa Rita, haz que
nos acostumbremos a dirigimos a ti con confianza y ofrecerte con
humildad a diario nuestras necesidades y deseos, no slo buscando
nuestro beneficio, sino intentando conseguir tu bendicin y favor
para los dems. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Seor. Amn.
DA SEXTO
Rita tiene 32 aos cuando ha quedado viuda y sin sus dos hijos.
Dedicada a la oracin, reviven en ella los deseos de ingresar en el
Monasterio de las Agustinas de Casia. Por tres veces la rechazan con
el pretexto de que era viuda y all slo admiten a jvenes vrgenes.
Rita se lo pide insistentemente a Cristo. Sus plegarias, cargadas de
amor y confianza, son atendidas. A los 33 aos an no cumplidos
ingresa milagrosamente en el Monasterio: en una noche de elevada
oracin es transportada al interior del Convento. Las Monjas, al
acudir al coro, la encuentran all rezando. Reconocen el milagro y la
admiten como Agustina. Por encima de la intervencin milagrosa de
Dios, Rita nos da ejemplo de fidelidad a su vocacin: fue fiel a su
vocacin de cristiana, mantuvo la fidelidad a su vocacin de esposa y
de madre, expres su fidelidad de donacin a Dios en su corta etapa
de viuda, y, al surgir la posibilidad de su inicial vocacin religiosa,
insiste en la superacin de todo obstculo para ser fiel a la llamada
de Dios. Fidelidad estimulante que nos hace hoy comprender que
eso espera Dios de cada uno de nosotros: la perseverancia en
fidelidad cristiana a nuestra vocacin o estado de vida, cualquiera
que sea! Pero hoy quiz se nos estimula particularmente a prestar
todo nuestro apoyo y colaboracin con las vocaciones religiosas:
tantos jvenes que, poseyendo cualidades y aptitudes para abrazar la
Vida Religiosa, necesitan ayuda en lugar de oposicin, nimo en
lugar de gestos despectivos, colaboracin en lugar de disuasin.
Vamos a orar hoy al Seor, por intercesin de Santa Rita, para que
nos d suficientes y santos Religiosos y Religiosas para su Iglesia.
Preces:
Oremos
DA SPTIMO
Preces:
Padrenuestro...
Oremos
DA OCTAVO
Preces:
Para que ante las exigencias lacerantes de la vida, mantengamos la
confianza en Dios y el esfuerzo por demostrar bondad, roguemos al
Seor. Para que ningn sufrimiento, adversidad o dolor, nos aparte
del amor de Dios, antes, al contrario, nos ayude a asemejamos ms a
Cristo Redentor, roguemos al Seor.
Padrenuestro...
Oremos
DA NOVENO
Santa Rita culmina su vida a los 76 aos de edad. Ha sido una vida
pletrica de amor a Dios, de total fidelidad a la fe y a las exigencias
cristianas de todos los posibles estados de la vocacin femenina. Una
vida para Dios que ha transcurrido envuelta en duras situaciones de
dolor, de abnegacin y de sufrimiento. Cinco meses antes de su
muerte, en estado semiagnico, postrada en su lecho de dolor, se da
el prodigio de la rosa: en pleno invierno, cuando la campia est
nevada, pide a una prima, que se acerc a visitarla, que le traiga una
rosa que est floreciendo en el huerto de su familia. Creen que
delira. No obstante, la prima se siente impulsada a ir al huerto, y all
encuentra una linda rosa, crecida en un frondoso rosal, en medio de
la nieve. Se difunde su fama de santidad. En tomo a su lecho se
repiten algunos prodigios. Confortada por la Eucarista, y animando
al amor fraterno a cuantos la rodeaban, Rita entrega su vida a Dios
el 22 de Mayo de 1457. Ha muerto una santa. Dicen testimonios
escritos de quienes convivieron con ella que nunca se quej de sus
males, ni de sus dolores, ni de su enfermedad; que siempre se la vea
sonriente, como quien gozaba de una gran dicha; que su presencia y
conversacin contagiaban bondad y estimulaban a amar a Cristo. El
Papa Len XIII, al canonizarla el 24 de mayo del ao 1900, nos la
propona como ejemplo de santidad para todos los estados de la vida.
Supo vivir para Dios. Efectivamente: Rita fue inocente y candorosa
de nia; casta y piadosa de joven; amorosa y sacrificada de casada;
recogida y orante de viuda; fervorosa y observante de Religiosa; y
todo ello en medio de circunstancias ambientales y personales que
exigan sacrifico, abnegacin o dolor. Rita fue, en definitiva, un
modelo de santidad en todas las situaciones de la vida de una mujer
cristiana.
Preces:
Padrenuestro
Oremos
AVEMARA
LA SALVE
Dios te salve Reina y madre, Madre de misericordia, vida, dulzura y
esperanza nuestra, Dios te salve a ti llamamos los desterrados hijos
de Eva.
A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lgrimas.
Ea pues Seora, abogada nuestra. Vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos, y despus de este destierro mustranos a Jess
fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen
Mara.
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para qu seamos dignos de
alcanzar las promesas de Jesucristo.
Amn.
MAGNIFICAT:
Proclama mi alma la grandeza del Seor, se alegra mi espritu en
Dios, mi Salvador, por que ha mirado la humillacin de su esclava.
Desde ahora me felicitarn todas las generaciones, por que el
Poderoso ha hecho obras grandes por m; su nombre es santo y su
misericordia llega a sus fieles de generacin en generacin.
l hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazn,
derriba del trono a los poderosos, enaltece a los humildes, a los
hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordndose de la misericordia como lo
haba prometido a nuestros padres a favor de Abraham y su
descendencia por siempre. Amn.
OH SEORA MA
TRIDUO
A. Da Primero
Himno
Lectura Bblica
Queridos hermanos, no se extraen de !as duras pruebas que vienen
sobre ustedes. Al contrario, algrense de poder tener parte en los
sufrimientos de Cristo, para que tambin se llenen de alegra cuando
vean la gloria de su venida. Si les insu1tan por causa de Cristo,
felices ustedes; porque el glorioso Espritu de Dios descansa sobre
ustedes. (1 P.4, 12-14).
Reflexin Agustiniana
Si rehsas la tentacin. Ponte, pues, en manos del Artfice, pero sin
condiciones. l te corrige, te pule, te limpia. Se vale para ello de
ciertas herramientas: son los escndalos y tentaciones del mundo.
No huyas de las manos del Artfice. Y no temas: Dios permite las
tentaciones no para arruinarte, sino para hacerte ms fuerte
(Coment. sobre los Salmos 94,9) .
Reflexin Personal
Preces.
Contestamos R/. Te lo pedimos, Seor.
V/. Seor, que te has revelado a Ti mismo a los hombres por la
intercesi6n de Santa Rita, acrecienta nuestra fe en tu Palabra. R/.
V/. Seor, Tu que eres la fuente de toda nuestra esperanza, por la
intercesi6n de Santa Rita, haz que todos tus fieles seamos signos
vivos de esperanza para los hombres. R/.
V/. Peticiones particulares. R/.
Oracin Final
Dios todopoderoso, que te dignaste conceder a Santa Rita tanta
gracia que amase a sus enemigos y llevase en su corazn y en su
frente las seales del amor y pasin de tu Hijo; concdenos, por la
intercesin y mritos de la santa, de tal manera perdonar a nuestros
enemigos y venerar los dolores de la pasin de tu Hijo, que
consigamos los premios prometidos a los humildes y atribulados.
Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amn.
(Se rezara todos los das)
B. Da Segundo
Himno
Lectura Biblica
Hermanos, Dios los ama a ustedes y los ha escogido para ser de El.
Vivan, pues, vestidos de las virtudes de compasi6n, bondad,
humildad, mansedumbre y paciencia. Tengan paciencia unos con
otros, y perdnense si alguno tiene una queja contra otro. As como
Cristo les perdon, as hagan tambin ustedes (Col.3, 13-13).
Reflexin Agustiniana
Somos caminantes, peregrinos en ruta. Debemos, pues, sentimos
satisfechos con lo que somos, si queremos llegar a lo que aspiramos.
Si nos complace lo que somos, dejaremos de avanzar. Si nos
convencemos de que es suficiente, no volveremos a dar un paso.
Sigamos marchando, yendo hacia adelante, caminando hacia la
meta. No tratemos de parar en el camino, o de volvemos atrs, o de
desviamos de la ruta. El que se para, no avanza. El que aora lo
pasado, vuelve la espalda a la meta. El que se desva, pierde la
esperanza de llegar. Es mejor ser un cojo en el camino, que un buen
corredor fuera de l (Serm6n, 169, 15, 18).
Reflexin Personal
Preces.
Oracin Final
C. Da Tercero
Himno
Lectura Bblica
Hermanos, yo he muerto, crucificado junto con Cristo; por eso ya no
soy yo el que vive; es Cristo el que vive en mi. La vida que yo vivo en
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el cuerpo, la vivo por medio de mi fe en el Hijo de Dios, que me am
y se entreg a la muerte por m (Ga. 3,29).
Reflexin Agustiniana
La Patria es maravillosa. El camino hacia ella es duro. Nuestra Patria
es la vida con Cristo. El camino hacia ella, la muerte de Cristo.
Nuestra morada es la casa de Cristo; el camino hacia ella, los
sufrimientos de Cristo. Si no te pones en camino, cmo vas a llegar
ala Patria? (Coment. al Evangelio de San Juan 28,7).
Reflexin Personal
Preces.
V/. Seor, que moviste a Santa Rita para que antepusiera la muerte
de sus hijos a la ejecuci6n de una venganza, ensanos a
perdonar a nuestros enemigos, para que T tambin nos
perdones. R/.
V/. Seor, fuente de toda bondad, haz que a ejemplo de Santa Rita,
tengamos la fortaleza de espirilo de vencer el mal a fuerza del
bien. R/.
V/. Peticiones particulares. R/.
Oracin Final