Realidad Informativa
Realidad Informativa
Realidad Informativa
La pura verdad es que en el mundo pasa en todo instante, y, por tanto ahora, infinidad
de cosas. La pretensin de decir qu es lo que ahora pasa en el mundo ha de entenderse
pues, como ironizndose a s misma. Ms por lo mismo que es imposible conocer
directamente la plenitud de lo real, no tenemos ms remedio que construir
arbitrariamente una realidad, suponer que las cosas son de un cierta manera. Esto nos
proporciona un esquema, es decir, un concepto o enrejado de conceptos. Con l, como
al travs de una cuadrcula miramos luego la efectiva realidad y entonces, slo
entonces, conseguimos una visin aproximada de ella. En esto consiste el mtodo
cientfico. Ms an, en esto consiste todo uso del intelecto2
1
Pertenece al Cuerpo de Profesores de Enseanza Secundaria. Es profesor de Filosofa en Valladolid.
Licenciado en Filosofa (UVA) en Teologa (UPSA) y en Periodismo (University of Wales). Es Premio
Extraordinario en las dos primeras titulaciones y Mencin Especial en los Premio Nacionales Fin de
Carrera otorgados por el MEC. Posee el Diploma de Estudios Avanzados y trabaja en la tesis doctoral
sobre las relaciones epistemolgicas y deontolgicas entre filosofa y periodismo. Ha publicado el libro
Periodismo y Objetividad: entre la ingenuidad y el rechazo. Esbozo de una propuesta, en la editorial
Biblioteca Nueva adems de otros artculos en revistas especializadas.
2
ORTEGA Y GASSET (1972), 196-97.
3
Una pretensin que, por cierto, se hizo famosa con el slogan de Ernesto Senz de Buroaga, as son las
cosas, y as se las hemos contado Todo un ejemplo de ingenuidad (as son las cosas) y de petulancia
profesional (as se las hemos contado)
4
En este sentido, Snchez Noriega sita a los medios como los nuevos dolos que obstruyen el
acercamiento y el conocimiento de la realidad, al estilo de la lnea comenzada por F. Bacon para
identificar distintos dolos o prejuicios que hay que conocer para librarse de ellos. Pero adems, los
medios, por el otro lado, y siguiendo la misma imagen de la cuadrcula que propone Ortega, constituyen
tambin aprioris en los que se puede dar la percepcin de la realidad SNCHEZ NORIEGA, J. L.
(1997) 133
5
CODINA (2002), 31
6
WOLF (1994), 113-14. Son muy importantes, a mi modo de ver, sus observaciones sobre cmo la
construccin de la realidad social que llevan a cabo los medios es tambin un proceso de formacin de
cultura, aunque quienes lo experimentan permanezcan inconscientes a esta particular estructuracin del
conocimiento y de la conciencia. A este respecto afirma: Los media seran as actores destacados de un
proceso que se aleja del conocimiento en la medida en que constituye el cuadro en el que se produce el
conocimiento de la realidad social. Esto no quiere decir que esta clase de proceso sea invisible, sino ms
bien que se tiene que convertir en visible, porque su invisibilidad es una condicin de su eficacia
118-19
y asimilar nuestras propias actividades cotidianas. Pero todava, segn Wolf, hay que
destacar algo ms:
7
Ibid. 120
8
En esta lnea, otros autores han supuesto que el periodismo es la fuente de racionalidad pblica,
responsable, por tanto, de constituir una cierta univocidad en los significados sociales. Los medios
construyen la realidad social transformando la significacin de las prcticas sociales y de las tradiciones
en funcin de un contexto de sentido que ya no es local o territorial e interpersonal, sino transcultural y
despersonalizado ABRIL (1997), 274 -75
9
Hoy da lo vemos de forma clara aunque slo tomemos el ejemplo de las guerras. La cuestin es, por
una parte, cmo la guerra de Irak ha ocupado pginas y horas de informativos, cmo ha dividido a Europa
frente a Estados Unidos, qu implicaciones polticas y electorales ha supuesto... pero por otra, tiene una
contrapartida moral: haber privilegiado la guerra de Irak ha condenado a otros muchos conflictos tan
graves o ms al mayor de los silencios. A quin le interesan las guerras de frica? La teora de la espiral
del silencio defiende que, como consecuencia de todo ello, en un entorno de representacin
desequilibrada de las tendencias de opinin, los individuos tienden a proceder de una manera
caracterstica ya anteriormente detectada por la investigacin del comportamiento en los pequeos
grupos: rehuyendo la posibilidad de aislamiento y sumndose, al manifestar sus opiniones, a la posicin
mayoritaria.
10
La legitimacin, en general, ha sido entendida por Berger y Luckmann, como el proceso en el que se
explica o justifica el orden institucional atribuyendo validez objetiva a sus significados. Los autores
distinguen cuatro niveles de legitimacin que van desde la transmisin del sistema por el que se objetiva
lingsticamente la experiencia a los universos simblicos que unifican el orden institucional. (cfr.
BERGER, P-LUCKMANN (1984) Gonzalo Abril ha hecho una traduccin interesante de estos 4 niveles
autolegitimadores a la actividad de los medios de comunicacin. Cfr. ABRIL (1997) 285-87.Por cierto,
tambin la sociologa de la ciencia ha venido manteniendo desde los aos sesenta que la realidad es una
construccin social, un artefacto construido como fruto del debate cientfico. Una lnea terica que nos
sita, a mi modo de ver, en los umbrales del posmodernismo relativista y escptico.
11
Algunos tericos han visto en el presupuesto sociolgico de una realidad social que es creada, la
imposibilidad evidente para que los medios de comunicacin puedan someterse a una lgica distinta que
dependa e incluya concepciones ticas y morales. Aceptar este presupuesto constituye una de sus
propuestas de intervencin en el mercado informativo. Puede verse en este sentido el estudio de
RAUSELL KSTER, C-RAUSELL KSTER, P. (2002), 127-78. Una propuesta, en mi opinin,
demasiado conformista y pesimista de la realidad actual
12
AGUINAGA (1998), 127
La mediacin que ejercen los medios para cumplir con la misin que les ha
encargado la sociedad, tiene que ver con tres momentos esenciales: captacin,
seleccin y difusin de los hechos. Precisamente porque la mediacin se despliega en
este triple dinamismo, la mediacin nunca puede ser reflejo, ni ventana ni espejo de
ninguna realidad. Una visin tericamente responsable y sensata de los medios tendr,
por tanto, que abandonar esa postura ingenua y precrtica de los medios como autnticos
correveidiles de los acontecimientos sociales (como ya aclaramos en el captulo
dedicado al realismo informativo) Desde el momento en que la mediacin de los medios
deja de ser considerada como mera correa inocente de transmisin de los hechos, o
reformulamos la objetividad buscada, o nos quedamos sin la legitimacin social que
requiere el periodismo informativo. El medio en s impone restricciones muy severas a
la realidad en bruto. l es el responsable de convertir un hecho en noticia, un proceso de
conversin que es, en nuestra propuesta, un proceso de construccin.
Eso que les pasa a individuos y colectivos les ocurre tambin, a no dudarlo, a los
periodistas y a los medios de comunicacin. Estos no existen aparte ni se apostan ante una
supuesta realidad objetiva, entendida como cosa externa, preexistente y dada. Establecen
con ella, ms bien, una compleja relacin dialctica en virtud de la cual los media se
alimentan del abigarrado conjunto de enunciados lingsticos, icnicos y de accin que damos
en llamar realidad, y a su vez generan nuevos enunciados que inciden sobre los ya
existentes.14
13
GOMIS (1991) 175.
14
Cfr. CHILLN (1998) 96
15
Los cientficos sociales que estudian las noticias hablan un lenguaje del que los periodistas
desconfan y no comprenden. Hablan de construir noticias o hacer noticias o la construccin social
de la realidad (...) Incluso los periodistas que critican las prcticas diarias de sus colegas y de sus
organizaciones, encuentran ofensiva esta jerga PHILIPS, B. cit. por VALBUENA (1997) 100. Sin
embargo, no ha tenido miedo a caer en las redes de un constructivismo radical Niceto Blzquez, que
hemos incluido dentro de la lnea del realismo informativo y que se expresa en estos trminos: La
informacin consumada se convierte en una nueva realidad para el receptor. Tiene el mismo papel que
desempeaba la realidad para el emisor. En tal sentido, puede decirse con toda propiedad que el emisor
es un fabricante de una realidad capaz de adecuarse al entendimiento como verdad objetiva. El emisor al
elaborar la informacin construye una realidad para el receptor que se enfrenta a ella como algo
objetivo. El receptor es as descubridor de una especfica realidad adecuando a ella su mente como en el
proceso de verdad lgica. El emisor convierte la realidad en informacin, la cual es una a modo de
realidad para el receptor
16
GOMIS (1987), 18
17
Y tambin por Ricoeur, segn recoge el estudio de Haber Guerra, ya que, siguiendo la trada
hermenutica del filsofo francs, cabran tres interrogantes iniciales: a) Contar la noticia, es explicar el
ni siquiera los medios pueden captar la realidad tal cual es ya que slo una parte de ella
es susceptible de ser recibida por los profesionales de la informacin. Una especie de
realidad fenomnica que slo existe en la cmara de TV, y en la grabadora de sonido.
De la misma manera que el espacio y el tiempo (primer escaln del conocimiento),
como formas puras de la sensibilidad, operan refirindose a objetos considerados en
cuanto fenmenos, pero no representan las cosas mismas18 y son los fenmenos los que
determinan el terreno de su validez objetiva, la realidad captada por los medios de
comunicacin (primer eslabn del proceso productivo de informacin) a partir de la cual
comenzarn las operaciones de construccin posteriores, es tambin una realidad
fenomnica. Slo podemos captar, tomar testimonio y recoger imgenes de lo que
aparece, del fenmeno susceptible de convertirse en noticia. Es verdad que la realidad
es mucho ms amplia, mucho ms compleja. En ese sentido, y siguiendo con la lectura
de quienes han visto en el nomeno de Kant un concepto lmite, podemos pensar que un
periodismo de precisin y de investigacin tratara de ir ms a las entraas de lo
meramente fenomnico, aun a sabiendas de que la realidad en s es un horizonte
inalcanzable.
hecho noticioso? b) Leer (escuchar, ver) un texto periodstico, es comprender la noticia? c) Estar
informados, es interpretar la realidad objetiva noticiada? Las respuestas desmontaran, una vez ms, la
llamada objetividad informativa. Para contar la noticia hacen falta dos condiciones sine qua non: percibir
el hecho noticioso y convertirlo lingsticamente en texto periodstico. Ambas remiten a la mxima segn
la cual, lo que yo digo que veo, no es tal, sino la forma que tengo de expresarlo. HABER GUERRA, Y
(2007), 86. Ms adelante, insistir con ms vehemencia, ilusin de realidad, transparencia como
artificio, ficcin del directo y la autenticidad, simulacro de la realidad, de tal suerte, no existe ni
informacin objetiva ni lectura objetiva de la informacin 87
18
A 39, B 56. Ms adelante, justo en el comienzo de la Esttica Trascendental, Kant define as el
fenmeno:recibe el nombre de fenmeno el objeto indeterminado de una intuicin empricaB 34, A 20
19
URRUTIA (1997), 50
Hay que aclarar que cuando hablamos de realidad fenomnica, estamos hablando
de la nica realidad que puede ser captada por los medios, de la realidad que
precisamente por manifestarse, puede ser comunicada mediticamente. En ningn
momento estamos justificando la omisin voluntaria de datos o de hechos reales
provocados por una intencionalidad desinformativa previa. Si as sucediera, estaramos
ante una realidad en bruto, ante una realidad fenomnica que no ha seguido los dictados
profesionales de la veracidad21 y que por tanto, desde su nacimiento, est incapacitada
para transmitir una verdad informativa al no haber garantizado la relacin esencial del
mensaje informativo con la realidad original (la realidad en s, siguiendo con la
terminologa kantiana). Nuestra propuesta, en ese sentido, ofrece un fundamento terico
a las crticas sociales que otorgan una cierta responsabilidad a los profesionales de la
informacin sobre lo acontecido: porque desde el primer momento actitudes
profesionales como la veracidad garantizarn que los distintos avances constructivos
que se dan hasta llegar al producto final, no pierdan el punto esencial de referencia a la
realidad-materia prima de la informacin. Por eso construir la realidad no implica
20
La profesora Casals Carro atribuye a todo acto de escritura una forma de construir la realidad en la
medida en que presupone la situacin concreta y particular del autor as como una decisin voluntaria de
hacerlo de esta o de otra manera: Cuando narramos algo por escrito empezamos un proceso muy
parecido al que empleamos cuando decidimos fotografiar espacios: depende de la posicin, del ngulo
de mira, del zoom, de la iluminacin, el que ofrezcamos una imagen ms o menos acertada. Nunca ser
real, tan solo ms prxima o ms manipulada. La escritura no genera verdad. Pero construye realidades.
Y, desde luego, es un acto de voluntad previa el modo de esa construccin CASALS (1999), 45
21
La falta de veracidad provoca que el sujeto quede informado pero errneamente, o dicho de otra
manera, reciba una percepcin equivocada de la realidad. As lo expresa el profesor LPEZ
CAMBRONERO (2002): Quien recibe informacin falsa construye su imagen del mundo, lo que l
considera realidad, a partir de relatos que no se adecuan correctamente a los acontecimientos, con lo
que sus conceptos de lo real, y ms todava, su forma de ser (que est mal construida, mal informada)
carece de una cierta falla 85
22
SNCHEZ NORIEGA (1997), 83
23
As lo han entendido los hermanos Rausell Kster, como si la realidad informativa que reciben los
pblicos significara una deformacin de la realidad inicial. Los autores hablan de esta realidad
informativa como una segunda realidad que slo conocemos a travs de los medios de comunicacin,
algo en lo que estamos de acuerdo. Sin embargo aaden una nota pesimista a esta reflexin: esta
realidad es tan inmensa y contradictoria que ya no somos capaces de discernir los enunciados
verdaderos de los falsos, y nos referimos a ella en trminos de verosimilitud e inverosimilitud, es decir,
en trminos de coherencia con respecto a enunciados anteriores pero no con relacin a un referente que
exista al margen del discurso RAUSELL KSTER, C-RAUSELL KSTER, P. (2002) 32
Hegel ya acus a Kant de que la objetividad postulada por su Crtica no era sino
una objetividad subjetiva. No haba ms remedio si queramos fundamentar el
conocimiento en la seguridad y en el xito del que disfrutaban la geometra y la fsica de
la Ciencia Nueva. La posibilidad de los juicios sintticos a priori fundaba, desde ese
momento, la Ciencia de las posibilidades de la ciencia. Es posible obtener juicios que,
ampliando nuestro conocimiento, nos ofrezcan la universalidad y necesidad que no
puede ofrecernos la experiencia. El idealismo trascendental kantiano se encargara de
poner el basamento terico necesario para fundamentar el conocimiento cientfico en la
realidad que aporta la experiencia, y en la necesidad y universalidad de las formas y
24
BETTETINI, G. Y FUMAGALLI, A. (2001), 23
25
Lorenzo Gomis ha hablado de dos niveles periodsticos refirindose a dos grados en la interpretacin:
debe distinguirse una interpretacin de primer grado, que nos permita llegar a decir que tal cosa ha
ocurrido en tal sitio, que Fulano ha hecho esto o ha dicho aquello (con lo que obtenemos el producto
comnmente llamado informacin) y una interpretacin de segundo grado que nos permita situar un
hecho, dado como noticia, en el contexto social y decir qu significa (...) La interpretacin de primer
grado nos dice qu ha pasado: es descriptiva. La interpretacin de segundo grado nos dice qu significa
lo que ha pasado: es evaluativa GOMIS (1987) 17
26
HABER GUERRA (2007), 87
posteriori: cuando esa determinada construccin y, por tanto, esa particular dotacin de
sentido al conjunto de la realidad, produzca el efecto cognoscitivo esperado.
Bibliografa
27
Para un acercamiento concreto a estas cuestiones puede verse otras de nuestras publicaciones como
(2007) La verdad periodstica. En busca de un nuevo paradigma en Universitas Philosophica 48,
Bogot, Pontificia Universidad Javeriana. 95-125 (2008): Verdad informativa y veracidad
informadora. Puede hacer algo el periodismo por la Verdad? en Estudios Filosficos, Valladolid (en
prensa)