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Historia y Textos de La Literatura Espanola I PDF

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J O S M A N U E L B L E G U A

Historia y textos
de la

Literatura Espaola

i
OTRAS PUBLICACIONES
DKL AUTOR
DON j DAN MANUEL, Libro Infinido
edic, critica. Zaragoza, 1938.
(Agotada.)
Gramtica histrica, en colabora-
cin con el profesor RAAEL
GASTON. Zaragoza, 1938. (Ago-
tada.)
LOPE DE VEGA, Poesa Urica, edi-
cin, prlogo y notas. Zarago-
za, 1939. (Clsicos EBRO.)
GONGORA, Poesa, selec, prlogo
y notase Zaragoza, 1940. (Cl-
sico EBRO.)
FERKAN PEREZ DE GUZMAN, Gene-
raciones y semblanzas. HER-
NANDO DE PULGAR, Claros varo-
nes de Castilla, seleccin, pr-
logo y notas. Zaragoza, 1940
Clsicos EBRO.)
Poesa romntica, Antologa. Za-
ragoza, 1940. (Clsicos EBRO.)
GARCILASO DE LA VEGA, Poesa, se-
leccin, prlogo y notas. Zara-
goza, 1941. (Clsicos EBRO.)
LOPE DE VEGA, El caballero de Ol
tnedo, edicin, prlogo y notas
Zaragoza, 1941. (Agotada.) (Cl-
sicos EBRO.)
JUAN DE MENA, El laberinto de
Fortuna o Las trescientas, edi-
cin, prlogo y notas. Ma-
drid, 1943. (Clsicos castellanos,
Espasa Calpe.)
Los pjaros en la poesa espao-
la. Editorial HISPNICA. Madrid.
Las flores en la poesa espaola.
Editorial HISPNICA. Madrid.
LOPE DE VEGA, Peribez y el Co-
mendador de Ocaa. Editorial
EBRO.
Un nuevo cdice gongorino, Re-
vista CASTILLA. Valladolid.
El mar en la poesa espaola.
Editorial HISPNICA. Madrid.
Cancionero de 1628, ed. de la RFB
p. DE HERRERA, Rimas inditas,
Anejo de la R. F . E-, Madrid,
1948.
La poesa de Jorge Guilln, en
colaboracin con R. Gulln.
Zaragoza, 1949.
EN PR E N S A
Poetas aragoneses del siglo XVII.
Biblioteca de. Escrutares Ara-
goneses (Zaragoza).
JOSE MANUEL BLECUA
Catedrtico del Instituto Goya de Zaragoza

Historia y textos
de 1a

Literatura r^spaola
i

AULA

LIBRERA GENERAL
ZARAGOZA
1951
ES PROPIEDAD DEL AUTOR
Copyright, by
JOS MANUEL BLECUA
ZARAGOZA, 1951
I N D I C E

Tags.

Prlogo 6
Primeras manifestaciones de la lengua vulgar. La epopeya medieval.
Caracteres de la pica espaola. El Cantar de Mio Cid. Otros can-
tares de gesta .. .. 9
El mester de clereca. Gonzalo de Berceo. Otros poemas del meater
de clereca 24
La lrica popular. Los cancioneros galaico-portitgueses. Las formas cas-
tellanas. La Razn feita de amor y otros poemas de origen francs.
Restos del teatro medieval 81
Alfonso el Sabio : Su figura y su obra. a) Histricas. b) Obras jurdi-
cas. c) Obras cientficas. d) Obras literarias. Libros de influen-
cia oriental 42
El siglo xiv. La poesa. -*~ Arcipreste de Hita. Otros poetas 52
La prosa en el siglo xiv. Don Juan Manuel 67
El siglo xv. - Caracteres generales. Los Cancioneros. - Los grandes
poetas del Cuatrocientos : Mena, Santillana, los Manriques. Poesa
satrica 74
Los romances viejos. Clasificacin de los romances: a) Romances hist-
ricos ; b) Romances carolingios y de ciclo bretn ; c) Romances nove-
lescos y lricos. Publicacin y estilo de los romances 93
La prosa en el siglo xv. - Caractersticas. La historia. La prosa di-
dctica. La novela 102
Humanismo. Nebrija. La poesa. La prosa. La Celestina. Edicio-
nes y autor. Aigumento. Caracteres y estilo. Realismo, idealismo.
Euentes. Trascendencia. Libros de caballeras 111
El teatro. Direcciones.Juan del Encina. Lucas Fernndez 128
Caractersticas del Renacimiento espaol. Introduccin de las formas ita-
lianas. Petrarquismo y platonismo. La poesa : Boscn, Garcilaso de
la Vega. Obra potica. Temtica e influencias. Estilo. Poetas
petrarquistas ... ... 137
Pgs.
La prosa en. la poca de Carlos V : Sus caractersticas.Los hermanos
Valds ; el erasmismo. Fray Antonio de Guevara. El Lazarillo y la
novela picaresca. Las dos pocas de la picaresca. La vida de Lazarillo
de Tormes. Sus caractersticas y estilo.Los historiadores 16-2
El teatro en la primera mitad del siglo xvi. Bartolom Torres Naharro.
Gil Vicente. Lirismo y paisaje. Cdice de Autos viejos 178
La poca de Felipe II. La poesa. Fray Luis de Len. Su obra en
prosa-. Estilo. La poesa. Herrera. Temtica. Estilo. Otros
poetas castellanos y andaluces 186
Asctica y mstica. Caractersticas. Juan de Avila. Fray Luis de Gra-
nada. Obras. Estilo. Santa Teresa de Jess. Obras. Estilo.
San Juan de la Cruz. Poesa y prosa. Lirismo y estilo. Otros
escritores ascticos y msticos ... 206
La novela pastoril. Orgenes. Jorge de Montemayor. Gaspar Gil Polo.
xito de la novela pastoril. El tema morisco. La prosa histrica.
Juan de Mariana 233
El teatro prelopista. El teatro erudito. Lope de Rueda. Obras. Juan
de la Cueva. Juan de Timoneda .. 240
El barroco literario. Culteranismo y conceptismo. La poesa culterana.
Don Luis de Gngora. Obra. Los poemas mayores. Estilo. Segui-
dores de Gngora. Enemigos y defensores de Gngora 250
Grupo sevillano y aragons. La poesa pica de los dos siglos ... 275
Apogeo de la novela : Cervantes. Vida. Cervantes, poeta. La Galatea.
Novelas ejemplares. Don Quijote, El Quijote de Avellaneda. Cer-
vantes, escritor dramtico. Persiles y Sigismunda 289
La novela en el siglo xvii. Mateo Alemn. Vicente Espinel. Otras
novelas picarescas. Castillo y Solorzano. La llamada novela cortesana.
Principales autores de este gnero novelesco ... 306
Qu e ved o : Vida. Quevedo, poeta. Quevedo, prosista. Estilo 316
Baltasar Gracin Teoras literarias.Tratados morales y polticos. El Cri-
ticn. Ideas. Influencia de Gracin. Estilo. Saavedra Fajardo.
Historiadores ;. ... 329
El teatro nacional. Lope de Vega. Obras no dramticas. El teatro de
L o p e : Sus caractersticas.'Las comedias ms importantes ... ,. 333
Seguidores del teatro de Lope. Guillen de Castro. Tirso de Molina.
J. Ruiz de Alarcn. Vlez de Guevara. Mira Amescua ... 363
Caractersticas del teatro calderoniano. Vida de Caldern. Obras. Los
autos sacramentales. Rojas Zorrilla. Agustn Moreto ... 377
PROLOGO

Estos dos volmenes de Historia y Textos responden a una metodologia


universal ya en lu enseanza de las literaturas maternas : metodologa que
se reduce a algo tan simple como leer y comentar. Continan as el criterio
seguido en los manuales de los cursos anteriores. Siempre ser ms eficaz
la lectura comentada de las Coplas de Jorge Manrique, los anlisis orales
y escritos, que el brillante recitado de las pginas del mejor manual, por
muy excelente que sea. La impresin viva y palpitante de una lectura, la
observacin del estilo, los caracteres y las ideas son mucho ms formativos
que el simple recitado memorstico. Y urge devolver cuanto antes a nuestra
asignatura su carcter formativo y abandonar de una vez mtodos deste-
rrados de la enseanza desde hace muchos aos. (Baste recordar, por
ejemplo, que el Ministerio de Educacin francs prohibi ya en 1904 el
uso de Historias literarias sin textos.)
Aunque entre nosotros abundan los manuales excelentes de Historia
literaria, son muy escasos los que combinan la Historia con la edicin de\
Textos. Por esta razn (no han faltado tampoco cariosas incitaciones de
amigos y compaeros) nos hemos atrevido a publicar estos dos volmenes
con la esperanza de remediar en parte la ausencia de esta clase de obra*.
No creemos, ni mucho menos, haber conseguido algo definitivo, puesto
que la tarea estaba erizada de escollos, ya que no se trataba de escoger
unos cuantos textos, ms o menos bellos, sino de elegir aquellas pginas
decisivas dentro de una obra. Haba que vencer tambin el inconveniente
de la extensin. No obstante, siempre que ha sido posible, los textos po
ticos se imprimen ntegros, como sucede con la gloga primera de Garcaso
o el Cntico espiritual, de San Juan de la Cruz, y se aaden notas expli-
cativas. Los interrogatorios son slo una pauta de lo que se puede exigir
a un joven estudiante que ha cursado ya cinco aos de lengua y literatura.
Obligan a una lectura reposada, a tomar notas a ordenar las ideas y a
exponerlas con elegante decoro, ya en ejercicios orales ms o menos,
colectivos ya en ejercicios de redaccin. El alumno se acostumbra a
leer, toma gusto a los clsicos o modernos y se le incita a pensar por su
cuenta. Es tambin el nico mtodo posible para tentar el gusto por la
lectura de una obra completa, ya que adems no faltan colecciones de
clsicos, como la de Clsicos castellanos o la de Clsicos Ebro, asequibles
en todas las biblioteca escolares. Por esta razn se da tambin una breve
indicacin bibliogrfica al final de cada captulo. El lector vido y curioso
encontrar una bibliografia muy completa en los excelentes libros de
Hurtado y G. Palncia, L. Pfnde y Valbuena y Prat.
DESDE LOS ORGENES AL SIGLO XVIII
E D A D M E D I A

C A P I T U L O I

LA POESIA PICA

i Primeras manifestaciones de la lengua vulgar. Como es sabido,


la lengua espaola pertenece al grupo de las llamadas lenguas romnicas t
ltima evolucin del latin vulgar. Los primeros testimonios en lengua
romance se hallan en los documentos notariales, donde alternan formas
latinas puras como altariu y carraa frente a autairo, auteiro, otero y ca~
rraira, carrea, carrera, ya romances. Adems de estos documentos nota-
riales poseemos las llamadas Glosas Silenses (del Monasterio de Silos) y
Glosas Emilianenses (de San Milln de la CogoUa), del siglo x, que son
irataditos latinos que llevan al margen o interlineadas ciertas voces roman-
ces, correspondientes a otras latinas del texto. Entre los mozrabes (espa-
oles que quedaron en las poblaciones conquistadas por los rabes) se
hicieron tambin Glosarios, como el de la biblioteca de Ley den, del siglo x.

L epopeya medieval. : Los primeros monumentos literarios con-


servados son los cantares de gesta, poemas picos referentes a hroes o
hechos medievales. Nuestra poesa pica arranca del siglo x, aunque el
ms antiguo cantar, el del Cid, date del siglo xn. Segn Menndez Pidal
el origen de estos poemas hay que buscarlo en la fica germnica, aunque
tambin se perciba l influencia de las chansons d& geste francesas, muy
conocidas merced a las peregrinaciones a Santiago de Compostela. Hasta
el siglo xiv visitaron las Cortes espaolas numerosos juglares franceses,
y lo francs influye tambin en otros gneros literarios.

Caracteres de la pica espaola. La pica castellana se caracteriza


por su historicidad y realismo. Menndez Pelayo lleg a escribir que en
Castilla la pica es una forma de la historia y la historia una prolongacin
10 JOS MANUEL BLECUA

de la epopeya. Por ser de contenido histrico, las gestas se pr osificaron


eu las crnicas medievales (vid. en la Crnica General los fragmentos
referentes a los Siete infantes de Lara). El realismo se percibe en mltiples
detalles, sobre todo en la ausencia de lo fantstico y quimrico.
Otra de las caractersticas es su continuidad histrica a lo largo de
la literatura espaola. Las gestas pasan a las Crnicas, se prolongan en
el Bomancero y aparecen en el teatro del siglo xvn, como se puede obser-
var siguiendo el tema de los siete Infantes de Lara.
La versificacin de estos cantares es irregular, aunque predominan
los versos de catorce y diecisis slabas. E s poesa annima y popular;
sin embargo, cada poema es obra de un solo juglar, segn admite hoy
la crtica.

El cantar de Mio Cid. El nico poema que ha llegado ntegro a


nuestros das es el Cantar o Poema de Mio Cid, escrito hacia 1140 por un
juglar de cerca de Medinaceli, y copiado en 1307 por un Per Abbat. E l
poema se divide en tres cantos o partes y narra las hazaas de Rodrigo
Daz de Vivar, el clebre conquistador de Valencia. Su argumento es el
siguiente :

Acusado el Cid de haberse quedado con las parias del rey moro de Sevilla,
es desterrado por Alfonso V, saliendo de Burgos y dirigindose a tierras aragonesas.
Despus de vencer a los reyes moros Fariz y Galve, se pone al servicio del rey
moro de Zaragoza, derrotando al Conde Ramn Berenguer de Barcelona.
La segunda parte refiere las hazaas del Cid hasta la conquista de Valencia.
Una vez conquistada esta ciudad, Rodrigo Daz enva grandes presentes al rey de
Castilla, con la splica de que le permita llevarse a su mujer y a sus hijas, que
aej en el monasterio de Crdena, cerca de Burgos. El rey lo concede y adems
arregla el casamiento de las hijas del Cid con los infantes de Carrin.
La tercera parte comienza pintando la cobarda de los infantes, yernos del
Cid. Despus de varios incidentes, los infantes, avergonzados y llenos de rencor,
solicitan permiso del Cid para trasladarse a sus tierras. Lo concede el Cid, pero
a? llegar al robledo de Corpes, los infantes atan a sus mujeres a unos rboles y
las azotan cruelmente, abandonndolas. Flez Muoz, primo suyo, las encuentra
y las vuelve a Valencia. El Campeador apela al Rey para que castigue a los
malvados. En las cortes de Toledo son vencidos los infantes de Carrin por los
caballeros del Cid, el cual casa despus a sus hijas con los infantes de Aragn y
Navarra.

E l autor fu un poeta excepcional y el cantar abunda en episodios be-


llsimos, como el exilio del hroe cuando pasa por Burgos, la despedida
en Crdena, la alegra por la toma de Castejn, la afrenta de Corpes, tan
meticulosamente preparada, y por ltimo, la soberbia escena de las cortes
de Toledo. Por otra parte, el cantar es rigurosamente histrico en sus
mejores momentos, y los personajes existieron todos, como demostr
Menndez Pidal. Todo el. poema gira alrededor del engrandecimiento
del Cid, pero las numerosas conquistas no le hacen perder su entraable
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA II

humanidad. E s siempre el campeador complido y leal, modelo de va-


sallos y de caballeros. Los dems personajes estn dibujados con trazos
breves, pero de gran energa expresiva, lo mismo los compaeros del
Cid que sus enemigos. Las notas referentes al paisaje son escasas, aun-
que en slo un verso es capaz de decribir un amanecer, como en Ixie
el sol, Dios que fermoso apuntaba!. Con u n solo verso tambin puede
describir la pena o la alegra de los personajes.

Otros cantares d gesta. Adems del poema del Cid tenemos no-
ticia de la existencia de otros cantares de gesta, ya porque se nos haya
conservado algn fragmento, ya porque aparezcan prosificados en las
crnicas.
E n este ltimo caso se encuentra la dramtica leyenda de los Infantes
de Lara, reconstruida sagazmente por don Eamn Menndez Pidal, cuyo
argumento puede leerse en las pginas que copiamos de la Crnica Ge*
neral y en el romance correspondiente. Los caracteres y la geografa
del poema son profundamente histricos y realistas. Slo el personaje
Mudarra est imaginado para satisfacer la justicia potica. Abunda en
trozos de gran belleza dramtica, como el llanto del padre, Gonzalo Gus-
fcioz, cuando Almanzor le presenta las cabezas de sus hijos. El poema
tuvo una gran trascendencia, ya que se incorpor al Romancero, dando
origen a uno de los ms bellos ciclos de romances viejos ; pas al teatro
de J u a n de la Cueva, Lope de Vega y otros, y termin en el Romanti-
cismo con el poema de El mor expsito, del Duque de Rivas.
Hubo tambin cantares de gesta referentes al infante don Garca, al
conde Fernn Gonzlez, a Sancho y el Cerco de Zamora, y otros, re-
construidos por haberse prosificado en la Crnica General,
Hasta nosotros han llegado cien versos de un cantar de gesta del si-
glo xni que refera la derrota de Carlomagno en RoncesvaUes. E s el nico
ejemplar de pica castellana de asunto francs y el ms remoto antece-
dente de los romances carolingios.

C O N S L T E S E . M . M e n n d e z Pelayo, Antologa de poetas lricos castellanos,


vol. I ; R. M e n n d e z Pidal, La epopeya castellana a travs de la literatura espaola,
Madrid. 1946; del m i s m o , Historia y epopeya, Madrid. 1934.
12 JOS MANUEL BLECUA

POEMA DE MIO CID

DESTIERRO DEL CID

Adis del Cid a Vivar


De los sos ojos1 tan fuertemientre llorando,
tornaba la cabea y estbalos 2 catando 3 .
Vio puertas abiertas e uos sin caados 4 ,
alcndaras vzias sin pielles e sin mantos 5
5 e sin falcones e sin adtores mudados 6 .
Sospir mi Cid ca mucho habi grandes cuidados 7 .
Fabl mi id bien e tan mesurado 8 :
Grado9 a ti, Seor Padre que ests en alto!
Esto me han vuolto 10 mios enemigos malos.

Ageros en el camino de Burgos


i All pienssan de aguijar, all sueltan las riendas,
A la exida de Bivar hobieron la corneja diestra 11 ,
e entrando a Burgos, hubironla siniestra.
Meci12 mi id los hombros y engrame la tiesta :
1
Obsrvese la construccin, frecuen- sin acento Ca, p o r q u e , p u e s (de quia),
te e n la E d a d Media. llcbi, imperfecto d e indic. V a n s e m s
2
Estbalos se refiere a los palacios adelante otros ejemplos, q u e alternan
y casas a b a n d o n a d o s por el Cid, m e n - a d e m s con las terminaciones ia, i.
cionados en u n verso anterior, recons- C ztidados, p e n a s .
8
truido por la Crnica de veinte Reyes : Mesurado, comedido.
9
Assi d e x a sua palacios yermos e des- Grado, 1. a p e r s . del pres. indic. d e
heredados . gradar, agradecer.
3 10
Cafando, m i r a n d o con amor, des- Vuolto, u r d i d o . (De volver traicin,
pacio. urdir, tramar.) L o urdido por los e n e m i -
*' co3 sin caados, puertas sin can- gos del Cid fu la acusacin d e haberse
dados. q u e d a d o con los tributos p a g a d o s por el
6
Perchas vacas sin m a n t o s y sin rey moro d e Sevilla, causa del destierro
tnicas d e piel. L a s alcndaras servan del C a m p e a d o r por Alfonso V I .
11
t a m b i n p a r a posar sobre ellas las aves Exida, salida. - Hobieron, tuvie-
d e caza, los halcones y azores, mencio- ron. L a corneja era a v e agorera. El Cid
nados e n el verso siguiente. desprecia los malos ageros q u e significa-
Mudados, q u e h a b a n c a m b i a d o las ba el volar de la corneja d e izquierda a
p l u m a s y eran valiosos. derecha
T 12
Sospirar alternaba con la forma sus- Meci, movi. Engrame, sacu-
pirar, como so, tos, y su, sus. Lase Mo, di, alz
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 13
Albricia, Alvar Fez, ca echados somos de tierra!
[mas a grand hondra 13 tornaremos a Castiella.]

3
El Cid entra en Burgos
15 Mio Cid Roy Daz por Burgos entrve 14 .
Kn sue compaa sessaenta pendones 15 ;
i6 d exien lo veer mujieres e varones,
burgueses e burguesas por las finiestras 15 son,
plorando de los ojos17, tanto habien el dolore.
De las sus bocas, todos dizan una razone:
20 Dios, qu buen vassallo ! S 18 hobiese buen seore !

4
Nadie hospeda al Cid.Slo una nia le dirige la palabra para mandarn
alejarse.El Cid se ve obligado a acampar fuera de la poblacin,
en la glera.
Convidar le ien de grado 19 , mas ninguno non osaba :
el rey don Alfonso tanto habie le grand saa.
Antes de la noche en Burgos del entr su carta,
con gran recabdo e fuertemientre seellada20 :
25 que a mi Cid Roy Daz que nadi nol dessen posada 21 ,
e aquel que gela 22 diesse sopiesse vera palabra
que perdere los haberes e ms los ojos de la cara,
e aun dems los cuerpos e las almas 23 .
Grande duelo habien las yentes cristianas 24 ;
30 ascndense de mo Cid, ca nol osan dezir nada.
El Campeador adeli 25 a su posada ;

13 19
Hondra y hondrar, como terne, ten- Forma del condicional, formado con
t y tendr, son formas medievales. el infinitivo ms el imperfecto {hob) ta
14
Entrove, forma muy arcaica de una (aqu, te) ; le convidaran de buena
e paraggica, exigida por el asonante oe. gana.
20
Ntese la e paraggica ele los versos si- Con grandes prevenciones y mu-
guientes. cho rigor.
15 21
Pendones, es decir, hombres con Nadi, nadie.Nol, ' no le (Vanse
ianzas que llevaban pendones, bande- otros ejemplos semejantes ms adelante.)
rolas. Posada, hospedaje.
16 22
Finiestras, ventanas. Gela, se la (de ii illam).
17 23
Plorando de loa ojos, es construc- Al prometer Alfonso VI ese casti-
cin calcada de las gestas francesas. go, sigue una corriente usual en su
18
Si, as.Este verso ha quedado co- tiempo.
24
mo proverbial. Ntese cmo describe Yentes cristianast todos.
25
con una sola frase el dolor de los bur- Campeador, de campear, batalla-
galeses ante el destierro del Cid, dor.Adeli, se dirigi.
14 JOS MANUEL BLECUA

as commo lleg a la puorta 26 , fallla bien cerrada,


por miedo del rey Alfons, que ass lo pararan 27 :
que si non la quebrantas 28 , que non gela abriessen por nada.
35 Los de tnio id a altas voces llaman,
los de dentro non les querin tornar 29 palabra.
Aguij mi id, a la puerta se llegaba,
sac el pie del estribera 30 , una feridal daba ;
non se abre la puerta, ca bien era cerrada.
40 Una nia de nuef aos a ojo se paraba :
Ya31 Campeador, en buena 32 inxiestes espada!
El rey lo ha vedado, anoch del entr su carta,
econ grant recabdo e fuertemientre seellada.
Non vos osariemos abrir nin coger33 por nada;
45 si non perderiemos los haberes e las casas,
e aun dems los ojos de las caras.
id, en el nuestro mal vos non ganades nada ;
mas el Criador vos vala con todas sus vertudes santas.
50 Ya lo vede el id que del rey non habie gracia.
Partios de la puerta, pora 34 Burgos aguijaba,
lleg a Santa Mara, luego descabalga 35 ;
finco los inojos 36 , de coraon rogaba.
I,a oracin fecha, luego cabalgaba ;
55 sali por la puerta e Arlann 37 passaba.
Cabe Burgos essa villa en la glera S8 posaba,
fincaba la tienda e luego descabalgaba.
Mio id Roy Daz, el que en buena inx espada,
pos en la glera quando nol coge ad en casa ;
60 derredor del una buena compaa.
Ass pos mi id como si fosse en montaa.

26
Puorta, c o m o vuolto, con diptongo eptetos picos q u e el juglar emplea
HO = ae. para designar al C a m p e a d o r . V i d . el
37
Pararan, ordenara. verso 58.
33
28
Quebrantas, rompiese, con e a p o c o Coger, acoger.
34
p a d a , como nol, feridal, etc. Pora, c o m p u e s t a de por a : hacia.
35
29
Tornar, volver, devolver. Santa Mara, catedral d e Burgos.
30 Ntese c m o el poeta c a m b i a la t e m p o -
Estribera, estribo d e montar a ca-
ralidad de la accin : lleg... descabal-
ballo.Ferida, golpe, e m p u j n .
31
ga ; finc... rogaba.
Ya, exclamacin rabe : ] oh 36
32
Finc los inojos, Kineo las rodillas.
En buena, omitido hora, frmula 37
Arlann, ro q u e p a s a por Burgos.
m u y frecuente. El Cid es el d e la b a r b a
38
complida, el q u e e n b u e n a hora nas, Glera, arenal, de glarea. Cabe,
y el q u e en b u e n a ci espada. Son los cerca d e .
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 15

Vedada l'an 39 compra dentro en Burgos la casa


de todas cosas quantas son de vianda;
nol osarien vender al menos dinerada 40 .

i. Indquense algunos rasgos psicolgicos del Cid. Cules son


y cmo los caracteriza el poeta?
2. Analcense los sentimientos que inspira la desgracia del Cid
y cmo se expresan.
3. 0 Estudese el desarrollo de esta ltima serie de versos, partes
en que se puede dividir y cul es la ms dramtica. Expliqese en
qu consiste su dramatismo.
4.0 Mustrese la sobriedad con que el juglar describe el paso del
Cid por Burgos.
5.0 Hgase notar el cambio de rimas al cambiar la accin.
Cuntas slabas tienen los versos? Sealar las es paraggicas.

14
El Cid ua a Crdena a despedirse de su familia
Tornabas' don Martino 1 a Burgos e mi Cid aguij
pora San Pero de Crdena quanto pudo a espoln2,
con estos caballeros quel sirven a so sabor.
235 Apriessa cantan los gallos e quieren crebar albores 3 ,
quando lleg a San Pero 4 el buen Campeador;
el abbat don Sancho, cristiano del Criador,
rezaba los matines avuelta de los albores.
I estaba doa Ximena con cinco dueas de pro 5
240 rogando a San Pero e al Criador :
T que a todos guas, val 6 a mi Cid el Campeador.

39 3
Vedada Van, prohibida le Kan. Ntese la belleza del verso. Cre-
* Dinerada, la racin de vveres que bar, quebrar, romper (de crepare).
4
se poda comprar con un dinero. A San Pedro de Crdena, monaste-
1
Don Martino es Martn Antolnez, rio cercano a Burgos.
5
el burgals de pro, gran amigo del Cid. /, all, de ibi. Ximena, la mujer
3
Aguij... a espoln, es decir, espo- del Cid. Pro, alcurnia, nobleza.
6
le cuanto pudo. Protege, ayuda.
6 JOS MANUEL BLECA

16
Jimena lamenta el desamparo en que queda la niez de sus hijas.El Cid
espera llegar a casarlas honradamente.
Merced, ya Cid, barba tan complida ! 7
Fern8 ante os yo e vuestras fijas,
Yo lo veo que estades 10 vos en ida
270 con aquestas mis dueas de quien so yo servida,
269* iffantes son e de das chicas 9 ,
e nos de vos partir nos hemos en vida.
Dandnos consejo por amor de santa Mariai
Bnclin las manos la barba bellida 11 ,
175 a las sues fijas en braco* las prenda,
lleglas al coraon ca mucho las quera.
Llora de los ojos, tan fuerte mientre sospira :
Ya doa Ximena, la mi mujier tan complida,
icommo a la mi alma yo tanto vos quera.
380 Ya lo veedes que partir nos hemos 12 en vida,
yo ir y vos fincaredes remanida 13 .
Tlega a Dios e a santa Mara,
s83 que aun con mis manos case estas mis fijas14
b

e quede ventura y algunos das vida,


e vos, mujier hondrada, de m seades servida!

18
Adis del Cid a su familia
La oracin fecha15, la missa acabada la han,
salieron de la eglesia, ya quieren cabalgar.
El id a doa Ximena bala a abraar ;
doa Ximena al id la manol va besar,
370 llorando de los ojos, que non sabe qu se far16.
E l a las nias tornlas a catar :
a Dios vos acomiendo e al Padre spirital ;

7
Epteto pico con que el juglar de- es frecuente encontrar el pronombre en-
signa al Cid. Vd. el 274. tre el infinitivo y el auxiliar. Vid. e
8
Fem, heme, con e apocopada. Tr- v. 21.
13
tase del adverbio demostrativo he, de Fincaredes remanida es un pleo-
origen rabe. nasmo, puesto que fincar y remanir sig-
* Das chicas, de pocos aos, nias. nifican lo mismo, permanecer, quedar.
10 14
Estades, estis (de estofis). Fjese bien la atencin en ese verso,
11
Epteto pico para designar al Cid. que jugar un buen papel ms adelante.
13 15
Partir nos hemos, nos partiremos. El Ablativo absoluto.
16
futuro mperf. formse con el infn. ms Far, hacer.
he. Hasta bien entrado el siglo XVI an
HISTORIA V TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 17

*agora nos partimos. Dios sabe el ajuntar.


Llorando de los ojos, que non vidiestes atal,
375 assis 17 parten unos d'otros commo la ua de la carne.

i. Cmo describe el juglar? Indquese la manera de utilizar los


elementos realistas y las comparaciones.
2. Estudese el arte del dilogo.
3.0 Cmo aparece el Cid en estos versos?
4.0 Mustrense los elementos patticos de esta escena.
5.0 Qu nuevos perfiles psicolgicos nos muestra el juglar?
6. Selense la verosimilitud, realismo y poesa de esta escena.

17
Ass'a, as< se.

2
8 JOS MANUEL BLECUA

LA AFRENTA BE COUPES

112
Sultase el len del Cid. Miedo de los infantes de Carrin, El Cid
amansa al len. Vergenza de los infantes.
En Valencia sed 1 inio id con todos los sos 2 ,
con elle amos sos yernos iff an tes de Carrion.
2.280 Yazies 3 en u n escao, durmie el Campeador,
mala sobrevienta 4 , sabed 5 , que les cunti 6 .
salios de la red 7 e desats el len.
E n grant miedo se vieron por medio de la cort ;
enbraan los mantos los del Campeador,
a.285 e cercan el escao, e fincan sobre 8 so seor.
Ferrand Gonclvez, ifant de Carrin,
2.286d non vido all dos alasse 9 , nin cmara abierta nn torre ;
metis sol escao, tanto hobo el pavor.
Diag Gonclvez por la puerta sali,
diziendo de la boca : non ver Carrin !
2.290 Tras una viga lagar metis con grant pavor;
el manto e el brial 1 0 todo suzo lo sac.
E n esto despert el que en buen ora naci ;
vido cercado el escao de -sos buenos varones:
(fQtts esto, mesnadas, o qu queredes vos?
2.295 Ya, seor ondrado, rebata 1 1 nos dio el len.
Mio id finco el cobdo, en pie se levant,
el manto trae al cuello, e adelio pora el len ;
el len quando lo vio, ass envergonc,
ante mi id la cabeca premi 1 2 e el rostro finc.
2.300 Mio Cid don Rodrigo al cuello lo tom 1 3 ,
e livalo adrestrando 1 4 , en la red le meti.
A maravilla lo han quantos que i son,
tornronse al palacio pora la cort.
Mio id por sos yernos demand e no los fall ;
2.305 maguer 1 5 los estn llamando, ninguno non responde.
Quando los fallaron, ass vinieron sin color ;

1 8
Sed, estaba {de sedere). Sobre, alrededor de.
2 9
Los suyos. Dos alasse, d o n d e se escondiese.
3 10
Yazies, estaba echado. Brial, especie de tnica.
11
* Sobrevienta, sorpresa (de sper- Ya, oh.Rehata, sobresalto, susto.
12
vnta). Premi, baj.
5 1S
Ntese esa frmula juglaresca. T o m l o por el cuello.
6 14
Cunti, sucedi. Adestrando, como diestro.
7 15
Red, jaula. Maguer, a u n q u e .
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

non vidieste tal juego 16 cornmo iba por la cort;


mandlo vedar 17 rnio Cid el Campeador.
Muchos tuvieron por embados18 ifantes de Carrin,
2.310 era cosa les pesa desto que les cunti.

i. Ntese otro nuevo rasgo psicolgico de los infantes,


2.0 Analcense los elementos descriptivos.
3.0 Cul es la intencin del juglar en esta escena?
4.0 Estudese el contraste de caracteres.

128
Los viajeros entran en el reino de Castilla.Duermen en el robledo de
Corpes.A la maana qudanse solos os infantes con sus mujeres v
se preparan a maltratarlas,Ruegos intiles de doa SolCrueldad
de los infantes.
2.697 Entrados son los ifantes al robledo de Corpes1,
los montes son altos, las ramas pujan con las nuobes 2 ,
e las bestias fieras que andan aderredor.
2.700 Fallaron un vergel con una limpia fuont;
mandan fincar la tienda ifantes de Carrin,
con quantos que ellos traen 3 yazen essa noch,
con sus.mujieres en braos demustranles amor;
mal gelo cumplieron quando sale el sol !
2.705 Mandaron cargar las azmilas con haberes [a nombre] 4
cogida han la tienda do albergaron de noch,
adelant eran idos los de criazn5 :
ass lo mandaron ifantes de Carrion,
que non i fincas ninguno, mujier nin varn,
2.710 si non amas 6 sus mujieres doa Elvira e doa Sol:
deportar 7 se quieren con ellas a todo su sabor8.
Todos eran idos, ellos quatro solos son,
tanto mal comidieron9 ifantes de Carrin :
Bien lo creades don Elvira e doa Sol,
2.715 jaqu seredes escarnidas 10 en estos fieros montes.
la
Non vidieste tal juego, nunca vis- verbal de nombrar).
res tal burla. * f Loa de criazn, los familiares o los
17
Vedar, prohibir. criados en sus casas.
18 6
Embados, avergonzados, corridos. Amas, ambas.
1 7
El robledal de Corpes existi cerca Deportar, holgar, divertir,
8
de San Esteban de Gormaz. Sabor, placer.
2 9
Llegan hasta las nubes. Comidieron, pensaron.
3 10
1, aqu (de o). Escarnidas, maltratadas, escarne-
* Nombre, nmero, abundancia (post- cidas.
20 JOS MANUEL BLECUA

Hoy nos partiremos, e dexadas seredes de ns ;


non habredes part en tierras de Carrin.
Irn aquestos mandados al id Campeador ;
nos vengaremos aquesta 11 por la del len.
2.720 All les tuellen 12 los mantos e los pelliones13,
pranlas en cuerpos y en camisas y en iclatones 14 .
Espuelas tienen calcadas los malos traydores 15 ,
en mano prenden las cinchas fuertes e duradores 16 .
Quando esto vieron las dueas, fablaba doa Sol :
2.725 For Dios vos rogamos, don Dago e don Ferrando, ns!
dos espadas tened es fuertes e tajadores,
al una dizen Colada e al otra Tizn,
cortadnos las cabeas, mrtires seremos ns,
moros e cristianos 17 departirn desta razn,
2.730 que por lo que nos merecemos non lo prendemos ns.
Atan malos enssiemplos 18 non fagades sobre ns :
si ns furemos majadas 19 , aviltaredes a vos 20 ;
retraer vos lo han 21 en vistas o en cortes.
Lo que ruegan las dueas non les ha ningn pro.
ss nora
2.735 ^ l e s conpiean a dar if antes de Carrin ;
con las cinchas corredizas nijanlas tan sin sabor;
con las espuelas agudas, don ellas han mal sabor22,
ronpien las camisas e las carnes a ellas amas a dos ;
linpia salie la sangre sobre los iclatones.
2.740 Ya lo sienten ellas en los sos coraones.
Qul ventura serie sta, si ploguiese al Criador,
que assomasse ess hora el id Campeador !
Tanto las majaron que sin cosimente 23 son ;
sangrientas en las camisas e todos los iclatones.
2.745 Canssados son de ferir ellos amos a dos,
ensayandos amos qul dar mejores colpes.
Ya non pueden fablar don Elvira e doa Sol,
por muertas las dexaron en el robredo de Corpes.

11
Aquesta, suplido vez. bigracia : la ma seor, en Razn de
13
Tuellen, quitan. amor. (Hoy todava se dice la calor y el
13
Pelliones, chaquetas amplias, de calor.)
17
piel, que se ponan sobre el brial y en- Todos.
18
cima del manto. Enssiemplos, acciones.
14 19
Pranlas, djanlasCuerpos, a cuer- Majadas, 'golpeadas (de maleare).
20
po, sin los mantos ni pellizones, con so- Si furamos azotadas os envilece-
las las prendas de vestir. ris vosotros mismos.
15 21
Ntese la colocacin de las voces, Retraer vos lo han, os lo deman-
que obliga a pensar antes en las espuelas.. darn.
16 22
Las terminaciones or, ores se utili- Donde pueden causar ms dolor.
23
zaban tambin para el femenino ; ver- Sin cosiment, sin sentido, sin fuerzas.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA ?.\

129
Los injantes abandonan a sus mujeres
Levronlas los mantos e las pieles armias,
a.750 mas dxanlas marridas 24 en brialet y en camisas,
e a las aves del monte e a las bestias de la fiera guisa.
Por muertas las dexaron, sabed, que non por vivas.
Qul ventura serie si assomas ess hora el Cid Roy Daz !

131
Flez Muoz sospecha de los injantes.Vuelve atrs en busca de las hijas
del Cid.Las reanima y las lleva en su caballo a San Esteban de
Gormaz.Llega al Cid la noticia de su deshonra.Minaya va a
San Esteban a recoger las dueas.Entrevista de Minaya con sus
primas.
Alabandos 25 iban ifantes de Carrin.
Mas yo vos dir 26 d'aquel Flez Muoz ;
3.765 sobrino era del Cid Campeador ;
mandronle ir delante, mas de so grado non fo27.
En la carrera do iba dolil el coran28,
de todos los otros aparte se sali.
En un monte espesso Flez Muoz se meti,
2.770 fasta que viesse venir sus primas amas a dos
o que ban fecho ifantes de Carrin.
Volos venir e odi29 una razn,
ellos noi vidien ni dend sabien racin;
sabed bien que si ellos le vidiessen, non escapara de muort.
Vansse los ifantes, aguijan a espoln.
Por el rastro tornos Flez Muoz,
fall sus primas amortecidas amas a dos.
Llamando: Primas, primas!, luego descabalg,
arrend 30 el caballo, a ellas adeli:
2.780 Ya primas, las mis primas, don Elvira e doa Sol,
mal se ensayaron 31 ifantes de Carrin!
A Dios plega que dent prendan ellos mal galardn !
Tanto son de traspuestas que nada dezir non puoden.
2.785 Partironsele las telas de dentro del coran32,
llamando: Primas, primas, don Elvira e doa Sol !
Despertades, primas, por amor del Criador!
24 2
Marridas, aqu desmayadas. 9 Odi, oy.
25 30
Alabandos, alabndose. Arrend, at por las riendas.
26 31
Ntese la frmula juglaresca. Mala accin cometieron.
27 32
No fu de buena gana. Ntese la profunda belleza de este
28
En el camino tuvo un presenti- verso.
miento, una corazonada.
22 JOS MANUEL BLECUA

mientras es el da ante que entre la noch.


los ganados fieros non nos coman en aqueste mont!
2.790 Van recordando 34 don Elvira e doa Sol,
abrieron los ojos e vieron a Flez Muoz.
Esforadvos, primas, por amor del Criador!
De que no me fallaren if antes de Carrin,
a grant priessa ser buscado yo;
2.795 si Dios non nos vale, ac morremos 35 ns.
Tan a grand duelo fablara doa Sol :
S36 vos lo meresca, mo primo, nuestro padre el Campeador
^dadnos del agua, s vos vala el Criador.
Con un sombrero que tiene Flez Muoz,
^.800 nuevo era e fresco, que de Valenial sac,
cogi del agua en elle e a sus primas dio;
tsaiicho son lazradas 37 e amas las fart.
Tanto las rog fata que las assent.
Valas conhortando e metiendo coran38
2.805 fata que esfueran, e amas las tom
e privado 39 en el caballo las cabalg ;
con el so manto a amas las cubri,
el caballo priso 40 por la rienda e luego dent 41 las parti.
Todos tres seeros 42 por los robredos de Corpes
2.810 entre noch e da salieron de los montes ;
a las aguas de Duero ellos arribados son,
a la torre de don Urraca ellas las dex.
A San Esteban vino Flez Muoz,
fall a Dag Tllez el que 'de Albar Fez fo ;
2.815 quando elle lo odi, pesl de coran ;
priso bestias e vestidos de pro,
iba reebir a don Elvira e a doa Sol;
en Sant Esteban dentro las meti,
qttando elle mejor puede all las ondr.

[Fragmentos segn la edic. de R. Menndez Pida


en Clsicos ccsfeffanos]

34 39
Recordando, despertando. Privado, rpidamente.
3 40
Morremos, moriremos. Prisa, cogi.
36 41
Si, as. Dent, de aqu.
37 43
Lazradas, laceradas. Seeros, solitario*.
38
cLaa va confortando y animando*
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 23

i. Estudiar la composicin de este episodio, que refleja el arte


del juglar, partes de que consta, el dilogo, el paisaje, la ausencia de
lo fantstico, etc..
2. Indquense los elementos dramticos, patticos y poticos.
3. 0 Analizar el sentimiento de los personajes. Hgase un retrato
moral de los infantes.
4.0 Mustrense los elementos descriptivos, la verosimilitud y
realismo del episodio.
5.0 Estudese el valor estilstico de las repeticiones y encadena-
mientos.
6. Indquese en qu reside el valor humano del poema.
7.0 Dganse cules son las expresiones juglarescas.
8. Sealar los versos ms bellos y por qu.
9.0 Nrrese en prosa el episodio anterior, procurando evitar el
vocabulario y las construcciones del Poema.
ANLISIS GRAMATICAL.Expliqese el paso de feras=fieras ; fonte =
fuont ; mulleres=mujieres ; homine = omne ; spata = espada; sapere=
saber; habuihobe; oapitiacabeza \ ratione=razn.
2.0 Hgase una lista de voces que hayan desaparecido en la
actualidad.
3.0 Analcense los elementos oracionales de los versos 2749-55.

LOS SIETE INFANTES DE LARA

(Pasaje reconstruido por don R. Menndez Pidal)


La cabea de [don] uo tornla en su lugar
e la de Diago Gonalez[en los braos] fu a tomar ,-
[eJ mesando sus cabellos e las barbas de su faz :
Seero so e mezquino, para estas bodas bofordar ! l
Fijo Diago Gonalez, a vos amaba yo ms,
facalo con derecho, ca vos nacirades ante.
Grant bien vos quera el Conde ca vos rades su acalle,
tambin toviestes su sea en el vado de Cascajar.
En la refundicin de la Tercera crnica general se lee as este fragmento :
La cabea de uo Salido tornaba en su lugar, e la de Diago Gonzlez fu a
tomar, mesando sus cabellos e las barbas de su faz :Viejo so, mesquino, para
estas bodas bofordare ! Fijo Diago Gonalez, a vos quera yo mase ; fazalo con
derecho, ca vos rades su alcalde; tambin tuvisteis la sea en el vado de Cascajares.
(R. Menndez Pidal, La leyenda de los siete infantes de Lara, Madrid, 1896,
pginas 423 y 319.)
1
Bofordar, tirar bohordos, especie de
jabalina.
C A P I T U L O II

MESTER DE CLERECIA

El mester d clereca. Cuando ya la poesa pica haba llegado a


s' apogeo, surgi a su lado una poesa ms culta, propia para una mino-
ra de caballeros estudiosos y de clrigos, conocida con el nombre de mes-
ter de clereca. Presenta con la poesa anterior diferencias profundas, tanto
por la forma como por el contenido.
Frente a las gestas, los poemas de esta escuela se escriben en cuartetas
de versos alejandrinos monorrimos, que ellos llamaron cuaderna va. El
autor del Libro de Alexandre se muestra muy orgulloso de esta manera
de componer:

Mester trago fermoso, non es de ioglaria,


mester es sen pecado, ca es de clerezia ;
fablar curso rimado, por la cuaderna va,
a s Habas cuntadas, ca es gran maestra.

El lxico se ampla, dando entrada a numerosos latinismos, abundan-


do las comparaciones ajenas a la pica, como en este ejemplo: Estas
quatro doncellas, ligeras ms que viento.
En cuanto a la temtica, interesan ms los temas de tipo erudito if
europeo: vidas de santos, narracin de milagros, leyendas-referentes a
la antigedad clsica, como la de Apolonio, etc. Pero, a su vez, esta
poesa sufre alguna influencia de los cantares de gesta : as, por ejemplo,
Berceo Uama a San Milln, el buen campeador, y el tema de Fernn Gon-
zlez aparece con un poema ntegro.

Gonzalo de Berceo. El mejor poeta de clereca, y el de nombre co-


nocido ms antiguo de la literatura espaola, es GONZALO DE BERCEO,
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 25

educado en el monasterio de San Milln. Viva todava en 1246, ao en


que figura como testigo en un documento. E l mismo nos dice :

Gonzalo fu su nombre qui fizo este tractado,


en San Milln de suso fu de niez criado,
natural de Berceo, on San Milln fu nado.

Su obra es bastante extensa, escribiendo tres vidas de Santos San-


io Domingo, Santa Oria y San Milln, tres obras de devocin a la
Virgen Mara, entre las que descuella su coleccin de Milagros, y otras
tres obras de tipo religioso, como el Martirio de San Lorenzo y El sacri-
ficio de la misa.
Su obra ms divulgada es la coleccin de los veinticinco Mirados de
la Virgen, llenos de candor primitivo y devota sencillez, pero tambin
de autntica poesa y de viveza narrativa. Berceo no trata los temas reli-
giosos como un telogo, sino como buen poeta religioso deseoso de que
los dems participen en su gozo. Su estilo directo, la brevedad de los
temas, la pureza de intenciones hacen que su obra se lea con verdadero
gusto. De sus milagros son famosos, aparte de la bella introduccin
a^grca, el del devoto ignorante, el del labrador ambicioso y el conocido
y divulgado de Tefilo, que vende su alma al diablo. Berceo confiesa que
quiere dirigirse a todo el pueblo, como un juglar, y por eso adaptar
delicadamente al romance temas que aparecan en obras latinas. Usar
tambin comparaciones o expresiones dfe tipo popular y de origen ecle-
sistico.

Otros poemas del mester de clereca.El poema ms largo del rnes-


ter de clerenoia es el Libro de Alexandre, escrito a mediados del siglo xni,
que refiere la vida de Alejandro Magno siguiendo fuentes francesas. Ss
atribuye a un JUAN LORENZO DE ASTORGA.
El Libro de Apolonio, de la misma poca, aunque annimo, refiere
las aventuras de Apolonio, rey de Tiro y de su hija Tarsiana. Abunda en
fragmentos interesantes, como la narracin de los amores de Apolonio
con Luciana, o el encuentro de ste con Tarsiam.
E l Poema de Fernn Gonzlez narra la gesta del Conde que hizo inde-
pendiente a Castilla del reino leons. E s el mejor ejemplo de la influencia
de los cantares de gesta sobre los poetas cultos del mester de clereca.
Parece que fu escrito poco despus de 1250 por un monje del Monasterio
de San Pedro de Arlanza. Este poema se prosifica tambin en la Crnica
General y fu conocido en la Edad de Oro.

C O N S L T E S E . M. M e n n d e z Pelayo, Antologa de poetas lricos castellanos,


Madrid, 1944, vol. I. Poesas completas, en B. A . E., vol LVII.
26 JOS MANUEL BLECUA

MILAGRO XXII

LOS NUFRAGOS P E R E G R I N O S

Seores, si quisiredes, mientre dura el da,


destos taies miraglos, an ms vos dira 1 ;
si vos non vos quejasedes yo non me quejara,
ca como pozo fondo tal es Sancta Mara.
5 Tal es Sancta Mara como el capdal ro
que todos beben delli, bestias e el gento;
tan grande es eras como eri 2 e non es ms vaco,
en todo tiempo corre en caliente e en fro.
Siempre acorre ella en todos los lugares,
io por valles e por montes, por tierras e por mares ;
qui 3 rogar la sopiese con limpios paladares,
non lo podrien torzones tomar a los ijares.
Leemos un miraglo de la su sanctidat
que cunti a un obispo, omne de caridat,
15 que fu omne catlico de gran autoridad ;
violo por sus ojos, bien saba la verdat.
As como lo vio as lo escribi,
non mengu dello nada, nada non aadi;
Dios li 4 d paraso ca bien lo comedi 5 ,
20 alguna misa dijo que tanto nol vali.
Cruzronse 6 romeros por ir en ultramar,
saludar el sepulcro, la vera cruz orar;
metironse en naves para Acre pasar
si el padre del cielo los quisiere guiar.
25 Hobieron vientos bonos luego de la entrada,
orage 7 muj' - sabroso, toda la mar pagada 8 ;
haban gran alegra la alegre mesnada,
con tal tiempo ana 9 habran la mar pasada.
Haban buena partida de la mar travesada
30 que la habran ana a la otra part pasada ;
ms tvoles su fado 10 una mala celada,
fu la gran alegra en tristica tornada.
Movise la tempesta, una oriella brava,
desarr 1 1 el maestro que la nave guiaba;
35 nin a s nin a otri nul 1 2 consejo non daba,
toda su maestra non vala una faba 13 .
1 8
Ntese el estilo directo. Pagada, pacificada, tranquila.
2 9
Cras, maana ; en, ayer. Ana, aprisa.
3 10
Qu, quien. Fado, hado, suerte.
11
* Li, le. Desarrar, perder el nimo.
5 13
Comedi, pens, consider. Nul., ningn.
6 13
Cruzar, tomar la cruz. Faba, haba. Berceo recurre con fre-
7
Orage, viento (galicismo). cuencia a expresiones de tipo popular.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

Cuntilis 1 4 otra cosa, otra grant ocasin 15 ,


rompisels la nave yuso 1 6 en el fondn ;
veda entrar grant agua, rompa cada rincn;
40 haba de ir la cosa toda en perdicin.
Cerca la mayor nave traan otra pocaza 17
non s si le dican galea o pinaza 1 8 ,
que si fuesen cuitados de oriella 19 malvaza 2 0
en esa estorciesen 21 de la mala pelaza 2 2 .
45 Fizo el marinero como leal cristiano,
a su seor el bispo tomlo por la mano
con otros bonos omnes de pleito ms lozano 2 3 ,
metilos en la barca, tom consejo sano.
Un de los pelegrinos cuid de ser artero 2 4 ,
50 dio salto de la nave ca era bien ligero,
cuid en la galea entrar por compaero,
enfogse en el agua, muri mas non seero 2 5 .
Abes 2 6 poda seer media hora cumplida,
qusolo Dios sofrir, fu la nave sumida ;
55 de la gente que era dentro remanescida 2 7 ,
por medicina 2 8 uno no escap a vida.
El obispo e los otros que con elli salieron,
salieron a terreno do ms cerca podieron ;
facan m u y gran duelo por los que perescieron,
60 pesbalis porque con ellos non murieron.
Habiendo de los muertos duelo grande e pesar ;
extendieron los ojos, cataban a la mar
s veran de los muertos algunos arribar,
ca el mar nunca quiere cosa muerta celar,
65 Catando si algunos muertos podran ver
por darlis cimiterio, so tierra los meter,
vidieren palomiellas de so la mar nacer,
cuantos fueron los muertos tantas podran ver.
Vidieron palomiellas salir de so la mar,
70 ms blancas que las nieves 2 9 contrai cielo volar ;
credan que eran almas que quera Dios levar
al sancto paraso, un glorioso logar.
De derecha invidia se queran desquizar 3 0 ,
14 23
Cuntilis, sucediles. De pleito ms lozano, de m s impor-
15
Ocasin, d a o grave. tancia,
2
16 * Artera, hbil.
Yuso, bajo. 25
17
Seero, slo, solitario.
Pocaza, pequea. 26
A bes, a p e n a s .
18 27
Galea, galera, Pinaza, nave pe- De remanescer, permanecer.
28
q u e a de vela y remo. Por medicina, expresin popular se-
19
Orietta, orilla. mejante a la de hoy : ni p a r a u n mal
20
Malvaza, mala. remedio.
21 29
Estorciesen, se salvasen. Ntese la comparacin.
21 30
Pelaza, mala p a s a d a . Desquiciar.
28 JOS MANUEL BLECUA

porque fincaron vivos haban gran pesar,


75 ca tenan bien afirmes, non era de dubdar,
que almas eran desos los que sumi la mar.
Dican : Ay, romeos !, vos f uestes venturados,
que ya sodes per ignen et per acuam pasados 3 1 ,
nos fincamos en yermo como desamparados,
8o nos velamos ca vos dormides segurados,
Grado al Padre Sancto e a Sancta Mara,
ya vestides la palma 3 2 de vuestra romera ;
nos somos en tristicia e vos en alegra,
nos cuidamos fer seso e ficiemos folia 33 .
85 Habiendo gran quebrant del dao que lis vino,
queran tomar carrera 3 4 , entrar en su camino;
vidieron de la mar salir un peregrino,
semejaba que era romeruelo 3 5 mezquino.
Cuando vino a ellos que fu en la ribera,
90 conoscironlo todos que el que sali era ;
sanctiguronse todos, como por cual manera
finc en el mar vivo una hora seera.
Dijo el peregrino: Oidme, s 3 6 vvades,
yo vos far certeros 37 en eso que dubdades ;
95 cmo escap vivo quiero que lo sepades,.
diredes Deo gracias luego que lo oyades.
Cuando de la gran nave quise fuera salir,
que paresca por ojo 38 que se quera somir,
vidi que de muerte non poda guarir 3 9 ,
100 Valme Sancta Mara!, empec a decir.
Diji esta p a l a b r a : Valme Sancta Mara!,
non pudi ms decir ca vagar non haba ;
fu luego ella presta por su placentera ;
si non fuese por ella enfogado sera.
105 Luego fu presta ella, adusso 4 0 u n buen pao,
pao era de precio, nunca vid su calao 4 1 ;
echmelo de suso, dijo : 'Non habrs dao;
cuenta que te dormiste o que yoguiste 4 2 en bao'.
Nunca tan rica obra vio omne carnal,
110 obra era anglica ca non material;
tan folgado yaca como so un tendal 4 3 ,

31 37
Es decir : ya h a b a n sufrido todas las Certeros, seguros,
38
pruebas. Por ojo, a ojos vistas.
32 3
Vestides la palma, llevis la p a l m a . $ Guarir, guarecer, defender.
33 40
Fer, hacer, tener. Seso, sentido. Adusso, trajo.
41
Folia, locura. Vid, vide, ve. Calao, s-mejante,
84
Tomar carrera, e m p r e n d e r la jor- igual.
42
nada. Yoguiste, de yacer, estuviste, yaciste
35 43
Ntese PI valor del diminutivo. Tendal, tienda de c a m p a a .
36
S. a s '
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 29

o como qui se duerme en un verde pradal.


Feliz ser la alma e bienaventurada
que so tan rica sombra fuera asolazada ;
115 nin fro nin calura nin viento nin helada
non li far enojo que sea embargada.
So esti pao fuelgan alegres e pagadas
las vrgenes gloriosas de don Cristo amadas,
que cantan a su madre laudes multiplicadas
120 e tienen las coronas preciosas e ondradas.
Iva sombra daquel pao trae tal tempradura
omne con el ardor falla so l fridura 4 4 ;
falla el friolento temprada calentura ;
Dios, qu rico consejo en bora de ardura !
125 Tantas son sus mercedes, tantas sus caridades,
tantas las sus virtudes, tantas las sus bondades,
que non las contaran obispos nin abades,
nin las podrien asmar 4 3 reyes nin podes tades 4 6 .
E l pesar que hobieron de los que peligraron
130 con sabor del miraglo todo lo oblidaron 4 7 ;
rendieron a Dios gracias, el Te Deum cantaron,
desend 48 Salve Regina dulcement la finaron.
Cumplieron los romeros desend su romera,
plegaron 4 9 al Sepulcro con m u y grant alegra,
135 adoraron la cruz del fijo de Mara ;
nunca en este mundo vidieron tan buen da.
Contaron el miraglo de la Madre gloriosa,
cmo libr al omne de la mar periglosa;
dicen todos que fuera una estraa cosa ;
140 ficieron end 50 escripto, leyenda m u y sabrosa.
Cuantos que la udieron 5 1 esta sancta razn,
todos a la Gloriosa dicien su bendicin ;
haben pora servirla mayor devocin,
ca esperaban dlia mercet e gualardn.
145 La fama desti fecho vol sobre los mares,
no la retovo viento, pobl muchos solares,
metironla en libros por diversos lugares,
ond es hoy bendicha de muchos paladares 3 3 .
Cuantos que la bendicen a la Madre gloriosa
150 par el Rey de Gloria facen derecha cosa,
ca por ella issiemos de la crcel penosa
en que todos yaciemoSj foya 53 m u y periglosa.
44 48
Fridura, frescura. (Obsrvese la ale- Desend, despus (de de-ex~inde).
49
gora de este fragmento.) Plegaron, llegaron (de pilcare),
45 50
Asmar, estimar (de aestimare). End, ende, de all.
46 51
Podesades, ricos h o m b r e s d e altos Udieron, oyeron,
52
cargos inferiores a I03 c o n d e s . Paladares, gargantas.
53
aron, olvidaron, por mettesis. Foya, hoya, sepultura.
30 JOS MANUEL BLECUA

Los que por Eva fuemos en perdicin cados,


por ella recombramos los solares perdidos ;
150 si por ella non fuese yazramos amortidos ;
mas el so sancto fruto nos hobo redimidos.
Por el so sancto fruto que ella concibi,
que por salud del mundo pasin e muert sufri,
isiemos de la foya que Adn nos abri
cuando sobre deviedos54 del mal mueso 55 mordi,
160 Desend siempre contiende de valer a cuitados,
gobernar los mesquinos, revocar56 los errados,
por tierras e por mares fer mirados granados
tales e muy ma3?ores de los que son contados.
Ella que es de gracia plena e abondada,
165 gue nuestra facienda, nuestra vida lazrada,
gurdenos en est mundo de mala sorrostrada 57 ,
ganemos en el otro con los sanctos posada.
[Milagros de Nuestra Seora, edic. de A . G. Solalinde,
Clsicos Castellanos. ]

i. Selense las diferencias entre el rnester de clereca y el de


juglara, comparando diversos fragmentos del Poema del Cid con
otros del Milagro XXII.
2.0 Estudense la versificacin, el lenguaje, las comparaciones,
imgenes, etc. del milagro anterior.
3.0 Antense las expresiones juglarescas y populares que utiliza
Berceo.
4.0 Indquese el valor potico y afectivo de los diminutivos.
5.0 Estudese el contenido religioso, de exaltacin mariana, y
comprese con la atmsfera pica del Cantar del Cid.
6. Mustrense los elementos descriptivos y los alegricos o
simblicos.
7.' Escrbase un breve estudio sobre El estilo de Berceo en el
Milagro XXII.
ANLISIS GRAMATICAL.Dganse los cambios que ban sufrido! ;
puteu = -pozo; capal =capdal; n i m m = r o ; sempersiempre ; Um-
pidv-^limpio ; veritatem=versLa.
Bsquense cinco semicultismos y cinco voces de influencia ecle-
sistica.
Analcense sintcticamente los versos 12 al 16.

56
Debiedo, prohibicin. Revocar, llamar.
efi 57
Mueso, mordisco, bocado (de morso). Sorrostrada, desastre, afrenta.
C A P I T U L O i l l

LA LRICA POPULAR O TRADICIONAL

La Urica popular. E n la poesa medieval espaola coexisten dos


tipos de lrica, la castellana y la galaico-portuguesa, diferenciadas por su
forma y por la temtica. L a forma castellana consta generalmente de un
estribillo o villancico inicial glosado en estrofas, al final de las cuales se
repite todo o parte del estribillo, mientras que en la forma gallega el mo-
limiento lrico, dice Menndez Pidal, parte de la estrofa y los versos
son, casi siempre, paralelisticos, aunque rimen entre s. Vanse estos dos
ejemplos.

Lindos ojos habis, seora, l A y flores, ay flores do verde pino,


de los q u e se usaban agora. si sabedes novas do m e u a m a d o ?
A y Deu ! E hu ?
V o s tenis los ojos bellos,
y tenis lindos cabellos, i A y flores, ay flores do verde ramo,
q u e matis con slo vellos so sabedes novas do m e u a m a d o ?
a q u i e n d e vos se e n a m o r a . A y Deu ! ( E hu ?
Lindos ojos habis, seora,
de os que se usaban agora

Los orgenes de ambas lricas lian sido muy discutidos, querindolos


encontrar unos en la Urica provenzal, que tanta influencia ejerci en
Europa, y otros, en una lrica rabe de carcter popular, sobre todo en la
forma estrfica conocida con el nombre de zjel, especie de cancioncilla
que constaba de un estribillo inicial, seguido de una estrofa o varias,
de tres versos monorrimos, seguidos, a su vez, de otro que rima con
uno o los dos del estribillo, como en el ejemplo anterior. Tambin hay
quien deriva la lrica europea romance de los himnos o secuencias de i a
Iglesia, opinin que parece ser la firme, aunque, por otra parte, es evidente
el influjo de los trovadores provenzales y del zjel rabe.
32 JOS MANUEL BLECUA

Los cancioneros galaicoportugueses. Se nos han conservado tres


famosos cancioneros que contienen abundantes cantigas galaico-portuguesas.
Son los conocidos con los nombres de Cancionero de la Vaticana, de
Ajuda y de Collocci-Brancuti, y contienen las ms antiguas muestras de
la lrica peninsular. Los poemitas se clasifican ordinariamente en tres
grandes grupos: a) Cantigas de escarnio, poesa satrica ; b) Cantigas de
amor o de Indino, generalmente lamentaciones amorosas, y c) Cantigas
de amigo, llamadas as por la repeticin de la voz amigo.
Los poetas ms importantes de estos Cancioneros son Paio Gmez
Charo, Joan Zorro, Martn Cod&x, el mismo rey Don Dionis, Meendio,
y otros.

Las formas castellanas. Las canciones castellanas no tuvieron la


fortuna de las galaico-portuguesas, ya que no se recogieron en cancioneros.
Por restos posteriores se nan podido estudiar algunos tipos, como las serra-
nillas, derivadas, las ms antiguas, de villancicos propios de caminantes
por la montaas o de las pastourelles francesas. Hubo tambin cantos de
primavera, como las llamadas mayas y marzas ; cantos de siega, de hoda,
etctera. Lope de Vega rene en sus comedias un verdadero cancionero de
este tipo de lrica popular. Berceo nos ha conservado el ms antiguo canto
de vela o centinela en su poema el Duelo de la Virgen.

La Razn feia de amor y otros poemas de origen francs. La


Razn feita de amor es un poemita de principios del siglo xin, copiado por
un Lupus de Moros, que narra delicadamente el encuentro de dos enamo-
rados en un jardn. Enlazado con esta parte se encuentra un debate, De-
nuestos del agua y el vino, de carcter burlesco, imitacin de alguno de los
muchos debates franceses.
Adems de este debate o disputa, se conservan el de Elena y Mara
y el posterior del Alma y el Cuerpo. Otros poemas de origen francs son la
Vida de Santa Maria Egipciaca, de mediados del siglo x m , y el Libre deis
tres Heys d'Orient, de muy corta extensin, en versos irregulre?, con
algunos aragonesismos en la lengua.

C O N S L T E S E . M. M e n n d e z Pelayo, Antologa, vol. . R. Menndez Pi-


<?al, Estudios literarios. Colee. Austral. Del mismo, Poesa rabe y poesa
evropea, Colee. Austral.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 33

CANTAR DE VELA*

Eya 1 velar, eya velar, eya Vuestra lengua sin recabdo 7 ,


[velar ! eya velar !
por mal cabo vos ha echado.
Velat aljama 2 de (los judos.
Eya velar !
Eya velar!
30 Non sabedes tanto de engao,
Que non nos furten 3 al Fijo de eya velar !
[Dios. que salgades ende 8 este ao.
5 Eya velar ! Eya velar !
Ca furtarvoslo querrn, Non sabedes tanta razn,
eya velar! 35 eya velar !
Andrs, e Peidro e Joan. que salgades de la prisin.
Eya velar ! Eya velar !
o Non sabedes tanto descanto 4 , Tomasejo e Mateo
eya velar ! I eya velar !
que salgades de so el canto. 40 de furtarlo han gran deseo.
Eya velar ! Eya velar !
Todos son ladronciellos El discpulo lo vendi,
15 Eya velar ! eya velar !
que asechan por los pestellos. el Maestro non lo entendi.
Eya velar ! 45 Eya velar !
Don Filpo, Simn e Judas,
Vuestra lengua tan palabrera, eya velar !
eya velar ! por furtar buscan ayudas.
20 havos dado mala carrera. Eya velar !
Eya velar ! 50 Si lo quieren acometer,
5
Todos son omnes plegadizos , eya velar !
eya velar ! hoy es da de perescer.
rioaduchos 6 , mescladizos. Eya velar !
25 Eya velar ! Eya velar, eya velar, ej^a velar !

[Berceo, Duelo de la Virgen.]

Cantar de vela. Un solista entona los versos y el coro repite el estribillo.

j EyaI, I Ea ! * Rioaduchos, compuesto de rio y adtt'


Aljama, judera. chos, trados por el ro, advenedizo.
7
Furten, roben. Recabdo, tino, discrecin.
8
Descanto, encantamiento. Ende, de donde, de este.
Plegadizos, venales.
3
34 JOS MANUEL BLECUA

RAZN DE AMOR

Qui triste tiene su coran mas hobi 3 miedo que era encan
venga oir esta razn 1 . [tado.
Odr 2 razn acabada, Sobre un prado p u s ' m i tiesta
feita 3 d'amor e bien rimada. que nom' fiziese mal la siesta 1 0 ;
5 Un escolar la rim 35 part 1 1 de m las vistiduras
que siempre dueas am; que nom' fizis' mal la calentura.
mas siempre ovo criana Plegum' 1 2 a una fuente perenal,
en Alemania y en Francia ; nunca fu omne que vies' tal;
mor mucho en Lombarda tan grand virtud en s ava,
i pora aprender cortesa 4 . 40 que, de la fridor que d' 13 ixa,
E n el mes d'abril, despus cient passadas 1 4 a derredor
[yantar, non sintades la calor.
estaba so un olivar. Todas yerbas que bien olin 15
Entre cimas d'un mananar la fuent cerca de s las teni:
un vaso de plata vi estar. 45 es la salvia, son as 1 6 rosas,
35 Pleno 5 era d'un claro vino el lirio e las violas;
que era verme jo e fino; otras tantas yerbas ava,
cubierto era de tal mesura 6 que sol' 1 7 nombrar no las sabra.
non lo tocs'la calentura. Mas ell olor que d' ixa
Una duea lo eva 7 puesto, 50 a omne muerto ressucitara.
20 que era seora del huerto, Pris' 1 8 del agua u n bocado
que, cuan 8 su amigo viniese, e fui todo esfriado.
d'aquel vino a beber le diesse. E n mi mano pris una flor,
Qui de tal vino hobiesse sabet non toda la peyor 1 ",
en la maana cuan' comiesse S5 e quis' cantar de fin 20 amor.
25 e dello hobiesse cada da Mas vi venir una doncella,
nuncas ms enfermara. pues nac non v tan bella:
Arriba del mananar blanca era e bermeja,
otro vaso vi estar ; cbelos cortos sobr'ell 2 1 oreja,
pleno era de un agua frida 60 fruente blanca e ioana,
30 que en el mananar se naca. cara fresca como manana ;
"Rebiera d' la de grado, nariz egual e dreita 2 2 ,
1 11
Razn, discurso, pltica. Part, quit.
2 12
Odr, oir. Pleguem, llegeme.
3 13
Feita, hecha. (Forma aragonesa de d', de all.
14
techa.) Passadas, pasos.
15
* Ntese la influencia d e lo francs. OItn, prt, imperf., olan.
5 16
Pleno, lleno. As, las (aragonesismo).
6 17
Mesara, m e d i d a , manera. Sol', solamente.
7 18
I, all. Eva, haba, (Lo all haba s Pris, cog, t o m .
19
forma aragonesa.) Peyor. peor.
8
Cuan, c u a n d o . 2 Fin, fino.
9
Hobt, h u b e , tuve. 2 1 Eli, d e illa, la.
10 22
Siesta, la hora de m s calor del da. Dreita, derecha (aTagonesismo).
HSTORU Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 35
nunca viestes tan bien feita, Cuant'la ma seor 3 1 esto diza,
ojos negros e ridientes, sabet a m non vida;
65 boca a razn e blancos dientes, 100 pero s que no me conoca,
labros bermejos non m u y delga- que de mi non foira 32 .
por verdat bien mesurados [dos, Yo non fiz aqu como vilano ;
por la Centura delgada, levm' e pris'la por la mano.
bien estant e mesurada; 105 Juiemos 3 3 amos en par
70 el manto e su brial e posamos so ell olivar.
de xamet 2 3 era que non d'al 24 ; Dix'le yo : Dezit, la ma seor,
un sombrero tien* en la tiesta si supieses nunca d'amor?
que nol' fiziese mal la siesta; 110 Diz ella: A plan con grant amor
unas luvas 2 5 tien'en la mano, [ando,
75 sabet non gelas dio vilano. mas non conozco mi amado;
De las flores viene tomando, pero dizem' un su mensajero,
en alto voz d'amor cantando, qu'es clrigo 34 e non cavallero,
e deca : Ay, meu 2 6 amigo, sabe muito 3 5 de trobar,
si me ver ya ms contigo ! 115 de leyer e de c a n t a r ;
80 Amet' siempre e amar dizem' que es de buenas yentes,
cuanto que viva ser. mancebo barbapunientes 3 6 .
Porque eres escolar Por Dios, que digades la ma
quisquiere 2 7 te debra 28 ms [seor,
37
[amar. l qu donas tenedes por la su
Nunqua od de homne decir [amor?
85 que tanta bona manera hobo en 120 Estas luvas y es' capiello 38 ,
Ms amara contigo estar [s. est'oral 3 9 y est'aniello
que toda Espaa mandar; ernbi a m es* meu amigo,
mas d'una cosa so cuitada : que por la su amor travo con-
he miedo de seder engaada, [migo.
90 que dicen que otra dona, Yo conoc luego las alfayas 40
cortesa e bela e bona, 125 que yo gelas haba embiadas.
te quiere tan grant ben, Ela conoci una mi cinta man
por ti pierde su sen 29 , [a mano 4 1 ,
e por eso he pavor qu'ela fiziera con la su mano.
95 que a esa quieras mejor. Tolis' 4 2 el manto d los hom-
j Mas si io te vies' una vegada, [bros,
a plan 3 0 me queries por amada ! besme la boca e por los ojos;
23
Xamet, jamet, tejido de seda, gonesa de iungere).
24 4
D'al, de otra cosa. Clrigo, aqu hombre de letras.
25 35
Luvas, guantes. Muito, mucho (forma aragonesa).
26 36
Meu, mo, m. Barbapunientes, joven al que co-
27
Quisquiere, cualquiera. mienza a salir la barba.
28 37
Debra, debera. Donas, regalos.
29 38
Sen, sentido. Capiello, capillo, prenda para cu-
30
A plan, ciertamente. brir la cabeza, que usaban las damas.
31
Ma seor: la terminacin or era (La terminacin ietto es aragonesa).
39
masculina y femenina. (Vid la su amor, Oral, velo que tapaba la boca.
40
verso 123). Alfayas, alhajas.
32 41
Huira. Man a mano, en seguida.
33 42
Juiemos, juntmonos (forma ara- ToUis, quitse.
36 JOS MANUEL BLECUA

130 tan gran sabor de m ava, La mia seor se va privado 46 ,


sol* fablar non me poda, dexa a mi desconortado 47 .
Dios seor, a ti loado Desque la vi fuera del huerto,
cuant conozco meu amado ! por poco non fui muerto.
Agora ne tod' bien comigo 155 Por verdat quisiram' adormir,
135 cuant 43 conozco meo amigo ! mas una palomela vi,
Una gran piea al estando, tan blanca era como la nieve del
de nuestro amor ementando 44 , [puerto,
ela dixo : El mo seor, volando viene por medio del
oram' 45 sera tornar Un cascabielo dorado [huerto.
140 si a vos non fuese en pesar. 160 tray 48 al pie atado.
Yol' dix' : It, la ma seor, En la fuent quiso entrar;
pues que ir queredes, cuando a mi vido estar
mas de mi amor pensat, fe que entrs', en el vaso del malgra-
[devedes. [nar 49 .
Ela dixo: Bien seguro seit de Cuando en el vaso fu entrada,
[mi amor, 165 e fu toda bien esfriada,
150 non vos camiar por un empe- ela quiso exir festino 30 ,
rador. vertios el agua sobr'el vino...

[Edic. Menndez Pidal, Recae Hispanique, 1905, XIII, 608.]

LRICA TRADICIONAL

eres desdicha,
desdicha mala.
Llorad las damas, Tus campos rompan
s Dios os vala. tristes volcanes,
Guilln Peraza no vean placeres
qued en la Palma, sino pesares,
la flor marchita cubran tus ores
de la su cara. los arenales.
No eres Palma, Guilln Peraza,
eres retama, Guillen Peraza,
eres ciprs d est tu escudo?,
de triste rama, d est tu lanza?

43 1. Endechas que se cantaron en Canarias


Cuant, cuando.
44 a la muerte de Guillen Peraza (1443).
Ementando, hablando.
45 Endechas eran cantos fnebres, elegiaco.
Oram , ahora me.
4ft Estas fueron recogidas de la tradccirt
Privado, rpidamente.
47
Desconortado, desconsolado. oral por el franciscano Abreu Galindo en
48
Trae. 1663. (Texto de M. Pelayo, Antologa de
4
' Malgranar, granado (aragonesismo). poetas ricos, X, 229.)
* Festino, pronta, rpidamente.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 37

Todo lo acaba Salid, mi seora,


la malandanza. de so'l naranjale:
que sois tan hermosa,
II quemarvos ha el aire,
de amores s.
Al alba venid, buen amigo,
al alba venid. V
Amigo el que yo ms quera,
venid al alba del da. Malferida iba la garza
Amigo el que yo ms amaba, enamorada :
venid a la luz del alba. sola va y gritos daba.
Venid al alba del da, Donde la garza hace su nido,
non trayais compaa. ribericas de aquel ro,
Venid a la luz del alba, sola va y gritos daba.
non traigis gran compaa.
VI
III
De los lamos vengo, madre,
Tres morillas me enamoran de ver cmo los menea el aire.
en Jan : De los lamos de Sevilla,
Axa y F t i m a y Marien. de ver a mi linda amiga.
Tres morillas tan garridas De los lamos vengo, madre,
iban a coger olivas, de ver cmo los menea el aire.
y hallbanlas cogidas
en Jan : VII
Axa y Ftima y Marin.
Y bailbanlas cogidas Que no coger yo verbena
y tornaban desmadas la maana de San Juan,
y las colores perdidas pues mis amores se van.
en Jan : Que no coger yo claveles,
Axa y F t i m a y Marien. madreselva ni mirabeles,
Tres moricas tan lozanas, sino penas tan crueles
iban a coger manzanas cual jams se cogern,
a Jan: pues mis amores se van.
Axa y F t i m a y Marin.
VIII
IV
Por el montecico sola
Las mis penas, madre, cmo ir?
de amores son. ; A y Dios, si me perder!

II, Del Cancionero musical de los si- I V . Ibidem, n m . 48.


glos XV y XVI, publicado por F . Asenjo V . D e la Poesia de la Edad Media g
Barb ieri, n m . 6. Cancin de tipo para- poesa de tipo tradicional, de Dmaso
lelstico. Se conserva con su msica corres- Alonso, n m . 189.
pondiente, c o m o las siguientes. VI. Ibd em, n m . 192.
III. Ibidem, n u m . 17. Ntese la forma V I L Ibd em, n m . 192.
estrfica d e zjel. VIII. Ibidem, n m . 210.
38 JOS MANUEL BLECUA

Cmo ir triste, cuitada, ya que las campanas suenas,


de aquel ingrato dejada? toma ejemplo y mira en m,
Sola, triste, enamorada, que velando en l me perd.
dnde ir?
Ay Dios, si me perder ! [ L o p e d e V e g a , d e Las almenas de
Toro.']
[Lope de V e g a , de El villano en sti
rincn. J X

IX Segadores., afuera, afuera :


dejen llegar a la espigaderuela.
Velador que el castillo velas, Si en las manos que bendigo
vlale bien y mira por ti, fuera yo espiga de trigo,
que velando en l me perd. que me hiciera harina, digo,
Mira las campaas llenas y luego torta o bodigo,
de tanto enemigo armado. porque luego me comiera.
Ya estoy, amor, desvelado Segadores, afuera, afuera :
de velar en las almenas. dejen entrar a la espigaderuela.

[ T i r s o de b o l i n a , de La mejor espigadera.]

i. Indquense los sentimientos que expresa esta Razn de amor


y cules son los momentos ms bellos y por qu.
2. Mustrese el arte del poeta en las descripciones y retratos,
3. 0 Analcense las distintas partes de que consta la pieza.
4.0 Estudese la versificacin.
5.0 Antense las formas aragonesas y expliqense los cambios.
EL TEATRO

Restos del teatro medieval. El teatro religioso y el profano deri-


van, como es sabido, de las festividades eclesisticas, ya que el teatro latino
no fu conocido en la Edad Media. E n Espaa, al revs que en Francia,
los restos que nos han quedado del teatro religioso son muy escasos, que-
dando reducidos a una piececita, conocida con el nombre de Auto de los
Heyes Magos, que no se conserva ntegra. E s un fragmento de 147
versos, dividido en cinco escenas, que refiere el encuentro de los reyes
Magos, su marcha para adorar al Nio y su encuentro con Herode?.
Al lado de este teatro religioso, existi otro de tipo profano, bastante
popular, ya que la legislacin de las Siete Partidas y diversos textos de
concilios prohiban a los clrigos que asistiesen a estas representaciones,
llamadas juegos de escarnio, porque fazen y muchas villanas e desapos-
turas. No es difcil imaginar, por otra parte, que los juglares dramati-
zasen pequeas piezas teatrales en las plazas de ios p'ueblos, del mismo
modo que haran escenas de circo, acompaadas de canto y baile.

C O N S L T E S E . A Bonilla, Las Bacantes, o del origen del teatro, Madrid, 1921


K. Gonzlez, El teatro religioso en la Edad Media, en Ciudad de Dios, 1918.A. Va-
'buena, Literatura dramtica espaola, Colee. Labor.
40 JOS MANUEL BLECUA

AUTO DE LOS REYES MAGOS

[Escena I ] 25 senior a seer, da oriente


de todos hata 1 1 in ocidente.
[GASPAK, solo] Por tres noches me lo ver
i ms de vero 1 2 lo sabr...
Dios criador, cual maravilla, [(Pausa).
non s cual es aquesta estrella! E n todo, en todo es nacido?
Agora primas la he veda 1 , 30 Non s si algo he vedo.
poco ti[e]mpo lia que es nacida. Ir, lo aorar,
5 Nacido es el Criador i pregar 1 3 i rogar.
que es de las gentes senior ?
Non es verdad, non s que digo,
todo esto non vale uno figo; [MELCHOR, solo]
otra nocte me lo catar, Val, Criador, atal facinda 14
io si es verdat, bine 2 lo sabr... fu nunquas alguandre 1 5 falada
[(Pausa) 35 o en escriptura t r a b a d a ? 1 8
Bine es verdat lo que yo digo? Tal strela non es in celo,
E n todo, en todo, lo prohio 3 . desto so yo bono strelero ;
Non pude 4 seer otra seal? bine lo veo sines escarno
Aquesto es i non es al 5 ; que uno omne es nacido de carne,,
15 nacido es Dios, por ver, de fembra 40 que es senior de todo el mundo,
en quest mes de december. asi cumo el cilo es redondo;
Al ir, o que fure, aoralo he 6 ; de todas gentes senior ser,
por Dios de todos lo terne 7 . i todo seglo iugar 1 7 .
E s ? Non es?
[BALTASAR, solo] 45 Cudo 18 que verdad es.
Esta strela non s dond vinet, Veer lo he otra vegada,
20 quin 8 la trae o quin la tine. si es verdad o si es nada...
Por qu es aquesta seal? Nacido es el Criador [(Pausa)
E n mos 9 das non vi atal. de todas gentes maior;
Certas 1 0 nacido es in terra 50 bine lo veo que es verdad,
aquel que en pace i en guerra ir ala por caridad.

1 10
Primas, por primera vez. Veda, Certas, ciertamente.
11
vista. Hata, hasta.
3 12
Bine, b i e n . D e vero, de verdad, m a s cierto.
3 13
Prohio, noto, percibo. Pregar, orar (de precar).
4 14
Pude, p u e d e . Facinda, suceso, h e c h o .
s 16
AI, otra cosa (de aliud). Alguandre, j a m s . El sentido es %
* Al, all. Fure, fuere. Aoralo F u alguna vez h a l l a d a ?
16
he, lo adorar. Trubada, encontrada, hallada (de
7 l tropare ?)
Terne, t e n d r (por mettesis de tenr).
8 17
Quin, quien. Iugar, juzgar.
18
* Mos, mis. Cudo, cuido, pienso.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 4

[Escena I I ] [GASPAR]

[GASPAR A BALTASAR] Nos irnos 22 otros, sil' podre-


[mos falar.
Dios vos salve, senior : sodes 1 9 Andemos tras el strela, veremos
[vos strelero ? 20 [el logar 2 3
Dezidme la verdad, de vos sbelo
[MELCHOR]
[quiro.
[Vedes tal m a r a v i l a ? ] Cumo podremos probar si es
55 [Nacida] es una strela. [homne mortal,
o si es rei de terra o si es celes-
[BALTASAR] tial?
Nacido es el Criador, [BALTASAR]
que de las gentes es senior , Queredes bine saber cumo lo
Ir, lo aorar. [sabremos ?
Oro, mira i acenso a l ofreere-
[GASPAR] [mos :
si fuere rei de terra, el oro quera;
Yo otros 2 1 rogar lo he. si fuere omne mortal, la mira
[tomar ;
[MELCHOR a los otros dos] si rey celestial, estos dos dexar
6o Sniores, a cual tirra, o queredes tomar el encenso quel pertene
[andar ? [cera.
Queredes ir conmigo al Criador [GASP, Y METXH.]
[rogar ?
Avedes lo vedo ? Yo lo vo adorar Andemos y as lo fagamos.

[ E d i c de R. Menndez Pidal, en Rev. de Arch. Bibl. y Museos.]

i. Estudense los caracteres. Cul de los tres personajes aparece


con ms originalidad y ms perfilado?
2. Selense expresiones populares y cultas.
3. 0 Expliqense : terne, pregar, seer, seglo, veer, rogar lo he,
y logar.

19 22
Sodes, sois (de sotis). Irnos, vamos.
20 23
Strelero, astrlogo. Logat, lugar (de locale).
21
Otros, tambin.
C A P I T U L O IV

LA PROSA ROMANCE

EL SIGLO XIII: LA FIGURA DE ALFONSO EL SABIO

E n el reinado de Fernando I I I el Santo se comienza a abandonar el


latn, vertindose entonces al romance el Fuero juzgo y crnicas del
clebre historiador don Rodrigo Ximnez de Hada. De esta poca daten
dos libritos didcticos: las Flores de Filosofa y el Libro de los doce sabios.

Alfonso el Sabio : Su figura y su obra. La creacin de la prosa


romance se debe al impulso definitivo de ALFONSO X, el SABIO, (1221-
1284), una de las figuras de ms trascendencia en la cultura europea de
la Edad Media. Rodeado de colaboradores, lo mismo castellanos que
rabes o judos, logra producir una obra de carcter enciclopdico. Pero,
adems de conservarse los nombres de muchos de estos colaboradores,
diversos textos dan idea de cmo el Rey Sabio intervena en la redaccin
de s^s obras : El rey faze un libro, non porque lo escriba con sus manos,
mas porque compone las razones del, e las enmienda e yegua e enderesca,
e muestra la manera de como se deue fazer, e desi escriue las que aqu
l manda, pero decimos por esta razn que el Rey faze el libro. E n el
Libro de la Ochava esfera, se especifica que Alfonso X corrige de su
mano los textos que no le agradan : Tolli [quit] las razones que enten-
di eran sobejanas [torcidas] et que non eran en castellano derecho, et
puso las otras que entendi que compilan ; et cuanto en el lenguaje,
endrelo l por sise [por s mismo] ; et en los otros saberes tuvo por
ayuntadores al maestre Joan de Mesina, et al maestre Joan de Cremmona,
et a Yhuda, el sobredicho, et a Samuel. (Obsrvese cmo se especifican
los colaboradores, cristianos y judos.)
Su produccin se puede clasificar en cuatro grandes grupos : obras
histricas, jurdicas, cientficas y propiamente literarias.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 43

a) Histricas. Las obras histricas de Alfonso X estn repre-


sentadas por la GrnioG, general y la General Estoria. La Crnica, cujya
segunda parte se redact en el reinado de Sancho IV, es la primera gran
historia de Espaa escrita en lengua vulgar, utilizando las crnicas ante-
riores y las fuentes latinas clsicas (Ovidio, Lucano, Suetonio). Su sig-
nificacin lingstica es extraordinaria, y tiene tambin el inmenso valor
de haber conservado prosificados numerosos cantares de gesta perdidos.
La segunda, Grande e General he'storia, es un intento de historia uni-
versal. E n estas obras colaboran diversos historiadores, como Jofre de
Loaysa, Juan Gil de Zamora y Bernardo de Brihuega.

b) Obras jurdicas La ms importante es el cdigo titulado las


Siete PartiddSj cuyo nombre deriva de las siete partes en que aparece
dividido: 1. a , de la religin; 2. a , del monarca, de su familia y de las
relaciones con los vasallos ; 3. a , de la administracin de justicia ; 4 . \ del
matrimonio; 5. a , de los contratos; 6. a , de los testamentos, y 7. a de lo3
delitos.
Este cuerpo legislativo, que empez a regir en el reinado de Alfon-
so XI, tiene la particularidad de ser, adems de un cdigo, un tratado
moral de gran valor tico. A pesar de que es obra de muy diversos
autores, se pueden notar formas de estilo llenas de vivacidad, siendo un
buen modelo de lenguaje didctico.

c) Obras cientficas.Adems de sus obras jurdicas, que se pue-


den tambin considerar como cientficas, el saber matemtico y astro-
nmico est representado por los famosos Libros del saber de astronoma
y las Tablas astronmicas o Alfonsies, traducciones hechas por sabios
rabes y judos. Pero no contento Alfonso el Sabio con verter en romance
obras puramente cientficas, mand traducir tambin otras de vulgari-
zacin, como el Septenario o Tratado de las siete artes, inspirado en el
Tesoro de Brunetto Latini, maestro del Dante. Los Libros de ajedrez,
de los juegos y de las tablas son obras de entretenimiento.

d) Obras literarias. Estn representadas por la hermosa colec-


cin de las Cantigas, narraciones en verso de milagros de la Virgen
Mara. Estn escritas en gallego y muchas de ellas van acompaadas
de su notacin musical. H e aqu el argumento d una de ellas :

Un monje, devoto de la Virgen, le rogaba siempre que le diese alguna idea de


los que estn en el Paraso. Un da se sent en un vergel, junto a una fuente. Des-
pus de rezar oy cantar a una avecilla, con tan deliciosa meloda, que, embebe-
cido y suspensa con aquel canto, pas as cerca de trescientos aos, juzgando despus
que slo haba transcurrido un breve rato. Volvi a su convento; pero contemplaba
44 JOS MANUEL. BLECUA

con asombro que no era el mismo, ni tampoco los frailes, que al principio le
tomaron por loco. Enterados del caso, bendicen a Dios, que por medio de Santa
Mara da al hombre la fe como anuncio de la vida futura.

Libros de influencia oriental. Durante toda la Edad Media estu-


vieron de moda las narraciones y las fbulas de sabor oriental, y esta
aficin hizo que se tradujesen al romance o al latn numerosas colec-
ciones de aplogos, cuya difusin en la literatura europea fu conside-
rable. Entre las obras traducidas, descuellan el Ccdila e Dimita, colec-
cin de fbulas que del snscrito pas al persa y de aqu al rabe; el
Sendebar, la leyenda de Barlaam y Josafat, etc.

CONStJLTESE. G. Solalinde, Alfonso el Sabio, Antologia de sus obras, Co-


lee. Austral. M. Menndez Pelayo, Orgenes de la Novela, vol. I, Madrid, 1943.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 45

CRNICA GENERAL

DE CUEMO LOS SIETE INFANTES MATARON AL VASALLO DE DOA L/LAMBtA1

Pues que aquella contienda fu apaziguada 2 , et las bodas partidas,


sali de Burgos ell cuende 3 Gari Ferrndez et fu andar por la tierra, et
levo4 consigo a Roy Blasquez et a Gonalo Gustioz 5 et a otros caballe-
ros muchos. Otros doa Llambla et doa Sancha, su cuada, et los siete
infantes et aquel uo Salido, so imo, que fincaron en Burgos con doa
Llambla en compaa, salieron ende 6 et furonse pora 7 Barbadiello. Et
los infantes por fazer placer a doa Llambla, su cuada, fueron Arlana
arriba, cacando con sos acores ; et pues hobieron presas muchas aves, torn-
ronse pora doa Llambla et dirongelas. Desi 8 entraron en una huerta que
habie y cereal palacio do posaba doa Llambla, pora folgar9 et assolaarse
mientre se guisaba la yantar 10 . Pues que fueron en la huerta, Gonalvo
Gonclvez desnuyse estonces los paos 11 , et parsel 2 en paos de lino,
et tomo s acor en mano et fuel baar. Doa Llambla, quandol vio ass
estar desnuyo, pesl mucho de coran, et dixo ass contra 13 sus dueas :
Amigas, non veedes cuerno anda Gonalvo Gonclvez en paos de lino?
Fien cuedo1* que lo non faze por al sinon porque nos enamoremos dell;
certas 15 vos digo, que me pessa mucho si l ass escapar de m que yo non
haya derecho dll. Et ass como ovo dicho esto, mand llamar un so 16
omne et dxol : Toma un cogombro17, et hnchel 18 de sangre, et ve a la
huerta do estan los infantes et da con l en los pechos a Gonalvo Goncl-
vez, aquel que vees que tiene ell aor en la mano ; et des vente pora ac
a m, et non ayas miedo; ca yo te amparar; et ass tomar yo vengana
de la puada et de la muerte de mi primo Alvar Snchez 19 , ca esta
joglera 20 a muchos empeecr2^. Eli omne fizo estonces cuemol mand
1 5
Doa Lambra de Bureba, casada con Gonzalo Gustioz es el padre de los
Ruy Velzquez, to de los infantes de siete infantes.
6
Lara. Ende, despus.
2 7
Referencia a la muerte de Alvar Sn- Pora, hacia.
8
chez, primo de doa Lambra, narrada en Desi, desde all (de de-ex hic).
9
ti captulo anterior a ste. Alvar Snchez Folgar, holgar, divertirse.
10
se vanaglori de lanzar sus bohordos (es- Se preparaba la comida.
11
pecie de jabalina) mejor que los dems Paos, vestidos.
12
caballeros y de ser mejor que todos. Gon- Parse, quedse.
13
zalo Gonzlez, el menor de los siete infan- Contra, a, hacia.
14
tes, le venci con su bohordo ; enfadse Cuedo, cuido, pienso.
15
Alvar Snchez, y Gonzalo le dio tan tre- Certas, ciertamente.
16
mendo puetazo que los dientes e las So, su.
17
quixadas le crebant, de guisa que luego Cogombro, cohombro, calabaza me-
cay muerto a los pies del cavallero. nuda.
18
Ruy Velzquez, marido de doa Lambra, Hinchel, llnalo.
19
hiri con su asta a Gonzalo Gonzlez. Vid. la nota 2.
3 20
Cuende, conde, (de comit). Joglera, burla.
21
* Lev, llev. Empeecr, empecer, doler, daar
46 JOS MANUEL BLECUA

doa Llambla. Los infantes cuando vieron venir a aquell omne contra 22
si, cuedaron que les enviaba su cuada alguna cosa de corner, porque se
tardaba la yantar ; ca tenien ellos que bien estaban con ella, et ella que
los amaba sin toda arte, mas eran ellos engaados en esto 23 . Et ass cuerno
lleg aquell omne, alo aquel cogohombro, et tirl, et dio con ell a
Gonalvo Goncloz en los pechos, cuerno su seora le mandara, et
ensuzil todo con la sangre, et fuxo 24 . Los otros hermanos, quando esto
vieron, comenaron de rer, mas non de coran25. Et dxoles estonces
Gonalvo Gonclez : Hermanos, muy mal lo fazedes que desto vos riides,
ca ass se me pudiera ferir con al 26 , como cjon esto, et matarme ; et mas
vos digo, que si a algun de vos contesciesse27 esto que a m, yo non
querra vivir un da ms fasta quel non vengasse ; et pues que vos le-
vades en juego tal fecho cuerno este et tal deshondra, mande Dfc>s que vos
aun repintades 28 ende. Dixo estonces Diago Gonclvez, ell otro her-
mano : Hermanos, mester es que tomemos consejo a tal c'.osa como esta,
et que non finquemos ass escarnidos 29 , ca mucho serie la nuestra des-
hondra grand ; et tomemos por ende agora nuestras espadas so nuestros
mantos et vayamos contra aquell omne, et si viramos que nos atiende et
non a miedo de nos, entendremos que fu la c'osa fecha por juego, et dexar
lemos ; mas si fuxiere contra doa Llambla, yl ella acogiere, sabremos qtie
por so consejo della fu,'et si ass fuere, non nos escape a vida, aunquel 30
ella quiera amparar. Pues que esto ovo dicho Gonclvez, tomaron todos
sus espadas et furonse poral palacio ; et ell omne quando los vio venir,
fux pora doa Llambla, et ella cogil so 31 el so manto. Essa ora le d-
xieron los infantes : Cuada, nton vos embarguedes 32 con esse omne, de
nos le querer amparar. Dxoles ella : Cuerno non?, ca mi vasallo es ;
et si vos alguna cosa fizo que non deviese, emendar vos lo a, et demientre
que l fuere en mi p*oder, consjovos quel non fagades ningn mal.
Ellos fueron estonces pora ella, et tomronle por fuera ell omne que
tenie so el manto, et matarongele y luego delantre, ass quel non pudo
l defender, ni otro ninguno por ella ; et tomronle por fuera ell omne que
cay de la sangre sobre las tocas et en los paos de doa Llambla, de
guisa que toda finc ende enssangrentada. Pues que esto ovieron fecho
aquella infantes, cabalgaron en sos caballos, et dixieron a su madre doa
Sancha que cabalgasse ella otros ; et ella fizlo, et furonse pora Salas, a
su casa et a su heredad. Pues que ellos fueron idos, fizo doa Llambla
poner un escao en medio de so corral, guisado 33 et cubierto de paos
cuerno pora muerto; et llor ella et fizo tan grand llanto sobrell, con todas
sus dueas, tres das, que por maravilla fu, et rompi todos sus paos,

22 29
Contra, hacia. Escarnidos, escarnecidos, deshonra-
23
Por qu estaban en un error ? dos.
24 30
Fux, huy (de fugire). Aunquel, aunque le.
2fi 31
De corazn, de buena gana. So, bajo
26 32
Con al, con otra cosa. De embargar, poner obstculos.
27 33
Contesciesse, sucediese. Guisado, preparado.
28
Repintades, arrepintis.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITE^ATUKA ESPAOLA 47

liamniose bibda 3 4 et que non habie marido. Agora dexamos aqu de fablar
de doa Llamla, e t direm-os de don Rodrigo, so marido, et de don Gon-
alvo Gustioz 3 5 .

PE CUEMO ALMANOE PRISO A GONALVO GUSTIOZ EN CRDOBA


POR CONSEJO DE R O Y BLASQUEZ

Empos esto, pues que el cuende Gari Ferrndez se torn a Burgos de


so andar en que andudiera por l a tierra, espidironse all dell Roy Blas-
quez et don Gonalvo Gustioz, et banse pora alfoz 36 de Lara, do tenien sus
mugieres. E t yendo por la carrera 3 7 , dixironles las nuevas de tod el fecho
que all contesiera, e t la manera en que se fiziera; e t ellos quando lo oye-
ron, pesles tanto que non pudiera ms, ass que se nton sopieron y d a r
consejo, pero furonse fasta en Barbadello amos 3 8 a dos en compaa; don
Gonalvo partise estonces de don RVxLrigo, et fusse pora Salas, a s u
mugier et a sus fijos. Estonces doa Liambla, quando sopo que vinie
don Rodrigo, cat, et quandol vio entrar por el palacio, fuesse pora ell
toda rascada 3 9 et llorando mucho de los ojos, e t echse a sos pies pidindol
merced quel pesasse mucho de la deshondra que haba recibida de sos so-
brinos, et que por Dios e t por s u mesura quel diesse ende derecho. Dixol
estonces don Rodrigo: Doa U a m b l a , callad, non v o s pese, et sofrit vos,
ca y o vos prometo que tal derecho vos d ende que todo el mundo habr
dezir dello. D'on Rodrigo envi luego so mandado a don Gonalvo Gustioz
que viniese otro da a veerse amos en uno, ca mucho habie de fablar con
e i l ; e t don Gonalvo veno 4 0 y otro d a con sos siete fijos, e t h'obieron s u
fabla entre Barbadiello et Salas ; e t pusieron su amor unos con otros 4 1 , e t
metironse estonces los infantes en mano de so t o don Rodrigo, que ell
catasse aquel fecho por quien se levantara, et que l fiziese y aquello que
toviese por bien et fuesse derecho. A don Rodrigo plogo mucho con esta
razn, e t comeno estonces luego a falagar a s*os sobrinos con sos engaos
et sus palabras enfiidas et falssas, por tal que non se guardassen dell 42 .

^ D E CUENO F U SOLTADO GONALVO GUSTIOZ D E LA PRISIN ET SE F U

PORA CASTIELLA, A SALAS, SO LOGAR

Pues que Viara e t Galve llegaron a Crdova, furonse luego pora Al-
manor, et emprestronle 4 5 las cabeas de los siete infantes e t l a de Mun-
34 41
Lase viuda. Se reconciliaron.
42
Este final es tpico de los cantares Ruy Velazquez envi a Crdoba a
de eesta ^*" Gustioz con una carta para Alraanzor
. . . . . . . ,, , , , ,, . en la cual rogaba al clebre caudillo
6 Alfoz, distrito (del arabe at-natiz). I J - t D ' . i * *
v
' ' ' que Je diese muerte, rreparo tambin
i7
Carrera, camino. de acuerdo con los moros fronterizos
A mos, ambos. u n a traicin en la que murieron valerosa-
39
Rascada, araada. mente los siete infantes y su ayo.
40 4S
Veno, vino. Presentronle.
48 JOS MANUEL BLECUA

no Salido, so amto 44 . Almanor, quando las vio yl departieron quien fueran,


et las cat et las connosi por el departimiento quel ende fiziera, fizo
semejanza 45 quel pesaba mucho porque ass los matara a todos ; e man-
dlas luego lavar bien con vino, fasta que fuessen bien limpias de la sangre
que estaban untadas ; et pues que lo hobieron fecho, fizo tender u n a sbana
blanca en medio del palacio, et mand que pusiessen en ella las cabeas,
todas en haz et en orden, ass cuerno los infantes nasieran, et la de uo
Salido en cabo dlias. Des fuesse Almanor pora la crcel do yacie preso
Gonalvo Gustifoz, padre de los siete infantes, et ass cuerno entr Alman-
or, yl vi, dxol : aGonalvo Gustioz, cuerno te va?. Respondil Gon-
alvo Gustioz : Seor, ass cuerno la vuestra meret tiene por bien, et
mucho me plaze agtora porque vos ac viniestes, ca bien s que desde hoy
ms habredes merced, et me mandaredes daqu sacar, pues que mi viniestes
veer ; ca ass es costumbre de los altos omnes por su nobleza, que pues
que el seor va veer so preso, luegol manda soltar. Dxol estonces Alman-
or : Gonalvto Gustioz, fazerlo e esto que me dizes, ca por esso te vin
veer. Mas dgote antes esto : que yo envi mis huestes a tierra de Cas-
tiella et hobieron su batalla con los christianos en el campo de Almenar ;
et agora aduxieronme 4 6 dessa batalla ocho cabeas de m u y altos 'omnes, las
siete son de mancebos, et la otra de omue viejo; et quirote sacar daqu
que las veas si las podrs connoser, ca dizen mios adalides que de alfoz
de L,ara s'on naturales. Esto dixo Gonalvo Gustioz : Si las yo viere,
dezir vos e quien son, et de que logar, ca non a caballero de prestar en
toda Castiella que yo non connosca quien es, et de quales 4 7 . Almanor
: mand estonces quel sacassen, et fu con ell al palacio do estaban las
cabeas en la sbana ; et pues que las vi Gonalvo Gustioz, et las connos-
i, tan grand hobo ende el pesar que luego all hora cay por muerto en
tierra; et desque entr en acuerdo, comeno de llorar tan fieramientre so-
breas que maravilla era. Des dixo a Almanor : Estas cabeas connosco
y m u y bien, ca son las de mios fijos, los infantes de Salas, las siete ; et
esta otra es la de uo Salido, so amo que los cri. Pues que esto hobo
dicho, comeno de fazer so duelo et so llanto tan grand sobrellos, que non
a omne que lo viesse que se pudiesse sofrir de non llorar ; et des tomaba
las cabeas una a una et retraye 4 8 e contaba de los infantes todos los buenos
fechos que fizieran.

[Fragmentos segn la edic. de R. Menndez Pidal,


La leyenda de los siete infantes de Lara, Ma-
drid, 1896.]

47
Ama, ayo. Es decir, de qu familia.
48
Fingi. Reiraye, deca.
A duxteronme, trajronme.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 49

i. Estudese los caracteres y selense notas distintivas.


2. Idase el romance de la pgina 95 y con los fragmentos an-
teriores reconstruyase la gesta de los siete infantes de I,ara. Vase
tambin la escena de la comedia de Juan de la Cueva,
3.0 Hgase el retrato moral de doa Lambra.
4. Indquense los elementos patticos.
5.0 Estudense algunas costumbres medievales.
6. Convertir el fragmento final en un romance, semejante al
de la pg. 95.
7.0 Indquese algn rasgo estilstico de la Crnica General.
ANLISIS GRAMATICAL.Dganse los cambios que sufren las siguientes
voces: frtea=uerza ; dictu=dicho ; justitia= justicia; /xcw=fecho;
domina=duea ; habuisent = ovesen; multu*= mucho; ibi=i, y.

!<AS SIETE PARTIDAS

Q U E C O S A E S C O R T E E P O R O U E H A A S S I N O M E , E Q U A L D E B E S E R

Corte es llamado el lugar do es el rey e sus vassallos e sus oficiales, con


el que le han cotidianamente de consejar e 1 de servir, e los ornes del reyno
que se llegan y 3 , o por honra del o por alcanar derecho o por fazerlo o por
recabdar las otras cosas que han de ver con l. E tom este nome de una
palabra de latn, que dize cohors3, en que muestra tanto como ayunta-
miento de compaas 4 . Ca all se allegan todos aquellos que han de honrar
e de guardar al rey e al reyno. E otros5 ha nome en latn curia, que quiere
tanto dezir como lugar do es la cura de todos los fechos de la tierra, ca
all se ha de catar lo que cada uno deve haber, segn su derecho e su estado.
Otros es dicho corte, segn lenguaje de Espaa, porque all es la espada
de la justicia con que se han cortar todos los malos fechos, tambin de
dicho como de fecho, ass como los tuertos, e las fueras e las soberbias que
azen los ornes, e dzen, porque se muestran por atrevidos e denodados. E
otros los escarnios e los engaos e las palabras sobejanas6 e vanas que
fazen a los ornes envilescer e ser rahezes 7 . E los que desto se guarda-ron e
usaron de las palabras buenas e apuestas llamronlos buenos e enseados.
E otros llamronlos corteses, porque las bondades e los otros ensea-
1 4
Ntese la repeticin de las conjun- Campaas, gentes.
5
ciones. Otros, tambin.
6
2 Y, all. Sobejanas, i m p r u d e n t e s , innecesarias.
3 7
Corte deriva efectivamente de cohor- Rahezes, viles, bajos, (del rabe
tem. rail's).

4
50 JOS MANUEL BLECUA

ientos buenos, a que llaman cortesa, siempre los fallaron e los apri-
sieron 8 en las cortes. E por ende fu en Espaa siempre acostumbrado
de los ornes honrados de embiar sus fijos a criar a las cortes de los de los
reyes, porque aprisiessen a ser corteses e enseados, quitos 9 de villana
e de yerros, e se acostumbrassen bien, ass de dicho como de fecho, por-
que fuessen buenos, e los seores hobiesen razn de les fazer bien. Onde
los que tales fueren, dbelos el Rey allegar a s e fazries mucho bien e
mucha honra. E a los otros arredrarlos 10 de la Corte e castigarlos de los
yerros que fizieren. Porque los buenos tomen ende fazaa para usar del
bien e los malos se castiguen 11 de non fazer las cosas desaguisadas, e la
corte finque quita de todo mal, e abondada e complida de todo bien.

COMO HAN DE DESCEIR LA E S P A D A AL N O V E L , DESPUES QUE FUERE

FECHO CABALLERO

Desceir el espada es la primera cosa que deben fazer despus que el


caballero novel fuere fecho. E por ende ha de ser muy catada quien es
el que gela ha de desceir. E esto non deve ser fecho si non por mano que
haya en s alguna destas tres cosas: o que sea seor natural 12 , que lo
faga por el debdo 13 que han de consumo; o orne honrado que lo fiziesse
por sabor1* que hobiesse de fazerle honrra ; o caballero que fuesse muy
bueno de armas 15 , que lo fiziesse por su bondad. E en esto se acordaron 16
los antiguos ms que en las otras dos, porque tuvieron que era muy buen
comieno, para lo que el novel era tenudo 17 de fazer. Pero cualquier dlias
que sea, vale e es buena. E a este que le descie el espada llmanle pa-
drino. Ca bien ass como los padrinos al baptismo ayudan a confirmar e
a otorgar a su fijado, como sea cristiano, otros el que es padrino del
caballero novel, descindole el espada con su mano otorga e confirma
la caballera que ha recibido.

E N QUE MANERA DEBEN LOS MAESTROS MOSTRAR A LOS ESCOLARES LOS SABERES

Bien e lealmente deben los maestros mostrar sus saberes a los es-
colares leyendo 18 los libros e fazindogelos entender lo mejor que ellos
pudieren. E de que comenaren a leer, deben continuar el estudio 19 todava,
fasta que hayan acabado los libros que comenaran. E en cuanto fueren

8 u
Apusieron, aprendieron. Sabor, placer, gusto.
9 15
Quitos, limpios. Es decir, buen guerrero.
16
10 Arredrarlos, alejarlos. Convinieron.
11 17
Castigar significa tambin escarmen- Tenudo, tenido, participio un poco
lar, tomar ejemplo. arcaico en este tiempo.
12 18
Seor natural era el que tena man- Se explicaba en clase 'eyendo y
damiento sobre sus vasallos. comentando un texto determinado.
13 19
Debdo, deber, obligacin. Estudio, clase, explicacin.
HISTORIA V TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 51

sanos non deben mandar a otros que lean en logar dellos, fueras ende 20 si
alguno dellos mandasse a otro leer alguna vez para le honrrar, e non por
razn de se escusar l del trabajo del leer. Mas si, por ventura, alguno
ele los maestros enfermasse despus que hobiesse comenado el estudio,
de manera que la enfermedad fuesse tan grande e tan luenga que non
pudiesse leer en ninguna manera, mandamos que le den el salario, tambin
como si leyesse. E si acaesciesse que muriesse de la enfermedad, sus
herederos deben haber el salario tambin como si leyesse todo el ao.

I. Obsrvese el gusto por la definicin y la etimologa en las


Partidas.
2. Defnase la palabra Corte segn el texto anterior.
3- Antese la tendencia didctica de las Partidas. En qu se
diferencia ese cuerpo legal de otros?
4- Quienes pueden desceir la espada al nuevo caballero y
por qu?
5- Qu costumbres escolares refleja el ltimo texto?

so Fueras ende, excepto, (de joras,


Fuera).
C A P I T U L O V

LA LITERATURA ESPAOLA EN EL SIGLO XIV

El siglo XIV. Este siglo presenta caracteres diferentes del ante-,


rior. Por 'una parte, las gestas van perdiendo su antiguo apogeo y dejan
paso a una literatura menos heroica, lo mismo en la prosa que en el
verso. La escuela del Mester de clereca se prolonga en el Arcipreste
de Hita y en el Canciller Ayala, pero la forma no tiene ya la antigua
rigidez de la cuaderna va, sino que se intercalan otros tipos de versos y
estrofas, y, adems, la temtica ya no es la misma, abandonando argu-
mentos anteriores. La prosa novelesca tiene un magnfico exponente en
la obra de D. Juan Manuel, y a finales del siglo se presienten nuevas
direcciones, como tendremos ocasin de estudiar. Hay tambin una pre-
ocupacin por llegar a tener n estilo personal, preocupacin que faltaba
en el siglo anterior.

La poesa. El poeta ms original de todo el siglo es JUAN RUIZ,


ARCIPRESTE DE HITA, del que no sabemos gran cosa, aunque en su
obra hay noticias autobiogrficas. No se conocen la fecha de nacimiento,
ni el lugar, aunque se ha supuesto que fuese nacido en Alcal ce He-
nares. Parece ser que en 1351 ya haba muerto.
Juan Euiz es autor de un libro, conocido con el nombre de Libro de
buen amor, de contenido muy variado. Hay en l una parte lrica y una
parte narrativa, unidas estrechamente. La parte lrica se compone de
serranillas, cantos a la Virgen, cantares de ciego, etc. ; la narrativa, de
fbulas y aplogos, procedentes de Esopo o del Calila e Dimna; digre*
siones morales y ascticas ; una especie de narracin autobiogrfica, cuyo
principal personaje es un Arcipreste ; una parodia de cantares picos
en la batalla de don Carnal con doa Cuaresma, procedente de algn
fabliau francs ; una bella narracin amorosa en el episodio de don Me-
ln y dona Endrina, en el que aparece una especie de Celestina, llamada
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 53

Trotaconventos; y, finalmente, contiepe elementos satricos, como la


stira contra el dinero, y cantigas juglarescas.
E l Arcipreste de Hita es el poeta de ms acusada personalidad de
todo el siglo xiv. Los alejandrinos se han hecho ms ligeros y tienden
al ritmo de diecisis slabas ; maneja muy bien el vocabulario y los re-
franes -populares, y sabe utilizar comparaciones de gran belleza o de
sabor popular. Lo mismo que Berceo, usa con gran frecuencia los dimi-
nutivos, dndoles un matiz carioso, emotivo o ligeramente irnico. Po-
cos le ganan en la observacin de tipos, costumbres, escenas, y posee
un fino humor y una gran fuerza satrica.
La mezcla de elementos populares y eruditos, de didctica y stira,
hace que el Libro de Buen Amor sea obra nica en nuestra poesa me-
dieval. Incianse con l tendencias que sern permanentes en nuestras
letras : uso del refranero, tipos picaros, vocabulario popular, etc. Algu-
nos caracteres o personajes cuajarn ms logrados en la literatura pos-
terior, como el de Trotaconventos, antecedente inmediato de Celestina.
Si a esto unimos la alegra y el fino sentido del humor, la sana vitalidad
que corre por todos los versos, la abundancia de su lenguaje y la exac-
titud en la observacin, tendremos un libro nico en la literatura del
siglo xrv.
E l otro gran poeta del siglo es el Canciller D. PERO LPEZ
DE AYALA, nacido en Vitoria en 1332 y muerto en Calahorra en 1407. Su
vida es rica en acontecimientos polticos, y su figura est colocada en la
encrucijada medieval que va de finales del siglo xrv al siglo xv: medie-
valismo y humanismo.
E s autor de un extenso libro, conocido vulgarmente con el ttulo de
Rimado de Palacio, de contenido muy heterogneo, lo mismo en su tem-
tica que en la versificacin. Como el Arcipreste, el Canciller Ayala mezcla
elementos lricos con narrativos, profanos con religiosos ; mtrica del
mester de clereca con versos de doce slabas ; elementos satricos, con
didctica poltica, etc. No es tan gran poeta como el Arcipreste y su
stira es ms agria y fuerte. E n la critica de costumbre se parece a
Juan Ruiz, pero conviene sealar algunas diferencias. Mientras el Ar-
cipreste muestra con alegra las costumbres de su tiempo, Ayala goza
recargando los cuadros con tintas agrias y speras, completndose as
los dos libros. Hay tambin diferencias en cuanto al estilo. La abundan-
cia y facilidad del lxico del Arcipreste, su viveza y colorido, se encuen-
tran en el Canciller ms contenidos. La intencin moralizante es mucho
ms acusada en Lpez de Ayala. Su stira es ms reducida y cortesana,
por decirlo as, que la del Arcipreste, pero Lpez de Ayala versificaba con
una gallarda que anuncia los mejores momentos del siglo xv.
E l Canciller fu tambin un gran prosista. Escribi cuatro Crnicas
54 JOS MANUEL BLECUA

referentes a los reinados de Pedro I, Enrique I I , Juan I y Enrique III


(esta ltima inconclusa, a causa de la muerte del escritor). La ms
importante de las cuatro es la referente al rey don Pedro, llena de dror-
matismoj de observaciones agudas, de estilo vivo y de hondura en la
pintura de caracteres. Lo que ms le interesaba era la psicologia de los
personajes. Ayala tradujo tambin del latn obras de Boecio, de Gre-
gorio Magno, de Bocaccio y de Tcito, traducciones que anuncian el hu-
manismo del siglo xv.

Otros poetas. La poesa pica, ya muy decadente, est representa-'


da en este siglo por dos obritas : el Poema de Alfonso onceno y la Or
nica rimada o Cantar de Rodrigo. E l primero se debi de escribir hacia
1350, quiz por Rodrigo Yez, y narra con oesenvoltura los sucesos
del reinado de Alfonso X I hasta 1312. Est escrito en cuartetas de ocho
versos con dos rimas consonantes cada una. E l Cantar de Rodrigo es un
poema juglaresco de finales del siglo xiv o principios del siguiente, re-
fundicin tarda del tema de las Mocedades de Rodrigo. La figura del
Cid ha perdido en este poema su antigua humanidad, quedando conver-
tida en altanera y brava.
La poesa didctica* y sentenciosa se halla en los Proverbios del ju-
do D. SEM TOB, de Carrin, dedicados al Bey don Pedro. Son 386 cuar-
tetas de versos heptasiabos, de estilo muy castellano, conciso y parco
en la expresin.
Una muestra de la llamada literatura aljamiada (escrita en caracte-
res rabes, pero de contenido castellano) es el Poema de Yusuf, obra de
algn morisco aragons. Narra la historia de Jos, siguiendo fuentes
cornicas.

C O N S L T E S E . M. M e n n d e z Pelayo, Antologia, vol. I . R . M e n n d e z Pidal,


Poesa juglaresca y juglares, Colee. Austral.Mara Rosa Lida, Libro de Buen
Amor, seleccin y estudio, Buenos Aires, 1941.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAJOLA 55

ARCIPRESTE DE HITA

Prlogo

t B ruego e consejo a quien lo viere e lo leyere que guarde bien las


tres cosas del alma. Lo primero, que quiera bien entender e bien juzgar
la mi intencin... B Dios sabe que la mi intencin non fu de lo fazer por
dar manera de pecar ni por mal dezir ; mas fu por reducir a toda per-
sona a memoria buena de bien obrar e dar ensiempro de buenas costumbres
e castigos 1 de salvacin, porque todos sean aperebidos e se puedan mejor
guardar de tantas maestras como algunos usan por el loco amor3,.. B
compsele otros a dar algunos lein a muestra de metrificar e rrimar
e de trobar ; ca trobas e notas e rimas e ditados e versos, que fiz corn-
pldamente segund que esta ciencia requiere.

i. Mustrese la doble intencin del autor. Cules son sus


propsitos? Ved si coinciden estos propsitos con los fragmentos
siguientes.
2. Responden esos propsitos a una tendencia medieval? Por
qu?
3.0 Comprense esas lneas con las del prlogo de don Juan
Manuel, pg. 69.

Enjiemplo del guila y del cazador

El guila caudal canta sobre la baya;


todas las otras aves, de all las atalaya ;
no hay pndola 1 della que en tierra caj^a ;
si ballestero la baila, precala ms que saya.
5 Saetas y cuadrillos 2 , que trae amolados 3 ,
con. pndolas de guila los lia empendolados.
Fu como baba usado a berir los venados,
al guila caudal dile por los costados.
1 1
Castigos signific consejos. Pndola, piuma.
2 2
El loco amor es el amor liviano Cuadrillos, dardos,
3
mundanal. Amolados, afilados.
56 JOS MANUEL BLECUA

Cat contra sus pechos el guila herida,


i o y vido en que sus pndolas, la haban escarnida 4 ,
dijo contra s mesma una razn temida:
De m sali quien me mat, y me tir 5 la vida.
El loco, el mezquino que su alma no cata,
usando tu locura y tu mala barata 6 ,
15 destruye a su cuerpo y a su alma mata,
que de s mismo sale quien su vida desata.

[Episodio de doa Endrina y don Meln]

Ay Dios, y cuan fermosa viene doa Endrina por la plaa !


Qu talle, qu donaire, que alto cuello de gara !
Qu cabellos, qu boquilla, qu color, qu buen andana !
Con saetas de amor fiere cuando los sus ojos ala.
5 Pero tal lugar no era fablar en amores:
a m luego me venieron muchos miedos e temblores,
los mis pies y las mis manos no eran de s seores,
perd seso, perd fuera, mudronse mis colores.
Unas palabras tena pensadas por le dezir;
10 el miedo de las compaas me facan l departir 1 ;
apenas me conosca ni saba por d ir,
con mi voluntad mis dichos no se podan seguir.
Fablar con mujer en plaa es cosa muy descubierta ;
a vezes mal perro atado tras mala puerta abierta :
15 bueno es jugar fermoso, echar alguna cobierta :
a do es lugar seguro, es bien fablar cosa cierta.
Seora, la mi sobrina, que en Toledo sea 2 ,
se vos encomienda mucho, mili saludes vos enva;
si ovis' lugar e tiempo, por cuanto de vos oa,

4
Escarnida, escarnido, herido*. (Ntese corresponden a las estrofas 653-74 de
la concordancia, frecuente en textos la edic. de Ducamin, Toulouse, 1902.
medievales.) Suprimimos algunas estrofas indicndolo
5
Tir, quit. con puntos suspensivos.
x
* Barata, engao. (Trtase de la locura Al, otra cosa. Departir, hablar.
2
> engaos del amor loco, mundanal.) Sea, estaba, resida.
* Hemos numerado los versos que
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

20 desavos mucho ver e conoscervos querra.


Queran all mis parientes cassarme en esta sacn
con una doncella rica, fija de don Pepin 3 :
a todos di por respuesta que la non quera, non :
de aqulla sera mi cuerpo que tiene mi coran.*
25 Abax ms la palabra, dxel' que en juego fablaba,
porque toda aquella gente de la plaa nos miraba ;
desque vi que eran idos, que orne ah non fincaba,
comencl* dezir mi quexa del amor que me afincaba4 :
En el mundo non es cosa que yo ame a par de vos ;
30 tiempo es ya pasado de los aos ms de dos
que por vuestro amor me pena, movos ms que a Dios :
non oso poner presona que lo fable entre nos.
Con la grant pena que paso vengo a vos dezir mi quexa,
vuestro amor e deseo, que me afinca e me aquexa,
35 ns' me tira 5 , ns' me parte, non me suelta, non me dexa :
tanto me da la muerte cuanto ms se me alexa.
Recelo he que non me odes esto que vos he fablado ;
fablar mucho con el sordo es mal seso y mal recabdo;
cret que vos amo tanto que no hey mayor cuidado ;
40 esto sobre todas cosas me traye ms afincado.
Seora, yo non me atrevo a dezir vos ms raones,
fasta que me respondades a estos pocos sermones 6 ;
dezitme vuestro talante 7 , veremos los coraones*.
Ella dijo : Vuestros dichos non los precio dos piones.
45 Bien as engaan munchos a otras munchas Endrinas ;
el orne tan engaoso as engaa a sus vecinas ;
non cuidedes que so 8 loca por or vuestras parlillas,
buscat a quien engaedes con vuestras falsas espinas.
Yo le dixe: Yag, sauda, anden fermosos trebejos 10 ;
50 -son los dedos en las manos, pero no todos parejos ;
todos los ornes non somos de unos fechos nin consejos;
la pea 11 tien* blanco e prieto 12 pero todos son conejos.
A las vegadas lastan 13 justos por pecadores,

3 8
Ntese el carcter burlesco de los So, soy.
9
nombres. Pepin era una moneda de \Ya\ j O h ! (nterj. rabe),
10
poco valor. Trebejos, piezas del juego.
4 11
Afincaba, apremiaba. Pea, piel, abrigo.
5 12
Noa'me tira, no se me quita. Prieto, oscuro, negro.
6 13
Sermones, palabras. Vegadas, veces. Lastan,
7
Talante, opinin. sufren.
58 JOS MANUEL BLECU

a munchos empeecen 14 los ajenos errores


55 faz* mal culpa de malo a buenos e a mejores,
deven tener la pena a los sus fazedores.
El yerro que otro fizo a m non faga mal,
avet por bien que vos fable ali so aquel portal ;
non vos vean aqu todos los que andan por la cal' 1 5 ;
6o aqu vos fable uno, all vos fablar l.
Paso a paso don Endrina so el portal es entrada,
bien loana e orgullosa, bien mansa e sosegada,
los ojos bax por tierra, en el poyo asentada ;
yo torn en la mi fabla que tena conmenada:
65 Esccheme, seora, la vuestra cortesa,
un poquillo, que vos diga... la muerte ma 1 6 ;
cuidades que vos fablo en engao e en folia 17 ,
e no s qu me faga contra vuestra porfa.
A Dios juro, seora, para 1 8 aquesta tierra,
70 que cuanto vos he dicho de la verdad non yerra ;
estades enfriada ms que la nief 19 de la sierra,
y sodes atan moza que esto me atierra.
Fablo en aventura con la vuestra mocedat,
cuidades que vos fablo lisonja e vanidat ;
75 non me puedo ' entender en vuestra chica edat:
querriedes jugar con la pella ms que estar en poridat 2 0 .
It et venit a la fabla otro da, por mesura 2 1 ,
pues que hoy non me creeres, o non es mi ventura ;
id y venit a la fabla; esa creencia atan dura,
80 usando or m i pena, entendredes mi quexura.
Otrgatele ya, seora, aquesto de buena miente,
que vengades otro da a la fabla solamiente;
yo pensar en la fabla e sabr vuestro tlente,
l non oso demandar, vos venid seguramiente.
85 Esto d i x o doa Endrina, esta duea de prestar 2 2 :
Honra es e no deshonra en cuerdamiente fablar ;
las dueas e las mujeres deven su respuesta dar
a cualquier que las fablare o con ellas razonar'.
Cuanto esto, vos otorgo a vos o a otro cualquied;

14 19
Empeescen, daan. Nief, nieve.
l 20
Cal', calle. Ms q u e hablar en secreto q u e niai
16
Faltan u n a s slabas e n el verso, jugar a la pelota.
21
quiz del dolor e. Por mesura, por cortesa.
17 23
Folia, b r o m a . De prestar, d e p r o .
18
Para, por. (Usada slo en los jura-
mentos).
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 39

90 fablat vos, salva mi honra, cuanto fablar vos quigredes 2 3 ;


de palabras en juego dirlas si las oyer',
non vos consintr 2 4 engao cada que lo entendier.
Estar sola con vos solo, esto yo non lo fara,
non deve la mujer estar sola en tal compaa :
95 nace dende 2 5 mala fama, m i deshonra sera ;
ante testigos que nos veyan 2 6 fablar vos he algn da.
Seora, por la mesura que agora prometedes,
non s gracias que lo valan cuantas vos merecedes ;
a la merced que agora de palabra me fazedes
100 igualar no se podran ningunas otras mercedes...
Fuese mi seora, de la fabla, su va.
Desque yo fu 27 nacido nunca vi mejor da,
solaz tan plazentero e tan grande alegra,
qusome Dios bien guiar et la ventura ma.
105 Busqu trotaconventos cual me mand el Amor;
de todas las maestras escog la mejor.
Dios y la mi ventura, que me fu guiador ! :
Acert en la tienda del sabio corredor.
Fall una vieja cual ava menester,
l i o artera e maestra e de mucho saber ;
doa Venus por Panfilo 28 no pudo ms fazer,
de cuanto fizo aquesta por me facer plazer.
Era vieja buhona 2 9 dstas que venden joyas ;
stas echan el lao, stas cavan las foyas 30 ;
115 non hay tales maestras como estas viejas troyas 3 1 ,
stas dan la macada : si has orejas, oyas.
Como lo han de uso estas tales buhonas,
andan de casa en casa vendiendo muchas donas 3 2 ,
non se reguardan dlias, estn con las personas,
120 fazen con el muncho viento andar las atahonas 3 3 .
Desque fui en mi casa esta vieja sabida,
dxele : Madre 34 seora, tan bien seades venida,
en vuestras manos pongo m i salud e mi vida,
si vos no me acorredes 35 , m vida es perdida.
125 O dezir siempre de vos mucho bien e aguisado,
de cuntos bienes fazedes al que a vos viene cuitado,
cmo ha bien e ayuda quien de vos es ayudado :
por la vuestra buena fama he por vos enviado.

23
Quigredes, quisiereis. bulante.
24 30
Consintr, consentir, Foyas, hoyos, trampas.
25 31
Dende, de all. Troyas, quiz en el sentido de
26
Veyan, vean. viejas alcahuetas sagaces.
27 32
Fu, fui, (como en el asturiano Donas, regalos,
33
actual). Atahonas, molinos.
28 34
Referencia a la comedia De Vetvts. Se llamaban madres a las ancianas.
29 33
Buhona, buhonera, vendedora am- A corredes, socorris.
60 JOS MANUEL BLECUA

Quiero fablar convusco36 bien como en penitencia 37 ,


130 toda cosa que vos diga, odla en paciencia;
sinon vos, otro non sepa mi queja y mi dolencia.
Diz la vieja : Pues decidlo, y habed en m creencia.
Conmigo seguramente vuestro coran fablat,
far por vos cuanto pueda, guardar he vos lealtat;
135 oficio de corredores es de mucha poridat 38 ,
ms encobieitas encobrimos que mesn de vecindat.
Si a cuantas desta villa nos vendemos las alfajas39
sopiesen unos de otros, muchas seran las barajas 40 ;
muchas bodas ayuntamos que vienen a repinta jas 41 ,
140 muchos panderos vendemos que no suenan las sonajas.
Yo le dixe : Amo una duea sobre cuantas yo vi,
ella, si me non engaa, parece que ama a m,
por excusar mili peligros fasta hoy lo encobr;
toda cosa deste mundo temo mucho e tem.
145 De pequea cosa nace fama en la vecindat ;
desque naze, tarde muere, maguer 42 non sea verdat ;
siempre cada da crece con envidia e falsedat,
poca cosa le empece al mezquino en mezquindat 43 .
Aqu es 44 , bien mi vecina ; ruego vos que all vayades,
150 e fablad entre vos ambas lo mejor que entendades,
encobrid todo aquesto lo ms mucho que podades,
acertad aqueste fecho, pues que vierdes las voluntades.
Dxo: Yo ir a su casa de esa vuestra vecina,
e la far tal escanto, le dar -tal atalvina 45 ,
155 porque esa vuestra llaga sane por mi melecina.
Decidme quin es la duea. Yo le dixe: Doa Endrina.
La cera que es mucho dura e mucho brozna 46 e helada,
desque ya entre las manos una vez est masnada 47 ,
despus con el poco fuego cient vezes ser doblada:
160 doblarse ha toda duea que sea bien escantada...
Amigo, non vos durmades, que la duea que dezides,
otro quier*48 casar con ella, pide lo que vos pedides,
es orne de buen linaje, viene donde 49 vos venides;
vayan ante vuestros ruegos que los ajenos convites.
165 Yo lo trayo estorbando, por cuanto non lo afinco,
ca es orne muy escaso50, pero que 51 es muy rico,
36 S
Con ttsco, con vos, Escanto, e n c a n t o . A tahfina, puche.
37
En penitencia, en secreto. [Es decir : le dar tales ungentos y
38
Poridat, secreto. filtros).
3S 46
Alf ajas, alhajas. Brozna, bronca, spera.
40 47
Barajas, rias. Masnada, amasada.
41 48
Repintajas arrepentimientos. Quier, quiere.
42 49
Maguer, aunque. Donde, de donde.
43 50
Al pobre cualquier cosa daa en Escaso, avaro.
51
su pobreza. Pero que, aunque.
* 4 Aqu es, aqu vive.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

mandme por vestuario una piel e un pellico,


dimelo tan bien parado, que ni es grande ni chico.
El presente que se da luego, si es grande de valor,
170 queblanta leyes e fueros, e es del derecho seor ;
a muchos es grand ayuda, a muchos estorbador,
tiempo hay que aprovecha, e tiempo hay que faz peor.
Esta duea que decides, mucho es en mi poder,
si non por m, non la puede orne del mundo haber ;
175 yo s toda su fazienda, e cuanto ha de fazer
por mi consejo lo faze, ms que non por su querer.
No os dir ms raones, que asaz 52 vos he fablado ;
de aqueste oficio vivo, no he de otro coidado;
muchas veces he tristeza del lacerio 53 ya pasado,
180 porque me non es agradecido, nin me es gualardonado...
Yol'5* dije : Madre seora, yo vos quiero bien pagar,
el mi algo e m casa, a todo vuestro mandar;
de mano tomad pellote, e id, nol' dedes vagar 55 ...
Iya buhona con farnero 56 va taendo cascabeles ;
185 meneando de sus joyas, sortijas, e alfileres;
deza: Por fazalejas5T, comprad aquestos manteles!
Vdola doa Endrina, dixo : Entrad, no receledes.
Entr la vieja en casa ; dxole : Seora fija,
para esa mano bendicha 58 , quered esta sortija ;
190 si vos non me desobrierdes, dezir vos he una pastija5
que pens aquesta noche. Poco a poco la aguija.
Fija, siempre vos estades en casa encerrada,
sola envejecedes, quered alguna vegada
salir, andar en la plaa con vuestra beldat loada,
195 entre aquestas paredes non vos prestar 60 nada.
En aquesta villa mora muy ferinosa manceba,
mancebillos apostados 61 y d mucha loana,
en todas buenas costumbres crecen de cada da :
nunca veer pudo orne atan buena compaa.
200 Muy bien me resciben todos con aquesta pobledat ;
el mejor e el ms noble de linaje e de beldat
es don Meln de la Huerta, mancebillo de verdat;
a todos los otros sobra62 en fermosura y bondat.
Todos cuantos en su tiempo en esta tierra nacieron,
205 en riqueas e en costumbres tanto como l non crescieron ;
con los locos fazes' loco, los cuerdos del bien dixteron ;
manso ms que un cordero, nunca pelear lo vieron.
sa 7
Asaz, bastante. Fazalejas, tohallas.
53 58
Lacerio, pena sufrimiento. Bendicha, bendita.
5 59
* Yol' Yo le. Pastija, historia.
56 60
De mano, primero. Peofe, vest- Prestar, aprovechar,
61
do de pelo, Non dedes vagar, no Apostados, apuestos,
62
perdis el tiempo. Sobra, vence.
5
* Farnero, harnero.
62 - JOS MANUEL BLECUA

Orne es de buena vida, e es bien acostumbrado,


creo que casara l convusco de buen grado ;
210 si vos lo bien sopisedes, cul es e cuan preciado,
vos querrades aquesto que yo vos he fab lado...
Agora, seora fija, dezit vuestro coran,
esto que os he fablado si vos plaze o si non;
guardar vos he poridat, celar vuestra ran,
215 sin miedo fablat conmigo todas cuantas cosas son.
Respondile la duea con mesura e bien :
Buena mujer, dezidme : cul es se o quin,
que vos tanto loades e cuntos bienes tien* ?
Yo pensar en ello, si para m convin'.
220 Dixo Trotaconventos: Quin es, fija seora?
Es'aparado 63 bueno que Dios vos traxo agora,
mancebillo guisado 64 en vuestro barrio mora :
don Meln de la Huerta; queredlo en buena hora!
Creedme, fija seora, cuantos vos demandaron,
225 a par deste mancebillo ningunos non llegaron ;
el da que vos nacistes, fadas 65 albas vos fadaron,
que para esse buen donaire atal cosa vos guardaron.
Dixo doa Endrina: Callad ese predicar,
que ya ese parlero me coid engaar;
230 muchas otras vegadas me vino a retentar,
mas de m l nin vos non vos podredes alabar.
L,a mujer que vos cree las mentiras parlando,
y cree a los hombres con mentiras jurando,
sus manos se contuerce, del coran trabando,
235 mal se lava la cara con lgrimas llorando.

DE CMO LOS ESCOBARES DEMANDAN POR D l O S *

Seores, dat al escolar,


que vos vien' demandar.
Dat limosna o racin ;
far por vos oracin,
5 que Dios vos d salvacin*,
quered por Dios a m dar.
E1 bien que por Dios ferierdes,
la limosna que por 1 dierdes,
cuando deste mundo salierdes,
10 esto vos habr de ayudar.
Cuando a Dios dieredes cuenta
de los algos e de la renta 1 ,

63
Aparado, aparejado. * Ntese q u e la estrofa es del tipo de
64
Guisado, p r e p a r a d o , dispuesto. zjel.
65 x
Fadas, h a d a s . De los algos, de las riquezas.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 63

excusaros ha de aumenta2
la limosna por l far3.
15 Por una racin que dedes,
vos ciento de Dios tomedes
e en paraso entredes:
ans lo quiera 1 mandar !
Catad que el bien facer
20 nunca se ha de perder.
podemos ha estorcer4.
del infierno, mal lugar.

i. Estudese la composicin de este captulo y distngase las


escenas. Ntese la forma narrativa, la descriptiva y la dialogada.
2.0 Mustrese la psicologa de los personajes.
3. 0 Trcese un retrato de la Trotaconventos y comprese con la
Celestina, segn los textos de la pg. 117 y ss.
4- Q u piensa del captulo desde el punto de vista moral?
5.0 Mustrense algunos elementos cmicos y otros realistas.
6. A qu pblico se destinaba este episodio? Por qu?
7.0 Estudense la versificacin y el lenguaje ; antense algunas
comparaciones y analcense las expresiones populares.
ANLISIS GRAMATICAL. Dganse qu cambios han sufrido las si-
guientes voces: Deus = T)ios ; venet = viene; platea=plaza ; capillu =
cabello; oculos=ojos ; fabulare=fablar ; mew=miedo; parbola apala-
bra; dictu = dicho ; pectu=pecho.

2
Ajruena, afrenta.
3
Far, hacer, dar.
* Estorcer, apartar.
64 JOS MANUEL BLECUA

PERO LOPE DE AYALA

RIMADO DK PALACIO

Aqu comiena de los mercaderes


Pues qu de los mercaderes aqu podra dezir
si tienen tal oficio para poder fallir1,
jurar e perjurar, en todo siempre mentir?
Olvidan Dios e alma, nunca cuidan morir.
5 En sus mercaduras 2 han mucha confusin,
a mentira e a engao e a mala confesin;
Dios les quiera valer e ayan su perdn,
que cuanto ellos non dexan dar quinta por bordn 3 .
Una vez pidrn 4 cincuenta doblas 5 por un pao,
io si vieren que estades duro e entendedes vuestro dao,
diz' : Por trenta vos lo do6, mas nunca l cumpla el ao,
si non le cost cuarent ayer de un omne extrao !
Diz' : Tengo escarlatas 7 de Brujas e de Mellinas 8 ,
veinte aos ha que no fueron en esta tierra tan finas ;
15 diz' : Tomadlas vos, seor, antes que unas mis sobrinas
las Heven de mi casa, que son por ellas caninas 9 .
Si vos tenedes dineros, si non yo tomar he plata,
ca en mi tienda fallaredes toda buena baratal 10 .
El cuitado que lo cree e una vez con l se ata,
30 a travs yaze cado s delante non se cata 11 ...
Si quisieres aver plazo 12 el precio les doblars :
lo que davan por cincuenta, ciento les pagars ;
desto luego buen recabdo con ellos obligars,
e si el da pasare, intereses les otorgars.
25 Aun fazen otro engao al cuitado comprador :
mustranle de una cosa y dnle de otra peor,
e dizen en la primera : Desto vos mostr, seor,
s non, l nunca vaya velar a Rocamador 13 !
Fazen escuras sus tiendas e poca lumbre les dan,
30 por Brujas muestran Ypr y por Mellinas, Roan 14 ,
los paos violetas bermejos parescern :
1 9
Fallir, e n g a a r . Caninas, ansiosas.
2 10
Mercaduras, negocios. Buena barata, b u e n a compra, ne-
3
Quinfa y bordn son trminos musi- gocio
11
cales. No dejan d e dar u n a cosa por 5 e cata, se apercibe.
otra. 12
Es decir : Si no p a g a s al contado...
4
Pidrn, p e d i r n . 13
s Rocadamor era u n santuario lemo-
Doblas, m o n e d a s de oro.
sn d e m u c h a devocin, m u y citado e n
Do, doy.
7 la literatura medieval.
Escarlata, tela costosa de coior rojo. 14
8
Mellinas, Mallinas, clebre centro co- Muestran u n o s p a o s por otros.
mercial.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 65

al contar de los dineros las finestras abrirn.


Segunt que en el Evangelio de nuestro Seor paresce,
el que quiere fazer mal siempre la luz aborresce ;
35 e pues quien tiniebras ama verlas siempre meresce,
e con el cabdillo dlias el tal pecador paresce.

i. Mustrese la psicologa de los mercaderes.


2. Cmo hacan sus negocios?
3. 0 ndquense algunos rasgos irnicos y satricos.
4.0 Obsrvese la maestra en la pintura de costumbres.
5.0 Aclrese la alusin del ltimo verso, y con ella la intencin
moral.
.

CRNICA DEL REY DON PEDRO


E en tal manera se fizo, que finalmente el rey don Pedro, porque
estaba tan afincado en el castillo de Montiel que non lo poda sofrir, e
algunos de los suyos se venan para el rey don Enrique, e otros porque
non tenan agua si non poca, por esto, e con el esfuerzo de las juras que
le avan fecho aquellos con quien Men Rodrguez tratara este fecho,
aventurse una noche, vnose para la posada de mosn Beltran, e psose
en su poder armado de unas fojas, e un caballo. E as como all lleg,
descabalg del caballo ginete en que vena dentro en la posada de mosn
Beltrn, e dixo a mosn Beltrn : Cabalgad, que ya es tiempo que vaya-
mos. non le respondi ninguno, porque ya lo haban fecho saber al
rey don Enrique cmo el rey don Pedro estaba en la posada de mosn
Beltrn. Cuando esto vio el rey don Pedro, dubd, e pens que el fecho
iba a mal, e quiso cabalgar en el su caballo ginete en que haba venido
e uno de los estaban con mosn Beltrn trab del y dxole: Esperad
un poco. E tvole, que non le dex partir. E venan con el rey don
Pedro esa noche don Fernando de Castro e Diego Gonzlez de Oviedo,
fijo del maestre de Alcntara, e Men Rodrguez de Sanabria e otros.. E
luego que all lleg el rey don Pedro, e le detovieron en la posada de
mosn Beltrn, como dicho habernos, soplo el rey don Enrique, que
estaba ya apercebido e armado de todas sus armas, e el bacinete en la
cabeza, esperando este fecho. E vino all armado, e entr en la posada
de mosn Beltrn ; e as como lleg el rey don Enrique, trab del rey don
Pedro. E l non le conosca, ca ava grand tiempo que non le ava visto ;
e dicen que le dijo un caballero de los de mosn Beltrn : Catad que
este es vuestro enemigo. E el rey don Enrique aun dubdaba si era l ;
e dicen que dixo el rey don Pedro dos veces : Yo so, yo so. E estonces
el rey don Enrique conoscile, e firile con una daga por la cara ; e dicen
que amos a dos, el rey don Pedro e el rey don Enrique, cayeron en tierra,
e el rey don Enrique lo firi estando en tierras otras feridas. E all mori
el rey don Pedro a veinte e tres das de marzo deste dicho aa.
[Edic. de Llaguno, Madrid, 1769.]

5
66 JOS MANUEL BLECUA

SEM TOB

PROVERBIOS MORALES Ni MAS NI MENOS

AGUA DE OLOR
Por nascer en espino
la rosa, yo no siento
Cuando es seca la rosa, que pierde, nin el buen vino
por salir del sarmiento.
que ya su sazn sale, Nin vale el acor menos
queda el agua olorosa, porque en vil nido siga,
rosada, que ms vale. nin los enxemplos buenos
porque judo los diga.

[Edic. en la BibK de .utores Espaoles, vol. L V I I , p g . 351.1


C A P I T U L O VI

LA PROSA EN EL SIGLO XIV

La prosa. La obra iniciada por Alfonso X es continuada por su


hijo Sancho IV, autor del Libro de los castigos y documentos, y sobre
todo por su sobrino don Juan Manuel.

Don Juan Manuel naci en Escalona en 1282, siendo hijo del infante
don Manuel y nieto de San Fernando. Intervino activamente en ] os suce-
sos polticos de su tiempo; fu adelantado mayor de la provincia " del
reino de Murcia, seor de Villena y Alarcn, y uno de los caballeros ms
poderosos de su tiempo. Debi morir hacia 1349.
La obra de don Juan Manuel es rica y extensa, aunque no se ha
conservado en su totalidad. El manuscrito que corrigi de su puo y
letra y deposit en el monasterio de Pean el ha desaparecido, llegando
hasta nosotros una copia bastante defectuosa. Entre los libros conser-
vados, ofrecen inters el Libro del caballero e del escudero, manual de
caballeros, con influencias de Raimundo Lulio ; el Libro de los Estados,
la obra ms extensa de don Juan Manuel, de gran inters para el estudio
de la organizacin social de la Edad Media, ya que en ella, despus de
una ligera trama novelesca procedente de un Barlaam y Josafat, se in-
dican los deberes y las obligaciones de todas las clases sociales y adems
abundan las referencias autobiogrficas ; el Libro de la caza refiere nu-
merosos detalles sobre el cuidado de los halcones, y la Crnica abreviada
es un extracto de la Crnica Generah de Alfonso X. Mencin sparte
merece su obra novelesca titulada El Conde Lucanor o Libro de Patronin.
Este libro es una coleccin de cincuenta exiemplos o aplogos e
tendencia didctica, redactados entre 1328 y 1332. Estos cuentos tienen
antecedentes bien conocidos en otras colecciones similares, como Fedro,
el Calila e Dimna, la Disciplina clericales, etc., aunque otros son orgi-
68 JOS MANUEL BLECUA

nales. La tcnica y su desarrollo son semejantes en cada uno: el conde


Lucanor dialoga con Patronio, su consejero, pidindole su parecer sobre
un aeunto; ste le cuenta un sucedido, aplicable al caso, terminando
con una moraleja en dos versos. La naturaleza del consejo determina el
carcter del cuento, y stos suelen ser muy cariados. Destacan, entre
otros, el exiemplo del mancebo que cas con la mujer brava; el de la
raposa mortecina ; el de don Ulan, gran mgico de Toledo ; el de los
burladores que fabricaron el pao maravilloso, etc. Estos cuentos fueron
editados en el siglo xvi por el erudito Argote de Molina y tuvieron una
acogida excepcional, siendo ledos por los mejores escritores de la poca.
La creacin de la prosa novelstica arranca en Espaa de don Juan
Manuel. El fu el primero que lleg a sentir una preocupacin por l
estilo personal. Observa que su to don Alfonso X haba querido escribir
en las menos palabras que se podia poner, tendencia que l habra de
seguir con ms rigor an al recomendar a su hijo que escribiese con las
menos palabras- que pudiere, con verdad e derechamente. En el pr-
logo al Conde Lucanor nos habla de su preocupacin moralista - y lite-
raria : <aFiz este libro compuesto de las ms apuestas palabras que yo
pude, et entre las palabras entremeti algunos exiemplos de que se podran
aprovechar los que los oyeren.

CONSLTESE. M. Menndez Pelayo, Orgenes de a Novela, Madrid. 1943.


oL I. A. Gimnez Soler, Don Juan Manuel, Zaragoza, 1935.
HISTORIA V TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 69

DON JUAN MANUEL

CONDE LUCANOR

Prlogo

Este libro fizo don Johan, fijo del muy noble infante don Manuel 1 ,
deseando que los omnes fiziessen en este mundo tales obras, que les
fuessen aprovechosas de las honras e de las faciendas t de sus esta-
dos ; et fuessen ms allegados a la carrera 2 por que pndiessen salvar las
almas. E puso en l los enxiemplos ms aprovechosos que l sopo
de las cosas que acaesieron, por que los ornes puedan fazer esto que
dicho es. Et sera maravilla, si de cualquier cosa que acaezca a cual-
quier omne, non fallare en este libro su semejana que acaesci a otro.
Et porque don Johan vio e sabe que en los libros costesen muchos
yerros en los trasladar porque las letras semejan vnas a otras, cuydando
por una letra que es otra, en escribindolo, mdase toda la razn, et
por aventura confndese, et los que despus fallan aquello escripto ponen
la culpa al que fizo el libro ; et porque don Johan se recel desto, ruega
a los que leyeren qualquier libro que fuere trasladado del que l compuso,
o de los libros que l fizo, que si fallaren alguna palabra mal puesta,
que non pongan la culpa a l, fasta que vean el libro mismo que don
Johan fizo, que es emendado, en muchos logares, de su letra. El los libros
que l fizo, son estos que ha fecho fasta aqu : La Crnica abr-eviada*,
El libro de los Sabios*, El Libra del Infante5, El Libro del Ca-
ballero et del Escudero, El Libro del Conde6, El Libro de la Caa
El Libro de los Engeos, El Libro de los Cantares''. Et estos libros estan
en el monasterio de los Frayres Predicadores que l fizo en Peafiel8.
Pero, desque vieren los libros que l fizo, por las menguas que en ellos
fallaren, non pongan la culpa a la su entencin, mas pnganla a la
mengua de su entendimiento, porque se atrevi a se entremeter 9 a fablar
en tales cosas. Pero Dios sabe que lo fizo por entencin que se apro-
vechassen de lo que l dira las gentes que non fuessen muy letrados, nin
muy sabidores 10 . Et por ende, fizo todos sus libros en romance, e esto es
seal cierto que los fizo para los legos et de no muy grand saber commo
lo l es. Et de aqu adelante, comiena el prlogo del Libro de los Enxiem-
plos del Conde Lucanor e de Patronio.
1 6
Don Manuel era hermano de Al- Es el libro del Conde Lucanor.
7
fonso X . Estos dos libros se han perdido
3 tambin.
Camino.
3 8
Es un extracto de la Crnica Gene' A pesar de toda la diligencia de don
ral, de Alfonso X . Juan Manuel, ese manuscrito se perdi,
4
Eiste se ha perdido. conservndose una copia incompleta.
9
s
Quiz sea el Libro de los consejos a Ntese la construccin.
10
su hijo don Fernando. Obsrvese la concordancia.
70 JOS MANUEL BLECUA

EXEMPLO XXXV

D E LO QUE CONTESCIO A UN MANCEBO QUE CAS CON UNA MUJER MUY FUERTE
1
E MUY BRAVA

Otra vez fablaba el conde L-ucanor con Patronio, e dxole :


Patronio, un mi criado me dixo quel trayan cassamiento con una
muger m u y rica e aunque es ms honrada que l, e que es casamiento
muy bueno para l sinon por un embargo que y ha, et el embargo es este ;
dxome quel dixeran que aquella muger que era la ms fuerte e ms
brava cosa del mundo. E t agora rugovos que me consejedes si le mandar
que case con aquella muger, pues sabe de cual manera es o s'mandar
que lo non faga.
Seor conde dixo Patronio } si l fuere tal commo fu u n fijo de
un omne bueno que era moro, consejalde que case con ella, mas si non
fuere tal, non gelo consejedes.
El conde le rog que dixiesse cmmo fuera aquello.
Patronio le dixo que en una villa haba un omne bueno que haba un
fijo el mejor mancebo que poda ser, mas non era tan rico que pudiesse
complir tantos fechos e tan grandes commo el su coran le daba a
entender que deba complir. E t por esto era l en grand cuidado, ca haba
la buena voluntad e non haba el poder.
En aquella villa misma, haba otro omne m u y ms honrado e ms rico
que su padre, e haba una fija non ms, e era muy contraria de aquel
mancebo, ca cuanto aquel mancebo haba de buenas maneras, tanto las
haba aquella fija del omne bueno malas e revesadas 2 : et por ende omne
del mundo non quera casar con aquel diablo.
Aquel tan buen mancebo vino un da a su padre e dxole que bien
saba que l non era tan rico que pudiesse darle con que l pudiesse venir
a su honra, et que, pues le convena a facer vida menguada e lazdrada 3
o yrse daquella tierra, que si l por bien toviesse, quel paresa mejor
seso de catar algun casamiento con que pudiesse haber alguna passada.
E t el padre le dixo quel plaza ende mucho si pudiesse fallar para l
casamiento quel cumpliesse.
Entonce le dixo el fijo que, si l quisiesse, que podra guisar 4 que aquel
omne bueno que haba aquella fija que gela diesse para l. Cuando el padre
esto oy, fu maravillado e dxol que cmmo cuydaba 5 en tal cosa, que non
haba omne que la conosiesse que por pobre que fuesse quisiese casar con
ella. El fijo le dixo quel pida por merced quel guisasse aquel casamiento.
E tanto lo afinc que, commo quier que el padre lo rovo por estrao, que
gelo otorg.
E t l fuesse luego para aquel omne bueno, e amos eran mucho amigos,
e dxol todo lo que passar con su fijo e rogl que, pues su fijo se atreva

1 4
De muy mal genio. Arreglar, preparar.
2 5
Atravesadas. Pensaba.
1
Lacerada, penosa.
.HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 7!

a casar con su fija, quel ploguiesse que gela diesse para l, Quando el
vorrme bueno esto oy [a] aquel su amigo, dxole :
Por Dios, amigo, s yo tal cosa fiziesse seervos ya 6 m u y falso amigo,
ca7 vos habedes m u y buen fijo, e t e m a 8 que fazia m u y grand maldad si
y o consintiesse su mal nin su muerte; et so cierto que si con mi fija
casase, que o seria muerto o le valdra ms la muerte que la vida : *A
n o n entendades que vos digo esto por non complir vuestro talante, ca, si
l a quisierdes, a mi mucho me place de la dar a vuestro fijo o a quienquier
.que me la saque de casa.
E l su amigo le dixo quel gradesca mucho cuanto le diza, e que pues
U fijo quera aquel casamiento, quel rogaba quel ploguiesse 9 .
El casamiento se fizo, e levaron 10 la novia a casa de su marido. E t
los moros han por costumbre que adoban 1 1 de cenar a los novios e ponnles
l a mesa e dxanlos en su casa fasta otro da.
E fizirenlo aquellos ass; pero estaban los padres e las madres e
parientes del novio e de la novia con gran recelo, cuidando que otro dia
aliaran el novio muerto o m u y maltrecho.
Luego que ellos fincaron solos en casa, assentronse a la mesa, e ante
que ella hubesse a dezir cosa, cat 1 2 el novio en derredor de la mesa,
<e vio un perro e dxol ya quanto bravamente 1 3 :
Perro, danos agua a las manos !
El perro non lo fizo. E el encomensse a ensaar, e dxol mas bra-
vamente que les diesse agua a las manos. E el perro non lo fizo. Et
^desque vio que lo non faza, levantse m u y saudo de la mesa e meti
mano a la espada e endere 14 al perro. Cuando el perro lo vio venir
contra si comeno a foyr e l en pos l, saltando amos por la ropa, e por
la mesa, e por el fuego, e tanto andido 1 5 en pos del fasta que lo alcan,
-e cortl la cabea e las piernas, e los braos, e fizlo todo pedaos et
ensangrent toda la casa e toda la mesa e la ropa 1 6 .
E t ass, m u y saudo e todo ensangrentado, tornse a sentar a la mesa
-e cat enderredor, e vio un gato e dxol quel diesse agua a manos: ef
porque non lo fizo, dxole:
Cmmo, don falso traydor, e non vistes lo que fiz al perro porque
non quiso fazer lo quel mand yo? Prometo a Dios que si poco nin ms
conmigo porfas, que esso mismo far a ti que al perro.
El gato non lo fizo, ca tampoco es su costumbre de dar agua a mano^,
commo del perro. E t porque non lo fizo, levantse e toml por las piernas
e dio con l a la pared e fizo del ms de cient pedaos et mostrndol muy
mayor saa que contra el perro.
E t ass, bravo e saudo e faziendo m u y malos contenentes 1 7 , tornse
a la mesa e cat a todas partes. La muger quel vio esto fazer, tovo que
-estaba loco o fuera de seso e non diza nada.
0 12
Condicional : os sera. Mir.
7 13
Pues. Enfurecidamente.
8 14
Condicional, tendra. Dirigise,
9 15
Ploguiesse, de placer, agradase. Anduvo.
10 16
Llevaron. Ntese el uso de' las conjunciones,
A1 17
Preparan. Gestos.
72 * JOS MANUEL BLECUA

Et desque hobo catado a cada parte, e vio un su caballo que estaba


en casa, e l non haba ms de aquel, e dixol muy bravamente que les
diesse agua a las manos ; el caballo non lo fizo. Desque vio que non lo
fizo, dxol :
Cmmo, don caballo, cuidades 18 que porque non lie otro caballo,
que por esso vos dexara si non fizierdes19 lo que yo vos mandare? Dessa20
vos guardat, que si por vuestra mala ventura non fizierdes lo que yo vos
mandare, yo juro a Dios, que tan mala muerte vos d cornmo a los otros;
et non ha cosa viva en l mundo que non aga lo que yo mandare, que
esso mismo non le faga.
El caballo estuvo quedo. Et desque vio que non faza su mandado
fu a l e cortl la cabea con la mayor saa que poda mostrar e des-
pedalo todo.
Cuando su muger vio que mataba el caballo non habiendo otro e que
diza que esto fara a quiquier 21 que su mandado non cumpliesse, tovo
que esto ya non se faza por juego, e hobo tan grand miedo que non
saba si era muerta o viva.
Et l ass, bravo e saudo e ensangrentado, tornse a la mesa, jurando
que si mil caballos e omnes e mugeres hobiesse en casa quel saliessen de
mandado, que todos seran muertos. Et assentsse e cat a cada parte
teniendo la espada sangrienta en el regao : e desque cat a una parte
e a otra e non vio cosa viva, volvi los ojos contra su muger muy brava-
mente e dxol con grand saa, teniendo la espada en la mano :
I^evantadvos e datme agua a las manos.
La muger que non esperaba otra cosa sinon que la despedaara toda,
levantse muy apriessa e dil agua a las manos, E dxo l :
Ah ! cmo gradesco a Dios, por que fiziestes lo que vos mand,,
ca de otra guisa, por el pesar que estos locos me fizieron, esso mesmo
hobiera fecho a vos que a ellos !
Despus mandl quel diesse de comer : e ella fizlo.
E cada quel diza alguna cosa, tan bravamente gelo diza e en tal
son, que ella ya cuydaba que la cabea era ida del polvo.
Assi pass el fecho entrellos aquella noche, que nunca ella fabl, mas
faza lo quel mandaba. Desque hobieron dormido una piea, dxol l :
Con esta saa que hbe esta noche non pude bien dormir. Catad que
non me despierte eras 22 ninguno ; tenedme bien adobado de comer.
Cuando fu gran maana, los padres e las madres e parientes llegaron
a la puerta, e porque non fablaba ninguno, cuidaron que el novio era
muerto o ferido. Et (lesque vieron por entre las puertas a la novia e non
al novio, cuidronlo ms.
Quando ella los vio a la puerta, lleg muy paso e con grand miedo e
comenles a dezir :
Locos traidores, qu fazedes ? cmo osades llegar a la puerta

18 21
19
Pensis. 22
Quienquiera.
30
Hiciereis. Maana.
De esa razn.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITEfATURA ESPAOLA 73

nin fablar? Callad!, sinon todos, tambin vos commo yo, todos somos
muertos.
Cuando todos esto oyeron, fueron maravillados e desque sopieron commo
passaron en uno presiaron mucho el mancebo porque ass sopiera fazer
lo quel cumpla e castigar 23 tan bien su casa.
Et daquel da adelante, fu aquella su muger muy bien mandada e
hobieron muy buena vida.
Et dende a pocos das su suegro quiso fazer ass commo fiziere su yerno,
e por aquella manera mat un gallo e dxole su muger:
A la fe, don fulano, tarde vos acordastes, ca ya non vos valdra nada
si matassedes cient caballos, que ante lo hobirades a comenar, ca ya
bien nos conosemos.
Et vos, seor conde, si aquel vuestro criado quiere casar con tal
muger, si fuere el tal commo aquel mancebo, consejalde que case segu-
ramente, ca l sabr commo passa en su casa, mas si non fuere tal que
entienda lo que debe fazer et lo quel cumple, dexadle passe su ventura.
Et aun consejo a vos que con todos los omnes que hobierdes a fazer, que
siempre les dedes a entender en cual manera han de passar con vusco.
El conde ovo este por buen consejo, e fizlo assi e fallse dello bien.
Et porque don Johan 24 lo tovo por buen enxiemplo, fizlo escrebir
en este libro, et fizo estos vessos25 que dizen assi :

S al comieno non muestras qui eres,


nunca podrs despus cuando quisieres.

[ / Conde Lucanor, edic. de E. Julia, M. 1933.]

i. Dgase que espritu anima el prlogo anterior.


2.a Estudese la tcnica del cuento y las partes de que consta.
3. 0 Analizar el carcter del mancebo y el de su mujer.
4.0 Mustrese la intencin del autor y cul es la leccin del cuento.
5.0 Convertir este cuento en un breve entrems.

29
Consejar, gobernar.
24
Don Juan Manuel.
28
Versos.
C A P I T U L O V I I

LA LITERATURA ESPAOLA DEL SIGLO XV

Caracteres generales. Con el siglo xv se inicia un cambio profun-


do en la literatura espaola. Por una parte, comienza nuestro perodo
humanista, lo que llevar consigo La influencia de los escritores latinos;
la lengua se recargar de palabras Ltinas y la sintaxis se transformar
en el mismo sentido. As no es extrao encontrar frases como la siguien-
t e : El olor de las narices natural^. Pero adems de este influjo latino,
se comienza entonces a imitar la literatura italiana, especialmente la
Divina comedia. Una tendencia cultista y minoritaria llevar al despre-
cio de la poesa popular, como en Santillana, por ejemplo.

Los Cancioneros. Los poetas del siglo xv se encuentran reunidos


en el famoso Cancionero de Baena, llamado as por haberlo recogido J u a n
Alfonso de Baena hacia 1445. Los poetas ms interesantes de este gr*upo
son los siguientes :
ALFONSO ALVAREZ DE VILLASANDINO, escritor de vena fcil, que logra a
veces aciertos indudables ; MICER FRANCISCO IMPERIAL, sevillano, aunque
italiano de origen, autor del Desir de las siete virtudes, poema alegrico
-con el que se inicia la imitacin del Dante en la poesa del siglo xv ; y
FERRANT SNCHEZ DE CALAVERA, poeta sentencioso y de tono doctrinal.

Los poetas de la corte de Alfonso V de aples se encuentran reuni-


dos tambin en otro Cancionero, llamado de Stiga, por el primer poeta
que aparece en sus pginas. Las composiciones ms interesantes estn
firmadas por CARVAJAL O CARVAJALES, delicado poeta cortesano, habil-
simo en los decires y canciones ligeras. Escribi tambin romances, pero
aconsonantados, y diversas serranillas.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 75

Los grandes poetas del cuatrocientos. El creador de la poesa


ms original y personal del -siglo xv es JUAN DE MENA (1411-1456), cordo-
bs que despus de estudiar en Salamanca pas una temporada en Italia.
Escribi en prosa una versin de la IUada, con el ttulo de Homero roman*
ceado, y unos comentarios &, su poema Coronacin.
Su obra potica se compone de un corto nmero de pequeos poemas,
a la manera trovadoresca, algunos muy bellos, y de tres obras ms exten-
sas, de corte alegrico-dantesco : Lo claro-escuro, La coronacin del
Marqus de Santlana y, sobre todo, el Laberinto de Fortuna.
El Laberinto, conocido tambin con el nombre de las Trescientas, es
un extenso poema que consta de 297 coplas de arte mayor, de tendencia
alegrica, pero de fondo pico. Su argumento es el siguiente:

Arrebatado el poeta por el carro de la diosa Belona, es transportado al palacio


de la Fortuna. Guiado por la Providencia, penetra en la gran casa, donde con-
templa tres ruedas : dos inmviles, alegoras del tiempo, pasado y del porvenir,
y otra en continuo movimiento, el tiempo presente. Cada rueda consta de siete
crculos influidos por los siete planetas. En el primer crculo, de la Luna, se
encuentran los castos y los gustos ; en el de Mercurio, los consejeros prudentes ; en
el de Marte, los guerreros, etc.

El poema abunda en episodios muy bellos, como el de la muerte del


Conde de Niebla, el del duelo de la madre de Lorenzo Dvalos, la sombra
descripcin de los ageros de la maga de Valladolid, que vaticina la muerte
del Condestable don Alvaro de Luna, etc. U n hondo patriotismo se percibe
en sus mejores versos.
Su estilo es, en gran parte, imitacin latina. As abusa del neologismo
y del hiprbaton, elude los nombres siempre que puede, utiliza la alitera-
cin y tiende en el verso a conseguir un ritmo anfbraco (u^) (amores,
me dieron corona de amores). A su vez, Mena no retrocede ante la creacin
de una voz nueva derivada del latn, como belgero, penatgero, y sufre
las influencias de Virgilio, Lucano y Dante.
Pero el representante ms perfecto de nuestro naciente humanismo
es' D. IIGO LPEZ DE MENDOZA, primer marqus de Santlana. Naci
en Carrin de los Condes en 1398. Intervino de manera activa en la pol-
tica de su tiempo, unas veces al lado del monarca y otras en contra, y
muri en Guadalajara en 1458.
E n prosa escribi una clebre carta al Condestable don Pedro de
Portugal, llamada Carta Proemio, que es el primer tratadito de crtica
literaria escrito en espaol, interesante para conocer sus gustos y su
ideologa literaria. Su obra potica sigue con fidelidad las corrientes de su
tiempo. De tendencia italianizante es su poema Comsdieta de Ponat que
narra la batalla naval en la que se perdi la armada de Alfonso V. Ms
inters ofrecen sus clebres sonetos fechos al itlico modo, primer intento
76 JOS MANUEL BLECUA

de aclimatar este gnero potico en Espaa. Aunque sus endecaslabos


no son muy correctos, algunos sonetos no dejan de ofrecer notas bellas.
Adems de estos poemas, escribe otros de carcter provenzal o galaico-
portugus, como las conocidas serranillas y las canciones y deciros. Los
motivos tradicionales se estilizan hasta producir efectos insuperables y
logra un arte fino y exquisito. Finalmente, el Marqus de Santillana
escribi diversas composiciones de carcter doctrinal y moralista, como
los Proverbios de gloriosa doctrina y el Dilogo de Bias contra Fortuna.

Gmez Manrique . ( 1422 ? 1490 ?), intervino eficazmente en las


luchas de su poca. Actu contra don Alvaro de Luna y pele contra los
moros. Ms adelante fu partidario de la infanta Isabel y contribuy con
eficacia en las negociaciones de la boda con don Fernando.
Gmez Manrique escribi poesas amorosas, siguiendo la moda de su
tiempo; poemitas de burlas, como el Razonamiento de un rocn a su paje ;
alegrico se muestra en el PLnto por la muerte del Marqus de Santillana,
y poltico y doctrinal en los clebres Consejos a don Diego Arias de Avila,
contador de Enrique IV. Estos Consejos son el antecedente ms cercano
de las famosas Coplas de Jorge Manrique y una magnfica leccin sobre
la fragilidad de las cosas humanas.
De singular valor para la historia del teatro espaol son sus dos piece-
citas religiosas, Representacin del Nacimiento de Nuestro Seor, que
termina con un delicioso villancico, y las Lamentaciones fechas para
Semana Santa, pieza entroncada con el ciclo de la Pasin.

Jorge Manrique, perteneciente a familia de poetas y soldados, nacido


hacia 1440 en la villa de Paredes de la Nava, muri muy joven defen-
diendo los derechos de la reina Isabel frente al castillo de Garci-M'uoz.
El Cancionero de Jorge Manrique es breve. E n l se encuentran com-
posiciones amorosas al gusto de la poca, algunas niuy bellas, como las
que empiezan Ved qu congoja la ma, Quien no estuviera en presencia
y la glosa al mote Sin Dios, y sin vos y m. Sin embargo, su fama de
altsimo poeta procede de una sola composicin, las clebres Coplas a a
muerte el Maestre don Rodrigo. Consta de 43 coplas de pie quebrado,
dedicadas a ensalzar, en parte, la figura de su padre y, tambin a mostrar-
nos de un modo insuperable lo breve de nuestra vida y lo huidizo de los
bienes temporales. Estas Coplas poseen uno de los estilos ms bellos de
nuestra poesa. La forma estrfica se acomoda perfectamente a la (dea.
Una suprema elegancia caracteriza el pensamiento y la forma de expre-
sin, sin latinismos ni violencias sintcticas. Su lenguaje es el corriente
lo que le presta un encanto singular y hace que traspase modas poticas,
quedando siempre como ejemplo de poesa honda, castellansima y ele-
gante.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 77

Las fuentes de las Coplas han sido minuciosamente sealadas. Apare-


cen reminiscencias bblicas, de los santos padres, de Boecio, de la poesa
del siglo xv, especialmente de la de su to Gmez Manrique, pero lo que
era slo un esbozo en la de ste, en la de Jorge Manrique es algo defini-
tivo.

Poesa satrica. Finalmente, la poesia satrica de esta poca de


decadencia poltica se contiene en las Coplas del Provincial, contra los
personajes de la corte de Enrique IV, lo mismo que en las Coplas de
Mingo Bevulgo, ambas annimas. A otro gnero, entroncado con una
corriente europea, pertenece la clebre Danza de la muerte.

CONSLTESE. M. Menndez Pelayo, Antologa de poetas lricos castellanos,


vob. I y II. Madri, 1944.
78 JOS MANUEL BLECUA

ALFONSO ALVAREZ DE VILLASANDINO

A UNA DAMA*

Seora, or de aucena, yo vos fui siempre leal


claro visso 1 angelical, ms que fu Paris 2 a Elena.
vuestro amor me da grant pena.
Vuestra vista deleitosa
Muchas en Extremadura 20 ms que lirio nin que rosa
5 vos han grant envidia pura, me conquista, pues non osa
de cuantas han fermosura : mi coran decir cul
dubdo mucho si fu tal es quien ass lo enagena.
en su tiempo Policena. Complida de noble asseo,
25 cuando vuestra imagen veo,
Fizo vos Dios delicada,
otro placer non desseo
io honesta, bien ensseada : si non sofrir bien o mal,
vuestra color matizada andando en vuestra cadena.
mas que rosa del rosal,
me tormenta e desordena. Non me basta ms mi seso,
30 plceme ser vuestro presso;
Donaire, gracioso bro seora, por ende besso
15 es todo vuestro atavo, vuestras manos de cristal,
linda flor, deleite mo; claro luna en mano llena.

^Cancionero de Baena, num. 8]

i. Mostrar el arte del poeta en la maestra con que maneja los


octoslabos y hgase un esquema de la versificacin empleada.
2.0 Obsrvese la belleza de las comparaciones, imgenes y me-
tforas. Cul es la metfora ms bella y por qu?
3. 0 Analcense los sentimientos del poeta.

1
* Fu escrita por ruego del adelan- Visso, rostro.
2
tado Pero Manrique, cuando andaba ena- Paris fu el clebre troyano que rap-
morado desta su mujer, fija que es del t a Helena, mujer de Menelao, causa
seor Duque de Benavente. de la guerra inmortalizada por Homero.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 79

MICER FRANCISCO IMPERIAL


ENCUENTRO DEI, POETA CON EL DANTE

Era cercado todo aquel jardn


de aquel arroyo a guisa de cava 1 ,
e por muro muy alto jazmn,
que todo a la redonda lo cercaba.
5 El son del agua en dulor passaba
arpa, duaina, vihuela de arco ;
e non me digan que mucho abarco,
que non s si dorma o velaba.
E n m deca: Mucho me maravillo
io que non veo aqu alguna entrada ;
non veo puente, puerta r i n portillo.
Esto diciendo vi una puerta alada
entre el jazmn, non tabla labrada,
mas de rob ms vivo que centella ;
15 como movi a ir a derecho a ella,
non vi de quien luego lu abaxada.
Muy a vagar pass allen la puente 2 ,
oliendo del jardn los dulces olores,
porque de entrar hbe mayor talante,
e fize entrada entre flores e flores.
20 Ante que entrase, hbe muchos suores 3 ;
de que fui entrado, o 4 qu aventura !,
vi toda blanca la m vestidura,
e luego conos los mis errores.
Desque volv a man 5 diestra el rostro,
25 vi por la yerba pissadas de homne,
onde alegre fume por rastro,
el cual derecho a un rosal llevme :
e como cuando entre rboles asome
alguno que ante los ramos mesce,
30 e poco a poco todo ass parese,
tal vi un homne ; m u y corts salume.
[Edc.Cancionero de Baena, m i m . 250, Madrid.', 1851.]

i. o Analcese la forma estrfica y la vacilacin entre los versos


dodecaslabos y endecaslabos. A qu se debe?
2. Estudese el sentido alegrico de las descripciones. Qu
elementos reales entran en ellas ?

1 4
A guisa de cava, a m a n e r a de foso O, od {el imperativo perda aigu-
3
Alten, allende, m s all. Puente pas veces la d final).
5
e s femenino hasta el siglo XVIII. Man, m a n o .
* Suores, sudores.
80 JOS MANUEL BLECUA

S A N T I L L A N A

C O M I E N A E L P R O E M I O E CARTA O.UEL MARQUES D E S A N T I L L A N A ENVIO

2
AL CONDESTABLE DE PORTUGAL C O N LAS OBRAS SUYAS

(Fragmentos)

En estos das passados, Alvar Gonzlez de Alcntara, familiar e ser-


vidor de la casa del seor infante don Pedro, muy nclito Duque de
Coimbra, vuestro padre, de parte vuestra, Seor, me rog que los decires
e canciones mas enviasse a la vuestra manifienia...
B qu cosa es la poesa (que en nuestro vulgar gaya sienia2 llama-
mos), si non un fingimiento de cosas tiles, cubiertas o veladas con muy
fermosa cobertura, compuestas, distinguidas e escandidas 3 por cierto cuento,
peso e medida?... Esta en los deficos4 templos se canta, e en las cortes
e palacios imperiales e reales graciosamente es resebida. Las plaas,
las lonjas, las fiestas, los convites opulentos sin ella as como sordos e
en silencio se fallan...
[Estilo] sublime se podra decir por aquellos que las sus obras escri-
bieron en lengua griega o latina, digo metrificando... Mediocre usaron
aquellos que en vulgar escribieron... nfimos son aquellos que sin ningn
orden, regla nin cuento facen estos romances e cantares de que las gentes
de baja e servil condicin se alegran...
Entre nosotros usse primeramente el metro en assaz formas, as como
el Libro de AUxandre, Los votos del Pavn5 e aun el libro del Archipreste
de Hita. Aun desta guisa escribi Pero Lpez de Ayala, el viejo, un libro
que fico de las Maneras de Palacio, e llamronlo Rimos. E despus falla-
ron esta arte que mayor se llama, e el arte comn, creo, en los reinos de
Galliia e Portugal, donde non es de dubdar que el exeriio destas esien-
ias ms que en ningunas otras regiones e provincias de Espaa se acos-
tumbr ; en tanto grado, que non ha mucho tiempo qualesquier decidores
e trovadores destas partes, agora fuessen castellanos, andaluces o de la
Extremadura, todas sus obras componan en lengua gallega o portuguesa...
Acuerdme yo, seor muy manfico, seyendo yo en edad non provecta 6 ,
mas assaz pequeo moco, en poder de mi abuela doa Menia de isneros,
entre otros libros haber visto un volumen de cantigas, serranas e deci-
res portugueses e gallegos, de los cuales la mayor parte eran del rey don
Dions de Portugal 7 (creo, seor, fu vuestro bisabuelo)...
1 6
Don Pedro de Portugal, de vida ro- Parece tratarse de un poema de la
mntica, tambin escritor. cuaderna va, hoy perdido.
2
La lengua vulgar es la romance, y Latinismo, vieja.
7
gaya ciencia o gay saber es el arte de El rey don Dions fu uno de los
ka poesa. grandes poetas portugueses d e la Edad
3
Medidas. Media.
* Deficos, de Deus, latinismo.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 61

Bu este reino de Castilla dixo bien el rey don Alfonso el Sabio, e yo


vi quien vio decires suyos, e aun se dice metrificada altamente en lengua
latina... Concurri en estos tiempos un judo que se llam Rab Santo e
escribi muy buenas cosas, e entre las otras, Proverbios morales, en verdad
de assaz comendables8 sentencias...
Desde el tiempo del rey don Enrique, de gloriosa memoria, padre del
rey nuestro seor, e fasta estos tiempos nuestros, se comeno a elevar ms
esta ciencia e con mayor elegancia : e ha habido omnes muy doctos e
esta arte, e principalmente Alfonso Alvarez de Illescas 9 , gran decidor ; del
cual se podra decir aquello que en loor de Ovidio un gran hestoriador des
cribe, conviene a saber, que todos los motes e palabras eran metro 10 . Fico
tantas canciones e decires, que sera bien luengo e difuso nuestro proceso,
si por extenso, aun solamente los principios dlias, a recontar se hoviesen.
E as por esto, como por ser tanto conosidas e esparcidas a todas partes
las sus obras, pasaremos a Micer Francisco Imperial, al cual yo non llama-
ra decidor o trovador, mas poeta...

SONETO
En este nono soneto el actor muestra cmo un da de una grand fiesta vio
a la seora suya en cabello 1 , e dice ser los cabellos suyos muy rubios e de la
color de la estupaa, que es una piedra que ha la color como de oro. Dice as
mesmo que loa premia 2 una verdor placiente e flores de jamines : quiso decir
que la crespina 3 suya era de seda verde e de perlas.
Non es el rayo de Febo luciente,
nin los filos4 de Arabia ms fermosos
que los vuestros cabellos luminosos,
nin gema 5 de estupaa tan fulgente,
5 Eran ligados de un verdor placiente
e ores de jazmn, que los ornaba ;
e su perfecta belleza mostraba
cual viva flama6 o estrella de Oriente.
Lo mi lengua, maguer sea indina,
io aquel buen punto que primero vi
la vuestra imagen e forma divina,
tal como perla e claro rub,
e vuestra vista trsica 7 e benina,
a cuyo esguarde 8 e merced me di.
8 5
Recomendable. Gema, piedra preciosa.
9 6
Villasandino. Flama, llama.
10 7
Poesa. Trsica, de Tarsis o Tarso, ciudad de
1
Es decir, sin nada a la cabeza. Oriente. Quiz llevase fama la belleza
3
De apremiar, rodear, sujetar. de los ojos de sus mujeres.
8
3
Redecilla. Esguarde, mirada, la accin de ex-
4 presar por medio de la vista algn afecto
Filos, hilos de oro de la Arabia. La
imagen procede de Petrarca y se har del alma. Del italiano aguardo.
muy popular, como tendremos ocasin
de ver en la poesa del siglo xvi.
6
JOS MANUEL BLECU&

CANCIN* De gentil seda amarilla


eran aquestas dos hopas 1 1 ,
Recurdate de m i vida, tales que nunca vi ropas
pues que viste 20 tan lindas a maravilla :
m i . p a r t i r e despedida el guarnimiento e la silla
ser tan triste. daquesta linda seora,
certas despus nin agora
5 Recurdate que padesco non lo vi tal en Castilla.
e padesc
las penas que non meresco ?5 Por msica e maestra
desque vi cantaba esta cancin,
la respuesta non debida que fizo a mi corazn
JO que me diste ; perder el pavor que haba:
por lo cual mi despedida Bien debo loar Amor,
fu tan triste. 30 pues todava
quiso tornar mi tristor
Pero no cuides, seora, en alegra.
que por esto
55 fce fui nin te sea agora
SERRANILLA
menos presto :
que de llaga non fengida Moza tan fermosa
me feriste ; non vi en la frontera,
asi que mi despedida como una vaquera
sa fu tan triste. de la Finojosa.
5 Faciendo la va
DECIR del Calatraveo
a Santa Mara,
Yo mirando una ribera, vencido del sueo,
v i venir por un gran llano por tierra fragosa
tin orne que cortesano io perd la carrera
paresca en su manera : do vi la vaquera
f: vesta ropa extranjera, de la Finojosa.
fecha al modo de Bravante,
bordada, bien rocegante, E n un verde prado
pasante del estribera 9 . de rosas e ores,
15 guardando ganado
Traa al su diestro lado con otros pastores,
IG una m u y fermosa dama, la vi tan graciosa
de las que toca la fama que apenas creyera
en superlativo grado : que fuesse vaquera
tin capirote charpado 1 0 20 de la Finojosa.
a manera bien extraa,
15 & fuer del alta Alimaa Non creo las rosas
donosamente ligado. de la primavera

m
Poemita de corte trovadoresco, en que terminaba en punta, con bandas de
we rao* de pie quebrado. s^da que caan sobre los hombros. Estas
* Estribo. El caballero va montado en bandas se llamaban charpas.
11
fojoso arns, como la dama. Especie de tnicas. Parece referirse
**' Especie de sombrerillo o cubierta ft las charpas.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 83

sean tan fermosas (por saber quien era),


nin de tal manera, .5 dnde es la vaquera
25 fablando sin glosa, de la Finojosa?
si antes sopiera
de aquella vaquera Bien como riendo,
de la Finojosa. dijo: Bien vengades ;
que ya bien entiendo
Non tanto mirara 40 lo que demandades :
30 su mucha beldad, non es deseosa
porque me dejara de amar, nin lo espera,
en mi libertad. aquesa vaquera
Mas dije: Donosa de la Finojosa.

PROVERBIOS

mas honesta.
Oh fijo !... Cuan poco cuesta
Fijo mo mucho amado, bien fablar !...
para mientes, 35 Fv sobrado amenaar
e non contrastes las gentes, poco presta.
mal su grado:
5 ama e sers amado,
e podrs XIII
facer lo que non fars Inquiere con gran cuidado
desamado.
la sienia
VI 20 reposado :
non cobdies ser letrado
B sea la tu respuesta por loor;
10 muy graciosa : mas siente reprehensor
non terca nin soberbiosa, de pecado.

[De las Obras de don Iigo Lpez de Mendoza, edid. de J. Ama-


dor de los Ros, Madrid, 1852.]

i. Estudense las ideas poticas de Santillana segn la carta


proemio.
2.0 Analizar las distintas frmulas poticas que aparecen en,
su obra.
3. 0 Ntese el lirismo de la cancin y del decir. Expliqense los
sentimientos del poeta en estas dos composiciones.
4.0 Antense las distintas formas estrficas empleadas.
5.0 Utilizando los elementos anteriores y la semblanza de Pulgar,
en la pg. 107, hgase un retrato del Marqus de Santillana.
64 JOS MANUEL BLECUA

UAIN UH MENA

K L IVABERINTO DE FORTUNA

Ya de ms gentes diversas que viera,


tanto fallaba sus letras de fuertes,
que fiz que me diese sus nombres e suertes
haber por liestoria la mi compaera 1 ;
5 la cual, inclinada como placentera
a las plegarias de mi simple voto,
con un armona de estilo devoto
respuso cantando por esta manera :
Aquel que all vees al cerco2 trabado,
i que quiere subir e se falla en el aire,
mostrando su rostro robado donaire
por dos deshonestas feridas 5 llagado,
aqul es el Dvalos 4 y mal fortunado,
aqul es el limpio mancebo Loreno,
15 que fio en un da su fin y comieno,
aqul es el que era de todos amado ;
el mucho querido del seor infante,
que siempre le fuera seor como padre ;
el mucho llorado de la triste madre,
20 que muerto ver pudo tal fijo delante.
! Oh dura Fortuna, cruel tribuante 5 ,
por ti se le pierden al mundo dos cosas :
la vida e las lgrimas tan piadosas
que ponen dolores de espada tajante !
25 Bien se mostraba ser madre en el duelo
que fizo la triste, despus ya que vido
el cuerpo en las andas sangriento tendido
de aquel que criara con tanto recelo :
ofende con dichos crueles el cielo,
30 con nuevos dolores su aca salud,
e tantas angustias roban su virtud 6 ,
que cae por fuera la triste en el suelo
1 4
La Providencia, que acompaa di Lorenzo de Avalos, camarero y pri-
poeta al palacio de la Fortuna. vado del infante don Enrique. Muri en
2
Crculo. Es decir : querra subir al Escalona, despus de haber sido herido y
crculo de la fama. preso por las huestes de don Alvaro de
3
Quiz porque afeaban su rostro o Luna.
5
porque procedan de la guerra civil y no Aeon goj ador (Latinismo).
6
de la lucha contra los moros. Fuerza, vigor.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 5

B rasga con uas crueles su cara,


nere sus pechos con mesura poca,
35 Desando a su fijo la su fra boca,
maldice las manos de quien lo matara,
maldice la guerra do se comenar,
busca con ira crueles querellas,
niega a s mesma reparo de aqullas,
40 e tal como muerta viviendo se para.
Deca,- llorando, con lengua rabiosa :
Oh matador de mi fijo cruel,
mataras a m, dexaras a l,
que uera enemiga no tan pcrfiosa ;
45 fuera la madre muy ms dina cosa
para quien mata levar menor cargo,
e non te mostraras a l tan amargo,
nin triste dexaras a m querellosa!-
Si antes la muerte me fuera ya dada,
50 cerrara mis ojos con estas sus manos
mi fijo, delante de los sus hermanos,
e yo non muriera ms de una vegada :
as morr muchas, desaveniurada,
que sola padesco lavar sus feridas
55 con lgrimas tristes e non gradeidas,
maguer que lloradas por madre cuitada.
As lamentaba la pa matrona
facindole encima semblante de triste,
al fijo querido que muerto '* viste,
60 segund al que pare face 1 a leona6 ;
pues dnde podra pensar la persona
los daos que causa la triste demanda
de la discordia del reino que anda,
donde non gana ninguno corona?.

[Edic. de J. M. Blecua, Clsicos Castellanos.']

r. Hgase un estudio de la versificacin.


2.0 Antense los latinismos, tanto de lxico como sintcticos.
3.0 Estudense el espritu pico que anima el episodio.
4.0 Antese algunas particularidades del estilo : latinismos,
medidas de los versos, aliteraciones, comparaciones e imgenes, etc.

T
Segn San Isidoro, la leona da gran- que duerme durante tres das despus d e
dea bramidos para despertar a su cra, nacer.
86 JOS" MANUEL BLECUA

GOMEZ MANRIQUE

O t, que en amor hermano, Comparacin


nascido para morir,
io En esta mar alterada
pues lo non puedes fuir, por do todos navegamos,
el tiempo de tu vivir los deportes que pasamos,
no lo despiendas 1 en vano. si bien lo consideramos,
Que vicios 2 , bienes, honores no duran ms que rociada.
15 O, pues, t, hombre mortal,
que procuras, mira, mira,
pssanse como frescuras la rueda cuan presto giro
de las flores! mundanal !

[Cancionero de Gmez Manrique, edic. ce Paz y Melia, I pg. 75.]

JORGE MANRIQUE

COPLAS por passado.


No se engae nadie, no,
POR LA MUERTE DE SU PADRE 20 pensando que ha de durar
lo que espera
Recuerde 1 el alma dormida, ms que dur lo que vio,
avive el seso y despierte, pues que todo h a de pasar
contemplando por tal manera.
cmo se pasa la vida,
cmo se viene la muerte 25 Nuestras vidas son los ros
tan callando ; que van a dar en la mar
cuan presto se va el placer, que es el morir:
cmo, despus de acordado, all van los seoros
da dolor, derechos a se acabar
10 cmo, a nuestro parescer, 30 y consumir ;
cualquiera tiempo pasado all los ros caudales,
fu mejor. all los otros, medianos
y ms chicos,
Pues si vemos lo presente allegados son iguales,
cmo en un punto se es ido 35 los que viven por sus manos
15 y acabado, y los ricos.
si juzgamos sabiamente, Dejo las invocaciones
daremos lo no venido de los famosos poetas
1 1
Despiendas, gastes. Recuerde, despierte.
2
Vicios, placeres.
USTORlA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA m
y oradores ; en componer la cativa 3 ,
4 0 no euro 2 de sus ficciones, dejndonos la seora
que traen yerbas secretas descompuesta !
sus sabores.
Aquel solo me encomiendo, 85 Ved de cuan poco, valor
Aquel solo invoco yo son las cosas tras que andamos
45 de verdad, y corremos,
que en este mundo viviendo, que, en este mundo traidor,
el mundo no conosci aun primero que muramos
su deidad. 90 las perdemos :
dlias desface la edad,
Este mundo es el camino dlias casos desastrados
50 para el otro, que es morada que acaescen,
sin pesar; dlias, por su calidad,
mas cumple tener buen tino 95 en lo ms altos estados
para andar esta jornada desfallescen.
sin errar.
.55 Partimos cuando nacemos, Decidme, la fermosura,
andamos mientras vivimos, la gentil frescura y tez
y llegamos de la cara,
al tiempo que fenescemos, 100 la color y la blancura
as que cuando morimos cuando viene la vejez,
(60 descansamos. cul s p a r a ?
Las maas y ligereza
Este mundo bueno fu y la fuerza corporal
si bien usssemos del 105 de joventud,
como debemos, todo se torna graveza
porque, segn nuestra fe, cuando llega al arrabal
.65 es para ganar aquel de senectud.
que atendemos.
Y aun aquel fijo de Dios Pues la sangre de los godos,
para sobirnos al cielo 110 y el linage, y la nobleza
descendi tan crescida,
yo a nascer ac entre nos, {por cuntas vas y modos
y a vivir en este suelo se sume su grand alteza
do muri. en esta v i d a !
115 Unos, por poco valer,
Si fuese en nuestro poder por cuan bajos y abatidos
tornar la cara fermosa que los tienen !
75 corporal, Y otros, por no tener,
como podemos fazer con oficios no debidos
el nima gloriosa 120 se mantienen.
angelical,
que diligencia tan viva Los estados y riqueza,
;8o toviramos toda hora que nos dejan a deshora,
y tan presta, quin lo d u d a ?
a
Curo, cuido. preso de los sentidos y apetitos, frente i
* Cativa, cautiva. Trtase del cuerpo, alma, que es la seora.
88 JOS MANUEL BLECUA

No les pidamos firmeza, 165 y prelados


125 pues que son de una seora as los trata la Muerte
que ^e muda ; como a los pobres pastores
que bienes son de Fortuna de ganados.
que revuelve con su rueda
presurosa, Dejemos a los troyanos,
130 la cual no puede ser una, 170 que sus males no los vimos,
ni estar estable ni queda 4 ni sus glorias;
en una cosa. dejemos a los romanos,
aunque omos y lemos
Pero digo que acompaen sus historias ;
y lleguen hasta la huesa 5 175 no curemos de saber
135 con su dueo : lo de aquel siglo pasado
por eso no nos engaen, qu fu dello;
pues se va la vida apriesa vengamos a lo de ayer,
como sueo. que tambin es olvidado
Y los deleites de ac 180 como aquello.
140 son, en que nos deleitamos,
temporales, Qu se fizo el rey don Juan ?
y los tormentos de all, L,os infantes de Aragn,
que por ellos esperamos, qu se fizieron?
eternales. Qu fu de tanto galn ?
^ 5 Qu fu de tanta invencin
145 I^os placeres y dulzores como trujeron?
desta vida trabajada Las justas y los torneos,
que tenemos, paramentos 6 , bordaduras,
qu son sino corredores, y cimeras,
y la muerte la celada
190 fueron sino devaneos ?
150 en que caemos ?
No mirando nuestro dao, qu fueron sino verduras
corremos a rienda suelta de las eras ?
sin parar ; Qu se fizieron las damas,
desque vemos el engao sus tocados, sus vestidos,
1
55 Y queremos dar la vuelta, 195 .sus olores?
no hay lugar. Qu se fizieron las llamas
Esos reyes poderosos de los fuegos encendidos
que vemos por escrituras de amadores?
ya pasadas, Qu se fizo aquel trobar,
160 con casos tristes llorosos 200 las msicas acordadas
fueron sus buenas venturas que taan?
trastornadas ; Qu se fizo aquel danzar,
as que no hay cosa fuerte, aquellas ropas chapadas 7
que a papas y .emperadores que traan?

* Queda, quieta.
a los7 caballos.
Huesa, sepultura. Ropas chapadas, guarnecidas, bor-
* Paramentos, cubiertas o adornos de dadas.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 89

205 Pues el otro su heredero, degollado.


don Enrique, qu poderes Sus infinitos tesoros,
alcanzaba ! sus villas y sus lugares,
Cuan blando, cuan falaguero su mandar,
el mundo con sus placeres 250 qu le fueron sino lloros ?
210 se le daba! furonle sino pesares
Mas veris cuan enemigo, al dejar ?
cuan contrario, cuan cruel
se le mostr, Pues los otros dos hermanos
habindole sido amigo, maestres tan prosperados
315 cuan poco dur con l 255 como reyes,
lo que le dio. que a los grandes y medianos
tr ujier on tan sojuzgados
Las ddivas desmedidas, a sus leyes,
los edificios reales aquella prosperidad
llenos de oro, 260 que tan alta fu sobida
220 las vajillas tan fabridas 8 , y ensalzada,
los enriques 9 y reales qu fu sino claridad
del tesoro, que estando ms encendida
los jaezes, los caballos fu amatada?
de su gente, y atavos
225 tan sobrados, 265 Tantos duques excelentes,
dnde iremos a buscallos ? tantos marqueses y condes,
qu fueron sino rocos y varones
de los prados? como vimos tan potentes,
di, Muerte, d los escondes
Pues su hermano el inocente, 270 y traspones?
230 que en su vida sucesor Y las sus claras hazaas
se llam, que ficieron en las guerras
qu corte tan excelente y en las paces,
tuvo, y cunto grand seor cuando t, cruda, te ensaas,
le sigui ! 275 con tu fuerza las atierras
235 Mas como fuese mortal, y desfaces.
metilo la Muerte luego
en su fragua. Las huestes innumerables,
O juicio divinal ! : los pendones y estandartes
cuando ms arda el fuego, y banderas,
240 echaste agua. 280 los castillos impunables,
los muros y baluartes
Pues aquel grand condesta- y barreras,
maestre que conoscimos [ble 10 . la cava 11 honda chapada,
tan privado, o cualquier otro reparo,
no cumple que del se fable, 285 qu aprovecha ?
245 sino slo que lo vimos que si tu vienes airada,
8
Fabridas, relucientes, bruidas. vedo de Juan II, decapitado en Valiado-
9
Enriques, monedas con efigie de En- lid en 1453.
11
rique III. Caoa, foso.
10
Don Alvaro de Luna, el clebre pri-
90 JOS MANUEL BLECUA

todo lo pasas de claro 330 y buen talante.


con tu flecha. Aurelio Alexandre fu
en disciplina y rigor
Aquel de buenos abrigo,
de la guerra ;
290 amado por virtuoso un Costantno en la fe,
de la gente, 335 Camilo en el grand amor
el maestre don Rodrigo de su tierra.
Manrique, tanto famoso
y tan valiente, No dej grandes tesoros,
295 sus grandes fechos y claros ni alcanz grandes riquezas
no cumple que los alabe, n i vajillas,
pues los vieron, 340 mas fizo guerra a los moros,
ni los quiero facer caros, ganando sus fortalezas
pues el mundo todo sabe y sus villas :
300 cules fueron. y en las lides que venci,
Qu amigo de sus amigos ! muchos moros y caballos
Qu seor para criados 345 se perdieron,
y en este oficio gan
y parientes !
las rentas y los vasallos
Qu enemigo de enemigos !
que le dieron.
305 Qu maestro de esforados
y valientes ! Pues por su honra y estado,
Qu seso para discretos ! 350- en otros tiempos pasados
Qu gracia para donosos ! cmo se hubo ?
Qu razn ! Quedando desamparado,
310 Qu benigno a los subjetos, con hermanos y criados
y a los bravos y daosos, se sostuvo.
un len ! $55 Despus que fechos famosos
E n ventura Octaviano, fizo en esta dicha guerra
Julio Csar en vencer que faza,
315 y batallar, fizo tratos tan hermosos,
en la virtud Africano, que le dieron aun ms tierra
Anbal en el saber 360 que tena.
y trabajar ; Estas sus viejas hestorias,
en la bondad un Trajano, que con su brazo pint
320 Tito en liberalidad en, joventud,
con alegra, con otras nuevas victorias
en su plaa Aurelano. 365 agora las renov
Marco Afilio en la verdad en senectud.
que prometa. Por su grand habilidad,
325 Antonio Po en clemencia, por mritos y anciana
Marco Aurelio en igualdad bien gastada,
del semblante, 370 alcanz la dignidad
Adriano en elocuencia, de la grand cavalleria
Teodosio en humildad del Espada 13 .
12
El maestrazgo de la Orden de Ca-
ballera de Santiago de la rispada.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 91

Y sus villas y sus tierras, que la otra temporal


ocupadas de tiranos 420 perescedera.
375 las fall,
mas por cercos y por guerras El vivir que es perdurable
y por fuera de sus manos no se gana con estados
las cobr. mundanales,
Pues nuestro rey natural ni con vida deleitable,
380 si de las obras que obr 425 en que moran los pecados
fu servido, infernales;
dgalo el de Portugal, mas los buenos religiosos
y en Castilla quien sigui gnanlo con oraciones
su partido. y con lloros,
430 los caballeros famosos
385 Despus de puesta la vida con trabajos y aflicciones
tantas veces por su ley contra moros.
al tablero,
despus de tan bien servida Y pues vos, claro varn,
la corona de su rey tanta sangre derramastes
390 verdadero, 435 de paganos,
despus de tanta hazaa esperad el galardn
a que no puede bastar que en este mundo ganastes
cuenta cierta, por las manos ;
en la su villa de Ocaa y con esta confianza,
395 vino la Muerte a llamar 440 y con la fe tan entera
a su puerta, que tenis,
partid con buena esperanza,
diciendo : Buen caballero, que estotra vida tercera
dejad el mundo engaoso ganaris.
y su blago : 445 No gastemos tiempo y a
400 vuestro coran de acero en esta vida mezquina
muestre su esfuerzo famoso por tal modo,
en este trago ; que mi voluntad est
y pues de vida y salud conforme con la divina
feciste tan poca cuenta 450 para todo;
405 por la fama, y consiento en mi morir
esfurcese la virtud con voluntad placentera
para sofrir esta afruenta clara y pura,
que vos llama. que querer hombre vivir
No se os faga tan amarga 455 cuando Dios quiere que muera
410 la batalla temerosa es locura.
que esperis,
pues otra vida mas larga T, que por nuestra maldad
de fama tan gloriosa tomaste forma servil
ac dejis. y baxo nombre ;
415 Aunque esta vida de honor 460 T, que a tu divinidad
tampoco no es eternal juntaste cosa tan vil
ni verdadera, como el hombre ;
mas con todo es m u y mejor T, que tan grandes tormentos
92 JOS MANUEL BLECUA

sofriste sin resistencia cercado de su muger,


465 en tu persona, de sus fijos y hermanos
no por mis merescimientos, y criados,
ms por tu sola clemencia 475 di e l a l m a a quien gela dio,
me perdona. el cual la ponga en el cielo
en su gloria,
Ass con tal entender, y aunque la vida muri,
470 todos sentidos humanos nos dejo harto consuelo
conservados, 480 su memoria.

[Edic. de R. Foulch-Delbosc, Cancionero Castellano del Siglo XV.]

i. Ntese la perfecta acomodacin que existe entre la idea y


la forma.
2.0 Obsrvese la naturalidad y sobria elegancia del lenguaje.
Hay muchos latinismos ? Antense. Hgase tambin una lista de las
palabras que hoy no se usan y saqese alguna consecuencia.
3. 0 Mustrense las imgenes y comparaciones ms felices.
4.0 Dgase en qu partes podramos dividir las coplas.
5.0 Estudense las ideas de Jorge Manrique. En qu reside su
universalidad ?
6. Cuntas vid&s distingue Jorge Manrique?
C A P I T U L O V I l I

LOS ROMANCES VIEJOS

Los romances viejos. Los romances son poemitas en versos octo-


slabos, asonantados y cantables. Los romances ms antiguos derivan
de fragmentos de gesta conservados en la memoria popular, y a imitacin
de stos se escribieron otros, conocidos con el nombre a romances
juglarescos. Los romances ms antiguos, que datan del siglo xv, son
llamados romances viejos, frente a los romances posteriores a la segunda
mitad del siglo xvi, escritos por autores conocidos, como Lope, Gngora,
Quevedo, llamados romances artsticos o cultos.
Los romances viejos no se coleccionan hasta mediado el siglo xvi. Se
transmitan oralmente, lo que explica el gran nmero de variantes, quiz
ms valiosas que la versin original, como sucede en el famoso romance
del Infante Arnaldos. Tambin poda ocurrir que versos de un romance
pasasen a otro.

Clasificacin de los romances. Los romances viejos fueron clasi-


ficados por Menndez Pelayo en los siguientes grupos :

a) Romances histricos, que se refieren al rey don Kodrigo, a Ber-


nardo del Carpi, al Conde Fernn Gonzlez, al Cid Campeador, a los
infantes de Lara, etc. Son famosos los que empiezan : Despus que el rey
don Rodrigo ; Con cartas y mensajeros-, Afuera, afuera, Rodrigo ; Helo, helo,
for do viene ; Rey don Sancho, Rey don Sancho, etc. Los fronterizos
refieren distintos episodios de la lucha con los moros. Los ms conocidos
son los que empiezan: Moricos, los mis moricos ; Abenmar, Abenmar ;
Pasebase el rey moro, etc.

b) Romances carolingios y de ciclo bretn, que derivan de asuntos


tratados en la pica francesa, como los que empiezan : En Pars est
doa Alda; En Castilla est un castillo; Nunca fuera caballero, etc.
94 JOS MANUEL BLECUA

c) Romances novelescos y lricos, como los conocidos A cazar va


el caballero ; Fonte frida, fonte frida ; For el mes era de mayo, el famoso
del Infante Amalaos, etc.

Publicacin y estilo de los romances. Los romances se trans-


mitieron oralmente, pero desde muy antiguo se editaron en pliegos sue1 tos.
Slo en la mitad del siglo xvi aparecen colecciones llamadas Romanceros
o Cancioneros de Romances, como el impreso por Martn Nuci en mbe-
res en 1550.
Los recursos estilsticos del romancero son muy sencillos. E n primer
lugar, gustan del dilogo y del estilo directo, son parcos en la adjetivacin-
y en motivos fantsticos y se fragmentan con facilidad. Los romances,
tan bellos, del Infante Arnaldos y del prisionero que oa cantar a la ave-
cilla, son fragmentos de romances ms extensos. Utilizan tambin con
frecuencia las exclamaciones y las repeticiones.

C O N S L T E S E . M. M e n n d e z Pelayo. Antologa de poetas lricos castellanos,


vol. IV, R. M e n n d e z P i d a l . Los romances de Amrica y otros estudios, colee.
Austral. R. M e n n d e z Pidal, Flor nueva de romances viejos, Madrid, 1933.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 95

ROMANCES VIEJOS

al que casaba su hija,


dole 7 yo m u y rico don;
Fernn Gonzlez es llamado a las cada da que amanece,
cortes de Len* por m hacen oracin ;
35 no la hacan por el rey,
Buen conde Fernn Gonz- que no lo merece, non;
el rey enva por vos, [lez, l les puso muchos pechos 8
que.vayades 1 a las cortes y quitraselos yo.
que se hacan en Len ;
5 que si vos all vais, conde, I I
daros lian buen galardn :
daros h a a Palenzuela Duelo de Gonzalo Gustios ante las
y a Palncia la mayor; cabezas de stis hijos
daros ha las nueve villas,
io con ellas a Carrin ; Prtese el moro Alicante
daros ha a Torquemada, vspera de Sant Cebrin ;
la torre de Mormojn. ocho cabezas llevaba
Buen conde, si all no ides, todas de hombres de alta sangre*
daros han 2 por traidor. 5 Sbelo el rey Almanzor,
15 All respondiera el conde a recebrselo sale :
y dijera esta razn : aunque perdi muchos moros '
Mensajero eres, amigo, piensa en esto bien ganar.
no mereces culpa, no 3 ; Mandara hacer un tablado
que yo no he miedo al rey, 10 para mejor las mirar;
20 ni a cuantos con l son. mand traer u n cristiano
Villas y castillos tengo, que estaba en capvidad,
todos a mi mandar son ; como ante s lo trajeron
de ellos 4 me dej mi padre, empezle de hablar ;
de ellos me ganara yo ; 15 djole : Gonzalo Gustos,
25 los que me dej mi padre, mira quin conocers ;
pobllos de ricos hombres 3 ; que lidiaron mis poderes
. las 6 que 3^0 me hube ganado, en el campo de Almenar :
pobllas de labradores ; sacaron ocho cabezas,
quien no tena ms de un buej/, 20 todas son de gran linaje.
30 dbale otro, que eran dos ; Respondi Gonzalo Gustos :
5
* Refiere este romance la resistencia q u e Ricos hombres, h o m b r e s libres, no
o p o n e el conde de Castilla F e r n n Gon- siervos.
6
zlez a Sancho I, rey d e Len. Las, las villas.
1 7
Vcyades, vayis. Dole, doy le.
2 8
Daros hian, os daran. Pechos, tributos (de pacttis).
6
* Estos dos versos se hicieron prover- Obsrvese ia rima. La terminacin se
biales. atenuara en el canto.
4
De ellos, parte de ellos.
96 JOS MANUEL BLECUA

Presto os dir la verdad. Y tomando la del cuarto


Y limpindoles la sangre lasamente la miraba :
asaz se fuera a turbar ; Oh hijio Fernn Gonzle
25 dijo llorando agrmente : 70 (nombre del mejor de Espaa
Conscolas por mi mal ! del buen Conde de Castilla
L,3. una es de mi carillo ; aquel que vos baptizara),
las otras me duelen ms, matador de puerco espn,
de los Infantes de Lara amigo de gran compaa,
30 son, mis hijos naturales. y5 nunca con gente de poco
As razona con ellas os vieran en alianza!
como si vivos hablasen : Tom la de Ruy Gonzlez,
Dios os salve, el mi compadre de corazn la abrazaba :
el mi amigo leal! <r Hijo mo, hijo mo,
35 adonde son los mis hijos 80 quien como vos se hallara ;
que yo os quise encomendar? nunca le oyeron mentira,
Muerto sois como buen hombre, nunca por oro ni plata;
como hombre de fiar. animoso, buen guerrero,
Tomara otra cabeza muy gran feridor de espada,
40 del hijo mayor de edad: 85 que a quien dbades de lleno
Slveos Dios, Diego Gonz- tullido o muerto quedaba.
lez, Tomando la del menor
hombre de muy gran bondad, el dolor se le doblara :
del Conde Fernn Gonzlez Hijo Gonzalo Gonzlez,
alfrez el principal, 90 los ojos de doa Sancha!
45 a vos amaba yo mucho, Qu nuevas irn a ella,
que me habades de heredar ! que a vos ms que a todos ama !
Alimpindola con lgrimas Tan apuesto de persona,
volvirala a su lugar. decidor bueno entre damas,
Y toma la del segundo, 95 repartidor de su haber,
50 Martn Gmez que llamaban : aventajado en la lanza !
Dios os perdone, el mi hijo, Mejor fuera la mi muerte
hijo que mucho preciaba, que ver tan triste jornada!
jugador era de tablas 10 Al duelo que el viejo hace
el mejor de toda Espaa; 100 toda Crdoba lloraba.
55 mesurado caballero, El rey Almanzor, cuidoso,
muy buen hablador en plaza! consigo se lo llevaba
Y dejndola llorando, y mand a una morica
la del tercero tomaba : lo sirviera muy de gana.
Hijo, Suero Gustos, 105 Esta le torna en prisiones
60 todo el mundo os estimaba ; y con amor le curaba ;
el rey os tuviera en mucho hermana era del rey,
slo para la su caza! doncella moza y lozana,
Gran caballero esforzado, con esta Gonzalo Gustos
muy buen bracero a ventaja : n o vino a perder la su saa,
65 Ruy Gmez, vuestro to, que de ella le naci un hijo
estas bodas ordenara. que a los hermanos vengara.
10
Tablas, el juego de damas
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 97

III de lo que te es preguntado :


si fuiste, ni consentiste
La jura de Santa Gadea1 en la muerte de tu hermano*.
35 Jurado tiene el buen Rey
En Santa Gadea de Burgos, que en tal caso no es hallado ;
do juran los fijosdalgo, pero con voz alterada
all le toma la jura dijo muy mal enojado :
el Cid, al rey castellano. Cid, hoy me tomas la jura,
5 Las juras eran tan fuertes, 40 despus besarme has la mano8.
que a todos ponen espanto; Respondirale Rodrigo;
sobre un cerrojo de hierro d'esta manera ha fablado :
y una ballesta de palo : cPor besar mano de rey
Villanos mtente, Alfonso, no me tengo por honrado ;
villanos, que non fidalgos ; 45 porque la bes mi padre
de las Asturias de Oviedo2, me tengo por afrentado.
que no sean castellanos. Vete de mis tierras, Cid,
Mtente con aguijadas 3 , mal caballero probado,
no con lanzas ni con dardos; y no me ests ms en ellas
15 con cuchillos cachicuernos 4 , 50 desde este da en un ao.
no con puales dorados ; tPlceme, dijo el buen Cid,
abarcas traigan calzadas, plceme, dijo, de grado,
que non zapatos con lazos ; por ser la primera cosa
capas traigan agualderas, que mandas en tu reinado :
20 non de contray, ni frisado5 ; 55 t me destierras por uno,
con camisones de estopa, yo me destierro por cuatro.
non de Holanda, ni labrados 3 ; Ya se despide el buen Cid,
vayan cabalgando en burras, sin al Rey besar la mano,
non en muas ni caballos; con trescientos caballeros,
25 frenos traigan de cordel, 60 esforzados fijosdalgo.
non de cueros fogueados ; Todos son hombres mancebos,
mtente por las aradas 7 , ninguno hay viejo ni cano;
non por villas ni poblados, todos llevan lanza en puo
y squente el corazn con el hierro acicalado,
3c por el siniestro costado, 65 y llevan sendas adargas 9
si non dijeres verdad con borlas de colorado.

1
Iglesia de Burgos donde el Cid, jun- cuerno.
5
to con otros caballeros castellanos, tom Contray y frisado, telas costosas.
6
juramento a Alfonso VI despus de la Labrados, bordados.
7
muerte de don Sancho. Aradas, campos.
2 8
Los villanos asturianos descendan de Al besar la mano, un caballero 8
los siervos de los seores godos y forma- comprometa a ser fiel a su seor. Era se-
ban una clase especial de labradores. a! de vasallaje.
s
Aguijadas, quijadas. ~* Adargas, escudos.
* Cuchillos pastoriles, con mango de
7
98 JOS MANUEL BLECUA

IV moro que en tal signo nace,


no debe decir mentira.
Fajardo y el rey moro juegan al All respondiera el moro,
ajedrez* 10 bien oiris lo que deca: *
Yo te la dir, seor,
Jugando estaba el rey moro, aunque me cueste la vida,
y aun al ajedrez un da, porque soy hijo de un moro
con aquese buen Fajardo y una cristiana cautiva;
con amor que le tena. 15 siendo yo nio y muchacho,
5 Fajardo jugaba a Lorca mi madre me lo deca :
y el rey moro a Almera ; que mentira no dijese,
jaque le dio con el roque 1 0 , que era grande villana ;
el alfrez 11 le prenda. por tanto, pregunta, rey,
A grandes voces dice el moro : 20 que la verdad te dira.
io La vida de Lorca es ma. Yo te agradezco, Abenmar,
All hablara Fajardo, aquesa t u cortesa.
bien oiris lo que deca : Qu castillos son aqullos?
Calles, calles, seor rey, Altos son y relucan !
no tomes la tal porfa, 25 El Alhambra era, seor,
15 que aunque me la ganases, y la otra la mezquita;
ella no se te dara : los otros los Alixares,
caballeros tengo dentro labrados 2 a maravilla.
que te la defenderan. El moro que los labraba
All hablara el rey moro, 30 cien doblas 3 ganaba al da,
20 bien oiris lo que deca : y el da que no los labra
No juguemos ms, Fajardo, otras tantas se perda.
ni tengamos ms porfa, El otro es Generalife,
que sois tan buen caballero, huerta que par no tena ;
que todo el mundo os tema a 35 e L o t r o Torres Bermejas,
castillo de gran vala.
V All habl el rey don Juan,
bien oiris lo que deca :
Abenmar1 Si t quisieses, Granada,
40 contigo me casara;
-Abenmar, Abenmar, darte en arras y dote
moro de la morera, a Crdoba y a Sevilla.
el da que t naciste Casada soy, rey don Juan ;
grandes seales haba ! casada soy, que no viuda ;
5 Estaba la mar en calma, 45 el moro que a m me tiene,
la luna estaba crecida : muy grande bien me quera.

1
* Romance fronterizo de la poca de Cuenta este romance el interrogate
Enrique IV. Alonso Ynez Fajardo fu lio que sufre el prisionero de Juan II
adelantado de Murcia en 1480 y seor de Aben Alhamar o Aben Almao, en 143!,
Cartagena. frente a las posesiones granadinas.
10 2
Roque, la torre. {De ah, enrocar.) Labrados, trabajados con cuida do.
3
Alfrez, alfil. Doblas, monedas de oro.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 99

VI que cristianos de braveza


ya nos han ganado Alhama.
\Ay de mi Alhama^ 40 Ay de mi Alhama !
All habl un alfaqui 7
Pasebase el rey moro de barba crecida y cana :
por la ciudad de Granada, j Bien se te emplea, buen rey,
desde la puerta de Elvira buen rey, bien se te empleara!
hasta la de Vivarambla, 45 Ay de mi Alhama !
5 Ay de mi Alhama ! Mataste los Bencerrajes,
Cartas le fueron venidas que eran la flor de Granada ;
que Alhama era ganada ; cogiste los tornadizos
las cartas ech en el fuego, de Crdoba la nombrada.
y al mensajero matara, 50 Ay de mi Alhama !
i Ay de mi Alhama! Por eso mereces, rey,
Descabalga de una mula, una pena muy doblada :
y en un caballo cabalga; que te pierdas t y el reino
por el Zacatn arriba y aqu se pierda Granada.
subido se haba al Alhambra. 55 M-^y de m i Alhama!
15 Ay de mi Alhama !
Como en el Alhambra estuvo,
al mismo p u n t o mandaba VI
que se toquen sus trompetas,
sus aafiles 5 de plata.
El prisionero
20 Ay de mi Alhama !
Y que las cajas 6 de guerra
apriesa toquen al arma, Que por mayo era por mayo
porque lo oigan sus moros, cuando hace la calor,
los de la Vega y Granada. cuando los trigos encaan
25 Ay Alhama! y estn los campos en flor,
Los moros que el son oyeron 5 cuando canta la calandria
que al sangriento Marte llama, y responde el ruiseor,
. uno a uno y dos a dos cuando los enamorados
juntado se ha gran batalla. van a servir al amor;
50 Ay de mi Alhama! sino yo, triste, cuitado,
All habl un moro viejo, 10 que vivo en esta prisin ;
de esta manera hablara : que ni s cundo es de da
Para qu nos llamas, rey, ni cundo las noches son,
para qu es esta llamada? sino por una avecilla
35 Ay de mi Alhama ! que me cantaba al albor.
Habis de saber, amigos, 15 Matmela un ballestero ;
una nueva desdichada : dle Dios mal galardn.

5
* Refiere el dolor del rey granadino por Aafiles, trompetas moriscas.
6
la prdida de Alhama, conquistada por Cajas, tambores.
7
don Rodrigo Ponce de Len en febrero Afaqv, doctor de la ley.
de 1482.
TOO JOS MANUEL BLECUA

VIII que a tierra quiere llegar.


Las velas traa de seda,
Fonte'frda* 10 la ejarcia12 de un cendal13 ;
marinero que la manda
Fonte-frida, fonte-frida, diciendo viene un cantar
fonte-frida y con amor, que la mar faca en calma,
do todas las avecicas los vientos hace amainar,
van tomar consolacin, 15 los peces que andan n'el 14 hondo
5 si no es la tortoHca arriba los hace andar;
que est viuda y con dolor9. las aves que andan volando
Por all fuera a pasar n'el mstil las faz posar ;
el traidor del ruiseor ; All habl el conde Arnaldos, ,
las palabras que le dice 20 bien oiris lo que dir :
io llenas son de traicin : Por Dios te ruego, marinero,
Si t quisieses, seora, digsme ora ese cantar.
yo sera tu servidor. Respondile el marinero,
Vete de ah, enemigo, tal respuesta le fu a dar :
malo, falso, engaador, 25 Yo no digo esta cancin
15 que ni poso en ramo verde, sino a quien conmigo va.
ni en prado que tenga flor;
que si el agua hallo clara,
turbia la beba yo ; X
que no quiero haber marido,
20 porque hijos no haya, no ; Doa Alda
no quiero placer con ellos,
ni menos consolacin. En Pars est doa Alda,
Djame, triste enemigo, la esposa de don Roldan,
malo, falso, mal traidor, trescientas damas con ella
25 que no quiero ser tu amiga para bien la acompaar;
ni casar contigo, no! 5 todas visten un vestido,
todas calzan un calzar,
IX todas comen a una mesa,
todas coman de un pan.
El conde Amalaos si no era sola doa Alda,
10 que era la mayoral.
Quien hubiese tal ventura 10 Las ciento hilaban oro,
sobre las aguas del mar, las ciento tejen cendal,
como hubo el conde Arnaldos las ciento instrumentos taen
la maana de San Juan ! para doa Alda holgar.
5 Con un falcn11 en la mano 15 Al son de los instrumentos
la caza iba a cazar, doa Alda adormido se ha ;
vio venir una galera ensoado haba un sueo,
8 10
Fonte-frida, fuente fra. Ventura, dicha.
6 11
La tradicin medieval habla del do- Falcn, halcn.
12
lor de la tortolilla al enviudar, dolor que Ejarcia, jarcia.
13
le lleva a no posar en ramo verde ni Cendal, seda.
beber el agua clara. N'el, en el.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 101

un sueo de gran pesar. con las uas lo despluma.


Record despavorida 40 con el pico lo deshace.
20 y con u n pavor muy grande, All habl su camarera,
los gritos daba tan grandes bien oiris lo que dir:
que se oan en la ciudad. Aquese sueo, seora,
All hablaron sus doncellas, bien os lo entiendo soltar :
bien oiris lo que dirn : 45 el azor es vuestro esposo,
2
5 Q u es aquesto, mi seora ? que viene de allende el mar;
Quin es el que os hizo mal ? el guila sedes vos,
Un sueo so, doncellas, con la cual ha de casar,
que me ha dado gran pesar : y aquel monte es la iglesia
que me vea en un monte 50 adonde os' han de velar.
30 en un desierto lugar; Si as es, mi camarera,
bajo los montes muy altos bien te lo entiendo pagar.
un azor vide volar ; Otro da de maana
tras del viene una aguililla cartas de fuera le traen ;
que lo afincaba muy mal. 55 tintas venan de dentro,
35 El azor con grande cuita de fuera escritas con sangre,
metise so mi brial ; que su Roldan era muerto
el guila con grande ira en la caza de Roncesvalles.
de all lo iba a sacar ;

[ T e x t o s segn la Primavera y Flor, eclic. d e M. M e n n d e z Peayo. ]

i.o Estudese el estilo de los romances : a) versificacin, termi-


naciones de la rima, paragoge y apcope, etc. ; b) el arte del dilogo ;
c) el valor de las repeticiones, exclamaciones, etc. ; d) la ausencia
de lo fantstico ; e) la parquedad y la belleza de las descripciones ;
f) el fragmentarismo,
2. 0 Distinguir las diferencias de tono potico entre los distintos
romances.
3.0 Hgase notar el profundo lirismo de algunos momentos.
4. 0 Estudese la psicologa del Conde Fernn Gonzlez y la del
Cid en los dos romances. Comprese la de este ltimo con la del
Poema.
5. Comprese el romance de Gonzalo Gustos con el fragmento
de la Crnica, inserto en la pg. 45 y ss. y analcense las diferencias.
6. Estudense algunas costumbres que reflejan estos romances.
7.0 Convertir u n fragmento del Poema del Cid en u n romance,
utilizando la tcnica de los romances anteriores.
C A P I T U L O IX

LA PROSA EN EL SIGLO XV

Caractersticas. La prosa del siglo xv sigue la misma corriente


de imitacin latina que vimos aparecer en la poesa. El hiprbaton violen-
to, el latinismo de vocabulario, laa referencias a la mitologa clsica, y,
por otra parte, la utilizacin del habla popular, coloq'uial, son las notas
ms caractersticas. No es extrao encontrar frases como la siguiente :
pocos hallo que de las mas se paguen obras. Abundan las parejas de
sinnimos, como se ver en el fragmento del Corbacho, y algunas veces
casi se llega a la prosa rimada, siendo muy frecuente la similicadencia.
El vocabulario se nutre de trminos latinos o derivados del latn, como
seductos, belgeros, armgero, etc. Pero tambin se dar entrada a refra-
nes, como en el Corbacho o en La Celestina.

La historia. La literatura histrica del siglo xv conoce una nueva


modalidad : la biografa corta, el retrato hecho en pocas lneas, pero
jugoso y expresivo. Inicia este gnero FERNN PREZ DE G-UZMN (1376-
1460?), seor de Batres, enemigo de don Alvaro de Luna, que demostr
sus condiciones de poeta en el gnero doctrinal y moralista con la Coro-
nacin de Ls cuatro virtudes y los Loores de los claros varones de Espanta.
Sin embargo, su obra ms notable fu la tercera parte de su Mar de his-
torias, titulada Generaciones y semblanzas, donde con pequeos detalles,
llenos de gran penetracin y agudeza, nos va retratando a los personajes
ms clebres de la poca, al mismo tiempo q'ue no desdea ni el menor
rasgo psicolgico.
HERNANDO DEL PULGAR, que fu cronista de los Beyes Catlicos imit
el gnero de las semblanzas en sus Claros varones de Castilla, Ferie cbe
veinticinco retratos de los personajes ms interesantes de los reinados de
Juan I I y Enrique IV. La tcnica del retrato es la misma que la empleada
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 103

por Prez de Guzmn, pero los resultados no son tan felices debido a
las digresiones y a que intercala ejemplos de la antigedad clsica; en
cambio, describe mejor el ambiente y es visible su preocupacin por llegar a
darnos lo esencial de un personaje.
Muy interesantes son algtmas crnicas reales, como la de Juan I I , de
autor incierto, o particulares, como la deliciosa Crnica de don Pero
Ni*ot conde de Buelna.

La prosa didctica. L a prosa didctica est representada en las


obras de don ENRIQUE DE VILLENA (1384-1434), personaje singular, del que
decan sus amigos que saba mucho en el cielo y poco en la tierra alu-
diendo a sus estudios de astrologia. Villena es autor de una traduccin de
la Divina comedia, de diversas obras didcticas, como el Arte de trovar,
interesante para el estudio de la preceptiva provenzal, el Arte cisoria, trata-
do de etiqueta cortesana, y de un libro de carcter simblico, Los doce
trabajos de Hrcules, en el que, bajo un aspecto mitolgico, da preceptos
morales. E n su prosa se dan cita todos los recursos estilsticos del latn,
y por esta causa su lectura es fatigosa y molesta.
Mejor prosista y mucho ms original es ALFONSO MARTNEZ DE TOLEDO
(1398-1470?), ms conocido con el nombre de ARCIPRESTE DE TALAVERA,
que vivi durante algn tiempo en Aragn, Valencia y Catalua, llegando
a ser capelln de Juan I I .
E s autor de la obra titulada Corbacho o Reprobacin del amor mun-
dano, que trata de vicios y virtudes, e reprobacin del loco amor, ans de
los hombres como de las mugeres. El libro se divide en cuatro partes, pero
s"u inters no reside tanto en su stira cuanto en &u estilo. Algunas veces
su estilo se aproxima al modo elegante, ampuloso y con tendencia latini-
zante, que domina durante todo el siglo xv, por ejemplo: las potencias
del nima tres, su conos-ciento amigo ; pero al mismo tiempo la lengua
popular, familiar, se utiliza con una gallarda y una abundancia inusitadas,
resultando el antecedente ms claro del lenguaje de La Celestina. La len-
gua de la conversacin diaria entra por primera vez en nuestra literatura
con una gracia excepcional.

La novela. La novela del siglo xv est representada por los libros


de caballera, que despus estudiaremos, y por la llamada novela senti-
mental, con elementos simblicos, que refiere las torturas que pasan loa
enamorados para conseguir la felicidad, aunque muchas veces el finai
feenga un claro sabor romntico, puesto que termina con. el suicidio de Uno
de los protagonistas y a veces de los dos.
OUAN EODRGUEZ DEL PADRN o DE LA CMARA, trovador gallego rodeado
de una atmsfera legendaria y romntica, es autor de El siervo Ubre de
amor, novela que contiene elementos muy diverso*. Entre continuados
m JOS MANUEL BLECUA

simbolismos relata los amores y la trgica muerte de Ardanlier e Liesa.


Ms inters ofrece la obra de DIEGO DE SAN PEDRO (teniente justicia
mayor de Peafiel en 1466) titulada Crcel de amor, la novela sentimental
de ms xito del siglo xv y que en los dos siguientes logr numerosas
reediciones. Relata los desgraciados amores de Leriano con Laureola, y
el lento suicidio del primero. Una gran parte de la novela est escrita en
forma eptstoLr, a veces con demasiada retrica, pero tambin, con cierta
delicadeza y pulcritud. Ejerci verdadera influencia en las letras poste-
riores, como se ve en La Celestina, ya que uno de los trozos ms bellos,
e llanto de la madre de Leriano, ser recordado por Fernando de Rojas
en el llanto de los padres de Melibea.
Anteriormente Diego de San Pedro haba escrito una novela titulada
Tratado de amores de Arnalte y Lucenda, tambin de carcter sentimen-
tal, pero menos apasionada que la anterior.

C O N S L T E S E . M. M e n n d e z Pelayo, Antologia, vol. 11. M. Menndez


Pelayo, Offgenes de la novela, vol. 1, Madrid, 1943.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITEJRATURA ESPAOLA 105

ARCIPRESTE DE TALAVERA

CORBACHO

De cmo la mujer parlera siempre fabla de fechos ajenos

La mujer ser mucho parlera, regla general es dello: que non es mujer
que non quisiese siempre fablar e ser escuchada. 1$ non es de su costumbre
dar logar a que otra fable delante della ; e si el da un, ao durase, nunca
se fartara de fablar e non se enojara da nin noche. E por ende, vers
muchas mujeres que de tener mucha continuacin de fablar1, cuando non
han con quin fablar, estn fablando consigo mesmas entre s. Por ende,
vers una mujer que es usada de fablar las bocas de diez hombres atapar
e vencerlas fablando e maldiciendo 2 . Cuando razn non le vale, via a
porfiar3, e con esto nunca los secretos de otros a otra podra celar 4 . Antes
te digo que te debes guardar de haber palabras con mujer que algund se-
creto tuyo sepa como del fuego; que sabe, como suso dije, non guarda lo
que dize con ira la mujer, aunque el tal secreto de muerte fuese o venial,
o lo que ms secreto le encomendares aquello est reptando e escarbando 5
por lo dezir e publicar, en tanto que todava fallars las mujeres por ren-
conillos, por renconadas e apartados diciendo, fablando de sus vecinas e
de sus comadres e de sus fechos, e mayormente de los ajenos ; siempre
estn fablando, librando 6 cosas ajenas : aqulla cmo vive, qu tiene, cmo
anda, cmo cas e cmo la quiere su marido mal, cmo ella se lo meresce,
cmo en la iglesia oy decir tal cosa, e la otra responde otra cosa, e as
pasan su tiempo despendindolo 7 en locuras e cosa vanas, que aqu espe-
cificarlas8 sera imposible. Por ende, general regla es que dondequier que
hay mujeres hay de muchas nuevas 9 . Allganse las benditas en un tropel,
muchas matronas, otras mozas de menor e mayor edad, e comienzan e non
acaban, diciendo de fijas ajenas, de mujeres extraas, en el invierno al
fuego, en el verano a la frescura, dos o tres horas sin ms estar diciendo :
Tal, la mujer de tal, l fija de tal, a osadas 10 , quien se la vee, quin non
la conosce, ovejuela de Sant Blas, corderuela de Sant Antn, quin en ellas
se fiase, etc. Responde luego la otra : O bien si lo supisedes cmo es
de mala lengua!, rabia, Seor, a la ira, por embazada 11 esterades, coma-
dre; quin se la vee simplecilla... etc. Todo el da estarn detrs mal
fablando.
1 6
Mucha costumbre. Deliberando.
2
Ntese la similicadencia : fablar... ata- i Gastndolo.
par; fablando... maldiciendo. R D i *
B
' ,r r r o e r a s por extenso.
Venga a pornar.
4 Noticias
Guardar. . sucesos.
5 10
Obsrvense las parejas de sinnimos : Por cierto.
n
reptando e escarbando; fablando, i- Asustada.
brando.
106 JOS MANUEL BLECUA

E si quieres saber de mujeres nuevas, vete al forno12, a las bodas, a la


iglesia, que all nunca vers sinon fablar la una a la oreja de la otra, e
rerse la una de la otra, e tomar las unas compaas con las malquerientes
de las otras, e afej^tarse13 e arrearse a porfa, aunque soplesen fazer
malbarato de su cuerpo por haber joyas, e ir las unas ms arreadas que
las otras, diziendo : Pues mal gozo vean de m si el otro domingo que
viene t me pasas el pie delante. Ayntanse las unas lozanas de un
barrio contra las otras galanas de la otra vecindad : Pues agora veamos
a cules mirarn ms e cules sern las ms fabladas e presciadas : quiz
si piensan que non somos para plaza, mejor que non ellas, aunque les pese
e mal pese ; s somos, en verdad. Yuy, amiga ! Non vedes cmo nos
miran de desgaire ? Quieres que les demos una corredura 14 e una ladradu-
ra? Rimonos la una con la otra e fablmonos as a la oreja mirando facia
ellas, e veris cmo se corrern; o antes que ellas se levanten pasemos
ayna 15 delante dlias, porque los, que miraren a ellas, en pasando nosotras,
fagan primero a nosotras reverencia, antes que non a ellas ; sta les dare-
mos en barba aunque les pese, cuanto a lo primero. E estas e otras infi-
nitas cosas largas de escribir estudian las mujeres e urden, en tanto que
nunca donde van e se ayuntan facen sino fablar e murmurar e de ajenos
fechos contractar 16 . Do podemos dezir: la mujer ser muy parlera e de se-
cretos muy mal guardadora. Por ende, quien dlias non se fa non sabe
que prenda tiene, e quien de sus fechos se apartare e ms las olvidare,
vivir ms en seguro : desto yo le aseguro.

[Edic. del Corbacho por J. Rogerio Snchez, Madrid, s. a..


Biblioteca Clsica, CCLVIII.]

i. Sealar los elementos pintorescos y realistas del captulo.


2. Estudese el estilo, sus caractersticas y recursos : smili-
^adencia, parejas de sinnimos, construcciones latinizantes, etc. j
3. 0 Mustrese el paso de la forma expositiva y narrativa a la j
dialogada. Por qu combina esas maneras? j
4.0 Selese lo exagerado de la stira. =
_
i
i

12 4
Homo. De correrse, avergonzarse.
13 5
Darse afeite, ungentos* en el Aprisa.
6
rostro. SimiJicandencia.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 107

HERNANDO DE PULGAR

E L MARQUS DE SANTILLANA

Don Iigo Inopes de Mendoza, marqus de Santillana, e conde del Real


de Mananares, seor de la casa de la Vega, fijo del almirante don Diego
Hurtado de Mendoza e nieto de Pero Gonales de Mendoa, seor de lava,
fu omne de mediana estatura, bien proporcionado en la compostura de
sus miembros e fermoso en las faciones de su rostro, de linaje noble cas-
tellano e m u y antiguo.
E r a omne agudo e discreto, y de tan grand corazn, que ni las cosas
grandes le alteraban, n i en las pequeas le placa entender. E n la conti-
nencia 1 de su persona e en el razonar de su fabla mostraba ser omne ge-
neroso e magnnimo. Pablaba muy bien e nunca le oan decir palabra que
no fuese de notar, quier 2 para dotrna quier para placer. E r a corts e
honrador de todos los que a l venan, especialmente de los omnes de
ciencia...
Fu templado en su comer e en su beber, e en esto tena una singular
continencia.
Tovo en su vida dos notables exericios : uno en la disciplina militar,
otro en el estudio de la ciencia ; e ni las armas le ocupaban el estudio, ni
el estudio le impeda el tiempo para platicar con los caballeros e escuderos
de su casa en la forma de las armas necesarias para defender, e cules ha-
ban de ser para ofender, e cmo se haba de ferir el enemigo, e en qu ma-
nera haban de ser ordenadas las batallas e la disposicin de los reales*-
cmo se haban de combatir e defender las fortalezas, e las otras cosas que
requiere el exercicio de la caballera : e en esta pltica se deleitaba por la
grand habituacin 4 que tovo en su mocedad. E porque los suyos sopiesen
por experiencia lo que le oan decir por dotrina, mandaba continuar en su
casa justas 5 , e ordenaba que se fiziesen otros exercicios de guerra, porque
sus gentes, estando habituados en el uso de las armas les fuesen menores
los trabajos de la guerra.
E r a caballero esforado, e ante de la facienda 6 cuerdo e templado, e
puesto en ella, era ardid 7 e osado; e ni su osada era sin tiento, ni en su
cordura se mezcl jams punto de cobarda...
Daba liberalmente todo lo que a l como a capitn mayor perteneca
de las presas que se tomaban, e allende de aquello que les reparta de lo suyo
en los tiempos necesarios ; e al que le regradesca las ddivas que daba
sola decir : Si deseamos bienes al que bien nos da, debrnoslos dar al
que bien nos desea. E guardando su continencia con graciosa liberalidad,
1 4
En el aspecto. De hbito, costumbre.
2
Quier, ya... ya. Torneos.
3 6
Sitios donde acampaban los ejrcitos, Lucha, batalla.
7
o donde est la tienda del rey o del ge- Ardido, valiente,
neral.
108 JOS MANUEL BLECUA

las gentes de su capitana le amaban ; e temiendo de le enojar, no salan


de su orden en las batallas...
Era omne magnnimo, y esta su magnanimidad le era ornamento e
compostura de todas las otras virtudes. Acaescile un da que fablandle
en 8 su facienda, e ofrescindole acrecentamiento de sus rentas, como omne
poco atento en semejantes plticas, respondi : Eso que decs no es mi
lenguaje : fablad dixo l esa cosa all con omnes que mejor la en-
tiendan. E sola decir a los que procuraban los deleites, que mucho ms
deletable deba ser el trabajo virtuoso que la vida sin virtud, cuanto quier
que fuese deletable.
Tena una tal piedad, que cualquier atribulado o perseguido que vena
a l hallaba defensa e consolacin en su casa, pospuesto cualquier incon-
veniente que por le defender9 se le pudiese seguir. Consideraba asimismo
los omnes e las cosas segund su realidad, e no segund la opinin, y en
esto tena una virtud singular e casi divina ; porque nunca le vieron
fazer accebcin de personas, ni miraba dnde ni quin, sino cmo e cul
era cada uno.
Este caballero orden en metros los proverbios que tomienan Fijo
mo, mucho amado, etc., en los cuales se contienen casi todos los precep-
tos de la filosofa moral que son necesarios para virtuosamente vivir. Tena
grand copia de libros, e dbase al estudio, especialmente de la filosofa
moral e de cosas peregrinas e antiguas. Tena siempre en su casa doctores
e maestros con quien platicaba en las ciencias e leturas que estudiaba.
Fizo asimismo otros tratados en metros e en prosa muy doctrinales para
provocar a virtudes e refrenar vicios : e en estas cosas pas lo ms del
tiempo de su retraimiento.
Tena grand fama e claro renombre en muchos reinos fuera de Espaa,
pero reputaba mucho ms la estimacin entre los sabios, que la fama entre
los muchos...
No quiero negar que no toviese algunas tentaciones de las que esta
nuestra carne suele dar a nuestro espritu, e que algunas vezes fuese ven-
cido, quier de ira, quier de luxuria, o que excediese faciendo, o faltase al-
guna vez non faciendo lo que era obligado : porque estando como estovo
envuelto en guerras e en otros grandes fechos que por l pasaron, defcil
le fuera entre tanta multitud de errores vevir sin pecar. Pero si verdad es
que las virtudes dan alegra e los vicios traen tristeza, como sea verdad
que este caballero lo ms del tiempo estaba alegre, bien se puede juzgar
que mucho ms fu acompaado de virtudes que dan alegra, que se-
oreado de vicios que ponen tristeza...

[Edic. Domnguez Bordona, Clsicos castellanos.^

8
Es decir : de asuntos rje 3U hacienda.
9
Ntese la colocacin del p r o n o m b r e .
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 109

i. Estudese la tcnica del retrato. De qu elementos consta


esa pequea biografa?
2. Analcense las cualidades morales del Marqus de Santillana.
3. 0 Expliqese esta frase : Consideraba asimismo los otnnes e
as cosas segund su realidad, e non segund la opinin.
4.0 Ntese el uso de la conjuncin e.

DIEGO DE SAN PEDRO

CRCEL DE AMOR

CARTA DE LERIANO A LAUREOLA

Laureola: segn tu virtuosa piedad, pues sabes mi pasin, no puedo


creer que sin alguna causa la consientas, pues no te pido cosa a tu honra
fea ni a ti grave. Si quieres mi mal, por qu lo dudas ? A sin razn
muero, sabiendo t que la pena grande as ocupa el corazn, que se
puede sentir y no mostrar. S lo has por bien pensado que me satisfaces
con la pasin que me das, porque dndola t es el mayor bien que puedo
esperar, justamente lo haras si la dieses a fin de galardn ; pero, desdi-
chado yo!, que la causa tu hermosura y no hace la merced tu voluntad.
Si lo consientes juzgndome desagradecido porque no me contento con el
bien que me hiciste en darme causa de tan ufano pensamiento, no me
culpes, que aunque la voluntad se satisface, el sentimiento se querella. Si
te place porque nunca te hice servicio, no pude subir los servicios a la
alteza de lo que mereces, que cuando todas estas cosas y otras muchas
pienso, hallme que dejas de hacer lo que te suplico porque me puse en
cosa que no pude merecer. Lo cual yo no niego; pero atrevme a ello pen-
sando que me haras merced, no segn quien la peda, mas segn t, que
la habas de dar. Y tambin pens que para ello me ayudaran virtud y
compasin y piedad, porque son aceptas a tu condicin, que cuando los
que con los poderosos negocian para alcanzar su gracia, primero ganan las
voluntades de sus familiares, y parceme que en nada hall remedio.
Busqu ayudadores para contigo, y hllelos por cierto leales y firmes, y
todos te suplican que me hagas merced: el alma, por lo que sufre ; la
vida, por lo que padece ; el corazn, por lo que pasa ; el sentido, por lo
que siente. Pues no niegues galardn a tantos que con ansia te lo piden
y con razn te lo merecen. Yo soy el ms sin ventura de los ms desaven-
turados. Las aguas reverdecen la tierra, y mis lgrimas nunca tu espe-
no JOS MANUEL BLEClM

ranza, la cual cabe en los campos 3' en las hierbas y rboles, y no puede
caber en tu corazn.
Desesperado habra, segn lo'que siento, si alguna vez me hallase solo;
pero como siempre me acompaan el pensamiento que me das y el deseo
que me ordenas y la contemplacin que me causas, viendo ' que lo voy a
hacer, consnlome acordndome que me tienen compaa de tu parte, de
manera que quien causa las desesperaciones me tiene qu no desesper.
Si todava te place que muera, hzmelo saber, que gran bien hars a la
vida, pues no ser desdicha del todo. Lo primero de ella se pas en ino-
cencia, y lo del conocimiento, en dolor ; a lo menos, el fin ser en des-
canso, porque t lo das, el cual, si ver no me quieres, ser forzado que
veas.

[Edic. Editorial Renacimiento.]

i. Ntese el estilo complicado y ampuloso de la carta. Obsr-


vese la construccin y mustrese alguna expresin difcil o antit-
tica.
2.0 Analcense los sentimientos de Leriano.
C A P I T U L O X

REINADO DE LOS REYES CATLICOS

Humanismo, Durante el reinado de los Beyes Catlicos, el cono-


cimiento del latn se acenta y gana terreno. Excelentes humanistas
extranjeros vienen a Espaa para dirigir la educacin de los jvenes de la
nobleza. As llegaron Pedro Mrtir de Angleria, Lucio Marineo Seulo y
los hermanos Geraldiao. E n 'una carta de J u a n de Lucena se lee : Pues
si otro saber que el latn nos hace diferenciar de las bestias, el que latn
non sabe, asno se puede llamar de dos pies. A esta inquietud por los
estudios clsicos vino a sumarse la enorme influencia que ejerci la intro-
duccin de la imprenta en 1473.
El humanista ms destacado de este perodo, a quien se debe la in-
troduccin de la ciencia filolgica en Espaa, es el andaluz E L I O ANTONIO
DE NEBKIJA (1441 ?-1522), quien desp'us de estudiar en la Universidad de
Salamanca, pas a Italia, donde explic en las Universidades de Boma,
Pisa y Florencia. A su vuelta se le nombr profesor de Salamanca, y
posteriormente Cisneros le encarg la direccin de los trabajos de la Biblia
poliglota, establecindose en Alcal, donde muri.
Nebrija se vanaglori siempre de haber introducido la filologa clsica
en Espaa : Yo fui el primero que abr tienda de la lengua latina en
Espaa, y todo lo que en ella se sabe de latn se ha de referir a m.
Eue el primer europeo que escribi una gramtica de una lengua vulgar,
Arte de la lengua castellana, siendo tambin autor de un Diccionario
latino-espafiol y espanol-Llino.

La poesa. La poesa de la poca de los Beyes Catlicos sigue


tres direcciones o corrientes: 1.a) Una trayectoria aiegrica-dantesoa, en
la que se imita la obra de Juan de Mena, como en J u a n de Padilla;
\\2 JOS MANUEL BLECUA

2. a ) Una corriente de tipo cancioneril o de poesa cortesana, con gran


sutileza conceptista, que veremos cristalizar en el Cancionero General,
poesa que ejercer verdadera influencia en los siglos xvi y xvn, puesto
que ese Cancionero fu reeditado numerosas veces hasta, fines del s. xvi
y fu tambin leidsimo por todos ; y 3.a) Una corriente de tipo tradicional.
La poesa popular se revaloriza y se pone de moda, escribindose cancin-
cillas y romances. Se llegan a adaptar a lo divino temas profanos, como
vemos en Montesino y Mendoza.
La poesa religiosa est representada por tres poetas singulares : FRAY
IIGO DE MENDOZA, autor de la Vita Christi, interesante por el empleo de
la poesa popular; FRAY AMBROSIO MONTESINO, que publica en 1508 un
encantador Cancionero, y, finalmente, JUAN DE PADILLA, autor de extensos
poemas con influencias de J u a n de Mena, como el Retablo de la vida de
Cristo y los Doce triunfos de los doce Apstoles.
Entre los poetas profanos, adems de los incluidos en el famoso Can-
cionero General, de Hernando del Castillo, (Toledo, 1511) son dignos de
mencin RODRIGO DE COTA, llamado el Viejo, autor de un delicioso Dilogo
entre el amor y un caballero viejo, que contiene elementos lricos y dra-
mticos; GARCI SNCHEZ DE BADAJOZ, poeta exquisito, cuyas redondillas
fueron elogiadas por Lope de Vega ; ANTN DE MONTORO, sastre de Cr-
doba, agudo epigramista ; PERO GUILLN DE SEGOVIA y ALVAREZ GATO.

C O N S L T E S E . M. M e n n d e z Pelayo, Antologa de poetas lricos castellanos,


v o l III. Madrid, 1944.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITEJIATURA ESPAOLA 11)

FRAY AMBROSIO MONTESINO


IvA NOCHE SANTA

No la debemos dormir si de su divina esencia


la noche santa, temblar,
no la debemos dormir. io o qu le podr decir.
La Virgen a solas piensa No la debemos dormir
qu liar la noche santa,
cuando al Rey de luz inmensa no la debemos dormir.
parir,
[Edic. de Poesa de la Edad Media,
de D. Alonso, nm. 37]

JUAN DE PADILLA
Los doce triunfos de los doce apstoles
EL. INFIERNO

...En medio del pozo, segn Por agujeros, resquicios y minas


[pareca 15 brotaban helados y negros vapo-
vimos de bruzas 1 estar aleando 3 res :
una muy fea visin, trabajando helaban las caras de los pecado-
por levantarse maguer 3 no poda. res,
La manos y cola de grado tena, doblando sus males y penas con-
y ms las espaldas atan escama- finas
[das Cercaban en torno la bestia
como las sierpes de Libia con- [cada
chadas ; otras mil bestias, maguer dife-
y como la Ydra su cuello tenda, rentes :
con siete gargantas y lenguas 20 y de su muy grande cada gi-
[sacadas. [mien tes.,
IO Las alas mayores que velas y no de su culpa civil cometida.
[latinas, No pienso que pluma ni mente
y de las morcigalas 4 no dife- [leda
ran, podra decir ni pintar por entero
dos vientos las alas batiendo la fea visin del cado Lucero,
[hacan 25 y de su malina batalla vencida
5
helantes las partes del pozo con la potencia de Dios verda-
[vecinas. dero,
[Edic. de Foulch-Delbosc, Cancionero
del siglo XV, pg. 340. J
1
De bruces, echada. * La forma morcigalo ea hoy todava
* Aleteando. frecuente en ciertas comarcas.
5
* Aunque. Latinismo.
3
H4 JOS MANUEL BLECU

GAHCI SANCHEZ DE BADAJOZ

Villancico

Secronme los pesares 20 mas agora ya esto 6 tal,


los ojos y el corazn, que de muerto no lo siento;
que no pueden llorar, non. para tener sentimiento
Los pesares me secaron tanta tengo de razn,
5 el corazn y los ojos; que non puedo llorar, non.
y a mis lgrimas y enojos
y a m i salud acabaron : COPLA
muerto en vida me dejaron,
traspasado de pasin, E n dos prisiones esto
io que non puedo llorar, non, que me atormentan aqu :
la una me tiene a m
Y d'estar mortificado y la otra tengo yo.
mi corazn de pesar, 5 E aunque de la una pueda,
y a no est para llorar, que me tiene, libertarme,
sino para ser llorado : de la otra que me queda
15 esta es la causa, cuitado, jams espero soltarme.
sta es la triste ocasin, Ya no espero, triste, no,
que no puedo llorar, non. 10 verme libre cual nac,
Al principio de mi mal que aunque me suelten a m
lloraba mi perdimiento, no puedo soltarme yo.

[Edic. Cancionero General. n. 659 y


Apndice, n. 169.]

GUEVARA
ESPARSA

Las aves andan volando 3,'o, sin ventura amador, .


cantando canciones ledas 7 , contemplando mi tristura,
las verdes hojas temblando, deshago por mi dolor
las aguas dulces sonando, la gentil rueda de amor
5 los pavos hacen las ruedas: 10 que hice por mi ventura.

[Edic. Cancionero General, n. 215.]

6
Estoy.
7
Alegres.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 115

COMENDADOR ESCRIV
CANCIONES

II

Ven, muerte, tan escondida, Vos me matis de tal suerte


que no te sienta conmigo, y con pena tan gloriosa,
porque el gozo de contigo que no s ms dulce cosa
no me torne a dar la vida. que los trances de mi muerte.
E della soy tan ufano,
Ven como rayo que hiere,
tan penado e tan contento,
que hasta que ha herido
que no trocar un tormento
no se siente su ruido,
por mejor herir do quiere : por mil bienes de otra mano.
as sea tu venida; Y, pues que quiso mi suerte
si no desde aqu me obligo darme pena tan gloriosa,
que el gozo que habr contigo no quiero ms dulce cosa
me dar de nuevo vida. que los trances de mi muerte.

[Edic. Cancionero General; n. 392 y


Apndice, n. 150.]

I. Ntese la acomodacin de la lrica popular a la religiosa.


2. Obsrvese la influencia de Ju.an de Mena en Padilla.
3- Dganse los sentimientos que expresan los poeniitas de Garci
Snchez, Guevara v Escriv.
4 Estudese la forma estrfica.
i! *
5- Selense algunas anttesis* '
\
!
LA P R O S A

La Celestina. . La obra ms interesante del siglo xv, y una de. Las


ms logradas manifestaciones de la literatura espaola, es La Celestina o
Tragicomedia de Calisto y Melibea.

Ediciones y autor. Publicse por primera vez en Burgos en 1499,


pero en la edicin de Sevilla de 1502 se le aaden cinco actos ms, ya que
las dos anteriores no contenan ms que diecisis. S'u autor fu FERNANDO
DE ROJAS, bachiller nacido en la Puebla de Montalbn, que yivi mucho
tiempo en Talavera, donde otorg testamento en 1541. E n el Prlogo dice
el autor que siendo l estudiante en Salamanca, corra entre sus amigos
el primer acto, atribuido a Juan de Mena y a Rodrigo de Cota, y que
l se decidi a continuar la obra, acabndola en quince das de vacaciones,
lo que parece cierto, ya que Rojas vivi hasta 1541 y la obra apareci
en 1499.

Argumento. Su argumento es muy sencillo: Calisto, enamorado


de Melibea, recurre a los oficios de una vieja llamada Celestina. E s t a
logra vencer la resistencia de la joven, y los enamorados se ven por las
noches en el jardn. Cierta noche, al or Calisto unos ruidos y voces en
la calle, baja por la escalera, y cae mortalmente herido. Melibea, despus de
una triste despedida, se arroja desde un torren. Termina la obra con el
triste llanto de los padres.

Caracteres y estilo. Con este argumento crea Fernando de Rojas


una obra de poderosa fuerza y belleza. Los caracteres estn perfectamente
estudiados ; pero descuella entre todos el de Celestina, uno de lo tipos
ms perfectos de la literatura europea. Contrasta con la perversidad de-
moniaca de Celestina la pareja de los enamorados Calisto y Melibea. Por
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 117

su estilo, La Celestina presenta tambin notas originales. Ya Juan de


Valds reconoca que ningn libro hay escrito en castellano donde la
lengua est ms natural, aunque encontraba dos defectos : el amonto-
nar de vocablos y el poner algunos tan latinos que no se entienden en
el castellano. Esta unin de la lengua popular con la tendencia latini-
zante es caracterstica, como vimos, de todo el siglo xv.

Realismo, idealismo. E n La Celestino, vemos por primera vez


conseguido el intento de fundir elementos idealistas con realistas. Por una
parte, el mundo celestinesco, de baja extraccin, se aproxima a una nota
realista, de tipo picaresco, y por otra, el mundo de los amantes Calisto
y Melibea, es una exaltacin que tiende al idealismo.

Fuentes. Las fuentes de La Celestina han sido minuciosamente


estudiadas por la critica. Adems de los escritores clsicos (Ovidio, Vir-
gilio, Terencio, Sneca), se notan pasajes que proceden de las obraa lati-
nas de Petrarca, de Boccacio, y de las espaolas del Arcipreste de Hita,
Lpez de Ayala y otros.

Trascendencia. La Celestina ha sido una de las obras que ms in-


fluencia han ejercido en la literatura espaola, y fu continuada e imi-
tada numerosas veces. Lope de Vega la tuvo bien presente al escribir
La Dorotea, una de sus ms perfectas creaciones. E n el teatro, la figura
celestinesca es popular desde Gil Vicente hasta nuestros das.

Libros de caballeras. La novela de caballeras es un gnero extra*


o a la literatura espaola, nacido en fuentes francesas, pero que, a ~u vez,
obtuvo un xito excepcional en la literatura del siglo xvi. Relata aven-
turas irreales de esforzados caballeros. E l hroe es siempre el mismo, muy
apuesto y gentil, pero sin consistencia humana. Lo interesante es la
accin, la aventura complicada y el triunfo del caballero. A esto hay que
unir el idealismo amoroso.
El modelo ms perfecto de estos libros es el Arnads de Gaula, escrito
hacia 1492 e impreso en Zaragoza en 1508. Lo public GAECI BODB-
GEZ DE MONTALVO, regidor de Medina del Campo en tiempo de los Reyes
Catlicos.
L a obra de Montalvo no es propiamente una obra original, ya que,
como l dice, retoc los antiguos originales que muy corruptos s& lean
y adems aadi de su propia cuenta el libro quinto con las Sergas de
EspLndian. El Amads era conocido ya en plena Edad Media, como lo
atestiguan citas del Canciller Ayala y de Pedro Eerrs. Parece que la
versin primitiva debe localizarse en lengua portuguesa.
118 JOS MANUEL BLECUA

El argumento es un verdadero alarde de fantasa brillante. Traba


de las aventuras del caballero Amads, hijo de Pen de Gaula y de la
princesa Elisena de Inglaterra, enamorado platnicamente de Oriana,
princesa de Escocia. El libro obtuvo lino de los xitos ms grandes que
registran las letras espaolas y se continu e imit numerosas vece^. En
la lectura del Amads se deleitaron numerosas generaciones de escritores
como Santa Teresa v Cervantes, San Ignacio v Juan de Valds.

CONSLTESE. M. Menndez Pelayo, Orgenes de la Novela, vols. I y I!.


Madrid, 1943.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 119

FERNANDO DE ROJAS
LA CELESTINA

Argumento de toda la obra

Calixto fu de noble linaje, de claro ingenio, de gentil disposicin, de


linda crianza, dotado de muchas gracias, de estado mediano. Fu preso
en el amor de Melibea, mujer moza, m u y generosa, de alta y serensima
sangre, sublimada 1 en prspero estado, una sola heredera a su padre
Pleberio, y de su madre Alisa m u y amada. Por solicitud del pungido 2
Calixto, vencido el casto propsito de ella (entreveniendo Celestina, mala
y astuta mujer, con dos sirvientes del vencido Calixto, engaados y per
sta tornados desleales, presa su finalidad con anzuelo de codicia y de
deleite), vinieron los amantes y los que les ministraron en amargo y
desastroso fin. Para comienzo de lo cual dispuso la adversa fortuna lugar
oportuno, donde a la presencia de Calixto se present la de&^ada Melibea,

[Encuentro de Calixto y Melibea]

CALIXTO.En esto veo, Melibea, la grandeza de Dios.


MELIBEA.En qu, Calixto?
CALIXTO.En dar poder a natura que de tan perfecta hermosura te do-
tase, e facer a m inmrito tanta merced, que verte alcanzase 3 , e en tan
conveniente lugar, que mi secreto dolor manifestarte pudiese. Sin duda
incomparablemente es mayor tal galardn, que el servicio, sacrificio, devo-
cin e obras pas que por este lugar alcanzar yo tengo a Dios ofrecido ni
otro poder mi voluntad h u m a n a puede cumplir. Quin vido 4 en esta vida
cuerpo glorificado de ningn hombre como ahora el mo? Por cierto, los
gloriosos santos que se deleitan en la visin divina, no gozan ms que
yo ahora en el acatamiento tuyo. Mas, oh triste !, que en esto diferimos :
que ellos puramente se glorifican sin temor de caer de tal bienaventuranza ;
y yo, mixto, me alegro con recelo del esquivo tormento que tu ausencia
me ha de causar.
MELIBEA.Por tan gran premio tienes esto, Calixto?
CALIXTO.Tngolo por tanto, en verdad, que si Dios me diese en el
cielo la silla sobre sus santos, no la t e m a por tanta felicidad 5 .

1
Sublimada (latinismo), enaltecida. hermosura ; dotase.,, alcanzase.
4
* Apenado (latinismo). Vio.
5
* Ntese la similicandencia : natura,.. Obsrvese la ideologa renacentista.
120 JOS MANUEL BLECUA

MELIBEA.Pues an ms igual galardn te dar yo, si perserveras*.


CAXIXTO. Oh bienaventuradas orejas mas, que indignamente tan
gran palabra habis odo!
MELIBEA.Ms desventuradas de que me acabes de or ; porque la paga
sera tan fiera cual merece tu loco atrevimiento. E el intento de tus pala-
bras, Calixto, ha sedo de un ingenio de tal hombre como t, haber de
salir para perderse en la virtud de tal mujer como yo. Vete, vete de ah,
torpe !...
CALIXTO.Ir como aqul contra quien solamente la adversa fortuna
pone su estudio con odio cruel.

{Hermosura de Melibea]

CALIXTO.Pero no de Melibea; e en todo lo de que me has gloriado,


Sempronio, sin proporcin ni comparacin se aventaja Melibea. Mira la
nobleza y antigedad de su linaje, el grandsimo patrimonio, el excelen-
tsimo ingenio, las resplandecientes virtudes, la altitud e inefable gracia,
la soberana hermosura, de la cual te ruego me dejes hablar un poco, por-
que haya algn refrigerio7. E lo que te dijere ser de lo descubierto, que
'si de lo oculto yo hablarte supiera, no nos fuera necesario alterar tan
miserablemente estas razones.
SEMPRONIO.Qu mentiras y qu locuras dir ahora este cativo de mi
amo?
CALIXTO Cmo es eso?
SEMPRONIO.Dije que digas, que muy gran placer habr de or. Asi
te medre Dios, como ser agradable ese sermn !
CALIXTO. Qu ?
SEMPRONIO.Que as me medre Dios, como me ser gracioso de or
CALIXTO.Pues porque hayas placer, yo la figurar por partes mucho
por extenso.
SEMPRONIO.-Duelos tenemos! Esto es tras lo que yo andaba. De pa-
sarse habr ya esta importunidad 8 .
CALIXTO.Comienzo por los cabellos : ves t las madejas del oro del-
gado que hilan en Arabia 9 ? Ms lindos son, e no resplandecen menos. Su
longura hasta el postrero asiento de sus pies; despus, crinados 10 e atados
con la delgada cuerda 11 , como ella se los pone, no ha ms menester para
convertir los hombres en piedras.
SEMPRONIO.Ms en asnos.
CALIXTO.Qu dices?

Qu tono empleara Melibea en esa Marqus de Santillana,


10
respuesta? Crinados por peinados, cepillados
7
Consuelo. cuidados. (De crin, cabello.)
R 11
Ntese el contraste de los caracteres. Cuerda por cinta.
* Cfr. con el verso 3 del soneto del
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 121

SEMPRONIO.Dije que esos tales no seran cerdas de asno.


CALIXTO.j Ved, qu torpe e qu comparacin !
S E M P R O N I O . T cuerdo?
CALIXTO.Los ojos verdes, rasgados ; las pestaas luengas ; las cejas
delgadas e alzadas; la nariz mediana, la boca pequea, los dientes menu-
dos e blancos ; los labios colorados e grosezuelos ; el torno del rostro poco
ms luengo que redondo ; el pecho alto... La tez lisa, lustrosa ; el cuero 1 2
suyo oscurece la nieve; la color mezclada, cual ella la escogi para s.
SKMPRONIO.En sus trece est este necio!
CALIXTO.Las manos pequeas en mediana manera, de dulce carne
acompaadas ; los dedos luengos ; las uas en ellos largas e coloradas que
parecen rubes entre perlas. Aquella proporcin que ver yo no pude, sin
duda por de fuera juzgo incomparablemente ser mejor que la que Pars
juzg entre las tres deesas 1 3 .

[Soliloquio de Celestina por la callej

CELESTINA.Agora que voy sola quiero mirar bien lo que Sempronio


ha tenido de este mi camino, porque aquellas cosas que bien no son pen-
sadas, aunque algunas veces hayan buen fin, comnmente cran desvariados
efectos. As que la mucha especulacin 14 nunca carece de buen fruto; que
aunque yo he disimulado con l, podra ser que si me sintiesen estos
pasos de parte de Melibea, que no pagase con pena que menor fuese que la
vida, o m u y amenguada quedase, cuando matar no me quisiesen, man-
tendome o azotndome cruelmente. Pues amargas cien monedas seran
stas. A y cuitada de m ! E n qu lazo m e he metido, que por me mostrar
solcita y esforzada pongo m i persona al tablero ! Qu har, cuitada,
mezquina de m, que n i el salir afuera es provechoso ni la perseverancia
carece de peligro ! Pues ir o tornarme he ? Oh dudosa e dura perple-
jidad ! No s cul 1 5 escoja por mas sano. E n el osar, manifiesto peligro ;
en la cobarda, denostada prdida. Adonde ir el buey que no are 1 6 ?
Cada camino descubre sus daosos y hondos barrancos. Si con el h u r t o
soy tomada, nunca de muerta o encorozada 17 falto, a bien librar ; si no
voy, qu dir Sempronio? Que todas stas eran mis fuerzas, saber e
esfuerzo, ardid e ofrecimiento, astucia e solicitud? E su amo Calixto qu
dir, qu har, que pensar, sino que hay nuevo engao en mis pisadas 1 8
e que yo he descubierto la celada, por haber ms provecho de esta otra
parte, como sofstica prevaricadora? O si no se le ofrece pensamiento tan
12 15
La piel. Cual camino.
13 16
Deesas, diosas. (Ntese la construc- Frase popular.
17
cin : dea - esa :Comp. princesa). Alu- Encorozada, de poner coroza. La
sin al clebre juicio de Paris. Las tres coroza era un capirote hecho de papel
diosas fueron Minerva, Juno y Venus. engrudado y de figura cnica que se po-
14
El mucho pensar. (Ntese el habla na por castigo en la cabeza de ciertos
de Celestina, mezcla de cultismo y popu- delincuentes.
18
larismo). Andanzas.
122 JOS MANUEL BLECUA

odioso, dar voces como loco ; dirrne en mi cara denuestos rabiosos; pro-
pona 1 9 mil inconvenientes, que mi deliberacin presta le puso, diciendo :
--T, ...vieja, por qu acrecentastes mis pasiones con tus promesas?
Alcahueta falsa, para todo el mundo tienes pies, para m lengua ; para
todos obra, para m palabra ; para todos remedio, para m pena ; para
todos esfuerzo, para m te falt ; para todos luz, para m tiniebla; pues,
vieja traidora, por qu te me ofreciste? Que t u ofrecimiento me puso
esperanza, la esperanza dilat m i muerte, sostuvo mi vivir, psome ttulo
de hombre alegre ; pues no habiendo efecto, ni t carecers de pena ni yo
de triste desesperacin. Pues triste y o ! Mal ac, mal acull; pena en
ambas partes. Cuando a los extremos falta el medio, arrimarse el hombre
al ms sano es discrecin... Ms quiero ofender a Pleberio que enojar a
Calixto. Ir quiero: que mayor .es la vergenza de quedar por cobarde
que la pena cumpliendo como osada lo que promet; pues jams al esfuerzo
desayud la fortuna. Ya veo su puerta ; en mayores afrentas me he visto.
Esfuerza, esfuerza, Celestina, no desmayes, que nunca faltan rogadores
para mitigar las penas. Todos los ageros se aderezan favorables, o yo
no s nada de este arte. Cuatro hombres que he topado, a los tres llaman
Juanes... L a primera palabra que o por la calle fu de achaques de amo-
res. Nunca he tropezado, como otras veces. Las piedras parece que se apar-
tan y me hacen lugar que pase, ni me estorban las haldas, ni siento can-
sancio en andar. Todos me saludan. Ni perro me ha ladrado, ni ave negra
he visto, tordo, ni cuervo, ni otras nocturnas ; e lo mejor de todo es que
veo a Lucrecia a la puerta de Melibea. Prima es de Elicia : no me ser
contraria,

[CelesUna habla con Melibea]

MELIBEA,Ya, ya, ya ! Buena vieja, no me digas ms; no pases ade-


lante. Us ese el doliente por quien has hecho tantas premisas en tu
demanda?, por quien has venido a buscar la muerte para t i ? , por quien
has dado tan daosos pasos, desvergonzada, barbuda? Qu siente ese
perdido que con tanta pasin vienes ? De locura ser su mal. Qu te
parece ? Si me hallaran sin sospecha de ese loco con qu palabras me
entrabas ! No se dice en vano que el ms empecible 20 miembro del mal
hombre o mujer es la lengua. Quemada seas, alcahueta, falsa, hechicera,
enemiga de honestad, causadora de secretos yerros. Jes,Jes ! quta-
mela, Lucrecia, de delante, que me fino, que no me h a dejado gota de
sangre en el cuerpo! Bien se lo merece esto y ms quien a estas tales da
odos. Por cierto si no mirase a mi honestidad, y por no publicar su
osada de ese atrevido, yo te hiciera, malvada, que t u razn y vida acaba-
ran en u n tiempo.

19
Poma, pondr.
20
Empecible daoso.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 123

CELESTINA.[Aparte], E n hora mala ac vine, si me falta mi conjuro 21 .


Ka pues, bien s quin digo. C, hermano, que se va todo a perder !
MELIBEA.Aun hablas entre dientes delante m, para acrecentar m
enojo e doblar tu pena? Querras condenar mi honestidad por dar vida a
un loco, dejar a m triste por alegrar a l e llevar t el provecho de mi
perdicin, el galardn de mi yerro?, perder e destruir la casa e la honra
de mi padre, por ganar la de una vieja maldita como t ? Piensas que no
tengo sentidas tus pisadas e entendido t u daado mensaje? Pues yo te
certifico que las albricias que de aqu saques no sean sino estorbarte de
ms ofender a Dios, dando fin a tus das. Respndeme, traidora, cmo
osaste tanto hacer ?

[Entrevista de Calixto y Melibea]

CALIXTO.Poned, mozos, la escala e callad, que me parece que est


hablando m i seora de dentro. Subir encima de la pared, e en ella estar
escuchando, por ver si oyere alguna buena seal de mi amor en ausencia.
MELIBEA Canta ms, por mi vida, Lucrecia, que me huelgo en oirte,
mientras viene aquel seor \ e muy paso entre estas verduricas 2 2 , que no
nos oirn los que pasaren.
LUCRECIA.Oh quien fuese la hortelana
de aquestas viciosas 23 flores,
por prender cada maana
al partir a tus amores !
Vstanse nuevas colores
los lirios y el azucena ;
derramen frescos olores
cuando entre, por estrena 2 4 .
MELIBEA. Oh cuan dulce me es orte! De gozo me deshago : no ceses,
por mi amor.
LUCRECIA.Alegre es la fuente clara
a quien con gran sed la vea ;
mas m u y ms dulce es la cara
de Calixto a Melibea,
Pues, aunque ms noche sea,
con su vista gozar...
MELIBEA.Cuanto dices, amiga. Lucrecia, se me representa delante ; todo
todo me parece que lo veo con mis ojos. Procede, que a m u y buen son lo
dices, e ayudarte he yo.

21 Z3
Alude al conjuro que hizo antes de Viciosas, placenteras,
24
salir de su casa. Estrena, regalo.
22
Ntese el valor del diminutivo.
124 JOS MANUEL BLECUA

I/OCRECIA. MELIBEA.Dulces rboles sombrosos,


humillaos cuando veis
aquellos ojos graciosos
del que tanto deseis.
Estrellas que relumbris,
norte e lucero del da,
por qu no le despertis,
si duerme mi alegra?
MELIBEA.-yeme t, por m i vida, que yo quiero cantar sola.
Papagayos, ruiseores,
que cantis al alborada,
llevad nueva a mis amores,
cmo espero aqu asentada.
L a media noche es pasada,
e no viene:
sabedme si hay otra amada,
que lo detiene.
CALIXTO.Vencido me tiene el dulzor de tu suave canto ; no ffctedo
ms sufrir tu penado esperar. Oh mi seora y mi bien todo ! Cul mujer
poda haber nacida que desprivase 2 3 tu gran merecimiento ? Oh salteada
meloda! O h gozoso r a t o ! Oh corazn m o ! . . .
MELIBEA.Oh sabrosa traicin! Oh dulce sobresalto! E s mi seor
de mi alma? E s l? No lo puedo creer. Dnde estabas, luciente sol?
Dnde me tenas t u claridad escondida ? Haba rato que escuchabas ?
Por qu m e dejabas echar palabras sin seso al ire, con m i ronca voz de
cisne? Todo se goza este huerto con t u venida. Mira la luna cuan clara
se nos muestra ; las nubes cmo huyen. Oye la corriente agua de esta
fontecca, cunto ms suave murmurio su ro lleva por entre las frescas
yerbas. Escucha los altos cipreses, cmo se dan paz unos ramos con
otros por intercesin de un templadico viento que los menea! Mira sus
quietas sombras cuan escuras estn...
CALIXTO.-Pues, seora e glora ma, si mi vida quieres, no cese t u
suave canto ; no sea de peor condicin mi presencia con que te alegras,
que m i ausencia que te fatiga.
MELIBEA.Qu quieres que cante, amor mo? Cmo cantar, que tu
deseo era el que rega mi son e haca sonar m i canto? Pues conseguida tu
venida desapareci el deseo; destemplse el tono de mi voz...

25
Que venciese.
HISTORIA V TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 125

{Muerte de Calixto]

LUCRECIA.Escucha, escucha: gran mal es ste!


MELIBEA. Qu es esto ?, qu oigo ?, amarga de mi !
TRISTAN.[Dentro].\ Oh mi seor e mi bien muerto ! Oh mi seor
despeado! Oh triste muerte sin confesin! Coge, Sosia, esos sesos de
esos cantos, jntalos con la cabeza del desdichado amo nuestro Oh da
de aciago ! j Oh arrebatado fin !
MELIBEA.Oh desconsolada de m ! Qu es esto? Qu puede ser tan
spero acontecimiento como oigo? Aydame a subir, Lucrecia, por estas
paredes, ver mi dolor ; si no, hundir con alaridos la casa de mi padre.
Mi bien e placer todo es ido en humo ! Mi alegra es perdida ! \ Con-
sumise mi gloria!
LUCRECIA.Tristan, qu dices, mi amor?, qu es eso que lloras tan
sin mesura?
TRISTAN [Dentro].Lloro mi gran mal, lloro mis muchos dolores!
Cay mi seor Calisto del escala, e es muerto ; su cabeza est en tres
partes ; sin confesin pereci. Dselo a la triste e nueva amiga, que no
espere ms su penado amador. Toma, Sosia, de esos pies; llevemos el
cuerpo de nuestro querido amo donde no padezca su honra detrimento,
aunque sea muerto en este lugar. Vaya con nosotros llanto, acompenos
soledad, sganos desconsuelo, vistenos tristeza, cbranos luto e dolo-
rosa jerga 26 .
MELIBEA.Oh la ms de las tristes triste! Tan tarde alcanzado el
placer, tan presto venido el dolor!
LUCRECIA.Seora, no rasgues tu cara, ni meses tus cabellos. Ahora en
placer, ahora en tristeza : qu planeta hubo que tan presto contrari su
operacin? Qu poco corazn es ste? Levanta, por Dios, no seas hallada
de tu padre en tan sospechoso lugar, que sers sentida. Seora, seora,
no me oyes? No te amortezcas, por Dios. Ten esfuerzo para sufrir la
pena, pues tuviste osada para el placer.
MELIBEA.Oyes lo que aquellos mozos van hablando? Oyes sus tris-
tes cantares ? Rezando llevan con responso mi bien todo ! Muerta llevan
mi alegra! No es tiempo de yo vivir. Cmo no goc ms del gozo?
Cmo tuve en tan poco la gloria que entre mis manos tuve ? Oh ingra-
tos mortales ! Jams conocis vuestros bienes, sino cuando de ellos ca-
recis !
[Edic. de J. Cejador y Frauca en Clsicos castellano.]

3
* Tela tosca y burda.
126 JOS MANUEL BLECUA

i. Mustrese el exotismo de los nombres y su valor potico.


2. Analcense los caracteres, sealando los contrastes. Cmo
es Melibea ? Antese el cambio que sufre su psicologa.
3.0 Trcese la semblanza de Celestina. Indquese el inters psico-
lgico del soliloquio.
4.0 Comprese la primera escena del jardn con la ltima. Dgan-
se en qu consisten las diferencias.
5.0 Mustrese el ambiente ideolgico que refleja la obra.
6. Estudese los elementos pintorescos, los cmicos y los pat-
ticos.
7.0 Analcese la presencia del paisaje, su belleza.
8. Mustrese ajgn rasgo estilstico.

AMADIS DE GAULA
De cmo Amads fu encantado por Arcalaus porque l quiso sacar de
prisin a la duea Grindalaya e a otros, e cmo escap de los encanta-
mentos que Arcalaus le haba hecho

Grindalaya, que as habia nombre la duea presa, faca muy gran


duelo sobre Amads, que lstima era de la oir 1 , diciendo a la mujer de
Arcalaus las otra dueas que con ella estaban : Ay mis seoras !
no mirais qu fermosura de caballero y en qu tan tierna edad era uno
de los mejores caballeros del mundo? Mal hayan aquellos que de en-
cantamentos saben, que tanto mal dao los buenos pueden hacer ! Oh
Dios mo, que tal quieres sofrir! La mujer de Arcalaus, que tanto
como su marido era sojuzgado a la crueza a la maldad, tanto lo era
ella la virtud piedad, pesbale muy de corazn de lo que su marido
hacia, siempre en sus oraciones rogaba a Dios que lo emendase, consolaba
a la duea cuanto poda, y estando as, entraron por la puerta del palacio
ds doncellas, traan en las manos muchas candelas encendidas, e pu-
sieron dlias a los cantos 2 de la cmara donde Amads yaca. Las dueas
que all eran no las pudieron hablar ni mudarse de donde estaban; e la
una de las doncellas sac un libro de una arquita que so el sobaco traa,
e conmenz a leer por l, e respondale una voz algunas veces; e leyendo
desta guisa una pieza, al cabo respondironle muchas voces juntas dentro
en la cmara, que ms parecan de ciento. Entonces vieron cmo sala por
el suelo de la cmara rodando un libro como que viento lo llevase, e
par a los pies de.la doncella, y ella lo tom e partilo en cuatro partes,
e fulas quemar en los cantos de la cmara, donde las candelas ardan;
e tornse donde Amads estaba, e tomndolo por la diestra mano, le dijo :

1 2
Ntese la colocacin del pronombre. Esquinas de la habitacin, rincones.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 127

Seor, levantadvos, que mucho yacis cuitado. Amads se levant e


d i j o : Santa Mara ! qu fu esto, que por poco fuera muerto? Cierto,
Seor, dijo la doncella tal hombre como vos no debia as morir ; que
ante querr Dios que a vuestra mano mueran otros que mejor lo merescen.
E tornronse ambas las doncellas por donde vinieran, sin ms decir. Ama-
ds pregunt por Arcalaus qu se hiciera, e Grindalaya le cont cmo
fuera encantado, e todo lo que Arcalaus dijera, e cmo era ido armado
de sus armas y en su caballo a la corte del rej* Lisuarte 3 a decir cmo le
matara. Amads dijo : Yo bien sent 4 cuando me l desarm, ms todo
me parescia como en sueos. Y luego se torn la cmara, e armse de
las armas de Arcalaus, e sali del palacio, e pregunt que ficieran a Gan-
daln 5 e al Enano. Grindalaya le dijo que los metieran en la crcel. Ama-
ds dijo a la mujer de Arcalaus : Guardadme esta duea como vuestra
cabeza fasta que yo torne. Entonces baj por la escalera e sali al corral.
Cuando los hombres de Arcalaus as armado lo vieron, fuyeron y espar-
cironse a todas partes ; y l se fu luego a la crcel y entr en el palacio
donde los hombres matara, y de all lleg a la prisin en que estaban
los presos, y el lugar era m u y estrecho e los presos muchos, e haba ms
en largo de cien brazadas, y en ancho una e media, y era as escuro como
adonde claridad ni aire poda entrar, y eran tantos, que ya no caban.
Amads entr por la puerta e llam a Gandaln ; mas l estaba como
muerto, e cuando oy su voz estremescise e no cuid que era l, que por
muerto lo tena, e pensaba que l estaba encantado, Amads se aquej
mas e dijo: Gandaln, dnde eres? Ay Dios, que mal haces en me no
responder! E dijo contra los otros: Decidme por Dios si es vivo el
escudero que ac metieron. E l Enano, que esto oy, conoci que era
Amads, e dijo : Seor, ac yacemos e vivos somos, aunque mucho la
muerte hemos deseado. El fu m u y alegre en lo or, e tom candelas,
que cabe la lmpara del palacio estaban, y encendindolas, e torn la
crcel, e vio donde Gandaln y el Enano eran, e dijo : Gandaln, sal
fuera, e trae tras t todos cuantos aqu estn, que no quede ninguno. E
'todos d e c a n : Ay buen caballero! Dios te d buen galardn porque nos
acorriste. Entonces sac de la cadena Gandaln, que era el postrero,
e tras l al Enano e todos los otros que all estaban cativos, que fueron
ciento e quince, e los treinta caballeros ; e todos iban tras Amads
salir afuera de la cueva, diciendo: Ay caballero bienaventurado! que
as sali nuestro Salvador Jesucristo de los infiernos cuando sac sus
servidores ; l te d las gracias de la merced que nos faces.
[Edic. en la Biblioteca de Autores Espaoles.]

i. Comprese el ambiente del Amads con el de la Celestina


y el Lazarillo. E n qu consisten las diferencias ?
2. Ntese la presencia de lo maravilloso.
3.0 Sealar el exotismo.

3 5
Lisuarte es el padre de Oriana, la Gandalin, hijo del escudero Ganda-
amada de Amadis. les, que cri a Amads, y escudero de ste
4
Not.
C A P I T U L O XI

EL TEATRO EN ESTA POCA

El teatro. Direcciones. Las obras dramticas de esta poca segui-


rn la trayectoria del teatro medieval religioso, lo mismo que en las dems
literaturas. Un poco ms adelante encontraremos elementos nuevos, rena-
centistas ya, en las obras de J u a n del Encina y despus en Torres Naharro
y Gil Vicente. Por otra parte, presionar el teatro latino de Plauto y Te-
rencio y el teatro italiano renacentista.

Juan del Encina. Nacido hacia 1469 en la provincia de Salamanca,


JUAN DEL ENCINA es una figura de gran inters en las letras peninsulares.
Msico y poeta, despus de estudiar en Salamanca, march a Italia,
ponindose en contacto con nuevas formas de cultura. E n 1519 fu en
peregrinacin a Jerusaln, donde celebr su primera misa. Los ltimos
aos de su vida los pas en Len, en cuya catedral haba obtenido un
cargo. Muere en 1529.
Msica, poesa lrica y drama son en J u a n del Encina inseparables.
Su Cancionero apareci en 1496 y contiene numerosos poemitas de gran
belleza y corte tradicional. Su produccin dramtica pertenece a dos
pocas : en la primera poca, la accin s muy sencilla, entroncndose
con' los autos de Nacimiento y de la Pasin, caractersticos de la Edad
Media. A esta poca pertenecen las glogas o Autos de Navidad, de
carcter sacro, y las profanas gloga de Carnaval o de Antruejo y el
Auto del Repeln. A la segunda poca pertenecen sus tres obras funda-
mentales, las glogas de Fileno, Zambardo y Cardonio, de Plcida y
Victoriano y la gloga de Cristmo y Febea, en las cuales se da el paso
de lo medieval a lo renacentista. La primera corresponde a la temtica
de los amores trgicos, que vimos ya en La Celestina : Fileno se mata
por amor de la pastora Cefira. La segunda significa el triunfo del amor
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 129

renacentista sobre el medieval, lo mismo que la torcera. Las tres glogas


estn llenas de belleza y lirismo, ya que Juan dei Encina es uno de los
poetas ms perfectos de su tiempo.

Lucas Fernndez. Frente al renacimiento que suponen las ltimas


piezas de Juan del Encina, la obra de LUCAS FERNNDEZ conserva las
notas tpicas de medievalismo y castellanismo. Nacido en la misma Sala-
manca, all estudi, all logr ser catedrtico de msica y all imprimi
sus Farsas y glogas en 1514.
Consrvanse de Lucas Fernndez seis Farsas y glogas al modo y
esto 'pastoril y castellno, ms un Dilogo para cantar. Tres de ellas
pertenecen al gnero profano y las otras son de carcter sacro. Destaca
entre todas ellas el famoso Auto de la Pasin, de gran importancia en la
historia de nuestra literatura dramtica. La obrta se caracteriza por su
profundo realismo y por la sabia utilizacin de elementos musicales y
tradicionales. Representse en la catedral de Salamanca y conserva todar
va algunas acotaciones.

CONSLTESE. M. Menndez Peayo, Antologa, vol. Ill, Madrid, 1944. -


A. Valbuena Prat, Literatura dramtica espaola, Colee. Labor.

9
130 JOS MANUEL BLECU\

JUAN DEL ENCINA

GLOGA DE PLACIDA Y VICTORIANO

PLCIDA querra, triste, vivir.


Oh traidor ! Si se parti ?
Lastimado corazn, No lo creo !
mancilla tengo de t. Mas s creo, que mi deseo
I Oh gran mal, cruel presin ! 1 tarde o nunca se cumpli...
No terna 2 compasin Di, mi dulce enamorado,
Victoriano de mi No me escuchas, ni me sientes ?
si se va. Dnde ests, desamorado?
Triste, de m qu sera? No te duele mi cuidado
Ay, que por mi mal le vi ! ni me traes a tus mientes?
No lo tuve yo por mal, D la fe?
ni lo tengo, si quisiese D, Victoriano, por qu
no ser tan esquivo y tal. me dejas y te arrepientes?
Esta mi llaga mortal Yo no s por qu me deja
sanara si le viese. si no tiene queja alguna,
Ver o qu? ni siento de qu se queja.
Pues que no me tuvo fe Yo me temo que se aleja;
mas valdra que se fuese. cierto sin duda ninguna
Que se vaya!.. Yo estoy loca, ya me olvida!
que digo tal hereja. Nunca espero su venida,
Lstima que tanto toca segn me acorre fortuna...
cmo sali por mi boca? Partirme quiero sin duda;
Oh qu loca fantasa ! faga mi vida mudanza ;
Fuera, fuera, que dicen que quien se muda
nunca Dios tal cosa quiera, a las veces Dios le ayuda.
que en su vida est la ma. Mas ya no espero bonanza ;
Mi vida, mi cuerpo e alma mi tormenta
en su poder se trasportan ; cada da se acrecienta ;
toda me tiene en su palma; va perdida mi esperanza.
en mi mal jams hay calma Yo me vo 4 . Quedaos a Dios,
y las fuerzas se me acortan palacios de mi consuelo ;
y alargan de aquel amor de los dos
penas que en m tanto tardan ad testimonio entre nos,
que con muerte se conhortan. no tengis ningn recelo.
Conhrtase 3 con morir Los clamores
la que pena como yo; de mis penas e dolores
mas slo por le servir suenen tierra, mar y cielo.

3
i Prisin. Confrtase, aliviase.
* Tendra. * Voy.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 131

(Plcida se va) ni de aquella fe apartarme ;


es ya imposible mudarme,
VITOEIANO que all queda el corazn.
Mi deseo
Oh desdichado de m! crece cuando no la veo
Qu es de t, Vitor'ano? y acrecienta mi pasin.
Corazn, ests aqu ? Pues es forzoso de jalla,
Yo me acuerdo que te vi corazn, mira qu haces.
preso, libre, enfermo y sano. Sin dejar la fe de amalla,
Mas agora, enciendes mayor batalla
captivo de tal seora en lugar de poner paces.
cmo saldrs de su mano? S, no puedes ;
Nunca espero libertarme porque segn son las redes
de tan dichosa prisin necesario es que te enlaces...

[Su amigo Suplicio le aconseja buscar nuevos amores y Victoriano


acude a la reja de Fulgencia, pero ella le rechaza en una deliciosa escena,
para terminar Victoriano recordando de nuevo a Plcida : ]

Dentro en mi contemplo en VITORIANO


[ella ;
siempre con ella me sueo; De morir por tal seora,
no puedo partirme della. pues que mi mal empeora
Si en placer 5 est muy bella, y con mucha razn crece,
tan hermosa est con ceo. y en montaas
Qu franqueza ! 6 padecer penas extraas,
Para segn su grandeza pues ella por m padece.
todo el mundo es muy pequeo... 33 all vida quiero hacer
que peor ser que muerte,
SUPLICIO muy ajena de placer,
por mejor satisfacer
Qu determinas agora ? a mi desastrada suerte...
Dime lo que te parece.

[Los dos amigos van en busca de Plcida, a quien han visto unos pas-
tores andar apenada por la sierra].

PLCIDA (sola) y se abrasan las entraas


con tal fuego,
Soledad, penosa, triste, que con su mismo sosiego,
ms que aprovechas me daas; con sus fuerzas muy extraas
mal remedio en ti consiste muy extrao pensamiento
para quien de m se viste; a mi flaqueza combate,

Si alegre.
Generosidad, liberalidad.
132 JOS MANUEL BLECIM

sin tener defendimiento. Ve, mi alma,


Para salir de torment donde Amor me da por palma
cumple, triste, que me mate la muerte por beneficios.
sin tardanza.
Y est seca mi esperanza; VITOBIANO
no s qn remedio cate.
Remedio para mi llaga Desdichado ! Yo soy muerto,
no la siento ni la espero. si buena suerte no adiestra.
Cuitada!... no s qu haga. [ Oh maldita mi ventura !
Mil veces la muerte traga Cierto que es ella, muerta est 1
quien muere como yo muero. Hoy entr en la sepultura!
Ven ya, muerte, Lo menos de mi tristura
acaba mi mala suerte para ms mal basta ya.
con un fin muy lastimero... Mi dolor
Sus, brazo de mi flaqueza, ya no puede ser mayor.
dad comigo en el profundo Ay, que el alma se me va!...
sin temor e sin pereza ; Heme aqu, Plcida ; vengo
memoria de fortaleza para contigo enterrarme.
dejars en este mundo. Mi vivir es ya muy luengo ;
Cuerpo tierno, hora, sus, 8 cuchillo tengo
aunque vayas al infierno con que pueda bien matarme
ternas pena : mas no dudo. sin tardanza :
Por menos embarazarme muera yo sin esperanza,
en los miembros impedidos, sin ms ni ms consejarme9.
para ms presto matarme, Quiero dar fin al cuidado ;
muy bien ser desnudarme rmpase mi corazn
e quitarme los vestidos sin confesar su pecado ;
que me estorban. que quien va desesperado
Ya los miembros se me encorvan no ha menester confesin.
y se turban mis sentidos. Pues Cupido
recobra, Plcida, fuerzas ; siempre me pone en olvido,
no te burles ni embaraces ; a Venus hago oracin.
cumple que te despedaces '
y con la muerte te abraces ; ORACIN DE VITORIANO A VENUS
deste camino no tuerzas.
Mano blanca, Oh Venus*dea10 graciosa!
sey 7 muy liberal y franca a ti quiero e a ti llamo ;
en ferir, que ya te esfuerzas. toma m alma penosa,
Ob, Cupido, dios de amor ! pues eres muy piadosa.
Recibe mis sacrificios, A ti sola ahora llamo;
mis primicias de dolor, que tu hijo
pues me diste tal seor tiene conmigo letijo 11 ,
que despreci mis servicios. nunca escucha mi reclamo 13 .
10
' Imperativo : s.
11
Diosa.
8
Pues. Litigio,
12
* Sin pensarlo ms Mi llamada.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 133

A ti, mi bien verdadero, na sido a manera e modo


mis sacrificios se den, de tu fe experimentar.
como se los dio primero Si Cupido te olvid,
su siervo Leandro a Hero 13 , aqu me tienes a m.
Tisbe e Pramo l d tambin No te desesperes, no;
t, seor, Plcida no se mat
recibe mi alma agora. sino por matar a ti ;
y no es muerta,
yo te la dar despierta
VENUS antes que vamos 15 de aqu.
Confa en mi podero,
Ten queda la mano, ten. e jams no te acontezca
Vitoriano, qu es esto? apartarme de ser mo;
As te quieres matar? de libertad e albedro
I As desesperas ? Presto a quien es de amor cabeza,
torna la color al gesto, no contrastes
no quieras desesperar ; do con tus fuerzas no bastes,
que esto todo y tu soberbia feneza.

[Edic. de Ernesto Gimnez Caballero en Clsicos EBRO.~]

POESAS LRICAS

Nunca me vern decir,


vida ma,
VILLANCICO sino a ti, Virgen Mara.
A quin debo yo llamar Dulete, Virgen, de m ;
vida ma, mira bien nuestro dolor,
sino a ti, Virgen Mara?
qu'este mundo pecador
Todos te deben servir, no puede vevir sin ti.
Virgen y Madre de Dios, No llamo desque nac
que siempre ruegas por nos, vida ma,
y t nos haces vevir. sino a ti, Virgen Mara...

[Cancionero musical de los siglos Xv


y XVI, n. 299.]

13
Leandro pereci ahogado en el He- primero Tisbe, que fu atacada por una
lesponto cierta noche que volva de ver a fiera, logrando salvarse. Cuando apareci
Hero, la cual se suicid al da siguiente Pramo y vio el manto ensangrentado y
ai ver el cadver de su amado. las seales de la lucha, crey que su
14
Referencia a la fbula de Pramo y amada haba perecido y se suicid. Al
Tisbe. Los dos jvenes decidieron fugarse vo'ver Tisbe y encontrar el cadver ,de
de sus casas para casarse y se citaron Pramo, matse con la misma espada.
35
en las afueras de la poblacin. Lleg Vayamos.
134 JOS MANUEL BLECUA

II III
VILLANCICO
Montesina era la garza
No te tardes que me muero, y de muy alto volar:
carcelero, no hay quien la pueda tomar.
no te tardes que me muero. Mi cuidoso pensamiento
Apresura tu venida ha seguido su guarida,
porque no pierda la vida, mas cuanto ms es seguida
que la fe no est perdida. tiene ms defendimiento ;
Carcelero, de seguirla soy contento
no te tardes que me muero. por de su vista gozar :
Bien sabes que la tardanza no hay quien la pueda tomar.
trae gran desconfianza ; Otros muchos la han seguida
ven y cumple mi esperanza. pensando poder tomalla,
Carcelero, y a quien ms cerca se halla
no te tardes que me muero. tiene ms puesto en olvido ;
Scame desta cadena, harto paga lo servido
que recibo muy gran pena, en slo querer mirar :
pu.es tu tardar me condena. no hay quien la pueda tomar.
Carcelero, Nunca vi tanta lindeza
no te tardes que me muero. ni ave de tal crianza,
Iva primer vez que me viste mas a quien tiene esperanza
sin te vencer me venciste ; mustrale mucha esquiveza ;
sultame pues me prendiste. puede bien con su belleza
Carcelero, todo el mundo cativar :
no te tardes que me muero. no hay quien la pueda tomar.

[Edic. Cancionero, 1496, fs. 95 v. y 88 v.]

i. Ntese el ambiente renacentista de la gloga.


2. Estudese el lirismo y selense los momentos ms bellos.
3.0 Analcense los caracteres y las reacciones psicolgicas de Pl-
cida y Victoriano.
4.0 Estudense las formas estrficas de los tres poemitas. Dgase
qu sentimientos expresan y hgase ver el inters potico del estri-
billo.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 135

LUCAS FERNANDEZ
AUTO DE LA PASIN
SAN MATEO Con huego 3 de caridad
hizo confacin6 de ungentes
Y Pilato, importunado para ungir la enfermedad
d'aquel pueblo, dio sentencia, y maldad
como loco atolondrado, ya de todos los vivientes.
que fuese crucificado Desque Juan le vio llegado
el Cordero de paciencia. a la muerte, as a deshora,
Y el pueblo cbn gran hemencia 1 con la nueva apresurado
arremeti a l muy presto, vuelve a la Virgen turbado
sin tenerle reverencia diciendo : Salid, Seora,
ni clemencia, oirs aquel pregn :
con denuedo deshonesto. que va a muerte condenado
Luego all los mohatrones 2 Aquel que sin corrupcin,
Rabs y Aljama y Sinoga, en perficin
asen de sus cabezones : concebistes sin pecado.
unos le dan empujones, Dejad el trono real,
otros le tiran la soga. apresreos el dolor,
] Oh, qu fu verle acezando, veris aquel divinal
con una cruz muy pesada, sancto rostro imperial
cayendo y estropezando cmo va tan sin color!
y levantando ! Con tales nuevas turbada
] Con la cara ensangrentada, sale la Virgen Mara,
con la voz enronquecida, sin fuerzas, apresurada,
rompidas todas las venas transformada
y la lengua enmudecida con el dolor que senta,
con la color denegrida, Y viendo con tal facin
cargado todo de penas, aquel Hijo tan amado,
y los miembros destorpados 3 , comienza su corazn
los ojos todos sangrientos, a quebarse de pasin,
los dientes atenazados, de tormentos traspasado.
lastimados Ea, Virgen singular,
los labrios con los tormentos ! que si vais fuera del cuento
lgrimas, sangre y sudor en el parir sin penar,
era el matiz de su gesto, d'escotar
derretido con amor lo habis en este tormento.
para curar el langor* I Veis ? Va su fuerza escondida
en qu'el mundo estaba puesto. entre aquel pueblo tirano,

1 3
Locura. Estropeados, desfigurados.
4
* Los que hacen mohatras, engaos, Pena.
5
fraudes. Aqu los judos, aludidos en el Fuego (forma popular).
6
verso siguiente. Mixtura.
JOS MANUEL BLECUA

que la hora es ya venida SANT MATEO


donde quitarn la vida
al Hijo del Soberano. Bien como oveja paciente
Dad, Seora, dad mandado entre los lobos rabiosos,
en la corte celestial, qued el gran rey obediente,
que tienen su Rey cercado muy clemente,
y maltratado entre perros maliciosos.
por la culpa paternal. Qu'es de los reyes indianos
que vinieron a adorarte?
SANT DIONISIO Dnde estn tus cortesanos,
que la fuerza de sus manos
Dime, di dnde quedaron no socorren ayudarte?
las gentes que le seguan.
SANT MATEO
SANT* P E D R O

Todos, todos le negaron, Entre los fieros aleones


todos le desampararon. muere'l guila caudal,
SANT DIONISIO vindole aquellas legiones
y naciones
Cmo no le socorran? desde el coro angelical.

[Edic. de las Farsas y glogas de la Rea


A. Espaola, Madrid, 1929.]
C A P I T U L O XII

EL RENACIMIENTO EN ESPAA

Caractersticas del Renacimiento espaol. Son notas caractersti-


cas del Renacimiento espaol, segn el hispanista Bell, la unidad poltica
y religiosa ; la tendencia a armonizar elementos que parecen contradicto-
rios ; la nacionalizacin de ideas extranjeras; la universalidad del drama;
la erudicin, inspirada ms en Erasmo que en los italianos ; el profundo
conocimiento del griego de numerosos eruditos espaoles, lo mismo que
el hebreo; la cultura enciclopdica, integralismo de un Nebrija, Vives y
otros. El clebre Hernn Nez escriba una vez : Menester es el hombre
ntegro. Finalmente, a diferencia de las dems culturas europeas, la
espaola del Renacimiento no ded la Edad Media, ya que elementos
medievales, poesa y drama, penetran hasta el siglo xvii.
La labor de los eruditos y fillogos del Renacimiento espaol fu muy
intensa y eficaz. Baste recordar solamente la empresa de editar la clebre
Biblia polglota de Alcal, patrocinada por Cisneros, que consta de seis
volmenes en folio con los textos caldeos, hebreos, griegos y latinos, impre-
sos desde 1514 a 1517, cuyos trabajos se haban comenzado en 1502 bajo
la direccin de Nebrija.
Ni debemos pasar por alto, tampoco, la inmensa trascendecia de la
obra filosfica de Luis VIVES, el espaol ms europeo de su poca, que
lleg a obtener importantes cargos acadmicos en las mejores universi-
dades de su tiempo, cuyos trabajos abarcan los asuntos ms dispares. Un
estudioso de su obra dice que Vives es el ms grande reformador de la
filosofa de su tiempo, y precursor a la vez de Bacon y Descartes.

Introduccin de las formas italianas. Espaa se adelant a los


dems pases europeos en la adopcin de las formas italianas, y, aunque
ya vimos cmo Santillana intentaba aproximarse & los sonetos petrarqus-
138 JOS MANUEL BLECUA

tas, n hecho casi fortuito le da el impulso definitivo : la venida a Espaa


del embajador de Venecia ANDREA NAVAGIEEO, que lleg en 1525. E n
una conversacin que sostuvo con J u a n Boscn, en Granada, le indujo a
ensayar la mtrica y los temas italianos. Lo cuenta el mismo Boscn en
una carta clebre dirigida a la Duquesa de Soma. Y rara vez encontraremos
en ninguna literatura un documento en el que, con tanta sencillez, se d
cuenta de una innovacin, cuyos efectos todava perduran. Garcilaso y
Boscn aclimatan en nuestra poesa el endecaslabo, los sonetos, la cancin,
la lira, los tercetos, etc.

Petrarquismo y platonismo. Petrarca fu el poeta preferido y el


ms imitado, como sucedi en el resto de Europa. A la influencia de Pe-
trarca se junta un concepto platnico del amor aprendido tambin en dos
libros fundamentales de origen italiano: El Cortesano, de Baltasar de
Castiglione, traducido por Boscn, y los Dilogos de amor, de Len
Hebreo, judo de origen espaol. E l platonismo dejar su huella no slo
en la poesa sino tambin en la mstica y en la novela, y su influjo durar
todo el siglo xvi y parte del siguiente.

LA POESIA

JUAN BOSCN, (1474-1542), nacido en Barcelona, estudi con Marineo


Sculo, quiz en Castilla, y fu ayo del gran duque de Alba, don Femando.
E n la corte del Emperador Carlos V conoci a Garcilaso, amistad que
haba de durar siempre. Muri en Barcelona en 1542, y al ao siguiente
aparecieron sus obras junto con las de Garcilaso, edicin que l mismo
haba preparado.
Las poesas de Boscn estn divididas en tres libros : el primero, con-
tiene sus obras a la manera tradicional, propia de poeta de cancionero
de fines del siglo x v ; el segundo, consta de numerosos sonetos y diez
canciones a la manera italiana, y el tercero, contiene la Historia de
Leandro y Hero, en versos sueltos, en general pesada, un poema alegrico,
La octava rima, y una deliciosa epstola dirigida a don Diego Hurtado de
Mendoza.
Boscn no es un poeta excepcional, aunque a veces logre aciertos
definitivos en algunos sonetos. E s mejor prosista, como se ve en la
traduccin que hizo de El Cortesano, de Castiglione, elogiada por Gar-
cilaso, que dijo : Guard una cosa en la lengua castellana que muy pocos
la han alcanzado, que fu huir de la afectacin sin dar consigo en nin-
guna sequedad ; y con gran limpieza de estilo us de trminos muy cor-
tesanos y muy admitidos de los buenos ofdos, y no nuevos ni al parecer
desusados de la gente.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 139

Garcilaso de la Vega. El triunfo do la lrica italianizante se debi'


a GARCILASO DE E,A VEGA, nacido en Toledo en 1503 y soldado del Empera-
dor desde 1520. Luch contra los comuneros, asisti a la expedicin de
la isla de Bodas, estuvo en Italia y despus sufri destierro en una isla
del Danubio por haber desobedecido las rdenes de Carlos V al figurar
como testigo en la boda de un sobrino suyo, hijo de Pedro Lasso de la
Vega. E l Emperador le perdon a condicin de que marchase a aples
en el squito del Virrey don Pedro de Toledo. E n 1535 fu herido por los
turcos en la jornada de Tnez, muriendo al ao siguiente en la campaa
de Provenza contra los franceses.

Obra potica. Las poesas completas de Garcilaso comprenden tres


glogas, dos elegas, una epstola, cinco canciones, treinta y ocho sonetos
y varias composiciones breves en octoslabos. Apenas llegan a 4.500 versos.
Sin embargo, a pesar de su brevedad ha sido la poesa que ms influencia
ha ejercido en la lrica castellana.
E n la gloga primera intervienen dos pastores Salieio y Nemoroso
que lamentan los desdenes y la muerte de Galatea y Elisa, respectivamente.
Tanto Salieio como N e m o r o ^ representan al mismo Garcilaso, y Galatea
y Elisa a Isabel Freyre. La gloga segunda consta de dos partes : en la
primera, Albanio cuenta sus amores con Camila ; en la segunda, se hace
la apologa de la casa de Alba. E n la gloga tercera, nos describe belli sima-
mente un paisaje del Tajo, al que concurren diversas ninfas que bordan
en delicadas telas algunas fbulas mitolgicas, en una de las cuales figura la
muerte de Elisa.
De sus sonetos, escritos en diversas circunstancias, son dignos de
admiracin los que comienzan De agella vista pura y excelente, j Oh
dulces prendas por mi mal halladas, Estoy contino en lgrimas baado},
etctera. De sus cinco canciones descuellan la conocida Flor de Gnido,
dedicada a Violante Sanseverino, la segunda, que empieza La soledad
siguiendo, y la tercera.

Temtica e influencias. E l eje central de i a poesa garcilasista lo


constituye la pasin inspirada por Isabel Freyre, casada en 1529 con don
Antonio Fonseca, que muri muy joven. Alrededor de estos dos momentos
casamiento y muerte de Isabel, ha de girar lo esencial de la poesa de
Garcilaso, como las glogas primera y tercera y ayunos sonetos. Pero a
su vez encontramos otros sentimientos, como el de la amistad profesada
a Boscn o a don Pedro de Toledo.
Tan esencial como su sentimiento amoroso, e3 su visin de ia Natu-
raleza, heredada de los italianos y vaciada en el molde pastoril de las
glogas clsicas a lo Virgilio. Los paisajes de Garcilaso, imitados despus
140 JOS MANUEL BLECUA

son finos y llenos de delicadeza. La Naturaleza se estiliza en versos exqui-


sitos y desaparece lo feo y lo agreste.
En cuanto a las influencias, la crtica ha sealado diversos pasajes en
s que se ve la huella de Horacio, Virgilio, Tibulo y Ovidio, entre loa
clisicos, junto con reminiscencias de Petrarca, Sannazaro y Bembo,
entre los italianos, y de Ausias March, entre los espaoles.

Estilo.Los endecaslabos de Garcilaso se caracterizan por su mu*


sicalidad y perfeccin. Merced a su extraordinario dominio de las formas
italianas logr aclimatar en Espaa la lira, la cancin, el soneto,
los tercetos, etc. En -su poesa se observa la ausencia de lo retrico y afec-
tado. Ya Herrera deca que en el divino poeta toledano todo era elegante
y puro y terso y generoso y dulcsimo. Su lenguaje es natural y setscto.
sin latinismos ni violencias sintcticas. Por esta causa, y por su rara
sinceridad e intimidad, Garcilaso es un poeta siempre actual.

Poetas petrar quistas. fistas innovaciones fueron seguidas muy pronto


por un grupo de poetas, algunos de verdadero inters, como HEBNANDO DE
ACUA (1520?-1580?), soldado y cortesano, autor de agradables sonetos y
canciones, y GUTIEKRE DE CETINNA (1520-1557) amigo de don Diego Hur
tado de Mendoza y de Jorge de Montemayor, poeta delicado, que escribi
tambin numerosos sonetos italianizante-s y bellsimos madrigales, algu-
nos tan conocidos como el que principia Ojos claros, serenos.

C O N S L T E S E . M. M e n n d e z Pelayo, A fitologa de poetas lricos castellanos,


vol. X , Madrid, 1945, (para Boscn). Margot A r c e Blanco, Garcilaso de la Vega,
Madrid, 1930. Rafael Lapesa, La trayectoria potica de Garcilaso, Madrid, 1948.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 141

J U A N B O S C A N

CARTA DE BOSCN A LA DUQUESA DE SOMA


DNDOLE CUENTA DE LA INTRODUCCIN
DE LAS FORMAS ITALIANAS

En este modo de invencin 1 ( si as quieren llamarla) nunca pens que


inventaba ni haca cosa que hubiese de quedar en el inundo, sino que entr
en ello descuidadamente como en cosa que iba tan poco en haella que no
haba para qu dexalla de hacella, habindola gana 2 ; cuanto ms, que vino
sobre habla. Porque estando un da en Granada con el Navagero 3 (al cual,
por haber sido tan celebrado en nuestros das, he querido aqu nombralle
a vuestra seora), tratando con l en cosas de ingenio y de letras, y espe-
cialmente en las variedades de muchas lenguas, me dijo porque no pro-
baba en lengua castellana sonetos y otras- artes de trovas usadas por los
buenos autores de Italia; y no solamente me lo dijo as livianamente, ms
an, me rog que lo hiciese. Partme pocos das despus para mi casa, y
con la largueza y soledad del camino, discurriendo por diversas cosas, fui
a dar muchas veces en lo que el Navagero me haba dicho; y as comenc
a tentar este gnero de verso; en el cual al principio hall alguna dificultad,
por ser muy artificioso y tener muchas particularidades diferentes del nues-
tro. Pero despus, parecindome, quiz con el amor de las cosas propias,
que esto comenzaba a sucederme bien, fui paso a paso metindome con
calor con ello. Mas esto no bastara a hacerme pasar muy adelante, si
Garcilaso con su juicio, el cual no solamente en mi opinin, mas en la
de todo el mundo, ha sido tenido por regla cierta, no me confirmara en
esta mi demanda. Y as, alabndome muchas veces este mi propsito, y
acabndomele de aprobar con su ejemplo, porque quiso l tambin llevar
este camino, al cabo me hizo ocupar mis ratos ociosos en esto ms par-
ticularmente.

[Textos segn la edic. de Las obras de Boscn y algunas de Garcilaso de la Vega,


Barcelona, 1543.]

i. Dgase qu consecuencias tuvo esa conversacin para la poesa


espaola. Indquese tambin algn antecedente de poesa italiana.
2. Mustrese el papel de Garcilaso en esa innovacin.
3.0 Qu concepto tiene de Garcilaso su amigo Boscn?

1
Referencia a la nueva manera italiana. que lleg a Espaa en 1525 como embaja-
2
Es decir : teniendo gusto en hacerlos. dor de la repblica de Venecia,
3
Andrea Navagiero, gran humanista,
142 JOS MANUEL BLECUA

I 25 oh amor, que t hiciste


A LA TRISTEZA
que el placer de mi tristura
me quitase de ser triste!
Tristeza, pues yo soy tuyo, Pues me das por mi dolor
t no dejes de ser ma; el placer que en ti no tienes,
mira bien que me destruyo 30 porque te sienta mayor,
slo en ver que la alegra no vengas, que s no vienes,
5 presume de nacerme suyo. entonces vendrs mejor.
Oh tristeza, Pues me places,
que apartarme de contigo vete ya, que en tu ausencia
es la ms alta crudeza 35 sentir yo lo que haces
que puedes usar conmigo! mucho ms que en tu presencia,
io No huyas, ni seas tal,
que me apartes de mi pena ;
soy tu tierra natural, II
no me dejes por la ajena; VILLANCICO
do quiera te querrn mal.
15 Pero di : S no os hubiera mirado
ya que esto en tu compaa, no penara ;
cmo gozar de ti, pero tampoco os mirara.
que no goce de alegra? Veros harto mal ha sido,
Que el placer de verte en mi 5 mas no veros peor fuera ;
20 no hay remedio para echallo. no quedara tan perdido,
Quin jams estuvo as pero mucho ms perdiera.
que, de ver que en ti me hallo, Que os viera o que no os viera,
me hallo que estoy sin ti? igual quedara,
Oh ventura, 10 seora, si no os mirara".

Soneto

El tiempo en toda cosa puede tanto,


que aun la fama por l inmortal muere.
No hay fuerza tal, que el tiempo, si la hiere,
no le ponga seal de algn quebranto.
No es perpetuo el placer, ni lo es el llanto ;
si esto es as por qu mi dolor quiere
que mientras ms en m se envejeciere
est ms firme en un tenor su canto?
Quien consolar quisiese algn amigo,
10 despus de haberle dicho otras razones,
que esperase en el tiempo le dira.
Perdise este consuelo ya conmigo,
porque antes con el tiempo mis pasiones
se van acrecentando cada da.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 143

i. Mustrense las diferencias de forma y contenido entre esos


tres poemas.
2. Analcense los sentimientos que expresan.
3.0 Ntense las anttesis internas y externas del Villancico.

GARCILASO DE LA VEGA

GLOGA PRIMERA1
[Al Visorrey de aples 2 ]
[ SALICIO, NEMOROSO]

El dulce lamentar de dos pastores,


Salicio juntamente y Nemoroso,
he de contar, sus quejas imitando ;
cuyas ovejas el cantar sabroso
5 estaban muy atentas, los amores,
de pacer olvidadas, escuchando 3 .
T 4 , que ganaste obrando
un nombre en todo el mundo,
y un grado sin segundo,
10 agora ests atento, solo y dado
al nclito gobierno del Estado,
Albano; agora vuelto a la otra parte,
resplandeciente, armado,
representando en tierra al fiero Marte ;
15 agora de cuidados enojosos
y. de negocios libre, por ventura
andes a caza el monte fatigando
en ardiente jinete, que apresura
el curso tras los ciervos temerosos,
20 que en vano su morir van dilatando,
espera que en tornando
a ser restituido
al ocio ya perdido,
luego vers ejercitar mi pluma
25 por la infinita innumerable suma

1 Escrita en aples, en 1534. Salicio gran amigo y protector de Garcilaso.


3
y Nemoroso representan al mismo Garci- Ntese la construccin latinizante,
4
taso y Galatea y Elisa a Isabel Freyre. T, vocativo unido a Albano (verso
2
El virrey de Npoleg don Pedro de 12), nombre potico del virrey don Pedro.
Toledo, to del gran Duque de Alba,
144 JOS MANUEL BLECUA

de tus virtudes y famosas obras,


antes que me consuma,
faltando a ti, que a todo el mundo sobras 5 .
En tanto que este tiempo que adivino
30 viene a sacarme de la deuda un da,
que se debe a tu fam y a tu gloria ;
que es deuda general, no slo ma,
mas de cualquier ingenio peregrino
que celebra lo dino 6 de memoria,
35 el rbol de Vitoria7
que cie estrechamente
tu gloriosa frente
d lugar a la yedra que se planta
debajo de tu sombra, y se levanta
40 poco a poco arrimada a tus loores ;
y en cuanto esto se canta,
escucha t el cantar de mis pastores.
Saliendo de las ondas encendido
rayaba de los montes el altura 8
45 el sol, cuando Salicio, recostado
al pie de un alta haya, en la verdura 9 ,
por donde un agua clara con sonido
atravesaba el fresco y verde prado :
l, con canto acordado
50 al rumor que sonaba
del agua que pasaba,
se quejaba tan dulce y blandamente
como si no estuviera de all ausente
la que de su dolor culpa tena;
55 y as como presente 10 ,
razonando con ella, le deca ;

SALICIO
Oh ms dura que mrmol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
ms helada que nieve, Galatea!
60 Estoy muriendo, y an la vida temo ;
temla con razn, pues t me dejas ;
que no haj^ sin ti, el vivir para qu sea.
Vergenza he que me vea
s
Vences, superas. at.nque en realidad, se trata del artculo
6
Digno. femenino, ela, ell, el, con prdida de la
r
El rbol de la victoria es el laurel. a final).
8 9
En esta poca casi todos los nombres Ntese la presencia del paisaje,
l0
fjue comenzaban por a llevaban el ar- Es decir : como si estuviera pre-
tculo el (Vid. ms adelante el aspereza), sente.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

ninguno en tal estado,


65 de ti desamparado,
y de m mismo yo me corro 11 agora.
De un alma te desdeas ser seora
donde siempre moraste, no pudiendo
della salir un hora?
70 Salid sin duelo, lgrimas, corriendo 13 .
El sol tiende los rayos de su lumbre
por montes y por valles, despertando
las aves y animales y la gente :
cul por el aire claro va volando,
75 cul por el verde valle o alta cumbre
paciendo va segura y libremente ;
cul 13 con el sol presente,
va de nuevo al oficio,
y al usado ejercicio
80 do su natura 14 o menester le inclina :
siempre est en llanto esta nima mezquina,
cuando la sombra el mundo va cubriendo,
o la luz se avecina.
Salid sin duelo, lgrimas, corriendo.
85 Y t, desta mi vida ya olvidada,
sin mostrar un pequeo sentimiento
de que por ti Salicio triste muera,
dejas llevar, desconocida, al viento
el amor y la fe, que ser guardada
90 eternamente slo a m debiera?
Oh Dios !, por qu siquiera
(pues ves desde tu altura
esta falsa perjura
causar la muerte de un estrecho amigo)
95 no recibe del cielo algn castigo?
S en pago del amor yo estoy muriendo,
qu har el enemigo?
Salid sin duelo, lgrimas, corriendo.
Por ti el silencio de la selva umbrosa,
100 por ti la esquividad y apartamiento
del solitario monte me agradaba ;
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa 18
y dulce primavera deseaba.
105 Ay, cuan diferente era
y cuan de otra manera
11
Me avergenzo. a los sustantivos del v. 73.
11 li
Ntese el valor potico de ese verso, La naturaleza,
1S
ijue se repetir al final de cada estrofa. Garcilaso gusta de contraponer
11
Los tres pronombres cul se refieren color rojo al blanco.

It
146 JOS MANUEL BLECUA

lo que en tu falso pecho se esconda !


Bien claro con su voz me lo deca
no la siniestra corneja repitiendo 16 ,
la desventura ma.
Salid sin duelo, lgrimas corriendo.
Cuntas veces, durmiendo en la floresta,
reputndolo yo por desvaro,
115 vi mi mal entre sueos desdichado!
Soaba que en el tiempo del esto
llevaba por pasar all la siesta 17 ,
a beber en el Tajo mi ganado;
y despus de llegado.
120 sin saber de cual arte,
por desusada parte
y por nuevo camino el agua se iba;
ardiendo yo con la calor estiva 18 ,
el curso enajenado iba siguiendo
125 del agua fugitiva.
Salid sin duelo, lgrimas corriendo.
Tu dulce habla, en cuya 19 oreja suena?
Tus claros ojos, a quin los volviste? 20
Por quin tan sin respeto me trocaste?
130 Tu quebrantada fe, d la pusiste?
Cules es el cuello que, como en cadena,
de tus hermosos brazos anudaste?
No hay corazn que baste,
aunque fuese de piedra,
135 viendo mi amada yedra,
de m arrancada, en otro muro asida,
y mi parra en otro olmo entretejida 21 ,
que no se est con llanto deshaciendo
hasta acabar la vida.
140 Salid sin duelo, lgrimas, corriendo.
Qu no se esperar de aqu adelante,
por difcil que sea y por incierto?
O qu discordia no ser juntada?
y juntamente, qu tendr por cierto,
145 o qu de hoy ms no temer el amante,
siendo a todo materia por ti dada?
Cuando t enajenada22
de m, cuitado, fuiste,
18 19
Alusin al carcter agorero de la Cuyo, como interrogativo, hoy no
corneja. Recurdense los primeros versos se usa.
del Poema del Cid. 20 s u n endecaslabo dactilico.
1T
La hora de ms calor del da. 21 Alude al casamiento de Isabel con
19
Calor estival. don Antonio Fonseca.
22
Retirada, apartada.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

notable causa diste


150 y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo,
que el ms seguro tema con recelo
perder lo que estuviere poseyendo;
salid fuera sin duelo,
salid sin duelo, lgrimas, corriendo.
155 Materia diste al mundo de esperanza
de alcanzar lo imposible y no pensado,
y de hacer 23 juntar lo diferente,
dando a quien diste el corazn malvado,
quitndolo de m con tal mudanza,
160 que siempre sonar de gente en gente.
X,a cordera paciente
con el lobo hambriento
har su ayuntamiento,
y con las simples aves sin ruido
165 harn las bravas sierpes ya su nido *,
que mayor diferencia comprehendo
de ti al que has escogido 34 .
Salid sin duelo, lgrimas, corriendo.
Siempre de nueva leche en el verano
170 y en el invierno abundo ; en mi majada
la manteca y el queso est sobrado ;
de mi cantar, pues, yo te vi agradada,
tanto, que no pudiera el mantuano
Ttiro 35 ser de ti ms alabado.
175 No soy, pues, bien mirado,
tan disforme ni feo ;
que aun agora me veo
en esta agua que corre clara y pura ;
y cierto no trocara mi figura
180 con ese que de m se est riendo ;
trocara mi ventura.
Salid sin duelo, lgrimas, corriendo.
Cmo te vine en tanto menosprecio?
Cmo te fui tan presto aborrecible ?
185 Cmo te falt en m el conocimiento? 2 '
Si no tuvieras condicin terrible,
siempre fuera tenido de ti en precio,
y no viera de ti este apartamiento.
No sabes que sin cuento
190 buscan en el esto
mis ovejas el fro
de la sierra de Cuenca, y el gobierno 27
23 26
La h de hacer es aspirada. Como si dijera : C
24
Alusin a don Antonio Fonseca. conocerme?
25 27
Virgilio. El sustento.
148 JOS MANUEL BLECUA

del abrigado Extremo 28 en el invierno?


Mas qu vale el tener, si derritiendo.
195 me estoy en llanto eterno?
Salid sin duelo, lgrimas, corriendo.
Con mi llorar las piedras enternecen
su natural dureza y la quebrantan,
los rboles parece que se inclinan ;
200 las aves que me escuchan, cuando cantan,
con diferente voz se condolecen,
y mi morir cantando me adivinan.
Las fieras que reclinan
su cuerpo fatigado,
205 dejan el sosegado
sueo por escuchar mi llanto triste.
T sola contra m te endureciste,
los ojos aun siquiera no volviendo
a lo que t hiciste.
210 Salid sin duelo, lgrimas, corriendo.
Mas ya que a socorrer aqu no vienes,
no dejes el lugar que tanto amaste,
que bien podrs venir de m segura.
Yo dejar el lugar do me dejaste;
215 ven, si por slo esto te detienes.
Ves29 aqu un prado lleno de verdura,
ves aqu un espesura,
ves aqu un agua clara,
en otro tiempo cara,
220 a quien de ti con lgrimas me quejo.
Quiz aqu hallars, pues yo me alejo,
al que todo mi bien quitarme puede;
que pues el bien le dejo,
no es mucho que el lugar tambin le quede.
225 Aqu dio fin a su cantar Salicio,
y sospirando en el postrero acento,
solt de llanto una profunda vena.
Queriendo el monte al grave sentimiento
de aquel dolor en algo ser propicio,
230 con la pesada voz retumba y suena.
L,a. blanca Filomena 30 ,
casi como dolida
y a compasin movida,
dulcemente responde al son lloroso.

98
Extremadura. lengua. Rescatada por su hermana Prog-
** Ves, con la significacin de mira. ne, los dioses, doloridos, la convirtieron
19
Filomena es el ruiseor. Segn la en ruiseor y a su hermana en golondrina.
mitologa, su cuado Tereo le cort la
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

235 Los que cant tras esto Nemoroso


decidlo vos, Pirides 31 , que tanto
no puedo yo ni oso,
que siento enflaquecer mi dbil canto.

NEMOROSO

Corrientes aguas, puras, cristalinas;


240 rboles que os estis mirando en ellas,
verde prado de fresca sombra lleno,
aves que aqu sembris vuestras querellas,
yedra que por los rboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno ;
245 yo me vi tan ajeno
del grave mal que siento,
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueo reposaba,
250 o con el pensamiento discurra
por donde no hallaba
sino memorias llenas de alegra.
Y en este mismo valle, donde agora
me entristezco y me canso, en el reposo
255 estuve ya contento y descansado.
Oh bien caduco, vano y presuroso !
Acurdate durmiendo aqu algn hora,
que despertando, a Klisa 32 vi a mi lado.
Oh miserable hado !
260 j Oh tela 33 delicada,
antes de tiempo dada
a los agudos filos de la muerte !
Mas convenible suerte
a los cansados aos de mi vida,
25 que es ms que el hierro fuerte,
pues no la ha quebrantado tu partida.
Do estn agora aquellos claros ojos
que llevaban tras s como colgada
mi alma doquier que ellos se volvan?
270 Do est la blanca mano delicada,
llena de vencimientos y despojos
que de m mis sentidos le ofrecan?
Los cabellos que van 34
31 33
Las Pirides son las nueve musas, En el sentido de cuerpo humano
habitadoras del monte Pierio. envuelve al alma.
32
Isabel Freyre. 34 Vean. La forma es corriente en
clsicos.
150 JOS MANUEL BLECUA

con gran desprecio el oro,


275 como a menor tesoro,
adonde estn?, adonde el blando 35 pecho?
D la coluna 36 que el dorado techo
con presuncin graciosa sostena?
Aquesto todo agora ya se encierra,
280 por desventura ma,
en la fra, desierta y dura tierra.
Quin me dijera, Elisa, vida ma,
cuando en aqueste valle al fresco viento
andbamos cogiendo tiernas flores,
285 que haba de ver con largo apartamiento
venir el triste y solitario da
que diese amargo fin a mis amores ?
El cielo en mis dolores
carg la mano tanto,
290 que a sempiterno llanto
y a triste soledad me ha condenado;
y a lo que siento ms es verme atado
a la pesada vida y enojosa,
solo, desamparado,
295 ciego sin lumbre en crcel tenebrosa.
Despus que nos dejaste, nunca pace
en hartura el ganado ya, ni acude
el campo al labrador con mano llena.
No hay bien que en mal no se convierta y mude :
300 la mala hierba al trigo ahoga, y nace
en lugar suyo la infelice37 avena.
Iva tierra, que de buena
gana nos produca
flores con que sola
305 quitar en slo vellas 38 mil enojos,
produce agora en cambio estos abrojos,
ya de rigor de espinas intratable ;
yo hago con mis ojos
crecer, llorando, el fruto miserable.
310 Como al partir del sol la sombra crece,
y en cayendo su rayo se levanta
la negra escuridad que el mundo cubre,
de do viene el temor que nos espanta,
y la medrosa forma en que se ofrece
315 aquella que la noche nos encubre,

85
Blando con la significacin de dul- 37 Infelice con e paraggica, frecuen-
ce, delicado. te en el siglo XVI.
86 38
Metfora para designar al cuello. Verlas, por asimilacin de la r
a la L
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 151

hasta que el sol descubre


su luz pura y hermosa ;
tal es la tenebrosa
noche de tu partir, en que he quedado
320 de sombra y de temor atormentado,
hasta que muerte el tiempo determine
que a ver el deseado
sol de tu clara vista me encamine.
Cual suele el ruiseor con triste canto
325 quejarse, entre las hojas escondido,
del duro labrador, que cautamente
le despoj su caro y dulce nido
de los tiernos hijuelos, entre tanto
que del amado ramo estaba ausente,
330 y aquel dolor que siente
con diferencia tanta
por la dulce garganta
despide, y a su canto el aire suena,
y la callada noche no refrena
225 su lamentable oficio y sus querellas,
trayendo de su pena
al cielo por testigo y las estrellas,
desta manera suelto ya la rienda
a mi dolor, y as me quejo en vano
240 de la dureza de la muerte airada.
Ella 39 en mi corazn meti la mano,
y de all me llev m dulce prenda ;
que aquel era su nido y su morada.
i Ay muerte arrebatada !
345 Por ti me estoy quejando
al cielo y enojando
con importuno canto al mundo todo.
Tan desigual dolor no sufre modo.
No me podrn quitar el dolorido
250 sentir, si ya del todo
primero no me quitan el sentido.
Tengo una parte aqu de tus cabellos,
Elisa, envueltos en un blanco pao,
que nunca de mi seno se me apartan ;
355 descjolos, y de un dolor tamao
enternecerme siento, que sobre ellos
nunca mis enojos de llorar se hartan.
Sin que de all se partan,
con sospiros calientes,
360 ms que la llama ardientes,

39
La muerte.
152 JOS MANUEL BLECUA

los enjugo del llanto, y de consuno


casi los paso y cuento uno a uno ;
juntndolos, con un cordn los a t o :
tras esto el importuno
365 dolor me deja descansar un rato.
Mas luego a la memoria se me ofrece
aquella noche tenebrosa, escura,
que tanto aflige esta nima mesquina
con la memoria de mi desventura.
370 Verte presente agora me parece
en aquel duro trance de Lucina",
y aquella voz divina,
con cuyo son y acentos
a los airados vientos
375 pudieras amansar, que agora es muda ;
me parece que oigo que a la cruda,
inexorable diosa demandabas
en aquel paso ayuda ;
y t, rstica diosa, dnde estabas?
380 Ibate tanto en perseguir las fieras?
Ibate tanto en un pastor dormido?* 1
Cosa pudo bastar a tal crueza 42 ,
que, comovida43 a compasin, odo
a los votos y lgrimas no dieras
385 por no ver hecha tierra tal belleza,
o no ver la tristeza
en que tu Nemoroso
queda, que su reposo
era seguir tu oficio4*, persiguiendo
390 las fieras por los montes, y ofreciendo
a tus sagradas aras los despojos?
Y t, ingrata, riendo
dejas morir mi bien ante los ojos?
Divina Elisa, pues agora el cielo
395 con inmortales pies pisas y mides,
y su mudanza ves, estando queda,
por qu de m te olvidas, y no pides
que se apresure el tiempo en que este velo 41
rompa del cuerpo, y verme libre pueda,
400 y en la tercera rueda 46
contigo mano a mano

* Lucina es Diana, la luna. ** Diana era tambin la diosa de la caza.


41 45
Endimin es el pastor dormido, del Cuerpo, como tela.
6
que se enamor Diana. * El cielo de Venus, segn anot
43
Crudeza, dureza. Herrera.
48
Conmovida, reduccin de la forma
culta.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 153

busquemos otro llano,


busquemos otros montes y otros ros,
otros valles floridos y sombros,
405 donde descanse, y siempre pueda verte
ante los ojos mos,
sin miedo y sobresalto de perderte?
Nunca pusieran fin al triste lloro
los pastores, ni fueran acabadas
410 las canciones que slo el monte oa,
si mirando las nubes coloradas,
al tramontar del sol bordadas de oro,
no vieran que era ya pasado el da.
La sombra se vea
415 venir corriendo apriesa
ya por la falda espesa
del altsimo monte, y recordando 47
ambos como de sueo, y acabando
el fugitivo sol, de luz escaso,
420 su ganado llevando,
se fueron recogiendo paso a paso.

CANCIN QUINTA^ sera de m, hermosa flor de


el fiero Marte airado [Gnido*,
Si de mi baja lira 2 a muerte convertido,
tanto pudiese el son, que un mo- 15 de polvo y sangre y de sudor
aplacase la ira [mento [teido;
8
del animoso viento, ni aquellos capitanes
y la furia del mar y el movi- en las sublimes ruedas colocados,
[ miento; por quien los alemanes
el fiero cuello atados 6 ,
y en speras montaas
20 y los franceses van domesticados.
con el suave canto enterneciese Mas solamente aquella
las fieras alimaas, fuerza de tu beldad sera canta-
los rboles moviese, y alguna vez con ella [da,
10 y al son confusamente los tra- tambin sera notada
jese3; 25 el aspereza de que ests arma-
no pienses que cantado y cmo por ti sola, [da ;
47 s
Despertando. Referencia a Orfeo.
* G nido o Nido, barrio de aples.
1 5
Dedicada a Violante Sanaeverino, Los capitanes romanos acostumbra-
dama napolitana, pretendida por Mario b a n , cuando volvan victoriosos a Roma,
Grleota, amigo de Garcilaso a entrar en carros triunfales, llevando
2
Por primera vez en la poesa espa- delante los prisioneros, en este caso ger*
ola se usan estas estrofas, llamadas liras manos.
a causa de la palabra del primer verso. Acusativo griego o de parte.
Garcilaso las imit de Bernardo Tasso.
154 JOS MANUEL BLECU4

y por tu gran valor y hermo- 70 y as su alma con su mrmol


convertida en viola8, [sura T , Estbase alegrando [arde,
llora su desventura del mal ajeno el pecho empeder-
30 el miserable amante en su figura. cuando abajo mirando [nido,
Hablo de aquel cautivo, el cuerpo muerto vido
de quien tener se debe ms cui- 75 del miserable amante, all ten-
que est muriendo vivo, [dado, Y al cuello el lazo atado, [dido.
al remo condenado9, con que desenlaz de la cadena
35 en la concha de Venus amarra- el corazn cuitado,
Por ti, como sola, [do 10 , que con su breve pena
del spero caballo no corrige 80 compr la eterna punicin 13 aje-
la furia y gallarda, sinti all convertirse [na.
ni con freno le rige, en piedad amorosa el aspereza.
40 ni con vivas espuelas ya le afli- Oh, tarde arrepentirse !
Por ti, con diestra mano [ge. Oh, ltima terneza !
no revuelve la espada presurosa, 85 Cmo te sucedi mayor dureza ?
y en el dudoso llano Los ojos se enclavaron
huye la polvorosa en el tendido cuerpo que all
45 palestra, como sierpe ponzoosa. los. huesos se tornaron [vieron,
Por ti, su blanda musa 11 , ms duros y crecieron,
en lugar de la ctara sonante, 90 y en s toda la carne convir-
tristes querellas usa, las entraas heladas [tieron ;
que con llanto abundante tornaron poco a poco en piedra
50 hacen baar el rostro del amante. por las venas cuitadas [dura ;
Por ti, el mayor amigo la sangre su figura
le es importuno, grave y enojoso; 95 iba desconociendo y su natura ;
yo puedo ser testigo, hasta que, finalmente,
que ya del peligroso en duro mrmol vuelta y trans-
55 naufragio fui su puerto y su re- hizo de s la gente [formada,
Y agora en tal manera [poso. no tan maravillada
vence el dolor a ia razn perdida, 100 cuanto de aquella ingratitud
que ponzoosa fiera [vengada
nunca fu aborrecida No quieras t, seora,
60 tanto, como yo del, ni tan temi- de Nmesis 14 airada las saetas
No fuiste t engendrada, [da. probar, por Dios, agora ;
ni producida de la dura tierra ; baste que tus perfectas
no debe ser notada 105 obra y hermosura a los poetas
que ingratamente yerra den inmortal materia,
65 quien todo el otro error de s sin que tambin en verso la-
Hgate temerosa [destierra, celebren la miseria [mentable
12
el caso de Anaxrete , y cobar- de algn caso notable,
que de ser desdeosa [de, 110 que por ti pase triste y mise-
se arrepinti muy tarde rable.
7 12
La h es aspirada. Anaxarete fu convertida en mrmol
H
Juego de palabras entre viola, violeta, porque habiendo desdeado al joven
y Violante. ifis, que apareci muerto en sus rejas,
Ntese la semejanza entre galeote no se condoli en el entierro.
13
y Galeota, Condenacin, castigo.
10 14
Venus naci de la espuma del mar. Nemesis era la diosa de la venganza
11
Mario Galeota era tambin poeta. y de la justicia distributiva en Grecia.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 155

SONETOS

Oh. dulces prendas, por mi mal halladas,


dulces y alegres cuando Dios quera!
Juntas estis en la memoria ma,
y con ella en mi muerte conjuradas.
5 Quin me dijera, cuando en las pasadas
horas en tanto bien por vos me va,
que me habades de ser en algn da
con tan grave dolor representadas?
Pues en un hora junto me He vastes
i todo el bien que por trminos me distes,
llevadme junto el mal que me dejas tes.
Si no, sospechar que me pusistes
en tantos bienes, porque deseastes
verme morir entre memorias tristes.
II
Hermosas ninfas, que en el ro metidas,
contentas habitis en las moradas,
de relucientes piedras fabricadas,
y en colunas de vidrio sostenidas;
5 agora estis labrando embebecidas,
o tejiendo las telas delicadas;
agora unas con otras apartadas
contndoos los amores y las vidas;
dejad un rato la labor, alzando
io vuestras rubias cabezas a mirarme,
y no os detendris mucho segn ando ;
que o no podris de lstima escucharme,
o convertido en agua aqu llorando,
podris all de espacio consolarme.

i. Hgase un estudio de la lengua potica de Garcilaso : a) Es-


trofas y versos ; 6) el lenguaje, su claridad, modernidad ; c) Met-
foras, imgenes y comparaciones,
2. Indquense las partes de la gloga primera y sentimientos
qu expresan.
3.0 Mustrese la sinceridad del poeta. Cmo expresa su dolor?
4.0 Estudese la presencia del paisaje y de qu manera coincide
la Naturaleza con los sentimientos del poeta. Cmo es el paisaje?
5.0 Indquense los elementos renacentistas de la gloga, tanto
en la forma como en el contenido.
6. Sealar los momentos ms bellos.
JOS MANUEL BLECLU

GUTIERRE DE CETINA

MADRIGAL

Ojos, claros, serenos,


si de un dulce mirar sois alabados,
Por qu si me miris, miris airados?
Si cuando ms piadosos,
5 ms bellos parecis a aquel que os mira,
no me miris con ira,
porque no parezcis menos lennosos.
Ay tormentos rabiosos !
Ojos claros, serenos,
i ya que as miris, miradme al menos.

SONETO

Como de duro entalle una figura


con gran facilidad se imprime en cera,
y como queda siempre aquella entera
mientras que otra imprimir no se procura :
5 tal en mi alma vuestra hermosura
ha esculpido el amor cual en vos era,
y hala dejado siempre en la primera,
viendo que de algn otra no se cura.

El cuerpo, que a seguir al alma aspira,


io por no haber parte en l de vos ajena,
muestra en s mil imgenes iguales :
Como sala que est de espejos llena,
que la imagen de aquel que en uno mira
en todos muestra siempre unas seales.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITEflATURA ESPAOLA

HERNANDO DE ACUA

SONETO

Ya se acerca, Seor, o ya es llegada


la edad gloriosa en que proclama el cielo
un pastor y una grey sola en el suelo
por suerte a vuestros tiempos reservada.
5 Ya tan alto principio en tal jornada
os muestra el fin de vuestro santo celo
y anuncia al Mundo para ms consuelo
un Monarca, un Imperio y una Espada.
Ya el orbe de la Tierra siente en parte
io y espera en todo vuestra Monarqua
conquistado por vos en justa guerra.
Que a quien ha dado Cristo su estandarte
dar el segundo, ms dichoso da
en que vencido el Mar venza la Tierra.
158 JOS MANUEL BLECUA

LA REACCIN TRADICIONALISTA

La reaccin tradicionalista, E l ms importante de los poetas que se


oponen a las innovaciones de Garcilaso es CRISTBAL DE CASTILLEJO (1490 ?-
1550), natural de Ciudad Rodrigo, que como secretario del rey de Bohemia,
don Fernandos estuvo en Viena y en otras ciudades de la Europa central.
Aunque monje, fu de vida algo desenvuelta, y sus poesas recogen amo-
res reales. Toda su obra est escrita en versos cortos, a la manera tradi-
cional, y los octoslabos adquieren en su pluma una ligereza notable.
Protest contra las innovaciones garcilasistas en su composicin Contra
los que dejan los metros castellanos y siguen los italianos. De intencin
satrica es su Sermn de amores y el Dilogo de las mujeres.
Sigui al principio la manera de Castillejo, el poeta GREGORIO SIL-
VESTRE (1520-1569), nacido en Lisboa, pero que vivi muchos aos en
Granada. E s autor de versos octosilbicos bastante graciosos, aunque deriv
despus a la poesa italianizante, en la que nos dej numerosos sonetos
y canciones de raro inters.
Tambin fu poeta tradicional e italianizante don DIEGO HURTADO
MENDOZA (1503-1575) soldado y diplomtico, erudito y gran humanista.
E n prosa escribi una historia de la sublevacin de los moriscos en tiempo
de Felipe I I , titulada Guerra de Granada, caracterizada por su estilo
cortado y lacnico, aunque elegante.
Como poeta oscila entre una manera tradicional y un gusto por lo ita-
lianizante. S'us redondillas fueron muy elogiadas por Lope de Vega. Es-
cribi tambfn sonetos, epstolas y fbulas de contenido mitolgico. En
general, es preferible su poesa en metros cortos.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 159

CRISTOBAL DE CASTILLEJO

VILLANCICO REPRESIN CONTRA LOS POETAS ESPA-

No pueden dormir mis ojos ~ O L E S >UE ESCRIBEN EN VERSO


no pueden dormir. ITALIANO
Pero, cmo dormirn
cercados en derredor Pues la sancta Inquisicin
5 de soldados de dolor, suele ser tan diligente
que siempre en armas estn? en castigar con razn
Los combates que les dan, cualquier secta y opinin
no los pudiendo sufrir, 5 levantada nuevamente,
no pueden dormir.
resuctese Lucero,
io Alguna vez, de cansados a corregir en Espaa
del angustia y del tormento, una nueva tan nueva y extraa,
se duermen que no lo siento, como aquella de Lutero
que los hallo trasportados ;
pero los sueos pesados 10 en las partes de Alemana.
15 no les quieren consentir Bien se pueden castigar
que puedan dormir. a cuenta de anabaptistas,
Mas ya que duerman un poco, pues por ley particular
estn tan desvanecidos, se tornan a baptizar
que ellos quedan aturdidos, 15 y se llaman petrarquistas.
20 yo poco menos de loco ; Han renegado la fee
y si los muevo y provoco de las trovas castellanas,
con cerrar y con abrir,
no pueden dormir. y tras las italianas
se pierden, diciendo que
CANCIN so son ms ricas y loanas...
Dios d su gloria a Boscn
Aquel caballero, madre, y a Garcilaso poeta,
como a mi le quiero yo,
y remedio no le do. que con no pequeo afn
y por estilo galn
KI me quiere ms que a s, 25 sostuvieron esta seta,
5 yo le mato de cruel ; y la dexaron ac
mas en serlo contra l
tambin lo soy contra m. ya sembrada entre la gente ;
De verle penar as por lo cual debidamente
muy penada vivo yo, les vino lo que dir
TO y remedio no le d. 30 este soneto siguiente:

1
Parece tratarse d e cierto 'nquisidor
cordobs, famoso por su dureza.
160 JOS MANUEL. BLECA

SONETO

Garcilaso y Boscn siendo llegados


al lugar donde estn los trovadores
que en esta nuestra lengua y sus primores
fueron en este siglo sealados,
35 los unos a los otros alterados
se miran, con mudanza de colores,
temindose que fuesen corredores
espas o enemigos desmandados ;
y juzgando primero por el traje,
40 parescironles ser, como deba,
gentiles espaoles caballeros ;
y oyndoles hablar nuevo lenguaje
mezclado de extranjera poesa,
con ojos los miraban de extranjeros.

[Edic. de las Obras de Castillejo en Clsicos Castellanos.]

1.o Cul es la posicin de Castillejo frente a las innovaciones


ie Boscn y Garcilaso? Qu resultados obtuvo esa protesta?
2.0 Hgase un estudio de esos dos poemitas y relacinese con
3oemas anteriores.

GREGORIO SILVESTRE

CANCIN son de sol y ms si hay ms


15 adonde suba el comps
Seora, vuestros cabellos lo ms precioso del suelo.
de oro son, No hay que comparar con ellos,
y de acero el corazn, de oro son,
que no se muere por ellos. y de acero el corazn
5 No son de oro, que no es el 20 que no se muere por ellos.
oro de tanto valor; Vuestros cabellos, seora,
porque no hay cosa mejor, son de oro para m,
los comparamos con l. que cada uno por s
Yo digo, que el oro es dellos me enriquece y me enamora.
10 y ellos son 25 Las almas ponis en ellos
tesoro del corazn, en prisin,
que siempre contempla en ellos. y es de acero el corazn
Son de lumbre, son de cielo, que no se muere por ellos.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 161

SONETO

En la muerte de doa Mara

Mortales : Habis visto tnayor cosa


que siendo muerte me he tornado vida,
y de spera, cruel y desabrida
me lie hecho blanda, dulce y amorosa?
3 Ya me codician todos por hermosa,
y de quien era ms aborrecida
soy con alegre cara recebida
por suerte deseada y venturosa.
Sabis de qu manera el mortal velo
i del alma santa desat de aquella
por quien era el vivir dulce, agradable?
Muri doa Mara y subi al cielo :
qued hecho el vivir muerte sin ella,
y alegre vida yo, dulce y amable.

[Edic. de las Poesas de G. Silvestre, Granada, 1939.]

DON DIEGO HURTADO DE MENDOZA

DEI, CONVENTO DE ALCNTARA su naturaleza trueca ;


15 no es nacida cuando es seca,
Lugar propiamente mo o de viciosa se pierde.
es el lugar donde estoy; Llanos y montes y sierras
todo es maana sin hoy, nombres son y devaneo;
todo es invierno o esto. oylos y no los creo,
5 El tiempo os pasa adelante, 20 como cuentos de otras tierras.
sentslo y no lo veris, Dcese que hay ro y puente,
con la mano tocaris vemos casas por defuera,
el poniente y el levante. que hay calles y corredera ;
Vaya el hombre por do fuere, pero no vemos la gente.
ro no ve sino abismo y cumbre ; 25 Lugar slo y sin consuelo,
aun el da no da lumbre de pensamientos misterio,
cuando en los ojos se mueve. no hay en t otro refrigerio
Si alguna yerba verde sino peascos y cielo.

11
C A P I T U L O X I I I

LA PROSA EN EL REINADO DE CARLOS V

La prosa en la poca de Carlos V : Sus caractersticas. Cuando,


en 1517, comienza el gobierno del Emperador han aparecido ya, como
vimos, dos libros decisivos en nuestra literatura : La Celestina y el Ama-
ais. Hemos estudiado cmo en el primero se mezclan sabiamente lati-
nismo con popularismo : junto a los refranes o frases populares caminan
los cultismos ms exagerados ; y el segundo marca la pauta para toda
una extensa y cclica literatura que influir poderosamente en ] a con-
cepcin caballeresca de la vida G-arcilaso, San Ignacio, Don Quijote.
Algo posterior es el Lazarillo, creacin del hroe de la vida minscula
en contraposicin al caballero andante. De este libro arrancar en nues-
tras letras una de sus formas ms tpicas, la novela picaresca, que alcanzar
su esplendor en los tiempos de Felipe I I I y Felipe IV.
La estilstica de la poca puede reducirse a pocas palabras : se pro-
pende a la sencillez y al habla normal, sin afectacin, aunque al mismo
tiempo, en ciertos escritores, se recurre a las oraciones rimadas y a la
similicadencia, a la retrica y al periodo amplio, ciceroniano, resultando
de todo ello un lenguaje expresivo, lleno de dignidad y gracia.

Los hermanos Valds ; el erasmismo. Las doctrinas de Desiderio


Erasmo tuvieron en esta poca una acogida extraordinaria. Los ms fer-
vorosos partidarios fueron precisamente cortesanos y humanistas, como
los hermanos Valds, Juan de Vergara y los arzobispos Alonso de Fonseca
y Alonso Manrique.
ALFONSO DE VALDS (1490-1532) de Cuenca, secretario del Empera-
dor, mereci el apelativo de ms erasmista que Erasmo. E s autor de
dos Dilogos muy interesantes, el de Lactancio y un Arcediano y el de
Mercurio y Carn (Aqueronte). E l primero es una dura censura de carde-
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 163

ter erasmista y una-defensa del saqueo de Roma por las tropas del Con-
destable Borbn. El de Mercurio y Carn, que tiene sus antecedentes
en las viejas Danzas de la Muerte y en los Dilogos de Luciano, signi-
fica una apologia del Emperador, junto con una visin satrica de los
personajes de su tiempo. Los dos Dilogos estn escritos con gran ele*
ganda y son un tesoro de la lengua segn expresin de Menndea
Pelayo.
Su hermano gemelo JUAN (fl541) vise obligado por sus ideas reli-
giosas a marchar a Italia, siendo agente del Emperador y gentilhombre
del Papa Clemente V I I . Vivi muchos aos en aples, ocasionando con
sus ideas la propagacin de cierto protestantismo.
Influido Juan por su hermano, no tard en convertirse en un propa-
gandista de Erasmo. La mayor parte de su produccin es de carcter
religioso. Citemos el Alfabeto cristiano, las Ciento diez consideraciones
divinas, las interpretaciones de los Salmos, etc. Pero la obra verdadera-
mente interesante, desde el punto de vista literario, es su Dilogo de la
lengua, donde Valds recoge la corriente defensora de las lenguas vul-
gares, admitiendo gran cantidad de giros populares y de neologismos.
Este Dilogo es uno de los libros ms bellamente escritos de toda nuestra
literatura, con una elegancia desafectada, semejante a la de un Garcilaso,
su gran amigo.

Fray Antonio de Guevara. Contrasta con e1 estilo de los Valds


el de FRAY ANTONIO DE GUEVARA (1480-1545), nacido en las Asturias
de Santillana, que fu obispo de Guadix y Mondofiedo y predicador oficial
de la corte del Emperador, a quien ms de una vez escribi sus discursos.
Guevara es autor de las obras ms ledas en la Europa del siglo xvi : el
Relox de Principes y Libro de Marco Aurelio, de carcter didctico-pol-
tico, cuyo fin es la educacin de los prncipes, fu traducido hasta al
armenio, logrando un xito considerable ; el titulado Menosprecio de corte
y alabanza de aldea, es un librito de contenido moralizante, en el que
se hace la apologa de la vida retirada, y finalmente, sus Epstolas fami-
liares, llenas de donaire y gracia, muy ledas tambin en todo el sigt.o xvi.
Frente a Valds, que propugna la naturalidad sin afectacin, el estilo
de Guevara destaca por su artificiosidad. E s frecuente encontrar las pare-
jas de sinnimos, la similicadencia, las anttesis y todos los recursos
tpicos del siglo xv. Influido por su carcter de orador, su estilo es suasorio
y no faltan ciertos elementos conceptistas que anuncian el barroquismo
de final de siglo.

El Lazarillo y la novela picaresca. La novela picaresca es una de


las manifestaciones ms originales y autctonas de la literatura espaola.
Es la autobiografa de un picaro^ personaje antheroico y vagabundo, de
164 > JOS MANUEL BLECUA

baja extraccin social, que vive sin oficio determinado, sin aspiraciones
ni deseo de gloria. Este gnero novelesco no tiene carcter potico, y las
grandes pasiones ^el amor y la gloria carecen all de importancia. Lo
interesante es la aventura, el vagabundeo de pueblo en pueblo y la es-
cripcin realista y satrica de diversos tipos y clases sociales.

Las dos pocas de la picaresca. E n la novela picaresca suelen


distinguirse dos pocas: la del Lazarillo y la del Guzman de Alfarache,
que sintetiza la picaresca en el Barroco. Entre una y otra hay algunas
analogas, pero son ms las diferencias. La visin del mundo que nos
presenta el Lazarillo no es tan mordaz y desilusionada como Xa del Guz-
man. Lzaro, como veremos, no es propiamente un picaro, sino un mu-
chachillo que lucha contra la avaricia de sus amos, mientras que Guzmn
o Pablos son autnticos picaros que viven al margen de la ley.

La vida de Lazarillo de Tormes. La Vida de Lazarillo de Tor*


mes y de sus fortunas y adversidades se public por primera vez en 1554
en Burgos, Alcal y Amberes, con poca diferencia de tiempo. Obtuvo un
xito extraordinario y cinco aos ms tarde era prohibida por la Inquisi-
cin, hasta que en 1573 apareci con algunas supresiones. Se desconoce
su autor, habindose atribuido a don Diego de Mendoza, pero sin pruebas
suficientes.

Narra la vida y desventuras de Lzaro de Tormes, primero como mozo de ciego,


y despus como criado de un clrigo avariento, de un escudero, de un buldero y
de un alguacil, alcanzando por ltimo el cargo de pregonero de la ciudad de Toledo.

Sus caractersticas y estilo. El Lazarillo interesa lo mismo por


la pintura de caracteres, que por el estilo. Lzaro no es un -picaro, como
ya dijimos, y est lleno de simpata y gracia. E s bondadoso y alegre, y
a su lado contrastan los caracteres del ciego, del clrigo avariento y del
hidalgo pobre, retratados magistralmente y con irona. El estilo es ner-
vioso y vivo, natural y elegante al mismo tiempo. Cada palabra dice
Menndez Pidal va derecha a lograr un marcado efecto pictrico y sa-
trico.

Los historiadores. Los hechos del Emperador fueron narrados por


PERO MEXIA, JUAN GINS DE SEPLVEDA, L U I S DE AVILA Y ZIGA, co-
rriendo a cargo del bufn don FRANCESILLO DE ZTJIGA la visin satrica de
los personajes ms clebres y poderosos de la poca.
Ofrecen, sin embargo, mucho ms inters los escritores de Indias, los
historiadores que se dedicaron a escribir los hechos y descubrimientos de
los colonizadores. Con ellos nace una nueva manera de escribir ""a histo-
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 165

. ra, ya que, en algunos casos, fueron los mismos descubridores quienes


contaban los hechos en que haban tomado parte, como sucede con H E R -
NN CORTS, BERNAL DAZ DEL CASTILLO y ALVAR NUNEZ CABEZA DE
VACA. Los ms interesantes de este grupo son : FRANCISCO LPEZ DE G O -
MARA (1512-1557), autor de la Historia general de las Indias ; FRAY BAR.
TOLOM DE LAS CASAS, autor del clebre libro titulado Brevsima relacin de
la destruicin de Indias, famosa porque de l parte la triste leyenda negra,
pero que supone una encendida defensa de los indgenas, y FERNNDEZ DE
OVIEDO, que escribi la primera Historia natural de las Indias.

CONSLTESE. Para los hermanos Valds, M. Menndez Pelayo, Historia


de 03 heterodoxos espaoles, vol. Ill, 1947, y tambin los prlogos de J. Montesinos
en las ediciones de Clsicos Castellanos.Para Guevara; M. R. Lida, Fray Anto-
nio de Guevara en la Revista de Filologa Hispnica, 1945, VIII. Para El Laza-
rillo, F. W. Chadler, La novela picaresca en Espaa, Madrid, 1913. Para el estilo
de la poca : R. Menndez Pida!, El lenguaje del siglo Xvi, en La lengua de
Cristbal Coln, Col. Austral.
166 JOS MANUEL BLECU*

JUAN DE VALDES

DILOGO D E LA LENGUA*

VALDS.Qu es lo que queris?


MARCIO.Que nos digis lo que observis y guardis acerca del escrivir
y hablar en vuestro romance castellano quanto al estilo.
[VI] VALDS..Para deziros la verdad, muy pocas cosas observo, por-
que el estilo que tengo me es natural, y sin afetacin ninguna escrivo como
hablo ; solamente tengo cuidado de usar de vocablos que sinifiquen bien
lo que quiero dezir, y dgolo quanto ms llanamente me es possible, por-
que a mi parecer ea ninguna lengua st bien Pafetacin. Quanto al hazer
diferencia en el alar o abaxar el estilo, segn lo que scrivo, o a quien
derivo, guardo lo mesmo que guardis vosotros en el latn.
MARCIO.-Si acerca desto uvissedes de aconsejar a alguno, qu le
dirades ?
VALDS.-Dirale primeramente que guardasse lo que al principio dixe
de los artculos, porque esto pertenesce ass para el hablar bien como para
el escrevir. Avisarale ms que no curasse 1 de un que suprfluo que muchos
ponen tan continuamente, que me obligara quitar de algunas escrituras,
de una hoja, media dozena de ques suprfluos.
MARCIO.Dadnos algn exemplo para que entendamos esso.
VALDS.De refrn3 no se me ofrece ninguno que tenga este que de-
masiado, y creo lo causa la brevidad con que stn escritos ; pero, si miris
en lo que leis, hallaris ser verdad lo que os digo en partes semejantes
que sta: creo que ser bien hazer esto. Adonde aquel que st suprfluo,
porque dira mejor : creo ser bien hazer esto.
MARCIO.Bien me contenta esso, pero qu seal tememos 3 para ver
qundo st suprfluo y qundo no?
VALDS.La mesma escritura, si la miris con cuidado, os lo mostrar.
Como tambin en un de que se pone demasiado 4 y sin propsito ninguno,
diziendo no os he sorito esperando de embiar, donde stara mejor, sin
aquel de, dezir esperando embiar. Y creedme que estas superfluidades no
proceden sino del mucho descuido que tenemos en el scrivir en romance.
MARCIO.Bien creo esso y bien me ha parecido esotro. Proseguid adelante.
VALDS.Tambin avisara que conviene usar la composicin del verbo
con lo y la, los y las muy libremente, sin pensar dezir por otra manera lo
que se puede dezir por aqulla.
MARCIO.Cmo se haze essa composicin?
VALDS.Diziendo hablarlo y traerla, hablarlos y traerlas.
MARCIO.Qu queris en esto, que no os entiendo?
VALDS.Que se deve usar esta composicin de la manera que digo y no
2
* Loa tratados en forma de dilogo Va 1 ds acostumbra a poner ejemplo
son muy frecuentes en el Renacimiento. con refranes.
1 3
No cuidase. Tendremos.
4
Innecesariamente, de ms.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 167
andar por las ramas como algunos que, por no hablar como los otros, dizen
por ponerlos, los poner y por traerlas, las traer, etctera. Es bien verdad
que lo uno y lo otro se puede seguramente usar, pero el dezir ponerlos y
traerlas, a mi parecer es ms llano y ms puro, y aun ms galano y ms
castellano. Dvese tambin huir toda manera de dezir que tenga mal sonido,
como es diziendo me he de perder, adonde, como veis, estara mejor y ms
galanamente he de perderme. Y destas maneras de dezir hallaris muy
muchas, si miris un poco en ellas. Hablar o escrivir de suerte que vuestra
razn pueda tener dos entendimientos, en todas lenguas es muy gran falta
del que habla o escrive.
CORIOLANO.Esso mesmo ensea Quintiliano.
VALDS Ass es verdad. En este error caen especialmente los que
quitan una a que se deve poner delante de algunos accusativos, y ass,
aviendo de dezir el varn prudente ama a la justicia, dizen ama la justicia,
la qual manera de hablar, como veis, puede tener dos entendimientos ; o
que el varn prudente ame a la justicia, o que la justicia ame al varn
prudente, porque sin la a parece que stn todos dos nombres en un mesmo
caso. Tambin es falta poner dos partes una cabo5 otra de tal manera que,
juntndose la una con la otra, de todas dos se haga una, por que hazen
desatinar al lector.
CORIOLANO.Para entender bien esso, es menester que nos lo mostris
por algn exemplo.
VALDS.Por exemplo os puede bastar esto, que, si avis de dezir es bien,
no digis bien es, y de otra suerte, s avis de screvir es -verdad, no digis
verdad es, y si es mal, no digis mal es, porque no parezcan plurales.
Otros muchos os podra sealar, pero, para entender lo que digo, harto
bastan stos.

MARCIO....Proseguid en dezirnos lo que pertenece al estilo de vuestra


lengua castellana.
VALDS.Con deziros esto, pienso concluir este razonamiento desabrido :
que todo el bien hablar castellano consiste en que digis lo que queris
con las menos palabras que pudiredes, de tal manera que, explicando bien
el conceto de vuestro nimo y dando a entender lo que queris dezir, de
las palabras que pusiredes en una clusula o razn no se pueda quitar
ninguna sin ofender o a la sentencia 6 della, o al encarecimiento, o a la
elegancia.
MARCIO.Declaradnos 7 ms esso.
VALDS.Que me plaze. Si quisisedes quitar algo deste reirn : Ama
a quien no te ama y responde a quien no te llama, con qualquier cosa que le
faltasse gastarades 8 la sentencia que tiene. Y si deste refrn : Quien
guarda y condessa, dos vezes pone mesa, donde lo mesmo es guardar que
ondessar, quitssedes el uno dellos, aunque no gastarades la sentencia,
quitarades el encarecimiento que suelen hazer dos vocablos juntos que

5 7
Cerca de, junto a. Explicadnos.
fr
Al sentido. Estropearais.
168 JOS MANUEL BLECUA

sinifican una mesma cosa9. De la mesma manera, si deste refrn : Qual la


madre, tal hija y tal manta que las cobija quitssedes el segundo tal, o
deste : Del monte sale quien el monte quema quitssedes el segundo monte,
aunque no gastarades la sentencia ni disminuirades el encarecimiento,
estragarades de tal manera el estilo, que las clusulas quedavan coxas.
MARCIO.Muy bien me parece esto. Pero dezidme, tenis por buena
manera sta destos refranes, que parece van con no s qu consonantes ?
VALDS.S, que es buena por estas sentencillas ass breves, pero siempre
aconsejara a quien quisiesse hablar o escrivir bien que se guardase della,
porque, si no es en semejantes dichos breves, en lo dems es muy agena del
estilo castellano.
MARCEO.Pues cmo ay algunos que emprimen libros en este tiempo
que usan esta manera de screvir? 10
VALDS.Porque tambin ay algunos que imprimen libros en latn que
usan otras cosas muy agenas del buen estilo de la lengua latina.

[ E d i c . de R. L a p e s a e n Clsicos Ei>ro.]

i. Dganse cules son las doctrinas estilsticas de Valds y su


calor.
2. Mustrense los usos que condena. Pueden aplicarse hoy?
3.0 Comprense estas pginas con las de Guevara y el Lazarillo.
Qu diferencias se hallan?

1
E l p o n e r en u n a clusula d o s o tres . Ntese cmo V a l d s condena Ja
vf/ces sinnimas era u n recurso estilstico similicandencia.
frecuente ya e n el siglo XV y m s usado
e n el siglo XVI. V i d . algn ejemplo en
Guevara
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 169

G U E V A R A

LETRA PARA D . ENUQUZ1, EN LA CUAL EL AUTOR LE RESPONDE A MUCHAS


DEMANDAS GRACIOSAS

Magnfico Seor y mi amigo antiguo: Valdivia, vuestro solicitador, me


dio una carta, la cual pareca bien ser de su mano escrita, porque traa
pocos renglones y muchos borrones 2 . S como os hizo Dios caballero, os
hiciera escribano, mejor maa os dirades a entintar cordobanes3, que a
escrebir procesos: Siempre trabajad*, seor, en que si escribirades alguna
carta mensajera 5 , que los renglones sean derechos, las letras juntas, las
razones apartadas, la letra buena, el papel limpio, la nema 6 sutil, la ple-
gadura 7 igual y el sello claro ; porque es ley de corte que en lo que se
escribe se muestre la prudencia, y en la manera de escribir se conozca la
crianza. En la carta que me fu dada se contenan muchas preguntas debajo
de muy pocas palabras; y porque con una turquesa 8 hagamos ambos dos
bodoques 9 , ser pues el caso que a cada pregunta responder una sola
palabra. Preguntisme, seor, que a qu vine a la corte. Y a esto os respon-
do que no vine de mi voluntad sino que me constri necesidad ; porque en
el debate y pleito 10 que traemos la iglesia de Toledo y yo, fume necesario
venirme a disculpar, y al pleito desmaraar. Decsme, seor, que qu es lo
que hago en la corte. Y a esto os respondo que, segn mis contrarios me
siguen y mis negocios se alargan, que ninguna cosa hago, sino que me
deshago 11 . Decsme, seor, que os escriba qu es la cosa en que mas
ocupo el tiempo. Y a esto os respondo que, segn los cortesanos tenemos
por oficio malquerer, cizaar, blasfemar, holgar, mentir, trafagar 12 y
maldecir, con ms verdad podremos decir del tiempo, que le perdernos,
que no que le empleamos. Decsme, seor, que 13 quines son los con
quien ms converso en esta corte. Y a esto os respondo que es de tan
mal viduo 14 la corte y su gente, que los que en ella andamos y dende
nios nos criamos, no es nuestro estudio buscar con quin conversemos,
sino en descubrir de quienes nos guardemos. Apenas tenemos tiempo
para defendernos de los enemigos, y queris que nos ocupemos en buscar
nuevos amigos? En las cortes de los prncipes yo confieso que hay con-
versacin de personas, mas no hay confederacin de voluntades; porque
aqu la enemistad es tenida por natural, y la amistad por peregrina. Es
1 7
Don Enrique Enrquez, caballero de Los pliegues.
8
la Corte de Carlos V. Piedra preciosa.
2 9
Ntese la similicadencia y la ant- Bola de barro endurecida al aire,
10
tesis. Obsrvese la pareja de sinnimos.
3 1J
Cordobanes eran cueros trabajados. Similicadencia y anttesis.
4 12
Procurad. De trfago.
5 13
Carta mensajera, como misiva, en- Ntese el uso de los ques, censurado
viada. por Valds.
6 14
Cierre o sello de una carta. Viduo es una variedad de la vid.
170 JS MANUEL BLECUA

de tal condicin la corte, que los que ms se visitan, peor se tratan, y


los que mejor se hablan, peor se quieren 15 . Los que andan en las cortes
de los prncipes, si quieren ser curiosos y no necios, hallarn muchas
cosas de que se espantar, y muchas ms de que se guardar 16 . Decsme,
seor, que cmo estn en sus diferencias el Almirante y el Conde de
Miranda. A esto os respondo que el Almirante, como poderoso, y el Conde,
como privado, danse bien el uno al otro que hacer, y a nosotros, dan
harto que murmurar. Preguntisme, seor, que qu nuevas tenemos del
Emperador, si viene o no. A esto os respondo que lo que agora sabemos
es que el turco es retrado, Florencia se concert, el duque de Miln se
redujo, venecianos amainaron, el Papa y Csar consagraron, los estados,
de aples se repartieron, el cardenal Colona muri, al marqus de Villa-
franca hicieron visorrey de aples 17 , al prncipe de Orange mataron,
y al Chanciller y al Confesor sendos capelos les dieron. Otras nuevas 18
secretas escriben de all, que son para los que tocan, lastimosas, y para
los que las oyen, graciosas ; y son, que muchos de los que fueron a
Italia con Csar, se han all enamorado, y ms de lo que era menester
derramado ; mas en este caso yo vos juro, seor, que, segn me zumban
los odos, sus mujeres tomen ac venganza dellos : [ ]. Decs, seor,
que os escriba cmo nos va esta cuaresma de bastimientos 19 . A esto os
respondo que por la gracia de Dios no nos han faltado en esta cuaresma
hartos pescados que comer, y aun hartos pecados20 que confesar ; porque
ha venido la cosa a tanta disolucin y desvergenza, que tienen los
caballeros por estado y pundonor de honra comer carne en Cuaresma.
Preguntisme, seor, si est la corte cara o barata. A esto os respondo
^ue me dijo mi mayordomo, que ende 21 otubre hasta abril haba gastado
en mi despensa ciento y cuarenta ducados 22 de carbn y lea; y casalo
esto, que esta villa de Medina, cuanto es rica de ferias, tanto es pobre
de montes : por manera que, echada bien la cuenta, nos cuesta tanto la
lea como la olla que se guisa. Otras cosas hay en esta corte a buen
precio, o por mejor decir, a buen barato ; es a saber, crueles mentiras,
nuevas falsas, mujeres perdidas, amistades fingidas, envidias continuas,
malicias dobladas, palabras vanas y esperanzas falsas ; de las cuales ocho
cosas tenemos en esta corte tanta abundancia, que se pueden poner tiendas
y aun pregonar ferias. Preguntisme, seor, si hay buena expedicin en
los negocios 23 , porque querrades enviar a despachar algunos. A esto os
respondo que, segn las cosas de la corte son pesadas, enojosas, prolijas,
costosas, entrincadas, malhadadas, deseadas, sospiradas, lamentadas y
maraadas, tngome por dicho que, si son diez los despachados, van
noventa despechados. Escribsme, seor, que os escriba si hay hogao
15
Ntese la anttesis. dos ...pecados. Vid. ms adelante despee-
16
Obsrvese la colocacin del pro- chados, .. .despechados.
21
nombre. Desde.
17 22
Se trata de don Pedro de Toledo, Los ducados eran monedas de bastan-
amigo de Garcilaso. te valor.
18
Noticias. 23 E 3 decir : si se resuelven fcilmente
19
Abastecimientos. los asuntos en los negociados.
20
Obsrvese el juego de voces : pesca-
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 171

buena feria aqu en Medina. A esto os respondo que, como soy cortesano y
pleiteante, y no tengo mercadera que vender, y menos dineros con que
la comprar, ni s de qu la loar, ni hallo de qu me quejar, mas de que
andando por esta feria, veo en estas tiendas de burgaleses tantas cosas
ricas y apacibles, que en mirarlas tomo gozo, y de no poderlas comprar
tomo pena 24 . L,a Emperatriz sali a ver la feria, y como princesa pruden-
tsima, no quiso consigo sacar ninguna dama ; porque siendo los galanes
que las sirven tan pobres y tan pocos, no pudiera ser menos sino que
ellas se desmandaran a pedir ferias, y ellos se obligaran a pagarlas. Pre-
guntisme, seor, si est la corte sana, y si hay en alguna parte pestilen-
cia. A esto os respondo que de calenturas, tercianas, cuartanas, nacidos
y otras enfermedades corporales, todos estamos sanos y buenos, excepto
el licenciado Alarcn, que estando relatando un proceso en el Consejo,
se cay muerto de sbito y de verdad, que espant en la corte a muchos
su muerte, aunque a ninguno vi por eso enmendar la vida. Otras enfer-
medades hay en esta corte, que no son corporales, sino espirituales ; as
como iras, envidias, competencias, rencores, bandos y homicidios; las
cuales enfermedades consisten, no en que andan los cuerpos daados, sino
en que estn los brazos hinchados y los hgados podridos. Muchas veces
he tornado a leer vuestra carta, y no he hallado ms a que responder a
ella, que a la verdad ms pareca interrogatorio para tomar testigos, que
no carta para amigos. No quiero ms decir, sino que escapo de escribiros
muy cansado, y aun enojado, no de responder a la carta, sino de construir
vuestra maldita letra. Nuestro Seor sea en vuestra guarda, y a m me
d gracia para que le sirva. De Medina del Campo, a 5 de Junio, ao
d e 1532.

i. Sealar el estilo de la carta, similicandencias, juegos de


wees, anttesis.
2.a Qu requisitos deber reunir una carta, segn Guevara?
3- Qu dice Guevara sobre la Corte? Obsrvese el tono
burlesco.
4.0 Selense los elementos pintorescos.
1

Anttesis : gozo... pena.


172 JOS MANUEL BLECUA

HERNN CORTES

ENCUENTRO DE CORTS Y MUTECZUMA

Pasada esta puente, nos sali a recebir aquel seor Muteczuma con
fasta docientos seores, todos descalzos y vestidos de otra librea o manera
de ropa, asimismo bien rica a su uso, y ms que la de los otros; y venan
en dos procesiones, muy arrimados a las paredes de la calle, que es muy
ancha y muy hermosa y derecha, que de un cabo se parece el otro 1 , y
tiene dos tercios de legua, y de la una parte y de la otra muy buenas y
grandes casas, as de aposentamientos como de mezquitas ; y el dicho
Muteczuma vena por medio de la calle con dos seores, el uno a la mano
derecha y el otro a la izquierda; de los cuales el uno era aquel seor grande
que dije que me haba salido a tablar en las andas, y el otro era su hermano
del dicho Muteczuma, seor de aquella ciudad de Iztapalapa, de donde yo
aquel da haba partido ; todos tres vestidos de una manera, excepto el
Muteczuma, que iba calzado y los otros dos seores descalzos : cada uno
le llevaba de su brazo ; y como nos juntamos, yo me ape, y le fui a
abrazar solo : e aquellos dos seores que con l iban me detuvieron con las
manos para que no le tocase ; y ellos y l ficieron asimismo ceremonia de
besar la tierra; y hecha, mand aquel su hermano que vena con l que
se quedase conmigo y me llevase por el brazo, y l con el otro se iba
delante de mi poquito trecho ; y despus de me haber l fablado, vinieron
asimismo a me fablar todos los otros seores que iban en las dos proce-
siones, en orden uno en pos de otro, e luego se tornaban a su procesin.
E a tiempo que yo llegu a fablar al dicho Muteczuma, quteme un
collar que llevaba de margaritas y diamantes de vidrio, y se lo ech al
cuello ; e despus de haber andado la calle adelante, vino un servidor suyo
con dos collares de camarones, envueltos en un pao, que eran hechos de
huesos de caracoles colorados, que ellos tienen en mucho ; y de cada collar
colgaban ocho camarones de oro, de mucha perfeccin, tan largos as como
un gerne ; e como se los trajeron, se volvi a m y me los ech al cuello,
y torn a seguir por la calle en la forma ya dicha, fasta llegar a una muy
grande y hermosa casa, que l tena para nos aposentar, bien aderezada.
EJ all me tom por la mano y me llev a una gran sala, que estaba
frontera de un patio por do entramos. B all me fizo sentar en un estrado
muy rico, que para l lo tena mandado hacer, y me dijo que le esperase
all, y l se fu, y dende a poco rato, ya que toda la gente de mi compaa
estaba aposentada, volvi con muchas y diversas joyas de oro y plata, y
plumajes, y con fasta cinco o seis mil piezas de ropa de algodn, muy
ricas y de diversas maneras tejida e labrada.

[Relaciones, edic. en la Biol. a Autores Espaoles, vol. XXII. ]

Es decir : De una parte se ve la otra.


HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 173

LAZARILLO DE TORMES

...En este tiempo vino a posar al mesn un ciego, el cual, parescin-


dole que yo sera para adestralle 1 , me pidi a mi madre y ella me enco-
mend a l dicindole cmo era hijo de buen hombre, el cual por ensalzar
la fe haba muerto en la de los Gelves2 y que ella confiaba en Dios no
saldra peor hombre que mi padre e le rogaba me tratase bien y mirase
por m, pues era hurfano.
1 respondi que as lo hara y que me reciba no por mozo sino por
hijo. Y as le comenc a servir e adestrar a mi nuevo e viejo3 amo.
Como estuvimos en Salamanca algunos das, parescindole a mi amo
que no era la ganancia a sti contento, determin irse de all y, cuando
nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre e ambos llorando, me
dio su bendicin y dijo :
Hijo, yo s que no te ver ms. Procura de ser bueno y Dios te
gue. Criado te he e con buen amo te he puesto, vlete por ti 4 .
J3 as me fui para mi amo, que esperndome estaba.
Salimos de Salamanca y, llegando a la puente, est a la entrada della
un animal de piedra, que casi tiene forma de toro 5 , y el ciego mandme
que llegase cerca del animal, e puesto all, me dijo :
Lzaro, llega6 el odo a este toro e oirs un gran ruido dentro del.
Yo simplemente 7 llegu, creyendo ser ans. Y como sinti que tena
la cabeza par de 8 la piedra, afirm recio la mano y dime una gran cala-
bazada en el diablo del toro, que ms de tres das me dur el dolor de la
cornada, y dijome :
Necio, aprende : que el mozo del ciego un punto ha de saber ms
que el diablo.
Y ri mucho la burla.
Parescime que en aquel instante despert de la simpleza en que como
nio estaba dormido.
Dije entre m :
Verdad dice ste, que me cumple avivar el ojo y avisar 9 , pues solo
soy, y pensar cmo me sepa valer.
Comenzamos nuestro camino y en muy pocos das me mostr jerigon
10
za , Y como me viese de buen ingenio, holgbase mucho y deca:
Yo oro ni plata no te lo puedo dar; mas avisos para vivir, muchos
te mostrar.
1 5
Es decir : sera til para guiarle. Especie de verraco de piedra que hoy
2
El padre de Lzaro fu condenado por para en el Museo de Salamanca.
6
hurtar harina y muri en la batalla de Acerca.
7
Gelves, frente a laa costas de Tnez, Como simple, inocente.
8
en 1510. Cerca de.
9
3
Expliqese esa anttesis. Estar sobre aviso, ser avisado.
10
4 Lengua usada por la gente de hampa.
Qu quiere decir esa frase y qu
importancia tiene?
174 JOS MANUEL BLECUA

Y fu ans, que despus de Dios, ste me dio la vida, y siendo ciego,


me alumbr y adestr en la carrera de vivir.
Huelgo de contar a V. M. estas nieras, para mostrar cunta virtud
sea saber los hombres subir siendo bajos y dejarse bajar siendo altos,
cunto vicio.
Pues tornando al bueno de m i ciego y contando sus cosas, V. M.
sepa que, desde que Dios cri el mundo, ninguno form ms astuto ni
sagaz. E n su oficio era un guila. Ciento y tantas oraciones saba de
coro 11 . Un tono bajo, reposado y m u y sonable, que haca resonar la
iglesia donde rezaba, un rostro humilde y devoto, que con m u y buen con-
tinente pona, cuando rezaba, sin hacer gestos y visajes con boca n i ojos,
como otros suelen hacer...
Pues en caso de medicina, deca que Galeno no supo la mitad que l
para muela, desmayos, males de madre. Finalmente, nadie le deca pade-
cer alguna pasin, que luego no le deca :
Haced esto, haris estotro, cosed 12 tal yerba, tomad tal raz.
Con esto andbase todo el mundo tras - l, especialmente mujeres, que
cuanto les deca, crean. IDstas sacaba grandes provechos con las artes
que digo y ganaba ms en u n mes que cen ciegos en un ao.
Mas tambin quiero que sepa V. M. que, con todo lo que adquira y
tena, jams tan avariento ni mezquino hombre no vi 1 3 , tanto que me
mataba a m de hambre y as no me demediaba 1 4 de lo necesario. Digo
verdad : si con mi sotileza y mis buenas maas no me supiera remediar,
muchas veces me finara de hambre; mas con tqdo su saber y aviso le
contraminaba de tal suerte, que siempre o las ms veces me caba lo
ms u mejor. Para esto le haca burlas endiabladas, de las cuales contar
algunas ; aunque no todas a mi salvo. .
Bl traa el pan y todas las otras cosas en un fardel de lienzo, que
por la boca se cerraba con u n a argolla de hierro y su candado y su llave,
y al meter de todas las cosas y sacarlas, era con tan gran vigilancia y
t a n t o por contadero 1 5 , que no bastara hombre en todo el mundo hacerle
menos una migaja. Mas yo tomaba aquella lazeria 16 que l me daba, la
cual en menos de dos bocadas, era despachada.
Despus que cerraba el candado y se descuidaba, pensando que yo
estaba entendiendo en otras cosas, por un poco de costura, que muchas
veces de un lado del fardel descosa y tornaba a coser, sangraba 1 7 el
avariento fardel sacando no por tasa pan, mas buenos pedazos, torreznos 1 8
y longaniza. Y ans buscaba conveniente tiempo para rehacer, no la
chaza 1 9 , sino la endiablada falta, que el mal ciego me faltaba.

11 15
D e m e m o r i a . Decorar significaba reci- Con tanta minuciosidad, contando
tar la leccin d e coro. todo.
Cosed, quiza p o r coged o cocec, c o m o " Miseria, m e z q u i n d a d .
17
i L_ H u r t a b a , sisaba.
cosecha por cogecha. , , .
18
,, Pedazos fritos de tocino.
15
Ntese la construccin con el verbo 1 9 F r a s e d e I j u e g o & p e l o t a . s u e r t e e n
al nnal. q u e g ^ v u e l v e contrarrestada y se p a r a c
14
D a b a la mitad, proporcionaba. la detienen antes d e llegar al saque.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 175

Todo lo que poda sisar y hurtar traa en medias blancas y, cuando


le mandaban rezar y le daban blancas 20 , como l careca de vista, no
haba el que se la daba amagado con ella, cuando yo la tena lanzada
en la boca y la media aparejada, que por presto que l echaba la mano,
ya iba de mi cambio aniquilada en la mitad del justo precio. Quejbase-
me el mal ciego, porque al tiento luego conoca y senta que no era
blanca entera, y deca :
Qu diablo es esto, que, despus que conmigo ests, no me dan
sino medias blancas y de antes una blanca y un maraved hartas veces
me pagaban? Ein ti debe estar esta desdicha.
Tambin l abreviaba el rezar y la mitad de la oracin no acababa,
porque me tena mandado que, en yndose el que la mandaba rezar, le
tirase por cabo del capuz 21 . Yo as lo haca. Luego l tornaba a dar voces,
diciendo :
Mandan rezar tal y tal oracin?, como suelen decir.
Usaba poner cabe s 22 un jarrillo de vino, cuando comamos e yo muy
de presto le asa y daba un par de besos callados y tornbale a su lugar.
Mas turme 23 poco. Que en los tragos conoca la falta y por reservar su
vino a salvo, nunca despus desamparaba el jarro, antes lo tena por el
asa asido. Mas no haba piedra imn, que as trajese a s, como yo con
una paja larga de centeno, que para aquel menester tena hecha, la cual,
metindola en la boca del jarro, chupando el vino, lo dejaba a buenas
noches. Mas como fuese el traidor tan astuto, pienso que me sinti y
dende en adelante mud propsito y asentaba su jarro entre las piernas,
y atapbale con la mano y ans beba seguro.
Yo, como estaba hecho al vino, mora por l y, viendo que aquel reme-
dio de la paja no me aprovechaba ni vala, acord en el suelo del jairro
hacerle una fuentecilla y agujero sotil y delicadamente con una muy del-
gada tortilla de cera taparlo y al tiempo de comer, fingiendo haber fro,
entrbame entre las piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla
lumbre que tenamos, y al calor della luego derretida la cera, por ser muy
poca, comenzaba la fuentecilla a destilarme en la boca, la cual yo de
tal manera pona, que maldita la gota que se perda. Cuando el pobrecillo
iba a beber, no hallaba nada,
Espantbase, maldecase, daba al diablo el jarro y el vino, no sabiendo
qu poda ser.
No diris, to, que os lo bebo yo, deca, pues no le quitis la
mano.
Tantas vueltas y tientos dio al jarro, que hall la fuente y cay en la
burla; mas as lo disimul como si no lo hubiera sentido.

20 22
Blancas y medias blancas eran mone- Cerca de s.
28
ditas de poco valor. Dos blancas valan Durme. La forma turar vive an en
entonces un maraved. ciertas comarcas.
21
Capa larga, de pao, cerrada por
delante.
176 JOS MANUEL BLECUA

Y luego otro da, teniendo yo rezumando mi jarro como sola, no


pensando el dao que me estaba aparejado, ni que el mal ciego me sentia,
sentme como sola, estando recibiendo aquellos dulces tragos, mi cara
puesta hacia el cielo, un poco cerrados los ojos por mejor gustar el sabroso
liquor, sinti el desesperado ciego que agora tena tiempo de tomar de
mi venganza y con toda su fuerza alzando con dos manos aquel dulce y
amargo jarro, le dej caer sobre mi boca, ayudndose, como digo, con
todo su poder, de manera que el pobre Lzaro, que de nada de esto se
guardaba, antes, como otras veces, estaba descuidado y gozoso, verdadera-
mente me pareci que el cielo, con todo lo que en l bay, me haba cado
encima.
Fu tal el golpecillo, que me desatin y sac de sentido, y el j arrazo
tan grande, que los pedazos del se me metieron por la cara, rompindome-
la por muchas partes, y me quebr los dientes, sin los cuales hasta oy
da me qued. Desde aquella hora quise mal al ciego, y aunque me
quera y regalaba y me curaba, bien vi que se haba holgado del cruel
castigo. Cavme con vino las roturas, que con los pedazos del jarro me
haba hecho, y, sonrindose deca :
Qu te parece, Lzaro? Lo que te enferm te sana y da salud.
Y otros donaires que a mi gusto no lo eran..

[Edic. de A. G. Palncia en Clsicos Ebro,]

i. Sealar la tcnica narrativa. Por qu utiliza la forma auto-


biogrfica ?
2. Mustrese el ambiente. Qu particularidades ofrece?
3.0 Estudense los caracteres. Qu mviles mueven a Lzaro?
4.0 Selense algunas caractersticas del estilo.
C A P I T U L O XIV

EL TEATRO EN ESTA POCA

El teatro en la primera mitad del siglo XVI. E l teatro de la prime-


ra mitad del siglo xvi, sigue, por una parte, la trayectoria iniciada por
Juan del Encina, y por otra, 'un teatro de tipo humanista, con imitaciones
de Plauto y Terencio, a la manera italiana. Continu vivo tambin el
teatro religioso medieval de los autos, al mismo tiempo que se cultivaba
el llamado teatro de colegio, en latn.

Bartolom Torres Naharro. E l primer teorizador de la comedia en


Espaa es BARTOLOM DE TORRES NAHARRO, nacido en la Torre de Miguel
Sexmero, cerca de Badajoz. Fu cautivo en Argel, ordense de sacerdote
en Italia y vivi algn tiempo en Koma. E n aples public, en 1517, la
Propalladin, muriendo hacia 1524.
E l volumen de la Propalladia contiene ocho comedias, un Dilogo de
Navidad y diversas composiciones lricas sueltas. Las comedias son : Se-
rafina, Calamita, Aquana e Himenea, menos realistas que las siguientes,
Soldadesca y Tinelaria. De realizacin intermedia son las comedias Trofea
y Jacinta. E n alguna obra, como en Himenea, se anticipa a las comedias
de capa y espada y surge por primera vez el llamado problema del honor.
Soldadesca y Tinelaria son cuadros de costumbres.
Aunque el teatro de Torres Naharro sea un poco rudo, es muy superior
al de su poca. El dilogo es vivo y gracioso y la versificacin, gil. Todas
las comedias estn escritas en verso, divididas en cinco actos o jornadas
y precedidas de un introito y argumento de toda la obra. E n muchas de
ellas, adems del castellano se 'utilizan otras lenguas, como el italiano,
el cataln, etc.
12
178 JOS MANUEL BLEOJA

Gil Vicente La culminacin del teatro medieval y renacentista, en


sntesis perfecta, se da en la obra dramtica del portugus Gn. VICENTE,
del cual se conocen pocos datos biogrficos. Desempe cargos en la corte
de los reyes portugueses, donde desde 1502 se representaban obras suyas.
Se supone que muri hacia 1536.
A pesar de ser nacido en Portugal, casi toda s'u obra dramtica est
escrita en castellano, aunque es un castellano, muy peculiar con abun-
dantes portuguesismos y leonesismos. Slo siete de las cuarenta y dos obras
que han llegado a nosotros estn escritas en portugus. Esta produccin
se suele clasificar en dos grupos o pocas.
E n las obras de la primera poca, a las influencias de Juan del Encina s
unen otras procedentes de texos bblicos. Son de trama muy sencilla y se
refieren a dilogos entre pastores. Las obras religiosas de su segunda
poca ofrecen mucha ms complicacin, como el Auto da feira, interesante
por su stira, que recuerda algo el Gran teatro del mundo, de Caldern.
E n el Auto da Sibila Casandra se juntan elementos renacentistas, paganos,
con otros del Antiguo Testamento y contiene muestras delicadsimas de
poesa popular. La Triloga de las Barcas es su obra ms ambiciosa, y s'u
ltima parte, el auto Da barca da Gloria, ofrece relaciones directas con el
tema medieval de las Danzas de la Muerte. L a Muerte va llevando a la.
barca del diablo a los potentados de la tierra: Emperador, Papa, Eey...
que van recitando oraciones.
La Comedia do viuvo y la Comedia Bub&na se apoyan en temas popu-
lares, siendo la primera una obra de tipo costumbrista. E n cambio ofrecen
distinto carcter dos obrtas basadas en libros de caballeras, Amadis j
Don Duardos, las ms bellas de las escritas en castellano y donde mejor se
une la corriente medieval con la renacentista.

Lirismo y paisaje, Lo que mejor caracteriza la labor dramtica de


Gil Vicente es su hpndo lirismo. Este lirismo procede en la mayora de
los casos del delicado uso que sabe hacer de "una cancioncilla de tipo tra-
dicional. Muy rara ser la pieza en la que no encontremos un villancico,
una glosa o una cancin de poderosa gracia lrica. E l lirismo procede tam-
bin de la especial importancia que cobra el paisaje en las comedias de
Gil Vicente. Como seala uno de los mejores crticos, Gil Vicente nos
da la naturaleza con todo su corazn, con una verdad y una nitidez de
artista mgico, con una pasin, con una vehemencia de enamorado co-
rrespondido.

Cdice d Autos viejos. E l cdice de. Autos viejos, conservado en la


Biblioteca Nacional de Madrid y editado por Lo Bouanet, contiene no-
renta y seis piezas dramticas, procedentes de la primera mitad del si-
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 17

glo xvi. Son de tipo religioso y se cree se representaron en el interior da


ios templos. Por s tcnica y por su temtica pertenecen al tipo del auto
medieval religioso. Ofrecen ms inters que los personajes bblicos y prin*
cipales, los tipos secundarios, populares. El bobo, antecedente del gra-
cioso de las comedias de Lope, surge ya en algunos autos.

CONSLTESE. M. Menndez Pelayo, Bartolom de Torres Naharro y su Pro*


palladia, en Estudios y discursos de crtica histrica y literaria, vol. II, Madrid, 1941.
Del mismo, para Gil Vicente, Antologa, vol. III., Madrid, 1944.
180 JOS MANUEL BLECUA

TORRES NAHARRO

OPINIONES SOBRE LA COMEDIA

...Comedia no es otra cosa sino un artificio ingenioso de notables y


finalmente alegres acontecimientos, por personas disputado. L,a divisin
della en cinco actos, no solamente me paresce buena, pero mucho necesa*
ria ; aunque yo les llame jomadas, porque ms parecen descansaderos
que otra cosa. De donde la comedia queda mejor entendida y rescitada.
El nmero de las personas que se han de introducir, es mi voto que
no deben ser tan pocas que parezcan la fiesta sorda, ni tantas que engen-
dren confusin. Aunque en nuestra Comedia Tinellaria se introdujeron
pasadas veinte personas, porque el sujeto 1 della no quiso menos, el honesto
nmero me parece que sea de seis hasta doce personas. El decoro en las
comedias es como el gobernalle en la nao, el cual el buen cmico siempre
debe traer ante los ojos. I$s decoro una justa y decente continuacin de
la materia, conviene a saber ; dando a cada uno lo suyo, evitar las cosas
impropias ; usar de todas las legtimas, de manera que el siervo no diga
ni haga actos del seor, et econverso; y el lugar triste entristecello, y el
alegre alegrallo, con toda la advertencia, diligencia y modo posibles, etc t
De dnde sea dicha comedia, y por qu, son tantas las opiniones, que
es una confusin. Cuanto a los gneros de comedias, a m paresce que
bastaran dos para en nuestra lengua: comedia a noticia, y comedia a
fantasa. A noticia se entiende de cosa nota 2 y vista en realidad de verdad,
como son Soldadesca y Tinellaria. A fantasa, de cosa fantstica o fingida
que tenga color de verdad, aunque no lo sea, como son Serafina, Himena,
etctera. Partes de comedia, ansimismo, bastaran dos, scilicet: intro\ito y
argumento. Si ms os paresciere que deban ser, ans de lo uno como de
lo otro, licencia se tienen para quitar y poner los discretos. Ansmismos
hallarn en parte de la obra algunos vocablos italianos, especialmente en
las comedias, de los cuales convino usar, habiendo respecto al lugar y a
las personas a quien se recitaron. Algunos dellos he quitado, otros he
dejado andar, que no son para menoscabar nuestra lengua castellana,
antes la hacen ms copiosa.

[Prlogo a la Propalladia, edic, de J. Gillet. 1946.]

i *

1
El argumento.
2
Anotada, conocida.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 181

GIL VICENTE

POEMAS LRICOS

por cordn de mis cabellos,


i los mis amores,
Muy graciosa es la doncella, malhaya quien los envuelve !
cmo es bella y hermosa !
E n Sevilla quedan ambos
Digas t, el marinero, los mis amores,
que en las naves vivas, malhaya quien los envuelve !
5 si la nave o la vela o la estrella
es tan bella. 15 E n Sevilla quedan ambos,
sobre ellos armaban bandos,
Digas t, el caballero los mis amores,
que las armas vestas, malhaya quien los envuelve
si el caballo o las armas o la
io es tan bella. [guerra
III
Digas t, el pastorcco
que el ganadico guardas, Del rosal vengo, m i madre,
si el ganado o los valles o la vengo del rsale.
es tan bella. [sierra A riberas de aquel vado
viera estar rosal granado :
II 5 vengo del rsale.
Malhaya quien los envuelve A riberas de aquel ro
los mis amores, viera estar rosal florido :
malhaya quien los envuelve ! vengo del rsale.
Los mis amores primeros Viera estar rosal florido,
en Sevilla quedan presos, 10 cog rosas con sospiro :
los mis amores, vengo del rsale.
malhaya quien los envuelve !
Del rosal vengo, mi madre,
E n Sevilla quedan presos vengo del rsale.

[De Poesa espaola de la Edad Media, de Dmaso Alonso.]

DON D U A R D O S

ARGUMENTO DE LA COMEDIA

j"En la corte del emperador Palmern de Constantinopla se celebra el


combate del prncipe don Duardos de Inglaterra con Prmalen, hijo del
emperador. Vence don Duardos y queda prendado de Flrida, hija de Pal-
182 JOS MANUEL BLECUA

mern. Ya en Inglaterra, la infanta Olimba le aconseja que vuelva a la


corte y como joven labrador se asiente con los hortelanos de Flrida,
hacindose pasar por su hijo Julin. Al mismo tiempo le da una copa
encantada para que haga beber en ea a Flrida. Don Duardos cumple
estos consejos y Flrida queda prendada de Julin, descubrindose por
ltimo la personalidad del prncipe don Duardos, marchando los jvenes
a Inglaterra.]

SOLILOQUIO TERCERO ver que este suyo se va


DE DON DUARDOS al infierno,
onde por su amor pene?
Tres das ha que no viene : 35 y la gloria ser,
guisndome est la muerte que es eterno.
mi seora.
Seora, quin te detiene? Entrando Flrida, sola, por el pomaf
No s cmo estoy sin verte de la huerta, va diciendo :
sola un hora. Cuan alegres y contentos
Pues de darme eres servida estos rboles estn!
despadosa batalla Bn esto veo
y triste guerra, que no son grandes tormentos
io y mi paz est perdida, 40 los que sufre Julin
1 Muerte, llvame a buscalla con deseo :
so la tierra! que en la cmara a do esto
Que cuando Amor me prendi, veo llorar las figuras
dijo : Presto has de morir de los paos
*5 , por justicia. 45 del dolor que siento yo,
Luego me sentenci y aqu crecen las verduras
y alungame el vivir con los daos.
con malicia. Y mis jardines, tejidos
Dios de amor, no te contentas con seda de oro tirado,
ao que te quiero dar la vida 50 se amustiaron,
n'este da, porque mis tristes gemidos,
la misma que t atormentas ? teidos de mis cuidados
Scame la dolorida los tocaron:
alma ma! y yo veo aqu las flores
Qu ms quieres ? Oh, huer- 55 y las aguas perenales
[ta, y lo l,
deseo verte arrancada tan ajenas de dolores
donde esto! como yo llena de males
I Quema tu cerca y tu puerta, por mi mal.
pues ests tan olvidada
30 como yo! [Llega al sitio donde est don
Tu diosa, por qu no viene Duardos, Y dice est para s :],
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 183

DON DTJARDOS DON DTJARDOS

60 No s qu viene hablando Yo no hago desconcierto


la mayor diesa del cielo en andaros contemplando
entre s : 95 noche y da.
si mal me viene rogando Diesa ma, no pequ
ya los males son consuelo en adoraros, seora,
65 para m. la hermosura.
Si ruega a Dios me d muerte, Cmo? Contra la ley n i fe
nadie tiene en m poder, 100 v a aquel que os adora
sino ella ; por ventura ?
y dichosa fu m i suerte, Adonde estuvo escondida
70 pues muerte no puede haber, vuesa Alteza, pues que sab
sino de ella. mi pasin? :
105 que p'iedad merecida
FLRIDA
en tales seoras cabe
de razn.
Julin, ve t ahora
y cgeme u n a manzana. FLORIDA

DON DTJARDOS Pedad tengo de ti,


que tu mal para sanar
L,o que yo digo : 1110 no hay cura.
75 discordia queris, seora!
Oh, mi guerrera troyana ! : DON DTJARDOS
paz comigo !
L a manzana que queris, Por qu, seora?
aunque vos la merecistes,
-8o vida ma, FLORIDA
es discordia que trais,
de alegra. Porque o
que no se puede curar
FLORIDA la locura.

Qu hablas? Ests dormido? DON DTJARDOS


%$ Sueas en la Troya a h o r a ?
Pues, qu har, perdido el seso
DON DTJARDOS 115 sin tener, en tierra ajena,
cura en m ?
Mas despierto
Pues pesad, en justo peso,
el sueo de vueso olvido,
que por vos, reina seora,
con que estos das, seora,
lo perd.
me habis muerto.
Y perd el nima ma,
* si de perder yo ventura
FWRIDA
sois servida ;
90 Si supiese bien de cierto perd de ser quien sola
que eso me dices velando, por la mayor hermosura,
matarm'hia. 125 desta vida.
184 JOS MANUEL BLECU*.

FLORIDA aquel noble emperador


me sed, seora :
Quin solas t de ser? y yo, la moza del molino,
la que l hizo por amor
DON DUARDOS
15,5 emperadora.
De mozo guard ganado Oh, milagrosa seora,
y araba : Oh, milagrosa princesa
esto s yo bien hacer. divinal,
130 Despus dej el arado no matis quien os adora,
y trasquilaba. 160 que ninguna santa diesa
Despus estuve a soldada hace mal !
y acarreaba harina
de un molino. FLORIDA
[Sale Artada y Flrida le dice:]
Vamonos de aqu, Artada,
FLRIDA de esta huerta sin consuelo
para nos,
135 Parceme a m, Artada, 165 de fuego seas quemada,
que este caso no camina y sea rayo del cielo :
buen camino. plega a Dios !
Oh, hombre ! No me dirs,
DON DUARDOS pues que me quieres servir,
170 quin t eres ?
Ya lo veo, alma ma:
Dmelo a m no ms ;
que es camino de dolor
ya sola te quiero oir
140 y de pesar.
si quisieres.
FLRIDA
DON DUARDOS
Adonde hallaste osada?
Plceme, con tal cautela,
DON DUARDOS 175 por hacer hechos discretos,
En el templo del Amor, que estemos
sobre el altar. sin sol, luna ni candela
que descubra los secretos
FLORIDA que hacemos.
180 Ser a horas y en lugar
Luego bien sospecho yo que estn solas las estrellas
145 que no llega ah villano. de presente,
los rboles sin lunar
DON DUARDOS
y Artada all con ellas
Oh, mi Dios, 185 sin ms gente.
no queris saber quien so! : All os descobrir
sed vos Roma, yo Trajano quien soy, y seris servida
para vos. pues queris
150 Sed para m Costantino ; no crer quien yo soy, por fe,
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 185

190 que por vos tom esta vida esto quiero,


que me veis. 195 juro a los dioses del celo
Y.si tenis desconsuelo, que solamente en miraros
pensando que para enojaros tiemblo y muero.

[Edic. de Dmaso Alonso, Madrid, 1942.)

i. Estudese la versificacin de los tres poemitas. Cul es por


su forma el ms cercano a la poesa galaico-portuguesa ?
2. Sealar en los fragmentos de Don Duardos los versos en que
el lirismo dramtico es ms acentuado.
3. 0 Analizar la presencia de la Naturaleza,
4.0 Qu clase de versificacin emplea Gil Vicente? Ntense
versos con cierta irregularidad.
5.0 Estudense los caracteres y la psicologa de Don Duardos.
CAPITULO XV

LA POCA DE FELIPE II

La poesa, Tradicionalmente, dentro de la lrica culta de este pe-


rodo se ha sealado la existencia de dos corrientes : una andaluza, repre-
sentada por los poetas sevillanos y granadinos; y otra, castellana, salman-
tina, representada por Fray Luis de Len. E n la primera, hay un
predominio de lo formal sobre lo ntimo, frente a la segunda, caracterizada
por su hondo subjetivismo y su aparente despreocupacin por la forma.

Fray Luis de Len. ^ La figura ms completa de esta poca es la de


FRAY L U I S DE L E N , nacido en Belmonte (Cuenca) en 1527, agustino y
profesor de la Universidad de Salamanca, donde haba estudiado. Por sus
lecciones bblicas, y ms an por intrigas, fu denunciado a la Inquisicin
y preso en 1572. Su proceso dur cinco aos, siendo al final absuelto. A
su vuelta :se reintegr a los trabajos de ctedra, muriendo en Madrigal
en 1591.

Su obra en prosa. Como prosista, nos dej en De los nombres de


Cristo sn obra ms perfecta, y una de las ms bellas de toda nuestra lite-
ratura, escrita con maravillosa elegancia, con un cuidado exquisito y
llena de armona. E s un comentario, en forma de dilogo, de catorce nom-
bres aplicados a Cristo en las Sagradas Escrituras. El tratadito de La
perfecta casada versa sobre los deberes de la mujer cristiana, siguiendo
fuentes bblicas. Tradujo magistralmente el Cantar de Cantares de Salo-
mn, a ruegos de doa Isabel Osorio, aadindole unos comentarios llenos
de agudeza y poesa, lo mismo que en la Exposicin del libro de Job.

Estilo. Fray Luis de Len fu uno de los prosistas que sintieron


ms hondamente el problema del estilo. E n De los nombres de Cristo nos
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 187

expone su delicada concepcin del trabajo al advertir que es tachado por-


que no escribe desatadamente y sin orden y porque pongo las palabras
en concierto y las escojo y les doy su lugar ; porque piensan que hablar
romance es hablar como se habla en el vulgo, y no conocen que el bien
hablar no es comn, sino negocio de particular juicio, ans en lo que se
dice como en la manera como se dice ; y negocio que de las palabras que
todos hablan elige las que le convienen y mira el sonido de ellas, y aun
cuenta a veces las letras, y las pesa y las mide y las compone, para que
no solamente digan con claridad lo que se pretende decir, sino tambin
con armona y dulzura. Por esta causa, la prosa de Fray Luis de Len
es una de las ms bellas de toda la literatura espaola; prosa llena de
cadencias y armonas estudiadas con todo cuidado. Cadencia y armona
que se dan tambin en las ideas.

La poesa. Como poeta, es Fray Luis de Len 'uno de los ms


hondos y llenos de inters de toda la lrica europea de su tiempo. S^is
poesas completas, que l no lleg a editar, estn divididas en tres libros :
el primero contiene sus poemas originales ; y los dos restantes, los tradu-
cidos. Su obra original es muy breve, y se reduce a veintitrs composicio-
nes. La poesa lrica desde Garcilaso a Fray Luis ha ganado en hondura
y trascendencia, como en las odas A Salinas, Noche serena, A Felipe Ruiz,
Alma regin luciente, etc. La ancdota amorosa desaparece para dar en-
trada al puro subjetivismo del poeta. No es una poesa sensual y agradable
a los sentidos, sino que va derecha a calar en lo espiritual, despreciando
las bellezas retricas. Casi toda la obra est escrita en liras y su vivo ardor
lrico no rompe los moldes de la estrofa. Tina adecuacin perfecta entre
el espritu y la materia potica, un sereno equilibrio, sintetiza toda su
obra. El realiz segn Menndez Pelayo la unin de la forma clsica
y del espritu nuevo, presentida, mas no alcanzada por otros ingenios del
Renacimiento.
Fray Luis de Len fu un traductor impecable y exquisito. E l mejor
de la lengua espaola. Tradujo, mejor dicho, recre la poesa de Virgilio
y de Horacio, de Tibulo y de Pndaro, junto con los poemas bblicos y con
Petrarca. Poetas que dejaron su huella en la obra original, especialmente
Virgilio y Horacio.

Herrera. El representante ms genuino de lo que se ha dado en


llamar escuela sevillana es FERNANDO DE HERRERA, nacido en Sevilla en
1534 y muerto en la misma ciudad en 1597. Como a Garcilaso, 'un amor
imposible le arranc sus versos ms encendidos : el amor por doa Leonor
de Miln condesa de Gelves, esposa de don Alvaro Coln. Amor plat-
nico que no pas del verso.
186 JOS MANUEL BLECUA

Temtica.. Sus poesas giran alrededor de un tema amoroso y de un


tema patritico, aunque tambin las hay de temas religiosos o amistosos.
Las amorosas estn todas dedicadas a mostrar su pasin por doa Leonor.
a la que llama Luz, Estrella, Lumbre, etc. Su concepto del amor plat-
nico deriva de Petrarca, de Bembo y del Cortesano, de Castiglione, pero
una dulce resignacin melanclica le hace encontrar deleite en su propio
dolor.
Porque alegre en el mal de mi cuidado,
de la prisin huir no pienso ma,
ni los lazos romper desta cadena.

E l mismo valor tiene su poesa de contenido heroico, como las conoci-


das canciones Por la victoria de Lepanto, A don Juan de Austria, Por la
prdida del Bey don Sebastin, llenas de reminiscencias bblicas.
Se han notado en los poemas de Herrera influencias de Garcilaso, de
Ausas March, de Petrarca y de la Biblia, pero hay algo profundamente
original en su pensamiento y en su forma. Herrera censuraba a sus com-
patriotas que, copiando la gracia y ligereza de los italianos, escriban sin
espritu y vigor, sin nervio y msculos.

Estilo. E n las Anotaciones a las obras de Garcilaso de la Vega, 1580,


nos ha dejado Herrera, adems de una muestra de sus profundos cono-
cimientos clsicos e italianos, lo que pudiramos llamar su esttica o doc-
trina potica. Herrera evita con cuidado las voces vulgares y no teme usar
neologismos o construcciones latinizantes, junto con imgenes y metforas
brillantes y coloristas. Pero Herrera supo limar su obra con un cuidado
exquisito, como lo demuestran muchsimos poemas conservados en dos o
tres versiones distintas y corregidas.

Otros poetas castellanos y andaluces, Otros poetas de singular valor


en esta poca fueron FRANCISCO DE LA TORRE, cuya predileccin por el
tema de la noche hace destacar su temtica de los restantes poetas del
siglo xvi, y FRANCISCO DE FIGUEROA, amigo de Cervantes, soldado y poeta,
que nos dej bellsimos sonetos y lindas canciones.
Entre los .sevillanos destacan JUAN DE MAL LARA, gramtico y huma-
nista, autor de un poema titulado La hermosa Psiehe, CRISTBAL MOS*
QUERA DE FIGUEROA, y BALTASAR DEL ALCZAR, representante de un tipo
de poesa satrica y juguetona, con influencias de Marcial.

CONSLTESE. Aubrey Bell, Fray Luis de Len, Barcelona, s. a. Carlos


Vossler, Fray Luis de Len, Coleccin Austral. Adolphe Coster, Fernando de
Herrera, Pars, 1908.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 189

FRAY LUIS DE LEON

PROLOGO A SUS POESAS

A DON P E D R O PORTOCARRERO 1

Entre las ocupaciones de mis estudios en mi mocedad, y casi en mi


niez, se m e cayeron como de entre las manos estas obrecillas, a las cuales
me apliqu ms por inclinacin de mi estrella que por juicio o voluntad.
No porque la poesa, mayormente si se emplea en argumentos debidos,
no sea digna de cualquier persona y de cualquier nombre... sino porque
conoca los juicios errados de nuestras gentes y su poca inclinacin a
todo lo que tiene alguna luz de ingenio o de valor, y entenda las artes
y maas de la ambicin y del estudio, del inters propio y de la presun-
cin ignorante, que son plantas que nacen siempre y crecen juntas, y se
enseorean agora de nuestros tiempos. Y ans tena por vanidad escusada
a costa de mi trabajo ponerme por blanco a los golpes de mil juicios des-
variados y dar materia de hablar a los que no viven de otra cosa. Y seala-
damente siendo yo de mi natural tan aficionado al vivir encubierto, que
despus de tantos aos como ha que vine a este reino, son tan pocos los
que me conocen en l, que como V. M. sabe, se pueden contar por los
dedos. Por esta causa nunca hice caso desto que compuse, ni gast en
ello ms tiempo del que tomaba para olvidarme de otros trabajos, ni puse
en ello ms estudio del que mereca lo que naca para nunca salir a luz;
de lo cual ello mismo y las faltas que en ello hay dan suficiente testimonio.

1 se admira, fabricado
del sabio moro, en jaspes sustentado.
V I D A RETIRADA 2

Que descansada vida No cura 5 si la fama


la del que huye 3 el mundanal ruido, canta con voz su nombre pregonera 0 >
y sigue la escondida ni cura si encarama
senda por donde han ido la lengua lisonjera
los pocos sabios que en el mundo lo que condena la verdad sincera.
[han sido !
Que no le enturbia el pecho Q11^ presta a mi contento
de los soberbios grandes el estado 4 , si soy del vano dedo sealado,
ni del dorado techo si en busca de este viento
1 Beatas ille...
Don Pedro de Portocarrero, gran ami-
3
go y protector de Fray Luis, fu obispo La h es aspirada e impide la sinalefa.
de Calahorra, Crdoba y Cuenca e Inqui- * Es decir, que no siente envidia por
sidor General. Dedicle tambin De los la riqueza y podero de los grandes,
5
nombres de Cristo. Cuida, preocupa.
6
2 El tema de la oda procede de Horacio, Ntese el hiprbaton.
190 JOS MANUEL BLECUA

ando desalentado el paso entre los rboles torciendo,


con ansias vivas, con mortal cuida- el suelo de pasada
[do? de verdura vistiendo,
Oh monte, oh fuente, oh ro ! y con diversas flores va esparciendo.
j oh secreto seguro deleitoso !
Roto casi el navio, El aire el huerto orea,
a vuestro almo 7 reposo y ofrece mil olores al sentido,
huyo de aqueste mar tempestuoso 8 . los rboles menea
con un manso ruido
Un no rompido 9 sueo, que del ord y del cetro pone olvido.
un da puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceo Tnganse su tesoro
vanamente severo los que de un flaco leo 12 se confan;
de a quien la sangre 10 ensalza o el no es mo ver el lloro
de los que desconfan
[dinero 11 .
cuando el cierzo y el brego 13
Despirtenme las aves [porfan.
con su cantar suave no aprendido,
no los cuidados graves La combatida antena
de que es siempre seguido cruje, y en ciega noche el claro da
el que al ajeno arbitrio est atenido. se torna, al cielo suena
confusa vocera, '
Vivir quiero conmigo, y la mar enriquecen a porfa.
gozar quiero del bien que debo al
A m una pobrecilla
a solas sin testigo, [cielo,
mesa de amable paz bien abastada1*
libre de amor, de celo, me baste, y la vajilla
de odio, de esperanzas, de recelo. de fino oro labrada
Del monte en la ladera sea de quien la mar no teme airada.
por mi mano plantado tengo un Y mientras miserable- 15
que con la primavera [huerto, mente se estn los otros abrasando
de bella flor cubierto con sed insaciable
ya muestra en esperanza el fruto del no durable mando,
[cierto. tendido yo a la sombra est cantan-
Y como codiciosa do.
de ver y acrecentar su hermosura, A la sombra tendido
desde la cumbre airosa de yedra y lauro 16 eterno coronado,
una fontana pura puesto el atento odo
hasta llegar corriendo se apresura. al sn dulce acordado
Y luego sosegada del plectro 17 sabiamente meneado,
7 13
Vivificador, criador. {Del latn almus.) Los vientos Norte y Sur.
14
* Metfora para designar al mundo y Abastecida.
15
sus trfagos. Ntese la singularidad de esa rima.
9 16
Ininterrumpido. La forma rompido es Laurel.
17
frecuente en los clsicos. El plectro es una pa pequea, de
10
El linaje, la nobleza. marfil, hueso o madera, que sirve para
11 tocar ciertos instrumentos de cuerda. Por
Ntese que ]a rima es adems aso-
nante. extensin significa algunas veces el mis-
12 mo instrumento musical o la inspiracin
Metfora para designa" la nave.
potica.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 191

II Ay ! levantad los ojos


a aquesta celestial eterna esfera,
A DIEGO ORARTE18 burlaris los antojos
de aquesa lisonjera
Noche serena vida, con cuanto teme y cuanto espe-
Cuando contemplo el cielo [ra.
de innumerables luces adornado, Es ms que un breve punto
y miro hacia el suelo el bajo y torpe suelo, comparado
de noche rodeado, a aqueste gran trasunto,
en sueo y en olvido sepultado ; do vive mejorado
lo que es, lo que ser, lo que ha
el amor y la pena
despiertan en mi pecho una ansia [pasado ?
despiden larga vena [ardiente; Quien mira el gran concierto
los ojos hechos fuente 19 ; de aquestos resplandores eternales
la lengua dice al fin con voz doliente: su movimiento cierto,
sus pasos desiguales,
Morada de grandeza, y en proporcin concorde tan iguales;
templo de caridad y hermosura 20 ,
mi alma que a tu alteza la luna cmo mueve
naci, qu desventura la plateada rueda, y va en pos de
la tiene en esta crcel baja, escura? la luz do el saber Hueve24, [ella
y la graciosa estrella
Qu mortal desatino de Amor le sigue reluciente y
de la verdad aleja as el sentido, [bella 25 :
que de tu bien divino y cmo otro camino
olvidado, perdido, prosigue el sanguinoso Marte airado
sigue la vana sombra, el bien fingi- y el Jpiter benino
[do 21 ? de bienes mil cercado
El hombre est entregado serena el cielo con su rayo amado :
al sueo, de su suerte no cuidando,
y con paso callado rodase en la cumbre
el cielo vueltas dando 23 Saturno, padre de los siglos, de
las horas del vivir le va hurtando. tras l la muchedumbre [oro 26 ,
Oh !, despertad, mortales ; del reluciente coro27
mirad con atencin en vuestro dao ; su luz va repartiendo y su tesoro :
Las almas inmortales Quin es el que esto mira,
hechas a bien tamao 23 y precia la bajeza de la tierra,
podrn vivir de sombras y de enga- y no gime y suspira
[o? por romper lo que encierra
18 24
Diego Olarte, amigo de fray Luis, fu El planeta Mercurio, dios a quien
arcediano de Ledesma. los romanos atribuan la sabidura.
2s
19
Els decir : lloran los ojos copiosa- Venus.
26
mente. Saturno, dios del tiempo, padre de
20 la famosa edad de Oro. Por estar rodeado
La h es aspirada. de anillos y ser el ms lejano de la tie-
21
Ntese Ja rima. rra, fray Luis escribe rodase en la
22
Obsrvese la construccin sintctica. cumbre.
23 27
Tan grande, (de Tan magnum). Las estrellas.
192 JOS MANUEL BLECUA

el alma, y de estos bienes l a des- t a n a nivel y plomo 3 3 ,


tierra ? do estable eterno asiento
Aqu vive el contento, pose el pesadsimo elemento 3 4 .
aqu reina la paz ; aqu asentado
est el Amor sagrado Ver las inmortales
de honra y de deleites rodeado. colunas do la tierra est fundada,
las lindes y seales 3 5
Inmensa hermosura con que a la m a r hinchada
aqu se muestra toda ; y resplandece la Providencia tiene aprisionada.
clarsima luz pura,
que jams anochece ; Por qu tiembla la tierra,
eterna primavera aqu florece. por qu las hondas mares se embra-
do 3 6 sale a mover guerra [vecen ;
] Oh campos verdaderos ! el Cierzo, y por qu crecen
oh prados con verdad frescos y las aguas del Ocano y descrecen 37 ;
riqusimos mineros ! [amenos !
oh deleitosos senos ! de do manan las fuentes;
repuestos 3 8 valles de mil bienes quin ceba, y quin bastece de los
[llenos ! las perpetuas corrientes ; [ros
de los helados fros
ver las causas, y de los estos;
III las soberanas aguas
del aire en la regin quin las sos-
A FEUPE RUIZ29
de los rayos las fraguas ; [tiene 3 8 ;
Cuando ser que pueda d los tesoros tiene
libre de esta prisin 3 0 volar al cielo, de nieve Dios, y el trueno dnde
Felipe, y en la rueda [viene.
que h u y e ms del suelo 3 1 , No ves cuando acontece
contemplar la verdad pura sin velo? turbarse el aire todo en el verano?
Kl da se ennegrece,
All a mi vida j u n t o sopla el Gallego 39 insano,
en luz resplandeciente convertido, y sube hasta el cielo el polvo vano.
ver distinto y junto
lo que es y lo que h a sido, Y entre las nubes mueve
y su principio propio 3 3 y asconddo. su carro Dios, ligero y reluciente,
horrible son 40 conmueve,
Entonces ver cmo relumbra fuego ardiente 4 1 ,
el divino poder ech el cimiento treme 4 2 la tierra, humllase la gente.
28 35
Secretos, ocultos (de repono). Hitos o mojones que se ponen para
29
Felipe Ruiz era tambin ntimo de sealar un camino.
fray Luis. Escribi algunos poetas latinos, 36
Donde, de donde.
30
De este mundo. 37
Las mareas.
31
El paraso de los justos, que coro- 38
Las nubes.
na la estructura del universo, segn la 39
divisin del sistema planetario de Pto- El viento noroeste. Por qu le lla-
lomeo. ma Gallego?
40
32
Su esencia. El trueno.
33 41
Plomada. El relmpago.
34 42
La Tierra. Tiembla.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 193

L a lluvia baa el techo, la msica extremada


invan largos ros los collados ; por vuestra sabia mano gobernada.
su trabajo deshecho, A cuyo son divino
los campos anegados mi alma que en olvido est sumida,
miran los labradores espantados. torna a cobrar el tino
Y de all levantado y memoria perdida
ver los movimientos celestiales, de su origen primera 4 7 esclarecida.
ans el arrebatado 4 3 Y como se conoce,
como los naturales, en suerte y pensamientos se mejora;
las causas de los hados 4 ' 1 , -las se- el oro desconoce
[nales. que el vulgo ciego adora,
Quin rige las estrellas la belleza caduca engaadora.
ver, y quin las -enciende con her-
Traspasa el aire todo
y eficaces centellas; [mosas
hasta llegar a la ms alta esfera,
por qu estn las dos Osas,
de baarse en el mar siempre medro- y oye all otro modo
sas. de no perecedera
5 msica, que es la fuente y la pri-
Ver este fuego eterno*
mera48.
fuente de vida y luz do se mantiene;
3^ por qu en el invierno Y como est compuesta
tan presuroso viene, de nmeros concordes 49 , luego enva
quin en las noches largas le detiene. consonante respuesta,
y entreambas a porfa
Ver sin movimiento se mezcla una dulcsima armona.
en la ms alta esfera las moradas
del gozo y del contento, Aqu la alma navega
de oro y luz labradas, por un mar de dulzura, 3' finalmente
de espritus dichosos habitadas. en l ans se anega,
que ningn accidente
extrao o peregrino oye o siente.
IV
Oh desmayo dichoso !
A FRANCISCO SAUNAS 46
oh muerte que das vida ! oh
[dulce olvido!
El aire se serena durase en tu reposo
y viste de hermosura y luz no usada, sin ser restituido
Salinas, cuando suena jams a aqueste baxo y vil sentido!

43 manca desde 1567, era uno de los gran-


El de las estrellas fugaces, cornetas
etctera. des amigos de nuestro poeta. Es autor
44
Alude a las creencias en la astro- de un tratado musical titulado De msica.
47
logia, Origen, femenino latino, alternaba
45 con el masculino en el s. XVI.
El sol. 48
46
Francisco Salinas, ciego, catedrtico La armona universal de las esfe-
de msica de la Universidad de Sla- ras segn h. teora de los pitagricos.
4?
De sonidos cadenciosos, acordados.

r
194 JOS MANUEL BLECUA

A este bien os llamo, i Oh ! suene de contino,


gloria del apolneo sacro coro, Salinas, vuestro son en mis odos,
amigos, a quien amo por quien al bien divino
sobre todo tesoro ; despiertan los sentidos,
que todo lo visible es triste lloro. quedando a los dems adormecidos.

i. Qu dice fray Luis de Len de sus poemas?


2. Indquese en qu sentimiento se inspira cada poema. Hgase
un estudio temtico.
3- Qu es el mundo para fray Luis? Qu contrapone a este
bajo mundo? Dganse las ideas que expone acerca de la vida sobre-
natural.
4- l Qu efectos causa la msica segn nuestro poeta ?
5. Antense algunas expresiones de tipo mstico.
6. Estudense la forma y el estilo. Selense algunas metforas,
alegoras o imgenes frecuentes en los poemas.

DE LOS NOMBRES DE CRISTO

I N T R O D U C C I N

Era por el mes de junio, a las vueltas de la fiesta de sant Juan, al


tiempo que en Salamanca comienzan a cesar los estudios, cuando Marcelo
el uno de los que digo (que ans le quiero llamar con nombre fingido, por
ciertos respectos que tengo, y lo mismo har a los dems), despus de
una carrera tan larga como es la de un ao en la vida que all se vive,
se retir, como a puerto sabroso, a la soledad de una granja que, como
V. M. sabe, tiene mi monasterio en la ribera de Tormes; y furonse con
l, por hacerla compaa y por el mismo respecto, los otros dos. Adonde
habiendo estado algunos das, acnteselo que una maana, que era la
del da dedicado al apstol sant Pedro, despus de haber dado al culto
divino lo que se le deba, todos tres juntos se salieron de la casa a la
huerta que se hace delante della.
Es la huerta grande, y estaba entonces bien poblada de rboles, aunque
puestos sin orden ; mas eso mismo haca deleite en la vista, y sobre
todo la hora y la sazn. Pues en ella, primero, y por un espacio pequeo,
se anduvieron paseando y gozando del frescor, y despus se sentaron
juntos, a la sombra de unas parras y junto a la corriente de una pequea
fuente, en ciertos asientos. Nasce la fuente de la cuesta que tiene la casa
a las espaldas, y entraoa en la huerta por aquella parte, y corriendo y
estropezando pareca rerse. Tenan tambin delante de los ojos y cerca
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 195

dellos, una alta y hermosa alameda. Y ms adelante, y no m u y lejos, se


vea el ro Tormes, que aun en aquel tiempo, hinchiendo bien sus riberas,
iba torciendo el paso por aquella vega. El da era sosegado y pursimo,
y la bora, m u y fresca. As que, asentndose, y callando por u n pequeo
tiempo, despus de sentados, Sabino (que as me place llamar al que
de los tres era el ms mozo), mirando hacia Marcelo y sonrindose, co-
menz a decir as:
Algunos hay a quien la vista del campo los enmudece, y debe ser
condicin de espritus de entendimiento profundo ; mas yo, como los
pjaros, en viendo lo verde, deseo cantar o hablar.
Bien entiendo por qu lo decs respondi al punto Marcelo, y
no es alteza de entendimiento, como dais a entender por lisongearme o
por consolarme, sino cualidad de edad y humores diferentes, que nos pre-
dominan, y se despiertan con esta vista, en vos de sangre, y en m de
melancola. Mas sepamos dice de Juliano (que este era el nombre
del otro tercero) si es pjaro tambin o si es de otro metal.
No soy siempre de uno mismo respondi Juliano, aunque agora
al humor de Sabino me inclino algo ms. Y pues l no puede agora razonar
consigo mismo mirando la belleza del campo y la grandeza del cielo,
bien ser que nos diga su gusto acerca de lo que podremos hablar.
Entonces Sabino, sacando del seno un papel escripto y no m u y grande :
A q u .dice est mi deseo y m? esperanza.
Marcelo, que reconoci luego el papel, porque estaba escripto de su
mano, dijo, vuelto a Sabino y rindose :
No os atormentar mucho el deseo a lo menos, Sabino, pues tan en
la mano tenis la esperanza ; ni aun deben ser ni lo uno ni lo otro muy
ricos, pues se encierran en tan pequeo papel.
Si fueran pobres dijo Sabino menos causa tendris para no satis-
facerme en una cosa tan pobre.
'En qu manera respondi Marcelo o qu parte soy yo para
satisfacer a vuestro deseo, o qu deseo es el que decs ?
Entonces Sabino, desplegando el papel, ley el ttulo, que deca: De
los nombres de Cristo; y no ley ms. Y luego dijo:
-Por cierto caso 1 hall hoy este papel, que es de Marcelo, adonde,
como parece, tiene apuntados algunos de los nombres con que Cristo es
llamado en la Sagrada Escriptura, y los lugares d ella adonde es llamado
as. Y como le vi, me puso codicia de oirle algo sobre aqueste argumento,
y por eso dije que mi deseo estaba en aqueste papel ; y est en l mi
esperanza tambin, porque como parece del, ste es argumento en que
Marcelo h a puesto su estudio y cuidado, y argumento que le debe tener
en la lengua ; y as, no podr decirnos agora lo que suele decir cuando se
escusa si le obligamos a hablar, que le tomamos desapercibido. Por manera
que, pues le falta esta escusa, y el tiempo es nuestro, y el da sancto, y
la sazn tan a propsito de plticas semejantes, no nos ser dificultoso
el rendir a Marcelo, si vos, Juliano, me favorecis.

Por casualidad.
196 JOS MANUEL BLEClM

Eu ninguna cosa me hallaris ms a vuestro lado, Sabino respondi


Juliano.
Y dichas y respondidas muchas cosas en este propsito, porque Mar-
celo se escusaba mucho, o a lo menos peda que tomase Juliano su parte
y dijese tambin, y quedando asentado que a su tiempo, cuando pareciese,
o si pareciese ser menester, Juliano hara su oficio2, Marcelo, vuelto a
Sabino, dijo as :
.Pues el papel ha sido el despertador desta pltica, bien ser que l
mismo nos sea la gua en ella. Id leyendo, Sabino, en l y de lo que en
l estuviere, y conforme a su orden, as iremos diciendo, si no os parece
otra cosa.
Antes nos parece lo mismo respondieron como a una Sabino y
Juliano.

PAZ DEL HOMBRE

...El tener nno paz consigo es principio certsimo para tenerla con
todos los otros. Porque sabida cosa es lo que nos diferencia y lo que
nos pone en contienda y en guerra a unos con otros son nuestros deseos
desordenados ; y que la fuente de la discordia y rencilla siempre es y fu
la mala codicia de nuestro vicioso apetito. Porque todas las diferencias y
enojos que los hombres entre s tienen, siempre se fundan sobre la pre-
tensin de algunos destos bienes, que llaman bienes los hombres, como
son o el inters o la honra, o el pasatiempo y deleite, que como son
bienes limitados y que tienen su cierta tasa, habiendo muchos que los
pretenden sin orden, no bastan a todos ; o vienen a ser para cada uno
menores : y as se embarazan y se estorban los unos a los otros, aquellos
que sin rienda los aman. Y del estorbo nace el desgusto ; y del, el enojo ;
y al enojo se sigue los pleitos y las diferencias, y finalmente las enemis-
tades capitales y las guerras : Como lo dice San lago casi por estas lti-
mas palabras : Dnde hay en vosotros pleitos y guerras sino por causa
de vuestros deseos malos? Y al revs, el hombre de nimo bien compuesto,
y que conserva paz y buena orden consigo, tiene atajadas y como cortadas
cuasi todas las ocasiones : y cuanto es de su parte sin dubda todas las
que le pueden encontrar con los hombres... As que como la piedra en el
edificio est asentada en su debido lugar, o por decir cosa ms propia,
como la cuerda en la msica, debidamente templada en s misma, hace
msica dulce con todas las dems cuerdas sin disonancia ninguna, as el
nimo bien concertado dentro de s, y que vive sin alboroto, y tiene siem-
pre en la mano la rienda de sus pasiones, y de todo lo que en l puede
mover inquietud y bullicio, consuena con Dios y dice bien con los hombres;
y teniendo paz consigo mismo, la tiene con los dems.

(Lfibro II, Prncipe de la paz)

Es decir, intervendra en el dilogo.


HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 197

FERNANDO DE HERRERA

ALGUNAS IDEAS ESTTICAS DE HERRERA

...las palabras son imgenes de los pensamientos. Debe ser la claridad


que nace dlias luciente, suelta, libre, blanda y entera ; no oscura, no
intrincada, no forzada, no spera y despedazada... Mas la oscuridad que
procede de las cosas y de la dotrina es alabada y tenida entre los que
saben mucho, pero no debe oscurecerse ms con las palabras; porque
basta la deficultad de las cosas...
...la elegancia es modo que trae claridad a todos los modos de la
oracin ; la puridad de s mesma es clara y abierta; mas la elegancia est
en la grandeza y manificencia del decir, y es como el sol que deshace la
oscuridad. Las palabras que usa son claras, llanas, nativas (llamo nativas
las que se sinifican con el sentido y son casi nacidas con las mesmas
cosas) y tales que ninguna dureza se halla en ellas, y finalmente las mes-
mas que usa la pureza...
...la suavidad de la oracin es donde no hay muchas consonantes y se
evitan los elementos speros... las vocales suenan ms dulcemente que
las consonantes ; y as hacen ms blanda la oracin y con ms lenidad y
no con tanto ruido y estruendo... El verso que tiene muchas consonantes
es grave, tardo y lleno...
...Todas las lenguas tuvieron infancia o niez, juventud, perfeccin y-
vejez, y ninguna se hizo grande de repente.
...Y temeremos nosotros traer al uso y ministerio della [de la lengua]
otras voces extraas y nuevas, siendo limpias, propias, sinificantes, con-
vinientes, manficas, numerosas y de buen sonido, y que sin ellas no se
declara el pensamiento con una sola palabra ? Aprtese este rstico miedo
de nuestro nimo ; sigamos el ejemplo de aquellos antiguos varones que
enriquecieron el sermn romano con las voces griegas y peregrinas y con
las brbaras mesmas...
(Anotaciones a las Obras de Garcilaso.)
198 JOSE MANUEL BLECU*

REDONDILLAS

Ya de vos no lie de querer porque ser menos perdido


galardn de mis suspiros, es su mayor perdicin.
pues de m i pena en serviros Matadme en vuestra memoria
me supe satisfacer. porque menos me matis,
No tengo ms que esperar que con aquesta victoria
en la causa de mi pena, nunca alcanzaris la gloria
pues es la causa tan buena que en mis males pretendis.
con que me puede salvar. Tan ufano y tan contente
Y pues llego a merescer me hallo con mi pasin,
la gloria de mis suspiros, que en lugar del galardn
de mis males con serviros pido, seora, el tormento.
me puedo satisfacer. Porque sola la memoria
Pues nunca tenis memoria de que vos causais mi pena,
del dao que me hacis, hace mi pasin tan buena
para matarme la glora que su mal es mayor gloria.
de mi mal no os acordis. Y descansa el corazn
Que no sufre el corazn de su grave sentimiento,
no morir ya en vuestro olvido ; pues honra su perdicin
memoraos de su pasin, con la causa del tormento.

SONETO

Rojo sol, que con hacha luminosa


cobras 1 el purpureo 2 y alto cielo,
hallaste tal belleza en todo el suelo,
que iguale a mi serena Luz 3 dichosa ?

5 Aura suave, blanda y amorosa


que nos halagas con tu fresco vuelo ;
cuando se cubre del dorado velo
mi luz tocaste trenza ms hermosa?
Luna, honor de la noche, ilustre coro
io de las errantes lumbres y fijadas4
considerastes tales dos estrellas?

1
Recobras. nor de Miln Luz, Estrella, Eliodora*
2
Purpureo es palabra grave. etctera.
3 4
Herrera llama a su amada D.* Leo- Las estrellas fijas y las fugaces.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

Sol puro, aura, luna, llamas de oro,


ostes vos mis penas nunca usadas?
vistes Iyuz ms ingrata a mis querellas?

SONETO

Suspiro y pruebo con la voz doliente


que en su dolor espire el alma ma ;
crece el suspiro en vano y mi agona,
y el mal renueva siempre su accidente.
5 Estas peas, do solo muero ausente,
rompe mi suspirar en noche y da 5 ;
y no Mere (oh dolor de mi porfa!)
a quien estos suspiros no consiente.
Suspirando no muero y no deshago
io parte de mi pasin, mas vuelvo al llanto,
y, cesando las lgrimas, suspiro.
Esfuerza Amor el suspirar que hago,
y, como el cisne muere en dulce canto 6 ,
as acabo la vida en el suspiro.

SONETO

Despoja la hermosa 7 y verde frente


de los rboles altos el turbado
otoo, y dando paso al viento helado,
queda lugar al aura de ocidente.
5 L,as plantas que ofendi con el presente
espritu de Zfiro templado
cobran honra y color, y esparce el prado
olor de bellas flores dulcemente.
Mas oh triste! que nunca mi esperanza,
io despus que lo abati desnuda el hielo,
torna avivar para su bien perdido.

5
Ntese la construccin. gar comn en la poesa.
6 7
El canto del cisne al morir es un lu- La h es aspirada.
200 JOSE MANUEL BLECA

Cruda suerte de amor, dura mudanza,


firme a mi mal, que el variar del cielo
tiene contra su fuerza suspendido !

SONETO

Oye t solo,, eterno y sacro ro 8 ,


el grave y mustio son de mi lamento ;
y mezclado en tu grande crecimiento
lleva al padre Nereo9 el llanto mo.
5 Los suspiros ardientes que a t envo,
antes que los derrame leve viento,
acoge en tu sonante movimiento,
porque se asconda en ti mi desvaro.
No sean ms testigos de mi pena
io los rboles, las peas, que solan
responder y quejarse a m gemido.
Y en estas ondas y corriente llena,
a quien vencer mis lgrimas porfan,
viva siempre mi mal y amor crecido.

ELEGA

No baes en el mar sagrado y cano,


callada Noche, tu corona oscura,
antes de or este amador ufano.
Y t 10 alza de la hmida hondura
5 las verdes hebras de la bella frente,
de Nyades lozana hermosura.
Aqu, do el grande Betis ve presente
la armada vencedora, que el Egeo
manch con sangre de la turca gente 11 ,
io quiero decir la gloria en que me veo ;
pero no cause invidia este bien mo
a quien aun no merece mi deseo.

8 10
El Guadalquivir. Confrntese esta El Guadalquivir.
11
situacin con la de la Elega. La armada de don Juan de Austria.
9
Nereo es el dios del Ocano, padre La elega datar de 1571, cuando la ar-
de las Nereidas. mada estaba en el Guadalquivir.
HSTORA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

Sosiega el curso, t, profundo ro,


oye mi gloria, pues tambin oste
15 mis quejas en tu puro asiento fro13.
T amaste, y como yo tambin supiste
del mal dolerte, y celebrar la gloria
de los pequeos bienes que tuviste.
Breve ser la venturosa historia
20 de mi favor ; que breve es la alegra
que tiene algn lugar en mi memoria.
Cuando del claro cielo se desva
del sol ardiente el alto carro apena 14
y casi igual espacio muestra el da,
25 con blanda voz, que entre las perlas suena,
teido el rostro de color de rosa,
de honesto miedo, y de amor tierno llena,
me dijo as la bella desdeosa
que un tiempo me negaba la esperanza,
30 sorda a mi llanto y ansia congojosa:
Si por firmeza y dulce amar se alcanza
premio de amor, yo tener bien debo
de los males que sufro ms holganza.
Mil veces, por no ser ingrata, pruebo
35 vencer tu amor, pero al 15 fin no puedo ;
que es mi pecho a sentillo rudo y nuevo.
Si en sufrir ms me vences, yo te ecedo
en pura fe y afectos de terneza:
vive de hoy ms ya confiado y ledo16.
40 No s si o, si fui de su belleza
arrebatado, si perd el sentido ;
s que all se perdi mi fortaleza.
Turbado dije al fin : Por no haber sido
este tan grande bien de m esperado,
45 pienso que debe ser (si es bien) fingido.
Seora, bien sabis que mi cuidado
todo se ocupa en vos ; que yo no siento
ni pienso, sino en verme ms penado.
Mayor es que el humano mi tormento,
50 y al mayor mal igual esfuerzo tengo,
igual con el trabajo el sentimiento.
Ivas penas que por sola vos sostengo
me dan valor, y mi firmeza crece
cuanto ms en mis males me entretengo.
55 No quiero concederos que merece
mi afn tal bien, que vos sintis el dao;
ms ama quien ms sufre y ms padece.
13 15
Recurdese el soneto anterior. Lase sin sinalefa.
14 16
Apenas. Contento.
202 JOS MANUEL BLECUA

No es mi pecho tan rudo o tan extrao


que no conosca en el dolor primero
6o si en esto que dijstes cabe engao.
Un corazn de impenetrable acero
tengo para sufrir, y est ms fuerte,
cuanto ms el asalto es bravo y fiero.
Dime el cielo en destino aquesta suerte,
5 y yo la procur, y hall el camino
para poder honrarme con mi muerte.
Lo dems que entre nos pas no es dino,
Noche, de oir el Austro presuroso,
ni el viento de tus lechos ms vecino.
70 Mete en el ancho pilago espumoso
tus negras trenzas y hmido semblante;
que en tanto que tu yaces en reposo
podr Amor darme gloria semejante.

c ANc 1 o N17
Voz de dolor y canto de gemido
y espritu de miedo, envuelto en ira,
hagan principio acerbo a la memoria
de aquel da fatal aborrecido
5 que Lusitania msera suspira,
desnuda de valor, falta de gloria;
i la llorosa historia
asombre con horror funesto y triste
dende el frico Atlante y seno ardiente
10 hasta do el mar de otro color se viste 18 ,
y do el lmite rojo de Oriente,
y todas sus vecinas gentes fieras
ven tremolar de Cristo las banderas.
Ay de los que pasaron, confiados
15 en sus caballos y en la muchedumbre
de sus carros, en ti, Libia desierta,
y en su vigor y fuerzas engaados,
no alzaron su esperanza a aquella cumbre
de eterna luz ; mas con soberbia cierta
20 se ofrecieron la incierta
vitoria ; y sin volver a Dios sus ojos,
con hierto cuello y corazn ufano
slo atendieron siempre a los despojos !
Y el santo de Israel abri su mano,
25 y los dej, y cay en despeadero
17
Lamenta Herrera en esta bella can- don Sebastin en agosto de 1578. La can-
cin la clebre derrota que infligieron los cn est llena de reminiscencias bblicas,
18
rabes a las huestes portuguesas del rey El mar Rojo.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

el carro y el caballo y caballero 19 .


Vino el da cruel, el d;a lleno
de indicacin, de ira y furor, que puso
en soledad y en u n profundo llanto
30 de gente, y de placer el reino ageno.
m cielo no alumbr, qued sonfuso
el nuevo sol, presagio de mal tanto ;
y con terrible espanto
el Seor visit sobre sus males,
35 para humillar los fuertes arrogantes,
y levant los brbaros no iguales,
que con osados pechos y constantes
no busquen oro, mas con crudo hierro
venguen la ofensa y cometido yerro.
40 Los impos 2 0 y robustos, inclinados,
las ardientes espadas desnudaron
sobre la claridad y hermosura
de tu gloria y valor, y no cansados
en tu muerte, t u honor todo afearon,
45 mesquina Lusitania sin ventura ;
y con frente segura
rompieron sin temor con fiero estrago
tus armadas escuadras y braveza.
La arena se torn sangriento lago,
50 la llanura con muertos, aspereza ;
cay en unos vigor, cay denuedo,
mas en otros, desmayo y torpe miedo.
Son estos, por ventura, los famosos,
los fuertes y belgeros varones
55 que conturbaron con furor la tierra,
que sacudieron reinos poderosos,
que pusieron desierto en cruda guerra
cuanto enfrena y encierra
60 el m a r Indo, y feroces destruyeron
grandes ciudades? D la valenta?
Cmo as se acabaron y perdieron
t a n t o heroico valor en slo u n da;
y lejos de su patria derribados,
65 no fueron justamente sepultados? 2 1
Tales fueron aquestos, cual hermoso
cedro del alto Lbano, vestido
de ramos, hojas con ecelsa alteza;
las aguas lo criaron poderoso,
70 sobre empinados rboles subido,
19 21
Ntense las aliteraciones y el uso de Como si dijera : sepultad
la conjuncin. no debido.
20
Lase acentuando la primera i
204 JOS MANUEL BLECUA

y se multiplicaron en grandeza
sus ramos con belleza;
y, extendiendo su sombra, se anidaron
las aves que sustenta el grande cielo,
75 y en sus hojas las fieras engendraron,
y hizo a mucha gente humbroso velo :
no igual en celsitud y hermosura
jams rbol alguno a su figura.
Pero elevse con su verde cima,
8o y sublim la presuncin su pecho,
desvanecido todo y confiado,
haciendo de su alteza slo estima.
Por eso Dios lo derrib deshecho,
a los impos y genos entregado,
85 por la raz cortado ;
que opreso de los montes arrojados,
sin ramos y sin hojas y desnudo,
huyeron del los hombres espantados,
que su sombra tuvieron por escudo ;
90 en su ruina y ramos cuantos fueron
las aves y las fieras se pusieron.
T, infanda Libia, en cuya seca arena
muri el vencido reino Lusitano,
y se acab su generosa gloria,
95 no ests alegre y de ufana llena,
porque t u temerosa y flaca mano
hubo sin esperanza tal victoria,
indina de memoria ;
que si el justo dolor mueve a venganza
100 alguna vez el espaol coraje,
despedazada con aguda lanza ,
compensars muriendo el hecho ultraje ;
y Luco, amedrentando al mar inmenso,
pagar de africana sangre el censo.
(Edic. de Clsicos Castellanos)

i. Expliqense algunas ideas de Fernando de Herrera, especial-


mente las referentes al amor platnico.
2. Distnganse los temas poticos. Analcense los sentimientos
que expresan los sonetos y comprense con los de la Elega.
3. 0 Estudense las diferentes caractersticas formales que ofrecen
los poemas amorosos y el patritico. Ntese el predominio de las
vocales y de las consonantes en cada poema.
4. 0 Comprese el estilo de fray Luis con el de Herrera. E n qu
consisten las diferencias formales y temticas?
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 205

BALTASAR DEL ALCAZAR

A FRANCISCO SARMIENTO

Deseis, seor Sarmiento, 25 Despus, que, cayendo, viene


saber en estos mis aos, a dar en el m a r hesperio,
sujetos a tantos daos, desamparando el imperio
cmo me porto y sustento. que en nuestro horizonte tiene,
5 Yo os lo dir en brevedad, me suelen dar a comer
porque la historia es bien breve, 30 tostadas en vino mulso, 1
y el daros gusto se os debe que el debilitado pulso
con toda puntualidad : restituyen en su ser.
Salido el sol por Oriente, Luego me cierran la puerta,
ro de rayos acompaado, y me entrego al dulce sueo ;
35 dormido, soy de otro dueo ;
me dan un gevo pasado
no s de m cosa cierta.
por agua, blando y caliente,
Hasta que, habiendo el sol
con dos tragos del que suelo [nuevo,
llamar yo nctar divino, me cuentan cmo he dormido,
15 y a quien otros llaman vino, y as de nuevo les pido
porque nos vino del cielo. 40 que me den nctar y gevo.
Cuando el luminoso vaso Ser vieja la casa es esto ;
toca en la meridional, veo que se va cayendo ;
distando por un igual vile puntales poniendo,
20 del Oriente y del Ocaso, porque no caiga tan presto.
me dan asada y cocida, 45 Mas todo es vano artificio :
de u n a gruesa y gentil ave, que presto dicen mis males
con tres veces del suave han de faltar los puntales
licor que alegra la vida. y allanarse el edificio.

1
V i n o mulso es el mezclado con miel
o azcar.
CAPITULO XVI

EL PERIODO DE LOS GRANDES MSTICOS

Asctica y mstica. E n la poca de Felipe I I , por muy diversas cau-


sas, la asctica y la mstica espaolas adquieren un desarrollo prodigioso,
debido, en parte, al impulso de la Contrarreforma, poseyendo tambin
una calidad literaria excepcional. Estos libros constituyen uno de los
grupos ms originales de las letras espaolas.
La asctica, del griego sc&sis, ejercicio, trata de los ejercicios que
debe practicar el cristiano que aspire a la perfeccin espiritual. La mstica
(en griego sabidura secreta) trata de conseguir la unin del alma con Dios
en la vida presente. Para conseguir esta unin con Dios el mstico des-
arrolla un proceso de tres grados : 1., la purgato, purificacin y apar-
tamiento 'del pecado por medio de la oracin, meditacin, la penitencia,
etctera (proceso asctico) ; 2., la illuminatio, ascensin del alma purifi-
cada al verdadero conocimiento de la bondad y hermosura divinas ; y 3., la
unto, el total abandono del alma a Dios, el consumirse por completo en
el amor divino.

Caractersticas. Singulariza a los msticos espaoles su realismo y


activismo, es decir, su extraordinario sentido de la realidad y su carcter
prctico e inmediato. Su fuerte psicologismo, su habilidad para describir
ios diversos procesos subjetivos, es otra de las notas caractersticas. En
estos -libros se agotan las posibilidades del anlisis interior. Por ltimo,
debemos tener en cuenta su carcter didctico : los msticos no escriben
por crear una literatura bella, sino por ,afn proselitista, y muchas veces
por obligacin, por cumplir un mandato de los confesores, como Santa
Teresa, o un ruego de los amigos, como San Juan de la Cruz. Sin
embargo, crearon obras de perenne valor literario, como las Moradas d
Santa Teresa o el GniGo de San Juan.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 207

Juan de Avila. Orador extraordinario, antecedente de fray Luis de


Granada, fu el beato JUAN DE AVILA (1500-1569), a quien llamaban el
Apstol de Andaluca. No se han conservado sus sermones, pero s un
comentario al psalmo 44, Audi, filia, et vide, que constituye un tratado
de asctica. De carcter asctico es tambin su Epistolario espiritual para
todos, coleccin de cartas de muy diversos temas religiosos, no escritas
para ser divulgadas.

Fray Luis de Granada. La asctica de los dominicos est represen-


tada en la obra de FRAY L U I S DE GRANADA, Luis de Sarria, nacido en 1504
y muerto en 1588, uno de los ms grandes predicadores espaoles de todos
ios tiempos.

Obras. Fray Luis de Granada escribi numerosos tratados de asc-


tica, entre los que destacan la Quia de pecadores, dedicada a Felipe I I ,
dividida en dos libros que tratan de la virtud y sus ventajas y de los re-
medios que deben seguir los hombres contra los pecados capitales ; la
Introduccin al smbolo de la fe es su obra ms extensa y tambin la que
ms bellezas encierra. Se divide en tres partes y viene a ser un resumen
de Teodicea, Apologtica, ciencia de la poca y observacin minuciosa de
la Naturaleza. Fray Luis de Granada era un enamorado del paisaje, que
abe retratar con delicadeza, y un observador muy agudo y notable. Final-
mente debemos recordar el Libro de la oracin y meditacin que contiene
catorce meditaciones y trata de las cinco partes de la oracin.

Estilo. El estilo de Fray Luis de Granada es un estilo oratorio, que


recuerda el perodo amplio y extenso de Cicern, a quien estudiaba con
minuciosidad. E n su obra de Retrica eclesistica no estudia lo que l
llama composicin sencilla que no tiene perodos muy largos, y en
cambio se detiene con prolijidad en lo que l denomina composicin doble,
que usa de oraciones torcidas y largas. L a construccin cuanto ms
larga es ms elegante, con tal, empero, que guarde tasa en esta extensin.

Santa Teresa de Jess. Naci TERESA DE CEPEDA Y AHUMADA en


Avila, en 1515. Profes en el convento de las carmelitas de la Encarna-
cin de su ciudad natal, comenzando en 1562 la fundacin del primer
convento de carmelitas reformados. Sus propsitos reformistas le ocasio-
naron graves disgustos, llegando a ser procesada por la Inquisicin. Des-
pus de una vida fecunda y activa muri en Alba de Tormes en 1582.

Obras. La obra literaria de Santa Teresa es rica y extensa. El Libro


de su vida es una especie de autobiografa espiritual, con anlisis finsi-
mos de conciencia. E l Castillo interior o Las Moradas es su obra ms ex-
28 JOS MANUEL BLECUA

tnsa e importante. Escrita lo xnismo que la anterior por u n mandato o


ruego, trata de sus experiencias msticas, divididas en siete moradas o
grados de oracin. De carcter histrico es su Libro de las fundaciones
de los diversos conventos de carmelitas reformados. Escribi tambin un
corto nmero de poemitas, algunos tan conocidos y divulgados como la
clebre glosa Vivo sin vivir en mi. Finalmente, se conservan de Santa
Teresa ms de cuatrocientas cartas de distinta ndole, pero muy intere-
santes, tanto por su estilo, cuanto por su valor autobiogrfico.

Estilo. -^ E l estilo de Santa Teresa es uno de los ms caractersticos


del siglo xvi. Fray Luis de Len, que prolog la edicin de las obras de
la Santa, escribi que en la forma del decir, y en la pureza y facilidad
del estilo, y en la gracia y buena compostura en las palabras, y en una
elegancia desafectada, que deleita en extremo, dudo yo que haya en nues-
tra lengua escritura que con ellos se iguale. Nuestra Santa emplea el
lenguaje corriente de Castilla la Vieja, ms por modestia que por igno-
rancia de la lengua literaria. Prefiere utilizar el estilo de ermitaos y
gente retirada, que no ir tomando vocablos de novedades y melindres,
como dice una vez. Recurre muchas veces a los diminutivos y, por afn
de claridad, a comparaciones con lo cotidiano.

San Juan de la Cruz. Al lado de Santa Teresa, descuella la figura de


SAN JUAN DE LA CRUZ (142-1591), llamado en el siglo JUAN DE YEPES,
natural de Fontiveros (Avila). Estudi en Salamanca y en 1568 encontrse
con Santa Teresa, que le asoci a sus empresas reformistas, convir-
tindose desde entonces en uno de los ms celosos defensores del carmen
descalzo e interviniendo activamente en la fundacin de numerosos con-
ventos. Sufri, como la Santa, persecuciones, llegando a estar encarcelado
en Toledo, de donde se fug.

Poesa y prosa. E n San Juan de la Cruz poesa y prosa estn re-


lacionadas por vnculos muy estrechos. La prosa es el resultado de co-
mentar y aclarar su obra en verso, de contenido mstico, que es muy
breve, pero de un lirismo excepcional. Dentro de su obra potica podra-
mos establecer dos grupos de poemas : los que no se comentan y los co-
mentados por el mismo autor. Entre los primeros sobresalen dos poemitas
de singular belleza y rara estructura mtrica : el famoso poema del pastorcico
(Un pastorcico solo est penado) y el que comienza Que bien s yo la
fonte que mana y corre. E n el segundo grupo se encuentran los tres poe-
mas decisivos : la cancin de la Noche oscura, el Cntico espiritual entre
U alma y Cristo (tratado mstico en liras) y la Llama de amor viva, que
dan origen a tres tratados en prosa. As, por ejemplo, la primera cancin
da por resultado el libro titulado Subida del Monte Carmelo, lleno de pro-
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 209

fundo inters. E s 'uno de los tratados msticos ms importantes de la


mstica universal.

Lirismo y estilo. San Juan de la Cruz.es el poeta de ms hondo


lirismo de toda nuestra literatura. Nunca se ha escrito poesia ms arreba-
tiada y consumida por el fuego interior. Y este lirismo procede de elementos
bastante simples. San J u a n utiliza un vocabulario muy restringido ;
intensifica el sentimiento por medio de exclamaciones ; enumera una serie
de comparaciones e imgenes sin ningn nexo que las una ; frecuente-
mente recurre a la onomatopeya ; pero su caracterstica ms decisiva es
el frecuente uso de los smbolos, simbologia que aclaran los comentarios
en prosa, llenos tambin de autntica poesa. Una sensibilidad extrema
para los efectos musicales del verso, una delicada visin de la naturaleza
y un gusto por aproximarse a la poesa popular y la presencia de la mejor
poesa culta (desde la Biblia a Fray Luis de Len) son otras de sus notas
caractersticas.

Otros escritores ascticos y msticos. Del inmenso nmero de auto-


res q'ue escribieron tratados ascticos y msticos (Menndez Pelayo
calculaba en ms de tres mil los libros escritos) no podemos silenciar los
nombres de tres o cuatro de verdadera importancia. E l beato ALONSO DE
OROZCO (1500-1591), predicador y consejero de Felipe I I , es un escritor
puro y elegante, del que deber arrancar el estudio de nuestra asctica,
ya que los libros anteriores a los suyos no pasan de la categora de ensayos.
Sus obras castellanas son muy numerosas, pero sealaremos slo las ms
importantes, que son las tituladas Vergel de oracin, Desposorio espiritual
y regimiento del alma y Epistolario cristiano para todos los estados. E s
tambin autor de un bello tratadito De nueve nombres de Cristo, que pa-
rece ser el antecedente inmediato de la obra de Fray Luis de Len.
Dentro de la mstica franciscana se lleva la palma FEAY JUAN DE LOS
ANGELES (1536-1609), autor de los Triunfos del amor de Dios y de la
Lucha espiritual y amorosa entre el alma y Dios, caracterizado por su
hondo platonismo y por su sentido humanista. Sus libros, delicadamente
escritos, con amable suavidad y elegancia, demuestran un espritu preocu-
pado por el Renacimiento.
Ms importancia literaria que los anteriores tiene Ja obra del agustino
PEDRO MALN DE CHAIDE, de Cascante (Navarra), autor del Libro de la
conversin de la Magdalena, el cual, segn opinin de Menndez Pelayo
era e] ms brillante, compuesto y arreado, el ms alegre y pintoresco
de nuestra literatura devota ; libro que es todo colores vivos y pompas
orientales, halago ponderable de los ojos. Esta obra contiene adems de
una clida defensa de la lengua castellana, algunas poesas, versiones de
los Psalmos, con influencias de Fray Luis de Len.
14
210 JOS MANUEL BLECUA

Muy difcil es saber con toda seguridad quin puede ser el autor del
famoso soneto A Cristo Crucificado, que comienza No me mueve, mi Dios,
para quererte, y que es una pequea joya de la mstica espaola. Se ha
atribuido a San Yancisco Javier, Santa Teresa y San Ignacio y, final-
mente, al agustino fray Miguel de Guevara, a quien parece pertenecerle.

C O N S L T E S E . P . Sanz Rodrguez, Introduccin a la historia de la mstica


en Espaa, Madrid, 1927. R, M e n n d e z Pidal, El estilo de Santa Teresa, en La
lengua de Cristbal Coln, Coleccin Austral. D m a s o Alonso, La poesa de
San Juan de la Cruz, Madrid, 1942.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 21

FRAY LUIS DE GRANADA

De otras excelencias y propiedades de la mar, que simbolizan los atributos


de su Criador

I^a mar tambin por una parte divide las tierras, atravesando en medio
dlias, y por otra las junta y reduce a amistad y concordia con el trato
comn que hay entre ellas. Porque queriendo el Criador amigar entre s
las naciones, no quiso que una sola tuviese todo lo necesario para el uso
de la vida, porque la necesidad que tienen las unas de las otras, las re-
conciliase entre s. Y as la mar, puesta en medio de las tierras, nos repre-
senta una gran feria y mercado, en el cual se hallan tantos compradores
y vendedores, con todas las mercaderas necesarias para la sustentacin de
nuestra vida. Porque como los caminos que se hacen por tierra,. sean muy
trabajosos, y no fuera posible traer por tierra todo lo que nos es nece-
sario, provey el Criador deste nuevo camino, por donde corren navios
pequeos y grandes, uno de los cuales lleva mayor carga que muchas bes-
tias pudieran llevar para que nada faltase al hombre ingrato y destonoscido.
Estas y otras muchas utilidades tenemos en la mar. Porque, como dice
San Ambrosio, ella es hospedera de los ros, fuente de las aguas, materia
de las grandes avenidas, acarreadora de las mercaderas, compendio de los
caminantes, remedio de la esterilidad, socorro en las necesidades, y liga
con que los pueblos apartados se ligan, y freno del furor de los brbaros,
para que no nos hagan tanto dao.
Tiene tambin otra cosa la mar, la cual como criatura tan principal,
nos representa por una parte la mansedumbre, y por la otra la indignacin
e ira del Criador. Porque, qu cosa ms mansa que el mar cuando est
quieto y libre de los vientos, que solemos llamar mar de donas, o cuando
con un aire templado blandamente se encrespa, y enva sus mansas ondas
hacia la ribera, sucediendo unas a otras con un dulce ruido, y siguiendo
el alcance las unas de las otras, hasta quebrarse en la pla3'a ? En esto,
pues, nos representa la blandura y mansedumbre del Criador para con
los buenos. Mas cuando es combatido de recios vientos, y levanta sus
temerosas ondas hasta las nubes, y cuanto ms las levanta a lo alto, tanto
ms profundamente descubre los abismos, con lo cual levanta y abaja a los
pobres navegantes, azotando poderosamente los costados de las grandes
naos {cuando los hombres estn puestos en mortal tristeza, las fuerzas y
las vidas ya rendidas), entonces nos declara el furor de la ira divina, y la
grandeza del poder que tales tempestades puede levantar y sosegar, cuando
a l le place. I^o cual cuenta el real Profeta entre las grandezas de Dios,
diciendo : Seor, tenis seoro sobre la mar, y vos podis amansar el
furor de sus ondas. Vuestros son los cielos, y vuestra la tierra, y Vos
criasteis la redondez della, con todo lo que dentro de s abraza, y la mar
y el viento cierzo, que la levanta, Vos los fabricasteis.
Qudanos otra excelencia de la mar tan grande, que el ingenio y la
pluma temen acometerla. Porque qu palabras bastan, no digo yo para
212 JOS MANUEL BLECtM

explicar, sino para contar por sus nombres (si los hubiera) las diferen-
cias de pescados que hay en este elemento? Qu entendimiento, qu
sabidura fu aquella, que pudo inventar, no digo ya tantas especies,
sino tantas diferencias de figuras de peces de tan diferentes cuerpos,
unos muy pequeos, otros d increble grandeza, y entre estos dos ex-
tremos, otras mil diferencias de mayores y menores? Porque 1 es el
que cri la ballena, y cri la rana, y no trabaj ms en la fjbrica de
aquel pece tan grande, que en la deste tan pequeo.

Admirable providencia para la conservation de las frutas, y de


la fertilidad de tos vides

Ni tampoco se olvid la Providencia de la guarda de los frutos ya ma-


duros, porque para esto antes provey que los rboles tuviesen hojas,
no slo para hermosura y sombra, sino para defender la fruta de los ardo-
res del sol, que en breve espacio la secaran. Y cuando el fruto destos
rboles es ms tierno, como lo es el de las higueras, y vides, tanto provey
que las hojas fuesen mayores, como lo vemos en stos. Mas no quiso que
las hojas fuesen redondas, sino arpadas y abiertas por algunas partes,
para que de tal manera defendiesen del sol, que tambin dejasen estos
postigos abiertos, para gozar templadamente de los aires y del.
Pero ms an se descubre esta providencia en la guarda de otros
frutos que estn en mayor peligro, cuales son los de los rboles muy
altos y ventosos, 1 de los cuales algunos nascen en la cumbre de los mon-
tes, como son los pinos, cuya fruta no se lograra, si el Criador no le
pusiera una tan fiel guarda como la pina, donde con tan maravilloso arti-
ficio est el fruto en sus casicas abovedades tan bien aposentado y guar-
dado, que toda la furia de los vientos no basta para derribarlo. Tambin
los nogales son rboles grandes y altos y no menos lo son los castaos
(que es mantenimiento de gente pobre, cuando les falta el pan), los cuales
a veces estn plantados en lugares montuosos, y as muy subjectos al
mpetu y frialdad de los vientos. Por lo cual los visti y abrig el Criador
con aquel erizo que vemos por defuera, y despus con dos tnicas, una
ms dura y otra ms blanda, que viste el fruto, que son como la dura
inter y pa mter que cercan y guardan los sesos de nuestro cerebro. Y
cuasi lo mismo podemos decir de las nueces, que tambin nacen bien
arropadas y guardadas de las injurias de los soles y aires.
Pues la hermosura de algunos rboles, cuando estn muy cargados de
fruta ya madura, quin no la ve ? Qu cosa tan alegre a la vista como
un manzano o camueso, cargadas las ramas a todas partes de manzanas,
pintadas con tan diversos colores, y echando de s un tal suave olor ? Qu
es ver un parral, y ver entre las hojas verdes estar colgados tantos y
tan grandes y tan hermosos racimos de uvas de diversas castas y colo-
res? Qu son stos sino unos como hermosos joyeles, que penden deste
1
Expuestos al viento.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 213

rbol i Pues el artificio de una hermosura granada, cunto nos declara


la hermosura y artificio del Criador! El cual, por ser tan artificioso, no
puedo dejar de representar en este lugar. Pues primeramente l la visti
por defuera con una ropa hecha a su medida, que la cerca toda, y la
defiende de la destemplanza de los soles y aires : la cual por defuera es
algo tiesa y dura, m a s por de dentro ms blanda, porque no exaspere-
el fruto que en ella se encierra, que es m u y tierno : mas dentro della
estn repartidos y asentados los granos por tal orden, que ningn lugar,
por pequeo que sea, queda desocupado y vaco. Est toda ella repar-
tida en diversos cascos, y entre casco y casco se extiende u n a tela ms de-
licada que un cendal, la cual los divide entre s. Porque como estos
granos sean t a n tiernos, consrvanse mejor divididos con esta tela, que
si todos estuvieran juntos. Y allende desto, si uno destos cascos se pudre,
esta tela defiende a su vecino, para que no le alcance parte de su dao.
Porque por esta causa el Criador reparti los sesos de nuestra cabeza en
dos senos o bolsas, divididos con sus telas, para que el golpe o dao que
recibiese la una parte del celebro n o llegase a la otra. Cada uno destos
granos tiene dentro de s un hosecico blanco, para que as se sustenten
mejor lo blando sobre lo duro, y al pie tiene un pezoncico t a n delgado
como un hilo, por el cual sube la virtud y jugo dende lo bajo de la raz,
hasta lo alto del grano; porque por este pezoncico se ceba l, y cresce,
y se mantiene, as como el nio en las entraas de la madre por el om-
bliguillo. Y todos estos granos estn asentados en una cama blanda, hecha
de la misma materia de que es lo interior de la bolsa que viste toda la
granada. Y para que nada faltase a la gracia desta fruta, remtase toda
ella en lo alto con u n a corona real, de donde paresce que los reyes toma-
ron la forma de la suya. E n lo cual paresce haber querido el Criador
mostrar que era sta reina de las frutas. A lo menos en el color de
sus granos, t a n vivo como el de unos corales, y en el sabor y sanidad
desta fruta n i n g u n a le hace ventaja. Porque ella es alegre a la vista,
dulce al paladar, sabrosa a los sanos y saludable a los enfermos, y de
cualidad que todo el ao se puede guardar. Pues por qu los hombres,
que son tan agudos en filosofar en las cosas humanas, no lo sern en
filosofar en el artificio desta fruta, y resconoscer por l la sabidura y
providencia del que de u n poco de humor de la tierra y agua cra una
cosa tan provechosa y hermosa? Mejor entenda esto la Esposa en sus
Cantares 2 , en los cuales convida al Esposo al zumo de las granadas, y
le pide que se vaya con ella al campo para ver si h a n florecido las vias
y ellas.
Y porque aqu se hace mencin de las vias, no ser razn pasar en
silencio la fertilidad de las vides. Porque con ser la vid un rbol tan
pequeo, no es pequeo el fruto que da. Porque da uvas cuasi para todo
el ao, da vino que mantiene, esfuerza y alegra el corazn del hombre,
da vinagre, da arrope, da pasas, que es mantenimiento sabroso y saludable
para sanos y enfermos.

2
El Cantar de Cantares, de Salomn.
214 JOS MANUEL BLECUA

De la repblica y orden de las abejas

Comenzar, pues por lo que todos sabemos, esto es, que las abejas
tienen su rey, a quien obedecen y siguen por do quiera que vaya. Y
como los reyes entre los hombres tienen sus insignias reales, que son
corona y sceptro, y otras cosas tales, con que se diferencian de sus
vasallos, as el Criador diferenci a este rey de los suyos, dndole mayor
y ms hermoso y resplandeciente cuerpo que a ellos. De modo que lo
que all invent el arte, aqu provey la misma naturaleza. Nacen de
cada enjambre comnmente tres o cuatro reyes (porque no haya falta
de rey, si alguno peligrase), mas ellas entienden que no les conviene ms
que un solo rey, y por eso matan los otros, aunque con mucho sentimiento
suyo. Mas'vence la necesidad y el amor de la paz al justo dolor, porque
esto entienden que les conviene para excusar guerras y divisiones. Aris-
tteles al fin de su Metafsica, presuponiendo que la muchedumbre de los
principados es mala, concluye que no hay en toda esta gran repblica del
mundo ms que un solo prncipe, que es un solo Dios. Mas las abejas,
sin haber aprendido esto de Aristteles, entienden el dao que se sigue
de tener muchos prncipes, y por eso escogiendo uno, matan los otros, aun-
que no sin sentimiento y dolor. Ya en esto vemos una grande discrecin
y maravilla en tan pequeo animalillo.
Escogido el rey, tratan de edificar sus casas, y primeramente dan
un betumen a todas las paredes de la casa, que es la colmena, hecho de
yerbas muy amargas, porque como saben que es muy cobdiciada la obra
que han de hacer de muchos anirnalillos (como son avispas, araas, ranas,
golondrinas, serpientes y hormigas) quirenle poner este ofensivo delante,
para que exasperadas con esta primera amargura, desistan de su hurto.
Y por esta misma causa las primeras tres rdenes de las casillas que
estn en los panares ms vecinos a la boca de la colmena, estn vacos
de miel, porque no halle luego el ladrn a la mano en que se pueda cebar.
Esta es tambin otra providencia y discrecin.
Hecho este reparo, hacen sus casas. Y primeramente para el rey edi-
fican una casa grande y magnfica, conforme a la dignidad real, y cercana
de un vallado como de un muro para ms autoridad y seguridad. Luego
edifican casas para s, que son aquellas celdillas que vemos en los panares,
las cuales sirven para su habitacin, y para la criacin de los hijos, y
para guardar en ellas como en unos vasos la provisin de su miel. Las
cuales celdas hacen tan perfectas y proporcionadas, cada una de seis cos-
tados, y tan semejantes unas a otras, como vemos : para lo cual ni tienen
iecesidad de regla, ni de plomada, ni de otros instrumentos, mas que su
boquilla y sus pececillos tan delicados, donde no sabis de qu os habis
de maravillar, o de la perfeccin de la obra, o de los instrumentos con
que se hace. Ni se olvidan tambin de hacer casas para sus criados, que
son los znganos, aunque menores que las suyas, siendo ellos los mayores.
Hecha la casa y ordenados los lugares y oficinas della, sigese el trabajo
y el repartimiento de los oficios para el trabajo en la forma siguiente. Las
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 215

ms ancianas, y que son ya como jubiladas y exemptas del trabajo, sirven


de acompaar al rey, para que est con ellas ms autorizado y honrado.
L,as que en edad se siguen despus dstas, como ms diestras y experi-
mentadas que las ms nuevas, entienden en hacer la miel. Las otras ms
nuevas y recias, salen a la campaa a buscar los materiales de que se
ha de hacer as la miel como la cera. Y cada una trae consigo cuatro cargas.
Porque con los pies delanteros cargan las tablas de los muslillos, la cual
tabla no es lisa, sino spera, para que no despidan de s la carga que les
ponen: y con el pico cargan los pies delanteros, y as vuelven a la colmena
con estas cuatro cargas que decimos. Otras entienden de dos en dos, o de
tres en tres, en recibir a stas, y descargarlas cuando vienen. Otras llevan
estos materiales a las que hacen la miel, ponindolos al pie de la obra.
Otras sirven de dar a la mano a estos oficiales para que la hagan. Otras
entienden en pulir y bruir los panales, que es como encalar, la casa des-
pus de hecha. Otras se ocupan de traer mantenimientos de ciertas cosas
de que ellas comen. Otras sirven de azacanes, que traen agua para las
que residen dentro de la casa, la cual traen en la boca y en ciertos pelillos
<o vello que tienen por el cuerpo, con los cuales viniendo mojados, refri-
geran la sed de las que estn trabajando. Y deste oficio de traer agua y
acarrear mantenimientos sirven principalmente los znganos. Otras hay que
sirven de centinelas y de guardas, que asisten a la puerta, para defender
la entrada a los ladrones. A todo esto preside el rey, y anda por sus estan-
cias, mirando los oficios y trabajos de sus vasallos, y exhortndolos al tra-
bajo con su vista y real presencia, sin poner l manos en la obra. Porque
no naci l para servir, sino para ser servido como rey. Y junto a l van
otras abejas que sirven de lo acompaar como a rey.

i. Estudese el sentimiento de la naturaleza de las pginas ante-


riores. Indquese la observacin personal.
2. Analcese el aspecto moralizador.
3- Estudese el estilo. Qu caractersticas ofrece?
216 JOS MANUEL BLECUA

SANTA TERESA DE JESUS

V I D A

CAPTULO PRIMERO

En que trata cmo comenz el Seor a despertar esta alma en su niez


a cosa virtuosa, y la ayuda que es para esto serlo los padres
El tener padres virtuosos y temerosos de Dios me bastara, si yo no
fuera tan ruin, con lo que el Seor me favoreca, para ser buena. Era
mi padre aficionado a leer buenos libros, y as los tena de romance 1 para
que leyesen sus hijos. Esto, con el cuidado que mi madre tena de hacernos
rezar y ponernos en ser devotos de Nuestra Seora y de algunos Santos
comenz a despertarme de edad, a mi parecer, de seis o siete aos. Ayu-
dbame no ver mis padres favor sino para la virtud. Tenan muchas.
Era mi padre hombre de mucha caridad con los pobres y piedad con los
enfermos y aun con los criados; tanta, que jams se pudo 'acabar con l
tuviese esclavos2, porque los haba 3 gran piedad; y estando una vez
en casa una de un su hermano, la regalaba como a sus hijos. Deca que
de que no era libre, no lo poda sufrir de piedad. Era de gran verdad ;
jams nadie le vio jurar ni murmurar. Muy honesto en gran manera.
Mi madre tambin tena muchas virtudes, y pas la vida con grandes
enfermedades, grandsima honestidad. Con ser de harta hermosura, jams
se entendi a que ella haca caso de ella ; porque con morir de treinta y
tres aos, ya su traje era como de persona de mucha edad ; muy apacible
y de harto entendimiento. Fueron grandes los trabajos 4 que pasaron el
tiempo que vivi. Muri muy cristianamente 5 .
Eramos tres hermanas y nueve hermanos 6 . Todos parecieron a sus
padres, por la bondad de Dios, en ser virtuosos, si no fui yo, aunque
era la ms querida de mi padre. Y antes que comenzase a ofender a Dios,
parece tena alguna razn ; porque he lstima cuando me acuerdo las
buenas inclinaciones que el Seor me haba dado y cuan mal me supe
aprovechar de ellas. Pues mis hermanos ninguna 7 cosa me desayudaban
a servir a Dios.
Tena uno casi de mi edad. Juntbamos entrambos a leer vidas de
Santos, que era el 8 que yo ms quera, aunque a todos tena gran amor
y ellos a m. Como vea los martirios que por Dios las santas pasaban,
1 6
Es decir, en lengua espaola. Don Alonso Snchez de Cepeda tuvo
2
Eran generalmente moriscos. tres hijos de su primera mujer, doa
3
Tena. Catalina del Peso, y nueve de doa Bea-
4
Penas, enfermedades. triz D avila y Ahumada.
6
En 1528 en Gotarrendura (Avila). 7
En ninguna.
8
El hermano.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 217

parecame compraban m u y barato el ir a gozar de Dios, y deseaba y o


mucho morir as ; no por amor que yo entendiese tenerle, sino por gozar
tan en breve de los grandes bienes que lea haber en el cielo, y juntbame
con este m i hermano a tratar qu medio habra para esto. Concertbamos
irnos a tierra de moros, pidiendo por amor de Dios para que all nos
descabezasen ; y parceme que nos daba el Seor nimo en tan tierna
edad, si viramos algn medio sino que el tener padres nos pareca el
mayor embarazo. Espantbanos 9 mucho el decir que pena y gloria era
para siempre, en lo que leamos. Acaecamos estar muchos ratos tratando
'de esto y gustbanos de decir muchos veces: Para siempre, siempre,
siempre ! 33n pronunciar esto mucho rato era el Seor servido m e que-
dase en esta niez impreso el camino de la verdad.
De que 1 0 v i que era imposible ir adonde nos matasen por Dios, orde-
nbamos ser ermitaos, y en la huerta que haba en casa procurbamos,
como podamos, hacer ermitas, poniendo unas pedrecllas, que luego se
nos caan, y as n o hallbamos remedio e n nada para nuestro deseo ; que
ahora m e pone devocin ver cmo me daba Dios t a n presto lo que y o
perd por m i culpa.
Haca limosna como poda, y poda poco. Procuraba soledad para
rezar mis devociones, que eran hartas, en especial el Rosario, de que
mi madre era m u y devota, y as nos haca serlo. Gustaba mucho, cuando
jugaba con otras nias, hacer monasterios, como que ramos monjas; y
yo me parece deseaba serlo, aunque no tanto como las cosas que he dicho.
Acuerdme que cuando muri m i madre, qued yo de edad de doce
aos, poco menos 1 1 . Como yo comenc a entender lo que haba perdido,
afligida fume a u n a imagen de Nuestra Seora y suplquela 1 2 fuese m i
madre, con muchas lgrimas. Parceme, que aunque se hizo con simple-
za, que me ha valido; porque conocidamente he hallado a esta Virgen
soberana en cuanto me h e encomendado a Ella, y en fin, me h a tornado
a s. Fatgame ahora ver y pensar en qu estuvo el no haber yo estado
entera 1 3 en los buenos deseos que comenc.
i Oh Seor mo ! Pues parece tenis determinado que me salve, plegu
a Vuestra Majestad sea as, y de hacerme tantas mercedes como me habis
hecho, n o tuvierais por bien, no por m i ganancia, sino por vuestro
acatamiento, que no se ensuciara tanta posada adonde tan continuo habais
de morar? Fatgame, Seor, aun decir esto, porque s que fu ma toda la
culpa ; porque no m e parece os qued a Vos nada por hacer, para que
desde esta edad no fuera toda vuestra. Cuando voy a quejarme de m i s
padres tampoco puedo ; porque n o veis en ellos sino todo bien y cui-
dado de m i bien. Pues pasando de esta edad que comenc a entender
las gracias de naturaleza que el Seor m e haba dado, que segn decan
eran muchas, cuando por ellas le haba de dar gracias de todas m e co-
menc a ayudar para ofenderle, como ahora dir. ,

9 12
Nos asombraba. Ntese el uso del pronombre.
10
Desde que.
13 E s decir, haber mostrado ms en-
11
Tena en realidad catorce aoe. tereza.
218 JOS MANUEL BLECUA

JHS

Este tratado llamado Castillo interior, escribi Teresa de Jess,


monja de Nuestra Seora del Carmen, a sus hermanas e hijas
las monjas carmelitas descalzas
Pocas cosas que me ha mandado la obediencia se me han hecho tan
dificultosas como escribir ahora cosas de oracin; lo uno, porque no me
parece me da el Seor espritu para hacerlo, ni deseo; lo otro, por tener la
cabeza tres meses ha con un ruido y flaqueza tan grande 1 , que aun los
negocios forzosos escribo con pena. Mas, entendiendo que la fuerza de la
obediencia suele allanar cosas que parecen imposibles, la voluntad se deter-
mina a hacerle muy de buena gana, aunque el natural 2 parece que se aflige
mucho ; porque no me ha dado el seor tanta virtud, que el pelear con la
enfermedad continua y con ocupaciones de muchas maneras, se pueda hacer
sin gran contradiccin suya. Hgalo el que ha hecho otras cosas ms difi-
cultosas por hacerme merced, en cuya misericordia confo.
Bien creo he de saber decir poco ms que lo que he dicho en otras
cosas que me han mandado escribir3, antes temo que han de ser casi
todas las mismas; porque as como los pjaros que ensean a hablar no
saben ms de lo que les muestran u oyen, y esto repiten muchas veces,
soy yo, al pie de la letra. Si el Seor quisiere diga algo nuevo, Su Majestad
lo dar, o ser servido traerme a la memoria lo que otras veces he dicho,
que aun con esto me contentara, por tenerla tan mala, que me holgara
de atinar a algunas cosas, que decan estaban bien dichas, por si se hu-
bieren perdido 4 . Si tampoco me diere el Seor esto, con cansarme y acre-
centar el mal de cabeza por obediencia, quedar con ganancia, aunque de
lo que dijere no se saque ningn provecho.
Y as comienzo a cumplirla hoy, da de la Santsima Trinidad,
ao de MDLXXVII 5 , en este monasterio de San Jos del Carmen en To-
ledo, adonde al presente estoy, sujetndome en todo lo que dijere al pa-
recer de quien me lo manda escribir, que son personas de grandes letras 6 .
Si alguna cosa dijere que no vaya conforme a lo que tiene 7 la santa Iglesia
Catlica Romana, ser por ignorancia y no por malicia. Esto se puede
tener por cierto, y que siempre estoy y estar sujeta, por la bondad de Dios,
y lo he estado a ella. Sea por siempre bendito, amn, y glorificado !
Djonie quien me mand escribir, que como estas monjas de estos mo-
nasterios de Nuestra Seora del Carmen tienen necesidad de quien algunas
dudas de oracin las declare, y que le pareca mejor se entienden el
1 4
Ntese la presencia de notas intimas. Parece ser que la Santa no volva a
2 eer sts
El espritu, la naturaleza de uno. escritos.
5 2 de
s Tanto Santa Teresa como San Juan u n i o d e 1577"
6 El P
escriben por mandato o ruego de confe- - Jernimo Gracian, su confesor,
7
sores o amigos. Es decir, no hacen Ixte- Sobreentendido, ordenado,
ratura normal, sino didctica o doctrinal.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 219

lenguaje unas mujeres de otras, y con el amor que me tienen les hara
ms al caso lo que yo les dijese, tiene entendido por esta causa ser de
alguna importancia si se acierta a decir alguna cosa ; y por esto ir ha-
blando con ellas en lo que escribir 8 , y porque parece desatino pensar
que puede hacer al caso a otras personas : harta merced me har Nuestro
Seor si a alguna de ellas se aprovechare para alabarle algn poquito 9
ms. Bien sabe Su Majestad que yo no pretendo otra cosa ; y est muy
claro que cuando algo se atinare a decir, entendern no es mo, pues
no hay causa para ello, si no fuere tener tan poco entendimiento como
yo y habilidad para cosas semejantes, si el Seor, por su misericordia,
no la da.

CAPITULO PRIMERO

En que trata de la hermosura y dignidad de nuestras almas. Pone una


comparacin para entenderse, y dice la ganancia que es entenderla y saber
las mercedes que recibimos de Dios, y cmo la puerta
de este castillo es oracin
Estando hoy suplicando a Nuestro Seor hablase por m, porque yo
no atinaba cosa que decir ni cmo comenzar a cumplir esta obediencia, se
me ofreci lo que ahora dir, para comenzar con algn fundamento: que
es considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy
claro cristal, adonde hay muchos aposentos, as como en el cielo hay
muchas moradas 10 . Que si bien lo consideramos, hermanas, no es otra
cosa el alma del justo, sino un paraso adonde dice 1 tiene sus deleites 11 .
Pues qu tal os parece que ser el aposento adonde un Rey tan pode-
roso, tan sabio, tan limpio, tan lleno de todos los bienes se deleita? No
hallo yo cosa con que comparar la gran hermosura de un alma y la gran
capacidad. Y verdaderamente, apenas deben llegar nuestros entendimientos,
por agudos que fuesen, a comprenderla, as como no pueden llegar a con-
siderar a Dios ; pues $1 mismo dice que nos cri a su imagen y seme-
janza. Pues si esto es, como lo es, no hay para qu cansarnos en que-
rer comprender la hermosura de este castillo ; porque puesto que hay
la diferencia de l a Dios, que del Criador a la criatura, pues es criatura,
basta decir Su Majestad que es hecha a su imagen, para que apenas
podamos entender la gran dignidad y hermosura del nima.
No es pequea lstima y confusin que, por nuestra culpa, no enten-
damos a nosotros mismos, ni sepamos quin 12 somos. No sera gran
ignorancia, hijas mas, que preguntasen a uno quin es, y no se cono-
ciese, ni supiese quin fu su padre, ni su madre, ni de qu tierra?
8
Esta circunstancia condiciona el esti-
11
Proverbios, VIII, 31.
12
lo, como se observar. Quien se utilizaba tambin como
9 plural, uso que es aun frecuente encon-
Santa Teresa manej delicadamente
los diminutivos. trar en la conversacin actual.
10
Segn San Juan, XIV, 2.
220 JOS MANUEL BLECUA

Pues si esto sera gran bestialidad, sin comparacin es mayor la que


hay en nosotras, cuando no procuramos saber qu cosa somos, sino que
nos detenemos en estos cuerpos, y as a bulto, porque lo hemos odo y por-
que nos lo dice la fe, sabemos que tenemos almas. Mas qu bienes puede
haber en esta alma, o quin estn dentro en esta alma, o el gran valor de
ella, pocas veces lo consideramos ; y as se tiene en tan poco procurar con
todo cuidado conservar su hermosura. Todo se nos va en la grosera del
engaste o cerca de este castillo, que son estos cuerpos.
Pues consideremos que este castillo tiene, como he dicho, muchas mo-
radas, unas en lo alto, otras en bajo, otras a los lados ; y en l centro
y mitad de todas stas tiene la ms principal, que es adonde pasan las
cosas de mucho secreto entre Dios y el alma. Es menester que vayis
advertidas a esta comparacin. Quiz ser Dios servido pueda por ella
daros algo a entender de las mercedes que es Dios servido hacer a las almas,
y las diferencias que hay entre ellas, hasta donde yo hubiere entendido
que es posible ; que todas ser imposible entenderlas nadie, segn son
muchas: cunto ms quien es tan ruin como y o ! Porque os ser gran
consuelo, cuando el Seor os las hiciere, saber que es posible ; y a quien
no, para alabar su gran bondad. Que as como no nos hace dao con-
siderar las cosas que hay en el cielo, y lo que gozan los bienaventurados,
antes nos alegramos y procuramos alcanzar lo que ellos gozan; tampoco
nos har ver que es posible en este destierro comunicarse u n tan gran
Dios con unos gusanos tan llenos de mal olor, y amar una bondad tan
buena, y una misericordia tan sin tasa. Tengo por cierto que a quien
hiciere dao entender que es posible hacer Dios esta . merced en este
destierro, que estar m u y falta de humildad y del amor del prjimo;
porque si esto no es, cmo nos podremos dejar de holgar de que haga
Dios estas mercedes a un hermano nuestro, pues no impide para hacr-
noslas a nosotras, y de que Su Majestad d a entender sus grandezas,
sea en quien fuere? Que algunas veces ser slo por mostrarlas, como
dijo del ciego que dio vista, cuando le preguntaron los Apstoles si era
por sus pecados o de sus padres 1 3 . Y as acaece no hacerlas por ser ms
santos a quien las hace que a los que no, sino porque se conozca su
grandeza, como vemos en San Pablo y la Magdalena 1 4 , y para que nos-
otros le alabemos en sus criaturas.
Podrse decir que parecen cosas imposibles, y que es bien no escan-
dalizar los acos. Menos se pierde en que ellos no lo crean, que no en que
se dejen de aprovechar a los que Dios las hace; y se regalarn y des-
pernarn a ms amar a quien hace 'tantas misericordias, siendo tan
grande su poder y majestad. Cunto ms, que s que hablo con quien
no habr este peligro; porque saben y creen que hace Dios an inuy
mayores muestras de amor. Yo s que quien esto no creyere, no lo
ver por experiencia ; porque es m u y amigo de que no pongan tasa
a sus obras ; y as, hermanas, jams os acaezca 15 a las que el Seor
no llevare por este camino.
13
San Juan. IX, 2. Pablo y la Magdalena.
14 1S
Referencias a la conversin de San Se sobreentiende esto.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 221

Pues tornando a nuestro hermoso y deleitoso castillo, hemos de ver


cmo podremos entrar en l. Parece que digo algn disparate ; porque
.si este castillo es el nima, claro est que no hay para qu entrar, pues se
es l mismo ; como parecera desatino decir a uno que entrase en una
pieza, estando ya dentro. Mas habis de entender, que va mucho de estar
a estar ; que hay muchas almas que se estn en la ronda del castillo, que
es adonde estn los que le guardan, y que no se les da nada de entrar
dentro, ni saben qu hay en aquel tan precioso lugar, ni quin est den-
tro, ni aun qu piezas tiene. Ya habris odo en algunos libros de oracin
aconsejar al alma que entre dentro de s : pues esto mismo es.
Decame poco h a un g r a n letrado que son las almas que no tienen
oracin como un cuerpo con perlesa 1 6 o tullido, que aunque tiene pies
y manos, no los puede mandar 1 7 , que as son : que h a y almas tan
enfermas y mostradas 1 8 a estarse en cosas exteriores, que no hay remedio,
ni parece que pueden entrar dentro de s ; porque ya la costumbre la tiene
Jtal, de haber siempre tratado con las sabandijas y bestias que estn en el
cerco del castillo, que y a casi est hecha como ellas ; y con ser de natural
tan rica, y poder tener su conversacin no menos que con Dios, no hay
remedio. Y si estas almas no procuran entender y remediar su gran
miseria, quedarse tan hechas estatuas de sal, por no volver la cabeza
hacia s, as como lo qued la mujer de Lot por volverla 1 9 .
Porque, a cuanto yo puedo entender, la puerta para entrar en este
castillo, es la oracin y consideracin ; no digo ms mental que vocal,
que como sea oracin, h a de ser consideracin. Porque aunque algunas
veces s ser, aunque no lleve este cuidado, ms es habindole llevado
otras. Mas quien tuviese de costumbre hablar con la majestad de Dios
como hablara con su esclavo, que ni mira si dice mal, sino lo que se le
viene a la boca y tiene aprendido, por hacerlo otras veces, no la tengo
por oracin, ni plegu a Dios que ningn cristiano la tenga de esta
suerte. Que entre vosotras, hermanas, espero en Su Majestad no la habr,
por la costumbre que hay de tratar de cosas interiores, que es harto bueno
para no caer en semejante bestialidad.
Pues no hablemos con estas almas tullidas, que s no viene el mismo
Seor a mandarlas se levanten, como al que haba treinta aos que estaba
en la piscina 2 0 , tienen harta mala ventura y gran peligro; sino con otras
almas que, en fin, entran en el castillo. Porque, aunque estn m u y metidas
en el mundo, tienen buenos deseos, y alguna vez, aunque de tarde en
tarde, se encomiendan a Nuestro Seor, y consideran quin son, aunque
no m u y despacio. Alguna vez, en un mes, rezan llenos de mil negocios,
el pensamiento casi lo ordinario en esto, porque estn t a n asidos a ellos,
que, como adonde est su tesoro se va all el corazn, ponen por s
algunas veces de desocuparse, y es gran cosa el propio conocimiento y ver
que no van bien, para atinar a la puerta. E)n fin, entran en las primeras
piezas de las bajas; mas entran con ellos tantas sabandijas, que ni le
16
Parlisis. i Gnesis, XIX, 26.
17 20
Gobernar, mover. San Juan, V, 5.
18
Acostumbradas, hechas.
222 JOS MANUEL BLECUA

dejan ver la hermosura del castillo, ni sosegar; harto hacen en haber


entrado.
Pareceros ha 21 , hijas, que es esto impertinente, pues por la bondad
del Seor no sois de stas. Habis de tener paciencia, porque no sabr
dar a entender como yo tengo entendido algunas cosas interiores, de
oracin, si no es as y aun plegu al Seor que atine a decir algo; porque
es bien dificultoso lo que querra daros a entender, si no hay experiencia ;
si la hay, veris que no se puede hacer menos de tocar en lo que, plegu
al Seor, no nos toque por su misericordia 22 .

i. Mustrense algunos rasgos psicolgicos de Santa Teresa.


2. Antense las diferencias en la prosa de la Vida y de las
Moradas.
3.0 Cul es la intencin de Santa Teresa al escribir?
4.0 Indquense algunas caractersticas de su estilo.

SAN JUAN DE LA CRUZ

CNTICO ESPIRITUAL

Declaracin de las Canciones que tratan del ejercicio de amor entre el


Alma y el Esposo Cristo, en la cual se tocan y declaran algunos puntos y
efectos de oracin, a peticin de la madre Ana de Jess, priora de las
descalzas en San Jos de Granada. Ao de 1584 aos.

Prlogo

Por cuanto estas canciones, religiosa Madre, parecen ser escritas con
algn fervor de amor de Dios, cuya sabidura y amor es tan inmenso,
que, como se dice en el libro de la Sabidura, toca desde un fin hasta
otro fin, y el alma que de l es informada y movida, en alguna manera
esa misma abundancia e mpetu lleva en el su decir, no pienso yo ahora
declarar toda la anchura y copia que el espritu fecundo del amor en
ellas lleva, antes sera ignorancia pensar que los dichos de amor en
inteligencia mstica, cuales son los de las presentes canciones, con alguna
manera de palabras se puedan bien explicar, porque el Espritu del Seor
que ayuda nuestra flaqueza, como dice San Pablo, morando en nosotros^
pide por nosotros con gemidos inefables lo que nosotros no podemos bien
entender ni comprender para lo manifestar. Porque quin podr "escri-
1 22
F u t u r o , 03 parecer. Ntese !a construccin.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 223

bir lo que a las almas amorosas, donde l mora, hace entender ? Y quin
podr manifestar con palabras lo que las nace sentir? Y quin finalmente
lo que las hace desear ? Cierto, nadie lo puede ; cierto, ni ellas mismas
por quien pasa lo pueden ; porque esta es la causa porque, con figuras,
comparaciones y semejanzas, antes rebosan aJgo de lo que sienten, y de
la abundancia del espritu vierten secretos y misterios que con razones
lo declaran. Las cuales semejanzas, no ledas con la sencillez del espritu
de amor e inteligencia que ellas llevan, antes parecen dislates que dichos
puestos en razn...
Por haberse, pues, estas canciones compuesto en amor de abundante
inteligencia mstica, no se podrn declarar al justo, ni mi intento ser
tal, sino slo dar alguna luz general (pues V. R. as lo ha querido) ;
y esto tengo por mejor, porque los dichos de amor es mejor declararlos
en su anchura para que cada uno de ellos se aproveche segn su modo
y caudal de espritu, que abreviarlos a un sentido a que no se acomode
todo paladar...

Argumento

m orden que llevan estas canciones es desde que un alma comienza


a servir a Dios hasta que llega al ltimo estado de perfeccin, que es
matrimonio espiritual ; y as, en ellas se ocan los tres estados o vas de
ejercicio espiritual por las cuales pasa el alma hasta llegar al djchoj
estado, que son : purgativa, iluminativa y unitiva, y se declaran acerca
de cada una algunas propiedades y efectos de ella.
El principio de ellas trata de los principiantes, que es la va purgativa.
Las de ms adelante tratan de los aprovechados, donde se hace el despo-
sorio espiritual, y sta es la va iluminativa. Despus de stas, las que
se siguen tratan de la va unitiva, que es la de los perfectos, donde se
hace el matrimonio espiritual. La cual va unitiva y de perfectos se
igue a la iluminativa, que es de los aprovechados ; y las ltimas
canciones tratan del estado beatfico, que slo ya el alma en aquel
estado perfecto pretende.
224 JOS MANUEL BLECUA

Cntico espiritual entre el alma y CristOj su Esposo

Esposa
i Adonde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huste,
habindome herido;
sal tras ti clamando, y eras ido,
2 Pastores, los que fuerdes
all por las majadas al otero,
si por ventura vierdes
aquel que yo ms quiero
decidle que adolezco, peno y muero.
3 Buscando mis amores,
ir por esos montes y riberas,
ni coger las flores,
ni temer a las fieras,
y pasar los fuertes y fronteras.
4 Oh bosques y espesuras,
plantadas por la mano del Amado,
oh prado de verduras,
de flores esmaltado,
decid si por vosotros ha pasado!

Respuesta de las criaturas


5 Mil gracias derramando
pas por estos sotos con presura,
y, yndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dex de su hermosura.
Las notas van numeradas con arreglo coros de los ngeles. b) Ofero :
al nmero correspondiente de la estrofa. Dios.
3
Las letras a, b, c, d, e, indican el n- b) Montes : las virtudes. Riberas :
mero del verso dentro de la estrofa. He las mortificaciones y penitencias.c) Flo-
procurado reducir los comentarios de San res : los deleites del mundo. d,e) Fie-
Juan a lo ms necesario para la inteli- ras, fuertes y fronteras : mundo, demonio
gencia del texto. y carne.
1 4
d) Es de saber que este salir espi- a) Bosques : los cuatro elementos.
ritualmente se entiende aqu de dos ma- Espesuras : las criaturas. b) Planta-
neras para ir tras Dios : la una, saliendo das : creadas. c) Prado ; cielo.
de todas las cosas, lo cual se hace por d) Flores : ngeles y almas santas.
aborrecimiento y desprecio de ellas ; la e) Decid qu excelencias en vosotros ha
otra, saliendo de s misma por olvido de criado.
5
s. lo cual se Kace por amor de Dios. b) Pasar es criar los elementos. Las
3
a) Pastores : los deseos, afectos y criaturas son como un rastro del paso de
gemidos, b) Majadas : gerarquas y Dios. d) Figura es el Hijo de Dios.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 225

Esposa
6 Ay, quin podr sanarme !
Acaba de entregarte ya de vero,
no quieras enviarme
de hoy ya ms mensajero.
Que no saben decirme lo que quiero.
7 Y todos cuanto vagan
de ti me van mil gracias refiriendo,
y todos ms me llagan
y djame muriendo
un no s qu que queda balbuciendo.
8 Mas, cmo perseveras,
oh vida, no viviendo donde vives,
y haciendo porque mueras,
las flechas que recibes,
de lo que el Amado en ti concibes?
9 Por qu, pues, has llagado
aqueste corazn, no le sanaste ?
Y pues me le has robado,
por qu as le dejaste
y no tomas el robo que robaste ?
io Apaga mis enojos,
pues que ninguno basta a deshacellos,
y vante mis ojos,
pues eres lumbre de ellos
y slo para ti quiero tenellos.
ii Descubre tu presencia,
y mteme tu vista y hermosura;
mira que la dolencia
de amor, que no se cura
sino con la presencia y la figura.
12 Oh, cristalina fuente,
si en esos tus semblantes plateados
formases de repente
los ojos deseados
que tengo en mis entraas dibujados i
13 Aprtalos, Amado,
que voy de vuelo
8 13
El alma ms vive donde ama que a-b) Como si dijera que voy de
en el cuerpo donde anima. - e) Es vuelo de la carne, para que me los co-
a saber, de Ja grandeza, hermosura, sa- muniques fuera de ella, siendo ellos la
bidura, gracia y virtudes que de l en- causa de hacerme volar fuera de la car-
tiendes. ne . c) Ciervo '. Esposo. ) Esto
12
es por la altura de contemplacin que
a) Fuente : la fe. b) Semblan- tienes en "ese vuelo. Por el vuelo
tes '. artculos y proposiciones de la fe. entiende la contemplacin de aquel x-
d) Ojos : rayos y verdades divinas. tasis... y por el aire entiende aquel esp-
e) En su alma segn el entendimiento ritu de amor que causa en el alma este
y la voluntad. vuelo de contemplacin.

15
226 JOS MANUEL BLECUfc

Esposo

Vulvete, paloma,
que el ciervo vulnerado
por el otero asoma,
al aire tu vuelo, y fresco toma.

Esposa

14 M Amado, las montaas,


los valles solitarios nemorosos,
las nsulas extraas,
los ros sonorosos,
el silbo de los aires amorosos.
15 La noche sosegada,
en par de los levantes de la aurora,
la msica callada,
la soledad sonora,
la cena, que recrea y enamora.
16 Cazadnos las raposas,
que est ya florecida nuestra via,
en tanto que de rosas
hacemos ' una pina,
y no parezca nadie en la montia.
17 Detente, Cierzo muerto;
ven, Austro que recuerdas los amores,
aspira por mi huerto,
y corran sus olores,
y pacer el Amado entre las flores.
18 Oh, ninfas de Judea,
en tanto que en las ores y rosales

14 y 15 En l a s cuales dice la Esposa objetos al alma, ni otras operaciones na-


que todas estas cosas es su amado en s, turales.
y lo es para ella ; porque en lo que Dios 17
a Cierzo : sequedad espiritual.
suele comunicar en semejantes excesos, b) Austro : Espritu santo. Recuer-
siente el alma y conoce la verdad de das : despiertas. c) Huerto : alma.
aquel dicho que dijo San Francisco, es e) Lo que pace es la misma alma trans-
a saber : Dios mo y todas las cosas. formada en s.
16
a) Raposas :cLlama el alma a toda 18
esta armona de apetitos y movimientos a) Ninfas : las aficiones de la parte
sensitivos raposas. b) Via :el plan- inferior del alma, que es la sensitiva a la
tel que est en esta santa alma de todas que llama Judea. b) Flores : virtudes
las virtudes, las cuales le dan a ella vino del alma. Rosales : las potencias de la
de dulce sabor. e) En todas las po- misma alma. c) mbar : El divino
tencias espirituales del alma... y en todos espritu del Esposo que mora en el alma.
los sentidos y potencias corporales... no d) Arrabales (de Judea) : Son los senti-
haya otras digresiones y formas, e ima- dos sensitivos inferiores. e) No to-
gen y figuras, ni representaciones de quis a la parte superior.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITEJRATURA ESPAOLA 27

el mbar perfumea,
mora en los arrabales,
y no queris tocar nuestros umbrales.
19 Escndete, Carillo,
y mira con tu haz a las montaas,
y no quieras decillo;
mas mira las campaas
de la que va por nsulas extraas.

Esposo
20 A las aves ligeras,
leones, ciervos, gamos saltadores,
montes, valles, riberas,
aguas, aires, ardores,
y miedos de las noches veladores ;
21 por las amenas liras
y canto de sirenas os conjuro
que cesen vuestras iras,
y no toquis al muro,
porque la Esposa duerma ms seguro.
22 Entrdose ha la Esposa
en el ameno huerto deseado,
y a su sabor reposa,
el cuello reclinado
sobre los dulces brazos del Amado.

19
a) Esposo mo, recgete en la paite canto de sirena significa el deleite ordina-
ms interior de mi alma. b) La haz rio que el alma posee. c) Llaman-
de Dios es la Divinidad. Montaas : las do iras a las dichas turbaciones y moles-
potencias del alma. d) El mirar de tias de las afecciones y operaciones des-
Dios es amar y hacer mercedes. * Com- ordenadas. . d) Muro : el cerco de paz
paas : la multitud de virtudes y dones y vallado de virtudes y perfecciones con
y perfecciones y otras riquezas espiritua- que la misma alma est cercada y guar-
les que l ha puesto ya en ella. e) Es dada, siendo ella el huerto... donde su
a saber, de mi alma que va a ti por ex- Amado pace las flores, cercado y guar-
traas y ajenas de todos los sentidos y dado solamente para l. e) .Es a
del comn conocimiento natural. saber, porque ms a sabor se deleite de
20
a) Aves : las digresiones de la ima- la quietud y suavidad que goza en el
ginacin. b) Leones : los mpetus Amado.
de la potencia irascibles... Y por ciervos
22
y gamos entiende la otra potencia del b) Transformdose ha en su Dios,
alma que es la concupiscencia. c) Mon- que es el que aqu llama huerto ameno.
tes... : los actos viciosos y desordenados c, d) El cuello significa aqu la forta-
de las tres potencias del alma.d, e) Las leza del alma. d, e) Reclinar el
aficiones de las cuatro pasiones. cuello en los brazos de Dios es tener ya
21 unida su fortaleza, o, por mejor decir,
a) Amenas liras : la suavidad que
de s da el ama en este estado. b) Eli su flaqueza, en la fortaleza de Dios.
228 JOS MANUEL BLECUA

23 Debajo del manzano


all conmigo fuiste desposada,
all te di la mano,
y fuiste reparada
donde tu madre fuera violada.

Esposa
24 Nuestro lecho florido,
de cuevas de leones enlazado,
en prpura tendido,
de paz edificado,
de mil escudos de oro coronado.
25 A zaga de tu huella
las jvenes discurren el camino,
al toque de centella,
al adobado vino
emisiones de blsamo divino.
26 En la interior bodega
de mi Amado beb y cuando sala
por toda aquesta vega,
ya cosa no saba,
y el ganado perd, que antes segua.
27 All me dio su pecho,
all me ense ciencia muy sabrosa,
y yo le di de hecho
a m, sin dejar cosa ;
all le promet de ser su esposa.

i3
a) Manzano : Esto es, debajo del e) El sentido de estos tres versillos es
favor del rbol de la cruz. b , c) Le- el siguiente : Al toque de centella con
vantndote de tu bajo estado en mi com- que recuerdas mi alma, y al adobado
paa y desposorio. d, e) Que si vino con que amorosamente la embria-
tu madre [la naturaleza humana] deba- gas, ella te enva las emisiones de movi-
jo del rbol te dio la muerte, yo debajo mientos y actos de amor que en ella
de rbol de la Cruz te di la vida. causas.
24
a) Este lecho del alma es el Es- 26
Cuenta el alma en esta cancin la
poso Hijo de Dios, el cual est florido
soberana merced que Dios le hizo en
para el alma. b) Entendiendo por
cuevas de leones las virtudes que posee recogerla en lo ntimo de su amor, que
el alma en este estado de la unin con es la unin o transformacin de amor
Dios. c) Prpura : la caridad, e) Es~ en Dios, y dice dos efectos que de all
cudos : las virtudes y doea del aima. sac, que son olvido y enajenacin de
25
a) La suavidad y noticia que da todas las cosas del mundo, y mortificacin
Dios de s al alma que le busca es ras- de todos los apetitos y gustos.
27
tro y huella por donde se va conociendo a) Pecho : Dar el pecho a uno es
y buscando a Dios. b) Jvenes : al- darle su amor y amistad y descubrirle
mas devotas. c) Centella : aun toque sus secretos, como a amigo. h) Cien'
sutilsimo que el Amado hace &\ alma. da : la teologa mstica.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 229

28 Mi alma se ha empleado,
y todo mi caudal en su servicio :
ya no guardo ganado,
ni ya tengo otro oficio,
que ya slo en amar es mi ejercicio.
29 Pues ya si en el ejido,
de hoy ms no fuere vista ni hallada,
diris que me he perdido,
que andando enamorada,
me hice perdidiza y fui ganada.
30 De flores y esmeraldas
en las frescas maanas escogidas,
haremos las guirnaldas,
en tu amor florecidas
y en un cabello mo entretejidas.
31 Bn slo aquel cabello,
que en mi cuello volar consideraste,
mirstele en mi cuello
y en l preso quedaste,
y en uno de mis ojos te llagaste.
3a Cuando t me mirabas,
su gracia en m tus ojos impriman :
por eso me adamabas,
y en eso merecan
los mos adorar lo que en t van.
33 No quieras despreciarme,
que si color moreno en m hallaste,
28 en esta cancin : la primera es dar a en-
b) Caudal : ccTodo lo que pertenece
a la parte sensitiva del alma. c, d, e) tender que aquel amor en que estan asi-
Que es tanto como decir : .Ya no me das las virtudes no es otro sino slo el
ando tras mis gustos y apetHos, porque amor fuerte, porque a la verdad, tal ha
habindolos puesto en Dios y dado a l, de ser para conservarlas. La segunda,
ya no loa apacienta ni guarda para s dice que Dios se prend mucho de este
el alma su cabello de amor, vindolo solo y fuer-
30
a) Flores : las virtudes del alma. te. La tercera, dice que estrechamente se
Esmeraldas : los dones que tiene de Dios, enamor de ella Dios, viendo la pureza
b) Maanas : <cEs a saber : ganadas y y entereza de su fe.
32
adquiridas en las juventudes, que son b) Por los ojos del Esposo se en-
las frescas maanas de las edades. c) Ha* tiende aqu su Divinidad misericordio-
remos las guirnaldas, entendiendo por sa. c) Adamar cees .amar mucho, es
guirnaldas todas las santas almas engen- ms que amar simplemente, es como amar
dradas por Cristo en la Iglesia, que cada duplicadamente,
una de ellas es como una guirnalda 33
c, d) Despus que me miraste, qui-
arreada de flores de virtudes y de dones, tando de m ese color moreno y desgra-
e) Cabeo : la voluntad y amor que ciado de culpa con que no estaba de ver,
tiene al Amado, el cual amor tiene y en que me diste la primera vez gracia,
hace el oficio que el hilo en la guir- ya bien puedes mirarme ; esto es, ya
nalda . bien puedo yo y merezco ser vista, reci-
S1
Tres cosas quiere decir el alma biendo ms gracia de tus ojos*.
230 JOS MANUEL BLECUA

ya bien puedes mirarme,


despus que me miraste,
que gracia y hermosura en m dejaste.

Esposo
34 La blanca palomica
al arca con el ramo se ha tornado,
y ya la tortolica
al socio deseado
en las riberas verdes ha hallado.
35 En soledad viva,
y en soledad ha puesto ya su nido,
y en soledad la gua
a solas su querido,
tambin en soledad de.amor herido.

Esposa
36 Gocmonos, Amado,
y vamonos a ver en tu hermosura
al monte y al collado,
do mana el agua pura ;
entremos ms adentro en la espesura,
37 Y luego a las subidas
cavernas de la piedra nos iremos,
que estn bien escondidas,
y all nos entraremos
y el mosto de granadas gustaremos.
38 All me mostraras
aquello que mi alma pretenda,
y luego me daras
all, t, vida ma,
aquello que me diste el otro da.
34
El Esposo es el que habla en esta Amado, y sta le pide cuando dice : En*
cancin, cantando la pureza que ella tie- tremos ms adentro en la espesura.
37
ne ya en este estado. Palomica y Torto- a, b) Las subidas cavernas son Jos
lica : el alma. Socio : el Esposo. subidos y profundos misterios de la sa-
36
Ella es la que habla en esta oca- bidura de Dios que hay en Cristo, e) Las
sin con el Esposo, pidindole tres cosas granadas significan aqu los misterios de
que son proDias de amor : la primera, Cristo y los juicios de la sabidura de
quiere recibir el gozo y sabor del amor, Dio3.
y esa le pide cuando dice : Gocmonos, 88
Amado. La segunda, es desear y hacer- e) Por aquel otro da entiende el
se semejante al Amado, y sta le pide da de la eternidad de Dios, que es otro
cuando dice : Vamonos a ver en tu que este da temporal ; en el cual da de
hermosura. Y la tercera es escudriar y la eternidad predestin Dios al alma para
saber las cosas y secretos del mismo la gloria.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 231

39 El espirar del aire,


el canto de la dulce Filomena,
el soto y su donaire,
en la noche serena
con llaga que consume y no da pena.
40 Que nadie lo miraba,
Aminadab tampoco pareca,
y el cerco sosegaba,
y la caballera
a vista de las aguas descenda.
[Textos de Clsicos EBRO.]

A N N I M O

A CRISTO CRUCIFICADO

Soneto
No me mueve, mi Dios, para quererte
el celo que me tienes prometido ;
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
5 T me mueves, Seor ; muveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido ;
muveme ver tu cuerpo tan herido ;
muvenme tus afrentas y tu muerte.
Muveme, al fin, tu amor, y en tal manera,
10 que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera ;
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

39
a, b) Lo que nace en el alma de las pasiones y mortificados ios apetitos
aquel aspirar del aire es la dulce voz de naturales ; la cuarta y quinta, que ya
su Amado en ela. c) Soto : Dios, est la parte sensible e inferior reforma-
d) Esta noche es la contemplacin en da y purificada, y que ya est conforma-
que el alma desea ver estas cosas. e) da con la parte espiritual ; de manera
Llama : el amor del Espritu Santo.
40 que no slo no estorbar para recibir
Dice cinco cosas : la primera, que
aquellos bienes espirituales, mas antes
ya su alma est desasida y ajena de to-
das las cosas ; la segunda, que ya est se acomodar a ellos, porque aun de los
vencido y ahuyentado el demonio [Ami- que tiene ahora participa segn su ca-
nadab] ; la tercera, que ya estn sujetadas pacidad.
232 JOS MANUEL BLECUA

i. Analcese la doctrina mstica de san Juan, segn el Cntico


espiritual,
2. Estudese las caractersticas del lenguaje mstico : smbolosf
metforas y alegoras. Mustrese lo que piensa San Juan acerca de
este lenguaje.
3.0 El paisaje y la Naturaleza.
4.0 Indquense las relaciones entre la prosa y la poesa.
CAPITULO XVII

LA PROSA Y EL TEATRO

La novela pastoril. Al levs de la novela picaresca, la llamada no-


vela pastoril tiene unos orgenes extranjeros, y, como los libros de caba-
lleras, es de carcter internacional. El Renacimiento, que puso de moda
el gnero buclico en la poesa (recurdense las glogas, de Garcilaso),
difundi este tipo de novela, bastante convencional, lo mismo por los
personajes refinados pastores que dialogan pulcramente y citan a Pla-
tn, que por sus paisajes y trama en general. E l argumento de estas
obras suele ser siempre un conflicto amoroso, resuelto al final con toda
felicidad.

Orgenes. Los orgenes de esta clase de obras hay que buscarlos en


la novelstica italiana de Boceado (en Ninfale de Ameto y Ninfale fieso-
ano), pero sobre todo en la Arcadia, de Jacobo Sannazaro, aparecida a
principios del siglo xvi, que influy mucho en nuestra literatura, traducida
en 1547. El portugus Bernardina Eiberiro fu el primer imitador de
Sannazaro con su novela Menina e moca.

Jorge de Montemayor. Otro portugus, Jorge de Montemayor


(fl561), de Montemor o Velho, cerca de Coimbra. msico y poeta, nos
dej el mejor ejemplar del gnero en su clebre novela titulada Diana,
en la que se desarrolla el conflicto amoroso de tres pastores, Diana, Sireno
y Delio. Se intercalan, como era costumbre en este gnero novelstico,
diversas composiciones poticas, y fu obra muy leda y difundida en su
poca. Tradjose al francs e influy en la literatura inglesa.
234 JOS MANUEL BLECUA

Gaspar Gil Polo. El valenciano GASPAR G I L POLO public en 1564


una continuacin de esta novela, con el ttulo de Diana enamorada, utua
de las producciones ms interesantes del gnero, ya que Gil Polo era un
poeta que saba revestir de lirismo las descripciones de su regin levantina,
de singular originalidad. Pero su inters reside ms en los versos que en
la misma prosa. Gil Polo utiliz una mtrica poco frecuente en el Siglo
de Oro, como sucede con las llamadas rimas provenzales, de gran musi-
calidad y perfeccin.

xito de la lovla pastoril, L a novela pastoril obtuvo un xito se-


mejante al de los libros de caballeras. Novelas pastoriles escriben, como
veremos, Cervantes y Lope de Vega, y hasta se llegaron a convertir a lo
divino, como la Clara Diana a lo divino, de fray Bartolom Ponce.

El tema morisco. A medida que avanza el siglo xvi se va notando


en la literatura espaola una exaltacin ideal de lo morisco, exaltacin q'ue
se traduce en diversas obras en prosa y en la creacin de un ciclo de
romances nuevos conocidos con el nombre de moriscos. Lope de Vega,
por ejemplo, se disfrazar bajo el nombre del pastor Belardo, pero otra?
usar el de Zaide o el de Gazul, al paso que Elena Osorio se convertir
en la bella Zaida.
Una idealizacin romntica es la bella Historia del Abencerraje y de la
hermosa Jarifa, que ya se encuentra intercalada en la de la Diana de Mon-
mayor. E l tema, que tambin pas al teatro y al romancero nuevo, se
refiere a los amores de Abindarrez, prisionero del alcaide de Antequera,
con la hermosa Jarifa, y la generosidad del citado alcaide devolviendo la
libertad al moro.
Ms interesante es la novela morisca de GIN s PREZ DE H I T A (que
muy joven pele contra los moriscos Sublevados de Granada), titulada
Historia de los bandos de Zegrles y Abencerrajes, especie de novela hist-
rica, continuada posteriormente con una segunda parte, Las guerras civi-
les de Granada, de menos inters.
La primera parte trata de las rivalidades entre Zegres y Abencerrajes,
de los desafos entre moros y cristianos, de amores dramticos y de fes-
tejos y certmenes celebrados en Granada a fines del siglo xv, descritos
con una pompa y colorido sin igual y aderezados con elementos poticos.
Los moros se convierten en caballeros galantes y romnticos, romanticismo
que pasar a numerosas narraciones posteriores, ya que la obra de Gins
Prez de Hita fu muy leda en oda Europa.

La prosa histrica. La historiografa de este perodo comienza con


JERNIMO ZURITA (f 1580), aragons, autor de unos severos An-ales de la
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESfAOLA 235

Corona de Aragn, meticulosos y veraces, imprescindibles para el cono-


cimiento de la Edad Media en la Corona de Aragn.
La obra histrica que refleja con ms exactitud las corrientes hist-
ricas de la poca es la Historia de L orden de San Jernimo, de FRAY J O S
DE SIGENZA, sucesor de Arias Montano en el cargo de Bibliotecario de
El Escorial, a cuya fundacin se refiere casi toda su obra. Obra que
Unamuno llam con hbil comparacin el Escorial de la literatura clsica
espaola.

Juan de Mariana. El mayor historiador del siglo xvi fu el jesuta


Padre JUAN DE MARIANA, nacido en Talavera en 1535 y muerto en 1624,
autor de numerosos tratados polticos, escritos en latn con el ttulo Trac-
tatus septem, y de una monumental Historia de Espaa, redactada tam-
bin en latn y traducida posteriormente por su mismo autor.
La obra de Juan de Mariana nace de un deseo de exaltacin de la
Historia de Espaa, pero hacindola girar de una manera sincrnica alre-
dedor de Castilla, concebida como un estado completo. E s una historia
artstica, por lo que cuid con todo esmero su composicin y su lenguaje,
habiendo quedado por esto como prototipo de prosa histrica.

C O N S L T E S E . P a r a la novela pastoril y los t e m a s moriscos, M. M e n n d e z


Pelayo, Orgenes de la novela, vol. II, Madrid, 1943. P a r a la prosa histri-
ca, B. Snchez Alonso, Historia de 7<r historiografa espaola, vol. II, Madrid, 1944.
236 JOS MANUEL BLECUA

JORGE DE MONTEMAYOR

DIANA

Acabando Silvano la amorosa cancin de Diana, dijo a Sireno (que


como fuera de s estaba oyendo los versos que despus de su partida la
pastora haba cantado) : Cuando esta cancin cantaba la hermosa Diana,
en mis lgrimas pudieran ver si yo senta las que ella por su causa derra-
maba; pues que no queriendo yo della entender que la haba entendido,
disimulando lo mejor que pude (que no fu poco podello hacer) llegeme
adonde estaba. Sireno entonces le ataj diciendo : Ten punto 1 , Sil-
vano; que un corazn que tales cosas deca pudo mudar fe ? Oh cons-
tancia, oh firmeza, y cuntas pocas veces hacis asiento sobre corazn
de hembra, que cuando ms subjecta 2 est a quereros, tanto ms propues-
ta 3 para olvidaros ! Y bien crea yo que en todas las mujeres haba esta
falta, mas en mi seora Diana jams pens que naturaleza haba dejado
cosa buena por hacer. Prosiguiendo, pues, Silvano por su historia ade-
lante, le dijo: Como yo me llegase ms adonde Diana estaba, vi que
pona los ojos en la clara fuente, adonde prosiguiendo su acostumbrado
oficio4, comenz a decir: Ay, ojos, y cunto ms presto se os acabarn
las lgrimas qu la ocasin de derramallas ! Ay, mi Sireno, plega a
Dios que antes que el desabrido invierno desnude el verde prado de frescas
y olorosas flores, y el valle ameno de la menuda hierba, y los rboles som-
bros de su verde hoja, vean estos ojos tu presencia tan deseada de m
nima, como de la tuya debo ser aborrecida, A este punto alz el di-
vino rostro, y me vido 3 ; trabaj 6 por disimular el triste llanto, mas no
lo pudo hacer de manera que las lgrimas no atajasen el paso a su disi-
mulacin, levantse a m, diciendo : Sintate aqu, Silvano, que asaz
vengado ests y a costa ma. Bien paga esta desdichada lo.que dices que
a su causa sientes, si es verdad que es ella la causa 7 . Es posible, Dia-
na le respond que eso me quedaba por or? En fin, no me engao en
decir que nasc para cada da descubrir nuevos gneros de tormentos, y
t para hacerme ms sinrazones de las que en tu pensamiento pueden
caber. Ahora dudas ser t la causa de mi mal? Si t no eres la causa
del, quin sospechas que mereciese tan gran amor? O qu corazn ha-
bra en el mundo, si no fuese el suyo, a quien mis lgrimas no hubiesen
ablandado? Y a esto aad otras muchas cosas, de que ya no tengo me-
moria. Mas la cruel enemiga de mi descanso, ataj mis razones diciendo :
'Mira, Silvano; si otra vez tu lengua se atreve a tratar de cosa tuya y
a dejar de hablarme en el mi Sireno, a tu placer8 te dejar gozar de la

1 6
Els decir : Detente un poco. Esforz.
2 7
Latinismo : sujeta. Tambin el pastor Silvano est ena-
3
Dispuesta. morado de Diana.
4 8
De lamentarse, de llorar, Es decir : solitario.
s Vio.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 237

clara fuente donde estamos sentados. Y t no sabes que toda cosa que
en mi pastor no tratare, me es aborrescible y enojosa? Y que la persona
que quiere bien, todo el tiempo que gasta en or cosa fuera de sus amores
le parece mal empleado?.Yo entonces, de miedo que mis palabras no
fuesen causa de perder el descanso que su vista me ofresca, puse silencio
en ellas, y estuve all un gran rato gozando de ver aquella hermosura so-
berana, hasta que la noche se dej venir (con mayor presteza de lo que
yo quisiera) y de all nos fuimos los dos con nuestros ganados al aldea.
Sireno, suspirando, le dijo : Grandes cosas me has contado, Silvano,
y todas en dao mo ; desdichado de m, cuan presto vine a experimentar
la poca constancia que en las mujeres hay. Por lo que los 9 debo me pesa.
No quisiera yo, pastor, que en algn tiempo se oyere decir que en un
vaso, donde tan gran hermosura y discrecin junt naturaleza, hubiera
tan mala mixtura, como es la inconstancia que conmigo ha usado. Y lo
que ms me llega al alma, es que el tiempo le ha de dar a, entender lo
mal que conmigo lo ha hecho ; lo cual no puede ser sino a costa de su
descanso. Cmo le va de contentamiento despus de casada?. Silvano
le respondi : Dicenme algunos que le va mal, y no me espanto 10 , por-
que, como sabes, Delio su esposo, aunque es rico de bienes de fortuna,
no lo es de los de naturaleza, que en esfco de la disposicin ya ves cuan
mal le va. Pues de otras cosas que los pastores nos preciamos, como son
taer, cantar, luchar, jugar al cayado, bailar con las mozas el domingo,
paresce que Delio no ha nacido ms que para mirallo,
Ahora, pastor, dijo Sireno, toma tu rabel y yo tomar mi zam-
pona, que no hay mal que con la msica no se pase, ni tristeza que con
ella no se acresciente.
Y templando los dos pastores sus instrumentos con mucha gracia y
suavidad comenzaron a cantar.

[Texto segn la edic. de Lpez Estrada en Clsicos Castellanos.^

i. Cul es el ambiente que describe Monteinayor ? Comprese


con el del Lazarillo. En qu consisten las diferencias ?
2. Mustrese la complicacin sentimental.
3. 0 Analcese la presencia del paisaje.

9
Los parece referirse a daos.
10
Asombro.
238 JOS MANUEL BLECUA

ANNIMO

H I S T O R I A D E A B I N D A R R E Z Y LA H E R M O S A J A R I F A

Hubo en Granada un linaje de caballeros que llamaban los Abencerra-


jes, que eran flor de todo aquel reino : porque en gentileza de sus perso-
nas, buena gracia, disposicin y esfuerzo, baca ventaja a todos los de-
ms ; eran muy estimados del rey y de todos los caballeros, y muy ama-
dos y quistos de la gente comn. En todas las escaramuzas que entraban,
salan vencedores, y en todos los regocijos de caballera se sealaban.
Ellos inventaban las galas y los trges. De manera que se poda bien decir
que en ejercicio de paz y de guerra eran regla y ley de todo el reino. D-
cese que nunca bubo Abencerraje escaso, ni cobarde, ni de mala disposi-
cin. No se tena por Abencerraje el que no serva dama, ni se tena por
dama la que no tena Abencerraje por servidor...
[Rodrigo de Narvaez, alcaide de Antequera, hace prisionero a Abinda-
rrez, joven abencerraje, enamorado de Jarifa. El moro confiesa su preo-
cupacin.]
...Yo iba de Crtama a Coin, breve jornada (aunque el deseo la alargaba
mucho), el ms ufano Abencerraje que nunca se vio. Iba llamado de mi
seora, a gozar de mi seora, y a casarme con mi seora. Vome ahora
herido, cativo y vencido : y lo que ms siento: que el trmino y coyun-
tura de mi bien se acaba esta noche. Djame, pues, cristiano, consolar
entre suspiros, y no los juzgues a flaqueza, pues lo fuera muy mayor tener
nimo para sufrir tan riguroso trance.
Rodrigo de Narvez qued espantado y apiadado del extrao aconteci-
miento del moro ; y parescindole que para su negocio ninguna cosa le po-
dra daar ms que la dilacin, le dijo : Abindarrez, quiero que veas
que puede ms mi virtud que tu ruin fortuna. Si t me prometes como
caballero de volver a mi prisin dentro del tercero da, yo te dar libertad
para que sigas tu camino.
[Marcha Abindarrez, y una vez casado vuelve con su esposa a la pri-
sin. Narvez logra que el rey moro de Granada los perdone y adems
les otorga la libertad. El Abencerraje enva a Narvez esplndido rega-
los, y este contesta con la siguiente carta] :
Hermosa Jarifa : No ha querido Abindarrez dejarme gozar del ver-
dadero triunfo de su prisin, que consiste en perdonar y hacer bien : y
como a m en esta tierra nunca se me ofresci empresa tan generosa, ni
tan digna de capitn espaol, quisiera gozarla toda y labrar della una
estatua para mi posteridad y descendencia. Eos caballos y armas rescibo
yo para ayudarle a defender de sus enemigos. Y si en enviarme el oro se
mostr caballero generoso, en rescibirlo yo paresciera codicioso mercader ;
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 239

yo os sirvo con ello en pago de la merced que me hicistes en serviros


de m en mi castillo. Y tambin, seora, yo no acostumbro robar damas,
sino servirlas y honrarlas.
Y con esto les volvi a enviar las doblas. Jarifa las recibi, y dijo :
Quien pensare vencer a Rodrigo de Narvez de armas y cortesa, pensar
mal.
[Inventario de A. de Villegas, en C. Prez Pastor, La imprenta
en Medina del Campo, Madrid, 1895.]

i. Estudese el ambiente. Cmo son las relaciones entre moros


Y cristianos ?
2. Analcense [os caracteres. Mustrense los elementos ideales.
240 JOS MANUEL BLECUA

EL TEATRO

El teatro prlopista. Ya vimos en el captulo xv que, por una parte,


el teatro renacentista se orient hacia el teatro clsico grecolatino, teatre
que vamos a ver continuado en esta poca, aunque sin gran xito. Por
otra parte, surgir un tipo de obras con carcter ms realista y popular,
sin influencias latinas ni italianas, del que derivar el entrems. Otros
autores, como Juan de la Cueva y Cervantes, incorporarn al teatro temas
de la historia de Espaa.

El teatro erudito. L a s traducciones e imitaciones de los clsicos con-


tinan en la segunda mitad del siglo xvi. As, por ejemplo, PEDRO SIMN
ABRIL, fillogo y humanista, tradujo comedias de Terencio y Aristfanes,
y la tragedia Medea, de Eurpides. Estas traducciones y el conocimiento
directo de las tragedias clsicas, especialmente las de Sneca, influyen
en la produccin de diversos autores, como J'uan de Mal Lara y en JER-
riaio BERMDEZ, que dramatiz la bella y trgica historia de doa Ins
de Castro en sus dos piezas Nise lastimosa y Nise laureada, escritas en
verso, con coros y monlogos al uso clsico. Tambin escribieron tragedias
de tipo erudito Cristbal de Virus y Lupercio Leonardo de Argensola.
El mismo Cervantes compuso algunas obras siguiendo esta tcnica, que
hara desaparecer integramente Lope de Vega.
Lope de Rueda. El brillante comienzo de Torres Naharro y de Gil
Vicente fu continuado por L O P E DE RUEDA, batihoja sevillano, cuya acti-
vidad escnica transcurre entre 1550 y 1565. Incorporse muy joven a una
compaa de teatro, y l mismo fu autor y representante de sus obras.
Muri en 1565.
De Lope de Rueda escriba Cervantes lo siguiente : Yo dije que me acordaba
de haber visto representar al gran Lope de Rueda, varn insigne en la representa-
cin y en el entendimiento. Fu natural de Sevilla y de oficio batihoja, que quiere
decir de los que hacen panes de oro. Fu admirable en la poesa pastoril y en este
modo, ni entonces ni despus ac, ninguno le ha llevado ventaja... Las comedas
eran unoa coloquios como glogas entre dos o tres pastores y alguna pastora. Ade-
rezbanla con dos o tres entremeses, ya de negra, ya de rufin, ya de bobo y ya de
vizcano ; que todas estas cuatro figuras y otras muchas haca el tal Lope con la
mayor excelencia y propiedad que pudiera imaginarse. Muri Lope de Rueda, y
por hombre excelente y famoso le enterraron en la iglesia mayor de Crdoba, entre
loa dos coros.

Obras. Lope de Eueda sigue la moda de escribir comedias a la ma-


nera italiana, como Eufemia, Medora, Armelina, Los engaados, pero al
mismo tiempo es el creador de un gnero vivo y gracioso, antecedente de
los entremeses de un Cervantes, llamado yaso, intercalado muchas veces
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 241

entre acto y acto de las comedias, o en medio de dos escenas. Son muy
graciosos los pasos de Las aceitunas, La tierra de Jauja, La cartula y
El rufin cobarde. Estas pequeas piezas son de tipo realista, interesando
por su fuerza cmica y por la agudeza y gracia de su lengua. Lope de
Rueda dice M. Pelayo... transport a las tablas el tipo de prosa de
la Celestina, pero aligerndole de su opulenta frondosidad, hacindole ms
rpido e incisivo, con toda la diferencia que va del libro a la escena.

Juan de la Cueva. Mucho ms interesante, por su aproximacin al


teatro de Lope de Vega, es la obra del sevillano JUAN DE LA CUEVA (1550?-
1.610), del que se conservan hasta catorce comedias y tragedias, mas nu-
merosos poemas lricos y una especie de preceptiva literaria titulada Exem-
plar 'potico.
Juan de la Cueva es el primero que incorpora temas de la historia
nacional al teatro, como hara despus Lope de Vega, en sus comedias
de Los siete infantes de Lata y en La muerte del rey don Sancho, recu-
rriendo para esto a las crnicas y al romancero. Dramatiza el tema con-
temporneo del Saco de Boma, obra de gran vigor, y crea, finalmente,
algn tipo de inters excepcional, como el de Leucino, especie de don Juan
Tenorio, en su Comedia del infamador. Destaquemos por lo ltimo la
aportacin tcnica que supone reducir el nmero de jornadas a cuatro,
y el uso de gran nmero de formas estrficas. Mezclar el estilo lrico y
el pico y lo trgico y lo cmico en una misma escena, como har des-
pus Lope de Vega.

Juan de Timoneda. El valenciano JUAN DE TIMONEDA (f hacia 1583)


desarroll una gran actividad, ya que fu librero, impresor y literato.
Como impresor le debemos algunas joyas, como la clebre Rosa de ro-
mances viejos, uno de los romanceros ms interesantes.
Como dramaturgo, se acerca al teatro de Planto en la obra titulada
Turiana, que contiene diversas comedias, farsas, pasos y entremeses. Tra-
dujo comedias plaUtinas y es tambin autor de seis autos sacramentales,
publicados en el Ternario sacramental.
Ms inters ofrecen sus cuentos y novelitas cortas, recogidas en dos
colecciones, Sobremesa y alivio de caminantes y Patrauelo. La primera
rene una serie de cuentecillos amables y entretenidos, muy breves,
mientras que en la segunda se leen veintids patraas o novelas cortas,
procedentes de obras italianas, algunas adaptadas con evidentes aciertos.

CONSLTESE. Para Lope de Rueda, el prlogo de E. Cotarelo en la edic. de


las Obras, Madrid, 1908, y el de Moreno Villa en Clsicos castellanos. Para Juan
de la Cueva, el prlogo de Icaza en la edic. de las Tragedias y comedias, y tam-
bin en Clsicos Castellanos. P a r a Juan de Timoneda, M. Menndez Pelayo, Or-
genes We la novela, vol. II.
16
242 JOS MANUEL BLECUA

LOPE DE HUEDA

L,AS ACEITUNAS

TOR. i Vlame Dios y qu tempes- cielo de Dios que eramos yo


tad ha hecho desdel 1 reque- y vuestro ahijado a cargalla
brajo2 del monte ac, que no y no podamos.
paresca sino quel cielo se AGU. Ya, noramaza 9 sea, marido,
quera hundir y las nubes y qu mojado que vens !
venir abajo! Pues dec3 TOR. Vengo hecho una sopa da-
agora : qu os terna 4 apa- gua. Mujer, por vida vues-
rejado de comer la seora tra, que me deis algo que
de mi mujer? As mala cenar.
rabia la mate!... Oslo? AGU. Y O qu diablos os tengo
Mochacha5 Mencigela ! Si de dar, si no tengo cosa nin-
todos duermen en Zamora 6 .. guna?
I gueda de Torugano ! MENC. Jess, padre, y qu moja-
Oslo ? da que vena aquella lea!
MKNC. Jess, padre ! Y habsnos TOR. S, despus dir tu madre
de quebrar las puertas? ques el alba.
TOR. Mira qu pico, mira qu AGU. Corre, mochacha, adrzale 10
pico ! Y adonde est vues- un par de huevos para que
tra madre, seora? cene tu padre, y hazle luego
MENC. All est en casa de la ve- la cama. Yos 11 aseguro, ma-
cina, que le ha ido a ayu- rido, qtie nunca se os acor-
dar a coser unas madejillas. d de plantar aquel renuevo
TOR. Malas madejillas vengan de aceitunas que rogu que
por ella y por vos ! Andad plantsedes.
y llamalda 7 , TOR. Pues en qu me he deteni-
AGU. Ya, ya, el de los misterios, do sino en plantalle, como
ya viene de hacer una ne- me rogastes?
gra carguilla de lea, que AGU. Callad, marido, y adonde
no hay quin se averige 8 lo plantastes?
con l. TOR. All junto a la higuera bre-
TOR. S ; carguilla de lea le pa- valj12, adonde, si se os
resce a la seora? Juro al acuerda, os di un beso.
1 7
Contraccin de desde el. Mettesis muy frecuente en el a. XVJ.
8 8
De resquebrajar. Se entienda.
3 9
Imperativo, como aguarda, ven, etc. Com noramala.
10
* Tendr. Vid temis, ms adelante. Forma popular de aderezar. Vid
* Forma popular. drecho ms adelante.
11
* Dicho popular, procedente de un ro- Contraccin de Yo o.
12
mance viejo. Breva}, de brevas.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 243

MENC. Padre, bien puede entrar a a cmo has de pedir?


cenar, que ya est adrezado MENC. A como quisiredes, padre.
todo. TOR. A catorce o quince dineros.
AG. Marido, no sabis qu he MENC. As lo har, padre.
pensado? Que aquel renuevo AGU. Cmo as lo har, padre ?
de aceitunas que plantastes Ven ac, mochacha : a c-
hoy, que de aqu a seis o mo has de pedir?
siete aos llevar cuatro o MENG. A como mandredes, madre
cinco hanegas de aceitunas, AGU. A dos reales castellanos.
y que poniendo plantas ac TOR. Cmo a dos reales castella-
y plantas acull, de aqu a nos? Yos prometo que si
veinticinco o treinta aos no hacis lo que yo os man-
t e m i s un olivar hecho y do, que os tengo de dar ms
derecho. de doscientos correonazos.
TOR. Eso es la verdad, mujer, que A cmo has de pedir?
no puede dejar de ser lindo. MENC. A como decs vos, padre.
AGU. Mira, marido : sabis qu TOR. A catorce o quince dineros.
he pensado? Que yo coger MENC, As lo har, padre.
la aceituna y vos la carrea- AGU. Cmo as lo har, pa-
ris con el asnillo, y Men- dre ? Toma, toma, hace lo
cigela la vender en la pla- que yos mando.
za. Y mira, mochacha, que TOR. Dejad la mochacha.
te mando que no me des MENC. Ay, madre; ay, padre, que
menos el celemn de a dos me m a t a !
reales castellanos. ALOXA. Qus esto, vecinos? Por
TOR. Cmo a dos reales castella- qu maltratis ans la mo-
n o s ? No veis ques cargo chacha ?
de conscincia y nos llevar AGU. Ay, seor ! Este mal hom-
al amotazn 1 3 cadalda la bre, que me quiere dar las
pena, que basta pedir a ca- cosas a menos precio y quie-
torce o quince dineros por re echar a perder mi casa :
celemn ? unas aceitunas que son co-
AGU. Callad, marido, ques el ve- mo nueces !
duo 1 4 de la casta de los de TOR. Y O juro a los huesos de mi
Crdoba. linaje que no son ni aun
TOR. Pues aunque sea de la casta como piones.
de los de Crdoba, basta pe- AGU. S son.
dir lo que tengo dicho. TOR. N O son.
AGU. Ora no me quebris la cabe- ALOXA. Ora, seora vecina, haceme
za. Mira, mochacha, que te tamao placer que os entris
mando que no las des me- all dentro, que yo lo ave-
nos el celemn de a dos rea- riguar todo.
les castellanos. AGU. Averige o pngase todo del
TOR. Cmo a dos reales castella- quebranto.
nos ? Ven ac, mochacha : ALOXA. Seor vecino, qu son de
13
Almotacn, fiel de pesos y medidas. las vidas o uvas. Aqu se extiende el
14
Veduo es la calidad o especie de significado a ]a calidad del olivo.
244 JOS MANUEL BLECUA

las aceitunas? Sacaldas ac y la mochacha la vendiese,


fuera, que yo las comprar, y que a fuerza de drecho ha-
aunque sean veinte hanegas. ba de pedir a dos reales por
TOR. Que no, seor ; que no es cada celemn ; yo que no y
desa manera que vuesa mer- ella que s, y sobre esto ha
ced se piensa, que no estn sido la quistin.
las aceitunas aqu en casa, ALOXA. Oh, qu graciosa quistin ;
sino en la heredad. nunca tal se ha visto! Las
ALOXA. Pues traeldas aqu, que yo aceitunas no estn planta-
las comprar todas al precio das, y ha llevado la mo-
que justo fuere. chacha tarea sobre ellas?
MENC. A dos reales quiere mi ma- MENC. Qu le paresce, seor?
dre que se vendan el cele- TOR. NO llores, rapaza. La mo-
mn. chacha, seor, es como un
ALOXA. Cara cosa es esa. oro. Ora andad, hija, y po-
TOR. N O le paresce a vuesa mer- nedme la mesa, que yos pro-
ced? meto de hacer un sayuelo de
MENC Y mi padre a quince dine- las primeras aceitunas que
ros. se vendieren;
ALOXA. Tenga yo una muestra de- ALOXA. Ahora andad, vecino, en-
lias. traos all adentro y tened
TOR. Vlame Dios, seor! Vue- paz en vuestra mujer.
sa merced no me quiere en- TOR. Adis, seor.
tender. Hoy he yo planta- ALOXA. Ora por cierto, i qu cosas
do un renuevo de aceitu- vemos en esta vida que po-
nas, y dice mi mujer que de nen espanto ! Las aceitunas
aqu a seis o siete aos lle- no estn plantadas, ya las
var cuatro o cinco hanegas habernos visto reidas. Ra-
de aceituna, y quella la co- zn ser que d fin a mi em-
gera, y que yo la acarrease bajada.

i. Estudense los caracteres. Cul es el ms perfilado?


2. En qu reside lo cmico de la situacin?
3. 0 Mustrense las caractersticas del lenguaje.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 245

JUAN DE LA CUEVA

LOS S I E T E I N F A N T E S D E L A R A

ARGUMENTO DE LA TRAGEDIA

DOA LAMBRA, mujer de R U Y VELAZQUEZ y hermana de GONZALO BUSTOS,


padre de los siete Infantes de Lara, mand a un criado suyo que le diese
a GONZALO GONZLEZ, el menor de los Infantes, [con] un vaso de sangre ;
y hacindolo el criado, el GONZALO GONZLEZ lo mat en las faldas de su
ta DOA LAMBRA, adonde se fu a guarecer. La cual, querellndose a su
marido R U Y VELZQUEZ, traz la venganza, enviando una carta al R E Y
ALMANZOR de Crdoba con su cuado GONZALO BUSTOS, por l a cual le peda
que luego le mandase dar la muerte al GONZALO BUSTOS, y asimismo le en-
viase gente, y que le dara en poder a los siete Infantes, de quien l tanto
dao reciba. Leda la carta por el R E Y ALMANZOR, puso a GONZALO BUSTOS
en prisin, y envi a dos capitanes suyos llamados GALVE y VIARA, con
diez mil moros, y siguiendo el orden dado por el R U Y VELZQUEZ le entreg
los Infantes a los'moros. De suerte que, aunque hicieron su deber como
valientes caballeros, fueron todos muertos, y ms doscientos caballeros que
con ellos iban, y cortndoles las cabezas a los siete Infantes, y la de su
ayo U O SALIDO, se las enviaron al R E Y ALMANZOR, que luego que las
recibi mand sacar de la prisin a GONZALO BUSTOS, y habiendo comido
con l aquel da le hizo poner delante las ocho cabezas de sus hijos y ayo.
El cual, conocindolas, hizo encima de ellas m u y doloroso llanto, que,
movido a sentimiento el moro, le concedi libertad para que se fuese a su
tierra. E n el tiempo que haba estado preso, ZAIDA, hermana del R E Y A L -
MANZOR, haba tratado amores con GONZALO BUSTOS, la cual qued preada
de l, y llegando el tiempo del parto pari un hijo que, siendo de edad, lo
envi al padre, y fu vuelto cristiano, y se llam GONZALO MUDARRA, el
cual mat a R U Y VELZQUEZ y quem a su ta DOA LAMBRA, en venganza
de la muerte de sus hermanos los siete Infantes de Lara, cuyos nombres
fueron: D I E G O GONZALEZ, MARTIN GONZALEZ, SUERO GONZALEZ, FERNN
GONZALEZ, RUY GONZALEZ, UO GONZALEZ, GONZALO GONZALEZ.

E s t a tragedia represent la primera vez ALONSO RODRGUEZ en Sevilla,


en la Huerta de doa Elvira, siendo asistente don Francisco Zapata de
Cisneros, conde Barajas. Ao de mil y quinientos y setenta y nueve.
246 JOS MANUEL BLECUA

ALMANZ. ALMANZ.

Comis as por all? Si es eso tan importante,


recebirs gran placer
G. BUST. si te los hago traer
Seor, s, del mesmo modo a todos siete delante?
se sirve y se come todo ;
G. BUST.
no en el suelo, como ac.
A ser aqueso posible,
ALMANZ. me fuera sumo remedio.
H a s recebido placer ALMANZ.
en salir hoy de prisin?
Si a ti te puede ser medio,
G. BUST. no es cosa tan imposible.
La fuerza de la razn G. BUST.
puede por m responder. Por qu arte o por qu va
ALMANZ. puedes hacer tal hazaa?
Qu te pide tu deseo? ALMANZ.
Que por m te es otorgado.
No usar de arte extraa
G. BUST. si uso de nigromanca.
Bueno ha estado este guisado.
Quien de Rey es convidado, Hate dado gusto, Bustos ?
qu ms gloria ni trofeo?
G. BUST.
ALMANZ.
Bs tal, que a todos los gustos
En esta cautividad ser por fuerza extremado.
ser libre querrs, amigo?
ALMANZ.
G. BUST.
H a faltado alguna cosa?
Seor, comiendo contigo
G. BUST.
cierta est mi libertad.
Seor, a lo que imagino,
ALMANZ. tener sabor de tocino.
N o te congoja ni pena ALMANZ.
otra cosa en este estado?
Oh, qu comida enfadosa !
G. BUST. No s por qu los cristianos
tan sucia comida usis,
Mis hijos me dan cuidado si no es porque gustis
ms que mi dura cadena. de comer cieno y gusanos.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 247

No sin causa el dios Mahoma, ALMANZ.


so pena de grande afn Ponas aqu, quita presto
nos veda por su Alcorn ese velo que est encima.
que ningn moro la coma. Limpalas, Gonzalo Bustos,
Mas dejando sto a una parte, y mralas una a una.
quiero mostrarte u n presente,
que ponrtelo presente G. BUST.
h a de ser para alegrarte. Rey, ya he visto mi fortuna
Dicen que sobre Almenara y mis ltimos desgustos.
una batalla se dio, Mis hijos son los que veo,
donde m i gente venci los siete Infantes de Lara;
por su esfuerzo y virtud rara. ya veo m i muerte clara,
H a n muerto muchos cristianos, que es el premio que deseo.
y hanme del robo escogido Hijos, luz del alma ma,
honor y espanto del mundo,
ocho cabezas, trado
d el valor vuestro en quien fundo
de ocho fuertes castellanos.
el prez de la valenta?
Recebir gran placer
D las belicosas maas ?
que puestas delante de t, D los invencibles pechos ?
me vayas diciendo aqu Qu ha podido de esta suerte
quien son, a tu parecer. acabaros en el suelo?
Si no ha sido ira del cielo,
G. BUST.
qu pudo daros la muerte?
Si son cabezas cristianas E n u n hecho tan terrible,
no pongo ' duda ninguna quin la victoria ha emprendido?
conocerlas u n a a una, Con brazo divino ha sido,
como sean castellanas. porque humano no es posible.
Mas si son de otra nacin Espada mortal no pudo,
ser grande maravilla ; ay, hijos, daros la muerte,
mas como sean de Castilla que jams a humana suerte
se dome vuestro escudo !
darte he clara relacin.
Qu enemigos combatiendo
hubo en valor tan constantes,
ALMANZ.
que al nombre de los Infantes
Del modo que las dej no revolviesen huyendo?
las pongan delante m, Quin resisti vuestras manos ?
y conocindolas, di Quin vuestras fuertes espadas,
quin son, porque gustar que en el mundo eran llamadas
que contarte tal empresa pestilencia de paganos ?
cual mis moros han habido, Cul rayo, rompiendo el cielo,
baj, haciendo igual dao
sobre lo que se h a comido
que vuestro valor extrao
servir de sobremesa.
hizo en gentes de este suelo?
VIARA.
Y t, ayo, amparo y gua
de mis hijos, dame cuenta
Rey, a quien Mahoma estima, de esta dolorosa afrenta,
lo que demandas es esto. mueve aquesa lengua fra.
248 JOS MANUEL BLECUA

Dmelo, uo Salido. Hijos, pues estis conmigo,


No quieres, por no ofenderme, no tengo ya que temer;
pues solas responderme esto as se a de hacer,
y a mi razn dar tu odo? y vengarme en mi enemigo.
Oh triste ! d mi cordura ? Morid todos, que es muy justo,
qu ciega ignorancia es esta, pues muerte a mis hijos disteis ;
que a muertos pido respuesta que en vengar lo que hicisteis
de mi extraa desventura? a Bustos morir le es gusto.
[ E d i c . de Icaza en Clsicos Castellanos.']

i. Qu relaciones guarda esta tragedia con la leyenda de los


Infantes de Lara segn la Crnica General!
2. Hgase una comparacin entre esa escena de la tragedia y la
misma segn la Crnica y el Romancero, Cules con las coinciden-
cias y las divergencias? En dnde es ms pattica? Por qu?
3.0 Selense los rasgos psicolgicos de Almanzor.

JUAN DE TIMONEDA

SOBREMESA Y ALIVIO DE CAMINANTES

Rescibi un caballero por criado un mozo al parecer simple, llamado


Pedro, y, por burlarse del, dile un da dos dineros y dijole :
Ve a la plaza y treme un dinero de uvas y otro de aix.
El pobre mozo, comprado que hubo las uvas, se rean y burlaban del,
viendo que peda un dinero de aix. Conosciendo que su amo lo haba hecho
por burla, puso las uvas en la capilla de la capa, y encima de ellas un
manejo de ortigas, y llegando a casa, dijole el amo:
.Pues traes recaudo?
Dijo el mozo:
S, seor: ponga la mano en la capilla y squelo.
Puesta la mano, encontr con las ortigas, y dijo :
.Aix!
Respondi el mozo :
Tras eso vienen las uvas, seor.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 249

II

Estando afeitando el barbero a un gentilhombre en su casa, el cual es-


taba muy mohino del por ser tan parlero, que cuando vino a hacerle la
barba, dijo :
Seor, cmo quiere que le haga la barba?
Respondi el gentilhombre :
Callando.

III

Estaban unos ladrones desquiciando una puerta, para robar lo que haba
en la casa ; sintindolo el dueo de la posada, asomse a una ventana, y
dijo :
Seores, de aqu un rato venid, que aun no somos acostados.

[Obras de Juan de Timoneda, edic. de E. Julia, Madrid, 1947.]


CAPITULO XVI i

LA P O C A BARROCA

LA POESIA

El barroco literario. En la historia de la cultura europea se cono-


ce con el nombre de barroco un perodo que surge como evolucin natural
del arte renacentista. Las formas clsicas de la arquitectura renacentista
(imitacin de las grecorromanas), en las que predominaban las lneas
rectas, van poco a poco recargndose de elementos ornamentales y cur-
vos. Frente a una portada renacentista, la forma barroca se distingue con
rapidez por el predominio de lo ornamental, de lo dinmico y de la lnea
quebrada, zigzagueante e imprecisa. Lo mismo suceder en la escultura-
Pero, a su vez, en la poesa y en la prosa se da tambin este mismo
fenmeno: poco a poco, de Garcilaso a Herrera y de este ltimo a Gn-
gora, el verso va adquiriendo ms complicacin formal, recargndose
con palabras extraas y con lina sintaxis retorcida. Si Garcilaso describe
as el deslizarse de un ro

Danubio, ro divino,
que por fieras naciones
vas con tus claras ondas discurriendo,

Gngora, en cambio, dir :

En roscas de cristal serpiente breve,


por la arena desnuda el Luco yerra,
el Luco, que con lengua al fin vibrante,
si no niega el tributo, intima guerra
al mar, que el hombre con razn le bebe
y las faldas besar le hace de Atlante.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 251

Caractersticas internas. El barroco es un fenmeno europeo. E n


Espaa corresponde a los reinados de Felipe I I I y Felipe IV (comienzo
de, la decadencia imperial), y durar hasta el siglo xvin. Ideolgicamente
nuestro barroquismo se caracteriza por el fuerte contraste entre un rea-
lismo y un idealismo como en Don Quijote o en la pintura del siglo xvn ;
por el tono melanclico y desengaado, que lleva a los poetas a cantar
las ruinas, la caducidad y brevedad de la existencia: la vida no es ms
que un sueo, como en Caldern ; y, finalmente, por la tendencia a
huir de lo natural y espontneo, prefiriendo lo artificioso y complicado.

Culteranismo y conceptismo. El lenguaje del barroquismo se re-


suelve en dos maneras : culteranismo y conceptismo. El culteranismo es
la culminacin de los elementos externos de la poesa renacentista, ten-
diendo a una deliberada dificultad por el uso de latinismos (tanto de lxico
como sintcticos), metforas audaces y originales, elusion de los trminos
corrientes, perfrasis, etc. El conceptismo aspira a sugerir, en cambio,
un significado profundo con un lenguaje conciso. Gracin, teorizador del
conceptismo, dir : Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Ms obran
quintas esencias, que frragos. El conceptismo abusa del juego de voces,
de los equvocos, paronomasias, etc., como se ver en los textos
corresp ondientes.

La poesa culterana. Entre el estilo de Herrera y el plenamente


culto de Gngora, cabra colocar la obra de los poetas del grupo anteque-
rano-granadino, como Luis Martn de la Plaza, Pedro Espinosa y otros,
nuy preocupados por el cultivo de una poesa sensorial, llena de belleza.
Ms importancia tiene la obra de Lurs CARRILLO Y SOTOMAYOR (1583-1610),
autor de un corto nmero de romances y sonetos, de una Fbula de Atis
y Galatea (que algunos crticos han considerado el antecedente inmediato
del Polifemo gongorino) y de un libro en prosa, donde sealaba sus teoras
literarias.

Don Luis de Gngora. El realizador de la reforma potica del ba-


rroco fu don Luis DE GNGORA y ARGOTE, nacido en Crdoba (1561),
como Lucano y Juan de Mena. Despus de estudiar en Salamanca, orde-
nse de sacerdote y obtuvo un beneficio en la catedral cordobesa. E n
1617 fu nombrado capelln de Felipe I I I y traslad su residencia a Ma-
drid, donde vivi hasta 1626, en que regres a Crdoba desengaado de
la corte, muriendo al ao siguiente.

Obra. Su obra se puede dividir en dos grandes grupos : a) Peque-


os poemas romances, letrillas, sonetos y canciones*; y b) Poemas
252 JOS MANUEL BLECUA

de mayor extensin : Soledades y Polifemo. La crtica ha demostrado que


el estilo empleado en los poemas extensos es una intensificacin de los
elementos formales aparecidos en los pequeos poemas anteriores a. 1613.
Gngora es autor de deliciosos romances y letrillas, algunos irnicos
y burlescos. Son muy conocidos y bellos los que principian Serva en
Oran al Rey, Entre los sueltos caballos, La desgracia del forzado, Her-
mana Marica, etc., Entre las letrillas destacan por su belleza o fino
humor las que comienzan No son todos ruiseores, En los finares del
Jcar, ndeme yo caliente, etc. Sus sonetos son tambin muy perfectos
y bellos, quiz los ms perfectos de toda la poesa espaola.

Los poemas mayores. - Tngora termina en 1612 la Fbula de Po-


lifemo y Galatea, basada en el tema ovidiano de los amores del gigante
Polifemo, desdeado por Galatea, enamorada de Acis. Escrita en octa-
vas, es quiz el poema ms logrado y perfecto del barroco, lleno de im-
genes y metforas audaces y sorprendentes. Las Soledades (de 1613) son
el poema capital de la revolucin gongorina. Parece ser que Gngora no
lleg a terminar ms que la Soledad primera y 878 versos de la segunda.
Su asunto (un joven nufrago que llega a unas costas y es recogido por
unos cabreros) no tiene inters pico, sino lrico. E s un pretexto para
buscar en las descripciones de la Naturaleza motivos para 'una poesa
extraordinaria, llena de pompa y colorido.

Estilo. Cuntase que Gngora sola decir: Deseo hacer algo, no


pam los muchos, expresando de este modo su deseo de escribir poesa
para una minora intelectual. Gngora consigue su objeto con UTLDS
recursos estilsticos no nuevos en su tiempo, pero s audaces. E n primer
lugar acumular neologismos aparecidos en la poesa anterior y sus poe-
mas breves (vase en Quevedo una lista de voces censuradas) ; har des-
aparecer el orden normal de la frase bajo la presin del hiprbaton latini-
zante ; eludir las palabras vulgares o corrientes, sustituyndolas por una
perfrasis, y crear nuevas metforas partiendo de otras, desgastadas por
el uso. Pero tambin cuidar exquisitamente la musicalidad del verso,
colocando las palabras ms bellas donde el ritmo alcanza mayor intensidad.

Seguidores de Gngora. Xa poesa de Gngora despert una admi-


racin extraordinaria y al mismo tiempo encendidas protestas de otros
poetas de su generacin. Entre los amigos ms fervorosos de Gngora
figuraba don JUAN DE TAS SIS (1586-1622), Conde de Villamediana, de
vida agitada, uno de los mejores poetas del siglo xvn, autor de bellsimas
sonetos y de agudos y satricos epigramas.
Don JUAN DE JUREGUI (1583-1641), pintor y poeta, fu al principio
uno de los mejores crticos de las Soledades, escribiendo un clebre estudio
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 253

titulado Antdoto contra la pestilente poesa de las Soledades, lo que to


le impidi terminar en poeta culterano en su bella traduccin de la Far-
salia, de Lucano, y en un poema sobre Orfeo.
Otros notables poetas gongorinos fueron PEDRO SOTO DE BOJAS (1585-
3658), autor de un extenso poema descriptivo, Paraso cerrado para mu-
chos, y de bellsimos sonetos y madrigales; GABRIEL BOCANGEL Y U N -
ZUETA, autor de un libro, Rimas, con aciertos indudables ; Fray HORTENSIO
F L I X PARAVICINO, el clebre predicador, amigo del Greco y de Gngora,
que introdujo el culteranismo en el pulpito; y, en Amrica, Sor JUANA
INS DE LA CRUZ (1651-1695), mejicana, que tambin sufri la influen-
cia de Caldern en su obra dramtica.

Enemigos y defensores de Gngora. La crtica y defensa de las


Soledades y el Polifemo constituyen uno de los captulos ms interesantes
de nuestra historia literaria. Entre los crticos, el primer lugar por la
cronologa corresponde al humanista PEDRO DE VALENCIA, amigo de
don Luis, el primero que hizo observaciones a las Soledades, observacio-
nes que tuvo en cuenta Gngora. Por otra parte, el Antdoto de Juregui
dio ocasin a que los amigos del cordobs editasen sus obras con comen-
tarios, explicando en algn caso verso a verso toda la obra, o parte de
ella, como hicieron, entre otros, Salcedo Coronel, Pellicer y Salazar
Mardones.
De otro tipo son los ataques de Lope de Vega y Quevedo. El primero
fij sri posicin en cierta Respuesta a un papel que escribi a un seor
de estos reinos sobre la nueva poesa, y en numerosos y graciosos sonetos,
que fueron contestados con bastante pulla por el mismo Gngora. Que-
vedo, que ya era enemigo de Gngora antes de 1613, burlse en multitud
de stiras del estilo culterano del cordobs. Su clebre Aguja de navegar
cultos es la mejor caricatura de la poesa gongorina.

C O N S L T E S E . E. Wlfflin, Conceptos fundamentales de la Historia del Arte,


Madrid, 1936. W . WeisbacH, El barroco, arte de la Contrarreforma, Madrid,
1942. M, Artigas, D o n Luis de Gngora, Madrid, 1925. D m a s o Alonso, La
lengua potica de Gngora, Madrid, 1935.
254 JOS MANUEL BLECUA

DON LUIS CARRLLO Y SOTOMAYOR


Cancin

Baa el cansado rostro, caluroso,


en el soberbio mar el sol; y, triste,
celos y agravios viste
el viudo prado y viudo cielo hermoso;
5 y, por gemir enojos,
trocara en lengua sus dorados ojos.
De su tirano escuro 1 temerosas,
son crcel de s mismas, enojadas,
las flores, encerradas
io entre sus verdes brazos ; y, llorosas,
niegan su blando aliento,
por no darle a la noche envuelto en viento.
Los laureles, que alzados requebraban
con amorosa voz el alto cielo,
15 prestan lenguas al suelo,
y endechas lloran los que amor cantaban :
y, por su dueo 2 ausente,
llanto es la risa de la hermosa fuente.
La blanca Aurora con la blanca mano
20 abre las rojas puertas del Oriente ;
ofrece, firme ausente,
las lgrimas lloradas, verde, el llano,
que l medio hel al verterlas
y entre esmeraldas 3 las guard por perlas.
25 Desata, alegre, el placentero gusto
la dulce voz del ruiseor pintado ;
lamenta en delicado
acento el mando de la noche injusto,
y, firme en su congoja,
30 ya en voz es ave, ya en color es hoja.
El lamo, que fu a la temerosa
vid de la noche escura amparo y guarda,
trepa, alegre y gallarda 4 ;
a ver del claro sol la luz hermosa,
35 y, por la nueva dada,
le corona la frente levantada.
La tristeza del cielo, el ancho prado,
1
De la noche. roco las lgrimas por perlas.
2 4
EJ sol. Gallarda se refiere a vid.
1
Las hierbas del prado que guardan e]
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 255

pasa sin sol ; el gusto y alegra


con que recibe el da,
40 al verse de sus rayos coronado,
mi pecho, i oh Celia !, siente :
en tu presencia, vivo; muerto, ausente.

[Edic. de Dmaso Alonso, Poesas completas.


Madrid. 1936]

i. Dganse los sentimientos que expresa la cancin y qu com-


paraciones utiliza el poeta.
2.0 Indquense las principales dificultades sintcticas.

PEDRO ESPINOSA

San Raimundo en el Mediterrneo1


Tiran yeguas de nieve2
el carro de cambiante argentera 3
sobre que viene el da
con rubias trenzas, de quien perlas llueve;
5 la alcatifa4 sembrada de diamantes
se borda y se matiza
de gnuli, carmn y azul ceniza,
cuando de sus alcobas,
cerleas, espumantes,
10 sale Neptuno horrendo,
quitando de la frente el musgo y ovas,
alborotado con el sordo estruendo
que hacen los tritones,
que en torno van de un manto
15 que el agua corta, que sustenta un santo ;
y recostado en el azul tridente,
con arrugada frente,
mira el barco veloz que va volando,

1 2
Pinta el poeta en esta cancin la Las yeguas que arrastran el carro
huida de San Raimundo de Palma de del sol.
3
Mallorca. Por haberle negado el rey Es decir, de distintos reflejos met-
4pn Jaime una embarcacin, San Rai- lieos,
4
mundo utiliza su manto. La alfombra ; el mar aqu.
256 JOS MANUEL BLECUA

sus erizadas ondas despreciando.


20 De claridades bellas
vido pintada y rica la canoa ;
que la luna era proa,
la popa el sol, y lo dems estrellas ;
y, viendo aquella maravilla santa,
25 bebe el delgado viento
y un caracol torcido le da aliento
y en el profundo estrecho,
oyendo furia tanta,
Doris*, con miedo helado,
30 los azules hijuelos 6 lleg al pecho ;
aparecieron sobre el mar salado
los escamosos dioses,
a quien Neptuno pide
apriesa el carro que las ondas mide;
35 encima sube, a los caballos grita
y a volar los incita,
hasta que al venerable santo llega,
y con espumas los tritones ciega.
Parece el mar que bulle
40 brocado7 azul, de plata la entretela ;
por donde el carro vuela,
que, por ms gala, a veces se zabulle ;
de ncares 8 cubiertas las espaldas
relumbra el dios que rige
45 fieros caballos de color de acije9,
que con las ondas chocan,
del cual, entre esmeraldas
y sanguinos corales,
los cabellos al pecho helado tocan,
50 de quien manan clarsimos cristales 10 ,
y sobre el carro verde,
un caudaloso ro
de las barbas preadas de roco ;
y los que deste triunfo all se admiran
55 tambin del viejo miran
que las canas, por mas ornato, aforra
de una arrugada concha en vez de gorra.
Arrojan los delfines
por las narices blanco espuma en arco
5 8
Ninfa marina o nereida. Gotas de agua.
8 9
Llama azules a los hijuelos por ser El acije es la caparrosa, sulfato que
de agua. puede tener un color azul.
7 10
Tela de seda entretejida con oro y Es decir, gotas de agua, como ex-
plata, plica unos versos ms adelante.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 25?

60 y, destilando de las verdes crines 12


aljfar, las nereidas asomaron
y ms dulces sirenas
sobre pintadas conchas de ballenas ;
Tritn, Forco y Proteo 13
65 delante se mostraron,
cuando sali rigiendo
un caballo marino el dios Nereo,
que con hendido pie va el mar hendiendo.
La escuadra de las ninfas
70 ligera en torno zarpa,
midiendo acentos en discante 14 y arpa ;
y t, Raimundo, sobre el pobre manto,
miras la fiesta, en tanto,
que hace a tu santsima persona
75 el turquesado mar de Barcelona.

LICENCIADO LUIS MARTIN DE LA PLAZA


Soneto
Nereidas, que con manos de esmeraldas,
para sangrarle las ocultas venas,
de perlas, ncar y corales llenas,
azotis de Neptuno las espaldas;
5 y ceidas las frentes con guirnaldas,
sobre azules delfines y ballenas
oro puro cernis de las arenas,
y lo guardis en las mojadas faldas;
decidme, as de nuestro alegre coro
10 no os aparte aquel dios que en Eolia mora,
y con valiente soplo os hace agravios,
hallis corales, perlas, ncar, oro,
tal como yo lo hallo en mi seora,
en cabellos, en frente, en boca, en labios ?
[Fydic. de Rodrguez Marin y Quirs
de las Flores de poetas ilustres]

i. Estudese el arte de la descripcin. Antense las imgenes


y metforas ms felices.

12 13
Nereidas son diosas marinas, apa- Diosea marinos,
14
recen con su verde pelo destilando gotas Instrumento de cuerda,
de agua.

17
253 JOS MANUEL BLECUA

D. LUIS DE G O N G O RA

RETRATO

Fu don Luis de buen cuerpo, alto, robusto, blanco y rojo, pelo negro. As lo
dice l en su retrato : de aquel tiempo se habla :

Fu un tiempo castaa,
pero ya es morcilla

Ojos grandes, negros, vivsimos, corva la nariz, seal de hbil, como todo su rostro
la dio ; adorn el talle, y el aire de sus movimientos, los hbitos clericales. Habl
en las veras con eminencia grande, aun en prosa. En las burlas joviales fu agu-
dsimo, picante (sin pasar de la ropa) y envuelto en los donaires con que entretena,
e dejaba oir sentenciosamente.
Daba orejas a las advertencias o censuras, modesto y con gusto. Enmendaba, si
haba qu, sin presumir : tanto, que haciendo una nenia 1 a la traslacin de los
huesos del insigne castellano Garci Laso de la Vega a nuevo y ms suntuoso sepul-
cro, por sus descendientes, una de las coplas comunic, y el que le oy res-
pondi con el silencio. Pregunt don Luis : Qu : no es buena? Replcesele : S ;
pero no para don Luis. Sintilo con decirle : Fuerte cosa que no me basten oaa-
re(nta aos de aprobain para que se me fe ! No se habl ms en la materia. La
noche deste da se volvieron a ver los dos, y lo primero que don Luis dijo, fu :
\Ah, seor, soy como el gato de algalia, que a azotes da el olorl : ya est diferente
la copla. Y as fu, porque se excedi a s mismo en ella.
Sola decir : El mayor fiscal de mis obras soy yo. Otras veces dijo : Deseo hacer
algo ; no para los muchos.
[Escrutinio, Annimo, en Obras completas, edic. de Mill, pgs. 1.292 y 3.]

ROMANCES Y LETRILLAS

I 1580 Dejadme llorar


La ms bella nia 10 orillas del mar.
de nuestro lugar, Pues me distes, madre,
hoy viuda y sola en tan tierna edad
y ayer por casar, tan corto el placer
viendo que sus ojos* tan largo el pesar,
a la guerra van, 15 y me cautivastes
a su madre dice de quien hoy se va
que escucha su mal: y lleva las llaves
1
Nenias eran cantos funerales.
2
Es decir : el amor de sus ojos.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

de mi libertad, Dejadme llorar


dejadme llorar 60 orillas del mar.
20 orillas del mar.
E n llorar conviertan 11.-1580
mis ojos, de hoy ms, Hermana Marica,
el sabroso oficio maana, que es fiesta,
del dulce mirar, no irs t a la amiga 3
25 pues que no se pueden ni ir yo a la escuela.
mejor ocupar, 5 Pondrste el corpino
yndose a la guerra y la saya buena,
quien era mi paz. cabezn labrado 4 ,
Dejadme llorar toca y albanega 6 ,
30 orillas del mar. y a m me pondrn
No me pongis freno 10 mi camisa nueva,
ni queris culpar ; sallo 6 de palmilla,
que lo uno es justo, media de estamea;
lo otro por dems. y si hace bueno
35 Si me queris bien, trair la montera
no me bagis mal ; 15 que me dio la Pascua 7
harto peor fuera mi seora abuela,
morir y callar. y el estadal 8 rojo
Dejadme llorar con lo que le cuelga,
40 orillas del mar, que trajo el vecino
Dulce madre ma, 20 cuando fu a la feria.
quin no llorar Iremos a misa,
aunque tenga el pecho veremos la iglesia,
como un pedernal, darnos un cuarto 9
45 y no dar voces mi ta la ollera.
viendo marchitar 25 Compraremos de l
los ms verdes aos (que nadie lo sepa)
de mi mocedad? chochos 10 y garbanzos
Dejadme llorar para la merienda;
50 orillas del. mar. y en la tardecica,
Vayanse las noches, 30 en nuestra plazuela,
pues ido se han jugar yo al toro
los ojos que hacan y t a las muecas
los mos velar ; con las dos hermanas,
55 vayanse, y no vean Juana y Madalena,
tanta soledad, 35 y las dos primillas,
despus que en mi lecho Marica y la tuerta ;
sobra la mitad. y si quiere madre

3
Escuela <ie nias. que se sola llevar al cuello ,
4
Cuello del vestido, bordado. * Monedita de escaso valor.
5
Redecilla que sujetaba el cabello. 10
Los dulces que solan comprar
6
Sayo, saya. nios. Tambin se llamaba as a. loa
7
En la Pascua. tramuces.
8
Cinta bendita en algn santuario,
260 JOS MANUEL BLECUA

dar las castaetas, Barbla, la hija


podrs tanto dello de la panadera,
40 bailar en la puerta ; 75 la que suele darme
y al son del adufe 11 tortas con manteca...
cantar Andrehuela :
No me aprovecharon, 111 1581
madre, las hierbas12 ;
45 y yo de papel Da bienes, Fortuna,
har una librea, que no estn escritos:
teida con moras cuando pitos, flautas,
porque bien parezca, cuando flautas, pitos.
y una caperuza
50 con muchas almenas ; 5 Cuan diversas sendas
pondr por penacho se suelen seguir
las dos plumas negras en el repartir
del rabo del gallo, honras y haciendas !
que acull 13 en la huerta A unos da encomiendas 16 ,
55 anaranjeamos 14 10 a otros sambenitos 17 .
las Carnestolendas ; Cuando pitos, flautas,
y en la caa larga cuando flautas, pitos.
pondr una bandera A veces despoja
con dos borlas blancas de choza y apero
60 en sus tranzaderas; 15 y a quien se le antoja;
y en mi caballito la cabra ms coja
pondr una cabeza pari dos cabritos.
de guadamec 15 , Cuando pitos, flautas,
dos hilos por riendas; 20 cuando flautas, pitos.
65 y entrar en la calle Porque en una aldea
haciendo corvetas. un pobre mancebo
Yo, y otros del barrio, hurt solo un huevo,
que son ms de treinta, al sol bambolea 18 ,
jugaremos caas 25 y otro se pasea
70 junto a la plazuela, con cien mil delitos.
porque Barbolilla Cuando pitos, flautas,
salga ac y nos vea ; cuando flautas, pitos.

16
11
Pandero morisco. Dignidad en las rdenes militares.
ir
12 illa po-
i Estribillo de una cancionclla po- Sambenitos eran letreros infamantes
pular. que se colocaban en las iglesias con las
13
Aqu y all, all. penas y castigos de los penitenciados por
14 . la Inquisicin. Tambin se conoca con
La diversin conocida con el nom-
el nom- e s t e n o m ^ r e e J sayo que llevaban los
bre de correr galloss. condenados.
15
Cuero adornado con dibujosi en re- i 8 Que lo ahorcaron y cuelga al sol
lieve. bambolendose.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 261

I V.-1583 Pues he vivido diez aos


sin libertad y sin ella,
Amarrado al duro banco 35 siempre al remo condenado,
de una galera turquesca, a nadie matarn penas!
ambas manos en el remo En esto se descubrieron
y ambos ojos en la tierra, de la Religin seis velas 33 ,
5 un forzado19 de Dragut 20 y el cmitre 24 mand usar
en la playa de Marbella21 4c al forzado de su fuerza.
se quejaba al ronco son
del remo y de la cadena : V.1602
Oh sagrado mar de Espaa,
ic famosa playa serena, ROMANCE DE ANGLICA Y MEDORO 35
teatro donde se han hecho En un pastoral albergue,
cien mil navales tragedias ! que la guerra entre unos robres 26
pues eres t el mismo mar le dej por escondido
que con tus crecientes besas o le perdon por pobre,
15 las murallas de mi patria, 5 do la paz viste pellico
coronadas y soberbias, y conduce entre pastores
treme nuevas de mi esposa, ovejas del monte al llano
y dime si han sido ciertas y cabras del llano al monte,
las lgrimas y suspiros mal herido y bien curado 27 ,
20 que me dice por sus letras ; ic se alberga un dichoso joven,
porque si es verdad que llora que sin clavarle Amor flecha,
mi captiverio en tu arena, le coron de favores.
bien puedes al mar del Sur Las venas con poca sangre,
vencer en lucientes perlas 22 . los ojos con mucha noche 28
25 Dame ya, sagrado mar, 15 le hall en el campo aquella
a mis demandas respuesta, vida y muerte de los hombres2*
que bien puedes, si es verdad Del palafrn se derriba,
que las aguas tienen lengua; no porque al moro conoce,
pero, pues no me respondes, sino por ver que la hierba
30 sin duda alguna que es muerta, 20 tanta sangre paga en flores30.
aunque no lo debe ser, Limpiale el rostro, y la mano
pues que vivo yo en su ausencia. siente al Amor que se esconde
19 25
El condenado a servir en los remos El tema del romance procede del
de las galeras. Orlando furioso, canto XIX.
20 26
Dragut fu un clebre corsario tur- Robles, forma culta.
27
co. Hecho prisionero por Andrea Doria, Ntese que el romance aparece lle-
fu libertado despus por Barbarroja, no de contraposiciones.
21 28
Pueblecito de la provincia de Como est herido, las venas se ha
Mlaga. lian con poca sangre, y los ojos sin luz,
22
Las perlas de los mares del Sur son como asomndose a la noche de la
un tpico literario de la poca para de- muerte.
29
signar las lgrimas. Perfrasis para designar a Anglica.
33 30
Es decir, seis naves de los caballe- Es decir, al caer la sangre en la
ros de Malta. hierba la ha coloreado, haciendo el efec-
24
El que diriga las maniobras de las to de convertirla en rosas.
galeras y castigaba a los remeros.
262 JOS MANUEL BLECUA

tras las rosas, que la muerte cortsmente corresponde.


31
va violando sus colores . Humilde se apea el villano
25 Escondise tras las rosas y sobre la yegua pone
porque labren sus arpones un cuerpo con poca sangre,
el diamante del Catay 6c pero con dos corazones37 ;
con aquella sangre noble 32 . a su cabana los gua,
Ya le regala los ojos, que el Sol deja su horizonte
30 ya le entra, sin ver por dnde, y el humo de su cabana
una piedad mal nacida les va sirviendo de Norte.
entre dulces escorpiones. 65 Llegaron temprano a ella,
Ya es herido el pedernal, do una labradora acoge
ya despide el primer golpe un mal vivo con dos almas
35 centellas de agua 33 . Oh, piedad y una ciega con dos soles 38 .
hija de padres traidores ! Blando heno en vez de pluma
Hierbas aplica a sus llagas, 7c para lecho les compone,
que si no sanan entonces, que ser tlamo luego
en virtud de tales manos do el garzn sus dichas logre.
40 lisonjean los dolores. Las manos, pues, cuyos dedos
Amor le ofrece su venda, des ta vida fueron dioses,
mas ella sus velos rompe 75 restituyen a Medoro
para ligar sus heridas : salud nueva, fuerzas dobles.
los rayos del Sol perdonen 34 . Y le entregan, cuando menos,
45 Los ltimos nudos daba su beldad, y un reino en dote 39 ,
cuando el celo la socorre segunda invidia de Marte,
de un villano en una yegua 80 primera dicha de Adonis.
que iba penetrando el bosque. Corona un lascivo enjambre
Enfrenante de la bella de Cupidillos menores
50 las tristes piadosas voces, la choza, bien come abejas
que los firmes troncos mueven hueco tronco de alcornoque.
35
y las sordas piedras oyen . 8 Qu de nudos le est dando
Y la que mejor se halla a un spid la invidia torpe,
en las selvas que en la Corte, contando de las palomas
36
55 simple bondad , al po ruego los arrullos gemidores!

51
Es decir, va robando el color de escena, le ofrece su venda para curar a
las mejillas de Medoro, las rosas tras de Medoro, pero ella rompe sus velos y deja
las que se esconde el Amor. al descubierto sus hermosos ojos, ante
** Escondise el Amor detrs de las cuyos rayos 03 del sol desmerecen.
35
mejillas de Medoro porque la sangre del Ntese la contraposicin.
3
garzn ablandase el corazn de la An- * Obsrvese la construccin : Y la
glica (reina de Catay), duro como el simple bondad, que mejor se halla en las
diamante. (Segn los antiguos el dia- selvas que en la Corte.
37
mante no se poda labrar sino con otro El suyo y el de Anglica.
38
diamante o con sangre caliente.) Una labradora acoge a Medorome-
ss
Siendo el corazn de Anglica un dio vivo, del que se ha enamorado
diamante un pedernal por lo duro. Anglica, ciega de amor, con dos ojos
al disparar el dios sus flechas, despide como soles.
centellas, chispas, pero de agua, lgrimas. 39
34
Anglica era reina de Catay.
Como r\ Amor est presente a esta
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 263

i Qu bien la destierra Amor, deja que sombras las moren


90 haciendo la cuerda azote 40 , profanan con sus abrazos
porque el caso no se infame a pesar de sus horrores.
y el lugar no se inficione ! Choza, pues, tlamo y lecho,
Todo es gala el Africano41, 130 cortesanos labradores,
su vestido espira olores, aires, campos, fuentes, vegas,
95 el lunado arco suspende, cuevas, troncos, aves, ores,
y el corvo alfange depone. fresnos, chopos, montes, va-
Trtolas enamoradas [lles,
son sus roncos atambores, contestes 45 destos amores,
y los volantes de Venus 135 el cielo os guarde, si puede,
100 sus bien seguidos pendones. de las locuras del Conde 46 .
Desnuda el pecho anda ella 42 ,
V I.1603
vuela el cabello sin orden ;
si le abrocha, es con claveles, Ein los pinares de Xcar 47
con jazmines si le coge. vi bailar unas serranas,
105 Bl pie calza en lazos de oro, al son del agua en las piedras,
porque la nieve se goce, y al son del viento en las ramas.
y no se vaya por pies 5 No es blanco coro de ninfas
la hermosura del orbe 43 . de las que aposenta el agua,
Todo sirve a ios amantes : o las que venera el bosque,
110 plumas les baten, veloces44, seguidoras de Diana :
airecillos lisonjeros, serranas eran de Cuenca,
si no son murmuradores. 10 honor de aquella montaa,
Los campos les dan alfombras, cuyo pie besan dos ros
los rboles pabellones, por besar de ella las plantas.
115 la apacible fuente sueo, Alegres corros tejan,
msica los ruiseores. dndose las manos blancas
Los troncos les dan cortezas J5 de amistad, quiz temiendo
en que se guarden sus nombres, no la truequen las mudanzas.
mejor que en tablas de mrmol Qu bien bailan las serranas !
120 o que en lminas de bronce. Qu bien bailan 1
No hay verde fresno sin letra, El cabello en crespos nudos
ni blanco chopo sin mote ; 2c luz da al sol, oro a la Arabia,
si un valle Anglica suena, cul de flores impedido 48 ,
otro Anglica responde. cul de cordones de plata.
125 Cuevas do el silencio apenas Del color visten del cielo,
40 t i m e n calza y ata con cintas d o r a d a s , J
L a Envidia, q u e tiene c o m o atribu-
to el spid, c a d a vez q u e se acarician a d e m s p o r q u e n o h u y a la hermosa A n -
loa e n a m o r a d o s hace u n n u d o , p e r o n o glica. (Realmente se trata d e un chite
en u n a cuerda, sino en el m i s m o s- irse por pies poco acertado.)
44
p i d . El A m o r la destierra azotndola con Ntese el h i p r b a t o n .
la misma c u e r d a spid e n q u e haca 45
Testigos.
sus n u d o s . 46 D e Roldan u O r l a n d o .
41
Medoro. 47
Jcar. I J O S n o m b r e s de ros n o lle-
42
Acusativo griego. v a b a n artculo. Crf. Lzaro de Torme:
43
Es decir : p o r q u e sus pies, blan- 4
Atado.
cos c o m o la nieve, se gocen y n o se las-
264 JOS MANUEL BLECUA

si no son de la esperanza 49 , las veris pisar,


25 palmillas que menosprecian unas por piones,
al zafiro, y la esmeralda. otras por bailar.
El pie (cuando lo permite
la brjula de la falda) V 11.1609
lazos calza, y mirar deja No son todo ruiseores
30 pedazos de nieve y ncar 50 . los que cantan entre las flores^
Ellas, cuyo movimiento sino campanitas d plata,
honestamente levanta que tocan al Alba,
el cristal de la columna 5 sino trompeticas de oro,
sobre la pequea basa 51 . que hacen la salva
35 Qu bien bailan las serranas1. a los Soles que adoro.
Qu bien bailan ! No todas las voces ledas 54
Una entre los blancos dedos son de sirenas con plumas 35 ,
hiriendo negras pizarras, 10 cuyas hmidas espumas
instrumento de marfil son las verdes alamedas.
40 que las musas le invidiaran, Si suspendido te quedas
las aves enmudeci, a los suaves clamores,
y enfren el curso del agua ; no son todos ruiseores
no se movieron las hojas, 15 los que cantan entre las flores
por no impedir lo que canta : sino campanitas de plata
45 Serranas de Cuenca que tocan al Alba,
iban al pinar, sino trompeticas de oro
unas por piones, que hacen la salva
otras por bailar. 20 a los Soles que adoro.
Bailando, y partiendo, IvO artificioso que admira,
5c las serranas bellas, y lo dulce que consuela,
un pin con otro, no es de aquel violin que vuela 55
si ya no es con perlas 53 , ni de esotra inquieta lira 56 ;
de Amor las saetas 25 otro instrumento es quien tira
huelgan de trocar, de los sentidos mejores :
55 unas por piones, No son todo ruiseores
otras por bailar. los que cantan (%tre las flores,
Entre rama y rama, sino campanitas de plata,
cuando el ciego dios 53 30 que tocan al Alba,
pide al Sol los ojos sino trompeticas de oro
60 por verlas mejor, que hacen la salva
los ojos del Sol a los Soles que adoro.
4,9
Es decir, unas visten de azul y se pueden ver sus piernas, pequeas co-
otras de verde, que es el color de la lumnas de cristal por su blancura, sos-
esperanza. tenidas sobre los pequeos pies.
60 52
Cuando el movimiento pendular Piones y perlas son metforas que
como de brjula por lo rpido de la designan los dientes.
53
falda lo permite, se puede ver el pie, Cupido.
54
calzado con lazos, y permite ver pedazos Alegres, contentas.
de nieye y ncar por su blancura. 55
Pjaros cantores.
61 56
Al honesto movimiento del baile, Pjaros tambin. Ntese la origina-
levntase un poco la falda, y entonces lidad de las metforas.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITEJATURA ESPAOLA

SONETOS

I. i 5 8 2

Al tramontar del Sol, la ninfa ma,


de flores despojando el verde llano,
cuantas troncaba la hermosa mano,
tantas el blanco pie crecer haca,
5 Ondebale el viento que corra
el oro fino con error galano,
cual verde hoja de lamo lozano
se mueve al rojo despuntar del da;
mas luego que ci sus sienes bellas
10 de los varios despojos de su falda
(trmino 1 puesto al oro y a la nieve),
jurar que luci ms su guirnalda
con ser de flores, la otra ser de estrellas,
que la que ilustra el cielo en luces mueve.

I I. 1 5 8 2

Mientras por competir con tu cabello,


oro bruido, el Sol relumbra en vano,
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio 2 bello ;
5 mientras a cada labio, por cogello,
siguen ms ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdn lozano
del luciente cristal tu gentil cuello ;
goza cuello, cabello, labio y frente,
10 antes que lo que fu en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no slo en plata, en viola troncada 3
se vuelva, ms t y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

1
Trmino tiene ah el valor de lmite. los, y tu cuello se aje como
2
Lirio {forma culta). troncada.
3
No slo hayan encanecido tus cabe-
266 JOS MANUEL BLECUA

III. IS84

Con diferencia tal, con gracia tanta


aquel ruiseor llora, que sospecho
que tiene otros cien mil dentro del pecho
que alternan su dolor por su garganta ;
5 y aun creo que el espritu levanta
y como en informacin de su derecho
a escribir del cuado el atroz hecho
en las hojas de aquella verde planta*.
Ponga, pues, fin a las querellas que usa,
10 pues ni quejarse ni mudar estanza 5
por pico ni por pluma se le veda,
y llore slo aquel que su Medusa*
en piedra convirti, porque no pueda
ni publicar su mal ni hacer mudanza.

IV.-1615 [1614]

Inscripcin para el sepulcro de Dominico Greco


Esta en forma elegante, oh peregrino,
de prfido luciente dura llave
el pincel niega al mundo ms suave
que dio espritu a leo, vida a lino 7 .
5 Su nombre, an de mayor aliento dino 8
que en los clarines de la Fama cabe,
el campo ilustra de ese mrmol grave :
venrale y prosigue tu camino.
Yace el Griego. Hered Naturaleza
10 arte, y el Arte estudi, Iris colores,
Febo luces, si no sombras Morfeo.
Tanta urna a pesar de su dureza
lgrimas beba y cuantos suda olores
corteza funeral de rbol sabeo9.
* Alusin al mito de Filomena. aura llave que niega al mundo el pintor
5
Estancia, sitio. ms delicado y suave que dio espritu
6 la madera (el Greco era tambin escul-
Una de las tres Gorgonas y la nica
que era mortal. Sus cabellos fueron con- tor) y al lienzo.
8
vertidos en sierpes que petrificaban al que Digno.
9
los miraba. Esta urna, a pesar de su dureza, se
7 empape de lgrimas y de cuantos olores
Esta urna de forma elegante y de
mrmol rosado, oh peregrino, es como suda la corteza funeral del rbol del in-
cienso (rbol sabeo).
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 267

V. 1 6 2 0

De una dama que quitndose una sortija se pic con un alfiler


Prisin del ncar era articulado
de mi firmeza un mulo luciente,
un diamante, ingeniosamente
en oro tambin l aprisionado 10 .
5 Clori, pues, que su dedo apremiado
de metal aun precioso no consiente,
gallarda un da, sobre impaciente,
lo redimi del vnculo dorado 11 .
Mas ay, que insidioso latn breve
10 en los cristales de su bella mano
sacrilego divina sangre bebe 12 :
prpura ilustr menos indiano
marfil; invidiosa sobre nieve,
claveles deshoj la Aurora en vano 13 .

SOLEDAD PRIMERA

{Fragmentos']

Era del ao la estacin florida


en que el mentido robador de Europa
media luna las armas de su frente,
y el sol todos los rayos de su pelo,
5 luciente honor del cielo,
en campos de zafiro pace estrellas;
cuando el que ministrar poda la copa
a Jpiter mejor que el garzn de Ida,
nufrago y desdeado, sobre ausnte-
lo lagrimosas de amor dulces querellas
da al mar ; que, condolido,
fu a las ondas, fu al viento
10 l2
Un diamante, mulo luciente de mi Mas i a y ! , un agudo alfiler {inai-
firmeza, engarzado en oro como yo en dioso latn breve) le produjo una peque-
los cabellos dorados de mi dama apri- a, herida en su cristalina mano divina
sionaba el dedo tan blanco como el sangre bebe.
13
ncar, La prpura colorea menos el mar-
11
Clori que no permite que su dedo fil de las Indias y la Aurora deshoja
*ea preso de tan precioso metal, cierto en vano claveles sobre la nieve por coni-
dia, impaciente y gallarda, se lo quit. petir con la gota de sangre en el dedo
de Clori-
26 JOS MANUEL BLECUA

el msero gemido,
segundo de Arin dulce instrumento 1 .
15 Del siempre en la montaa opuesto pino
al enemigo noto,
piadoso miembro roto
-breve tabla delfn no fu pequeo
al inconsiderado peregrino
20 que a una Libia de ondas su camino
fi, y su vida a un leo.
Del Ocano, pues, antes sorbido,
y luego vomitado
no lejos de un escollo coronado
25 de secos juncos, de calientes plumas,
alga todo y e s p u m a s -
hall hospitalidad donde hall nido
de Jpiter el ave 5 .
Besa la arena, y de la rota nave
30 aquella parte poca
que le expuso en la playa dio a la roca ;
que aun se dejan las peas
lisonjear de agradecidas seas.
Desnudo el joven, cuanto ya el vestido
35 Ocano ha bebido,
restituir le hace a las arenas ;

1
Era aquella florida estacin del ano roso canto del mancebo hubiera repetido
en que el Sol entra en el signo de Tau- el prodigio de la dulce lira de Arin.
2
ro (signo del Zodaco que recuerda la Una piadosa tabla de pino (rbol
engaosa transformacin de Jpiter en opuesto siempre en la montaa al viento
toro para raptar a Europa). Entra el Sol Noto su enemigo), una rota y pequea
en Tauro por el mes de abril, y entonces tabla de la naufragada embarcacin, sir-
el toro celeste (armada su frente por la vio como de delfn suficiente a mies-
media luna de los cuernos, luciente e tro peregrino, fu suficiente para salvar
iluminado por la luz del Sol, traspasado la vida del mancebo, tan inconsiderado,
de tal manera por el Sol que se confun- que se haba atrevido a confiar su camino
den los rayos del astro y el pelo del a un desierto de olas, al mar, y su vida
animal) parece que pace estrellas en los a un leo, a una nave,
campos azul zafiro del cilo. Y habiendo sido primero tragado por
Pues en este tiempo, un mancebo, que el mar, y luego devuelto por el oleaje
por su belleza pudiera mejor que el a la costa, fu a salir a la orilla, no lejos
garzn Ganimedes ser el copero de J- de donde se levanta un escollo, corona-
piter, nufrago en medio del mar, y, do de nidos de guila, hechos de juncos
a ms de esto, ausente de la que ama secos y de abrigadas plumas, Y as nues-
y desdeado por ella, da dulces y lagri- tro nufrago, que sala de la maT cubierto
mosas querellas al mar, de tal suerte, de espuma y de algas, hall hospitali-
que, condolido el Ocano, sirvi el m- dad entre las mismas altas rocas en que
sero gemido del joven para aplacar el anidan las guilas, aves dedicadas a J-
viento y las ondas, caso como si el dolo- piter.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 269

y al sol lo extiende luego,


que, lamindolo apenas,
su dulce lengua de templado fuego,
40 lento lo embiste, y con suave estilo
la menor onda chupa al menor kilo... 3

FABULA D E POLJFEMO Y G A L A T E A
[Descripcin de Polifemo~\

35 Donde espumoso el mar siciliano,


el pie argenta de plata al Lilibeo,
bveda o de las fraguas de Vulcano
o tumba de los huesos de Ti feo,
plidas seas cenizoso un llano
30 cuando no del sacrilego deseo,
del duro oficio da. All una alta roca
mordaza es a u n a gruta de su boca.
Guarnicin tosca de este escollo duro
troncos robustos son, a cuya grea
35 menos luz debe, menos aire puro
la caverna profunda, que a la pea ;
caliginoso lecho, el seno obscuro
ser de la negra noche nos lo ensea
infame turba de nocturnas aves,
40 gimiendo tristes y volando graves.
De este, pues, formidable de la tierra
bostezo, el melanclico vaco
a Polifemo, horror de quella sierra,
brbara choza es, albergue umbro,
45 y redil espacioso donde encierra
cuanto las cumbres speras, cabro,
de los montes esconde : copia bella
que un silbo junta y un peasco sella.
50 Un monte era de miembros eminente
este que de Neptuno hijo fiero,

3
Besa el joven la arena y ofrece a la das, bien exprimida, salga del tejido
roca, como un exvoto, aquel pequeo caiga a la arena. Y por fin las extiende
tabln de la destrozada nave, que le a secar al sol, el cual las va lamiendo
haba llevado hasta la playa : porque aun ligeramente con su dulce lengua de tem-
las mismas peas son sensibles a las plado fuego, y de tal modo con su suave
calor las acomete parte por parte y en-
muestras de agradecimiento. Despus se juga, que* llega hasta evaporar y hacer
desnuda y retuerce sus ropas de modo desaparecer delicadamente la menor gota
que todo el ocano que haban bebido de agua de la menor partcula, de la
<toda el agua de que estaban empapa- ms diminuta hebrilia del vestido.
270 JOS MANUEL BLECUA

de un ojo ilustra el orbe de su frente,


mulo casi del mayor lucero;
cclope a quien el pino ms valiente,
bastn, le obedeca tan ligero,
55 Y a l grave peso junco tan delgado,
que un da era bastn y otro cayado.
Negro el cabello, imitador undoso
de las obscuras aguas del Leteo,
al viento que le peina proceloso
6o vuela sin orden, pende sin aseo ;
un torrente es su barba impetuoso
que adusto hijo de este Pirineo
su pecho inunda o tarde o mal o en vano
surcada an de los dedos de su mano.
[Textos segn la edic. de Foulch Delbosc, excepto el fragmento d e
las Soledades que procede de la edic. de D. Alonso lo mismo
que la versin en prosa.]

i. Comentar las frases de Gngora : El mayor fiscal de mis


obras soy yo y Deseo hacer algo, no para los muchos*. Indicar
con ejemplos el resultado de estas ideas.
2. Estudense la temtica de Gngora y las diferentes formas que
usa.
3.0 Selense las caractersticas de su estilo : a) Elusion y alu-
sin perifrstica; b) metforas originales ; c) belleza del endecas-
labo; d) complicacin sintctica y proliferacin de las oraciones ;
e) hiprbaton y cultismos ; /) alusiones mitolgicas ; e) contraposi-
ciones o anttesis.
4.0 Ntese cmo Gngora embellece la realidad. Comprense las
descripciones de Gngora con las de Garcilaso y fray Luis. Sealar
el predominio del color en la poesa gongorina.
5.0 Expliqense las estrofas del Polifemo.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA. ESPAOLA

DON JUAN DE TARSI S


C O N D E D E VIIXAMEDINA

Soneto

A una dama que se peinaba

En ondas de los mares no surcados,


navecilla de plata divida.
Una candida mano la rega
con viento de suspiros y cuidados.
5 Los hilos que de frutos separados
el abundancia prdiga esparca,
dellos avaro, Amor los recoga,
dulce prisin forzando a sus forzados.
Por este mismo proceloso Egeo,
i con naufragio feliz va navegando
mi corazn cuyo peligro adoro.
Y, las velas al viento desplegando,
rico en la tempestad halla el deseo
escollo de diamante en golfos de oro.

Soneto

Ando tan altamente que no alcanza


al sujeto la vista; slo verse
puede por fe, y por fe comprehenderse
aquella excelsa luz sin semejanza.
5 Ni un tomo de sombra de esperanza
a mi suerte jams puede atreverse ;
antes lleg mi amor a prometerse
en vivo fuego bienaventuranza.
Que slo lo inmortal respeta y ama,
io nunca por lo posible se enajena,
como no aspira a causa transitoria.
Antes si en la pureza de la llama
es la gloria lo acerbo de la pena,
no ha de poder faltarme en pena gloria.
272 JOS MANUEL BLECUA

PEDRO SOTO DE ROJAS

Soneto
Borde el Dauro gentil su margen de oro
sobre tapetes de esmeralda hermosa,
y matutina, deshojada rosa
en l disipe intacto su tesoro ;
5 las bellas ninfas, olvidando el coro,
en profusin de flores olorosa,
imiten divertidas a la diosa
que presta a Mayo su primer decoro ;
para que Fnix con altivo orgullo
io favorecida pise arroyo y prado:
mas si le da como el amor desvo,
ni deshoje la rosa su capullo;
ni de Flora las ninfas sean traslado;
ni de oro el margen suyo borde el ro.

JUAN DE JAUREGUI

Afecto amoroso comunicado al silencio

Deja tu albergue oculto,


mudo silencio ; que en el margen fro
deste sagrado ro,
V en este valle solitario inculto,
5 . te aguarda el pecho mo.
Entra en mi pecho, y te dir medroso
lo que a ninguno digo,
de que es amor testigo,
y aun a t revelarlo apenas oso.
i Ven, oh silencio fiel ! y escucha atento,
t slo, y mi callado sentimiento
sabrs ; mas no querra
me oyese el blando cfiro, y al eco
en algn tronco hueco
15 comunicase la palabra ma,
o que en el agua fra
el Btis escondido me escuchase ;
sabrs que el cielo ordena
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

que con alegre pena


20 en dulces llamas el amor me abrase,
y que su fuego el corazn deshecho,
de sus tormentos viva satisfecho.
Al incendio suave
de un soberano ardor estoy rendido ;
25 que ni remedio pido,
ni quin me le ha de dar mis penas sabe,
porque a su casto odo
no se atreve mi lengua, en fin, no aguardo
otro mayor consuelo,
30 sino saber que un cielo
es el incendio en que padezco y ardo,
y que el honor de tan ilustre empleo
es premio suficiente a mi deseo.
Si extremos semejantes
35 te maravillan, oh silencio amigo !
no entiendas, no, que sigo
el vano razonar de los amantes.
No extrao que te espantes;
pretendo s que mis verdades creas.
40 Mi gozo es el tormento,
el fuego mi sustento,
y deste se alimentan mis ideas.
Con tal regalo, el corazn me inflama
la causa bella de mi pena y llama.
45 Silencio, no te niego
que osado alguna vez tentar quisiera
que ya I^isarda oyera
cunto me abrasa de su vista el fuego.
50 Ardo en la pura luz del claro da,
veme la noche ardiendo ;
en nuevo ardor me enciendo
cuando su oscura sombra el sol desva,
y todos los objetos igualmente
55 son a mis ojos una llama ardiente.
Mas huyo que lo entienda.
( Justo recato ! ) si ha de ser preciso
le d mi lengua aviso,
y mi atrevida voz al fin le ofenda.
60 Oh alegre paraso !
No quiera el cielo que a la dulce calma
de tu beldad serena
turbe una breve pena,
aunque mil siglos la padezca el alma;
65 dile, silencio, t, con seas mudas,
lo que ha ignorado siempre y t no dudas.
OS MANUEL BLECUA
t

Mas ay ! no se lo digas,
que es forzoso decirlo en mi presencia ;
y bien que la decencia
70 de tu recato advierto, al fin me obligas
que espere tu sentencia,
y el temor ya me dice en voz expresa :
cNo has sido poco osado
solo en haberla amado :
75 no te abalances a mayor empresa ;
basta que sepan tu amorosa historia
el secreto silencio y tu memoria.
CAPITULO XIX

LA POESIA

(Continuacin)

Grupo sevillano y aragons. Tanto los poetas sevillanos como los


aragoneses de esta poca son poco gongorinos, enlazndose ms con un
clasicismo renacentista que con el barroco culterano.
Entre los sevillanos, destacan FRANCISCO DE EIOJA (1595-1659), que
se ha hecho famoso por sus silvas a las flores, de exquisita sensibilidad
y lenguaje depurado, autor, tambin, de delicados sonetos ; RODRIGO
CARO (1573-1647), erudito arquelogo, clebre por su Cancin a las ruinas
de Itlica, y JUAN DE ARGUIJO (1560-1623), amigo de Lope, hbil sone-
tista, especialmente de ls sonetos de temas clsicos, perfectos y bellos.
Al lado de estos poetas, debemos colocar el annimo autor de la Eps-
tola moral a Fabio, atribuida modernamente al capitn Andrs Fernn-
dez de Andrada, llena de elegancia y suave melancola. Como ejemplo de
poesa moral, estoica y cristiana, es el poema ms bello y decisivo de
nuestra poesa del siglo xvn.
Aunque la obra de FRANCISCO DE MEDRANO tiene momentos que la
enlazan con el grupo salmantino (como sus bellsimas traducciones de
Horacio) por haber nacido en SeviEa (1570-1607) nos parece mejor colo-
carle al lado de Arguijo y Rioja, de quien fu amigo. Medrano es un deli-
cadsimo poeta que adapt a circunstancias personales diversas odas de
Horacio y escribi un corto nmero de sonetos amorosos, llenos de emo-
cionada sinceridad y belleza.
LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA (1559-1613) se distingue por su
equilibrio y ponderacin, por su sentido moralizante y por la influencia
horaciana de sus versos. Pero es ms completa la obra de su hermano
BARTOLOM LEONARDO (1562-1631), tambin poeta impecable, que huye de
la fantasa para crear una obra de carcter intelectual, austera en la forma
y filosfico-moral en el fondo. E s autor de numerosos sonetos y de una
serie de epstolas de singular inters. Los dos hermanos colocan siempre
276 JOS MANUEL BLECUA

por encima de todo los modelos clsicos, especialmente a Horacio y


Juvenal. No son brillantes en la exposicin ni amigos de imgenes bellas,
tampoco apasionados, sino razonadores en verso.
Al lado de ellos figuran los nombres de D. FRANCISCO DE BORJA (f en
1658), amigo de Lope, que sigue una tendencia argensolista, aunque tam-
bin se dej seducir por la poesa gongorina, y D . ESTEBAN MANUEL DE
VILLEGAS (1589-1669), profundo conocedor de la poesa clsica, clebre
por sus composiciones a la manera anacrentica y por sus innovaciones
mtricas, ya que logr aclimatar en nuestra poesa diversos metros clsi-
cos, como la estrofa sfico-adnica en el poemita Dulce vecino de la
verde selva.
La poesa pica de los dos s i g l o s . L a poesa pica tiene en estos
dos siglos menos importancia y valor que la lrica. Hay intentos de imitar
la poesa de Tasso y Ariosto, pero estos intentos no lograron cristalizar
en un poema como el de Camoens, por ejemplo.
Los principales poetas que cultivan pica culta de asunto histrico
son: JUAN BUFO (1547-1620), autor de La Austriada, elogio de don J u a n
de Austria y relacin de la guerra contra los moriscos en tiempos de
Felipe I I ; BERNARDO DE BALBUENA (1582-1625), que escribi un extenso
poema, El Bernardo, referente a Bernardo de Carpi, lleno, a ratos, de
fastuosidad y colorido, pero tambin sin mucha unidad; y ALONSO DE
ERCILLA (1533-1594), el mejor de todos, autor de La Araucana, referente
a las luchas y negociaciones entre los araucanos y los espaoles, hbil en
las descripciones de batallas y encuentros personales y eficaz en la pintura
de caracteres, como Caupolicn, Lantaro, Valdivia, etc. E n cambio le
faltaba el impulso genial de poeta autntico, la fantasa y la ternura, que
tanto derroch Camoens.
La pica religiosa y la que tena por asuntos temas clsicos fu tam-
bin cultivada en esta poca. Poemas religiosos de inters son El Mon-
serrate, de CRISTBAL DE VIRUS (1550-1610), que refiere la leyenda del
ermitao Juan Garn, y La Cristiada, de FRAY DIEGO DE OJEDA (1570-
1615), que tiene por asunto la pasin y muerte de Jess, en el que abundan
las notas llenas de delicadeza y poesa. La pica novelesca y de asunto cl-
sico, a la manera italiana, est representada en la obra de Luis BARA-
HONA DE SOTO (1547-1595), autor de las Lgrimas de Anglica o Prim&ra
parte de la Anglica, imitacin del Orlando furioso, de Ariosto. Barahona
es un excelente poeta lrico, autor d bellos sonetos y canciones.
La pica de tema burlesco cristaliza en dos poemas de algn inters ;
La Gatomaquia, de Lope de Vega, y La Mosquea, de J o s DE VILLA-
VICIOSA (1589-1658), inspirados en los poemas de Tefilo Folengo.

C O N S L T E S E . G. Daz-Plaja, La Poesa Urica espaola, Barcelona, 1948, se-


g u n d a edicin.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

FRANCISCO DE RIOJA

Soneto
Pasa, Trsis, cual sombra incierta y vana
este nuestro vivir, y como nieve
al tibio rayo, desvanece en breve
todo apacible bien y gloria humana.
5 Mira cunto en color, cunto en lozana
juventud confiar el hombre debe,
si as acab Medrano 1 en vuelo leve,
subido ya a la estanza soberana.
Siento tu fin veloz, aunque no incierto ;
i o triste imagino a aquel que nos aguarda
solo por no avenirle en pena, en lloro.
Trsis, deja este mar, vuelve ya al puerto
la nave y busca el celestial tesoro;
que a nos quiz tan triste fin no tarda.

SILVA

A la rosa
Pura, encendida rosa,
mula de la llama
que sale con el da,
cmo naces tan llena de alegra,
5 si sabes que la edad que te da el cielo
es apenas un breve y veloz vuelo?
Y no valdrn las puntas de tu rama
ni tu prpura hermosa
a detener un punto
io la ejecucin del hado presurosa.
El mismo cerco alado,
que estoy viendo rente,
ya temo amortiguado,
presto despojo de la llama ardiente.
15 Para las hojas de tu crespo seno
te dio Amor de sus alas blandas plumas
y oro de su cabello dio a tu frente.
Oh fiel imagen suya peregrina !
Bate en su color sangre divina
20 de la deidad que dieron las espumas 2 ;
1 2
Alude a la muerte de Francisco Me- Venus, de cuya sangre
drano. ron las rosas.
278 JOS MANUEL BLECUA

y esto, purprea flor, y esto no pudo


hacer menos violento el rayo agudo?
Rbate en una hora,
rbate licencioso su ardimiento
15 e color y el aliento;
tiendes aun no las alas abrasadas,
y ya vuelan al suelo desmayadas.
Tan cerca, tan unida
est al morir tu vida,
30 que dudo si en sus lgrimas la aurora
mustia tu nacimiento o muerte llora.

1. Selense las relaciones ideolgicas entre el soneto y la silva.


2.0 El tema de la brevedad de la vida y la rosa.

DON JUAN DE ARGUIJO

Soneto

Crece el insano amor, crece el engao


del que en las aguas vio su imagen bella ;
y l, sola causa en su mortal querella,
busca el remedio y acrecienta el dao.
5 Vuelve a ver en la fuente, caso extrao,
que della sale el fuego, mas en ella
templarlo piensa ; y la enemiga estrella
sus ojos cierra al fcil desengao.
Fallecieron las fuerzas y el sentido
10 al ciego amant amado, que a su suerte
la belleza fatal cay rendida.
Y ahora en flor purprea convertido,
la agua, que fu principio de su muerte,
usee que crezca y prueba a darle vida.

i. Dgase a qu personaje mitolgico alude el soneto.



HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

FRANCISCO DE MEDRANO
Soneto

Vre al tiempo tomar de ti, seora,


por m venganza, hurtando tu hermosura ;
ver el cabello envuelto en nieve pura,
que el arte y juventud encrespa y dora.
5 Y en vez de rosas, en que tie ahora
tus mejillas la edad ay! mal segura,
lilos sucedern en la madura,
que el pesar quiten y la envidia a Flora.
Mas, cuando a tu belleza el tiempo ciego
io los filos embotare, y el aliento
a tu boca hurtare soberana,
bullir vers mi herida, arder el fuego :
que ni mueve la llama, calmo el viento,
ni la herida, embotado el hierro, sana.

Soneto

Quien te dice que ausencia causa olvido


mal supo amar, porque si amar supiera,
qu es la ausencia?, la muerte nunca hubiera
las mientes de su amor adormecido.
5 Podr olvidar su llaga un corzo herido
del acertado hierro, cuando quiera
huir medroso, con veloz carrera,
las manos que la flecha han despedido?
Herida es el amor tan penetrante
io que llega al alma, y tuya fu la flecha
de quien la ma dichosa fu herida.
No temas pues en verme as distante,
que la herida, Amarili, una vez hecha,
siempre, siempre y doquiera ser herida.

j , p Relacinese el soneto primero con otros semejantes


gora y Rioja.
2. Kxplquese el soneto segundo.
28e JOS MANUEL BLECUA

FERNANDEZ DE ANDRADA?

Epstola moral a Fabio

Fabio, las esperanzas cortesanas


prisiones son do el ambicioso muere,
y donde al ms activo nacen canas ;
el que no las limare o las rompiere,
5 ni el nombre de varn ha merescido,
ni subir al honor que pretendiere.
El nimo plebeyo y abatido
procura, en sus intentos temeroso,
antes estar suspenso que cado :
io que el corazn entero y generoso,
al caso adverso inclinar la frente,
antes que la rodilla al poderoso.
Ms coronas, ms triunfos dio al prudente
que supo retirarse, la Fortuna,
15 que al que esper obstinada y locamente.
Esta invasin terrible e importuna
de contrarios sucesos, nos espera
desde el primer sollozo de la cuna :
dexmosla pasar, como a la fiera
20 corriente del gran Betis, cuando airado
dilata hasta los montes la ribera.
Aquel entre los hroes es contado,
que el premio meresci, no quien lo alcanza
por vanas consecuencias del estado.
25 Peculio es proprio ya de la privanza
cuanto de Astrea 1 fu, cuanto rega
con su temida espada y su balanza.
El oro, la maldad, la tirana,
del inicuo procede y pasa al bueno :
30 qu espera la virtud o qu confa?
Vente, y reposa en el materno seno
de la antigua Romulea 2 , cuyo clima
te ser ms humano y ms sereno ;
adonde, por lo menos, cuando oprima
35 nuestro cuerpo la tierra, dir alguno:
Blanda le sea!, al derramarla encima;
donde no dexars la mesa ayuno
cuando en ella te falte el pece raro,
o cuando su pavn nos niegue Juno.
1
La Justicia.
a Sevilla
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 281

40 Busca, pues, el sosiego dulce y caro,


como, en la noche obscura del Egeo,
busca el piloto el eminente faro :
que, si acortas y cies tu deseo,
dirs: Lo que desprecio he conseguido,
45 que la opinin vulgar es devaneo.
Ms quiere el ruiseor su pobre nido
de pluma y leves pajas, ms sus quejas,
en el monte repuesto 3 y escondido,
que agradar lisonjero las orejas
50 de algn prncipe insigne, aprisionado
en el metal de las doradas rejas.
Triste de aquel que vive destinado
a esa antigua colonia de los vicios 4 ,
augur de los semblantes del privado!
55 Cese el ansia y la sed de los oficios,
que acepta el don y burla del intento
el dolo a quien hace sacrificios.
Iguala con la vida el pensamiento,
y no le pasars de hoy a maana,
60 ni aun quizs de un momento a otro momento.
Apenas tienes ni una sombra vana
de nuestra antigua Itlica, y esperas :
oh error perpetuo de la suerte humana !
Las enseas grecianas, las banderas
65 del Senado y romana monarqua,
murieron y pasaron sus carreras.
Qu es nuestra vida ms que un breve da
do, apenas sale el sol, cuando se pierde
en las tinieblas de la noche fra?
70 Qu ms que el heno, a la maana verde,
seco a la tarde ? Oh ciego desvaro !
Ser que deste sueo se recuerde?
Ser que puede ver que me desvo
de la vida viviendo, y que est unida
75 la cauta muerte al simple vivir mo ?
Como los ros que en veloz corrida
se llevan a la mar, tal soy llevado *>
al ltimo suspiro de mi vida.
De la pasada edad, qu me ha quedado?
80 O qu tengo yo a dicha en la que espero,
si no alguna noticia de mi hado?
Oh si acabase, viendo como muero,
de aprender a morir, antes que llegue
s
Apartado, retirado.
4
La Corte.
202 JOS MANUEL BLECU*

aquel forzoso trmino postrero,


85 antes que aquesta mies intil siegue
de la severa muerte dura mano,
y a la comn materia se la entregue!
Pasronse las flores del verano,
el otoo pas con sus racimos,
90 pas el invierno con sus nieves cano;
las hojas que en las altas selvas vimos
cayeron, y nosotros a porfa
en nuestro engao inmviles vivimos !
Temamos al Seor que nos enva
95 las espigas del ao y la hartura 5 ,
y la temprana pluvia y la tarda.
No imitemos la tierra siempre dura
a las aguas del cielo y al arado,
ni la vid cuyo fruto no madura.
100 Piensas acaso t que fu criado
el varn para rayo de la guerra,
para sulcar el pilago salado,
para medir el orbe de la tierra
y el cerco donde el sol siempre camina?
105 Oh, quien as lo entiende, cunto yerra !
Esta nuestra porcin, alta y divina,
a mayores acciones es llamada
y en ms nobles objetos se termina.
As aquella que al hombre solo es dada,
110 sacra razn y pura, me despierta,
de esplendor y de rayos coronada ;
y en la fra regin dura y desierta
de aqueste pecho enciende nueva llama,
y la luz vuelve a arder que estaba muerta.
115 Quiero, Fabio, seguir a quien me llama,
y callado pasar entre la gente,
que no afecto los nombres y la fama.
Ea soberbio tirano del Oriente
que maciza las torres de cien codos
120 del candido metal puro y luciente
apenas puede ya comprar los modos
del pecar ; la virtud es ms barata;
ella consigo mesma ruega a todos.
I Pobre de aquel que corre y se dilata
por cuantos son los climas y los mares,
perseguidor del oro y de la plata!
Un ngulo me basta entre mis lares,
un libro y un amigo, un sueo breve,

5
La h es aspirada.
HISTORIA y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

que no perturben deudas ni pesares.


130 Esto tan solamente es cuanto debe
naturaleza al simple y al discreto,
y algn manjar comn, honesto y leve.
No, porque as te escribo, hagas concepto
que pongo la virtud en ejercicio ;
135 que aun esto fu difcil a Epteto 6 .
Basta al que empieza a aborrecer el vicio,
y al nimo ensear a ser modesto ;
despus le ser el cielo ms propicio.
Despreciar el deleite no es supuesto
140 de slida virtud; que aun el vicioso
en s propio le nota de molesto.
Mas no podrs negarme cuan forzoso
este camino sea al alto asiento,
morada de la paz y del reposo.
145 No sazona la fruta en un momento
aquella inteligencia que mensura
la duracin de todo a su talento.
Flor la vimos primero hermosa y pura,
luego materia acerba y desabrida,
150 y perfecta despus, dulce y madura ;
tal la humana prudencia es bien que mida
y dispense y comparta las acciones
que han de ser compaeras de la vida,
no quiera Dios que imite estos varones
155 que moran nuestras plazas macilentos,
de la virtud infames histriones ;
esos inmundos trgicos, atentos
al aplauso comn, cuyas entraas
son infaustos y ' oscuros monumentos.
160 Cuan callada que pasa las montaas
el aura respirando, mansamente !
Qu grrula y sonante por las caas ! ;
Qu muda la virtud por el prudente !
Qu redundante y llena de ruido
165 por el vano, ambicioso y aparente!
Quiero imitar al pueblo en el vestido,
en las costumbres slo a los mejores,
sin presumir de roto y mal ceido.
No resplandezca el oro y los colores
170 en nuestro traje, ni tampoco sea
igual al de los dricos cantores.
Una mediana vida yo posea,
un estil comn y moderado,
Epicteto, filsofo estoico.
284 JOS MANUEL BLECUA

que no lo note nadie que lo vea.


175 En el plebeyo barro mal tostado
liubo ya quien bebi tan ambicioso
como en el vaso mrino preciado ;
y alguno tan ilustre y generoso
que us, como si fuera plata neta,
180 del cristal transparente y luminoso.
Sin la templanza viste t . perfecta
aguna cosa ? Oh muerte 1 ven callada,
como sueles venir en la saeta,
no en la tonante mquina preada
185 de fuego y de rumor ; que no es mi puerta
de doblados metales fabricada.
As, Fabio, me muestra descubierta
su esencia la verdad, y mi albedro
con ella se compone y se concierta.
190 No te burles de ver cunto confo,
ni al arte de decir, vana y pomposa,
el ardor atribuyas de este bro.
Es por ventura menos poderosa
que el vicio la virtud? Es menos fuerte?
195 Nc la arguyas de flaca y temerosa.
La codicia en las manos de la suerte
se arroja al mar, la ira a las espadas,
y la ambicin se re de la muerte.
Y no sern siquiera tan osadas
200 las opuestas acciones, si las miro
de ms ilustres genios ayudadas?
Ya, dulce amigo, buyo y me retiro
de cuanto simple am; romp los lazos,
ven y vers al alto fin que aspiro,
205 antes que el tiempo muera en nuestros brazos.

i. Indquense los distintos temas de la Epstola : a) Elogio de


la vida retirada ; b) Menosprecio de la Corte ; c) Brevedad de la
vida ; ) Estoicismo.
2. Sealar las relaciones ideolgicas de la Epstola con otros
poemas espaoles.
3. 0 Bsquense las comparaciones ms felices. Indquense algunas
caractersticas del estilo.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA

CANCIN

A la esperanza
Alivia sus fatigas
el labrador cansado
cuando su yerta barba escarcha cubre,
pensando en las espigas
5 del agosto abrasado
y en los lagares ricos del otubre ;
la hoz se le descubre
cuando el arado apaa,
y con dulces memorias le acompaa.
10 Carga de hierro duro
sus miembros, y se obliga
el joven al trabajo de la guerra.
H u y e el ocio seguro,
trueca por la enemiga
15 su dulce, natural y amiga tierra ;
mas cuando se desterra
o al asalto acomete,
mil triunfos y mil glorias se promete.
La vida al mar confia
20 y a dos tablas delgadas,
el otro, que del oro est sediento.
Escndesele el da,
y las olas hinchadas
suben a combatir el firmamento ;
25 l quita el pensamiento
de la muerte vecina,
y en el oro le pone y en la mina.
Deja el lecho caliente
con la esposa dormida
30 el cazador solcito y robusto,
sufre el cierzo inclemente,
1a nieve endurecida,
y tiene de su afn por premio justo
interrumpir el gusto
35 y la paz de las fieras,
en vano cautas, fuertes y ligeras.
Premio y cierto fin tiene
cualquier trabajo humano,
y el uno llama al otro sin mudanza.
40 El invierno entretiene
266 JOS MANUEL BLECUA

la opinin del verano,


y un tiempo sirve al otro de templanza.
El bien de la esperanza
solo qued en el suelo,
cuando todos huyeron para el cielo.
Si la esperanza quitas,
qu le dejas al mundo?
S mquina disuelves y destruyes.
Todo lo precipitas
50 en olvido profundo,
y del fin natural, Flrida, huyes?
S la cerviz rehuyes
de los brazos amados,
qu premio piensas dar a los cuidados?
55 Amor, en diferentes
gneros dividido,
l publica su fin, y quien le admite
todos los accidentes
de un amante atrevido
60 (.niegelo o disimlelo) permite.
Cimite pues, limite
la vana resistencia;
que, dada la ocasin, todo es licencia.

Soneto

Llev tras s los pmpanos otubre,


y con las grandes lluvias insolente,
no sufre Ibero mrgenes ni puente,
mas antes los vecinos campos cubre.
5 Moncayo, como suele, ya descubre
coronada de nieve la alta frente ;
y el sol apenas vemos en oriente,
cuando la opaca tierra nos lo encubre.
Sienten el mar y selvas ya la saa
10 del Aquiln, y encierra su bramido
gente en el puerto y gente en la cabana.
Y Fabio, en el umbral de Tahis tendido,
con vergonzosas lgrimas lo baa,
debindolas al tiempo que ha perdido.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

BARTOLOM LEONARDO DE ARGENSOLA

Soneto

Fabio, pensar que el Padre soberano


en esas rayas de la palma diestra
(que son arrugas de la piel) te muestra
los accidentes del discurso humano,
5 es beber con el vulgo el error vano
de la ignorancia, su comn maestra ;
bien te confieso que la suerte nuestra,
mala o buena, la puso en nuestra mano. .
Di, quin te estorbar el ser rey, si vives
i sin envidiar la suerte de los reyes,
tan contento y pacfico en la tuya,
que estn ociosas para ti sus leyes,
y cualquier novedad que el cielo influya
como cosa ordinaria la recibes ?

Cancin

Filis, naturaleza
pide la ostentacin y los olores
para sus nuevas flores ^
a la frtil verdad de tu belleza,
5 y que en meses ajenos
prdigas abran sin temor los senos.
De tu cerviz reciba
candido lustre el de la rosa pura,
como animar procura
io su carmes en tu rostro la ms viva ;
den tus labios crueles
prpura ms soberbia a los claveles.
Kl cogollo ms tierno
crezca con ambicin de formar selva
15 tan firme, que aunque vuelva
a herirla por asaltos el invierno,
ni le marchite el bro,
ni agrave ms sus hojas que el roco.
Por ti con los jardines
20 ms prsperos compiten estas peas,
que entre gramas risueas
te producen violetas y jazmines,
JOS MANUEL BLECUA

para que de los dones


que tu hermosura influye la corones.
25 Ya, al favor de tus ojos,
entre frutos pendientes, el otubre
segunda flor descubre,
y te ofrece esperanzas y despojos ;
porque en entrambas suertes
30 anticipados regocijos viertes.
Mas ay, que cuando inspiras
el no esperado honor con que se apresta
pera ti la floresta,
haciendo en el vigor de cuanto miras
35 tan dichosa mudanza,
msera yace y sola mi esperanza.

ESTEBAN MANUEL DE VILLEGAS


S afleos

Dulce vecino de la vetde selva,


husped eterno del abril florido,
vital aliento de la madre Venus,
cfiro blando :
5 Si de mis ansias el amor supiste,
t. que las quejas de mi voz llevaste,
oye, no temas, y a mi ninfa dile,
dile que muero.
Filis un tiempo mi dolor saba,
10 Filis un tiempo mi dolor lloraba,
qusome un tiempo, mas agora temo,
temo sus iras.
As los dioses con amor paterno,
as los dioses con amor benigno,
15 nieguen al tiempo que feliz volares
nieve a la tierra!
Jams el peso de la nube parda,
cuando amanece en la elevada cumbre,
toque tus hombros, ni su mal granizo
20 hiera tus alas !
CAPITULO XX

APOGEO DE LA NOVELA: CERVANTES

Vida. M I G U E L DE CEBVANTES SAAVEDRA naci en Alcal de Henares


en 1547, siendo hijo de don Rodrigo de Cervantes, cirujano, y de Leonor
de Cortinas. Estudi en Madrid con el licenciado J'uan Lpez de Hoyos,
pasando despus a Boma acompaando al cardenal Julio Aquaviva. Fu
soldado en los tercios italianos, y a bordo de la galera Marquesa tom
parte en la batalla de Lepanto, siendo herido en el pecho y en la mano
izquierda. Cuando regresaba a Espaa en 1575, fu apresado por los
piratas y llevado cautivo a Argel, donde estuvo ms de cinco aos, siendo
rescatado por los P P . Trinitarios.
A su vuelta'a Espaa, instalse en Madrid, casando en 1584 con doa
Catalina de Salazar y Palacios, Tres aos despus march a Sevilla, con
el cargo de comisario para proveer la Armada Invencible. La quiebra de
un banquero sevillano, depositario de algunos fondos de Cervantes para
la Hacienda, fu causa de que se le formara un proceso, estando en la
ercel dos veces. Despus de unos aos de estancia en Madrid, march
a Valladolid, donde se vio de nuevo envuelto en otro proceso a causa del
acuchillamiento del caballero don Gaspar de Ezpeleta. Finalmente, in-
tenta marchar, sin conseguirlo, a aples, con el Conde de Lemos, mu-
riendo en Madrid en 1616.

Cervantes, poeta. Aunque el mismo Cervantes parece que se lamenta


repetidas veces de su incapacidad potica, es evidente que su juicio era
bastante modesto. No es, desde luego, un poeta como Gngora o Lope,
pero ofrece muchas veces evidente inters. La verdadera poesa de Cer-
vantes hay que buscarla intercalada entre sus obras en prosa o en sus
19
296 JOS MANUEL BLECUA

comedias. As en La gitanilla se encuentra un soneto bellsimo, Cuando


Preciosa el panderete toca, y varios romances, lo mismo que en sus co-
medias. E n todas las antologas figura tambin un soneto burlesco Al
tmulo de Felipe II, que empieza Voto a Dios que me espanta esta gran-
deza.
Su obra de crtica literaria se encuentra en los poemas extensos Viaje
del Parnaso y Canto de Caope. El primero, es un poema en tercetos,
especie de alegora, donde se hace el elogio de ms de cien poetas contem-
porneos. El segundo, es una imitacin del Canto del Turia, de Gil Polo,
y se encuentra inserto en La Galatea*. E s tambin un poema en elogio de
los escritores del siglo xvi.

La Galatea. La primer obra que public Cervantes fu La Galatea,


cuya primera parte, dividida en seis libros, apareci en 1585. Se trata
de una novela pastoril a la manera de las Dianas, con las mismas virtudes
y los mismos defectos de todas ellas. Aunque Cervantes prometi una
segunda parte, no lleg a publicarla. Intercala diversas composiciones
poticas, como era costumbre en este gnero novelesco, y algunas son
muy bellas.

Novelas ejemplares. Mucho ms inters ofrecen las Novelas ejem-


plares, publicadas en 1613. Les dio el nombre de ejemplares, porque no
hay ninguna de quien no se pueda sacar un ejemplo provechoso. Se
componen de doce novelitas cortas, de temas muy diversos. Unas, narran
lances de amor y fortuna, como La Gitanilla* La espaola inglesa, El
amante liberal, La fuerza de la sangre, El celoso extremeo y Las dos
doncellas ; otras, son de carcter satrico, como El coloquio de los perros,
o descripciones realistas, llenas de vida, como Rinconete y Cortadillo,
pintura magistral del hampa sevillana. Finalmente, dentro de un marco
filosfico podra incluirse una de las ms logradas, El licenciado Vidriera.

El estudiante Toms Rodaja, despus de haber ingerido un brebaje que le admi-


nistra una dama enamorada, cae en la extraa locura de creer que es de vidrio.
La locura se resuelve de este modo, pero lo curioso es que Toms da unas contes-
taciones llenas de agudeza y contenido sentencioso. Despus de haber conquistado
gran fama, al cabo de dos aos vuelve a cobrar la razn, curado por un religioso
de la orden de los Jernimos, y entonces no le prestan la misma atencin que antes
La novelita viene a ser como un pequeo Quijote, en otro sentido.

Don Quijote. Las Novelas ejemplares hubiesen servido para colo-


car el nombre de Cervantes a la altura de los mejores escritores de la
lengua espaola, pero la creacin genial del Ingenioso hidalgo don Qui-
jote de la Mancha, le hace entrar en los dominios de la literatura univer-
sal, con el mismo rango que Shakespeare o Goethe.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 291

La primera parte del Quijote se public en 1605 y slo diez aos des-
pus apareci la segunda. Su asunto, tan conocido, narra las aventuras
del hidalgo Alonso Quijada, que, loco por haber ledo tantos libros de ca-
balleras, decide convertirse en caballero andante, hacindose acompaar
de un campesino, Sancho Panza, que tambin termina por contagiarse
e la fiebre idealista de su seor. Despus de haber sufrido diversas aven-
turas y descalabros, vuelven a su casa, y momentos antes de morir reco-
bra la razn.
La crtica no se ha mostrado unnime en su intento de esclarecer las
ideas y la intencin de Cervantes. Segn unos, Cervantes se, propuso
acabar con los libros de caballeras. La obra de Cervantes, dice Menndez
Pelayo, no fu de anttesis, ni de seca y prosaica negacin, sino de puri-
ficacin y complemento. No vino a matar un ideal, sino a transfigrale
y enaltecerle. Cuanto haba de potico, noble y humano en la caballera,
se incorpor en la obra nueva con ms alto sentido. Lo que haba de qui-
mrico, inmoral y falso, no precisamente en el ideal caballeresco, sino
en las degeneraciones de l, se disip como por encanto ante la clsica sere-
nidad y la benvola irona del ms sano y equilibrado de los ingenios del
Eenacimiento.
Por sus ideas, Cervantes pertenece al Renacimiento, y. por eso tam-
bin era partidario del habla natural, del lenguaje propio y elegante. Como
Juan de Valds, Cervantes piensa que se debe escribir y hablar sin afec-
tacin : Habla en reposo, pero no de manera que parezca que te escuches
a ti mismo, que toda afectacin es mala. Tampoco tiene inconveniente
en admitir el uso de voces nuevas o el utilizar con maestra los refranes
populares. De este modo la prosa cervantina aparece guardando un su-
premo equilibrio entre el Renacimiento y el Barroco, que entonces co-
menzaba con Grngora y Quevedo.

El Quijote de Avellaneda. Hasta 1615 no apareci la segunda parte


del Quijote, debido, sin duda, a haberse publicado el ao anterior una
continuacin de la primera parte, firmada por un Alonso Fernndez de
Avellaneda, pseudnimo que encubre a un enemigo de Cervantes, todava
no descubierto. E n el prlogo ataca al autor de las Novelas ejemplares,
del que dice que es soldado tan viejo en aos, cuanto mozo en bros.
Cervantes se veng en el captulo LXIX, que entonces redactaba, y de
paso se enorgullece de nuevo por haber asistido a la batalla de Lepanto.

Cervantes, escritor dramtico. Cervantes fu tambin a'utor dram-


tico, y siempre record el xito que haban tenido algunas de sus come-
dias, aunque despus entr el gran Lope de Vega, y alzse con la monar-
qua cmica.
292 JOS MANUEL BLECUA

Dentro de las comedias, se distinguen dos pocas : una, de la que no


nos quedan ms que El trato de Argel y El cerco de Numancia, enlazada
con la corriente del teatro humanista ; y otra, ms cercana a la tcnica
de Lope de Vega, representada por sus ocho comedias, entre las que des-
tacan Los baos de Argel, La gran sultana, El rufin dichoso y Pedro
de Urdemalas, su mejor creacin.
Escribi tambin entremeses, quizs los mejores de su gnero, peque-
as estilizaciones con los elementos ms simples, como El viejo _ celoso,
La eleccin de los alcaldes de Daganzo, El retablo de las maravillas, La
guarda cuidadosa y El Hospital de los podridos. Arrancando die Lope de
Eueda, Cervantes mueve sus personajes con una gracia y una irona de
la mejor calidad, logrando pequeas creaciones tan maestras como las
novelas cortas.

Persiles y Sigismunda. La ltima obra que escribi Cervantes se


titula Los trabajos de Persiles y Sigismunda, historia septentrional, apa-
recida en 1617. Es una novela de tipo bizantino, y segn el mismo autor,
baha de ser o el ms malo, o el mejor de los libros que en nuestra lengua
se haya compuesto, quiero decir de los de entretenimiento. La crtica
no se muestra tan animada como el autor, pero no le faltan cualidades
literarias, ya que su prosa es realmente de una perfeccin encantadora.
Visiones deliciosas de paisajes exticos, de mares desconocidos avaloran
esta obra.

CONSLTESE. M. Herrero Garca, Vida de Cercantes, Madrid, 1949.A .Cas-


tro, El pensamiento de Cervantes, Madrid, 1925.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 293

CERVANTES

Autorretrato

Este que veis aqu, de rostro aguileno, de cabello castao, frente


lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien pro-
porcionada, las barbas de plata, que no ha veinte aos que fueron de
oro, los bigotes grandes, la boca pequea, los dientes ni menudos ni
crecidos, porque no tiene sino dos, y esos mal acondicionados y peor
puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo
entre dos extremos, ni grande ni pequeo, la color viva, antes blanca que
morena, algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies ;* este digo
que es el rostro del autor de La Galatea y de Don Quijote de la Mancha,
y del que hizo el Viaje del Parnaso, a imitacin del de Csar Caporal
Perusino 1 , y otras obras que andan por ah descarriadas, y, quiz, sin
el nombre de su dueo. LJmase comnmente Miguel de Cervantes Saave-
dra. Fu soldado muchos aos, y cinco y medio cautivo, donde aprendi
a tener paciencia en las adversidades. Perdi en la batalla naval de Le-
pante la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece
fea, l la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la ms memorable
y alta ocasin que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros,
militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra,
Carlos Quinto, de felice memoria.

[Prlogo a las Novelas ejemplares.']

Yo cort con mi ingenio aquel vestido,


con que al mundo la hermosa Galatea
sali para librarse del olvido.
Soy por quien La Confusa2, nada fea,
pareci en los teatros admirable,
si esto a su fama es justo se le crea.
Yo, con estilo en parte razonable
he compuesto comedias que, en su tiempo,
tuvieron de lo grave y de lo afable.
Yo he dado en Don Quixote pasatiempo
al pecho melanclico y mohno,
en cualquiera sazn, en todo tiempo.
Yo he abierto en mis Novelas un camino,
por do la lengua castellana puede
mostrar con propiedad un desatino.
1
Cesare Caporali (1531-1601), italiano, e n 1582.
2
escribi un Viaggio in Parnaso, impreso Comedia perdida.
294 JOS MANUEL BLECUA

Yo soy aquel que en la invencin excede


a muchos, y, al que falta en esta parte,
es fuerza que su fama falta quede.
Desde mis tiernos aos am el arte
dulce de la agradable poesa,
y en ella procur siempre agradarte.
Nunca vol la pluma humilde ma
por la regin satrica, bajeza
que a infames premios y desgracias gua.
Yo el soneto compuse que as empieza,
por honra principal de mis escritos :
Voto a Dios que we espanta esta grandeza.
Yo he compuesto romances infinitos,
y el de los oelos es aquel que estimo,
entre otros, que los tengo por malditos.
Por esto me congojo y me lastimo
de verme solo en pie, sin que se aplique
rbol que me conceda algn arrimo.
Yo estoy, cual decir suelen, puesto a pique
para dar a la estampa al gran Perses,
ton que mi nombre y obras multiplique.
Yo, en pensamientos castos y sotiles,
dispuestos en sonetos de a docena,
he nonrado tres sugetos fregoniles.
Tambin al par de Filis mi Filena
reson por las selvas, que escucharon
ms de una y otra alegre cantilena,
y en dulces varias rimas se llevaron
mis esperanzas los ligeros vientos,
que en ellos y en la arena se sembraron.
Tuve, tengo y tendr los pensamientos
merced al cielo que a tal bien me inclina,
de toda adulacin libres y exentos.
Nunca pongo los pies por do camina
la mentira, la fraude y el engao,
de la santa virtud total ruina.
De mi corta fortuna no me ensao,
aunque, por verme en pie, como me veo,
y en tal lugar, pondero as mi dao.

[Viaje del Parnaso. E d i c de R. Schevill y A. Bonilla.]


HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA *95

Al tmulo del Rey Felipe II en Sevilla

Voto a Dios que me espanta esta grandeza


y que diera un dobln 3 por describilla,
porque a quin no suspende y maravilla
esta mquina insigne, esta riqueza?
Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale ms de un milln, y que es mancilla
que esto no dure un siglo, oh, gran Sevilla,
Roma triunfante en nimo y nobleza!
Apostar que el nima del muerto
por gozar este sitio hoy ha dejado
la Gloria, donde vive eternamente.
Esto oy un valentn, y dijo : Es cierto
cuanto dice voac4, seor5 soldado,
y quien dijere lo contrario, miente.
Y luego incontinente
cal el chapeo6, requiri la espada,
mir al soslayo, fuese, y no hubo nada.
[Obras completas, edic. Real Acad. Espaola, Madrid, 1923.]

Soneto

Cuando Preciosa el panderete toca,


y hiere el dulce son los aires vanos,
perlas son, que derrama con las manos,
flores son, que despide de la boca.
Suspensa el alma y la cordura loca
queda a los dulces actos sobrehumanos,
que e limpios, de honestos y de sanos
su fama al cielo levantado toca.
Colgadas del menor de sus cabellos
mil almas lleva, y a sus plantas tiene
Amor rendidas una y otra flecha.
Ciega y alumbra con sus soles bellos;
su imperio Amor por ellas le mantiene,
y aun ms grandezas de su ser sospecha.
[La Gitanilla, edic. de las Novelas ejemplares de Schevill y A. Bo-
nilla, Madrid, 1922.]
3 5
Moneda de bastante valor en la Seor,
6
poca. Sombrero.
4
Vuestra merced.
296 JOS MANUEL BLECUA

Letras para Cantar

I II
A la puerta puestos Bailan las gitanas,
de mis amores mralas el rey ;
erpinas y zarzas la reina, con celos
se vuelven flores mndalas prender.
Do pone la vista Por Pascua de Reyes
o la tierna planta, hicieron al rey
la hierba marchita un baile gitano
verde se levanta, Blica e Ins.
los campos alegra, Turbada, Blica
regocija el alma, cay junto al rey,
enamora a siervos, y el rey la levanta
rinde a seores de puro corts.
y espinas y zarzas Mas como es Blica
se vuelven flores. de tan linda tez,
la reina, celosa,
mndalas prender.

[De la comedia Pedro de Urdemalas. ]

NOVELAS EJEMPLARES

Y as te digo otra vez, lector amable, que destas Novelas que te ofrezco,
en ningn modo podrs hacer pepitoria, porque no tienen pies ni ca-
beza, ni entraas, ni cosa que se le parezca; quiero decir que los requiebros
amorosos que en algunas hallars, son tan honestos y tan medidos con la
razn v discurso cristiano, que no podrn mover a mal pensamiento al
descuidado o cuidadoso que las leyere.
Heles dado el nombre de Ejemplares, y si bien lo miras, no hay nin-
guna de quien no se pueda sacar algn ejemplo provechoso ; y si no fuera
por no alargar este sujeto, quiz te mostrara el sabroso y honesto fruto
que se podra sacsi, as de todas juntas, como de cada una de por s...
...Una cosa me atrevo a decirte, que si por algn modo alcanzara que
la leccin de estas novelas pudiera inducir a quien las leyera a algn
mal deseo o pensamiento, antes me cortara la mano con que las escrib,
que sacarlas en pblico. Mi edad no est ya para burlarse con la otra
vida, que al cincuenta y cinco de los aos gano por nueve ms y por
la mano.
A esto se inclin mi ingenio, por aqu me lleva mi inclinacin, y ms
que me doy a entender, y es as, que yo soy el primero que he novelado
en lengua castellana, que las muchas novelas que en ella andan impresas,
todas son traducidas de leneuas -vtranjeras, y stas son mas propias,
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITEJRATURA ESPAOLA 297

no imitadas ni hurtadas ; mi ingenio las engendr, y las pari mi pluma,


y van creciendo en los brazos de la estampa. Tras ellas, si la vida no me
deja, te ofrezco los Trabajos de Persiles, libro que se atreve a competir
con Eliodoro 7 , si ya por atrevido no sale con las manos en la cabeza ; y
primero vers, con brevedad dilatadas, las hazaas de don Quijote y
donaires de Sancho Panza, y luego las Semanas del Jardiiis,

RETRATO DE MONIPODIO

Manuscrito Texto definitivo


Baj en este punto Monipodio, el ..Llegse en esto a la sazn y
cual era un hombre de hasta cuaren- punto en que baj el seor Monipo-
ta aos, alto de cuerpo, barbiespeso, dio, tan esperado como bien visto
do toda aquella compaa. Pareca
hundidos los ojos y cejijunto. Vena de edad de cuarenta y cinco a cua-
en camisa, con unos zaragelles 9 renta y seis aos, alto de cuerpo,
anchos, muy blancos, y deshilados moreno de rostro, cejijunto, barbine-
gro y muy espeso, los ojos hundidos.
con pita, que llegaban hasta los to- Vena en camisa, y por la abertura
billos, sin cuello en la camisa y cu- de delante descubra un bosque: tan-
bierto con una gran capa de bayeta, to era el vello que tena en el pecho.
y un sombrero de viudo, y ceida Tiaa cubierta una capa de bayeta,
css hasta los pies, en los cuales
una espada muy ancha. Era muy traa unos zapatos enchancletados ;
moreno de rostro, y poi la abertura cubranle las piernas unos zarage-
de la camisa se le descubra en el lles de lienzo, anchos y largos hasta
los tobillos : el sombrero era de los
pecho un bosque, tanta era la espe-
de la hampa, campanudo de copa y
sura del vello que tena en l; las tendido de falda. Atravesbale un
manos eran cortas, carnudas y pelo- tahal por espalda y pechos, a do
sas ; los dedos, anchos ; chatas las colgaba una espada ancha y corta,
a modo de las del perrillo 10 ; las ma-
uas y algo torcidas hacia dentro ; ros eran cortas y pelosas, y los de-
la? piernas no se le parecan, pero dos, gordos, y las uas, hembras y
los pies eran disformes de grandes, remachadas ; las piernas no se le
anchos y juanetudos; en efecto, re- parecan ; pero los pies eran desco-
munales de anchos y juanetudos. En
presentaba un rstico y disforme eiecto, l representaba el ms rs-
brbaro. tico y disforme brbaro del mundo.

[Rinconete y Cortadillo, edic. de Rodrguez Marn Sevilla, 1905.]


7 9
Heliodoro, novelista griego, autor de Especie de calzones.
10
Tagenes y Caridea, novela bizantina Llamadas as porque tenan la fi-
que tuvo presente Cervantes en el Per- gura de un perro grabada en la hoja.
siles. Fu la marca del espadero del siglo XV
8
Cervantes no lleg a publicar esta Julin del Rey,
obra.
298 JOS MANUEL BLECTJA

i. Trcese una semblanza de Cervantes utilizando los datos auto-


Di ogrficos.
2,.c Estudense los elementos irnicos y burlescos del soneto an-
terior. Antese lo hiperblico.
3.0 Analcense algunas ideas de Cervantes sobre la novela.
4.0 Estudese el arte de Cervantes comparando las dos versiones
Ll retrato de Monipodio. Por qu es ms perfecto el texto impreso
que el manuscrito?

Retrato de Preciosa

Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para


ser ladrones; nacen de padres ladrones, cranse con ladrones, estudian para
ladrones, y, finalmente, salen con ser ladrones corrientes y molientes a
todo ruedo ; y la gana de hurtar y el hurtar son en ellos como accidentes
inseparables, que no se quitan sino con la muerte.
Una, pues, desta nacin, gitana vieja, que poda ser jubilada en la
ciencia de Caco, cri una muchacha, en nombre de nieta suya, a quien
puso nombre Preciosa, y a quien ense todas sus gitaneras y modos de
embelecos y trazas de hurtar. Sali la tal Preciosa, la ms nica bailadora
que se hallaba en todo el gitanismo, y la ms hermosa y discreta que
pudiera hallarse, no entre los gitanos, sino entre cuantas herniosas y dis-
cretas pudiera pregonar la fama. Ni los soles, ni los aires, ni todas las
inclemencias del cielo, a quien ms que otra gente estn sujetos los gi-
tanos, pudieron deslustrar su rostro, ni curtir las manos ; y lo que es
ms, que la crianza tosca en que se criaba, no descubra en ella sino ser
nacida de mayores prendas que de gitana, porque era en extremo corts
y bien razonada.
Y, con todo esto, era algo desenvuelta ; pero no de modo que descubrie-
sen algn gnero de deshonestidad; antes, con ser aguda, era tan honesta,
que, en su presencia, no osaba alguna gitana vieja, ni moza, cantar cantares
lascivos, ni decir palabras no buenas; y, finalmente, la abuela conoci el
tesoro que en la nieta tena ; y as determin el guila vieja sacar a volar
su aguilucho, y ensearle a vivir por sus uas.
\L,a Gitanilla, edic. cit.]
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 299

DON QUIJOTE

CAPTULO X [de la Segunda Parte)

DONDE SE; CUENTA LA INDUSTRIA QUE SANCHO TUVO PARA ENCANTAR A LA


SEORA DULCINEA, Y DE OTROS SUCESOS TAN RIDCULOS COMO VERDADEROS

Llegando el autor desta grande historia a contar lo que en este cap-


tulo cuenta, dice que quisiera pasarle en silencio, temeroso de que no
haba de ser credo ; porque las locuras de don Quijote llegaron aqu al
trmino y raya de las mayores que pueden imaginarse, y aun pasaron dos
tiros de ballesta ms all de las mayores. Finalmente, aunque con este
miedo y recelo, las escribi de la misma manera que l las hizo, sin
aadir ni quitar a la historia un tomo de la verdad, sin drsele nada por
las objeciones que podan ponerle de mentiroso ; y tuvo razn, porque la
verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira, como el
aceite sobre el agua. Y as, prosiguiendo su historia, dice : que as como
don Quijote se embosc en la floresta, encinar, o selva junto al gran
Toboso, mand a Sancho volver a la ciudad, y que no volviese a su pre-
sencia sin haber primero hablado de su parte a su seora, pidindola fuese
servida de dejarse ver de su cautivo caballero, y se dignase de echarle su
bendicin, para que pudiese esperar por ella felicsimos sucesos de todos
sus acometimientos y dificultosas empresas. Encargse Sanche de hacerlo
as como se le mandaba, y de traerle tan buena respuesta como le trujo
la vez primera.
Anda, hijo replic don Quijote, y no te turbes cuando te vieres
ante la luz del sol de hermosura que vas a buscar. Dichoso tu sobre
todos los escuderos del mundo! Ten memoria, y no se te pase della cmo
te recibe : si muda las colores el tiempo que la estuvieres dando mi em-
embajada ; si se desasosiega y turba oyendo mi nombre; si no cabe en la
almohada, si acaso la hallas sentada en el estrado rico de su autoridad ;
y si est en pie, mrala si se pone ahora sobre el uno, ahora sobre el otro
pie ; si te repite la respuesta que te diere dos o tres veces ; si la muda de
blanda en spera, de aceda en amorosa; si levanta la mano al cabello para
componerle, aunque no est desordenado; finalmente, hijo, mira todas sus
acciones y movimientos ; porque si t me los relatas como ellos fueron,
sacar yo lo que ella tiene escondido en lo secreto de su corazn acerca de
lo que al fecho de mis amores toca ; que has de saber, Sancho, si no lo
sabes, que entre los amantes, las acciones y movimientos exteriores que
muestran, cuando de sus amores se trata, son certsimos correos que traen
las nuevas de lo que all en lo interior del alma pasa. Ve, amigo, y guete
otra mejor ventura que la ma, y vulvate otro mejor suceso del que yo
quedo temiendo y esperando en esta amarga soledad en que me dejas.
Yo ir y volver presto dijo Sancho ; y ensanche vuesa merced,
seor mo, ese corazoncillo, que le debe de tener agora no mayor que una
300 JOS MANUEL BLEOJA

avellana, y considere que se suele decir que buen corazn quebranta mala
ventura, y que donde no hay tocinos, no hay estacas ; y tambin se dice :
donde no piensan, salta la liebre. Dgolo porque si esta noche no hallamos
los palacios o alczares de mi seora, agora que es de da los pienso hallar,
cuando menos lo piense; y hallados, djenme a m con ella.
Por cierto, Sancho dijo don Quijote, que siempre traes tus re-
franes tan a pelo de o que tratamos cuanto me d Dios mejor ventura
en lo que deseo.
Esto dicho, volvi Sancho las espaldas y vare su rucio, y don Qui-
jote se qued a caballo descansando sobre los estribos y sobre el arrimo de
su lanza, lleno de tristes y confusas imaginaciones, donde le dejaremos,
yndose con Sancho Panza, que no menos confuso y pensativo se apart
de su seor que l quedaba; y tanto, que apenas hubo salido del bosque,
cuando, volviendo la cabeza y viendo que don Quijote no pareca, se ape
del jumento, y sentndose al pie de un rbol comenz a hablar consigo
mesmo y a decirse :
Sepamos agora, Sancho hermano, adonde va vuesa merced Va a
buscar algn jumento que se le haya perdido? No, por cierto. Pues
qu va a buscar? Voy a buscar, como quien no dice nada, a una prin-
cesa, y en ella al sol de la hermosura y a todo el cielo junto. Y adonde
pensis hallar eso que decs, Sancho? Adonde? En la gran ciudad del
Toboso. Y bien, y de parte de quin la vais a buscar? De parte del
famoso caballero don Quijote de la Mancha, que desface los tuertos, y da
de comer al que ha sed, y de beber al que ha hambre. Todo eso est
muy bien. Y sabis su casa, Sancho? Mi amo dice que han de ser unos
reales palacios, o unos soberbios alczares. Y habisla visto algn da
por ventura? Ni yo ni mi amo la habernos visto jams. Y pareceos
que fuera acertado y bien hecho que si los del Toboso supiesen que estis
vos aqu con intencin de ir a sonsacarles sus princesas y a desasosegarles
sus damas, viniesen y os moliesen las costillas a puros palos, y no os de-
jasen hueso sano? En verdad que tendran mucha razn, cuando no con-
siderasen que soy mandado, y que
Mensajero sois, amigo,
non merecis culpa, non 11 .
No os fiis en eso, Sancho ; porque la gente mnchega es tan col-
rica como honrada y no consiente cosquillas de nadie. Vive Dios que si
os huele, que os mando mala ventura. [ ] All dars, rayo 12
No, sino ndeme yo buscando tres pies al gato por el gusto ajeno ! Y ms,
que as ser buscar a Dulcinea por el Toboso como a Marica por Rvena,
o al Bachiller en Salamanca. El diablo, el diablo me ha metido a m en
esto ; que otro, no !
Este soliloquio pas consigo Sancho, y lo gue sac del fu que volvi
a decirse : Ahora bien, todas las cosas tienen remedio, si no es la
11 12
Versos del romance viejo que prin- Parte de un refrn muy conocido :
cipia Con cartas y un mensajero. Se hi- All dars, rayo, en cas de Tamayo.
cieron proverbiales.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 301

muerte, debajo de cuyo yugo hemos de pasar todos, mal que nos pese, al
acabar de la vida. Este mi amo por mil seales he visto que es un loco de
atar, y an tambin yo no le quedo en zaga, pues soy ms mentecato que
l, pues le sigo y le sirvo, si es verdadero el refrn que dice : Dime con
quin andas, decirte he quin eres, y el otro de No con quien naces,
sino con quien paces. Siendo, pues, loco, como lo es, y de locura que las
ms veces toma unas cosas por otras, y juzga lo blanco por negro y lo
negro por blanco, como se pareci cuando dijo que los molinos de viento
eran gigantes, y las muas de los religiosos dromedarios y las manadas
de carneros ejrcitos de enemigos, y otras muchas cosas a este tono, no
ser muy difcil hacer creer que una labradora, la primera que me topare
por aqu, es la seora Dulcinea ; y cuando l no lo crea, jurar yo ; y si
l jurare, tornar yo a jurar ; y si porfiare, porfiar yo ms, y de manera
que tengo que tener la ma sobre el hito 13 , venga lo que viniere. Quiz con
esta porfa acabar con l que no me enve otra vez a semejantes mensa-
jeras, viendo cuan mal recado le traigo dlias, o quiz pensar, como
yo imagino, que algn mal encantador de estos que l dice que le quieren
mal la habr mudado la figura, por hacerle mal y dao.
Con esto que pens Sancho Panza qued sosegado su espritu, y tuvo
por bien acabado su negocio, detenindose all hasta la tarde, por dar
lugar a que don Quijote pensare que le haba tenido para ir y volver del
Toboso; y sucedile todo tan bien, que cuando se levant para subir en
el rucio vio que del Toboso hacia donde l estaba venan tres labradoras
sobre tres pollinos, o pollinas, que el autor no lo declara, aunque ms se
puede creer que eran borricas, por ser ordinaria caballera de las aldea-
nas ; pero como no va mucho en esto, no hay para qu detenernos en
averiguarlo. En resolucin, as como Sancho vio a las labradoras, a paso
tirado volvi a buscar a su seor don Quijote, y hallle suspirando y di-
ciendo mil amorosas lamentaciones. Como don Quijote le vio, le dijo:
Qu hay, Sancho amigo? Podr sealar este da con piedra blanca,
o con negra? 1 4
Mejor ser .respondi Sancho que vuesa merced le seale con
almagre, como rtulos de ctedras, porque le echen bien de ver los que
le vieren 15 .
De ese modo replic don Quijote, buenas nuevas traes.
Tan buenas -respondi Sancho, que no tiene ms que hacer vuesa
merced sino picar a Rocinante y salir a lo raso a ver a la seora Dulcinea
del Toboso, que con otras dos doncellas suyas viene a ver a vuesa merced,
Santo Dios! Qu es lo que dices, Sancho amigo? dijo don Qui-
jote Mira no me engaes, ni quieras con falsas alegras alegrar mis
verdaderas tristezas 16 .
13 13
Trmino del juego de las tejuelas Son los rtulos con pintura roja, al-
o hito, en que gana quien ms se apro- magre, que los estudiantes pintaban en
xima al hito. las paredes de los claustros universi-
14
Alude a la costumbre romana de tarios.
16
sealar los das felices con piedra blan- Ntese la anttesis,
ca y los desgraciados con negra.
302 JOS MANUEL BLECUA

Qu sacara yo de engaar a vuesa merced respondi Sancho, y


ms estando tan cerca de descubrir m verdad? Pique, seor, y venga, y
ver venir a la Princesa nuestra ama vestida y adornada ; en fin, como
quien ella es. Sus doncellas y ella todas son una ascua de oro, todas ma-
zorcas de perlas, todas son diamantes, todas rubes, todas telas de brocado
de ms de diez altos ; los cabellos, sueltos por las espaldas, que son otros
tantos rayos del sol que andan jugando con el viento ; y, sobre todo, vie-
nen a caballo sobre tres cananeas remendadas, que no hay ms que ver.
Hacaneas17 querrs decir, Sancho.
Poca diferencia hay respondi Sancho de cananeas a haca-
neas ; pero vengan sobre lo que vinieren, ellas vienen las ms galanas
seoras que se puedan desear, especialmente la princesa Dulcinea mi se-
ora, que pasma los sentidos.
Vamos, Sancho, hijo respondi don Quijote; y en albricias destas
no esperadas como buenas nuevas, te mando el mejor despojo que ganare
en la primera aventura que tuviere, y si esto no te contenta, te mando
las cras que este ao me dieren las tres yeguas mas, que t sabes que
quedan para parir en el prado concejil de nuestro pueblo.
A las cras me atengo respondi Sancho ; porque de ser buenos
los despojos de la primera aventura no est muy cierto.
Ya en esto salieron de la selva y descubrieron cerca a las tres aldeanas.
Tendi don Quijote los ojos por todo el camino del Toboso, y como no
vio sino a las tres labradoras, turbse todo, y pregunt a Sancho si las
haba dejado fuera de la ciudad.
Cmo fuera de la ciudad? respondi. Por ventura, tiene vuesa
merced los ojos en el colodrillo, que no ve que son stas, las que aqu
vienen, resplandecientes como el mismo sol a medio da?
Yo no veo, Sancho dijo don Quijote, sino a tres labradoras sobre
tres borricos.
Agora me libre Dios del diablo! respondi Sancho. Y es po-
sible que tres hacaneas, o como se llaman, blancas como el ampo de la
nieve, le parezcan a vuesa merced borricos ? Vive el Seor, que me pele
estas barbas si tal fuese verdad !
Pues yo te digo, Sancho amigo dijo don Quijote, que es tan
verdad que son borricos, o borricas, como yo soy don Quijote y t Sancho
Panza ; a lo menos, a m tales me parecen.
Calle, seor dijo Sancho ; no diga la tal palabra, sino despabile
esos ojos, y venga a hacer reverencia a la seora de sus pensamientos,
que ya llega cerca.
~" Y diciendo esto, se adelant a recebir a las tres aldeanas, y apendose
del rucio, tuvo del cabestro al jumento de una de las tres labradoras, y
hincando ambas rodillas en el suelo, dijo :
Reina y princesa y duquesa de la hermosura, vuestra altivez y gran-
deza sea servida de recebir en su gracia y buen tlente al cautivo caba-

17
Jacas muy apreciadas y herniosas.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 303

Hero vuestro, que all est hecho piedra mrmol, todo turbado y sin pulsos,
de verse ante vuestra magnfica presencia. Yo soy Sancho Panza, su escu-
dero, y l es el asendereado caballero don Quijote de la Mancha, llamado
por otro nombre el Caballero de la Triste Figura.
A esta sazn ya se haba puesto don Quijote de hinojos junto a Sancho,
y miraba con ojos desencajados y vista turbada a la que Sancho llamaba
reina y seora ; y como no descubra en ella sino una moza aldeana y no
de muy buen rostro, porque era carirredonda y chata, estaba suspenso y
admirado, sin osar desplegar los labios. Las labradoras estaban asimismo
atnitas, viendo aquellos dos hombres tan diferentes hincados de rodillas,
que no dejaban pasar adelante a su compaera; pero rompiendo el silen-
cio la detenida, toda desgraciada y mohna, dijo :
Aprtense, nora en tal, del camino, y djenmos pasar; que vamos
de priesa.
A lo que respondi Sancho :
Oh princesa y seora universal del Toboso! Cmo vuestro mag-
nnimo corazn no se enternece viendo arrodillado ante vuestra sublimada
presencia a la coluna y sustento de la andante caballera?
Oyendo lo cual otra de las dos dijo :
Mas, i jo, que te estreg, burra de mi suegro ! Mirad con qu se vie-
nen los seoricos ahora a hacer burla de las aldeanas, como si aqu no
supisemos de echar pullas como ellos ! Vayan su camino, e djenmos
hacer el nueso 18 , y serles ha sano.
Levntate, Sancho dijo a este punto don Quijote ; que ya veo
que la Fortuna, de mi nial no harta 19 tiene tomados los caminos todos
por donde pueda venir algn contento a esta nima mezquina que tengo
en las carnes. Y t, oh extremo del valor que puede desearse, trmino
de la humana gentileza, nico remedio deste afligido corazn que te
adora!, ya que el maligno encantador me persigue, y ha puesto nubes y
cataratas en mis ojos, y para slo ellos y no para otros ha mudado y trans-
formado tu sin igual hermosura y rostro en el de una labradora pobre, si
ya tambin el mo no le ha cambiado en el de algn vestiglo, para hacerle
aborrecible a tus ojos, no dejes de mirarme blanda y amorosamente, echan-
do de ver en esta sumisin y arrodillamiento que a tu contrahecha hermo-
sura hago la humildad con que mi alma te adora.
Toma 20 que mi agelo! respondi la aldeana. Amiguita soy yo
de or resquebrajos 21 ! Aprtense y djenmos ir, y agradecrselo hemos.
Apartse Sancho y dejla ir, contentsimo de haber salido bien de su
enredo. Apenas se vio libre la aldeana que haba hecho la figura de Dul-
cinea, cuando picando a su cananea con un aguijn que en un palo traa,
dio a correr por el prado adelante. Y como la borrica senta la apunta del
aguijn, que le fatigaba ms de lo ordinario, comenz a dar corcovos, de
manera, que dio con las seora Dulcinea en tierra; lo cual visto por don
Quijote, acudi a levantarla, y Sancho a componer y cinchar el albarda,
que tambin vino a la barriga de la pollina. Acomodada, pues, la albarda,
18 20
Forma popular de nuestro. Imperativo.
19 21
Verso de Garcila>. De requiebros.
304 JOSE MANUEL BLECUA

y quiriendo don Quijote levantar a su encantada seora en los brazos


sobre la jumenta, la seora, levantndose del suelo, le quit de aquel tra-
bajo, porque hacindose algn tanto atrs, tom una corridica, y puestas
ambas manos sobre las ancas de la pollina, dio con su cuerpo, ms ligero
que un halcn, sobre la albarda, y qued a horcajadas, como si fuera
hombre ; y entonces dijo Sancho :
Vive Roque, que es la seora nuestra ama ms ligera que un aco-
tan 22 , y que puede ensear a subir a la jineta al ms diestro cordobs o
mejicano ! El arzn trasero de la silla pas de un salto, y sin espuelas hace
correr la hacanea como una cebra, Y no le van en zaga sus doncellas ; que
todas corren como el viento.
Y as era la verdad; porque en vindose a caballo Dulcinea, todas pica-
ron tras ella y dispararon a correr, sin volver la cabeza atrs por espacio
de ms de media legua. Siguilas don Quijote con la vista, y cuando vio
que no parecan, volvindose a Sancho, le dijo :
Sancho, qu te parece cuan mal quisto soy de encantadores ? Y mira
hasta dnde se extiende su malicia y la ojeriza que me tienen, pues me
han querido privar del contento que pudiera darme ver en su ser a mi
seora. En efeto, yo nac para ejemplo de desdichados y para ser blanco
y terrero 23 donde tomen la mira y asiesten las flechas de la mala fortuna.
Y has tambin de advertir, Sancho, que no se contentaron estos traidores
de haber vuelto y transformado a mi Dulcinea, sino que la transformaron
y volvieron en una figura tan baja y tan fea como la de aquella aldeana,
y juntamente le quitaron lo que es tan suyo de las principales seoras,
que es el buen olor, por andar siempre entre mbares y entre flores. Por-
que te hago saber, Sancho, que cuando llegu a subir a Dulcinea sobre su
hacanea (segn t dices, que a m me pareci borrica), me dio un olor de
ajos crudos, que me encalabrin y atosig el alma.
Oh canalla! grit a esta sazn Sancho. Oh encantadores acia-
gos y mal intencionados, y quin os viera a todos ensartados por las aga-
llas, como sardinas en lercha 24 ! Mucho sabis, mucho podis, y mucho
mal hacis. Bastaros debiera, bellacos, haber mudado las perlas de los
ojos de mi seora en agallas alcornoques as, y sus cabellos de oro pur-
simo en cerdas de cola de buey bermejo, y, finalmente, todas sus faccio-
nes de buenas en malas, sin que le tocredes en el olor; que por l si-
quiera sacramos lo que estaba encubierto debajo de aquella fea corteza ;
aunque, para decir verdad, nunca vi yo su fealdad, sino su hermosura, a
la cual suba de punto y quilates un lunar que tena sobre el labio de-
recho, a manera de bigote, con siete o ocho cabellos rubios como hebras
de oro y largos de ms de un palmo.
]
Yo lo creo, amigo replic don Quijote, porque ninguna cosa puso
la naturaleza en Dulcinea que no fuese perfecta y bien acabada ; y as,
22 2
Alcotn, aguililla. * Junquillo en que se ensartan aves o
23
Objeto que sirve de blanco en el peces muertos,
tiro de la ballesta o del arco.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 305

si tuviera cien lunares como el que dices, en ella no fueran lunares, sino
lunas y estrellas resplandecientes. Pero dime, Sancho : aquella que a m
me pareci albarda, que t, aderezaste, era silla rasa, o silln?
No era respondi Sancho sino silla a la jineta, con una cu-
bierta de campo, que vale la mitad de un reino, segn es de rica.
Y qu no viese yo todo eso, Sancho ! dijo don Quijote. Ahora
torno a decir, y dir mil veces, que soy el ms desdichado de los hombres.
Harto tena que hacer el socarrn de Sancho en disimular la risa,
oyendo las sandeces de su amo, tan delicademente engaado. Finalmente,
despus de otras muchas razones que entre los dos pasaron, volvieron a
subir en sus bestias, y siguieron el camino de Zaragoza, adonde pensaban
llegar a tiempo que pudiesen hallarse en unas solenes fiestas que en aque-
lla insigne ciudad cada ao suelen hacerse. Pero antes que all llegasen
les sucedieron cosas que, por muchas, grandes y nuevas, merecen ser
escritas y ledas, como se ver adelante.

i. La composicin : partes del captulo, su gradacin ; descrip-


ciones y retratos.
2. La lengua: diferencias entre el lenguaje de don Quijote, San-
cho y las aldeanas Los arcasmos de don Quijote y los refranes de
Sancho.
3.0 La psicologa de los personajes. Reacciones de Sancho ar_te
el encargo de su seor. En qu funda Sancho su engao?
4.0 La locura de don Quijote. El sentimiento amoroso.
5.0 Estudense los elementos humorsticos.

20
CAPITULO XXI

LA NOVELA

(Continuacin)

La novela en el siglo XVII.'Ya vimos al tratar del Lazarillo d$


Tormes que, en realidad, el apogeo de la novela picaresca coincida con la
aparicin del Barroco, del que es una de las caractersticas principales.
Lo que se llam; el picaro por antonomasia arranca de la novela de Mateo
Alemn. Por otra parte, esie gnero novelesco, a medida que avanza el
siglo xvii, ir perdiendo sus caractersticas novelescas para terminar en un
cuadro alegrico de la vida humana, como en El Criticn, o en una especie
de descripcin realista de la sociedad contempornea. Este proceso de des-
novelizacin se har patente en la segunda mitad del siglo.
Pero tambin la. novela picaresca, por lo menos en muchos casos,
llevaba dentro una tendencia didctica, aleccionadora, como en el Guz-
man de Alfarache o en El escudero Marcos de Obregn. Quieren deleitar
aprovechando y es producto de la Contrarreforma. Ntese que en el
Lazarillo la tendencia moralizante no aparece.

Mateo Alemn. MATEO ALEMN naci en Sevilla en 1547, donde


se gradu de Artes y Filosofa, continuando sus estudios en Salamanca y
Alcal. En Sevilla fu nombrado contador de resultas, y por ciertas deudas
se le encarcel, aunque por poco tiempo. Pas a Lisboa, despus, y en
compaa de sus hijos, emigr a Mjico, donde imprimi una Ortografa
castellana en 1609, muriendo al poco tiempo en la misma ciudad.
La Primera parte del picaro Guzmn de Alfarache se pubic en 1599
y la Segunda en Lisboa. Como todas las novelas de esta clase, la de Mateo
Alemn es la autobiografa de un picaro.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 307

Guzmn de Alfarache es hijo de un mercader, emigrado de Italia por sus trato


poco amistosos con la justicia genovesa. Muerto su padre, Guzmn se lanza con sus
quince aos a una vida de vagabundeo y aventuras. En Madrid desempea el oficio
de pinche de cocina ; estafa una suma y se marcha a vivir lujosamente a Toledo.
Desde all va a Roma, viviendo como mendigo, para terminar de paje de un car-
denal y, despus, de criado del embajador francs. De Roma, pasando por Siena
y Bolonia, se dirige a Genova ; estafa a sus parientes y se traslada a su patria,
realizando por todas partes cuantas picardas puede. Se convierte en vendedor de
joyas, se casa en Madrid con una mujer gastadora ; pero, muerta sta, decide hacerse
clrigo, marchando a estudiar Teologa a la Universidad de Alcal. Cierta meso-
nera le hace abandonar la idea, y se casa de nuevo, aunque ella le abandona al
poco tiempo. Marcha a Sevilla, sirviendo de mayordomo de una rica dama, a
quien roba todo lo que puede, siendo condenado por ello a seis aos d e galeras.
Una tentativa de fuga le agrava la pena a perpetuidad, pero habiendo descubierto
a la justicia una conjura de los otros forzados, obtiene en premio la libertad. Aa
termina la novela.
Como se puede observar por el argumento, estamos muy lejos de la
ingenuidad y sencillez infantil de Lzaro de Tormes. El personaje es un
picaro y hampn y el marco de s'us aventuras se ha hecho ms amplio e
internacional. Adems, por su estilo es tambin muy diferente : se inter-
calan diversos captulos que son digresiones morales, a modo de sermones,
y hasta una novelita de corte morisco. E n cuanto al lenguaje, Mateo
Alemn tiende a una sobriedad jugosa y elegante. Pule y lima, seleccionan-
do con cuidado las palabras. Sabe utilizar tambin los refranes y las fra-
ses populares.
Vicente Espinel. D e Ronda (1550-1624), poeta y msico, traductor
de Horacio y maestro de Lope de Vega, viaj por toda Espaa y diversos
pases europeos. Public en 1618 las Relaciones de la vida y aventuras
del escudero Marcos de Obregn, que ms bien parece una autobiografa
del mismo Espinel que una novela picaresca. Un carcter miscelneo
distingue esta novela. Por una parte alterna la didctica moralizante con
lo propiamente narrativo, y en lo narrativo se entremezclan diversos ele-
mentos procedentes de las novelas de aventuras con los picarescos y cos-
tumbristas. Intercala tambin pequeos cuentos o ancdotas de su tiempo.
narrados con cierta finura y agilidad. E n algunos momentos Vicenre
Espinel demuestra una exquisita sensibilidad para la descripcin de
paisajes.
Otras novelas picarescas. A nombre del mdico toledano FRAN-
CISCO LPEZ DE UBEDA publicse en 1605 El libro de entretenimiento de
la Picara Justina que consta de cuatro partes dedicadas a narrar las aven-
turas de una picara llamada Justina. La novela interesa ms por la des-
cripcin de escenas populares y por el vocabulario, que por la gracia no-
velesca.
Una de las ltimas novelas picarescas es la narracin annima de la
Vida y hechos de Estebanillo Gonzlez (Amberes, 1646), que cuenta las
aventuras de Estebanillo como aprendiz de barbero en Boma, falso prac-
306 JOS MANUEL BLECUA

fcicante en aples, peregrino en Santiago, etc. Aunque la novela resulte


entretenida, por su ambiente y su marco resulta a menos picaresca de
las novelas espaolas, ya que el escenario es cosmopolita, aunque la lengua
demuestra que el annimo autor era un escritor de talento.
Castillo y Solorzano. E l fecundo novelista ALONSO DE CASTILLO
y SOLORZANO '(1584-1648 ?) ensay con xito este gnero de novela. Nos
dej en Las arpas de Madrid, en La gardua d Sevilla y en La nia de
los embustes tres graciosas e interesantes muestras de su fino ingenio.
Arrancando de la Pcara Justina, sus novelas se apartan de este tipo para
dejar slo la narracin de la pequea trapazara. E n La gardua de Sevi-
lla se defiende Solorzano de que la consideren como una pintura amable
de la vida de los picaros, ya que su propsito es moralizante, que los li-
bertinos reflexionen y los atrevidos se vuelvan temerosos. Lo interesante
de sus novelas no reside en los tipos ni en los acontecimientos, sino en
el ambiente que describe.
La llamada novela cortesana. Designamos con el nombre de nove-
la cortesana un gnero de novelita corta en la que se recogen los elementos
de la novelstica anterior, picaresca, costumbrista, novela italianizante y
pastoril. Sus escenarios son siempre o casi siempre la corte o ciudades
importantes : es decir, un escenario urbano. Su temtica girar alrededor
de problemas amorosos o de honra, como en el teatro contemporneo. El
hroe suele ser siempre un caballero galn, apuesto y enamorado, gentil
y elegante, que muchas veces no retrocede ante nada para conseguir sus
propsitos.
Principales autores de este gnero novelesco. Los principales
autores de este gnero novelesco fueron Castillo y Solorzano, ya citado,
autor de las Tardes entretenidas y JERNIMO DE SALAS BARBADILLO (1581-
1635), gracioso poeta lrico, autor de una novela picaresca, La hija de Ce-
lestina, (historia de una aventurera vulgar que muere a manos de la justicia)
y de las novelas cortesanas tituladas Casa del placer honesto y Don Diego
de Noche, en la que cuenta las 'nocturnas aventuras amorosas de cierto
caballero a quien todo sale mal.
Distinto carcter ofrecen las narraciones de DOA MARA DE ZAYAS Y
SOTOMAYOR, dama madrilea que vivi algn tiempo en Zaragoza, cuyas
"Novelas amorosas y ejemplares se distinguen por la libertad con que trata
los temas amorosos y por la importancia que concede a las mujeres. Ob-
serva bien la realidad y ms de una vez es algo desenvuelta.

C O N S L T E S E . M. Herrero Garca, Nueta interpretacin de la novela pica-


resca, en la Revista ele Filologa espaola, 1937, pgs. 343 y sigs. A . Gonzlez
d e A m e z a , La novela cortesana, Madrid, 1929. P a r a las biografas y estudio
particulares sobre cada autor, vanse los prlogos a las ediciones en Clsicos Cas-
tettano*.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 309

MATEO ALEMN

COMO NO HALLANDO GUZMAN DE ALFARACHE LOS PARIENTES, QUE BUSCABA EM


GENOVA, SE FUE A ROMA Y LA BURLA QUE ANTES DE " ' i R T I R S E LE HICIERON

Luego, pues, que dej a mi amo el capitn, con todos mis harapos y
remiendos, hecho un espantajo 1 de higuera, quise hacerme de los godos 2 ,
emparentando con la nobleza de aquella ciudad, publicndome por quin
era ; y preguntando por la de mi padre 3 , caus en ellos tanto enfado, que
me aborrecieron de muerte. Y es de creer que, si a su salvo pudieron, me
la 4 dieran y aun t hicieras lo mesmo, si tal husped te entrara por la
puerta; mas harto me la procuraron por las obras que me hicieron.
A persona no pregunt que no me socorriese con una puada o bo-
fetn. El que menos mal me hizo fu, escupindome a la cara, decirme :
Bellaco, marrano 5 ! Sois vos genovs?... Y como si mi padre fuera
hijo de la tierra o si hubiera docientos aos atrs fallecido, no hall rastro
de amigo ni pariente, suyo. Ni descubrirlo pude, hasta que uno se lleg
a m con halagos de cola de serpiente...
Yo, hijo, bien o decir de vuestro padre, aqu os dar quien haga
larga relacin de sus parientes y han de ser do los ms nobles desta ciu-
dad, a lo que creo. Y pues habris ya cenado, venios a dormir a mi casa,
que no es hora de otra cosa ; de maana daremos una vuelta y os pondr,
como digo, con quien los conoci y trat gran tiempo.
Con la buena presencia y gravedad que me lo dijo, su buen talle, la
cabeza calva, la barba blanca, larga hasta la cinta, un bculo en la mano,
me representaba un San Pablo.
Fieme del, segulo a su posada, con ms gana de cenar que de dor-
mir ; que aquel da com mal, por estar enojado y ser a mi costa, que
temblaba de gastar. Mas como Xo que nos dan es poco, y, si nos cuesta
dineros, comemos poco pan y duro, y aun se nos hace mucho y blando,
yo me haca guardoso. Ibame cayendo de hambre y mira cul era mi
husped! pues, como el cordobs, me dijo que yo habra cenado. Y si no
fuera temiendo perder aquella coyuntura, no fuera con l sin visitar pri-
mero una hostera ; mas la esperanza del bien que me aguardaba, me
hizo soltar el pjaro de la mano por el buey que iba volando.
1
Espantapjaros mercader genovs no muy honrado en
2
Alusin irnica a la mana genealo- sus tratos.
i
gista de la poca que haca descender La tiene como antecedente muerte.
5
de los reyes godos a la nobleza castellana. Judo.
3
El padre de Guzmn haba sido un
310 JOS MANUEL BLECUA

Luego como entramos, un criado sali a tomar la capa. No se la dio ;


antes en su lengua estuvieron razonando. Envilo fuera y quedmonos a
solas paseando. Preguntme por cosas de Espaa, por mt madre, si le
qued hacienda, cuntos hermanos tuve y en qu barrio viva. Fule
dando cuenta de todo con mucho juicio. En esto me entretuvo ms de una
hora, hasta que volvi el criado.
No s qu recaudo le trajo, que me dijo el viejo : Ahora bien, idos a
dormir y maana nos veremos. Hola ! Antonio Mara ! Lleva este hi-
dalgo a su aposento.
Fume con l de una en otra pieza. La casa era grande, labrada de
muchos pilares y losas de alabastro. Atravesamos a un corredor y entra-
mos en un aposento, que estaba al cabo del. Tenanlo bien aderezado con
unas colgaduras de paos pintados de matices, a manera de arambeles 6 ;
salvo que parecan mejor. A una parte haba una cama y junto a la ca-
becera un taburete. Y como si tuviera que desnudarme, acometi el criado
a quererlo hacer.
Llevaba un vestido que aun yo no me lo acertaba a vestir sin ir to-
mando gua de pieza en pieza y ninguna estaba cabal ni en su lugar. De
tal manera, que fuera imposible discernir o conocer cul era la ropilla o
los calzones, si los viera tendidos en el suelo. As desat algunos udos
con que lo ataba por falta de cintas y lo dej caer a los pies de la cama;
y sucio como estaba, lleno de piojos, metme entre la ropa.
Era buena, limpia y olorosa. Consideraba entre m: si este buen viejo
es deudo mo y me hace cortesa y no quiere descubrirse hasta maana,
buen principio lleva : harme vestir, tratarme bien. Pues estando tal me
hace tan buen acogimiento, sin duda es como lo digo : de esta vez yo
soy de la buena ventura. Era muchacho, no ahondaba ni vea ms de la
superficie; que si algo supiera y experiencia tuviera, debiera considerar
que a grande oferta, grande pensamiento, y a mucha cortesa, mayor cui-
dado. Que no es de balde, misterio tiene !
Si te hace caricias el que no las acostumbra hacer, o engaarte quiere
o te ha menester.
Sali fuera el criado, dejndome una lmpara encendida. Djele que la
apagase. Respondi que no hiciera tal, porque de noche andaban en
aquella tierra unos murcilagos grandes muy daosos y slo el remedio
contra ellos era la luz, porque huan a lo oscuro. Ms me dijo : que era
tierra de muchos duendes y que eran enemigos de la luz y en los aposen-
tos oscuros algunas veces eran perjudiciales. Crelo con toda la simpli-
cidad del mundo.
Con esto se sali. Yo luego me levant a cerrar la puerta, no por
miedo de lo que me pudieran hurtar ; mas con sospecha de lo que, como
muchacho, me pudiera suceder. Volvme a la cama, dormme presto y
con mucho gusto, porque las almohadas, colchones, cobertores y sbanas
me brindaban 7 y a m no me faltaba gana.

* Especie de colgaduras como tapices. vasos ya llenos. En las comidas solan


7
Brindar era incitar a beber con lo ser muy frecuentes loa brindis.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 311

Pasado ya lo ms de la noche, declinaba la media caminando al claro


da y estando dormido como un muerto, recordme8 un ruido de cuatro
bultos, figuras de los demonios, con vestidos, cabelleras y mscaras dello.
Llegronse a mi cama y dime tanto miedo, que perd el sentido y sin
hablar palabra me quitaron la ropa de encima. Dbame priesa haciendo
cruces, rezaba oraciones, invoqu a Jess mil veces ; mas eran demonios
baptizados y ms priesa me daban.
Haban puesto sobre el colchn, debajo de la sbana, una frazada.
Cada uno asi por una esquina dlia y me sacaron en medio de la pieza.
Trbeme tanto, viendo que rezar no me aprovechaba, que ni osaba ni
poda desplegar la boca. Bra la pieza bien alta y acomodada.
Comenzaron a levantarme en el aire, mantendome como a perro en
carnestolendas, hasta que ellos, cansados de zarandearme, habindome mo-
lido, me volvieron a poner adonde me levantaron y, dejndome por muer-
to, me cubrieron con la ropa y se fueron por donde haban entrado, de-
jando la luz muerta.
Yo qued tan descoyuntado, tan sin saber de m que, siendo de da,
n saba si estaba en cielo, si en tierra. Dios, que fu servido de guar-
darme, supo para qu. Seran como las ocho del da ; quseme levantar,
porque me pareci que bien pudiera. Hlleme de mal olor, el cuerpo
pegajoso y embarrado. Acordseme de la mujer de mi amo el cocinero y,
como en las turbaciones nunca falta un desconcierto, mucho me aflig.
Mas ya no poda ser el cuervo ms negro que las alas -: estregume todo
el cuerpo con lo que limpio qued de las sbanas y ademe mi hatillo.
En cuanto me tard en esto, estuve considerando qu pudiera ser lo
pasado, y a no levantarme descoyuntado, creyera haber sido sueo. Mir
a todas partes ; no hallaba por donde hubiesen entrado. Por la puerta
no pudieron, que la cerr con mis manos y cerrada la hall. Imaginaba
si fueron trasgos, como la noche antes me dijo el mozo; no me pareci
que lo seran, porque hubiera hecho mal de no avisarme que haba trasgos
de luz.
Andando en esto, alc las colgaduras, para ver si detrs dlias hu-
biera portillo alguno. Hall abierta una ventana, que sala al corredor.'
Luego dije : ciertos son los toros ! Por aqu me vino el dao. Y aunque
las costillas parece que me sonaban en el cuerpo, como bolsa de trebe-
jos 9 de ajedrez, disimul cuanto pude por lo de la caca, hasta verme
fuera de all.
Cubr muy bien la cama, de manera que no se viera en entrando mi
flaqueza y por ella me dieran otro nuevo castigo. El criado que all me
trajo, vino casi a las nueve a decirme que su seor me esperaba en la
iglesia, que fuese all. Y porque all no se quedara el mozo, para ganarle
ventaja, rogule me llevara hasta la puerta, que no saba salir. Llevme
a la calle y volvise. Cuando en ella me vi, como si en los pies me na-
cieran alas y el cuerpo estuviera sano, tom las de Villadiego. Afuflas,
que no me alcanzara una posta.
8 9
Despertme. Piezas.
312 JOS MANUEL BLECUA.

Ms se huye que se corre. Mucho esfuerzo pone el miedo. Yo me tras-


puse, como el pensamiento.
Compr vianda y, para ganar tiempo, iba comiendo y andando. As
no par hasta salir de la ciudad, que en una taberna beb un poco de vino,
con que me reform para poder caminar la vuelta a Roma, donde hice
mi viaje, yendo pensando en todo l con qu pesada burla quisieron des-
terrarme, porque no los deshonrara mi pobreza. Mas no me la quedaron
a deber, como lo vers en la segunda parte.

i. Ntese la forma autobiogrfica de la narracin.


2. Obsrvese el realismo del episodio y la ausencia de los mo-
tivos heroicos.
3.0 Ntense los elementos cmicos y burlescos.
4.0 Estudese el estilo y la composicin del episodio.

VICENTE ESPINEL

EX ESCUDERO MARCOS DE OBREGN

En Valladolid serv al conde de Icemos don Pedro de Castro 1 , el de la


gran fuerza, caballero de excelentsimo gusto y bondad muy suya... Entr
en su gracia, y hice muy poco, porque tena el conde un pechazo tan
generoso, manso y apacible, que con poca diligencia se entraba en las
entraas de quien le quera. Con todo no me hall muy bien a los prin-
cipios, porque me faltaba lo que es menester para servir en palacio, que
es decir con gracia una lisonja, salpimentar una mentira, traer con blan-
dura y artificio un servil chiste, fingir amistades, disimular odios; que
caben mal estas cosas en los pechos ingenuos y libres. Dejo aparte el
rigor y majestad de los porteros, que ordinariamente tienen una gravedad
ms seca que sus personas, y ellos lo son tanto como sus palabras ; aun-
que ech de ver que lo que ms importa es que en presencia del seor
el criado tenga siempre el rostro alegre ; y en las cosas que le mandan,
y aunque no se las manden, ser menester ser diligente y solcito y cum-
plir cada uno puntualmente con su ministerio...
Estando en esta casa y en Valladolid, se descubri aquel gran cometa,
tantos aos antes pronosticado por los grandes astrlogos, amenazando a
1
Padre del clebre Conde de Lemos, vantes, los Argensola y otros ingenio
donde Pedro de Castro, protector de Cer- de su tiempo.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 313

la cabeza de Portugal. Hubo tan grandes juicios sobre ella2, y algunos


tan impertinentes, que dieron harto que rer ; entre los cuales hubo uno
que deca que las cosas grandes haban de descrecer, y las pequeas haban
de crecer. Lleg este juicio al de un hombrecico pequeo, que tam-
bin en esto lo era 3 , que estaba muy malcontento de verse con tan aparrada 4
presencia, que trayendo unos pantuflos 5 de cinco o seis corchos, aun no
poda lucir entre la gente. Andaba siempre pulido y bien puesto, ena-
morado y bien hablado, y aun hablador no sin afectacin, En las conver-
saciones procuraba no que sus conceptos llegasen a igualarse con los otros,
sino que sus hombros se ajustasen con los de la rueda 6 ; y como no
poda ser, pensando que era la culpa de las agujetas 7 , meneaba a un
lado y otro hasta que crujan todas. Pues como lleg a su noticia la
interpretacin del cometa, que las cosas pequeas haban de crecer, se le
encaj que se deca por l; que fcilmente nos persuadimos a creer lo que
deseamos, aunque sea tan gran disparate como este. Dijronle que yo
era nigromante, y que si quera poda hacelle crecer dos o tres dedos,
o ms; pero que haba de ser muy secreto, porque no se supiese que yo
saba tal arte diablica. Pasando por la plaza, haciendo mi escuderaje8 con
los dems gentileshombres de casa, me sealaron con el dedo para que
me conociese. Sin haberme avisado los que le tornaban loco, se lleg a
m con una retrica bien pensada, ofrecindome amistad y hacienda y
favor para toda la vida, y el fin de todo fu decir : Ya vuesa merced ve
el agravio que Naturaleza hizo a un hombre de mis partes en dar a
tan altos pensamientos tan pequeo cuerpo : yo s que si vuesa merced
quiere puede suplir esta falta ; con que tendr un esclavo para siempre
jams. Eso dije yo slo Dios puede hacerlo, que es superior a la
Naturaleza, y si vuesa merced quiere crecer por los pies, pngase ms
corchos de los que trae ; y si del pecho arriba, con ahorcarlo crecer tres o
cuatro dedos. Oh, seor dijo l, ya vena informado que vuesa
merced me haba de negar este bien: por amor de m, que se disponga
a ello, y en lo dems corte por donde quisiere. Vealo tan rematado
en su disparate, que Jo hube de reducir a las obras de Naturaleza, di-
cindole : Seor, vos vais tras un imposible ; que no solamente no
es hacedero, pero os tendrn por loco cuantos supieren que dais en ese
error. Las obras de Naturaleza son tan consumadas, que no sufren en-
mienda ; nada hace en vano; todo va fundado en razn; ni hay superfluo
en ella, ni falta en lo necesario. Es Naturaleza como un juez, que despus
que ha dado la sentencia no puede alterarla ni mudarla, ni es seor ya
de aquel caso, sino es que apelen para otro superior. En formando
Naturaleza sus obras con las calidades que les da, ya no es seora de la
obra que hizo, sino es que Dios como superior quiere mudallas ; si hace
grande, grande se ha de quedar ; si chico, chico se ha de quedar ; si
j .

3 6
Referido a cometa, palabra que gene- La rueda de los que estaban en el
ramente era femenina. corro hablando.
3 7
En su juicio. Las articulaciones.
4 8
De parra. Hoy achaparrado. Acompaando a su seor con los de-
6
Especie de zuecos. ma sirvientes.
314 JOS MANUEL BLECUA

monstruo, as ha de permanecer ; ni hay para qn cansarse nadie pen-


sando imposibles. A esto replic diciendo: Pues no es ms dificul-
toso hacerse un hombre invisible, y hay quien lo hace? No es dije
yo. sino facilsimo; que con ponerse un hombre detrs de una tapia
queda invisible, o encubrindose con una nube; y vos os haris invisible
con slo poner delante de vos un mosquito. Gentil consuelo dijo
he hallado en quien pens tener todo lo que he deseado toda mi vida.
Qu consuelo ha de hallar dije quien quiere ir contra las obras
de la misma Naturaleza, que es la que nos representa la voluntad del
primer Movedor v Autor de todas las cosas?

[Edic. de la Bibl. Auts. Esps., vol. X I X . ]

i. Obsrvese la tcnica de este captulo. Ntese la mezcla de


narracin y moralidad. Cules son los elementos didcticos ?

ANNIMO

VIDA Y HECHOS DE ESTEQANILLO GONZLEZ

Bra mi memoria tan feliz, que venciendo a mi inclinacin (que siem-


pre ha sido lo que de presente es), supe leer, escribir y contar ; lo que
me ha valido para continuar el arte que profeso ; pues puedo asegurar,
a fe de picaro honrado, que no es oficio para bobos.
Gust mi padre de darme estudio ; y con no haber, por mis travesu-
rae, llegado la) la filosofa, sal an buen bachiller;, que puedo leer
ctedra 1 al que ms blasona dello. Tiaa tan enredados a los maestros
con enredos y a los discpulos con trapazas, que todos me llamaban el
Judas Espaoleto. Compraba polvos de romero, y revolvalos con ceba-
dilla, y haciendo unos pequeos papeles los venda a real a todos los
estudiantes novatos, dndoles a entender que eran polvos de la anacar-
dina, y tomndolos por las narices, tendran feliz memoria; con lo cual
tena yo caudal para mis golosinas, y ellos para inquietar el estudio
y sus posadas y casas. Escapbanse pocos libros de mis manos y pocas
estampas de mis uas ; sobre lo cual cada da andaba al morro o haba
quejas a mi padre y hermanas. Tena a cargo la mayor de ellas el cas-
tigarme y reprehenderme ; y unas veces me daba con su mauo de mante-
quilla bofetadas de algodn, y otras me deca que era afrenta de su linaje,
1
En las ctedras se lea y comentaba
un texto.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 315
fr

que por qu no acuda a quien era, y poi que no proceda como hijodalgo ;
que atendiera a que nuestra madre la deca que yo era el mayorazgo de
su casa y cabeza de su linaje y descendiente del ccnde Fernn Gonzlez,
cuyo apellido me haba dado por lnea recta de varn ; y por parte de
hembra, del ilustre y antiguo solar de los Muatones, cuyos varones
insignes fueron conquistadores de Cuacos y Jarandina y los que en batalla
campal prendieron a la serrana de la Vera y descubrieron el archipilago
de las Batuecas ; y que una ta ma haba dado leche al infante don
Pelayo, antes que se retirara al valle de Covadonga ; y otra haba amorta-
jado al mancebito Pedrarias, siendo duea de honor de la infanta, doa Urraca.
"Reime yo de todos estos disparates, y por un odo me entraba su re-
prensin, y por otro me sala; y finalmente, fueron tantas mis rapaceras
inquietudes, que me vinieron a echar del estudio poco me^os que con
rajas destempladas. Por cuya causa, mi padre, despus de haberme zu-
/rado muy bien la. badana, me llev a casa de un amigo -uyo, llamado
bernardo Vada, que era barbero del Duque de Albur quelque, emba-
jador ordinario de Espaa, con el cual me acomod por su aprendiz, y
despus de haber hecho el entrego 2 de la buena prenda, se volvi a su
casa sin su hijo, y yo qued sin padre y con amo. El cual me dijo que
me quitase el sombrero y la capa y entrase a ver a mi ama, lo cual
hice al instante, y entrando en la cocina, la hall cercada de infantes,
y no de Lara. CDime una rueda de naranja para cortar la clera, y un
mendrugo de pan, abizcochado3 de puro duro, para sacar los malos hu-
mores; y despus del breve desayuno y despus de haber lavado cuatro
docenas de platos, escudillas y pucheros y ollas, y puesto la ordinaria*
con poca carne y mucha menestra, me dio una canasta de mantillas,
paales, sabanillas y baberos de los nios, y abriendo la puerta de un
patio y dndome dos dedos de jaboncillo de barba, me ense un pozo
y una pila, y me dijo : Estebanillo, manos a la labor, que este oficio
toca a .los aprendices, y por aqu van all, que no quiera Dios que
yo os quite lo que de derecho os toca.
[Edic. de J. Mille y Gimnez en Clsicos Castellanos, 108.]

2 3
La entrega. Aun se dice asi en el Bizcocho era el pan duro que lleva-
espaol de Amrica. ban los marinos o soldados.
4
La olla de todos los das.
CAPITULO XXII

LA NOVELA

(Continuacin)

Vida. DON KANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS naci en Madrid


en 1580. Estudi con notable aprovechamiento en la Universidad de Al-
cal y despus en la de Valladolid. Trab amistad con el Duque de Osuna f
que le llev consigo a Italia, donde intervino en peligrosas misiones di-
plomticas, poniendo en riesgo su vida.
Al caer el Duque de Osuna, Quevedo fu desterrado a la Torre de J u a n
Abad, pero con la muerte de Felipe I I I , volvi a obtener la confianza de
la Corte, que no dur mucho tiempo. Cuntase que, cierto da, el rey tuvo
ocasin de leer el memorial que comenzaba Catlica, sacra y Real Majes-
tad, y habiendo averiguado que su autor era Quevedo, le mand encerrar
en el convento de San Marcos de Len, donde estuvo por espacio de cuatro
aos en un calabozo hmedo y fro. Enfermo y apesadumbrado, retirse
a su seoro de la Torre de Juan Abad, pasando despus a Villanueva de
los Infantes, donde muri el 18 de septiembre de 1645.
La obra de Quevedo es muy extensa y variada, lo mismo en verso que
en prosa. Quevedo pasa de un tratado poltico a una novela picaresca con
suma facilidad.

Quevedo, poeta. Quevedo es un<? de los ms grandes poetas de


todos los tiempos, siendo su poesa muy variada. Una poesa de tipo
satrico y 'poltico tiene en su obra abundante representacin, como la
clebre Epstola satrica y censoria, dirigida al Conde-Duque, el Memorial
a Felipe IV y numerosos sonetos. Son tambin tpicos de su obra en verso
HISTORIA Y TEX l o o DE LA LITERATURA ESPAOLA 317

los temas burlescos, tratados en forma hiperblica, como el conocido soneto


Erase un hombre a una nariz pegado, o las letrillas y romances. E n algu-
nos casos ataca cruelmente la poesa de Gngora, de quien fu enemigo
personal.
Pero Quevedo es tambin uno de los ms hondos poetas filosficos de
nuestra literatura. La desilusin y la melancola barrocas tienen en su poesa
la mxima representacin. Son famosos y bellsimos los sonetos que em-
piezan : Huye sin percibirse lento el da ; Cmo de entre mis manos te
deslizas ! y el conocido Mir los muros de la patria ma. Tampoco est
ausente de su obra el tema amoroso, que toca delicadamente en numero-
sas composiciones.
Quevedo, prosista. La obra en prosa de Quevedo ofrece una va-
riedad extraordinaria. Escribe tratados de tipo poltico, como la clebre
Poltica de Dios, gobierno de Cristo y tirania de Satans ; obras ascticas
y vidas de santos, (Providencia de Dios, Vida de Fray Toms de Villanue-
va), o bien tratados filosficos y morales, como La cuna y la sepultura
para el conocimiento propio y desengao de las cosas ajenas, tratado estoico
a imitacin de Sneca, uno de los libros ms importantes de Quevedo, y,
en su gnero, del siglo xvii, donde mejor se percibe el tono desengaado
y melanclico del Barroco: Es, pues, la vida un dolor en que empieza
el de la muerte, dice una vez.
Pero al lado de estas obras, de tono serio y doctrinal, no faltan los
escritos de crtica literaria contra el gongorismo como en Aguja de navegar
cultos con la receta para hacer Soledades en un da, o contra Montalbn
(La Perinola), a quien ataca fieramente. Ni estn ausentes de su obra en
prosa los motivos satricos, que cristalizan en los Sueos, la obra ms
perfecta y clsica de Q'uevedo. Son seis discursos, medio narrativos, medio
descriptivos, escritos en forma alegrica y simblica, por los que hace
desfilar, como en un aguafuerte goyesco, los oficios y las costumbres de
su tiempo. Los ms importantes son: El sueo de las calaveras, El mundo
por dentro, y la fantasa moral. La hora de todos y la fortuna con >seso,
llena de sorprendente originalidad. Quevedo se muestra en estas obras
como el ms formidable satrico y moralista de toda la literatura espaola.
Quevedo tampoco desde el cultivo de la novela picaresca, dejndonos
en la Historia de la vida del Buscn llamado don Pablos uno de los ms
logrados y perfectos de sus libros.
Con lenguaje preciso y cortado, lleno de anttesis y equvocos : con
una visin triste y ms que realista, naturalista, de muchos aspectos so-
ciales, Quevedo nos cuenta la vida de Pablos, en la forma usual de la
picaresca, la autobiogrfica :
Pablos, el Buscn, es hijo de un barbero, que tambin rapaba bolsas, y de una
madre que tiene sus puntas y ribetes de bruja y celestina. Al servicio de don Diego
Coronel marcha a estudiar a Segovia, a casa del dmine Cabra, hombre tan avaro
318 JOS MANUEL BLECUA

que dorma de un lado para no gastar las sbanas. Pasan, despus de una corta
temporada en casa de su seor, a estudiar a la Universidad de Alcal. Aqu hace
abundantes travesuras y picardas, pero al recibir una carta de su to, verdugo de
Segovia, en la que le cuenta cmo ahorc a su padre y lo que le ha dejado, Pablos
e pone en camino, encontrando a su paso una serie de tipos notables : el arbi-
trista, el diestro en esgrima, el poeta, etc. En el camino encuentra tambin el
cadver de su padre hecho cuartos. Cobrada la herencia, se traslada a Madrid.
Aqu ingresa en una cofrada de picaros y timadores ; pero, denunciados, van a
la crcel, salvndose Pablos de los azotes con mordaza de plata. Despus de al-
gunas aventuras y vapuleos por la justicia, marcha a Toledo, hacindose cmico
especialista en papeles de cruel, al mismo tiempo que escribe comedias. De all
se dirige a Sevilla, donde se hace fullero e intenta pasar a las Indias, pero es dete-
nido y encarcelado.

Como se puede ver por este resumen, Quevedo no retrocede ante los
cuadros ms realistas y macabros, pero la novela tiene un inters excep-
cional, a pesar de su humorismo vidrioso, como los retratos que hace
del dmine Cabra o la descripcin de la muerte del padre de Pablos,
puesta en boca de su to.

Estilo. El estilo de Quevedo es uno de los ms originales de toda


nuestra literatura.
El lenguaje no conoca secretos para su pluma y extrema las posibi-
lidades expresivas de una palabra por medio de anttesis, juegos de voces,
paronomasia, etc. Quevedo no tiene inconveniente en hacer de sustantivos
adjetivos (hombres crepsculo), o intenta inusitadas palabras por
derivacin o composicin (hambre imperial, es decir, tan grande como
un imperio). Quevedo ve todo a travs de un proceso desrealizador y cari-
catural, deformando hiperblicamente la realidad. Por esta causa es el
ms barroco de los prosistas espaoles.

COSULTESE.Antonio Papell, Quevedo, Barcelona, 1947. Obras Completas,


edicin de Astrana Marn, Madrid, 1932.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

DON FRANCISCO DE QUEVEDO

Soneto

Fu sueo ayer, maana ser tierra:


poco antes nada, y poco despus humo ;
y destino ambiciones y presumo,
apenas punto al cerco que me cierra.
5 Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa soy peligro sumo :
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.
Ya no es ayer, maana no ha llegado ;
i hoy pasa y es, y fu, con movimiento
que a la muerte me lleva despeado.
Azadas son la hora y el momento,
que a jornal de mi pena y mi cuidado
cavan en mi vivir mi monumento.

Amor constante ms all de la muerte

Cerrar podr mis ojos la postrera


sombra que me llevare el blanco da,
y podr desatar esta alma ma
hora a su afn ansioso lisonjera ;
5 mas no de esotra parte en la ribera
dejar la memoria, en donde arda ;
nadar sabe mi llama la agua fra,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisin ha sido,
io venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejarn, no su cuidado ;
sern ceniza, mas tendr sentido;
polvo sern, mas polvo enamorado.
320 jS MANUEL BLECUA

A la memoria de don Pedro Girn1, duque de Osuna,


muerto en prisin

Faltar pudo su patria al grande Osuna,


pero no a su defensa sus hazaas ;
dironle muerte y crcel las Espaas,
de quien l hizo esclava la Fortuna.
5 Lloraron sus invidias una a una
con las propias naciones las extraas ;
su tumba son de Flandes las campaas,
y su epitafio la sangrienta Luna.
En sus exequias encendi al Vesubio
io Partnope 2 , y Trinacria al Mongibelo* ;
el llanto militar creci en diluvio.
Dile el mejor lugar Marte en su cielo ;
la Mosa, el Rhin, el Tajo y el Danubio
murmuran con dolor su desconsuelo.

A un narigudo

Erase un hombre a una nariz pegado,


rase una nariz superlativa,
rase una nariz sayn y escriba,
rase un peje espada mal barbado ;
5 era un reloj de sol mal encarado,
rase una alquitara medio viva,
rase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasn ms narizado;
rase un espoln de una galera,
io rase una pirmide de Bgito,
las doce tribus de narices era;
rase una naricsimo infinito,
frisn archinariz, caratulera,
saban garrafal, morado y frito;

x
Don Pedro Tllez Girn, Duque de cada de Uceda.
2
Osuna, virrey de Sicilia, gran protector aples.
3
de Que vedo, muri en la crcel, a la Sicilia y Etna.
HISTORIA V TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 321

AGUJA DE NAVEGAR CULTOS


Receta

Quien quisiere ser culto en slo un da,


la jeri (aprender) gonza siguiente :
fulgores y arrogar, joven, presiente,
candor, construye, mtrica armona;
5 poco, mucho, si no, purpurada,
neutralidad, conculca, erige, mente,
pulsa, ostenta, librar, adolescente,
seas traslada, pira, frustra, harpa.
Cede, impide, cisuras, petulante,
i palestra, liba, meta, argento, alterna,
si bien, disuelve, mulo canoro.
Use mucho de lquido y de errante,
su poco de nocturno y de caverna,
anden listos livor, adunco y poro;
15 que ya toda Castilla,
con sola esta cartilla,
se abrasa de poetas babil ones,
escribiendo sonetos confusiones ;
y en la Mancha pastores y gaanes,
20 atestadas de ajos las barrigas,
hacen ya Soledades como migas.

i. Sealar los distintos motivos en los sonetos anteriores.


2.0 Relacinense las ideas sobre la vida y la muerte del soneto
con las de La cuna y la sepultura y el Sueo de la muerte.
3,0 Antense los elementos hiperblicos.
4.0 Comprubese si en los poemas de Gngora editados en las
pginas 267-9 aparecen algunas de las voces o construcciones cen-
suradas por Que vedo.

L A CUNA Y LA SEPULTURA

Dichoso sers y sabio habrs sido, si cuando la muerte venga no te


quitare sino la vida solamente ; que en los necios no slo quita la vida,
sino la confianza necia, el descuido bestial, el amor de las cosas tempo-
rales ; todo lo cual habrs t dejado antes, y as aliviars mucho la
postrera hora. \ Dichoso aquel que en su fin da a la muerte lo que
pide, > desdichado del que se defiende a ella y la niega lo que la debe y
ha de cobrar!
Por este modo, pues, debes apartar todas las cosas de las opiniones
que las afean y hacen espantables, y anteponer a todo la paz de tu alma,
y no tener por precioso lo que no sirviere a la quietud y libertad de tu
espritu.
21
322 JOS MANUEL BLECUA

SUEO DE LA MUERTE

...Luego comenz a entrar una gran cantidad de gente: los primeros


eran habladores. Parecan azudas 1 en conversacin, cuya msica era peor
que la de rganos destemplados. Unos hablaban de hilvn 2 , otros a borbo-
tones, otros a chorretadas, otros habladorsimos 3 hablaban a cntaros :
gente que parece que lleva pujo de decir necedades, como si hubiera to-
mado alguno purga confeccionada de hojas de Calepino 4 de ocho lenguas.
Estos me dijeron que eran habladores de diluvios, sin escampar de da
ni de noche ; gente que habla entre sueos, y que madruga a hablar.
Haba habladores secos, y habladores que llaman del ro o del roco y
la espuma ; gente que graniza de perdigones. Otros que llaman tarabilla 5 ,
gente que se va de palabras como de cmara 6 , .que hablan a toda furia.
Haba otros habladores nadadores, que hablan nadando con los brazos hacia
todas partes y tirando manotadas y coces ; otros jimios, haciendo gestos
y visajes. Venan los unos consumiendo a los otros.
Sguense los chismosos, muy solcitos de orejas, muy atentos de ojos,
muy encarnizados de malicia, y. andaban hechos uas de las vidas ajenas
espulgndolos a todos. Venan tras ellos los mentirosos, contentos, muy
gordos, risueos y bien vestidos y medrados, que no teniendo otro oficio,
son milagro del mundo, con un gran auditorio de mentecatos y ruines.
Detrs venan los entremetidos, muy soberbios y satisfechos y pre-
sumidos, que son las tres lepras de la honra del inundo Venan ingirin-
dose en los otros y penetrndose en todo, tejidos y enmaraados en
cualquier negocio : son lapas de la ambicin y pulpos de la prosperidad.
Estos venan los postreros, segn pareci, porque no entr en gran rato
nadie. Pregunt que cmo venan tan apartados; y dijronme unos habla-
dores (sin preguntarlo yo a ellos) : Estos entremetidos son la quinta
esencia de los enfadosos, y por eso no hay otra cosa peor que ellos. En
esto estaba yo considerando la diferencia tan grande del acompaamiento,
y no saba imaginar quin pudiese venir.
En esto entr una que pareca mujer, muy galana y llena de coronas,
cetros, hoces, abarcas, chapines 7 , tiaras, caperuzas, mitras, monteras, bro-
cados, pellejos, seda, oro, garrotes, diamantes, serones, perlas y guijarros.
Un ojo abierto y otro cerrado, y vestida y desnuda de todas colores;
por el un lado era moza, y por el otro era vieja; unas veces vena
despacio, y otras apriesa ; pareca que estaba lejos, y estaba cerca ; y
cuando pens que empezaba a entrar, estaba ya a mi cabecera. Yo me qued
como hombre que le preguntan qu es cosa y cosa8, viendo tan extrao
1 5
Norias. Charlatanes.
2 a
Ntese la construccin. Hilanar es Como si padeciesen disenteria,
7
dar puntadas largas en los vestidos. Zapatos con suela de corcho.
3 8
Obsrvese el superlativo d e un sus- En la proposicin de los enigmas
tantivo, poco frecuente. (acertijos) se suele preguntar qu cosa es
* Ambrosio Calepino (1448-1510) fu cosa, Covarrubiaa, Tesoro.
autor de un diccionario monumental.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA . 323

ajuar y tan desbaratada compostura. No me espant ; suspendime, y no


sin risa, porque bien mirado era figura donosa. Pregntele quin era, y
djome : La mutrte. La muerte? Qued pasmado. Y apenas abrigu
al corazn algn aliento para respirar, y muy torpe de lengua, dando
transijos 9 con las razones, la dije: Pues a qu vienes? Por ti, dijo.
Jess mil veces ! Murome segn eso. No te mueres, dijo ella ; vivo
has de venir conmigo a hacer una visita a los difuntos ; que pues han
venido tantos muertos a los vivos, razn ser que vaya un vivo a los
muertos, y los muertos sean odos. Has odo decir que yo ejecuto sin
embargo? Alto, ven conmigo. Perdido de miedo le dije No me dejars
vestir? No es menester, respondi; eme conmigo nadie va vestido, ni-
soy embarazosa ; yo traigo los trastos de todos porque vayan ms li-
geros, s Fui con ella donde.me guiaba; que no sabr decir por dnde,
segn iba posedo del espanto. Kn el camino la dije : Yo no veo seas
de la muerte, porque all nos la pintan unos huesos descarnados con su
guadaa. Parse y respondi : Kso no es la muerte, sino los muertos o
lo que queda de los vivos. Esos huesos son el dibujo sobre que se labra
el cuerpo del hombre. La muerte no la conocis, y sois vosotros mismos
vuestra muerte: Tiene la cara de cada uno de vosotros, y todos sois
muertos de vosotros mismos. La calavera es el muerto, y la cara es la
muerte ; y lo que llamis morir es acabar de morir, y lo que llamis
nacer es empezar a morir, y lo que llamis vivir es morir viviendo,
y los huesos es lo que de vosotros deja la muerte y lo que le sobra
a la sepultura. Si esto entendirades as, cada uno de vosotros estu-
viera mirando en s su muerte cada da y la lejana en el otro; y
virades que todas vuestras casas estn llenas dlia, y que en vuestro
lugar hay tantas muertes como personas; y no la estuvirades aguardando,
sino acompandola y disponindola. Pensis que es huesos la muerte, y
que hasta que veis venir la calavera y la guadaa no hay muerte para
vosotros; y primero sois calavera y huesos que creis que lo podis ser.
Dime, dije yo, qu significan stos que te acompaan, y por qu van,
siendo t la muerte, ms cerca de tu persona los enfadosos y habla-
dores que los mdicos ? Respondime : Mucha ms gente muere
de los enfadosos que de los tabardillos 10 y calenturas, y mucha ms
gente matan los habladores y entremetidos que los mdicos. Y has de
saber que todos enferman del exceso o destemplanza de humores ; pero
lo que es morir, todos mueren de los mdicos que los curan: y as no
habis de decir, cuando preguntan, de qu muri Fulano?, de calen-
tura, de dolor de costado, de tabardillo, de peste, de heridas ; sino muri
de un doctor Tal, que le dio de un doctor Cual. Y es de advertir que en
todos los oficios, artes y estados se ha introducido el don en hidalgos,
en villanos : yo he visto sastres y albailes con don, y ladrones y galeotes
en galeras. Pues si se mira en las ciencias, en todas hay a millares ; slo
los mdicos ninguno ha habido con don, pudindolos tener muchos; mas

10
* Traspis. Fiebres.
324 JOS MANUEL BLECUA

todos tienen don de matar, y quieren ms din 11 al despedirse que don al


llamarlos.
En esto llegamos a una sima grandsima, la muerte predicadora y
yo desengaado. Zabullse sin llamar, como de casa, y yo tras ella, ani-
mado con el esfuerzo que me daba m conocimiento tan valiente. Estaban
a la entrada tres bultos armados a un lado, y otro monstruo terrible
enfrente ; siempre combatiendo entre s todos, y los tres con el uno, y el
uno con los tres. Parse la Muerte, y djome : Conoces a esta gente?
Ni Dios me la deje conocer, dije yo. Pues con ellos andas a las
vueltas (dijo ella) desde que naciste ; mira cmo vives, replic. Estos son
los enemigos del hombre : el Mundo es aqul, ste es el Diablo, y aquella
la Carne. Y es cosa notable que eran todos parecidos unos a otros, que
no se diferenciaban. Djome la Muerte : Son tan parecidos, que en el-
mundo tenis a los unos por los otros. Piensa un soberbio que tiene todo
el mundo, y tiene al diablo. Piensa un lujurioso que tiene la carne, y
tiene al demonio; y as anda todo. Quin es, dije yo, aquel que est
all apartado nacindose pedazos con estos tres con tantas caras y figu-
ras ? Ese es (dijo la Muerte) el Dinero ; que tiene puesto pleito a los
tres enemigos del alma, diciendo que quiere ahorrar 12 de mulos, y que
adonde l est no son menester, porque l slo es todos tres enemigos. Y
fndase para decir que el dinero es el diablo en que todos decs : Diablo
es el dinero; y que lo que no hiciere el dinero, no lo har el diablo;
endiablada cosa es el dinero. Para ser el Mundo, dice que vosotros
decs que no hay ms mundo que el dinero; quien no tiene dinero vayase
del mundo; al que le quitan el dinero decs que le echan del mundo, y
que todo se da por el dinero. No tiene mal pleito el Dinero (dije yo),
segn se platica por all.
[ T e x t o s segn la edic. de F e r n n d e z G u e r r a en la B. A . E.J

i. Estudese la tcnica de la descripcin : comparaciones, hipr-


boles, contrastes, la personificacin y la alegora.
2. Selese lo caricaturesco y lo satrico.
3.0 La idea de la muerte.

11 12
Dinero. Librarse.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 325

HISTORIA DE LA VIDA DEL BUSCN

D g CMO FUI A UN PUPILAJE POR CRIADO DE DON DIEGO CORONEL


[Retrato del dmine Cabra]

Determin, pues, don Alonso de poner a su hijo en un pupilaje ; lo uno


por apartarle de su regalo, y lo otro por ahorrar de cuidado. Supo que
haba en Segovia un licenciado Cabra, que tena por oficio criar hijos de
caballeros, y envi all el suyo, y a m para que le acompaase y sir-
viese. Entramos el primer domingo de Cuaresma en poder de la hambre
viva, porque tal laceria no admite encarecimiento. El era un clrigo cer-
batana 1 , largo 2 sole en e! talle, pelo bermejo3 (no hay ms que decir) ; IQS
ojos avecindados en el cogote, que parece miraba por cuvanos ; tan hun-
didos y escuros, que era buen sitio el suyo para tienda de mercaderes ; la
nariz entre Roma* y Francia... ; las barbas descoloridas de miedo de la
boca vecina, que, de pura hambre, parece que amenazaba comrselas ; los
dientes, le faltaban no s cuantos, y pienso que por holgazanes y vaga-
bundos se los haban desterrado ; el gaznate, largo como de avestruz ; una
nuez tan salida, que parece que, forzada de la necesidad, se le iba a
buscar de comer; los brazos secos; las manos, como un manojo de sar-
mientos cada una. Mirado de medio abajo, pareca tenedor o comps; las
piernas, largas y flacas ; el andar, muy espacioso ; si se descompona algo,
le sonaban los huesos como tablillas de San Lzaro* ; la habla, tica ;
la barba, grande, por nunca se la cortar (por no gastar) ; y l deca
que era tanto el asco que le daba ver las manos del barbero por su cara,
que antes se dejara matar que tal permitiese : cortbale los cabellos un
muchacho de nosotros. Traa un bonete los das de sol, ratonado con mil
gateras, y guarniciones de grasa.. La sotana era milagrosa, porque no se
saba de qu color era. Unos, vindola tan sin pelo, la tenan por de
cuero de rana ; otros decan que era ilusin ; traala sin ciidor. No
traa cuellos ni puos ; pareca, con los cabellos largos y la sotana
msera, lacayuelo de la muerte. Cada zapato poda ser tumba de un
filisteo6. Pues su aposento? Aun araas no haba en l; conjuraba los
ratones, de miedo de que no le royesen algunos mendrugos que guardaba;
la cama tena en el suelo; dorma siempre de un lado, por no gastar
las sbanas. Al fin, l era archipobre y protomiseria.

1 4
Ntese el uso d e l sustantivo -cer- Juego de voces entre roma, chata,
batana. y Roma.
2 3
E n su doble significado d e delga- T r e s tablillas u n i d a s por u n cordel
do y liberal, (Recurdese largueza, q u e servan a los leprosos p a r a pedir li-
liberalidad.) mosna con destino a los hospitales d e
3
T e n e r el pelo d e color rojo era de San Lzaro.
6
mal agero. Se encareca la estatura de u n hom-
bre llamndole /Visfeo.
326 JOS MANUEL BLECUA

D S LA HUDA DE DON DlEGO, Y NUEVAS DE LA MUERTE DE MIS PADRES,


Y LA RESOLUCIN QUE TOM EN MIS COSAS PARA ADELANTE

En este tiempo vino a don Diego 1 una carta de su padre, en cuyo


pliego vena otra de un to mo llamado Alonso Rampln, hombre alle-
gado a toda virtud 2 , y muy conocido en Segovia por lo que era allegado
a la justicia, pues cuantas all se haban hecho de cuarenta aos a esta
parte han pasado por sus manos. Verdugo era, si va a decir la verdad,
pero un guila en el oficio. Vrsele hacer daba gana de dejarse ahorcar. -
Este, pues, me escribi una carta a Alcal desde Segovia, en esta forma :

Carta

Hijo Pablos (que por el mucho amor que me tena me llamaba as):
Las ocupaciones grandes desta plaza en que me tiene ocupado su majestad,
no me han dado lugar a hacer esto; que si algo tiene malo el servir al
Rey, es el trabajo, aunque le desquita con esta negra honrilla de ser
sus criados. Psame de daros nuevas de poco gusto. Vuestro padre muri
ocho das ha con el mayor valor que ha muerto hombre en el mundo :
dgolo como quien le guind. Subi en el asno sin poner pie en el estribo ;
venale el sayo haquero 8 que pareca haberse hecho para l; y como tena
aquella presencia, nadie le vea con los cristos delante que no lo juzgase
por ahorcado. Iba con gran desenfado mirando a las ventanas y haciendo
cortesas a los que dejaban sus oficios por mirarle ; hzose dos veces los
bigotes ; mandaba descansar a los confesores, y bales alabando lo que
decan bueno. Lleg a la de palo 4 , puso el un pie en la escalera, no subi
a gatas ni despacio ; viendo un escaln hendido, volvise a la justicia,
y dijo que mandase adrezar aquel para otro ; que no todos tenan su
hgado. No sabr encarecer, cuan bien pareci a todos. Sentse arriba y
tir las arrugas de la ropa atrs ; tom la soga, y psola en la nuez ;
y viendo que el teatino le quera predicar, vuelto a l le dijo : Padre,
yo lo doy por predicado, y vaya un poco de Credo, y acabemos presto ;
que no querra parecer prolijo. Hzose ans : encomendme que le pu-
siese la caperuza de lado y que le limpiase las babas : yo lo hice as.
Cay sin encoger las piernas ni hacer gestos; qued con una gravedad
que no haba ms que pedir. Hcele cuartos, y dile por sepultura los
caminos : Dios sabe lo que a m me pesaba de verle en ellos, haciendo
mesa franca a los grajos; pero yo entiendo que los pasteleros desta tierra
nos consolarn, acomodndole en los de a cuatro 5 . De vuestra madre, aun-
1 5
Don Diego Coronel, a quien serva Pasteles de hojaldre, rellenos de car-
Pablos, ne, que valan cuatro maraveds.. Ein
2
Ntese la irona. nuestros clsicos abundan las broma*
3
Sayo que se pona a los condenados. acerca de la carne de que se servan \o
* La horca. pasteleros.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 327

que est viva agora, casi os puedo decir lo mismo; que est presa en la
Inquisicin de Toledo porque desenterraba los muertos 6 sin ser murmu-
radora... Dice que representar en un auto 7 el da de la Trinidad, con
cuatrocientos de muerte : psame ; que nos deshonra a todos, y a m prin-
cipalmente, que al fin soy ministro del Rey y me estn mal estos
parentescos. Elijo, aqu ha quedado no s qu hacienda escondida de
vuestros padres; ser en todo hasta cuatrocientos ducados ; vuestro to
soy ; lo que tenga ha de ser para vos. Vista sta, os podris venir para
aqu ; que con lo que vos sabis de latn y retricas seris singular en
el arte de verdugo. Responde luego, y entre tanto, Dios os guarde,
etctera.
No puedo negar que sent mucho la nueva afrenta ; pero holgume en
parte (tanto pueden los vicios en los padres, que consuelan de sus des-
gracias . por grandes que sean a los hijos). Fume corriendo a don Diego,
que estaba leyendo la carta de su padre en que le mandaba que se fuese
y no me llevase en su compaa, movido de las travesuras mas que
haba odo decir. Djome. cmo se determinaba ir, y todo lo que le man-
daba su padre, que a l le pesaba dejarme, y a m ms. jDjome que me
acomodara con otro caballero amigo suyo para que le sirviese. Yo en esto,
rindome, le dije : Seor, yo soy otro, y otros mis pensamientos ; ms
alto pico y ms autoridad me importa tener, porque si hasta ahora
tena, como cada cual, mi piedra en rollo, ahora tengo mi padre 8 .
Declrele cmo haba muerto tan honradamente como el ms estirado 9 ;
cmo le trincharon e hicieron moneda 10 , y como me haba escrito mi seor
to el verdugo desto y de la prisioncilla de mama 11 ; que a l, como quien
saba quin soy 3ro, me pude descubrir sin vergenza. Lastimse mucho, y
preguntme qu pensaba hacer. Dle cuenta de mis determinaciones; y con
esto, al otro da l se fu a Segovia harto triste, y yo me qued en la
casa disimulando mi desventura. Quem la carta, porque perdindoseme
acaso no la leyese alguno, y comenc a disponer mi partida para Segovia
con intencin de cobrar mi hacienda y conocer mis parientes, para huir
dellos.
[Edic. de Amrico Castro en Cls. Castellanos. ]

6
La madre de Pablos era hechicera y se utilizaba tambin como picota, en la
alcahueta. En, su aposento tena dientes que se exponan las cabezas de los ajus-
de muerto y sogas de ahorcado para sus ticiados, de ah el macabro chiste de
ensalmos y brujeras. Quevedo.
7 9
Un Auto de Fe de la Inquisicin. Juego de voces.
8 0
Juego de voces. Rollo era ei sitio don- Por no haberle convertido en cuartos.
11
de conversaban los ancianos y nadie ocu- Mam no se acentu hasta el si-
paba el asiento que corresponda a otro. glo xvill. Algunas regiones siguen con-
Hombre de rollo vala tanto como ser servando }<i palabra sin acentuar.
hombre de honra. Pero como el rollo
328 JOS MANUEL BLECUA

i. Ntense los elementos barrocos en el retrato del dmine Cabra.


(L,o desmesurado y caricatural.)
2. Sealar el ambiente en que se pudo educar Pablos a juzgar por
la carta de su to.
3.0 Anotar los elementos irnicos y los burlescos.
4. 0 Selense las caractersticas del realismo en Quevedo, y la
deformacin hiperblica de la realidad.
5.0 Bstdiese el estilo y sus notas distintas : brevedad, inten-
sidad, hiprbole, juegos de palabras, creacin de voces nuevas, con-
trastes, etc.
CAPITULO XXIII

LA PROSA

(Continuacin)

Baltasar Gracin. Quien llev a las ltimas consecuencias la prosa


conceptuosa de Quevedo fu el aragons BALTASAB GRACIN, nacido en
Belmonte (cerca de Calatayud) en 1601. Estudi Teologa en Zaragoza
y residi algunas temporadas en Huesca, donde hizo amistad con el eru-
dito Lastanosa, gran protector suyo. La publicacin de sus obras con
pseudnimo y sin la autorizacin de los superiores de la Compaa de
Jess, a cuya orden perteneca, le acarre serios disgustos. Muri en
Tarazona en 1658.

Teoras literarias. Gracin exp'uso sus doctrinas literarias en la


AgvSeza y Arte de ingenio, el tratado conceptista por excelencia. Lo
q'ue es para los ojos la hermosura y para los odos la consonancia, eso ea
para el entendimiento el concepto, dice una vez. Distingue tres clases
de agudeza: de concepto (de pensamiento), verbal (que consiste en la
palabra) y de accin. Gracin pone numerosos ejemplos de conceptismo
potico, pero el poeta ms veces citado es Gngora.

Tratados morales y polticos, Gracin escribi diversos tratados


morales o didcticos y polticos. E n 31 Hroe da las reglas y las veinte
cualidades (primores) para ser un hombre superior. Unida a esta obrita,
debemos colocar El Discreto donde completa su teora sobre la educacin
del perfecto hombre del siglo xvii. Intimamente relacionadas con estas
dos se encuentran El poltico Fernando, apologa del Rey Catlico, pro-
puesto como modelo de hombre de gobierno, y su Orculo manual y Arte
de la prudencia, coleccin de trescientos aforismos o sentencias para orien-
tarse en la vida.
330 JOS MANUEL BLECUA

Estas cuatro obras constituyen como una tetraloga para la educacin


cortesana del hombre barroco, del mismo modo que El Cortesano do
Castiglione fu el tratado educativo del Renacimiento.

El Criticn.-Su obra ms importante es El Criticn, publicada coa


el pseudnimo de Lorenzo Gracin. Es una novela de tipo alegrico y
filosfico, con un argumento muy simple :

En un naufragio, Critilo es arrojado a la costa de Santa Elena, encontrando


all con Andrenio, joven salvaje que todava no sabe hablar. Guiado por Critilo
aprende a hablar y despus emprenden el camino de la vida. Llegan a Espaa,-
y en Madrid Andrenio es vctima de los engaos de Falsirena. Suben despus a la
Aduana de la edad viril, donde los hombres se transforman. Siguen el camino
hacia Francia ; pesan por el niermo de Hpocrinda (la Hipocresa), visitan el arsenal
del valor, etc. Al llegar a la vejez se dirigen a Roma, conociendo el palacio de la
Vejez y de la Embriaguez. Desde unas colinas contemplan la rueda del tiempo,
la Muerte, pasando despus a la isla de la inmortalidad.

Ideas. Aunque el argumento tenga antecedentes conocidos, la obra


resulta de una originalidad sorprendente. Por sus ideas, es la obra ms
representativa del pesimismo barroco. Como Quevedo, Gracin concibe
la vida como un ir cada da muriendo. Pero hay q'ue vivir en un mundo
donde los hombres tienen una intencin ms torcida que los cuernos
de un toro... Tienen unas entraas ms daadas que las vboras, un
aliento venenoso ms que el de los dragones... Por esto, Gracin pos-
tula una milicia contra malicia : De suerte que la vida del hombre n;>
es otra cosa que una milicia sobre la haz de la tierra.

Influencia de Gracin. La obra de Gracin, muy leda en Espa-


a en el siglo xvii, fu rpidamente conocida en el extranjero y ha in-
fluido mucho en una serie de escritores europeos, como La Rochefou-
cauld, Schopenhauer, Nietzsche, y otros.

Estilo. El arte de Gracin es eminentemente intelectualista. Des-


precia al vulgo y exige repetidas veces la distincin, el no ser vulgar. Su
estilo se caracteriza por la brevedad sentenciosa, cortada y enrgica de
la frase. Es muy conocido su aforismo: lo bueno, s breve, dos veces
bueno. Gracin utiliza con- ms frecuencia an que Quevedo las parono-
masias, las contraposiciones y los juegos de voces. Sus descripciones son
tambin hiperblicas y desrealizadoras.

Saavedra Fajardo. Escritor de tratados polticos y de crtica litera-


ria fu Don DIEGO DE SAAVEDRA FAJARDO, natural de Algezares (1584
1648). Empez s carrera diplomtica como secretario del Cardenal de
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 331

Borja, con quien estuvo en Koma y aples. Fu despus ministro en


Baviera, representante en el Congreso de Mnster y consejero de Indias
en Madrid.
De sus experiencias como diplomtico y ministro proceden las Empre-
sas polticas o Idea de un principe polUGO=cristiano representada en cien
empresas (emblemas o dibujos), que tratan de la formacin de un prn-
cipe cristiano, todo lo contrario del Principe de Maquiavelo. Escribi
tambin un tratadito de crtica literaria con el ttulo de Repblica litera-
rija, sueo & la manera de los de Luciano que sirve para hacer desfilar
un pequeo panorama de la cultura literaria de s tiempo.

Historiadores. La historia en el perodo barroco ofrece dos o tres


figuras de singular relieve, ms que por sus dotes de autnticos historia-
dores, por la belleza literaria de sus obras.
FRANCISCO DE MONCADA (1586-1635), gobernador de Miln, es autor
de la Expedicin de catalanes y aragoneses contra turcos y griegos, ins-
pirada en la Crnica de Bamn Muntaner, escrita en un estilo breve y
cortado, lleno de inters y belleza.
El portugus FRANCISCO MANUEL DE MELO (1608-1666), amigo y ad-
mirador de Quevedo, que luch a las rdenes de Espaa, es poeta con-
ceptista y culterano en Las tres musas de Melodino y un ejemplar histo-
riador en la Historia de los movimientos y separacin de Catalua en
tiempos de Felipe IV, que encaja dentro de los moldes conceptistas. Melo
sabe retratar con gran viveza y realidad los hechos que presenci y
caracteriza hbilmente a los personajes. Su Historia contiene pginas de
gran fuerza y belleza.
La historiografa de Indias se cierra con la obra de ANTONIO DE SOL S
(1610*1686), titulada Historia de la conquista de Mjico, que, dividida
en tres partes, narra desde el principio de la conquista a la rendicin de
la capital. Su concepto de la historia es potico, y potica resulta la
forma, llena de retrica y de preocupaciones literarias. Es la historia
artstica, frente a la narracin escueta y sobria de los soldados escritores.

C O N S L T E S E . A . Coster, Baltasar Gradan, Zaragoza, 1948. Saavedra Fa-


jardo, Obras completas, Madrid, 1946, prologadas y a n o t a d a s por A . Gonzlez Pa-
tencia.
332 JOS MANUEL BLECUA

BALTASAR GRACIAN

AGUDEZA Y ARTE DE INGENIO

...Lo que es para los ojos la hermosura y para los odos la conso-
nancia, eso es para el entendimiento el concepto.
...Toda potencia intencional del alma, digo las que perciben objetos,
gozan de algn artificio en ellos ; la proporcin entre las partes del visible
es la hermosura; entre los sonidos, la consonancia... El entendimiento
pues, como primera y principal potencia, lzase con la prima del artificio,
con lo extremado del primor, en todas sus diferencias de objetos.
...De suerte que se puede definir el concepto: Es un acto del entendi-
miento que exprime la correspondencia que se halla entre los objetos.
...Son las voces lo que las hojas en el rbol, y los conceptos su fruto...
...Son los conceptos vida del estilo, espritu del decir, y tanto tiene
de perfeccin cuanto de sutileza.
.;.Pudese decir de los conceptos lo que de las figuras retricas, ni todo
el cielo es estrellas, n todo el cielo es vaco; sirven stos como de
fondos, para que campeen ms los de aqullas y altrnanse las sombras,
para que brillen ms las luces.

ORCULO MANUAL Y ARTE DE LA PRUDENCIA

Pagarse ms dt intensiones que de extensiones. No consiste la per-


feccin en la cantidad, sino en la calidad. Todo lo muy bueno fu siempre
poco y raro ; es descrdito lo mucho. Aun entre los hombres, los gigan-
tes suelen ser los verdaderos enanos. Estiman muchos los libros por la
corpulencia, como si se escribiesen para ejercitar antes los brazos que
los ingenios. La extensin sola nunca pudo exceder de mediana, y es
plaga de hombres universales, por querer estar en todo, estar en nada.
La intensin da eminencia, y heroica si en materia sublime.
En nada vulgar. No en el gusto. Oh, gran sabio el que se des-
contentaba de que sus cosas agradasen a los muchos ! Hartazgos de aplauso
comn no satisfacen a los discretos. Son algunos tan camaleones de la
popularidad, que ponen su fruicin, no en las mareas suavsimas de Apo-
lo 1 , sino en el aliento vulgar. Ni el entendimiento no se pague de los
milagros del vulgo, que no pasan de espanta ignorantes, admirando la
necedad comn, cuando desengaando la advertencia singular,
Gracia de las gentes. Mucho es conseguir la admiracin comn,
pero ms la aficin ; algo tiene de estrella, lo ms de industria ; co-
mienza por aqulla y prosigue por sta. No basta la eminencia de pren-
1
Apolo es el dios protector de las be-
lles Artes.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 333

das, aunque se supone que es fcil de ganar el afecto, ganado el concepto.


Requirese, pues, para la benevolencia, la beneficencia : hacer bien a todas
manos, buenas palabras y mejores obras, amar para ser amado. La cortesa
es el mayor hechizo poltico de grandes personajes. Hase de alargar'
la mano primero a las hazaas y despus a las "plumas ; de la hoja a
las hojas 2 , que hay gracia de escritores, y es eterna.
No cansar. Suele ser pesado el hombre de un negocio y el de un
verbo 3 . La brevedad es lisonjera y ms negociante. Gana por lo corts lo
que pierde por corto4. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y aun l
malo, si poco, no tan malo 5 . Ms obran quintas esencias que frragos.
Y es verdad comn que, hombre largo, raras veces entendido, no tanto
en lo material de la disposicin cuanto en lo formal del discurso. Hay
hombres que sirven ms de embarazo que de adorno del universo, alhajas
perdidas, que todos las desvan. Excuse el discreto el embarazar, y mucho
menos a grandes personajes, que viven muy ocupados, y sera peor desazo-
nar uno de ellos que todo lo restante del mundo. Lo bien dicho se dice
presto.
Tener amigos. Es el segundo ser. Todo amigo es bueno y sabio para
el amigo. Entre ellos todo sale bien. Tanto valdr uno cuanto quisieren
los dems, y para que quieran se les ha de ganar la boca por el corazn.
No hay hechizo como el buen servicio, y para ganar amistades, el mejor
medio es hacerlas. Depende lo ms y lo mejor que tenemos de los otros.
Hase di? vivir o con amigos o con enemigos : cada da se ha de diligenciar
uno, aunque no para ntimo, para aficionado ; que algunos se quedan
despus para confidentes pasando por el acierto del delecto6.
Hanse de procurar los medios humanos como si no hubiese divinos, y
los divinos como si no hubiese humanos : regla de gran maestro ; no
hay que aadir comento.

EL CRITICN

ENTRADA DEL MUNDO

Cauta, si no engaosa, procedi Naturaleza con el hombre al introdu-


cirle en este mundo, pues traz que entrase sin gnero alguno de cono-
cimiento, para deslumhrar 7 todo reparo. A oscuras llega y a ciegas quien
comienza a vivir, sin advertir que vive y sin saber qu es vivir. Crase
nio y tan rapaz, que cuando llora, con cualquier niera le acalla y
con cualquier juguete le contenta. Parece que le introduce en un reino
de felicidades, y no es sino un cautiverio de desdichas 8 que, cuando llega
2 3
De la hoja de la espada a las hojas Obsrvese la elipsis del verbo ser.
6
de los libros. Latinismo : eleccin.
3 7
De una misma conversacin. Gracin da a deslamhar el significado
* Ntese el juego de voces entre corts d confundir, impedir la visin.
8
y corto. Ntese la contraposicin.
334 JOS MANUEL BLECUA

a abrir los ojos del alma, dando en la cuenta de su engao, hllase


empeado sin remedio. Vese metido en el lodo de que fu formado y ya
qu puede hace r , sino pisarlo, procurando salir de l como mejor pu-
diere? Persudome que si ninguno fuera con este universal ardid, ninguno
quisiera entrar en tan engaoso mundo y que pocos aceptaran la vida
despus si tuvieran estas noticias antes. Porque, quin, sabindolo, qui-
siera meter el pie en ur reino mentido y crcel verdadera, a padecer tan
muchas como variadas penalidades? En el cuerpo hambre, sed, fro, calor,
cansarcio, desnudez, dolores, enfermedades, y en el nimo, engaos, per-
secuciones, envidias?, desprecios, deshonras, ahogos, tristezas, temores,
iras, desesperaciones y salir al cabo condenado a miserable muerte, con
prdida de todas las cosas, casa, hacienda, bienes, dignidades, amigos, pa-
rientes, hermanos, padres y la misma vida, cuando ms amada. Bien
supo la Naturaleza lo que hizo y mal el hombre lo que acept. Quien no
te conoce, \ oh vivir !, te estime, pero un desengaado tomar antes haber
sido trasladado de la cuna a la urna, del tlamo al tmulo 9 . Presagio
comn es de miserias el llorar al nacer, que, aunque el ms dichoso cae
de pies, triste posesin toma y el clarn con que este nombre rey entra
en el mundo, no es otro que su llanto, seal que su reinado todo ha
de ser penas. Pero, cul puede ser la vida que comienza entre los gritos
de la madre, que la da, y los lloros del hijo, que la recibe ? Por lo menos,
ya que le falt el conocimiento, no el presagio de sus males, y si no los
concibe, los adivina.
Ya estamos en el mundo dijo el sagaz Critilo al incauto Andrenio,
al saltar juntos en tierra. Psame que entres en l con tanto conoci-
miento, porque s? te ha de desagradar mucho. Todo cuanto obr el Su-
premo Artfice est tan acabado que no se puede mejorar, mas todo cuanto
han aadido los hombres es imperfecto. Crilo Dios muy concertado y
el hombre lo ha confundido. Digo, lo que ha podido alcanzar, que, aun
donde no ha llegado con el poder, con la imaginacin ha pretendido
trabucarlo. Visto has hasta ahora las obras de la Naturaleza y admir-
dolas con razn; vers de hoy adelante las del artificio, que te han de
espantar. Contemplado has las obras de Dios; notars las de los hom-
bres y vers la diferencia. Oh cuan otro te ha de parecer el mundo
civil del natnral y el humano del divino! Ve prevenido en este punto,
para que ni te admires de cuanto vieres ni te desconsueles de cuanto
experimentares.
Comenzaron a discurrir por un camino tan trillado, como slo y pri-
mero 10 . Mas repar Andrenio que ninguna de las humanas huellas mira-
ba hacia atrs : todas pasaban adelante, seal de que ninguno volva.
Encontraron a poco rato una cosa bien donosa y de harto gusto ; era un
ejrcito desconcertado de infantera 11 , un escuadrn de nios de diferentes
estados y naciones, como lo mostraban sus diferentes trajes. Todo era
confusin y vocera. Ibalos primero recogiendo y despus acaudillando
una mujer bien rara, de risueo aspecto, alegres ojos, dulces labios y pa-
9 1X
Paronomasia. De infante, nio.
10
Es el camino de la vida.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 335

labras blandas, piadosas manos, y toda ella caricias, halagos y carios.


Traa consigo muchas criadas de su genio y de su empleo, para que los
asistiesen y sirviesen ; y as llevaban en brazos los pequeuelos, otros
de los andadores y a los mayoreiHos de la mano, procurando siempre
pasar adelante. Era increble el agasajo con que a todos acariciaba aquella
madre comn, atendiendo su gusto y regalo, y para esto llevaba mil
invenciones de juguetes, con que entretejerlos. Haba hecho tambin
gran provisin de regalos y, en llorando alguno, al punto acuda afec-
tuosa, hacindole fiestas y caricias, concedindole cuanto peda, a true-
que de que no llorase. Con especialidad cuidaba de los que iban mejor
vestidos, que parecan hijos de gente principal, dejndoles salir 13 con
cuanto queran. Era tai el cario y agasajo que esta, al parecer ama
piadosa, les haca, que los mismos padres la traan sus hijuelos y se
los entregaban, findolos ms de ella, que de s mismos.
Mucho gust Andrenio de ver tanta y tan donosa infantera, no aca-
bando de admirar y reconocer al hombre nio. Y tomando en sus brazos
uno en mantillas, decale a Critilo.
Es posible que este es 13 el hombre ? Quin tal creyera ! Que
este casi insensible, torpe e intil viviente ha de venir a ser un hombre
tan entendido a veces, tan prudente y tan sagaz, como un Catn, un S-
neca, un conde de Monterrey ! 14
Todo es extremos el hombre, dijo Critilo. Ah vers lo que cuesta
el ser persona. Eos brutos luego 15 lo saben ser, luego corren, luego
saltan, pero al hombre custale mucho, porque es mucho.
Lo que ms me admira, ponder Andrenio, es el indecible afecto
de esta rara mujer : Qu madre como ella ? Pudese imaginar tal
fineza? Desta felicidad carec yo, que me cri dentro de las entraas
de un monte y entre fieras : all lloraba hasta reventar, tendido en el
duro suelo, desnudo, hambriento y desamparado, ignorjando estas ca-
ricias.
No envidies, dijo Critilo, lo que no conoces ni la llames felicidad,
hasta que veas en qu para. De estas cosas topars muchas en el mundo,
que no son lo que parecen, sino muy al contrario. Ahora comienzas a
vivir ; irs viviendo y viendo 16 .

[Textos segn ecic. de Correa Caldern, Obras completas, Madrid,


1944, excepto para El Criticn, que hemos seguido la de Romera
Navarro, Pennsylvania, 1938.]

13
Con la significacin de conseguir Jo don Manuel de Fonseca y Ziga, em-
que se desea. bajador de Felipe IV en Roma y despus
1S
En los textos clsicos es frecuente virrey de aples,
1S
encontrar ese uso de es por sea. Enseguida, muy pronto.
14 lf
Quiz se refiera a su contemporneo Paronomasia.
336 JOS MANUEL BLECUA

i. Expliqese el conceptismo segn los textos anteriores.


2. Indquense algunas ideas de Gracin, especialmente su vi-
sin del mundo,
3. 0 Estudese el estilo y sus caractersticas : concisin, elipsis,
juegos de voces, paronomasias, alegoras, etc.

DIEGO SAAVEDRA FAJARDO

IDEA DE UN PKINCIPE POLTICO CRISTIANO

En el uso de las virtudes que tienen su ejercicio en el bien ajeno,


como la generosidad y la misericordia, se suele peligrar o padecer, por-
que no corresponde a ellas el premio de los prncipes ni el agradeci-
miento y buena correspondencia de los amigos y parientes ; antes, cre-
yendo por cierto que ellos estimarn nuestros servicios, y que stos
aventurarn por nosotros en el peligro y necesidades las haciendas y las
vidas, fundamos esta falsa opinin en obligacin propia, y para satis-
facer a ella no reparamos en perdernos por ellos ; pero cuando nos vemos
en alguna calamidad, se retiran y nos abandonan. En los trabajos de
Job slo tres amigos le visitaron, y stos inspirados de Dios ; pero
no le asistieron con obras, sino con palabras y exhortaciones pesadas
que le apuraron a paciencia ; mas cuando volvi Dios a l los ojos pia-
dosos, y empez a multiplicar sus bienes, se entraron por sus puertas
todos sus parientes,, hasta los que solamente le conocan de vista, y se
sentaron a su mesa, para tener parte en sus prosperidades.
Este engao, en especie de bien y de buena correspondencia y obliga-
cin, ha perdido a muchos; los cuales, creyendo sembrar beneficios, co-
gieron ingratitudes y odios, haciendo de amigos enemigos, con que despus
vivieron y murieron infelices. El Espritu Santo 1 dijo que daba a clavar su
mano y se enlazaba y haca esclavo con sus mismas palabras quien
sala fiador por su enemigo, y nos amonesta que delante del estemos
con los ojos abiertos, guardndonos de sus manos, como se guardan el
gamo y el ave de las del cazador2. Haz bien, y gurdate, es proverbio
castellano, hijo de la experiencia. No sucede esto a los que viven para s
solos, sin que la misericordia y caridad los mueva al remedio de los
males ajenos; hcense sordos y ciegos a los gemidos y a los casos,
huyendo las ocasiones de mezclarse en ellos ; con lo cual viven libres
de cuidados y trabajos, y, si no hacen grandes amigos, no pierden a
los que tienen. No sern estimados por lo que obran, pero s por lo

1
Proverbios, 6, 1.
2
Ibdem, v. 5.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 337

que dejan de obrar, tenindolos por prudentes los dems ; fuera i^e
que naturalmente hacemos ms estimacin de quien no nos ha menester,
y, desprecindonos, vive consigo mismo ; y as parece que, conocido el
trato ordinario de los hombres, nos habamos de estar quedos a la vista
de sus males, sin darnos por entendidos, atendiendo solamente a nues-
tras conveniencias, y a no mezclallas con el peligro y calamidad ajena.
Pero esta poltica sera opuesta a las obligaciones cristianas, a la caridad
humana, y a las virtudes ms generosas y que ms nos hacen parecidos
a Dios ; con ella se disolvera la compaa civil, que consiste en que
cada uno viva para s y para los dems. No ha menester la virtud las
demostraciones externas ; de s misma es premio bastante, siendo mayor
su perfeccin y su gloria cuando no es correspondida ; porque hacer bien
por la retribucin es especie de avaricia, y cuando no se alcanza, queda
un dolor intolerable en el corazn. Obremos, pues, solamente, por lo que
debemos a nosotros mismos, y seamos parecidos a Dios, que hace siempre
bien aun a los que no son agradecidos. Pero es prudencia estar con tiempo
advertidos de que a una correspondencia buena corresponde una" mala ;
porque vive infeliz quien se expuso al gasto, al trabajo o al peligro ajeno,
y, creyendo coger agradecimientos, cogi ingratitudes. Al que tiene cono-
cimiento de la naturaleza y trato ordinario de los hombres no le halla
nuevo este caso, y, como le vio antes, previno su golpe, y no qued
ofendido del.
[Obras completas, edc. de A. Gonzlez-Palencia, Edit. Aguilar.]

I.Indicar las ideas de Saavedra Fajardo acerca de la amistad


v de la caridad
2, Antese la concisin del estilo.

m
CAPITULO XXIV

EL T E A T R O NACIONAL
EL C I C L O DE LOPE DE VEGA

Vida de Lope. LOPE FLIX DE VEGA CARPI naci en Madrid, en


1562, de familia humilde. Protegido por don Gernimo Manrique, march
a estudiar a Alcal, pero no lleg a graduarse de bachiller. Abandon
los estudios, despus de pasar 'una temporada en Salamanca. Por sus s-
tiras contra la familia de Elena Osorio, de quien haba estado enamorado,
fu. condenado a ocho aos de destierro de la Corte. Antes de marcharse,
casa con Isabel de Urbina, en 1588, y al poco tiempo embarca en la
Invencible. A su regreso, estuvo una corta temporada en Valencia, de
donde marcha a Alba de Tormes, residencia del Buque don Antonio. All
muri su esposa. En 1595 se le levanta el destierro y vuelve a la Corte,
casando despus con Juana de Guardo, al mismo tiempo que escriba
versos a Micaela de Lujan. En 1614 se orden de sacerdote, residiendo
en Madrid y continuando su vida d escritor y dramtico, hasta su muerte,
ocurrida en 1635. Su ltimo apasionado amor fu Marta de Nevares,
Amarilis, a la que celebr en versos exquisitos.
Lope de Vega goz en vida de una fama extraordinaria, tanta que
para alabar una cosa se deca que era de Lope : No hay casa de hombre
curioso que no tenga su retrato, dice Montalbn. Incluso circul un
Credo que prohibi la- Inquisicin, q"ue empezaba: Creo en Lope de
Vega, poeta todopoderoso del cielo y de la tierra.
Su obra literaria es pasmosa por la cantidad y por los aciertos tan
innumerables que encierra. Cultiv todos ls gneros, desde la novela
corta hasta la dramtica, pasando por la poesa lrica y el poema narra-
tivo extenso.
Obras no dramticas. Lope de Vega cultiv la poesia narrativa
en bastantes poemas, aunque no logr crear en ninguno de ellos una
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 339

obra maestra, como le sucedi en el teatro o en la lrica. De imitacin


italiana es la Jerusaln conquistada ;La Dragontea tiene por motivo la
muerte del clebre corsario ingls F. Drake ; los tres poemas de La Circe,
La Filomena y La Andrmeda son de contenido mitolgico; La Gato.'
maquia es una parodia burlesca, llena de gracia, y, finalmente, El laurel
de Apolo s un poema en el que se llegan a elogiar ms de trescientos
escritores contemporneos. De contenido didctico es su conocido Arte
nuevo de hacer comedias, donde expone parte de sus teoras dramticas.
Ms importancia tiene Lope como poeta rico, siendo un poeta afec-
tuoso y lleno de cordialidad. El verso le serva para expresar sus sen-
timientos ms ntimos. Escribe deliciosos romances y endechas, llenos
de perfeccin, como los incluidos en La Dorotea, que empiezan: Pobre
barquilla ma, A mis soledades voy, etc. Sus villancicos y letrillas para
cantar, insertos muchas veces en las comedias, son los ms bellos de
nuestra lirica como el conocido, Pues andis en las palmas, o las letri-
llas, Deja las avellancas, moro; Naranjitas me tira la nia.
Lope es tambin un sonetista excepcional, tanto por la calidad de su
perfeccin y felices aciertos, cuanto por su extensin. Eara ser la co-
media donde no aparezca un soneto. Los mejores se encuentran en las
Rimas humanas, de carcter amoroso casi todos, y en las Rimas sacras,
de contenido religioso. En este ltimo libro se hallan los conocidos Qu
tengo yo que mi amistad procuras ? ; Pastor que con tus silbos amoro-
sos, etc.
Como prosista, Lope fu tambin un escritor genial. Prescindiendo
de su novela pastoril La Arcadia, nos dej en La Dorotea un libro bell-
simo. Imitando en la estructura a La Celestina, nos narra sus amores
con Elena Osorio, pero su carcter autobiogrfico ha hecho que no se
le haya prestado toda la atencin que merece como pura obra de arte.
Es una de sus obras ms perfectas.
Otras obras en prosa son El peregrino en su patria, novela de tipo bi-
zantino, y Los pastores de Beln, interesante por los numerosos y bellos
villancicos que encierra.
El teatro de Lope: caractersticas.Cuando decimos que Lope es
el creador del teatro nacional, no queremos significar con esto que el
teatro anterior tenga un mrito escaso, sino ms bien que merced a sus
innovaciones y a su extraordinaria fecundidad, Lope logra crear un teatro
distinto, que ser muy imitado. Las innovaciones del teatro lopesco,
frente al anterior, se refieren lo mismo a la forma externa que al conte-
nido de la comedia,
destierra del teatro la prosa como vehculo total del dilogo. Utiliza todas
Como Shakespeare, con quien tiene tantos puntos de contacto, Lope
las formas mtricas, especialmente el romance, la redondilla y la dcima.
340 JOS MANUEL BLECUA

Eeduce a tres los actos y no se atiene a la preceptiva clsica de las


famosas tres unidades : mezcla tambin los elementos trgicos con los
cmicos ; crea la figura del donaire, el gracioso ; funde lo popular con Do
erudito e incorpora la leyenda y la historia nacional a la obra dramtica.
La lrica popular (una cancioncilla, un refrn), cobra en este teatro una
importancia considerable.

Las comedias ms importantes.Lope fu un poeta de una capa-


cidad creadora asombrosa. Escriba con maravillosa rapidez y una vez
nos dice que haba escrito ms de mil ochocientas comedias. Aun-
que la cifra sea un poco exagerada, todava nos quedan alrededor de-
quinientas. Con mucha razn Cervantes le llama monstruo de la Na-
turaleza.
La temtica de estas comedias es muy variada. Escribe numerosas
obras sobre asuntos religiosos, mitolgicos, histricos, novelescos y cos-
tumbristas. El grupo de comedias ms importante est constituido por
aquellas que tienen un motivo histrico o legendario, como Peribez,
El caballero de Olmedo, Fuenteovejuna, El mejor alcalde, el rey, etc. Son
muy bellas tambin las costumbristas, comedias de intriga o de capa y
espada, como La dama boba, La mom del cntaro, de tan fina penetra-
cin psicolgica, o las de contenido novelesco, como El castigo sin ven-
ganza, una de sus ms logradas creaciones. Por s' contenido filosfico,
es muy interesante El villano en su rincn. Escribi tambin autos y
piezas cortas de singular valor, como los autos de La siega y de La Maya.
He aqu el argumento de dos de sus mejores obras, Peribez y El
caballero de Olmedo.

En Peribez y el Comendador de Ocaa refiere la desgraciada pasin del Co-


mendador de Ocaa y su muerte : Cuando celebran las fiestas de la boda de Peri-
bez y Casilda, un novillo hiere al Comendador, que es trasladado a casa de los
novios, donde se enamora de Casilda. Es rechazado varias veces, y cierta noche
que Peribez ha ido a Toledo, se introduce, dirfrazado de aldeano, en casa del
labrador, requiriendo de nuevo a Casilda. Esta, de la manera ms discreta y
emotiva, le arroja de su casa. Peribez concibe sospechas del Comendador y,
volviendo a su casa, oye cantar a un labrador :
La mujer de Peribez mientras Pedro est en Toledo
hermosa es a maravilla ; desta suerte responda :
el Comendador de Ocaa Ms quiero yo a Peribez
de amores la requera. con su capa la pardilla,
La mujer es virtuosa que no a vos, Comendador,
cuanto hermosa y cuanto linda ; con la vuesa guarnecida.

El Comendador trata de alejar del pueblo a Peribez y le nombra capitn de


una compaa que va a luchar contra los moros. Peribez marcha, pero vuelve por
la noche al pueblo, encontrando al Comendador que haba penetrado en su casa,
y le mata. El Rey perdona a Peribez y confirma su nombramiento de capitn.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 341

En El Caballero de Olmedo, Lope supo acercarse al drama romntico creando


una obra de profunda belleza : Don Alfonso, el caballero de Olmedo, enamorado
en Medina de doa Ins, cierta noche que volva a su pueblo es muerto por un
rival, a quien l haba salvado la vida en una corrida de toros. La obra se basa
en referencias histricas y legendarias, y en un cantarcio, popular hoy todava :

Que de noche le mataron


al caballero :
la gala de Medina,
la flor de Olmedo.

CONSLTESE. - J. de Entrambasaguas, Vida de Lope de Vega, Barcelona,,


1936. Karl Vossler, Lope de Vega y su tiempo, Madrid, 1933.
342 JS MANUEL BLECUA

LOPE DE VEGA

SONETOS AMOROSOS

I
. Versos de amor, conceptos esparcidos
engendrados del alma en mis cuidados,
partos de mis sentidos abrasados,
con ms dolor que libertad nacidos ;
5 expsitos al mundo en que perdidos
tan rotos anduvisteis y trocados,
que slo donde fuisteis engendrados
furades por la sangre conocidos.
Pues que le hurtis el laberinto a Creta,
io a Ddalo los altos pensamientos,
la furia al mar, las llamas al abismo,
si aquel spid hermoso no os aceta,
dejad la tierra, entretened los vientos,
descansaris en vuestro centro mismo.

II
Ir y quedarse y con quedar partirse,
partir sin alma y ir con alma ajena,
ir la dulce voz de una sirena
y no poder del rbol desasirse;
5 arder como la vela y consumirse
haciendo torres sobre tierna arena ;
caei de un cielo y ser demonio en pena
y de serlo jams arrepentirse ;
hablar entre las mudas soledades,
io pedir, pues resta, sobre fe paciencia
y lo que es temporal llamar eterno ;
creer sospechas y negar verdades
es lo qu.? llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma y en la vida infierno.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

III
Suelta mi manso, mayoral extrao,
pues otro tienes t de igual decoro,
deja la prenda que en el alma adoro,
perdida por tu bien y por mi dao.
5 Ponle tu esquila de labrado estao
y no le engaen tus collares de oro ;
toma en albricias este blanco toro
que a la?, primeras yerbas cumple un ao.
Si pides seas, tiene el vellocino
i pardo, encrespado, y los ojuelos tiene
como duimiendo en regalado sueo.
Si piensas que no soy su dueo, Alcino,
sueltas y versle si a mi choza viene,
que aun tienen sal las manos de su dueo.

SONETOS SACROS

I
Qu tengo yo que mi amistad procuras?
Qu inters se te sigue, Jess mo,
que a mi puerta, cubierto de roco
pasas las noches del invierno escuras?
5 Oh, cunto fueron mis entraas duras
pues no te abr ! Qu extrao desvaro
si de mi ingratitud el hielo fro
sec las llagas de tus plantas puras !
Cuntas veces el ngel me deca :
io Alma, asmate agora a la ventana,
vers con cunto amor llamar porfa!
] Y cuntas, hermosura soberana :
Maana le abriremos responda,
para lo mismo responder maana!
344 JOS MANUEL BLECU

II

No sabe qu es amor quien no te ama,


celestial hermosura, esposo bello ;
tu cabeza es de oro, y tu cabello
como el cogollo que la palma enrama ;
tu boca como lirio, que derrama
licor al alba ; de marfil tu cuello ;
tu mano el torno, y en su palma el sello,
que el alma por disfraz jacintos llama.
I Ay Dios ! en qu pens cuando, dejando
tanta belleza, y las mortales viendo,
perd lo que pudiera estar gozando?
Mas si del tiempo que perd me ofendo,
tal prisa me dar, que un hora amando
venza los aos que pas fingiendo.

SONETOS CONTRA EL CULTERANISMO

Boscn, tarde llegamos. Hay posada?


Llamad desde la posta, Garclaso.
Quin es? Dos caballeros del Parnaso.
o hay donde nocturnar palestra armada.
5 No entiendo lo que dice la criada.
Madona, qu decs? Que afecten paso,
que obstenta limbos el mentido ocaso
y al sol depingen la porcin rosada.
Ests en ti, mujer? Negse al tino
io el ambulante husped. Que en tan poco
tiempo tal lengua entre cristianos haya!
Boscn, perdido habernos el camino,
preguntad por Castilla, que estoy loco
o no habernos salido de Vizcaya.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 345

II

Pululando de culto, Claudio amigo,


minotaurista soy desde maana,
derilinquo la frasi castellana,
vayan las Solitudines conmigo.
5 Por precursora desde hoy ms me obligo
a la Aurora llamar Bautista o Juana,
chamelote la mar, la ronca rana
mosca del agua y sarna de oro al trigo.
Mal afecto de m, como odio y murrio,
io cligas dir ya, que no gregescos
como en el tiempo del pastor Dandurrio.
Estos versos son turcos o tudescos ?
T, lector Garibay, si eres bandurrio
apladelos, que son cultidiablescos.

ROMANCES

I el gallo de las bravatas,


la nata de los donaires,
Mira, Zaide, que te aviso 25 y pierdo mucho en perderte
que no pases por mi calle, y gano mucho en amarte,
ni hables con mis mujeres, y que s nacieras mudo
ni con mis cautivos trates, fuera posible adorarte ;
5 ni preguntes en qu entiendo y por este inconveniente
ni quin viene a visitarme, 30 determino de dejarte,
qu fiestas me dan contento que eres prdigo de lengua
o qu colores me aplacen ; y amargan tus libertades
basta que son por tu causa y habr menester ponerte
io las que en el rostro me salen, quien quisiera sustentarte
corrida de haber mirado 35 un alczar en el pecho
moro que tan poco sabe. y en los labios un alcaide.
Confieso que eres valiente, Mucho pueden con las damas
que hiendes, rajas y partes los galanes de tus partes,
:
5 y Qne k a s muerto ms cristianos porque los quieren briosos,
que tienes gotas de sangre ; 40 que rompan y que desgarren ;
que eres gallardo ginete, mas tras esto, Zaide amigo,
que danzas, cantas y taes, . si algn convite te hacen
gentil hombre, bien criado al plato de sus favores,
20 cuanto puede imaginarse ; quieren que comas y calles.
blanco, rubio por extremo, 45 Costoso fu el que te hice ;
sealado por linaje, venturoso fueras, Zaide,
346 JOS MANUEL BLECUA

si conservarme supieras 15 cmo se sufre a s mismo


corno supiste obligarme. un ignorante soberbio.
Apenas fuiste salido De cuantas cosas me cansan
50 de los jardines de Tarfe fcilmente me defiendo,
cuando hiciste de la tuya pero no puedo guardarme
y de mi desdicha alarde. 20 de los peligros de un necio.
A un morito mal nacido El dir que yo lo soy,
me dicen que le enseaste pero con falso argumento,
55 la trenza de los cabellos que humildad y necedad
que te puse en el turbante. no caben en un sujeto.
No quiero que me la vuelvas 25 La diferencia conozco
ni quiero que me la guardes, porque en l y en m contemplo.
mas quiero que entiendas, moro, su locura en su arrogancia,
60 que en mi desgracia la traes. mi humildad en mi desprecio.
Tambin me certificaron O sabe naturaleza
cmo le desafiaste 30 ms que supo en este tiempo,
por las verdades que dijo, o tantos que nacen sabios
que nunca fueran verdades, es porque lo dicen ellos.
65 De mala gana me ro ; Slo s que no s nada,
qu donoso disparate! dijo un filsofo, haciendo
o guardas t tu secreto 35 la cuenta con su humildad,
y quieres que otri le guarde? adonde lo ms es menos.
No quiero admitir disculpa; No me precio de entendido,
70 otra vez vuelvo a avisarte de desdichado me precio,
que esta ser la postrera que los que no son dichosos
que me bables y te hable 40 cmo pueden ser discretos?
Dijo la discreta Zaida No puede durar el mundo,
a un altivo bencerraje, porque dicen, y lo creo,
75 y al despedirle repite : que suena a vidrio quebrado
Quien tal hace, que tal pague. y que ha de romperse presto.
45 Seales son del juicio
II ver que todos le perdemos,
unos por carta de ms,
A mis soledades voy, otros por carta de menos.
de mis soledades vengo, Dijeron que antiguamente
porque para andar conmigo 50 se fu la verdad al cielo ;
me bastan mis pensamientos, tal la pusieron los hombres
5 No s que tiene el aldea que desde entonces no ha vuelto.
donde vivo y donde muero, En dos edades vivimos
que con venir de m mismo los propios y los ajenos;
no puedo venir ms lejos. 55 la de plata los extraos
Ni estoy bien ni mal conmigo, y la de cobre ios nuesros.
10 mas dice mi entendimiento 5o y el valor a lo moderno?
que un hombre que todo es alma A quin no dar cuidado,
est cautivo en su cuerpo. si es espaol verdadero,
Entiendo lo que me basta ver los hombres a lo antiguo
y solamente no entiendo Todos andan bien vestidos,
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 347

y qujanse de los precios, que no lo fueron sus dueos.


de medio arriba, romanos, Oh, bien haya quien los hizo,
de medio abajo, romeros. 90 porque solamente en ellos
65 Dijo Dios que tornera de los poderosos grandes
su pan el hombre primero se vengaron los pequeos !
en el sudor de su cara Fea pintan a la envidia,
por quebrar su mandamiento, yo confieso que la tengo
y algunos, inobedientes 95 de unos hombres que no saben
70 a la vergenza y al miedo, quin vive pared en medio.
con las prendas de su honor Sin libros y sin papeles,
han trocado los efetos. sin tratos, cuentas ni cuentos,
Virtud y filosofa cuando quieren escribir
peregrinan como ciegos ; 100 piden prestado el tintero.
75 el uno se lleva al otro, Sin ser pobres ni ser ricos
llorando van y pidiendo. tienen chimenea y huerto ;
Dos polos tiene la tierra,
no los despiertan cuidados,
universal movimiento :
la mejor vida, el favor, ni pretensiones, ni pleitos ;
80 la mejor sangre, el dinero. 105 ni murmuraron del grande
Oigo taer las campanas ni ofendieron al pequeo ;
y no me espanto, aunque puedo, nunca, como yo, firmaron
que en lugar de tantas cruces parabin, ni pascuas dieron.
haya tantos hombres muertos. Con esta envidia que digo
B5 Mirando estoy los sepulcros, 110 y lo que paso en silencio,
cuyos mrmoles eternos a mis soledades voy,
estn diciendo sin lengua de mis soledades vengo.

VILLANCICO

La Nia a quien dijo el ngel porque si yo ms pudiera,


que estaba de gracia llena, vos sabis que vuestros cielos
cuando de ser de Dios madre 20 envidiaran mi riqueza.
le trujo tan altas nuevas, El nio recin nacido
5 ya le mira en un pesebre no mueve la pura lengua,
llorando lgrimas tiernas, aunque es la sabidura
que obligndose a ser hombre de su eterno Padre inmensa,
tambin se obliga a sus penas. 25 mas revelndole el alma
Qu tenis dulce Jess? de la Virgen la respuesta,
10 le dice la nia bella, cubri de sueo en sus brazos
' tan presto sents, mis ojos, blandamente sus estrellas.
el dolor de mi pobreza? Ella entonces, desatando
Yo no tengo otros palacios 30 la voz regalada y tierna,
en que recibiros pueda, as tuvo a su armona
15 sino mis brazos y pechos la de los cielos suspensa :
que os regalan y sustentan. Pues andis en las palmas,
No puedo ms, amor mo, ngeles santos,
348 JOS MANUEL BLECUA

35 que se duerme mi nio, por su descanso,


tened los ramos. sosegar quiere un poco
Palmas de Beln 50 del tierno llanto.
que mueven airados Que se duerme mi nio,
los furiosos vientos tened los ramos.
40 que suenan tanto : Rigurosos yelos
no le hagis ruido, le estn cercando ;
corred ms paso, 55 ya veis que no tengo
que se duerme mi nio, con qu guardarlo.
tened los ramos. Angeles divinos
45 El nio divino, que vais volando,
que est cansado que se duerme mi nio,
de llorar en la tierra 60 tened los ramos.

IvETRES PARA CANTAR


II
Si os partiredes al alba,
Salen de Valencia quedito, pasito, amor,
noche de San Juan no espantis al ruiseor.
Si os levantis de maana
mil coches de damas 5 de los brazos que os desean,
al fresco del mar. porque en los brazos no os vean
j Cmo retumban los remos, de alguna envidia liviana,
madre, en el agua, pisad con planta de lana,
quedito, pasito, amor,
con el fresco viento 10 no espantis al ruiseor.
de la maana!
III
Despertad, seora ma,
10 despertad, Ro de Sevilla,
cuan bien pareces,
porque viene el alba con galeras blancas
del seor San Juan. y ramos verdes !
[ T e x t o s ele la seleccin de J. F . Montesinos, en Cas. Castellanos.']

ARTE NUEVO DE HACER COMEDIAS EN ESTE TIEMPO

(Fragmentos)
Verdad es que yo he escrito algunas veces
siguiendo el arte que conocen pocos,
mas luego que salir por otra parte
veo los monstruos de apariencias llenos,
adonde acude el vulgo y las mujeres
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

que este triste ejercicio canonizan,


a aquel hbito brbaro me vuelvo,
y cuando he de escribir una comedia,
encierro los preceptos con seis llaves,
saco a Terencio y Plauto de mi estudio,
para que no me den voces, que suele
dar gritos la verdad en libros mudos,
y escribo por el arte que inventaron
los que el vulgar aplauso pretendieron,
porque, como las paga el vulgo, es justo
hablarle en necio para darle gusto.

Lo trgico y lo cmico mezclados,


y Terencio con Sneca, aunque sea
como otro Minotauro de Pasife,
harn grave una parte, otra ridicula,
que aquesta variedad deleita mucho ;
buen ejemplo nos da naturaleza,
que por tal variedad tiene belleza.
Advirtase que solo este sujeto
tenga una accin, mirando que la fbula
de ninguna manera sea episdica,
quiero decir, inserta de otras cosas
que del primero intento se desven,
ni que della se pueda quitar miembro
que del contexto no derribe el todo.
No hay que advertir que pase en el perodo
de un sol, aunque es consejo de Aristteles,
porque ya le perdimos el respeto
cuando mezclamos la sentencia trgica
a la humildad de la bajeza cmica.
Pase en el menos tiempo que ser pueda,
si no es cuando el poeta escriba historia,
en que hayan de pasar algunos aos,
que estos podr poner en la distancia
de los dos actos, o si fuere fuerza
hacer algn camino una figura,
cosa que tanto ofende a quien lo entiende ;
pero no vaya a verlas quien se ofenda.
j Oh cuntos deste tiempo se hacen cruces
de ver que han de pasar aos en cosa
que un da artificial tuvo de trmino,
que aun no quisieron darle el matemtico!
Porque considerando que la clera
de un espaol sentado no se templa
si no le representan en dos horas
350 JOS MANUEL BLECUA

hasta el final Juicio desde el Gnesis,


yo hallo que, si all se ha de dar gusto,
con lo que se consigue es lo ms justo...

Acomode los versos con prudencia


a los sujetos de que va tratando :
las dcimas son buenas para quejas,
el soneto est bien en los que aguardan,
las relaciones piden los romances,
aunque en octavas lucen por extremo;
son los tercetos para cosas graves
y para las de amor las redondillas.
L,as figuras retricas importan,
como repeticin o anadiplosis,
y en el principio de los mismos versos
aquellas relaciones de la anfora ;
las ironas y adubitaciones,
apostrofes tambin y exclamaciones.

i. Iyos sentimientos en la lrica de Lope, segn los poemas an-


teriores.
2. El amor y la poesa en L,ope. L,a sinceridad.
3. 0 Lo popular y lo erudito.
4.0 Estudense las ideas del romance A mis soledades voy.
5.0 Sealar la teora dramtica de Lope segn el Arte nuevo.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 358

PERIBEZ Y EL, COMENDADOR DE OCANA

ACTO PRIMERO

[Sala en casa de PERIBEZ, en O caa']

P*RIBEZ y CASILDA, de novios ; IN^S, de madrina ; el CURA, COSTANZA,


MSICOS, LABRADORES Y LABRADORAS

INS CASILDA
Largos aos os gocis. No me deis vos ocasin
que en mi vida tendr- celos.
COSTANZA
Si son como yo deseo, PERIBEZ
casi inmortales seris. Por m no sabris qu son.
CASILDA INS
Por el de serviros, creo Dicen que al amor los cielos
5 que merezco que me honris. 25 le dieron esta pensin.
CURA
CURA
Aunque no parecen mal,
son excusadas razones Sentaos, y alegrad el da
para cumplimiento igual, en que sois uno los dos.
ni puede haber bendiciones
io que igualen con el misal. PERIBEZ
Hartas os dije : no queda Yo tengo harta alegra
cosa que deciros pueda en ver que me ha dado Dios
el ms deudo, el ms amigo. 30 tan hermosa compaa.
INS CURA
Seor doctor, yo no digo Bien es que a Dios se atri-
15 ms de que bien les suceda. [buya ;
que en el reino de Toledo
CURA
no hay cara como la suya.
Esperlo en Dios, que ayuda
a la gente virtuosa. -CASILDA
Mi sobrina es muy sesuda.
Si con amor pagar puedo,
PERIBEZ 35 esposo, la aficin tuya,
Slo con no ser celosa de lo que debiendo quedas
20 saca este pleito de duda. me ests en obligacin.
352 JOS MANUEL BLECUA

PERIBEZ 75 ya que a merecerte vengo.


Vive en l ; que si un villano
Casilda, mientras no puedas
por la paz del alma es rey,
excederme en aficin,
40 no con palabras me excedas. que t eres reina est llano,
Toda esta villa de Ocaa ya porque es divina ley,
poner quisiera a tus pies, 80 y ya por derecho humano.
y aun todo aquello que baa Reina, pues, que tan dichosa
Tajo hasta ser portugus, te har el cielo, dulce esposa,
45 entrando en el mar de Espaa. que te diga quien te vea :
El olivar ms cargado la ventura de la fea
de aceitunas me parece 85 passe a Casilda hermosa 2 .
menos hermoso, y el prado
que por el mayo florece, CASILDA
50 slo del alba pisado.
Pues yo cmo te dir
No hay camuesa que se afeite1 lo menos que miro en ti,
que no te rinda ventaja, que lo ms del alma fu?
ni rubio dorado aceite
Jams en el baile o
conservado en la tinaja,
90 son que ms bullese el pie,
55 que me cause ms deleite.
M el vino blanco imagino que tal placer me causase
de cuarenta aos tan fino cuando el tamboril sonase,
como tu boca olorosa ; por ms que el tamborilero
que como al seor la rosa, chillase con el garguero 3
60 le huele al villano el vino. 95 y con el palo tocase.
Cepas que en diciembre arran- En maana de San Juan
nunca ms placer me hicieron
y en otubre dulce mosto, la verbena y arrayn,
ni mayo de lluvias franco, ni los relinchos me dieron
ni por los fines de agosto 100 el que tus voces me dan.
65 la parva de trigo blanco, Cul adufe4 bien templado,
igualan a ver presente cul salterio 5 te ha igualado?
en mi casa un bien, que ha sido Cul pendn de procesin,
invencin ms excelente con sus borlas y cordn,
para el invierno aterido 105 a tu sombrero chapado?
70 y para el verano ardiente. No hay pies con zapatos nue-
Contigo, Casilda, tengo [vos
cuanto puedo desear como agradan tus amores;
y slo el pecho prevengo ; eres entre mil mancebos
en l te he dado lugar, hornazo6 en pascua de Flores
1
Afeite en el sentido de dar color toda la caa del pulmn. Dice, de
al rostro. Autoridades. Quiz signifique alguna
a
AJusin al refrn : La ventura de especie de flauta.
4
la fea, la bonita la desea. Aduje, pandero.
3 5
Garguero, La parte interior de la Solterio, instrumento msico.

garganta, por otro nombre gorja, por Hornazo, la rosca con huevos que
donde desciende de la boca el alimen se sola dar por Pascua de Flores. Co-
to al estmago... Se toma tambin por varrubias. Tesoro
*
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 353

n o con sus picos y sus huevos- CURA


Pareces en verde prado Ea, bastan los amores
toro bravo y rojo echado ; que quieren estos mancebos
pareces camisa nueva, bailar y ofrecer.
que entre jazmines se lleva
PERIBEZ
115 en azafate7 dorado.
Fareces cirio pascual Seores,
pues no sois en amor nuevo,
y mazapn de bautismo,
perdn.
con capillo8 de cendal,
y parscete a ti mismo, UN LABRADOR
120 porque no tienes igual. 125 Ama hasta que adores.

(Cantan los msicos y bailan los labradores y labradoras.)

Msicos (Vuelven a danzar)


Dente parabienes Montaas heladas
el mayo garrido, y soberbios riscos,
los alegres campos, antiguas encinas
las fuentes y ros. y robustos pinos,
130 Alcen las cabezas 150 dad paso a las aguas
los verdes alisos, en arroyos limpios,
y con frutos nuevos que a los valles bajan
almendros floridos. de los hielos fros.
Echen las maanas, Canten ruiseores,
35 despus del roco, *55 y cn dulces silbos
en espadas verdes sus amores cuenten
guarnicin de lirios. a estos verdes mirtos.
Suban los ganados Fabriquen las aves
por el monte mismo con nuevo artificio
C40 que cubri la nieve 160 para sus hijuelos
a pacer tomillos. amorosos nidos.
(Folia) (Folia)
Y a los nuevos desposados Y a los nuevos desposados
eche Dios su bendicin; eche Dios su bendicin- ;
parabin les den los prados, parabin les den los prados,
145 pues hoy para en uno son. 165 pues hoy para en uno son.

[El Comendador, enamorado de Casilda, regala al matrimonio un par de


muas, y unos reporteros-alfombras para que adornen su carro en la ro-
mera de la Virgen de Toledo. Un pintor, secretamente, toma un esbozo
de Casilda.]
7
Azafate, especie de canastilla. cetera, que se ofreca a la Iglesia.
8
Capillo, la cubierta o pao con Dice, de Auts.
que se cubra la ofrenda de pan, et-

23
354 JOS MANUEL BLECUA

ACTO SEGUNDO

[Los cofrades de San Roque eligen a Peribez mayordomo, encargn-


dole que vaya a Toledo con objeto de que un pintor restaure la imagen del
santo.El Comendador habla con Leonardo, su confidente, quien le dice
haber convencido a Ins, prima de Casilda, para que le ayude en sus atre-
vimientos amorosos. Lujan, criado del Comendador, ha conseguido entrar
al servicio de Peribez, disfrazado de segador. Acuerdan penetrar en casa
del labrador mientras se halla ste en Toledo.]

BARTOLO, CHAPARRO.LLORENTE, MENDO

LLORENTE LLORENTE
Muesama acude a la puerta. Pardiez, Bartol, que quisiera
Andar dndonos prisa, que en un ao amaneciera
170 por no estar aqu su dueo. cuatro veces solamente.
BARTOLO
HELIPE, LUJAN, de segador
Al alba he de haber segado
todo el repecho del prado. HELIPE
190 Hay para todos lugar?
CHAPARRO

Si diere licencia el sueo. MENDO


Buenas noches os d Dios, Oh Helipe ! Bien venido.
Mendo y Llorente.
LUJAN
MENDO
175 El sosiego Y yo, si lugar os pido,
no ser mucho, si luego podrle por dicha hallar?
habernos de andar los dos
con las hoces a destajo, CHAPARRO
aqu manada, aqu corte. No faltar para vos.
195 Aconchaos junto a la puerta.
CHAPARRO
180 Pardiez, Mendo, cuyo importe, BARTOLO
bien luce el justo trabajo. Cantar algo se concierta.
Sentaos, y antes de dormir,
o cantemos o contemos CHAPARRO
algo de nuevo y podremos
185 en esto nos divertir. Y aun contar algo, por Dios.

BARTOLO LUJAN
Tan dormido estis, Lio- Quien supiere un lindo cuento,
frente ? pngale luego en el corro.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA
355
CHAPAB.HO los segadores durmiendo
200 De mi capote me ahorro, 230 Noche, este amor te encomiendo:
y para escuchar me asiento. prisa los silbos me dan.
La puerta le quiero abrir.
LUJAN [Abre.)
Va primero de cancin, INRENTE, MENDO, CHAPARRO, BAR-
y luego dir una historia TOLO, HELIPE; LEONARDO, oculto
que me viene a la memoria. E L COMENDADOR Y LUJAN, embo-
zados
MEND o
LUJAN
Cantad.
LlvORKNTB Eres t, seor?
205 Ya comienzo el son. COMENDADOR
Yo soy.
(Cantan con guitarras)
LUJAN
Trbole, \ ay Jess cmo huele !
Trbole, ay Jess, qu olor ! Entra presto.
Trbole de la casada, COMENDADOR
que a su esposo quiere bien ; Dentro estoy.
210 de la doncella tambin,
entre paredes guardada, LUJAN
que fcilmente engaada,
sigue su primero amor. Ya comienzan a dormir.
Seguro por ellos pasa ;
Trbole, \ ay Jess cmo huele ! que un carro puede pasar
215 Trbole, ay Jess, qu olor ! sin que puedan despertar.
Trbole de la soltera, COMENDADOR
que tantos amores muda ;
trbole de la viuda, Lujan, yo no s la casa.
que otra vez casarse espera, 235 Al aposento me gua.
220 tocas blancas por defuera LUJAN
y el faldelln de color.
Qudese Leonardo aqu,
Trbole, \ay Jess cmo h%elt\
Trbole, \ ay Jess qu olor ! LEONARDO

LUJAN Que me place.

Parece que se han dormido. LUJAN


225 uo tenis ya que cantar. Ven tras m.
Yo me quiero recostar,
aunque no en trbol florido. COMENDADOR
I Oh amor ! Oh fortuna ma !
LUJAN i Dame prspero suceso
Qu me detengo? Ya estn Entranse el COMENDADOR y LUJAN ;
356 JOS MANUEL BLECUA

LEONARDO se queda detrs de una MENDO


puerta.) No hubiera
LLORENTE, M E N D O , CHAPARRO, en Ocaa quien pusiera
BARTOLO, HELIPE ; LEONARDO, oculto tan atrevidos los pies,
255 ni aun el pensamiento, aqu.
LLORENTE
I Hola, Mendo LLORENTE
Ksto es casar con mujer
MENDO hermosa.
Qu hay Llorente? MENDO
340
No puede ser
LLORENTE que ella est sin culpa?
Eu casa anda gente.
LLORENTE
MENDO S.
Gente ? Ya vuelven. Hazte dormido.
Que lo tem te confieso.
As se guarda el decoro CL COMENDADOR Y LUJAN, embozad
a Peribez? COMENDADOR

LLORENTE (En voz baja.) Ce! Leonardo 1


No s. LEONARDO
245 S que no es gente de a pie.
260 Qu hay, seor?
MENDO
Cmo ? COMENDADOR
Perd la ocasin mejor
LLORENTE que pudiera haber tenido.
Trae capa con oro.
LEONARDO
MENDO Cmo ?
Con oro? Mtemme aqu COMENDADOR
si no es el Comendador.
Ha cerrado, y muy bien,
LLORENTE el aposento esta fiera.
Demos voces.
LEONARDO
MENDO Llama.
COMENDADOR
No es mejor
callar ? Si gente no hubiera!...
z6 Mas despertarn tambin.
LLORENTE
50 Sospecho que s. LEONARDO
Pero de qu sabes que es No harn, que son segadores;
el Comendador? y el vino y cansacio son
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 357

candados de la razn y sois con l tan extraa),


y sentidos exteriores. 290 que no os dejara, aunque el
270 Pero escucha : que han abierto [Rey
la ventana del portal. por sus cartas le llamara ;
que dejar sola esa cara
COMENDADOR nunca fu de amantes ley.
Todo me sucede mal. CASILDA

LEONARDO Labrador de lejas tierras,


275 que has venido a nuesa villa,
S es ella?
convidado del agosto,
COMENDADOR
quin te dio tanta malicia?
Ponte tu tosca antipara 2 ,
Tenlo por cierto. del hombro el gabn derriba,
300 la hoz menuda en el cuello,
CASILDA,, con un rebozo, asomndose los dediles en la cinta.
a una ventana que da al portal Madruga al salir del alba,
mira que te llama el da,
CASILDA ata las manadas secas
Es hora de madrugar, 305 sin maltratar las espigas.
amigos ? Cuando salgan las estrellas
a tu descanso camina,
COMENDADOR y no te metas en cosas
de que algn mal se te siga.
275 Seora ma, 310 El Comendador de Ocaa
ya se va acercando el da, servir dama de estima,
y es tiempo de ir a segar. no con sayuelo de grana
Dems, que saliendo vos, ni con saya de palmilla.
sale el sol, y es tarde ya. Copete3 traer rizado,
280 Lstima a todos nos da 315 gorguera* de holanda fina,
de veros sola, por Dios. no cofia de pinos tosca
No os quiere bien vuestro es- y toca de argentera 5 .
[poso, En coche o silla de seda
pues a Toledo se fu, los disantos* ir a misa ;
y os deja una.noche. A fe 320 no vendr en carro de estacas
285 que si fuera tan dichoso de los campos a las vias.
el Comendador de Ocaa Dirle en cartas discretas
(que yo s que os quiere bien, requiebros a maravilla,
aunque le mostris desdn no labradores desdenes,

3
Polaina. * Lienzo plegado y alechugado que
8 se pona al cuello.
Porcin de pelo que se levanta en-
5
cima de la frente ms alta que lo de- Lentejuelas, bordadura d e plata o
ms. de oro.
6
Disantos, das festivos.
358 JOS MANUEL BLECUA-

325 envueltos en seoras. abridme, por vuestra vida.


Olrale a guantes de mbar 7 Mirad que tengo que daros
a perfumes y pastillas ; dos sartas de perlas finas
no a tomillo ni cantueso, y una cadena esmaltada
poleo8 y zarzas floridas. 365 de ms peso que la ma.
330 Y cuando el Comendador
me amase como a su vida CASILDA
y se diesen virtud y honra
por amorosas mentiras, Segadores de mi casa,
ms quiero yo a Perbez no durmis, que con su risa
345 con su capa la pardilla os est llamando el alba.
que al Comendador de Ocaa Ea, relinchos 10 y grita;
con la suya guarnecida. 370 que al que a la tarde viniere
Ms precio verle venir con ms manadas cogidas, ~~
en su yegua la tordilla, le mando el sombrero grande
340 la barba llena de escarcha con que va Pedro a las vias (En-
y de nieve la camisa, [trase.)
la ballesta atravesada, MKNDO
y del arzn de la silla
dos perdices o conejos, Llorente, muesa ama llama.
345 y el podenco de trailla,
que ver al Comendador LUJAN
con gorra de seda rica, 375 (Aparte a su amo.) Huye, Seor,
y cubiertos de diamantes [huye apriesa ;
los brahones y capilla 9 ; que te ha de ver esta gente.
350 que ms devocin me causa
la cruz de piedra en la ermita COMENDADOR
que la roja de Santiago
en su bordada ropilla. (Aparte.) Ah cruel sierpe de
Vete, pues, el segador, [Libia!
355 mala fuese la tu dicha ; Pues aunque gaste mi hacienda,
que si Peribez viene, mi honor, mi sangre y mi vida,
no vers la luz del da. 380 he de rendir tus desdenes,
tengo de vencer tus iras.
COMENDADOR
BARTOI/O
Quedo, seora... Seora...!
Casilda, amores, Casilda, Yrguete cedo11, Chaparro ;
360 yo soy el Comendador ; que viene a gran prisa el da.
7
Los guantes y dems prendas de parte superior del brazo. Dice, de
vestir hechas de cuero se solan perfu- Auts.Capilla, pieza a la espalda de
mar con mbar. Se llamaban por eso la capa, que serva para cubrir la ca-
guantes de mbar, cuera de mbar, beza.
10
etctera. Relinchos, relinchos se toma por
8 los gritos y voces en regocijo y fiestas.
Hierba del gnero menta con fio-
res azules, purpreas o blancas. Dice, de A nt$.
11
? Bramones, en algunos vestidos son Cedo, rpidamente, pronto.
ciertas roscas o dobleces que cien la
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 359

CHAPARRO LLORENTE

Ea, Helipe ; que es m u y tarde.


Seguidme todos, amigos,
porque muesama no diga
HELIPE
390 que porque muesamo falta,
385 Pardiez Bartol, que se miran andan las hoces baldas. (Vanse.)
todos los montes baados
de blanca luz por encima.

[Mientras tanto, Peribez ha ido a la misma casa del pintor toledano


que retrat a su esposa por encargo del Comendador. All ve el retrato.
Comienza a sospechar, y el mismo pintor le dice quin es el autor del en-
cargo. Cuando Peribez vuelve a su casa, oye cantar a sus segadores. ~E?
rey enva una orden al Comendador con objeto de que le rena dos com-
paas de labradores para que le ayuden en la guerra contra los moros. El
comendador nombra capitn a Peribez.]

M E N D O , BARTOLO, LLORENTE y otros segadores, dentro PERIBEZ

MENDO MENDO

(Dentro).Date ms priesa, Bar- (Dentro). Canta,


Llorente, el
[tol; [cantar
mira que la noche baja, de la mujer de muesano.
y se va a poner el sol.
PERIBEZ
BARTOLO
Qu tengo ms que esperar?
395 (Dentro). Bien cena quien bien 405 La vida, cielos, desamo.
[trabaja, Quin me la quiere quitar?
dice el refrn espaol.
U N SEGADOR
UN SEGADOR
(Canta dentro). La
mujer de
(Dentro). Echote una pulla, An- [Peribez
[drs ; hermosa es a maravilla ;
que te bebas media azumbre. el Comendador de Ocaa
410 de amores la requera.
OTRO SEGADOR La mujer es virtuosa
cuanto hermosa y cuanto linda ;
(Dentro). chame otras dos Gi- mientras Pedro est en Toledo
[ns. desta suerte responda :
PERIBEZ 415 Ms quiero yo a Peribez
con su capa la pardilla,
400 Todo me da pesadumbre que no a vos, Comendador,
todo mi desdicha es. con la vuesa guarnecida.
360 JOS MANUEL BLECUA

PERIBEZ Que el jornal dejan recelo.


Notable aliento he cobrado Aqu me quiero esconder.
430 con oir esta cancin, Ojal se abriera el suelo !
porque lo que ste ha cantado Que aunque en gran satisfacin,
las mismas verdades son 430 Casilda, de ti me pones,
que en mi ausencia habrn pena tengo con razn,
[pasado. porque honor que anda en can-
Oh cunto le debe al cielo ciones
435 quien tiene buena mujer! tiene dudosa opinin. (Vase).

ACTO TERCERO

[El Comendador arma capitn a Peribez, que marcha de Ocaa al


frente de su compaa. Por la noche, el Comendador penetra en casa de
Peribez, pero ste, sospechando la trama, vuelve en una veloz yegua y
le mata. El Rey ofrece un premio a quien entregue a Peribez.]

[Escena en la Corte]

UN PAJE 445 Pero sindome forzoso,


con la justa confianza
435 (Al Rey). Aqu dice un labrador
que tengo de tu jusicia,
que le importa hablar contigo.
comienzo tales palabras.
Yo soy Peribez.
REY
Seora, tomemos sillas. REY
Quin >
CONDESTABLE
PERIBEZ
Este algn aviso es,
450 Peribez el de Ocaa.
(PBRIBEZ, de labrador y con capa REY
larga ; CASILDA)
Matadle, guardas, matadle.
PERIBEZ
REINA
Dame, gran seor, tus pies.
No en mis ojos.Teneos, guar-
REY
das.
440 Habla, y no ests de rodillas. REY

PERIBEZ Tened respeto a la Reina.


Cmo, seor, puedo hablar, PERIBEZ
si me ha fallado la habla Pues ya que matarme mandas,
y turbado los sentidos 455 n o m e i r s siquiera, Enrique,
despus que mir tu cara? pues Justiciero te llaman?
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 361

REINA para que con gente alguna


le sirviese esta jornada ;
Bien dice : odle, seor. en fin, de cien labradores
500 me dio la valiente escuadra.
REY
Con nombre de capitn
Bien decs ; no me acordaba sal con ellos de Ocaa;
que las partes se han de or, y como vi que de noche
460 y ms cuando son tan flacas. era mi deshonra clara,
Prosigue. 505 en una yegua a las diez
de vuelta en mi casa estaba ;
PERIBEZ que o decir a un hidalgo
que era bienaventuranza
Yo soy un hombre, tener en las ocasiones
aunque de villana casta, 510 dos yeguas buenas en casa.
limpio de sangre, y jams Hall mis puertas rompidas
de hebrea o mora manchada. y mi mujer destocada,
465 Fui el mejor de mis iguales, como corderilla simple
y en cuantas cosas trataban que est del lobo en las garras.
me dieron primero voto, 515 Dio voces, llegu, saqu
y truje seis aos vara. la misma daga y espada
Cseme con la que ves, que ce para servirte,
470 tambin limpia, aunque villana; no para tan triste hazaa ;
virtuosa, si la ha visto psele el pecho, y entonces
la envidia asida a la fama. 520 dej la cordera blanca,
El comendador Fadrique, porque yo, como pastor,
de vuesa villa de Ocaa supe del lobo quitarla.
475 seor y comendador, Vine a Toledo, y hall
dio, como mozo, en amarla. que por mi cabeza daban
Fingiendo que por servicios, 525 mil escudos ; y as quise
honr mis humildes casas que mi Casilda me traiga.
de unos reposteros, que eran Hazle esta merced, seor ;
480 cubiertas de tales cargas. que es quien agora la gana,
Dime un par de muas buenas... porque viuda de m,
mas no tan buenas que sacan 530 no pierda prenda tan alta.
este carro de mi honra
de los lodos de mi infamia. REY
485 Con esto intent una noche, Qu os parece?
que ausente de Ocaa estaba,
forzar mi mujer ; mas fuese REINA
con la esperanza burlada. Que he llorado,
Vine yo, spelo todo, que es la respuesta que basta
490 y de las paredes bajas para ver que no es delito,
quit las armas, que al toro sino valor.
pudieran servir de capa.
REY
Advert mejor su intento ;
mas llamme una maana, Cosa extraa !
495 y djome que tena 535 I Qu un labrador tan humilde
de vuestras altezas cartas estime tanto su fama !
362 JOS MANUEL BLECUA

Vive Dios, que no es razn PERIBEZ


matarle ! Yo le hago gracia Con razn todos te llaman
de la vida... Mas qu digo? don Enrique el Justiciero.
540 Esto justicia se llama.
Y a un hombre deste valor REINA
le quiero en esta jornada
por capitn de la gente A vos, labradora honrada,
misma que sac de Ocaa. 555 os mando de mis vestidos
545 Den a su mujer la renta, cuatro, porque andis con galas
y cmplase mi palabra, siendo mujer de soldado.
y despus desta ocasin,
PERIBEZ
para la defensa y guarda
de su persona, le doy Senado, con esto acaba
550 licencia de traer armas la tragicomedia insigne
defensivas y ofensivas. 560 del Comendador de Ocaa.

1, Estudese la tcnica de la comedia : ausencia de las tres unir


dades, versificacin, lenguaje, etc. (Vase si se cumple en ella algunos
de los preceptos del Arte nue-vo de hacer comedias.)
2. Sealar la importancia de los elementos populares : lengua,
comparaciones, lrica, etc.
3. 0 Hgase un anlisis de los caracteres.
CAPITULO XXV

Seguidores del teatro de Lope. Las innovaciones teatrales de Lop*


de Vega lograron una aceptacin rpida, y en seguida gran nmero de
escritores copiaron sus frmulas dramticas. Entre los principales autores
dramticos del ciclo de Lope sealaremos a Guilln de Castro, Tirso de
Molina, Alarcn, Vlez de Guevara y Mira de Amescua.

Guillen de Castro.Naci en Valencia (1569-121) y fu uno de los


poetas que fundaron la clebre Academia de los Nocturnos. Amigo de
Lope, es autor de numerosas comedias inspiradas en el romancero. Son
famosas las dos partes referentes a Las mocedades del Cid, que tienen
por asunto los amores de Rodrigo con doa Jimena, hija del Conde Lo-
zano. E s el mejor ejemplo de la supervivencia de un tema pico en
nuestro teatro nacional. La comedia primera fu imitada por Corneille,
aunque prescindiendo de ciertos elementos que crea poco adecuados a
la sensibilidad francesa. Del Romancero procede tambin su comedia de
El conde Atareos. Llev tambin al teatro motivos cervantinos, como
La fuerza de la sangre, versin dramtica de la clebre novela ejemplar.

Tirso de Molina.Ms importancia que Guillen de Castro ofrece


TIRSO DE MOLINA (1541-168), pseudnimo de FRAY GABRIEL TLLEZ, de
la Orden de la Merced, autor de dos libros en prosa, Cigarrales de Toledo
y Deleitar aprovechando, en los que tambin se incluyen novelitas cortas,
poesa lrica y teatro. Fu un buen prosista y tambin un fino poeta lrico.
No obstante, su fama la debe a la obra dramtica. Escribe numerosas
comedias de tan variados temas y asuntos como Lope, aunque ofrece
notas caractersticas. E n primer lugar, cuida ms la creacin de los per-
364 JOS MANUEL BLECUA '

sonajes, y algunos, como el de don Juan, se habrn de incorporar a la


literatura "universal. Los personajes femeninos tienen un relieve muy
acusado, como el carcter de doa Mara de Molina en La prudencia en
la mujer, o el de las muchachas emprendedoras y resueltas de El ver-
gonzoso en Palacio y de Don Gil de las calzas verdes.
Dentro de su extensa produccin dramtica, destacan algunas obras
del ms alto inters. Dejando aparte los problemas de su autenticidad,
la mejor obra de contenido religioso y teolgico de Tirso es El condenado
por desconfiado, que plantea el problema de la predestinacin y de la
gracia divina:
El ermitao Paulo vive preocupado por su destino final, por su salvacin. El
demonio, en forma de ngel, le dice que su fin ser el mismo que el del bandido
Enrico, de aples. Con objeto de conocer a Enrico, Paulo abandona el yermo
y marcha a aples. Al ver que ste es un malhechor de la peor calidad, decide
hacerse tambin bandolero, pero no sabe que Enrico tena amor y respeto a su
padre. Enrico es aprisionado y en la crcel se arrepiente y se salva, mientras que
Paulo muere como un bandolero en el bosque, condenndose.

Dentro de las comedias de ambiente histrico y legendario, destacan


por su valor y por su trascendencia dos obras logradsimas : La pru-
dencia en la mujer, referente a doa Mara de Molina, la esposa de
Sancho IV, y El burlador de Sevilla y convidado de -piedra, basado en la
leyenda de don J u a n Tenorio, el burlador sevillano, que muere al tocar
la mano de la estatua del Comendador. E n el gnero de la comedia que
pudiramos llamar psicolgica, logra una deliciosa creacin con El ver-
gonzoso en Palacio y tambin en La Gallega Mari-Hernndez. De las
comedias de enredo, la mejor es, sin duda, Don Gil de las calzas verdes,
llena de autntica gracia y de sostenida elegancia.

Juan Ruiz de Alarcn. DON JUAN R U I Z DE ALARCN Y MENDOZA


naci en Mjico (1581), viniendo a Espaa en 1600 para estudiar en la
Universidad de Salamanca. Lleg a ser relator del consejo de Indias,
muriendo en Madrid en 1639. Por su defecto fsico era corcovado< y
por su carcter, fu cruelmente satirizado por los dems poetas contem-
porneos, que le llaman don Talegas, camello enano, poeta entre dos
platos, etc.
Escribe poco, sobre todo en relacin con los anteriores, pero tambin
su teatro es diferente. Una tendencia 'moralizante, una sobriedad y rara
perfeccin en la forma, un sentimiento de la dignidad humana, y hasta
una mesurada protesta contra Lope, son las notas distintivas. E l ca-
rcter tico se ve en los argumentos de casi todas las comedias : en La
verdad sospechosa, el mentiroso don Garca es condenado a no casarse
con la mujer que ama a causa de sus embustes (Corneille la imit en
Le menteur, y deca que era la comedia espaola que ms le gustaba)
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 365

En Las paredes oyen se introduce un personaje principal, de mala figura,


pero de verdadera grandeza de alma. Se hace la apologa del hombre
virtuoso frente al maldiciente. El mismo carcter tico se ve en Los
pechos privilegiados, Mudarse por mejorarse y en Ganar amigos.

Vlez d Guevara. Luis VLEZ DE GUEVARA naci en Ecija en


1579, fu estudiante en Osuna, soldado en Italia, abogado en la Corte y
siempre anduvo falto de dinero y sobrado de b'uen humor.
jEs autor de una novelita satrica, con algo de costumbrista y picares-
ca, titulada El Diablo cojuelo, creacin personalsima que servira para
darle un lugar destacado en nuestra literatura. Es tambin el poeta dra-
mtico que con ms fidelidad sigue la trayectoria de Lope, especialmente
en las comedias de tipo histrico o legendario, como Reinar despus de
morir, referente a la pattica historia de doa Ins de Castro, o La Se-
rrana de la Vera, procedente de un romance. Entroncadas con las come-
dias de Lope, se encuentran otras dos creaciones, La luna de la sierra y
La nia Gmez Arias, llenas de vigor dramtico.

Antonio Mira de Amescua- (1574 ?-l644) es un b'uen poeta lrico,


cuyo valor como dramaturgo se sustenta en una comedia de gran inters,
El esclavo del demonio, sobre la leyenda de San Gil de Portugal, que se
puede considerar como el precedente de El mgico prodigioso, de Calde-
rn, y, en cierto modo, del FavJsto, de Goethe:

Don Gil, que vive con fama de santo, despus de una serie de tentaciones, firma
con el diablo (Angelio) el pacto de entregarle su alma a cambio de la mujer amada.
El diablo le trae lo que don Gil cree ser su dama, pero al ir a abrazarla descubre
un esqueleto. Don Gil entonces invoca al ngel de la Guarda, que lucha con el
demonio hasta arrancarle el papel firmado que contiene el pacto.

Ofrecen tambin inters sus otras obras, La rueda de la Fortuna, La


mesonera del cielo y Lo que puede el oir misa.

CONSLTESE. Conde de Schack, Historia de la literatura y del arte dram-


tico en Espaa, Madrid, 1885. A. Valbuena Prat, Historia de la literatura espa-
ola, Barcelona, 1946.
366 JOS MANUEL BLECUA

TIRSO DE MOLINA

El, CONDENADO POR DESCONFIADO

(Muerte de Paulo)

PEDRISCO PEDRISCO
Como en las culpas de Enrico , En la plaza le ahorcaron
no me hallaron culpado, de aples.
luego que pblicamente
los jueces le ajusticiaron, PAULO
me echaron la puerta afuera, Pues ansj
y vengo al monte. Qu aguardo? quin duda que condenado
Qu miro? ha selva y monte estar al infierno ya?
anda todo alborotado.
All dos villanos corren, PEDRISCO
las espadas en las manos.
All va herido Fineo, Mira lo que dices, Paulo;
y all huyen Celio y Fabio, que muri cristianamente
y aqu, \ qu gran desventura !, confesado y comulgado
tendido est el fuerte Paulo, y abrazado con un Cristo,
en cuya vista clavados
PAULO
los ojos, pidi perdn,
Volvis, villanos, volvis ? misericordia, dando
la espada tengo en la mano. tierno llanto a sus mejillas,
No estoy muerto, vivo estoy, y a los presentes espanto.
aunque ya de aliento falto. Fuera de aquesto, en muriendo
reson en los aires claros
PEDRISCO
una msica divina ;
Pedrisco soy, Paulo mo. y para mayor milagro
y evidencia ms notoria,
PAULO dos paraninfos alados
Pedrisco, llega a mis brazos. se vieron patentemente,
que llevaban entre ambos
PEDRISCO el alma de Enrico al cielo.
Cmo ests ans ?
PAULO
PAULO
A Enrico, el hombre ms malo
Ay de m ! que cri naturaleza !
muerte me han dado villanos.
Pero ya que estoy muriendo, PEDRISCO
saber de t, amigo, aguardo
que hay del suceso de Enrico. De aquesto te espantas, Paulo,
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 367

PAULO Enrico, con ser tan malo,


Pedrisco, eso lia sido engao: se salv, y ste al infierno
otra alma fu la que vieron, se fu por desconfiado.
no la de Enrico. Cubrir el cuerpo infeliz
cortando a estos sauces ramos.
PEDRISCO (Cbrele)
Dios santo, Ms qu gente es la que viene?
reducilde vos !
ESCENA XXf
PAULO JUEZ
Yo muero. ^ i el capitn se ha escapado,
PEDRISCO poca diligencia ha sido.
Mira que Enrico gozando JUEZ
est de Dios: pide a Dios UN VILLANO
perdn. Yo lo vi caer rodando,
PAULO pasado de mil saetas,
Y cmo ha de darlo de los altivos peascos.
a un hombre que le ha ofendido
como yo? Un hombre est aqu : prended-
PEDRISCO
[le.
PEDRISCO
Qu estas dudando? Ay, Pedrisco desdichado !,
No perdon a Enrico? esta vez te dan carema.
PAULO OTRO VILLANO (Sealando a Galvn)
Dios Este es criado de Paulo
es piadoso... y cmplice en sus delitos.
PEDRISCO
GALVN
Es muy claro. T mientes como villano ;
que slo lo fui de Enrico,
PAULO
que de Dios est gozando.
Pero no con tales hombres.
Ya muero, llega tus brazos. PEDRISCO (A Galvn)
Y yo. Galvanito hermano,
PEDRISCO
no me descubras aqu,
Procura tener su fin. por amor de Dios.
JUEZ (A Galvn}
PAULO
Esa palabra me ha dado Si acaso
Dios : si Enrico se salv me dices donde se esconde
tambin yo salvarme aguardo. el capitn que buscamos,
(Muere) yo te dar libertad.
PEDRISCO
1 Habla !
Lleno el cuerpo de lanzadas PEDRISCO
qued muerto el desdichado. Buscarle es en vano
Las suertes fueron trocadas. cuando es muerto.
368 JOS MANUEL BLECUA

JUEZ y de culebras cercado.


Cmo muerto? No doy la culpa a ninguno
de los tormentos que paso :
PEDRISCO
slo a m me doy la culpa,
pues fui causa de mi dao.
De varias flechas y dardos Ped a Dios que me dijese
pasado le hall, seor, el fin que tendra, en llegando
con la muerte agonizando de mi vida al postrer da :
en aqueste mismo sitio. ofendle, caso es llano;
y como la ofensa vio
JUEZ de las almas el contrario,
incitme con querer
Y dnde est? perseguirme con engaos.
Forma de un ngel tom
PEDRISCO y engame ; que a ser sabio,
Entre esos ramos con su engao me salvara ;
le met. pero fui desconfiado
(Va a apartar los ramos y apa- de la gran piedad de Dios,
rece Paulo rodeado de llamas). que noy a su juicio llegando,
Mas, qu visin me dijo ; Baja, maldito
descubro de tanto espanto! de mi padre, al centro airado
de los oscuros abismos,
PAULO donde has de restar penando.
Malditos mis padres sean
Si a Paulo buscando vais mil veces, pues me engendraron!
bien podis ya ver a Paulo, IY yo tambin sea maldito,
ceido el cuerpo de fuego, pues que fui desconfiado!

[Texto segn la edic. de A. Gonzlez Palncia en Clsicos EBRO.]

E L BURLADOR D E S E V I L L A

(Dilogo entre la pescadora Tisbea y Don Juan Tenorio)

ESCENA XII TISBEA


Ya podis ver :
TISBEA en brazos de una mujer.
Mancebo excelente,
DON JUAN
gallardo, noble y galn.
Volved en vos, caballero. Vivo en vos, si en el mar muero.
Ya perd todo el recelo
DON JUAN que me pudiera anegar,
pues del infierno del mar
*Dnde estoy? salgo a vuestro claro cielo
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 369

Un espantoso huracn pues solo con la apariencia,


dio con mi nave al travs, siendo de nieve abrasis,
para arrojarme a esos pies
que abrigo y puerto me dan. TISBEA
Y en vuestro divino oriente Por ms helado que estis,
renazco, no hay que espantar, tanto fuego en vos tenis,
pues veis que hay de amar a mar que en este mo os ardis.
una letra solamente. Plega a Dios que no mintis !
TISBEA
ESCENA XVI
Muy grande aliento tenis
para venir sin aliento, TISBEA
y tras de tanto tormento
muy gran contento ofrecis. El rato que sin ti estoy
Pero si es tormento el mar estoy ajena de m.
y sus ondas son crueles, DON JUAN
la fuerza de los cordeles
pienso que os hace hablar. Por lo que finges ans,
Sin duda que habis bebido ningn crdito te doy.
del mar la oracin pasada, TISBEA
pues, por ser de agua salada,
con tan grande sal ha sido. Por qu?
Mucho hablis cuando no hablis,
DON JUAN
y cuando muerto vens
mucho al parecer sents ; Porque si me amaras,
plega a Dios que no mintis ! mi alma favorecieras.
Parecis caballo griego
TISBEA
que sus lmites desata ;
pues vens formado de agua Tuya soy.
y estis preado de fuego.
DON JUAN
Y si mojado abrasis,
estando enjuto, qu haris ? Pues di, qu esperas,
Mucho fuego prometis ; o, en qu, seora reparas ?
5 plega a Dios que no mintis !
TISBEA
DON JUAN Reparo que fu castigo
A Dios, zagala, pluguiera, de amor el que he hallado en t.
que en el fuego me anegara DON JUAN
para que cuerdo acabara
y loco en vos no muriera; Si vivo, mi bien, en ti
que el mar pudiera anegarme a cualquier cosa me obligo.
entre sus olas de plata Aunque yo sepa perder
que sus lmites desata ; en tu servicio la vida,
mas no pudiera abrasarme. la diera por bien perdida,
Gran parte del sol mostris, y te prometo de ser
pues que el sol os da licencia tu esposo.
370 JOS MANUEL BLECUA

TlSBEA DON JUAN


Soy desigual
a tu ser. Este es al que muerte di.
DON JUAN Gran sepulcro le han labrado !

Amor es rey CATALINN


que iguala con justa ley
la^seda con el sayal. Ordenlo el rey ans.
Cmo dice este letrero?
TISBEA Aqu aguarda del Seor,
Casi te quiero creer ; el ms leal caballero,
mas sois los hombres traidores. la venganza de un traidor.
Del mote rerme quiero.
DON JUAN Y hbeisos vos de vengar,
Posible es, mi bien, que ignores buen viejo, barbas de piedra?
mi amoroso proceder?
Hoy prendes con tus cabellos CATALINN
mi alma. No se las podr pelar,
TISBSA que en barbas muy fuertes medra*
Yo a ti me allano
bajo la palabra y mano DON JUAN
de esposo.
Aquesta noche a cenar
DON JUAN os aguardo en mi posada.
Juro, ojos bellos, All el desafo haremos,
que mirando me matis, si la venganza os agrada ;
de ser vuestro esposo. aunque reir mal podremos,
si es de piedra vuestra espada.
TISBEA
CATALINN
Advierte,
mi bien que hay Dios y que hay Ya, seor, ha anochecido ;
[muerte, vamonos a recoger.
DON JUAN

l Qu largo me lo fiis! DON JUAN

(Desafa Don Juan al Comendador) Larga esta venganza ha sido.


Qu sepulcro es este? Si es que vois la habis de hacer,
importa no estar dormido,
CATALINN que si a la muerte aguardis
dem Gonzalo est enterrado. la venganza, la esperanza
agora es bien que perdis, *
pues vuestro enojo y venganza
tan largo me lo fiis.

[Texto segn al edic. de A. Castro en Clsicos Castellanos.']


HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

JUAN RUIZ DE ALARCN

LA VERDAD SOSPECHOSA

{Dilogo entre don Beltrn y Garca, su hijo)

DON BELTRAN DON GARCA


Sois caballero, Garda? Es verdad.
DON GARCA DON BELTRN
Tngome por hijo vuestro. Luego si vos
obris afrentosos hechos,
DON BELTRN aunque seis hijo mo
Y basta ser hijo mo dejis de ser caballero ;
para ser vos caballro? luego si vuestras costumbres
os infaman en el pueblo,
DON GARCA no importan paternas armas,
no sirven altos abuelos.
Yo pienso, seor, que s. Qu cosa es que la fama
diga a mis odos mesmos
DON BELTRN
que a Salamanca admiraron
Qu engaado pensamiento ! vuestras mentiras y enredos?
Slo consiste en obrar Qu caballero y qu nada !
como caballero el serlo. Si afrenta al noble y plebeyo
Quin dio principio a las casas slo el decirle que mente,
nobles? Los ilustres hechos decid, qu ser el hacerlo,
de sus primeros autores. si vivo sin honra yo,
Sin mirar ms nacimientos, segn los humanos fueros,
hazaas de hombres humildes mientras de aquel que me dijo
honraron sus herederos. que menta no me vengo?
Luego en obrar mal o bien Tan larga tenis la espada,
est el ser malo o ser bueno. tan duro tenis el pecho,
Es as? que pensis poder vengaros,
DON GARCA dicindolo todo el pueblo?
Posible es que tenga un hombre
Que las hazaas tan humildes pensamientos,
den nobleza, no lo niego ; que viva sujeto al vicio,
mas no neguis que sin ellas mas sin gusto y sin provecho?
tambin la da el nacimiento. El deleite natural
tiene a los lascivos presos ;
DON BELTRN
obliga a los codiciosos
Pues si honor puede ganar el poder que da el dinero ;
quien naci sin l, no es cierto el gusto de los manjares
que por el contrario puede al glotn; el pasatiempo
quien con l naci perdello? y el cebo de la ganancia
372 JOS MANUEL BLECUA

a los que cursan el juego ; todos los vicios, al fin,


su venganza al homicida, o dan gusto o dan provecho ;
al robador su remedio, mas de mentir qu se saca
la fama y la presuncin sino infamia y menosprecio?...
al que es por la espada inquieto:

LOS FAVORES DEL MUNDO

(Perdn de las ofensas)

PRNCIPE (A GARCA) seguir la airada pasin,


y deslustra la victoria
Vuestra dicha es tan extraa la villana ejecucin.
que quisiera, vive Dios, Quien venci, pudo dar muerte ;
ms haber hecho la hazaa pero quien mat no es cierto
que hoy, Garca, hicisteis vos, que pudo vencer ; que es suerte
que ser prncipe de Espaa. que le sucede al ms fuerte,
Porque Alejandro deca sin ser vencido, ser muerto?
(Ved cunto lo encareca!) Y as no os puede negar
que ms ufano quedaba quien ms pretenda morder,
si un rendido perdonaba, que ms honra os vino a dar
que si un imperio renda.
el vencer y no matar,
Que en los pechos valerosos,
bastantes por s a emprender que el matar y no vencer.
los casos dificultosos, Dar la muerte al enemigo,
el alcanzar y vencer de temello es argumento ;
consiste en ser venturosos ; despreciallo es ms castigo,
mas que un hombre perdone pues que vive a ser testigo
vindose ya vencedor, contra s del vencimiento.
a quien le quit el honor, La victoria el matador
nada la fortuna pone ; abrevia, y el que ha sabido
todo se debe al valor. perdonar la hace mayor,
Si vos de matar, Garca, pues mientras vive el vencido,
tanta costumbre tenis, venciendo est el vencedor.
matar, qu hazaa sera? Y ms donde a'cobarda
vuestra mayor valenta no puede la emulacin
viene a ser que no matis. interpretar el perdn,
En vencer est la gloria, pues tiene el mundo, Garca,
no en matar ; que es vil accin de vos tal satisfacin.

[Textos segn la edic. de la B. A. E.. vol. X X . ]


HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 373

ANTONIO MIRA DE AMESCUA

EL ESCLAVO DEL DEMONIO

ANGELIO (Sal) y a costa de los que pasan


gozo diversos regalos
No tengas melancola;
con la vida alegre y anclia.
por qu con lgrimas baas
Doncellas fuerzo, hombres mato,
el rostro? no soy t u dueo?
niego a Dios, h u y o su gracia,
qu te aflige? qu te falta?
y fiel deleite me anima,
buen amo soy ; e dos mundos
infiernos no me acobardan.
soy seor, y Dios me llama
Slo quiero que me cumplas
grande Prncipe en su Iglesia
una liberal palabra,
que as m i poder le iguala.
condicin de la escriutra
Desde la regin del fuego
en tu favor otorgada.
hasta la esfera del agua
Amo a Leonor, sufro y peno
el corazn de la tierra
viviendo con esperanzas
mi mano prdiga abraza.
que me convierten las horas
Yo penetro con la vista
en siglos y edades largas.
las avarientas entraas
de la tierra, de tesoros, ANGELIO
y de hombres muertos preada.
Si acaso estas soledades Como obligado me tienes,
melancolizan y cansan, prevenido en eso estaba ;
y te pide el apetito a pesar de su virtud
comunicar gentes varias, traigo a Leonor conquistada:
no te arrepientas, no lloren de su casa la he trado,
los ojos que m e idolatran el monte pisan sus plantas,
y te llevar a que mores con quien estn compitiendo
en ciudad extraordinaria... limpia nieve y fina grana.
Vuelve los ojos y mira
DON GH el raro Fnix de Arabia,
No quiero, dueo y maestro, y el encendido planeta
cuya ciencia al mundo espanta, que alumbra a la esfera cuarta ;
Repblicas de Catn, reverencia su hermosura,
en la idea fabricadas. esta imagen idolatra,
No quiero, no, las riquezas a cuyas aras es justo
de que el mundo ofrece parias que sacrifiques el alma.
a soberbias majestades, Llega, habla, goza, gusta,
de la gente idolatradas. qu tiemblas, qu te desmaya?
Que entre relevados pinos, tuya es Leonor, no te admires,
que son rsticas guirnaldas goza, gusta, llega y habla.
de las speras cabezas
de las soberbias montaas, DON GIL
aprendo ciencias gustosas Hermoso dueo del mundo,
4 JOS MANUEL BLECUA

que tienes tiranizadas DON G I L


las almas con tu hermosura, Quiero, divina Leonor,
que ya da vida, ya mata. pues que merezco gozar
En hora dichosa vengas, destos regalos de amor,
husped de nuestras montaas, tener luz para juzgar
prisin de los albedros de tus partes el valor.
de cuantos miran tu cara. No es bien que tanta ventura
Parece que triste vienes se goce en la cueva escura,
a sei* destos montes alma, aunque a ser guila yo
mensajera de ti misma viera los rayos que dio
que eres el sol que se aguarda. este sol de tu hermosura.
Muda ests, Leonor ,responde ; Dichoso yo que he gozado
si mis regalos te agradan al Angel... Jess, qu veo !
con nimo generoso (Descbrela y luego se hunde)
te mostrar manos francas :
ANGEUO
ven conmigo a aquesta cueva,
ser con tu gloria honrada, Cmo es propio del pecado
dame la mano... parecerle al hombre feo
(Vase y queda Angelio) despus que est ejecutado.
DON GIL
ANGELIO Sombra infernal, visin fuerte,
Sale a la plaza el toro de Jarama, a quien el alma perdida
como furia cruel de los infiernos, le pagan de aquesta suerte
tiemblan los hombres, porque son, gustos al fin desta vida
[no eternos, que todos para en muerte.
cual huye, cual en alto se encarama. Qu bien un sabio ha llamado
Herido el toro, en clera se infla- la hermosura cosa incierta,
[ma, flor del campo, bien prestado,
mrmoles rompe como vidrios tier- tumba de huesos, cubierta
[nos, con un pao de brocado.
hombres de bulto le echan a los Yo no goc de Leonor...? ;
[cuernos, qu es de su hermoso valor?,
y all quiebra su furia, bufa y brama. pero marchitse luego,
Soberbia fiera soy, nada perdono, porque es el pecado fuego
tres partes derrib de las estrellas y la hermosura una flor.
para que al coro deste mundo bajen. Alma perdida, qu sientes?,
Heridas tengo, y por vengarme de- Dios slo a los allegados
[Ilas, da los bienes existentes ;
coger no puede a Dios, por que est el mundo los da prestados,
[en trono pero el demonio, aparentes.
y me vengo en el hombre, que es No te espante, no te admire,
[su imagen. no te cause confusin :
contempla estos gustos, mira,
(Sale don Gil abrazado con una que no slo breves son
muerte, cubierta con un manto) pero que son de mentira.
[Texto segn, la edic. de A. Valbuena
en Clsicos EBR.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAfiOLA 375

VELEZ DE GUEVARA
REINAR DESPUES DE MORIR

VIOLANTE (Canta) inadvertida prudencia


Es verdad que yo la vi pronosticarme yo el mal.
en el campo entre los flores,
cuando Celia dijo as : DIONIS
+ \Ay} que me muero de amores ! N o ve a mi madre llorar?
Tengan lstima de m ! > Pues, por qu no la perdona?

DOA INS REY

Aguarda, espera, Violante, Ins, que muris es fuerza,


deja ahora de cantar ; Apenas puedo y a hablar ;
que temo alguna desdicha, y aunque la muerte sintis
que no podr remediar. sabe Dios, aunque yo viva,
quin ha de sentirla ms.
VIOLANTE DOA INS

Qu tienes, seora m a ? No siento, seor ; no siento


H a y algn nuevo pesar? esta desdicha presente,
sino porque Pedro ausente
DOA INS tendr mayor sentimiento ;
en m esa muerte homicida,
Por los campos del Mondego antes viene a ser contento,
caballeros vi asomar, que perder por l la vida
y, segn he reparado, no h a sido nada, seor.,
se van acercando ac. porque ha mucho que mi amor
Armada gente los sigue : se la tena ofrecida.
Vlgame Dios\, qu ser! Y cuando t u Majestad
A quin irn a prender? quiera quitarme la vida
que aunque puedo imaginar la dar por bien perdida,
que el rigor es contra m, que en m viene a ser piedad
m e hace llegarlo a dudar lo que parece crueldad,
que son para u n a mujer si bien, en viendo mi muerte,
muchas armas las que traen. morir tambin mi esposo,
y mi desdichada suerte,
VIOLANT
pues este rigor forzoso,
Jess, seora, eso dices? no ser en l menos fuerte.

DOA I N S PRNCIPE

Violante, no puede ms Qu ha llegado ya el da


m i temor; pero volvamos en que pueda decir que Ins es ma !
a la labor, que ser I Qu alegre y qu gustosa
376 JOS MANUEL BLECU*

reinar ya conmigo Ins hermosa ! NIO


(Canta una voz) Esta es la corona de oro.
Dnde vas, el caballero,
donde vas, triste de ti?, PRNCIPE
que la tu querida esposa De otra manera entend
muerta est que yo la vi. que fuera Ins coronada ;
Las seas que ella tena mas, pues no lo consegu,
bien te las sabr decir : en la muerte se corone.
su garganta es de alabastro Todos los que estis aqu
y sus manos de marfil. besad la difunta mano
de mi muerto serafn ;
PRNCIPE yo mismo ser el rey de armas.
Silencio, silencio, od :
Aguarda, voz funesta, esa es la Ins laureada,
da a mis recelos y temor respuesta esta es la reina infeliz
aguarda, espera, tente... que mereci en Portugal
reinar despus de morir.

[Texto segn la eclic. de F. Ydurin en Clsicos Ebro-J


CAPITULO XXV I

EL TEATRO NACIONAL
(Continuacin)

EL CICLO DE CALDERN

Caractersticas del teatro calderoniano. Caldern, partiendo de las


frmulas de Lope, crea tambin un teatro con notas caractersticas. Cal-
dern es ms contenido ; poda las acciones secundarias y suprime lo in-
necesario. Se dio cuenta del valor que tena el subordinar los personajes
accesorios a uno central, delineado a la perfeccin. Intensifica las ideas
de monarquismo y del honor, aparecidas en el teatro lopesco; da un con-
tenido filosfico puro a muchas comedias, y, finalmente, crea el auto
sacramental, de carcter simblico y alegrico. Se diferencian tambin
en cuanto al lenguaje, ya que Caldern es un gongorino, frente a cierta
naturalidad que caracterizaba a Lope. Aumenta el valor de la escenogra-
fia, llegando en algunas obras a conceder gran importancia al puro valor
musical o arquitectnico, como en las comedias mitolgicas.

Vida de Caldern. A diferencia de la biografa apasionada de Lope,


la de D. PEDRO CALDERN DE LA BAR)A es una vida muy parca en motivos
externos, serena y tranquila. Nace en Madrid en 1600, estudiando con
los jesutas y despus en las Universidades de Alcal y Salamanca. Asis-
ti como soldado a la guerra de Catalua, ordense sacerdote y fu nom-
brado capelln de Reyes Nuevos de Toledo, donde vivi algunos aos.
Pas a la Corte con el cargo de capelln de honor de la casa real, m u -
riendo en 1681.

Obras.Su obra dramtica es menos extensa que la de Lope, ya


que entre comedias y autos se llega slo al numero de doscientas piezas.
Como Lope, Caldern cultiva todos los gneros, desde la comedia reli-
giosa a la de contenido histrico o mitolgico.
378 JOS MANUEL BLECUA.

Dentro de las comedias religiosas las mas importantes son: La de-


vocin de la Cruz, El prncipe constante y El mgico prodigioso. Esta
ltima es la ms bella y su asunto es parecido al drama de Mira de
mesela. De las comedias histricas o legendarias, la ms importante
es la conocida El Alcalde de Zalamea, basada en otra obra del mismo
ttulo de Lope.

Exalta Caldern la justicia que se toma Pedro Crespo en el capitn Alvaro de


Ataide, que rapta a su hija y, despus de deshonrarla, la deja abandonada en un
bosque. Como despus de las splicas del padre, el capitn no quiera casarse con
ella, Pedro Crespo, a quien acaban de nombrar Alcalde de Zalamea, le manda
ajusticiar

Pero al lado de estas comedias, Caldern logra crear otras de capa y


espada o de enredo, llenas de finura, como La dama duende o Casa con
dos puertas. Entre las que tienen por asunto un motivo' de honra, son
clebres El mdico de su honra, El mayor monstruo, los celos y El pintor
de su deshonra. Sin embargo, son muy superiores sus comedas de tipo
filosfico, entre las que se encuentra su obra ms genial y universal, La
vida es sueo, una de las creaciones ms interesantes del teatro europeo
de todos los tiempos :

Eli rey Basilio, de Polonia, tiene encerrado en una crcel a su hijo Segismundo,
para evitar que se cumplan los augurios de su nacimiento. Sin embargo, decide
probar a Segismundo, para lo cual, despus de narcotizarlo, lo lleva a la Corte.
Al despertar se encuentra en un estancia suntuosa y, al poco tiempo, da muestras
de clera, arrojando por un balco a un cortesano que le replica cuando trataba de
atropellar a la gentil Rosaura. Basilio vuelve a narcotizarle y encerrndole de nuevo
en la fortaleza, le hace creer que las escenas pasadas no han sido ms que un
sueo. Pero entonces el pueblo se subleva en favor de Segimundo ; le libertan los
soldados y vence a su padre, aunque se porta con l generosamente. El eje de la
comedia tiene por base lo fugaz y huidizo de los bienes terrenos :

Qu s la vida? Un frenes. y el mayor bien es pequeo;


Qu es la vida ? Una ilusin. que toda la vida es sueo,
Una sombra, una ficcin, y los sueos sueos son.

Los autos sacramentales. Caldern es el creador del auto sacramen-


tal, pues, aunque ya haba sido cultivado el gnero con anterioridad, l
es quien le da forma definitiva. El auto sacramental es una composi-
cin dramtica (en una jornada) alegrica y relativa, generalmente, a la
Comunin. La alegora, elemento esencial, consiste en la presentacin
de ideas o cosas abstractas o concretas en forma de personajes. As, por
ejemplo, es frecuente que aparezcan personajes como la Culpa, el Tacto,
la Fe, el Agua, etc. El asunto capital del auto escribe VALBUENA PRAT,
*tt entraa dramtica, est en el misterio de la Bedencin.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA 379

Como se ve, es n teatro esencialmente teolgico y religioso. Un pro-


ducto de la Escolstica contrarreformista, armonizado con una potencia
dramtica de primer orden. Los mejores autos sacramentales son: El
gran teatro del mundo, El gran mercado del mundo, La vida es sue.
y La Cena de Baltasar,

La representacin de estos autos sacramentales se sola hacer en el da del


Corpus, en lo que se llamaban carros del Corpus, pero con abundante escenogra-
fa. Una serie de tablados sobre carretas, con las decoraciones pertinentes, consti-
tuan los distintos escenarios, ya que a pesar de ser en un acto, las mutaciones
escnicas son numerosas. ,

Rojas Zorrilla. Naci FRANCISCO DE ROJAS ZORRILLA en Toledo, en


1607. Estudi Humanidades en Salamanca, residiendo despus en Madrid,
donde llev una activa vida teatral, interviniendo en numerosas polmicas
literarias. Muri, joven, en 1648.
Eojas Zorrilla, aunque de escasa inventiva, como Moreto, retoca sus
comedias hasta dejarlas perfectas. Introduce por primera vez la mujer
vengadora de su honra, dando una sohicin ms humana al problema del
honor, como en la comedia Cada cual lo que le toca. Intensifica la figura
del gracioso, creando lo que se ha de llamar la comedia de figurn en
su graciosa obra Entre bobos anda el juego, pintura de don Lucas del
Cigarral, viejo feo y receloso que pretende casarse con una jovencita. Su
ms lograda obra es la titulada Del rey abajo, ninguno o El labrador ms
honrado.
Agustn Moreto. De familia oriunda de Italia, naci en Madrid en
1618. Estudi en Alcal, se orden de sacerdote y vivi casi siempre en
Toledo, donde muere en 1669.
Moreto cultiv la comedia de santos en San Franco de Sena ; la co-
media de fina penetracin psicolgica en El desdn con el desdn, obra
de gran elegancia y finura hasta por el ambiente : (Un galn, Carlos, re-
chazado por Diana repetidas veces, sigue el consejo de su criado Polilla,
y finge desdearla. Entonces ella se enamora de veras.) Dej tambin
una muestra de ingenio en la comedia de figurn, El lindo don Diego
llena de gracia y de finsima irona. Al tipo de comedia histrico-legen-
daria pertenece El rico-hombre de Alcal, referente al rey don Pedro.
El teatro de Moreto no es por su temtica muy original, ya que casi
todas sus ms logradas creaciones proceden de comedias anteriores. Tuvo,
en cambio, un instinto de perfeccin raro en nuestros autores del siglo xvn,
unido a una gran delicadeza y pulcritud, que es su ms exacta caracte-
rizacin.
CONSLTESE. A. Valbuena Prat, Caldern Su personalidad, su arte dra-
mtico, su estilo y sus obras, Barcelona, 1941. Eugenio Frutos, Caldern de la
Barca, Barcelona, 1949.
360 JOS MANUEL BLECUA

CALDERN

LA VIDA ES SUENO

ESCENA II
SEGISMUNDO (Dentro) (Abrense las hojas de la puerta y
Ay msero de m ! Ay infelice ! descbrese SEGISMUNDO con una
cadena y vestido de pieles. Hay
ROSAURA luz en la torre.)
Qu triste voz escucho ! SEGISMUNDO
Con nuevas penas y tormentos lu-
[cho. Ay msero de m ! Ay infelice !
CLARN Apurar, cielos, pretendo,
Yo con nuevos temores. ya que- me tratis as,
qu delito comet
ROSAURA contra vosotros naciendo ;
Clarn... aunque si nac, ya entiendo
CLARN qu delito he cometido.
Seora... Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor,
ROSAURA pues el delito mayor
Huyamos los rigores del hombre es haber nacido.
desta encantada torre. Slo quisiera saber
para apurar mis desvelos
CLARN (dejando a una parte, cielos,
el delito de nacer),
Yo aun no tengo qu ms os pude ofender
nimo para huir, cuando a eso para castigarme ms?
[vengo. No nacieron los dems?
ROSAURA
Pues si los dems nacieron,
No es breve luz aquella qu privilegios tuvieron
caduca exhalacin, plida estrella, que yo no goc jams?
que en trmulos desmayos, Nace el ave, y con las galas
pulsando ardores y latiendo rayos, que le dan belleza suma,
hace ms tenebrosa apenas es flor de pluma
la oscura habitacin con luz dudosa? o ramillete con alas,
S, pues a sus reflejos cuando las etreas salas
puedo determinar (aunque de lejos) corta con velocidad,
una prisin oscura, negndose a la piedad
y porque ms me asombre, del nido que deja en calma.
que es de un vivo cadver sepultura, Y teniendo yo ms alma,
en el traje de fiera yace un hombre tengo menos libertad?
de prisiones cargado, Nace el bruto, y con la piel
y slo de una luz acompaado. que dibujan manchas bellas,
Pues huir no podemos,, apenas signo es de estrellas
desde aqu sus desdichas escuche- (gracias al docto pincel),
sepamos lo que dice. [mos : cuando atrevido y cruel
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPARGIA 381

la h u m a n a necesidad ROSAURA
le ensea a tener crueldad, No es sino un triste, ay de m ! ,
monstruo de su laberinto. que en estas bvedas fras
IY yo, con mejor instinto oy tus melancolas.
tengo menos libertad ?
Nace el pez, que no respira, SEGISMUNDO
aborto de ovas y lamas,
Pues muerte aqu te dar ;
y apenas bajel de escamas
porque no sepas que s (sela.)
sobre las ondas se mira,
que sabes flaquezas mas.
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad Slo porque me has odo,
de tanta capacidad entre mis membrudos brazos
como le da el centro fro. te tengo de hacer pedazos.
Y yo con ms albedro
tengo menos libertad? CLARN
Nace el arroyo, culebra Yo soy sordo, y no he podido
que entre flores se desata, escucharte.
y apenas, sierpe de plata,
entre las flores se quiebra, ROSAURA
cuando msico celebra
de las flores la piedad, S has nacido
que le da la majestad humano, baste el postrarme
del campo abierto a su huida, a tus pies para librarme.
Y teniendo yo ms vida
tengo menos libertad ? SEGISMUNDO
E n llegando a esta pasin, Tu voz pudo enternecerme,
un volcn, un E t n a hecho, tu presencia suspenderme
quisiera arrancar del pecho y tu respeto turbarme.
pedazos del corazn. Quin eres ? Que aunque yo aqu
; Qu ley, justicia o razn tan poco del mundo s,
negar a los hombres sabe que cuna y sepulcro fu
privilegio tan suave, esta torre para m ;
excepcin tan principal, y aunque desde que nac
que Dios le ha dado a un cristal, si esto es nacerslo advierto
a un pez, a un bruto y a un ave? este rstico desierto
donde miserable vivo,
ROSAURA siendo un esqueleto vivo,
siendo u n animado muerto ;
Temor y piedad en m
sus razones han causado. y aunque nunca vi ni habl
sino a un hombre solamente
SEGISMUNDO que aqu mis desdichas siente,
por quin las noticias s
Quin mis voces ha escuchado? de cielo y tierra, y aunque
E s Clotaldo? aqu, porque ms te asombres
y monstruo humano me nombres,
CLARN
entre asombros y quimeras,
(Ap. a su ama.) Di que s. soy un hombre de las fieras
382 JOS MANUEL BLECUA

y una fiera de los hombres ; ni s qu pueda decirte,


y aunque en desdichas tan graves ni qu pueda preguntarte :
la poltica he estudiado, slo dir que a esta parte
de los brutos enseado, hoy el cielo me ha guiado
advertido de las aves, para haberme consolado,
y de los astros suaves, si consuelo puede ser
los crculos he medido ;
t slo, t has suspendido del que es desdichado, ver
la pasin a mis enojos, otro que es ms desdichado.
la suspensin a mis ojos, Cuentan de un sabio, que un da
la admiracin a mi odo. tan pobre y msero estaba,
Con cada vez que te veo que slo se sustentaba
nueva admiracin me das, de unas hierbas que coga.
y cuando te miro ms, Habr otroentre s deca
an ms mirarte deseo. ms pobre y triste que yo?
Ojos hidrpicos creo Y cuando el rostro volvi,
que mis ojos deben ser ; hall la respuesta viendo
pues cuando es muerte el beber, que iba otro sabio cogiendo
beben ms, y desta suerte, las hojas que l arroj 1 .
viendo que el ver me da muerte,
estoy muriendo por ver. Quejoso de la fortuna
Pero vate yo y muera ; yo en este mundo viva,
que no s, rendido ya, y cuando entre m deca :
si el verte muerte me da, habr otra persona alguna
el no verte qu me diera. de suerte ms importuna?
Fuera ms que muerte fiera, piadoso me has respondido ;
ira, rabia y dolor fuerte; pues volviendo en mi sentido,
fuera muerte ; desta suerte hallo que las penas mas,
su rigor he ponderado, para hacerlas t alegras
pues dar vida a un desdichado las hubieras recogido.
es dar a un dichoso muerte.
Y por si acaso mis penas
pueden en algo aliviarte,
ROSAURA
yelas atento y toma
Con asombro de mirarte, las que de ellas me sobraren.
con admiracin de oirte, Yo soy...
1
Los antecedentes de esta conocid- mente ; pero con la grand fame comen-
sima dcima se encuentran en don Juan z de comer de ellos, et comindolos
Manuel : estaba llorando, et echaba las cascaras
Seor conde, dijo Patroneo destos dellos en pos de s ; et l estando e n este
dos homes, el uno lleg a tan, grant po- pesar et e n esta cuita, sinti que estaba
breza, que le non finc e n el mundo otro home en pos del, et volvi la ca-
cosa que pudiese comer ; et desque fizo beza, et vio un home cabe s que estaba
mucho por buscar alguna cosa que co- comiendo de las cascaras que 1 dese-
miese, non pudo haber cosa sinon una chaba, et era aquel de que vos fabl de-
escudilla de altarmuces, et acordndose suso. (El Conde Lucanor, Enxemplo X.
do tan rico que sola ser, et que agora De lo que contesci a un home que por
con fame et con mengua coma altarmu- pobreza et mengua de otra vianda coma
ces, que son tan amargos et de tan mal atarmucea.)
sabor, comenz de llorar mucho fiera -
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

ACTO II

ESCENA III

SEGISMUNDO CRIADO I .
Vlgame el cielo, qu veo ! (A SEGIS)
Vlgame el cielo, qu miro! Volvern a cantar?
Con poco espauto lo admiro,
con mucha duda lo creo. SEGISMUNDO
Yo en palacios suntuosos ? No,
Yo entre telas y brocados? no quiero que canten ms.
Yo cercado de criados
tan lucidos y briosos? CRIADO I .
Yo despertar de dormir Como tan suspenso ests
en lecho tan excelente ? quise divertirte.
Yo en medio de tanta gente
que me sirva de vestir? SEGISMUNDO
Decir que sueo es engao : Yo
bien s que despierto estoy. no tengo de divertir
Yo Segismundo no soy? con sus voces mis pesares ;
Dadme, cielos, desengao. las msicas militares
Decidme, qu pudo ser slo he gustado de or.
esto que a mi fantasa
sucedi mientras dorma, CLOTALDO
que aqu me he llegado a ver? Vuestra Alteza, gran seor,
Pero sea lo que fuere, me d su mano a besar,
quin me mete en discurrir? que el primero os ha de dar
dejarme quiero servir, esta obediencia mi honor.
y venga lo que viniere.
SEGISMUNDO (Ap.)
CRIADO I. Clotaldo es : * pues cmo as
(Ap, al CRIADO 2. 0
y a CLARN.) quien en prisin me maltrata,
Qu melanclico est ! con tal respeto me trata?
Qu es lo que pasa por m?
CRIADO 3. 0
CLOTALDO *
Pues a quin le sucediera
esto, que no lo estuviera? Con la grande confusin
que el nuevo estado te da,
CLARN mil dudas padecer
A m. el discurso y la razn ;
CRIADO 2.0
pero ya librarte quiero
de todas, si puede ser,
Ivlega a hablarle ya. porque has, seor, de saber,
384 JOS MANUEL BLECUA

que eres prncipe heredero SEGISMUNDO


de Polonia. Si has estado No
retirado y escondido, me estorbe nadie, que es vana
por obedecer ha sido diligencia : y vive Dios !
a la inclemencia del hado, Si os ponis delante vos,
que mil tragedias consiente que os eche por l ventana.
a este imperio, cuando en l
el soberano laurel CRIADO 2. 0
corone t u augusta frente.
Mas fiando a tu atencin Huye, Clotaldo.
que vencers las estrellas, CLOTALDO
porque es posible vencellas
un magnnimo varn, A y de ti
a palacio te han trado qu soberbia vas mostrando,
de la torre en que vivas, sin saber que ests soando ! {Vase.)
mientras al sueo tenas
el espritu rendido. CRIADO 2. 0
T u padre, el rey mi seor, Advierte...
vendr a verte y del sabrs, SEGISMUNDO
Segismundo, lo dems.
Aparta de aqu.
SEGISMUNDO
CRIADO 2. 0
Pues vil, infame, traidor,
qu tengo ms que saber, Que a su rey obedeci.
despus de saber quin soy, SEGISMUNDO
para mostrar desde hoy
mi soberbia y mi poder? Bu lo que no es justa ley
Cmo a tu patria le has hecho no h a de obedecer al rey,
tal traicin, que me ocultaste y su prncipe era yo.
a m, pues que me negaste
CRIADO 2. 0
contra razn y derecho
este estado? Bl no debi examinar
si era bien hecho o mal hecho.
CLOTALDO
SEGISMUNDO
Ay de m triste !
Que estis mal con vos sospecho
SEGISMUNDO pues me dais que replicar.
Traidor fuiste con la ley, CLOTALDO
lisonjero con el rey,
y cruel conmigo fuiste ; Dice el prncipe m u y bien,
y as el rey, la ley y yo, y vos hicisteis m u y mal.
entre desdichas tan fieras,
CRIADO 2. 0
te condenan a que mueras
a mis manos. Quin os dio licencia igual?

CRIADO 2. 0 CLARN

Seor... Yo me la he tomado.
Oft MANUEL BLECUA 385

SEGISMUNDO SEGISMUNDO
Quin T slo en tan nuevos mundo
eres t, d i ?
me has agradado.
CLARN
CLARN
Entremetido,
y deste oficio soy jefe, Seor,
porque soy el mequetrefe soy un grande agradador
mayor que se h a conocido. ' de todos los Segismundos

ESCENA XVIII

BASILIO ahora ? Escuchemos, pues,


Ciotaldo.
SEGISMUNDO (Entre sueos,)
CLOTALDO
Piadoso prncipe es
I Seor !, as el que castiga tiranos :
viene Vuestra Majestad ? Clotaldo muera a mis manos.
Mi padre bese mis pies.
BASILIO
CLOTALDO
X-a necia curiosidad
de ver lo que pasa aqu "Con la muerte me amenaza.
a Segismundo ( \ ay de m ! ) BASILIO
deste modo me n a trado.
A m con rigor y afrenta.
CLOTALDO
CLOTALDO
Mrale all reducido
Quitarme la vida intenta.
a su miserable estado.
BASILIO
BASILIO
Rendirme a sus plantas traza.
Ay, Prncipe desdichado
Iylega a dispertarle, y a SEGISMUNDO [Entre sueos.)
y en triste punto nacido! Salga a la anchurosa plaza
que fuerza y vigor perdi del gran teatro del m u n d o
con el opio que bebi. este valor sin segundo,
porqu mi venganza cuadre,
CLOTALDO vean triunfar de su padre
al prncipe Segismundo. (Despierta.)
Inquieto, seor, est Mas ay de m ! Dnde estoy ?
y hablando.
BASILIO
BASILIO
Pues a m no me h a de ver (A CLO-
Qu soar TALDO.) ;

25
386 HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

ya sabes lo que has de hacer. lo que vi, Clotaldo, s.


Desde all a escucharle voy. (Ret- Yo despert, yo me vi
rase.) ( q u crueldad tan lisonjera!)
SEGISMUNDO en un lecho, que pudiera
con matices y colores
Soy yo, por ventura? Soy ser el catre de las flores
el que preso y aherrojado que teji la primavera.
llegu a verme en tal estado? Aqu mil nobles, rendidos
No sois mi sepulcro vos, a mis pies, nombre me dieron
torre? S. jVlgame Dios! de su prncipe, y sirvieron
Qu de cosas he soado ! galas, joyas y vestidos.
CLOTALDO (Ap.)
La calma de mis sentidos
t trocaste en alegra
A m me toca llegar, diciendo la dicha ma,
a hacer la deshecha 2 ahora. que, aunque estoy de esta manera,
E s y a de dispertar h o r a ? Prncipe en Polonia era.
SEGISMUNDO
CLOTALDO
S, hora es ya de dispertar.
Buenas albricias tendra.
CLOTALDO
SEGISMUNDO
Tocio el da te has de estar
durmiendo? Desde que yo No m u y buenas ; por traidor,
al guila que vol con pecho atrevido y fuerte,
con tardo vuelo segu, dos veces te daba muerte.
y te quedaste t aqu,
nunca has dispertado? CLOTALDO

Para m tanto rigor?


SEGISMUNDO
No, SEGISMUNDO
ni aun agora he dispertado ;
que segn, Clotaldo, entiendo, De todos era seor,
todava estoy durmiendo, slo a una mujer amaba
y no estoy m u y engaado; y de todos me vengaba ;
porque si ha sido soado Que fu verdad, creo yo,
lo que vi palpable y cierto, en que todo se acab,
lo que veo ser incierto, y esto solo no se acaba (Vase el
y no es mucho que rendido, Rey.)
pues veo estando dormido,
CLOTALDO (Ap.)
que suee estando despierto.
Enternecido se ha ido
CLOTALDO el Rey de haberle escuchado.
Como habamos hablado
Lo que soaste me di. de aquella guila, dormido,
tu sueo imperios han sido ;
SEGISMUNDO mas, en sueos, fuera bien
Supuesto que sueo fu, honrar entonces a quien
no dir lo que so ; te cri en tantos empeos,
3
Disimular.
JOS MANUEL BLECUA 387

Segismundo, que aun en sueos ESCENA III


no se pierde el hacer bien (Vase.)
SEGISMUNDO

ESCENA X I X Quin nombra aqu a Segis-


mundo?
SEGISMUNDO CLARN

Es verdad ; pues reprimamos Mas que soy prncipe huero!


esta fiera condicin,
esta furia, esta ambicin, SOLDADO I .
por si alguna vez soamos ; Quin es Segismundo ?
y s haremos, pues estamos,
en mundo tan singular, SEGISMUNDO
que el vivir slo es soar ;
y la experiencia me ensea Yo.
que el nombre que vive suea
SOLDADO 2.0
lo que es hasta dispertar.
(A CLARN.)
Suea el rey que es rey, y vive
con este engao mandando, Pues cmo, atrevido y necio
disponiendo y gobernando ; t te hacas Segismundo?
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe, CLARN
y en cenizas le convierte Yo Segismundo? Eso niego.
la muerte ( desdicha fuerte ! ). Vosotros fuisteis los que
Que hay quien intente reinar me segismundeasteis, luego
viendo que ha de dispertar vuestra ha sido solamente
en el sueo de la muerte? necedad y atrevimiento.
Suea el rico en su riqueza,
que ms cuidados le ofrece; SOLDADO I .
suea el pobre que padece Gran prncipe Segismundo
su miseria y su pobreza, (que las seas que traemos
suea el que a medrar empieza, tuyas son, aunque por fe
suea el que afana y pretende, te aclamamos seor nuestro),
suea el que agravia y ofende, tu padre, el gran rey Basilio,
y en el mundo en conclusin, temeroso que los cielos
todos suean lo que son, cumplan un hado, que dice
aunque ninguno lo entiende. que ha de verse a tus pies puesto,
Yo sueo que estoy aqu vencido de ti, pretende
destas prisiones cargado, quitarte accin y derecho
y so que en otro estado y drselo a Astolfo, duque
ms lisonjero me vi. de Moscovia. Para esto
Qu es la vida? Un frenes, junt su corte, y el vulgo,
Qu es la vida? Una ilusin, penetrando ya, y sabiendo
una sombra, una ficcin, que tiene rey natural,
y el mayor bien es pequeo, no quiere que un extranjero
que toda la vida es sueo venga a mandarle. Y as,
y los sueos sueos son. haciendo noble desprecio
388 HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERATURA ESPAOLA

de la inclemencia del hado, Ya os conozco, j^a os conozco,


te ha buscado donde preso y s que os pasa lo mesmo
vives, para que asistido con cualquiera que se duerme ;
de sus armas, y saliendo para m no hay fingimientos,
desta torre a restaurar que, desengaado ya,
tu imperial corona y cetro, a* bien que la vida es sueo.
se la quites a un tirano.
Sal, pues, que en ese desierto SOLDADO 2. 0
ejrcito numeroso Si piensas que te engaamos,
de bandidos y plebeyos vuelve a esos montes soberbios
te aclama: la libertad los ojos, para que veas
te espara ; oye sus acentos. la gente que aguarda en ellos
para obedecerte.
VOCES
SEGISMUNDO
(Dentro.)
Ya
SEGISMUNDO otra vez vi aquesto mesmo
Otra vez, qu es esto, cielos !, tan clara y distintamente
queris que suee grandezas, como ahora lo estoy viendo,
que ha de deshacer el tiempo? y fu sueo.
Otra vez queris que vea
entre sombras y bosquejos SOLDADO 2.0
la majestad y la pompa Cosas grandes,
desvanecida del viento? siempre, gran seor, trajeron
Otra vez queris que toque anuncios, y esto sera
el desengao o el riesgo si lo soaste primero.
a que el humano poder
nace humilde y vive atento? SEGISMUNDO
Pues no h a de ser, no ha de ser Dices bien, anuncio fu ;
mirarme otra vez sujeto y acaso que fuese cierto,
a mi fortuna ; y pues s pues que la vida es tan corta,
que toda esta vida es sueo, soemos, alma, soemos
idos, sombras, que fings otra vez ; pero ha de ser
hoy a mis sentidos muertos con atencin y consejo
cuerpo y voz, siendo verdad de que hemos de despertar
que ni tenis voz ni cuerpo ; deste gusto al mejor tiempo ;
que no quiero majestades que llevndolo sabido
fingidas, pompas no quiero ser el desengao menos,
fantsticas, ilusiones que es hacer burla del dao
que al soplo menos ligero adelantarle el consejo.
del aura han de deshacerse, Y con esta prevencin
bien como el florido almendro, de que cuando fuese cierto
que por madrugar sus flores, es todo el poder prestado
sin aviso y sin consejo, y ha de volverse a su dueo,
al primer soplo se apagan, atrevmonos a todo.
marchitando y desluciendo Vasallos, yo os agradezco
de sus rosados capillos 3 la lealtad ; en m llevis
belleza, luz y ornamento. quien os libre osado y diestro

* Cabecita.
JOS MANUEL BLECU 389

de extranjera esclavitud. CLOTALDO


Tocad el arma, que presto
Qu dices?
veris mi inmenso valor.
Contra mi padre pretendo
SEGISMUNDO
tomar armas y sacar
verdaderos a los cielos. Que estoy soando, y que quiero
Puesto he de verle a mis plantas... obrar bien, pues no se pierde
(Ap.) el hacer bien aun en sueos.
Mas si antes desto despierto,
no ser bien no decirlo CLOTADO
supuesto que no he de hacerlo?
Pues, seor, si el obrar bien
TODOS
es ya t u blasn, es cierto
que no te ofenda el que yo
Viva Segismundo, viva ! hoy solicite lo mesmo.
A t u padre has de hacer guerra !
Yo aconsejarte no puedo
E S C E N A IV
contra mi rey ni valer te.
A tus plantas estoy puesto,
CLOTAIVDO
dame la muerte.
Qu alboroto es ste, cielos ?
SEGISMUNDO
SEGISMUNDO
Villano,
Clotaldo. traidor, ingrato! (Ap.) Mas, cielos!
el reportarme conviene,
CLOTALDO
que aun no s si esto}' despierto.
Seor... (Ap.) E n m Clotaldo, vuestro valor
su rigor prueba. os envidio y agradezco.
Idos a servir al re}',
CLARN que en el campo nos veremos.
(Ap.) Yo apuesto Vosotros, tocad el arma.
que le despea del monte. (Vase.)
CLOTALDO
CLOTALDO Mil veces tus plantas beso. (Vase.)
A tus reales plantas llego, SEGISMUNDO
ya s que a morir.
A reinar, fortuna, vamos ;
SEGISMUNDO no me despiertes, si duermo,
y si es verdad, no me aduermas.
Levanta, Mas sea verdad o sueo,
levanta, padre, del suelo, obrar bien es lo que importa ;
que t has de ser norte y gua si fuere verdad, por serlo ;
de quien fe mis aciertos; si no, por ganar amigos
que y a s que m i crianza para cuando despertemos.
a t u mucha lealtad debo.
Dame los brazos. (Vanse tocando cajas.)
INDICE
I N D I C E

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Prlogo 6
Primeras manifestaciones de la lengua vulgar. La epopeya medieval.
Caracteres de la pica espaola. El Cantar de Mio Cid. Otros can-
tares de gesta .. .. 9
El mester de clereca. Gonzalo de Berceo. Otros poemas del meater
de clereca 24
La lrica popular. Los cancioneros galaico-portitgueses. Las formas cas-
tellanas. La Razn feita de amor y otros poemas de origen francs.
Restos del teatro medieval 81
Alfonso el Sabio : Su figura y su obra. a) Histricas. b) Obras jurdi-
cas. c) Obras cientficas. d) Obras literarias. Libros de influen-
cia oriental 42
El siglo xiv. La poesa. -*~ Arcipreste de Hita. Otros poetas 52
La prosa en el siglo xiv. Don Juan Manuel 67
El siglo xv. - Caracteres generales. Los Cancioneros. - Los grandes
poetas del Cuatrocientos : Mena, Santillana, los Manriques. Poesa
satrica 74
Los romances viejos. Clasificacin de los romances: a) Romances hist-
ricos ; b) Romances carolingios y de ciclo bretn ; c) Romances nove-
lescos y lricos. Publicacin y estilo de los romances 93
La prosa en el siglo xv. - Caractersticas. La historia. La prosa di-
dctica. La novela 102
Humanismo. Nebrija. La poesa. La prosa. La Celestina. Edicio-
nes y autor. Aigumento. Caracteres y estilo. Realismo, idealismo.
Euentes. Trascendencia. Libros de caballeras 111
El teatro. Direcciones.Juan del Encina. Lucas Fernndez 128
Caractersticas del Renacimiento espaol. Introduccin de las formas ita-
lianas. Petrarquismo y platonismo. La poesa : Boscn, Garcilaso de
la Vega. Obra potica. Temtica e influencias. Estilo. Poetas
petrarquistas ... ... 137
Pgs.
La prosa en. la poca de Carlos V : Sus caractersticas.Los hermanos
Valds ; el erasmismo. Fray Antonio de Guevara. El Lazarillo y la
novela picaresca. Las dos pocas de la picaresca. La vida de Lazarillo
de Tormes. Sus caractersticas y estilo.Los historiadores 16-2
El teatro en la primera mitad del siglo xvi. Bartolom Torres Naharro.
Gil Vicente. Lirismo y paisaje. Cdice de Autos viejos 178
La poca de Felipe II. La poesa. Fray Luis de Len. Su obra en
prosa-. Estilo. La poesa. Herrera. Temtica. Estilo. Otros
poetas castellanos y andaluces 186
Asctica y mstica. Caractersticas. Juan de Avila. Fray Luis de Gra-
nada. Obras. Estilo. Santa Teresa de Jess. Obras. Estilo.
San Juan de la Cruz. Poesa y prosa. Lirismo y estilo. Otros
escritores ascticos y msticos ... 206
La novela pastoril. Orgenes. Jorge de Montemayor. Gaspar Gil Polo.
xito de la novela pastoril. El tema morisco. La prosa histrica.
Juan de Mariana 233
El teatro prelopista. El teatro erudito. Lope de Rueda. Obras. Juan
de la Cueva. Juan de Timoneda .. 240
El barroco literario. Culteranismo y conceptismo. La poesa culterana.
Don Luis de Gngora. Obra. Los poemas mayores. Estilo. Segui-
dores de Gngora. Enemigos y defensores de Gngora 250
Grupo sevillano y aragons. La poesa pica de los dos siglos ... 275
Apogeo de la novela : Cervantes. Vida. Cervantes, poeta. La Galatea.
Novelas ejemplares. Don Quijote, El Quijote de Avellaneda. Cer-
vantes, escritor dramtico. Persiles y Sigismunda 289
La novela en el siglo xvii. Mateo Alemn. Vicente Espinel. Otras
novelas picarescas. Castillo y Solorzano. La llamada novela cortesana.
Principales autores de este gnero novelesco ... 306
Qu e ved o : Vida. Quevedo, poeta. Quevedo, prosista. Estilo 316
Baltasar Gracin Teoras literarias.Tratados morales y polticos. El Cri-
ticn. Ideas. Influencia de Gracin. Estilo. Saavedra Fajardo.
Historiadores ;. ... 329
El teatro nacional. Lope de Vega. Obras no dramticas. El teatro de
L o p e : Sus caractersticas.'Las comedias ms importantes ... ,. 333
Seguidores del teatro de Lope. Guillen de Castro. Tirso de Molina.
J. Ruiz de Alarcn. Vlez de Guevara. Mira Amescua ... 363
Caractersticas del teatro calderoniano. Vida de Caldern. Obras. Los
autos sacramentales. Rojas Zorrilla. Agustn Moreto ... 377
COLECCIN AULA

fextos para el estudio de la Len-


gua y Literatura espaolas, di-
rigidos por Jos Manuel Blecua.

H a n aparecido :
GRAMTICA ESPAOLA, p r i m e r CUT80,
GRAMTICA ESPAOLA, S e g u n d o GUI-
SO.
GRAMTICA ESPAOLA, tercer curso.
PRECEPTIVA LITERARIA Y NOCIONES
DE GRAMTICA HISTRICA, CUartO
curso.
HISTORIA GENERAL DE LA LITERATU-
RA, quinto curso.
LITERATURA ESPAOLA, S e x t o CUrsO-
LITERATURA ESPAOLA, sptimo
curso.
HISTORIA Y TEXTOS DE LA LITERA-
TURA ESPAOLA (Dos volmenes.)
EL LIBRO DE ESPAA, antologa de
textos para los alumnos de Ba-
chillerato, p o r E l e n a Villatnana
Peco.
HISTORIA DE LA LITERATURA EX-
1
TRANJERA, por Ildefonso Maiiue
G.

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