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OCÉANOS, MARES y POLOS
OCÉANOS, MARES y POLOS
OCÉANOS, MARES y POLOS
Desde su formación hace casi 4000 millones de años los océanos contienen la mayor
parte del agua líquida de nuestro planeta.
Se llaman océanos a las grandes masas de agua que separan los continentes. Son
cinco. El más extenso es el Pacífico, que con sus 180 millones de Km2 supera en
extensión al conjunto de los continentes. Los otros cuatro son el Atlántico, el Índico, el
Antártico o Austral y el Ártico.
Dentro de los océanos se llama mares a algunas zonas cercanas a las costas, situados
casi siempre sobre la plataforma continental, por tanto con profundidades pequeñas,
que por razones históricas o culturales tienen nombre propio.
Cadenas de fosas abisales.- Son zonas estrechas y alargadas en las que el fondo
oceánico desciende hasta más de 10 000 m de profundidad en algunos puntos. Son
especialmente frecuentes en los bordes del Océano Pacífico. Con gran actividad
volcánica y sísmica porque corresponden a las zonas en donde las placas subducen
hacia el manto.
TEMPERATURA
En los océanos hay una capa superficial de agua templada (12º a 30ºC), que llega
hasta una profundidad variable según las zonas, de entre unas decenas y 400 o 500
metros. Por debajo de esta capa el agua está fría con temperaturas de entre 5º y -1ºC.
Se llama termoclina al límite entre las dos capas. El Mediterráneo supone una
excepción a esta distribución de temperaturas porque sus aguas profundas se
encuentran a unos 13ºC. La causa hay que buscarla en que está casi aislado al
comunicar con el Atlántico sólo por el estrecho de Gibraltar y por esto se acaba
calentando todo la masa de agua.
El agua está más cálida en las zonas ecuatoriales y tropicales, y más fría cerca de los
polos y, en las zonas templadas. Y, también, más cálida en verano y más fría en
invierno.
CORRIENTES MARINAS
Las aguas de la superficie del océano son movidas por los vientos dominantes y se
forman unas gigantescas corrientes superficiales en forma de remolinos.
El giro de la Tierra hacia el Este influye también en las corrientes marinas, porque
tiende a acumular el agua contra las costas situadas al oeste de los océanos, como
cuando se mueve un recipiente con agua en una dirección y el agua sufre un cierto
retraso en el movimiento y se levanta contra la pared de atrás del recipiente. Así se
explica, según algunas teorías, que las corrientes más intensas como las del Golfo en el
Atlántico y la de Kuroshio en el Pacífico se localicen en esas zonas.
Este mismo efecto del giro de la Tierra explicaría las zonas de afloramiento que hay en
las costas este del Pacífico y del Atlántico en las que sale agua fría del fondo hacia la
superficie. Este fenómeno es muy importante desde el punto de vista económico,
porque el agua ascendente arrastra nutrientes a la superficie y en estas zonas prolifera
la pesca. Las pesquerías de Perú, Gran Sol (sur de Irlanda) o las del Africa atlántica se
forman de esta manera.
Las olas son formadas por los vientos que barren la superficie de las aguas. Mueven al
agua en cilindro, sin desplazarla hacia adelante, pero cuando llegan a la costa y el
cilindro roza en la parte baja con el fondo inician una rodadura que acaba
desequilibrando la masa de agua, produciéndose la rotura de la ola. Los movimientos
sísmicos en el fondo marino producen, en ocasiones gigantescas olas llamadas
tsunamis.
Las mareas tienen una gran influencia en los organismos costeros que tienen que
adaptarse a cambios muy bruscos en toda la zona intermareal: unas horas cubiertas por
las aguas marinas y azotadas por las olas seguidas de otras horas sin agua o, incluso
en contacto con aguas dulces, si llueve. Además, en algunas costas, por la forma que
tienen, se forman fuertes corrientes de marea, cuando suben y bajan las aguas, que
arrastran arena y sedimentos y remueven los fondos en los que viven los seres vivos.
En la cercanía del litoral se suelen producir corrientes costeras de deriva, muy variables
según la forma de la costa y las profundidades del fondo, que tienen mucho interés en
la formación de playas, estuarios y otros formas de modelado costero.
La energía liberada por las olas en el choque continuo con la costa, las mareas y las
corrientes tienen una gran importancia porque erosionan y transportan los materiales
costeros, hasta dejarlos sedimentados en las zonas más protegidas. En la formación de
los distintos tipos de ecosistemas costeros: marismas, playas, rasas mareales, dunas,
etc. también influyen de forma importante los ríos que desemboquen en el lugar y la
naturaleza de las rocas que formen la costa.
FAUNA MARINA
FLORA MARINA
La vasta flora marina presente en los distintos mares y océanos constituye todo un
mundo de colores y texturas. Estos vegetales acuáticos o algas, se conoce a un grupo
grande y variado de vegetales que incluye desde especies unicelulares hasta plantas
enormes.
Las algas pueden estar flotando en las capas más superficiales de agua, (algas
planctónicas) o adheridas a rocas, piedras y bolones (algas bentónicas). Ambos grupos
son los productores más importantes en el mar y la base de todas las cadenas tróficas
allí existentes; sin embargo, sólo las algas bentónicas tienen importancia económica
directa.
Las algas marinas se diferencian de las plantas superiores porque carecen de tallos,
hojas, raíces y sistemas vasculares verdaderos. En lugar de esto, se anclan a objetos
sólidos mediante un órgano llamado hapterio o háptero y absorben los nutrientes
directamente del agua, fabricando su alimento a través de la fotosíntesis.
Algas pardas: Conocidas también como "feofitos", entre estas algas es posible
encontrar alrededor de 1500 especies y son las algas de mayor tamaño. Viven
preferentemente en las zonas agitadas de los mares polares, aunque hay algunas en
las profundidades oceánicas.
Entre las algas pardas más conocidas figura la laminaria gigante o las malas hierbas
flotantes que aparecen en grandes masas en el mar de los Sargazos. Su color se debe
a la presencia del pigmento fucoxantina, que, junto con otros pigmentos xantofílicos,
enmascara el color verde de la clorofila en las células vegetales.
Algas rojas: con este nombre se conocen un grupo de algas con más de 3.000
especies de Rodofitos (Rhodophyta). Estas algas se caracterizan por tener pigmentos
ficobilínicos que les confieren el color rojizo (ficoeritrina y ficocianina), debido a que
enmascaran el color de las clorofilas. La mayoría de las especies crecen cerca de las
costas tropicales y subtropicales.
Las algas rojas proporcionan una serie de coloides, principalmente agar-agar y
carragenina. Entre ellas se encuentran: la "chasca" o "champa", el "pelillo" o "carminco",
la "chicoria", el "llapín" y el "liquen gomoso".
Algas verdes: nombre que reciben los miembros de una división de algas que suman
entre 6.000 y 7.000 especies. Se las conoce con el nombre de algas verdes o clorófitos,
debido al intenso color que otorga la clorofila a y b.
Este tipo de algas se cuentan entre los organismos más antiguos y los científicos las
consideran predecesoras de las plantas verdes terrestres. La primera alga verde
aparece en el registro fósil hace más de 2.000 millones de años.
Todo empieza con la fijación de carbono atmosférico por parte del fitoplancton, las
pequeñas algas microscópicas que, junto con bacterias, virus y protozoos forman lo que
se ha venido a llamar red trófica microbiana: la materia orgánica producida por todos
estos organismos es degradada por las bacterias, las cuales son a su vez alimento de
los protozoos. La captación de energía por el fitoplancton es el proceso equivalente al
que hacen las plantas terrestres y los árboles y se realiza gracias a los pigmentos que
estos organismos tienen y que les permite captar la energía del sol. Si hay suficientes
nutrientes inorgánicos el fitoplancton crece y sirve de alimento a protozoos y al
zooplancton, cuyo componente más conspicuo son los copépodos. Los copépodos son
parte esencial de la alimentación de otros invertebrados carnívoros y mayores, como las
medusas, los ctenóforos, el krill, todos ellos a su vez alimento de los peces. Así,
aquellos fenómenos climáticos, de dinámica oceánica o producidos por el hombre que
afecten al crecimiento del fitoplancton terminaran afectando también a los invertebrados
y a los peces.
En torno a los dos polos de la esfera terrestre se extienden las regiones polares. Los
casquetes polares se encuentran limitados por los círculos polares Ártico, a los 66º 33'
de latitud Norte, y Antártico, a la misma latitud en el hemisferio Sur. Ambas regiones
están en su mayor parte cubiertas de hielos, producto de la acumulación de nieve
invernal que no alcanza a ser fundida por la luz solar durante el verano. Son
características de los mares polares las grandes masas de hielos llamadas icebergs,
bloques que por estar situados al borde de las costas se desprenden y comienzan a
flotar a la deriva, hasta que desaparecen confundidos con el agua del mar.
EL CLIMA POLAR
En los polos, por la posición de la Tierra respecto del Sol, los rayos bajan oblicuamente.
En consecuencia, no logran ser absorbidos totalmente por el suelo, y un gran
porcentaje del calor es rechazado por reflexión. Las temperaturas son muy rigurosas;
en muchos sitios, no alcanzan valores por encima de cero ni siquiera en verano. Las
marcas extremas que se han registrado son de -88º C en la Antártida, y -50º C en el
Ártico.
Otra característica es que en ambas áreas, a medida que se está más cerca de los
polos, los inviernos son más oscuros y los veranos más luminosos. En las zonas
polares, verano e invierno duran seis meses, y durante la estación más fría el Sol no
asoma en el horizonte.
El hecho de que los fríos no sean tan extremos en la región ártica se debe a que la
mayor parte de ésta, a diferencia de la Antártida, está ocupada por el mar. La masa de
agua oceánica absorbe mejor el calor durante el largo verano.
El animal más conocido de este bioma es el oso polar, el mayor carnívoro viviente.
Puede llegar a pesar 800 kg., y se alimenta sobre todo de focas y peces. Cuando no
consigue atraparlos, come musgos y líquenes.
Apenas 7.600 km2 de esa extensión quedan libres de hielo; el casquete glacial tiene en
algunos sitios hasta 4 km. de espesor. La vida vegetal se reduce a líquenes y musgos.
Sin embargo, hay dos especies de plantas con flores. Ambas crecen en la Península
Antártica, el extremo más cercano a América del Sur, más cálida y húmeda que el resto
del territorio. Los líquenes surgen en las superficies desnudas de las rocas. Son muy
resistentes al frío y a la sequía; obtienen agua de la nieve fundida, y nutrientes de
excrementos de aves, transportados por el viento.
Ante la escasa vegetación, no existen mamíferos terrestres. El animal terrestre de
mayor tamaño mide 0,5 cm: es una mosca sin alas, que en verano habita en los
charcos de agua dulce. Allí se encuentran también diminutos crustáceos, junto con
protozoos y otras formas vivientes sencillas.
Los pingüinos son aves no voladoras que anidan y viven en grandes colonias cerca de
las costas.
Son torpes en tierra, pero muy hábiles nadadores y buceadores. El pingüino emperador
es la especie más bella y de mayor tamaño. Otras aves típicas de la región son los
albatros y los petreles. Poseen alas alargadísimas y angostas que les permiten planear,
en un vuelo continuo sobre la superficie del mar.
Seis especies de focas habitan la región; en el siglo XIX han visto drásticamente
reducida su presencia por las cacerías desatadas para aprovechar su piel y su grasa.
Otro poblador típico de las aguas antárticas es la ballena, igualmente amenazada por la
captura indiscriminada con fines industriales.
NATURALEZA EN ANTARTIDA
FAUNA DE ANTARTIDA
A la Antártida se le considera el desierto mayor del mundo. Hay una ausencia total de
fauna adaptada a la tierra. Ningún vertebrado terrestre la habita, por lo que en el
ambiente continental la fauna está conformada apenas por algunos artrópodos (ácaros
y garrapatas), que toleran las bajas temperaturas.
El mar, en cambio, hay una explosión de vida, abundante y variada: ballena azul,
cachalote, gran calderón, orcas, lobo marino, elefantes y leopardos marinos, distintas
variedades de focas, rayas, bacalaos, brótolas, etc. Tal variedad de especies se debe a
factores como el largo período de luz, la oxigenación y la riqueza en sales de sus
aguas.
MAMÍFEROS
Los mamíferos más comunes en el litoral son los lobos marinos de dos pelos, leopardos
marinos, elefantes marinos y seis especies de focas, incluida la cangrejera, aunque la
que se destaca es la foca de Weddell.
Focas: las focas verdaderas son de regular tamaño y tienen los miembros posteriores
dentro del cuerpo, excepto los tarsos. Carecen de orejas, lo contrario a la llamada foca
peletera o lobo de dos pelos, en realidad no es una foca verdadera y tiene orejas. Se
desplazan en el agua, y salen a la tierra sólo para dormir sus siestas o tener sus crías.
Foca de Weddell: de pelaje gris oscuro con manchas amarillentas, que mide más de 3
m y puede pesar 300-400 Kg.
Foca Cangrejera: de pelaje blanco amarillento, mide unos 3 m y pesa 200-250 Kg.
Foca de Ross: Muy rara. Su pelaje es gris oscuro con partes claras en el pecho y cuello.
No mide más de 2 m.
Leopardo Marino: Pelaje gris oscuro con manchas plateadas y amarillentas. Puede
sobrepasar los 4 m.
Elefante Marino: El macho puede alcanzar los 7 m de largo, mientras que la hembra no
pasa de los 3 m. Su piel es gruesa, de color pardo.
Cetáceos: Se las divide en ballena sin dientes, o barbadas, y en ballenas dentadas. Las
especies más comunes entre las barbadas son la ballena azul, la de aleta, la jorobada,
la pigmea y la enana. La mayor de todas es la azul, y es el mamífero más grande de la
tierra. Entre las dentadas, se encuentran el cachalote y la orca, especie temida por los
pingüinos, focas y otras ballenas de las que se alimenta.
LAS AVES
Hay gran variedad de aves: Siete especies distintas de pingüinos, cinco de albatros,
quince de petreles, tres de cormoranes, una de patos, una de paloma, dos de skuas,
una de gaviota y dos de gaviotines.
El grupo de los petreles se caracteriza por uno o dos tubos nasales sobre el pico.
Encontramos aquí al petrel gigante, al damero del cabo, al petrel gris, al petrel antártico,
al petrel de Wilson y al petrel de las nieves.
De las aves antárticas, sin embargo, el grupo de los pingüinos es el que más llama la
atención por andar erguido y su completa adaptación al medio acuático. Aves
eminentemente sociables, viven en comunidades que llegan a superar los 150.000
individuos. De las 17 especies que pueblan el Hemisferio, sólo cuatro nidifican en el
Antártico y de éstas únicamente dos son de distribución panantártica.
Pingüino de Adelia: cabeza y pico negro, con ribete blanco bordeando el ojo.
Pingüino antártico o de barbijo: llamado así por la hilera de plumas negras que pasando
por la garganta, une ambos lados de la calota craneana.
Pingüino Papúa: de pico y patas rojo anaranjado, con dos manchas blancas sobre la
cabeza a modo de capucha.
Pingüino Emperador: de talla 100-110 cm, pico largo y arqueado, a ambos lados del
cuello presenta una manta color oro anaranjado que se degrada hacia abajo. Su peso
alcanza los 25-30 Kg. Sus pingüineras se encuentran dentro del Círculo Polar Antártico
y generalmente están sobre el hielo marino firme. No construyen nido y empollan
durante la noche polar.
Otras especies comunes fuera del sector antártico como el pingüino rey, de talla
semejante a la del emperador, y el pingüino macarroni y el de penacho son moradores
ocasionales de la península Antártica e islas vecinas, en épocas de migración.
LOS PECES
Entre los peces se pueden citar diferentes tiburones, rayas, bacalao, brótolas etc.
FLORA DE ANTARTIDA
Hay sólo tres especies de plantas con flores en la península. Dos especies nativas,
como el pasto "tussok" de un metro y medio de alto, y algunas matas de clavelillo; y una
que llegó con los hombres y se naturalizó en la zona: el pasto poa. Las pocas plantas
que sobreviven en este continente están restringidas a pequeñas áreas sin hielo. No
hay árboles.