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Terapia Familiar, Su Uso Hoy en Día
Terapia Familiar, Su Uso Hoy en Día
Terapia Familiar, Su Uso Hoy en Día
. . ... '
lndice
ste libro, que les ha tornado a sus nucv<: aurorcs mas de un aiio de tra-
E bajo armarlo, represenra sin embargo el esfuerzo de muchos alios de-
dicados a! campo de Ia terapia familiar sistemica y a su ensefianza. Todos
ellos son maestros de Ia UNAM. nucsrra maxima casa de estudios, sietc de
Ia Facultad de Esrudios Superiores lztacala y dos de Ia Faculrad de Esru-
dios Superiores Zaragoza. Cada uno de ellos riene amplia experiencia de Ia
escuela, modelo o enfoque dd que habla en el capitulo correspondiente
que tuvo a su cargo escribir.
La obra esca dirigida no s6lo a los alumnos de las maemfas en psico-
logia con residencia en terapia familiar, que recien se inician en los mode-
los sistemicos, sino a rodos aquellos en nuestro campo profesional, intere-
sados en conocer c6mo escos modelos clfnicos se han desarrollado y se han
consolidado en sus posibilidades de utilizaci6n para el beneficia de Ia po-
blaci6n en general yen particular de quienes requieran de Ia aplicaci6n es-
cos servicios, en nuestro medio.
Cuando Luz de Lourdes Eguiluz. coordinadora de Ia obra. y a quien
me une uoa amistad personal y academica de muchos afios, me invito a
escribir este pr6logo y me explic6 el prop6sito y esfuerzo que todo clio ha
implicado, me di6 mucho gusto y me senrf profundameme orgulloso d_el
trabajo y Ia aporraci6n de mis colegas mexicanos a! presenrar sus inquie-
rudes e ideas en esre libro, pues creo que una de nucstras fallas graves en
el campo de Ia psicoterapia en general, no s61o de Ia terapia familiar y sis-
tcmica, ha sido no escribir mas y plasmar nuestras propias experiencias,
aceprando sin cuesrionar, a veces de manera roralme.me acritica, lo que au-
cores exuanjeros nos ofrecen, que es propio de orra cu!tura y circunsran-
cias, dejando asf que e.1 colonialismo imelccrual prevaleua.
Si la orienraci6n de nuesrro pensamiento y pnlctica cllnica estuvieran
s6lidamenre apumaladas por una concieocia crfcica fundamentada en los
xiii
principios basicos de Ia uni-rersalidad y Ia singularidad, en Ia que u.nro in-
sistimos en nuestro programa de fomuci6n en d Insriruto de Ia Familia
(IFAC) desde su fundaci6n en 1972, podrfarnos filrrar o decanrar de las
aporraciones y los conocimiemos de mUltiples aurores rodo aquello que les
es comun a todos los seres humanos y sus familias, indcpcndienremenre
del momento en d riempo y el Iugar en cl mundo en que hayan exisrido
o e"istan, pasando por lo que es diverso y disringue a unos grupos de orros,
dependiendo de facrores culturales, sociales, econ6micos, geograficos, de
raza, afi liaci6n polirica, religiosa ode cualquier otra Indole, hasra lo que es
singular de cada uno. a nivel individual y familiar, y que nos hace unicos
e irreperibles, principio que finalmeme es Ia base del proceder clinico. De
esre modo, nada de lo humano que se presence en cualquiera de nuesrros
casos, deberfa sernos ajeno, premisa en Ia que insisriera Fromm consran-
remenre. en nuestra formaci6n psicoanalicica humanisra.
En el primer capitulo, Pedro Vargas hace una amplia rev'isi6n de los
antecedentes de Ia terapia familiar sisremica; en primer Iugar, el auror en-
futiza Ia necesidad de, en funci6n del conrcxto actual, valorar Ia impor-
tancia de los diferentes aporres hist6ricos al campo del conocimiento que
nos ocupa yes as( que enrendemos d detalle con que se revisa el desarro-
llo inicial de las ideas del Uamado grupo cibernetico, desracando las apor-
raciones del neurofisi6logo mexicano Arturo Rosenblurh, junro con N.
Wiener y J. Bigelow, sobre los procesos de retroal imenraci6n en Ia com-
prcnsi6n de Ia conducta inrencional, reemplazando los concepros preva-
lemes de causalidad lineal. Es en el marco de las conferencias de Ia Fun-
daci6n Macy, que reunian rcprescnrantes de las ciencias "duras" y de las so-
ciales "blandas", que se desarrollan conceptos y un lenguajc interdiscipli-
nario con d que Gregory Bareson nos ha dejado las hcrramienras re6ricas
fundamenrales, de corre antropol6gico, de Ia comunicaci6n y de Ia ciber-
nccica, para Ia comprensi6n imer~ccional del comportamicnto en que se
basa Ia terapia familiar de enfoque sisremico. Con Ia inregraci6n del gru-
po del Mental Research Insrirurc (MRI) con Don D. Jackson se consolida
Ia aplicaci6n de estas ideas al campo cllnico en el rrabajo con pacienres cs-
quizofrcnicos y sus familia.~ y cs asf como el grupo prcscnra Ia teoda del
doble vinculo, en cl aniculo pioncro "Hacia una teorfa de la esquizofre-
."
ma.
PIU) I OGO t xv
las del grupo de Milan. El rrabajo con equipo reflexivo surge hacia 1984.
al poner en duda Ia posicion de expertos y oculrar las dcliberaciones del
equipo, permitiendo que los pacienres participaran en el proceso. Su en-
cuenrro con Goolishian en 1988 y Ia influencia de las ideas consrruccio-
nisras de Gergen modillcan su orienraci6n hacia argumemos basados en
una comprensi6n relacional del significado.
Mas adelante se presen ran premisas c implicaciones de Ia tcrapia con
enfoque colaborarivo-conversacional-reflexivo; destaca asi el significado
como fen6mcno iotcrsuhjcrivo, dialogal y los sistemas huma.nos son en-
rendidos como sisremas generadores de lenguaje y significado, que dan or-
dcn a nuestra vida y nuesrro mundo, opcrando como forma de participa-
ci6n social. }\.si Ia realidad y el scmido que arribuimos a nuesrras expe-
riencias son fen6menos imeraccionales creados y vivcnciados por indivi-
duos en conversaci6n e inceracci6n con ocros. La mente individual, el pro-
pin ser, es un compuesto social, rdacional. Desde Ia perspectiva del len-
guaje y el cambio, Ia conversaci6n es Ia acrividad central de consrrucci6n
del cambio en Ia rerapia y para que este se !ogre, cliemes y equipo copar-
ticipan en un proceso social de generaci6n de significados y acciones al-
rernativas mediante la reflexi6n . Retomando el pensamienro de Wirrgens-
tein, Andersen expresa que no renemos lenguaje, sino que estamos dentro
de el. Finalmenre, Ia aurora da algunas lineas generales sobre el metodo de
Ia inrervenci6n y presema una sesi6n de rerapia ilusrraciva con esre enfo-
que colaborarivo.
En el ultimo capitulo dellibro, Ia rerapia familiar en Mexico , Ia auro-
ra hace una breve inrroducci6n en que seiiala Ia siruaci6n del ejercicio de
Ia psicotcrapia en general eo Mexico, dominada al priocipio (en Ia decada
de los SO) por los grupos psicoanaliticos IMI' y AI'M, a los que no tenian f.l-
cil acceso los psic6logos, y que se fue abriendo en los sesenra con orros gru-
pos con Ia misrna oriemaci6n (AMPP y AMPAG) pero mas accesibles; y en
otro exrremo, tal vez reacrivo, el modelo de rerapia cooducrual; despues
hay una breve menci6n dd desarroHo de Ia tcrapia familiar en E.U.A. y pa-
sa a hablar del desarrollo del rnovimiento eo Mexico, dividiendo los acon-
tecimienros en rres rnorncntos, el primero de 1960 a 1990, el segundo de
1990 a! 2000 y Ia epoca conrempor:lnea, del 2000 en addante. Como an-
tecedemc podriarnos rcmonrarnos a Ia vcnida a Mexico deN. Ackerman
(1953-54), mas en su calidad de psicoanalisra supervisor del grupo origi-
xxii PR6tOGO
RAYMUNDO MACIAS A.
MllxJCO, DI~'TRHU l' EDERAI.
lntroduccion
U n objetivo que ruve en mente para hacer este libro fue proporcionar
al lector que recien ingresa a! mundo de lo sistemico w1 panorama
hisc6rico sobre las diferentes escuelas y modelos mas significacivos que han
conrribuido a que lo sistemico se consolide no solo como una forma va-
liosa de explicaci6n, sino tarn bien como un conjunro de emaregias que
puedcn sec cnseftadas y posreriormente puesras al servicio de las familias
que lo requieran.
Es bien sabido que al escribir una hisroria sobre una serie de aconre-
cimicntos ocurridos en el riempo, esramos dcstacando con nuesrra narra-
ci6n solo una parre de una realidad mucho mas compleja. Sin embargo,
sabemos que ninguna realidad al scr descrica, por mas informado y obje-
tivo que sea el narrador, dejar:l. de ser un punro de visca personal, que rie-
ne mas que vcr con quicn Ia narra que con lo narrado. Dado lo anterior,
considero que debo hacer claras las siguientcs prcmisas: a) las descripcio-
ncs son siempre narradas por un sujcto y por tanto por mas que se uacen
de descripciones de hechos u acciones observadas, no dejaran de ser sub-
jerivas; b) las palabras, habladas o escritas, no revdan una realidad pree-
xistence sino simplememe nos acercan a ella de una manera mas o menos
fiel. Por lo tanto, cstc libro no precende una objerividad ya de por si inal-
canzable, ni busca convertirse en "Ia historia de Ia terapia familiar mexica-
na" ni mucho menos, si.no que crata de se.r una forma de o1otlvar c lncen-
civar a tOdos aquellos que conocen orras hisrorias para que empiecen a es-
cribirlas.
Para sinretizar lo anterior permfraseme recurrir a una cita de Ibanez
(200 1), invcsrigador y epistem6logo espafiol, quien ademas de sefialar que
"no existc nada en Ia realidad a excepci6n de lo que cada uno ponemos en
ella", dice que " ... ellibro de Ia naruraleza escl ahierro anre nuestros ojos,
esra incluso escrito en ellenguaje de las macematicas, pero eso no impor-
xxvi INTKODUCCI0 N
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Capitulo 1
Antecedentes de la terapia sistemica
Una aproximaci6n a su tradici6n
de investigaci6n cientffica
lntroducciOn
La.~ in tcrrogaotes surgen: ies lo mismo t<:rapia breve que rerapia fami-
liar sisremica? (La rerapia familiar es rerap ia sisremica? (Puedo hacer rera
pia fam il iar sisremica sin Ia familia? ,Consrruccivismo o construccionis-
mo? En ocasiones, las dudas sabre demucaciones particulares evidencian
una scria ausencia de conrexro hisrorico y filosofico: ies Erickson un rera-
peura sisrernico? (Bateson es posmoderno' (Ha sido Minuchin en realidad
un terapeura de enfoque narrarivo?
Frcnre a esras inrerroganres, es imporranre iniciar una labor de inves-
rigaci6n y comernar a dar rcconocimienw a! linaje inrelecrual en d que
nos q ucrcmos siruar.
El grupo cibernetico
Mayo 11 de 1942, Nueva York. En esra fecha ruvo Iugar Ia primera de una
serie de conferencias auspiciadas por Ia Fu ndaei6n Josiah Macy Jr. El nom
bre de aquel!a primera conferencia fue el de "Inhibieion cerebral", que al
decir de Bateson era una forma mas bien eleganre para hablar de hipnosis
(Brand, 1976). El tema que floraba en el aire durance aquella couferencia
era el rrabajo conjunto de Arturo Rosenbluerh, Norbert Wiener y Julian
Bigelow1 acerca de Ia importancia de los procesos de rcrroalimenracion en
Ia comprensi6n de Ia conducra inrencional. Dicho rrabajo nos explicaba el
modo en que. una unidad organ ica se manriene a traves del ricmpo y, mas
aun, como su conducra se da en funcion de una cierta finalidad a Ia que
riende en rodo momenro solo para corregicse y de esre modo aurorregularse.
Este modelo remplazaba Ia relacion causa-efecro rradicional de un es-
dmulo que !leva a una respucsra, por una causalidad circular que rcquiere
de retroalirnentacion negariva.
Hay que poner esro en contexro. Para los af1os cuarenra, rener una ex-
plicaci6n que pcrmi ricse cxplicar Ia dinamica de interaccion de: un con-
junto de elementos agrupados bajo algun ripo de condici6n diferenre del
azar, resultaba muy intcresanrc. Sc sabfa que los organismos se aut()man-
I Esre trabajo. "Behavior. Purpouse and Tdcology",fuc: publlcado tOntO artkulo en I ?43. Hist6
ricamMte. esta publicac:i6n cs reconocid3 como d primer documeruo de Lo que p.ara finales de:
es:a mi$ma d&:ada se Uam6 cib"nltica.
,Al'-'"Tt:Cl0(NTE5 DC; LA TERAPIA SISTMIC\ .S
tenlan por sl mismos, pero el c6mo se lograba esro resultaba ya mas bien
OSCU(O.
La presenraci6n de Rosenblueth entusiasm6 enonnememe a los cien-
rificos que parriciparon en ella, entre otros el matematico John von Neu-
man, d fisi61ogo mexicano Rafael Lorence de No, el neuropsiq uiatra Wa-
rren McCulloch, los amrop61ogos Gregory Bateson, Margaret Mead, Mil-
ton H. Erickson y Lawrence Kubie. Desafonunadameme, el comiento de
Ia Segunda Guerra Mundial imposibilit6 que se concinuaran entonces los
trabajos. Sin embargo, esta primcra reunion fue Ia que clio pie a Ia organi-
zaci6n de una serie de confcrcncias que tuvieron que espcrar cuatro af1os.
Hacia 1946, Frank Freemom Smith, director de Ia fundaci6n Macy,
urgi6 a McCulloch para reanudar las conferencias y seguir explorando las
ideas presemadas por Rosenblueth cuatro afios atras. Cabe sefialar que
otro de los principales animadores de estas conferencias fuc Gregory Bate-
son, que tambien insisti6 a McCulloch para que organizase las conferen-
cias (Brand, 1976), e induso se encarg6 junto a Margaret Mead y La-
wrence Frank, de invitar a! encuenrro a muchos de los participanres en las
llamadas cienciaJ blandas.
El trabajo de organizac-i 6n perrniti6 que el 8 y 9 de marzo de ese afio
diera comienw el ciclo de conferencias "The Feedbadt Mechanisms and
Circular-Causal Sysrems in Biology a11d Social Sciences" (Los mecanismos
de rerroalimenraci6n y los sistemas de causalidad circular en Ia biologfa y
las ciencias sociales).
Esras reuniones son al1ora las llamadas conferencias de Macy; en elias
parriciparon cienrificos pertenecientes tanto a las ciencias duras como a las
ciencias sociales. Podemos mencionar enrre los jY.lrticipantes ados de los
matemaricos mas importances del siglo XX: Norberr Wiener y John von
Neuman; a los neurofisi6logos mexicanos Arruro Rosenblueth y Rafael
Lorence de No; al marem,hico auwdidacra Walter Pirrs, al neuropsiquia-
tra Warren McCulloch, al psic6logo Karr Lewin y a los amrop6logos Mar-
garet Mead y Gregory Bateson, por mencionar a algunos de los mas im-
porranres que fueron del grupo base que asistfa a codas las conferencias;
ademas, como invitados que participaron en algu.nas de elias estan: Heinz
von Foerster (quien se integr6 a partir de Ia quinta conferencia como se-
cretario y relator de las sesiones), Nathan Ackerman, Ross Ashby, Leon
6 Prt'>ROVARGAS AVAlOS
~ Idea que a fa fecha prc.:valco: en gran pane de Las investigaciones sobre la ternpia f.1mifi:u s:isrt-
mica.
J Milton H. Erickson practid>la terapia desdc finales de Jos afi.os 20 hast-a finales de 1os 70. Du-
rame buena pa.rrc de esos atios; el psicoanalisis domlnaba Ia psicorerapia; sin emb3rgo. Erickson
encomr6 su propio m~todo rernp6.uico lf!jos de b corrieme an:l.llt.lC<t princi?"f (0' H::mlon y
Wiener-Davis, 1990). m:i.s adeJatnc habJaranos dt 8.
Mf'ftClOLNlfS OF I.A TLR.APIA SIST~MlCA + 11
mente, hacia Ia dccada de 1920, en el trabajo d.e Harry Stack Sullivan. Fue
en esos afios cuando se conocieron Sapir y Sullivan; este ukirno estaba ya
desarrollando una reorfa psiquiarrica que siruaiba el "evemo imeraccional"
como el ejc de su pcnsamiento.
Aquf es el pun to en el que ocurre un entrelazamienro entre uno de los
participamcs en las conferencias de Macy, Lawrence Frank, y Sullivan,
pues Frank era entonces seerctario de Ia Rockefeller Memorial y pudo apo-
yar econ6micamenre un evemo conjumo con la Universidad de Chicago.
Dicho even to sc llam6 "First Colloquium on Personal ity Investigation", en
el que tambien particip6 Sapir. AI afio siguicme se realiz6 el segundo
(Hecrns, 1991) y !a relaci6n Sapir-Sullivan se forraleci6. Sapir influy6 en
el pcns:unicmo de Sullivan a! mosrrarle el impacro de las categorias cultu
ralcs en la formaci6n de ht psicopatologfa, cs decir, Ia importancia de los
procesos lingi.iisricos y simb6licos en Ia conformaci6n de lo normal y anor-
mal (Bccls, 2002).
Hasra esre punto seguimos el lioajc que viene desde el pragmatismo
de James a Ia escuela de Chicago y el interaccionismo simb6lico, linajc que
induce a Ia aproximaci6n imeraccional del trabajo de Sullivan y que sen\
el punto de partida para Ia formaci6n de psicorerapcutas derivados o con
influencia de Ia escuela de W.'lshington, enrre los que podemos mencionar
directamcntc a Don Jackson, Murray Bowen, Lyman Wynne y Salvador
Minudun (Stier! in, l997), quicnes constituyc:n en buena medida Ia pri-
mera gcncraci6n de rerapeuras familiares.
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2C. f"LV RO VARGAS AVALOS
fnrroduccion
L a hipnosis (de hypnos, que en griego sign i6ca "sucfio") supone un cam-
bia en Ia arenci6n, que pucde ocurrir de forma ranro cspontanca co-
mo inducida.
La hipnosis como procedimiento terapcurico puede scr considerada
unJ de las tecructS mas amigu<~s que se conoccn para prO\'OCir un cambio
en los proc~os cognirivos, psicofuiol6gicos, percepruales y conducruales.
Sin embargo y pesc a que las rccnictS hipn6ricas son relativamenre senci-
llas de usar, ha constiruido y siguc consriruycndo una de las areas de esru-
dio mas comrovercidas que existcn.
En esrc capitulo analizarcmos espedficamcnrc Ia visi6n erick~oniana
de Ia hipnosis, a Ia cual se le ronoce como hi pnosis modcrna, hipnorera-
pia ericksoniana o rerapia esrrattgica de Erickson.
Esre enfoque ha sido ddinido por Haley (I 980) como t'ftraugico, es
dc:cir, una terapia en Ia cual c:l rc:rapcura inicia lo que ocurrc: durante ella
y discila un enfoquc panicular para c:~da problema. En esrc ripo de rera-
pia, el rerapcura asumc Ia responsabilidad de influir direcramenre en las
personas.
Pucdc considera rsc a Ericklon el mas importance especia lisra mundial
en hipnosis medica que dedic6 w vida al esrudio experimental y a Ia uci-
lizaci6n rcrapeucica de Ia hipnosis, dcsarrollando infiniras v:~rianres.
Es posible visualizar Ia terapia esrrar~ica de Milron Erickson como
una exrensi6n 16gica de Ia recnica hipn6rica. I .a formaci6n como hipn6lo-
go fomema Ia habilidad para observar a las personas y sus complcjos mo-
dos de comunicaci6n, para motivor a Ia gent<: de manc:ra que siga dirccti-
v;u y para influir sobrc ella mediante Ia palabra, bs entonaciones y los mo-
vimientos corporales. T.~mbicn alienra Ia concepcion de que Ia genre es
modiflcable y d espacio y el ciempo maleables, y provce ideas espcdflcas
acerca de como di rigir a ouas personas para que sc hagan mas aut6nomas
[... ] El pensamicnro de ripo cstratcgico ocupa un Iugar central end enfo-
quc hipnol6gico -<:uando se uriliz.a ad~-cuadamente- y Erickson lo ha Uc-
vado a sus limires (Haley, 1980, pp. 8-9).
En seguida analizaremos esta concqx:i6n que ramo ha aportado al
desarrollo del enfoque sistemico en el rrabajo clinico con individuos, pa-
rejas y familias.
Proccdimientos diagn6sticos
En Ia ccrapia ericksoniana nose realizan procedimienros diagn6sricos rra-
dicionales (DS~HV y ocros simi!ares), ni esrudios de Ia personalidad del
cl iente.
Hay varios supucscos en los cuales se basa esre proccder:
SCi,>Un Erickson, las teorlas acerca de las persona> y >u funcionamicnto
psicol6gico, en Iugar de ayudar al rcrapeuta lo <:l.torban. Por lo tanto,
no sc: esfon6 por tcncr una rc:oria especial ni hip6tC$i> generales accrca
de los problemas. Preferia romar ada caso tal como >C presenuba, for-
mulando hip6rcsi> cspedfi<.'3S para cada clicnrc en panicular (O'Han-
lon, 1989).
Erickson posefa una Yisi6n pragmarica de b vida y de Ia personalidad
de las pcrsonos. Para el, las personas podian cambiar rnucho a lo largo
de Ia vida y, por lo ramo, Ia pcrs<>nalidad noes algo inmurable.
lndependientemenre de c6mo sea Ia pcrsonalidad dd dic:ntc, siemprc
hay aspectos alrernativos de Ia personalidad susccpriblcs de sacarsc a Ia
luz y de usarsc en lx:neficio del diemc: (op. cit.).
Su paciente es una persona hoy, coral mente orra persona ma.i\ana, y se-
ra orra Ia pr6xima semana, cl pr6x.imo mes, d proximo aiio. Es ver<bd
que rodos tenemos un cicrto fondo general, pcro somos personas di~
tinras en cada dia de nuestras vidas (Erick.~on, citado por O'H.lnlon,
1989, p. 29).
Su rrabajo ofrcce una nueva forma de mirar a los pacicnt~ y a sus proble-
mas, rnuy apartada de l.a noci6n uadicional de Ia paralogia. No con<ide-
raba a los pacienres como fr.igiles o vulnerable> ante fucrus misteriosas
dcmro o alredcdor de c:llos, sino que le padcnt~ po>cc:n Ia capacidad pa-
ra modificar sus problemas co forma acti\':1, aunquc pucdao no csur cons-
ciemes de ello (Fisch, 1982).
Sin embargo, Ia no utiliuci6n de proccdimicncos diagn6;ticos cradi-
<:iona lc< no significa que dtcrnpeuta rrabaja a ciegas. Los procedimiemos
diagno<ticos en estc enfoque pucdcn ordcnarsc en dos nivdc;, d isrinros y
complcme.nrarios:
il.I.Jrilizaci6n de pauras diagn6sricas que rdlejan el estilo individual
de vivir, scntir y comporursc de los dicnres (Y.1pko, 1988; Robles,
1991).
b. Ayudar a comprcndcr 13 experiencia subjcriva del consuhanrc, in-
cluyendo sus forralezas y limitacioncs.
F.~tos critcrios sinen a rres prop6sitos generales: determin~r cl modo en
que sc cntrega r:i Ia rcrapia a cada paeiente en panicular (tcrapia " hccha a
mcdida") (Robles, 1991); son pauras utile.~ de considerar, ya sea que se uri-
lice el trance rcrapeurico para rransmicir Ia rerapia, o se haga uso de rcra-
pia e;trattgica ("hipnorer:~pia sin trance"}. y para Ia obtenci6n de infor-
nud6n rcspccro a c6mo se manifiesrn(n) el(los) problema(s) en Ia acruali-
dad, con especial enfasis en las pautos involucradas en su manrcnimienro
(Cadc y 0'1 lanlon, 1995).
De lo anrerior se dcriva que l~s tecnicas ccrapeuticas uti lizadas pucden
scr dcsarrolladas a partir de esos mecanismos qe mantienen d poblema.
F.sto implica, raJ como lo sugcrfa Erick.~on mas arriba, que Ia terapia debe
scr individualizada; al ser efec[Uadn a partir de las mismas pauras disfun-
cionales del paciente, es rnenos probable que se suscite rcsi;tcncia al cam-
bin tcrapeutico.
Objcti,os de Ia rerapia
Puc.~to que Erickson no tenia ninguna teoria accrca dd funcionamiemo
normal o anormal de Ia pcrsonalidad, esra es una terapia pragmarica,
oric11rada a mcras.
En general, a rrav6s de Ia obttnci6n de informacion relevance rcspec-
to a lo que lc ocurre al dieme, d terapeuta y su clicntc sc ponen de acucr-
do en cu~lcs scran las mctas del tratamienro. Oichas mctas sc defincn de
modo tal que scan facilmente alcanz.ables y susceptiblcs de ser cv;~luadas
tanto por d dicnre como por cl tcrapeuta (es dccir, son dcfinid~ en ter-
minos conducruales).
Duraci6n de Ia cerapia
Qucda absolutamencc claro que esta es una rerapia breve, en cuanto al
numcro de horas ccrapeucicas invcnidas en el cracam icnto.
Lo anterior signiflca que, segun el cipo de problema dcfinido por el
ccrapeuta y el cliemc, Ia cerapia puede variar dcsdc una sola sesi6n a varias
scsioncs. En general se entiende por terapia breve (en Ia accualidad) un pe-
rlodo de menos de 20 sesiones.
La frecuencia de las sesioncs pucde ir desdc una sesi6n semanal, a se-
siones quincenales o mcnsualcs.
El mismo Erickson afirm6:
Ef supuesro de que Ia psicmcrapia neccsarUmence debe c:er compleJa y muy prolon-
g;tda. conuadicc Ia cxpcric.nci.t de Ia vida COLidiana. Los SIIGCSOs diarios simples de un
car.l.ctcr breve y tr:msirorio pucdc:n, y con frecuencia lo haecn. cjcrc;c-r lnflucncias pro-
fundas y pcrdurables sobre Ia pcrsonalidad humana. Estos sucesos l"'leden dcrivor
totalmcmc dd prcsc:m<: inmc:di.tto y pu<en e\'oar respuC'\ras impon:antcs que cU-
rigen d prcscnr< y d fuiUro de los individuos (Erickson, 1980b/1?94, p. 4 dt. En
Pachcro. 1999).
Rclaci6n terapeurica
En esce enfoque Ia relaci6n cerapeutica ha recibido especial importancia,
desdc cl momcnto que sc Ia entiende como una rebci6n de influencia en
cl comporcamiemo del cl ieme.
Si el terapeuta qui~r~ influir en el comporramienro dd dienre, sera
necesa.rio que esce aapu ylo coop~ con las direcrivas emregadas por d te-
rapeuta. Sin embargo, en Iugar de adaprar al clienre a1 encuadre del rera-
pcura, es el propio renpeur2 quien se adapca al encuadre de su clieme.
Por lo mmo, el rer.~peuca creaci un dima de aceptaci6n .de los com-
porramicmos del clienrc, al ticmpo que es empatico co n esce.
El rerapeura ucilizani con esos fines ellenguajc del dicnte, sus inrere-
scs y motivaciones, sus creencias y marcos refcrenciales, su conducta pre-
seme, sus simomas y sus rcsistcncias (cimdo en O'Hanlon, 1989, p. 40).
bcmos usar: a mayor resistencia , sera necesario usar m:is sugerencias y rna-
nejos indirccros (Zcig, 1987/1994).
Urilizaci6n terapeurica
La herramienra b:isica o concepto clave que impregna rodo el rrabajo
cricksoniano, es el de Ia uti lizacion rerapcurica (Zcig, 1992/1994). Erick-
son describio cl mcrodo de urilizaci6n rerapeurica en Ia sigwenre forma:
l.c;>s (empeu(a$ que dcscan ::t)"\d-ar a su:; paciemcs, nunca debieran despreciar> con-
denar o rechv.-..r alguna porre de Ia conduaa de dlos, dcbido a que es una obscruc-
ciOn irrazonable o incluso irracional. El comportcunicmo del padcntc C.'i parte deJ
problema que m1cn a la consulu. Constiruye el ambiente per:)(>nal den1 ro del cuaJ
d.(:bcrci cfeccuarse Ia terapia. Puedc c<>nstiruir Ia fuena dominanre en roda la relad6n
pacienrc.-docror. De modo que cualquicr rosa que cl p-.tcicntc lraiga a Ia cozlsulm es.
en alguna forma. una pane de eJ y de so problem.:\. B p:lciettte debe ser vism con
un ojo simp3.tico, valorando Ia cmalidad con la cual se confronru d tcrapcuta. AJ h:t-
e<rlo asf, d tcrapeu<a no debit-ra limirarse a una valoraci6n de lo que es bueno y ra-
ZOilablc, que apare<:c ofrccicndo una base posible para los procedimientos terapcu
cicos. A vcces. de hecho. muchas mas vcccs de lo que es adverrido, I:J. ccqpia puede
scr establccida con firmeza sobre una base s6)ida solameme a uaves deb ucilizaci6n
de las man.ife.sraciones absurdas, irracionaJcs y conu-adicrorias. La dignidad profc-
sional de uno no est-3 implic:.lda, pero la competcncia profesional si (citado en Zeig.
199211 994' p. 74 ).
Fue el mismo Zeig (1992/1994, p. 74) qwen dcfini6 Ia utiliz.aci6n rera-
p~urica como "Ia disposici6n del rcrapeuta para responder de forma esrra
regica a cualquicra y a rodos los aspecros del pacienre o al enrorno". Por su
parrc, O'Hanlon (1989) ha descriro las siguiemcs pauras cricksonianas
que es"ln implicadas en Ia urilizaci6n terapeutica:
Utilizaci6n del lcnguajc del dienre.
Urilizaci6n de las creencias y marcos de retcrcncia dd clienrc.
Urilizaci6n de los inrereses y motivaciones del clienre.
Urilizaci6n de Ia couducra prcsenre.
Uriliz.aci6n de los slnromas.
Utilizaci6n de Ia resisrencia.
Para poner en practica esre pri ncipio erickson iano, es un requisite indis-
pensable que d terapeura desarroUe, a lo menos, dos habilidades funda-
menrales:
40 t CARMfN SUSANA GONZAUZ MONTOYA
Tecnicas ericksonianas
El enfoque cricksoniano se caracreriza por emplear esrraregias rerapemicas
no solo en la scsi6n de rerapia, sino rambien fuera de esca, entre sesioncs.
Esras rccnicas pueden ser hipn6ricas o no hipn6ricas. Ambos tipos de
recnica, como se dijo en lfneas anteriores, comparten los mismos princi-
pios de aplicaci6n que los de las tecnicas hipn6ticas.
Dada Ia diversidad de recnicas, aqui solamence se mencionadn, remi-
tiendo a! lector a Ia lectura de las referencias bibliograflcas de estc aniculo
y a Ia bibliograffa sugerida al final.
Desarrollos actua1es
La hipnosis se ha vcnido ucilizando de forma cfecciva pam muchos pro-
blemas medicos y clfnicos, ramo de nifios como de adulros.
Algunos de los problemas pueden ser psicol6gicos (fobias, [umar, an-
siedad, cstr6, esrres postraumarico, problemas psicosexuales, trastornos de
Ia al irncntaci6 n, hipertcnsi6n); orros psicosom:iticos, por ejemp lo: trntor-
nos de Ia pid, colon irritable, Ulcera duodenal, asma, migrafias, dolor, ec-
cCttta.
L.1 hipnosis rambic!n puede urilizarse en imervenciones quirurgicas,
en Ia rchabili raci6n de pacienres con problemas neurol6gicos, en esm!s. Se
uti liz,, en tracamientos como el cancer, para rracar d dolo cr6nico y los
efectos sccundarios de Ia quimioterapia (Hawins, 1999).
E.ste tipo de terapia es ad<n~ado cuando se rrabaja con un grupo de
personas que preseman problemas simila.res (puedc ser muy adccuado su
uso en psicologla de Ia salud, pues abaram los costos de las horas tcrapeu-
ticas). En estos casos, las intervenciones se rca.lizan usando un lenguajc
muy general, rratando de abarcar la mayor camidad de respuestas indivi-
duales posibles; pero esto, a Ia vez., le resta impacro terapeurico (Klipps-
rein , 1991).
Conclusiones generales
Para finalizar, revisarcmos algunas crlticas que se haccn al enfoque y Ia dis-
cusi6n de Pacheco (1999) al respecto.
Bibliogmfla
ui&. j. (1985). Fxpnmnng Eridrso~r. An Jnrrodumt~n"' ,;,, M.rn anti hu m.d, Nueva
York BrunnctiMud.
- - ( 1C)<)2), l.ln stmiN~rio Jit!daiC'CI con Milum fl. Erichon. Buenos Aires: Amorronu.
- - (19':14). ~coter>piaericksoniana".cn M. Pach:o (comp.), op. ttt. pp. 24-29.
Capitulo 3
El modelo estructural de Salvador Minuchin
49
SO t OffUA OfSATNOCMI(Q-IL\.o\SKY
Objetivos
El rerapcuca sc asocia con Ia familia con el objero de cambiar Ja organiza-
ci6n deJa misma, de cal modo que Ia experierlCia de sus m iembros se mo-
difique.
Segti.n Minuchin (op. tit.), Ia rerapia escrucwral de familia es una re-
rapia de acci6n :
Un:t rr.mstorm:tci6n de In estmcu.Jr:l f.'lmiliar pcrmicir:i alguna posibi1idad de cam-
bio ...
...EI sistema de Ia familia est~ orgoni7.>do sobre Ia base dd a poyo, regulaci6n, ali-
mcmaci6n y socializa.ci6n dt: sus miemhros. E.l rcrapeura se asocia a Ia familia no pa-
';4 0 1EllA 01 SATN /1( MI[CHI.M$-KY
Minuchin (op. cit.) scfiala que Ia familia es una unid.ad de desarrollo social
que cnfrema una scric de rarcas de desarrollo. Esras difleren de acuerdo
con los paramctros de las difcrencias culrurales. La familia experimenra
cam bios y acomodaciones a lo largo dc las disrinras erapas del proceso de
desarrollo familiar. En las diferenres era pas Ia familia va modificando sues-
rrucmra. Sc enfrenra al desafio de cambios inrcrnos y cxrernos y a man te-
ner, a Ia vez, su conrinuidad. Debe esrimular el crecimienro de sus miem-
bros mienrras se adapra a una socied.ad en rransici6n.
Para el auror de Ia rerapia esrruerural, Ia familia cumple dos objerivos:
Uno inrerno, que implica Ia prorecci6n psicosocial a sus miembros.
Uno exrerno, que se reflere a Ia acomodaci6n a una culrura y rransmi-
si6n de esra.
La familia puede cambiar y a Ia vcz manrener Ia conrinuidad suflcieme pa-
ra Ia socializaci6n de sus micmbros.
La familia imprime a sus miembros:
Un sentido de idenridad (pcrtenencia).
Un semido de scparaci6n (individuacion}.
El semido de penenencia se acompaii.a con una acomodaci6n dcl nino a
los grupos f.~miliares y con Ia asuncion de paucas rransaccionales en Ia cs-
tructura f.~mil iar que se mantienen a craves de Ia vida.
E1 senrido de separaci6n se logra a craves de Ia parricipaci6n en dife-
renres subsisremas fumiliares, en diferemcs comcxtos lamiliarcs y cxrrafa-
n1i1i:.ucs.
., imporrante Ia ddim itaci6n de :ir.eas de auronom[a y Ia delimiraci6n
de un rerritorio en d que ocurran las disrinras transacciones de Ia familia.
Un sistema .familiar que opera dentro de contexros sociales especfficos
riene tres componenres:
a. LJ e>trucrura de Ia familia es Ia de un sistema sociocultural abier-
to en proceso de rransformaci6n.
b. LJ familia muesrra un desarroUo despla7.indosc a rraves de un cier-
ro numero de erapas que elcigen rces~rueturacioncs.
c. 1..:1 familia se adapra a las circunstancias cambiantes de modo tal
que manriene una continuidad y fomcnta cl crccimiemo psicoso-
ciJl de cada miembro.
Una &milia se rmnsforma a lo largo del ricmpo, ad3pt~ndosc y rccstruc-
rurandose de modo ral que pueda seguir funcionando.
La f:1milia posee una cstructura que s61o pucde observarsc en movi-
mienro. Las f.1milias cienen preferencia por algunas pauras suficicnres pa-
ra responder a rcqucrimcnros habituales. Su forraiC?.a dcpende de su capa-
cidad para movili7-'lr pauras alrernarivas cuando las condiciones exrernas o
intcmas cxigcn una rcesrrucruraci6n. Una F.. milia se adapra al cstr6 de tal
modo que eSic mamiene Ia conrinuidad de Ia familia al mismo riempo que
pcrmirc rccsrrucrurociones. Si una f.unilia responde al est res con rigidez,
se manific:sran pauras disfuncionales.
Es(rucrura familiar
La busqueda de Ia conexi6n enrre sfnroma y sistema nos lleva a observar
Ia csrrucrura familiar, que es "d conjunto invisible de demandas fu ncio-
nales que organizan los modos en que inceractuan los miembros de Ia fa-
milia" (Minuchin, op. cir., p. 86).
El sistema familiar se c:xpresa a traves de pauras transaccionales cuyo
funcionamic:nto sc da con base en reglas acerca de quiencs son los que ac-
n!an, con quic!n y de que forma. Cuando se da una dcsvi3ci6n respccro al
nivd de tolc:rancia dd sistema, cs decir, cuando se sobrepasan los indices
de equilibria familiar, cs cuando puede prcsentarse d sinroma. Es aqui
donde d cerapema riene como interrogamd (Cualcs son las inreraccjones
que sc dan dcnuo de una estrucrura cspedfica que llc:varon a una desvia-
ci6n tal en Ia que d sfmoma es "necesario" como un mecanismo regularo-
rio para que se manrenga Ia esmbilidad familiar\.
De acucrdo con lo sei\alado ameriormcilrC, Ia fami lia se va adaprando
a circunsrancias cambiantes, ante las cualcs cxpcrimcnm esrres, ya sea pro-
vocado por sillJdcionts del contexto ode sus micmbros, o bien a partir de
los efecros derivados de procaos rraosicionales por las que van pasaodo.
Ante Ia necesidad de adapraci6n continua, Ia familia debe contar con una
g3ma de p:~uras tran.saccionales alrernarivas y con flexibilidad para movili-
za.rlas, de: tal manera que pueda cambiar de acuerdo con las demandas ex-
rernas e intemas. Cuando Ia familia no cuenca coo los elemenros para el
cambio y Ia adapraci6n, puede desarrollar mecanismos homeosraticos pa-
ra contrarrcsrar las dificu.ltadcs para aceprar cam bios. Entre esros mecanis-
mos podrfan su rgir sfnromas diversos que adquieJen una funci6n en los
sistemas y sc coneccan con escrucwras familiares espcdficas.
Diagn6stico estructural
Un diagn6stico emucrurnl implica plantear hip6tesis que inrencen expli-
car Ia relaci6n enrre las interaccionc:s sistemicas que se dan en d conrcxto
de Ia familia y el o los sintomas de sus miembros (Minuchin, 1989).
La estructura fiuniliar se rcpresema por mcdio de mapas, que consisteD
en esquemas organizarivos que permiten formulu hip6resis sobre :ireas
que funcionan correctamente e incorreetarneme para despues poder pro-
poner objetivos rerapcuricos. Los mapas reflejan difercnres momenros de
Ia estructura familiar y, aunque son represemaciones estaticas que no rc-
flejan Ia riqueza de las rransacciones familia res que esdn en continuo mo-
vimiento, se usan para poder observar y comparar distinros momencos de
Ia esrrucrura.
El rerapeura observa Ia estructura f.uniliar por medio dd proceso de
asociarse con ella; esro implica un doble proeeso de uni6n y acomoda-
m.ienro (coparticipaci6n), a Ia \'CZ que acn1a ioterviniendo para Ia reesuuc-
f MOOHO ESTRUCTURAt Ot: SAIVAO()R MINU(.I-IIN + !1.9
rdaci6n cercana con elniiio. Ella considera que, dcbido a csro, Manuel no
le riene conf1anza a su padre y le cienc miedo, lo que influye en su rendi-
miento escolar. Por d conrrario, Margarita describe la relaci6n de Luis y
Erib como cercana y explica esro con base en que Luis ha convivido con
Ia nina desde que naci6.
Luis, por su parte, considera que Manuel no tienc buen rendimiento
escolar debido a que presema "flojera", no se e~fuer<a y no aproved1a sus
habilidades. Luis coment6 que el se ha negado a ayudar a su hijo con las
rareas escolares porque con ello fomen rarla en el mayor dependencia, lo
que impedir(a que en el futuro d nino sea rcsponsablc. El senor conside-
ra que probablcmentc no aprcndi6 a ser papa de Manuel, ya que, a pcsar
de sus esfuerzos por acercarse a su hijo cuando era mas pequeiio, su espo-
sa y su familia se lo prohibieron; ahora duda si su rccncuenrro con la E.-
milia "le ha cstado hacienda a! niii.o un mal en vez. de un bien", segun co-
menta Ia fAmilia de Margarita.
Por su parte, Manuel arribuye sus problemas en Ia escuela a que no
puedc conccntrarse, se d istrae y se le dif1culta cumplir con las carcas dcbi-
do a que su papa se niega a ayudarlo con las rareas.
Los padres fuerotl cirados en Ia escuela por Ia psic6loga escolar y Ia
maesua, quienes les senalaron que Manuel no cumple porque ademas de
que no se le apoya en casa, los padres no le han ensefiado valores de res-
ponsab.i.lidad y obediencia. Esto provoc6 en los padres desconcierro y eno
jo, ya que consideraroo csta de6n.ici6n como una descalificaci6n a sus cs-
fuerzos para educar a su.~ hijos. Sin embargo, rambien se mosrraron eno-
jados con su hijo por no reflejar en Ia escuda las cnsefianzas de Ia familia.
Estrucrura familiar
El analisis de Ia esrructura familiar nos enfrenta en primer Iugar con Ia de-
f1nici6n del concepto de &milia. La discusi6n esrriba en si debemos con-
siderar a Ia familia nuclear como cenrro de Ia mirada del rerapeuca, o si
bien es necesario incluir a Ia Familia exrensa en Ia comprensi6n de Ia dina-
mica familiar. Minuchin, en disrintos ejemplos presentados en su obra
(Minuchin, 1984; Minuchin ct al.,l967), marca Ia imponancia de iocluir
en el analisis e inrervenci6n de Ia familia, su desarrollo a lo largo de las dis-
tinras ctapas del ciclo viral, Ia idiosincrasia que define las rdaciones y Ia or-
(,._ VOOllO ~... ~\ l: AAl Ot. WVAOOR MINt!(tiU\ + 6l
Proceso terapeurico
El proceso rerapeurico implica que el rcrapeuta acienda a los modos en que
los rniembros de Ia familia exper imeman Ia rcalidad, Ia forma en que se re-
laeionan cnrrc si y con cl. La rarca del rerapeura es guiar Ia enrrevisra de
maocra que las conductas pcculiarcs de sus miembros se comprendao co-
tl MO:.>tlO ! $i Rl)(TURAI f>f $A1VAI)(>R MlNUCIIIN + 67
de un todo. c::uestionar ef
problema y Ia certidumbre
det pacientc individual.
Cue-stionamiento def con-
trol h~al, del modo de re-
cortar sucesos. lntroducir
C<lnC<>piO de r.c;procid.ld y
do 6<-mpo .>mpliado. En-
cuadr.u cooducms indivi-
duot.. como porte del con-
tt>l:to.
ellos o no. Quiz:i Manuel ciene bajo rendimiemo academico como una
forma de acercar a su papa hacia c!l a craves del apoyo en las rarea..~, por lo
que se mucsrra ineficiemc cuando C:sre no esra cerca. Manuel puede esrar
hacienda csfuerzos para unir a sus padres a fin de que puedan mamencr-
se como pareja parental e inregrarse como familia. El comporramienro de
Manud pucde cstar rdacionado con un tonflicto de jerarquias y lfmites
difusos cmrc d subsisrema parental y el nifto. Es probable Ia exisrencia de
una dificulrad para deflnir las jerarqu!as que asumen cada uno de los pa-
dres y Ia abuda materna, y que esw gencre ambiguedad en los mensajcs
que recibe el nino respecro a quien es Ia figura a Ia que debe obedecer. An-
te csra ambiglicdad, cs probable que cl componamiemo de Manuel se di-
rija a mamener aliamas con cada uno de los aduhos que cjcrccn funciones
paremales, de manera que no haya dcslea!rad hacia ninguno de ellos. En
cambio, Erika no expcrimcnta dificulrad en cuamo a Ia lealtad hacia las fi-
guras parentales, ya que esra validado el papel de padre que cjcrcc Luis,
con base en que, de acuerdo con Ia construcci6n familiar, el sf ha esrado
ccrca de Ia nina, sf Ia ha sabido educar.
En el planreamien<O de esras hip6resis, inrerviene Ia evaluaci6n de Ia
forma como las fumilias han favorecido o dificultado los procesos de indi-
viduaci6n y de pertencncia de sus miembros, que en el momcmo actual
tambi~n se reflejan en los procesos que tend ran Erika y Manuel con base,
ademas, en Ia idiosincrasia f.uniliar acerca de Ia ccr<:aora y disrancia que
deben tener los padres para poder ser padres, para pode.r ser eficienres de
acuerdo no s6lo con el modelo esperado par cada una de las familias de
orige11 y sus miembros, sino rambie11 con los contcxros en los que se en-
cucnrran inmersos acrualmcntc los niiios y sus padres, por ejemplo, rcs-
pecro a Ia escuela, que esrablece criterios de normarividad accrca de lo que
significa ser buenos padres.
Finalmente, d desarrollo y los logros de !as familias se enfrentan a una
evaluaci6n de sus micmbros, de Ia~ formas como viven los procesos viralcs
en Ia familia y de sus resultados adaptarivos. Esto implica gcncrar mayor
o menor estres que impacra a los miembros individuales o a Ia familia en
su toralidad. Las construcciones familiarcs, asr como los significados vali-
dados por disrintos conrc:~tos, influyen en las modalidades relacionales de
los micmbros de las famiJias y de las famitias que se encucnrran vincula-
das entre si. Por ejemplo, Ia idea de autonomfa, de como cducar a un ni-
74 + 01 U lA Df..5ATNIK MI(CHIMSKY
iio pa(a que sea independienre, o bien de c6mo ser un padre outrieme y
cercano y a Ia ve-L favoroccr b autonomia del nino, se ve expresada en cl
Iugar que ocupa el padre freme a sus hijos y frence a Ia evaluaci6n que los
miembros de su familia polfrica bacen de su desempd;o. Esto haec que
Lt1is se encuenrre anre un dilema que lc dificulta ejercer Ia amoridad so-
brc su hijo y que lo lleva a aceptar, de alguna manera, las criticas que su
esposa y su suegra le bacen. Este plameamiento puede verse ejemplificado
con Ia siguicote afirmaci6n exprosada por Luis: "Si soy muy blaodo con
Manuel puede ser incstable (como mi bermano), o bien, si soy muy duro
con mi hijo, puede tener una infancia diffcil como Ia mia". Luis sc en-
cuencra en un dilerna rdacionado con su hisroria personal, ya que el
aprendi6 a salir adelanre por el rigor en su educaci6n; sin embargo, como
nino, vivi6 esco como dificil y poco acogedor; sin embargo, en su 1.milia
Ia flexibilidad se asoci6 a! fracaso, ya que Ia consuucci6n que formul6 su
familia respecco a Ia educaci6n laxa fue que su hermano no alcanz6 una vi-
da esrable dcbido a Ia falra de limites.
Asimismo, Luis no riene una clara sensaci6n de percenencia a su fa-
milia de origen, por lo que ,>aJora Ia cohesion y cercaoia de Ia familia de
su esposa; percibe en esca familia mayor solidaridad, por lo que su acrual
percenencia a ella lo hace sendrse apoyado y lo estimula a dar. De esra ma-
nera, seve fienado en lo relarivo a provocar algun conflicro que pueda ge-
ncrar tUl rompimienro, ya que peligraria su senrido de pertenencia a esra
familia.
Algunos ejemplos que sugieren escas hip6tesis en el caso revisado:
Manuel: "Me siento preocupado porque mi abuelira se queda sola. En Ia
cscucla muchas veces pien.~o que mi abud ira pucdc cstar sola y rrisre y eso
me disrrae".
1\(fargarita: "A veces me siemo atada y me gustaria tcner mas libenad;
si me acerco a abrazar a Luis, mi mama sc molesra, y cuando el se me acer-
ca los oii\os le reclaman que dcje en p a su mama".
Margarita: "Muchas veces le insisto a Luis que debedamos tcner nucs-
cra propia casa, donde no ruvicra que dar cxplicaciones ami mama de que
. . .
qu1ero estar con m1 esposo .
Margarita: "Luis no sabc ser papa de Manuel porque no aprendi6 a
educarlo' cuando era chico, eso ya no lo va a poder aprcnder".
A. MOD!I..OfSliUX""'\JRAI l)t SAlVAOO~MI...,UCH!N 75
Luis: "Con mi suegra no puedo ser rencoroso, pucs si uno , .., que los
dem2< le cchan ganas a Ia f.unilia y apoyan, rambien los debe uno apoyar.
l.uis: ":-.Jo me gusta que sobreprorejan a los nifios, pcro, por orro !a-
do, si mi suegra no tiene a los niiios sc muere; los ancianos deben ser pro-
regido~-
Objerivos rerapeuticos
I. Rmtruc1umcion: incluyc fijaci6n de fronrcrns, dcsequi libramicnto y
complemcntaJicdad.
I. I. Fijadon d(' frommts: definir IImires daros emre los distintos sub-
sistemas, delimir-.u los subsisremas conyugal y paremal. Establecer reglas
claras en cuanro a los papcles parenrales de cada uno de los subsisremas,
rc:spccto de los miembros de Ia familia nuclear y exrensa y de los adulros
involucrados con los nifios.
I. 2. D ..uquilibr.vnimttr. ddimirar jerarquias en cuamo al manejo de
los nii\os, principaLnenre respecro aJ componamiemo de Manuel. Aquf es
importance que ramo los padres como Ia abuela ejenan auroridad dife-
renciada respccto a los nifios, que se c::xplicircn los dilcmas en los que se
encucntran, dado que si, por ejemplo, Luis pelea por Ia jerarqula podria
pcrder Ia ccrcanfa y reconocimiemo de su esposa o de su suegra; si Mar-
garita asume una jcrarqufa respccro de su madre, podria perdcr su cerca-
nfa, o bien se podria incremenrar Ia descalificaci6n de su madre bacia su
csposo. Si se trabaja Ia disminuci6n de Ia jerarquia de Ia abuela, Manuel
podria componarse de manera mas inadecuada, dado que podria encon-
traiSe en una coalici6n con Ia abucla contra Luis; al aumemar su mal com-
ponarniemo, eslC podria 1ener Ia funci6n de ejerccr mayor prcsi6n para
que Ia abuda recupcre Ia jerarquia perdida. El terapcuta puede aliarse con
los padre>, alificando sus recursos para ser padres, sus ideas acerca de cO-
mo cducar a los hijos. de manera que se sienran validados y confirmados
en su ejercicio de Ia funcion parenral. Incluso pod ria aliarse con Luis para
fortalecer Ia confirmaci6n de sus babilidades parentalcs, por ejemplo, al rc-
salcar Ia forma como ha cducado a Erika, lo que consrara que cl sf pucde
scr buen padre y saber lo que pucdc scr bueno para sus hijos. En cuanro a
Ia jcrarquia de Ia abuela, seria convenience seiialar los bencficios de su re-
laci6n con los nii\os, el valor de sus funciones de cuidado y protecci6n de
su familia, proponiendo Ia ampliaci6n de esta fucrza, sin perder su Iugar
7& Of(UA O(SATNIK MI(CHit.iSKY
puede evaluar de qu~ manera han llegado a constituirsc como verdadcs fa-
miliares que gobiernan las acciones, los pensamiemos y sencimientos de las
persona.~, por ejemplo: "un padre que no ha visto crecer a su hijo no puc-
de ser buen papa", "demasiada protecci6n dana a los nii\os" o "solo con ri-
gor pueden los nifios alcanzar Ia escabilidad". Estas premisas puedcn pro-
venir de experiencias que las personas han renido en sus familias de ori-
gen, o bien de premisas culturales difundidas y vividas como cicrtas, por
lo coal ya no pasan por la discusion o cuestionamiemo de su veracidad pa-
ra el caso concrero. AI rcsalrar Iadas fuertes o imroducir premisas alterna-
rivas con las cualcs sc pucde rebatir las ya enunciadas, se favorece wla am-
plificacion de las cogniciones que subyaccn a Ia conducra y a las pauras de
relaci6n enrre los m iembros de Ia familia.
lmroduccion
S e considera que Jay Haley fue quien acui'i6 d rermino estratlgico para
referirse a aqueUa rerapia en que d profcsional traut Ia intervenci6n cs-
pecifica para d problema que se le presenra; sin embargo, d rermino ~ts
rratigico rambien se idcntifica con los planreamiencos de Weakland, Fish,
Wat:zlawick y Bodin (1974) rdacionados con Ia soluci6n de problemas.
Sicmprc es diflcil ubicar a los acrores de un campo disciplinar. No ro-
dos los colcgas de esa disciplina esdn de acucrdo en una clasificaci6n por-
quc dichos actorcs van modificando sus puntos de vista a lo largo de sus
obras y ademas porque no sicmprc sc poncn de acuerdo en los crirerios
que gufan a una u orra clasificaci6n. Para algunos, Haley cs una figura de
cransici6n entre las posiciones estrategica y escructural, y hay quicncs no
pueden ubicarlo en alg6n enfoque porque consideran que durante su
tiempo crcarivo sicmprc oscil6 entre varios cnfoques (Hoffman, 1987). En
cstc capitulo sc hablara de Ia rerapia estrarcgica idenrificandola con las pr<>-
puesras desarrolladas principalmentc por Jay Haley y Cloe Madanes.
La rerapia esrraregica es definida por Haley (1980) como aqueUa en
Ia que el terapeura lleva en gran medida Ia iniciaciva yen Ia que cienc que
"ideorificar problemas solublcs, fijar metas, diseiiar intcrvcncioncs para al-
camarlas, exrunioar las rcspucsras que rccibe para corrcgir su cnfoquc y,
por Ultimo, evaluar el resulrado para vcr si ha sido eficaz". Asimismo, con-
sidcra que Ia tcrapia cstrategica "noes un enfoque o reoria particular, sino
varios ripos de rerapia cuyo comun denominador es que el terapeura asu-
me La responsabilidad de influir directamente en Ia geme".
02 1RJS .xOOtm CAltOA MCM.DO
Unidad te(apeutica
La propuesta de Haley era dejar de lado las ideas predominantcs en su rno-
mcnro: no hablar de s!nromas, esudos menrales o esrados animicos gene-
rales. Adoptar cualquiera de esas posicioncs supondria rrabajar sobre d
individuo y Ia inviraci6n de Haley era, y cs, ccntrarse en situaciones socia-
les. Si bien a [a rerap ia llcga tm pacience con una queja, dicha queja puc-
de definirse en d ifcremes unidades sociales. Debe emcnderse que la qucja
es el resuhado de Ia interrelaei6n entre divcrsos individuos, inccrrdaci6n
que esci compuesu por una seric de actos y comporcamiemos que sc en
cuemran de alguna mancra esrcreocipados o, para usar las palabras de Ha-
ley, "sc encuentran crisralizados". De tal forma, ademas del pacienre o
clicnte, las personas involucradas se han adaprado de alguna manera a esa
forma de intenelacionarse y d rerapeuta ciene que lograr modificar esos
comporcamiencos.
84 uus XOCIIITl GAliCIA M0'\(00
La organizaci6n y Ia jerarquia
Haley analiza a Ia familia como una organizaci6n social que, por lo mis-
mo, debe ser vista en rerm.inos jerarquicos; Ia familia es una organiz.1ci6n
en Ia que sc csrableccn jerarqu!as y se elaboran reglas sabre quicnes tienen
mas podery esrarus, asf como sabre quienes juegan los niveles secundar ios.
La idea de planrear a Ia familia como una orga1)izaci6n es producro de
un cuesrionam.iemo de las influcncias re6ricas que Haley mvo durante su
rrabajo inicial. La teoria de los sistemas no le ofreci6 una alrernariva real,
pues a un nivd cxplicativo dicha reorfa sosriene que el sistema familiar es
estabilizado mediante procesos de regulaci6n aurocorrectivos, activados
como respucsta a un inremo de cambia. De tal forma, Haley considera que,
para fines rerapeuricos, dicha reorfa promueve Ia estabilidad, por lo que no
es una rcorfa que suscire cl cambia. Puede pcnsarsc que cualquicr inrenro
del rcrapeuta para inducir el ~-ambio pucdc producir en la familia una rc
sisrencia, prod uctO de los procesos rcguladores que rienden a mamener cl
equilibria. Estas ideas de homeosrasis y esrabilidad no son compari'bles
con h noci6n de cambia de Haley, y solo rescara de Ia rcoria de los siste-
mas el principia de secuencias de comporramicnto reircradas, que penni
ten hacer prcdicciones y por ramo rcalizar una inrervenci6n terapcurica
con un pron6srico de lo que aconreccd. Ademas, Ia reoria de sistemas per-
mire implfciramenre que los imegranres del sistema eludan su responsabi-
lidad individual al considerar a rodos ellos como iguales. Con rcspecto a
86 + lRIS XOO ll'rl c":ALI(:lA M0Yf1)(,')
Ia urilidad de Ia reoria del doble vinculo, ode Ia doblc ligadura, Haley asu-
me que restringe sus aporracioncs a Ia descripci6n de Ia conducra, pcro no
para su modificaci6n, pues inicialmence d empk:o de dicha reorfa en Ia rc-
rapia se asoci6 con LLn esdare.cimiemo de las relaciones familiares, to que
causaba que los implicados romaran una acrirud defensiva ante el rera-
peuta, o se embelesaran en la descripci6n de su comportamiemo sin que
se compromerieran a cambiarlo (Haley, 1980, 1985). AI susticuir el rer-
mino de doble vinculo par el de paradoja, Haley lo hace exrensivo ram-
bien a las organizaciones, promoviendo con elto una mayor claridad y pre-
cision a Ia parre explicariva, pues le permire describir nivdes anrag6nicos
de comunicaci6n, y a Ia v~'Z posibilira una forma, clara y precisa, de incer-
vcnci6n en Ia que se evican o disminuyen las connoraciones negativas pa-
ra el dienre.
D Luante su uabajo en insriruciones, Haley se percac6 de que en elias,
asi como en Ia familiae induso en cicrros animales ex.isre una organiz11-
ci6n en la que seven implicadas jerarqLLias. Esra idea de jerarqLtia en Ia fa-
milia rambien csra presence en Minuchin (1974), quien habb de diferen-
res niveles de autoridad c:n cl sistema familiar y Hcga a emplear Ia frase de
.. poder jcnirquico" para indicae Ia intima relacion existemc enrre esos rer-
minos. Ser conscienre de !a exisrencia de una organizacion, ramo en las fa-
milias como en las instituciones, y emplearla no solo como un elemenro
explicarivo del comportamienro inadc:cuado sino rambicn como un de-
memo sobre cl cual incidir para promover cambios en el comporramien-
to fue la propuesra de Haley. Una conducra inapropiada es d producto de
un rrastocno en la comw1icaci6n que a su vcz procede de una organizacion
que funciona inadecuadamcnrc, dcbido a que: las jcrarqufas estan rrasroca-
das o son difusas.
Desde esra pcrspecriva, se considera que Ia manera no acerrada de ac-
ruar del clienre, no se debe a el sino al conrexro de Ia situaci6n to !a que
se encucnrra. Esra apreciaci6n es congrueme con Ia idea de unidad rera-
p<!ut ica, pues no considera unicamcnrc al individuo y a su familia sino
tambien un encorno mas amplio. Adc:m~s. supone que la queja, la con-
ducra inadccuada o el problema pueden presenrarse, Ia mayoria de las ve-
ces, por confusiones en la jerarqufa familiar, dando como resulrado pcr-
tmbaciones en Ia forma de adaprarse al cido de vida familiar por el cual se
atraviesa (Haley, 1980, 1985; Madanes, 1984, 1990).
l ERAPIA f S~Al!GICA 87
Metodos de intervenci6n
Formulaci6n del problema
Pam Haley, Ia terapia es cxitosa cuando soluciona Ia queja o el problema
del clieme. Para !ograr lo anterior, !o mas imporcante es saber cual d pro-
blema, poder definir!o. De ral forma, Ia rarea inicial del rerapeuta es saber
c6roo formular un problema y, con base en dlo, saber como reso!verlo.
Son dos fases que van de Ia rna no, pcro sin Ia p r;mera es difkil, si no im-
posib!e, lograr Ia segunda. De ahi la imporrancia de que se formule dara-
menre el problema. Por ello Haley es explicito e.n !o que debe hacerse en
la primera enrrevisra y da una serie de sugerencias; pero especial mente se-
iiala las erapas que deben cumplirse en esa primera enrrevisra, pucs de cllas
depended Ia formulaci6n y posterior so!uci6n dd problema del diente.
Una de sus valiosas sugerencias es Ia de que no hay riempo !inure pa-
ra esa primera emrevisra, que puede enrrevistarsc a una sola persona, pcro
tcnicndo en mente que a traves de ella se puede conocer e intervenir sobre
!a familia. Se prefiere que en esa primera cntrevista sc hallcn presentcs ro-
dos los involucrados; !a unidad social adccuada comprcnde a todos los que
habitan a! hogar, pcro pucdc invirarse tambien a otros familiares, c inclu-
so, end caso particular de un nino COil problemas escolares, a el o los pro-
fesores que ruvieran comacto con el nino. Hay que tener siempre prcscn-
te guc la confusi6n o conducra inadecuada que pudiera presenrar el cliente
cs producro de Ia situaci6n y nunca de tma peculiaridad de esrc.
90 + li:OS X6Cl-11Tl GAliCtA MOYLDO
Etapa social
Es el primer momenta de conracto emre los miembros de Ia familia y el
terapeura, quieo al saludarlos y h&cerlos senrirse c6modos, rambien debe-
ra rransmitir el mensaje de que cada uno de dlos es importance en Ia tarca
de ayudar aJ pacieme idemificado. Tambien debera observar comporra-
micmos que lc indiqucn cl csrado de animo de Ia familia, las normas dis-
ciplinarias, las alianzas y coaliciones. Todo esto debera ser considerado co-
mo info;maci6n provisional y no debera comunicarlo a Ia familia.
TERAPIA l5TRA1(CICA t I'Jl
Etapa de interacci6n
Una vez que cl tcrapeura, a rrnves de un manejo direcro de Ia conversaci6n,
ha obrenido Ia opinion de rodos los prescmcs acerca del problema, se pro-
cede a iniciar Ia fase que consisrc en que rodos los micmbros de Ia familia
dialoguen emre sl sobre d problema. Aunquc d tcrapcura conduce Ia en-
rrcvista, su inrcnci6n debera ser Ia de alenrar d dialogo f.1rniliar; todos de-
ben participar en Ia comunicaci6n, y si cs prcciso se procurara llevar Ia
conducra o siruaci6n problema a Ia sesi6n, es decir, se escenifieara el pro-
blema para ver como reaccionan los micmbros de Ia familia_
La inrenci6n de esta erapa cs Ia de que el rerapeura, por medio del re-
pone verbal y de las inreracciones enrre los presemes, reuna mas informa-
cion que le posibilitc idcmificar las pauras de comunicacion en Ia familia
(!a sccucncia crisralizada de Ia que se habl6 ameriormenre), describir Ia or-
ganizacion jcrarquica de Ia familia y, por ende, rener en claro cual es Ia es-
rructura part icular de !a familia.
Por ~u parrc, Ochoa (I ??5) rccomienda una scric de pregunras que
pucdcn ~mplearse en esta etapa. Son las siguicmes: (Cuando sc produce el
slmoma. de que mancra, d6nde y con quien? {Que haec cada integrame
de l;l fJrnilia wando aparccc el proolcma' ,como dcsaparecc cstc? ,Qu icn
s<: sienre rr:mornado, preocupado o rrisrc por cl problema? (Que otro
micmbro de la familia ticnc o ha renido un problema scmcjanre? ,Que
micmbros sc parecen entre sl? (Hay algo que les prcocupa? ;Con que pa-
ricmes ciene cada uno mas rebci6n, y como cs esra? <La persona que pr.,..
senu d problema se asemeja a alguno de esos paricntes, o su problema es
parectdo al de dlos? (A quienes une y a quienes aleja d problema demro
de lJ familia? ;Que cosas cambiarlan si el problema dcsapareciese?
Directivas
El trabajo de Haley se distingue pnr emplear direcrivas. A esras las define
de manera muy general considerando que 50n "codo cuamo sc haga en te-
rap ia" ... , "roda acci6n del rcrapeura <:ansriruye un mensaje para que Ia
orra persona haga alga: en ese sentido esra impaniendo una direcriva"
(Haley, 1980). Asf, que cl tcrapeuca a.firme algo. o pida que se amplle Ia
tnformaci6n, o rcpita lo que dice d clience o incluso guarde silencio, se
mta invariablemenu: de direccivas. Sin embargo, en estc uabajo con d ter-
mino dir~nivns se hace refcrencia a las rareas que el rerapeuta imparte du-
rante la'scsi6n.
Tipos de directivas
El cmpleo de di<Cctivas y. de manera mas <:SJXcifica, Ia asignaci6n de tareas
en Ia cer.~pia cumplen con los siguientcs objetivos: a) lograr que los indi-
viduos se comporten d~ una manera distima que propicie en ellos cxpe-
riencias subjctivas diferenres, b) imensificar Ia relaci6n entre clientc-s y re-
rapeuta y dar a esre mayor estarus y jerarquia, y c) obcencr orro tipo in-
formaci6n que nose haya proporcionado en Ia entrevisca.
l'areccrfa, poe el nombre de directivm, que Ia presemacion de las rare-
as debe haccrsc de una sola manera; pero se propane que pucde haccrsc de
dos: a) pedir algo para que se cumpla, y b) pedir algo para que no sc cum-
pia. Podria plamearse que Ia primera forma es una dirc:ctiva "dirccra'' y Ia
segunda una direcciva "indirecra". Esta ultima altc:rnativa conduce a un
cambio por Ia v{a de Ia resistencia y de Ia rebeli6n; es una dircctiva para-
d6jica porque el cerapeuta desea producir el ca.mbio y al mismo cicmpo pi-
deal client~ que no cambic:.
1. Oirectivas directas
Las direccivas directas pueden darse de dos mancras: pidicndo que sc dcje
de hacer lo que se ha ven ido hacienda o pidiendo que se haga algo dife-
reme. El primer C.'\So es el mas diflcil porvarins razoncs; como sc ha men-
cionado, el cl ieme y su familia ya han crisralizado su comportamicnto, y
una VC'l que cstc se inicia no puede ya detcnerse; dcjar de scgu irlo pucdc
no conYencer al clieote porquc no ieoe orra manera de actuary sc sicnte
dcs,'l!lido; por orra parte, para lograr csa acci6n con s61o pcdirlo, se re-
quicrc que d rcrapcuta gocc de una reputaci6n de c:xpcrto que mucva al
dienrc a cumplir con Ia direciva. Para esto ulTimo se sugicrc que Ia diJ=-
riva v;~ya acompaiiada de orros mensajcs, rcpetirla en varias ocasioncs du-
rante Ia sesi6n, magnificarla y/o pcdir ayuda a los involucr.~dos para que el
clicntc: Ia cumpla. Con cscas opcioncs se procuu que el rerapeut:l !ogre su
cometido: que se cumpla con la direcriva sin quedar el atrapado en el com-
ponamiemo inapropiado que prctende cambiar. Cuando se pide que se
haga :tlgo difcrentc. cs Ia oportunidad para cr~r nuevos habi ros; los h:ibi-
ws viejos e inadecuados por lo general nose abandonan porque nose rie-
nc inicia1 i'"<l o forma de dcgir algun otro comportamienro. De cal forma,
'16 + IRISX6c:HJn(~tCIA '10"ft00
2. Direcrivas indirecw
Las dircctivas indirccras csr:in conformadas por las rarcas paradojicas. Es-
ras tarcas se emplean cuando las fami!ias, aunque soliciran ayuda dc:sc:spe
radamcmc, rcchaun todas aqucllas renrat:ivas de soluci6n que se lcs o~
cen. En. cstc caso, Ia opci6n cs dar siempre dos mensajcs rranstnitidos a ni-
TlR.A.P'IA FSTRATfGI\A t 97
plan las tarc:a; se buscara que esrcn al alcancc de Ia familia; quizas sea ne-
cesario habcrlas negociado, y adcm:is dcbenin presemarse de una manera
clara y prccisa. En ocasioncs ser~ impcrioso reirerar las insuucciones da-
das, para que en caso de que no sean cumplidas se pucda pcnsar en algu-
na maniobra rcalizada por Ia familia y no en Ia falta de daridad de Ia ta
rea. Aunque en Ia rerapia estraregiea eonsramcmcnte sc: pidc prccisi6n, no
quedan excluidas aquetlas direcrivas imprccisas o sugeremcs, siemprc y
cuando rcngan un fin esrraregico: sc puedc desli>.ar una ide,, en Ia conver-
saci6n para que los parricipanrcs "esponcineamenre" considcren realizar
esa rarea. La precisi6n de Ia directiva reside en que Ia rarea que se insinua
sea lo mas dc:tallada que se pucda.
Se propane que en las tareas se involucre a rodos los mic:mbros de b
familia y que sc simule <:n I~ sesi6n alguna de las actividades propu~tas.
Tarnbien sc sugiere que en caso nccc:sario sc abra una polem.ica sobre las
manetas en que Ia fami lia cree poder eludir Ia rarea. Adcmas. sicmpre que
>C esrablc-LCa una rarea hay que solicitar sus resultados en Ia sesi6n si-
guiemc; cuando las rarcas no sc cumplen, c:l rerapeura dcbcra seiialarlo en-
facizando que los diemcs se han fallado a si mismos y que nunca S2bcin si
hubiera sido imporranrc para dlos habcrlas realizado. Dcjar pasar d in-
cumplimiemo de las rarcas implicaria que las acciones del rcrapcu[3, asf
como Cl mismo, carecen de imponancia, lo que aumemaria Ia probabili-
dad de que en sesiones subsecucntcs no sc cumpla con las acciones pro-
puesras por d terapeura.
seada, como el dolor de cst6mago con el que logra Ia arenci6n familiar; asi
se obtiene el be.neficio a rraves de lo irreal, de lo fingido y, por lo rnnro, ya
noes necesario prcsentar d componamiemo real que resulra dafiino a! in-
dividuo.
Presemacion de un caso
es rcgai\6n. Enfaciza que su mamJ siempre Ia es!:i hostilizando con las ra-
reas domc!sticas y escolares y con su sobrepeso. Considera que su dcsem-
pei\o .lc:tdcmico cs bueno pc;e a Ia dificulrad qu" ha cxperimemado, y
tambien coincide en que su meta d,be ser Ia de no reprobar el grado esco-
lar, aunque no csra segura de querer esrudiar d bachillerato que le impone
Ia madre.~ De cs1a forma se logra cumplir con Ia etapa de fijnt:ion tk metm.
Hay que senalar que tambien se pudo obrener informacion, aunque
poea. de Ia estrucrura de Ia f.amilia. E1 padre y d hijo no parecen csrar in-
miscuido.s en d problem~. A este ulcimo casi no sc lc menciona, yen lo
que ~pecta al padre se observa que cs un padre periferico; no es una fi-
gura fi>icamcmc proxima a Ia familia, y nose imercsa en cl morivo por d
que l.tS involucradas han acudido al terapeura en busca de ayuda.
El problema, aunque riene cicrta hisroria, nose prescma con excesiva
graved ad y, por lo mismo, no hay en cl jerarquia inverrida.S Aunque se for-
mul6 Ia hip6resis inicial de jerarquia incongruenre, parece que todavia se
esci dcsarrollando sin cstar plenamenre establecida. Isabel, aunque su in-
rdigencia le pennitc aprobar sin esrudiar, cmpieza a manejar Ia arenci6n
de su madre con sus bajas califiC3ciones. Y Ia madre:, aunque csr::i preocu-
pada, nose sienre del rodo impotenre. Nose refiere que haya hahido orros
inrcnros de resolver cl problema por medio de cspecialisras. Aunque hay
ocros aspectos dondc existen conOictos (rareas domesricas y sobrcpeso), s6-
lo se enf.1riza d academico, as{ que el problema esra muy locali~do. Tal
problema parece persistir porque enrre los padres no cx.isten expecra rivas
comunes accrca del desarrollo de los hijos.6 Mienrras que a Ia madre le
preocupa lo academico, parece que al padre le inreresa mas cl aspecro so-
cial. Esro conduce a Ia consideracion de que cxisren problemas conyuga-
lcs, aunque por el momenro no pucden ser rrarados. Por orra parte, Ia es-
traregia de las bajas calificaciones puede ser resulrado de una negariva a
crecer por parre de Isabel; desea seguir siendo considerada una nina de Ia
que debe csrar pendienre su madre. Por lo demas, Ia actirud de su madre,
1 Ha.lty sdiala que b.\ mei:as deben s:er objetiv:l.S y o,~:amlfka.b1e."' para que puecb cvaluarsc: d gra-
do de ex ito
s l lalcy rec.omiend-:t oonocec csto para no caer en escr.uegias que no han logrado el cambio.
flRAI'IA l ~l'IV\TEC.lCA t l 09
' Siro>ci6n su~rocb por Holey (198)) p:an que d dicnrc qucdc comprome~ido con d l<npruta
y para \'tr d 10\'0iucra.m.imro d~ los- inccrCPdos y las posibthdades de c::jecuci6n dr Ia wta.
10 HaJcy (1980) set'\2b. que l1ay que preparar a los padres :a stpararse de $US hijo.s..
11(,) + IRIS XOCHITt GAliCIA MO'r'H>O
Bibliografia
L a cerapia c:s una conversaci6n enrre dos personas como mfnimo (un te-
rapeuta y un clienre) sabre eJ modo de alcanzar Ia meta de esre Ulti-
mo. De Shazcr (1994) especifica que Ia psicoretapia es fundamenralmen-
tc una scric de imercambios li nguiscicos. S61o cuando por obra de esta
conversaci6n, el clienre empieza a dudru: al fin del encuadre inmucable de
su siruaci6n diffcil, podemos considerar que se ~bre Ia puerta hacia el cam-
bia y Ia solucion. Esro es lo que consdruye, en esencia, Ia terapia breve.
La cerapia breve no significa menos rraramiento sino mayor eficacia. Por
rerapia eficienre se enriendc aquella dirigida a un esrado especifico, a un ob-
jerivo. Si nuesrras intervenciones son efectivas, el pacienre sabra, aun antes
que nosocros, cu:lndo ha completado el rraramiemo (Cummnings, 1990).
Lazarus y Fay (1990) expresan que Ia buena rerapia es prccisa y que
no requiere metodos prolongados o redundances; esro no significa que el
cerapeuta deba tratar superficialmenre detalles imporr,~nces o sacrificar Ia
escrupulosidad a Ia brevedad, sino que cada inrervenci6n debe producir
u.n efecro.
Quien trabaja con terapia breve rrara de comprender el problema de
los cliemes desde una perspecriva que privilegia Ia inreracci6n humana,
apoyandose en Ia comunicaci6n sabre Ia base de que el lenguajc csta pre-
sence par todas partes y organiza la vida en Ia f:unilia y en orros contexcos;
cabe re.~altar que Ia comunicaci6n construyc signifi.cados.
La aproximaci6n inreraccional abandona el punro de vista de Ia cau-
salidad lineal y deja de !ado el problema de: Ia vcrdad, ccmcindose en cam-
bia en cl significado que los pacienres atribuyen a una persona, a una si-
li S
11 (I t MARfA kOSARIO E.SPIN()S,.\ l'-1\1 UOO
Concepcion de la familia
Seve ala familia como un sistema evolucivo que pasa por crisis o dificul-
rades y cuyo mal manejo dara odgen a problemas y/o sinromas particu la-
res. La persistcncia eo una accirud inadecuada frcnre a las dificu ltades no
implica necesariameme Ia exisrencia de defectos fundamentales en Ia or-
ganizaci6o familiar o un deGcir memal en los protagonisras. La genre per-
siste par inadvenencia en actividades que mancienen vivos los problemas
y a menudo lo hacen con Ia mejor de las imenciones.
En Ia cerapia breve enfocada a problemas, el paciente real es quien re-
porra d problema, es decir, se anal it.a quien esni motivado para cambiar,
ya que a mayor motiYaci6n mayor probabilicfad de 6cito. Se puedc ver a la
familia complcta, con fines de esclarecimicnto, pero no necesariamenre se
rrabaja con todos sus miembros.
A este respccto d modelo h<tce una distinci6n entre "paciente" (el o
los que preseman algun simoma) y "clienre" (d o los miembws del siste
ma que estan m:is preocupados y dispuesros a hac:er algo). Por dlo reco-
mienda esrar alerta a los llamados "falsos clienrcs, por ejemplo: cuando Ia
persona hace cira para un cercero, sobre codo si esre es mayor de edad; o
cuando el llarnado pacicnte identificado hace Ia cica pero menciona que
fue obl igado. En un momemo dado un pacicnre puede convercirse en
clieme, si se logra esrablecer con <'l un conrraro rerapeurico.
Metodos de imervenci6n
El modelo planrea dos grandes cacegorfas de imervenciones: las generales
y las principales, mismas que rcvisaremos a continuaci6n.
Las intervenciones generales, que se pueden urilizar en cualquier mo-
mcnto de La t<:rapia, son: dedr a Ia persona y/o a Ia familia que no debe
aprcsluarse, cuestionar los peligros de una mejoda, haccr un can1bio dedi-
recci6n y discutir sobrc c6mo empeorar el problema.
Las intervmciones principales, que son indicadas cuando se cienen da-
tos suficientes en el conrexro de los cinco cipos de soluciones intencadas:
forzar algo que s6lo pucdc ocurrir esponcancamcntc, dominar un aconce-
cimiento remido aplauindolo, Uegar a acuerdos mediante coacci6n, con-
seguir sumisi6n a craves de Ia libre accpcaci6n y confirmar las sospechas del
acusador mediante Ia aucodefensa (Fisch, Weakland y Segal, 1982). Bajo
estc hiw rector, se diseiian las imervenciones tomando siempre en cuenca
el lenguaje, las motivaciones y Ia vision del mundo de nuestros clientcs.
Las tknicas de inurvmdon espedficas comprenden Ia redefmicion, las
tnreas, las prescripciones parad6jicas y e1 uso de cuenros y meraforas.
El papcl del terapcura en estc modelo es direcrivo, esuaregico y pres--
ta mucha atcnci6n a los proccsos y accioncs que le permicen conservar Ia
capacidad de maniobra en Ia cerapia. En ouas palabm, el cerapeuta debe
guiar Ia sesi6n, dirigir las preguncas y proponer nuevas rareas, de manera
que el pacienre pucda aprcnder nuevos significados y comportamienros al-
ccrnanvos.
Concepcion de Ia familia
Ya serrate de una persona ode una familia, se les considera clienteJ, lo que
rcfleja una visi6n de los nlismos mis resperuosa. Al igual que en el enfo-
quc de problemas, seve en rerapia a quien esre reaJrneme morivado para
acudir y realizar cambios, o a quicnquicra que se sienra preocupado (que
sude ser Ia persona que ha pedido Ia consulra, a1-1nque tambien puede ser
que Ia pida en nombre de varias). Se puede empezar con una persona y el
proa.>so mismo Ueva, en O<.-asiones, a induir a orros miembros o a Ia fami-
lia completa; ram bien se da lo conrrario: se puede empczar con una fami-
lia entcra y luego descomponerla en grupos mas pequefios.
TRAPUTA: Si esta terapia resuJr.ara util para usted, que cosas escara ha-
ciendo o pensando sobre su vida .
CLIENTE: No lo se, esro es algo que nunca me habla pasado, pcro creo
que podria ser como anres o mcjor.
128 t MARiA ROSAKIO tSPINOSA SAl CIDO
T.: Dice que Ia rrisrcza y el llanro se prc:senran mas bien cuando esti en
casa por Ia tarde, enronces llama a su ex y aunque ella c:s amable y us-
red ram bien, despucs de colgar se pone peor.
R.: SL .. no dcjo de llorar, cs inexplicable.
T.: Si, aparemement~ asi cs. (Alguna va ~ le ha ocurrido llamarla a otra
hora, por ejemplo, en Ia manana?
R.: Creo que no.
T.: T.1 l vcz seria una buena idea, si en esros dias desea habla rle, que lo ha-
ga a esa hora y se me ocurre, nose por que, que lo haga desdc su ce-
lular en vez de hacerlo dcsdc su casa. Dcspues de rodo, usred y ella se
Bevan bien )' ella le reconocc muchas cualidades.
R.: Asf c:s, podria probar, por que no.
Analicemos or:ra inrervcnci6n:
T.: Son muchas las cosas difcrcnres que cst:in ocurriendo en usted, en su
vida, en su csrilo de mancjar las cosas. Quisiera pedicle, si esro es una
buena idea para usred, que en csros dfas en que no nos vamos a ver,
que ob~rvara y pensara en cualcs son las cosas y/o simaciones que
quiere seguir manreniendo.
R.: No habia pensado en eso, pero voy a hacerlo.
Esre ripo de carcas, llamadas de f6rmula, se puedcn milizar en cualquier
crapa de Ia rerap ia; sc sugieren en Ia primera scsi6o para propiciar en el
dienre Ia idenrificaci6n de aspectos o situaciones positivas en su vida.
Cuando sc usan dirigidas al problema pretenden interrumpir Ia ~cuencia
problemarica.
En orras rareas, como las de Ia sorprcsa, se pide a los clicnres que ha-
gan algo nuevo y sorpresivo, con cl prop6sito de que lo "novedoso" sc con-
vicna en soluci6n exitosa. S61o para ilusrrarla se expone Ia siguicnrc con-
versaci6n con una pareja que asisri6 a consulra por pleiros frecucnres.
I)0 + MARfA ROSAAID ESPINOSA SALCIDO
As[, son cada vez m:\s los rrabajos donde con fines de mayor fleliibilidad
rerapeurica y para ampliar el enfoque basico de Ia tcrapia breve orienrada
a soluciones, se incorporan otros merodos. Matthew Selekman (!996)
propone esra forma de trabajo para adolescenres con dificultades, reroma
aspecros de Michael White (1988), como las categorias uriles de prcgumas
rerapeuticas ("explicacion unica" y Ia "redescripci6n unica"), las compara
con las de excepciones, originales del enfoque cenrrado en soluciones, pcro
considera que las primeras amplifican mucho mas las nuevas percepciones
de Ia familia respecro de si mismas y de sus rdaciones, y de ese modo lo-
gran que esas excepciones scan mas significarivas para ellos. De Ia misma
manera, propone que en ca.~os de familias muy rraumacizadas y con pro-
blemas cr6nicos, no es suficience concenrrarse en las pauras de Ia excep-
cion yen Ia modiflcaci6n de las conducras problematicas, por lo cual es
nccesario conrar y reconrar lo que propicia que se eliminen las rcstriccio-
nes existences en los niveles de significado y afectivo de Ia familia. Solo asi
es posible generar nuevos relaros y significados que pucdan conducir a
cambios importances. Tambien adopra el formaro del eguipo rdlcxivo,
pues ha encontrado que las reflexiones del equipo producen eambios en
las creencias de las familias acerca de su siruacion problematica, aunquc no
excluye, de ser necesario, dejar alguna tarca particular. Es claro que Selek-
man ha incorporado a su rrabajo clinico las principales ideas que guian el
enfoque colabor.uivo (Andersen, 1994; Anderson y Goolishian, 1988,
1991).
Tal vez sea BiU 0 'Hanlon quien refleje mejor Ia cvoluci6n de Ia cera-
pia breve, ya que inicia con la rerapia ericksoniana y desarrolla un meto-
do conocido como rerapia orienrada a soluciones. Con los afios, insarisfe-
cho por lo que pareda un manejo superficial de algunos rerapeutas (elo-
gios excesivos sin fundamemo, oprimisras a ultranza) que ignoraban los
problemas o no prescaban suficieme atenci6n a! sufrirnienro que causan
los mismos, yen un a fan por separar su forma de rrabajo de Ia escuela de
Milwakec -de Ia cual n unca fue parre y a Ia que considera limirame y ri-
gida-, desarrolla Ia rcrapia de posibilidades, que rescara Ia necesidad de re-
conocer y validar los sentimientos y los punros de vista del dienre, inclu-
ycndo lo espirirual (O'Hanlon y Bertolino, 200 1), y cuyas fw1ciones serian:
a) validar a Ia persona y sus cxpericncias, b) cambiar el hacer del problema
y c) cambia.- el ver del problema (op. cit. , p. 213).
Como vcmos, csrc: au tor se pcrfila como construccionisra social-inter-
activo (op. cit.) para quicn Ia realidad social que sc crca en las emrcviscas
de terapia cs prccisamentc cso: social. Dicha realidad es crcada de manera
conj unta por el rcrapcuta y el cliemc, cs decir, por Ia cxpcriencia, Ia cultu-
ra y las ccadiciones de cada uno. As{, el auror habla de conv~rsacioTU:s cen-
r
tradas en Ia coopcraci6n, en Ia busqueda de cambios y difcrencias, de ap-
titudes y capacidades, de objcrivos y de resultados, en las posibilidades y
en Ia rcsponsabilidad personal.
Mas que pensar en un edccticismo sin sencido en Ia tcrapia bre\e,
creemos que en ella existc \ma cohcrencia acrualmcnte, con visos posmo-
derniscas, que con lleva a Ia inregraci6n, mas que a Ia segregaci6n, de las
multiples posibilidadcs y voces. Es una tcrapia en Ia cual cada vez sc reco-
nocc m~s Ia diversidad y pluralidad. As!, en vcz de afcrrarnos a "vcrdades",
rcconocemos las multiples rcalidades y posibilidadcs, en cste caso de las
formas de rrabajo cerapeutico.
Bibliografta
P oner limires al riempo es una idea que nos organiza )'que invenramos
para creernos el cuenro de: que sabre el renemos poder; el mundo en-
rero cdebra y reme las fromeras, las acomoda, las recrea y en ocasioncs las
toma en serio, porque al fin y a! cabo el ano 2003 de los cristianos es el ai'io
1381 de los musulmanes, el 5764 de los judios y el 5116 de los mayas.
El deven ir de Ia certez.~ sensible nos mueve a formarnos orra idea que
nos permira marcar otro limite de ~'Spacio y de riempo: los que formamos
pane de esre Jibro y los Jectores somos rodos genre del siglo pasado y, mas
rodavla, somas gcme del pasado milenio que enfremamos un mundo ver-
riginoso a rraves del cual se genera una mulriplicidad de relaciones, con di-
vcrsos rnedios de comunicaci6n o hund idos en el aislamienro comparrido.
Son las relaciones las que defmen a Ia persona, marizan sus senrimienros,
orienran sus reflexiones y concrer:111 su hacer coridiano. Cabe pregunrarse
enronccs que personajes esrarnos recreando en esre nuevo milcnio. ta vi-
da de cada uno csr:i modelada por las cxpcriencias segtin las pcicricas cul-
rurales y, mas adelanre, conforme al significado que asignamos a esras.
l,.a condnua imeracci6n del iJldividuo y su enromo, medianre los pro-
cesos de inrernalizacion, acomodaci6n y externalizaci6n, da cuenra de un
complejo desarrollo humano. Con Bareson (1979), Ia vida psiquica se
pucde en render como d resulrado de Ia organizaci6n ind ividual y deb ex-
periencia relacional, es de<.:ir, no es orra cosa que el organ ismo en un am-
bience dado.
La vida afecriva (Wallon, 1979; Piagcr, 1986), en su origen y en su
mecanisme f1Siol6gico, se revela como un conjunto de reacciones agn~da-
139
bles o dcsagradables y penenece, en su neurodinamismo, a los circu.iros
sensitivomororcs de Ia vida de rdaci6n. La imervenci6n de las funciones
neurovcgerativas en las emocioncs es observable, ya sea que provean de
cnergia o que perturben Ia puesra en march a de mecanismos de defensa
oporcunos, y estan identiftcadas con Ia acci6n sobre d mundo exterior. La
inrcrvenci6n de los procesos corticales cambia esencialmenre Ia funci6n de
los estados emorivos, derivados de las relaciooes reciprocas del individuo y
d medio, signiftcando d valor cultural de Ia emoci6n. Las reaccione.~ afec-
tivas poseen intcncionalidad, esmn intrinsecamente tmidas por necesida-
des que han apa recido en d curso del desarrollo hisr6rico de Ia humani-
dad y se transforman en lo que llamamos senrimiemos. Asimismo, Ia apa-
rici6n de los semimicnros esra ligada a necesidades, mismas que dcpenden
de las condiciones culrurales y socialcs.
La concepcion imegradora de \'V'allon no es ran conocida como Ia de
Piager y Vygorsky; sin embargo, Ia menciono porquc riene una gran rele-
vancia y pertincncia como lo afirm6 Piager unos dias ames de Ia muerte
de Wallon.
El medio narural de Ia existencia hurnana es Ia culwra, a traves de Ia
cual Ia conciencia rorna forma. Esro conduyeron Bajrin y Vygorsky (1993) .
Un aero <.:ognitivo individual es un fcn6rneno cultural. y rodo de-
memo dd complejo cultural colectivo puedc actualizarse en un acto co-
kctivo individual f...] La relaci6n enue las memes individuales y Ia cul-
rura no s6lo cs indisrinra, sino hologramarica y recursiva. H ologramatica:
Ia culmra csra en las mentes indlviduales, y las memes individuales escan
en Ia culmra. Recursiva: los individuos s6lo pueden formar y desarrollar su
conocim iemo en d seno de Ia cuhura, que solo puede romar vida a partir
de las interreuoacciones cogJtitivas (Morin, 2000, 78-79).
Actualmeme Ia rtndencia predominance es Ia globalizaci6n, una civi-
li7.aci6Jt no diferenciada, que hunde Ia idenridad elt una inconsciencia co-
lecriva, cuya engaflosa cohcrencia es Ia de un conglomcrado cicgo de se-
xismo, racismo y clasismo dominance.~. Por el comrario, concebir Ia cul-
cu ra y d conocimiemo individual como una roralidad dialccrica, nos rc-
fiere a un proceso de auronomfa relariva que uascicndc cualirarivam<:nte
Ia visi6n fragmentada, con fund ida con una supuesra percepci6n de Ia ro-
talidad (ilobali~aci6n).
l fXfC)(,lf..f NARRATIVO t"' lA rtRAf'iJ\ t 14l
Idemidad y narrativa
El individuo noes un "ser social" como cons~cuencia de comingcncias c:x-
teriorcs, sino que lo es intima y escncialmente por su cstructura bio16gica
y psicol6gica; no cs posible conrcmplar Ia vida pslquica y afecriva sino a
rrav6 de sus relacioncs: cs una cxpresi6n de los v(neulos socialcs, regula-
dos por el "alter", esc "orro" inrimo que funciona como censor, consejero
c intermediario del yo freme a los demas. Esta especie de alter ego social
es un compaficro perperuo del yo en Ia vida pslquica, por cuan10 porta ias
"ve~dadcs" que norman Ia v1.da de Ia persona, y aunque e l "yo" y cl "otro"
son anragonisras, inreractuan, rcsumiendo uno lo que es prcciso cxpulsar
de csa idcnridad para conservarla, mientras el otro lucha por Ia afirma-
ci6n de si mismo. Las Ouctuacioncs o variaciones de imensidad que sufrc cse
l 42 t llltAKfA SUAR17 CASTIII 0
"otro" son las que regulan las relaciones. Es imporranre sefialar que Ia iden-
tidad esd consrituida par los "orros".
Si se imponen "los otros", se da subitamente wta inrerpelaci6n al su-
jeto con imputaciones groseras, injuriosas, de las que pueden humillarlo
en sus relaciones socialcs, imponiendolc un pcnsamjcnro que es el suyo y
que ]e dicta sus aetas: "marare". El "alter" que se emancipa es agresivo. Es
como su revancha contra el estado de domesricaci6n en d que el sujeto
peMaba man renerlo. Es tam bien coda Ia desconfianza que el sujeto pudo
acumular de si mismo en sus relacio nes con el mcdio que lo rodea (\XIa-
llon, 1965).
En distintas erapas del des:mollo del niiio, Ia idenridad posee una per-
meabilidad que luego se pierde, que se hace rfgida, y que disminuyc cl cs-
pacw narranvo.
Cabrf<l pensar como referencia ideal, en una idemidad rcducida pero
s6tida, dcjando amplio espacio para una narrativa exrensa y variada, ran
divcrsificada como flexible. As! concebida, Ia identidad es como un so-
porte de Ia narrativa, Ia que sine de andaje a Ia vez que de cimicnros (Li-
nares, 1996).
Gergen sugiere que del trabajo rerapeutico surjan otras voces que per-
miran oricmar hacia orro tipo de "conversaciones" , es decir, una actividad
rer~peurica que aricnda a las relaciones que los individuos cienen consigo
mismos y con los onos, como una red de intersubjetividades (Andolfi y
Angelo, 1990; Elkaim, 1998; Freid Schnitman, 1996; Fuks, 1994; Mal-
donado, 1998, en Forres de LefF, 2002).
El concepro de narrariva, e.n un senrido ampJjo, puede verse como cl
espacio donde se dcsarrolla Ia acrividad rerapeurica; pero a la vez puede
verse como Ia recnica cuyas formas oral o cscrir:a son porenciadas en d am-
bito tcrapcutico hasra coovertirlas en utiles insuumenros para movimien-
ros y objerivos difcrentes. Ambas formas son inrervenciones rerapeuticas
que, de manera estructurada, cucntan rusrorias 0 proponen elementos que
movil izan Ia consrrucci6n de nuevas narraciones, es dccir, se trata de in-
tervenciones que por su complejidad rrasrocan los nivcles cogrutivos, afec-
rivos, sociales y pragmaticos.
La final idad de este capitulo cs presentar a! lector una dcscripci6n dd
modelo narrarivo; se prerende dar un panorama comextualizado de sus
origenes, d<:sarrollo y rransformaci6n, hasta situarnos en cl momcnro ac-
U L'-f()QU( :....A.IUtATrv() l N LA TLRAP&A 143
rual. Ste recorrido se har:l revisando Ia obra de sus represemames, los fun-
damemos que sustenran y los procedimientos que utilizan en el proceso
tcrapeutico, el cual ejemplifico con Ia dcscripci6n y anal isis de algunas vi-
vencias que seleccione del trabajo realizada desde csras perspectivas.
Rcpresentantes principales
Los reprcsentantes de Ia corrieme narram-a son Michel White, terapeura
familiar que reside en Adelaide, Australia, y David Epston, de Auckland,
Nueva Zelanda.
A finales de Ia decada de J 970 me inrercs6 cspecialmcmc el trabajo de
Gregory Bateson. Recuerdo que me senria muy enrusiamado ante las posi-
bilidades de inrerprerar yo mismo cstas ideas y explorar las implicaciones de
esras inrerpreracioncs en cl rrabajo con familias [... ) De las mucha.~ ideas
que capraron mi atenci6n en Ia decada de 1980, las de Michel Foucaulr han
sido bs que mas influencia han tcnido sabre mi {White, 2002 a, p. 16).
Rerom.aron a Foucault (1966), quien analiza magisrralmcmc Ia rda-
ci6n cnrre cl rdaro y d poder, a fin de profundi1.ar c:n d "metoda imer-
prerarivo" de Bateson ( !972, 1976), quien afirma que Ia comprensi6n que
renemos de un hecho, o d significado que le arribuimos, cst:i dcrermina-
do y resrringido por su conrcxto receptor, es decir, por Ia red de premisas
y supucstos que constituyen nuesrros mapas del mundo. lambicn tuvo
una innuencia imporranre Derrida (1997), cspecialmenrc por lo que sere-
fiere a sus mecanismos de dcsconsrrucci6n, aunque su obra consriruye un
importame desarrollo de Ia corricme posresrrucruralista de la filosofia del
lenguaje. De acuerdo con White y Epsroo (1990), los s!momas esrarian
vinculados a ciertas narracioncs cvocadoras del discutSo social del poder y
desaparecerian en el rrabajo de exrernalizaci6n, cuyo Iugar fuera ocupado
por nuevas narraciones no rdacionadas con d problema .
El rerapeura debe buscar conjunrameme con los pacicntcs Ia descons-
trucci6n de las "verdades" que est:in separadas de sus condiciones y de los
comextos de su producci6n. Sc: traca de un moddo que busca las fuenres
de lo imaginario, que c:vocan nuevas relaros con una actirud optimisra. El
moddo narracivo rransita, pues, por los niveles cognirivo, social y afecti-
vo: Ia desconsrrucci6n de las pr:!cticas del poder y de las del saber de los
144 t tvtAR(A SUARtL C'AS11LLO
Posrulados fundamenrales
Hagamos un breve rccorrido que permit a allecror clarificar los concepros
que verrcbran cl modele narrarivo propuesro por Whitey Epston, y dejc-
mos clara la rdcvancia que ricnen p3fa Ia terapia fumiliar.
Mctodologfa de inrervenci6n
La inrervenci6n rerapeucica es un fcn6meno reciproco, pucdc modificar
nucsrras vidas de manera significariva. Cuando rrabajamos con personas
que hau sobrevivido al abuso y que han elegido enfrcnrar de una manera
distima los cfecros que csrc nbuso ha renido en sus vidas, nos vemos per-
sonalmcorc confrontados con nuesrras propias vidas. De acucrdo con
\XIhirc (2002a), en el trabajo rerapeurico hay que reconoccr d cjercicio de
Ia corresponsabilidad de caminar conjunramenre para dcsafiar las injusri-
cias de nuesrro mundo, sea cual fucre Ia siruaci6n en Ia que nos enconrrc-
mos. Esra idea es favorecida por csas valiosas chispas de esperanza de que
Ia vida en d futuro cambic:.
Whire (2002b) sugierc gencrar en las personas Ia volunrad de ser "par-
ricipances acrivos de su propia histOria", y uriliza el equipo rcflcxivo como
tmigos externos que validan las hisrorias y las idenridadcs de los dienres.
Los imegranres del grupo de M con los que rrabajamos situan las narra-
ciones en el conrexro de sus propias expericncias vividas; esto permirc:, en
cicrra medida, que se vayan consuuyendo rcdcs entre las personas y aque-
llos con 9uienes se idc:ntiflcan fuerccmenre, es decir, crca un "puente de
comprensi6n" con aquellos que experimentaron "idcnridadcs dereriora-
U tNfOQUE NARRATIVO EN lA TtR:M'JA Hl
das". White, sefiala que el uso del equipo para esre fin es similar. a Ia idea
de las "ceremonias de definicion" de Barbar Mycrhoff.
Presemarernos los pasos que da una persona acompaiiad de un gru-
po ( terapeutas y micmbros de AA) para revisar su relaci6n con el consumo
de susrancias t6xicas y pam cucstionar los modos de vida que lc son asig-
nados. Pero, sobrc rodo, haremos hincapie en Ia fe expresada por una mu-
jer, una fe que se refleja en sus inagotables esfuer1.os por seguir buscando
((
ser una mcJor persona, por tnvenrarse .
..
Sofia es una mujer atractiva de 35 afios, precede de una familia de pa-
dres divorciados, tiene dos hermanos y ella ocupa cllugar imermedio; ca-
sada con Alberto dcsde hace I 0 afios, su familia de origcn (padre, her rna-
nos y tios) consume alcohol y drogas. A Sofia de 9 afios, su abuela le daba
IA de diazepam para que durmiera y comrolara Ia orina y el cxcremento;
todos en cas1 dedan que era muy nerviosa. A los 12 alios emr6 en con-
tacto con el alcohol y el rabaco. A! pri ncipio, los consumos ex.ccsivos se al-
ternaron con perlodos de abstinencia. Sus recuerdos de Ia infancia son de
una nifia con miedo, impotcncia, soledad y profu11do sufrimicmo por vi-
vir en un hogar donde Ia violeoc.ia era cl pan de cada d.ia. 1 dolor que sco-
tia por ver golpeados a su madre y a sus hermanos era mayor que d suyo
propio frente a Ia violencia que ella tam bien recibia dd padre.
f.! papa los abando116, y cuando ella riene 9 anos regrcsa, los arranca
del hogar materno y sc los !leva, emabla un juicio legal para pelear Ia pa-
rria potcstad de sus tres hijos y Ia gana. Lcs promcti6 juguetes, ropa, co-
mida y dukes si atestiguaban en contra de su madre, pcro ni su hermano
mayor ni el mellor aceptaron. Sofia, en cambio, emr6 en ese jucgo tan pe-
ligroso casi sin darse cuema; el pap:i le hizo recitar lo gue debia decir fren-
re al juez y Ia mama. Su recuerdo de aquel momento es que su mama no
se defendi6 y con llanto aba.ndon6 Ia sala. La culpa no tard6 y d efecro
mas inmediaw fue que Sofia dict6 una sentencia para sf misma: "Te voy a
dcsrruir, tc voy a despedazar, Sofia". No podia derener Ia fucrza espancosa
de Ia culpa, se golpeaba, intem6 suicidarse dos veces cowindosc las venas .
Aument6 su consumo de alcohol y farmacos, y con ello su nivel de tole-
rancia, de cal manera que tenia que triplicar Ia dosis para semi.t un mayor
efccco y ni asi lo lograba. Sofia semia solo pequefios momcntos de alivio,
pero estos le costaban mayor culpa a1 dia siguieme. El control y los golpes
por parte del padre fueron rambien aumemando; Sofia se escapaba de Ia
tSl MARiA Su.'.RfY CASTU.O
cscuela para ir a vcr a su mama, a los 17 aiios se fue a vivir con ella, evi-
t:Lndo asf que d padre Ia internara en un hospital psiquiatrico. Durance
esos cinco aiios de incenso sufrimieoto. Sofia vio como su confiam.a en sf
misma se alejaba a Ia vez que, poco a poco, le invadla un m iedo a Ia gen-
re, no sabia como relacionarsc con su madre, no se podia comunicar, na-
die le habla ensciiado a salir, hasta ira comprar las tortillas lc daba miedo,
no sabfa c6mo solicirar un empleo, haccr amigos, novios, senna que no sa-
bia nada. Enrr6 a una escuda de trabajo social, carrera que le fascinaba por
I:> posibilidad de rener contacto con Ia gente: una neccsidad que Ia impul-
saba y un miedo que Ia andaba. El alcoholic servia para socializar con los
j6venes de su edad, pero sin cl era incapaz de esrablccer un mfnimo con-
racco visual.
Sofia vivi6 su rrayecLoria escola.r como una nebulosa en Ia que se cn-
contraba bajo los efectos del alcohol y los f:irmacos como un cUnei que se
termina por d paso del trcn, pcro logr6 cirularse. Pensaba que su siruaci6n
esraba mejorando cuando consigui6 cmpleo en una cllnica; en poco ciem-
po Ia asccndieron a direccora, pero Sofia, carente de cxperiencia y de sc-
guridad en si misma, sentia que Ia armosfera Ia ahogaba, y empez6 a ex-
perimenrar crisis de ansiedad por el miedo a que Ia geme se diera cuenra
de su incapacidad y de: su dc:pendc:ncia a las drogas. Ella rcport6 que mi-
tigaba su angusria y su m iedo consum iendo m:is droga, lo que tenia que
pagar al dia siguienre al prccio de una enorme culpa.
La narraci6n fumiliar en parte se reperia en el sistema escolar y !abo-
ral, est:aba consrruida al servicio de Ia cviraci6n, siempre habia que micigar
algo, sc scotia como "judas por haber rraicionado a su mam:!., renia Ia cer-
rC7,a de que su trttidon habfa sido d mocivo de Ia destrucci6n de su fami-
lia, que fa culpa exterminarla su vida, pues se habfa dictado "semencia de
muertc" y lo estaba logrando; que el miedo rerminarla por hundirla en Ia
soledad cuando los demas "dcscubrieran su ineprirud". Necesiraba que al-
guien se diera cuenca de que ella existfa y a Ia va que no Ia notaran.
Por orra parte, ideol6gicamenre era vfcrima de una conscrucci6n que
Ia invalidaba como mujer por doblc: parcida: ya no era virgcn desde nina y
adem:is habia sido violada por su abudo. Las vooes que escuchaba cran:
"Como mujer ya no vales nada", "nadie se -a a qucrc:r casar contigo", "ru
fcaldad is por denrro y por fucra".
t l f NFOQUE NARRATIVO :'-o LA Tl KAf'IA + 153
jor tc: vienes aqui al grupo, nos haccs d aseo y nos pones d arboliro dena-
vidad, que va mas de acuc:rdo con ru personalidad'? Yo para mis ademros
se Ia memc, y dijc: jahora voy! por orgullo y con miedo, pero ahora voy. Yo
sabla que de alguna forma me: hablan servido Ia.~ junras de informacion
publica que habia dado en Ia clinica, a.~i que empc:cc. Despuc!s de formar
el grupo y enfrenrarrue con mis propios compafieros, por haber hecho al-
go que ningUn hombre habia hecho, me rraslade al Penal de Barrientos a
formar OtrO grupo. Esa cxperiencia fue Ia mas gruesa, porque alli me en-
conm! entre los historialcs de mis compa.neras, y sc me call6 mi rraje de
vlerima, de manir, de sufrimiento; cuando las escuchaba me vela sola con
elias y no habfa mas que de dos sopas, ole emrabamos todas juntas o nos
cargaba Ia ... , asl que en los momenros en que me queria caer, elias me sos-
tcnlan, yo era su lfder, elias crelan en ml, vdan fc y esperanza en mi, no
podh salirlc:s con dejarmc arar orra vez, renla una gran rcsponsabilidad y
bueno, ahora que: se lo platico me doy cuenca de que rodo eso me ayud6".
Cuando Sofia se separ6 de sus relaros y pudo escuchar a orros como
organizaban los suyos, se diferenci6, Ia Rexibilidad de este movimicnro
ayud6 rambien a inrerrumpir Ia lccrura y Ia represenraci6n habirual de sus
relatos. Ella expc:rimenr6 un sencirnienro de apropiaci6n personal que le
pcrmiti6 inrcrvenir en su vida yen sus relacioncs, asumiendo una respon-
sabi lidad con rcspccto al problema que ames no estaba a su alcance.
Sona inici6 esta nueva fase con un desaffo de por medio: "Me pic6 el
orgullo". Ella se sentfa vista por sus compafieros consramemenre, y ram-
bien por las j6vencs del Penal de Barrientos que Ia vcfan como su lider; es-
tc mecanismo de poder ruvo d efecro de incitar a Sofia a responder con
habilidad a su necesidad y a ser sensible a las necesidadcs de los demas. En
otras palabras, actuar con rcsponsabilidad, irnagim\ndose observada en to-
do momenro. Eto Ia sostuvo al principio cuando las fucrzas sc le iban,
paularinarnenre rom6 coneiencia de su responsabilidad fuera del penal y
en otras acrividades. Los hechos cvidenciaban una vcrdad que se imponia.
t::sraba cerrando otro ciclo vital Freeman (2001).
El Programa de Alcoh61icos An6nimos sc basa en Ia idea de un "Po-
der Superior que sc manifiesta en Ia concicncia de cada grupo" (Bill W.,
1999). El ugundo paso habla de admicir que en el univcrso hay un princi-
pia, Dios segan nuestro propio entcndimicnto, un principio que cs mas
fuertc que uno mismo. De csra manera uno trasciende en \-irtud. Esre an-
Et fN'FOQUf NA~RAnVO fN LA TERAPIA t l 57
Bibliografta
lbl
161 + CM<OUNA ROORfCUcl CONYALEL
Marco te6rico
Esre se sustenta en Ia reoria general de los sistemas y en Ia teoria de Ia co-
municad6n human basicamente, a partir de b.s cuales se desarrollo d in-
terrogatorio circular, que tiene rres premisas basicas que funcionan como
ejes que guian las pregnnras. Escos ejcs son:
Hip6tesis. Sc rcquierc que las pregunras sean guiadas par una hip6te
sis. &ta es una suposici6n para explicar los hcchos y sc conforma a partir
de la observaci6n de Ia comnnicaci6n verbal y no verbal. La funci6n de Ia
bip6resis es conccrar las conducras de Ia fami lia. con su sign ificado, para
que dichas conducras sirvan a cada uno de los miembros de Ia familia. Asi,
Ia funci6n de la hip6resis es ayudar a seguir los patrones de relaci6n, guian-
donos para obrener nueva informacion que confirme, refute o modifique
164 + CAKOII!NA ROORfCUEZ CONZ..\LEZ
tasis? ;Que tanto Roberti to csra ayudando a Ia pareja a que esta d!'OSVic un
posible conflicto de pareja por medio dd auxilio que le prcstan a el para
que resuclva sus problemas en Ia escuela? ;Que tanto Roberriro ayuda a
mamencr Ia homeostasis familiar>
Con esras hipotesis iniciales, se invito a Ia familia a Ia primera scsi6n.
La hipotesis relativa a Ia oposicion de Ia familia al cambio que requiere una
familia con hijos adolesccmes, fuc corroborada de acuerdo con Ia reo:oali-
mentacion que se obruvo durante Ia primera enrrevista, en Ia cual se paso
del motivo de Ia consuha a Ia imposicion del padre a las hijas, pues coar-
ta Ia libcrrad de Ana Claudia y Ana Maria para dcgir novios y carrcra. La
segunda hipotesis en cuamo a Ia necesidad de desviar los conflictos de pa-
reja a rraves de los hijos se corrobor6 a! escuchar Ia descripci6n de Lucia
de Ia insatisfacci6n que experimentaba en su matrimonio, porque Rodol-
fo era aislado, casi no hablaba y no le gustaba divertirse. Posreriormeme se
detallara el imerrogarorio circular que ayudo a confirma; Ia hip6tesis.
Ahora se explicaran algunos conceptos basicos propucsros por cstc
modelo:
Neutralidad. El terapeuta se mamiene con rodos a Ia vez, no juzga ni
critica. El equipo neutraliza los inrenros de cualquier miembro de Ia fa-
milia por aliarse con el rerapeuca. Cecchin( I989) nos dice que origi-
nalmenre el concepw de neurralidad se emple6 para que el rerapeura
sostuviera su posicion sist<!inica en Ia emrevisra, y que de ninguna ma-
nera esto tiene que ver con frialdad o falta de involucrarnienro del te-
rapeura; asf, Cccchin propane dcscribir Ia neuo:alidad corno un esrado
de curiosidad; cl rerapcura debe ser curioso para explorar nuevas pun-
cos de vista. El equipo de Ia Universidad de Iowa nos dice que el abu-
rrimiento y las experiencias psicosom:iricas que pnede senrir el rerapcu-
ta, son indicadores de que se ha perdido Ia neurralidad o Ia cw-iosidad
para indagar mas acerca de las rdaciones rria-dicas que van en busca de
los parrones de inreraccion. En sfnresis, se puedc afirmar que Ia neu-
rralidad es una posrura rerapeu rica basica y dcscable.
Circularidad. "Es Ia capacidad del rerapeuta para la bfuqueda de infor-
macion acerca de las relaciones, de las diferencias y cl cambio" (Palaz-
zoli Selvini Mara eta/., 1980, p. 8). Cada miembro de Ia familia es in-
virado a decirnos como ve Ia relacion entre orros dos; asi se invesrigan
I &6 t CA~OLINI\ ROURIGUlL CONLJ(LtL
las rdaciones rriadicas. El gru po de Milan prop one esre esrilo de bus-
queda de informacion acerca de las rclacionc:s rriadicas con fi.mdamen-
ro en el posrulado de circularidad, en donde Ia relac.i6o de des perso-
nas afecra a una rercera y esca afecra asimismo a las des anreriores de
(
manera dclica. Keeney describe que en Ia rerapia Ia sociorrerroal.imen-
raci6n que surge cnrre rerapeura y clienrc puedc ser caracrerizada por
circuiros y poblada de diferencias que producen informacion. Pegy
Penn (1982) nos dice que Ia definicion de proceso que hace el grupo
de Milan en relaci6n con Ia circularidad incluye al rerapeura dentro del
circuito que moviliza Ia informaci6n, lo cual permire que rodo denrro
del circuiro cambie o se ree~rrucrure a si mismo, desprendiendose as[
una cocvoluci6n de rodas las partes del sistema.
Nelson Thora.s y su equipo de !a Universidad de Iowa (1986) aportan las
pauras a seguir para lograr Ia circularidad:
El terapeuta ha de pensar solo sobrc con base en las relaciones.
AI haccr las pregumas a los miemhros de Ia familia no debe pasar mu-
cho riempo con cada uno de ellos.
Haccr pregunras relevantes que aludan {micamente al problema o a Ia
hip6re~is.
Derecrar y anotar las palabras clave, para concinuar el imerrogarorio re-
lacional alrededor de esros cemas clave.
Si hay un cema que Ia familia dude en responder, pregunrar lo opues-
co. Por ejemplo: ;quien cree que algo anda mal coo Samuel?, en Iugar
de: ;quien cree que no pasa nada malo con Samuel?
Las respuescas a pregunras li neales acerca de senrimienros o conducras
pueden ayudar a formulae mas pregunras relacionales.
Indagar las consecuencias del cambia en cada uno de los miembros de
Ia f.trnilia.
Observar las respuesras de Ia familia a prescripciones, rareas, riruales et-
cetera, ya q~e esro da informaci6n.
;Como se va a desarrollar esre inrerrogarorio circular? Peggy Penn llama a
esco el parr6n de cuestionamienro circular, en donde uno transita en d
riempo, pasado, presence y fururo; e1 objerivo es dercctar las difercncias en
las rdaciones que Ia familia ha experimentado ames y despues del preble-
LA SCUtlA. Dl MILAN + 167
Situaclones
h ipot~tic.>s
Futuro
Soluc.iones
Conductas de
inleracci6n
ConduCIJIS
CompaCJ.ci6n
subsjstemas
Contextos
C~ci.t.S
Pasado
z
LA ESCUELA DE MilAN + 169
Clasificaci6n de preguntas
A continuacion se ejemplifican los distin[()S tipos de pregumas cmplean-
do el caso anredormeme descriro:
Explicac iones y significado Esto per mite conocer las hip6tesis que Ia
dol problema familia u otras instancias tienen del pro
blerro. Es aconsojablc detector palabras
dave.
~C6mo tc explicas lo que es-tci pasa.ndo
en casa?
37 lntervenci6n con relJ.ci6n lndagar qui~n cs~ m.M listo p.1ra el cam
ol problema bio, quien pucdc promover el cambio,
que tanta rrgodez marufiesta Ia famoha.
LA ESCUfl,A 11 MILAN + 17l
TER. A ANA CLAUD IA:;En que les ha afecrado a ri y a ru hermana que pa-
pa sepa todo lo que hay que hacc::r?
AC: Ami me hizo cerm inar con mi novio el ai\o pasado, y a mi henna-
na Ia obliga a esrudiar leuas igual que yo, aunque a ella no lc gusta
esa carrera.
,Quicn mas csrarfa de acucrdo con usredes?
TF.R:
MADRE: Yo, sicmprc impone su decision y su violcncia.
TER: ;Que es lo que hace Rodolfo cuando esd violenro?
MADRE: Grita y humilla, hacienda senrir a rodos como idiocas.
Ejemplo:
Senora: ;Por que cierras Ia vencma si Ia oscurid.ad me haec scmir mal?
Senor: Porque re cuido.
Cuidar es una clase, sus miembros son observar, procegcr, ayudar, es-
cuchar, acender, cccecera.
Cerrar Ia vemana es un miembro de Ia clase prevenir asaltos.
Final mente se d.a una desc:~lificaci6n que en comunicaci6n recharo no
es malo porquc es claro, mh bien lo que !leva a dificultad cs Ia descalifi-
c:~ci6n y dcsconfirmaci6n, no exisres o lo que es peorIa propia desconfir-
maci6n, yo no estoy en Ia rdaci6n comigo.
El doble vinculo es caracrcrlsrico de escas familias; esco es, en el nivel
verbal se da una indicaci6n que en el nivel no verbal se dcsealifica, o vice-
versa, ademh de que esra prohibido meracomunicarse o dejar cl campo.
El mensaje esquizofrenico:
No es que deban haccr algo d.ifereme-deben ser lo que no son-s6lo
asi podr:in ayudarme a scr lo que no soy, pc:ro que podr!a scr si usredes fue-
ran lo que no son" (Sdvini, Boscolo, Cccchin ~t. al., 1988, pp. 48 y 49).
Entonces se pide parad6jicameme cambiar una rclaci6n que nunca ha
sido delinida.
La dcclaraci6n de culpa es om de las jugadas al servicio de Ia escala-
da simcrrica oculra vigenre en d sistema. Se complemcnran Ia culpa y el
podcr, ;quien rend.ci m:is podcr?, (el esquizofrenico o los que luchan por
cambiarlo sinriendose culpables si no lo logran, o los que no ayudan a
quicnes podrlan cambiarlo?
Las familias son homeost:lricas, no acepran d cambio.
El riesgo es que el pacicnce dcsignado mandc al rcrapeura cl mcnsajc
de "quiero cambiar, pero no pucdo por que no me ayudas verdaderamen-
le, para que lo lograras debcrlas ser ese orro que no era corno hubiera de-
bido scr. Lasdma, pero ;por que! no lo inrencas de nuevo?" Con csto que-
dad rcrapeura arrapado en Ia paradoja yen d jucgo f..miliar.
Mecodos de intervenci6n
Algunas de las esrrotegi~s de inrcrvenci6n que proponc cste modelo son:
Connoracion positiva
Surge con Ia intenci6n de prcscribir d sinroma, y dado que nose puede
prescribir lo que se critica, surge esta estrategia en Ia c;ual se connota posi-
civamenre el sinroma y las conducras de los familiares asociados al sinco-
ma. Lo anterior se logra suponiendo Ia imenci6n de ayuda y union de co-
dos e idemificando Ia funci6n del s(moma denrro de Ia f.unilia.
Connotar el sfncoma positivamence abre Ia puerm a! no cambio y a Ia
paradoja, define daramcnrc Ia rdaci6n entre los micmbros de Ia familia
emre si como complementaria del sisrema, lo que haec innecesaria Ia si-
metr!a c:ncubiem; lo anterior sin peligro de dcscalifocaci6n.
La connocaci6n posiciva define cl vinculo familia-rerapeura como
complemntario y define el conrcxto como rcrapcurico.
Cuando se connoran posicivamenre las conducras simomacicas, con-
notamos posicivamemc Ia tcndencia homeosratica del sistema y no a las
personas, preparando Ia prescripci6n hacia Ia homeostasis.
Es imponante cuidar que en Ia connotaci6n positiva alguno de los pa-
dres se sienta culpable. Siempre hay que enfarizar que cste sacrificio nadic:
lo pidi6 y que es esponrineo por parte del miembro sincomacico.
La paradoja denrro de Ia rcrapia es Hamada contraparadoja y coloca a
Ia familia en una posici6n donde haga lo que haga a partir de ese mo-
menro, csra bien. Si cambi:a, ral vez d equipo y d rerapcuta reconocer:in
que se cquivocaron al pcnsar que Ia &.milia no esr:aba preparada para esc
cambio, e incluso se podda usar d coro griego propuesro porIa escuela de
Ackerman, para ofrecer a Ia f.1milia varias alrernativas: se seiiala que ahora
cl cquipo esd dividido; una parte de el no cree en esc cambio y espera Ia
recaida, es decir, que el que se ha sacrificado vuelva a su papel o bien que
lo remplace alg!Jn orro miembro de Ia familia; y Ia otra parte del equipo
piensa que a lo mejor Ia familia sl puede con ese cambio.
En _mi expcriencia s61o se debe usar Ia paradoja cuando d rerapcuta
csra convencido del no cambio, es dccir, de que Ia familia licndc a un es-
LA ESCUUA ()t \;tfl.AN + 119
por lo que se les dej6 de tarea que las dos se acompa.ilaran a aJmin Iugar
donde se pregumaran como podian deshacerse de esc dolor y quedarse con
lo que este padre lcs habia dado esc dfa.
Dado que una hip6rcsis cs que Ia no colaboraci6n en las tareas de
cambiar pafialcs tiene su susremo en las premisas de gcnero, en las scsio-
ncs siguientes sc trabaj6 con las creeencias y los mitos acei'C:l de lo que de-
be ser un hombre y lo que ddx: scr una mujcc que cada WlO tra(a de ~~
respecrivas rami lias de origen, para ayudar a Lucfa a en tender csa conduc-
ra de Rodolfo y dejar~ de vcrla como sin6nimo de falta de inreres en ella
o por ~us hijas.
veros simomas, los demas lo pueden llegar a ver de manera compasiva, si-
ruindose por encima del sinromicico, o bien con enojo por cenrr.tlizar Ia
arenci6n de los demas. Con esra esrr.tregia se dice a los orros hijos que el
unico de Ia familia que ha inruido en que medida los otros hermanos se
encucmran en peores condiciones que el y necesitan su ayuda, es el ber-
mano que muestra c:J s(ntoma; el ha decidido regalarlcs el rcconocimienro
de sus padres y Ia libercad de acci6n que han tenido gracias a que ha aca-
parado roda Ia atcnci6n. Esto refleja que el cosro que paga el enfermo es
el de nocrecimiemo. Obviamenre, esra escraregia se usa cuando aJ menos
hay un hermano; en el caso de hijos Unicos se recomienda orra estraregia.
El riesgo de esra cs Ia cascada de reacciones negarivas que puede dcsenca-
denarsc al abrir un juego de comperencias de scudoprivilegiados y seudo-
descuidados. Esra esrr.trcgia muevc Ia etiquera hacia los micmbros de hl fa-
milia que aparcmcmenre esran sanos, de raJ sucrrc que o rodos esran locos
o ninguno lo c:mi. La realidad es que nadie esta loco, pero sc rrara de un
juego cnloquecc:dor.
propios ccrapeucas. Esto evita por un !ado que los padres se sienron culpa-
bles y criticados, y por el otro que d hijo sea connotado de manera ncga-
tiva como volunca.rioso o provocador. Esto, adermis, puede romper con d
mico de que los hijos, sobre codo adole~cenres, c:ienen el deber de reformat
a sus padres y que ellos no podnin esrar bien hasra que los padres esten
bien. Con esra escracegia se dice s.in palabcas lo contrario: noes carea de los
hijos mejorar la relaci6n entre los padres o reempla.zarlos en sus funciones;
y se les invica a crecer, pese a la relaci6n que los padres quieran manrener,
siempre y cuando dlos esteo coovencidos de que esce es un asunto que no
lcs compete.
En d caso de Ia familia Salgado, Ia ultima llamada tdcf6nica consis-
ti6 en el aviso de Lucia de que ahara que las casas estaban mcjor, ya no ha-
bla violencia ni malos tratos de Rodolfo y Robertico habfa mejorado. Ella
dcscaba salir, divcrtirsc, pcro como veia que eso iba a ser imposible, ella ha-
bfa decidido cemporalmcntc suspender Ia rerapia. ;Que se podia esperar?
Quiza ellector coincida conmigo: una recalda dramatica de Robcrtito
y quiza, en algunos meses, una llamada de Ia familia. Yo cceo que si esto
pasara, Ia intervencioo, a pesar de no ser hijo U.nico, serla p recisamence es-
ra; despues de rascrear y vcri6car que Robertito asumi6 que Ia terapeuta
los habia dado de alta y le habia dicho con esro que escaba preparado pa-
ra crecer, result6 sorprendente avetiguar hasca que punto Roberto habfa
esr.ado muy enojado con !a rerapeuta, porque esta le dijo que estaba pre-
parade para ccecer al acepcar !a imerrupci.6n de la tcrapia, y la verdad es
que si el hubiera crecido, en realidad no Ia hubiera accptado ya que no se
crataba de acatar un mandata sino de una elecci6n personal. De modo que
creo que Roberto tendr:i que decidir en que momenro crecer.
con[llban con l 0-x sesiones a las que podrian recurrir en caso de que asi lo
dc:searan. Mediance csta csrraregia parad6jica, en Ia que si Ia f:tmilia no re-
gresa e~r3 bien si lo haec tambien esr:i bien, se logrn anular d movimienco
de saboraje de ld familia, ya que cl o los rcrapcutas roman cl conrrol nue-
vamcnre de tcrapia, se cancde 6ta o no. En algunos casos se ha llcgado a
dar una cim en meo<:.'> posteriores, para haccr unbalance, con lo que se co-
munica d intcrcs y disponibilidad de los terapeuras.
RcspecLO al comcnrario de Lucia, cuando llam6 I""" hablar acerca de
su reflcxi6n sobre Ia posibilidad de que Rodolfo pudier.1 cambiar sus cx-
prcsioncs de afccro hacia ella, en vista de que Roberro si habfa mejorado,
Ia rcspucsra fuc rccordarle que comaban rodavia con cuarro sesiones Y que
si en algun momcnro dcscaban usarlas, solo rendrian que !lamar.
dojas terapeuricas, lo que !leva consigo algunas pn:mis.._., que compane con
nosorros d equipo de Milan, a saber: bay que ser frlos para analizar y des-
cubrir d tipo de juego que ha enrablado Ia f:'lrnilia, Jo que requcrini despe-
dirsc dd sucfto de Ia mayor/a de los psic6Jogos: "Dar y recibir", asi como
de Ia neccsidad de poder que todo ser humano posce y que es aun mayor
en d psicologo clinico yen d cc:rapeuta. Es muy importame c:scar abra a
que todo lo que se nos prescnt:a cs una seducci6n y una descalificaci6n al
mismo riempo, con lo cual evirarcmos senrimiemos siroc!tricos de adula-
ci6n y furia. Debido a esto, sera de gran urilidad Ia revision de los senti-
mientos que tiene d terapeuta hacia la familia: si c!scos son de furia, de
aburrimiemo o desinterc!s, lo que es un signo de que posiblemente sc esca
en una relaci6n sim~trica con Ia familia. Es muy imporrante accptar Ia des-
calificaci6n para devolver en Ia siguicn<e jugada Ia prescripci6tl que ponga
en evidencia el cipo de rdaci6n, siruaci6n que es imposiblc de definir en
d juego esquizofrc!nico.
Un ejemplo podrla ser tornado dd caso de Ia familia Salgado: Ia ma-
dre seduce y dcscalifica celef6nicameme a Ia rerapeuta al decirle que si bien
es una cxrraordinaria oricntadora familiar y ayud6 a Robeno, ella crec que
no puede cambiar a Rodolfo, por lo que ahora usa cstrategias al servicio
de no sufrir, como son ignorarlo por complero y s6lo responder monosi-
Jabicamc:ntc a prcgunras que c!sre le plamea. Es clara Ia dcscalificaci6n con
Ia paradoja que envia: "Es maravillosa, docrora, pero no me pucdc ayu-
dar". En el momemo en que regresara Ia familia, Ia rernpcuta podria, si es-
ta descalificaci6n se replanrca, primcro reconocer que acepta que se equi-
voc6, que hasea ahora dcscubre Ia siruaci6n que se ha vcnido dando siempre
en cste matrimonio; asl indicara una prcscripci6n en Ia cual los miercolcs
ella le !cera una carra 3 Rodolfo, y elle leera una carta a ella los sabados.
Las canas son las siguientcs:
Rodolfo:
Ni te be vjsto oj te he semido en esros tilrimos tiempos, s6lo escoy con mis hij<t!t y
oon Robcru>, y a veces oon I doaora. Y esto lo he hecho rc.olmcmc porquc se que
si te cxpresara mi amor, ce ap<tnuria, porque n1 siguc:s ~itndo 6d ~ IO$. nu.nchtos
dd scminario, en los cu>l"' ui debes primcro amor Dio. y a los humanos que pi-
dan.ru orienaci6n. y si yo tc cxprcsa.ra s6fo mi amor. sin rcscntimicntos.. tU te \"C
rlas paralizado para seguir csos mandaros.
v. tSClJt:lA IJt Mil AN 187
Luc:l.):
Yo s6lo <e pu<do deeir que <e estoy inmcmamcnre >gradido por h>bermc saado
del fango co cJ qu< af al salir dd seminano y d>rme Ia 'ida bohemia, pcro no
puc:do hablanc de mi amor porque esto lo tengo prohibido, y esco me coloc.ufa en
una situa.ci6n arncnaz..1.dora.
ro este acontecimiemo haec que emerja una hip6tcsis: (que tanto Roberto
mamiene una coalici6n secrc:ra coo su padre para dccir a su madre: "Yes,
a mi no me ban podido ayudar ni ru, mama, ni mis hcrmanas, pero sl-
ganlo intentando, a lo mcjor lo logran~. 0 quiu Ia coalici6n sea de Ro-
berto con su madre en contra dd padre, ya que esradan diciendole: "Yes,
a pes:~r de roda ru sabidurla, conocimientos y habilidad para ayudar a
otros, conmigo no pucdcs, iY sabes por que no puedes? Porquc cres frio c
insensible, pero siguelo inrc:ntando, a lo mejor lo lograras". Si Ia familia rc-
gresa con esta siruaci6n, se podria rastrear mas informaci6n para apuma-
lar cualquiera de csras dos hip6rcsis; ya apumalada, se podria prescribir
una carr~ p~recida a Ia que se prcscnta a conrinuaci6n y cuya lectura d ia-
ria se indicara al padre:
"Despues de baber eomemado con rni cquipo Ia siruaci6n que han ve-
nido viviendo uscedes como familia, codos cstamos conmovidos por Ia ac-
ci6n conjunta de Rodolfo, Ana Claudia y Ana Maria para motivar a Ro-
berto a llenar Ia vida de Lucia, porquc cUos tienen Ia convicci6n de que al-
guicn de Ia familia debera de ofrcccr a Lucia el papd de rescatadora, aun
al costo de hacerla sufrir por lo imposible de Ia emprcsa, y est:in convcn-
cidos de que esto se deber:l baccr por rurno. Cooociendo el peosamiemo
ran maduro de Roberto, que es como el de un adulto, cuanto mas le in-
sisran en que ~I no tiene problemas de aprendizaje, ni de violcncia, mas lo
invican a que continue con los simomas, porque esa es Ia forma en que
puede ~yudar a su madre". Firma d cquipo terapeutico
Asi, las coaliciones sc abririan de mancra complemcnraria en un mis-
mo plano, pcro connot:Sndolas posirivamcnrc. Con esra carta, (que pod ria
hacer Roberto, que es connorado como maduro de pensamicmo, hasra el
punto de ser invirado por los orros a actuar como inmaduro, para poder
creerse re.~lmenre maduro?
Esra rcccra cs doblcmenre parad6jica, pues se les pide que hagan lo que Ia
lerapcuta y san Charbel no pudicron lograr y que c:llos mismos se habian
esforzado por lograr. AI abandonar Ia funci6n parental, Ia terapeuta envia
un mensaje confirmarorio a los padres en cuanto que dlos pucdcn res-
ponder como padres si as( lo quicren y lo decidcn.
Bib/iografa
Lidia Beltrdn Ru iz
lntroduccion
finales de l~ decada de 1980 y al inicio de los aii.os 1\0Venta, algunos
A terapeutas comcn'Laron a exponer una serie de inquietudes y refle-
xiones surgidas del an:ilisis crftieo de su experiencia con Ia teoria y Ia prac-
cica dfnica de Ia psicotcrapia familiar y sisremica. Se ernpez6 a hablar del
"giro inrerprctativo", que se caracteriz6 por el surgimiemo del paradigma
narrativo en Ia psicorerapia y por modificaciones en Ia forma de interac-
ruar con los cl iemes. Me refiero panicularmeme al enfoque colaborarivo
reprcscmado por Harlene Anderson y H arold Gool ishian, y al rrabajo con
cquipos reflexivos de Tom Andersen. 1
Ambas aproximaciones son comunes en el semido de que proponen
una perspecriva fUos6fica de Ia rerapia (a un nivcl de valores y posicion te-
rapeuticos) basada en Ia premisa de que esra r en el rnu odo cquivale a estar
en el lenguaje y en Ia conversaci6n. Asimismo, enfarizan Ia importancia
crica y cl inica de real i~ar convcrsaciones abierras con los cliente~ desde una
posicion hererarquica (no jera.rquica).
AI desplazar d accmo hacia el rcconocimiento de Ia construcci6n re-
lacional y lingliiscica del proceso rerapeurico y de Ia cxpexiencia humana
en general, el paradigma narrarivo ha puesro en evidencia al uabajo cHnico
(Ia reo ria y Ia rerapia) como una forma de practica social, en Ia que cada
1 La rerapia narrariv:. de \XIhire y Epston i:unbiCn formal) parte tel\ cste mo..,imicJ\tO. Por sus par-
ticuJaridades $(" u~rar.i en ouo C3pfnJio.
197
1()8 + IlDlA SEllR.A.' RUI7
De acuerdo con Andersen (2003a), Ia TIM form6 parte del cambio pa-
radigmacico que emergi6 en Ia dcicada de 1960 en d campo de Ia psicoce-
rapia, cambio que se caracteriz6 por pasar de una vision lineal e individual
del comportamiemo humano a una visi6n relacional en Ia que, para com-
prender los problemas del individuo, se inclula eJ esrudio de Ia familia.
El "grupo Galve.~ron"
El rrabajo conjunro de Anderson y Goolishian se esrablcci6 formalmeme
en 1977 con Ia fundaci6n del Galveston Family Inscirure, 2 en colaboraci6n
con Paul Dell y George Pulliam. End insriruto se conrinu6 rra:bajando Ia
rerapia y cl emrenamienro con el formaro de equipo de Ia TIM. En esc
tiempo, rambien sc encomraban parcicularmenre inreresados en las reorias
y pclcticas rerapeuricas dcrivadas del rrabajo del Memal Resear-ch Ins6w-
re, cuyos merodos se enfocaban en que d tcrapcura aprendiera y hablara
cl lcnguaje del clienre en Iugar de cnsefiarle al clicntc cl Jenguaje del rera-
peura, que era lo que sc hacia en las rerapias rradicionales. Para Anderson
(2003a, 2003b), esre imeres fuc fundamental para los cambios que ocu-
rrieron posceriormenre en su practica clinica y para el uso de nuevas mc-
taforas ce6ricas.
Como terapeuras familiarcs, retomaron varias reorias de los sistemas
cibernccicos (desde las reorias de la cibernerica de primer orden hasra las
de Ia cibernecica de segundo orden) como meaiforas explicarivas de las pro-
blematicas presemadas por los pacienres y sus familias. Estas met:iforas
serfan posteriormente abandonadas a1 considerar ei punto de vista de Ia
hermeneurica y de las tcorias socioconsrruccionisras. Sin embargo, su ex-
periencia en el dominio conceptual de Ia cibernerica dejaria huella en al-
gunas de las premisas que sc susreman acrualmenre en el enfoque colabo-
rauvo.
Al respecto, sc recoooce, por ejemplo, Ia influencia del pensamienro
baresoniano, en el que se afhma que el contexte rclacional y comun.icativo
cs csencial para el significado que damos a las pal abras y accioncs. Anderson
(1999, 2003b) menciona que qu.izas csta idea fue precursora de Ia premisa
colaborariva en Ia que seiialan que convcrsac:i6n y rdaci6n van de Ia mano.
El cnf':lsis en ellcnguaje
Anderson (2001, 2003a) menciona que inlluidos por el trabajo sobre co-
municaci6n humana dd grupo de Palo Alto, Ia imporrancia que le daban
(a linales de Ia deada de 1970) a usar el lcnguajc de los clientes tenia un
lin esrrorcgieo. ~re consistia en hablar ellcnguaje de los clientes (meta-
f6rica y litcrolmeme) para conocer sus valores y sus visiones del mundo.
Trabajaban dentro dcllcnguajc comun del cliente y lo utilizaban como
herramiema o tccnica tcrapcutica para producir cambios. Tarnbicn consi-
deraban que de esc modo d dieme esraria mas dispucsto para rccibir cual-
quicr inrcrvcnci6n del tcrapeuta.
Sin embargo, su acercamiemo a Ia obra de Humbcrto Maturana (1975-
1978) sobre Ia biologia dcllcnguaje, asi como su acercamiemo en Ia dccada
de los ochema al construccionismo social y Ia hermcneutica propiciaron
que cuestionaran las prcmisas que susrenraban cl pensamicnto sisremico-
cibernerico. Dcjaron de considcrar allenguaje como una funci6n o como
una herramicnta scmcjame a Ia rct6rica, y lo empezaran a considcrar ge-
nerarivo, Ia esencia del diilogo y. por lo ranro, Ia escncia del proceso rera-
pc!urico.
De este modo, el rrabajo y Ia reo ria clinica del grupo Galveston se fue-
ron enriqueciendo a craves de una serie de reuniones (simposia, conferen-
cias, talleres, etc.) y convcrsacioncs que llcvaban a cabo en Galvesron y al-
rcdcdor del mundo con difercnres aurorcs, entre los que resalran Kenneth
Gergen. Lynn Hoffman y de Tom Andersen, entre orros .
.~ Bateson stft~bb:a (IUe ccn1rar d csrudio de: los pwblcm:L'l humanos dcsdc la pam1ogfa c:ra un
errol t:ph1<'1n<ll0gieo.
202 t LIDIA BELTRAN RlJfZ
Tom Andersc.-n rcaliz6 esrudios como medico dlnico end sur de Nor-
uega. Estc: aulOr senala (Andersen, 1994, 2001) que dceidi6 estudiar psi-
quiarria porque su rrabajo como medico lo hizo plamearse diversos cues-
rionamiemos sobrc d crecto social de Ia cnfcrmedad, del sufrimienro y
dolor h umano~.
A comicm.os de Ia dc!cada de 1970. ya en su ejercicio como psiquia-
tra, comen~6 a eswdiar y a aplicar los procedimiemos de divcrsos tcra-
pc:utas familiares y de c:scudas sisremicas. Cabe citar cmre ellos 3 Minu-
chin, Halc;y, Wadawick, cl rrabajo en equipo dellnstituto Ackerman y el
dd esrilo dd grupo de Milan. Esre ulrimo seria de gran imponancia para
so ulrcrior trabajo como rcrapeurn.
En Ia m isma decada desa.rrolla d ivcrsas actividades acadcmico-profe-
sionales. Asome el cargo de profesor de psiquiarrra social en Ia Univcrsi-
dad de Tromso, y ahi organiza un grupo formal de profcsionales que re.nia
como objcrho reducir Ia tasa de imernamiemos. Participa en d programa
educacional "Terapia familiar de oriemaci6n sim!mica", organi1.1do porIa
Asociaci6n Psiquiarrica de Noruega, y a hi riene comacw con Lyn Hoff-
man, Luigi Boscolo, Gianfr:1nco Cecchin, Philippa Seligman y Brian Ca-
de. De c:sra~ acrividades resulu Ia inquietud de Andersen y orras personas
dd hospital por rcalizar trabajo con equipo rerapcutico aJ esrilo de Ia es-
cuda de Milan.
.t Se rdltl'<' :tl vo,...u(rsUh,.,:"Ut prcjuicio s~ compone tie lliver.:;o:; CiJ'}4)\ tit COn<,dmienw t1uc: pro-
vic:nen Jc 1::1 culuu.a y l.;t tr.adici6n en 101 que vivimos y de I~ cxpcficnri2~ p<"ro;onales c.le nues-rra
\'tda" (Gadouncr cu:u_lc> ..:n Andcr)cfl. 2001 , p. 20 1}.
206 LIDIA 6H TRAN RUIL
Baja esra 16gica, el trabajo con equipos reflexivos forma parre del pro-
ceso de creaci6n de las difcrcncias, ya que, mediante et desarrollo de di-
versos discursos, se posibiliran cambios en los signiflcados que cliemes y
parricipances cienen de Ia siruacion, se desarrolla un ambienre donde el
lenguaje "profesional" se susricuye par el lenguaje corid iano, se redefine (o
re-cscriben) idencidades y Ia rerapia misma. De esre modo, ramo d cera-
peura como el clieme y los miembros del cquipo esran expuesros al cam-
bia, a Ia novcdad.
Para Anderson (1999), Ia noci6n de rellexionar se rdaciona con "ha-
ccr ptblico"~ d rrabajo, con compart ir los dialogos y los monologos in-
rernos con eJ pacience de cal forma que se posibilire Ia cririca y Ia rerroali-
menraci6n.
Metodo de intervenci6n
Los represemanrcs de esra aproximaci6n scfialan que no hay formaros o
esquemas preesrablecidos para desarrollar Ia rerapia, de cal forma que lo
que aqui presenro son liJleas rnas bien generales o lo mas usua.l en eJ cra-
bajo rcporrado.
.
'i Anrcs mili:t.aha Ia palabra transpam:tr para h-abl:tr d~ e."te proccso.
(l ( ;\;J OQUt COI...AeOit.A.TNO Y LOS QUIPOS IU I\ (>.IVOS + 109
Caracterfsricas de Ia convcrsaci6n
El procc:so conversacional sc logra por mcdio de Ia pericia del tcrapeura
para crea.r un espacio para cl relato del dienre, maotcnicndo una posicion
de "no saber", sin asumir una posicion de liderazgo y formulando pre-
gumas convcrsacionales.
L~ posicion de no saber se rcficre a una acritud tcrapcutica general y
a Ia conviccion de que d terapeuta no tiene acceso a informacion privi-
legiada, no trabaja basandose en ideas preconcebidas, jam:!s puedc com-
6 Andersen (199Sa) $'Jgiere ini.ciar b convP.Ci6n planteando prcgunw c;omo las slguiemes: (00-
mo Ia gusrarla a ustcdes uriliz.ar o 1:e reuniOn?, (c6mo dcbc:rJamos usar cslt cncucmro?. cp;ar:t que
dcbcrlamos usarlo? F.sta~ prcguncas sc rdaci01\an con cOmo proponc d cJjen'e que $e\ fa mcxla-
Jidad que dcba dar.;e a Jas oonvcrs.acioncs.. 1iunbi~n sucle prtguntar sobrc ccu3Jcs Ia hisroria de
Ia idcQ de venir hoy aqu?. con la cu:tl sc busc:a comprcnde.r h.3Sr.l quC punto lo$ pre:sentd est:Vl
de xu~rdo en asistir. Oua pregunta sudc ser: ccu:1 csla historia que csd detr:b de esm reuni6n?
Las rn:puesus 2 ella penniren que 105 miembros de 12 &miiU. describ:an su forma (sut narncio-
~ o hisc:CMW) c:k vcr Ia situaci6n, lo aW posibilia. d plantcanUcnto de ()(r,u prcgumas dirigi-
cUs h~ b cocrcaciOn d< sigtlifiados nuc:vos y uril<s para d cambia. Otr.u pgunru: ;d< qui<n
Nc: Ia 1dca de- CSlC" encum.uo? y (COmo re:ac::Oon6 ust~ ante c::sn idea? ayuc.bn a comprcndc:r ~
qwencs dbcrb dind< b oponunicbd de habbr y qujenes b libemd de csrar plt$elli<S on si-
lencio.
210 t LIDIA BllTRA.' RlHZ
Esto se logra moHrando una actitud abierta hacia Ia posrura del cliente y
manteoiendo Ia coherencia con las coocepcioncs de este:
Lo que sc prcguma o se propone se haec dcsde una accirud remaciva.
La conversaci6n implica enrerarse un poco de un tema y lucgo mostrar
curiosidad por orro sin derenerse demasiado tiempo en alguno. Ander
son (2001, pp. 246-247) seftala que le parcce imporranre no dar Ia im
presion de que un rema es mas rdevanre que otro.
En conversacioncs gcnuinamcnte colaborativas (d ial6gicas) es imposiblc
detenerse demasiado cicmpo en una sola cosa. La panicipaci6n en esrc ti
po de convcrsaci6n (en Ia cual uno imema conocer y comprender a orro,
o{r Ia hisroria del clieme como eJ quiere comarla) supone que uno cscl
abicno a las nuevas expericncias. Asi, es posiblc trascender (o aJ menos re-
visar) las c:<periencias hist6ricas (es dccir, el conocimiemo y los scsgos pro-
fesionalcs y personales) que d rcrapeuta rrae consigo. Cuando uno escl
abierro a otra persona, se halla auromaticamente inreresado en lo que esta
rienc que decir.
Es importance hacer pregumas que ampllcn las posibilidadcs de
narrar Ia hisroria ramo por pane del clieme como del rcrapeura. Las pre
gunras conversacionales son Ia principal herramicnra dd terapeura y surgen
de Ia posici6n de no saber. lmplican una cscucha sensible o acciva, lo que
exigc qoe se preste atenci6n a los rdaros de los cliemes de una mancra dis
tl I" OQL,t l"OlAI)0iV.TIVO Y lOS lQOIPOS Rf.fl F.XIVOS * 2 11
rjma; Ia narrativa en desarrollo c:s lo que inspira Ia siguiente prepmta. Las
prc:gumas nose crean a partir de teorfas prcconcebidas del terapcuta acer-
ca de cual deberia scr d rdaro ni para validar o rcchazar una rup6rcsis.7
Se recomienda asc:gurarse de que lo que sc oye cs lo que d cfjence
quiso decir. Andersen ( 1995b) sefiala que: no bay nada ektrds o ekbajo de
las palabras sino que todo "'>ta en las palabras. Lo que imporra cs c6mo sc
sinci6 c:l dience en Ia conversaci6n y si sc sinti6 CSC\tchado o no. Evice es-
cucbar su di:ilogo inrerno sobre lo que U$tcd crcc que los dienres quisie-
ron decir con SU$ palabras.
La novcdad se logra hablando de lo farruliar en un modo no fa-
miliar.
Los diencc:s dan muchas seliales. Entrcnar Ia sensibilidad para podcr
ver u oir esas seiiales perm ire obscrvar lo que una persona expresa con Ia
voz o los movimienros o las emocioncs; cscuchar es rarnbien vcr. Asi po-
dcmos cncomrar preguntas que hacer. Por ejcmplo: si obscrva esra o aque-
lla palabra, ;que cs lo que vc? Si sus l~grimas pudieran hablar, ;cuales sedan
sus palabras>
Andersen (200 l) consider. que Ia respons<Lbilidad del ccrapcura
consisre en nacer concribucioncs <]uc posibilircn d cambio. No obscamc,
de que tipo de cambio sc rr<lte y c6mo y cuando suceda no son su res-
ponsabilidad. No Cree que los terapcutas tenga n Ia rcsponsabilidad etica de
oricnrarsc bacia los rc.1ultados, pcro sf otras rcsponsabil idades eticas, como
Ia de no Jasti rna r a Ia genre.
El clienre riene Ia ul!ima palabra acerca de lo que dcbcmos hablar y
de que modo.
.. lWpoco son pRgUntu qut sc realiccn QOn b finabdad de coruuuir un objr.-o para l:as ~
nes d. !<r.tpa o h:w:u !. clui6aa6n del probknu o de !. ooluci6n.
212 t LIDIA 9LTRAN RUIZ
S Sin <'mb:ugo. he ob$crvado que esn norn'l2 puede sc:r reconslderada con.forme a las prac::.ti<::~$ <;tll-
rurales de parr.icipruues. ya que oonfonne-a Ia dlvcrsid::td de valores rcspecto a los cncucnrros dcl
di.Uogo iqrerper.sonal (e instirucional) me par< f.tctible 13 posibilidad de comp.:trtir cara 2 cara
coo Jos dienres nuescr:as reflcxione:s sit$ que: :u:( sc desc:a.
tl ENfOQUt COt ABORATIVO Y lOS f.QUIPOS R(flEX.!VOS + 211
9 En MCxico seem plea esta aproxjm~ci6n en algunas univcrsidad<.-s p~iblic.&.:; y priv:ub.s. asf como
eo cemros c i.nstitutos privados.
HI Rccic.ntemcnrc h:~.bla de hor6scopo reuospccrtvo" y consisce en conwrsar sohre b. hittoria de
un:~ situac:i6n en pa.nicular, prtsent~da por d diente~ y hacerlc tucgunms c()nvcrsacionales
oriemada.s a !as implicaciones presences y fururas, de tal fonna. que Ia conv~.:rsaci6n contribuyc
a Ia consrrucci6n de una hisroria cransfomtada.
.:0 1<4 + llO:A BELTRAN ftUI.l
[3 situaci6n, a los objccivos que persigue quien solicira Ia consulra, a los del
grupo y al tamaiio del grupo). La idea central consisre en pedir a los inre-
grantes del cquipo qlle escuchen Ia hisroria presemada por el dieme "co-
mo si" Fueran una de las personas que el clieme induye en su relaro. Una
vez conduida Ia conversaci6n entre d clienre y el terapcura, los imegran-
res del equipo presenran sus reflexioncs dcsdc Ia posicion "como si". Pos-
reriormenre el rcrapeura vuelve a conversar con el cliente sobre los aspec-
tos que lc hayan genera do mas curiosidad al escuchar al eq ui po. Despues
se pi de a los parricipamcs en general que companan sus experiencias acer-
ca del proceso scguido.
II F-.xisren algun()S u:.:.b:tjos de iovestjgaci6tl eJt los que u- pu:st:man transcripciones, parc:i:ale$ y
complcras. de sesioncs de 1erapia en las cu:des St; rea.li7..1 un~ iodagad6n crfrica dd oontenido )'
de Ja fom1:1 que :~.dquiercn las cooversaciones que sostienen te:rapeuta.s y dienrC$ dcsdc estc co-
foqut. f:.l locwr interesado en csrc;t~ !l$pectos pucdc c:onsulrar ::l Hoffmao-Hennessy y D~vis
(200 I), 1 <n gmcr.l. los <>pimlos de Ia compilan6n de Friedman (2001).
fl E:N~f.COLABO~TM)VLOSIQ\,111'Q5R.Ul0..1VOS 215
querfa ser como Cl, mi papa nos meci6 a esrudiar kar.ne. Despues,
porquc saquc un seis, nos sae6 a los rres [se refierc a el y a sus dos her
manas] y d ijo que rudo era por mi culpa.
M: Nos meri6 como rrcs vcccs y nos sac6 como nes.
C: ( Y ahora estan pracricando karate?
J: Mi papaya no quiso que fucramos, pcro Margarita no le hizo caso y
sigui6 asisciendo. ~I le deda que si se iba, ya no Ia iba dejar enuar a
Ia casa, pero ella se fue.
C: ;COmo le hizo?
J: Nose, Ia admiro mucho. El papa dd maestro de karate me dijo: "(Por
que ru ya no vas? Rebel ate".
C: [a Margarita] iY que pas6, ya no re dej6 cntrar a Ia casa>
M: A veccs no me hablaba, cuando llegaba no me saludaba, pero nunca
me impidi6 entrar.
J: Una vez mi papa le empa6 a decir de cosas, ella le empcz6 a respon-
der, nose dej6, y entonces mi marna se meti6 para separnrlos y mi pa-
pa empero a ofi:nder a mi mama. Nunca me ha gusrado responderle
a mi papa, pero esa vez yo le decfa que se calmara y nomas sc me que-
daba viendo feo.
C: ;Cuanto haec de esro que estas ru comenrando?
J: U n afio.
C: Y de cmonces a ahora (que ha pasado?
M: Ya no nos ha golpeado.
C: (A que crees que se deba este cambio?
J: J>arcce que Ia sesi6n anrerior no habia mencionado que Ia unica vcz
que lc he alzado Ia mano a mi papa fue en agosro del orro aiio. Esc dfa
ya me iba a Ia escuela y enronces '~ que mi papa le daba un golpe a
mi mama, lc dio una cachetada y lc dio con el puno. Yo le grire fuer-
re, despues vi que sc lc iba a ir encima, y emonccs lo agarre, cres vcces
lo agarre y las trcs vcces me avenc6 hacia atr:is, me peg6, Ia cuarra vez
que lo agarre fuc del cucllo, mi mama dice que lc pegue rres veces en
Ia boca.
C: (NO re acucrdas?
J: No, no recuerdo. Y de ahf tal vez como que lo sorprendf de c6mo ac-
rue.
C: (Cuanro haec de esro?
ll C."-:iOQUECO\.ABCNtA.llYOV 105 (QUIP()) !ttl: IXI\IOS lt9
J: En agosro.
C: cHace como un aiio?
J: Si.
C: (Que crccn que haya significado para ru papa Ia forma en que reac-
cionasre?
J: Yo me pusc asf c:n una posicion como rerador:t; le dije: "Me vuelve a
pegar y ahora sf me le voy encima" . C reo qLae riene miedo de que lo
vuelva a hacer.
M: Ulrimamence ha cambiado bastanre. Despues de lo que pas6 con mi
hermano, mi mama me conr6 que el vio muchas muerres. De niiio vio
c6mo se maraban sus rios a macheuzos, c6mo se destazaban. Creo
que Ia re2cci6n de mi hermano le record6 eso.
C: Haec: raro dijisre que ahora ni emend las por que era c!l asi. (Tiene que
ver con lo que est:is comentando?
M: Si. Ahora he podido pregunrarle m:is cosas a m i papa y conoc.erlo m:is.
Else desprecia a sf mismo y me ha dicho que: nose sienre un buen pa-
dre.
C: cHablas comcncado esro con Jose?
M: No.
Corolario y perspectivas
No cabe duda de que las implicaciones m:ls imporrames de csras aproxi-
maciones radican en proponer, por un lado, una posrura que valide lo sin-
gular, rico y complejo del conocimiemo y Ia expericncia del orro, del orro
en relaci6n con; y por orro lado, una posrura filosofica que incluye Ia pre-
ocupaci6n por el modo como en ellenguaje (y en Ia terapia como una for-
ma de pr:ictica social) se construyen el mundo, las identidades y ontologfas,
as( como el conjunco de valores que las personas imprimen a su vida.
En Ia actualidad, d enfoque colaborativo y el rrnbnjo con equipos re-
flexivos se han cxtendido a orros paiscs como u n recurso en los procesos
de formaci6n de terapeutas, de supervision y de ascsoda en instituciones.
Cabe sciialar que en cstc momenro Anderson tambicn ubica su tcorfa
y pr:krica dentro de las ideas posmodernas y en su imeres en d aprendi-
zaje, Ia invesrigaei6n y Ia consulraria a organizaciones. Coincide con An-
dersen en su interes por recuperar Ia c.xpericncia de los clic:ntes y hacerlos
coinvesrigadores de los proccsos de terapia en que paruciparon. Asimismo,
Anderson (2003b) s<:iiala que ha incorporado a sus pr:lcticas d uso del ar-
rey Ia lirerarura.12
12 Anderson (2003b) sdla1a que Ia incorp<>r.lci6n dd anC" y Ia Jircr:truu c:.n S\1 n;ab<~.jo c:;ta inspira,
da por ~us colc:g.1s del Grupo Gtmpos I;:.li~t:os de Ia ciud;'ld de Mbico.
222 LIOIA 8(LTRAN RUrZ
Bibliografta
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Capitulo 9
La terapia familiar en Mexico
Imroduccion
l Ellt."C:tm interc:~adu pur.::de c;on:;uhar ;J. Hejnz. \'Uil foer..ter { 1?9 1) en :m lihro i.JIJ imtilltJJ dt: fa
<-dmnidfa. {Barcelona; GliS<\) (I\ d cap!cuJo que rirub "Sobre si.stemM auuJo-ga~tt..~d<>res y $u.s
a.mbicou:s".
ns
226 + lUZ Ot ~OUROtS t.CUII..VZ ROMO
l Luis t~ra 1:tpi:t fue uno de los pioneros de Ia psicologia mexican-a. Fue el primer di.reaor de la
recien creatl.a Faculrad de Psicologfa de Ia Uoiven:id-ad Nacional Au16noma de Mexico.
lA 1tRAPIA fAMJliAl [N ME.xtCO + 227
genre que esraba lejos de una derecha conscrvadora y jc:rarquica que apo-
yaba Ia marginalidad, Ia exclusion y el sosren insrirucional.
El movimiento anripsiqui~trioo repercuci6 en gran parte del mundo
occidental y propone: a) Ia desinstitucionalizacion de Ia salud mental y
con clio el abandono de los rotulos estigmarizames, b) Ia impugnacion de
las reglas rfgidas de uaramiemos impuesros, c) Ia suspension del traro je-
rarquico y aurorirario entre profesionales-paciemes, d) Ia crltica y cl aban-
dono de: Ia represion como castigo, y e) Ia abolicion del elc:crroshodc (Ce-
berio y Linares, 2000).
La hisroria del moddo sistemico en los Esrados Unidos riene varios re-
latores: Bowen (1960), Bell (I 961), Guerin (1976), Gorman y Kniskern
(1991). Todos ellos coincidcn en algunos hechos: los modclos de rerapia
pareclan haber agotado sus posibi lidades para explicar algunos problemas
cHnicos, cnrre esros la c;~quiz.ofrc:nia o los problemas rclacionados con Ia
alimemaci6n: obcsidad, bulimia, anorexia, etcetera. En ambos casos, los
rratamienros parecian scr dcmasiado largos y costosos, o sumamenre su-
perficiales, al arender Unicamente Ia conducra sintom~tica. De modo que
algunos de dichos terapeuras, como Ackerman (1958, 1966) y Bowen
(1960), cmpezaron a considerar que los problemas emocionales se genera-
ban en Ia interacci6n familiar, en cl medio que los rodea y Ia dinamica de
Ia psique. Comienzan a incursionar en un trabajo clfnico que rebasa Ia
asisrencia exclus iva al paciente idcntificado, pan ampliar su foco hacia d
grupo famil iar.
Uno de los pioneros en d campo de Ia terapia familiar, Nathan W. Ac-
kerman, quien venia del campo de Ia psiquiacria in&ntil, considera que
hay una rdaci6n muy esuecha entre Ia enfermedad psiqui:ltrica y Ia dina-
mica &miliar. En Ia Clinica Menninger, donde ellaboraba, rompi6 con Ia
rigidez de Ia consulta y empez6 a ver a roda Ia f.unilia como una unidad
dentro del consultorio. Producto de estas experiencias innovadoras IUc su
libro Tht Psychodynamics of Family Lift, escriro en I 960. Teodoro Lidz,
tambien psiquiatra, pertcncci6 al gl'llpo de Ia Johns Hopki11s University.
Sc d isri ngue por su trabajo con pacienres esquizofr61icos bajo el moddo
psicodinamico. El encontr6 que las f:tmilias de esros pacientes son muy in-
estables, tienen poca. capacidad para desa.rrollar sus propias estrucruras
inremas, asf como para definir los papeles familia.res (Lidz, 1957, en San-
chez y Gucierrez, 2000).
!28 + IV7DELOUROSfCUIIIlJlltOMO
Instiruro de Ia Familia
En 1972 Raymundo Madas se separ6 de Ia Univcrsidad Iberoamericana y
form6 el Insriruro de Ia Familia, A. C., junto con Derbez, Estrada y Leo-
polda Chagoya, formados en Monr:real y despues Mariano Barragan, for-
mado con Salvador M inuch.in en Filadelfia. H primer curso dicr.ado en el
insriruro duro dos alios y era un programa de posgrado (qulenes ingresa-
ban a cl debian conrar con un tlrulo de licenciarura). AI inicio, el i.nsriru-
ro esraba afiliado a La Universidad lberoamericana, pero en 1977 se rom-
pe esra liga (Sanchez, 2000) y empiezan a caminar por su cuenra. AI equi-
po inicial de Macias, Barragan, Estrada, Derbez, Chagoya, Lei\ero y Me-
lder, se incorpora en 1974 Ignacio Maldonado, recien Uegado de Argenti-
na, su pais natal. Un afio despues Ia relaci6n academica entre Macias y Ba-
rragan se rornpe y da por re.~ulrado Ia formacion de una cscuela nueva: el
lnstiruro Mexicano de Ia Familia. Esta escisi6n lasrima al grupo de tcrapia
familiar en formaci6n, que tiene que decidir con qu.icn se queda.
Durante Ia primera decada, el ingreso al !FAC era cada dos ai\os, fecha
de rerminaci6n del programa; pero a partir de 1982 se abren las inscrip-
ciones cada ai\o. En 1984 se afiade a Ia formaci6n u.n curso propedeutico,
que perm ire un.iformar los conocimiemos de aspiranres proveniemc dedi-
ferenres disciplinas, y postcriormcme el programa sc ampli6 a rres ai\os a
parrir de 1990, y asi se ha manrenido dcsde enronces (v;ww.ifac.com.mx).
Originalmente, el curso de cnrrcnarn.iemo csruvo basado en el mode-
lo psicodinamico familiar desarrollado por Epsrein en Canada, y rom6 al-
gunas ideas del modelo de Ackerman en Nueva York; posreriormenre se
incorporaron al programa elemenros del enfoque comw1icacional del MRJ
de Palo Alto, California. Especificamenre se romaron ideas y recnicas del
modelo experiencial de Virginia Sarir, del estrucrural de Salvador Min u-
chin, del estraregico de Jay Haley, de los modelos de rerapia breve, mas car-
de de los modelos de Milan y de Roma, y recientcmcnte se han incorpo-
rado ideas del consrrucrivismo y del posmodemismo, siernprc dentro de
una perspecriva ecosisremica. Para explicar esra conjunci6n de reorias y
de recnicas, Macias y cols. (2000) sei\alan que su modelo es "Din:imico-
sisremico-inregracivo, rendieme hacia una concepcion holfsrica, dado que
csra incluyendo tambieo una dimensi6n espiritual" (pp. 265-266).
230 t lUZ OElOURDES t<.UI.UL lt()MO
J Minuchln, S. ct aJ. ( 1978), PJ)'ChOJomati~ fitmili~s: AntJnxa NmJMa in tiJTJltXI, Cambridge Mas-
s:tchusens. Harvard University Press. En em: Libro, Mi.nuch.in y $U gwpo cxpont-n cl trabo1.jo rc-
ali'.<ado end Hopitallnfanril de FiladclJia.
JU LVZ (){ lOUR{)(S fC\JilU/ ROMO
Insricuw Personas
AI inicio de los ai\os ochenra, Anarolio Freidberg, junro con Jose Lichrei n
y Dolores Vi lla, funda el Insriruro de Enseii.anza c Invesrigaci6n en Psico-
rerapia Personas. Esre insciruco comienza siendo un centro de formaci6n
en psicoterapia gestalt, aunque en 1984 da un giro hacia Ia formaci6n sis-
remica de terapia familiar y de pareja. Para 1989 aumenra el programa do-
cence de cuatro a cinco semesrres. El equipo inicial de docenres esd. for-
made, adcmas de Freidberg, Lichtein y Villa, por Jose Antonio Emerich,
Lina Herrera y Alicia Tommasi, entre otros. Durante las dos primcras ge-
neraciones r.a mbien formaba parte de Ia planra docente Martha Pardo.
El lnstiruto Personas o&ece, ademas de Ia especialidad en rerapia fa-
miliar, un diplomado en oriencaci6n familiar. Su sede academica se locali-
za en San Jose Insurgenres.
Anatolio Freiberg se form6 como ingeniero mecinico, posreriormen-
te enrra a Ia maestria en psicologla pastoral que se imparte en Ia Universi-
dad Ibcroamericana, maesrria que mas tarde se transforma ria en maesrria
en desarrollo humano. En Ia misma universidad realiza el doctorado. Es-
rudia el modelo sisremico en el IMF con Mariano Barragan y Luz Teresa
Mill~l.n y haec un emrenamiento en terapia gesr.'llr en el Centro de Des-
arrollo Tarango (Wasongarz, op. cit.).
Institute Cencalli
Marfa Luisa Velasco deja Ia Universidad de las Americas en 1987, despues
de seis ai\os de docencia (1981-1987), para fundar el Insriruto Cencalli.
234 t l.lJ'Z. Ot lOURI)t S ( GUILUZ ROMO
Esre funciooa solo dos ai\os para reaparecer en 1992 con el nombre de lns-
rituro de Tcrapia Familiar Cencalli (W~songarz, op. cie.; Sanchez., 1996).
Su programa de estudios, con duracion de cuarro semesrres, esr;i com-
pucsto por horas re6ricas y pr:kricas, reune un rota I de 127 credicos y so-
licira 160 horas de supervision en vivo. Se ofrece ttcs veccs por scmana, lo
que hace Wl rota! de 12 horas semanalcs; para mayor comodidad, los
alumnos pueden asistir en uno de los dos horarios: maturino, de I 0:00 a
14:00 hr, o vespertine, que va de 16:00 a 20:00 hr.
El programa de rcrapia familiar de Cencalli fue el primero en lograr
su reconocimiento como maesrria por Ia Secreraria de Educaci6n Publica
(SEP) en 1995. Ademas del programa de maesuia, el insriruco ofrece cur-
sos, especialidades y diplomados cuyos comenidos son annes al posgrado.
Algunos de los docentcs que parricipan en Cencalli, ademas de Marfa
Luisa Velasco, son: Jose Francisco Sinibaldi, Alfredo Whaley, Elena Gue-
rra, Patricia Celis, Marco Velasco, Ro:aana Sanchez y Luisa Muriel, enrre
orros.
Tambicn algun"s instiwciones gubernamencales le reconocen su ca-
pacidad de enrrenamiemo en recnicas y merodologfas para realizar inves-
dgaci6n aplicada eo beneficio de Ia f:-tmilia mexican a.
Como se seiiala en su pagi na web, despues de un minucioso esrudio
por parte de las auroridades del Inscicuto Mexicano del Seguro Social
(!MSS), "Cencalli" fue seleccionado desde 1996 como el instituro abocado
a Ia forrnaci6n de maestros de Ia especialidad en medicina familiar. A par-
tir de en ronces, los egresados de esce programa tienen a su cargo a los me-
dicos que asp iran a Ia especialidad en dicha area, innovando los esqucmas
rradicionales de manejo cerapeucico a rraves de cecnicas especiali?.adas pa-
ra una evaluacion integral de.! paciente y su familia en un riempo acorde a
las necesidades de Ia insricuci6n (informacion obcenida de !a pagina Web
de !a instituci6n en 2003, www.cencalli.edu.mx).
Maria Luisa Velasco Campos, fundadora de Ccncalli, hizo Ia maesrrfa
y e! doctorado en psicologia clinica, especializandose en rerapia familiar,
en Ia C linica J. Hopkins, del Hospital de Baltimore, con Jay Haley, y rea-
liza cursos de rerapia familiar estruetural con Minuchln (pagina web antes
cirada).
LA THtAPIA fAM41AR f ' '-4txlc0 2JS
Tees, Maria Luisa Velasco, Eusebio Rubio y Silvia Covian. Durante los pri-
meros 10 aiios de e:cisrencia del diplomado y con Ia colaboraci6n de los
alumnos en formaci6n y algunos c:grcsados del programa, se organize en
dos ocasiones Ia Semana de Terapia Familia.r, a Ia que acudieron colegas de
las disrimas escuclas a exponer sus rrabajos, aunque era rambien un foro
abicno para los alumnos del diplomado.
El heeho de que Ia UNAM, a craves de Ia Faculrad de studios Supe-
riorcs Izracala (FESl), ruvicra este programa fue un incentivo para rodas las
escudas existemes. Ya que al invirar al programa a doccntes de orras insri-
tuciones, estos p udieron constatar Ia calidad, Ia organizaci6n, las insrala-
ciones y los cosros, obligandose a mejorar los curriculos de los existences.4
La misma UNAM sc vio impactada por este impulso, dado que en 1994 se
organiz6, a craves de Ia Division de Educacion Continua, el Diplomado
de Tet<lpia de Parcja con enfoque sisremico, qucdando a cargo Irma von
Wobeser; posrel"ionnente esta es rclevada por Patricia Contreras, quien fue
alumna en las primeras generaciones del mismo.
Mucho mas recieme, pero podriamos decir que rambien producto del
irnpacro inicial de Izracala, es el Diplornado en Terapia Familiar Sisrcmi-
ca de Ia FESZaragoza. En el parricipan algunos profesores formados en los
diplomados de Ia UNAM como Sergio Mandujano, Jaime Davila y Lidia
Beltran y otros mas imeresados en el rnoddo sistemico; enrre esros ultimos
podernos seiialar a Pedro Varga.~ Avalos y Vicente Cruz.
El programa del Diplomado de Ia FES-lzracala se ha mantcnido desdc
su fundaci6n con una gran demanda y esci por complccar ucs lusrros de
exisrencia a pesar de los cambios politicos y adminisrrativos que en una
instituci6n de Ia magnirud de Ia UNAM son sumamcnte duros y frecuemes.
El plan de esrudios del Diplomado en Terapia de Pareja que impart<:
Ia Division de Educaci6n Continua (DEC) de Ia Facultad de Psicologia es-
ra cooformado por los siguicntes nueve m6dulos:
!. lntroducci6n al esrudio de Ia pareja.
II. Evoluci6n te6rica del modcrnismo al posmodemismo.
4 Ef lcaor podr.l not;lr este impac:ro t:tnro end lnc.rcmento de horas de teoria y supervisiOn en los
program:u de los iostilutos, como en Ia creaci6n de cursos propcdCuticos, asf como en Ia t0r-
rna.~i6n de nuC\'<l.S cscoebs a panir de 1990.
238 + LUZ Dt l OU ROt S { ClJill.JL. ROMO
po en que Ia escuda debera volver a presemar sus programas para ser nue-
vamenre evaluados.
En Ia acrualidad (2003) perrenecen a Ia AMTF nueve inscirucos o es-
cuelas, lo que significa que, porIa calidad de sus programa.~, se les ha otor-
gado el reconocimiento oficial que los acredira como encidades formado-
ras de terapeums familiares. Estas escuelas son:
lnscituco de Ia Familia, A. C.
Institute Latinoamericano de Es-rudios de Ia Familia
Institute de lnvesrigaci6n y Entrenamienro en Psiquiarria Personas
Institute de Tcrapia Familiar Ccntalli
lnstituto Crisol, A.C.
Institute Regional de Estudios de Ia Familia
Univcrsidad del Mayab, Maesu(a en Terapia Familiar
Universidad Aur6noma de Tla:'<cala, Maesu(a en Terapia Familiar Sis-
r~mic.t
Cenrro para Desarrollar Ia Invesrigaci6n de Ia Psicorerapia Sistemica
(CEOIPSI)
El grupo Polanco
El grupo Polanco, llamado tambien grupo Campos Eliseos, por localizar-
se precisamente en Ia calle que !leva ese nombre, fue insriruido a fines de
Ia decada de los noventa por Sylvia London, Margarita Tarragona, Elena
Fernandez e Irma Rodrfb'llez de Punski. Podemos decir que el vfoculo en-
tre ellas, aunque ya se conodan por su pardcipaci6n en d iscinros grupos,
es Ia Universidad de las Americas. ya sea porque ahf se forma ron o porque
todavia reaJizan trabajo docente en <:sa inscicuci6n. El grupo Campos Elf-
seos, al decir de sus fundadoras, conceptualiza Ia psicorerapia como un
proceso colaborativo, en el que Ia relacion rcrapeurica, los objctivos y los
resultados de Ia tempia se consrruyen a craves del intercambio lingiiistico
entre el cliente y e.! terapeura. Esta forma de rcrapia sc basa en el cons-
truccionisnlo social y en las teorfas narrativas, y sc centra e n Ia convcrsa-
ci6n yen preguntas conversacionales. El dialogo entre d diente y d tcra-
peuca permit<: cucstionar c inrercambiar los significados de sus experien-
cias, de mancra que puedan gcncrarse nuevas posibilidades.
Su programa de formacion, a diferencia de codas los que hemos men-
cionado, riene un enfoque construccion isra y se apoya en las ideas pos-
modernas. El instiruto uabaja en colaboraci6n con el Grupo TAO, que di-
rige Harleoc Anderson, y cl Houston Galveston Institute (HGl).
Acerca de sus fundadoras podemos decir que Sylvia London estudio
!a maesrria en el Lesley College en Massachussets y Ia especialidad en rc-
rapia familiar en el Cambridge Family Institute; es docenre en Ia maesrria
246 t LUZ Dl LOU ROt$ lC..iUILUZ. R0.,'10
5 El <.-quipo reflexivo es una modalid:ad de uabajo clfnico swgida eo Tromso. NonK't,.ra. cuando
Tom Anderson y :ms colaboradores inmxlujeron dcnrro de un comc:::(tO rtrapC:utico Ia posibili~
dad de que Ia D.milia que est<lba bajo mnamienro en c$(' momento. pudicf'3 csa.~chu mtilciplcs
per'Sp<:<:ri\'3$ sobrc su siruaci6n, provenie-nce dd equip<, obscrvador.
248 + LUZ OE LO UROES EC UILUZ ROM()
Inscripciones
La prim era generacion esruvo conformada por 25 alumnos, 10 ubicados
en Ia sede 1ztacala y 15 en Ia sedc de Ciudad Universiraria. La segunda ge-
ncraci6n se forrn6 con 18 alurnnos, 10 ubicados en Ia sede lztacala y 8 en
Ia sede de Ciudad Universitaria. Es imporranre mencionar que est a resi-
dencia es Ia que na ren ido mas demanda de las seis que conforman Ia
maestria en psicologia. T 6mese como cjcmplo el siguiente dace: en res-
puesta a Ia convocaroria de sepriembrc de 2002, se presentaron aproxima-
damenre 200 aspirantcs, de los cua.les 98 apl icaron para Ia residencia de rc-
rapia familiar sisremi~-a y d resto para las orcas cinco.
Condusiones
AI reun ir codas cstas historias, datos y fechas sobre lo que ha sido hasra
ahora d desarrollo de Ia terapia famil iar, po<hfamos decir a modo de resu-
men que durante Ia primera dccada anterior a lade 1980, se consrruyeron
dos escudas, ambas privadas; de 1980 a 1990 se formaron cinco mas; de
1990 al 2000 d crccimicnto ocurre principalmeme en Ia provincia, y d
I A TfRAPtA f AMII JAI< FN M ( XICO t 2S7
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ACERCA DE LOS AUTORES
lbl
2.62 + AUTORf.S
wa gui~ vliosa para personM alcoh6licas y sus allegados. E.e libro fUe apoyado
por el lnsriruto Suizo de Prevenci6n de Alcoholismo y orros T 6x.ioeos !SPAy ff..S-
1, UNAM, Mexico. 2003. Su orro libro es: No u pmrdds con el af.co,~ol corregir los
errores I'J'.ds cortiones sobrc alcoholy alcoholumo, FFS-1, UNAM, Mexico, 2002.
Recienremenre obmvo Ia Presed Mujrr 2002 en el drea tk Ia salr.d, por el H .
Ayuntamiento Constimdonal de Tlalnepancla de Baz, Esrndo de Mexico.
tit Ia familia
(Pax Mtxico) . Percenece al Sistema Nacional de lnvcstigadorcs, don-
de tuc reconocido en d nivcll.
Corrco decrr6nico: eguiloz@servidor. unam.mx
Escrito tanto para el lector que recien ingresa al
mundo de lo sistemico como para todo profesio-
nal de Ia terapia, este libro ofrece un panorama
hist6rico sobre las diferentes escuelas y los mode-
los mas significativos que han contribuido a que Ia
terapia sistemica se consolide no solo como una
forma valiosa de explicaci6n, sino tam bien como un
conjunto de estrategias que pueden ser ensenadas
y posteriormente puestas al servicio de las familias
que lo requieran.
Cada capitulo es presentado por un narrador
distinto, experto que ha estudiado y practicado
durante mas de una decada et modelo sistemico
que describe, lo que da allibro una rica diversidad
de puntas de vista, si bien tiene tambien unidad: los
autores son docentes e investigadores de Ia Unl-
versidad Nacional (UNAM).
Con este libro, Luz de Lourdes Eguiluz invita a Ia
reflexi6n,a reportar lo valioso del trabajo clinico que
cada grupo realiza para, en un futuro no muy leja-
no, poder hablar de Ia construcci6n te6rica de
nuevos modelos desarrollados en nuestro pais pa-
ra el trabajo clinico con poblaci6n nacional.
EDITORIAL0
PAX MXICO