CIORAN y La Posmodernidad
CIORAN y La Posmodernidad
CIORAN y La Posmodernidad
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II. La postmodernidad
2.1. Las Tres fuentes integrales del postmodernismo.
2.1.1 Postestructuralismo francs
Son los discursos que hoy se estn resignificando bsicamente de tres autores:
Nietzsche, Heidegger y Schopenhauer. A este ltimo se le est rescatando su
pesimismo y las constantes llamadas de alertas sobre el aspecto destructivo de la
razn. Principio que retoma Teodoro Adorno, en su segundo momento como miembro
de la Escuela de Frankfurt, para denunciar el carcter opresor de la razn
instrumental que consideraba un sujeto con derecho a oprimir a su objeto (la
naturaleza, la mujer, etc.) derivando este modelo como el principio opresor en la
sociedad.
Por otro lado, de Nietzsche y Heidegger se ha integrado esencialmente su concepcin
en contra de los grandes fines y del olvido del cuerpo, del ser, por la primaca de la
conciencia racionalista (hay que apartar al hombre del centro hacia la x dando a
entender que no somos el centro de las cosas, no somos el sustituto de Dios como lo
entendieron los ateos racionalistas y dialcticos) Quizs esta posicin es la que
coincida con el "descentramiento del sujeto occidental" en la versin estructuralista y
comunique ese aire "oriental" a las propuestas de los dos filsofos alemanes. Como
se ve, si entendemos bajo esta forma las cosas, no hay tal "eliminacin del sujeto
subsumido por la estructura" tal como critican sus detractores sino exactamente al
revs: es devolverle el cuerpo al sujeto.
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expresionismo, futurismo, constructivismo y surrealismo) fueron las que denunciaron,
combatieron y pronosticaron la decadencia de la modernidad, la representacin y el
formalismo, lo hicieron con un discurso que se parece mucho al discurso
postmodernista. De hecho, sin reduccionismos, el postmodernismo no es ms que la
crtica del vanguardismo esttico a toda la sociedad. El postmodernismo guarda una
continuidad slo en este sentido con la modernidad. Por eso se ha vuelto tan actual
Heidegger quien deca que el arte es el nico lugar donde se encuentra la verdad.
2.2. Lo postmoderno
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neoirracionalistas, en la cada en creencias neoextericas, en el desencantamiento,
pero incluso en el desencantamiento de todo desencantamiento, en la desesperanza.
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Si la posmodernidad es la bsqueda de presentar lo impresentable, de representar lo
irrepresentable, de nombrar lo innombrable, de decir lo indecible; Cioran a eso
innombrable, indecible e irrepresentable lo denomina la vacuidad del vaco.
La filosofa de la desesperanza es la bsqueda de la Nada: He buscado la geografa
de la nada, de los mares desconocidos, y otro sol, puro del escndalo de los rayos
fecundos; he buscado el acunamiento de un ocano escptico donde se ahogaran
los axiomas y las islas, el inmenso lquido narctico y suave y cansado del saber.
La idea de la nada no es la apropiada para la humanidad laboriosa: los atareados no
tienen ni tiempo niganas de sopesar su polvo; se resignan a las durezas o a las
estupideces de la suerte; esperan: la esperanza una virtud de esclavos.[11]
La filosofa de la desesperanza es la demostracin de la prdida de valor de toda
accin: Nada tiene valor aqu abajo, encontrarse eternamente en el mismo punto y
girar tontamente como un trompo tal es el estado de quien se ha enrolado, a su
pesar, en la percepcin de la universalidad futilidad.[12]
La filosofa de la desesperanza es la exaltacin del fracaso, del escepticismo no como
doctrina sino como ejercicio, del abismo como forma de caer en la disolucin de la
nada: Que alivio, tras haber perdido toda esperanza, poder precipitarnos en lo
infinito, sumergirnos con todas nuestras fuerzas en lo ilimitado, participar en la
anarqua universal y en las tensiones de ese vrtigo Ojal que el infinito nos
abrase, en la soledad de la muerte para que nuestro trnsito a la nada se parezca a
un misterio, aumentando la ausencia de sentido de estemundo. [13]
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Cioran descubre el verdadero motor de la filosofa, el odio: La historia de las ideas es
la historia del rencor de los solitarios".[17] No hay mayor odio que entre los filsofos
que cuidan sus artimaas conceptuales con mayor o igual celo que los animales
cuidan a sus cras, y construyen garitas desde las cuales vigilan el castillo de la
verdad. Qu es un congreso de filosofa?: Exposicin defensiva y agresiva de mi
fanatismo conceptual donde slo existe mi verdad que creo y quiero imponer como
verdad universal. Un filsofo que presenta una ponencia en un congreso de filosofa
es, por un lado, una vctima dispuesta al sacrificio por sus colegas; y por otro, un
gladiador que desde su tarima estar dispuesto a jugarse el todo por el todo, a dejar
su sangre en el ruedo si es necesario, a costa de que su verdad, sea admitida y
creda. No hay nadie ms intolerante que un filsofo a causa de su tendencia a
juzgar y arrogarse una posicin privilegiada en el saber.
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desesperanza, es buceador en el mar de las perplejidades, que va afilando a travs
de una avidez de vacilaciones; no es una "filosofa del no" a la manera de Bachelard,
un "no" que acaba con las incertidumbres y se convierte en una afirmacin. En
Cioran el ser es sospechoso, no hay en l nihilismo definitivo, su nihilismo es solo una
estrategia, una herramienta en la elaboracin de la filosofa de la desesperanza, pues
aferrarse a cualquier certeza desprestigia la verdadera esencia del escptico. "Un
filsofo slo puede evitar la mediocridad mediante el escepticismo o la mstica, esas
dos formas de la desesperanza frente al conocimiento. La mstica es una evasin
fuera del conocimiento, el escepticismo un conocimiento sin esperanza. Dos maneras
de decir que el mundo no es una solucin".[21]
Los escpticos griegos no pretenden superar las contradicciones mediante el saber,
ms bien las soportan; no las someten a juicio, no buscan un sentido ltimo en ellas
puesto que no buscan un ideal, ellas solo les sirven como consideraciones
teraputicas, es un remedio al mal de vivir y a la desesperanza, remedio que no cura
sino que hace llevadera la enfermedad incurable de existir con todos sus efectos
colaterales. En Cioran el escepticismo no es una adquisicin sino una predisposicin,
no se hace escptico se nace, es una "enfermedad" que nace con el cuerpo, "primero
instrumento o mtodo, el escepticismo ha terminado por instaurarse en m, por llegar
a ser una fisiologa, el destino de mi cuerpo, mi principio visceral, el mal del cual no
s cmo curarme ni cmo perecer ".[22]
Debemos entender, entonces, que de ninguna manera el escepticismo como mtodo
o como opcin vital permiten alcanzar la salvacin; el escepticismo encarna el
abismo en s porque: "Se acerca el momento en que el escptico, tras haberlo
cuestionado todo, no tendr ya de qu dudar; ser entonces cuando realmente
suprimir su juicio. Qu le quedar? Divertirse o dormitar -la frivolidad o la
animalidad ".[23] La frivolidad encarnada en un espritu de ligereza es la nica capaz
de afrontar el lmite del dudar, en la futilidad la conciencia es llevada al paroxismo; la
filosofa tamiza nuestros secretos, los disfraza; la frivolidad surge como el antdoto
ms eficaz para engaar al mundo y disimular la inconveniencia de nuestros
abismos. La filosofa es una loca bsqueda de nuevos adjetivos "la miseria de la
expresin es la miseria del espritu ". En el fondo de las palabras slo hay vaco, el
poder de la inteligencia pretende pulirlo, este poder erigido en sistema se llama
cultura, fuego de artificio sobre un trasfondo de nada. Todo es frvolo, las ltimas
verdades son solo nostalgias del ser; el escptico frvolo rechaza la servidumbre a los
sentidos y a las soluciones donde se alimenta el fanatismo; el dudar no se fatiga se
juega en el eterno retorno del cambiar el mundo. Cioran "el escptico, al servicio de
un mundo agonizante", le seala la senda al hombre contemporneo: vigilante
condenado para siempre a mayor conciencia, que toma de frente a un mundo al cual
no puede dar sentido.
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El siguiente texto condensa lo que hemos venido reflexionando acerca de la inutilidad
del ejercicio filosfico, y uno de los ms brillantes en la obra de Cioran: Frente a la
msica, la mstica y la poesa, la actividad filosfica proviene de una savia disminuida
y de una profundidad sospechosa, que no guardan prestigios ms que para los
tmidos y los tibios. La filosofa -inquietud impersonal, refugio junto a ideas anmicas-
es el recurso de los que esquivan la exuberancia corruptora de la vida. Poco ms o
menos todos los filsofos han acabado bien: es el argumento supremo contra la
filosofa. El fin del mismo Scrates no tiene nada de trgico: es un mal entendido, el
fin de un pedagogo, y si Nietzsche se hundi fue como poeta y visionario: expi sus
xtasis y no sus razonamientos... qu pocos de los sufrimientos de la humanidad han
pasado a su filosofa... Se es siempre impunemente filsofo: un oficio sin destino que
llena de pensamientos voluminosos las horas neutras y vacantes... Y acaso esos
pensamientos se han materializado en una sola pgina equivalente a una
exclamacin de Job, a un terror de Macbeth o a una cantata? El universo no se
discute; se expresa. Y la filosofa no lo expresa. El filsofo "enemigo del desastre, es
tan sensato como la razn y tan prudente como ella". No comenzamos a vivir
realmente ms que al final de la filosofa, sobre sus ruinas, cuando hemos
comprendido su terrible nulidad, y que era intil recurrir a ella, que no iba a sernos
de ninguna ayuda". Qu ventaja hay en saber que la naturaleza del ser consiste en
"voluntad de vivir" en la "idea", o en la fantasa de Dios o de la Qumica. Simple
proliferacin de palabras, sutiles desplazamientos de sentidos. ... Slo estamos
seguros en nuestro universo verbal, manejable a placer, e ineficaz. El ser mismo no
es ms que una pretensin de la Nada. El ser es mudo y el espritu charlatn. Eso se
llama conocer. La originalidad de los filsofos se reduce a inventar trminos. Estamos
abismados en un universo pleonstico en el que las interrogaciones y las rplicas se
equivalen".[26]
Pero la filosofa de la desesperanza no es una filosofa de la inaccin absoluta o del
no-obrar del paraltico. Existe un ejercicio de la desesperanza, un trabajo filosfico de
ahondamiento en el tnel de la desesperanza; no para remediar nada sino para
empeorar lo irremediable, porque es obvio que no podemos escapar a la accin;
somos seres, por desgracia, siervos de la actividad. De ah que el ejercicio filosfico
no pueda sino seguir excavando en los bajos fondos de lo irreparable. Desde esta
perspectiva la tarea de la filosofa sera una excavacin inaudita en nuestras
realidades tan slidamente construidas; sera el gusano en el fruto; ella se ocultara
tras verdades aparentemente objetivas, escondera tras su discurso nuestros
desasosiegos e inventara cataplasmas para nuestras dolencias. Todos los filsofos
han disfrazado sus errores de principios, y sus desastres en un sistema de
esperanzas. La obsesin por la profundidad conlleva a la esterilidad; esa artesana
escrupulosa propia de los filsofos se encuentra tarde o temprano con el vaco; el
que va ms all es el insensato que reivindica lo inesencial, entra en la rosca de la
farsa; dependiendo de donde se mire o se padezca, somos comediantes por exceso o
por tragedia.
La tarea que tendra que enfrentar la filosofa en nuestra poca arrancara de una
nueva concepcin del pensamiento: el pensamiento surgiendo de nuestras
sensaciones contrariadas, el instinto creador como una desviacin de nuestra
naturaleza: No vivimos sino por carencia de saber. Desde el momento en que
sabemos, ya no nos abastecemos de nada ms. Mientras permanecemos en la
ignorancia, las apariencias prosperan y provocan una sospecha de inviolabilidad que
nos permite amarlas y detestarlas, estar en lucha con ellas".[27]
Hacer filosofa llevara al grado extremo la fragilidad no slo de la verdad, sino del
conocimiento; conocimiento sin objeto, sin certeza, jugndose en la pureza de la
ambigedad, persiguiendo lo insustancial, una realidad inexistente, un conocimiento
que no conduce sino a la desesperanza del conocimiento y de cualquier accin. La
reflexin filosfica tal y como es concebida por Cioran tendra que tener en cuenta
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que "Hay un conocimiento que quita peso y alcance a lo que uno hace; hasta el
extremo que l todo carece de fundamento, salvo l mismo. Puro, hasta el extremo,
de abominar incluso de la idea de objeto, expresa esa suma sabidura segn la cual
es la misma cosa cometer o no cometer un acto, implicando, al mismo tiempo, una
satisfaccin tambin extrema: la de poder repetirse en cada momento que nada de
cuanto se haga merece la pena, que nada est realzado por ningn signo sustancial,
que la <realidad> se inscribe en el dominio de la insensatez. Un conocimiento de esa
clase merecera ser llamado pstumo, ya que se presenta como si el conocedor
estuviera vivo y no vivo, y no como si fuera ser y reminiscencia de ser. <Es cosa
pasada>, dice de todo lo que ejecuta en el instante mismo de la accin que,
de esa manera, queda para siempre desprovista de presente ".[28]
Los filsofos no viven en las ideas sino para ellas, malgastan su vida tratando en
vano de dar vida a las ideas. Las ideas que reflejan otras ideas no tienen valor:
"Ningn pensamiento ha suprimido un dolor ni idea alguna ha alejado el miedo a la
muerte, porque las ideas no han salvado ni han derrumbado a nadie". El
conocimiento nunca salva nada, sino que progresivamente destruye al ser; todo
conocimiento implica cansancio, repugnancia de ser, distanciamiento, porque todo
conocimiento es una prdida, una prdida de ser, de existencia. Para los que, sin
querer, han rebasado la vida, la filosofa significa muy poco.
La filosofa debe ser una etapa a superar, quien no vence a la filosofa es un ser
derrotado. Las verdades de la filosofa son intiles o bien de que sta no tiene
ninguna verdad; realmente, la filosofa no dispone de verdad alguna, pero nadie
entrar en el mundo de las verdades si no ha pasado por la filosofa.
El filsofo es un fracasado de la accin que venga su odio a travs de los
conceptos, "... una indigestin nos vuelve ms pensativos que un filsofo ". Pero no
podemos acabar con los filsofos, son necesarios para que la vida siga existiendo tal
como es, ciega e irracional. El Filsofo debera imitar a la mujer pblica:
"...Desprendida de todo y abierta a todo; compartiendo el humor y las ideas del
cliente; cambiando de tono y de rostro en cada ocasin; dispuesta a ser triste o
alegre, permaneciendo indiferente; prodigando los suspiros por inters comercial;
lanzando sobre los esfuerzos de su vecino superpuesto y sincero una mirada lcida y
falsa, propone al espritu un modelo de comportamiento que rivaliza con el de sabios.
Carecer de convicciones respecto a los hombres y a uno mismo: tal es la elevada
enseanza de la prostitucin, academia ambulante de lucidez, al margen de la
sociedad, como la filosofa "todo lo que se lo he aprendido en la escuela de las
fulanas, debera exclamar el pensador... cuando los hombres no son para El sino
clientes, y las aceras del mundo, el mercado donde vende su amargura, como sus
compaeras su cuerpo ".[29]
Los filsofos slo saben hacer filosofa independiente de su estado de nimo, la
indiferencia psquica es el carcter esencial del filsofo. La filosofa es la expresin de
la intranquilidad de los hombres impersonales, por ello nos sirve de muy poco para
comprender, en su totalidad, las vivencias dramticas y ltimas. Los filsofos no
mezclan las ideas con sus pesares, para ellos el mundo de los pensamientos es una
ilusin respecto al mundo de los suspiros. El pensamiento aclara otros pensamientos
pero no aclara los sufrimientos. Cioran al respecto recuerda a Simmel: "Es terrible
pensar qu pocos sufrimientos de la humanidad han pasado en su filosofa".
Ningn filsofo puede consolar porque ninguno tiene el destino suficiente para poder
entender al hombre: "Resulta doloroso, pero as es: podis leer a todos los filsofos
que queris, nunca sentiris que os habris convertido en otro hombre". Todo filsofo
es una expectativa frustrada. Quedarse toda la vida entre filsofos es
permanecer por los siglos de los siglos en medio, hundirse en la mediocridad
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como en un destino". "Estudiar a los filsofos para quedarse la vida entera en su
sociedad es ponerse en evidencia ante todos los que han entendido que la filosofa
no puede ser ms que un captulo de su biografa, y morir siendo un filsofo es una
vergenza que la muerte no puede borrar". [30]
[1] CIORAN, E. M. Silogismos de la amargura. Caracas: Monte Avila, 1980. P. 10.
[2] Catedrtico de la Universidades: Javeriana, Pedaggica y Santo Tomas.
[3] Aparecido en Ideas y Valores. Santaf de Bogot: Universidad Nacional, No. 89
agosto 1992. P. 5-14.
[4] LYOTARD, J. F. La postmodernidad. Barcelona: Gedisa, 1987. P. 25.
[5] CIORAN, E. M. Contra la historia. Barcelona: Tusquets, 1976. P. 127.
[6]CIORAN, E. M. En las cimas de la desesperacin. Barcelona: Tusquets, 1991. P. 71.
[7] Ibid. P. 168-169.
[8]________. Silogismos de la amargura. Op. cit. p. 35.
[9] Ibid. P. 34.
[10] __________. Entertiens. Avec Silvie Jaudeau suivis dune analyse des oeuvres.
Paris: J. Corti, 1988. P. 10-11.
[11] __________. Breviario de podredumbre. Madrid: Taurus, 1977. P. 78 y 164.
[12] bid. P. 108.
[13] _________. Cimas de la desesperacin. Op. Cit. P. 167.
[14] __________. Breviario de podredumbre. Op. Cit. P. 52, 65 y 67.
[15]SONTAG, SUSAN. Sous le signe de saturne. Paris : Seuil, 1985. p. 55. La
traduccin es nuestra.
[16]CIORAN, E. M. En las cimas de la desesperacin. Op. cit. p. 69.
[17]________. Silogismos de la amargura. Op. cit. p. 10.
[18]SONTAG, SUSAN. Sous le signe de saturne. Paris : Seuil, 1985. p. 55. La
traduccin es nuestra.
[19]CIORAN, E. M. En las cimas de la desesperacin. Op. cit. p. 69.
[20]________. Silogismos de la amargura. Op. cit. p. 10.
[21]CIORAN, E. M. De lgrimas y de santos. Op. cit. p. 46.
[22]________. La tentacin de existir. Op. cit. 95.
[23]________. Silogismos de la amargura. Op. cit. p. 36.
[24]________. Ese Maldito yo. Op. cit. p. 119.
[25]NIETZSCHE, F. Crepsculo de los Idolos. Madrid : Alianza Editorial, 1984. p. 45.
[26]CIORAN, E. M. Breviario de podredumbre. Op. cit. p. 65-67.
[27]________. Cada en el tiempo. Op. cit. p. 125.
[28]________. Del inconveniente de haber nacido. Op. cit. p.9. [29]Ibid. , p. 97-98.
[30]________. El libro de las quimeras. Barcelona : Tusquets, 1996. p. 187 y 185.
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