Visita Une Petit Maison PDF
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%2; .. ,.. ,:' :"onto como abrii:;.' .;.veria, me dispar con mi torpe fran-
cs, soltando las frases que ms o menos traa preparadas:
...
- Soy estudiante de arquitectura y tendra mucho inters en visi-
tar. .. vea usted, aqu tengo un libro que habla de esta casa... pero claro,
...
el libro slo no puede y si usted no tuviera inconveniente... sera
muy importante para m...
Ante esta avalancha de palabras el hombre permaneci inmutable
limitndose a decir:
Ahora estoy comiendo, si quieren pueden ver la casa por fuera
mientras termino, y luego podrn entrar.
Me alegr de poder recorrer aquellos espacios exteriores sin ms
compaa que la de mi amigo. A l principio, y en forma algo incons- -
ciente, quise como asegurarme de que no faltaba nada de lo que espe-
raba encontrar; luego, con ms calma nos detuvimos en cada aspecto
que jardn y casa nos ofrecan.
La parte Este del mismo est cerrada de vistas por un grueso muro.
Forma un pequeo espacio cuadrado de 10 m. de lado y est presidido
por un viejo cerezo que se levanta en el centro. En la cara Sur, tiene
el muro una abertura, para dar la escala humana, como el libro nos
dice. Esta abertura, que ya en Barcelona habamos encontrado llena de
poesa, enmarca el lago aumentando su valor.
Junto a este hueco, hay una potente mesa de hormign que nos
Era domingo cuando salimos mi compaero y yo de Ginebra a media invitaba a recogernos junto a ella. Est adosada al muro y parece nacer
maana y abandonando la hermosa ciudad, tomamos la carretera que de l. Mientras permanecamos all sentados contemplando al viejo
transcurre por la orilla suiza del lago Leman. rbol asomar sus ramas desnudas por encima de la pared, para mos-
Llevbamos con nosotros, como preciosa gua para nuestro corto trarlas luego frente a la amplia abertura, divisamos de pronto a travs
viaje, un libro de apariencia modesta titulado: Une petite Maisonn (1); de ella, dos enormes pajarracos blancos, que volando pesadamente
y era precisamente esta pequea casa el motivo de nuestra salida. pasaron junto a nosotros. Nos asomamos para ver como se alejaban,
Le Corbusier la haba proyectado para sus padres, siendo cons- hasta que con placidez se posaron en el agua, transformndose as en
truida en los aos 1923 y 24. dos pequeos puntos sobre el lago.
En Barcelona, varios compaeros de estudios la habiamos comen- La fachada Sur de la casa est ocupada en casi toda su totalidad
tado largamente antes de mi viaje a Suiza. A l hablar de la casa surga por la gran ventana de 11 metros. Entre sta y el muro exterior, el jardn
el deseo de conocerla, por l o que todos haban insistido en que no se convierte en zona de fina yerba y altas matas. Desde all obtuvimos
dejara de visitarla, recomendacin que yo mismo me haba hecho muy una visin total del Leman, por ser el muro de poca altura a fin de per-
en serio. mitir que surja el espectculo: ((Lumire, espace, cette eau et ces mon-
As, mientras recorriamos la frecuentada carretera, iba ojeando el
libro, releyendo los prrafos del propio Le Corbusier, y preguntndome
...
tagnes ,segn palabras de Le Corbusier.
En el otro extremo de este espacio, pude contemplar l o que el autor
si daramos con aquella casa de la cual nadie me haba dado razn llama ((hecho arquitectnico)): un sencillo conjunto formado por una
hasta entonces. ventana baja y un simple banco. Me pareci que haca tiempo que
Cuando llegamos a la localidad que pareca coincidir con las indi- nadie se sentaba all, e incluso el banco n o pareca ser el primitivo;
caciones que el libro nos proporcionaba, nos detuvimos para informar- quiz se habra podrido, y unas manos conscientes l o haban repro-
'
nos ms concretamente. Por l o que nos dijeron, pareca ser que haba- ducido l o ms parecido posible al original.
mos pasado por delante de ella sin verla; de modo que volvimos sobre En este mismo lugar arranca la escalera que da acceso a la cu-
nuestro camino, pero esta vez, conduciendo ms despacio y prestando, bierta. Est encajonada entre la pared medianera y la de la casa. A l
la mxima atencin a ambos lados de la carretera. A l poco rato la des- subir por ella observ que resultaba ms estrecha que en el proyecto,
cubrimos a nuestra izquierda mucho ms discreta de lo que yo habla porque el muro izquierdo se encontraba cubierto de vegetacin. Ya
imaginado. Pasados unos minutos de impaciencia mientras buscba- -arriba, nuestra vista se alegr con aquella azotea de yerbas y flores,
mos aparcamiento, nos encaminamos rpidamente a la verja de en- sobre la que la opulenta copa de un rbol apoya levemente sus hojas.
trada. Antes de llamar, una rpida ojeada me produjo la impresin de A medida que avanzbamos en nuestro recorrido, me produca gran
que aquello estaba deshabitado. A l pulsar el timbre nos pareci que satisfaccin observar la buena sensibilidad de mi amigo, que encon-
n o sonaba. Y cuando ya empezaba a impacientarme y a pensar en l o que traba verdadero gusto en todo lo que veamos. Para m i era muy agra-
harian para meternos dentro, divis6, a travs de la ventana correspon- dable su compaa y muy til, ya que hablar de arquitectura con quien
diente a la cocina, a un hombre ya mayor al que hice seas para Ila- no se ocupa directamente de ella, pero tiene buena disposicin para
marle la atencin. l o espiritual, es siempre de sumo inters.
Me mir al principio, tras los cristales, como sin entenderme; luego En nuestro ir y venir, iba aprendiendo que es posible hacer arqui-
hizo ademn de dirigirse hacia la puerta de entrada, donde le vimos tectura del tema ms sencillo. Una pared con una sola puerta, la ven-
aparecer a los pocos segundos. Mientras se acercaba a nosotros, sal- tana para ventilar un stano, un banco, una estrecha escalera de acceso
vando la pequea distancia que nos separaba, me pareci un hombre a una azotea. De todo eso, y an de cosas ms sencillas se puede
hacer obra consciente; no solamente tratando cada elemento como
tema, sino hacindoles a todos participes de una concepcin total.
Cuando casi no nos acordbamos de l, vino en nuestra busca el
(1) Le Corbusier. UNE PET~T'EMAISON. Col. aLes carnets de la recherche que parecia ser nico habitante de la casa. Hablamos al principio de
patiente~Carnet ndrn. 1 Suisse 1954. cosas generales; nos explic la forma como se ha evitado que los mo-