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Discurso Hipólito Mejía Del 6 de Marzo 2017

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HIPLITO MEJA

DISCURSO A LA NACIN
6 DE MARZO DE 2017

Pueblo dominicano:

Me dirijo al pas para fijar, con responsabilidad y claridad meridiana, mi posicin sobre
la impunidad y la corrupcin en la Repblica Dominicana, dos graves males que han
sido resaltados por el escndalo de ODEBRECHT.

En el contexto de asombro e indignacin social creado por este caso, se dice que los
Presidentes de la Repblica, desde 1999 a la fecha, tienen responsabilidad directa en
la comisin de los hechos denunciados.

Con ello se pretende dejar en la conciencia pblica la idea de que, en nuestro pas,
todos los gobernantes aprovechan su posicin para beneficio propio.

Digo, con firmeza, que en mi caso, eso no es verdad.

El pas est indignado, con justa razn, por los altos niveles de impunidad que existen
en la Repblica Dominicana.

Yo comparto esa indignacin.

Estoy profundamente convencido de que toda persona que ocupe o haya ocupado un
cargo pblico, especialmente la Presidencia de la Repblica, est en la obligacin de
rendir cuentas de sus actos.

Consecuentemente, hoy hablar sobre los dos proyectos en que particip la firma
ODEBRECHT durante mi mandato.

Tengo la conviccin de que la corrupcin y la impunidad son dos graves males sociales
que estn estrechamente relacionados entre s. No hay combate real y efectivo a la
corrupcin sin tener un rgimen de consecuencias que frene la impunidad.

En primer lugar, la corrupcin no slo hace dao a las instituciones y a las leyes, sino
que tambin corrompe el alma de los pueblos.

En segundo lugar, la corrupcin corrompe y daa los sistemas polticos de nuestras


naciones.

Cules son las consecuencias de la impunidad?

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Tenemos que convenir que la impunidad estimula la corrupcin; distrae fondos pblicos
que deberan ser invertidos en mejorar la calidad de vida de la gente; distorsiona la
competitividad de la economa; y, de manera particular, contribuye a perpetuar la
pobreza y la exclusin social.

Debemos destacar que la corrupcin y la impunidad son un psimo ejemplo para las
generaciones jvenes.

En nuestro pas, el maridaje de la corrupcin y la impunidad es lo que explica que


nuestra nacin ocupe el lugar nmero diez entre los pases ms corruptos del mundo, y
el lugar nmero ocho en Amrica Latina, tal como reporta el Foro Econmico Mundial
en su informe sobre competitividad y corrupcin del ao 2016.

En el pas hay un largo rosario de casos de corrupcin que han sido soslayados para
proteger a funcionarios de los gobiernos del Partido de la Liberacin Dominicana que
han cometido actos dolosos.

Lo cierto, seoras y seores, es que bajo los gobiernos del PLD, una parte importante
del patrimonio pblico fue dilapidada en perjuicio del pueblo dominicano. Esos actos de
corrupcin han sido cubiertos por un manto de impunidad, mediante el control de la
justicia, para asegurar el blindaje a los funcionarios corruptos.

La primera cuenta de este rosario de corrupcin fue la Ley de Capitalizacin de la


Empresa Pblica, promulgada durante el perodo de gobierno 1996-2000.

Recuerdo con nostalgia, como muchos de ustedes, las famosas tres C, es decir el
Consejo Estatal del Azcar (CEA), la Corporacin Dominicana de Electricidad (CDE), y
la Corporacin Dominicana de Empresas Estatales (CORDE).

Esas tres instituciones generaban miles de empleos, aportaban bienes y servicios a la


economa y gran cantidad de divisas, contribuyendo as a la distribucin de la riqueza y
a la dinamizacin del conjunto de la economa.

Los gobiernos del PLD se encargaron de destruir esas importantes fuentes de riqueza,
destruyendo, en algunos casos, la nica fuente de empleo, y sembrando as pobreza y
miseria en muchos lugares del pas.

Eso lo sienten en carne propia los pobladores de San Pedro de Macors, San Cristbal,
Monte Plata, San Luis, Guerra, Puerto Plata y Boca Chica, entre otros.

En cuanto a la antigua Corporacin Dominicana de Electricidad (CDE), su privatizacin,


en 1999, signific la prdida de un importante patrimonio de la nacin, a cambio de casi
nada.

Fruto de esa privatizacin, se aumentaron significativamente los subsidios al sector


elctrico, contrario a lo prometido por sus mentores de que los mismos seran

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eliminados. En cambio, esos subsidios se incrementaron hasta alcanzar un promedio
superior a los 600 millones de dlares anuales.

En lo que se refiere al Acuerdo de Madrid, firmado durante mi gestin, la realidad es


que este acuerdo permiti mitigar el impacto de los altos precios de los combustibles en
el costo de la energa servida, al convertir los contratos de corto plazo en otros de
mediano plazo.

Sobre los Acuerdos de Compra de Energa, conocidos como PPA, quiero destacar que
durante nuestra gestin no se firm ninguno. En cambio, se eliminaron 14 contratos por
810 megavatios, firmados por el gobierno anterior. Eso se tradujo en un ahorro de 100
millones de dlares anuales.

Como si lo anterior no fuese suficiente, el pas ha visto la comisin de numerosos actos


de corrupcin que no han sido sancionados por los tribunales competentes. Veamos
algunos de ellos:

La Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, mejor conocida como


OISOE, es un emblema de las anomalas que ocurren en el sector pblico, ya que all,
segn se ha puesto en evidencia, se practica la extorsin, se sobrevalan las obras y
se viola la Ley de Licitaciones, entre otras.

Otro caso lo constituye la compra de varios aviones Sper Tucanos a la empresa


brasilea EMBRAER. Hasta hoy, persiste la creencia de que en esa operacin hubo
sobrevaluaciones y se habran pagado comisiones por tres millones y medio de
dlares.

En este caso, habra que analizar si las irregularidades incluyen tambin la prima de los
seguros para esos aviones.

El Instituto de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), es otra institucin donde han


ocurrido anomalas. En esa institucin, una sola compaa fue beneficiada con nueve
contratos, de los cuales ocho fueron suscritos en un solo da.

Estos casos de corrupcin que acabamos de ver constituyen solo una muestra de lo
que ha ocurrido en los gobiernos del PLD sin que los mismos hayan recibido el castigo
que la Ley contempla.

Y esa impunidad, seoras y seores, ha abierto una herida moral en nuestra sociedad,
que todava no ha sido sanada.

Esa es la verdadera herida social que genera pobreza, perpeta la exclusin, y debilita
la cohesin social en nuestro pas. Esa es la verdadera herida social que no se cura
con el clientelismo y la impunidad.

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A diferencia de la proteccin a la corrupcin que han hecho otros presidentes, me
siento con la conciencia tranquila, y orgulloso de que en mi gobierno se enfrent con
responsabilidad y apego a la Ley uno de los casos de corrupcin ms graves de
nuestra historia reciente.

Me refiero al caso BANINTER y otras instituciones bancarias.

En efecto, en el ao 2003, cuando se revel que en este banco se haba violado la Ley
en perjuicio de miles de ahorrantes, tuve la determinacin de enfrentar la crisis que
esto gener, y someter a la justicia a los responsables del fraude.

En este caso, a todos los ahorrantes se les pag su dinero sin macuteo ni extorsin.

Para evitar la repeticin de un fraude con esas caractersticas y que las arcas pblicas
tuvieran que cargar con las consecuencias, fue aprobado, por iniciativa nuestra, un
nuevo marco regulatorio que inclua, entre otras cosas, transferir la responsabilidad civil
a los accionistas de los bancos.

Actu de esa manera, por mi conviccin de que la lucha contra la corrupcin exige de
un rgimen de consecuencias, sin impunidad, y con un justo castigo de los culpables.

De igual manera proced en otros casos de corrupcin que involucraron a funcionarios


de mi gobierno.

Ahora quiero referirme de manera particular a los dos proyectos en que estuvo
involucrada la compaa ODEBRECHT durante mi mandato.

El primer proyecto que involucr a la ODEBRECHT, en mi gobierno, fue el Acueducto


de la Lnea Noroeste.

En efecto, al asumir la Presidencia encontr un contrato de prstamo por un monto de


129 millones de dlares, que haba sido aprobado el 7 de octubre del 1999, por el
gobierno presidido por el doctor Leonel Fernndez, para este importante proyecto.

Decid darle continuidad a ese proyecto porque conozco, desde hace mucho tiempo, la
relevancia del agua potable para mejorar la calidad de vida de los residentes de la
Lnea Noroeste. De manera muy personal, me sent en el deber, como presidente, de
hacer realidad el sueo de Antonio Guzmn y Jos Francisco Pea Gmez de dotar
agua a esa regin.

El proyecto original fue reformulado para conseguir dos objetivos:

Primero, llevar agua potable a comunidades no incluidas en el diseo original, tales


como Navarrete, en la provincia de Santiago; Manzanillo, en la provincia de Montecristi;
y Carbonera, en la provincia de Dajabn; y la Loma del Flaco, en la provincia de
Valverde, entre otras.

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En segundo lugar, se buscaba que el acueducto funcionara por gravedad, en lugar de
usar bombas de impulsin. Al distribuir el agua por gravedad, los costos de operacin
del acueducto se reduciran considerablemente durante su vida til.

El contrato de ejecucin de esta obra fue adjudicado a un consorcio integrado por las
empresas brasileas Andrade Gutierres y ODEBRECHT.

Los cambios introducidos al diseo de esta obra, para alcanzar los objetivos antes
mencionados, resultaron en una modificacin del presupuesto original de 129 a 141
millones de dlares, solo para el Acueducto de la Lnea Noroeste.

Al trmino del gobierno que presid, el Acueducto de la Lnea Noroeste no estaba


concluido. Correspondi al nuevo gobierno continuar esa obra.

El otro proyecto contratado con la empresa brasilea, durante mi presidencia, fue el de


la Presa de Pinalito.

Este proyecto consista en la construccin de una central hidroelctrica en la provincia


Monseor Nouel, aguas arriba de la presa de Ro Blanco.

Por qu este proyecto era necesario?

La importancia de esta obra se resuma en dos objetivos principales.

El primero era la generacin hidrulica de 50 megavatios de energa elctrica. Y, el


segundo, la proteccin de la cuenca hidrogrfica de la presa de Ro Blanco.

Aunque ese proyecto no se ejecut durante mi presidencia, considero imperativo


explicar los pasos dados por mi gobierno para su formulacin y bsqueda de
financiamiento.

La viabilidad de esta obra haba sido determinada en 1984, es decir 16 aos antes del
gobierno que presid, por un estudio de pre factibilidad realizado por la Agencia
Internacional de Cooperacin Econmica (JICA), mediante una donacin del gobierno
de Japn.

Posteriormente, en julio de 2002, se contrat el estudio de factibilidad y diseo


definitivo de esa obra. Ese estudio fue hecho por la empresa M.W. Energy, y el mismo
fue pagado con una donacin de 400 mil dlares, aportada por el gobierno de los
Estados Unidos de Amrica, a travs de la Agencia de Comercio y Desarrollo (TDA).

Basado en los trminos tcnicos y financieros de ambos estudios, se hizo una


invitacin a un conjunto de empresas especializadas en este tipo de obras, a fin de que
presentaran sus propuestas.

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Este proyecto involucr la obtencin de dos prstamos:

El primer prstamo se hizo con el Banco Nacional de Desarrollo y Social de Brasil, por
el monto de 101 millones 460 mil dlares.

El segundo prstamo se hizo con el ABN AMRO Bank, de Holanda, por un monto de 30
millones 260 mil dlares. Es decir, que el monto aprobado para dicho proyecto fue de
131 millones 720 mil dlares.

Desde octubre de 2002 hasta agosto de 2004 se realizaron tres adenda a este
proyecto. Eso result en la prrroga del plazo para la propuesta de financiamiento y
para incluir, sin alterar el presupuesto, un estudio de impacto ambiental y la supervisin
de la obra, entre otras cosas.

Esos cambios representaron un ahorro para el pas de seis millones y medio de


dlares.

Aunque para el 2004 ya se haban terminado todos los estudios y disponamos de los
recursos para iniciar la ejecucin de la obra, la prudencia me aconsej, que en medio
de una campaa electoral, era inoportuno iniciar una obra que trascenda el trmino de
mi gobierno.

Eso significa que durante mi gobierno no se desembolsaron fondos para la Central


Hidroelctrica de Pinalito.

Seoras y seores:

A casi dos meses de que se revelaran al pas los hechos que involucran a la
ODEBRECHT, la ciudadana no ha recibido de las autoridades una explicacin
convincente de los resultados de sus investigaciones sobre el mismo.

Esa falta de informacin ha creado una duda sobre si los responsables de dichos actos
recibirn las sanciones correspondientes.

La decisin tomada por el juez apoderado de la validacin del acuerdo del Estado
Dominicano y la ODEBRECHT, de declarar inadmisible dicho acuerdo, aade un nuevo
elemento de incertidumbre sobre este caso.

Pueblo dominicano:

Estoy convencido de que, con el caso de ODEBRECHT, la justicia tiene una gran
oportunidad de poner freno a la impunidad.

Para luchar de verdad contra la impunidad, adems de las acciones del sistema
judicial, es imperativa la movilizacin de las ciudadanas y ciudadanos.

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Quiero decir, con claridad, que doy todo mi apoyo a la movilizacin constante y pacfica
de la ciudadana, como ocurre en todo el pas.

Es as como construiremos una mejor Repblica Dominicana.

Dominicanas y dominicanos:

Quiero, para finalizar, decir con toda la firmeza que el caso demanda, que no tengo
nada que ocultar sobre mi conducta como figura pblica.

No es la primera vez que, de manera irresponsable, se ha insinuado que he estado


involucrado en actos de corrupcin. Se me atribuy la propiedad de la Finca Aguayo;
del Proyecto de Mango de Fundacin, en Ban; y de la Finca Ganadera de YSURA, en
Azua, entre otras. En todos esos casos, el tiempo demostr que tales aseveraciones
eran infundadas.

Hoy, tambin de manera irresponsable, se dice que, en el caso de ODEBRECHT,


podra haber actuado al margen de la ley, lo cual tambin es incierto.

La lucha contra la corrupcin siempre ha sido parte fundamental de mis posiciones


polticas. Para muchos, la causa por la que no pude alcanzar la victoria en las
elecciones del 2012 fue mi posicin intransigente ante ese flagelo y mi actitud de no
hacer concesiones a quienes perseguan un pacto de impunidad.

Reto a cualquier persona que, si puede demostrar de manera cierta y veraz, que en el
ejercicio de mis funciones pblicas o en mis actividades privadas, tanto mi esposa, mi
hermana y mis hijos, como yo, cometimos algn acto de corrupcin, estara en
disposicin de retirarme de la vida poltica y entregar mi patrimonio al Estado.

Que Dios nos bendiga a todas y a todos.

Muchas gracias.

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