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Los Diez Mandamientos

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Los diez mandamientos Autor: P. Antonio Rivero LC Captulo 1: Qu son los diez mandamientos?

Escucha bien lo que nos dice nuestro Padre Dios en la Biblia. No olvides que la Biblia es la carta que te escribi a ti, que eres su hijo: Y ahora, Israel, esto es lo nico que te pide el Seor, tu Dios: que le temas y sigas todos sus caminos, que ames y sirvas al Seor, tu Dios, con todo tu corazn y con toda tu alma, observando sus mandamientos y sus preceptos, que hoy te prescribo para tu bien (Deuteronomio 10, 1213). Desde el inicio te digo con toda mi conviccin y amor: Los diez mandamientos son diez recetas que Dios te ha dado para tu bien, para la verdadera felicidad, aqu abajo, y sobre todo diez recetas para conseguir la felicidad all arriba. Te parece poco y de poca monta? Quieres ser feliz? Cumple los diez mandamientos. Quieres salvarte, es decir, salvar tu cuerpo y tu alma? Vive los diez mandamientos, con mucho amor. Ellos, los mandamientos, son camino seguro de salvacin eterna. S que esta palabra, salvacin eterna, te queda grande y tal vez te asuste. No temas: es la realidad ms hermosa que existe. Nadie quiere perderse. Todos quieren salvarse, no slo aqu abajo, sino despus de nuestra muerte, no es as? Los mandamientos son semforos que en tu camino hacia Dios te marcan lo que debes hacer y lo que debes evitar; te sealan luz verde, luz roja, luz mbar. Quieres darte un cacharrazo? T sabes lo que pasa cuando no se respetan las seales de trfico: accidentes mortales, caos, lgrimas, muchas lgrimas. Pero si respetas las seales, te ir bien y llegars a tu destino, sano y salvo. T me dirs si es o no oportuno hablar hoy da, en pleno siglo XXI sobre los diez mandamientos. Crees que estn pasados de moda? En la ltima conferencia sobre la carta de la tierra en Johannesburgo se pidi quitar el Declogo, los diez mandamientos, y se propuso otro declogo nuevo. El Declogo que dio Dios a Moiss est ya desfasado decan los grandes de la tierra- y, sobre todo, hiere las sensibilidades de quienes no creen en Dios. Por tanto, hagamos otro declogo que guste a todos, un declogo a la carta. En 1997, el expresidente sovitico Gorbachev dijo lo siguiente, cuando se estaba cociendo lo de la carta de la tierra , donde Dios est totalmente ausente y promueve el nuevo orden mundial que apoya el inmanentismo pantesta y muchas cosas ms que no puedo explicarte en este momento: Hay que ayudar a la humanidad a cambiar la visin antropolgica el hombre. Se necesita hacer la transicin de la idea del hombre como rey de la naturaleza a la conviccin que el hombre forma parte de ella. Necesitamos encontrar un nuevo paradigma que reemplace los vagos conceptos antropolgicos. Esos nuevos conceptos se debern aplicar a todo el sistema de ideas, a la moral y a la tica, y constituirn un nuevo modo de vida. El mecanismo que usaremos, ser el reemplazo de los Diez Mandamientos, por los principios contenidos en esta Carta o Constitucin de la tierra.

CAPTULO 2: CARACTERSTICAS, DIFICULTADES Y FRUTOS


Resuena en nuestros odos la pregunta del joven rico: Maestro, qu he de hacer para conseguir la vida eterna? (Marcos 10, 17). Le contest Cristo: Cumple los mandamientos: No matars, no cometers adulterio, no robars, no levantars testimonio falso, honra a tu padre y a tu madre.

Te dije que el Declogo, es decir, los diez mandamientos, es un camino de vida, felicidad, realizacin personal: Si amas a tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, sus preceptos y sus normas, vivirs y te multiplicars (Deuteronomio 30,16). Los diez mandamientos son resumen y proclaman la ley de Dios. Son un don de Dios a la humanidad, para que conozcas su Santa Voluntad. Por tanto, no son una carga; son un don. Y un don se recibe con las manos abiertas, se agradece, se disfruta y se comparte, no crees? No se puede despreciar un regalo. Sera una ingratitud imperdonable y un descaro sin nombre. Los diez mandamientos enuncian las exigencias del amor de Dios y del prjimo. Los tres primeros se refieren ms al amor de Dios, y los otros siete ms al amor del prjimo. No te dijo Cristo que toda la ley se resuma en el amor a Dios y en el amor al prjimo? Qu hermoso mensaje el de Cristo: amar! Los mandamientos de la ley de Dios no son cadenas ni barreras: son, ms bien, caminos para disfrutar de la verdadera libertad, sin las ms duras esclavitudes de tus pasiones desordenadas que te conducen al pecado. No puedes reducir los mandamientos a una serie de fronteras infranqueables, a unas defensas a las que no puedes tocar para no electrocutarte, como sucede con la corriente elctrica. No. Son mucho ms: son caminos para realizarte como hombre, primero; y son mojones que evitan que te salgas de la carretera que te conduce a la felicidad y al cielo. Te parece poco? Los mandamientos resumen la ley de Dios, y todos tenemos un poco de miedo a la ley, como si con ella se restringiera algo que amamos mucho los hombres: nuestra libertad. Nadie quiere que se le pise o se le ponga trabas y lmites a la libertad. Pero no debes olvidar que tu libertad no es absoluta, sino limitada. La libertad absoluta slo la tiene Dios. Slo Dios es la verdadera Libertad, como tambin es la Verdad absoluta, la Unidad perfecta, la Belleza incomparable. T y yo, tenemos algo de esto, pero participado por Dios, al darnos la existencia. Por eso, todo en nosotros es limitado, no absoluto. No pretendas endiosarte. S humilde. No temas a la ley. Una ley bien hecha no es la que restringe tus derechos, sino la que te da la garanta de poder usar en pleno tus derechos y tu libertad. Las leyes ponen, s, limitaciones a tus caprichos, pero no a tu libertad, que la encauza y la cuida. Los diez mandamientos no son diez caprichos que Dios te ha impuesto para salvarte. Son, por el contrario, el resumen de las diez grandes aspiraciones de la naturaleza humana, las diez condiciones que son necesarias para la plena realizacin de tu naturaleza y para el logro de tu felicidad. La ley del Seor es suave para los humildes y los que aman con corazn abierto y sencillo. El Declogo contiene una expresin privilegiada de la ley natural, esa ley que ha puesto Dios en el corazn de cada hombre, de todo hombre; y, por lo mismo, en tu corazn. El corazn humano ha sido esa piedra donde Dios quiso grabar los diez mandamientos. Por tanto, aunque han sido revelados por Dios a Moiss, sin embargo, son accesibles a la sola razn. Todos podemos conocerlos, pues nacemos con ellos grabados en el corazn. Basta que tengas inteligencia y los captars perfectamente. Ahora daremos un paso ms y contestamos a estas preguntas: 1 Qu caractersticas tienen los diez mandamientos? 2 Por qu te cuestan tanto los diez mandamientos?

3 Qu frutos experimentars, si cumples los diez mandamientos? I. CARACTERSTICAS DE LOS DIEZ MANDAMIENTOS Los diez mandamientos tienen estas caractersticas: 1 Son inmutables: no pueden cambiarse. Nadie puede cambiarlos, pues los ha establecido Dios. Y cuando Dios dice una cosa, no la cambia por nada, pues es infinitamente sabio y perfecto. Son inmutables; perdurarn en el siglo XXI, XXX, LX, etc. Dios no cambia de opinin fcilmente; cuando da una norma, es tan perfecta que no puede cambiarla. Sera una contradiccin en Dios. Te puedes imaginar a un Dios arbitrario que juega con nosotros, a costa de sus caprichos y conveniencias? 2 Son absolutos: tienen carcter absoluto, no dan pie a ningn relativismo, ni a ningn tipo de tica de la situacin. Sabes qu es el relativismo, o como dijo el Papa Benedicto XVI al iniciar su Pontificado, la dictadura del relativismo? Es la doctrina que dice que todo es relativo y depende del punto de vista de cada uno. No se puede aceptar esta doctrina, pues hay cosas y valores fundamentales, innegables y absolutos. Los mandamientos no se pueden recortar, aminorar, rebajar. Otra cosa es ver si es materia grave o materia leve. Lo que fue pecado y estuvo mal ayer, ser pecado hoy y maana y siempre. 3 Son universales: es decir, valen para todos los hombres. Ningn hombre est exento de cumplirlos. Valen para el hombre de campo y de la ciudad, para el hombre instruido o menos instruido; para el nio, el joven y el adulto; para el europeo, africano, asitico, americano y para el hombre de Oceana; para el que se encuentra en una isla perdida del Pacfico, como para quien vive en una gran metrpoli. 4 Son actuales: son para ayer, para hoy, para maana. Son de ayer, de hoy y de siempre. Aunque los revel Dios hace ms de tres mil quinientos aos, sin embargo siguen vigentes, actuales. Son para ti y para m. No han pasado de moda. Nunca pasan de moda.

CAPTULO 3: PRIMERO: AMARS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS


Analicemos el primer mandamiento Amars a Dios sobre todas las cosas. Slo Dios basta! Se ha dicho que el hombre moderno ha matado a Dios y ahora no puede deshacerse de su cadver . De verdad habr hombres que no crean en Dios? Encontr por ah la oracin del ateo, de Juan Arias: Soy ateo y por tanto no puedo rezar a nadie, porque para m no existe ese Alguien superior, distinto de m, a quien poder dirigirme. Sin embargo, tengo que confesar que a veces siento fuerte la angustia de la soledad. A veces tengo necesidad de gritar a un Ser Supremo mi sed de no s qu cosa infinita y de preguntarle tantos porqus que no tienen respuesta, pero sera como hablar al viento. S, por lo tanto, que debo aceptar la realidad; deber caminar en la obscuridad, tendr que renunciar a la respuesta definitiva a cul es la razn de mi existencia. Me parecen locos los que dicen que creen, aunque a veces me sorprenden pensando si el loco no ser yo. Dios, Dios, Dios! Sers una hermosa invencin de los poetas? Sers el eco de cuantos se engaan para poder aferrarse a una esperanza? Sers la proyeccin inconsciente de la necesidad humana de proteccin?

Claro quetambin podras ser la nica realidad verdadera que da sentido a las cosas, a los acontecimientos, a la vida, al sufrimiento y a la muerte. Peroy si fueses slo una ilusin humana que pretende divinizar lo que es slo tierra? Yo, pues, gritar mi oracin al viento. S. Los creyentes se reirn diciendo que ese viento al que yo rezo se llama Dios. Este primer mandamiento es una necesidad del hombre; necesidad de creer, esperar y amar. Veremos estos puntos: I. QU ENTRAA ESTE PRIMER MANDAMIENTO? 1.La vivencia de las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Entraa tres virtudes fundamentales que llamamos teologales: fe, esperanza y caridad. El hombre es un ser que, as como necesita comer y dormir, tambin necesita creer en algo o en alguien superior que responda a sus interrogantes. A lo largo de la historia de la humanidad podemos constatarlo. No ha existido ninguna cultura en la que las divinidades no se hagan presentes: Zeus, Jpiter, Osiris, Quetzalcatl. El hombre es un ser religioso por naturaleza. El primer mandamiento no lo invent Dios cuando le entreg las tablas a Moiss. Est escrito en el corazn del hombre desde siempre. Dios puso esta necesidad en el hombre al crearlo a su imagen y semejanza y sabe que l es la nica respuesta. Por eso le da un mandato al hombre: Amars a Dios sobre todas las cosas, no porque Dios necesite ser amado, sino porque el hombre necesita amar a Dios. Todo tu da es un ejercicio de las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Creer en Dios y creer a Dios, tu Creador y Seor, Providencia amorosa. Creer con una fe firme, recia, luminosa, contagiosa, profunda y madura. Tu fe no debe ser dbil, opaca, apagada, superficial e infantil. Con el paso de los aos, adems de crecer en edad y sabidura, debes crecer en tu fe. Confiar en Dios, porque l nunca te falla, porque es tu Padre carioso y solcito, y te concede lo que necesitas para tu bien material y para tu alma. Confiar y esperar en l a pesar de todo y contra toda esperanza. Dios tu Padre te lleva de la mano en el camino de la vida; unas veces te hace caminar por senderos luminosos y hermosos; otras veces, por senderos difciles y no tan lindos (enfermedades, pruebas, golpes de la vida, etc.), pero no temas. l va contigo. Lnzate a sus brazos. El timn de tu vida lo lleva l. Y sobre todo, amarlo. Con un amor personal, pues tanto l como t es una Persona. Con un amor real y operante, manifestado en obras. Dios te pide que le ames. No poda ser de otra manera, pues es tu Padre y t eres su hijo. Es conmovedor considerar cmo la ley de Dios comienza con lo ms hermoso: con el amor. Otras religiones, tal vez inicien con el temor, el miedo. Nosotros, con el amor. La gente por la calle se nos acerca y nos pide fuego, limosna, un empleo, una recomendacin, la hora... Dios se acerca a los hombres para mendigar amor. Qu hermoso y conmovedor! Dios te pide que le ames. Por qu te mendiga amor? Porque es tu Padre Dios, que quiere establecer y entablar contigo una relacin hermosa de padre a hijo. Quiere hacerte feliz, compartir su intimidad contigo. Y slo es posible esto desde el amor.

Te pide amor porque l te ha amado primero. Slo as corresponders a su amor. Te pide amor porque obras son amores. Cristo lo dijo: Si me amis, guardaris mis mandamientos. Por tanto el que ama a Dios, estar ya cumpliendo todos los dems mandamientos. Ahora bien, no se puede amar bien lo que se conoce mal. Y hay algunos que dicen que aman a Dios, pero no hacen el menor esfuerzo por conocerle a l en la Biblia y conocer su voluntad, a travs de los mandamientos. Qu pensaras t de un hijo que dijera que ama a su padre y a su madre y ni siquiera se molestara en leer las cartas que ellos le envan al hijo, en el caso de estar lejos el hijo? Por eso para que puedas vivir el primer mandamiento primero tienes que conocerle a Dios: te sale Dios al paso de tu vida y te ilumina, te consuela, te fortalece, te orienta y te hace conocer su santa Voluntad. La Biblia es la carta que te ha escrito tu Padre Dios. travs de la lectura del Catecismo de la Iglesia catlica. Aqu encontrars el resumen de tu fe, explicado de manera magistral, extensa y muy positiva. No olvides que la fe es el mayor tesoro que tienes, y vale ms que la vida. El Catecismo ha sido el esfuerzo que ha hecho tu madre Iglesia para explicarte extensamente lo que es tu fe, cmo celebrarla, cmo vivirla y cmo rezarla.

amor misericordioso de Dios en la Confesin al perdonarte todas tus cadas y desamor; y para saborear el Pan de vida eterna en la Eucarista, en cada Misa. Se trata, pues, de tener a Dios como el mayor valor de tu vida. En torno a l debera girar tu da, tu trabajo, tu estudio, tu familia, tus cosas, tu noviazgo...Para ello, debes aumentar cada da tu fe en Dios, tu esperanza en l. Y el amor brotar de los costados de tu existencia. Haz la prueba! 2. El Culto Tambin este primer mandamiento abarca el culto, u homenaje interno o externo de respeto y amor que tributas a Dios, a los ngeles, a la Virgen, a los santos y a los beatos, a travs de la oracin o la devocin, y a travs de un conjunto de ritos y celebraciones litrgicas. El cristiano ofrece este culto desde la oracin personal o comunitaria, hasta la celebracin de los sacramentos, por ejemplo, una Misa; tambin rezando el Santo Rosario, o yendo de peregrinacin, o haciendo una adoracin ante el Santsimo Sacramento del Altar; o rezando alguna novena a un santo o beato. A Dios le damos el culto de adoracin, pues slo l es Dios, Creador y Seor de todo. A Mara, el culto de especial veneracin, por ser la Madre de Dios y reconociendo su especial proteccin como Madre tuya, pues te alcanza de Dios las gracias que ms necesitas. Y a los santos , el culto de veneracin, por todas las grandes cosas que Dios ha hecho en ellos y a travs de ellos. Algo que me importa decirte aqu es lo siguiente: cuando t pides algo a algn santo y se te concede, por ejemplo, un milagro, una gracia especialel santo slo intercedi por ti ante Dios, pero es Dios quien te ha concedido el favor. Por tanto, Dios es la fuente de todo don. Los santos son intercesores ante Dios de todos nosotros.

Qu bueno sera que te supieras aprovecharte de ellos, adems de imitarles, sobre todo en aquellas virtudes que ms practicaron durante su vida terrena! Por ejemplo, de san Francisco de Sales imita la mansedumbre y dulzura en tus reacciones y actitudes; de san Francisco de Ass, el espritu de humildad; de santa Teresa de vila, el amor por la oracin ntima y profunda con Dios; de santa Mara Goretti, la pureza de tu corazn y cuerpo; de san Tarsicio, la delicadeza y aprecio por la Eucarista; de santa Teresita del Nio Jess, la sencillez; de san Ignacio de Loyola, la obediencia a la Iglesia, a tus paps y superiores; de santa Teresa de Jess Jornet Ibars, el amor por los ancianos; de san Camilo de Lelis, el cuidado de los enfermos; de san Juan Bosco, el amor y la formacin de los jvenes, etc. Djame terminar este punto dicindote dnde est el centro del culto del cristiano. Sabras? S, en la Eucarista. Y al decirte la Eucarista te estoy hablando del admirable sacramento de la Eucarista, donde Dios te da a comer el Cuerpo y la Sangre de su Hijo Jesucristo, para tu salvacin; y donde se queda contigo en los Sagrarios de las iglesias para ser Amigo, Confidente y Consuelo en tu peregrinar por esta tierra hacia el cielo. En la Eucarista, especialmente en la celebracin de la santa Misa, das a Dios el culto ms hermoso, ms satisfactorio, ms meritorio, para honor del mismo Dios y para la salvacin de la humanidad. Dado que en el tercer mandamiento hablar de la santa Misa, no quiero extenderme en la importancia de la misma. 3. Cumplir este mandamiento, hasta el herosmo Por cumplir este primer mandamiento, cuntos hermanos nuestros han dado su vida por Cristo como mrtires! Aqu te traigo un ejemplo maravilloso: Justino, gran sabio del siglo II despus de Cristo, haba nacido en Samara. El ao 163 es arrestado en Roma, junto con muchos de sus alumnos. Entre el juez, llamado Rstico, y Justino se entabla el dilogo siguiente: - Justino, qu doctrina enseas? - Toda mi vida he buscado la verdad; he estudiado la sabidura de los orientales, de los griegos y de los romanos; finalmente he descubierto la verdadera sabidura. - Y cul es esta verdadera sabidura? - Es la de Jess de Nazareth; l nos libera de los dolos intiles, y nos conecta con el nico Dios verdadero, Creador del universo. - Eres, pues, cristiano? - S, soy cristiano; Y tambin son cristianos estos amigos mos; y estamos orgullosos de serlo. - Acrquense aqu todos, para adorar a nuestros dioses; de otro modo, todos sern condenados a morir por ateos. - No somos ateos; nosotros adoramos al Dios que es Espritu, el Padre de Jess de Nazaret; nadie que est bien de su cabeza, abandona al Dios verdadero para volver a dioses falsos. El juez dio la orden: - Que sean todos estos torturados! Justino y los suyos le contestaron: - Haz lo que t quieras; nosotros somos cristianos, y tales permaneceremos de todas maneras; preferimos morir que adorar a tus falsos dioses.

Entonces el juez Rstico pronunci la sentencia: Justino de Samara y sus seguidores, por no querer adorar a los dioses, ni a nuestro emperador Marco Aurelio, que sean primero azotados y luego degollados. As, Justino y sus compaeros cristianos sellaron con su propia sangre su fidelidad a Cristo. Te hubieras t atrevido a dar la sangre por defender tu fe en Dios y en Cristo? Amar a Dios de palabra es fcil; pero amarle, estando dispuesto a dar la vida por l, es verdadero amor. II. CMO OFENDES A DIOS, TU PADRE? Si Dios te mendiga amor, no hay nada que hiera este amor a Dios como: 1 El atesmo, el no creer en Dios, ya sea el atesmo terico y programado, como fue el del comunismo; ya sea el atesmo prctico, de quien dice creer en Dios, pero no reza, no viene a Misa, no se confiesa, y vive como si Dios no existiese. 2El agnosticismo: es la posicin que limita el conocimiento a la experiencia sensitiva o emprica verificable. Rechaza la posibilidad de conocimiento sobrenatural y por lo tanto, la posibilidad de saber si Dios existe. No es lo mismo que atesmo, que negaba la existencia de Dios. El agnosticismo dice que no se puede saber si Dios existe o no; por eso, rechaza cualquier pronunciamiento a favor o en contra de su existencia. 3La idolatra, es decir, el adorar a otros dolos: dinero, confort, sexo, poder, ambicin; o pequeas idolatras: coche, piso, comodidades, comidas, novia, novio, estudio, trabajo... Cuenta la Biblia que en la ciudad de Babilonia un rey, llamado Nabucodonosor, mand colocar en el medio de la plaza una estatua suya y dio la orden de que todos sus sbditos la adorasen . Tres jvenes judos, fieles a su Dios, se negaron a hacer lo que el rey mandaba, porque ellos slo adoraban al Dios verdadero. Enojado el rey, orden que fuesen arrojados a un horno encendido. As lo hicieron. Cuando los soldados fueron a sacar sus cenizas, vieron que los tres jvenes estaban sanos y salvos cantando y glorificando a Dios, que les haba mandado un ngel para librarlos de las llamas. As tienes que ser t: no adorar a nadie ms que a Dios. A slo Dios debes servir. Que te sirva de ejemplo lo que le pas al duque de Ganda, hoy san Francisco de Borja. El 1 de mayo de 1539 falleca en la ciudad de Toledo, Isabel de Portugal, reina de Espaa y emperatriz de Alemania, esposa del rey Carlos V y madre de Felipe II. El magistral lienzo de Tiziano refleja que la soberana era, sin lugar a dudas, una de las mujeres ms bellas de su tiempo. Uno de los cortesanos llor de forma especial la muerte de su emperatriz. Era el caballero noble y gallardo marqus de Combau y duque de Ganda. Ms tarde acept gustoso acompaar el fretro desde Toledo hasta Granada. Antes de proceder a la inhumacin, fue necesario certificar que efectivamente era la emperatriz la que estaba en el atad. Cuando el caballero descubri el rostro putrefacto de Isabel experiment una de las mayores impresiones

de su vida: aquel rostro tan admirado antes, ahora desfigurado, era un espectculo profundamente desagradable para contemplarlo. Esa es -se deca- la caducidad de la belleza de este mundo. Trmulo de emocin exclam: Nunca ms servir a seor que se me pueda morir!.Y cumpli su palabra. Se convirti en jesuita y la semilla de la inmensa labor apostlica del gran Francisco de Borja (1510-1572) an sigue germinando despus de cinco largos siglos de historia. 4 Las supersticiones: muchas de ellas no pasan de simples tonteras, pero tomadas en serio pueden suplantar a la religin, o, cuando menos, presentar una idea de Dios que poco tiene que ver con el Dios de la revelacin. La supersticin es una desviacin del sentimiento religioso que suele hacer presa en las personas ignorantes o irreligiosas, desempeando casi siempre un papel sustitutivo de la verdadera religin. Hoy da, en algunas obras teatrales, canciones, espectculos musicales y especialmente en la corriente del heavy metal, se utilizan smbolos y expresiones satnicas para despertar la violencia o crear estados de euforia, ansiedad o depresin. No te conviene ni escuchar, ni ver, ni asistir a este tipo de espectculos, pues te daan el equilibrio interior y pueden producirte desorientaciones o desviaciones en tu carcter y personalidad. Te interesa conocer algunas supersticiones que te harn rer, pues son ridculas? Cmo no recordar aqu a quienes toman en serio el nmero trece y tiemblan si han de sentarse en una mesa con trece comensales? O los que se aterran ante la sal derramada? O quienes se asustan si se abre un paraguas en casa o se pone un sombrero sobre la cama? O los que creen que les ocurrirn desgracias si se visten de amarillo, si se les rompe un espejo, o dejan los zapatos unidos por los talones? Qu pensar de los que tiemblan ante la idea de pasar bajo una escalera, o se imaginan todo tipo de desgracias si se les cruza un gato negro, de los que creen que les tocar la lotera si compran una capica , de quienes tocan madera para evitar las desgracias, o llenan sus coches de rabos de conejos, cueros o colmillos de todo tipo de bichos? Y no digamos de los que creen en las echadoras de cartas, de quienes hacen circular esas cadenas a las que atribuyen unas bendiciones especialsimas de Dios o de algn santo haciendo un determinado nmero de fotocopias que hay que enviar a los amigos, o dejar en los bancos de las iglesias, o creen en los juegos de la copa, o juegan con la ouija para invocar espritus, etc... Todas estas supersticiones son tonteras. E indican que tu fe en Dios est prendida con alfileres, que no es madura, que es superficial. 5 La tendencia de algunos a creer en milagreras o a correr tras el maravillosismo. Porque hay cristianos que no toman en serio la Eucarista o la Biblia, en donde Cristo y Dios estn sin duda alguna, y, sin embargo, corren detrs de cualquier tipo de supuestas y con frecuencia falsas apariciones o aparentes milagros, aunque tengan que cruzar el ocano. 6 Se producen hoy formas patolgicas de religiosidad, como, por ejemplo, esas bsquedas de apariciones con mensajes del ms all y otras cosas por el estiloque nada tienen que ver con la verdadera religiosidad y amor a Dios. Cuando no se tiene fuerte la fe y la confianza en un Dios vivo, entonces hay que desenterrar y dialogar con los muertos. Pero los muertos, muertos estn. Este primer mandamiento se quiebra tambin:

o si Dios no existiera.

Cmo dudar de Dios, si de l venimos y a l vamos, si l nos cuida y vela sobre nosotros, y busca nuestro bien siempre? perdonar. vergenza. Esto sera un sacrilegio, pues tratas indignamente este sacramento para mentir al sacerdote. Ya sabes que a Dios no le puedes engaar. Adems te ests engaando a ti mismo. mamos tambin sacrilegio. III. QU COSAS LE AGRADARAN A DIOS PADRE? Es tan rico el primer mandamiento de la Ley de Dios que tambin abarca estos dos aspectos: la oracin y el sacrificio. 1. La oracin T rezas? Sabes rezar? Sabes por qu debes rezar? Rezar debera ser el respirar de todo cristiano. Si no respiras, qu te pasa? Te mueres! Rezar es el impulso de corazn, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor a Dios tanto en medio de la prueba como en la alegra. As lo describi santa Teresita del Nio Jess. La oracin es, adems, la elevacin del alma a Dios o la peticin a Dios de bienes convenientes. No necesitas cosas? A quin mejor, que a Dios, para pedirle lo que tu corazn anhela? Eso tambin es oracin. Pero la oracin es sobre todo reconocimiento de la grandeza y bondad de Dios, alabanza y honor, agradecimiento profundo por cuantos dones nos concede da a da el Seor: el don de la existencia, de la vida, de la fe, de la salud, de la creacin, y de muchos ms. T mismo haz un recuento de cuntas cosas tienes que agradecer a Dios diariamente. Te asombrars! A la oracin debes ir tambin para pedirle perdn por tu ingratitud y tu falta de cario y de aprecio a este buen Padre Dios, por tus infidelidades, por tus mentiras y esas cosas feas, que a veces, consciente o inconscientemente, cometes. Para eso debes orar: para adorar y alabar a Dios, para agradecer, para pedirle gracias que necesitas y para implorarle perdn. Y debes rezar al levantarte, santigundote y rezando un padrenuestro. Y deberas rezar antes de las comidas, y cuando sales a tu trabajo o antes de tus clases en la universidad, o al iniciar tu estudio personal en las tardes. Deberas rezar para encomendar tu examen, s, pero tambin, para dar gracias por tu examen. Y no te vayas a acostar sin acordarte de Dios y rezarle alguna de esas oraciones hermosas que tenemos: el padrenuestro, el avemara, el gloria, o el credo. O alguna de esas bellas oraciones a la Virgen que aprendiste cuando eras nio: Bendita sea tu pureza, o la oracin a tu ngel de

la guarda. Es necesario que reces, pues as conocers cada da ms a Dios; y del conocimiento brotar en tu corazn el anhelo de amarlo. Y con la oracin frecuente te hars amigo ntimo de Dios y ya la oracin ser para ti una necesidad interior, sin la cual no puedes vivir. Es necesario que reces, para afrontar todas las luchas y contrariedades de la vida, pues no todo te ser fcil, t lo sabes. La oracin te dar fuerzas y msculo espiritual para vencer el desaliento, la tristeza y la tentacin. Y para rezar y orar tienes la Biblia, especialmente los Santos Evangelios. Lelos despacio, y medtalos, sacando las lecciones que te da Jess, o viendo los personajes de la escena, para ver qu te dicen y aprendiendo de ellos. Tambin, te servir para rezar contemplar la naturaleza, o el crucifijo, o repasar las cosas buenas que te suceden, e incluso, lleva a la oracin y dialoga con Dios acerca de los fracasos que has tenido y de las cosas que no te gustan, y Dios te iluminar y te consolar. Pero, cmo debes rezar? Te referir esta ancdota. Un aprendiz de oracin caminaba por el desierto completamente confundido. Haba frecuentado el contacto con diversos maestros y ya haba pertenecido a un buen nmero de escuelas. Cada una defenda cosas distintas y el aprendiz ya no saba qu era lo ms importante en la oracin. Decidi que lo nico que le quedaba por hacer en su confusin era dirigirse a Dios. - Seor, ilumname! -dijo suplicante- Unos me dijeron "No pienses en nada y repite letanas sin interrupcin... vers que sentirs la liberacin interior"... - Y lo hiciste? -le dijo Dios. - S, Seor, lo hice durante meses hasta que se me sec la boca y tuve que abandonar esa escuela. - No encontraste ninguna otra? -pregunt Dios, interesndose. - Oh, s, Seor, muchas ms! Fui a otra donde me dijeron: "Tranquilzate, haz vaco en tu interior y encontrars a Dios", pero en el vaco slo estaba yo mismo y como te buscaba a ti y no a m, comenc a dudar tambin de esa escuela... - Bueno, quizs haya otras... - S, s Seor, no creas que sta fue la ltima. Visit muchas ms; aprend una gama enorme de posiciones para orar, y me hice experto en posiciones, pero no en oracin... y as recorr otras tantas pero an no s qu hacer para orar. He llegado a convencerme de que no puedo orar y vengo a decirte que ya no me lo pidas ms en mi interior. - No te di yo boca y odos? -susurr Dios suavemente - S, Seor... -dijo el principiante, que no esperaba este interrogante. Pero dime de una vez, Seor mo; qu es ms importante escuchar o hablar? - Cuntas bocas te di? -Una. - Y odos? - Dos. - Entonces, ya lo sabes... Interesante dato! Orar es hablar con Dios, pero lo ms importante en esa conversacin es la escucha... Si quieres unirte con Dios; escucha su Palabra, dialoga... y vuelve a escuchar. Ves qu maravilla es la oracin! No la dejes nunca por nada. La oracin da brillo a tus ojos, chispa a tu inteligencia, ardor a tu corazn, fuerza a tu voluntad, nobleza a tus sentimientos, control a tu imaginacin, purificacin de tu memoria, cauce a tus pasiones, sensatez y sinceridad a tus palabras, claridad y peso a

tus razonamientos. Y sobre todo, la oracin te transforma interiormente y te hace querer lo que Dios quiere, y no querer lo que Dios no quiere. Cmo has de orar? Yo aprend de chico que las cualidades para una buena oracin son stas: orar con atencin, humildad, confianza y perseverancia. Ponlas en prctica y vers que dan resultado.

despejado.

exijas a Dios tus cosas, casi amenazndolo.

hoy. Insiste y logrars que Dios te escuche. Encontr entre mis ancdotas sta que te comparto, para que veas cmo el mismo demonio tiene inters en que t no reces.

Se titula as: CARTA DE SATANS. Te vi ayer cuando comenzabas tus tareas diarias. Te levantaste sin orar a tu Dios, en todo el da no hiciste nada de oracin. De hecho, ni recordaste bendecir tus alimentos. Eres muy desagradecido con tu Dios, y eso me gusta de ti. Tambin me agradaba la enorme flojera que demuestras siempre en lo que se refiere a tu crecimiento cristiano. Rara vez lees la Biblia y cuando lo haces ests cansado. Oras muy poco y muchas veces recitas palabras que no meditas. Por cualquier pretexto llegas tarde o faltas a tus reuniones de formacin. Qu decir de tus quejas al cooperar en la evangelizacin o diezmo! Todo eso es fcil para m. No puedo describirte cmo me alegra que en todo este tiempo en que ests siguiendo a tu Dios, no hayas cambiado tu manera de comportarte. Tantos aos y sigues como al principio, crees que no tienes nada que cambiar. Me encantas. Recuerda que t y yo hemos pasado muchos aos juntos y te detesto. Es ms, te odio porque odio a tu Padre. Solamente te estoy usando para molestarlo. Me echa del Cielo y yo voy a utilizarte mientras pueda vengarme de l. Mira ignorante, Dios te ama y tiene grandes planes preparados para ti, pero t eres tan idiota que me has cedido tu existencia y yo voy a hacer que vivas un verdadero infierno en vida. Estaremos juntos doblemente y esto realmente va a dolerle a tu Dios. Con tu cooperacin voy a mostrar quin es el que realmente gobierna tu vida. Con todos los momentos rendidos que nos hemos pasado...; hemos disfrutado juntos muchas pelculas, y qu decir de las veces que hemos ido o los espectculos artsticos en vivo". Aquel da de tu debilidad con aquella personita simptica, qu bien nos la pasamos! Pero ms me agrada que no te arrepientes, sino que reconozcas que eres joven y tienes derecho a gozar la vida. No hay duda: eres de los mos. Disfruto mucho los chistes colorados que dices y que

escuchas, t te res por lo gracioso de ellos, yo me ri de ver a un hijo de Dios participando en eso. El hecho es que ambos la pasamos bien. La msica vulgar y de doble sentido que escuchas me encanta. Sabes cules son los grupos que me gusta escuchar. Tambin disfruto mucho cuando difamas y te rebelas contra tu Dios, me siento feliz cuando te veo bailando y haciendo ese tipo de movimientos que tanto me fascinan. Ah, cmo lo disfruto! Ciertamente cuando vas y te diviertes sanamente, me desilusionas, pero no hay problema, siempre habr otra oportunidad. Hay veces que me haces servicios increbles cuando das malos ejemplos a los nios, cuando les permites que se desven de su inocencia, por medio de la televisin o cosas por el estilo. Son tan perceptivos que fcilmente imitan lo que ven. Te lo agradezco mucho. Lo que ms me agrada es que rara vez tengo que tentarte, casi siempre caes por tu cuenta. T buscas los momentos propicios, t te expones a situaciones peligrosas, t buscas mis ambientes, si tuvieras algo de sesos, cambiaras de ambiente y recurriras a los sacramentos y entregaras realmente tu vida al que dices llamar "tu Dios" y a vivir el resto de tus das bajo la luz del Espritu Santo. No acostumbro enviar este tipo de mensajes, pero eres tan conformista espiritualmente que no creo que vayas a cambiar. No malentiendas: te odio y no me interesas en lo mas mnimo. Si te busco es porque me agrada; tu manera de comportarte hace quedar en ridculo a Jesucristo. Tu enemigo que te odia. Satn o como me quieras llamar. JAJAJA, JAJAJA PD. Si realmente me amas, no muestres esta carta a nadie. SATANS. Hasta aqu la carta terrible de Satans.

2. El sacrificio Me falta hablarte ahora del sacrificio, no es cierto? Es algo que tambin le agrada mucho a Dios, si se lo ofreces con amor, adems de la oracin. Esta palabra no es bien entendida hoy da. Es ms, se quiere suprimir del vocabulario. Ante tanto bombardeo del consumismo y hedonismo, que te invita al disfrute sin lmitela palabra sacrificio parecera un atentado a tu felicidad y placer. Y sin embargo, el sacrificio es una realidad bella en s misma. Dice el Catecismo de la Iglesia catlica que el sacrificio es toda obra que se hace con el fin de unirnos a Dios en santa compaa y ser verdaderamente felices. Hay sacrificios exteriores e interiores. Te doy unos ejemplos y t mismo discierne qu sacrificios son exteriores y cules interiores o espirituales. Por ejemplo, el sacrificio de levantarte temprano para llegar puntual a tu trabajo o a tu facultad; el sacrificio de estudiar; el sacrificio de no quejarte cuando algo te fastidia y molesta; el sacrificio de comer la comida que te prepar tu madre y que no te gusta; el sacrificio de visitar a alguien que te hizo algn mal; el sacrificio de controlarte en la bebida o en el tabaco; el sacrificio de ofrecer tu enfermedad con paciencia; el sacrificio de obedecer a tus paps, a tus maestros, a las autoridades; el sacrificio de controlarte en el juego para no decir palabrotas y dominarte.

Y como stos, hay miles de sacrificios que puedes ofrecer a Dios en seal de adoracin y gratitud, de splica y de comunin con l. Pregunta a tu madre cuntos sacrificios tuvo que hacer cuando t eras pequen, al desvivirse por ti, cuidarte da y noche. Pregunta a tu mismo padre, cunto sacrificio le supone llevar adelante econmicamente tu familia. Y t, ni cuenta te das. El sacrificio es moneda para comprar tantas y tantas bendiciones de Dios. De ordinario el sacrificio cuesta a tu naturaleza humana, que tiende a lo fcil, a lo placentero, a quitar cuanto cuesta. Y porque cuesta, tiene su mrito. Los grandes santos hicieron en vida muchos sacrificios por amor a Dios, y todo esto les engrandeci, les hizo agradables a Dios y Dios les bendijo con muchos favores y gracias. No tengas miedo al sacrificio. Mira a Cristo que en cada misa ofrece el sacrificio de s mismo por ti y por la humanidad para darnos la salvacin y para dar gloria a su Padre Dios. Y durante su vida, cuntos sacrificios tuvo que ofrecer: nacer en una cueva de animales, ser ignorado en su pueblo, pasar treinta largos aos escondido en Nazaret, soportar las crticas que le decan algunos fariseos. Conoces tambin cmo sufri en la pasin: golpes, azotes, corona de espinas, bofetadas, escupitajos, clavado en una cruz. Todo este sufrimiento, Cristo lo ofreci a su Padre por ti, por tus pecados, para que seas feliz y para ensearte a ofrecer tu sufrimiento. Te narrar la experiencia de sacrificio de alguien que estuvo en un campo de concentracin. Se trata de Viktor E. Frankl. Lo narra en su libro El hombre en busca de sentido . A los recin llegados nos estaban reservadas todava muchas sorpresas de este tipo. Los mdicos que haba en nuestro grupo fuimos los primeros en aprender que los libros de texto mienten. En alguna parte se ha dicho que si no duerme un determinado nmero de horas, el hombre no puede vivir. Mentira! Yo haba vivido convencido de que existan unas cuantas cosas que sencillamente no poda hacer: no poda dormir sin esto, o no poda vivir sin aquello. La primera noche en Auschwitz dormimos en literas de tres pisos. En cada litera (que meda aproximadamente 2 x 2,5 m) dorman nueve hombres, directamente sobre los tablones. Para cada nueve haba dos mantas. Claro est que slo podamos tendernos de costado, apretujados y amontonados los unos contra los otros, lo que tena ciertas ventajas a causa del fro que penetraba hasta los huesos. Aunque estaba prohibido subir los zapatos a las literas, algunos los utilizaban como almohadas a pesar de estar cubiertos de lodo. Si no, la cabeza de uno tena que descansar en el pliegue de un brazo casi dislocado. Y an as, el sueo vena y traa olvido y alivio al dolor durante unas pocas horas. Me gustara mencionar algunas sorpresas ms acerca de lo que ramos capaces de soportar: no podamos limpiarnos los dientes y, sin embargo y a pesar de la fuerte carencia vitamnica, nuestras encas estaban ms saludables que antes. Tenamos que llevar la misma camisa durante medio ao, hasta que perda la apariencia de tal. Pasaban muchos das seguidos sin lavarnos ni siquiera parcialmente, porque se helaban las caeras de agua y, sin embargo, las llagas y heridas de las manos sucias por el trabajo de la tierra no supuraban (es decir, a menos que se congelaran). O, por ejemplo, aquel que tena el sueo ligero y al que molestaba el ms mnimo ruido en la habitacin contigua, se acostaba ahora apretujado junto a un camarada que roncaba ruidosamente a pocas pulgadas de su odo y, sin embargo, dorma profundamente a pesar del ruido. Si alguien nos preguntara sobre la verdad de la afirmacin de Dostoyevski que asegura terminantemente que el hombre es un ser que puede ser utilizado para cualquier cosa, contestaramos: Cierto, para cualquier cosa, pero no nos preguntis cmo. No desprecies, pues, el sacrificio. Tienes madera para soportar eso y ms. Y si lo haces por Dios, mucho

mejor. No olvides esto. Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificacin, ni alcanza altura con un solo vuelo. Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces...nadie recoge cosecha sin probar muchos sabores, enterrar muchas semillas y abonar mucha tierra. Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones, ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad, ni llega a puerto sin remar muchas veces. Nadie siente el amor sin probar sus lgrimas, ni recoge rosas sin sentir sus espinas. Nadie hace obras sin martillar sobre su edificio, ni cultiva amistad sin renunciar a s mismo. Ni se hace hombre sin sentir a Dios! Nadie llega a la otra orilla sin haber ido haciendo puentes para pasar. Nadie deja el alma lustrosa sin el pulimento diario de Dios. Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad. Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que persegua un imposible. Nadie conoce la oportunidad hasta que sta pasa por su lado y la deja ir. Nadie encuentra el pozo de DIOS hasta caminar por la sed del desierto. Pero nadie deja de llegar, cuando se tiene la claridad de un don, el crecimiento de su voluntad, la abundancia de la vida, el poder para realizarse y el impulso de DIOS. Nadie deja de arder con fuego dentro Nadie deja de llegar cuando de verdad se lo propone. Si sacas todo lo que tienes y ests con DIOS...Vas a llegar! Te dejo ya. Hay que explicar el segundo mandamiento de la ley de Dios. Te invito a tomar conciencia de este primer mandamiento: Amars a Dios sobre todas las cosas. Qu hermoso poder amar a Dios, corresponder a tanto amor que l te tiene! Y tambin, qu hermoso es sufrir por amor a Dios! El sacrificio tiene valor delante de Dios por el amor. El sacrificio como puro sacrificio no vale nada. Los condenados sufren, y qu se ganan? Los mundanos sufren, y de qu les sirve? Aqu en el mundo, cuando manda Dios una prueba de esas dolorosas, la gracia hace que se abran los ojos, que se comprendan las cosas divinas, que se emprenda un nuevo camino, ciertamente; pero el amor es el que hermosea el sacrificio: el sacrificio, como tal, no es una cosa ni hermosa ni fecunda; el amor es el que lo hermosea y el que lo fecunda. Para que las almas puedan con sus sacrificios hacer bien a los dems, necesitan amar. Amor con amor se paga. As lo hizo Mel Gibson. Conoces su historia? Aos atrs, un hombre muy trabajador decide llevar a su familia desde Nueva York hasta Australia, en busca de una mejor oportunidad de ingresos. Tena dos hijos muy apuestos. Uno de ellos pretenda ser trapecista en un circo y el otro quera ser actor. Este ltimo, mientras esperaba una oportunidad, trabajaba en los puertos locales situados en las peores zonas de la ciudad. Una noche, caminando de regreso a casa, el joven fue asaltado por cinco maleantes. l se resisti a entregar su dinero y fue agredido cruelmente. Le desgarraron brutalmente el rostro y lo golpearon salvajemente. Cuando finalmente fue encontrado por el polica, tirado en la calle, lo consideraron muerto y llamaron a la funeraria. En el trayecto, un polica se percat de que el joven hacia un intento por respirar y fue llevado de inmediato al hospital de emergencias mas cercano.

Fue horrible la impresin recibida por el equipo mdico al constatar que aquel joven ya no tena un rostro. Sus ojos estaban desgarrados, su crneo, piernas y brazos fracturados, su nariz estaba literalmente perdida en su cara, todos sus dientes completamente partidos y la mandbula desprendida. Ahora tenan que trabajar por salvar su vida. Permaneci cerca de un ao en el hospital. Cuando sali, su cuerpo estaba recuperado, pero su rostro causaba repulsin. Ya no era aquel joven guapo al que todos admiraban. Empez a buscar trabajo y siempre era rechazado debido a su mala apariencia fsica. Un empresario le sugiri que participara en un espectculo de circo, su nombre sera: "El Hombre Sin Rostro". El joven ejerci este trabajo durante algn tiempo, pero no poda dejar de percibir el rechazo de las personas. Nadie quera ser visto con l. Lleg a pensar en la muerte y tuvo que luchar contra la idea del suicidio por casi cinco aos. Un da, caminando sin rumbo por las calles entr a una iglesia, pensando que all poda alcanzar algn alivio. Vio al sacerdote orando. Sentndose, inclin tambin su cuerpo y empez a orar. El sacerdote al verlo, piadosamente lo levant y lo llev a la sacrista para conversar con l. Lo anim a tener fe en DIOS. Se impresion tanto al punto de prometerle que hara todo lo posible por ayudarlo a recuperar su dignidad y su vida. El joven comenz a asistir a la iglesia con frecuencia y siempre agradeca y peda a DIOS que le diera su paz espiritual y la gracia de ser un mejor hombre da a da. Despus de un tiempo el sacerdote por medio de influencias personales logr obtener los servicios del mejor cirujano plstico de Australia, sin costo alguno. El cirujano estaba impresionado con el joven por todo lo acontecido en su vida y le conmovi su positividad y su fe. La ciruga fue un milagro. Tuvo acceso a los mejores servicios mdicos. Poco a poco al joven se le empezaron a cumplir todas las promesas. Recuper su rostro. Fue bendecido con una bella esposa, varios hijos y grandes xitos profesionales. l ahora nos da su testimonio. Este hombre es Mel Gibson. Hoy Mel es admirado por todos como un hombre entregado a DIOS, conservador y un gran ejemplo de fe y valor. Somos muchos los que no conocamos esta historia, que aunque cruel y triste, al final nos muestra la grandeza del amor a DIOS. El sacerdote que ayud a Mel Gibson fue apenas un instrumento usado por DIOS para su recuperacin. Esta vivencia la debemos meditar como el milagro de lo imposible. Entendemos ahora por qu quiso filmar "La Pasin de Cristo? Por gratitud a Dios por tanto amor que l le tuvo primero!

Resumen sacado del Catecismo de la Iglesia catlica 2133 Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, con toda tu alma y con todas tus fuerzas (Deuteronomio 6, 59). 2134 El primer mandamiento llama al hombre para que crea en Dios, espere en El y lo ame sobre todas las cosas. 2135 Al Seor tu Dios adorars (Mt 4, 10). Adorar a Dios, orar a El, ofrecerle el culto que le corresponde, cumplir las promesas y los votos que se le han hecho, son todos ellos actos de la virtud de la religin que constituyen la obediencia al primer mandamiento. 2136 El deber de dar a Dios un culto autntico corresponde al hombre individual y socialmente considerado. 2137 El hombre debe poder profesar libremente la religin en pblico y en privado (Concilio Vaticano II,

Declaracin Dignitatis Humanae 15). 2138 La supersticin es una desviacin del culto que debemos al verdadero Dios, la cual conduce a la idolatra y a distintas formas de adivinacin y de magia. 2139 La accin de tentar a Dios de palabra o de obra, el sacrilegio y la simona son pecados de irreligin, prohibidos por el primer mandamiento. 2140 El atesmo, en cuanto niega o rechaza la existencia de Dios, es un pecado contra el primer mandamiento. 2141 El culto de las imgenes sagradas est fundado en el misterio de la Encarnacin del Verbo de Dios. No es contrario al primer mandamiento.

Para reflexionar en particular o en grupos 1.Qu papel juega en tu vida la fe en Dios? Qu haces cuando tienes dudas de fe? 2.Cmo demuestras que amas a Dios? 3.Por qu hay personas que se alejan de la religin catlica? 4.Conoces a fondo tu fe catlica? Dnde debes ir a profundizar en tu fe catlica? 5.Cules son los dolos a quienes algunos hoy adoran, en vez de adorar a Dios? 6.Sabes rezar? Qu mtodo tienes al rezar? 7.Puede un cristiano participar en sesiones de espiritismo, consultar a adivinos, participar en el juego de la copa? 8.Segn los Evangelios, qu caractersticas debe tener tu oracin? 9.Qu sacrificios puedes ofrecer a Dios que le gusten y le den contento? 10.El hombre es un ser religioso por naturaleza? Demustralo. Entonces, crees que es posible el atesmo y el agnosticismo?

LECTURA: Del Catecismo de la Iglesia catlica, la ltima parte, sobre la oracin CAPITULO TERCERO: LA VIDA DE ORACION 2697 La oracin es la vida del corazn nuevo. Debe animarnos en todo momento. Nosotros, sin embargo, olvidamos al que es nuestra Vida y nuestro Todo. Por eso, los Padres espirituales, en la tradicin del Deuteronomio y de los profetas, insisten en la oracin como un "recuerdo de Dios", un frecuente despertar la "memoria del corazn": "Es necesario acordarse de Dios ms a menudo que de respirar". Pero no se puede orar "en todo tiempo" si no se ora, con particular dedicacin, en algunos momentos: son los tiempos fuertes de la oracin cristiana, en intensidad y en duracin. 2698 La Tradicin de la Iglesia propone a los fieles unos ritmos de oracin destinados a alimentar la oracin continua. Algunos son diarios: la oracin de la maana y la de la tarde, antes y despus de comer, la Liturgia de las Horas. El domingo, centrado en la Eucarista, se santifica principalmente por medio de la oracin. El ciclo del ao litrgico y sus grandes fiestas son los ritmos fundamentales de la vida de oracin de los cristianos. 2699 El Seor conduce a cada persona por los caminos que El dispone y de la manera que El quiere. Cada fiel, a su vez, le responde segn la determinacin de su corazn y las expresiones personales de su oracin. No obstante, la tradicin cristiana ha conservado tres expresiones principales de la vida de

oracin: la oracin vocal, la meditacin y la oracin de contemplacin. Tienen en comn un rasgo fundamental: el recogimiento del corazn. Esta actitud vigilante para conservar la Palabra y permanecer en presencia de Dios hace de estas tres expresiones tiempos fuertes de la vida de oracin. Artculo 1 : LAS EXPRESIONES DE LA ORACION I.LA ORACIN VOCAL 2700 Por medio de su Palabra, Dios habla al hombre. Por medio de palabras, mentales o vocales, nuestra oracin toma cuerpo. Pero lo ms importante es la presencia del corazn ante Aqul a quien hablamos en la oracin. "Que nuestra oracin sea escuchada no depende de la cantidad de palabras, sino del fervor de nuestras almas". 2701 La oracin vocal es un elemento indispensable de la vida cristiana. A los discpulos, atrados por la oracin silenciosa de su Maestro, ste les ensea una oracin vocal: el "Padre Nuestro". Jess no solamente ha rezado las oraciones litrgicas de la sinagoga; los Evangelios nos lo presentan elevando la voz para expresar su oracin personal, desde la bendicin exultante del Padre, hasta la agona de Getseman. 2702 Esta necesidad de asociar los sentidos a la oracin interior responde a una exigencia de nuestra naturaleza humana. Somos cuerpo y espritu, y experimentamos la necesidad de traducir exteriormente nuestros sentimientos. Es necesario rezar con todo nuestro ser para dar a nuestra splica todo el poder posible. 2703 Esta necesidad responde tambin a una exigencia divina. Dios busca adoradores en espritu y en verdad, y, por consiguiente, la oracin que brota viva desde las profundidades del alma. Tambin reclama una expresin exterior que asocia el cuerpo a la oracin interior, porque esta expresin corporal es signo del homenaje perfecto al que Dios tiene derecho. 2704 La oracin vocal es la oracin por excelencia de las multitudes por ser exterior y tan plenamente humana. Pero incluso la ms interior de las oraciones no podra prescindir de la oracin vocal. La oracin se hace interior en la medida en que tomamos conciencia de Aqul "a quien hablamos". Por ello, la oracin vocal se convierte en una primera forma de oracin contemplativa. II. LA MEDITACIN 2705 La meditacin es, sobre todo, una bsqueda. El espritu trata de comprender el porqu y el cmo de la vida cristiana para adherirse y responder a lo que el Seor pide. Hace falta una atencin difcil de encauzar. Habitualmente se hace con la ayuda de algn libro, que a los cristianos no les falta: las Sagradas Escrituras, especialmente el Evangelio, las imgenes sagradas, los textos litrgicos del da o del tiempo, los escritos de los Padres espirituales, las obras de espiritualidad, el gran libro de la creacin y el de la historia, la pgina del "hoy" de Dios. 2706 Meditar lo que se lee conduce a apropirselo confrontndolo consigo mismo. Aqu, se abre otro libro: el de la vida. Se pasa de los pensamientos a la realidad. Segn sean la humildad y la fe, se descubren los movimientos que agitan el corazn y se les puede discernir. Se trata de hacer la verdad para llegar a la Luz: "Seor, qu quieres que haga?". 2707 Los mtodos de meditacin son tan diversos como diversos son los maestros espirituales. Un cristiano debe querer meditar regularmente; si no, se parece a las tres primeras clases de terreno de la parbola del sembrador. Pero un mtodo no es ms que un gua; lo importante es avanzar, con el Espritu

Santo, por el nico camino de la oracin: Cristo Jess. 2708 La meditacin hace intervenir al pensamiento, la imaginacin, la emocin y el deseo. Esta movilizacin es necesaria para profundizar en las convicciones de fe, suscitar la conversin del corazn y fortalecer la voluntad de seguir a Cristo. La oracin cristiana se aplica preferentemente a meditar "los misterios de Cristo", como en la "lectio divina" o en el Rosario. Esta forma de reflexin orante es de gran valor, pero la oracin cristiana debe ir ms lejos: hacia el conocimiento del amor del Seor Jess, a la unin con El. III. LA ORACIN DE CONTEMPLACIN 2709 Qu es esta oracin? Santa Teresa responde: "No es otra cosa oracin mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama". La contemplacin busca al "amado de mi alma" (Ct 1,7) 8 Esto es, a Jess y en El, al Padre. Es buscado porque desearlo es siempre el comienzo del amor, y es buscado en la fe pura, esta fe que nos hace nacer de El y vivir en El. En la contemplacin se puede tambin meditar, pero la mirada est centrada en el Seor. 2710 La eleccin del tiempo y de la duracin de la oracin de contemplacin depende de una voluntad decidida, reveladora de los secretos del corazn. No se hace contemplacin cuando se tiene tiempo, sino que se toma el tiempo de estar con el Seor con la firme decisin de no dejarlo y volverlo a tomar, cualesquiera que sean las pruebas y la sequedad del encuentro. No se puede meditar en todo momento, pero s se puede entrar siempre en contemplacin, independientemente de las condiciones de salud, trabajo o afectividad. El corazn es el lugar de la bsqueda y del encuentro, en la pobreza y en la fe. 2711 La entrada en la contemplacin es anloga a la de la Liturgia eucarstica: "recoger" el corazn, recoger todo nuestro ser bajo la mocin del Espritu Santo, habitar la morada del Seor que somos nosotros mismos, despertar la fe para entrar en la presencia de Aquel que nos espera, hacer que caigan nuestras mscaras y volver nuestro corazn hacia el Seor que nos ama, para ponernos en sus manos como una ofrenda que hay que purificar y transformar. 2712 La contemplacin es la oracin del hijo de Dios, del pecador perdonado que consiente en acoger el amor con el que es amado y que quiere responder a l amando ms todava. Pero sabe que su amor, a su vez, es el que el Espritu derrama en su corazn, porque todo es gracia por parte de Dios. La contemplacin es la entrega humilde y pobre a la voluntad amorosa del Padre, en unin cada vez ms profunda con su Hijo amado. 2713 As, la contemplacin es la expresin ms sencilla del misterio de la oracin. Es un don, una gracia; no puede ser acogida ms que en la humildad y en la pobreza. La oracin contemplativa es una relacin de alianza establecida por Dios en el fondo de nuestro ser. Es comunin: en ella, la Santsima Trinidad conforma al hombre, imagen de Dios, "a su semejanza". 2714 La contemplacin es tambin el tiempo fuerte por excelencia de la oracin. En ella, el Padre nos concede "que seamos vigorosamente fortalecidos por la accin de su Espritu en el hombre interior, que Cristo habite por la fe en nuestros corazones y que quedemos arraigados y cimentados en el amor". 2715 La contemplacin es mirada de fe, fijada en Jess. "Yo le miro y l me mira", deca a su santo cura un campesino de Ars que oraba ante el Sagrario. Esta atencin a El es renuncia a "m". Su mirada purifica el corazn. La luz de la mirada de Jess ilumina los ojos de nuestro corazn; nos ensea a ver todo a la luz de su verdad y de su compasin por todos los hombres. La contemplacin dirige tambin su mirada a los misterios de la vida de Cristo. Aprende as el "conocimiento interno del Seor" para ms amarle y

seguirle. 2716 La contemplacin es escucha de la palabra de Dios. Lejos de ser pasiva, esta escucha es la obediencia de la fe, acogida incondicional del siervo y adhesin amorosa del hijo. Participa en el "s" del Hijo hecho siervo y en el "fiat" de su humilde esclava. 2717 La contemplacin es silencio, este "smbolo del mundo venidero" o "amor silencioso". Las palabras en la oracin contemplativa no son discursos, sino ramillas que alimentan el fuego del amor. En este silencio, insoportable para el hombre "exterior", el Padre nos da a conocer a su Verbo encarnado, sufriente, muerto y resucitado, y el Espritu filial nos hace partcipes de la oracin de Jess. 2718 La contemplacin es unin con la oracin de Cristo en la medida en que ella nos hace participar en su misterio. El misterio de Cristo es celebrado por la Iglesia en la Eucarista; y el Espritu Santo lo hace vivir en la contemplacin para que sea manifestado por medio de la caridad en acto. 2719 La contemplacin es una comunin de amor portadora de vida para la multitud, en la medida en que se acepta vivir en la noche de la fe. La noche pascual de la resurreccin pasa por la de la agona y la del sepulcro. Son estos tres tiempos fuertes de la Hora de Jess los que su Espritu (y no la "carne que es dbil") hace vivir en la contemplacin. Es necesario aceptar el "velar una hora con l". 2720 La Iglesia invita a los fieles a una oracin regulada: oraciones diarias, Liturgia de las Horas, Eucarista dominical, fiestas del ao litrgico. 2721 La tradicin cristiana contiene tres importantes expresiones de la vida de oracin: la oracin vocal, la meditacin y la oracin contemplativa. Las tres tienen en comn el recogimiento del corazn. 2722 La oracin vocal, fundada en la unin del cuerpo con el espritu en la naturaleza humana, asocia el cuerpo a la oracin interior del corazn a ejemplo de Cristo que ora a su Padre y ensea el "Padre Nuestro" a sus discpulos. 2723 La meditacin es una bsqueda orante, que hace intervenir al pensamiento, la imaginacin, la emocin, el deseo. Tiene por objeto la apropiacin creyente de la realidad considerada, que es confrontada con la realidad de nuestra vida. 2724 La oracin contemplativa es la expresin sencilla del misterio de la oracin. Es una mirada de fe, fijada en Jess, una escucha de la Palabra de Dios, un silencioso amor. Realiza la unin con la oracin de Cristo en la medida en que nos hace participar de su misterio.

Captulo

4: Segundo:

No

tomars

el

nombre

de

Dios

en

vano

Quin de nosotros, oyendo hablar mal del nombre de su madre o de su padre, no sentira indignacin y enfado? Te has fijado en la alegra que sienten los padres de un nio la primera vez que el pequeo dice pap y mam, la primera vez que pronuncia sus nombres? Parece que el nio naciera verdaderamente cuando empieza a hablar y que tomara posesin del mundo cuando empieza a llamar por su nombre a las cosas, aunque lo haga tartamudeando.

No es verdad que, ya de grandes, cuando saludamos a alguien y le decimos nuestro nombre, es como si al decir nuestro nombre, le entregamos nuestra amistad y nuestra persona? Detrs del nombre est la persona, est tu persona. Pues as en el mundo de lo religioso, Dios ha querido que hables con l de t a t; ha querido que puedas conocerle y llamarle por su nombre: Dios. Dios Padre, Dios Hijo en Jesucristo, Dios Espritu Santo. Al decir ciertos nombres, no es verdad que sentimos una oleada de ternura en el corazn? Al decir Dios deberamos sentir un profundo sentimiento de cario en lo ms profundo de nuestro ser. Slo el escuchar este dulce nombre deberas sentir una gran paz, alegra, gozo y fuerza. En el Padrenuestro, cul es la primera peticin que hacemos a Dios? Santificado sea tu nombre. El nombre de Dios es tan Santo que los israelitas no se atrevan ni siquiera a pronunciarlo y usaban todo tipo de circunloquios o rodeos: Dios era el Seor, o el todopoderoso o Aquel que nadie ha visto o El que est en los cielos o Aquel cuyo nombre es santo, El que es. Y todo, por el respeto que sentan por Dios. A su vez los musulmanes dicen que Dios tiene cien nombres y nosotros conocemos noventa y nueve. Pero los noventa y nueve son aproximaciones y su nombre verdadero es ese centsimo que nadie conoce. I. CMO ES EL NOMBRE DE DIOS, TU PADRE?

Estuve releyendo un pequeo librito del gran maestro filsofo y telogo, santo Toms de Aquino, nacido en el siglo XIII, titulado El Padrenuestro comentado. Cuando explica la primera peticin del Padrenuestro Santificado sea tu Nombre, dice las siguientes cualidades del nombre de Dios. Me dejas escribirte una cita un poco larga de santo Toms sobre este tema del nombre de Dios? El nombre de Dios es, en primer lugar, admirable porque obra maravillas en todas las criaturas. Por eso el Seor dice en el Evangelio: En mi Nombre arrojarn los demonios, hablarn nuevas lenguas, tomarn serpientes en sus manos, y si bebieren un veneno no les har dao (Marcos 16, 17). En segundo lugar, el nombre de Dios es amable. Bajo el cielo, dice san Pedro, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos (Hechos 4, 12). Ahora bien, la salvacin debe ser amada por todos. San Ignacio de Antioquia, que am tanto el nombre de Cristo, nos ofrece un ejemplo de este amor. Cuando el emperador Trajano lo conmin a que negara el nombre de Cristo, respondi que le era imposible separarlo de sus labios. Y como el emperador lo amenazara con degollarlo, para arrancar as a Cristo de sus labios, Ignacio respondi: Aunque me lo quitaras de mis labios, nunca podrs arrancarlo de mi corazn; pues llevo este nombre grabado en mi corazn, y es por eso que no puedo dejar de invocarlo. Oyendo esto Trajano, y queriendo ver si era cierto, luego de haberle hecho cortar la cabeza, mand que le arrancaran el corazn. Y se hall que en l estaba grabado con letras de oro, el nombre de Cristo. Porque haba puesto ese nombre en su corazn, como un sello. En tercer lugar, el nombre de Dios es venerable. Afirma el apstol que al nombre de Jess se dobla toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el infierno (Filipenses 2, 10). En el cielo, por parte de los ngeles y los santos. En la tierra, por parte de los hombres que viven en el mundo; stos lo hacen, o bien por amor a la gloria que desean alcanzar, o bien por temor a las penas del castigo. En el infierno, por parte de los condenados, que lo hacen por temor. En cuarto lugar, el nombre de Dios es inefable, porque ninguna lengua es capaz de expresar toda su

riqueza. Por esta razn a veces se intenta una aproximacin por medio de las creaturas. Y as se le da a Dios el nombre de fuego, en razn de su poder purificador. Porque as como el fuego purifica los metales, Dios purifica el corazn de los pecadores. Por esto se dice en la Escritura: Vuestro Dios es un fuego que consume (Deuteronomio 4, 24). Hasta aqu la cita de santo Toms. Qu te ha parecido?

Por todo esto, debes respetar el nombre de Dios. Pero sobre todo, debes respetarlo porque es tu Padre inmensamente bueno y carioso que ha buscado, busca y buscar siempre tu bien y tu felicidad. Cmo le vas a ofender? II. POR QU NOS REGAL DIOS ESTE MANDAMIENTO?

Un hombre incrdulo quiso hacer un chiste, y dijo: Si hay Dios, por qu no escribi su nombre en el firmamento con letras gruesas, para que lo viera todo el mundo? As no habra incrdulos. Este era el chiste. Bien malo, por cierto. Pero le falt decir en qu lengua Dios debi haber escrito su nombre en ese cielo que tachonan millares de estrellas. En espaol? Entonces slo lo entenderan los de habla hispana. Y el resto? Pues, que lo escriba en una lengua que todos entiendan! podra replicar alguno. Justo. S, hay una lengua que comprenden todos: la armona maravillosa del cosmos. Los cielos pregonan el nombre de Dios. Cmo es posible que los cuerpos siderales proclamen el nombre de Dios, y haya hombres, creados a imagen y semejanza de Dios, que lo toman en vano, lo ensucian, lo desprecian, lo pisotean? Entre los cristianos el nombre de Dios es moneda corriente. Hablan de l incluso quienes en l no creen. Se ha vuelto en muchas cosas una muletilla, una exclamacin, un chascarrillo, una blasfemia a veces. Dios! - se escucha con frecuencia y de manera superficial. Y se escucha en los partidos de ftbol, entre amigos, cuando uno se golpea un dedo, en medio de un asado entre risotadas. Qu poca seriedad! Y esa es la razn por la que este segundo mandamiento se vuelve ms importante para ti. Dios es celoso de su nombre, y demasiadas veces ese nombre es usado vana y torpemente. Te gustara a ti, que usaran tu nombre o el de tu madre, en plan de chiste, de broma pesada e incluso sin respeto? Pues si a ti no te gusta, dime qu pensar Dios al respecto. Muchas veces lo usamos sin caer siquiera en la cuenta de que le estamos poniendo por testigo. Por superficialidad a veces dices: Si Dios quiere, Dios mediante, vlgame Dios, Dios te ampare, a la buena de Dios. Y ni siquiera te das cuenta de que le ests citando y poniendo por testigo. Si lo dices con respeto y con cario, no hay problema. Es ms, demostraras que Dios es para ti alguien siempre presente en tu vida, en tu pensar y hablar. Pero cudate de nombrar el nombre de Dios de manera superficial y distrada. El nombre de Dios es santo, y hay que utilizarlo santamente y en momentos santos! Otras veces usamos el nombre de Dios frvolamente: en los titulares de cientos de pelculas, en los anuncios comerciales, o en barcos; te acuerdas del buque Titanic: A ste ni Dios le hunde? Qu necesidad tenan de haber puesto el nombre de Dios en el barco? Y, qu les pas? Conoces la historia y la pelcula.

No

se

debe

usar

el

nombre

de

Dios

en

vano

frvolamente.

Con frecuencia es usado para proteger nuestras mentiras en falsos juramentos: Que baje Dios y lo vea, te lo juro por Dios; que Dios me castigue, si miento. O para satisfacer o apoyar nuestras venganzas: En nombre de Dios haremos esta guerra; o cuando, tras una desgracia, nos lanzamos a decir castigo de Dios. Te acuerdas de lo que pas con las torres gemelas en Estados Unidos? En nombre de Dios se provocaron esos actos terroristas. Hay quienes usan el nombre de Dios para blasfemar (la blasfemia es como una chispa de aquel fuego del infierno), para rerse de los valores sagrados, para retar o escupir al cielo, como se dice que hizo el emperador Juliano, el apstata, al querer acabar con todos los cristianos y un buen da que iba en su caballo, dispuesto a matarlos a todos, le cay un rayo y su caballo se desboc, muriendo l desnucado. Antes de morir, cuentan, grit al cielo diciendo con furia: Venciste, Galileo. Se refera, lgicamente a Cristo, el Galileo. A todos estos sucios y frvolos modos de usar el nombre de Dios se refiere este mandamiento. No debes usar el nombre de Dios para estos casos. Bastara acercarte a la vida diaria para comprobar con cunta facilidad se usa el nombre de Dios en vano. Repasa, por ejemplo, las pginas de la publicidad en los peridicos. All encontrars con qu frivolidad se usa el nombre de Dios y de los santos para dar nombres a vinos, a chocolates, a dulces, a tortas, etc...Qu falta de reverencia! Con las cosas de Dios no se debe jugar y menos comercializar. Por favor, un poco de respeto! Habrs visto algunos anuncios en la televisin: Vive la Semana Santa en turismo de primera clase... ngeles que conducen autobuses... santos haciendo trampas en la lotera para que a uno le toque... monjas publicitando un coche ltimo modelo. No puede ser! Ms respeto, por favor! Todo esto es tomar el nombre de Dios y de las cosas sagradas en vano y frvolamente. Burlarse de Dios, de la Virgen, de los santos, de los sacerdotes, de los religiosos, monjases gravsimo, si se hace consciente, deliberadamente. En el Antiguo Testamento se castigaba la blasfemia, con el apedreamiento; eran apedreados los que blasfemaban. No s si bastaran las piedras del camino hoy para poder apedrear a los blasfemos: blasfeman y maldicen todo, el sol, la lluvia, el fro, el da, Dios... Los que blasfeman, qu tienen en su interior? Si es verdad lo que dice Jess en el Evangelio que de la abundancia del corazn, habla la boca, entonces saca t la conclusin. Cuida Se cuenta de que antes nunca de ir a blasfemar acostarse, el en pap le dice tu a su vida! hija:

Me quieres? Mucho, pap. Pues ahora, si me quieres, dame un beso. Pap respondi la niaesta noche no. - Oh! Ah, s? Y esta noche, por qu no? No soy siempre tu padre? - S -respondi la hija- T eres siempre mi pap, pero esta noche el beso no te lo puedo dar: hoy has tenido siempre la boca llena de blasfemias y de palabras feas. El padre abraz con singular cario a su hija y no respondi ms.

Aprende

la

leccin

de

esta

nia.

Adems de respetar el nombre de Dios, tienes que respetar tambin las cosas sagradas, por ejemplo, el altar, los clices, las patenas, los copones y otros objetos utilizados en la iglesia y en las misas. Tienes que respetar las personas y ministros consagrados a Dios, por ejemplo, al Papa, a los obispos, a los sacerdotes, a los diconos y a los religiosos y consagrados al Seor. Se han consagrado a Dios; por tanto, son pertenencia de Dios y estn para llevarte el mensaje del amor de Dios. Finalmente, hay que respetar los lugares que han sido dedicados a l, por ejemplo, catedrales, iglesias, cementerios. Dentro Sabes de este segundo qu mandamiento no es puedo omitir el hablarte del juramento. juramento?

El juramento es otra manera de honrar el nombre de Dios, ya que es poner a Dios como testigo de la verdad de lo que se dice o de la sinceridad de lo que se promete. A veces es necesario que quien hace una declaracin sobre lo que ha hecho, visto u odo, haya de reforzarla con un testimonio especial. En ocasiones muy importantes, sobre todo ante un tribunal, se puede invocar a Dios como testigo de la verdad de lo que se dice o promete: eso es hacer un juramento. Fuera de estos casos no se debe jurar nunca, y hay que procurar que la convivencia humana se establezca con base en la veracidad y honradez. Cristo dijo: Sea, pues, vuestro modo de hablar s, s, o no, no. Lo que exceda de esto, viene del Maligno (Mateo 5, 37). Hay diversos modos de jurar: e Cristo, etc.;

Cielo, por la Iglesia, por la Cruz, etc.; mano sobre los Evangelios, el Crucifijo, el altar, etc. El juramento bien hecho es no slo lcito, sino honroso a Dios, porque al hacerlo declaramos implcitamente que es infinitamente sabio, todopoderoso y justo. Para que est bien hecho se requiere:

Siempre hay grave irreverencia en poner a Dios como testigo de una mentira. En esto precisamente consiste el perjurio, que es pecado gravsimo que acarrea el castigo de Dios .

utilizar el nombre de Dios al jurar algo que no es lcito, por ejemplo, la venganza o el robo. Si el juramento tiene por objeto algo gravemente malo, el pecado es mortal.

autoridad eclesistica o civil. No se puede jurar sin prudencia, sin moderacin, o por cosas de poca importancia sin cometer un pecado venial que podra ser mortal, si hubiera escndalo o peligro de perjurio.

El juramento que hizo, por ejemplo, Herodes a Salom fue vano o innecesario . Jurar por hbito ante cualquier tontera es un vicio que se ha de procurar desterrar, aunque de ordinario no pase de pecado venial. As te qued ms claro tambin este aspecto del segundo mandamiento. Si te tengo que resumir cmo faltaras a este segundo mandamiento, te dira lo siguiente: 1. Usando el nombre de Dios sin el debido respeto o con fines malos, como es el caso de la maldicin. 2. Cualquier expresin de odio, de reproche, de desafo, dirigida a Dios, a la Virgen o a los santos. Este pecado se llama blasfemia. 3. Perjurio, es decir, cuando haces una promesa que no tienes intencin de cumplir o juras sobre una mentira, apelando a Dios para avalarla. 4. Jurar innecesariamente sobre cosas que no valen la pena: te lo juro. 5. Incumplimiento de promesas o votos hechos a Dios.

III. CMO HAS DE HONRAR EL NOMBRE DE DIOS, TU PADRE? Pero este mandamiento tiene su parte positiva. Se nos pide que santifiquemos su nombre, que le demos el honor y la gloria que merece, que lo respetemos. Honramos el nombre de Dios con la oracin, con la palabra y con la vida. 1. Con la oracin Santificas el nombre de Dios en la oracin. Volvemos de nuevo al tema hermoso de la oracin en este segundo mandamiento. La oracin es la vida habitual del alma, es la respiracin del alma. Por tanto, el cristiano que no reza tambin est faltando al segundo mandamiento. Qu hermoso cuando rezas! Ah le llamas Dios mo, Padre mo, Seor mo. Y Dios te escucha y se estremece de gozo. T eres su hijo, y l nunca desoye a su hijo. En la oracin l te abraza y mantiene contigo una relacin de amistad y de amor. Este segundo mandamiento implica, pues, la oracin. Es un deber para todo hombre. Reza el musulmn a la cada de la tarde. Reza el beduino en medio del desierto. Rezan los hindes, al baarse en el ro Ganges. Rezan los bonzos sintostas en el Japn. Reza el campesino al postrarse en Ceiln. Reza el rabino, cuando le llega la hora. Cmo no va a rezar el cristiano? Cmo no vas a rezar t? Y a la oracin vas para adorar y a alabar a Dios, para agradecer y bendecir a Dios, para pedirle perdn por tus infidelidades, para implorarle por tus necesidades. Y en la oracin recibirs luz para tu camino, aliento en tus momentos duros, consejo y fuerza para cumplir la voluntad de Dios en tu vida. Y oras, cuando meditas el evangelio, vienes a misa, visitas a Cristo Eucarista, o rezas lentamente el

Padrenuestro o el Avemara. Orar! Orar siempre, orar en todas partes. All, en la oracin, el nombre de Dios es santificado y pronunciado con respeto y veneracin. Me dejas contarte una ancdota? Un sacerdote que visitaba una familia negligente en religin se encontr en la casa con un nio que daba de comer a un conejillo de Indias. - Cuntas veces lo alimentas? - pregunt el sacerdote. - Le doy una buena comida al da. Le gusta que se la d yo mismo. Y el muchacho sigui explicando que recoga mondaduras de patatas para su animalito y que le limpiaba la casita cada dos das. - Es la tarea ms pesada, y empleo en ella casi media hora -continu. - As, debes de emplear como unas tres horas por semana con tu conejillo, no? - Eso debe ser, padre. - Dime, oste misa el domingo pasado? pregunt el sacerdote. - No, pero voy a misa con bastante frecuencia y, adems, casi cada noche rezo las oraciones. - En cunto tiempo? - Unos dos minutos, poco ms o menos. - As pues, como trmino medio, empleas media hora a la semana para cumplir con tus deberes de cristiano. Se ve que la suerte de tu conejillo de Indias es mejor que la de tu alma. A l le tratas mejor. - Tiene usted razn, padre. El sbado ir a confesarme. Te pasa a ti algo por el estilo? Dedicas ms tiempo a tus diversiones que a la oracin? Ms a tu novia o a tu novio que a Dios? Pinsalo bien! 2. Debes honrar el nombre de Dios con tu palabra En la historia de nuestra santa Madre Iglesia suena sin cesar, como una meloda bendita, el santo nombre de Dios y de Jess. Lo pronunciaron los Apstoles, los primeros cristianos, la multitud de mrtiresSan Francisco de Ass, siempre que lo oa pronunciar, lo escuchaba como si oyera los acordes de un arpa. Con este nombre en los labios murieron los mrtires del cristianismo de ayer y de hoy. Los catlicos mexicanos durante la guerra cristera de 1926 a 1929 moran gritando Viva Cristo Rey!. Otro tanto sucedi en la guerra civil espaola, de 1936 a 1939. San Pablo escribe a los cristianos de Colosas: Todo cuanto hacis, sea de palabra o de obra, hacedlo todo en nombre de nuestro Seor Jesucristo (3, 17).

3. Debes honrar el nombre de Dios y de Jesucristo con tu vida digna Tu vida debera exhalar el buen perfume de Cristo. Tu vida honrada, sincera, pura, humilde es una autntica predicacin del nombre de Cristo. Convencers ms con tu vida que con tu palabra. Acurdate que las palabras vuelan, pero los ejemplos arrastran. Se te tiene que notar que por tu vida ha pasado la sangre de Cristo y te ha purificado y santificado. Un mal ejemplo tuyo desdice las mil palabras que hayas dicho de Cristo.

Tambin honrar a Dios con tu vida implica el cumplimiento fiel de las promesas, juramentos y votos que has hecho a Dios, pues esas promesas comprometen el honor, la fidelidad, la veracidad y la autoridad del mismo Dios. No hagas, pues, una promesa, si no tienes la intencin de cumplirla. Un voto o promesa es un acto de la virtud de religin por el cual el cristiano se consagra a Dios o le promete una obra buena. Por tanto, mediante el cumplimiento de sus votos entrega a Dios lo que le ha prometido y consagrado. Este tema de las promesas o votos que haces a Dios es parte, no slo de este segundo mandamiento, sino tambin del primero. La fidelidad a las promesas hechas a Dios es una manifestacin de respeto al nombre de Dios y de amor hacia l, que siempre ha sido fiel. No porque blasfemes, Dios va a ser menos, o ms pequeo... ni tampoco porque le reces y le bendigas l va a ser ms. Pero t, s. T sers ms pequeo o ms grande, si blasfemas o si rezas. Dios no deja de ser Dios, si un hombre insensato blasfema contra l. Como el sol no deja de alumbrar si t echas fango contra l. El sol sigue brillando y cae sobre ti el fango y suciedad que contra l arrojaste. El nombre de Dios es santo. Y cuando oigas que alguien ha blasfemado del nombre de Dios o de Jesucristo, t di por dentro: Alabado sea Jesucristo! Alabado sea el nombre de Dios! El cristiano que defiende el nombre de Dios delante de los dems, cuando algunos estn hablando vulgaridades sobre Dios, est cumpliendo el segundo mandamiento. Y no olvides algo: cuando tengas algn hijo o hija, y pidas a la Iglesia el don del bautismo, por favor, que sean nombres de santos los que t elijas para tu hijo o hija. No escojas nombres raros, o peor, malsonantes y profanos. As tu hijo tendr ya en el cielo un intercesor ante Dios y en vida podrs hablarle y contarle a tu hijo todo lo que hizo ese santo, cuyo nombre l tiene. Que lo lleve con respeto y veneracin. Bueno, ya es el momento de dejarte. Dile a Jess desde lo ms hondo de tu corazn: Seor, bendigo tu nombre. Seor, te alabo y glorifico tu nombre.

Resumen del Catecismo de la Iglesia Catlica 2160 Seor, Dios Nuestro, qu admirable es tu nombre por toda la tierra! (Salmo 8, 2). 2161 El segundo mandamiento prescribe respetar el nombre del Seor. El nombre del Seor es santo. 2162 El segundo mandamiento prohbe todo uso inconveniente del nombre de Dios. La blasfemia consiste en usar de una manera injuriosa el nombre de Dios, de Jesucristo, de la Virgen Mara y de los santos. 2163 El juramento en falso invoca a Dios como testigo de una mentira. El perjurio es una falta grave contra el Seor, que es siempre fiel a sus promesas. 2164 No jurar ni por Criador ni por criatur, si no fuere con verdad, necesidad y reverencia (S. Ignacio de Loyola, ex. spir. 38). 2165 En el Bautismo, la Iglesia da un nombre al cristiano. Los padres, los padrinos y el prroco deben procurar que se d un nombre cristiano al que es bautizado. El patrocinio de un santo ofrece un modelo de caridad y asegura su intercesin. 2166 El cristiano comienza sus oraciones y sus acciones haciendo la seal de la cruz en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Amn. 2167 Dios llama a cada uno por su nombre (consulta Isaas 43, 1).

Para la reflexin personal o en grupo 1. En qu ocasiones sueles usar el nombre de Dios? Qu experimentas en tu interior al decir el nombre de Dios? 2. Invocas en alguna ocasin al da el nombre de la Virgen o de alguno de los Santos? 3. Cmo se profana hoy el nombre de Dios? 4. El nombre de Dios est hoy en la mente y en el corazn de todos los hombres? Por qu se da hoy la indiferencia religiosa en algunos ambientes? 5. Puedes hacer una promesa o voto a Dios? Qu pasos debes dar antes de hacer una promesa o voto? 6. Por qu debes respetar y venerar al Papa, a los obispos, a los sacerdotes y a los religiosos y religiosas? 7. Cundo debes jurar? 8. Dnde radica la maldad de la blasfemia? 9. Cmo y en qu ocasiones usaba Jess el nombre de su Padre? 10. Cuando rezas, a quin te diriges con ms confianza: al Padre, a Cristo o al Espritu Santo?

LECTURA: Texto extrado del Catecismo de la Iglesia catlica, del segundo mandamiento de la Ley de Dios: No tomars el nombre de Dios en vano EL NOMBRE CRISTIANO 2156 El sacramento del Bautismo es conferido "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo" (Mt 28,19). En el bautismo, el nombre del Seor santifica al hombre, y el cristiano recibe su nombre en la Iglesia. Puede ser el nombre de un santo, es decir, de un discpulo que vivi una vida de fidelidad ejemplar a su Seor. Al ser puesto bajo el patrocinio de un santo, se ofrece al cristiano un modelo de caridad y se le asegura su intercesin. El "nombre de bautismo" puede expresar tambin un misterio cristiano o una virtud cristiana. "Procuren los padres, los padrinos y el prroco que no se imponga un nombre ajeno al sentir cristiano". 2157 El cristiano comienza su jornada, sus oraciones y sus acciones con la seal de la cruz, "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Amn". El bautizado consagra la jornada a la gloria de Dios e invoca la gracia del Seor que le permite actuar en el Espritu como hijo del Padre. La seal de la cruz nos fortalece en las tentaciones y en las dificultades. 2158 Dios llama a cada uno por su nombre. El nombre de todo hombre es sagrado. El nombre es la imagen de la persona. Exige respeto en seal de la dignidad del que lo lleva. 2159 El nombre recibido es un nombre de eternidad. En el reino de Dios, el carcter misterioso y nico de cada persona marcada con el nombre de Dios brillar a plena luz. "Al vencedor... le dar una piedrecita blanca, y grabado en la piedrecita, un nombre nuevo que nadie conoce, sino el que lo recibe" (Ap 2,17). "Mir entonces y haba un Cordero, que estaba en pie sobre el monte Sin, y con l ciento cuarenta y cuatro mil, que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre" (Ap 14,1).

La Autor:

Misa,

oracin

suprema Mariano

del de

cristiano Blas

Captulo

5: Tercero:

Santificars

las

fiestas

El domingo es un regalo especial de Dios para toda familia y para toda la humanidad. Es un da para dedicarlo a Dios, a nuestra familia, a nuestro descanso personal y para hacer algo por los dems. Con este mandamiento debera quedar bien claro que nuestra religin cristiana y catlica no es triste ni aburrida, sino alegre, pues la fiesta est en el centro de la vida cristiana... El mejor descanso de la semana est en el domingo. El domingo, para un cristiano, debera ser el gran estallido de la fiesta, el da en que el amor se desborda. Todos, al ver nuestro gozo, deberan preguntarse por qu estamos contentos. Es as? No s si en todas las iglesias el domingo es un estallido de fiesta. Tal vez en alguna iglesia o parroquia parezca reinar el aburrimiento. Gentes resignadas que miran repetidamente el reloj y a quienes se les hace largusima la hora de la misa. Personas que salen de los templos con la impresin de haberse quitado un peso de encima para alejarse con la sensacin de que ya han cumplido. As se dice todava en algunas partes ya he cumplido con la misa. Cmo que has cumplido con la misa! Con la misa no se cumple y ya; la misa hay que disfrutarla en comunidad cristiana, con gozo y en familia. Julien Green, escritor francs de inicios del siglo XX y que perdi su fe en la juventud, cuando, ya en la edad madura, empez a recuperarla, tena la costumbre de situarse a la puerta de las iglesias y observar las caras de los que de ellas salan: caras seriotas, apagadas, medio somnolientas y tristes... y esto retrasaba su vuelta a la fe. El aburrimiento que esas caras dibujaban le haca pensar que all dentro no deban darles nada agradable. Te pasa a ti algo parecido? Y el mismo Nietzsche no se cans de repetir que si los cristianos creyramos en la salvacin, que se ofrece en cada misa, tendramos ms caras de salvacin. Rostros de resucitados! Si la gente cree que la religin es triste, lo cree porque te ve triste y aburrido. Si, en cambio, convirtiramos nuestras celebraciones en verdaderas fiestas: con buenos cantos y cantores, buenos guas y lectores, homilas sustanciosas, momentos de silencio profundo y respetuoso, jovialidad, espritu de familia... todos vendran a ver qu celebramos. Celebramos la fiesta de Dios que nos salva y nos comunica su vida divina. Nuestra mejor homila sera para el mundo el rostro alegre y sereno de los cristianos en domingo. El domingo, pues, es el da de la alegra, el da del amor. Por eso hay que santificarlo, de manera especial. Esto no significa que los dems das de la semana deben ser das paganos. No. Pero el domingo se lo quiere Dios reservar para disfrutarlo con todos nosotros, sus hijos, de manera especial, sin el agobio del trabajo, y sin las preocupaciones de la semana. Toda la semana tienes que vivirla en presencia de Dios, y con alegra, y no slo el domingo. El cristiano no es slo dominguero. El cristiano vive su fe y su alegra en Cristo todas las horas, todos los das de la semana; y no slo el domingo. Pero el domingo es el da ms especial de la semana para ti, para la Iglesia, para tu familia, y para Dios. Si me sigues leyendo, sabrs por qu es el da ms especial de la semana. I. QU CELEBRAMOS EL DOMINGO?

Repasar la carta apostlica del Papa Juan Pablo II Dies Domini del 31 de mayo de 1998, sobre el domingo, da del Seor. La has ledo?

Sabes que el da de culto para los musulmanes es el viernes, y para los judos es el sbado. Y para los cristianos? Es el domingo. Por qu el domingo? Porque celebramos y revivimos la resurreccin de Cristo, el gran triunfo de nuestra salvacin, el gran da de la liberacin de todos los creyentes. Qu hacen a los presos cuando les liberan y llegan a su patria? Una gran fiesta! As tambin t cada domingo deberas gritar la alegra de tu liberacin ganada para ti por Cristo Resucitado. Dios te ha vuelto a liberar de los pecados y te ha concedido la salvacin del alma. Te resumo los motivos de tu alegra dominical, segn esta carta del Papa. creado todo, al sptimo da descans. En cada misa deberas experimentar aquel mismo gozo que Dios Creador experiment despus de la creacin: Y vio que todo era muy bueno (Gnesis 1, 31). Sientes cada domingo en la misa el soplo de Dios que te vuelve a crear y a poner vida sobre tu cuerpo de barro, cansado y deteriorado por el trabajo semanal? Dios vuelve a soplar sobre ti el soplo de su vida divina y as infundirte su aliento, su nimo, su fuerza, su amor. conmemoramos el triunfo de Cristo sobre la muerte y el pecado. El domingo es el da del Sol verdadero que ilumina nuestra vida. Y tambin el domingo es el da del fuego, pues la luz de Cristo est ntimamente vinculada al fuego del Espritu. En cada domingo te revistes de esa luz y de ese fuego. Deberas salir hombre luminoso y lleno de calor, es decir, de caridad, bondad, alegra. Resucitas junto con Cristo. El domingo, pues, es el da de la fe. Por eso rezas el Credo: el cristiano renueva su adhesin a Cristo y a su Evangelio, y renueva las promesas del Bautismo. No te entusiasma saber todo esto? Si sales alegre es porque te has encontrado con Cristo resucitado en esa misa. os como comunidad y familia cristiana: con nuestro sacerdote, que preside en nombre de Cristo y con todos los fieles, que junto a l, celebran la Eucarista, y que son tus hermanos en la fe. El domingo es el da de la unidad, nos une a todos, la mesa de la Palabra y la mesa de la Eucarista; y nos damos el abrazo y el beso de la paz. Y todos comulgamos el mismo Cuerpo de Cristo. Es sacrificio y banquete y encuentro fraterno. Por eso todos participamos: cantos, lectores, guas, personas que llevan al altar las ofrendas...Si faltas t al banquete, la familia cristiana no est del todo contenta, pues faltas t, que eres miembro de esta familia. Habas pensado esto alguna vez? Pero si vienes, estamos muy contentos porque estamos reunidos todos en familia cristiana para este banquete eucarstico, que nos regala Dios Padre al ofrecernos el Pan de su Palabra y el Cuerpo de su Hijo, para la salvacin de la humanidad y para el fortalecimiento de la Iglesia y para la propia santificacin personal y comunitaria. El domingo es tambin da del hombre, pues es da de alegra, descanso y solidaridad. Es da de paz del hombre con Dios, de paz consigo mismo y de paz con sus semejantes. Es da para disfrutar en familia, para tomarse un descanso del trabajo, para compartir algo con los necesitados. Haces esto el domingo? Cuntas veces algunos se van de juerga el sbado en la noche y llegan a su casa en la madrugada del domingo! Y, qu hacen? Santificar el domingo? Qu va! Se echan a dormir todo el domingo, pues vienen cansados y molidos de su noche de diversin o, tal vez, de sus francachelas donde ha corrido alcohol y otras cosas. As se santifica el domingo? No hagas t esto. Por amor de Dios, no hagas t esto! En este da comparte con tu familia, juega ftbol con tus amigos, disfruta de una buena pelcula con los tuyos, reglate con un buen almuerzo o una buena cena. Te lo mereces, porque el domingo es el da para que

te alegres por la resurreccin del Seor. Pero, sobre todo, ve a misa y disfrtala, encontrndote con Dios Padre, con Cristo Amigo y Redentor, con tu comunidad, con tu fe.

pensado todo esto alguna vez? Cada domingo deberas sentir la nostalgia del verdadero domingo eterno, donde disfrutars y gozars de la presencia de Dios y de los amigos de Dios en el cielo. No te ilusiona esto? Te cuento una maravillosa ancdota para que veas qu importante es el domingo, y cmo todo cristiano debe respetarlo siempre. Visitaba Londres el ao 1844 el zar de Rusia Nicols I, y quiso ver todo lo que fuera digno de atencin. Un domingo se empe en visitar la famosa fundicin de Nasmiths. Fue un ayudante a hablar con el propietario de la fbrica para pedirle hora de visita. Nasmiths, buen cristiano, contest: - Poca cosa ver hoy el emperador en mi fbrica, porque, como es domingo, no se trabaja. Replic el ayudante: - Estoy seguro de que no le ser difcil ponerla en marcha para dentro de unas horas. Le estar muy agradecido el emperador. Pero Nasmiths no ceda. Aseguraba que le importaba ms el favor de Dios. Tampoco los obreros aceptaran tal cosa. An le quedaba un argumento a su interlocutor: - Trabajara usted hoy si se lo mandase la reina de Inglaterra? La respuesta del fabricante dej zanjada definitivamente la cuestin: - Nuestra reina no me exigira nada parecido. Qu te pareci? Cuntos cristianos hoy dejan la misa dominical por cualquier nadera! Sabes el testimonio de unos cristianos del Norte de frica, en Cartago en el ao 304? Fueron presentados al procnsul por los oficiales del tribunal. Se le inform que se trataba de un grupo de cristianos que haban sido sorprendidos celebrando una reunin de culto con sus misterios (es decir, la santa misa). El primero de los mrtires torturados, Tleca, grit: - Somos cristianos: por eso nos hemos reunido. El procnsul pregunt: - Quin es, junto contigo, la cabeza de estas reuniones? El mrtir respondi con voz clara: - El presbtero Saturnino y todos nosotros. Victoria, una de las cristianas, declar: - Todo lo que he hecho, lo hice espontneamente y por mi propia voluntad. S, yo he asistido a la reunin y he celebrado los misterios del Seor con mis hermanos, porque soy cristiana. El presbtero Saturnino, experimentando las torturas en su cuerpo, fue llevado delante del procnsul, que le dijo: - T has obrado contra el mandato de los emperadores reuniendo a todos estos.

Saturnino, lleno del Espritu, le respondi: - Hemos celebrado tranquilamente el da del Seor, porque la celebracin del Da del Seor no puede omitirse. Mientras atormentaban al sacerdote, salt Emrito, un lector: -Yo soy el responsable, pues las reuniones las han celebrado en mi casa. Y lo hemos hecho porque el Da del Seor no puede omitirse: as lo manda la ley. El procnsul le pregunt:- En tu casa se han tenido las reuniones? Por qu les permitiste entrar? - Porque son mis hermanos y no poda impedrselo. - Pues tu deber era impedrselo. - No me era posible, pues nosotros no podemos vivir sin celebrar el misterio del Seor (sine dominico non possumus; es decir, no podemos vivir sin la misa). Asimismo varios de los cristianos salieron a declarar. - Nosotros somos cristianos, y no podemos guardar otra ley que la ley santa del Seor. El procnsul les dijo: - No les pregunto si son cristianos, sino si han celebrado reuniones. El autor de la crnica a este punto comenta: Necia y ridcula pregunta del juez. Como si el cristiano pudiera pasar sin celebrar el Da del Seor. Ignoras, Satans, que el cristiano est asentado en la celebracin del Da del Seor?. Un joven, Flix, dio valiente testimonio: - Yo celebr devotamente los misterios del Seor, y me junt con mis hermanos, porque soy cristiano. Un nio, llamado Hilariano, sin miedo a los tormentos, tambin dijo:- Yo soy cristiano, y espontneamente y por propia voluntad asist a la reunin, junto a mi padre y mis hermanos... Qu impresionante testimonio de hermanos nuestros cristianos del siglo IV! Sin el domingo, sin la misa dominical no podan vivir. Les podan quitar todo: casas, ganado, familia, dineroPero no podan quitarles el domingo, porque sin l no podan vivir los primeros cristianos. Los cristianos del siglo XXI, pueden decir esto mismo? Te dejo pensar. II. POR QU ALGUNOS NO VIENEN A MISA LOS DOMINGOS? Dice el Papa Benedicto XVI: La participacin en la misa dominical no tiene que ser experimentada por el cristiano como una imposicin o un peso, sino como una necesidad y una alegra. Reunirse con los hermanos, escuchar la Palabra de Dios, alimentarse de Cristo, inmolado por nosotros, es una experiencia que da sentido a la vida, que infunde paz en el corazn. Sin el domingo, nosotros, los cristianos, no podemos vivir. Por qu no todos los cristianos experimentan esto que dice el Papa? Hay dificultades internas y externas, sociales y culturales, personales y ambientales: No tengo tiempo, eso no es para m; aunque yo no voy a misa, soy buen cristiano; voy cuando puedo; no acostumbro, eso es cosa de mujeres; etc... Algunos jvenes, como dijimos anteriormente, el domingo se reponen de sus juergas del viernes y sbado en la noche. Unos no vienen por no saber lo que en cada misa vivimos y celebramos: el encuentro con Cristo resucitado que nos sale a travs de su Palabra, del Pan partido y de la comunidad reunida. Falta una verdadera formacin.

Otros por pereza, simple pereza. No tienen una jerarqua de valores en su vida. Para ellos es ms importante ver un partido de ftbol por televisin que venir a misa. Cuando en realidad podras hacer las dos cosas: ver el partido a una hora y participar de la misa en otra hora del domingo, pues se celebran misas cada hora, ms o menos. Hay quienes se van olvidando de Dios, debido a la indiferencia religiosa, a la ignorancia de esta dimensin religiosa del hombre, y se dejan llevan del espritu materialista. Se han perdido las actitudes ms nobles del hombre ante Dios: gratitud, reconocimiento, alabanza, confianza y amor. No tienes nada que agradecer a Dios cada domingo? Cuntas cosas el Seor te ha regalado durante la semana! Qu hermoso detalle con Dios venir a misa para agradecer! Cmo lo ves? Por qu algunos no vienen a misa? 1.Yo no voy a misa porque es muy larga De veras? Cunto dura una misa de domingo? Una hora. Esto, te parece mucho? La religin que tiene su reunin semanal ms breve es la religin catlica. Las reuniones de las dems comunidades son mucho ms largas, cuando se renen cada semana. Los cristianos de oriente (Grecia, Rusia, Turqua y Egipto, etc.) demoran casi tres horas en su misa del domingo, y dicen: Con Dios no hay que tener afanes y prisas. Por qu andar con tacaera robndole tiempo al Dios que nos dio todo el tiempo que tenemos y que nos va a dar la eternidad?. Ciertos catlicos que dicen que no van a misa porque dizque es muy larga, se van en cambio a un estadio de ftbol cuatro horas antes de que empiece un partido internacional y all sentados sobre un duro cemento, aguantando la inclemencia del fro o del calor, se estn seis o ms horas...y esto no les parece largo. O incluso se van hasta el extranjero, hasta Japn, por ejemplo, para ver a su equipo jugar. Por eso un santo deca: La que es larga no es la misa. La que es corta es tu fe. Por tener raqutica tu fe, por eso la misa te parece larga. 2. Yo no voy a misa porque me queda muy lejos De veras? En una ciudad pavimentada, con abundantes colectivos, donde hay bastantes iglesias y bastantes misas en domingo...te queda lejos? Los antiguos campesinos, nuestros abuelos, caminaban cuatro y ms horas para ir a misa del domingo y nosotros, sus hijos o nietos, no seremos capaces de viajar por media hora para ir a la santa misa, que nos va a obtener el perdn de los pecados y la salvacin del alma? Es una falsa excusa puesta por el demonio, porque l sabe las gracias inmensas que te proporciona la santa misa. El demonio es como un ladrn que nos asalta cada domingo y nos roba estas gracias. 3.Yo no voy a misa porque no tengo tiempo Esta excusa es una mentira. Cada uno tiene tiempo para lo que quiere, y no tiene tiempo para lo que no quiere. Es posible que en doce horas de luz del domingo, no tengas ni una hora para Dios? Tan falto de fe ests? Si en cada misa te dieran un milln de dlares, quin no ira? Pues en cada misa se gana mucho ms que un milln de dlares. Se ganan tesoros para el cielo y para tu propia santidad personal, para tu familia, para el mundo, para toda la Iglesia. No te prives de estas gracias que te enriquecen y con las que

enriqueces a todos. Todo el tiempo del domingo dedicado al cuerpo que es mortal, y no hay ni una hora para el alma que no se va a morir nunca y que est llamada a disfrutar de Dios en el cielo? Tenemos tiempo para dormir, tiempo para comer, tiempo para charlar, jugar y ver televisin, y bailar y rer y hasta tiempo para pecar...y no tenemos tiempo para Dios y para el alma? La misa dura 60 minutos. El domingo tiene 1.440 minutos. Cuntos minutos das a Dios y cuntos te reservas para ti? 4.Yo no voy a misa porque no me nace de dentro Las leyes no son para cuando te nace el cumplirlas. Qu tal si llamramos a los empleados del gobierno y les dijramos: Nosotros que vivimos en la calle X y en el nmero Z ya no pagaremos en adelante ni luz, ni telfono, ni agua...porque no nos nace pagar? De veras nos dejaran estos servicios? Yo creo que nos cortaran luz, agua y telfono en ese mismo instante. Y esto es lgico y razonable! Hay que pagar! Las leyes no son para cumplirlas cuando nos nace. Son para todas las veces, para cuando nos nace y para cuando no nos nace. Imagnate si te subieras a un colectivo y le dijeras al chofer: Seor, hoy no le pago porque no me nace, qu te respondera el chofer? Se enfurecera y te mandara fuera. Si a un chofer que te va a llevar por unos kilmetros no te atreves a decirle que no le pagas porque no te nace, y a Dios que te quiere llevar al cielo, s le dices que no vas a misa porque no te nace. Respetas ms a un chofer que a Dios Creador? Si no nos nace ir a misa tendremos doble premio. Uno por la misa en s misma y otro por el sacrificio que hicimos al asistir a ella sin tener deseos de asistir. Jess dijo que la primera condicin para ser discpulo es negarse a s mismo, es decir, hacer lo que nos cuesta hacer. Si en la vida slo hiciramos lo que nos agrada...cuntos estudiaran, cuntos trabajaran, cuntos cumpliran sus deberes? Al cielo no se va en el colchn de la facilidad, sino por el camino angosto y estrecho del sacrificio, ofrecido por amor a Dios. 5. Yo no voy a misa porque el cura es muy aburrido Es que no tienes que ir a misa por el cura. Tienes que ir para encontrarte con Jess, para alimentarte con su Palabra y con su Cuerpo y para compartir la fe con tu comunidad parroquial, y salir con ilusin de la misa dispuesto a transmitir lo que ah se te ha dado: el mensaje de Cristo que libera y hace feliz. Estoy de acuerdo contigo en que el sermn del cura es muy importante y que el cura debe prepararlo muy bien, por respeto a sus oyentes que vienen cada domingo para llevarse un mensaje concreto, vivo, convencido y actual, extrado de las lecturas de ese da. Por lo dems, si no te gusta el cura de tu parroquia, eres libre para ir a otra iglesia donde encuentres un cura que entiendas, que te llegue al corazn, que hable tu idioma, que te comprometa con tu fe. Hay tantos y tan excelentes! Pero no te pierdas la oportunidad de nutrirte interiormente y de contagiar tu alegra a los dems. En pocas palabras, las causas profundas por las que muchos no van a misa y no respetan el domingo son stas: el olvido de Dios, la negacin de Dios, la indiferencia religiosa, ignorar las dimensiones del espritu, desconocer que el hombre es criatura, limitada y dbil, y se realiza en Dios, y en l alcanza la plenitud. Abandonada o descuidada la referencia a Dios, se est produciendo una especie de vaco espiritual, sobre todo en los jvenes, que se manifiesta con frecuencia en situaciones de aburrimiento o falta de ilusin.

Para recuperar el domingo hay que comenzar por recuperar a Dios en el corazn humano, teniendo presente que negar a Dios es negar al hombre, y despreciar a Dios es dejar desamparado al hombre. Hay que recuperar las actitudes ms nobles del hombre ante Dios: gratitud, reconocimiento, alabanza, confianza y amor. El tercer mandamiento de la Ley de Dios manda, pues, ir a misa y santificar las fiestas. El ir a Misa es un bien para el hombre y le ayuda a recuperarse, a realizarse, a vivir en dignidad, a no apartarse de Dios, a vivir de cara a l. El da sptimo, el domingo, es un da que Dios bendijo y lo hizo sagrado. Todos los mandamientos afectan e interesan a todos los hombres, estn grabados en el corazn humano, son buenos para todos porque a todos ayudan a caminar y su observancia redunda en bien de toda la sociedad. En el caso del tercer mandamiento, la fiesta, el descanso, el culto a Dios, la convivencia familiar y social, son otros tantos aspectos de la vida favorecidos por el precepto de observar las fiestas. Este mandamiento te ayuda tener en cuenta los valores del espritu y las realidades trascendentes. Por qu el domingo y no el sbado judo? Te vuelvo a repetir: Porque el domingo es el da en que Cristo resucit, y por tanto, es el da gozoso de la nueva creacin. Desde el inicio de la Iglesia celebrar el domingo era reunirse en comunidad, hacer memoria del Seor, volver a escuchar su Palabra, conmemorar y hacer presente su sacrificio, su ofrenda al Padre por todos y fortalecerse con el alimento de su Cuerpo en la Eucarista. Orar, cantar, dar gracias, reconciliarse y ayudarse mutuamente como hermanos. Por qu hay que santificar las fiestas? Por qu hay que ir a misa todos los domingos? El motivo profundo por el que el hombre ha de celebrar el domingo, es su relacin directa, vital, esencial, con Dios, su Creador y Padre, y con Cristo, el Seor, y con la Iglesia, ese medio de salvacin que nos regal Cristo para formar la comunidad de creyentes, y con la familia, esa iglesia en pequeo. III. CMO RECUPERAR EL GUSTO POR EL DOMINGO Y POR LA MISA? Necesitas rescatar la belleza del domingo. El domingo es el da propicio para recuperar fuerzas, serenar el espritu, moderar las prisas, evitar que se dispare la ansiedad. El domingo es una cura o terapia de materialismo, de egosmo y de mal humor acumulado durante la semana. Verdad que durante la semana, queriendo o sin querer, acumulas un poco de todo eso? Ven a misa, y recupera la paz. El domingo abre la ventana al espritu, propicia la relacin fraterna desinteresada, ayuda a recuperar el sentido de la vida, a cultivar el amor verdadero y la fe profunda, y a despertar la esperanza gozosa, tan necesaria para vivir y luchar. Perder el domingo, es renunciar a una parte importante de la vida; es decir, a la dimensin espiritual de la persona. Pero si renuncias a esta parte de tu vida, qu te queda? Un simple animal que come y duerme y trabaja. Por eso, te invito a rescatar tu domingo que te dignifica, te ennoblece, te espiritualiza y te humaniza. An hay ms. En el domingo celebramos un misterio Es Pascua! Es el da de la creacin nueva y siempre renovada! Es luz y alegra y gozo! Es resurreccin! Encuentro con Cristo resucitado y con la comunidad viva! En general no se valora la misa, por eso no se va a misa. Cuando se valora la misa y se sabe lo que en

ella se realiza, entonces nunca se dejar la misa. En la misa se celebra un banquete. En ella se realiza una inmolacin y un sacrificio. En ella se queda una presencia viva. Primero, en la misa se celebra un banquete. Lo primero que llama la atencin cuando participas de la santa misa es su carcter de banquete. Observa a tu alrededor.

ar.

or a Dios.

Este banquete est ordenado a la unidad de la Iglesia. Tanto el pan, elaborado con muchos granos de trigo, como el vino, exprimido de muchos racimos, constituyen tambin un smbolo de la ntima unidad que la eucarista realiza entre nosotros, que somos muchos. Asimismo, la gota de agua que el sacerdote mezcla con el vino es expresin del pueblo cristiano que se sumerge en Cristo. Por tanto, ya en el plano de los signos que vemos en cada misa: banquete, pan, vino, gota de agua, cantos... se muestra la eucarista como sacramento y banquete de unidad de la Iglesia. La eucarista es banquete, donde recibimos el cuerpo resucitado y glorificado de Cristo. Y al entrar el Cuerpo glorificado de Cristo en nuestra carne mortal, la va espiritualizando, santificando, purificando y llenndola de inmortalidad. La vida nueva que recibimos y que se aumenta en cada comunin es ya el inicio y germen de la vida eterna. Eso s: es un banquete y hay que venir con el traje de gala de la gracia y amistad de Dios en tu alma, si es que quieres comer el Cuerpo de Cristo. Si no, acrcate antes a la confesin. En segundo lugar, la misa es sacrificio e inmolacin. Qu significa esto? Es el sacrificio de Cristo en la Cruz que se actualiza y se hace presente sacramentalmente sobre el altar. El sacrificio que hizo Jess en la Cruz, el Viernes Santo, muriendo por nosotros para darnos la vida eterna, abrirnos el cielo, liberarnos del pecado... se vuelve a renovar en cada misa, se vuelve a conmemorar y a revivir desde la fe. Cada misa es Viernes Santo. Es el mismo sacrificio e inmolacin, pero de modo incruento, sin sangre. El mismo sacrificio y con los mismos efectos salvficos. En cada misa asistimos espiritualmente al Calvario, al Glgota... y en cada misa con la fe podemos recordar, por una parte, los insultos, blasfemias que le lanzaron a Jess en la Cruz... y por otra parte, las palabras de perdn de Cristo a los hombres y de ofrecimiento voluntario y amoroso a su Padre celestial: Padre, perdnales, porque no saben lo que hacen...Todo est cumplido. En cada misa, ese Cordero divino que es Jess se entrega con amor para, con su Carne y Sangre, dar vida a este mundo y a cada hombre. Si tuviramos fe, nos dejaramos empapar de esa sangre que cae de su costado abierto... y esa sangre nos purificara, nos lavara, nos santificara.

Y la misa, en tercer lugar, es presencia. Es presencia de Cristo, en la forma de pan, que se queda en el Sagrario para ser tu amigo, tu confidente, para que le comas, te alimentes, entres en comn unin con l. Y esa presencia se puede guardar en los Sagrarios para que t puedas visitarlo durante el da y saludarlo, y cuando te enfermes, pueda el sacerdote llevarte hasta tu casa el Pan de vida, que es Cristo, y que est reservado en ese Sagrario, donde est la Presencia viva y sacramental de Cristo. Qu sublime es, pues, la santa Misa, la Eucarista! La Eucarista nos crea un lazo de carne y de sangre -un vnculo familiar- entre nosotros y Dios. Cristo asumi la carne humana para darla por nosotros y para drnosla a nosotros en la Eucarista. La liturgia eucarstica es una comida sacrificial de alianza. Renueva una alianza, y cada alianza sella un vnculo familiar. Como el Hijo de Dios se hizo hombre, as nosotros nos hacemos divinos, hijos en el Hijo, por usar la frase favorita de los Padres de la Iglesia. Ahora dime, la misa es aburrida? Hay que entenderla. Y despus, se saborea y llega a ser, no una obligacin, sino una necesidad del alma y del corazn. Termino dicindote que el domingo es necesario para todos. Casados: necesitis el domingo y la misa dominical, para renovar vuestras promesas matrimoniales. Familias: necesitis el domingo para renovar los lazos de amor y armona. Jvenes: necesitis el domingo pues es Jess quien quiere pasar ese da con vosotros, daros su Palabra y su Cuerpo, y as ser fuertes para dominar las pasiones y distinguir el bien y el mal, y transformaros en l y ser santos. Nios: necesitis el domingo porque os estis preparando para la primera comunin, es decir para comulgar a Jess, hacerle vuestro amigo ntimo... os estis preparando para la confirmacin y as recibir al Espritu de Jess. Ricos: necesitis el domingo para que las riquezas no os esclavicen y resucitis a una vida nueva, y as aprender a usar rectamente vuestras riquezas y a ser generosos con los necesitados. Pobres: necesitis el domingo para sentir a Cristo como verdadero riqueza en vuestra vida y superar los sentimientos de disgusto, rencor, de venganza y de odio, tal vez, por ser pobres. Sanos: necesitis el domingo para agradecer la salud a Dios. Enfermos: necesitis el domingo para recibir consuelo... aunque sea, vivid la misa por televisin o por radio, si no podis acercaros a la parroquia. Todos necesitamos el domingo y la misa. Pero, no olvidemos: hay que acercarnos a la misa con fe, con la conciencia pura, con alegra y con mucho amor. Reza conmigo: Oh, Seor! Gracias por el da domingo que nos recuerda el domingo sin ocaso en que viviremos contigo eternamente en el cielo.

Pero no reduzcas tu relacin con Dios a la sola misa dominical. Durante todos los das debes vivir en presencia de Dios. Y cuando puedas ir a misa entre semana, hazlo, pues ya has comprendido lo que significa la misa. IV. DOMINGO, DA DE DESCANSO Y CONVIVENCIA FAMILIAR El domingo no es slo para ir a misa, sino tambin para descansar y para la convivencia familiar. Dijo el Papa Juan Pablo II: Durante algunos siglos, los cristianos han vivido el domingo slo como da del culto, sin poder relacionarlo con el significado especfico del descanso sabtico. Solamente en el siglo IV, la ley civil del Imperio Romano reconoci el ritmo semanal, disponiendo que en el da del sol los jueces, las poblaciones de las ciudades y las corporaciones de los diferentes oficios dejaran de trabajar. Los cristianos se alegraron de ver superados as los obstculos que hasta entonces haba hecho heroica la observancia del da del SeorLos Concilios han mantenido, incluso despus de la cada del Imperio, las disposiciones relativas al descanso festivo (Carta apostlica, Dies Domini nmero 64). Conoces a alguien a quien no le gusten los fines de semana y los as llamados feriados largos? Seguramente no. Y es que a todos, absolutamente a todos los hombres y mujeres nos gusta descansar, divertirnos, estar con la familia y con los amigos, hacer algo de deporte, olvidarnos de las preocupaciones y del trabajo para dedicar un tiempo a nosotros mismos y a lo que sanamente nos gusta. Esta necesidad de descanso Dios la conoce desde siempre, est en la naturaleza del hombre. Por otra parte, Dios plane al hombre dentro de una familia. l sabe que en la familia es donde el hombre recibe los valores, el cario, la comprensin que necesita y que difcilmente se puede encontrar fuera del seno familiar. Tambin Dios saba desde un principio que el hombre, con una vida tan acelerada, iba a tener poco tiempo para pensar en las cosas de Dios y l sabe que slo en l puede el hombre encontrar la felicidad. Cmo puede llegar el hombre a ser feliz, cmo podr conocer a Dios, si no tiene tiempo para ello? Para resolver este problema, Dios, en su sabidura, nos da este mandamiento: Santificars las fiestas, con el que asegura que el hombre dedicar por lo menos un da a la semana al descanso, a la convivencia familiar y a ocuparse en las cosas de Dios. El domingo es da tambin para el descanso. Para el descanso del espritu y del cuerpo. La alternancia entre trabajo y descanso, propia de la naturaleza humana, es querida por Dios mismo, como se deduce del pasaje de la creacin en el libro del Gnesis (cf 2, 2-3; Ex 20, 8-10). El descanso es una cosa sagrada, siendo para el hombre la condicin para liberarse de la serie, a veces excesiv amente absorbente, de los compromisos terrenos y tomar conciencia de que todo es obra de Dios. El Papa Len XIII, en la encclica Rerum Novarum, presentaba el descanso festivo como un derecho del trabajador que el Estado debe garantizar. Por tanto, el descanso sano y la distensin serena son necesarios a la dignidad de los hombres, con las correspondientes exigencias religiosas, familiares, culturales e interpersonales, que difcilmente pueden ser satisfechas si no es salvaguardando por lo menos un da de descanso semanal en el que gozar juntos de la posibilidad de descansar y de hacer fiesta. En este da de descanso, las cosas materiales, por las cuales nos inquietamos, dejan paso a los valores del espritu; las personas con las que convivimos recuperan, en el encuentro y en el dilogo ms sereno, su verdadero rostro. Las mismas bellezas de la naturaleza pueden ser descubiertas y gustadas profundamente en esos das de descanso.

Este descanso responde a una autntica necesidad, en plena armona con la perspectiva del mensaje evanglico. El creyente est, pues, llamado a satisfacer esta exigencia, conjugndola con las expresiones de su fe personal y comunitaria, manifestada en la celebracin y santificacin del da del Seor. No olvides que descanso no significa estar sin hacer nada o estar tirado todo el da en la cama. La misma naturaleza del hombre se rebela en forma de aburrimiento cuando ste no realiza ninguna actividad. Las actividades deportivas, recreativas, culturales y apostlicas en familia te darn ms descanso corporal y espiritual que una maana entera de domingo tumbado en la cama viendo televisin. La ociosidad es la madre de todos los vicios. Si no ocupas tu mente y tu tiempo en cosas buenas, el demonio se encargar de llenarlos de cosas malas. Lo mejor es programar tu descanso incluyendo momentos para recuperar el sueo, pero tambin con actividades que relajen la mente y el cuerpo: deporte, lectura, pintura, visitas tursticas, convivencia familiar, escuchar buena msica, ver una buena pelcula, hacer un paseo con tus amigos y tomarse un buen aperitivo, etc. Dentro de este descanso se encuentra la convivencia familiar. Qu hermoso es estar reunidos todos en familia, compartiendo la mesa con un buen asado, la charla amena y sana, o escuchando una msica tranquila, o viendo juntos una pelcula positiva, o asistiendo a un concierto cultural, o paseando alegremente por los verdes parques, donde corretean y juegan los nios! Todo esto oxigena el alma y el cuerpo. La atencin a la familia es importantsima, pues en los das de clases o de trabajo, sabes que es muy difcil que todos los miembros de la familia puedan estar reunidos, debido a los diferentes horarios de clase y trabajo y a las diversas actividades que cada miembro debe realizar. Es necesario aprovechar los fines de semana para charlar, convivir y conocerse mutuamente, y as la familia pueda cumplir con su misin. Entre lo que te ofrece la sociedad, debes elegir las diversiones que estn ms de acuerdo con una vida conforme a los preceptos del Evangelio. Este descanso es un anticipo del descanso eterno, donde habr cielos nuevos y tierra nueva, y donde la liberacin de la esclavitud de las necesidades ser definitiva y total. Te contar esta ancdota simptica. Casiano cuenta en sus Colaciones una simptica leyenda sobre san Juan evangelista. Acariciaba san Juan un da una perdiz apaciblemente. De pronto vio venir hacia l a cierto filsofo con un arco en la mano dispuesto a dedicarse a la caza. Le pareci a ste que un hombre de la reputacin del santo no debera entretenerse en algo tan insignificante y de tan poco relieve. - Eres t ese Juan cuya insigne fama y celebridad haban suscitado en m tan gran deseo de conocer? Por qu, pues, te entretienes en tan ftiles diversiones? Por toda respuesta le dijo el Santo: - Qu es eso que llevas en la mano? - Un arco. - Y por qu no lo llevas siempre tenso? - No conviene -replic el filsofo- porque a fuerza de estar curvado la tensin lo enervara y lo echara a perder. As, cuando es necesario lanzar un disparo ms potente contra una fiera, por haber perdido su fuerza debido a la continua rigidez, el tiro no parte ya con la violencia necesaria.

Concluy el apstol Juan diciendo que no se extraase de aquel inocente modo de dar descanso a su espritu. Si no lo haces de vez en cuando, la misma continuidad del esfuerzo lo ablandara, y no respondera lo mismo cuando se le pidiera mayor esfuerzo. Qu te pareci? Que no te pase lo que cuenta un artculo que le por ah. Se titulaba: Seis normas para preparar su infarto; cmplelas al pie de la letra y pronto tu corazn dejar de latir. 1) Tu trabajo antes que nada. Los asuntos personales son secundarios. Entrgate de lleno a tu trabajo, piensa solo en producir, esta es su clave. Tienes que ser un hombre o una mujer de xito... aunque lo disfrutes en el cementerio! 2) Vete a tu oficina tambin los sbados por la tarde. Nada de descanso, nada de cine, nada de canas al aire. A lo mejor el trabajo del sbado te reporta algunos dlares que te servirn cuando te d el anhelado infarto. 3) Por las noches es peligroso ir a la oficina, te pueden atracar, y es mejor que lleves el trabajo a tu casa. Cuando todos duermen, puedes trabajar a tus anchas. 4) Nunca digas no a lo que piden que hagas. Mtete en todos los comits, consejos, comisiones, vete a todas las reuniones. Demuestra que eres el mejor. Mtete en todas las asociaciones a las que perteneca tu padre. 5) T eres de acero, no tomes vacaciones, ya las tomars cuando mueras. El cementerio es un buen hotel de reposo. No hace ruido. 6) Si tienes que viajar, por tu trabajo claro est, trabaja noche y da, pon cara de angustia; no duermas, grita, trata mal a tus subalternos. T eres el jefe. T mandas. Todos tus empleados irn a tu entierro... Pero para constatar que hayas quedado bien enterrado. Y termina as este artculo: Aqu yace Inocencio Romero. De joven, gast su salud para conseguir dinero. De viejo, gast su dinero para conseguir salud. Sin salud y sin dinero, aqu yace Inocencio Romero. Haz conciencia de lo que realmente tiene prioridad en tu vida. Date un buen descanso para disfrutar de tu familia, de tus amigos y as tu cuerpo y tu alma estarn siempre fuertes para hacer el bien. Djame terminar este apartado con un apndice: las vacaciones. Qu decirte de las vacaciones anuales? Te dar un manual de recetas para sobrevivir en el verano. Aunque eso de sobrevivir puede tener alguna connotacin negativa. Quizs se trate de sacarle el mximo provecho familiar y educativo a una poca del ao que necesita ser repensada. Esto va, especialmente, para los padres de familia.

- Horario flexible, pero horario Una casa, incluso el lugar de vacaciones elegido, no se puede convertir en un sitio en el que desaparezcan los relojes. Tampoco se puede caer en el otro extremo: "venga, corre que llegamos tarde". Nada mejor, en un verano, que respetar el horario de comidas, incluido el desayuno. Quizs, todo el secreto psicolgico y filosfico de esta cuestin se puede resumir en este sencillo punto.

Padre y madre, reflexionad sobre lo que se propone: os sorprenderis de los resultados. Recuerdo que un padre me comentaba que no saba qu hacer para que su hijo no llegara tan tarde a casa por las noches. "Y a qu hora se levanta al da siguiente?", pregunto invariablemente siempre que me plantean esta cuestin. "Pues, sobre las dos o las tres de la tarde". Pues ah est el problema. El horario de una casa lo ponen los padres y no los hijos. A ese padre le deca: "que tu hijo llega tarde, bien de acuerdo, pero a las nueve fuera de la cama; vers cmo se arregla el asunto". Y todo esto conseguido sin montar numeritos y sin gritos. Las horas de llegadas de los hijos no es un problema de hora de llegada, es un problema de hora de levantada. Horario flexible, pero horario: en las comidas, en las horas de levantarse. No debe ser el horario como durante el curso pero s algo, por favor. Y las cenas por libre en el verano? Como te descuides, si tu hijo o hija ya tienen ms edad, no les ves la cara en todo el da: seamos prudentes. Verse las caras es, en ocasiones, un seguro de vida. Con estos referentes de horas, agarraderas del tiempo, conseguiremos centrar, y bastante, los interminables meses del verano. Un cierto horario centra tu condicin temporal de ser humano evitando la sensacin de vaco. Tener cosas que hacer te hace sentirte bien contigo mismo y afianza tu autoestima. 2.- Un verano no se improvisa sino que se llena de contenidos Y esto es una tarea ineludible de los padres. Con los hijos pequeos y adolescentes no se improvisa una etapa de descanso tan amplia. Hay que llenarles los das, evitando tanto la ociosidad crnica como la ansiedad de no parar de hacer cosas. 3.- El verano no es una continuacin de la actividad del Colegio Seguramente, para algunos nios, ser necesario repasar materias o preparar algn que otro examen. Si esto es as, lgicamente esta actividad llenar un tiempo importante de la jornada diaria. Pero en los dems casos, no podemos pensar que el verano slo se aprovecha ampliando conocimientos. Para eso ya est el curso escolar. La necesaria preparacin profesional para el futuro de los hijos debe evitar un efecto rebote daino: pensar que el verano es la poca ideal para repasar idiomas, afianzar el dominio de las nuevas tecnologas y no se sabe cuntos tipos de cursos ms. No se est diciendo que esto sea malo. Lo que quizs no sea conveniente es pensar que eso sea lo prioritario. Y es que lo esencial del verano para un cro pequeo es jugar; y para los ms crecidos es hacer planes con los amigos. Creo, sinceramente, que esto es as y no deberamos olvidarlo. Un verano lleno de contenidos no significa planificar distintos master de especializacin para los hijos. 4.- El verano no es tomar el sol como plan nico Aunque haya que hacerlo y sea esttico y agradable el tener buenos colores. Y, aqu como en todo lo dems, huyamos de las modas o de los convencionalismos sociales. Vaya verano que te habrs pegado, te dice el compaero de trabajo a la vuelta de las vacaciones, observando tu negro de piel an intacto.

Esa afirmacin, de tpica, queda lejos de ser una realidad palmaria. Y es que, posiblemente, haya ms posibilidades. El verano es buen momento para ejercitar la imaginacin. 5.- Que los hijos tengan ms tiempo para jugar o hacer planes con sus amigos es una buena manera de llenar de contenidos el verano Quizs lo interesante est en que esos juegos se alejen de las pantallas de los ordenadores o de la televisin y que los planes con los amigos estn llenos de deporte al aire libre. Estos mnimos referentes que se ofrecen son tiles en el da a da con los hijos. 6.- Buenas son las actividades formativas en las que los nios aprendan jugando Hay muchas instituciones educativas o clubes familiares que facilitan una gran variedad de ofertas ldicoformativas. 7.- Llena el tiempo de tus hijos hacindoles partcipes de tareas domsticas Se quejarn porque son nios pero se sentirn ms tiles. No se trata slo de que hagan la cama o tengan su cuarto en orden. Anmales a algo ms segn el sentido comn. 8.- Una cuestin de mnimos Proponeos, padres, que, al menos una vez por semana, seis capaces de sacar un plan familiar con toda la familia. Aunque slo se consiga tomar unos refrescos en alguna plaza. Si estos planes se preparan con gracia y buen hacer, los hijos mayores terminarn agradecindolo. La clave est en no rendirse y poner empeo para conseguirlo. Importante es olvidar, en estos encuentros, problemas o pequeos desencuentros familiares. Se trata de pasar el tiempo juntos y con buenas caras por parte de todos. 9.- Segn las edades y el tiempo disponible, fomenta en tus hijos actividades solidarias Para eso, todo momento del ao es ideal pero en verano puede resultar ms fcil. Infrmate, pregunta, porque en todas las ciudades y pueblos hay posibilidades para ayudar a los que ms lo necesiten. Con sentido comn y sabiendo dnde te metes, pensar el verano como tiempo para que los hijos aprendan el valor del compromiso y la solidaridad es garanta de felicidad para sus vidas. 10.- Ah, y no te olvides de rezar en familia un poco cada da y tu misa semanal, al menos En verano hay que estrechar lazos ms fuertes con Dios, en torno a la familia. Las vacaciones son ocasin maravillosa para crecer en la oracin serena, pausada. Puedes leer en familia un salmo de la Biblia o un fragmento del Evangelio, o rezar una parte del rosario. Procura bendecir la mesa antes de la comida, para agradecer a Dios. As tus hijos se darn cuenta que Dios cuenta en la familia y que es el punto de referencia para todo. Todo esto es semilla espiritual que fructificar tarde o temprano en cada uno de los miembros de la familia.

Resumen del Catecismo de la Iglesia catlica 2189 Guardars el da del sbado para santificarlo (Deuteronomio 5, 12). El da sptimo ser da de descanso completo, consagrado al Seor (xodo 31, 15). 2190. El sbado, que representaba la coronacin de la primera creacin, es sustituido por el domingo que recuerda la nueva creacin, inaugurada por la resurreccin de Cristo. 2191 La Iglesia celebra el da de la Resurreccin de Cristo el octavo da, que es llamado con toda razn da del Seor, o domingo. 2192 El domingo ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta primordial de precepto (Cdigo de Derecho cannico, canon 1246, 1). El domingo y las dems fiestas de precepto, los fieles tienen obligacin de participar en la misa (Cdigo de derecho cannico, canon 1247). 2193 El domingo y las dems fiestas de precepto... los fieles se abstendrn de aquellos trabajos y actividades que impidan dar culto a Dios, gozar de la alegra propia del da del Seor o disfrutar del debido descanso de la mente y del cuerpo (Cdigo de derecho cannico, canon 1247) 2194 La institucin del domingo contribuye a que todos disfruten de un reposo y ocio suficientes para cultivar la vida familiar, cultural, social y religiosa (Vaticano II, Constitucin Gaudium et Spes, 67, 3). 2195 Todo cristiano debe evitar imponer, sin necesidad, a otro impedimentos para guardar el da del Seor.

Para la reflexin particular o en grupo 1. Por qu y para qu debes ir a misa los domingos? 2.Cul crees que es el motivo ms fuerte por el que algunos no pisan la iglesia ni van a misa? 3. Para qu descansas el domingo? Es slo una necesidad fisiolgica? 4. Qu cosas se pueden y se deben hacer los domingos? 5. Cules son las fiestas de precepto, es decir, los das al ao en que debes ir a misa, como buen cristiano, adems de los domingos? 6. Qu es la misa? 7. Cules son las partes de la misa? 8. Enumera tres frutos de la misa. 9. Di tres cosas que haran ms agradable la celebracin de la misa. 10. Los protestantes tienen tambin santa misa, como nosotros?

LECTURA De la carta apostlica de Juan Pablo II, Dies Domini, sobre el Domingo (31 mayo 1998) Banquete pascual y encuentro fraterno 44. Este aspecto comunitario se manifiesta especialmente en el carcter de banquete pascual propio de la Eucarista, en la cual Cristo mismo se hace alimento. En efecto, "Cristo entreg a la Iglesia este sacrificio para que los fieles participen de l tanto espiritualmente por la fe y la caridad como sacramentalmente por el banquete de la sagrada comunin. Y la participacin en la cena del Seor es

siempre comunin con Cristo que se ofrece en sacrificio al Padre por nosotros". Por eso la Iglesia recomienda a los fieles comulgar cuando participan en la Eucarista, con la condicin de que estn en las debidas disposiciones y, si fueran conscientes de pecados graves, que hayan recibido el perdn de Dios mediante el Sacramento de la reconciliacin, segn el espritu de lo que san Pablo recordaba a la comunidad de Corinto (cf. 1 Co 11,27-32). La invitacin a la comunin eucarstica, como es obvio, es particularmente insistente con ocasin de la Misa del domingo y de los otros das festivos. Es importante, adems, que se tenga conciencia clara de la ntima vinculacin entre la comunin con Cristo y la comunin con los hermanos. La asamblea eucarstica dominical es un acontecimiento de fraternidad, que la celebracin ha de poner bien de relieve, aunque respetando el estilo propio de la accin litrgica. A ello contribuyen el servicio de acogida y el estilo de oracin, atenta a las necesidades de toda la comunidad. El intercambio del signo de la paz, puesto significativamente antes de la comunin eucarstica en el Rito romano, es un gesto particularmente expresivo, que los fieles son invitados a realizar como manifestacin del consentimiento dado por el pueblo de Dios a todo lo que se ha hecho en la celebracin y del compromiso de amor mutuo que se asume al participar del nico pan en recuerdo de la palabra exigente de Cristo: "Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda all, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda" (Mt 5,23-24). De la misa a la misin 45. Al recibir el Pan de vida, los discpulos de Cristo se disponen a afrontar, con la fuerza del Resucitado y de su Espritu, los cometidos que les esperan en su vida ordinaria. En efecto, para el fiel que ha comprendido el sentido de lo realizado, la celebracin eucarstica no termina slo dentro del templo. Como los primeros testigos de la resurreccin, los cristianos convocados cada domingo para vivir y confesar la presencia del Resucitado estn llamados a ser evangelizadores y testigos en su vida cotidiana. La oracin despus de la comunin y el rito de conclusin -bendicin y despedida- han de ser entendidos y valorados mejor, desde este punto de vista, para que quienes han participado en la Eucarista sientan ms profundamente la responsabilidad que se les confa. Despus de despedirse la asamblea, el discpulo de Cristo vuelve a su ambiente habitual con el compromiso de hacer de toda su vida un don, un sacrificio espiritual agradable a Dios (cf. Rm 12,1). Se siente deudor para con los hermanos de lo que ha recibido en la celebracin, como los discpulos de Emas que, tras haber reconocido a Cristo resucitado "en la fraccin del pan" (cf. Lc 24,30-32), experimentaron la exigencia de ir inmediatamente a compartir con sus hermanos la alegra del encuentro con el Seor (cf. Lc 24,33-35) El domingo da de alegra, descanso y solidaridad. La "alegra plena" de Cristo 55. "Sea bendito Aqul que ha elevado el gran da del domingo por encima de todos los das. Los cielos y la tierra, los ngeles y los hombres se entregan a la alegra". Estas exclamaciones de la liturgia maronita representan bien las intensas aclamaciones de alegra que desde siempre, en la liturgia occidental y en la oriental, han caracterizado el domingo. Adems, desde el punto de vista histrico, antes an que da de descanso -ms all de lo no previsto entonces por el calendario civil- los cristianos vivieron el da semanal del Seor resucitado sobre todo como da de alegra. "El primer da de la semana, estad todos alegres", se lee en la Didascalia de los Apstoles. Esto era muy destacado en la prctica litrgica, mediante la seleccin de gestos apropiados. San Agustn, hacindose intrprete de la extendida conciencia eclesial, pone de relieve el carcter de alegra de la Pascua semanal: "Se dejan de lado los ayunos y se ora estando de pie como signo de la resurreccin; por esto adems en todos los domingos se canta el aleluya". 56. Ms all de cada expresin ritual, que puede variar en el tiempo segn la disciplina eclesial, est claro que el domingo, eco semanal de la primera experiencia del Resucitado, debe llevar el signo de la alegra

con la que los discpulos acogieron al Maestro: "Los discpulos se llenaron de alegra al ver al Seor" (Jn 20,20). Se cumplan para ellos, como despus se realizarn para todas las generaciones cristianas, las palabras de Jess antes de la pasin: "Estaris tristes, pero vuestra tristeza se convertir en gozo" (Jn 16,20). Acaso no haba orado l mismo para que los discpulos tuvieran "la plenitud de su alegra"? (cf. Jn 17,13). El carcter festivo de la Eucarista dominical expresa la alegra que Cristo transmite a su Iglesia por medio del don del Espritu. La alegra es, precisamente, uno de los frutos del Espritu Santo (cf. Rm 14,17; Gal 5, 22). 57. Para comprender, pues, plenamente el sentido del domingo, conviene descubrir esta dimensin de la existencia creyente. Ciertamente, la alegra cristiana debe caracterizar toda la vida, y no slo un da de la semana. Pero el domingo, por su significado como da del Seor resucitado, en el cual se celebra la obra divina de la creacin y de la "nueva creacin", es da de alegra por un ttulo especial, ms an, un da propicio para educarse en la alegra, descubriendo sus rasgos autnticos. En efecto, la alegra no se ha de confundir con sentimientos fatuos de satisfaccin o de placer, que ofuscan la sensibilidad y la afectividad por un momento, dejando luego el corazn en la insatisfaccin y quizs en la amargura. Entendida cristianamente, es algo mucho ms duradero y consolador; sabe resistir incluso, como atestiguan los santos, en la noche oscura del dolor, y, en cierto modo, es una "virtud" que se ha de cultivar. 58. Sin embargo no hay ninguna oposicin entre la alegra cristiana y las alegras humanas verdaderas. Es ms, stas son exaltadas y tienen su fundamento ltimo precisamente en la alegra de Cristo glorioso, imagen perfecta y revelacin del hombre segn el designio de Dios. Como escriba en la Exhortacin sobre la alegra cristiana mi venerado predecesor Pablo VI, "la alegra cristiana es por esencia una participacin espiritual de la alegra insondable, a la vez divina y humana, del Corazn de Jesucristo glorificado". Y el mismo Pontfice conclua su Exhortacin pidiendo que, en el da del Seor, la Iglesia testimonie firmemente la alegra experimentada por los Apstoles al ver al Seor la tarde de Pascua. Invitaba, por tanto, a los pastores a insistir "sobre la fidelidad de los bautizados a la celebracin gozosa de la Eucarista dominical. Cmo podran abandonar este encuentro, este banquete que Cristo nos prepara con su amor? Que la participacin sea muy digna y festiva a la vez! Cristo, crucificado y glorificado, viene en medio de sus discpulos para conducirlos juntos a la renovacin de su resurreccin. Es la cumbre, aqu abajo, de la Alianza de amor entre Dios y su pueblo: signo y fuente de alegra cristiana, preparacin para la fiesta eterna". En esta perspectiva de fe, el domingo cristiano es un autntico "hacer fiesta", un da de Dios dado al hombre para su pleno crecimiento humano y espiritual.

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