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Revista Wiñay (2da Época) 2016-I
Revista Wiñay (2da Época) 2016-I
Revista Wiñay (2da Época) 2016-I
VOLUMEN I
N 1
ENERO MARZO DE 2016
CONSULTORES PERUANOS EN
ANLISIS TRANSACCIONAL
Natalio Snchez 244 of. 705
LIMA 11, PER
Fundada el 30 de enero de 1985
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CONTENIDO
Editorial
Dr. Rafael Junchaya Gmez
Anlisis
Transaccional
como
intervencin
psicoteraputica en el paciente con cncer en fase
terminal.
Dr. Oscar Ramos Godoy
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Autenticidad en psicoterapia
Ps. Francisco Mass Cantarero
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Calendario de Actividades
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EDITORIAL
Egresado de la formacin
psicoteraputica de Anlisis
Transaccional.
RESUMEN
Se hace una revisin de conceptos relacionados a la tanatologa en el paciente
moribundo, fases de adaptacin (Kbler Ross), reas de atencin;
pensamientos, creencias y emociones de los pacientes asimismo los Derechos
dados por la Organizacin Mundial de la salud (OMS) para estos casos.
Se explica un planteamiento de la necesidad de que el paciente reciba
psicoterapia en esta fase basados en que puede tener una programacin
(Argumento) de vida que no est permitiendo una adaptacin adecuada en
estos momentos de vicisitud y por lo tanto se puede realizar una intervencin
psicoteraputica guiado a travs del aporte del Dr. Arnold A. Lazarus en su
enfoque multimodal de la personalidad integrandolo al Anlisis Transaccional
en cuatro modales como son las emociones, Cognicin, Conducta, Social
(Kertsz). Se brinda el aporte que esta intervencin no es solo para el paciente
sino tambin para la familia y al personal mdico o no mdico a cargo del
cuidado del mismo.
En la fase terminal, la psiquiatra Elizabeth Klber Ross nos indica que el paciente pasa
por 5 etapas por las cuales permite al mismo adaptarse a la situacin que est
viviendo:
Sentirse vulnerable
Dependencia
Separacin de la familia
Dolor fsico
Intrascendencia
Tiene derecho a ser tratado como un ser humano vivo hasta el momento de su
muerte.
Tiene el derecho a ser el eje principal en sus decisiones que incumban a sus
cuidados relacionados a la ltima etapa de su vida
Tiene derecho a morir con dignidad tan confortable y apaciblemente como sea
posible.
Bibliografa
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Dr.
Mario
Gastaadu.
Ledesma
Mdico Psiquiatra
Egresado de la formacin
psicoteraputica de Anlisis
Transaccional.
Miembro Clnico Certificado ALAT
Miembro de COPERAT
Este taller es un trabajo vivencial para ser aplicado consigo mismo y, en todo
caso, posteriormente trabajarlo en grupo con otras personas.
Por lo tanto el objetivo principal es lograr un CAMBIO en el Aqu y Ahora.
El Anciano Sabio es el Padre Nutritivo que cuida y protege, que infunde poder,
seguridad y tranquilidad. Que estimula que la persona se perciba valiosa como ser
humano, se sienta inteligente, y que est bien (ES BUENA).
En l se encuentra todo el cmulo de experiencias y aprendizajes; como sealaba
Milton Erickson el anciano sabio que sabe aquello que t no sabes que sabes.
Vamos a realizar un primer ejercicio: Sentado ah donde ests, busca una posicin de
comodidadinspira profundo, reten el aire por unos instantes y espira suavemente,
indicando a tu cuerpo que se relaje completamente, tranquilamente.
(Repite esto 2 a 3 veces), luego busca en la historia de tu vida personas que t
consideres sabias, que han tenido o tienen mucha sabidura puede ser pap,
mam, un abuelo o una abuela, un profesor o profesora, un terapeuta o una terapeuta,
un amigo, o una amiga identifcalas y anda reunindolas pdeles que te
acompaen
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Deja que el Pequeo Profesor apoyado y estimulado por Padre Nutritivo hagan su
trabajo divertidamente mgicamente fantasiosamente
Luego empieza a inspirar profundo y espirar 2 a 3 veces y empieza a ser consciente
del lugar que ocupa tu cuerpo en esta habitacin...
Comparte tu experiencia en grupos pequeos (de 2 o 3) y luego en el grupo grande.
A partir de Ahora y en adelante RECUERDA QUE ests acompaado/acompaada, de
este Pequeo Profesor y el Anciano Sabio y que tu vida ES una historia que t puedes
cambiar.
Ejercicio de despedida.
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Colaborador de COPERAT
Autenticidad en psicoterapia
Introduccin:
Hablar de autenticidad y psicoterapia, no deja de ser una antinomia. La autenticidad es
la propiedad del authents: quien es por s mismo, alguien genuino, autor original,
que genera su propio canon y estilo peculiar de vida, tiene autoridad y puede
gobernar.
Por su parte, la psicoterapia es un proceso reglado, sujeto a un contrato, que fijan
previamente terapeuta y cliente, dentro del cual se van a determinar los objetivos a
conseguir. Con esa finalidad, el terapeuta utilizar tcnicas precisas, descritas y
utilizadas anteriormente por otros, que l estima que pueden ser convenientes para su
cliente. Las tcnicas pueden ser agresivas, como una ordala de Erickson,
psicodramticas, como la redecisin de Goulding, confrontadoras, como la silla vaca
de Perls, subhipnticas, como el ensueo dirigido de Desoille, reconstructivas, como la
descontaminacin de James, sustituyentes, como la reparentalizacin de Schiff,
nutrientes, como la ilustracin de Berne, ldicas como la reparentalizacin en
regresin de Reddington, etc., etc. Ante la aplicacin de tcnicas, el cliente ha de
adoptar una actitud, esencialmente, sumisa, dejndose llevar, aunque la tcnica le
exija mantener un rol de actor.
Por esta contradiccin de partida, pudiramos pensar que autenticidad y psicoterapia
no se llevan muy bien: dnde termina la persona del terapeuta y comienza el
tcnico?, Cmo ser creativo y original, si media el compromiso de un contrato?; si
sometemos a los clientes a una experiencia prefabricada y les aplicamos tcnicas
cuyo proceso desconocen cmo podrn ser ellos mismos?; y ms an, si intuyen qu
resultado espera el terapeuta de la aplicacin de la tcnica, no hay un riesgo de que
el cliente entre en complacencia y saque el resultado que cree que espera el
terapeuta?; al fijar el objetivo del proceso, no estamos condicionando el resultado,
como si introdujramos una expectativa auto-cumplible?
Desde el modelo mdico, nos dirn que el trabajo teraputico se justifica en pro de
recuperar la salud. Esta respuesta puede ser engaosa, porque puede ocurrir que
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1.1.- A tenor de este criterio, en tanto que autor de su propia vida, cada persona
disea, a su modo y segn sus posibilidades, el proyecto que va a seguir: ayudar a mi
padre/madre, seguir su ejemplo, su oficio, emigrar, salir del entorno social, econmico
o simblico donde nac, ser rico, ser santo, ser un intelectual, etc..
Conviene significar que, en la sesin de psicoterapia, la autora est compartida entre
el padre del sistema terico, el autor de la tcnica especfica y el terapeuta que la
interpreta y decide aplicarla ahora, a este cliente concreto.
El cliente es autor cuando decide venir y luego se convierte en falso agente: no es l
mismo, se atiene a onterpretar el personaje que demanda la tcnica, segn sea el
protocolo de la misma. Es decir, que pretendemos ayudar a la persona a que sea ella
misma, un authents, manejndola como si fuera un objeto, embutindolo en un
personaje, con el que empleamos trucos, paradojas, metforas, experiencias vicarias,
etc.
Dejando de lado este problema, conviene sealar aqu que hay, al menos, tres
autores: el padre del modelo terico, el de la tcnica concreta y el terapeuta cuya
estrategia aconseja emplear la tcnica.
Fuera de la sesin, el cliente slo recupera su rol autor si decide introducir un cambio
discreto en su conducta, o hacer de la metanoia su costumbre nueva.
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1.3.- Toda persona es tambin el primer espectador de su propia accin, asiste a ella
desde la primera fila de observacin y se percata, in fieri, del resultado que produce
con su accin, en tiempo real, segn va desarrollando su comportamiento. Es el tercer
rol definido por Harr.
Los buenos directores de teatro se sientan entre el pblico, para asistir a todas y cada
una de las representaciones de la obra y, despus de cada funcin, dan su parecer a
los actores, retroalimentan su trabajo, hacindoles alguna aportacin, fruto de la
observacin llevada a cabo.
La persona humana es su propio director de escena, observa cuanto hace y puede
retroalimentar su accin sobre la marcha, sin esperar resultados. La metanoia es la
rectificacin continua, que evita llegar a consolidar errores.
En la propuesta que nos haca la tristemente desaparecida Petrusca Clarkson, define
la metonoia como: un cambio permanente, espiritual y psicolgico, de la manera de
ser de la persona, que en la prctica se produce a todos los niveles, y la conduce a
otra manera de ser ms activa y fecunda y a poner en marcha un inmenso movimiento
interior de bsqueda de armona de vida (A.A.T., n96, 2000, pg. 124 y sgs.)
Fomentar la metanoia ha de ser un objetivo de la terapia; y ste slo se puede
conseguir ayudando al cliente a asumir el rol de observador y crtico de s mismo.
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Puede haber juicios sobre el actor, sobre el acontecimiento y sus avatares, o sobre el
autor que inici el proceso. Alguno de estos juicios puede ser punitivo, puro castigo,
daino porque lesione la autoestima y no contribuya a construir, ni sea integrable en el
patrimonio del A3. Este tipo de juicio no nos interesa; suele efectuarlo el estado Padre,
a veces mediando una generalizacin injusta. Pero, el juicio de realidad es trabajo del
Adulto (A3) que analiza el proceso, pondera cada etapa y sus consecuencias, valora el
esfuerzo y los resultados. ste anlisis puede ser muy provechoso.
En la psicoterapia entran en interaccin estos cuatro roles, por partida doble: cuatro
por cada uno de los agentes. Ello nos da una idea de la complejidad del proceso y de
la enjundia de la interaccin.
Dentro de este marco, es importante mantener algunas referencias claras, que nos
sirvan de gua y apoyo a la vez en nuestro quehacer: los valores que presiden el
proceso, las claves de la autenticidad y consistencia de la psicoterapia.
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Tambin como autor del proceso, el terapeuta asume, matiza o rechaza la pretensin
del cliente, ante el motivo de consulta. A la hora de iniciar el proceso, el terapeuta ha
de decidir si es o no competente para acompaar a este cliente, si quiere hacerlo, si es
o no tico adquirir el compromiso al que le convoca su cliente.
Una vez implicado en el proceso, el terapeuta mantiene una posicin de privilegio,
como autor, tiene el liderazgo, propone tcnicas a aplicar, y todas sus intervenciones
tienen carcter simblico, porque est investido de un poder reparentalizador. Dentro
de la sesin, como hemos dicho, es uno de los autores, y adems, un crtico de gran
relevancia para resaltar los progresos, los logros por pequeos que sean y, en todo
caso, el esfuerzo desarrollado, el empeo que el cliente, como principal interesado, ha
puesto en la realizacin de su compromiso, porque el xito, pequeo o grande,
siempre ser del cliente. Pero ambos son sendos authents. El terapeuta lo sabe, o
debe saberlo y ser consciente de la contingencia de su rol de autor. El cliente, en
cambio, lo tiene que descubrir por s mismo y disponerse a ejercer ese papel, no slo
en el presente, sino en el futuro.
2.3.- Acogimiento incondicional:
La acogida no es una mera actitud de simpata para la primera sesin, sino una
constante a lo largo del proceso, dure ste lo que quiera que dure y diga el cliente lo
que quiera que diga o haya hecho.
Toda psicoterapia es, fundamentalmente, un proceso reparentalizador. El gabinete del
terapeuta es un segundo tero, donde la persona no slo va a reparar los desgarros
que le est acarreando el oficio de vivir, sino que va a deconstruir y reconstruir partes
notables de la estructura de su identidad. Es como un retorno al seno materno para
hacer una revisin profunda, a veces de raz, de todo el sistema psico-orgnico.
Para que ese proceso pueda tener lugar, uno y otro, en tanto que agentes del proceso,
han de crear confianza en todo momento. El terapeuta debe ofrecer y garantizar su
lealtad al cliente, al tiempo que renueva su crdito sobre las posibilidades de
desarrollo que, honestamente, considera que el cliente tiene.
Por su parte, ste ha de mostrarse sincero, franco para expresar, sin ambages, sus
temores, fracasos, creencias rancias y las partes que ha excluido en la convivencia
externa. El cliente lo har si espera encontrar empata y comprensin; pero evitar
hacerlo si teme encontrarse con juicios de valor o reprimendas. As pues, ambos han
de afianzar la confianza recproca, durante todas y cada una de las sesiones.
3.- Claves de la autenticidad:
3.1. Novedad:
Cada sesin es un bien fugaz, que va a ser nuevo y distinto cada vez. Terapeuta y
cliente hacen una creacin original, efmera en su construccin e irrepetible, en cada
uno de sus encuentros, porque es una relacin que se produce en medio de todo un
contingente de sentimientos, expectativas, deseos e ideas que les afectan a cada uno,
en ese momento en el que se renen. Las circunstancias recprocas de ambos hacen
que la reunin sea diferente cada vez.
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3.2. Curiosidad:
El trabajo del terapeuta ha de estar guiado por un afn indagador propio del
investigador. Su objetivo es alcanzar la comprensin de aquello que le propone su
cliente, encontrar el eidos, la significacin ltima de la conducta. Por tanto, esta no es
una curiosidad banal, que nos llevara a un vulgar cotilleo, a un entrometimiento en la
vida del cliente; ni tampoco justifica una encuesta inquisitorial, para hacer arqueologa
psquica.
Si el terapeuta muestra inters por comprender lo que le cuenta su cliente, ste va a
compartir con l todo, lo significativo y lo que no lo es, sin necesidad de hacerle
pregunta alguna. Bastar con que el terapeuta haga devoluciones descriptivas de
aquello que va comprendiendo, como sacando en limpio lo sustantivo y singular.
La curiosidad es contagiosa. El cliente que encuentra nuevas significaciones de su
vida, se topa con sus contradicciones, cobra consciencia de aspectos de su identidad
que, aun siendo operativos, no los tena en consideracin como rasgos de identidad
propia, en definitiva, si va descubrindose a s mismo en su proceso de aletheia, va a
entusiasmarse con el proceso.
3.3. Competencia:
Berne, en su libro Principios de Tratamiento en Grupo, dice: Es autntico aquel
terapeuta que se vale de todas las tcnicas para curar a sus pacientes; pero es
ilegtimo aquel que usa cualquier tcnica para demostrar que es un buen terapeuta.
Yo dijera que las tcnicas hay que usarlas si no hay otro remedio y tanquam mica
salis. La competencia la da la sabidura, no el surtido de tcnicas.
El Adulto que slo utiliza tcnicas, en el mejor de los casos es un A2; pero puede ser
tambin un Adulto disforme, como ocurre con los intrusos, que desconocen la
psicologa, pero se han pertrechado de trucos y malabares con los que sorprender a
sus clientes, e incluso les hacen experimentar sensaciones, sentimientos y hasta toda
una experiencia impactante, que les sorprender e incluso les puede divertir.
El Adulto competente es un Adulto reflexivo, dispuesto a acompaar a su cliente, como
los acordes a la meloda. Es un agente sabio, con gran poder de phrnesis, el saber
de la prudencia, el saber que da la integracin. S, el Adulto competente es,
efectivamente, un A3.
3.4. Autoridad:
La autoridad (la palabra deriva de autor; y sta, a su vez de authents) le viene dada
al terapeuta por su sentido de oportunidad, por el ajuste in fieri, sobre la marcha, que
va haciendo de sus intervenciones y propuestas. En el transcurso de la sesin de
terapia, el terapeuta es co-agente junto a su cliente, interacta con l; pero, mientras
el cliente tiene carcter reactivo, el terapeuta tiene el liderazgo, es la mente que piensa
qu hacer y para qu, cundo hacer determinada confrontacin, cmo hacer una
devolucin. No todo vale, sin importar qu persona tenemos enfrente, en qu
momento del proceso se halla y qu puede ser pertinente en tal circunstancia.
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3.5. Disciplina:
La psicoterapia, tanto si la entendemos como un proceso conversacional (Rogers),
como si la consideramos una experiencia confrontadora (Alexander), un proceso
reparentalizador (Schiff), o revisor de viejas decisiones (Goulding), siempre tiene unos
lmites internos y externos, un ritmo y unos deberes a cumplir.
El contrato ha de fijar los lmites externos: lugar de los encuentros, horario, frecuencia,
honorarios, etc.; y tambin los lmites internos: motivo de consulta, compromiso tico,
sesiones a dedicar a cada tema, criterio de las evaluaciones, etc. Y, naturalmente,
estos lmites se estipulan para ser respetados. Ello da proteccin al cliente; pero no
tiene que dar rigidez al proceso. De mutuo acuerdo, podemos dejar en suspenso un
contrato, si pide paso una emergencia, o conviene dilatar la dedicacin a algn asunto
que ha surgido.
3.6.- Implicacin personal:
En este apartado cabe hacer tres distingos significativos:
3.6.1. Es una clave importante la implicacin personal del terapeuta, su
disponibilidad para el cliente, la aceptacin de los objetivos del proceso y la
comparticin de medios. No est implicado el terapeuta que interrumpe las
sesiones para atender el telfono o para abrir la puerta al siguiente cliente, que
cambia la hora de la sesin caprichosamente, interrumpe el proceso por sus
viajes o para atender a otros negocios, etc.
3.6.2.- Durante la sesin, el terapeuta implicado est activo, en lnea con la
propuesta de Ferenzi, Stekel, Jung, Sullivan y, por supuesto, Berne que
pretenda hacer curaciones con el menor nmero de sesiones posibles.
Evidentemente, esta era una forma de alejarse del psicoanlisis freudiano.
Y adems, es una exigencia de atencin continuada durante los 60 minutos de
sesin. El momento teraputico puede presentarse, sin avisar, en cualquier
instante y hay que aprovecharlo. La psicoterapia no es un destajo, ni un trabajo
en serie. El terapeuta ha de presentarse a su cliente fresco, con todo su
potencial disponible.
3.6.3.- En tercer lugar, est la implicacin del terapeuta con su propio
desarrollo personal. Berne, en el libro citado dice: lo que sucede en la terapia
depende tanto del mtodo elegido por el terapeuta como de su compromiso en
lo que se refiere a su propio desarrollo. Las sucesivas etapas en que se va
concretando este compromiso se manifiestan por el grado en que el terapeuta
tiene consciencia de s mismo, como un ser viviente en un mundo real.
Es un hecho contrastado que la terapia que aprovecha al propio terapeuta es
doblemente til al cliente. No se trata de que el terapeuta haya de hacer terapia a otros
para arreglar sus propios asuntos. Esto sera una estafa. El proceso ha de estar
centrado en el cliente, por supuesto; pero, si colateralmente, el terapeuta integra algo,
es consciente de sus propias emociones, de sus limitaciones y posibilidades, de las
ideas que se le cruzan al hilo de lo que est escuchando, de sus recuerdos,
experiencias y creencias al respecto, ser un authents, una persona entera con toda
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