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La Gran Rebelion PDF
La Gran Rebelion PDF
La Gran Rebelion PDF
PREFACIO
Por el: V.M. GARGHA KUICHINES
La GRAN REBELIN del Venerable Maestro Samael Aun Weor nos muestra palpablemente
nuestra posicin en la vida.
Hay que romper todo aquello que nos ate a las cosas ilusorias de esta vida.
Aqu reunimos la enseanza de cada capitulo para orientar al valeroso que se lance
a la Batalle contra s mismo.
Todas las claves de esta obra conducen a le destruccin de nuestros Yoes, para
liberar la Esencia que es lo que vale en nosotros.
El Yo no quiere morir y el dueo se siente inferior al defecto.
En el mundo abundan los incapaces y el temor hace estragos por doquier.
"NO HAY COSAS IMPOSIBLES, LO QUE HAY SON HOMBRES INCAPACES".
CAPITULO 1
La humanidad est desprovista de la belleza interna; lo superficial anula todo. La
piedad se desconoce. La Crueldad tiene seguidores. La tranquilidad no existe
porque las gentes viven preocupadas y desesperadas.
La suerte de los sufridos est en manos de los pecadores de todas las calaas.
CAPITULO 2
El hambre y desespero aumentan de instante en instante y los productos qumicos
destruyen la atmsfera terrestre, pero existe un antdoto contra el mal que nos
rodea: "La Castidad Cientfica" o aprovechamiento de la semilla humana
transformndola en ENERGA en nuestro laboratorio humano y luego en Luz y Fuego
cuando aprendemos a manejar los 3 factores del despertar de la conciencia:
1. Muerte de nuestros defectos.
2. Formar los cuerpos solares en nosotros.
3. Servir a la Pobre Hurfana (La Humanidad).
Tierra, agua y aire, se contaminan por
alcanza el oro del mundo para reparar el
todos producimos, nuestra propia simiente,
causa, as nos capacitamos para mejorar
despierta.
Estamos formando el Ejrcito de Salvacin Mundial con todos aquellos valerosos que
cierren filas con el Avatara de Acuario, mediante la Doctrina de la Cristificacin
que nos libertar de todo mal. Si t te mejoras, mejora el mundo.
1
CAPITULO 3
Para muchos la felicidad no existe, ellos no saben que es obra nuestra, que somos
sus artfices, los constructores; la construimos con nuestro oro lquido, nuestra
Simiente.
Cuando estamos contentos nos sentimos felices, pero son fugaces esos instantes; si
no tienes mando sobre tu mente terrena, sers esclavo de ella, porque ella no se
contenta con nada. Hay que vivir en el Mundo sin ser Esclavo de ella.
CAPITULO 4
HABLA SOBRE LA LIBERTAD
La Libertad nos fascina, desearamos ser libres, pero nos hablan mal de alguien y
quedamos hechizado y as nos convertimos en libertinos y pasamos a malvados.
El que repite las especies maledicientes, es ms perverso que el que las inventa,
porque este puede proceder por celos, envidia o equivocado sincero; el repetidor
lo hace como fiel discpulo del mal, es un malvado en potencia. "Buscad la Verdad
y Ella os har libres". Pero cmo puede llegar a la Verdad el Mentiroso? En esas
condiciones se aleja cada instante del polo opuesto, La Verdad.
La Verdad es atributo del Padre Bien Amado, lo mismo que la Fe. Cmo podr tener
fe el mentiroso, si esta es ddiva del Padre? Los dones del Padre no puede
recibirlos el que est lleno de defectos, vicios, ansias de poder y prepotencia.
Somos esclavos de nuestras propias creencias; huye del Clarividente que habla de
lo que l ve internamente; ese tal vende el Cielo y todo le ser quitado.
"Quin es libre? Quin ha logrado la famosa libertad? Cuntos se han
emancipado? Ay!, Ay!, Ay!", (Samael). El que miente jams podr ser libre
porque esta en contra del Bien Amado que es Verdad pura.
CAPTULO 5
HABLA SOBRE LA LEY DEL PNDULO
Todo fluye y refluye, sube y baja, va y viene; pero a las gentes les interesa mas
el vaivn del vecino que su propio vaivn y as anda en el tormentoso mar de su
existencia, utilizando sus defectuosos sentidos para calificar la oscilacin de su
vecino; y l qu? Cuando el hombre mata sus yoes o defectos se libera, se liberta
de muchas leyes mecnicas, rompe uno de los tantos cascarones que formamos y
siente ansias de libertad.
Los extremos siempre sern perjudiciales, debemos buscar el justo medio, el fiel
de la balanza.
La razn se inclina reverente ante el hecho cumplido y el concepto se esfuma ante
la verdad cristalina. "Solo eliminando el error adviene la Verdad" (Samael).
CAPITULO 6
CONCEPTO Y REALIDAD
Es conveniente que el lector estudie detenidamente este capitulo para evitar que
sea guiado por apreciaciones errneas; mientras tengamos defectos psicolgicos,
vicios, manas, nuestros conceptos sern tambin errneos; esto de: "Eso es as
porque yo comprob", es de necios, todo tiene facetas, aristas, ondulaciones,
altos y bajos, distancias, tiempos, donde el necio unilateral ve las cosas a su
manera, las impone con violencia, asustando a sus oyentes.
CAPITULO 7
DIALCTICA DE LA CONCIENCIA
Sabemos y eso nos ensea, que solamente podemos despertar la conciencia a base de
trabajos concientes y padecimientos voluntarios.
2
nuestra
conciencia,
uno
mismo
experimenta
en
lo
CAPITULO 8
LA JERGA CIENTFICA
Las gentes ante los fenmenos de la naturaleza se asustan y esperan que pasen; la
ciencia los rotula y les pone nombres difciles, para que los ignorantes no sigan
molestndolos.
Hay millones de seres que conocen el nombre de sus males, pero no saben como
destruirlos.
El hombre maneja maravillosamente los complicados vehculos que l crea, pero no
sabe manejar su propio vehculo: El cuerpo en que se moviliza de instante en
Instante; el hombre para conocerlo, le acontece, lo que a un laboratorio con
sucios o impurezas; pero al hombre se le dice que lo limpie, matando sus defectos,
hbitos, vicios, etc., y no es capaz, cree que con el bao diario es suficiente.
CAPITULO 9
EL ANTICRISTO
Lo llevamos por dentro. El no nos permite llegar al Padre Bien Amado. Pero cuando
lo dominamos totalmente es mltiple en su expresin.
El Anticristo odia las virtudes cristianas de la Fe, la Paciencia, la Humildad,
etc. El "Hombre" adora su ciencia y la obedece.
CAPITULO 10
EL YO PSICOLGICO
Debemos observarnos en accin de instante en instante, saber si lo que hacemos nos
mejora, porque la destruccin ajena de nada nos sirve. Ello solo nos lleva a la
conviccin de que somos buenos destructores, pero esto es bueno cuando destruimos
en nosotros nuestro mal, para mejorarnos de acuerdo con el Cristo vivo que
llevamos en potencia para iluminar y mejorar a la especie Humana.
Ensear a odiar, eso lo saben todos, pero ensear a AMAR, eso s es difcil.
Lee con detenimiento caro lector ste capitulo, si deas destruir de raz tu propio
mal.
CAPITULO 11 al 20
A las gentes les encanta opinar, presentar a los dems como ellas los ven, pero
nadie quiere conocerse a s mismo, que es lo que cuenta en la Senda de la
Cristificacin.
El que dice ms mentiras est a la moda; La Luz es la conciencia y cuando sta se
3
ejecutar
obra
superior.
"Por
sus
obras
los
GARGHA KUICHINES.
CAPTULO I
LA VIDA
Aunque parezca increble, es muy cierto y de toda verdad, que sta tan cacareada
civilizacin moderna es espantosamente fea, no rene las caractersticas
trascendentales del sentido esttico, est desprovista de belleza interior.
Es mucho lo que presumimos con
parecen verdaderas ratoneras.
esos
horripilantes
edificios
de
siempre,
que
lujosas
Lo nico que pueden hacer los Parias de la vida es contemplar sedas y joyas,
perfumes de lujosos frascos y paraguas para los aguaceros; ver sin poder tocar,
suplicio semejante al del Tntalo.
Las gentes de estos tiempos modernos se han tornado demasiado groseras: el perfume
de la amistad y la fragancia de la sinceridad han desaparecido radicalmente.
Gimen las muchedumbres sobrecargadas de impuestos; todo el mundo est en
problemas, nos deben y debemos; nos enjuician y no tenemos con qu pagar, las
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CAPTULO II
LA CRUDA REALIDAD DE LOS HECHOS
Pronto millones de habitantes de frica, Asia y Amrica Latina, pueden morir de
hambre.
El gas que arrojan los "Spray" puede acabar radicalmente con el Ozono de la
atmsfera terrestre.
Algunos sabios pronostican que para el ao Dos Mil se agotar el Subsuelo de
nuestro globo terrqueo.
Las especies martimas estn muriendo debido a la contaminacin de los mares, esto
ya est demostrado.
Incuestionablemente al paso
habitantes de las grandes
defenderse del humo.
los
rayos
ultravioletas,
de
los
hielos
este
espantosamente
Si el gas de un basurero atmico llegara a escapar, aunque slo fuese una mnima
porcin, moriran millones de personas.
La contaminacin de alimentos y aguas trae alteraciones genticas y monstruos
humanos: criaturas que nacen deformadas y monstruosas.
Antes del
espanto.
ao
1999,
habr
un
grave
accidente
se
nuclear
ha
que
degenerado
causar
verdadero
espantosamente
Lo ms grave de toda esta cuestin, es que los factores de tal desolacin, cuales
son: hambres, guerras, destruccin del Planeta en que vivimos, etc., estn dentro
de nosotros mismos, los cargamos en nuestro interior, en nuestra Psiquis.
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CAPTULO III
LA FELICIDAD
La gente trabaja diariamente,
manera, mas no es feliz.
lucha
por
sobrevivir,
quiere
existir
de
alguna
Esa de la felicidad est en chino -como se dice por ah- lo ms grave es que la
gente lo sabe pero en medio de tantas amarguras, parece que no pierden las
esperanzas de lograr la dicha algn da, sin saber cmo ni de qu manera.
Pobres gentes! Cunto sufren! Y, sin embargo, quieren vivir, temen perder la
vida.
Si las gentes entendieran algo sobre Psicologa revolucionaria, posiblemente hasta
pensaran distinto; mas en verdad nada saben, quieren sobrevivir en medio de su
desgracia y eso es todo.
Existen momentos placenteros y muy agradables, pero eso no es felicidad; las
gentes confunden el placer con la felicidad.
"Pachanga", "Parranda", borrachera, orga; es placer bestial, mas no es
felicidad...
Sin
embargo,
hay
fiestecitas
sanas
sin
borracheras,
sin
bestialidades, sin alcohol, etc., pero eso tampoco es felicidad...
Eres persona amable? Cmo te sientes cuando danzas? Ests enamorado? Amas de
verdad? Qu tal te sientes danzando con el ser que adoras? Permitid que me vuelva
un poco cruel en estos momentos al deciros que esto tampoco es felicidad.
Si ya estis viejo, si no te atraen estos placeres, si te saben a cucaracha;
Dispensadme si te digo que seras diferente si estuvieseis joven y lleno de
ilusiones.
De todas maneras, dgase lo que se diga, bailes o no bailes, enamores o no
enamores, tengas o no eso que se llama dinero, t no eres feliz aunque pienses lo
contrario.
Uno se pasa la vida buscando la felicidad por todas partes y muere sin haberla
encontrado.
En la Amrica Latina son muchos los que tienen esperanzas en sacarse algn da el
premio gordo de la lotera, creen que as van a lograr la felicidad; algunos hasta
de verdad se lo sacan, ms no por ello logran la tan ansiada felicidad.
Cuando uno est muchacho, suea con la mujer ideal, alguna princesa de las "Mil y
Una Noches", algo extraordinario; viene despus la cruda realidad de los hechos:
Mujer, muchachitos pequeos que mantener, difciles problemas econmicos, etc.
No hay duda de que a medida que los hijos crecen, los problemas tambin crecen y
hasta se tornan imposibles...
Conforme el nio o la nia van creciendo, los zapatitos van siendo cada vez ms
grandes y el precio mayor, eso es claro.
Conforme las criaturas crecen, la ropa va costando cada vez ms y ms cara;
habiendo dinero no hay problema en esto, mas si no lo hay, la cosa es grave y se
sufre horriblemente...
Todo esto sera ms o menos llevadero, si se tuviese una mujer buena, ms cuando
el pobre hombre es traicionado, "cuando le ponen los cuernos", de qu le sirve,
entonces, luchar por ah para conseguir dinero?
Desgraciadamente existen casos extraordinarios, mujeres maravillosas, compaeras
de verdad tanto en la opulencia como en la desgracia, mas para colmo de los colmos
entonces el hombre no la sabe apreciar y hasta la abandona por otras mujeres que
le van a amargar la vida.
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Muchas son las doncellas que suean con un "prncipe azul", desafortunadamente de
verdad, las cosas resultan muy diferentes y en el terreno de los hechos se casa la
pobre mujer con un verdugo...
La mayor ilusin de una mujer es llegar
"santa predestinacin", empero aunque el
cierto muy difcil, al fin todo pasa: los
pagan mal a sus padres y el hogar concluye
Total, en este mundo cruel en que vivimos, no existe gente feliz... Todos los
pobres seres humanos son infelices.
En la vida hemos conocido muchos burros cargados de dinero, llenos de problemas,
pleitos de toda especie, sobrecargados de impuestos, etc. No son felices.
De qu sirve ser rico si no se tiene buena salud? Pobres ricos! A veces son ms
desgraciados que cualquier mendigo.
Todo pasa en esta vida: pasan las cosas, las personas, las ideas, etc. Los que
tiene dinero pasan y los que no lo tienen tambin pasan y nadie conoce la
autntica felicidad.
Muchos quieren escapar de s mismos por medio de las drogas o el alcohol, ms en
verdad no slo no consiguen tal escape, sino lo que es peor, quedan atrapados
entre el infierno del vicio.
Los amigos del alcohol o de la marihuana o del "L.S.D.", etc., desaparecen como
por encanto cuando el vicioso resuelve cambiar de vida.
Huyendo del "M Mismo", del "Yo Mismo", no se logra la felicidad. Interesante
sera "agarrar al toro por los cuernos", observar al "YO", estudiarlo con el
propsito de descubrir las causas del dolor.
Cuando uno descubre las causas verdaderas de tantas miserias y amarguras, es obvio
que algo puede hacer...
Si se logra acabar con el "Mi Mismo", con "Mis Borracheras", con "Mis Vicios", con
"Mis Afectos", que tanto dolor me causan en el corazn, con mis preocupaciones que
me destrozan los sesos y me enferman, etc., etc., es claro que entonces adviene
eso que no es del tiempo, eso que est ms all del cuerpo, de los afectos y de la
mente, eso que realmente es desconocido para el entendimiento y que se llama:
FELICIDAD!
Incuestionablemente, mientras la conciencia contine embotellada, embutida entre
el "MI MISMO", entre el "YO MISMO", de ninguna manera podr conocer la legtima
felicidad.
La felicidad tiene un sabor que el "YO MISMO", el "MI MISMO", nunca jams ha
conocido.
CAPTULO IV
LA LIBERTAD
El sentido de la Libertad es algo que an no ha sido entendido por la Humanidad.
Sobre el concepto Libertad, planteado siempre en forma ms o menos equivocada, se
han cometido gravsimos errores.
Ciertamente se pelea por una palabra, se sacan deducciones absurdas, se cometen
atropellos de toda especie y se derrama sangre en los campos de batalla.
La palabra Libertad es fascinante, a todo el mundo le gusta, sin embargo, no se
tiene verdadera comprensin sobre la misma, existe confusin en relacin con esta
palabra.
No es posible encontrar una docena de personas que definan la palabra Libertad en
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Libertad,
en
modo
alguno
sera
comprensible
para
el
racionalismo
Cada cual tiene sobre este trmino ideas diferentes: opiniones subjetivas de las
gentes desprovistas de toda realidad objetiva.
Al plantearse la cuestin Libertad, existe incoherencia, vaguedad, incongruencia
en cada mente.
Estoy seguro que ni siquiera Don Emmanuel Kant, el autor de la Crtica de la Razn
Pura, y de la Crtica de la Razn Prctica, jams analiz esta palabra para darle
el sentido exacto.
Libertad, hermosa palabra, bello trmino: Cuntos crmenes se han cometido en su
nombre!
Incuestionablemente, el trmino Libertad ha hipnotizado a las muchedumbres; las
montaas y los valles, los ros y los mares se han teido con sangre al conjuro de
esta mgica palabra.
Cuntas banderas, cunta sangre y cuntos hroes han sucedido en el curso de la
Historia, cada vez que sobre el tapete de la vida se ha puesto la cuestin
Libertad.
Desafortunadamente, despus de toda independencia
contina dentro de cada persona la esclavitud.
libertad?,
ha
logrado
la
famosa
tan
alto
precio
Cuntos
lograda,
se
han
El adolescente anhela libertad; parece increble que muchas veces teniendo pan,
abrigo, y refugio, se quiera huir de la casa paterna en busca de libertad.
Resulta incongruente que el jovencito que tiene todo en casa, quiera evadirse,
huir, alejarse de su morada, fascinado por el trmino libertad. Es extrao que
gozando de toda clase de comodidades en hogar dichoso, se quiera perder lo que se
tiene, para viajar por esas tierras del mundo y sumergirse en el dolor.
Que el desventurado, el paria de la vida, el mendigo, anhele de verdad alejarse de
la casucha, de la choza, con el propsito de obtener algn cambio mejor, resulta
correcto; pero que el nio bien, el nene de mam, busque escapatoria, huida,
resulta incongruente y hasta absurdo; empero esto es as; la palabra Libertad,
fascina, hechiza, aunque nadie sepa definirla en forma precisa.
Que la doncella quiera libertad, que anhele cambiar de casa, que desee casarse
para escapar del hogar paterno y vivir una vida mejor, resulta en parte lgico,
porque ella tiene derecho a ser madre; sin embargo, ya en vida de esposa,
encuentra que no es libre, y con resignacin ha de seguir cargando las cadenas de
la esclavitud.
El empleado, cansado de tantos reglamentos, quiere verse libre, y si consigue
independizarse se encuentra con el problema que contina siendo esclavo de sus
propios intereses y preocupaciones.
Ciertamente, cada vez que se lucha por la Libertad, nos encontramos defraudados a
pesar de las victorias.
Tanta sangre derramada intilmente en nombre de la Libertad,
continuamos siendo esclavos de s mismos y de los dems.
sin
embargo
Las gentes se pelean por palabras que nunca entienden, aunque los diccionarios las
expliquen gramaticalmente.
La Libertad es algo que hay que conseguir dentro de s mismo. Nadie puede lograrla
fuera de s mismo.
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Cabalgar por el aire es una frase muy oriental que alegoriza el sentido de la
genuina Libertad.
Nadie podra en realidad experimentar la Libertad en tanto su conciencia contine
embotellada en el s mismo, en el m mismo.
Comprender este yo mismo, mi persona, lo que yo soy, es urgente cuando se quiere
muy sinceramente conseguir la Libertad.
En modo alguno podramos destruir los grilletes de la esclavitud sin haber
comprendido previamente toda esta cuestin ma, todo esto que atae al yo, al m
mismo.
En qu consiste la esclavitud?, Qu es esto que nos mantiene esclavos?, Cules
son estas trabas?, todo esto es lo que necesitamos descubrir.
Ricos y pobres, creyentes y descredos, estn todos formalmente presos aunque se
consideren libres.
En tanto la conciencia, la esencia, lo ms digno y decente que tenemos en nuestro
interior, contine embotellada en el s mismo, en el m mismo, en el yo mismo, en
mis apetencias y temores, en mis deseos y pasiones, en mis preocupaciones y
violencias, en mis defectos psicolgicos; se estar en formal prisin.
El sentido de Libertad slo puede ser comprendido ntegramente cuando han sido
aniquilados los grilletes de nuestra propia crcel psicolgica.
Mientras el "yo mismo" exista la conciencia estar en prisin; evadirse de la
crcel slo es posible mediante la aniquilacin budista, disolviendo el yo,
reducindolo a cenizas, a polvareda csmica.
La conciencia libre, desprovista de yo, en ausencia absoluta del m mismo, sin
deseos, sin pasiones, sin apetencias ni temores, experimenta en forma directa la
verdadera Libertad.
Cualquier concepto sobre Libertad no es Libertad. Las opiniones que nos formemos
sobre la Libertad distan mucho de ser la Realidad. Las ideas que nos forjemos
sobre el tema Libertad, nada tienen que ver con la autntica Libertad.
La Libertad es algo que tenemos que experimentar en forma directa, y esto slo es
posible muriendo psicolgicamente, disolviendo el yo, acabando para siempre con el
m mismo.
De nada servira continuar
proseguimos como esclavos.
soando
con
la
Libertad,
si
de
todas
maneras
Ms vale vernos a s mismos tal cual somos, observar cuidadosamente todos estos
grilletes de la esclavitud que nos mantienen en formal prisin.
Auto-conocindonos, viendo lo que somos interiormente, descubriremos la puerta de
la autntica Libertad.
CAPTULO V
LA LEY DEL PNDULO
Resulta interesante tener un reloj de pared en casa, no slo para saber las horas
sino tambin para reflexionar un poco.
Sin el pndulo el reloj no funciona; el movimiento del pndulo es profundamente
significativo.
En los antiguos tiempos el dogma de la evolucin no exista; entonces, los sabios
entendan lo de que los procesos histricos se desenvuelven siempre de acuerdo con
la Ley del Pndulo.
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Todo fluye y refluye, sube y baja, crece y decrece, va y viene de acuerdo con esta
Ley maravillosa.
Nada tiene de extrao que todo oscile, que todo est sometido al vaivn del
tiempo, que todo evolucione e involucione.
En un extremo del pndulo est la alegra, en el otro el dolor; todas nuestras
emociones, pensamientos, anhelos, deseos, oscilan de acuerdo con la Ley del
Pndulo.
Esperanza y desesperacin, pesimismo y optimismo, pasin y dolor, triunfo y
fracaso, ganancia y prdida, corresponden ciertamente a los dos extremos del
movimiento pendular.
Surgi Egipto con todo su podero y seoro a orillas del ro sagrado, mas cuando
el pndulo se fue al otro lado, cuando se levant por el extremo opuesto cay el
pas de los faraones y se levant Jerusalem, la ciudad querida de los Profetas.
Cay Israel cuando el pndulo cambi de posicin y surgi en el otro extremo el
Imperio Romano.
El movimiento pendular levanta y hunde
Civilizaciones y luego las destruye, etc.
Imperios,
hace
surgir
poderosas
Podemos colocar en el extremo derecho del pndulo las diversas escuelas seudoesotricas y seudo-ocultistas, religiones y sectas.
Podemos colocar en el extremo izquierdo del movimiento pendular a todas las
escuelas de tipo materialista, Marxista, atesta, escepticista, etc. Anttesis del
movimiento pendular, cambiantes, sujetas a permutacin incesante.
El fantico religioso, debido a cualquier acontecimiento inslito o decepcin,
puede irse al otro extremo del pndulo, convertirse en atesta, materialista,
escptico.
El fantico materialista, atesta, debido a cualquier hecho inusitado, tal vez un
acontecimiento metafsico trascendental, un momento de terror indecible, puede
llevarle al extremo opuesto del movimiento pendular y convertirle en un
reaccionario religioso insoportable.
Ejemplos: Un sacerdote vencido en una polmica por un Esoterista, desesperado se
torn incrdulo y materialista.
Conocimos el caso de una dama atesta e incrdula que debido a un hecho metafsico
concluyente y definitivo, se convirti en una exponente magnfica del esoterismo
prctico.
En nombre de la verdad, debemos declarar que el atesta materialista verdadero y
absoluto, es una farsa, no existe.
Ante la proximidad de una muerte inevitable, ante un instante de indecible terror,
los enemigos de lo eterno, los materialistas e incrdulos, pasan instantneamente
al otro extremo del pndulo y resultan orando, llorando y clamando con fe infinita
y enorme devocin.
El mismo Carlos Marx, autor del Materialismo Dialctico, fue un fantico religioso
judo, y despus de su muerte, le rindieron pompas fnebres de gran rabino.
Carlos Marx, elabor su Dialctica Materialista con un slo propsito: "CREAR UN
ARMA PARA DESTRUIR A TODAS LAS RELIGIONES DEL MUNDO POR MEDIO DEL ESCEPTICISMO".
Es el caso tpico de los celos religiosos llevados al extremo; en modo alguno
podra aceptar Marx la existencia de otras religiones y prefiri destruirlas
mediante su Dialctica.
Carlos Marx cumpli uno de los Protocolos de Sin que dice textualmente: "No
importa que llenemos el mundo de materialismo y de repugnante atesmo, el da en
15
materia
son
dos
conceptos
muy
discutibles
espinosos
que
nadie
ni
sus
oponentes
materialistas,
pueden
La verdad es algo que debe ser experimentado en forma directa, como cuando uno
mete el dedo en el fuego y se quema, o como cuando uno traga agua y se ahoga.
El centro del pndulo est dentro de nosotros mismos, y es all donde debemos
descubrir y experimentar en forma directa lo real, la verdad.
Necesitamos auto-explorarnos
profundamente a s mismos.
directamente
para
auto-descubrirnos
conocernos
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CAPTULO VI
CONCEPTO Y REALIDAD
Quin o qu puede garantizar que el concepto y la realidad resulten absolutamente
iguales?
El concepto es una cosa y la realidad es otra y existe tendencia a sobrestimar
nuestros propios conceptos.
Realidad igual a concepto es algo casi imposible, sin embargo, la mente
hipnotizada por su propio concepto supone siempre que ste y realidad son iguales.
A un proceso psicolgico cualquiera correctamente estructurado mediante una lgica
exacta, se le opone otro diferente reciamente formado con lgica similar o
superior, entonces qu?
Dos mentes severamente disciplinadas dentro de frreas estructuras intelectuales
discutiendo entre s, polemizando, sobre tal o cul realidad creen cada una en la
exactitud de su propio concepto y en la falsedad del concepto ajeno, Mas cul de
ellas tiene la razn?, Quin podra honradamente salir de garantes en uno u otro
caso?, En cul de ellos, concepto y realidad resultan iguales?
Incuestionablemente cada cabeza es un mundo y en todos y en cada uno de nosotros
existe una especie de dogmatismo pontificio y dictatorial que quiere hacernos
creer en la igualdad absoluta de concepto y realidad.
Por muy fuertes que sean las estructuras de un razonamiento nada puede garantizar
la igualdad absoluta de conceptos y realidad.
Quienes estn auto-encerrados dentro de cualquier procedimiento logstico
intelectual quieren hacer siempre coincidir la realidad de los fenmenos con los
elaborados conceptos y esto no es ms que el resultado de la alucinacin
razonativa.
Abrirse a lo nuevo es la difcil facilidad del clsico; desgraciadamente la gente
quiere descubrir, ver en todo fenmeno natural sus propios prejuicios, conceptos,
preconceptos, opiniones y teoras; nadie sabe ser receptivo, ver lo nuevo con
mente limpia y espontnea.
Que los fenmenos le hablen al sabio sera lo indicado; desafortunadamente los
sabios de estos tiempos no saben ver los fenmenos, slo quieren ver en los mismos
la confirmacin de todos sus preconceptos.
Aunque parezca increble los cientficos modernos nada saben sobre los fenmenos
naturales.
Cuando vemos en los fenmenos de la naturaleza exclusivamente nuestros propios
conceptos, ciertamente no estamos viendo los fenmenos sino los conceptos.
Empero, alucinados los tontos cientficos por su fascinante intelecto, creen en
forma estpida que cada uno de sus conceptos es absolutamente igual a tal o cual
fenmeno observando, cuando la realidad es diferente.
No negamos que nuestras afirmaciones sean rechazadas por todo aquel que est autoencerrado por tal o cual procedimiento logstico; incuestionablemente la condicin
pontificia y dogmtica del intelecto en modo alguno podra aceptar que a tal o
cual concepto correctamente elaborado, no coincida exactamente con la realidad.
Tan pronto la mente, a travs de los sentidos, observa tal o cual fenmeno, se
apresura de inmediato a roturarlo con tal o cual trmino cientifista que
incuestionablemente slo viene a servir como parche para tapar la propia
ignorancia.
La mente no sabe realmente ser receptiva a lo nuevo, ms si sabe inventar
complicadsimos trminos con los cuales pretende calificar en forma auto-engaosa
lo que ciertamente ignora.
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Hablando esta vez en sentido Socrtico, diremos que la mente no solamente ignora,
sino, adems, ignora que ignora.
La mente moderna es terriblemente superficial, se ha especializado en inventar
trminos hechos dificilsimos para tapar su propia ignorancia.
Existen dos clases de ciencia: la primera no es ms que ese podridero de teoras
subjetivas que abundan por all. La segunda es la ciencia pura de los grandes
iluminados, la ciencia objetiva del Ser.
Indubitablemente no sera posible penetrar en el anfiteatro de la ciencia csmica,
si antes no hemos muerto en s mismos.
Necesitamos desintegrar todos esos elementos indeseables que cargamos en nuestro
interior, y que en su conjunto constituyen en s mismo, el Yo de la Psicologa.
En tanto la conciencia superlativa del ser contine embotellada entre el m mismo,
entre mis propios conceptos y teoras subjetivas, resulta absolutamente imposible
conocer directamente la cruda realidad de los fenmenos naturales en s mismos.
La llave del laboratorio de la naturaleza, la tiene en su mano diestra el ngel de
la Muerte.
Muy poco podemos aprender del fenmeno del nacimiento, ms de la muerte podremos
aprender todo.
El templo inviolado de la ciencia pura se encuentra en el fondo de la negra
sepultura. Si el germen no muere la planta no nace. Slo con la muerte adviene lo
nuevo.
Cuando el Ego muere, la conciencia despierta para ver la realidad de todos los
fenmenos de la naturaleza tal cual son en s mismos y por s mismos.
La conciencia sabe lo que directamente experimenta por s misma, el crudo realismo
de la vida ms all del cuerpo, de los afectos y de la mente.
CAPTULO VII
LA DIALCTICA DE LA CONCIENCIA
En el trabajo esotrico relacionado con la eliminacin de los elementos
indeseables que cargamos en nuestro interior, surge a veces el fastidio, el
cansancio y el aburrimiento.
Incuestionablemente necesitamos volver siempre al punto de partida original y
revalorizar los fundamentos del trabajo psicolgico, si es que de verdad anhelamos
un cambio radical.
Amar el trabajo esotrico es indispensable
transformacin interior completa.
cuando
de
verdad
se
quiere
una
ignorara
que
un
boxeador
al
caer
Es claro que
conciencia.
al
volver
en
si,
el
desventurado
pgil
adquiere
nuevamente
la
puede
despertar
base
de
trabajos
posee,
de
en
nuestra
vez
de
ser
existencia
Nosotros deberamos ver la vida como una pelcula sin identificarnos jams con
ninguna comedia, drama o tragedia, as ahorraramos energa concientiva.
La conciencia
vibratoria.
en
misma
es
un
tipo
de
energa
con
elevadsima
frecuencia
No hay que confundir a la conciencia con la memoria, pues son tan diferentes la
una de la otra, como lo es la luz de los focos del automvil con relacin a la
carretera por donde andamos.
Muchos actos se realizan dentro de nosotros mismos, sin participacin alguna de
eso que se llama conciencia.
En nuestro organismo suceden muchos ajustes y reajustes, sin que por ello la
conciencia participe en los mismos.
20
El centro motor de nuestro cuerpo puede manejar un automvil o dirigir los dedos
que tocan en el teclado de un piano sin la ms insignificante participacin de la
conciencia.
La conciencia es la luz que el inconsciente no percibe.
El ciego tampoco percibe la luz fsica solar, mas ella existe por s misma.
Necesitamos abrirnos para que la luz de la conciencia penetre en las tinieblas
espantosas del m mismo, del s mismo.
Ahora comprenderemos mejor el significado de las palabras de Juan, cuando en el
Evangelio dice: "La luz vino a las tinieblas, pero las tinieblas no la
comprendieron".
Mas sera imposible que la luz de la conciencia pudiese penetrar dentro de las
tinieblas del yo mismo, si previamente no usramos el sentido maravilloso de la
auto-observacin psicolgica.
Necesitamos franquearle el paso a
tenebrosas del Yo de la Psicologa.
la
luz
para
iluminar
las
profundidades
nos
permite
experimentar
la
Los fenmenos naturales en modo alguno coinciden exactamente con los conceptos
formulados por la mente.
La vida se desenvuelve
analizarla, la matamos.
de
instante
en
instante
cuando
la
capturamos
para
Real es aquello que uno mismo experimenta en su interior, slo la conciencia puede
experimentar la realidad.
El lenguaje de la conciencia es simblico, ntimo, profundamente significativo y
slo los despiertos lo pueden comprender.
Quien quiera despertar conciencia debe eliminar de su interior todos los elementos
indeseables que constituyen el Ego, el Yo, el M mismo, dentro de los cuales se
halla embotellada la esencia.
CAPTULO VIII
LA JERGA CIENTIFISTA
La dialctica lgica resulta condicionada y calificada, adems, por las
proposiciones "en" y "acerca" que jams nos llevan a la experiencia directa de lo
real.
Los fenmenos de la naturaleza distan mucho de ser como los cientficos los ven.
Ciertamente tan pronto un fenmeno cualquiera es descubierto, de inmediato se le
califica o rotula con tal o cual terminacho difcil de la jerga cientfica.
Obviamente esos dificilsimos trminos del cientifismo moderno solo sirven de
parche para tapar la ignorancia.
Los fenmenos naturales en modo alguno son como los cientifistas los ven.
La vida con todos sus procesos y fenmenos se desenvuelve de momento en momento,
de instante en instante, y cuando la mente cientifista la detiene para analizarla,
de hecho la mata.
Cualquier inferencia extrada de un fenmeno natural cualquiera, de ninguna manera
es igual a la realidad concreta del fenmeno, desgraciadamente la mente del
cientfico alucinada por sus propias teoras cree firmemente en el realismo de sus
inferencias.
El intelecto alucinado no solamente ve en los fenmenos reflejo de sus propios
conceptos, sino, adems, y lo que es peor quiere en forma dictatorial hacer que
los fenmenos resulten exactos y absolutamente iguales a todos esos conceptos que
se llevan en el intelecto.
El fenmeno de la alucinacin intelectual es fascinante, ninguno de esos tontos
cientficos ultramodernos admitira la realidad de su propia alucinacin.
Ciertamente los sabihondos de estos tiempos en modo alguno admitiran que se les
calificase de alucinados.
La fuerza de la auto-sugestin les ha hecho creer en la realidad de todos esos
conceptos de la jerga cientifista.
Obviamente la mente alucinada presume de omnisciente y en forma dictatorial quiere
que todos los procesos de la naturaleza marchen por los carriles de sus
sabiondeces.
No bien ha aparecido un fenmeno nuevo, se le clasifica, se le rotula y se le pone
en tal o cual lugar, como si en verdad se le hubiese comprendido.
Son millares los trminos que se han inventado para rotular fenmenos, mas nada
saben los seudo-sapientes sobre la realidad de aquellos.
Como ejemplo vivido de todo lo que en este captulo estamos afirmando, citaremos
el cuerpo humano.
En nombre de la verdad podemos afirmar en forma enftica que este cuerpo fsico es
absolutamente desconocido para los cientficos modernos.
22
Una afirmacin de esta clase podra aparecer como muy insolente ante los
pontfices del cientifismo moderno, incuestionablemente merecemos de ellos la
excomunin.
Sin embargo, tenemos bases muy slidas para hacer tan tremenda afirmacin;
desgraciadamente las mentes alucinadas estn convencidas de su seudo-sapiencia,
que ni remotamente podran aceptar el crudo realismo de su ignorancia.
Si les dijsemos a los jerarcas del cientifismo moderno, que el Conde de
Cagliostro, interesantsimo personaje de los siglos XVI, XVII, XVIII todava vive
en pleno siglo XX, si les dijsemos que el insigne Paracelso, insigne facultativo
de la edad media, an existe todava, podis estar seguros de que los jerarcas del
cientifismo
actual
se
reiran
de
nosotros
y
jams
aceptaran
nuestras
afirmaciones.
Sin embargo, es as: Viven actualmente sobre la faz de la tierra los autnticos
mutantes, hombres inmortales con cuerpos que datan de miles y de millones de aos
hacia atrs.
El autor de esta obra conoce a los mutantes, empero no ignora el escepticismo
moderno, la alucinacin de los cientifistas y el estado de la ignorancia de los
sabihondos.
Por todo esto en modo alguno caeramos en la ilusin de creer que los fanticos de
la jerga cientfica aceptasen la realidad de nuestras inslitas declaraciones.
El cuerpo de cualquier mutante es un franco desafo a la jerga cientfica de estos
tiempos.
El cuerpo de cualquier mutante puede cambiar de figura y retornar luego a su
estado normal sin recibir dao alguno.
El cuerpo de cualquier mutante puede penetrar instantneamente en la cuarta
vertical y hasta asumir cualquier forma vegetal o animal y retornar posteriormente
a su estado normal sin recibir perjuicio alguno.
El cuerpo de cualquier mutante desafa violentamente a viejos textos de Anatoma
oficial.
Desgraciadamente ninguna de estas declaraciones podra vencer a los alucinados de
la jerga cientifista.
Esos seores, sentados sobre sus solios pontificios, incuestionablemente nos
mirarn con desdn, tal vez con ira, y posiblemente hasta con un poco de piedad.
Empero, la verdad es lo que es, y la realidad de los mutantes es un franco desafo
a toda teora ultramoderna.
El autor de la obra conoce a los mutantes pero no espera que nadie le crea.
Cada rgano del cuerpo humano est controlado por leyes
remotamente conocen los alucinados de la jerga cientifista.
fuerzas
que
ni
Eso de querer el intelecto que tal o cual sustancia posee determinado nombre y
caractersticas, resulta absurdo e insoportable.
Porqu el intelecto presume de omnisciente? Porqu se alucina creyendo que las
sustancias y fenmenos son como l cree que son? Porqu quiere la inteleccin que
la naturaleza sea una rplica perfecta de todas sus teoras, conceptos, opiniones,
dogmas, preconceptos, prejuicios?
En realidad los fenmenos naturales no son como se cree que son, y las substancias
y fuerzas de la naturaleza de ninguna manera son como el intelecto piensa que son.
La conciencia despierta no es la mente, ni la memoria, ni semejante. Solo la
conciencia liberada puede experimentar por s misma y en forma directa la realidad
de la vida libre en su movimiento.
Empero debemos afirmar en forma enftica que en tanto exista dentro de nosotros
mismos cualquier elemento subjetivo, la conciencia continuar embotellada entre
tal elemento y por ende no podr gozar de la iluminacin continua y perfecta.
CAPTULO IX
EL ANTICRISTO
El chispeante intelectualismo como funcionalismo manifiesto del Yo psicolgico,
indubitablemente es EL ANTICRISTO.
Quienes suponen que el ANTICRISTO es un personaje extrao nacido en tal o cual
lugar de la tierra o venido de este o de aquel pas, estn ciertamente
completamente equivocados.
Hemos dicho en forma enftica que el ANTICRISTO no es en modo alguno un sujeto
definido, sino todos los sujetos.
Obviamente el ANTICRISTO radica en el fondo de cada persona y se expresa en forma
mltiple.
El intelecto puesto al servicio del espritu resulta til; el intelecto divorciado
del espritu deviene intil.
Del intelectualismo sin espiritualidad surgen los bribones, viva manifestacin del
ANTICRISTO.
Obviamente el bribn en s mismo y por si mismo es el ANTICRISTO. Desgraciadamente
el mundo actual con todas sus tragedias y miserias est gobernado por el
ANTICRISTO.
El estado catico en que se encuentra la humanidad actual indubitablemente se debe
al ANTICRISTO.
El inicuo de que hablara Pablo de Tarso en sus epstolas es ciertamente un crudo
realismo de estos tiempos.
El inicuo ya vino y se manifiesta por doquier, ciertamente tiene el don de la
ubicuidad.
Discute en los cafs, hace negociaciones en la ONU, se sienta cmodamente en
Ginebra, realiza experimentos de laboratorio, inventa bombas atmicas, cohetes
teledirigidos, gases asfixiantes, bombas bacteriolgicas, etc., etc., etc.
Fascinado el ANTICRISTO con su propio intelectualismo, exclusividad absoluta de
los sabihondos, cree que conoce todos los fenmenos de la naturaleza.
El ANTICRISTO creyndose a s mismo omnisciente, embotellado entre todo el
podridero de sus teoras, rechaza de plano todo aquello que se parezca a Dios o
que se adore.
24
con
el
que
se
programan
los
robots
No hay duda de que el ANTICRISTO odia mortalmente aquel precioso sentido del Ser,
conocido como "facultad de percepcin instintiva de las verdades csmicas".
Ciencia pura, distinta a todo el podridero de teoras universitarias que existen
por aqu, por all y acull, es algo inadmisible para los robots del ANTICRISTO.
Muchas guerras, hambres y enfermedades ha propagado el ANTICRISTO en toda la
redondez de la tierra, y no hay duda de que seguir propagndolas antes que llegue
la catstrofe final.
Desafortunadamente ha llegado la hora de la gran apostasa anunciada por todos los
profetas y ningn ser humano se atrevera a pronunciarse contra el ANTICRISTO.
CAPTULO X
EL YO PSICOLGICO
Esta cuestin del m mismo, lo que yo soy, eso que piensa, siente y acta, es algo
que debemos auto-explorar para conocer profundamente.
Existen por doquiera muy lindas teoras que atraen y fascinan; empero de nada
servira todo eso si no nos conocisemos a s mismos.
Es fascinante estudiar astronoma o distraerse un poco leyendo obras serias, sin
embargo, resulta irnico convertirse en un erudito y no saber nada sobre s mismo,
sobre el yo soy, sobre la humana personalidad que poseemos.
Cada cual es muy libre de pensar lo que quiera y la razn subjetiva del animal
intelectual equivocadamente llamado hombre da para todo, lo mismo puede hacer de
una pulga un caballo que de un caballo una pulga; son muchos los intelectuales que
viven jugando con el racionalismo Y despus de todo qu?
Ser erudito no significa ser sabio. Los ignorantes ilustrados abundan como la mala
hierba y no solamente no saben sino, adems, ni siquiera saben que no saben.
Entindase por ignorantes ilustrados los sabihondos que creen que saben y ni
siquiera se conocen a s mismos.
Podramos teorizar hermosamente sobre el yo de la Psicologa, mas no es eso
precisamente lo que nos interesa en este captulo.
Necesitamos conocernos a s mismos por va directa sin el proceso deprimente de la
opcin.
En modo alguno sera esto posible sino nos auto-observramos en accin de instante
en instante, de momento en momento.
No se trata de vernos a travs de alguna teora o de una simple especulacin
intelectiva.
Vernos directamente tal cual somos es lo interesante; slo as podremos llegar al
conocimiento verdadero de s mismos.
Aunque parezca increble nosotros estamos equivocados con respecto a s mismos.
Muchas cosas que creemos no tener tenemos y muchas que creemos tener no tenemos.
Nos hemos formado falsos conceptos sobre si mismos y debemos hacer un inventario
para saber qu nos sobra y qu nos falta.
Suponemos que tenemos tales o cuales cualidades que en realidad no tenemos y
muchas virtudes que poseemos ciertamente las ignoramos.
Somos gente dormida, inconsciente y eso es lo grave. Desafortunadamente pensamos
de s mismos lo mejor y ni siquiera sospechamos que estamos dormidos.
26
la
esencia
se
procese
siempre
en
virtud
de
su
propio
27
CAPTULO XI
LAS TINIEBLAS
Uno de los problemas ms difciles de nuestra poca ciertamente viene a ser el
intrincado laberinto de las teoras.
Indubitablemente, por estos tiempos se han multiplicado exorbitantemente por aqu,
por all y acull las escuelas seudo-esoteristas y seudo-ocultistas.
La mercadera de almas, de libros y teoras es pavorosa, raro es aquel que entre
la telaraa de tantas ideas contradictorias logre en verdad hallar el camino
secreto.
Lo ms grave de todo esto es la fascinacin intelectiva; existe la tendencia a
nutrirse estrictamente en forma intelectual con todo lo que llega a la mente.
Los vagabundos del intelecto ya no se contentan con toda esa librera subjetiva y
de tipo general que abunda en los mercados de libros, sino que ahora y para colmo
de los colmos, tambin se atiborran e indigestan con el seudo-esoterismo y seudoocultismo barato que abunda por doquiera como la mala hierba.
El resultado de todas estas jergas es la confusin y desorientacin manifiesta de
los bribones del intelecto.
Constantemente recibo cartas y libros de toda especie; los remitentes como siempre
interrogndome sobre sta o aquella escuela, sobre tal o cual libro, yo me limito
a contestar lo siguiente: Deje Ud. la ociosidad mental; a Ud. no tiene porqu
importarle la vida ajena, desintegre el yo animal de la curiosidad, a Ud. no deben
importarle las escuelas ajenas, vulvase serio, conzcase a s mismo, estdiese a
s mismo, obsrvese a s mismo, etc., etc., etc.
Realmente lo importante es conocerse a s mismo profundamente en todos los niveles
de la mente.
Las tinieblas son la inconsciencia; la luz es la conciencia; debemos permitir que
la luz penetre en nuestras tinieblas; obviamente la luz tiene poder para vencer a
las tinieblas.
Desgraciadamente las gentes se encuentran auto-encerradas dentro
ftido e inmundo de su propia mente, adorando a su querido Ego.
del
ambiente
No quieren darse cuenta las gentes de que no son dueos de su propia vida,
ciertamente cada persona est controlada desde adentro por muchas otras personas,
quiero referirme en forma enftica a toda esa multiplicidad de yoes que llevamos
dentro.
Ostensiblemente cada uno de esos yoes pone en nuestra mente lo que debemos pensar,
en nuestra boca lo que debemos decir, en el corazn lo que debemos sentir, etc.
En estas condiciones la humana personalidad no es ms que un robot gobernado por
distintas personas que se disputan la supremaca y que aspiran al supremo control
de los centros capitales de la mquina orgnica.
En nombre de la verdad hemos de afirmar solemnemente que el pobre animal
intelectual equivocadamente llamado hombre aunque se crea muy equilibrado vive en
un desequilibrio psicolgico completo.
El mamfero
equilibrado.
intelectual
en
modo
alguno
es
unilateral,
si
lo
fuera
sera
Solo la luz de la conciencia dirigida no desde de los ngulos sino en forma plena
central sobre nosotros mismos, puede acabar con los contrastes, con las
contradicciones psicolgicas y establecer en nosotros el verdadero equilibrio
interior.
Si disolvemos todo ese conjunto de yoes que en nuestro interior llevamos, viene el
despertar de la conciencia y como secuencia o corolario el equilibrio verdadero de
nuestra propia psiquis.
Desafortunadamente no quieren darse cuenta las gentes de la inconsciencia en que
viven; duermen profundamente.
Si las gentes estuvieran despiertas, cada cual sentira a sus prjimos en s
mismos.
Si las gentes
interior.
estuvieran
despiertas,
nuestros
prjimos
nos
sentiran
en
su
CAPTULO XII
LAS TRES MENTES
Existen por doquiera muchos bribones del intelecto sin orientacin positiva y
envenenados por el asqueante escepticismo.
Ciertamente el repugnante veneno del escepticismo contagi a las mentes humanas en
forma alarmante desde el siglo XVIII.
Antes de aquel siglo la famosa isla Nontrabada o Encubierta, situada frente a las
costas de Espaa, se haca visible y tangible constantemente.
No hay duda de que tal isla se halla ubicada dentro de la cuarta vertical. Muchas
son las ancdotas relacionadas con esa isla misteriosa.
Despus del siglo XVIII la citada isla se perdi en la eternidad, nadie sabe nada
sobre la misma.
En las pocas del Rey Arturo y de los caballeros de
elementales
de
la
naturaleza
se
manifestaron
por
profundamente dentro de nuestra atmsfera fsica.
Son muchos los relatos sobre duendes, genios y hadas que todava abundan en la
verde Erim, Irlanda; desafortunadamente, todas estas cosas inocentes, toda esta
belleza del alma del mundo, ya no es percibida por la humanidad debido a las
sabihondeces de los bribones del intelecto y al desarrollo desmesurado del Ego
animal.
29
Hoy en da los sabihondos se ren de todas estas cosas, no las aceptan aunque en
el fondo ni remotamente hayan logrado la felicidad.
Si las gentes entendieran que tenemos tres mentes,
posiblemente hasta se interesaran ms por estos estudios.
otro
gallo
cantara,
Abrir la Mente Interior sera lo indicado a fin de salir del mundo de las dudas y
de la ignorancia.
Esto significa que solo abriendo la Mente Interior nace la fe autntica en el ser
humano.
Mirada esta cuestin desde otro ngulo, diremos que el escepticismo materialista
es la caracterstica peculiar de la ignorancia. No hay duda de que los ignorantes
ilustrados resultan ciento por ciento escpticos.
La fe es percepcin directa de lo real; sabidura fundamental; vivencia de eso que
est ms all del cuerpo, de los afectos y de la mente.
Distngase entre fe y creencia. Las creencias se encuentran depositadas en la
Mente Intermedia, la fe es caracterstica de la Mente Interior.
Desafortunadamente existe siempre la tendencia general a confundir la creencia con
la fe. Aunque parezca paradjico enfatizaremos lo siguiente: "EL QUE TIENE FE
VERDADERA NO NECESITA CREER".
Es que la fe autntica es sapiencia vvida, cognicin exacta, experiencia directa.
Sucede que durante muchos siglos se ha confundido a la fe con la creencia y ahora
cuesta mucho trabajo hacerles comprender a las gentes que la fe es sabidura
verdadera y nunca vanas creencias.
Los funcionalismos sapientes de la mente interior tienen como resortes ntimos
todos esos datos formidables de la sabidura contenida en la conciencia.
Quien ha abierto la Mente Interior recuerda sus vidas anteriores, conoce los
misterios de la vida y la muerte, no por lo que haya ledo o dejado de leer, no
por lo que otro haya dicho o dejado de decir, no por lo que se haya credo o
dejado de creer, sino por experiencia directa, vvida, terriblemente real.
Esto que estamos diciendo no le gusta a la mente sensual, no puede aceptarlo
porque se sale de sus dominios, nada tiene que ver con las percepciones
sensoriales externas, es algo ajeno a sus conceptos de contenido, a lo que le
ensearon en la escuela, a lo que aprendi en distintos libros, etc., etc., etc.
Esto que estamos diciendo tampoco es aceptado por la Mente Intermedia porque de
hecho contrara sus creencias, desvirta lo que sus preceptores religiosos le
hicieron aprender de memoria, etc.
Jess El Gran Kabir advierte a sus discpulos dicindoles: "Cuidaos de la levadura
de los saduceos y de la levadura de los fariseos".
Es ostensible que Jess El Cristo con esta advertencia se refiri a las doctrinas
de los materialistas saduceos y de los hipcritas fariseos.
La doctrina de los saduceos est en la Mente Sensual, es la doctrina de los cinco
sentidos.
La doctrina de los fariseos se halla ubicada en la Mente Intermedia, esto es
irrefutable, irrebatible.
Es evidente que los fariseos concurren a sus ritos para que se diga de ellos que
son buenas personas, para aparentar ante los dems, mas nunca trabajan sobre s
mismos.
No seria posible
psicolgicamente.
abrir
la
Mente
Interior
sino
aprendiramos
pensar
CAPTULO XIII
MEMORIA-TRABAJO
Incuestionablemente cada persona tiene su propia Psicologa particular, esto es
irrebatible, incontrovertible, irrefutable.
Desafortunadamente las gentes nunca piensan en esto y muchos ni lo aceptan debido
a que se hallan atrapados en la mente sensorial.
Cualquiera admite la realidad del cuerpo fsico porque lo puede ver y palpar,
empero la Psicologa es cuestin distinta, no es perceptible para los cinco
sentidos y por ello la tendencia general a rechazarla o simplemente a subestimarla
y despreciarla calificndose de algo sin importancia.
Indubitablemente cuando alguien comienza a auto-observarse es seal inequvoca de
que ha aceptado la tremenda realidad de su propia Psicologa.
Es claro que nadie intentara auto-observarse si no encontrara antes un motivo
fundamental.
Obviamente quien inicia la auto-observacin se convierte en un
diferente a los dems, de hecho indica la posibilidad de un cambio.
sujeto
muy
regresar
esa
horrorosa
figura,
viva
Desde este punto, tal fotografa psicolgica resultara til como medio de
confrontacin entre un presente transformado y un pasado regresivo, rancio, torpe
y desgraciado.
La memoria-trabajo se escribe siempre a base de sucesivos eventos psicolgicos
registrados por el centro de auto-observacin psicolgica.
Existen en nuestra psiquis elementos indeseables que ni remotamente sospechamos.
Que un hombre honrado, incapaz de tomarse jams nada ajeno, honorable y digno de
toda honra, descubra en forma inslita una serie de yoes ladrones habitando en las
zonas ms profundas de su propia psiquis, es algo espantoso, mas no imposible.
Que una magnfica esposa llena de grandes virtudes o una doncella de exquisita
espiritualidad y educacin magnfica, mediante el sentido de la auto-observacin
psicolgica descubra en forma inusitada que en su psiquis ntima vive un grupo de
yoes prostitutas, resulta nauseabundo y hasta inaceptable para el centro
intelectual o el sentido moral de cualquier ciudadano juicioso, mas todo eso es
posible dentro del terreno exacto de la auto-observacin psicolgica.
CAPTULO XIV
COMPRENSIN CREADORA
El Ser y el Saber deben equilibrarse mutuamente a fin de establecer en nuestra
psiquis la llamarada de la comprensin.
Cuando el saber es mayor que el ser origina confusin intelectual de toda especie.
Si el ser es mayor que el saber puede dar casos tan graves como el del santo
estpido.
En el terreno de la vida prctica conviene auto-observarnos con el propsito de
auto-descubrirnos.
Es precisamente la vida prctica el gimnasio psicolgico mediante el cual podemos
descubrir nuestros defectos.
En estado de alerta percepcin, alerta novedad, podremos verificar directamente
que los defectos escondidos afloran espontneamente.
Es claro que defecto descubierto debe ser
propsito de separarlo de nuestra psiquis.
trabajado
conscientemente
con
el
deseamos eliminarlo.
Si parado sobre una tabla deseamos levantar sta para colocarla arrimada a una
pared, no sera posible esto si continuramos parados sobre ella.
Obviamente debemos empezar por separar a la tabla de s mismos, retirndonos de la
misma y luego con nuestras manos levantar la tabla y colocarla recargada al muro.
Similarmente no debemos identificarnos con ningn agregado psquico si es que en
verdad deseamos separarlo de nuestra psiquis.
Cuando uno se identifica con tal o cual yo, de hecho lo fortifica en vez de
desintegrarlo.
Supongamos que un yo cualquiera de lujuria se aduea de los rollos que tenemos en
el centro intelectual para proyectar en la pantalla de la mente escenas de
lascivia y morbosidad sexual, si nos identificamos con tales cuadros pasionarios
indubitablemente aquel yo lujurioso se fortificar tremendamente.
Mas si nosotros en vez de identificarnos con esa entidad, la separamos de nuestra
psiquis considerndola como un demonio intruso, obviamente habr surgido en
nuestra intimidad la comprensin creadora.
Posteriormente podramos darnos el lujo de enjuiciar analticamente a tal agregado
con el propsito de hacernos plenamente conscientes del mismo.
Lo grave de las gentes consiste precisamente en la identificacin y esto es
lamentable.
Si las gentes conocieran la doctrina de los muchos, si de verdad entendieran que
ni su propia vida les pertenece, entonces no cometeran el error de la
identificacin.
Escenas de ira, cuadros de celos, etc., en el terreno de la vida prctica resultan
tiles cuando nos hallamos en constante auto-observacin psicolgica.
Entonces comprobamos que ni nuestros pensamientos, ni nuestros deseos, ni nuestras
acciones nos pertenecen.
Incuestionablemente mltiples yoes intervienen como intrusos de mal agero para
poner en nuestra mente pensamientos y en nuestro corazn emociones y en nuestro
centro motor acciones de cualquier clase.
Es lamentable que no seamos dueos de s mismos,
psicolgicas hagan de nosotros lo que les viene en gana.
que
diversas
entidades
CAPTULO XV
LA KUNDALINI
Hemos llegado a un punto muy espinoso, quiero referirme a la cuestin esta de la
Kundalini, la serpiente gnea de nuestros mgicos poderes, citada en muchos textos
de la sabidura oriental.
Indubitablemente la Kundalini tiene mucha documentacin y es algo que bien vale la
pena investigar.
En los textos de Alquimia Medieval, la Kundalini es la signatura astral del
esperma sagrado, STELLA MARIS, la VIRGEN DEL MAR, quien gua sabiamente a los
trabajadores de la Gran Obra.
Entre los aztecas ella es TONANTZIN, entre los griegos la CASTA DIANA, y en Egipto
es ISIS, la MADRE DIVINA a quien ningn mortal ha levantado el velo.
No hay duda alguna de que el Cristianismo Esotrico jams dej de adorar a la
Divina Madre Kundalini; obviamente es MARAH, o mejor dijramos RAM-IO, MARIA.
Lo que no especificaron las religiones ortodoxas, por lo menos en lo que atae al
crculo exotrico o pblico, es el aspecto de ISIS en su forma individual humana.
Ostensiblemente, slo en secreto se ense a los iniciados que esa Divina Madre
existe individualmente dentro de cada ser humano.
36
CAPTULO XVI
NORMAS INTELECTUALES
En el terreno de la vida prctica cada persona tiene su criterio, su forma ms o
menos rancia de pensar, y nunca se abre a lo nuevo; esto es irrefutable,
irrebatible, incontrovertible.
La mente del humanoide intelectual est degenerada, deteriorada, en franco estado
de involucin.
Realmente el entendimiento de la humanidad actual es similar a una vieja
estructura mecnica inerte y absurda, incapaz por s misma de cualquier fenmeno
de elasticidad autntica.
Falta ductibilidad en la
rgidas y extemporneas.
mente,
se
encuentra
enfrascada
en
mltiples
normas
Cada cual tiene su criterio y determinadas normas rgidas dentro de las cuales
acciona y reacciona incesantemente.
Lo ms grave de toda esta cuestin es que las millonadas de criterios equivalen a
millonadas de normas putrefactas y absurdas.
En todo caso las gentes nunca se sienten equivocadas, cada cabeza es un mundo y no
hay duda que entre tantos recovecos mentales existen muchos sofismas de
distraccin y estupideces insoportables.
Mas el criterio estrecho de las multitudes
embotellamiento intelectivo en que se encuentra.
ni
remotamente
sospecha
el
dechados
de
sabidura,
el
estado
A veces resaltan tales gentes por un momento cuando vienen al mundo Esoterista,
mas pronto se apagan como fuegos fatuos, desaparecen del panorama de las
inquietudes espirituales, se los traga el intelecto y desaparecen de escena para
siempre.
La superficialidad del intelecto nunca puede penetrar en el fondo legtimo del
SER, empero los procesos subjetivos del racionalismo pueden llevar a los necios a
cualquier clase de conclusiones muy brillantes pero absurdas.
El poder formulativo de conceptos lgicos en modo alguno implica la experiencia de
lo real.
El juego convincente de la dialctica razonativa,
hacindole confundir siempre gato con liebre.
auto-fascina
al
razonador
39
CAPTULO XVII
EL CUCHILLO DE LA CONCIENCIA
Algunos psiclogos simbolizan a la conciencia como un cuchillo
separarnos de lo que est pegado a nosotros y nos extrae la fuerza.
muy
capaz
de
Creen tales psiclogos que la nica manera de escapar al poder de tal o cual YO es
observarlo cada vez con ms claridad con el propsito de comprenderlo para
volvernos conscientes del mismo.
Piensan esas gentes que as uno se separa eventualmente de este o aquel Yo, aunque
sea por el grosor del filo de un cuchillo.
De esta manera, dicen, el Yo separado por la conciencia, parece como una planta
cortada.
Hacerse consciente de cualquier Yo, segn ellos, significa separarlo de nuestra
Psiquis y condenarlo a muerte.
Incuestionablemente
prctica.
tal
concepto,
aparentemente
muy
convincente,
falla
en
la
de nuestra
el espacio
casa, no se
amargo del
se acomoda
Abominable
victoriosa
por
el
canal
serpiente
serpiente
Las malas consecuencias del "ABOMINABLE RGANO KUNDARTIGUADOR", slo pueden ser
aniquiladas con el "KUNDALINI".
No est de ms aclarar que tales malas consecuencias estn cristalizadas en el YO
PLURALIZADO de la Psicologa revolucionaria.
El poder Hipntico de la Serpiente descendente tiene a la humanidad sumergida en
la inconsciencia.
Slo la Serpiente ascendente, por oposicin, puede despertarnos; esta verdad es un
axioma
de
la
Sabidura
Hermtica.
Ahora
comprenderemos
mejor
la
honda
significacin de la palabra sagrada "KUNDALINI".
La Voluntad consciente est siempre representada por la mujer sagrada, Mara,
ISIS, que aplasta la cabeza de la Serpiente descendente.
Declaro aqu francamente y sin ambages que la doble corriente de luz, el fuego
vivo y astral de la tierra, ha sido figurado por la serpiente con cabeza de toro,
de macho cabro o de perro en los Antiguos Misterios.
Es la doble Serpiente del Caduceo de Mercurio; es la Serpiente tentadora del Edn;
pero es tambin sin la menor duda, la Serpiente de Cobre de Moiss entrelazada en
el "TAU", es decir, en el "LINGAM Generador".
Es el "Macho Cabro" del Sabbat y el Baphometo de los Templarios Gnsticos; el
HYLE del Gnosticismo Universal; la doble cola de serpiente que forma las patas del
Gallo Solar de los ABRAXAS.
En el "LINGAM NEGRO" embutido en el "YONI" metlico, smbolos del Dios SHIVA, la
Divinidad Hind, est la clave secreta para despertar y desarrollar la Serpiente
ascendente o KUNDALINI, a condicin de no derramar jams en la vida el "Vaso de
Hermes Trimegisto", el Tres veces grande Dios "IBIS DE THOTH".
Hemos hablado entre lneas para quienes sepan entender. Quien tenga entendimiento
que entienda porque aqu hay sabidura.
Los TNTRICOS negros son diferentes, ellos despiertan y desarrollan el Abominable
rgano KUNDARTIGUADOR, la Serpiente tentadora del Edn, cuando cometen en sus
ritos el crimen imperdonable de derramar el "Vino Sagrado".
CAPTULO XVIII
EL PAS PSICOLGICO
Incuestionablemente, as como existe el Pas Exterior en el cual vivimos, as
tambin en nuestra intimidad existe el pas psicolgico.
Las gentes no ignoran jams la ciudad o la comarca donde viven, desafortunadamente
sucede que desconocen en el lugar psicolgico donde se hallan ubicadas.
En un instante dado, cualquiera sabe en qu barrio o colonia se encuentra, mas en
el terreno psicolgico no sucede lo mismo, normalmente las gentes ni remotamente
sospechan en un momento dado el lugar de su pas psicolgico en donde se han
metido.
As como en el mundo fsico existen colonias de gentes decentes y cultas, as
tambin sucede en la comarca psicolgica de cada uno de nosotros; no hay duda de
que existen colonias muy elegantes y hermosas.
41
escondidos
entre
las
insondables
profundidades
del
Mucho sufrieron por tal motivo los diversos santos de la historia; recordemos las
tentaciones de San Antonio, todas aquellas abominaciones contra las que tuvo que
luchar nuestro hermano Francisco de Ass.
Sin embargo, no todo lo dijeron esos santos, y la mayor parte de los anacoretas
callaron.
Uno se asombra al pensar que algunos anacoretas penitentes y santsimos vivan en
las colonias psicolgicas de la prostitucin y del robo.
Empero son santos, y si todava no han descubierto esas cosas espantosas de su
psiquis, cuando las descubran usarn cilicios sobre su carne, ayunarn,
posiblemente se azotarn, y rogarn a su divina madre KUNDALINI elimine de su
psiquis esos malos acompaantes que en esos antros tenebrosos de su propio pas
psicolgico los tiene metidos.
Mucho han dicho las distintas religiones sobre la vida despus de la muerte y el
ms all.
42
Que no se devanen ms los sesos las pobres gentes sobre lo que hay all del otro
lado, ms all del sepulcro.
Incuestionablemente despus de la muerte cada cual contina viviendo en la colonia
psicolgica de siempre.
El ladrn en los antros de los ladrones continuar; el lujurioso en las casas de
cita proseguir como fantasma de mal agero; el iracundo, el furioso seguir
viviendo en las callejuelas peligrosas del vicio y de la ira, all tambin donde
brilla el pual y suenan los tiros de las pistolas.
La esencia en s misma es muy hermosa, vino de arriba, de las estrellas
desgraciadamente est metida dentro de todos estos yoes que llevamos dentro.
CAPTULO XIX
LAS DROGAS
El desdoblamiento psicolgico del hombre nos permite evidenciar el crudo realismo
de un nivel superior en cada uno de nosotros.
Cuando uno ha podido verificar por s mismo en forma directa el hecho concreto de
dos hombres en uno mismo, el inferior en el nivel normal comn y corriente, el
superior en una octava ms elevada, entonces todo cambia y procuramos en este caso
actuar en la vida de acuerdo a los principios fundamentales que lleva en lo hondo
de su SER.
As como existe una vida externa, as tambin existe una vida interna.
El
hombre
exterior
no
es
todo,
el
desdoblamiento
43
psicolgico
nos
ensea
la
la
CAPTULO XX
INQUIETUDES
No hay duda que entre el pensar y el sentir existe una gran diferencia, esto es
incontrovertible.
Existe una gran frialdad entre
importancia, de lo superficial.
las
gentes,
es
el
fro
de
lo
que
no
tiene
CAPTULO XXI
MEDITACIN
En la vida lo nico importante es el cambio radical, total y definitivo; lo dems
francamente no tiene la menor importancia.
La meditacin
cambio.
resulta
fundamental
cuando
sinceramente
queremos
nosotros
tal
debe
ser
comprendido
por
medio
de
la
con
nosotros
sin
Partiendo de este principio, ningn problema puede tener una solucin final.
Los problemas son de la vida y si hubiese una solucin final la vida no sera vida
sino muerte.
Entonces puede haber modificacin de las circunstancias y de los problemas, mas
nunca dejarn de repetirse y jams tendrn una solucin final.
La vida es una rueda que gira mecnicamente
agradables y desagradables, siempre recurrente.
con
todas
las
circunstancias
Cuando estos yoes son decapitados y desintegrados, sentimos un gran alivio, una
gran dicha.
CAPITULO XXII
RETORNO Y RECURRENCIA
Un hombre es lo que su vida: si un
perdiendo el tiempo miserablemente.
hombre no trabaja
en
su propia vida,
nuestro
interior
est
cargamos,
del
en
el
espacio
que
servimos
de
vehculos
de
humana
exactsima
en
este
repeticin,
sentido
parece
recurrentes
un
carro
existencias
arrastrado
que
nunca
por
se
En modo alguno podran repetirse las comedias, dramas y tragedias de la vida sobre
la pantalla de la existencia, sino existiesen actores.
Los actores de todas estas escenas son los yoes que en nuestro interior cargamos y
que vienen de antiguas existencias.
50
de
la
ira,
las
escenas
trgicas
de
la
glotonera,
Como quiera que estos mltiples yoes se procesan lamentablemente en los distintos
niveles del ser, se hace necesario conocer sus causas, su origen y los
procedimientos Crsticos que finalmente habrn de conducirnos a la muerte del m
mismo y a la liberacin final.
Estudiar al Cristo ntimo, estudiar el esoterismo Crstico es bsico cuando se
trata de provocar en nosotros un cambio radical y definitivo; esto es lo que
estudiaremos en prximos captulos.
CAPITULO XXIII
EL CRISTO INTIMO
Cristo es el Fuego del Fuego, la Llama de la Llama, la Signatura Astral del Fuego.
Sobre la Cruz del Mrtir del Calvario est definido el Misterio del Cristo con una
sola palabra que consta de cuatro letras: INRI. Ignis Natura Renovatur Integram. El Fuego Renueva Incesantemente la Naturaleza.
El Advenimiento del Cristo en el corazn del hombre, nos transforma radicalmente.
Cristo es el LOGOS SOLAR, Unidad Mltiple perfecta. Cristo es la vida que palpita
en el universo entero, es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre ser.
Mucho se ha dicho sobre el Drama Csmico; incuestionablemente este Drama est
formado por los cuatro evangelios.
Se nos ha dicho que el Drama Csmico fue trado por los Elohim a la tierra; el
Gran Seor de la Atlntida represent este drama en Carne y Hueso.
El Gran KABIR JESS tambin hubo de representar el mismo Drama Pblicamente en la
Tierra Santa.
Aunque Cristo nazca mil veces en Belem, de nada sirve si no nace en nuestro
corazn tambin.
Aunque hubiese Muerto y resucitado al tercer da de entre los muertos, de nada
sirve eso si no muere y resucita en nosotros tambin.
Tratar de descubrir la naturaleza y la esencia del fuego es tratar de descubrir a
Dios, cuya presencia real siempre se ha revelado bajo la apariencia gnea.
La zarza ardiente (xodo, III, 2) y el incendio del Sina a raz del otorgamiento
51
del Declogo (xodo, XIX, 18): son dos manifestaciones por las que Dios apareci a
Moiss.
Bajo la figura de un ser de Jaspe y Sardnico de color de llama, sentado en un
Trono incandescente y fulgurante, San Juan describe al dueo del Universo.
(Apocalipsis, IV, 3,5). "Nuestro Dios es un Fuego Devorador", escribe San Pablo en
su Epstola a los Hebreos.
El Cristo ntimo, el Fuego Celestial, debe nacer en nosotros y nace en realidad
cuando hemos avanzado bastante en el trabajo Psicolgico.
El Cristo ntimo debe eliminar de
causas de error; los YOES CAUSAS.
nuestra
Naturaleza
Psicolgica,
las
mismas
No sera posible la disolucin de las causas del EGO en tanto el Cristo Intimo no
haya nacido en nosotros.
El fuego viviente y Filosofal, el Cristo ntimo, es el Fuego del Fuego, lo puro de
lo puro.
El Fuego nos envuelve y nos baa por todas partes, viene a nosotros por el aire,
por el agua y por la misma tierra que son conservadores y sus diversos vehculos.
El Fuego Celestial debe cristalizar en nosotros, es el Cristo intimo, nuestro
Salvador interior profundo.
El Seor Intimo debe hacerse cargo de toda nuestra Psiquis de los Cinco Cilindros
de la mquina Orgnica; de todos nuestros procesos Mentales, Emocionales, Motores,
Instintivos Sexuales.
CAPITULO XXIV
TRABAJO CRSTICO
El Cristo ntimo surge interiormente en el trabajo relacionado con la disolucin
del Yo Psicolgico.
Obviamente El Cristo interior solo adviene en el
esfuerzos intencionales y padecimientos voluntarios.
momento
cumbre
de
nuestros
cambio
que
el
iniciado
del
iniciado;
realizare
es
quieren
clasificado
que
de
ste
contine
inmediato
como
Mirando las cosas desde este ngulo a la luz del trabajo Crstico, podemos
evidenciar claramente la ineficacia de los diversos cdigos de moral que en el
mundo se han escrito.
Incuestionablemente El Cristo manifiesto y, sin embargo, oculto en el corazn del
hombre real; al hacerse cargo de nuestros diversos estados psicolgicos, siendo
desconocido para las gentes es de hecho calificado como cruel, inmoral y perverso.
Resulta paradjico que las gentes adoren al Cristo y, sin embargo, le acomoden tan
horripilantes calificativos.
Obviamente las gentes inconscientes y dormidas solo quieren un Cristo histrico,
antropomrfico, de estatuas y dogmas inquebrantables, al cual puedan acomodar
fcilmente todos sus cdigos de moral torpe y rancia y todos sus prejuicios y
condiciones.
53
Las gentes no pueden concebir jams al Cristo Intimo en el corazn del hombre; las
multitudes solo adoran al cristo estatua y eso es todo.
Cuando uno habla a las multitudes, cuando uno les declara el crudo realismo del
Cristo revolucionario; del Cristo rojo, del Cristo rebelde, de inmediato recibe
calificativos como los siguientes: blasfemo, hereje, malvado, profanador,
sacrlego, etc.
As
son
las
multitudes,
siempre
inconscientes;
siempre
dormidas.
Ahora
comprenderemos porqu el Cristo crucificado en el Glgota exclama con todas las
fuerzas de su alma: Padre mo perdnalos porque no saben lo que hacen!
El Cristo en s mismo siendo uno, aparece como muchos; por eso se ha dicho que es
unidad mltiple perfecta. Al que sabe, la palabra da poder; nadie la pronunci,
nadie la pronunciar, sino solamente aquel que LO TIENE ENCARNADO.
Encarnarlo es lo fundamental en el trabajo avanzado del Yo pluralizado.
El seor de perfeccin trabaja en nosotros
conscientemente en el trabajo sobre s mismos.
medida
que
nos
esforzamos
Resulta espantosamente doloroso el trabajo que el Cristo Intimo tiene que realizar
dentro de nuestra propia psiquis.
En verdad que nuestro Maestro interior debe vivir todo su va crucis en el fondo
mismo de nuestra propia alma.
Escrito est: "A Dios rogando y con el mazo dando". Tambin est escrito: "Aydate
que yo te ayudar".
Suplicar a la divina Madre Kundalini es fundamental cuando se trata de disolver
agregados psquicos indeseables, empero el Cristo Intimo en los trasfondos ms
profundos
del
m
mismo,
opera
sabiamente
de
acuerdo
con
las
propias
responsabilidades que l hecha sobre sus hombros.
CAPITULO XXV
EL DIFCIL CAMINO
Incuestionablemente existe un lado oscuro de nosotros mismos que no conocemos o no
aceptamos; debemos llevar la luz de la conciencia a ese lado tenebroso de s
mismos.
Todo el objeto de nuestros estudios Gnsticos es hacer que el conocimiento de s
mismos se tome ms consciente.
Cuando se tienen muchas cosas en uno mismo que no se conocen ni se aceptan,
entonces tales cosas nos complican la vida espantosamente y provocan en verdad
toda suerte de situaciones que podran ser evitadas mediante el conocimiento de
s.
Lo peor de todo esto es que proyectamos ese lado desconocido e inconsciente de s
mismos en otras personas y entonces lo vemos en ellas.
Por ejemplo: las vemos como si fuesen embusteras, infieles, mezquinas, etc., en
relacin con lo que cargamos en nuestro interior.
La Gnosis dice sobre este particular, que vivimos en una parte muy pequea de
nosotros mismos. Significa ello que nuestra conciencia se extiende solo a una
parte muy reducida de nosotros mismos.
La idea del trabajo esotrico Gnstico es la de ampliar claramente nuestra propia
conciencia.
Indubitablemente en tanto no estemos bien relacionados consigo mismos, tampoco
estaremos bien relacionados con los dems y el resultado sern conflictos de toda
54
especie.
Es indispensable llegar a ser muchsimo
mediante una directa observacin de s.
ms
conscientes
para
consigo
mismos
Una regla Gnstica general en el trabajo esotrico Gnstico, es que cuando no nos
entendemos con alguna persona, se puede tener la seguridad de que sta es la cosa
misma contra la cual es preciso trabajar sobre si mismo.
Lo que se critica tanto en los otros es algo que descansa en el lado oscuro de uno
mismo y que no se conoce, ni se quiere reconocer.
Cuando estamos en tal condicin el lado oscuro de nosotros mismos es muy grande,
pero cuando la luz de la observacin de s ilumina ese lado oscuro, la conciencia
se acrecienta mediante el conocimiento de s.
Esta es la Senda del Filo de la Navaja, ms amarga que la hiel, muchos la inician,
muy raros son los que llegan a la meta.
As como la Luna tiene un lado oculto que no se ve, un lado desconocido, as
tambin sucede con la Luna Psicolgica que cargamos en nuestro interior.
Obviamente tal Luna Psicolgica est formada por el Ego, el Yo, el M Mismo, el S
mismo.
En esta luna psicolgica cargamos elementos inhumanos que espantan, que horrorizan
y que en modo alguno aceptaramos tener.
Cruel camino es este de la AUTO-REALIZACIN INTIMA DEL SER, Cuntos precipicios!,
Qu pasos tan difciles!, Qu laberintos tan horribles!.
A veces el camino interior despus de muchas vueltas y revueltas, subidas
horripilantes y peligrossimas bajadas, se pierde en desiertos de arena, no se
sabe por donde sigue y ni un rayo de luz te ilumina.
Senda llena de peligros por dentro y por fuera; camino de misterios indecibles,
donde solo sopla un hlito de muerte.
En este camino interior cuando uno cree que va muy bien, en realidad va muy mal.
En este camino interior cuando uno cree que va muy mal, sucede que marcha muy
bien.
En este camino secreto existen instantes en que uno ya ni sabe que es lo bueno ni
que es lo malo.
Lo que normalmente se prohbe, a veces resulta que es lo justo; as es el camino
interior.
Todos los Cdigos morales en el camino interior salen sobrando; una bella mxima o
un hermoso precepto moral, en determinados momentos puede convertirse en un
obstculo muy serio para la Auto-Realizacin ntima del Ser.
Afortunadamente el Cristo Intimo desde el mismo fondo de nuestro Ser trabaja
intensivamente, sufre, llora, desintegra elementos peligrossimos que en nuestro
interior llevamos.
El Cristo nace como un nio en el corazn del hombre pero a medida que va
eliminando los elementos indeseables que llevamos dentro, va creciendo poco a poco
hasta convertirse en un hombre completo.
CAPITULO XXVI
LOS TRES TRAIDORES
En
el
trabajo
interior
profundo,
dentro
55
del
terreno
de
la
estricta
auto-
observacin
csmico.
psicolgica,
hemos
de
vivenciar
en
forma
directa
todo
el
drama
siempre
secretamente
en
las
No es pues, el drama csmico propiedad del Gran Kabir Jess como suponen siempre
los ignorantes ilustrados.
Los Iniciados de todas las edades, los Maestros de todos los siglos, han tenido
que vivir el drama csmico dentro de s mismos, aqu y ahora.
Empero, Jess el Gran Kabir tuvo el valor de representar tal drama intimo
pblicamente, en la calle y a la luz del da, para abrir el sentido de la
iniciacin a todos los seres humanos, sin diferencias de raza, sexo, casta o
color.
Es maravilloso que halla alguien que en forma pblica enseare el drama ntimo a
todos los pueblos de la tierra.
El Cristo Intimo no siendo un lujurioso
elementos psicolgicos de la lujuria.
tiene
que
eliminar
de
mismo
los
El Cristo Intimo siendo en s mismo paz y amor debe eliminar de s mismo los
elementos indeseables de la ira.
El Cristo Intimo no siendo un codicioso debe eliminar de s mismo los elementos
indeseables de la codicia.
El Cristo Intimo no siendo envidioso debe eliminar de si mismo los agregados
squicos de la envidia.
El Cristo Intimo siendo humildad perfecta, modestia infinita, sencillez absoluta,
debe eliminar de s mismo los asqueantes elementos del orgullo, de la vanidad, del
engreimiento.
El Cristo Intimo, la palabra, el Logos Creador viviendo siempre en constante
actividad tiene que eliminar en nuestro interior, en s mismo y por s mismo los
elementos indeseables de la inercia, de la pereza, del estancamiento.
El Seor de Perfeccin acostumbrado a todos los ayunos, templado, jams amigo de
borracheras y de grandes banqueteos tiene que eliminar de s mismo los abominables
elementos de la gula.
Extraa simbiosis la del Cristo-Jess; el Cristo-Hombre; rara mezcla de lo divino
y de lo humano de lo perfecto y de lo imperfecto; prueba siempre constante para el
Logos.
Lo ms interesante de todo esto es que el Cristo secreto es siempre un triunfador;
alguien que vence constantemente a las tinieblas; alguien que elimina a las
56
hacen
sufrir
secretamente
al
adorable
seor
Intimo
sin
Pilatos le hace poner corona de espinas en sus sienes, los malvados yoes lo
flagelan, le insultan, le maldicen en el espacio psicolgico ntimo sin piedad de
ninguna especie.
CAPITULO XXVII
LOS YOES CAUSAS
Los mltiples elementos subjetivos que constituyen el ego tienen races causales.
Los yoes causas estn vinculados a las leyes de Causa y Efecto. Obviamente no
puede existir causa sin efecto, ni efecto sin causa; esto es incuestionable,
indubitable.
Sera inconcebible la eliminacin de los diversos elementos inhumanos que en
nuestro interior cargamos sino eliminramos radicalmente las causas intrnsecas de
nuestros defectos psicolgicos.
Obviamente los yoes causas se hallan ntimamente asociados a determinadas deudas
Krmicas.
Solo el arrepentimiento ms profundo y los respectivos negocios con los seores de
la ley, pueden darnos la dicha de lograr la desintegracin de todos esos elementos
causales que en una u otra forma pueden conducirnos a la eliminacin definitiva de
los elementos indeseables.
Las causas intrnsecas de nuestros errores, ciertamente pueden ser erradicadas de
s mismos gracias a los eficientes trabajos del Cristo Intimo.
57
CAPITULO XXVIII
EL SUPERHOMBRE
Un Cdigo de Anahuac ha dicho: "Los Dioses crearon a los hombres de madera y
despus de haberlos creado los fusionaron con la divinidad"; ms luego aade: "No
todos los hombres logran integrarse con la divinidad".
Incuestionablemente lo primero que se necesita es crear al hombre antes de poder
integrarlo con lo real.
58
CAPITULO XXIX
EL SANTO GRIAL
El Santo Grial resplandece en la noche profunda de todas las edades. Los
Caballeros de la Edad Media en la poca de las Cruzadas buscaron intilmente el
Santo Grial en la tierra Santa ms no le hallaron.
Cuando Abraham el Profeta volva de la guerra contra los reyes de Sodoma y de
Gomorra, dicen que encontr a Melquisedec el Genio de la Tierra. Ciertamente ese
Gran Ser viva en una fortaleza ubicada exactamente en aquel lugar donde ms tarde
se edific a Jerusalem, la ciudad querida de los Profetas.
Dice la leyenda de los siglos y esto lo saben los divinos y los humanos, que
Abraham celebr la Uncin Gnstica con el compartimiento del pan y del vino en
presencia de Melquisedec.
No est dems afirmar que entonces Abraham entreg a Melquisedec los diezmos y
primicias tal como est escrito en el Libro de la Ley.
Abraham recibi de manos de Melquisedec el Santo Grial; mucho ms tarde en el
tiempo esta copa fue a dar en el templo de Jerusalem.
No hay duda de que la Reina de Saba sirvi de mediadora para este hecho. Ella se
present ante Salomn Rey con el Santo Grial y despus de someterle a rigurosas
pruebas le hizo entrega de tan preciada joya.
El Gran Kabir Jess bebi en esa copa en la ceremonia sagrada de la ltima cena
tal como est escrito en los Cuatro Evangelios.
Jos de Arimatea llen el Cliz con la sangre que manaba de las heridas del
60
Romana
allan
la
morada
del
citado
Senador
no
hall
esta
El Senador Romano no solo escondi la tan preciosa joya sino que, adems, junto
con ella guard bajo tierra la lanza de Longibus con la cual el centurin Romano
hiriera el costado del Seor.
Jos de Arimatea fue encerrado en una horrible prisin por no haber querido
entregar el Santo Grial.
Cuando el citado Senador sali de la crcel se march para Roma portando el Santo
Grial.
Al llegar a Roma Jos de Arimatea encontr la persecucin de Nern contra los
Cristianos y se fue por las orillas del Mediterrneo.
Una noche en sueos se te apareci un ngel y le dijo: "Este cliz tiene un gran
poder porque en l se encuentra la sangre del Redentor del Mundo." Jos de
Arimatea obedeciendo rdenes del ngel enterr tal cliz en un templo ubicado en
Montserrat, Catalua, Espaa.
Con el tiempo tal cliz se hizo invisible junto con el templo y parte de la
montaa.
El Santo Grial es el vaso de Hermes, la copa de Salomn, la urna preciosa de todos
los templos de misterios.
En el Arca de la alianza no faltaba nunca el Santo Grial en la forma de la copa o
gomor, dentro de la cual se hallaba depositado el man del desierto.
El Santo Grial categoriza en forma enftica al YONI femenino, dentro de esta santa
copa est el nctar de la inmortalidad, el Soma de los msticos, la suprema bebida
de los Dioses Santos.
El Cristo Rojo bebe del Santo Grial en la hora suprema de la Cristificacin, as
est escrito en el Evangelio del Seor.
Nunca falta el Santo Grial en el altar del templo. Obviamente el Sacerdote debe
beber el vino de la luz en la Copa Santa.
Sera absurdo suponer un templo de misterios dentro del cual faltara la bendita
copa de todas las edades.
Esto viene a recordarnos a Ginebra La Reina de los Jinas aquella que a Lanzarote
escanciara el vino en las copas delicias de SUFRA y de MANTI.
Los Dioses inmortales se alimentan con la bebida contenida en la Copa Santa;
aquellos que odian a la Bendita Copa, blasfeman contra el espritu santo.
El Sper-hombre debe alimentarse con el nctar de la inmortalidad contenido en el
cliz divinal del templo.
Transmutacin de la energa creadora es fundamental cuando se quiere beber en el
Vaso Santo.
El Cristo Rojo siempre revolucionario, siempre rebelde, siempre heroico, siempre
triunfante, brinda por los Dioses bebiendo en el cliz de oro.
Levantad bien vuestra copa y cuidad de verter ni siquiera una gota del precioso
vino.
Recordad que nuestro lema divisa es THELEMA (voluntad).
Del fondo del cliz -simblica figura del rgano sexual femenino-, brotan llamas
que resplandecen en el rostro encendido del Sper-Hombre.
61
qumica,
de
hecho
se
Todo lo que aqu hemos escrito encuentra plena documentacin en mi libro titulado
El Matrimonio Perfecto.
<hasta aqu el texto digitalizado>
El texto precedente es copia ntegra de la primera edicin Colombiana de 1975 del libro del maestro Samael Aun Weor titulado La Gran Rebelin. La
presente edicin digital se termin de preparar el 26 de Julio de 2003 a las 17:26 horas (fecha y hora de ltima modificacin) para ser publicada en el sitio
web: www.gnosis2002.com (mirror en: http://www.iespana.es/gnosis2002). Los autores del sitio web respondemos ante las jerarquas y ante los hombres
de la autenticidad e integridad de esta obra. Los nicos cambios introducidos por nosotros en la digitalizacin de las obras del maestro son: La acentuacin
de las Maysculas, cambio de usos anglosajones de signos de interrogacin y admiracin a la norma ortogrfica del Espaol, correccin de faltas
ortogrficas excepto voces tpicas de la regin, y excepcionalmente de erratas comprobadas de la edicin en papel. Ante cualquier duda, en nuestra pgina
publicamos amplia documentacin del proceso de digitalizacin de cada libro y sus circunstancias particulares. Si piensa que el texto que ha llegado a sus
manos pudiese estar alterado, en nuestra web puede descargar una copia fiable. Todas las descargas son gratuitas.
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I - LA VIDA
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II - LA CRUDA REALIDAD DE LOS HECHOS
III - LA FELICIDAD
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IV - LA LIBERTAD
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V - LA LEY DEL PNDULO
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VI - CONCEPTO Y REALIDAD .
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VII - LA DIALCTICA DE LA CONCIENCIA
VIII - LA JERGA CIENTIFICISTA
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XIX - EL ANTICRISTO .
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X - EL YO PSICOLGICO
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XI - LAS TINIEBLAS
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XII - LAS TRES MENTES .
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XIII - MEMORIA-TRABAJO
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XIV - COMPRENSIN CREADORA
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XV - LA KUNDALINI
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XVI - NORMAS INTELECTUALES
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XVII - EL CUCHILLO DE LA CONCIENCIA
XVIII - EL PAS PSICOLGICO .
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XIX - LAS DROGAS
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XX INQUIETUDES
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XXI - MEDITACIN
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XXII - RETORNO Y RECURRENCIA
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XXIII - EL CRISTO NTIMO
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XXIV - TRABAJO CRSTICO
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XXV - EL DIFCIL CAMINO
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XXVI - LO TRES TRAIDORES
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XXVII - LOS YOES CAUSAS
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XXVIII - EL SUPERHOMBRE
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XXIX - EL SANTO GRIAL .
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49
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55
57
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60
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63