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Analogia de Español

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La hormiga Antonia

Moiss Miranda
Colombia
Nadie sabe lo que sucede en un hormiguero, claro! ninguno se toma el trabajo de
hacerlo. Yo les voy a contar una historia real.
rase una vez en un hormiguero viva una pequea hormiguita, muy valiente y
llena de virtudes, hermosa e inteligente, pero, a diferencia de las dems, esta no
quera ser obrera, pues, todas las de su clase tenan que ser obreras.
Su padre como siempre, la apoyaba en todo y por fin pudo lograr lo que quera,
pronto ya se encontraba en los talleres y en las aulas enseando todo su
conocimiento, en artes, sistema de recoleccin de alimento y la defensa del
hormiguero.
Pero todas las cosas cambian y aquel hormiguero cada da creca ms y ms y el
desarrollo era evidente.
Con el crecimiento y desarrollo llego la tecnologa y lo que para muchos
aumentara el progreso y la modernizacin, lo cierto fue que solo trajo el ocio, el
juego y ya casi no cumplan con su labor.
Todo el tiempo se la pasaban en el computador en los aparatos de videojuegos
escuchando msica y chateando.
El caos era total ya ni queran escribir. Y la principal labor de toda hormiga no se
realizaba. Como la gran maestra que era decidi dar ejemplo a sus hermanas, as
que volvi a la recoleccin. Todos la observaban pero nadie se interesaba en
seguirla.
Todos los das sala a su labor con el entusiasmo tal vez con la esperanza que
alguien se motivara, pero todo era en vano. Aquella tarde, de regreso al
hormiguero sinti la carga ms pesada que nunca, se sent a la orilla del camino
debajo de una hoja.
La brisa fresca con olor a hierba mojada por la lluvia y el agradable olor del jobo
maduro que acariciaba su rostro, le hizo retroceder su mente al pasado, comenz
a recordar sus tiempos en la escuela cuando su maestra lineros le enseaba que
donde no haba nada siempre se inventaba algo, qu tiempos aquellos! Susurro,
la escuela no era gran cosa y lo que haba era muy poco. Por esa razn la
maestra lineros siempre hablaba del inters y esfuerzo, nunca se rindi y siempre
enseaba que la constancia daba frutos no haba que desmayar.
-s! As es dijo alzando la voz, tomo su carga al hombro y retomo su camino ya
casi no poda caminar, sus hermanos al verla bajaron la cabeza, pero nadie se
movi de su lugar la miraron lentamente y la siguieron con la mirada hasta que
entro al hormiguero.

En el rostro de cada una de ellas se dibujaba una profunda tristeza, pero todo
segua igual, nadie se mova para nada.
En el camino pensaba todo sera distinto si no le habran dado mal uso a la
tecnologa, en una sociedad donde todas trabajan y donde el trabajo es la principal
funcin, algo bueno traera la tecnologa, pero aqu parece que no funciono.
Llego a su casa, llevo la carga al almacn y muy cansada entr a su habitacin se
acost sobre su cama, boca abajo le dola todo el cuerpo, decidi no salir ms, se
sent en el borde de la cama con la mirada fija recorriendo las paredes de su
habitacin hermosamente adornada, tena rato que no observaba su dormitorio
Se levant y se sent delante del espejo, se espant tanto al ver aquel rostro
esqueltico y desvencijado: -que horror pens
De repente una lagrima broto de sus ojos, estaba temblando y como pudo volvi a
su cama se acost mirando hacia el techo con sus hermosos ojos negros.
Al volver a su rostro a la derecha pudo ver una foto de ella con su familia
era hermosa.
Una sonrisa se dibuj en sus labios y cerro sus ojos, los cuales jams volvi a
abrir. La noche pas tan rpido y todos se preguntaban por Antonia, pues, no
haba salido temprano como era su costumbre, su madre al tocar la puerta se
abri. Antonia estaba acostada sobre la cama, sonriente y con la foto entre sus
brazos la huella de las lgrimas se dibuj en sus mejillas.
-Antonia! La llam su madre, pero no responda, se acerc a la cama y al tocarla
estaba fra y rgidaya haba muerto la noticia pronto recorri por todo el
hormiguero, la reina declaro tres das de duelo en honor a Antonia.
Sus hermanos llenos de tristeza y dolor lloraron amargamente y como homenaje a
su hermana dejaron el ocio y retomaron sus labores, pronto volvi a crecer aquel
Hormiguero, la prosperidad volvi y las escuelas le dieron un cambio al uso de la
tecnologa, no todo lo nuevo es malo, malo es no saber usarlo.
El recuerdo y encanto de Antonia quedo grabado para siempre.

La sirena azul
Antonio Ramos Maldonado
Colombia
Un medio da el viejo Miguel se asom en la abertura del rbol donde l viva y vio
unas criaturas metidas en los pozos removiendo las plantas acuticas. No
sabiendo de qu se trataba, pens en la existencia de alguna nueva especie
surgida en medio de las inmediaciones vivas de los elementos mticos actuando
independientemente de los preceptos de Alas El Volador, Hunab Ku, y otros seres
celestiales; se preguntaba l mismo por estas clases de animales que no
aparecan en los registros de su conciencia.
Vea las criaturas de lomo azul plateado entrando y saliendo de debajo de la
taruya y las otras plantas acuticas; podra tratarse de alguna especie de
hipoptamo o dantas, lleg a pensar; o si no se tratara nuevamente de esa
creacin mgica y terminante experimentada por los hombres del clan del loro, los
ocultos bajo plumas verdes y azules, hijos de Hunab Ku, el nico dios; los hijos del
maz, los hombres maz con su tesoro o guaca, los hombres guaca-maya, los
guaca-lao, los poporeros, los del Popol Vuh..., los hombres del agua, los yaguas
de Unamarai; podra tratarse de esa otra bestia del agua, esa especie surgida por
encanto de entre las plantas acuticas y el agua misma de las lagunas
encantadas...; de ese cuadrpedo hembra aparecido en los jageyes comiendo
taruya y bejucos de agua y a ratos sala a caminar sobre suelo firme; si no sera
sa, la yegua, se deca.
Al estar cerca se dio cuenta que se trataba de hombres, pues los oy conversando
durante la faena de pesca, cuando hundan las manos bajo las plantas de agua
para buscar animales. Eran cuatro. Ellos, al percibir su presencia, lo saludaron sin
sorprenderse. En la orilla de la ensenada, sobre la playa, haba un par de bagres
grandes, algunas tortugas y una sirena azul con los brazos atados con cuerdas
por detrs del cuerpo; sus ojos eran de un azul profundo; la cabellera rubia. Frente
a semejante belleza pens: Caramba, quien hizo este rostro es un artista. Por
pura curiosidad la empuj con la punta del pie, y ella le mostr los dientes, en un
comportamiento agresivo. Sin embargo l intent calmarla con un saludo, mas
sta volvi a responderle con un gruido. Los pescadores le advirtieron: No se
acerque mucho a ese animal; muerde como perro; tampoco se confe demasiado
al verla as moribunda; las sirenas son resistentes para morir, tanto como las
iguanas y las hicoteas. l nunca haba visto tan de cerca una sirena; stas, al
percibir algo extrao, se lanzaban al agua, en un comportamiento caracterstico de
las tortugas. Los hombres le preguntaron si l tambin era pescador; si lo era,
deba entrar al agua; aqu en estos pozos haba animales carnudos, entre los
cuales se hallaban los bagres, parecidos a cerdos; y mojarras enormes y otras

cosas compuestas de pura carne. l dijo tenerle miedo al agua; en caso de


pescar, sera desde la orilla, con anzuelos; en esos pozos l haba visto
cucarachas gigantes; las haba visto comindose un burro en cuestin de
minutos.
Buscando relacionarse con otras personas a fin de deshacerse por un tiempo de la
soledad, los pescadores se acercaron a l, dicindole: Usted tiene cara de
pescador; se parece a un viejo de nuestro poblado. En esos momentos la sirena
ejecut unos movimientos bruscos y emiti un ruido de puerco. Otro de los
pescadores dijo: Vamos a despedazarla de una vez, se puede envenenar. Y
explic que, con la rabia, la sirena iba soltando un veneno; la carne se le pona
negra y, naturalmente, era necesario botarla. Con el pie, otro de los pescadores la
empuj, tratando de voltearla. Al quedar completamente boca arriba, la sirena
lanz un gruido y mostr unos dientes afilados, parecidos a los dientes de los
tiburones. El hombre dijo: Est criando; tiene los pechos llenos de leche, y con el
mismo pie le presion uno de los pechos, de donde sali un lquido amarillento.
Es el calostro, dijo el de la rula. Teniendo un anlisis de la situacin, el viejo
expres: No deben matarla; est criando; deben soltarla. El pescador respondi
liberarla si le pagaban su valor. No es fcil atrapar un animal de stos; se expone
uno a perder un brazo de un mordisco, o una pierna; tienen una fuerza terrible en
las mandbulas. Y siguiendo los impulsos de su sentencia descarg el machetazo
en la lnea divisoria entre la parte humana y la de pez. Por la boca, la criatura dej
escapar un grito de dolor, mientras la cola se sacuda en su intento por retener la
vida o tal vez reclamando el torso. El corte haba sido parejo, sin desgarros,
semejante al de la mortadela, deca. Otro de los pescadores tir al agua el torso,
ste an temblaba y de cuyas entraas sala en abundancia la sangre; all flot por
varios minutos, tiempo durante el cual ella quiso decir algo, pero ninguno de los
pescadores le entendi, y cuando se pens en su recuperacin pues estuvo
ayudndose con los brazos, un animal la hal por debajo con fuerza, hundindola
en medio de sacudidas bruscas y de un remolino de sangre unido a la corriente.
Otro de los pescadores abri en pencas el resto del cuerpo, luego de quitarle las
escamas. Parte de la carne fue expuesta al sol, la otra se tir en las brasas. Ese
da el viejo prob la carne de sirena, cuyo sabor no se diferenciaba de las otras
carnes de pescado. Comi varias veces, y estuvo all hasta por la tarde, cuando
los pescadores recogieron todas sus cosas: las tortugas, los peces, los aparejos
de pesca, y se marcharon con todos estos cachivaches sobre los hombros. A uno
de ellos se le oy decir que ellos tenan un rancho ms adelante. A la hora de
recoger sus pertenencias, se olvidaron de tomar un par de ollas, una sartn y un
jarro de peltre. El viejo estuvo observando los utensilios debajo de un arbusto, sin
embargo no dijo nada. Al perderse los pescadores en la distancia, recogi los
corotos y se los trajo para la cueva del rbol donde l viva.

Maya
Omat
Mxico
Una ciudad pintada d colores al sur de Mxico, una de las ciudades ms
calurosas, bonitas y armoniosas del pas, cuenta con alrededor de 100 pueblitos,
unos de los ms bonitos que he visto. Cada uno muy diferentes a los otros con un
aroma muy particular y los mejores paisajes que puedes encontrar, uno en
especial llamado Piste, las noches eran frescas, el sonido de los grillos
retumbaban gran parte del pueblo, el viento mova las ramas altas y largas de la
ceiba, aquel pueblo era mgico, en l vive una familia conformada por una seora
llamada Celia, Don Jorge era el orgulloso padre de 2 nios los cuales tenan 11 y
13 aos, ellos eran muy traviesos y disfrutaban andar por el monte entre las
ceibas y las almendras recogiendo los frutos, jugando con ramas y escuchando
como suenan sus pasos al pisar las hojas secas, ellos disfrutaban las historias que
les contaba su mama al anochecer, aunque casi todas las veces se dorman antes
de que termine. Un da nublado con mucho viento, las nubes llenas de agua, los
nios jugaban en el monte como siempre pero esta vez se adentraron mucho ms,
empezaron a subir y bajar rboles, corriendo entre los arbustos sin darse cuenta
que ya estaban lejos de casa, ellos jugando vigorosamente empezaron a cavar
con piedras y palos como herramientas la tierra hmeda del monte sin percatarse
que la tierra estaba hueca, era tanta la enjundia con la que jugaban que se
desfondo y cayeron unos 2 metros dentro de una cueva, los nios golpeados y
sucios llenos de lodo se incorporaron un poco asustados y desconcertados por el
golpe, se dieron cuenta que estaban en un antiguo camino por lo adornado de las
avenidas y los detalles en piedra, las paredes pintadas con colores rupestres e
incrustaciones de jade y piedras preciosas, ellos estaban muy asustados pero
tambin intrigados, decidieron caminar unos metros ms dentro de la gruta,
grande fue su sorpresa al darse cuenta que la gruta creca convirtindose en
amplias terrazas con montculos de piedras y edificios de una civilizacin
obviamente daadas por el paso del tiempo, los nios sorprendidos empezaron a
recorrer cada parte de las terrazas.
Jaime el mayor de los hermanos era el que tena ms inters por todo lo que
tenga que ver con pirmides y ruinas, decidi investigar lo que estaba observando
dentro la gruta, empez a darse cuenta que haban piedras con formas humanas
con detalle en verde y rojo, por otro lado, Jorge se encontr con un hundimiento
lleno de agua la cual brillaba al reflejarse la luz del sol, las aguas del cenote eran
de un color azul turquesa que embrujaban y gran parte del agua estaba cubierta
con lirios marinos, Jorge decidi remojar los pies en la orilla del cenote pero se da

cuenta que en esa parte no tena gran profundidad contrabajo le llegaba el agua
abajo de las rodillas, por momentos olvidaban que estaban perdidos y pareca que
disfrutaban el momento, sumerge las dos manos en el agua fra del cenote, su
sorpresa se convirti en un profundo miedo cuando siente que lo primero que toco
dentro del agua fueron huesos, quera correr pero no saba hacia donde, empez
a gritar despavoridamente el nombre de su hermano, Jaime escucho el grito
desesperado, que decidi ir a donde estaba Jorge, ya juntos deciden pasar la
noche dentro de una pirmide que por cierto estaba llena de murcilagos, como
pudieron limpiaron la pirmide, trataban de dormir pero el aire cantaba en una
forma espeluznante, la espesa oscuridad iluminaba la noche con un silencio que
era interrumpido por ruidos del monte, Jaime consolaba a su hermanito aunque el
tambin senta mucho miedo, los minutos no pasaban, los ruidos se hacan con
ms frecuencia, cualquier movimiento era motivo de un gran susto no se dieron
cuenta pero el sueo empez a vencerlos. Al amanecer el sol decidi levantarlos
con sus calurosos brazos, los pjaros parecan que cantaban en sus odos, Jaime
y Jorge cansados deciden ponerse de pie y tratar de regresar a casa pero se dan
cuenta que no va a ser nada fcil ya que al estar conociendo la antigua ciudad se
alejaron y no tienen la menor idea por donde salir, la maana es muy calurosa,
Jaime y Jorge mueren de hambre y de sed, Jorge le dice a Jaime que el cenote
puede ser su nica fuente de vida puesto que ah pueden consumir agua y
tambin hay una gran variedad de peces, Jaime casi deshidratado decide que es
una buena idea, van los dos juntos hacia el cenote que estaba a unos cuantos
metros de ah, llegan al cenote y beben hasta saciar su sed, luego se dirigen hacia
donde supuestamente ellos creen que esta la salida pero lo que encuentran son
ms extensiones del camino, donde desde lejos se puede apreciar ms vestigios
de una gran civilizacin, a los costados del camino se puede observar como la
selva est intacta, espesa y colorida, haban muchos pjaros que al menos ellos
nunca haban visto, con plumas tornasol y colores muy vivos, pequeos simios
con colores marrones, Jorge estaba encantado con tantos animales que al estar
jugando con un primate se desva del camino donde estaba con su hermano y se
pierde, Jaime empieza a preocuparse por no saber dnde est su hermanito,
empieza a avanzar dentro del nuevo camino sin saber que est yendo en sentido
contrario a Jorge, Jaime continua el camino que es extremadamente largo hasta
que llega a una pirmide muy grande lo que el supone que es la pirmide principal
para todo esto ya estaba empezando a atardecer, el clima cambiaba y se dejaba
sentir el viento, empezaban a cantar los grillos y toda clase de animales nocturnos.
Por su parte Jorge sabe que est perdido y que al menos no iba a encontrar a su
hermano pronto, tomo la decisin de pasar la noche cerca del cenote ya que ah
fue la ltima vez que vio con su hermano y de alguna manera el regresara por l.
El cenote tena un rbol espeso que le proporcionaba cobijo y se cubra con hojas
para no sentir frio, la noche entraba y con l tambin llegaba el pnico por que
Jorge estaba solo, la oscuridad lo invada, senta que los arboles cobraban vida y
que silbaban al comps del viento, el agua del cenote ondeaba tanto que pareca
que las personas muertas rasgaban desde a dentro. Jaime un poco ms tranquilo
trata de dormir pero la preocupacin de no estar con su hermano no lo deja en
paz, al poco tiempo por fin puede descansar pero tiene un sueo muy lcido
donde alguien le dice "donde tu estas parado, va a hacer muy significativo, fuimos

y seremos un pueblo mstico, misterioso e importante" el, despierta asustado y


sudando de nervios. Jorge a pesar de estar muy inquieto por la oscuridad y los
ruidos por fin pudo dormir un poco. La maana siguiente Jaime decide regresar
por el mismo camino por donde llego para rencontrarse con su hermanito, en el
camino recoge piedras brillantes que le llamaron la atencin y las mete a su bolsa,
decide continuar con su largo camino hasta que encuentra una brecha que le hace
dudar si por ah cayeron pero no puede irse sin su hermanito, as que corre hacia
el cenote y por fin se rencuentra con Jorge que an se encontraba durmiendo ya
que paso una noche de miedo, lo despierta y se dan un gran abrazo, Jaime muy
emocionado le cuenta a su hermanito que parece haber encontrado la salida, muy
contentos los dos caminan por el estrecho camino sabiendo que ya irn a casa
pero estaban tan emocionados que no se dieron cuenta que estaban por caer en
una hondonada, caen fuertemente y quedan inconscientes. Despus de un par de
horas el primero que abre los ojos es Jaime siente un fuerte dolor en la cabeza
trata de levantarse pero siente que le pesa el cuerpo, los ojos no le obedecen, l
quiere ponerse de pie pero el cuerpo no se lo permite como puede despierta a
Jorge l tambin est confundido, pregunta que fue lo que paso, lentamente se
incorporan y a lo lejos escuchan unos gritos que al parecer eran de sus padres,
ellos estn muy desorientados ya que se dieron cuenta que no estaban en aquel
camino antiguo, no haban pinturas en las paredes, ni olor a humedad de la cueva,
lo extrao es que los dos recordaban con lujo de detalle aquella situacin.
Aparentemente todo lo imaginaron no encontraban explicacin lgica. Ms tarde
ya en casa su madre les cuenta que solo estuvieron perdidos algunas horas, lo
curioso de esto es que las piedras que recogi en el camino aun las conserva... de
todo este suceso que vivieron este par de nios lo supo todo el pueblo y sus al
rededores. Muchos aos despus llegaron al pueblo personas de la ciudad para
construir viviendas exactamente donde ocurri todo, pero grande fue la sorpresa
de todos cuando al intentar cavar con mquinas se dan cuenta que la tierra esta
hueca, el sueo que tuvieron aquellos nios no fue tan solo un sueo ya que ah
encontraron grandes pirmides de una civilizacin muy importante, piezas
arqueolgicas, restos humanos y grandes enseanzas. Jaime y Jorge vivieron una
gran experiencia que hasta el da de hoy no saben si solo fue un sueo o una gran
revelacin.

La ltima noche de los objetos


Camila.
Argentina
- Que cansada estoy! se quej la lavadora desde el suelo de la cocina.
Era un modelo viejo, de esos que casi no se ven, ni tampoco se venden. Estaba
tan sucia y oxidada que nadie comprenda como aun lograba funcionar.
La familia, compuesta por dos hijas y los padres, haba salido de compras haca
algunas horas, dejando ciertos objetos encendidos.
- Yo debera estar quejndome! exclam el telfono, sentado desde una mesa
ratona.
Era de color verde, de disco y con el peso de los aos, estaba deteriorado y
golpeado. Me duele tanto cada vez que RING RING RING! Ay! dijo
mientras segua sonando. RING RING!
- Merecemos un descanso! dijo el gran reloj cuc, al final del pasillo.
Llevaba aos en la casa. Era alto y fino, y ocupaba mucho espacio; ms de un
cuarto de pared. Tena nmeros romanos y cada media hora, un pajarito hecho de
madera y algunas plumas grises, sala de su interior y cantaba: C C! Hago lo
mismo todos los das y nadie siquiera es capaz de limpiarme prosigui.
De pronto, la puerta de la casa se abri.
Afuera estaba todo oscuro. Una lluvia se avecinaba.
Una sombra pequea se introdujo en la casa y tom asiento en la gran mesa
redonda de la sala familiar.
Se hizo un largo silencio.
Nadie os mirarse a los ojos.
Al cabo de unos minutos, el reloj pregunt:
- Quin eres?
Silencio.
La lavadora, entrevi una pequea sonrisa en medio de la siniestra oscuridad.
La tormenta haba comenzado
- Qu es lo que quieres aqu? inquiri el telfono.
Silencio.
Los objetos estaban aterrados.
- Qu es lo que sucede? pregunt la televisin vieja.
Nadie se haba percatado de ella hasta ese momento. Era un modelo de los aos
sesenta, una Zenith. Haca tiempo que nadie la usaba y estaba cubierta por una
sbana blanca de algodn, para que no se ensuciara demasiado. Antes de
escuchar respuesta alguna, se qued completamente dormida.
- La la familia vendr pronto y te llevar lejos dijo la lavadora en un susurro.

- La familia repiti el intruso, y acto seguido estall en carcajadas. - La familia!


No estn enterados de nada verdad? La familia ya no los quiere. Estn viejos,
inservibles, intiles. Tomen como ejemplo a sta estpida lavadora, ni siquiera
puede con una simple carga de ropa. Y dicho esto, se baj de la mesa donde se
haba sentado y se acerc hacia ella. Presion un botn.
La lavadora andaba cada vez ms deprisa. Ms y ms. Pareca que explotara de
un momento a otro. La tapa se abri y la ropa salt hacia afuera,
desparramndose por el suelo de la cocina. No tuvo tiempo de nada.
Un ruido extrao se escuch en su interior; y luego, sus luces se apagaron.
Haba dejado de funcionar para siempre.
Un silencio profundo rein en toda la casa. Poda percibirse el miedo, era algo que
casi se ola.
- Sern reemplazados. Dijo el intruso con una sonrisa tan brillante, que hasta
podra decirse que brillaba en la oscuridad La familia fue de compras y regresar
con nuevos objetos. Van a necesitar una buena lavadora. Una con capacidad de
ocho kilogramos y poseedora de veintitrs programas, entre otras cosas.
- Somos parte de esta casa! Nadie puede tomar muestro lugar! protest el
reloj.
- Te har una pequea demostracin dijo el intruso, aun sonriente.
Camin hacia donde se encontraba la vieja televisin y le dio una patada. sta se
encendi diciendo: ASALTAN UN BANCO Y SE LLEVAN LA SUMA TOTAL
DE y volvi a apagarse.
- Lo ven? Es incapaz de mantenerse despierta. Incapaz de funcionar, como todos
los dems, como todos ustedes exclam el intruso y volvi a rer.
Salt hacia la parte ms alta del reloj cuc y comenz a darle vueltas a las
manecillas, marcando las diez, las once, las doce, a toda velocidad.
- Por favor basta! Har lo que sea, funcionar mejor que nunca! Por favor,
quiero vivir! suplic el reloj cuc.
El pjaro de su interior sala y entraba, una y otra vez.
Las manecillas se quebraron. Las plumas del pajarito se desprendieron y flotaron
hasta tocar el suelo.
El reloj era anciano, y estaba cansado. No tena fuerzas para defenderse. Ya no
poda luchar.
Dej de existir.
- Ahora necesitarn un nuevo reloj; uno digital, con fondo de color y luces de nen.
el intruso estaba ms alegre que nunca.
El telfono de disco, estaba aterrado. Quera seguir funcionando No le importaba
sonar todo el tiempo! No importaba el dolor! Pero no tuvo oportunidad.
Vio acercarse una sombra. Era un celular negro, de esos ltimo modelo, los que
no tienen ningn botn y por los que cualquier chico morira.
- No hay salida. La familia vendr pronto, con un telfono nuevo. Uno inalmbrico,
con identificador de llamadas, video llamadas, uno sin disco dijo el celular y
volvi a sonrer.
Tom el cable en espiral que conectaba el telfono a la pared y lo arranc de un
tirn.
Lo at alrededor del tubo verde y comenz a apretar. Lo estaba ahorcando.
- Por favor pidi sin esperanzas. Pero se haba resignado. Esper la muerte.

- Ja ja ja rio en voz alta el celular. Se acerc al marco de la ventana, y por el


cristal, se sent a esperar a la familia, que regresara con los nuevos objetos.
La televisin vieja despert.
Vio a sus amigos en el suelo.
Muertos.
Una lgrima corri por su rostro y volvi a taparse con la sbana.

Ojos de una sombra


Pablo Chiyu
Mxico
El cielo escribe su vida en un viejo papel carcomido. Llorando gotas de dolor del
que perdona sin entender. Alumbrando las banquetas y casas grises con la luz
dorada opaca como quien ha fracasado en su deber.
En las sombras de las sombras se asoma una pequea alma de ojos astutos y de
aura abandonada. Presumiendo el destino de quien tiene mucho que ganar tras
perder an ms. La pequea figura apenas comprendiendo las leyes, camina
contemplando los andares de la gente que de los aos ha perdido el sentido de la
vida. Alejndose eternamente de su pasado y apenas acariciando el presente
quien esconde al futuro llora dejando las gotas en el suelo. Llorando, tal vez,
olvidara las manchas de sus recuerdos, limpiara las impurezas depositadas como
un parasito en las vidas de las menos gozosas. El pequeo nio avanza del
mismo modo como retrocedi aos atrs, estando solo.
Entonces como si el viento soplara bendiciones ocultas por acertijos pintados de
materia, el nio ve al tren parndose enfrente de su nariz. Duda, como toda cosa
buena antes de confiarse, y decide no sin antes voltear a sus espaldas entrar al
viejo tren rojo de paredes oxidadas y de procedencia de calidad dudosa. Siente la
necesidad de sentarse por unas rodillas envejecidas por la nostalgia en un cuerpo
nuevo de fortaleza pero al alzar la vista llorosa solo ve gente desinteresada en
siquiera mirarlo sentada en las butacas del tren. El nio quiere llorar, necesita
llorar, grita en silencio por huir de la realidad, y como si el tiempo no lo esperase,
la carcacha de metal se empieza a mover gritando con sus ruidos mecnicos lo
que el nio no pudo gritar. El viaje parece ser largo, tan largo que no vale la pena
contar los segundos.
Desesperado por la quietud, el pequeo aventurero huye del vagn y se instala en
el siguiente reconociendo nuevas caras pero iguales de aburridas. Se hace paso
entre los trajes negros de la gente que ignoran su pasar. Siente que el oxgeno se
acaba en por las alturas en las que l se mueve y corre hacia el siguiente vagn
que parece menos poblado. Al llegar al final, descubre sin impresionarse de que la
vida ha jugado con l, rectificando que l es el mejor juguete de los dioses,
enfrente de l solo hay una puerta de aluminio. El final del tren.
Agobiado por su trayecto decide mejor quedarse ah y acostumbrarse a su nueva
vista. Pero entonces se arma de voluntad y agrediendo la ley de la obediencia
opta por ver por un agujero lo que est del otro lado sabiendo que ese no puede

ser el final. Fija el ojo en la chapa de la herradura y tras una cortina de luz ve un
cuarto vaco solo habitado por la luz que entra de las ventanas. Voltea sus ojos
para encontrarse con la humanidad de hombres de trajes negros y desea poder
salir de aquel infierno. Busca la forma de abrir la puerta pero no encuentra la
forma. Entonces visualiza un alambre en el suelo y lo levanta con sus manos
delicadas de manos puras y desliza el alambre por el agujero de la herradura.
Consigue que el mecanismo haga un sonido, el sonido del jbilo seguido del
deslizamiento de la puerta. Nadie parece saber de la existencia de la puerta, sin
ninguna dificultad el nio pasa al otro vagn y se rectifica a s mismo de que ese
es el ultimo vagn porque puede ver el horizonte de un sol agotado y
preparndose para dormir. Se deja baar en una sala de acaricias amarillas y
doradas y descubre que no est solo.
Unos ojos dulces y agitados le observan desde el rincn del vagn, la imagen de
una nia de risos castaos y de rostro limpio se resguarda al lado de la puerta
contando como nica defensa su mirada. Los dos se contemplan detenidamente
viendo el reflejo de cada quien en los ojos de quienes esperan milenios ese
mgico momento. El silencio habla por ellos con su lenguaje misterioso y deja
llegar las palabras que se esconden en sus ms ntimos pensamientos sin
necesidad de decirlos. EL miedo se disipa de sus rostros y una luz, la ms fina de
todas se despliega de por debajo de la puerta. El vapor deja de salir del techo y el
tren se detiene en seco como despidiendo a un invitado no deseado. Una puerta
inexistente se abre del otro lado del vagn e invita al nio atontado a bajar por la
escalera de metal. El nio se rehsa y busca en la mirada de la nia la salvacin.
Ella como si supiese el futuro lo mira con sus ojos grandes y se despide alzando
su pequea mano y movindola de un lado al otro. El nio traicionado por su
recuerdo ms reciente se ve forzado a bajar, deseando que tras tantos abandonos
el horizonte planee algo mejor para l. Entonces baja del tren, despidindose a
calladas decidido a no voltear atrs. Una vez abajo y con su vista derrotada
clavada en el suelo escucha como el motor se enciende y hace avanzar la bestia
ms feroz de todas, el olvido.
Casi festejando victoria sobre s mismo, una idea germina en su mente y se
extiende a su corazn en cuestin de segundos y lo hace girar hacia el vagn
donde se fue su ltima esperanza. Ah la ve con su piel de ngel, vestida de
amargura, la nia que le observo cuando entro por primera vez. La nia
recargndose sobre la barra metlica observando por quiz la ltima vez la figura
del nio que se queda cada vez ms atrs de lo que se puede sentir. Aquellas dos
almas se separan en cuestin de palpitaciones. El tren junto con la nia se pierde
en la orilla de lo que alcanza a cubrir el relieve y una vez desaparecido de vista,
desaparece de igual forma su sonido. El nio queda solo a las orillas de un
bosque, tratando de no pensar en la noche como si eso le fuere a convencer de
que no venga.
El nio confundido y con su alma en llamas se pregunta qu hacer. Piensa en
seguir las vas y alcanzar la fuente de su inspiracin aun germinando en la silueta
de la nia. Luego piensa en volver al lugar donde siempre ha pertenecido, al lugar
que lo conoca ms a l de lo que l a el mismo. Pero derrotado por el peso de la
luna decide que se quedara en ese mismo lugar. La sombra de la sombra de un
ngel se queda a las orillas de un bosque esperando a ser cubierta del frio por el

calor de la esperanza. Duda si su esperanza podr contra la brusquedad de la


obscuridad. Pero a pesar de todo esperara como de mismo modo hizo aos atrs,
estando solo.

Tras decir esto el anciano lo llevo a la nada donde desato su furia. Este suceso
se repiti incontable veces durante todos los siglos hasta que una vez apareci en
el mundo la maldad pura y verdadera, el seor de los demonios subi a la tierra
para expandir odio y dolor pero el Dragn, protector de la paz,
tambin hiso su aparicin y absorbi a todo el mal y con ello al seor de los
demonios tambin, listo para desaparecer, el anciano lo traicion y no lo envi a
otra parte desatando su furia en la tierra, destruyendo a los humanos, mientras, en
una colina observa el demonio rey el bello paisaje que pareca para l
fui elegido para verlo,
algo l me brindo
una promesa hice
y una promesa he de cumplir.
En el ltimo da,
l, tristemente, en mal se convirti
En el ltimo da, el Dragn se convirti en el mal puro por matar a los humanos, al
fin fue lo suficiente malo para entrar al infierno pero antes de descender, desde los
cielos alguien grito

El nmero 19
Diego Peirano
Argentina
l se despert , no pudo seguir durmiendo por esa pesadilla que se repeta casi
todo los das al dormir ; se levant de la cama todo sudado y camino hasta la
cocina a beber un poco agua , mientras beba el agua se puso a recordar cmo
era la pesadilla que tanto lo aterraba pero cada vez que intentaba recordar algo de
ese sueo maligno su mente estaba en blanco
Cuando dejo de beber vio por la ventana de la cocina que daba al patio algo
resplandeciente entre la oscuridad de la noche , abri la puerta y se dirigi hacia la
luz para ver que era , mientras que se acercaba a la luz vio la figura de alguien o
de ALGO que se le acercaba y cuando logro verlo supo lo que era , era un
extraterrestre y era pequeo a diferencia de l que tena 15 aos y era muy alto
para su edad ; cuando se quiso dar cuenta ese ser de otro mundo le tiro algo
sobre la cara para que se le nublara la vista y no pudiera ver nada de lo que
ocurra ,y al momento de que ocurri eso l se sinti como petrificado de miedo y
se estaba cayendo al suelo , hasta que por fin cayo al csped del patio y s que
quedo como anestesiado.
Cuando despert estaba en su cama y era de maana , como si no hubiera
pasado nada y fuera otra mala pesadilla lo que haba ocurrido ; pero sucedi algo
mientras se levantaba de su cama , empezaba a recordar una luz y esa luz era la
de la sala de parto de donde naci el hace como unos 15 aos , l estaba
recordando su propio nacimiento , recordaba como los doctores y los enfermero lo
sacaban del tero de su madre , y los limpiaban de la sangre que tena y despus
se lo daban a la madre .
El empez a razonar que eso era algo raro en un humano porque, ningn humano
poda recordar su nacimiento ni menos cuando tena dos aos o cuatro aos, pero
el si poda y poda recordar ms. Mientras el recordaba se dio cuenta que tena
que ir al colegio y todava no se habra preparado y era tarde, as que se visti y
desayuno rpido, y se fue rpido a la parada de colectivo. Cuando viajaba en el
colectivo trato de recordar la pesadilla o lo que haba ocurrido anoche, pero no
pudo aunque ahora tena el don de recordar toda su vida, no poda acordarse de
lo ocurrido de anoche.
Durante la clase de matemticas la profesora les encargo que hagan unos
ejercicios de las pginas del libro. l no era muy bueno en el colegio le costaba

estudiar ms que a otros chicos y en especial matemticas, pero ese da fue


diferente, cuando abri las pginas del libro y vio los ejercicio que haba que
hacer, noto que eran MUY fciles para l, porque adems de recodar todo tuvo el
don de la sabidura y pudo hacer los ejercicios rpidos y fcilmente.
Cuando termino los horarios de clases sali del colegio y volvi para su casa,
cuando llego en su casa empez a hacer los ejercicios del libro de matemticas
para comprobar su sabidura, alrededor de 20 minutos termino todos los ejercicios
del libro sin leer como se resolvan los ejercicios porque al fin y al cabo l tena el
don de la sabidura y poda saberlo todo.
Durante la tarde se fue a una biblioteca pblica cerca de su casa y se puso a leer
libros a cerca de matemticas, fsica, qumica, historia, geografa, y algunos otros
libros sobre historias de ciencia-ficcin .Al final de la tarde termino de leer unos 89
libros con una rapidez impresionante, se tard ms en leer los libros de cienciaficcin porque eran historias que jams haba ledo.
Durante la noche despus de cenar, el trato de recordar otra vez lo que haba
ocurrido la otra noche pero no sirvi de nada, su mente se pona en blanco cuando
empezaba a recordar eso. Termino de leer unos libros que trataba sobre los
sueos, el universo y abducciones extraterrestres, que haba comprado esa
misma tarde con su dinero ahorrado; cuando termino de leer todos los libros se fue
a dormir. Esa noche no so con nada.
En la maana la madre encontr al hijo muerto en su cama .Los doctores
diagnosticaron muerte sbita .Durante la autopsia del chico los doctores
encontraron en la nuca una placa metlica que estaba metida dentro de la piel, en
la placa metlica se poda ver que haba un nmero y abajo un letras pequeas
que estaban en un idioma diferente, un idioma que no era humano, el nmero se
poda leer y el numero era 19.

La Muerte y Lobo
Etan Gonzales Ravines
Per
Todos saben ac en el Per 2 cosas: que quien mira a la muerte de frente ocupa
su lugar y vaga en busca de los accidentados y enfermos hasta que otro ocupe su
lugar y as descanse de estar entre dos mundos, y que, Los perros ya sea por sus
sentidos ms desarrollados pueden ver lo sobrenatural, mi abuela me deca que
era por su Legaa (excrecin del ojo).
Yo; viva en Pampa de Camarones un distrito tradicional de Arequipa-Per,
elegimos ese lugar por lo tranquilo, escapando de la creciente urbe. mi vida era de
lo ms sencilla, trabajaba todo el da en la Financiera local y al regresar a casa por
la tarde, lo haca caminando unos tres kilmetros me encantaba respirar el campo
y ver los atardeceres naranjas, Samuel de 4 aos me esperaba en la puerta de la
casa y corra a mis brazos con su pelota, era obvio que me espera para jugar, con
l en los hombros le daba un sentido beso a Maryluz mi amada; nos divertamos
en la puerta esperando que, desapareciera el color bello del cielo Arequipeo y se
tornara en un frio gris, y diera paso a la noche serrana, estrellada con una luna
imponente; nos abrigbamos y veamos pasar a los vecinos con sus animales de
regreso a casa. La cortesa es caracterstica de los del lugar. Pero, un viernes en
particular el frio vino rpido y un sentimiento raro y triste invadi mi corazn,
Sharif, Yafar, Yago y Lobo mis fieles canes (de la mejor raza ellosPeruvianGranChusquinFoxTerrierChajuayos)empezaron a ladrar desesperados al
acercarse un hombre oscuro, de una manera inconsciente me levante y los met a
gritos a la casa; pero, sucedi lo inesperado, o quizs aquel ente lo hizo....Samuel
sali corriendo tras su pelota que cay a los pies de este personaje, l solo atino a
recogerlo y levanto la mirada, se qued perplejo y vi por primera vez el rostro de
un condenado, salte, lo cog y lo met a la casa y los perros salieron a morderlo,
solo escuche un ladrido sordo y entraron espantados; Maryluz mi esposa no cree
en estas cosas, ella pertenece a una religin donde si no tiene explicacin bblica
es del diablo y si estas enfermo vas al mdico o la farmacia. en fin lo abrace y
sigui jugando pero lo vi asustado, dejo la pelota y se puso a llorar
desconsoladamente, se le aflojo el estmago es decir empez a tener
deposiciones constantemente y no quera comer, mi suegra dijo que se haba

asustado, entonces les cont lo que haba sucedido y deduje que era la muerte,
ellos en vez de prestarme atencin se burlaron de m, graso error; en Jauja mi
tierra(lugar natal de donde nac)cuando alguien se asusta le pasan el cuy o el
huevo para aliviar los dolores, pero ac en Arequipa los LLAMAN, es decir; ponen
sus ropitas en la cama como si fuera el nio y con unos caramelos lo llaman por
su nombre, tentndolos con los dulces para que su almita entre a su cuerpito
nuevamente.
Ya de noche Samuel estaba plido y senta que el nio se nos iba, as que
llamamos a una curandera del lugar y al verlo dijo que era serio, cogi una manta
y lo cerni (con una frazada lo movi para acomodar su estmago y puntos
energticos) y nos pidi orar por su salud, cosa que hicimos cada uno en su
creencia, Yo saba que ella, la muerte, iba venir a llevarse a mi chiquito y no lo iba
a permitir, tena un plan:
Iba a ponerme en los ojos la legaa de los perros para verlo con claridad y lo
esperara la media noche donde con su hoz pasara a recoger a mi nio, all
negociara; le pedira que me lleve a m y le d a ese nio la oportunidad de vivir,
estaba decidido, hice guardia pero la preocupacin y el estrs de la situacin me
traicionaron me invadi un profundo sueo que no me permiti estar alerta, fue
cuando entre sueos escuche a uno de mis perros, era Lobo que ladraba diferente
como si estuviera hablando y los vi el can estaba con la muerte, al salir Lobo
me detuvo mordindome en la pierna. As pude ver parado en el dintel de la puerta
como Lobito se iba con ella.
Ya de madrugada me despertaron, estaba en la cama extraado de todo, pens
que todo era un sueo. Mi suegra me dijo que el perrito estaba muerto en el dintel
de la puerta, Lo vi y por instinto corr al dormitorio de Samuel, estaba todava
dormido de las manos de mi esposa, una paz invadi mi corazn y sal a enterar a
mi fiel perro, al ponerme a pensar en ese episodio de mi vida reafirmo el clebre
pensamiento de que el Perro es el mejor amigo del hombre, en mi caso s que la
historia es cierta ya que todava tengo la marca de la mordida y la tarde en que
vendimos la casa para irnos a otra parte el cielo se oscureci rpido nuevamente y
paso un seor extrao por la casa con su perro por detrs y lo raro es que mis
otros tres perros solo atinaban moverle la cola.

Invasin
Guillermo Gonzlez Hernndez
Chile
- Seor. Hemos recibido una potente seal desde uno de nuestros satlites. Se
trata de un objeto no identificado que se encuentra cerca al cuadrante G-707.
- Eso es cerca del circuito lunar saben qu es?
- No tenemos una certeza absoluta, seor.
- Bueno, pero qu muestran las imgenes satelitales?
- Lo nico que conseguimos fue esto.
El operador Garland le ense una fotografa que mostraba una mancha oscura
en medio del infinito espacio. Sin embargo, el cuadrante sealado se encontraba
demasiada cerca del planeta.
- Por qu no lo detectaron antes los radares? seal airado el Director de
Operaciones.
- No lo sabemos. Las alarmas se encendieron hace un momento- puntualiz el
operador.
- Y qu sabemos entonces? su rabia se hizo sentir en todo el saln.
- La mancha oscura que muestra la fotografa, no se trata de un meteorito ni
mucho menos de un cometa.
- Y qu es? Garand, deme una respuesta ahora!
- Seorparece ser Garand hizo una pausa- parece ser una nave.
Una nave! No haba ningn control espacial ni despegue autorizado. Se supona
que el flujo aeroespacial deba estar despejado. No poda ser. Una nave en el
sistema lunar significaba slo una cosa: era de otro planeta.
- Llamen al Alto Mando de inmediato- orden Darent, quien, por ser Director del
programa deba encargarse de los protocolos que demandaba esta situacin
nadie sale ni entra del edificio sin mi autorizacin.
La noticia haba sorprendido a todos en el centro espacial. Si bien haba ideas y
supuestos sobre vida en otros rincones del universo, jams se haba logrado
comprobar; jams, a pesar de todos los viajes e investigaciones, se haba logrado
establecer un contacto o comunicacin con otros seres. Lo que estaba sucediendo

era un hecho sin precedentes.


La intranquilidad e inquietud desbordaban a los operadores. Darent haba
marcado lo ocurrido como un asunto de alta seguridad, dndole de paso la
mxima confidencialidad posible. Hasta no confirmar nada, no podan alarmar a
nadie.
Cuando el Alto Mando se present, Garand trabajaba, junto a otros expertos, en
las ltimas imgenes y seales de onda que haban obtenido de los distintos
satlites. La tensin se acrecent mucho ms, ya que ahora no slo estaba la
primera nave, sino que haban aparecido tres ms.
- Infrmenme sobre lo que sucede orden Kipe, Lder del Alto Mando.
- Hace unos momentos descubrimos una nave en el sistema lunar, sin embargo,
los ltimos datos sealan la posicin de tres objetos en los cuadrantes G-409, G506 y G-200, respectivamente- inform Garand mientras sealaba los objetos en
la enorme pantalla.
- Sabemos algo ms?
- Segn los clculos estarn en nuestra atmsfera en 37 ciclos.
- Qu! El pnico se present en los ojos de Kipe Den la alerta mxima y
preparen las tropas de inmediato orden con nerviosismo a uno de los hombres
que lo acompaaban.
Los siguientes minutos fueron una eternidad en el centro de operaciones
espaciales. A las cuatro naves que aparecan en el radar se sumaron cerca de
diez ms, y que se posicionaban en diferentes cuadrantes del sistema lunar. El
alto mando lanz la alarma a las tropas de todo el planeta; el mensaje era claro:
preparen la defensa ante una inminente invasin.
Cuando la primera nave se dej ver no se pareca a nada de lo que se hubiesen
imaginado. No se pareca a otras naves del planeta ni se asemejaba en lo ms
mnimo a las invenciones de ningn artista. Costaba trabajo describirlas, pareca
salida de otra realidad. No llevaba una gran velocidad, pero haca un ruido terrible.
Descendi lentamente en una de las laderas del pueblo de Okha, en donde se
pos destruyendo una de las granjas del lugar. No se trataba de un objeto enorme,
sin embargo, sus dimensiones superaban a cualquiera de las naves que posean
las tropas.
Al abrirse una de las escotillas de la nave, Kipe y su comando se encontraban en
el lugar con todo el arsenal blico disponible en el sector. La figura que apareci
ante ellos era extraa: tena una cabeza redonda que serva de espejo, ya que
reflejaba todo cuanto lo rodeaba. Su cuerpo era ms grande que el de cualquier
habitante del planeta y sus movimientos parecan muy controlados. Descendi
lentamente con sus extremidades en alto, asumiendo una postura tranquila y
pacfica. Tras la primera figura emergieron otras dos desde la nave, de igual forma
y tamao, quienes se pusieron a cada lado del primer visitante.
Kipe se senta nervioso, ya haban evacuado las ciudades y todos se encontraban

en refugios. Ahora slo restaba saber qu queran, de dnde venan y quines


eran estas figuras que se plantaban frente a l y su pelotn. Como no haba seal
de que fuesen a atacar y mucho menos de que quisieran iniciar una guerra
intergalctica, se acerc a quin pareca el lder de los visitantes y le habl lenta y
calmadamente para no dar la impresin de que los estaba agrediendo.
- Mi nombre es Kipe dijo con voz suave- Quin eres? Finaliz la pregunta
sintindose un poco estpido al creer que entendan su idioma.
- Mi nombre es Neil respondi el extrao. Esto provoc la impresin de Kipe y de
todos los que se encontraban a una distancia que permita orlos Venimos a
pedir asilo, ya que nuestro planeta se extingui finaliz Neil
La conversacin entre Kipe y Neil dur por un largo tiempo. Se enter as que no
existan grandes diferencias (adems del tamao) entre ellos y los interplanetarios;
ambos dependan del oxgeno para vivir, tenan un sistema biolgico similar, el
agua era el principal elemento de ambos mundos, sin embargo, haba algo que le
llam profundamente la atencin a Kipe: la destruccin de su planeta.
- Entonces - dud Kipe su planeta fue destruido?
- No realmente. Sigue ah. Respondi Neil pero lo declaramos inhabitable. Es
por esto que toda nuestra civilizacin se moviliz en las naves en busca de un
planeta que tuviese caractersticas similares.
- Entiendo y por qu fue declarado inhabitable? pregunt an ms intranquilo.
- Porque ocupamos todos los recursos naturales hasta que se acabaron.
- Y si nos negamos a su peticin? la pregunta la formul con un temor evidente
que no dej a Neil indiferente.
- Lamentablemente situaciones desesperadas te llevan a tomar medidas
desesperadas. Si se niegan tendremos un grave problema, ya que llevamos
mucho buscando un lugar como ste.
Kipe, sabiendo que llevaba en sus hombros el peso de su raza mir a Neil, le dio
la espalda y se dirigi a sus tropas. No estaba dispuesto a ceder su planeta a
nadie, y menos a seres que ya haban posedo y destruido el propio. Neil y los
otros dos ocupantes de la nave regresaron a sta, entendiendo la situacin que se
aproximaba.
De las naves extra planetarias, que ya se haban posicionado en todo el mundo,
comenzaron a salir decenas de soldados y un inmenso contingente de vehculos
armados. Kipe se horroriz al ver que la tecnologa de esas mquinas superaba
con creces a cualquier artefacto de defensa del planeta. Se volvi a sus tropas, dio
la orden de que alrededor del orbe se prepararan las defensas y se dispuso a
combatir, aun sabiendo que no tendran posibilidad de vencer.
La lucha se resolvi en cuestin de horas, las tropas invasoras eran mucho ms
poderosas. A pesar de la resistencia de Kipe y sus aliados, la poblacin del
planeta se vio diezmada ante la amenaza y podero de los visitantes. Se
destruyeron gran parte de los monumentos, casas, estatuas y poblaciones enteras
cayeron bajo el fuego enemigo. Hubo pocos sobrevivientes, quienes finalmente

pasaron a ser prisioneros de guerra y, posteriormente, esclavos. De esta forma los


humanos conquistaron la Tierra, sometiendo y mezclndose con la raza Hewle:
seres del tamao de un adolescente promedio que vivan en ciudades
subterrneas y tenan un aspecto antropomrfico. Si bien tenan algunas
construcciones en la superficie terrestre, stas slo servan como granjas,
telescopios y edificios gubernamentales.
A pesar de que se hicieron muchas expediciones para hallar a todos los Hewles,
nunca se supo con certeza si se elimin a toda la raza, ya que estas ciudades
eran inmensas y estaban, en su mayora, conectadas entre s formando un gran
conglomerado de poblaciones. Los humanos, entonces, decidieron destruir estas
ciudades con la esperanza de que esto acabara con los ltimos nativos. Sin
embargo, an se piensa que, en algn lugar ms all del subsuelo, existe un
nmero no menor de Hewles que esperan recuperar el planeta que antes fue suyo
y que, cada vez que la tierra tiembla, es porque han logrado acercarse un poco
ms a la superficie

El Criminal Misterioso
Anonimo
El Salvador
Unas nias que eran grandes amigas planearon una fiesta en la casa de Maddi,
Fabiola y Noem aceptaron ir a la fiesta ellas decidieron ir de compras para llevar
comida a la fiesta ya estando en el supermercado vieron un cartel del criminal
luego Noem y Fabiola hablaron sobre lo que vieron luego comenzaron a bromear
del tema
Fabiola dijo: .--Entonces si es cierto mira el criminal esta suelto
Luego de hacer las compras se fueron a la casa de Maddi ya estando en la casa
saludaron a Maddi y comenzaron la fiesta y luego empezaron a jugar la botella.
Fabiola saca la conversacin sobre el criminal Maddi entrando en miedo oy tocar
la puerta Maddi se levant a abrir la puerta, mientras Noem y Fabiola siguen
jugando, mientras tanto a Maddi es atacada violentamente colocndole un pauelo
con alcohol en el rostro luego. Fabiola y Noem se asombraron al ver que Maddi
nunca regreso. Dice Fabiola: .--mira no ha venido Maddi hay que ir a ver qu
sucede. Se levantaron y fueron a la puerta, asombradas de ver que no estaba
llamaron a la polica.
En todo eso la polica llego, Fabiola y Noem empezaron a buscar a Maddi luego
llamaron a un detective, el detective empez hacindoles preguntas a las chicas
El detective empez a buscar en toda la casa, cuando llego a registrar por la
puerta hallo una paoleta que ola a alcohol, el detective muy sorprendido fue a
reunirse con la polica. Sabiendo que el criminal es muy inteligente ya que la nica
prueba que tenan los policas y el detective era la paoleta que se le cay al
criminal.
Fabiola y Noem muy asustadas por todo lo sucedido fueron con la Alexandra ya
que ella estaba en el momento del crimen. Noem y Fabiola fueron a preguntarle a
Alexandra, pero ella al ver que Noem y Fabiola le iban a ir a preguntar a
Alexandra se puso nerviosa y no les quiso responder ninguna pregunta y les dijo
que se senta mal.
El detective y los policas se fueron de acuerdo para ir a la investigar la casa de
Maddi. Pero se dieron cuenta que la nica pista que tienen es la paoleta del
criminal. Los policas llevaron la paoleta a un perito para ver si pueden hallar las

huellas del criminal.


Los detectives fueron a donde el perito a ver si hallaron huellas del criminal a ver
si era el criminal (ngel Josu) el que se buscaba, pero le dijeron que no haba
ninguna huella en la paoleta.

Mejor no hablar de ciertas cosas


J. Chandler
Argentina
El cuerpo estaba sentado contra una pata de la cama, llevaba una remera verde,
un pantaln beige, y unas viejas all star negras talle 39
-Es el cuarto en esta semana- Dijo Frederic
-Era una mujer muy bella.. Ves Frederic? estas son las cosas por las cuales me
retiro, ya no tengo la edad fsica ni emocional para lidiar asesinos asArgumento Dimitri, mientras observaba con atencin la cama de la vctima por si
algo se les haba escapado.
-Quieres decir que te sientas frente a la televisin a pensar que en tus das los
asesinos eran ms humanitarios con los dems?, es la misma mierda con distinto
perfume Dimitri,
No te confundas. Maldad habr aqu y en todo lugar, es nuestro trabajo y deber,
evitarla. O almenas el mo.- dijo con tono soberbio Frederic
Dimitri y Frederic llevaban trabajando juntos haca ms de 22 aos, Frederic
estaba divorciado haca ya ms de 6 aos, tiene 1 hijo que ve poco y solo con
mucho papeleo de parte los jueces
Dimitri en cambio, era soltero y viva solo, Prefera obviar temas de su familia,
llevaba ms de 25 aos de amistad con Frederic
Y an as nunca termin de comprender por completo la situacin familiar de su
amigo.
-No se ven signos de abuso sexual- irrumpi el forense.
Frederic asinti con la cabeza y sali del lugar, Dimitri lo sigui, ech un ltimo
vistazo a la vctima y cerr la puerta.
-Sabes? despus de trabajar tanto tiempo, nunca pensaste aunque sea una
vez, retirarte?
Frederic levanto la cabeza por sobre su diario y le dijo "Parece que el edulcorante
te hace encoger las neuronas y no la barriga"
porque ltimamente estas tan insistente con que me retire? desde que estos
ltimos 5 crmenes comenzaron no haces ms que insistir en lo mismo
te pasa algo?

-No, tu estas muy preguntn, no todo tiene un "por qu" me preocupo porque eres
mi compaero, no quiero que el trabajo te agote
-Creme que soportndote a ti tantos aos, el trabajo ya no me agota en absoluto,
Se burl Frederic
Dimitri alzo su taza de t, bebi un trago se levant dejo propina para la mesera y
se fue.
Dimitri estaba teniendo un comportamiento extrao. Es decir siempre fue
reservado, pero ltimamente insista en cosas no propias del
quizs parezca exagerado, pero cuando uno conoce a una persona por tanto
tiempo sabe cundo acta de una manera distinta
hace al menos un mes que Dimitri tiene por as decirlo, la cabeza en otro lado.

Un nuevo asesinato ocurre entre las 2am, en una casa alejada en San Diego, otra
vez una mujer, no haba signos de abuso sexual
-El asesino forjo la puerta, a simple vista la victima tiene 4 pualadas en la
espalda, que el de la morgue se encargue de la hora de la muerte
y si alguien ve a Dimitri dganle que venga por fa.
-AQUI ESTOY!- (Irrumpi Dimitri exaltado) Perdn por la tardanza! Que tenemos
Frederic?
-Wow. Hoy s que te veo emocionado. Hasta te baaste, acaso un asesinato es
una ocasin especial?
-No bromees con eso. Tuve que baarme, sal a trotar y luego me quede dormido
-Tu no bromees, tu trotando?... en fin, chale un vistazo a esto. Son 4 pualadas
en la espalda, muy profundas, comenzaron de arriba hacia abajo
excepto la ltima que apenas es un corte poco profundo. El asesino habr visto
venir a alguien y escapo? An no encontramos testigos.
-Interesante-... en cuanto sepa algo te llamar, tratare de ver si el arma homicida
se encuentra por aqu.
-De acuerdo-, dijo Frederic mientras se iba, pero luego se arrepinti y de una
media vuelta se regres,
-Dimitri. Te encuentras bien? cuestion con preocupacin.
-Si Frederic., entenderme es mi retiro, estoy cansado, no tengo familia. Pero
creme que ltimamente le estoy sacando jugo a la vida,
durante todos estos aos, viv de rdenes de los dems, y siempre fui muy
reservado. Solo me relacione contigo, pero ahora que es mi retiro, me siento libre.
Era irnico que un polica que se encarga de poner a los malvados tras las rejas,
no se sienta "libre", pens Frederic.
-No te preocupes amigo! ahora djame terminar de examinar el cuarto.Era la primera vez en 25 aos de amistad, que Dimitri le deca amigo, Frederic
estaba completamente confundido. Pens si cuando el deseara su retiro
se convertira en un Dimitri, que quiera ms a la vida. Quizs se reconciliara con
su esposa, y luego alimente a las palomas y corra por un prado revoleando
margaritas?
As no era l. As no era nadie de la polica en realidad.

-Bueno Frederic. Lamento haberte sido de tan poca ayuda este ltimo tiempo.
Ser que me deje estar, pero en 2 das tendr un reemplazo, algn alma joven de
seguro.
Tendrs a tu Watson para que te ayude.
"Un discurso de despedida?, acaso se va a suicidar o qu?" pensaba Frederic
interiormente pero murindose por gritrselo
-Menos mal que me retiro de esto. No puedo imaginrmelo. Esta pobre mujer,
asustada, con gusto a sangre en su boca, Sus ojos verdes pidiendo clemencia,
Sus manos cerrndose solas por el pnico, y sus piernas temblando.., ahora me
entiendes Frederic? todas las noches pienso en este tipo de personas..
Frederic mir fijo a Dimitri, se acerc a la vctima. Palmeo el hombro de Dimitri
para que se hiciese a un lado, agarro la cara de la vctima
La miro de cerca.
Dimitri asomaba la mirada, pero no poda ver nada de lo que Frederic haca con el
cuerpo debido a que su cabeza le tapaba la vista)
Frederic volteo mirando a Dimitri.
-Dimitri, la vctima tena los ojos cerrados.

La demanda
Jlkazzp
Per
Exiga al juez y fiscal, que lo condenaran, esgrima la razn que tena para
cometer un delito:
Desempleado, haba agotado la solidaridad o misericordia; primero de la familia y
luego de sus vecinos, no tena alternativa ahora tendra que robar para sobrevivir;
quiz por su falta de experiencia al robar lo hara con demasiada violencia o
traicionado por los nervios podra hasta matar para apoderarse de lo ajeno.
Por todo el prefera ser condenado antes de cometer el delito.
El juez escuch divertido el alegato, con una mirada cmplice al fiscal le pregunt:
porque no buscaba empleo?
Respondi que nadie le quera emplear, porque no aceptaban darle en sus manos
las aportaciones de la jubilacin.
Sonriendo volvi a preguntar el juez:
porque no quera aportar para jubilarse?
Seor Juez todo dice que es ilegal no aportar para la jubilacin, pero resulta que
las AFP han demostrado una total incompetencia para administrar mis fondos, que
a pesar de cobrarme por administrarlos; solo saben rendirme prdidas,
tal parece que invierten en negocios arriesgados y cuando ganan es plata de ellos
y si pierden es ma. Por eso seor prefiero que mis aportaciones queden en mis
manos.
Adems seores Uds. deben prevenir el delito que yo estoy a punto de cometer,
puede que hasta cometa un homicidio, el ministro dijo el otro da que ustedes eran
los responsables de prevenir se cometan delitos, hasta mencion puertas
giratorias, yo le ruego me condene y prevenga el delito que potencialmente estoy
a punto de cometer, adems puede resultar como planteo mi demanda un ahorro
para el estado:
MI condena la cumplira en mi casa, si el costo de
mantener un reo en crcel es 1500 dlares yo me avengo en recibir la mitad y es
un ahorro considerable.
En todo caso como dice el ministro del interior que ustedes son los responsables
de la seguridad ciudadana, de prevenir el delito y seguro que podran tambin
conseguir que me den un empleo donde mis aportaciones queden en mis manos y

no en las manos incompetentes de la AFP, lo que es una alternativa que acepto en


permuta a mi condena.
Seor Juez y seor Fiscal por todo lo expuesto demando se me condene a la
brevedad.

El amor de su vida
Lucia Gabriela Martinez
Mxico
Desde que lo vio por primera vez, lo am. Lo am con ese amor perruno y
entregado que no peda nada y lo daba todo, por una mirada, por una sonrisa, por
el roce leve de su mano.
Y es que l, era bello, irradiaba luz, se mova como un gato, de cara y cuerpo
perfectos, era para ella, quien nunca estuvo muy convencida de su propia belleza,
como un dios menor bajado del Olimpo especialmente para ella.
Y se enamor. As. De plano. Sin lmites ni precauciones.
l recibi su adoracin con displicencia. Como el rey que recibe una ofrenda.
Por un tiempo la felicidad fue intensa y angustiosa para ella. Lo amaba. Lo amaba
y su mundo se cerr para todo lo que no fuera su hermoso amado. Lo coloc en
su interior, en un altar, lo adorn con todas las virtudes y cualidades humanas y
algunas cuantas divinas. Ella, que siempre haba sido fuerte, altiva, se puso de
rodillas en su corazn para adorarlo sin medida. Y mientras en l dur el inters, la
novedad de la conquista, ella fue feliz con las ocasionales caricias y las estudiadas
sonrisas.
Pobre. No saba que casi siempre bellezas tan radiantes por dentro estn vacas.
Y l se cans de la ternura, le sali sobrando un da la ofrenda de amor
incondicional, estaba acostumbrado a recibirlas, ah, ya no haba aventura ni
excitacin, ni novedad
Ella se qued perdida en el desierto de su dolor, sin querer creer que haba
llegado todo a su fin. Lo llam, lo busc, justific hasta lo inverosmil sus silencios,
y sus ausencias.
Queriendo sacar su imagen de su corazn y su cabeza, dibuj por horas su retrato
a lpiz, lo mand enmarcar y aun se lo envi, como regalo pstumo. l tom el
cuadro aquel que tantas tardes de silencio en soledad haba costado, y lo arrumb
junto con el amor despreciado en el cuarto de los cachivaches

Ella se perdi an ms en un submundo de silencios y tristezas, de llantos y de


insomnios, Se visti de depresin y justific su dolor con doce enfermedades
diferentes. Se prepar a morir, porque un amor tan grande mereca ese final, pero
la Muerte no lleg. Bien dicen que ni Dios ni la Muerte enderezan jorobados ni
cumplen caprichos. Y a ella no le qued ms remedio que hacer bolas su amor
desairado y comrselo bocado a bocado, como si fuera un fruto amargo y eterno.
El amor en sus entraas se transform en fuego, que por las noches quemaba, y
ella se morda los labios y apretaba los ojos para no dejar salir los gritos ni
derramar ms lgrimas: te llor lo suficiente deca- por ti, ni una lgrima ms.
Poco a poco, como el tiempo nunca para, aquel fuego de su amor acab por
apagarse. Un da ella miro en su interior y al verlo ah, una figura pequeita y
agazapada, le dijo: T no existes, y la figurita como un ratn se refugi en su
inconsciente. El mismo da alguien le pregunt por l y ella respondi: No lo
conozco.
Das despus se encontraron por la calle, l hermoso como siempre pero ella
pens: Ya no resplandece tanto. Y abri apenas los labios para musitar un buenas
tardes que son desganado. El la mir y pens que despus de todo, ella no haba
cambiado tanto, y prob con ella la sonrisa nmero veintitrs que tanto antes le
haba funcionado.
Pero ella era ya inmune a sus encantos.
Se fue por la calle caminando, bajo el sol del ocaso, siendo libre, siendo pura,
siendo virgen y conforme sus pasos avanzaban, iban desprendindose de ella,
lenguas de fuego apagadas que tapizaron la calle como secas hojas de rbol.

El mismo libro
Ariados
Per
Dirigindome al parque, como todos los das para inspirarme y poder escribir mis
poemas, me sent en la misma banca de siempre. Comenc a mirar el cielo, las
nubes y las aves hasta que de pronto, lleg la inspiracin.
"Eres frgil como el ptalo de una rosa, temerosa como el ms pequeo infante,
pero naciste para ser en mi vida, lo ms bello e importante. Romntico me volv
por el amor te tengo a ti; si amar es el ms dulce placer, quisiera que tus labios
fueran el azcar, que empalague enteramente todo mi ser.
Me llen de paz al terminarlo y estando a punto de hacer otro, un bastn choc
con mi pie, hacindome reaccionar bruscamente -Ay!-Dije movindome. De
pronto, vi a una mujer muy hermosa, con unos ojos azules tan deslumbrantes, que
miles de versos comenzaron a aparecer en mi creativa mente -Disculpe usted,
seor -Me dijo la chica sintiendo mucha pena-No!, ms bien disclpame t a m
-Le dije an sumergido asombro. Luego, me di cuenta que era una mujer invidente
y le comenc a tomar una consideracin especial por su discapacidad -Deseas
sentarte? -Le pregunt -Este... s, la verdad me siento algo cansada por caminar
tanto -Me respondi con una cndida sonrisa -Permteme ayudarte -Le respond
mientras tom su mano -Ay qu lindo, gracias! -Nos quedamos en silencio unos
momentos, yo miraba sus ojos y apoyaba mi cabeza en mi mano, confiado en que
ella no me vea, Qu linda! Despeda una ternura que jams haba visto en otra
mujer, me llenaba de una gran felicidad... -Por qu me miras tanto? -Me pregunt
la joven de pronto. Yo no supe qu decirle, me senta consternado y apenado al
mismo tiempo -Pero, cmo sabes que te estaba mirando!? -Le pregunto -Es que
sent tu mirada -Me respondi con la misma sonrisa pura que me cautiv
Perdona si te incomod Le digo con algo de vergenza No te preocupes, Cul
es tu nombre? Me pregunt ella Yo me llamo Anbal Le contesto -Y t? Le
pregunto ahora yo Soy Cielo Al escuchar cmo se llamaba, me qued
totalmente cautivado, jams haba conocido a una mujer que se llamara as,
pareca alguien salida del ms lindo y tierno cuento de hadas Y, hacas algo
antes que yo llegara? Si se puede saber, claro Mir su sonrisa, tena unos
dientes tan blancos, que relucan como la ms blanca tela siendo baada con la
luz del radiante sol Este yo -Si no deseas decirme, lo sabr entender Me
dijo con mucha prudencia No, no es eso! Le dije en un tono algo subido
Bueno, soy poeta y siempre vengo aqu para inspirarme Ella puso una cara de

asombro y exclam -Eres poeta!? Qu lindo! Yo me sent ms tranquilo y le


habl ya sin titubeos Gracias, es lo que hago en mis tiempos libres Le respond
muy sonriente tambin Ahora comprendo porque eres tan sensible y tienes el
corazn puro Me qued un momento en silencio por lo que acaba de decir y
reaccionando despus de un rato por la sorpresa que me hizo sentir, le dije No te
entiendo No dejaba de mirarla, tena algo que atraa completamente mi atencin
No necesito ver para no darme cuenta cuando alguien despide de s, algo tan
bello y santo Me dijo con la mirada hacia el frente -De verdad crees que soy
todo lo que acabas de decir? Le pregunto con suma sorpresa Pero, por
supuesto! Me respondi nuevamente con esa cndida sonrisa No necesito
verlo, lo s Me comenc a emocionar ms todava y lo nico que pude decirle fue
Gracias Le dije yo No tienes porqu Respondi ella Y tienes algn poema
escrito? Me pregunt. Muy sorprendido, la miro y le digo S Le contest Me
lo podras leer? Si no te incomoda decrmelo, claro Me dijo ella con algo de
timidez Claro! Cmo no! Respond. Mir sus bellos ojos azules, no tena
mucho que pensar ni que crear, la inspiracin estaba a mi costado y con gran
emocin, dije Tan puras y azules como las aguas ms cristalinas, son tus
hermosas y radiantes pupilas; moviendo graciosamente tus prpados, fuiste la
culpable de hacerme reposar, sobre suaves y coloridos nardos. Ella, totalmente
asombrada, se qued con la boca abierta -Qu hermoso! Exclam con gran
admiracin Eso estuvo maravilloso Yo, acercndome ms a ella, limit mis
deseos de acariciar su suave y terso rostro respondindole Es que un poeta
logra hacer grandes cosas, maravillosas, cuando logra mirar de la misma manera
que t Le dije -Cmo yo? Me pregunt con una expresin de extraeza As
es, como t. Con los ojos del corazn.

Karina
Alan Castro
Chile
Pase toda la noche pensando que decirle, como acercarme a ella sin que pensara
que era un tonto, pero de solo pensar en sus hermosos ojos y a su rechazo me
hacan dudar de confesarle lo que senta por ella. Son el timbre del primer recreo
y no haca ms que mirarla, se vea hermosa, como s que ese suave sol de las 9
de la maana la hiciera ver ms hermosa que de costumbre. Son el timbre para
entrar a clases, recuerdo me toco religin, como mi madre me eximio de hacer
religin debido a que ella era de una religin distinta me mandaron a la biblioteca,
donde lo nico que hice fue escribir en un cuaderno su nombre y el mo rodeado
de corazones. Mientras ms avanzaba la hora ms nervioso me pona, se
acercaba la hora de salida, como que una parte de mi quera que fueran la una y
otra parte no quera que llegara esa hora, bueno llego la hora son el timbre (el
ms largo de mi poca escolar) sal del colegio la espere pero no me atrev a
hablarla, se me adelanto y al cabo de unas cuadras la alcance le dije que me
gustaba mucho y que era la nia ms hermosa del colegio, ella se sonrojo y me
agradeci las palabras, le tome la mano y le pregunte Karina, quieres pololear
conmigo? -si- me respondi ella. En ese momento fui el nio de 10 aos ms feliz
del mundo. Fue mi polola (novia o enamorada) por todo lo que quedaba del ao y
del verano, en marzo se mud a otra ciudad, aunque han pasado ms de 20 aos
nunca me poder sacar de mi mente esa maana despus del colegio y me
pregunto si ese es el amor verdadero uno que perdura en el inconsciente que de
vez en cuando te acuerdas deseando volver a ser el nio aquel, capaz de amar en
una forma tan limpia, poder recordar aquel amor tan antiguo quizs para muchos
tonto, es ms nunca la bese en la boca, pero vive en mi cuando cierro los ojos y
siempre estar presente en mis recuerdos.

La monja blanca
Gennaro Di Donna
Venezuela
Mara Luisa despert confundida sobre el banco verde y no fue hasta entonces
que cay en cuenta de la espantosa realidad de que estaba sola, absoluta y
totalmente sola. Ese da tuvo que levantarse muy temprano para acompaar a la
maestra Frandina y otros compaeritos hasta el Museo Diocesano, una casa muy
grande y antigua que antes era un convento para monjas, pero que ahora
funcionaba como un gran museo donde se guardaban viejas campanas de
iglesias, espejos altsimos y hasta algunas vrgenes que cambiaban sus vestidos y
pelucas segn la ocasin.
_ Maestra, maestra Frandina, Dnde est?, conteste!
No pudo ver a la maestra ni a ninguno de sus compaeritos, ni a nadie que le
dijera a donde se haban ido todos, corri hasta la puerta principal que encontr
cerrada, camin por los pasillos y solo poda escuchar el taconeo agudo de sus
zapatitos sobre las viejas cermicas de la gran casa solitaria. Pasaron algunos
angustiosos minutos hasta que pudo ver al final de un pasillo a una monjita blanca,
muy joven y bonita, corri hacia ella y abrazndola le dijo:
_ Hermanita, hermanita, aydeme! me han dejado sola y tengo miedo.
La monjita la mir con cario y agarrndola de la mano le respondi:
_Vamos, no tengas miedo yo te llevar.
La nia camin confiada agarradita de la mano. Escuchndose solo el taconeo de
sus zapatitos. De repente pregunt:
_ Hermanita Por qu tienes las manos tan fras?
La hermanita respondi:

_Porque estoy muerta

Los pasillos del terror


Luis Corrales Villalobos
Chile
Nano es su apodo, pero realmente se llama Hernn. Un adolescente inquieto,
como la mayora de sus compaeros de colegio, aventurero por naturaleza, lleva
en sus genes, la historia pampina de sus abuelos mineros del salitre. Sus mejores
notas las tena en Historia y Lenguaje, le encanta improvisar sus historias, le pone
color, como dice la juventud de hoy. Cuando hace sus exposiciones orales, en
cualquiera de esas dos asignaturas, ms que exponer, acta. Y cmo lo hace! Si
pareciera que va a ser actor, pero adems, es creativo, le gusta improvisar. Nano,
adems, es el lder de su curso, sus compaeros lo apoyan y le siguen, se ha
ganado su cario. Se ve siempre alegre lleno de entusiasmo. Su simpata alcanza
a sus profesores, los cuales siempre lo tienen en cuenta para cualquier actividad
del colegio.
- Hernn, la semana que viene vamos a disertar sobre los mineros, ests
dispuesto a improvisar algo? Pregunta su profesor de Historia.
La respuesta es espontnea - por supuesto, profe! responde Nano con
manifiesta alegra reflejada en sus ojos. En realidad, siempre es as, optimista,
dispuesto a cumplir como estudiante, aunque sus notas son de un alumno
promedio, su actitud es altamente valorada por sus profesores. Y lo ms
importante, logra involucrar a sus compaeros de curso, ya sea en sus
obligaciones docentes, como en sus travesuras.
Como Nano es nieto de pampinos y su profesor de Historia le pidi una disertacin
de los mineros en Chile, se le ocurri una idea. Siempre haba querido visitar
algunas salitreras, ya abandonadas: Humberstone, Santa Laura, La Noria o
cualquiera donde pudiera sentir aquellas sensaciones que sus abuelos le
contaban en sus constantes narraciones. Le pareca que cada historia era una
especie de leyenda que lo motivaba a conocer aquellos lugares fascinantes para
l. Es as que invit a tres de sus compaeros de curso, sus mejores amigos, con
los cuales formaba grupo de trabajo en sus tareas escolares, para que lo
acompaaran en esa aventura que quera vivir. Paul, Tito y Stuats, fueron los
preferidos de Nano, para realizar ese soado viaje a las mineras abandonadas del
norte de Chile. Los prefiri a ellos porque tenan caractersticas similares, les
gustaba la historia, la aventura y tuvieron la disposicin y el permiso de sus padres
para llevar adelante aquella expedicin. Haba que conocer todo acerca de los

mineros: condiciones de trabajo, el famoso pago en fichas, el abuso reinante, la


explotacin de familias enteras, de donde partieron los mineros asesinados en la
Escuela Santa Mara de Iquique y tantas vicisitudes y penurias en las que vivan
los obreros salitreros. Tenan que conocer qu hacan en sus ratos libres, sobre
las pulperas, en realidad era una gran empresa realizar esa investigacin en el
terreno mismo donde ocurrieron los hechos.
As, Nano convers con sus compaeros elegidos y les dijo que el fin de semana
deban pasar a buscarlo a su casa, ubicada en Avenida Chigo. Deban llevar sus
colaciones y el dinero para sus pasajes
- Ah, no se olviden de llevar mucha imaginacin y cuaderno y lpiz, para anotar
todo! Les dijo Nano.
- Por supuesto! respondieron a coro sus tres amigos.
La fecha indicada era el sbado 07 de julio, la hora, 08 de la maana en casa de
Nano. Pero la noche del viernes anterior, nuestro protagonista estaba nervioso, o
ms bien, ansioso, deseaba fervientemente que llegaran las ocho de la maana
para dar inicio a vivir su sueo: conocer las salitreras abandonadas al interior de
Iquique. Al acostarse pensaba en todo lo misterioso que sera ese viaje.
- Encontraremos restos de pampinos que hallan muerto en las salitreras? Se
preguntaba lleno de asombro.
- Y si encontramos objetos utilizados por los mineros antiguamente? Sera
genial! Segua pensando.
Y as, pensando y pensando en su ansiado viaje, Nano se qued dormido, con la
conviccin que sus amigos iran muy temprano a buscarlo. Antes de acostarse
haba preparado todo en su mochila: colacin, linternas, pilas y su inseparable
amiga, la filmadora, que algn da le haba regalado su abuelo paterno, para
recoger evidencias de su aventura.
Plcidamente, Nano, se qued dormido, su rostro mostraba una leve sonrisa,
quizs por lo maravilloso que habra de resultar su viaje. A su lado, la mochila,
cargada de ilusiones, esperando la llegada de la maana para recibir a sus
compaeros y dar inicio a su tan ansiada aventura.
Mucho antes de las ocho de la maana, a eso de las seis y media, despert como
asustado, mir su reloj despertador y se dijo: - Uf, menos mal que falta mucho!
Pero igual se levant, se dio una rica ducha, se sirvi un suculento desayuno que
le haba preparado su mam, pues ella saba que la jornada iba a ser larga, y se
sent en el living a esperar a Paul, Tito y Stuats, quienes tocaron el timbre de su
casa cuando las manecillas del reloj mostraban que faltaban cinco minutos para la
hora sealada.
- Hola, muchachos, buenos das! Los salud Nano, agregando de inmediato Todo listo?
- Hola, Nano, s, todo listo! Respondieron sus amigos.
Tanto Nano como sus compaeros de curso iban vestidos como para un viaje
emocionante, con sus pantalones de mezclilla, sus camisas de cuadros y cada
uno con su gorrita, con la visera hacia atrs. Paul, se haba encargado de llevar
una pequea tienda de campaa, por si tenan que pernoctar hasta el domingo. l
era el ms arriesgado de todos, as que iba a ser todo lo posible por quedarse a
dormir en alguna de las salitreras. En cambio Tito, que a todo esto, era el ms
estudioso, el de mejores notas, no poda dejar de llevar su libro de aventuras de

Tom Swayer, que tanto le gustaba leer. Stuats, ms inquieto y un poquito


desordenado, pero muy responsable, llevaba en su mochila, linternas, una caja de
fsforo, para hacer alguna fogata y una suculenta colacin que, de seguro, iba a
alcanzar para todos.
Se despidieron de Sara, la mam de Nano y tomando sus mochilas en los
hombros, llenos de alegra y entusiasmo partieron rumbo al Terminal de Buses, a
la salida de Alto Hospicio, esperando que algn vehculo los llevara hacia su
encuentro con la historia. Cerca de una hora demor el bus que logr
transportarlos hacia la oficina Santiago Humberstone. Llegaron a eso de las doce
horas, con un hermoso sol, pero que no calentaba, pues era poca de invierno.
Sus mentes comenzaban a dar paso a la imaginacin. Estaban plenos de
felicidad, en sus ojos se poda apreciar su anhelo e inquietud por comenzar su
recorrido, por aquella abandonada oficina salitrera. Aunque a decir verdad, no
estaba tan abandonada, haba cuidadores y guas que acompaaban a los turistas
para mostrarles cada una de las instalaciones del lugar. Quedaron muy
sorprendidos cuando, la seorita gua, les mostr el teatro de la oficina, donde
poco ms o menos de un siglo atrs, se vesta de alegra, msica y color, para que
los pampinos pudieran apreciar obras de teatro, espectculos musicales y
diferentes manifestaciones del arte y la cultura. Estaban impresionados!, si hasta
les pareca ver a los actores de aquella poca presentndose para los mineros,
sobre todo para los ms pudientes, ya que en la mayora de los casos, esas
actividades eran pagadas y los mineros no tenan el dinero suficiente para asistir,
recordando que a ellos les pagaban con fichas que a su vez, slo las podan
gastar en las llamadas pulperas, que eran propiedad de los mismos dueos de las
minas. El arte y la cultura estaban vedados para la inmensa mayora de los
mineros de aquellas salitreras. Esto lo saban ellos, pues su profesor de Historia,
les haba contado algunas ancdotas de esa parte de la historia de nuestro norte
pampino.
Pudieron conocer adems lugares donde estudiaban los hijos de los dueos de las
mineras. Locales de madera, con techos muy altos y pupitres igualmente de
madera, de la buena. As fueron recorriendo todas las dependencias de
Humberstone, lentamente, como imaginando en cada lugar a personas de la
poca, las vean con sus trajes de antao, muy llamativos y tan diferentes a los
de ahora! En realidad estaban fascinados los cuatro amigos. NO salan de su
asombro al ir conociendo cada rincn de aquel lugar.
Lleg la tarde y con ella, como era de esperarse, los deseos de almorzar. Salieron
de la oficina salitrera y decidieron almorzar a orillas de la carretera. Todo les
pareca fascinante. En el lugar elegido, haba unos bancos de madera, pequeos y
decidieron que en ese lugar tendran su primera colacin. El sol segua presente
muy en lo alto, pero su calor era demasiado tenue para buscar sombras, as que
Aqu mismo! exclam Stuats, el muchacho que iba ms apertrechado de
alimentos para ese viaje. Y sacaron sus respectivas colaciones. Nano, llevaba un
exquisito pollo al jugo que su mam le haba preparado la noche anterior,
acompaada con arroz primavera. En cambio, Paul, llevaba su plato favorito bistec
a lo pobre con hartas papas fritas. Finalmente Stuats, mostr un sabroso plato
preparado de pescado frito con arroz perla y ensalada a la chilena. Todos
almorzaron felices, se vean muy entusiasmados recordando su paseo por la

Oficina Humberstone, pero Nano, con un poco de picarda les dijo:


- Vieron cmo me miraba la gua?
- Adonde! exclam Paul, quien estaba seguro que era l el preferido de la gua.
- Acaso no creen que la dej loca con mis bellos ojos azules? agreg sin
ruborizarse.
- Error! NI tu nariz de tucn, dirigindose a Nano, ni tu cara de lentejas,
sealando a Paul, la iba a encantar, en cambio, yo si la dej loca. Mi risa y mi
simpata la hacan suspirar jajajaja.
- Jajajajaja - se rea Nano, agregando yo creo que al final todos la dejamos
boca abierta, pero la verdad es que la gua est muy linda jajajaja!!!
Al finalizar sus apetitosos almuerzos, Stuats les ofreci a sus amigos unas bebidas
y las frutas que su mam le haba preparado para compartir con sus amigos.
Luego de almorzar, decidieron descansar un rato, pero la verdad es que estaban
tan cansados, quizs por la poca costumbre de hacer un viaje relativamente largo
y caminar toda la tarde por las arenosas calles de Humberstone, adems ya se
asomaba el fro acostumbrado en esa parte del territorio nortino. El sol se haca
cada vez menos tibio.
Al asomarse las primeras sombras de la tarde, comenzaba a conversar acerca de
los datos que haban recogido de su visita a Humberstone y tal pareca que todo
estaba en orden, que la informacin recogida era suficiente para realizar una
buena disertacin, ms lo recopilado en internet y en la biblioteca del colegio.
Sin embargo, Paul, al mirar hacia el lado sur observ las ruinas de la que fuera
una pujante minera, la Oficina Salitrera de Santa Luca. Se podan apreciar las
chimeneas y las viejas murallas y vagones que antao utilizaban los pampinos
para transportar el salitre.
- Podramos dar una vueltecita por la Santa Luca! Exclam con mucho
entusiasmo
- No! Dijo tajantemente Nano. Se nos va a hacer demasiado tarde para
regresar recalc.
- Pero si yo traje esta cabaita para que podamos dormir! Replic Paul
Stuats, que observaba el dilogo de sus amigos, se entusiasm con la idea y les
manifest:
- Yo apoyo al Paul, vamos a quedarnos y nos vamos maana bien tempranito, total
maana es domingo.
- No s dijo Nano. Agregando luego pero si ustedes quieren, no me voy a
hacer de rogar.
Y juntos, a coro exclamaron:
- Entonces nos quedamos! Urraaa..!
Y dicho esto, los tres se encaminaron hacia la abandonada oficina salitrera Santa
Luca. Como la noche llegaba a pasos agigantados, se observaba mucha
oscuridad, sombras que causaban cierto temor en aquellos nios aventureros, sin
embargo, estaban decididos a recorrer el lugar. Primero se acercaron a orillas de
una gran torre que se haya en el lugar. Todo de madera desgastada, con mucho
peligro para poder escalarla, as que decidieron seguir su recorrido. Sus miradas
se dirigieron hacia unos galpones a un costado cercano a la torre.
- Exploremos ese galpn dijo Nano, que ya estaba totalmente entusiasmado con
la idea del recorrido.

- Claro! dijeron a coro sus amigos.


Y a pesar que avanzaban juntos, en ms de una ocasin de apartaban uno de
otro, pero luego volvan a juntarse y seguan normalmente su viaje hacia el
misterio de aquella oficina. Despus de caminar alrededor de una hora por aquel
lugar y cuando ya la luna se haba apoderado del cielo poco estrellado de aquella
noche, decidieron sentarse a conversar a orillas de unas pequeas escalinatas a
la entrada del galpn.
De pronto, sintieron unos gemidos al interior del misterioso lugar.
- Escucharon? Pregunt Stuats, sin dejar de manifestar su asombro.
- Yo no escuch nada respondi Paul, mientras Nano diriga sus miradas al
interior de lugar.
- Creo que sera bueno echar una mirada dijo el mayor de los tres.
- Me parece buena idea dijo Paul.
Y nuevamente volvieron a ingresar al galpn, en busca de aquello que provoc
ese misterioso gemido. Se vean bien, no manifestaban temor y seguan su rumbo
a paso lento pero firme. Nano siempre iba a la cabeza del grupo, quizs unos
cinco a diez pasos ms adelante que los dems. De pronto, Stuats, se acerc
corriendo a Nano y expres todo su temor, dicindole:
- Nano, acabo de ver una sombra hacia esa direccin, tengo miedo.
- Ah, cllate, no seas cobarde! En este lugar no debe haber nadie respondi el
joven.
- Pero Nano, por favor, estoy temblando de miedo replic Stuats.
Nano, que a todo esto haba cambiado un poco su carcter afable por uno ms
tosco con sus compaeros, le respondi tajantemente:
- Si tiene miedo, regresa solo a la entrada, nosotros vamos a seguir.
Pero algo terrible ocurri, Stuats se haba desmayado del terror que le provoc, no
solo la sombra que haba divisado, sino por las palabras y la forma en que Nano le
haba respondido.
- Nano, el Stuats de muri expres muy temeroso Tito.
- Bah!, no le hagas caso, est fingiendo para que regresemos contest Nano.
- Pero, Nano, mejor nos devolvemos dijo con mucha fuerza y cierto temor Tito.
- No, yo estoy de acuerdo con Nano, debemos seguir se manifest Paul.
- Si! - dijo Nano - dejmoslo ah no ms, a la vuelta lo recogemos
As que Tito, con recelo y Paul con Nano, hacindose los fuertes, decidieron
continuar su recorrido por los misteriosos pasillos de aquella construccin.
Caminaron cerca de quince minutos. No pasaba nada. Todo oscuro y tenebroso.
Los tres amigos caminaban muy cerca uno del otro, manifestando as ese temor
que no queran reconocer. Nano se haca el ms fuerte, sin embargo, igual lo
invada un tibio escalofro que no lo dio a conocer a sus amigos. Paul, se vea ms
seguro, pero sus ojos azules, denotaban el temor de todo su cuerpo. Tito, el ms
inteligente, tampoco dejaba ocultar su temor, su rostro se volva plido a medida
que avanzaba. Pequeos chillidos se oan de vez en cuando y eso provocaba que
se acercaran ms, como una forma de protegerse. Sin embargo, lo malo del
pasillo, hecho de madera ya carcomida por el paso de los aos, los haca tropezar
y provocaba que de repente se alejaran un poco. Fue en uno de esos instantes, en
que tropezndose lograban alejarse, cuando se oy un fuerte ruido, eran pasos de
hombres, el temor los invadi, los pasos cada vez ms fuertes se acercaban a

ellos. Sin embargo, seguan separados, como si aquello los hubiera dejado
inmviles. Sus linternas, inexplicablemente dejaron de alumbrar, lo que llen de
mayor angustia al trio de muchachos. De pronto, Nano, que iba al frente del grupo
y alejado de los dems, sinti que una mano le tocaba el hombro. Lanz un
espectacular y ensordecedor grito. Era en joven Tito, quien le dijo con gran temblor
en sus palabras:
- Nano, no grites, soy yo. Tengo miedo. He visto varios hombres caminando hacia
nosotros.
- No le hagas caso, Nano, son puras tonteras de este expres Paul, quien se
haba convertido en el mejor aliado del lder del grupo.
- Mira, Tito, si tienes tanto miedo regresa a donde est el cuerpo del Stants.
- Si!, Si tiene miedo que se vaya apoyando la idea de Nano, contest Paul.
Sin embargo, Tito comenz a dar fuertes sntomas de pnico, sus palabras casi no
se le entendan, temblaba de pies a cabeza, llegndose a caer al suelo. Sus
amigos, lejos de acercarse, por el temor que les invada y que no queran
reconocer, se alejaron un poco del cuerpo de Tito.
- Por favor, aydenme! gritaba desesperado el joven Tito. Pero sus amigos en
una seal de poca amistad, decidieron dejar en el mismo lugar.
- Vamos, Nano, despus lo venimos a buscar dijo Paul, sin ocultar el miedo que
le sacuda el interior de su cuerpo.
- Ok!. Sigamos expres Nano, con una seguridad que provocaba temor.
Y siguieron su recorrido. La noche avanzaba y el fro se haca ms fuerte. La
noche, extremadamente oscura. El temor se haba apoderado de ambos, pero
igual continuaron. De pronto trataban de ignorar sus compaeros cados, pero el
rostro de Tito y Stuats, los haca reaccionar, sin embargo, no detuvieron su
camino. Ambos nios cados estaban ya a mucha distancia de los caminantes,
nada se poda hacer, sin linternas para encaminarse hacia ellos, lo mejor era
seguir su rumbo. As, Nano y Paul, caminaban lentamente por los pasillos que a
estas alturas se haban convertido en los pasillos del terror. Trataron de no
separarse ms, en realidad estaban aterrados, pero nada impeda que su
caminata llegara a su fin.
Al cabo de unos veinte minutos, Nano sinti el despavorido grito de Paul, cayendo
por una rendija que haba en el carcomido piso de aquella casona.
- Paul, Paul! Qu pas? Dnde ests? gritaba Nano, sin recibir respuesta.
Nano se puso a palpar el piso y encontr un hoyo que le haca suponer era por
donde habra cado su amigo. Volvi a llamarlo, pero nada, todo era silencio. No
haba caso, Paul haba sido tragado por la tierra, no haba rastros de l. Nano, se
haba quedado solo, pero a pesar que el temor lo invada, sigui caminando por
aquellos misteriosos lugares. Pensaba que sus amigos estaban muertos, que no
los volvera a ver, pensaba entre sollozos. Camin cerca de treinta minutos
cuando de pronto, a lo lejos, comenz a divisar una pequea luz. Se alegr, pens
que haba llegado a la entrada, o la salida, pues ya no saba dnde estaba y crey
que las horas haban pasado de tal manera que lleg a creer que era la luz del sol.
As que sec sus lgrimas y se dispuso llegar a aquella luz, a tientas, porque por
donde iba, an estaba demasiado oscuro. A medida que se acercaba, la luz se
haca ms notoria, pero le invadi nuevamente el temor al ver que aquello ni era el

sol, ni era una ampolleta ni una linterna, era nada ms ni nada menos que una
fogata, la que pudo comprobar cuando estuvo mucho ms cerca, sin embargo, se
percat que alrededor de aquel fuego haba tres figuras que se movan
constantemente. Se detuvo, pens en algn grupo de exploradores que al igual
que l y sus amigos estaban recorriendo el lugar. Prosigui su camino, pero muy
lentamente, de pronto, oh! Sorpresa, eran sus amigos Paul, Tito y Stuats, eran
ellos mismos, disfrutando algunos sandwichs que uno de los muchachos guardaba
en su mochila.
- Oye, Nano! Dnde te habas metido? le dijo Paul.
- Llevamos como tres horas esperando que aparecieras manifest Tito.
- Si, por, estbamos asustados, pensamos que te haba ocurrido algo.
Nano, inmensamente sorprendido, no encontraba palabras. l los haba visto
morir, no poda creer que eran ellos. No sala de su asombro, cuando Paul dijo:
- Ya muchachos, como lleg el Nano, vamos a armar la cabaita y a dormir hasta
que salga el sol.
- Si! gritaron a coro Tito y Stuats, mientras Nano los observaba an asombrado.
Al final le pidieron a Nano que armara la cabaita que haba trado Paul.
- Dnde est? Pregunt el muchacho, ya un poco ms tranquilo.
- Ah, por, detrs de ti Dijo Paul.
As que con toda calma y tranquilidad Nano se dio vuelta y se acerc al bulto, lo
tom en sus manos y antes de comenzar a armarla, volvi la mirada hacia sus
compaeros, pero oh! No estaban! Haban desaparecido! Nano comenz a
temblar, no haba nada ni nadie, sus amigos nuevamente haban desaparecido y
la fogata se hizo humo.
- Chiquillos! Dnde se escondieron? gritaba desesperado Nano. Pero no hubo
respuestas, todo era un silencio mortal.
El pobre muchacho se desesperaba cada vez ms, lanzaba gritos llamando a
cada uno de sus amigos. No pudo ms, cay abatido al suelo, un escalofro
invadi su cuerpo de pies a cabeza. Era increble lo que estaba viviendo. No saba
qu hacer, slo llorar y nombrar a sus amigos con una fuerza que de a poco se iba
debilitando. De pronto, comenz a escuchar una voz a lo lejos.
- Nano, Nano! deca aquella voz, que no se pareca a la de sus amigos.
El joven segua en el suelo, temblaba de miedo. Un pnico terrible lo estremeca y
a ratos volva a escuchar aquella voz que lo llamaba y llamaba. Nano, Nano! De
pronto aquellos temblores aumentaron, se fueron haciendo cada vez ms fuerte y
tambin aquella voz se oa ms cercana. Senta que los temblores eran muy
fuertes, muy fuertes y la voz ms cercana, hasta que la voz se hizo demasiado
fuerte:
- Nano, Nano, acaba de levantarte, te quedaste dormido y tus amigos deben estar
por llegar.
Era su mam, que lo despertaba para recibir a sus compaeros. Todo haba sido
un hermoso sueo o una terrible pesadilla? Nano, muy sorprendido y con
tremendos ojos miraba a su mam, ella le volvi a dar un sacudn y sali de su
cama rumbo a darse una ducha, tomar un suculento desayuno que le haba
preparado su mam y se dispuso a esperar a sus amigos en el living. Justo
cuando las manecillas del reloj marcaban cinco minutos para la hora acordada,
son el timbre. Eran Paul, Tito y Stuats. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!

La Maldicin de un druida
Richard Chirinos Cruz
Per
Ella prometi que se quedara con migo, pero su muerte era inminente. Algo
ocurri que ech a perder nuestro plan de escape, y los culpables an estn cerca
ocultos en las sombras, burlndose de nosotros por haberlo intentado, pero
tambin curiosos de lo que pasara ahora, de cmo el ngel de la muerte entrara
por esa puerta para llevarse a mi amada.
Haba otra cosa que se preguntaban, si yo aria algo al respecto, si me vengara. O
solo desaparecera en lo ms profundo de la noche, pero la respuesta ni yo la
sabia. No tena tiempo para pensar solo para escuchar a London que yaca en el
suelo, su figura sensual ahora tirada en el suelo llena de heridas y rasguos. Y
esos agujeros en su cuello revelando el nombre de su asesino, porque si era un
hecho que haba muchos de su estirpe, solo haba uno que esperaba su
oportunidad para quitarle la vida.
London, no fue hasta mucho despus de conocerla que me revelo su verdadera
naturaleza, criatura hurfana que viajo a cada rincn del mundo, por ms de mil
aos sola, aburrida de la vida presencio el nacer de cada imperio, conoci a los
eruditos ms antiguos, vivi ms de lo que un humano poda experimentar, y aun
as todo le pareca tan pasajero que sera imposible disfrutarlo realmente, para ella
la modernidad era solo otro paso aburrido en la existencia de este mundo. London
anhelaba morir cuando la conoc, y aun as le ice prometer que no me
abandonara en este mundo al que yo tampoco pertenezco.
Por deseo suyo la hice mortal con un beso, nos amamos y pertenecimos como
nunca nadie haba amado y fue entonces que el karma nos alcanz.
Ella dijo que solo a los humanos se les permita amar, pero me amaba, yo le dije
que obtendra el poder para cuidarla y defenderla, pues ella aun siendo inmortal
caminaba bajo la luz del sol y sus enemigos observaban desde las sombras.
Ahora crujo los dientes de impotencia y ella agoniza en el piso baada en sangre,
su cabello sigue rubio pero el color blanco de su piel est cambiando a gris. Sus
ojos verdes enmarcados en el negro maquillaje, me observan pidiendo perdn con
la mirada ms melanclica.
Ella me acaricia el rostro por ltima vez y me pide que rompa las leyes de la

naturaleza una vez ms.


Un beso me pide, uno ltimo sabiendo que me entregara su inmortalidad al
hacerlo y porque habra de querer la vida eterna, sin ella aquello sera lo mismo
que vivir cada da en una habitacin sin oxgeno.
Pero no pude decir que no, sus labios manchados de rojo oscuro me esperaban. Y
el ngel de la muerte llego oportuno, pues lo quera como testigo, que se enterara
el mundo espiritual que no les permitira alejarla de m. El emisario me vio cuando
le quite a m amada su ltimo aliento, y me perteneci tambin su espritu.
La sent ser parte de m y sent el poder, levante la mirada buscando, buscando a
alguien en particular, saba que an estaba aqu y poda sentirlo temblando,
aterrorizado sabiendo que la situacin se le haba escapado de las manos y que
poda hacer ms que esperar su turno para clamar misericordia y ambos
sabamos que la parca no se ira con las manos bacas

Como si nada hubiese pasado


Autora: Leila A.
La historia pudo haber pasado en cualquier lugar del pas, pero el inconsciente
que manejaba el auto transitaba las humildes calles del barrio Reconquista,
partido de Merlo, oeste del conurbano bonaerense.
Hace poco ms de tres aos en Mayo de 2009, cuatro primos disfrutaban del
cumpleaos de 15 de una prima y cuando la fiesta estaba llegando a su fin,
salieron a la puerta para acompaar a unos familiares que estaban retirndose y
se quedaron ablando en la esquina.
Faltaba poco para las seis de la maana: un antes y un despus de la vida de
Nahuel. El Renault 21 al mando de un tal Vargas transitaba en zig zag, como
quien de chico juega con un autito de coleccin y lo mueve de un lado hacia otro,
imitando los movimientos de un coche de carrera, en la vuelta previa.
El jueguito de Vargas termin en la prdida del vehculo, que subi a la vereda,
atropell a los chicos ,
tir abajo una pared y dej a cuatro adolescentes heridos, uno de ellos Nahuel, el
ms perjudicado.
Hasta hoy la madre recuerda que arriba de la ambulancia su hijo peda al mdico:
NO ME CORTE EL PANTALON POR QUE ES EL UNICO QUE TENGO. En ese
momento en el que el dolor es todo, Nahuel no dej de valorar el esfuerzo de su
madre.
Cuando la cabeza de un chico se debate entre los amigos, el estudio, los juegos,
los primeros vicios y las chicas, sin aviso previo un inconsciente provoc el mayor
conflicto en la corta vida de Nahuel.

Luego del momento ms tenso y doloroso, lleg la operacin en ambas piernas y


la colocacin
de una prtesis en la pierna derecha.
El trabajo de los mdicos en el quirfano dur tres horas y los resultados fueron
los siguientes:
Le amputaron el pie derecho y en la pierna izquierda sufri la fractura de tibia y
peron le reconstruyeron con injertos obtenidos de la nalga. Las operaciones
continuaron, ya que en el miembro izquierdo se le infect el injerto y tuvieron que
limpiarlo.
Como si todo fuese poco, en esa misma pierna el cartlago de crecimiento est
lesionado y rotado, por lo tanto necesita un calzado especia para la correccin.
Los mdicos le explican el cartlago de crecimiento est lesionado y rotado, por lo
tanto necesita un calzado especial para la correccin, eso significa que el
crecimiento ser mucho menos de lo normal.
Al salir de la operacin estuvo en terapia intensiva dos das y luego los mdicos,
delante de la madre, le informaron a Nahuel todo lo que haba sucedido con sus
piernas. En ese momento Nahuel estaba por rendir su primer examen para su
sistema psquico, el impacto sobre la apuntacin haba sido una situacin
traumtica.
Luego de superar el postoperatorio de ambas piernas, ya llegando al verano, la
adaptacin de Nahuel a la prtesis fue todo un xito.
GANAS DE VIVIR. El deporte va ms all de un resultado: el deporte puede ser la
herramienta adecuada para salvar la vida y esa herramienta es la que agarr
Nahuel. Los mdicos para este caso utilizan la palabraresiliencia, es la
capacidad que posee un individuo frente a las adversidades para mantenerse en
pie de lucha.
Nahuel hizo de esa palabra su bandera. l, lejos de quedarse en un eterno
lamento por lo sucedido,
concurri al rea del Cenard para probar suerte e intentar quedar en un lugar que
es para pocos. Por suerte qued en presentacin, ahora estoy muy contento de
poder entrar en el Cenard, destac Nahuel.

El atletismo, madre de todos los deportes, se divide en muchas disciplinas, tres de


ellas son: la jabalina, la bala y el disco. Despus de hablar de detalles tcnicos de
la jabalina y de las dificultades que le presentaba tirar la bala, Nahuel remarc en
varias oportunidades que su sueo era viajar por el mundo a travs
del deporte. Pero por ese momento su nico viaje era de Merlo hasta las lujosas
calles de Nez, dos veces por semana.
Para Nahuel ese sacrificio tiene un solo objetivo: vivir la vida a pleno, como si
nada hubiese pasado.

Amistad perdida
Autor: Agustn B
Francisco y Lautaro eran amigos desde primer grado. Eran muy unidos; hacan
casi todo junto.
Francisco tena 27 aos, era morocho, de ojos verdes, de pelo negro y tena
ambicin por el bsquet. A l le encantaba ese deporte.
Por otra parte, Lautaro, tambin tena 27 aos, pero l era blanco de piel, de ojos
color caf y lo que lo apasionaba a l era el ftbol. Desde los seis aos eran
inseparables.
Un da Francisco de dijo a Lautaro:
Lau, el martes voy a sacar turno para el registro civil, me voy a casar con Yamila.
Yamila era la novia de Francisco. Ya llevaban ms de tres aos juntos.
bien! Al fin te decidiste. Yo quiero ser el testigo de bodas, jajaja le contest
Lautaro.
S, sbelo, vas a ser vos, de una, jaja. -confirm su amigo.
Lleg el da y Francisco se cas con Yamila. Pas una semana. Francisco estaba
con su esposa y su mejor amigo. Francisco le dijo a Lautaro:
Lau, la podes llevar a la casa? Yo tengo que hacer unas cosas ac.
S, s, no hay problema -respondi Lautaro.
Lautaro llev a Yamila hasta la casa. Cuando llegaron Yamila le dijo:
me gustas desde hace mucho.
Pero vos sos la esposa de mi mejor amigono puedo -respondi Lautaro.
S podes, afirm Yamila. Y le dio un beso.
Bueno, vmonos respondi Lautaro.

Francisco se enter y nunca ms se hablaron. Yamila y Lautaro estuvieron una


semana, hasta que Yamila lo dej.

Esclava de un dolor
Autora: Yamila R.
Un da ms y l no llega. Ya son las once de la noche. Hace mucho fro y no
puedo dormir. Lo llamo al celular y no me contesta. Sigo intentando y no obtengo
respuesta, me gana el cansancio, entonces, subo a mi habitacin a recostarme y
luego de unas horas me quedo dormida.
De repente escucho la puerta abrindose. Sigilosamente me levanto, observo la
hora, son las tres de la madrugada. Me dirijo hacia la puerta y ah estaba Esteban,
borracho como de costumbre. No poda ni mantenerse en pie de lo borracho que
estaba. De repente empieza a tambalearse y cae al piso. Desesperada corro hacia
l y lo ayudo a levantarse. Lo llevo al silln del living. Estaba demasiado pesado
para subir las escaleras. Lo tapo con una frazada y me voy a mi cuarto.
Al otro da quise hablar con l pero no me escuch. Le grit para que me prestara
atencin, pero se puso agresivo y me dijo:
no me molestes ms. Estoy harto de que me jodas siempre por lo mismo. Yo soy
as y nadie me va a cambiar.
Sos una basura, te odio le respond yo.
Recuerdo que se enoj mucho. Jams lo haba visto tan furioso. Me empuj contra
la baranda de la escalera, me agarro los brazos y empez a golpearme. Le peda
que me soltara, que me estaba haciendo mal, pero l no reaccionaba. En un
momento logr escaparme. Corr hacia mi habitacin y me encerr. Lo nico que
haca era llorar. No lograba entender cmo Esteban, el hombre del cual me haba
enamorado aos atrs, se haba convertido en un golpeador.
Decid abandonarlo. Agarr mi ropa, la guard en un bolso y cuando me dispona
a irme me pregunt:
A dnde pensis que vas a irte?
No s a dnde, pero s s que bien lejos tuyo.

Corri hacia m, me tom de la cara y apretando mi rostro me dijo:


Si no sos ma no vas a ser de nadie, entendis?
En ese momento se haba paralizado mi cuerpo. Le ped perdn y le dije que no
me ira porque lo amaba, que saba que l iba a cambiar y que todo iba a ser
como antes.
Pero como era sabido no fue as. Las peleas siguieron y cada vez eran ms
notorias las cicatrices. Ya no haba maquillaje capaz de tapar los moretones. Me
dolan las entraas de tanto sangrar.
Un da ya no aguant ms. Mientras l trabajaba sal de mi casa y me fui a la
comisara. Le hice una denuncia. Ms tarde fueron a su trabajo a buscarlo y lo
metieron preso.
Con l tras las rejas le dije, mi dolor ser tu prisin, mientras pensaba, dara todo
para que entendieras el dolor que me causaste.
Despus de todo aquello me fui a vivir sola, con terror a darle una nueva
oportunidad al amor. Tanto sufrimiento me haca pensar que jams encontrara mi
felicidad.
Sin embargo, una tarde, mientras esperaba el colectivo me encontr con mi viejo
amigo de la facultad, ngel. Se alegr mucho al verme y yo tambin. Tanto tiempo
haba pasado desde la ltima vez que nos habamos visto que tenamos mucho de
qu hablar.
Cuando lleg el colectivo, subimos y nos sentamos juntos. l me pregunt qu era
de mi vida y yo le dije:
Estoy separada
Por qu?
Porque l me golpeaba
Quin es?
Es Esteban
Qu? ese idiota se atrevi a golpearte?
S, pero ya pas. Ahora est tras las rejas-: No lo puedo creer, me enoja saber que alguien se atrevi a levantarte la mano,
hay tantas personas que son capaces de hacer todo por estar con vos y ese
idiota te hace eso, que tarado que es, se perdi una mujer tan valiosa
Por qu decs eso?

Porque porque te amo, siempre te am pero jams me anim a decrtelo. Me


crea muy poco hombre para vos qu decs? Me das una oportunidad de
conquistar tu corazn?
S, me encantara. Solo te pido un poco de tiempo, lo que me paso con Esteban
no fue fcil
Eso no es problema, te voy a ayudar a superar ese trauma, por vos doy hasta mi
vida.
Al llegar a nuestro destino nos bajamos y nos intercambiamos los nmeros de
celular. Despus nos llambamos a todas horas. Hasta que a lo largo de unos
meses nos pusimos de novios. Hoy es nuestro aniversario, cumplimos tres aos
de casados y somos una pareja ideal. Tenemos una hermosa hija de un ao a la
cual llamamos Ana.

Mi antologa de
cuentos

Rosario Montserrat Tello Soto


2B T/M

N.L. 45

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