El Mito Del Sentido en La Obra de Jung
El Mito Del Sentido en La Obra de Jung
El Mito Del Sentido en La Obra de Jung
acuerdo con el s-mismo, sin perder de vista la realidad de las limitaciones humanas y la
cualidad de ser criaturas corrientes. El s-mismo en su divinidad (vervigraca.,el
arquetipo)... puede tornarse consciente slo dentro de nuestra conciencia. Y puede
hacerlo slo si el ego est plantado con firmeza. El s-mismo debe llegar a ser tan
pequeo como el ego e incluso ms pequeo que ste aunque sea el ocano de la
divinidad: Dios es tan pequeo como yo, dice Angelus Silesius. Debe volverse "el
pulgarcito en el corazn", escribi Jung en una carta (septiembre de 1943) al explicar
la paradoja de realizar el s-mismo. El s-mismo es la extensin inconmensurable de la
psique y al mismo tiempo su esencia ms recndita. El pulgarcito en el corazn es
una alusin a la naturaleza infantil de la divinidad". Es el purusha indio, ms pequeo
que lo pequeo, ms grande que lo grande (20). Tambin Cristo es venerado como
gobernante del mundo y como nio.
"El proceso de individuacin requiere una confrontacin despiadadamente honesta con
los contenidos del inconsciente y esto es suficiente para enfriar cualquier ataque de
ebullicin. Guarda numerosas penumbras y conocimientos dolorosos que conducen a la
modestia. No obstante, cualquiera que mire con desdn a los no iluminados o que
predique verdades se ha vuelto vctima de su propia estupidez. Ha identificado su ego
con los contenidos del inconsciente. El trmino psicolgico para esto es inflacin, va
desde ms o menos la pomposidad inocua a la completa extincin del ego en la imagen
configurada por el inconsciente. Jung pone como ejemplo de una inflacin que culmina
en psicosis la historia de un joven sentimental que se haba enamorado de una
muchacha. Cuando descubri que ella no quera saber nada con l se desesper de tal
manera que fue directo al ro para ahogarse. Era tarde por la noche y las estrellas
brillaron ante l desde el agua obscura. Le pareci que las estrellas nadaban de dos en
dos a lo largo del ro y le sobrecogi un hermoso sentimiento. Olvid sus intenciones
suicidas y contempl fascinado el drama extrao y dulce que se desarrollaba frente a sus
ojos. Gradualmente se dio cuenta de que cada estrella era un rostro y que todas estas
parejas eran amantes, los cuales eran llevados juntos en un abrazo onrico. Sinti que
dentro de l naca una nueva comprensin: todo haba cambiado, su destino, su
desilusin, incluso su amor fue cediendo y se desvaneci. El recuerdo de la muchacha
se volvi distante, borroso; pero en su lugar sinti la completa certeza de que le
aguardaban incontables riquezas. Supo que un inmenso tesoro yaca oculto para l en el
observatorio vecino. El resultado fue que la polica lo arrest a las cuatro de la maana,
cuando intentaba introducirse en el observatorio.
Qu haba sucedido? Su pobre cabeza haba atisbado una visin dantesca, cuya
hermosura jams podra haber comprendido de haberla ledo en un poema. Pero la vio y
lo transform. Lo que antes tanto le haba lastimado ahora era algo distante; un nuevo y
ensoado mundo de estrellas, recorriendo senderos solitarios ms all de esta tierra
plagada de lamentos, se haba abierto para l en el momento en que cruz el umbral de
Proserpino. La intuicin de una riqueza increble y quin no sucumbira a ser rozado
por esta idea? le vino como una revelacin. Para su pobre cabeza de chorlito fue
demasiado. No se ahog en el ro, sino en una imagen eterna y su belleza muri con
l".
La individuacin sigue su curso de manera significativa slo en nuestra existencia
cotidiana. La aceptacin de la vida tal como es, de su banalidad, su cualidad de
extraordinaria, el respeto por el cuerpo y sus exigencias, son un prerrequisito para la
individuacin al igual que la relacin con el prjimo.
crculo, cubo, esfera, etc.), nmeros o grupos de nmeros, luz y fenmenos csmicos,
objetos sagrados, y tambin mediante abstracciones (lo incognoscible). El aspecto
individual unico est representado en cambio por figuras sublimes, incluso divinas,
del mismo sexo con rasgos bastante definidos, y con menor frecuencia mediante una
voz interior. No es necesaro decir que esto no constituye una regla invariable y que
existen combinaciones o superposiciones de uno y otro grupo.
Jung utiliz los trminos s-mismo y totalidad tanto para el arquetipo no simblico,
trascendental como para la entelequia del individuo. Adems de la expresin smismo como una entidad colectiva, infinita e inaprehensible tambin se encuentra l
mismo" o ella misma, en el sentido de la peculiaridad especfica de ese individuo; y
adems del trmino indefinido o general totalidad, tambin est el especfico
totalidad del soador, etc., de la. misma manera que en el lenguaje corriente
hombre no slo se refiere a un hombre individual sino a la totalidad de la especie.
El uso en ocasiones confuso del s-mismo en este doble sentido est dado en el plano
psicolgico por su funcin de unir opuestos. En Aion Jung compara el arquetipo de la
totalidad con la figura dogmtica de Cristo, quien como personaje histrico es
unitemporal y nico; como Dios, es universal y eterno". Lo mismo puede decirse en el
mbito de lo psicolgico: El s-mismo como la esencia de la individualidad es
unitemporal y nico; como smbolo arquetipico es una imagen de Dios y, por tanto,
universal y eterno (28). Por esta razn los conceptos destino y objetivo, o
entelequia y si-mismo se fusionan: uno contiene al otro.
La conciencia experimenta al s-mismo en ambos aspectos: como un smbolo universal
y eterno y como la expresion ms acabada de esa combinacin irrevocable denominada
individualidad. (29)
Sin embargo, incluso esta singularidad incomparable (30) jams puede lograrse
plenamente, contina siendo la tarea y la meta de la individuacin.
1 Las fantasas de los alquimistas tambin podran describirse como un tipo de
imaginacin activa. Ver Psicologa y Alquimia, prrs. 347 y sigs., 357, 390 y sigs. Para
el mtodo de imaginacin activa ver La Funcin Trascendental, en La Estructura y la
Dinmica de la Psique, prrs. 167 y sigs., y Mysterium Coniunctionis, prrs. 706, 753.2
2 Objetivos de la Psicoterapia, en La Prctica de la Psicoterapia, prr. 98.
3 Es verdad que hay fantasas improductivas, futiles, mrbidas e insastisfactoria cuya
naturaleza estril es inmediatamente reconocida por toda persona que tenga sentido
comn; pero el funcionamiento defectuoso no prueba nada en contra del funcionaiento
normal.
Ibd.
4
La
Funcin
Trascendente,
prr.
189.
5
Dos
Ensayos
sobre
Psicologa
Analtica,
prr.
369.
6
La
Funcin
Trascendente,
prr.
189.
7 Acerca de la Naturaleza de la Psique, en La Estructura y Dinmica de la Psique,
prr.
402.
8 Ibd., prr. 400. Para el concepto del proceso de individuacin ver Jacobi, El Camino a
la Individuacin. Relatos de sus aspectos prcticos pueden encontrarse en Jung, Un
Estudio sobre el Proceso de Individuacin, en Los Arquetipos y el Inconsciente
Colectivo,
y
en
Gerhard
Adler,
El
Smbolo
Viviente.
9
Acerca
de
la
Naturaleza
de
la
Psique,
prr.
402.
10
Psicologa
y
Alquimia,
prr.
330.
11
Ibd.
12
Respuesta
a
Job,
en
Psicologa
y
Religin,
prr.
756.
13 Los Hombres Santos de la India, en ibid, prr. 957 hasta el final.
14
Psicologa
y
Alquimia,
prr.
330.
15
Respuesta
a
Job,
prr.
330.
16 Psicologa y Alquimia, prr. 105. Ver Respuesta a Job, prr. 756: La diferencia
entre el proceso de individuacin natural, que se desarrolla en el plano inconsciente, y
aquel que se realiza en el plano consciente, es inmensa. En el primer caso la conciencia
no interviene en lo absoluto; el final contina siendo tan obscuro como el comienzo. En
el segundo caso, es tanta la obscuridad que se ilumina que la personalidad resulta
permeada de luz y la conciencia gana indefectiblemente en alcance y sabidura.
17
Psicologa
y
Religin,
prr
133
hasta
el
final.
18 Ver Respuesta a Job, prr. 758: Es decir, an la persona iluminada contina
siendo lo que es y jams es ms que su propio ego limitado ante Aquel que habita dentro
de ella, cuya forma no tiene lmites conocidos, que lo abarca por completo, insondable
como
los
abismos
de
la
tierra
y
vasto
como
el
cielo.
19 Ver Katha Upanishad 4, 13 (Los Diez Principales Upanishads, pg. 34): Esa
Persona es el corazn, no ms grande que un pulgar ardiendo como la llama sin humo,
hacedor del pasado y el futuro, el mismo hoy y maana, es el S-mismo.
20 Ver Svetasvatara Upanishad 3, 20 (Los Trece Principales Upanishads, pg. 402).
21
Dos
Ensayos
sobre
Psicologa
Analitica,
prrs.
231-2.
22 Ver, <<La Psicologa de la Transferencia, en La Prctica de la Psicoterapia, prr.
448: La individuacin presenta dos aspectos principales: en primer lugar, es un proceso
de integracin in- terno y subjetivo y en segundo, es un proceso igualmente
indispensable de relacin objetiva. Ninguno puede existir sin el otro aunque algunas
veces predomina uno o el otro. Este doble aspecto posee dos peligros correspondientes.
El primero es el peligro de que el paciente utilice las oportunidades de desarrollo
espiritual que surgen del anlisis del inconsciente como un pretexto para evadirse de
responsabilidades humanas ms profundas y para simular cierta espiritualidad que no
logra sostenerse ante la crtica moral; el segundo es el peligro de que las tendencias
atvicas puedan ganar mayor peso y arrastren la relacin hasta un nivel primitivo.
23 Ver, Las Etapas de la Vida, en La Estructura y Dinmica de la Psique, prr.771:
Los problemas serios de la vida jams se resuelven plenamente. Si alguna vez
pareciera ser que estn resueltos, eso constituye una seal segura de que algo se ha
perdido. El sentido y propsito de un problema pareciera hallarse no en su solucin sino
en el permanente trabajo que se realiza sobre el mismo. Unicamente esto nos preserva
del
embrutecimiento
y
la
petrificacin.
24
Prr.
400.
25
Psicologa
y
Alquimia,
prr.
330.
26 El Desarrollo de la Personalidad, prr. 300. Todo el que tiene una vocacin scucha
una
voz
del
hombre
interior:
se
siente
llamado.
Ibd.
27
Aion,
prr.
l
16.
28
Ibd.
29
Dos
Ensayos,
prr.
404.
30 Dos Ensayos, prr. 266