Fortaleza de Ansite - Investigacion Arqueologica
Fortaleza de Ansite - Investigacion Arqueologica
Fortaleza de Ansite - Investigacion Arqueologica
Investigacin arqueolgica
ROSA SCHLUETER CABALLERO
Centro Asociado de la UNED de Las Palmas de Gran Canaria
(Las Palmas de Gran Canaria)
Resumen: Desde hacemucho tiempo, la comarca de Las Tirajanas guarda uno de los
grandes tesoros de la Prehistoria de Gran Canaria, concretamente el enclave conocido con
el nombre de La Fortaleza, formado por dos grandes rocas horadadas por cuevas y por un
tubo volcnico que atraviesa el yacimiento de lado a lado de la montaa. Se ubican en ella
cuevas de habitacin y de enterramiento, as como casas en su cima que tienen una relacin directa con el equinoccio de primavera, grabados antropomorfos y un complejo de viviendas en piedra seca con curiosos escalones y pasillos. Todo ello se cubri en torno a fines del siglo XVII. Bajo los escombros que hoy podemos observar se oculta uno de los
poblados probablemente mejor conservados de poca prehispnica, tal y como lo atestigua
la excavacin realizada objeto del presente artculo.
Palabras clave: Arqueologa, enterramientos, excavaciones, La Fortaleza.
Abstract: For centuries Las Tirajanas has been the the home of one of the greatest
treasures of prehistoric Gran Canaria, the enclave known as La Fortaleza (the Fortress),
which is made up of two large rocks perforated with caves and a volcanic pipe which crosses
the site from one side of the mountain to the other. In it can be found caves used as dwellings and caves used for burial, as well as houses on top of it clearly connected with the
spring equinox, anthropomorphic etchings and a complex of dry-stone dwellings with curious steps and corridors. This was all discovered around the end of the 17th century. Under the rubble that can be seen today is hidden probably one of the best-conserved settlements of the prehispanic era, testified to by the excavations which this article records.
Key words: Archeology, Prehistory, Burials, La Fortaleza.
Boletn Millares Carlo, nm. 28. Centro Asociado UNED. Las Palmas de Gran Canaria, 2009.
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INTRODUCCIN
Cuando comenzamos a realizar las investigaciones arqueolgicas en el
Barranco de Fataga, concretamente en la Necrpolis de Arteara, pronto nos
dimos cuenta de que una serie de trabajos que conllevaban el anlisis del
medio, las costumbres y tradiciones de la zona, nos dirigan, una y otra vez,
hacia la amplia Caldera de Las Tirajanas.
De manera bastante frecuente, en la medida en que bamos tomando contacto con la base social de las diferentes localidades extendidas por todo el
marco ambiental de esta zona sur de Gran Canaria, las referencias obtenidas
acerca del modus vivendi, nos ponan en contacto con una dinmica tendente a contactar con la zona centro de la isla, ms que con las zonas costeras.
Recordemos que el Barranco de Fataga no cont hasta el ao 1945 con una
carretera que, construida con presos de la Guerra Civil Espaola, lo comunicara con las zonas mencionadas. Sabemos por la tradicin oral que muy de
cuando en cuando vena algn cambullonero que a travs del lecho del barranco traa pescado a lomos de un burro que, caso de topar con un curso de agua
favorecido por las lluvias, deba retomar sus pasos y dejar el intercambio para
mejor ocasin. En localidades de amplia raigambre prehispnica, consegua
la cermica y otros elementos que, trocados por productos agrcolas, constituan la base del escaso comercio existente en la zona hasta hace unos muy
recientes cincuenta aos.
Durante aos la investigacin arqueolgica impuso un cerco a todos los
estudios que se pudieran realizar en estas comarcas, dados los trabajos llevados a cabo por manos inexpertas. Ello supuso un inmenso reto que para
nosotros se resolvi favorablemente al poder echarle una ojeada seria y exhaustiva a un territorio que haba sido objeto de pocos o nulos estudios prehistricos actualizados, con un enfoque y punto de vista distinto al propuesto por aqullos que realizaron pseudoexcavaciones en el rea.
Desde que llegamos a Santa Luca se nos ofreci toda clase de facilidades a fin de poder analizar material arqueolgico completo, bibliografa y todo
un archivo documental e historicista con que cuenta la casa del Castillo de
la Fortaleza. Asimismo, pudimos fotografiar y dibujar prcticamente toda la
coleccin que conforma el museo particular all existente, sobre todo la parte correspondiente al mundo de la cermica. Posteriormente, han sido varios
los trabajos que se han realizado teniendo como base el material reunido durante muchos aos, de inters por la referencia que ste hace al mundo aborigen, entre ellos los estudios de Bertila Calvan Santos sobre los restos de
tejidos all conservados.
El mencionado museo es el resultado de una poca en la que no exista
excesivo inters en Las Tirajanas por el mundo de la arqueologa insular, si
exceptuamos el caso de las investigaciones llevadas a cabo por Vicente Snchez
Araa, el cual poco a poco fue reuniendo elementos de incalculable valor para
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La Fortaleza antes de su excavacin. Casa ubicada sobre la estructura creada para la celebracin de la incorporacin de Canarias a la Corona de Castilla.
ron todas las estructuras all existentes con tierra a fin de poder plantar. Averiguamos, incluso, que la casa excavada est enmarcada dentro de un camino que, desde Santa Luca o San Bartolom, conduca directamente a La Fortaleza, y que se halla hoy sepultado por todo lo que constituye, segn pudimos
comprobar, el entramado de la plataforma, altar, etc., donde se celebra el 29
de abril la incorporacin de Canarias a la Corona de Castilla.
La estructura hallada durante la investigacin se presenta como una de
las ms interesantes observadas por nosotros en la isla de Gran Canaria, aunque los estudios que a partir de ahora se lleven a cabo, desde el punto de
vista de la Ciencia Arqueolgica, se basen tan slo en el anlisis de tales estructuras, sean pre o histricas.
El proyecto que saque a la luz todo el complejo estructural de La Fortaleza debe ser un proyecto complejo, completo y que conlleve un presupuesto econmico amplio y un equipo que, durante al menos unos cuantos aos,
trabaje incesantemente en la puesta a punto de este yacimiento de incalculable valor. El Cabildo Insular de Las Palmas de Gran Canaria no puede quedar al margen de este futuro compromiso, toda vez que como dueo del mismo, tiene la obligacin de salvaguardarlo y conservarlo, al mismo tiempo que
actualizar sus datos, ponerlos al da, darlos a conocer y crear la estructura
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DE LA HISTORIA DE
LA FORTALEZA
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A continuacin hay que resear toda una Memoria explicativa de los Hitos Histricos en el Trmino Municipal de Santa Luca de Tirajana, firmado
por Sebastin Jimnez Snchez el 12 de octubre de 1972. En l se describen
elementos tales como:
... casas de piedra suelta, de planta cruciforme oval y cuadrada; almogaren o
santuario formado por cazoletas labradas en la roca; tagoror o lugar de asambleas o reuniones, baladero, cuevas viviendas, cuevas funerarias, silos y otros
cubculos y recintos de usos diversos, asimismo mltiples fragmentos de cermicas neolticas aborigen canaria, objetos prehispnicos varios, como figurillas de
barro y piedra, pintaderas, vasijas de barro, morteros ptreos, hachas baslticas,
etc., material este altamente valorativo, recogido en dichos lugares, especialmente
en el Roque de Ansite...
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Aparece tambin un plano custodiado por el Cabildo en sus archivos, donde se incluye la superficie del ayuntamiento (5475 km2), su altitud mxima:
1.500 sobre el nivel del mar; mnima: el nivel del mar; habitantes (13.607).
Datos, incluso arqueolgicos, plasmados en un mapa del ao 1975.
Vicente Snchez Araa realiza un estudio del significado de los diversos
enclaves aborgenes extendidos por la cuenca de Tirajana. Cita las Cuevas de
los Canarios, donde descubri lo que l llam Cenobio de Las Harimaguadas,
interesante por sus pinturas rupestres:
... de color rojo y negro, formando una cinta horizontal, en ambos lados de una
galera, moteada de crculos blancos de tres centmetros de distancia, en dos filas horizontales.
Describe La Fortaleza como un lugar lleno de cuevas donde se descubrieron objetos arqueolgicos muy interesantes (molinos, vasijas y morteros de
piedra). Al Norte sita el:
Roque de Ansite, Ansid o Ansit, indistintamente llamado por los cartgrafos Fortaleza Grande, ya que se compone de dos altos riscos unidos entre s,
llamado el segundo Fortaleza Chica. Ambos forman la Fortaleza de Ansite. En
tiempos prehistricos fue un autntico santuario, dotado de almogaren, tagoror,
valadero y construcciones circulares, de todo ello, aun hoy quedan reveladores
vestigios... en l se ven paredes de cuatro metros de altura, construidas con enormes piedras a mitad del risco... Todo Ansite est horadado con enormes y curiosas cuevas circulares rectangulares, ovaladas, muchas comunicadas entre s
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por galeras exteriores e interiores, y otras de dos y tres pisos, con salidas secretas que han sido descubiertas en nuestras investigaciones... hallazgos como
pintaderas, idolillos de una belleza y significacin extraordinaria, entre ellos el
hallado por el Dr. Verneau y que se exhibe en el Museo Arqueolgico de Pars,
gnigos, objetos de madera, piedra y barro justifican su abandono cuando sus
moradores decidieron dejar el lugar para presentarse en el Real de Las Palmas
tras el pacto celebrado en Ansite.
Vicente Snchez Araa hace un recorrido en este estudio por los diferentes autores que opinaron sobre los sucesos ocurridos en esta zona sur de
Gran Canaria, intentando justificar mediante citas bibliogrficas de Marn y
Cubas (el cual en uno de sus puntos finales lo llama El Sitio), de Fray Jos
de Sosa, A. Millares Torres, la autenticidad de Ansite como ltimo reducto
de los aborgenes.
Lo cierto es que, analizando las crnicas y la bibliografa correspondiente que puede arrojar alguna luz sobre su ubicacin, no parece haber acuerdo, pues as como Mosn Diego de Valera, Toms Marn y Cubas y Gregorio
Chil y Naranjo localizan el emplazamiento en Tirajana, en una fortaleza natural, la Crnica Matritense, Ovetense, Lacunense, la de Pedro Gmez Escudero y la de F. Lpez de Ulloa no indican la localidad en concreto, aunque
s hacen referencia a una fortaleza natural, como lo hicieran los investigadores citados en primer lugar. Por su parte, Antonio Sedeo, Jos de Sosa, Pedro Agustn del Castillo y A. Millares Torres, emplazan La Fortaleza de Ansite en un pen. J. de Viera y Clavijo, Abreu y Galindo, llegan incluso a
situarlas en otro lugar distinto.
Toda esta informacin, aadida a planos y certificaciones, se envi a las
autoridades que en aquel momento se consideraban competentes como para
poder tomar una decisin acerca del emplazamiento del yacimiento que aqu
nos ocupa. Llegan a solicitar de Jos Miguel Alzla, a travs del alcalde de
Santa Luca, un informe para que designe dnde estn los roques de Ansite,
el llano de la Paz y Titana.
Se llega a entablar una lucha entre los Ayuntamientos de Santa Luca y
de San Bartolom, pues ambos queran tener en su escudo la representacin
de Ansite junto con el pen.
Es muy curioso el documento fotocopia del Boletn Oficial del Estado
n 154 del 28 de junio de 1975 (pgina. 24), decreto de 30 de mayo, por el
que se autoriza al Ayuntamiento de Santa Luca de Tirajana a adoptar su escudo herldico municipal, con la siguiente descripcin:
Escudo medio partido y cortado: primero, de gules, el castillo, de oro; segundo, de oro, hombre aborigen, con su ropilla de junco majado, de su color, llevando
en la mano derecha un magado de tea, sobrecargado en los ngulos de una cabeza de can: tercero, de azur, el tajado risco de Ansite. Al timbre, corona real,
abierta, y la leyenda Fortitudo et fides semper.
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No podemos concluir esta Historia de la Historia de La Fortaleza de Tirajana, sin exponer las opiniones de aquellos que contradicen lo dicho en el
informe enviado a la Real Academia de la Historia, segn el cual Ansite se
identifica plenamente con La Fortaleza de Tirajana, en Santa Luca.
Ya hablamos de Santiago Cazorla, el cual public un artculo en La Provincia el da 29 de abril de 1973, titulado Ansite est en los Sitios de Tirajana. En l expone que:
... siempre nos haban dicho que el Ansite de la Conquista estaba en la margen
derecha del Barranco de Tirajana, en la jurisdiccin y parroquia de San
Bartolom, en el lugar conocido por Los Sitios. Pero, ahora, de unos aos a
esta parte, han comenzado a decir que dicho Ansite se encuentra en la margen
izquierda de dicho barranco, en la jurisdiccin y parroquia de Santa Luca o
Lugarejo de Tunte hasta hace poco, y uno de sus cuarenta pagos, y en el lugar
conocido por La Fortaleza,que creamos identificar con el nombre de Titana...
Mientras Ansite no mud o transform su nombre no hubo necesidad de sealar su ubicacin. Bastaba nombrarlo para que todos supieran dnde estaba.
Para el autor de este artculo, Abreu y Galindo no tiene clara la ubicacin de Ansite, pues lo coloca entre Gldar y Tirajana. El estudio de Toms
Marn y Cubas, realizado en 1687 tiene para Santiago Cazorla un valor incalculable. Seala el afamado mdico lo siguiente:
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Pablo Jess Vlez publica en La Provincia, durante tres das del mes de
agosto y septiembre de 1975, un artculo titulado La localizacin de Ansite es
errnea, donde propone, tras un nuevo y exhaustivo anlisis de las crnicas
y de las diversas interpretaciones que de las mismas se han hecho, que los
estudiosos de la historia y de la arqueologa tomen con inters la localidad y
estudien directamente y sobre el terreno las dos opciones planteadas para la
ubicacin de Ansite.
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BIBLIOGRFICO
Vamos a llevar a cabo en este nuevo apartado una breve resea de aquella bibliografa que apenas ha sido mencionada en el captulo anterior. As pues,
hablaremos de J. de Abreu y Galindo, el cual, en su Historia de las siete islas
de Canaria, seala aspectos tales como:
La otra ermita hicieron tras la isla, en Tirajana, junto a Lagaete, que se dice
San Nicols... Y de aqu fueron a otra gran fuerza que llaman Titana, cortada
en un risco a mano, muy spero y alto, en el cual se tenan muy seguros los canarios, por parecerles el lugar inexpugnable... Y, echando sus espas y poniendo sus atalayas, vino a entender que todos los canarios se haban juntado con
sus mujeres e hijos y recogidos y hechos fuertes en una fuerza la ms fuerte e
inexpugnable que haba en toda la isla, que dicen Ansite, entre Tirahana y
Gldar.
Vctor Grau Bassas, en sus excursiones a lo largo de Gran Canaria, a fines del siglo XIX, lleg tambin a la zona que nos ocupa. Nos parece muy interesante la descripcin que lleva a cabo, ms si tenemos en cuenta que an
no haba recibido La Fortaleza las visitas que promovieron su estado actual.
Hacia el S.E. del pueblo de Santa Luca sobre el barranco de Tirajana y en
la vertiente izquierda existe un almogaren en una montaa que llaman la Fortaleza. Es un cuchillo de roca basltica que la form una de las erupciones ms
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modernas del volcn de Tirajana. Tendr una longitud de 800 metros, una altura de 250, calculndose en 100 la parte erizada que es la que aparece en el
croquis. Un tnel recto y perfecto lo atraviesa de un lado al otro. En este
almogaren hay que examinar cuatro partes:el tnel, la subida, las cuevas y los
braseros.
El tnel lo considero obra de la naturaleza, pues los canarios no posean
herramientas para abrirlo, ni tenan motivos para ello, pero s creo que fuese
perfeccionado pues es completamente recto y su bveda de arco, igual en toda su
extensin. Mide: de largo 30 metros, 8 metros de alto en toda su longitud, 8 de
ancho en la boca del naciente y 9 en la del poniente. El suelo es igual, solo que
est lleno de piedras de diversa naturaleza, vestigios de paredes que all existan,
a lo largo del tnel adosado al muro existe una pared por cada lado destruida
en parte, y en parte reconstruida modernamente con piedras y barro pero muy
toscamente. Por la puerta de naciente hay dos rampas, una grande de 9 metros
de ancho, formada con una pared bien construida que se origin al S.E. y otra
rampa tambin con pared pero de solo un metro en sentido opuesto.
La puerta de poniente termina en una explanada de 8 metros de largo por
cinco de ancho, sostenida por una pared bien construida. De ella parte uno de
los caminos que conducen a lo alto de la montaa.
Caminos: Los que conducen de lo bajo a lo alto de este almogarn pasando
por la cueva, son varios y se observan solo por el lado de poniente. Estn hbilmente trazados, si bien estn muy destruidos; demuestran que se suba fcilmente
a lo alto, operacin que hoy es bastante arriesgada.
El croquis demuestra con claridad su construccin. Los constructores se iban
ayudando de la configuracin de las rocas para su construccin, poniendo piedras y paredes all donde la roca era deficiente. Este sistema de camino lo he
observado, aunque en vestigios, en las cuevas mas inaccesibles, de modo que
hagan fcil el acceso a sitios que hoy nos son completamente inaccesibles.
Las cuevas parecen ser de vivienda pero de gente destinada a funcionar en
aquellos sitios, pues se observan muchas comunicaciones, ocultas, teas quemadas clavadas en las grietas vestigios de fuego en el suelo y bastantes huecos de
cabritos. En una de stas se encontr un punzn o aguja de hueso y una piedra
pulimentada, con bastantes fragmentos de vasijas de barro. En una de las cuevas extremas, que fue destinada a depsito de cadveres, existen muchos huesos
y crneos, de los cuales tomo dos. En todas estas cuevas se encuentran pedazos
de vasijas de barro, pero no se ha podido dar con ninguna entera, perteneciendo los fragmentos a distintas vasijas. Yo me inclino a creer que estas vasijas
fueron rotas expresamente cuando venan a traer ofrendas.
Los braseros son dos - uno es dudoso, otro est bien definido-Es la construccin canaria mejor que hasta ahora he podido ver. El ajuste de las piedras supone un trabajo de paciencia muy grande. Es ovalado -3 metros por 4 metros
aproximadamente. Aun cuando digo brasero, no es que haya hallado vestigios de
fuego en l; pero dada la figura y los usos canarios no se me ocurre otra explicacin.
R. Verneau hace referencia tambin a la Fortaleza Grande y a la Fortaleza Chica en el captulo IX de su Cinco aos de estancia en las Islas Canarias:
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Creemos que con esta exposicin bibliogrfica hemos dado, como ya expusimos, una visin no slo de la problemtica planteada acerca de los ltimos momentos de la prehistoria de la zona y sus primeros y definitivos contactos con la conquista castellana, sino tambin de los datos aportados por
investigadores que, a fines del siglo XIX y a principios del XX, pudieron contemplar aquello que hoy constituye el centro de la presente investigacin: La
Fortaleza de Tirajana.
EL
MEDIO.
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FLORA
DE
LA CALDERA. LA FORTALEZA
En el Plan Especial de Proteccin de los Espacios Naturales de Gran Canaria, publicado por el Cabildo Insular en torno a 1985 (Botnica macaronsica. Jardn Botnico Viera y Clavijo) se expone la situacin y delimitacin de
la Caldera de Tirajana, su descripcin, usos, estado urbanstico, normativas
y acciones propuestas para su conservacin.
En el mismo se sealan, a grosso modo, las caractersticas generales que
definen la flora de la zona que nos ocupa, algunas de las cuales exponemos a
continuacin:
La parte baja del barranco est ocupada por tabaibal-cardonal; en la zona
media alta aparecen restos de sabinas y pinar de repoblacin (Pinus sp.) y matorrales de sustitucin con jaras (Cistus monspeliensis) y escobones
(Cnamaecytisus proliierus). Palmerales en el fondo del barranco y de los
barranquillos secundarios. Las laderas tambin estn ocupadas por jaras, escobones, retamas (Teline microphylla) y tabaiba morisca (Eupnorbia
obtusifolia).En los riscos hay una importante comunidad rupcula en los bordes
del pinar y matorrales de Teline microphylla y Euphorbia obtusifolia.
La vegetacin climcica en la parte baja de la zona corresponder a un
tabaibal-cardonal que se contina con un ecotono con sabinas y pinar.
Palmerales en los cauces del barranco y comunidades rupcolas en los
riscos.
En el barranco encontramos varios endemismos como Solanum liofi, Ruta
oreojasme, Teucrium neterophyllum, Juniperus phoeniceae y Tanacetum
ferulaceutn. En los riscos Tanacetum Ptarmaciflorus, Bencomia brachystachya
y Globularia sarcophylla. Tambin se conocen citas de Juniperus cedrus en Risco
Blanco.
En los recuadros posteriores, seala el rea como una tpica zona de clima estepario-mediterrneo, recibiendo unos 300 a 900 mm de agua.
En el inventario realizado por Rosa Febles, amablemente cedido para la
presente investigacin, sobre La Culata de Tirajana el seis de marzo de 1985,
se indica la localizacin de las siguientes especies:
Juncus cf acutus
Hyparrenia hirta
Globulariasarcophillaperca
Teline microphilla
Artemisia thuscula
Lotus genistoides
Tanacetum plamarcifbrum
Psoralea bituminosa
Carlina canariensis
Hypericum coadnatum
Salix canariensis
Echium onosmifloium
Aeonium percarneum
Phagnabn purpurascens
Sbimbrium sp.
Argyranthemum cf.aduactum ssp.
Bupleurum salicifolium
Sonchus leptophillus
Soncus platilepis
Panronichia canariensis
Erysimum scoparium
Tinguarra montana
Kleinia neriifolia
Amigdalus comunis
Pitaterium coerulascens
Ageratina adenofora
Avena fatua
Bromus sp.
Micromeria lanata
Aeonium simsi
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Aeonium manriqueorum
Lavandula canariensis
Arundodonax
Rumex lunaria
Pterocephalus cf. dumetorum
Cmamaecitisus proliferus
Convolvulus sp.
Lamarkya urea
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FAUNA
DE
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LA CALDERA. LA FORTALEZA
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CERMICA
El material cermico procedente del hacer alfarero del aborigen canario
recogido en la campaa de excavaciones de La Fortaleza de Tirajana se caracteriza, fundamentalmente, por su alto grado de fragmentacin, su distribucin
desordenada en todos los niveles resultantes de la aplicacin de un sistema de
excavacin concreto, as como la alternancia de facturas de conformacin bien
realizadas, mezcladas con restos muy toscos y de mal acabado.
El hecho de no encontrar ni un pieza completa, y de poder observar la
aparicin de fragmentos que parecen pertenecer a una misma pieza en niveles muy distintos, hace pensar en hiptesis de trabajo, ligeramente ya expuestas al inicio de este trabajo:
1. La casa ya haba sido objeto de excavaciones clandestinas que, una
vez concluidas, conllevaron volverla a tapar y a dejar bajo la superficie actual
unas estructuras altamente interesantes.
2. Toda ella fue cubierta por tierra transportada de otros lugares a fin
de poder plantar sobre la misma almendros y poder colocar las colmenas que
el documento mencionado de 1700 cita para esta zona de Tirajana.
3. Pensamos que todas las estructuras existentes, incluida aquella que
ha sido objeto de nuestro inters, han quedado cubiertas por tierra y piedras,
provenientes de lugares no muy lejanos, a fin de construir el entramado que
hoy constituye el teatro donde se celebra la festividad del 29 de abril.
Aproximadamente un 25% de los fragmentos aparecen decorados mediante la aplicacin de engobe a la almagra, conllevando motivos decorativos
geomtricos caracterizados por lneas paralelas o que se cruzan, as como
crculos y tringulos, todo muy incompleto. En slo tres ocasiones aparece
la incisin de lneas en zig-zag.
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La pasta suele ser bastante tosca pudiendo observarse, no obstante, algunas piezas de muy fina textura, habiendo sido en gran parte cocidas de
manera irregular, no pudindose apreciar la aplicacin de un tcnica pura, sea
coccin por oxidacin o por reduccin.
Los dibujos del material cermico, as como el inventario depositado en
la Direccin General de Patrimonio, han sido realizados por Mercedes Ortiz
Moreno.
INDUSTRIA
LTICA
El material ltico obtenido en la excavacin de la Fortaleza se halla repartido de manera desigual por los distintos niveles establecidos en nuestra investigacin. Al igual que en el estudio de la cermica, se pudo observar la
ausencia de piezas de notable inters, existiendo bastante fragmentarizacin
en las mismas. En muy pocas se observan restos de trabajo, por lo general
localizado en los mrgenes distales de los bordes, estando representado por
unos pequeos retoques por presin que, en algunos casos, crearon unos arcos localizados en los mencionados bordes. De resto, slo es posible destacar la presencia, en cuanto a formas se refiere, de un nmero ligeramente
elevado de puntas, muchas de ellas fragmentadas. Las lascas extradas de
distintos ncleos fueron utilizadas tanto como hojas (cuchillos) como en su
factura original, para pequeos raspadores.
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pudieron revolver los distintos niveles que configuraron originalmente los depsitos abandonados por los aborgenes en el momento de la conquista castellana.
El carbn recogido de los niveles II, IIA, IIB, IID IIE y IIF, no fue nada
abundante. Eso s, fue utilizado para recoger muestras que nos posibilitaran
una posible datacin por el procedimiento del C-14, cuyo resultado expondremos en el apartado correspondiente.
EXCAVACIN
ARQUEOLGICA
Durante un periodo de 20 das se llev a cabo la Investigacin Arqueolgica en el yacimiento conocido con el nombre de La Fortaleza de Tirajana. A
pesar de insistentemente or el topnimo de Ansite, todo lo que hemos ido
analizando, tanto bibliogrficamente como en nuestro recorrido para prospectar yacimientos en la Caldera, nos impulsa a conservar el nombre que, en casi
todos los mapas y desde hace muchos aos, se le viene dando, esto es, La
Fortaleza.
Siempre se suele agradecer, al principio de los informes arqueolgicos,
la colaboracin de aquellos que han participado en la investigacin. En este
caso quisiramos hacerlo en este captulo de una manera muy especial, pues
nadie puede imaginar lo que supuso trabajar en Santa Luca de Tirajana en
el mes de julio con unas temperaturas que rondaron muchas veces los 40
grados. Por ello y desde aqu, reconocemos el trabajo de:
Dra. Ma Cruz Jimnez Gmez (Codirectora)
Alejandro Valencia (Topografa)
Mercedes Martn Oval (Anlisis de la fauna)
Luis Daz Melin (Arqueologa)
ngel Rodrguez Fleitas (Arqueologa)
Rafael Quintana Montesdeoca (Arqueologa)
Rosa Arnay de La Rosa (Ayudante)
Beatriz Jimnez Gmez (Ayudante)
Orlando de Tirajana (Obrero)
Juan de Tirajana (Vigilante)
Aparte hay que mencionar a Juana Hernndez Surez como realizadora
de los dibujos correspondientes a los planos de la excavacin susodicha. Asimismo, a Mercedes Ortiz Moreno, autora de los dibujos relativos a material
cermico. A Luis Rivero por los dibujos de las piezas lticas y, cmo no, al
profesor Kunihiko Kigoshi, de la Universidad de Tokyo, en Japn, por los resultados obtenidos en C-14.
La excavacin tuvo como base la extensin en el terreno de unas coordenadas correspondientes a dos ejes que cruzaban el yacimiento en cuestin,
situando de esta manera una serie de puntos fijos desde donde poder tomar
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gran piedra que, a manera de esquina, pareca tomar una direccin un tanto
extraa para el crculo u valo inicial que pensbamos configuraba la casa.
En este nivel IIC, hubimos tambin de alargar nuestro trabajo hacia una
nueva rea a la que habamos llegado en la medida en que el terreno se iba
nivelando, llamndolo ahora Oeste 1, donde el desnivel del terreno conclua.
En la limpieza del mismo apareci una bolita de cermica, perfectamente redonda, de 1 cm. aproximadamente de espesor.
Concluimos el presente nivel a una profundidad de 164 cm. (Plano 7).
El plano n 8 pertenece al Estrato IID. Dicho nivel sigue apareciendo, al
igual que los anteriores, bastante revuelto. En l pudimos constatar la presencia de un fragmento de dolo y, a su lado, un trozo de brazo con decoracin
incisa, ello en el sector Oeste. El presente estrato concluye a los 176 cm de
profundidad. Se tom muestra de carbn en el sector Oeste (Plano n 9).
En el nivel IIE se volvi a tomar de nuevo una muestra de carbn, en el
mismo sector. Es un estrato que ha ofrecido un material disperso y fragmentario: asas, pitorro, fragmentos varios de cermica, huesos de cabra,..., apareciendo tambin mucha piedra de derrumbe (Plano n 10).
El estrato IIF tiene mayor espesor que los anteriores, esto es, 20 cm.
(184 a 204) dada la gran cantidad de piedra acumulada por derrumbe en el
mismo. Volvimos aqu a tomar muestras de carbn. Aqu ha aparecido el fragmento cermico de mayor tamao en toda la excavacin. (Plano n 11).
En la zona Oeste del sector Oeste 1 se observa la continuacin del muro
que cierra esta estructura por dicho margen. Da la impresin de que se le
ha arrancado el doble muro que exteriormente debera aparecer reforzando
la estructura por este lugar.
En el ngulo S-E del sector Este se ampli una esquina con el fin de poder observar hacia donde se diriga no slo el muro, sino tambin el escaln
que ha ido saliendo en la base de esta zona.Una vez limpio el nuevo corte,
aparece una esquina que se introduce en el perfil a manera de cua y en cuya
base se sita el mencionado escaln.
Mientras se trabajaba el nivel III (Plano n 12), se sigui con las labores
del ngulo S-E, observndose cada vez ms claramente la esquina y no ya
un slo escaln, sino varios que se introducan hacia no sabemos donde. Este
nivel III presenta una tierra griscea que se diferencia del color ocre que caracteriza al nivel IV. Dado que esta coloracin aparece a distintas profundidades, el nivel anterior ha quedado concluido de manera desigual segn los
sectores en que fue apareciendo. En este nivel de tierra apelmazada apenas
apareci material arqueolgico. No obstante, hallamos una franja situada en
la zona sur del corte 1 de este estrato, donde la tierra era ms suelta. Se
extenda por toda la zona sur, aquella que se hallaba pegada al muro de la
zona Oeste y Oeste (225 cm. de profundidad). Era tambin una tierra ocre,
pero la diferencia con la restante del estrato IV es que era muy fina y suelta, a la vez que estaba rellena con abundantes piedras de regular tamao
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Crculo de piedra con orientacin hacia Amurga. El 23 de septiembre el sol se puede observar, desde el centro de la construccin, cmo se pone y desaparece justo en el almogarn de Amurga (Juan Antonio Belmonte).
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No todos los planos, dada la amplitud que supone para la presente publicacin, se ofrecen en este estudio, aunque s los guarda la Direccin General de Patrimonio y, en concreto, la de El Cabildo Insular de Gran Canaria.
CONCLUSIONES
Las conclusiones a que hemos ido llegando en la medida en que nuestra
investigacin avanzaba han sido expuestas progresivamente a lo largo de todo
este informe. Creemos que la excavacin realizada en julio de 1.990 se llev
a cabo sobre una construccin que ya haba sido excavada o revuelta no
sabemos con qu fines, si para realizar labores agrcolas, para colocar colmenas, o por puro afn pseudoarqueolgico.
Lo cierto es que hallamos niveles muy revueltos, con un material muy
disperso, fragmentado y mezclado, dndose el caso de aparecer piezas pertenecientes a la misma cermica en distintos niveles, al igual que fragmentos de animales de importacin en los niveles ms profundos, sin olvidar la
presencia de restos de almendros en estratos inferiores.
Como indicamos en un principio, lejos de darnos la impresin de haber
perdido el tiempo, consideramos una suerte haber realizado esta investigacin en un suelo que creamos no aportar ya nada nuevo, dado el grado de
expoliacin a que se haba visto sometido el yacimiento en cuestin.
Vista la estructura arquitectnica en s, y analizado el conjunto cuando
realizamos el levantamiento topogrfico de La Fortaleza, suponemos la existencia de un marco estructural enterrado bajo todo el entarimado dedicado a
la celebracin del 29 de abril.
Creemos de mxima urgencia la puesta en marcha de un proyecto que
saque todo lo enterrado bajo tanto derrumbe, y que conlleve la recopilacin
de todos aquellos documentos orales que puedan dar alguna luz a la significacin del presente yacimiento.
Con respecto a las dataciones de radiocarbono obtenidas en los niveles
en que pudimos contar con la presencia de carbn, nos parecen muy interesantes, pero tambin consecuencia de la misma mezcla de niveles que hemos ido destacando. stas son:
Corte 1
Sector W Estrato IIB: 160 B. C.
Corte 1
Sector W Estrato IID: 1410 B. C.
Corte 1
Sector W Estrato HE: 710 B. C.
Corte 1
Sector W Estrato IIF: 1060 B. C.
ESTUDIO
TOPOGRFICO
En otra campaa hemos contado con la inestimable colaboracin del topgrafo Jos Pedro Surez Lnik, lo que ha conllevado la realizacin de un pla-
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RUPESTRES
Juan Carlos Domnguez, Jefe del Servicio de Patrimonio del Cabildo Insular de Gran Canaria nos coment que, tras la lectura de nuestros trabajos
en La Fortaleza, y siendo consciente de la importancia de tal yacimiento, se
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Roque de La Fortaleza Grande. Lugar de las construcciones circulares sealadas por R. Verneau. A escasos metros se ubican los grabados antropomorfos.
traslad varias veces al mismo. Pudo constatar los datos por nosotros expuestos, al igual que pudo hacer una clara observacin del territorio.
En esas caminatas se sorprendi al ver una serie, no muy larga, de grabados antropomorfos. Dado que era fundamental completar la topografa del
yacimiento, aprovech para proponernos la realizacin de la misma, as como
el estudio y calco de esos grabados.
Ante ello, le solicitamos una visita para ubicar, dada la dificultad que tiene la visualizacin de los grabados en determinados momentos del da , a lo
que se aade la cantidad de rayones que presentan todos los bloques basl-
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ticos que definen este abrupto cuchillo, en los lugares exactos estos dibujos
que resultaron de gran inters, dado que jams se haba podido constatar la
presencia de grabados en tal lugar, hecho no constatado no slo en observaciones arqueolgicas, sino tambin en la bibliografa respectiva .
As pues, La Fortaleza cobra a partir de hoy ms inters dado que, a los
resultados de las investigaciones nuestras, se une ahora el descubrimiento
para Gran Canaria de un nuevo ncleo de grabados.
Grabado antropomorfo.
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te, como comisario que era de excavaciones, conoci a Vicente Snchez Araa, antiguo alcalde del municipio de Santa Luca. Hombre deseoso de conocer la vida primitiva de Gran Canaria, llev a cabo investigaciones que han
supuesto para la zona la prdida de valiosos documentos de campo. Dentro
de la buena fe que se le presupone, pues era un momento de vaco en la custodia de los yacimientos, cre un patronato con el que ha defendido, desde
siempre, la adjudicacin del trmino Ansite para esta rea.
Muchas han sido las crticas que su obra ha recibido, pero hemos de constatar que para nosotros, siempre hubo deseo de colaboracin, hasta el punto
de abrir sus vitrinas y sus recuerdos a fin de poder rescatar aquello que ya
se haba perdido.
Insisti en que llevramos a cabo la excavacin de una de la que l llam
casas de La Fortaleza, habitacin que, como ya qued dicho, parece ser la
entrada a todo un gran conjunto que qued probablemente sepultado bajo el
conjunto del altar y asientos que hoy define una de las reas ms notables
del ncleo.
Realizamos los trabajos y comprobamos que la tal casa ya haba sido excavada, pero la riqueza arquitectnica de los observado, ms la amplia estratigrafa, de casi 3 metros de alto, compensaron nuestra desilusin inicial.
Dada dicha potencia estratigrfica, consideramos necesaria una amplia
campaa de al menos cinco aos, que incluya, ya que estn hechas las planimetras generales, el recuento definitivo de las cuevas que definen el conjunto, toda vez que aunque se contabilizaron 51 en el ao 1990, hay cantiles
a los que no pudimos acceder, dada la dificultad del terreno. Este problema
se ve hoy agravado, pues las recientes lluvias torrenciales han provocado la
desaparicin de algunas de las vas por las que se circulaba hasta determinadas cuevas, siendo imposible su acceso a no ser que se cuente con un buen
equipo de alpinismo, lo que sera muy de desear.
Es necesario tambin desescombrar toda el rea de base, pues los mojones y el moderno altar permiten observar, entre las piedras, la existencia de
estructuras enterradas que an de manera incipiente, denotan un elevado
inters. Para ello es fundamental poder contar con al menos tres equipos actuando a la misma vez, realizando excavaciones en tres zonas distintas.
Deriva de todo ello la urgencia por obtener dataciones de C 14 que nos
hablen de las diferentes etapas de ocupacin que el yacimiento presenta. Es
interesante para La Fortaleza, pues cuenta con potentes estratigrafas que
pueden dar magnficas sorpresas.
Sera loable que el Cabildo Insular de Gran Canaria, duea del yacimiento, ponga en marcha la ejecucin del ltimo proyecto que ha sacado a concurso y que incluye un centro de interpretacin y un lugar de investigacin,
lo cual supone un desarrollo cmodo para los arquelogos que trabajen all,
toda vez que si hay algo que agota del ncleo es la lejana y el largo trayecto
que hay que realizar hasta llegar a su ubicacin.