Ecologia La Hora de La Verdad
Ecologia La Hora de La Verdad
Ecologia La Hora de La Verdad
Introduccin
Fuente:
Monthly Review. n. 11
Selecciones en castellano
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Biblioteca Virtual Omegalfa,
febrero 2014
<2>
John Bellamy Foster, The Vulnerable Planet, Monthly Review Press, Nueva
York, 1994, p. 12. Esa previsin de cuatro dcadas estaba basada en los escritos del Worldwatch Institute: Lester R. Brown et al., World Without End,
Natural History, mayo de 1990, p. 89, y State of the World 1992, Earthscan,
Londres, 1992, pp. 3-8.
. James Hansen, Tipping Point, en E. Fern y K. H. Redford (eds.), The State
of the Wild 2008, Island Press, Washington D.C., 2008,
http://pubs.giss.nasa.gov/docs/2008/2008_ Hansen_1-pdf, pp. 7-15. Vase
tambin James Hansen, The Threat to the Planet, New York Times Review
of Books, 13 de julio de 2006. El argumento relativo a los puntos crticos de
cambio climtico se entiende mejor en el contexto de una serie de fracturas
biosfricas provocadas por el sistema de acumulacin econmica. Vase al respecto Brett Clark y Richard York, Carbon Metabolism and Global Capitalism: Climate Change and the Biospheric Rift, Theory and Society 34, n 4,
2005, pp. 391-428.
Lester B. Brown, Plan B 3.0, W.W. Norton, Nueva York, 2008, p. 102. La
proporcin de especies amenazadas era en 2007 del 12% de las especies de
aves del mundo; el 20% de las especies de mamferos del mundo, y el 39% de
las especies de peces del mundo evaluadas. Vase Asociacin Internacional para la Conservacin de la Naturaleza (International Union for the Conservation
of Nature, IUCN), IUCN Red List of Threatened Species, tabla 1, Numbers of
Threatened Species by Major Groups of Organisms,
http://www. iucnredlist.org/info/stats. Adems, el cambio climtico est teniendo una inci-
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la riqueza marina; la desertizacin; la desforestacin; la contaminacin del aire; la contaminacin/escasez del agua; la inminente
llegada del pico de produccin mundial de petrleo (generadora
de nuevas tensiones geopolticas), y una crisis alimentaria mundial de carcter crnico, apuntan todas ellas a que el planeta tal
y como hoy lo conocemos y sus ecosistemas estn tensndose
hasta el punto de rotura. A la Tierra y a la civilizacin humana
les ha llegado la hora de la verdad.
Ciertamente, es poco probable que los efectos de la degradacin
ecolgica, por enormes que sean en nuestra poca, resulten ser
apocalpticos para la civilizacin humana en tan solo una generacin, aun mantenindose las prcticas comerciales habituales
del capitalismo. Si se la mide de acuerdo con la duracin normal
de la vida humana, no hay duda de que falta an un tiempo
considerable antes de que se hagan sentir complemente los efectos de la degradacin actual del planeta causada por los humanos. No obstante, mucho ms corto es el periodo que nos queda
para poder impedir la futura catstrofe medioambiental antes de
que esta se nos escape de las manos. De hecho, la creciente
sensacin de urgencia que invade a los ecologistas tiene que ver
con la perspectiva de que se produzcan diversos puntos crticos
al sobrepasar distintos umbrales ecolgicos esenciales que inauguran la posibilidad de una drstica reduccin de la vida sobre la
Tierra.
Uno de esos puntos crticos sera, por ejemplo, el deshielo total
del rtico, que podra producirse dentro de dos dcadas, o menos an (algunos cientficos creen que puede tener lugar tan
pronto como en 2013). Ya en el verano de 2007 el rtico perdi
en una sola semana una superficie de hielo equivalente a casi el
doble de la extensin de Gran Bretaa. La desaparicin del casquete de hielo del rtico supone una enorme reduccin de la
reflectividad (albedo) de la Tierra, con el consiguiente incremento brusco del calentamiento global (una retroalimentacin positiva conocida como el vuelco del albedo [albedo flip]). Al mismo
dencia significativa sobre la diversidad vegetal. Estudios recientes predicen
que el cambio climtico podra provocar la extincin de hasta la mitad de las
especies vegetales del mundo para fines de siglo. Vase Belinda Hawkins,
Suzanne Sharrock y Kay Havens, Plants and Climate Change, Botanic Gardens
Conservation International, Richmond (R.U.), 2008, p. 9.
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Fuente: http://climate.nasa.gov/keyIndicators
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La situacin existente de emergencia planetaria con respecto al
cambio climtico la perciba bien James Hansen, director del
Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA y destacado
climatlogo estadounidense, en 2008:
El planeta, nuestro hogar, est peligrosamente prximo a
un punto crtico en el que los gases de efecto invernadero
generados por los seres humanos alcancen tal nivel que
los grandes cambios climticos pasen a desarrollarse por
4
David Spratt y Philip Sutton, Climate Code Red, Friends of the Earth, Fitzroy
(Australia), 2008, http://www.climatecodered.net, p. 4; Brown, Plan B 3.0, p.
3; James Hansen et al. Climate Change and Trace Gases, Philosophical
Transactions of the Royal Society 365, 2007, pp. 1.925-1.954; James Lovelock,
The Revenge of Gaia, Basic Books, Nueva York, 2006, p. 34; Minqi Li, Climate Change, Limits to Growth, and the Imperative for Socialism, en esta entrega; Arctic Summers Ice-Free by 2013, BBC News, 12 de diciembre de
2007.
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Nicholas Stern, The Economics of Climate Change: The Stern Review, Cambridge University Press, Cambridge, 2007. (Traduccin espaola: El informe
Stern: La verdad del cambio climatico, Paids, Barcelona, 2007.)
El Informe Stern ha sido objeto de las crticas de muchos economistas convencionales conservadores, entre ellos William Nordhaus, por sus opciones ticas
que, segn sostienen, ponen demasiado nfasis en el futuro en oposicin a los
valores actuales, al adoptar una tasa de actualizacin de costes y beneficios futuros mucho menor que la de otros estudios econmicos ms estndares como
el del propio Nordhaus. As, otorga mayor urgencia al actual problema medioambiental. Nordhaus actualiza el futuro a una tasa del 6% anual; Stern, a
menos de una cuarta parte de esta: el 1,4%. eso significa que, para Stern, un billn de dlares dentro de un siglo vale 247.000 millones de hoy en da, mientras que, para Nordhaus, son solo 2.500 millones de dlares. Nordhaus ha dicho
que el Informe Stern es una revisin radical de la economa del cambio climtico y lo critica por imponer unas reducciones excesivamente cuantiosas a
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http://pubs.giss.nasa.
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co en 450 ppm o menos, para mantener el aumento de la temperatura global en 2C por encima de los niveles preindustriales.
Por su parte, Hansen y sus colegas del Instituto Goddard de la
NASA han ido an ms lejos recientemente y sostienen que el
objetivo debera ser las 350 ppm de CO2.
El Informe Stern es muy explcito, no obstante, en que no debera intentarse mitigar el problema de una forma tan radical. Los
costes para la economa mundial de asegurarse de que el CO2e
atmosfrico se mantuviera en los niveles actuales o por debajo
de estos seran prohibitivos y desestabilizaran el propio capitalismo. Las vas que exigen recortes muy rpidos de las emisiones, se nos dice, es poco probable que sean econmicamente
viables. Si las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaran su cota ms alta en 2010, la tasa anual de reduccin de emisiones necesaria para estabilizar el carbono atmosfrico en 450
ppm sera del 7%, segn el Informe Stern, y las emisiones caeran por debajo de los niveles de 2005 para el ao 2050. Eso se
considera econmicamente insoportable.
Por eso, el escenario que favorece el propio Informe Stern es, tal
y como indicbamos, el de un objetivo de 550 ppm que contemplara que el techo de emisiones se alcanzara en 2015, con
subsiguientes reducciones de emisiones a una tasa del 1% anual.
Segn ese escenario, para el ao 2050 la reduccin del nivel
total de emisiones (con respecto a los niveles de 2005) sera tan
solo del 25%. (El informe contempla tambin, aunque con menor
entusiasmo, un objetivo intermedio de 500 ppm, con techo en el
2010 y que exigira un recorte del 3% anual de las emisiones
globales.) Solo un objetivo de 550 ppm es verdaderamente viable, sugiere el Informe Stern, porque es difcil asegurar recortes
de emisiones de ms de un 1% anual, excepto en casos de recesin o como consecuencia de un gran convulsin social, como
fue el colapso de la Unin Sovitica.
En realidad, el nico ejemplo real que pudo encontrar el Informe
Stern entre los pases capitalistas avanzados de recorte sostenido
anual de un 1% o ms de las emisiones de gases de efecto invernadero en un contexto de crecimiento econmico fue el del
Reino Unido en la dcada de 1990-2000. Gracias al descubrimiento de petrleo y gas natural en el mar del Norte, el Reino
Unido pudo pasar de forma masiva del carbn al petrleo como
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fuente de generacin de energa, lo que produjo una cada media del 1% anual en sus emisiones de gases de efecto invernadero durante esa dcada. Francia estuvo prxima a ese descenso
del 1% anual entre 1977 y 2003, y redujo sus emisiones de gases
de efecto invernadero en un 0,6% anual debido a la adopcin
masiva de la energa nuclear. A mucha distancia, la mayor reduccin en un gran Estado fue el 5,2% de descenso anual de las
emisiones de gases de efecto invernadero en la antigua Unin
Sovitica en el periodo 1989-1998. Sin embargo, tal reduccin
fue acompaada del desmoronamiento de un sistema social y de
una drstica contraccin de la economa. Todo eso apunta a que
una reduccin de las emisiones de CO2e superior al 1% aproximadamente hara casi imposible mantener un fuerte crecimiento
econmico, la base de la economa capitalista. En consecuencia,
para mantener en marcha la rueda de molino de las ganancias y
la produccin, el mundo debe arriesgarse a sufrir un Apocalipsis
medioambiental.10
La acumulacin y el planeta
Nada de eso debera sorprendernos. Desde su nacimiento, el
capitalismo, tal y como escribi Paul Sweezy en Capitalism and
the Environment [El capitalismo y el medioambiente], ha sido
un gigante movido por la energa concentrada de individuos y
pequeos grupos que perseguan resueltamente sus propios intereses, detenidos tan solo por la competencia mutua y controlados a corto plazo por las fuerzas impersonales del mercado y, a
10
Stern, The Economics of Climate Change, pp. 4-5, 11-16, 95, 193, 220-234,
637, 649-651; Evidence of Human-Caused Global Warming is Now Unequivocal, Science Daily, http://www.sciencedaily.com; Browne, The Ethics
of Climate Change, p. 100; Spratt y Sutton, Climate Code Red, p. 30; editores,
Climate Fatigue, Scientific American 298, n6, junio de 2008, p. 39; Ted
Trainer, A Short Critique of the Stern Review, Real-World Economics Review, p. 45, 2008,
http://www.paecon.net/PAEReview/issue45/Trainer45.pdf, pp. 54-58. A pesar
de que el Informe Stern presenta el cambio de Francia a la energa nuclear como un caso de xito para los gases de efecto invernadero, existen poderosas razones medioambientales para no seguir por ese camino. Vase Robert Furber,
James C. Warf y Sheldon C. Plotkin, The Future of Nuclear Power, Monthly
Review 59, n 9, febrero de 2008, pp. 38-48.
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James Gustave Speth, The Bridge at the End of the World: Capitalism, the
Environment, and Crossing from Crisis to Sustainability, Yale University
Press, New Haven, 2008, pp. xi, 48-63, 107, 194-198; Samuel Bowles y Richard Edwards, Understanding Capitalism, Oxford University Press, Nueva York,
1985, pp. 119, 148-152. Sobre el Grupo sobre Escenarios Globales (Global
Scenario Group), vase John Bellamy Foster, Organizing Ecological Revolution, Monthly Review 57, n 5, octubre de 2005, pp. 1-10. Sobre la sostenibilidad ecolgica, el socialismo clsico y la crtica de Marx a la fractura metablica con respecto a la naturaleza, vase Marxs Ecology, Monthly Review
Press, Nueva York, 2000 (trad. espaola La ecologa de Marx: materialismo y
naturaleza, El Viejo Topo, Matar, 2004).
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