Creative Writing, muertos, y bardo">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Bardo Thodol El Libro Tibetano de Los Muertos - Jul99 - Burnam Schaa, F.R

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

Bardo Thdol, el Libro Tibetano de los muertos

Por Burnam Schaa, F.R.C.


Revista El Rosacruz A.M.O.R.C.

Suponemos que los muertos saben que ya no habitan en este plano. El Budismo
Mahayana muestra que esto no tiene que ser as. Para que su renacimiento sea ms
provechoso, quien ha partido tiene que escuchar las palabras de su Maestro la voz de
su Maestro Interno.
Nota del editor: En el Budismo Tibetano, el Bardo es el estado intermedio entre la
muerte y el renacimiento. Durante ese periodo, que puede durar hasta 49 das, el
principio consciente del fallecido se encuentra con muchas imgenes de deidades
pacficas y malficas, que se deben entender como personificaciones de su propio
karma anterior. Para preparar a la persona que est muriendo a enfrentarse a las
experiencias en el reino del Bardo, para guiarlo a travs del reino del Bardo y ayudarle
a lograr un renacimiento favorable, a la persona que est agonizando, o que ya muri,
se le leen en voz alta, ciertos textos, como el Bardo Thdol (El Libro tibetano de los
Muertos), que pertenece a la secta Bkabrgyud-pa del Budismo Tibetano. El Bardo
Thdol, cuyo propsito es similar a la coleccin de papiros y pergaminos que se
conocen como el Libro Egipcio de los Muertos, introduce conceptos universales, que
tambin se encuentran en las tradiciones msticas egipcias, indias y occidentales,
incluyendo las tradiciones hermticas y rosacruces, que se originaron en las escuelas
de los misterios del antiguo Egipto.
Un adepto del misticismo oriental hace un gran hincapi en el arte divino de morir,
porque para l la muerte no significa el final de la vida, sino tan slo un alto en el
camino, para que pueda recibir una idea clara de la continuacin de su existencia
futura. La muerte para una personalidad como esta no es el lado opuesto de la vida,
ms bien es una experiencia en su viaje a travs del gran camino de la vida.
El Bardo Thdol, como se denomina al Libro Tibetano de los Muertos, tiene la
intencin de proporcionarle instrucciones a la persona desencarnada, para que gue la
energa dinmica de la vida de una forma adecuada, la cual experimenta como si
estuviera fluyendo a travs de tres etapas reconocibles, que cubren el periodo
intermedio de cuarenta y nueve das, entre la muerte fsica y el renacimiento fsico. La
primera etapa, la luz primaria transparente, describe los eventos squicos que ocurren
en el momento de la muerte y le proporcionan una percepcin suprema, iluminacin y
la mayor posibilidad de alcanzar la liberacin del eterno crculo de nacimiento y
muerte. A esto se le denomina Chikhai Bardo.
La segunda etapa es de apariciones pacficas o colricas, que constituyen una ilusin
krmica o estado de ensoacin, que surge inmediatamente despus de la muerte.
Esta se denomina Chnyid Bardo.

La tercera etapa representa una Realidad intensa o juicio que tiene que ver con el inicio
del instinto del nacimiento, as como con otros eventos prenatales. Esta etapa se llama
Sidpa Bardo.
El Bardo Thdol nos ensea que tenemos que aceptar al mundo con ecuanimidad, tal
como es en realidad, en lugar de cmo lo percibimos o de cmo reaccionamos en l.
Todo esto significa que tenemos que contar con el valor de no perdernos en las formas
de pensamiento, que son producto de nuestra propia mente. En la filosofa oriental a
estas formas de pensamiento impermanentes y separadas se les denomina maya.
Heinrich Zimmer describe a maya diciendo: La proyeccin constante y la
externalizacin de nuestro shakti (energa vital) especfico representa a nuestro
pequeo universo, nuestra esfera restringida y nuestro entorno inmediato
relacionado con todo aquello que nos concierne y afecta. Poblamos y coloreamos la
pantalla neutral e indiferente con figuras cinematogrficas y dramas basados en los
sueos internos de nuestra alma y caemos en las redes de sus eventos dramticos, sus
deleites y sus calamidades1 Sin embargo, para evitar que nuestra propia energamaya nos cautive, junto con la pelcula de cine interminable que produce,
necesitamos convertirnos en dueos y seores de maya. Para ayudarnos a alcanzar
esta noble meta contamos con las instrucciones del Bardo Tdol, al que se le conoce
como El libro Tibetano de los Muertos, porque su intencin es similar a la del llamado
Libro Egipcio de los Muertos. Este ltimo no es un libro sino una serie de papiros y
pergaminos, que fueron escritos a travs de los tiempos y que representan un
compendio de liturgias funerarias, ritos mgicos, oraciones y ceremonias que nos
preparan para la muerte. El Libro de los Muertos contiene un prospecto de lo que
podemos esperar inmediatamente despus de que pasemos por la transicin.
El Bardo Thdol consiste de obras tntricas. La palabra Tantra significa discurso o
tratado en snscrito. Por lo general, los tantras son de ndole religiosa y pertenecen a
una escuela de yoga que se denomina Yoga-carya Mahayana. Existen dos grupos
importantes de tantras: uno es Hind y el otro es Budista. El tantra Hind casi siempre
viene en forma de dilogo entre el dios Shiva, el Gur Divino y su shakti, Prvati. Todos
juntos representan la apariencia dual de la energa squica creativa. Se dice que la
filosofa del Budismo Mahayana, el Camino Mayor, apareci formalmente en los
primeros siglos antes de Cristo y que es la fuente principal del Libro Tibetano de los
Muertos. Por lo general, las caractersticas principales de ambos tipos de tantras son
que se basan en la filosofa yoga. La palabra yoga significa el yugo o unin de la fraccin
con el todo y es una disciplina de la mente misma, por medio de la concentracin
mental. Si la mente est disciplinada, trasformada, ampliada, afilada, iluminada,
entonces tambin es nuestra propia energa vital.2
Energa vital de la vida
Es posible que una de las lecciones ms importantes tras el aprendizaje del Bardo
Thdol, sea la de aprender a canalizar nuestras energas creativas de manera
apropiada, para que una vez unidas, se nos manifiesten como la energa vital de la vida.
Parecida a la Sofa Divina de Occidente, esta fuerza vital aparece en el Budismo como la

Diosa suprema Prajaparamita, la sabidura trascendental e iluminadora, que nos gua


ms all de los fenmenos terrestres hasta la Otra Orilla.
Por medio de una mayor contemplacin, podemos observar ciertas correlaciones
religiosas entre Occidente y Oriente. Tambin hay correlaciones cientficas? Un
estudio del Bardo Thdol y del libro de Evans-Wentz, Yoga Tibetano y Doctrinas
Secretas, nos indica que hay catorce nadi o canales squicos nerviosos principales y
cientos de miles de canales nerviosos menos importantes en el organismo humano. 3
Los mencionados canales nerviosos son las supuestas contrapartes squicas del sistema
nervioso fsico. En el yoga, esos nervios se conciben como canales invisibles para que
fluyan las fuerzas squicas.
En realidad, se dice que los agentes conductores del organismo son los aires vitales
(prana-vayu). En el Bardo Thdol y en el Yoga tibetano nos explican que hay un gran
camino llamado Sushumana-nadi. Nos ensean que este gran camino es el canal
medio que corre por el centro de la columna vertebral. Un canal derecho (Pingalanadi) y un canal izquierdo (Ida-nadi) se enrollan alrededor del canal medio hacia la
derecha y la izquierda.4
En todo esto podemos ver un cierto parecido sorprendente con el caduceo (caduceus)
que identifica al dios occidental Hermes o Mercurio, quien tiene como una de sus
responsabilidades guiar a los muertos al Otro Mundo. (Ver al Centro ilustracin del
Caduceo). Si queremos una analoga, podemos imaginarnos una varilla, como si fuera
el sistema nervioso central humano, con la esfera con alas, como si fuera el cerebro.
Las dos serpientes entrelazadas pueden representar el sistema nervioso autnomo.
Otra alternativa es que el diagrama tambin puede representar las columnas sensorias
ascendente y descendente, mientras que la columna central est relacionada con el
equilibrio.
Siete chakras
El Budismo Mahayna seala que la fuerza vital, de la que finalmente dependen todos
los procesos sico-fsicos, est almacenada en los chakras o centros squicos. Esos
centros, parecidos a lo que llamaramos dnamos, estn acomodados a lo largo del
gran camino y estn interconectados. Siete de los dnamos, o centros squicos, han
sido sealados porque tienen una importancia bsica. Lo que tiene un significado
especial para nosotros es el primer apoyo de base. Ese chakra est ubicado en el
perineo, la regin incluida en la salida de la pelvis. Nos han informado que la fuente
secreta de la fuerza vital est en el primer apoyo de base, presidido por una imagen
simblica de la diosa Kundalini.
Esta fuerza de potencia extraordinaria puede ser muy destructiva, as como tambin
muy elevada y nos debemos acercar a ella con un enorme equilibrio entre el corazn y
la razn. Kundalini tiene la forma simblica de una serpiente, porque se dice que es un
potente poder oculto que yace enroscado como una serpiente dormida. En la tradicin
alqumica occidental, la serpiente est representada por un dragn que est vigilando
sentado sobre un tesoro de oro.

Despus de muchas vidas dedicadas a la disciplina intelectual y el refinamiento


emocional, el chela, o estudiante al que gua su propio gur, y Maestro Interno con todo
cuidado, est listo para poner en funcionamiento ese poder adormecido o enroscado.
El Bardo Thdol contina con una explicacin de ciertos mantras o palabras secretas,
que al pronunciarlas, ponen en marcha vibraciones que estimulan el aire vital interno,
o energa squica, en los canales invisibles.
Sin embargo, cuando se liberan las fuerzas de Kundalini, por medio de las acciones
adecuadas o equilibradas y suben sin que nada las detenga hacia cada uno de los
centros, se desenrolla como una serpiente, penetrando y estimulando con sabidura
uno por uno todos los centros squicos, hasta que por fin llega al centro principal que
est en el cerebro. Todo el cuerpo, tanto el fsico como el squico, se revitaliza y
armoniza, de lo cual resulta en una gran iluminacin para el yogi. Los aires vitales o
fuerzas vitales sirven de algo as como un enlace squico-fsico, que une al aspecto
individualizado de la consciencia con el aspecto csmico o universal de la Consciencia,
el microcosmos con el macrocosmos, o a la fraccin con el entero.
Haciendo a un lado la terminologa snscrita y los simbolismos ocultos arcaicos a favor
de la metafsica y el misticismo modernos, uno puede comprender lo que relata el
Bardo Thdol acerca de la fuerza de Kundalini. Hay una gran fuente de poder semidormida dentro de cada ser humano. Existen canales vitales para liberar y utilizar este
poder, que estn asociados con los sistemas central y autnomo y con los centros
squicos. Hasta cierto punto, una parte de esta energa emana constantemente para
dirigir las funciones del llamado ser squico. Sin embargo, si se utiliza el sonido con
buen juicio, esta gran reserva de poder squico puede estimularse para que emane una
cantidad de energa an mayor en los diferentes canales y en el cerebro, resultando de
ello en una imaginacin creativa, as como en una vida noble y virtuosa. Cuando esto se
realiza paulatinamente y de manera adecuada, los centros fsicos y squicos estn
relacionados de una forma tan armoniosa que uno encuentra la realizacin del ser ms
elevado y de la Consciencia Csmica, lo que es una experiencia gloriosa y provechosa.
As el estudiante puede escuchar internamente todo aquello que conlleva iluminacin
e inspiracin a una existencia al servicio de la humanidad.
El proceso ordenado que lleva a despertar de manera armoniosa la mencionada fuerza
semi-dormida que se encuentra en nuestro interior, siempre seguir siendo una odisea
interna, sin que importe el tipo de misticismo que se siga, ya sea oriental u occidental.
El mtodo oriental, o de ver hacia adentro, es el mismo que el proceso occidental
alqumico que ocurre en el interior de cada persona. Por medio del proceso en espiral,
poco a poco nos vamos familiarizando con los tres planos de experiencias
intermedias o tipo Bardo, las llamadas lecciones krmicas, todas las pruebas,
tribulaciones y triunfos que son peculiares en cada una de las etapas de nuestra
existencia a travs de muchos nacimientos, muertes y renacimientos.
El Bardo Thdol nos dice que si podemos aprender a reconocer y dominar nuestra
forma de pensar, ya sea que se nos manifieste en sueos o como un fenmeno externo,
entonces obtendremos milagrosamente una apertura trascendental de nacimiento

puro dentro de una flor de loto (o rosa), en presencia de Maitreya5 (o la segunda


llegada de Cristo). Los budistas Mahayana consideran a Maitreya como el prximo gran
maestro mundial. En este momento est esperando mientras gobierna como rey de los
cielos en Tushita, 6 o Reino Occidental Feliz, el paraso de la Santsima Trinidad, donde
viven las entidades especiales que esperan su ltima encarnacin para convertirse en
Budas. El concepto oriental del Reino Occidental Feliz podra considerarse como una
chispa sagrada, la chispa de estar donde uno puede lograr un renacimiento divino
dentro de la realidad pura y objetiva del Csmico; fusionarse con la gota de roco de la
mente individualizada del Mar Brillante de la Mente nica.7 La meta de todas las
genuinas escuelas de los misterios, ya sea orientales u occidentales, es la de ayudarnos
a alcanzar este estado noble e iluminado.
Notas:
1 Zimmer, Heinrich, Indian Myths & Symbols in Indian Art & Civilization (Mitos y
Smbolos de la India en el Arte y la Civilizacin de la India) (Princeton University
Press/Bollingen Series, Princeton, N.J., 1946) pp. 24 & 98.
2 Evans, Wentz, W.Y., Tibetan Yoga and Secret Doctrines (Yoga Tibetano y Doctrinas
Secretas) (Oxford University Press; Londres, Inglaterra, 1976) p xxvii.
3 Evans, Wentz, W.Y., The Tibetan Book of the Dead, (El Libro Tibetano de los Muertos),
(Oxford University press; Londres, Inglaterra, 1960), pp. 214-216.
4 Evans Wentz, W.Y., Tibetan Yoga and Secret Doctrines (Yoga Tibetano y Doctrinas
Secretas) p. 157.
5 Evans Wentz, W.Y., The Tibetan Book of the Dead, (El Libro Tibetano de los Muertos)
p. 190.
6 Evans, Wentz, W.Y., Tibetan Yoga and Secret Doctrines, (Yoga Tibetano y Doctrinas
Secretas), p. 220.
7 Ibid, p. 38.

También podría gustarte