Bajo Qué: Bajo Qué Lente Se Juzga La Cultura
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Migraciones e Interculturidad
MS INFORMACIN
Glosario
El nio tiene tres aos y una grave afeccin cardaca. Necesita una intervencin quirrgica en un
centro asistencial de alta complejidad de la ciudad capital. Sin esa intervencin, el chico morir;
con la operacin, acaso tenga alguna chance. Este nio pertenece a una comunidad indgena de
una zona fronteriza del estado-nacin. Los padres en la ciudad capital, por su edad, seran apenas
unos adolescentes consultan al cacique sobre la conveniencia de la ciruga. El cacique la
desaconseja y decide que los rezadores de la comunidad se encarguen de la sanacin del nio.
Aunque el menor es trasladado al hospital por la fuerza pblica, los padres se niegan a firmar el
consentimiento para la operacin. El Estado interviene. Decide priorizar el derecho que asiste a
todo nio en relacin al cuidado de su salud por sobre otros derechos referidos al respeto de su
identidad cultural. Una ONG apela la decisin judicial y la ciruga se pospone. El chico empeora.
Finalmente trabajadores sociales, sacerdotes y cuerpo mdico persuaden a los padres de la
urgencia de la prctica quirrgica. La intervencin se realiza, pero ya ha pasado demasiado tiempo.
El nio muere das despus. El cacique responsabiliza a la medicina occidental. La ONG habla de
colonialismo e imperialismo cultural, de atropello a las costumbres nativas. La comunidad
indgena lamenta que uno de los suyos falleciera lejos de casa y que no se hayan podido consumar
los ritos de pasaje entre esta vida y la otra vida. Para ellos, no hay muerte, pero el nio ha quedado
varado entre dos mundos.
Casos con este argumento esquematizado se han vuelto moneda corriente en las discusiones
pblicas del continente americano. Sus participantes son personas que efectivamente estn
atrapadas entre dos o ms mundos, o mejor an, que estn atrapadas entre distintas culturas. Slo
que ahora casi cualquiera que haya ledo las noticias del da sabe que tambin uno, en menor o
mayor grado, es un sujeto atrapado entre culturas. Que se encontrar ms implicado en unas que
en otras, pero que aquellas culturas que puedan parecerle extraas o ajenas tienen tambin su
mrito y resultan naturalsimas para las personas que se identifican con ellas.
A esta posicin se la suele llamar relativismo cultural y con diferentes nombres (inclusin,
tolerancia, dilogo cultural) se la impulsa en las escuelas, en los programas televisivos de
variedades, en los conciertos de rock y en las iniciativas de Estado. Su emergencia moderna suele
localizarse en la antropologa estadounidense de las primeras dcadas del siglo XX, concretamente
en los trabajos de Franz Boas y de sus discpulos. Por entonces era una respuesta ante el
etnocentrismo occidental que, cuando Boas enviaba a sus alumnos a parajes remotos, adoptaba
la forma de un racismo rampante, pero tambin una herramienta metodolgica y heurstica para
la investigacin etnogrfica. Luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando los hornos de los
campos de concentracin nazis todava estaban humeantes y se insinuaban las primeras luchas por
la descolonizacin, el relativismo cultural dej de ser una herramienta acadmica para convertirse
en una doctrina filosfica, en el programa poltico de la Unesco: todas las culturas son iguales a
pesar de sus diferencias, todos los sistemas de valores, aunque sean distintos, son igualmente
legtimos. Es decir que lo que se ensea como relativismo cultural es un relativismo moral, y en
ltima instancia, no se trata ms que de acomodar etiquetas bienintencionadas que pugnan por
convertirse en buenas categoras para pensar. No siempre lo logran.