Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Epistemologia de Jonathan Dancy

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

(Extracto de: Jonathan Dancy, Introduccin a la epistemologa contempornea. Madrid, Tecnos, 1993, cap. 1, pp.

21-31)

1. ESCEPTICISMO

1.1. ALGUNAS DISTINCIONES El escepticismo en su forma ms interesante depende siempre de un argumento; cuanto mejor es el argumento, ms fuerte es la forma de escepticismo que genera. Dado que depende de un argumento, debe poder ser expresado en forma de conclusin. La conclusin escptica es la de que el conocimiento es imposible. Nadie sabe nada de hecho, porque nadie puede saber nada. Se da un contraste entre el escptico que ofrece un argumento con esta conclusin y otros dos tipos de escptico. El primero es quien responde a cada aseveracin con la cuestin Cmo lo sabes? y luego, a cualquier contestacin se limita a repetir la cuestin hasta que las respuestas se agotan. Esta cuestin repetida es tremendamente eficaz a la hora de dejar a los dems reducidos a un silencio furioso e impotente, pero no hay mucho que aprender de ella hasta que no sepamos lo que esconde. Por supuesto, hay aqu posibilidades interesantes, como, por ejemplo, las proposiciones siguientes: 1. Nadie sabe que p a no ser que pueda decir cmo sabe que p. 2. No es posible contestar satisfactoriamente a la cuestin Cmo sabes que p? por el mero procedimiento de volver a aseverar que p. Se trata de una peticin de principio. El escptico que plantea la cuestin sin comprometerse con proposiciones de este tipo no presenta

ninguna posicin filosficamente interesante. Sin embargo, cuando s se da ese compromiso volvemos a una forma de escepticismo que depende de un argumento. Es preciso sealar a este respecto que las dos proposiciones anteriores son dudosas. La segunda, por ejemplo, equivale a la aseveracin de que no es posible responder a la cuestin Cmo sabes que tienes dolor? diciendo simplemente Porque tengo dolor. Quien da esta respuesta est considerando claramente que en algunos casos funciona, y no debemos sentar la cuestin en contra suya por anticipado.

El segundo tipo de escptico, por el contrario, no nos ofrece tanto un argumento o una pregunta como una mera actitud. Se trata de una persona obstinada cuya pretensin es la de que, aunque la mayora de la gente se deje convencer por lo que no son ms que dbiles evidencias, se necesita algo ms para que l se convenza. Este escptico pretende tener patrones ms altos de evidencia que la mayora de nosotros; estigmatiza a los otros como seres a los que se engaa o persuade fcilmente. Su posicin se convierte en escepticismo propiamente dicho (es decir, en la posicin de que el conocimiento es imposible, ms bien que algo ms infrecuente de lo que pensamos de ordinario) cuando los patrones se colocan tan altos que no pueden satisfacerse. Sin embargo, para ir ms all de la mera extravagancia y tener algn inters filosfico, no puede limitarse a afirmar que los patrones de evidencia ms estrictos son los mejores. Debe aportar algn argumento para defender que los patrones ordinarios no son apropiados. Y el argumento debe apelar tanto a nuestros patrones como a los suyos. Aqu acecha el peligro de la incoherencia: es consistente dar un argumento que apele a los patrones ordinarios de evidencia para demostrar que esos mismos patrones no son apropiados?

La conclusin es aquella con la que comenzbamos: las formas interesantes de escepticismo dependen siempre de un argumento. En esta seccin consideraremos tres argumentos escpticos lo suficientemente fuertes como para tomarlos en serio. Antes debemos tener en cuenta algunas distinciones entre diferentes tipos de argumento escptico.

La primera distincin, y la menos importante, se da entre argumentos escpticos locales y globales. El escepticismo local mantiene que hay razones especiales por las que el conocimiento no es posible en un rea determinada, aunque pueda ser posible en otra cualquiera. Las reas predilectas para el escepticismo local son la

tica, la religin y el futuro. Podemos saber cmo estn las cosas cuando suceden delante de nuestras propias narices, pero no podemos saber si un acto altruista es moralmente bueno, si Dios existe, o si maana me tomar un caf con leche para desayunar. Es obvio que el escepticismo local espera encontrar su razn de ser en alguna particularidad especial de este tipo de reas. Sin embargo, mi experiencia es la de que es muy difcil que el
escepticismo local se mantenga en mero escepticismo local. Por ejemplo, el escepticismo tico local tiende a expandirse rpidamente y se convierte en escepticismo general sobre lo que no puede observarse, o sobre la posibilidad del conocimiento cientfico. El problema es encontrar un argumento convincente para el escepticismo local que no tenga consecuencias expansionistas.

No deja de ser una ventaja que el escepticismo local tienda a convertirse en escepticismo general, dado que los argumentos escpticos globales son, por lo general, ms convincentes y efectivos que sus contrapartidas locales. Y lo mismo sucede con la segunda distincin que quiero proponer. Algunos argumentos escpticos atacan directamente la nocin de conocimiento, pero no tocan algunas otras nociones relacionadas con sta, como la nocin crucial de creencia justificada. Se podra argumentar, por ejemplo, que para saber es preciso estar seguro, pero que nadie puede estar realmente seguro y, por tanto, que nadie puede saber. Dejando a un lado por el momento la fuerza de ese realmente, todava podra confiarse en que, incluso concediendo que una condicin necesaria para el conocimiento no se cumple y debemos dejar de hablar de conocimiento, no hay ningn problema en seguir hablando de creencias justificadas. Todava podramos seleccionar algunas creencias como creencias justificadas, o como ms justificadas que otras, y otras como menos justificadas o completamente injustificadas. El argumento escptico que estamos considerando nos permite referirnos con pleno derecho a la justificacin. Podemos tener la impresin de que el argumento, aunque expresa ciertas particularidades del concepto de conocimiento, nos permite arreglrnoslas perfectamente bien, tanto para los propsitos filosficos como para los prcticos, con la nocin de justificacin, a la que el argumento no ataca. Por el contrario, una forma ms fuerte de argumento constituye una amenaza para ambas nociones al mismo tiempo y pretende que cualquier deficiencia en la nocin de conocimiento est presente de igual modo en la de creencia justificada. Nos encontramos con estas formas de argumento y veremos que son siempre ms interesantes que sus contrapartidas ms dbiles. La afirmacin de que ninguna de nuestras creencias sobre el futuro est nunca justificada es ms importante y ms interesante que la afirmacin de que, aunque es muy probable que nuestra creencia en que el sol saldr maana sea verdadera y est justificada, nunca puede decirse que sepamos que el sol saldr maana.

La tercera distincin es incluso ms importante. Podemos separar los argumentos escpticos que, aunque pretendan privarnos del conocimiento (o incluso de la creencia justificada), nos conceden que comprendemos las proposiciones cuya verdad se supone que no conocemos de aquellos otros que afirman que la razn por la que no podemos conocer su verdad radica en que no las comprendemos. Un ejemplo obvio sera el contraste entre la sugerencia de que no podramos tener ninguna evidencia a favor de la proposicin de que Dios existe, por ms que comprendemos esa proposicin, y la sugerencia de que la proposicin nos es incomprensible y a fortiori ni podemos saber que es verdadera ni estar justificados para creerla. Por supuesto, esta distincin slo tiene sentido si suponemos la posibilidad de comprender una proposicin que nunca pudiramos creer justificadamente o cuya verdad no pudiramos conocer nunca. La distincin se viene abajo si adoptamos una teora de la comprensin que una lo que podemos comprender con lo que podemos reconocer como verdadero. En ese caso, todos los argumentos escpticos relevantes pertenecern al tipo ms fuerte; es decir, pretendern que ni siquiera comprendemos las proposiciones que pretendemos saber. A primera vista, un argumento para tratar de mostrar que no comprendemos las proposiciones que pretendemos saber debe ser local ms bien que general. La razn es que un argumento global pretendera que no comprendemos nada; esto es ridculo, en primer lugar porque es obvio que s comprendemos algunas cosas y, en segundo lugar, porque es esencial que comprendamos (y de hecho se espera de nosotros que lo hagamos as) el mismo argumento escptico.

1.2. TRES ARGUMENTOS ESCPTICOS

CEREBROS EN CUBETAS

EL ARGUMENTO DEL ERROR

También podría gustarte