La aprobación de la Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (HCTI) ha generado un acalorado debate sobre su pertinencia y oportunidad. Se trata, sin duda, de un tema árido para la mayoría de la comunidad, aunque no por ello carece de relevancia pública. Es necesario en este clima hacer algunas precisiones importantes sobre los aspectos donde ha habido desinformación por interés o por desconocimiento.
Veamos.
Primera. La ley aprobada no fue un producto de generación espontánea, ni una ocurrencia; antes bien, es la expresión de un largo trabajo deliberativo de foros, mesas, seminarios donde se escucharon y retomaron las principales