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Cargador automático (artillería)

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En la guerra acorazada, un autocargador es una ayuda mecánica o un reemplazo total del personal encargado de cargar munición en sistemas de armas tripuladas, tales como tanques o artillería. El término generalmente se aplica a armas de gran calibre que requieren de una o más personas para ser recargadas.

Un autocargador, tal como su nombre lo sugiere, extrae un obús y una carga de propulsión desde el compartimento de munición y se encarga de cargarlos en un cartucho, si es que el arma lo posee, o si no lo presenta, directamente en la recámara del arma. Frecuentemente se utiliza en reemplazo del cargador humano. Al automatizar el proceso de recarga, este se vuelve más dinámico y rápido, optimizando las capacidades de combate. También, al quitar uno (o más tripulantes), el tamaño total del vehículo puede ser reducido, lo cual disminuye la superficie total que sebe ser reforzada con blindaje, por lo tanto un vehículo que cuenta con un autocargador se puede beneficiar de una sustancial reducción de peso y volumen. Además, debido a que un autocargador puede ser mucho menos voluminoso que un humano, puede permitir una reducción del perfil total del tanque, haciéndolo un blanco más pequeño. Los autocargadores son dispositivos mecánicos por lo que su fiabilidad depende de qué tan bien sean diseñados, fabricados y mantenidos. 

Historia

Los autocargadores fueron desarrollados al principio de la Segunda Guerra Mundial. Su primer uso en combate fue en aeronaves cazacarros tales como el cañón alemán de 7,5 cm Bordkanone BK 7,5, equipado en el Henschel Hs 129 B-3. Todos los tanques rusos y soviéticos diseñados después del T-64 han utilizado autocargadores. Su uso ha sido frecuentemente rechazado por los diseños de tanques estadounidenses y británicos, aunque el tanque medio americano T22 fue uno de los primeros en utilizar un autocargador.

Uso naval

En la era moderna, el uso de autocargadores es común en cualquier cañón naval de calibre 76,2 mm o superior. Tomando en cuenta el tamaño de los proyectiles, sumado a las instalaciones de autocargadores disponibles en el amplio espacio brindado por estas naves, hacen que un autocargador sea mucho más rápido que un cargador humano. Por ejemplo, el cañón naval estadounidense 5"/38 Mark 12 puede cargar cerca de 20 proyectiles por minuto.[1]

El sistema soviético/ruso AK-130 (dos cañones de 130 mm) con autocargador puede alcanzar una tasa de fuego de hasta 40 proyectiles por cañón, por minuto.[2]

El 127 mm/5" Compact italiano tiene un desempeño similar. Los sistemas con autocargador de mayor calibre fueron el 8"/55 Mark 16 estadounidense, desplegado en los tres cruceros de la clase Des Moines a finales de la década de 1940, y el 8"/55 Mark 71 probado a bordo del destructor USS Hull a finales de la década de 1970. Ambas armas alcanzaban una tasa de disparo de 12 proyectiles por cañón por minuto, comparados con los 3 a 4 proyectiles por minuto disparados al recargar manualmente.

La llegada de las aeronaves con propulsión a chorro, y la tasa de fuego requerida para combatirlas, apresuraron la adopción de autocargadores automáticos en la artillería naval. El desarrollo de los sistemas de carga era frecuentemente acompañado de problemas, y su fiabilidad era pobre en muchos casos. El 5"/54 Mark 42 estadounidense fue degradado desde 40 proyectiles por minuto a 34 para mejorar su fiabilidad.[3]​ El AK-130 ruso/soviético era tan poco fiable que el crucero de misiles Kirov (renombrado a Almirante Ushakov) fue forzado a instalar dos cañones menos modernos en su lugar. El 3"/70 Mark 37 estadounidense pasó más tiempo en la tabla de diseño (13 años) que en servicio (12 años) debido a su pobre fiabilidad. [4]​ Estos problemas se han quedado en el pasado y el campo de los autocargadores ha avanzado considerablemente.

Vehículos terrestres

El M1128 Mobile Gun System americano (Una variante del Stryker) presenta un autocargador con hasta 18 proyectiles.

Tasa de fuego

Un autocargador moderno en un cañón de calibre 120–125 mm en buenas condiciones puede alcanzar entre 10 a 12 disparos por minuto. Esta tasa puede o no incluir el tiempo requerido para posicionar el arma en el ángulo apropiado de recarga (si es que lo requiere) y luego posicionarse en el ángulo de fuego después de recargar. Esta tasa de fuego es rápida, pero no tan rápida como un cargador humano, ya que se han reportado tasas de fuego de hasta 15 disparos por minuto (al menos por un corto periodo de tiempo).

Por otro lado, se estima que los autocargadores mas modernos igualan esta tasa de fuego.[5]​ Además, se considera atípico el hecho de que en batalla un vehículo de combate se encuentre con más que un par de blindados enemigos en el transcurso de un minuto. El autocargador también tiene la ventaja de que al atravesar terrenos dificultosos jamás se mareará, problema ocurrente con cargadores humanos, lo cual interfiere con su ciclo de recarga.

Para armas de más de 127 mm, el peso agregado del proyectil hace imperativa la decisión del uso de un autocargador. En artillería autopropulsada con calibres cercanos a los 155 mm, por ejemplo, los autocargadores pueden alcanzar una tasa de fuego de 8 a 12 disparos por minuto, mientras que uno (o más) cargadores humanos típicamente alcanzan solo 4 tiros por minuto. Para salvas sostenidas, puede que esta impresionante tasa de fuego no sea muy relevante, ya que la tasa de fuego para salvas sostenidas es típicamente de 1 a 2 disparos por minuto, pero la posibilidad de entregar un alto poder de fuego en un corto periodo de tiempo es vital en las tácticas de disparo y reposición para así evitar la rápida respuesta del fuego contrabatería, entregada por sistemas contrabatería modernos. Por otra parte, incluso durante una salva sostenida un autocargador podría ser bastante útil, ya que la fatiga provocada por recargar un sistema de artillería por horas no los puede afectar.

Supervivencia

Los autocargadores más comunes almacenan su munición en la torreta, aumentando la probabilidad de una explosión catastrófica en caso de que algún proyectil penetre el blindaje y golpee este almacén. Más blindaje sumado al aislamiento de la munición del compartimento de la tripulación ha sido la norma en tanques con un cargador humano, lo cual puede disminuir la probabilidad de que la munición sea detonada por calor o de que esta explote.

Por ejemplo el M1 Abrams fue diseñado para proteger a la tripulación contra la detonación inducida por calor al almacenar la munición del cañón principal en un compartimento en la parte posterior de la torreta. El compartimento es separado de la tripulación por una escotilla blindada automática, la cual se abre solo por unos segundos cada vez que el cargador necesite tomar otro proyectil. La parte superior del compartimento tiene unos paneles especiales que lo blindan de ataques externos pero son mucho menos resistentes a la presión interna, por lo cual en el caso de que un disparo haga explotar la munición estos paneles permitirán que la presión generada salga hacia arriba, protegiendo así a la tripulación. Otros diseños occidentales desde finales de la Guerra Fría al presente con recarga manual también incluyen dichas medidas de protección. En contraste, los tanques soviéticos de la Guerra Fría que emplean autocargadores guardan la munición en un "carrusel" en medio del compartimento de la tripulación, donde cualquier tiro que penetre es muy probable que cause la incineración de la tripulación y vuele la torreta por completo, despegándola del chasis del tanque.[6]

Aun así, algunos diseños de autocargadores más recientes también albergan la munición en un compartimento aislado dentro del armazón de la torreta, con paneles de rápida liberación por superior y el mecanismo de baqueta abajo o al medio. Esto permite una mayor protección de la tripulación, pero a la vez es poco ventajoso debido a la ubicación del mecanismo de recarga, se reduce considerablemente el espacio, disminuyendo la cantidad de proyectiles que pueden ser transportados. Con dicho diseño, se puede prescindir del cargador human, pero a la vez solo se puede almacenar la mitad de la munición en el compartimento con el autocargador. Por lo cual, un tanque con este sistema por lo general almacena proyectiles adicionales en un compartimento bajo el compartimento de combate, tal como en los anteriores diseños de tanque que llevaban a bordo de la tripulación a un cargador. Este compartimento puede estar rodeado por agua y tener algunas sub-divisiones, pero la tripulación reducida en número aún así tiene que llevar esta munición al compartimento del autocargador. Sin embargo, un diseño así permite que el autocargador o un compartimento de munición vacíos puedan ser rápidamente reemplazados utilizando el equipamiento apropiado, tal como se recarga el sistema de lanzacohetes norteamericano M270 MLRS, pero posiblemente más rápido aún. Otra ventaja posible es que la escotilla que separa la torreta del compartimento de combate sólo es lo suficientemente larga para el paso de un proyectil a la vez, en vez de extenderse por todo el dorso de la torreta como es en el caso del M1 Abrams - esto puede reducir peso y la energía necesaria para operar la escotilla automática, ya que sería una parte más de la torreta, en vez de deslizar un pesado componente.

Tamaño

Los autocargadores a menudo se implementan en un intento de disminuir el tamaño de un tanque. El T-64 es un ejemplo de esto. La generacion actual de tanques que utilizan autocargadores (T-90 y T-14 rusos, Tipo 90 y Tipo 10 japonés, Tipo 98 chino, K2 Black Panther coreano, Leclerc francés y Al-Khalid pakistaní), todos pesan entre 45 y 55 toneladas. Los tanques que no utilizan autocargadores tienden a pesar entre 55 y 70 toneladas (M1A2 Abrams norteamericano, Leopard 2 alemán y Challenger 2 británico).

Reducción de la fatiga

La sustitución del cargador y del artillero con un comandante y un conductor podría permitir a la tripulación rotar sus turnos. Esto permitiría una operación continua en el campo de batalla.[7]​ Aun así en algunos casos (como en el del M1 Abrams por ejemplo) no hay ninguna razón de prescindir del cargador al instalar un autocargador. En esas situaciones el autocargador libera de su labor al cuarto miembro de la tripulación para que este apoye en sus labores a los otros tres.

Referencias