Books by Ailer Perez
Actas del III Coloquio de Ibermúsicas sobre investigación musical, 2017
¿Cuáles han sido las dificultades que ha encontrado la mujer al querer profesionalizarse en el ca... more ¿Cuáles han sido las dificultades que ha encontrado la mujer al querer profesionalizarse en el campo de la música? ¿Qué estereotipos ha debido enfrentar? ¿En qué medida ha logrado superar esos problemas? ¿De qué manera el entorno social, cultural o político ha contribuido a instalar y a resolver tales dificultades? ¿Cuál ha sido la recepción crítica de la música hecha por mujeres? ¿Cómo puede ser interrogado el canon masculino dominante? Preguntas como estas son abordadas por trece mujeres de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay en este libro de actas.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bulletin (Director) by Ailer Perez
El Sincopado Habanero , 2020
Escribo este editorial mientras protagonizamos la pandemia de Covid-19… y, antes de leer las pági... more Escribo este editorial mientras protagonizamos la pandemia de Covid-19… y, antes de leer las páginas que siguen, propongo un repique de tambores y una «tocada» de palmas en homenaje a cuantos están peleando esta batalla por la vida alrededor del mundo. Para ellos son nuestros vítores. Corresponde a nosotros seguir gestionando cultura y belleza para todos.
La improvisación musical es el arte de redundar sin repetirse. De antiguos tañedores de cuerdas nos viene la técnica de las «glosas y diferencias» y, de la herencia africana, aprendimos las esencias del «toque». Un patrón rítmico, un tema, una entonación… provoca la imaginación y es transformado variándose hasta el infinito. Porque
improvisar no es más que un continuo crear, que tiene algo de préstamo y de sacrilegio. Muchos músicos desarrollan esta habilidad, pero los jazzistas poseen ese don en grado superlativo.
Así que para estimular la belleza fue encargada una portada icónica del jazz al artista visual Reynerio Tamayo. Él, con maestría surrealista, ideó un híbrido integrado por algunos de sus instrumentos más representativos.
Con cuerpo de contrabajo, el faro del Castillo del Morro de La Habana hace las veces de clavijero, el brazo está hecho a manera de teclado, las efes tienen forma de saxofón alto y una pintoresca tumbadora remata el cordal. Un personaje colorido, que parece salido de un cuadro de Wifredo Lam, lo hace sonar al estilo del “Afro-Cuban Jazz”.
De esta manera, comienza el número 14 de El Sincopado Habanero que dedica sus páginas virtuales al Festival Internacional Jazz Plaza de La Habana. El testimonio de su legado nos llega a través de un trabajo que Yentsy Rangel inició como parte del Diplomado en Patrimonio Musical Hispano (Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, Universidad de La Habana) y maduró luego, dando lugar a su tesis de Maestría en Musicología (Universidad de las Artes de Cuba). Siguiendo la misma temática, en la sección «Documenta Musicæ» Aliet González presenta la obra para saxofón de Javier Zalba, un trabajo realizado como resultado del mismo Diplomado, que propone incentivar la práctica jazzística, agregando este repertorio al programa académico de la enseñanza de la música en Cuba.
De Janio Abreu, fiel colaborador de El Sincopado, publicamos las piezas Danzón mi bella Habana, La zorra y el cuervo, Traveling y Mori, obras que enriquecen el repertorio jazzístico cubano. Al respecto, nos explica Gabriela Milián que las partituras publicadas en «Pentagramas del Pasado» funcionan apenas como un «mapa mental» o especie de boceto, que solo puede ser completado cuando ocurre la sesión de Jazz.
En «A Contratiempo» ofrecemos cobertura del acontecer musical de La Habana antes de la Covid-19. Entre estos sucesos se hallan el XXXV Festival Internacional Jazz Plaza, con sede en la capital y Santiago de Cuba; el XI Coloquio del Premio Casa de las Américas de Musicología; la Semana de Música Sacra que ya se hace tradicional y
es justamente valorada en un texto de Claudia Fallarero; y la presentación del primer anuario impreso de El Sincopado Habanero. Como respuesta a esta etapa de confinamiento, acciones como Tunturuntu pa' tu casa (http://tunturuntu.org/pa-tu-casa), el festival de música online que ha inaugurado en Cuba la nueva modalidad de concierto digital en streaming, parece llegar para quedarse.
Una amplia sección se dedica a valorar el Festival Internacional Jazz Plaza en la voz de su director Bobby Carcassés. Así mismo, hemos recabado la opinión de reconocidos protagonistas del género, quienes responden en estas páginas preguntas medulares, que califican la experiencia personal y colectiva alrededor de esta escena.
Entre ellos están algunos representantes de la delegación de New Orleans que participó en enero 2020. Testimonia su presentación la foto de contraportada que remata las páginas de este boletín.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Papers by Ailer Perez
Bloomsbury Encyclopedia of Popular Music of the World
Bookmarks Related papers MentionsView impact
El oído pensante, 2020
Este trabajo parte de un interrogante ¿cuál ha sido el relato historiográfico sobre la vanguardia... more Este trabajo parte de un interrogante ¿cuál ha sido el relato historiográfico sobre la vanguardia musical cubana y sus polémicas? El objetivo es definir las tensiones que tuvieron lugar en torno a la creación musical en los inicios de la Revolución Cubana a través del examen de las fuentes historiográficas firmadas por sus protagonistas. La vanguardia musical en Cuba se emplaza en el contexto incipiente de la Revolución y estuvo liderada inicialmente por Juan Blanco (1919-2008) y Leo Brouwer (1939). Este movimiento no sólo destacó por la innovación técnica, estética y social de su propuesta, sino que devino en una élite artística e ideológica. En paralelo, existió otro discurso en el terreno compositivo y de la crítica, calificado como “retaguardia musical” (Martín, 1971) y, por ello, postergado en el reconocimiento y visibilidad de sus creadores. Se toma como referencia documental el análisis de publicaciones donde debatieron los compositores entre 1961 y 1971, de manera recurrente...
Bookmarks Related papers MentionsView impact
ESCENA. Revista de las artes
Bookmarks Related papers MentionsView impact
El oído pensante, 2020
This work starts from a question: which has been the historiographical narrative of the Cuban mus... more This work starts from a question: which has been the historiographical narrative of the Cuban musical avant-garde and its polemics? Its aim is to define the tensions that took place in musical creation at the beginning of the Cuban Revolution by examining the historiographic sources signed by its protagonists. The musical avant-garde in Cuba is located in the incipient context of the Revolution and was initially led by Juan Blanco (1919-2008) and Leo Brouwer (1939). This movement not only stood out for the tech-nical, aesthetic and social innovation of its proposal, but it also became an artistic and ideological elite. At the same time, there was another discourse in the compositional and critical field, described as “musical rearguard” (Martín, 1971) and, therefore, postponed in the recognition and visibility of its creators. The analysis of publications where the composers debated between 1961 and 1971, on a recurring basis, La Gaceta de Cuba and the bulletin Mensajes (UNEAC) are taken as documentary reference. It reflects on four central issues identified in this controversy: the definition of “new music”, the confrontation between “avant-garde” and “musical rearguard”, the political commitment of the composers and the appreciation by the public.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Uploads
Books by Ailer Perez
Bulletin (Director) by Ailer Perez
La improvisación musical es el arte de redundar sin repetirse. De antiguos tañedores de cuerdas nos viene la técnica de las «glosas y diferencias» y, de la herencia africana, aprendimos las esencias del «toque». Un patrón rítmico, un tema, una entonación… provoca la imaginación y es transformado variándose hasta el infinito. Porque
improvisar no es más que un continuo crear, que tiene algo de préstamo y de sacrilegio. Muchos músicos desarrollan esta habilidad, pero los jazzistas poseen ese don en grado superlativo.
Así que para estimular la belleza fue encargada una portada icónica del jazz al artista visual Reynerio Tamayo. Él, con maestría surrealista, ideó un híbrido integrado por algunos de sus instrumentos más representativos.
Con cuerpo de contrabajo, el faro del Castillo del Morro de La Habana hace las veces de clavijero, el brazo está hecho a manera de teclado, las efes tienen forma de saxofón alto y una pintoresca tumbadora remata el cordal. Un personaje colorido, que parece salido de un cuadro de Wifredo Lam, lo hace sonar al estilo del “Afro-Cuban Jazz”.
De esta manera, comienza el número 14 de El Sincopado Habanero que dedica sus páginas virtuales al Festival Internacional Jazz Plaza de La Habana. El testimonio de su legado nos llega a través de un trabajo que Yentsy Rangel inició como parte del Diplomado en Patrimonio Musical Hispano (Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, Universidad de La Habana) y maduró luego, dando lugar a su tesis de Maestría en Musicología (Universidad de las Artes de Cuba). Siguiendo la misma temática, en la sección «Documenta Musicæ» Aliet González presenta la obra para saxofón de Javier Zalba, un trabajo realizado como resultado del mismo Diplomado, que propone incentivar la práctica jazzística, agregando este repertorio al programa académico de la enseñanza de la música en Cuba.
De Janio Abreu, fiel colaborador de El Sincopado, publicamos las piezas Danzón mi bella Habana, La zorra y el cuervo, Traveling y Mori, obras que enriquecen el repertorio jazzístico cubano. Al respecto, nos explica Gabriela Milián que las partituras publicadas en «Pentagramas del Pasado» funcionan apenas como un «mapa mental» o especie de boceto, que solo puede ser completado cuando ocurre la sesión de Jazz.
En «A Contratiempo» ofrecemos cobertura del acontecer musical de La Habana antes de la Covid-19. Entre estos sucesos se hallan el XXXV Festival Internacional Jazz Plaza, con sede en la capital y Santiago de Cuba; el XI Coloquio del Premio Casa de las Américas de Musicología; la Semana de Música Sacra que ya se hace tradicional y
es justamente valorada en un texto de Claudia Fallarero; y la presentación del primer anuario impreso de El Sincopado Habanero. Como respuesta a esta etapa de confinamiento, acciones como Tunturuntu pa' tu casa (http://tunturuntu.org/pa-tu-casa), el festival de música online que ha inaugurado en Cuba la nueva modalidad de concierto digital en streaming, parece llegar para quedarse.
Una amplia sección se dedica a valorar el Festival Internacional Jazz Plaza en la voz de su director Bobby Carcassés. Así mismo, hemos recabado la opinión de reconocidos protagonistas del género, quienes responden en estas páginas preguntas medulares, que califican la experiencia personal y colectiva alrededor de esta escena.
Entre ellos están algunos representantes de la delegación de New Orleans que participó en enero 2020. Testimonia su presentación la foto de contraportada que remata las páginas de este boletín.
Papers by Ailer Perez
La improvisación musical es el arte de redundar sin repetirse. De antiguos tañedores de cuerdas nos viene la técnica de las «glosas y diferencias» y, de la herencia africana, aprendimos las esencias del «toque». Un patrón rítmico, un tema, una entonación… provoca la imaginación y es transformado variándose hasta el infinito. Porque
improvisar no es más que un continuo crear, que tiene algo de préstamo y de sacrilegio. Muchos músicos desarrollan esta habilidad, pero los jazzistas poseen ese don en grado superlativo.
Así que para estimular la belleza fue encargada una portada icónica del jazz al artista visual Reynerio Tamayo. Él, con maestría surrealista, ideó un híbrido integrado por algunos de sus instrumentos más representativos.
Con cuerpo de contrabajo, el faro del Castillo del Morro de La Habana hace las veces de clavijero, el brazo está hecho a manera de teclado, las efes tienen forma de saxofón alto y una pintoresca tumbadora remata el cordal. Un personaje colorido, que parece salido de un cuadro de Wifredo Lam, lo hace sonar al estilo del “Afro-Cuban Jazz”.
De esta manera, comienza el número 14 de El Sincopado Habanero que dedica sus páginas virtuales al Festival Internacional Jazz Plaza de La Habana. El testimonio de su legado nos llega a través de un trabajo que Yentsy Rangel inició como parte del Diplomado en Patrimonio Musical Hispano (Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, Universidad de La Habana) y maduró luego, dando lugar a su tesis de Maestría en Musicología (Universidad de las Artes de Cuba). Siguiendo la misma temática, en la sección «Documenta Musicæ» Aliet González presenta la obra para saxofón de Javier Zalba, un trabajo realizado como resultado del mismo Diplomado, que propone incentivar la práctica jazzística, agregando este repertorio al programa académico de la enseñanza de la música en Cuba.
De Janio Abreu, fiel colaborador de El Sincopado, publicamos las piezas Danzón mi bella Habana, La zorra y el cuervo, Traveling y Mori, obras que enriquecen el repertorio jazzístico cubano. Al respecto, nos explica Gabriela Milián que las partituras publicadas en «Pentagramas del Pasado» funcionan apenas como un «mapa mental» o especie de boceto, que solo puede ser completado cuando ocurre la sesión de Jazz.
En «A Contratiempo» ofrecemos cobertura del acontecer musical de La Habana antes de la Covid-19. Entre estos sucesos se hallan el XXXV Festival Internacional Jazz Plaza, con sede en la capital y Santiago de Cuba; el XI Coloquio del Premio Casa de las Américas de Musicología; la Semana de Música Sacra que ya se hace tradicional y
es justamente valorada en un texto de Claudia Fallarero; y la presentación del primer anuario impreso de El Sincopado Habanero. Como respuesta a esta etapa de confinamiento, acciones como Tunturuntu pa' tu casa (http://tunturuntu.org/pa-tu-casa), el festival de música online que ha inaugurado en Cuba la nueva modalidad de concierto digital en streaming, parece llegar para quedarse.
Una amplia sección se dedica a valorar el Festival Internacional Jazz Plaza en la voz de su director Bobby Carcassés. Así mismo, hemos recabado la opinión de reconocidos protagonistas del género, quienes responden en estas páginas preguntas medulares, que califican la experiencia personal y colectiva alrededor de esta escena.
Entre ellos están algunos representantes de la delegación de New Orleans que participó en enero 2020. Testimonia su presentación la foto de contraportada que remata las páginas de este boletín.