Chapter Text
// IT AFGVL
B-12 despertó en una pequeña habitación algo estrecha, con algunas cajas y un estante lleno de libros. Estaba dentro de una pequeña canasta de madera sobre la cuál estaba envuelto con su propia bufanda. Al no poder moverse bien, asomó su cabeza para ver su entorno, sólo para encontrarse con una puerta frente a la canasta.
No pudo desenvolverse, por lo que empezó a moverse como si fuera una oruga para llegar a la puerta. Una vez allí, comenzó a golpear su cabeza contra la puerta.
Tras tres golpes (y casi quedar inconsciente) la puerta fue abierta por una persona que estaba detrás de esta. Se trataba del Maestro Ducklong.
—¡Oh, ya haz despertado! —exclamó observándolo en el suelo—. Lamento haberte envuelto con tu propia bufanda, hubiera preferido darte una bolsa de dormir, pero como no tenía opté por envolverte con tu bufanda.
—¿Qué es una bolsa de dormir? —preguntó B-12 con curiosidad, mientras que Ducklong se encargaba de desenvolverlo.
—Es una bolsa... dónde duermes —contestó.
—Ooohhh... ¿Y dónde estamos? —preguntó B-12 nuevamente.
Ducklong se aclaró la garganta.
—Cuando estábamos comiendo, comiste de más y eso provocó que te diera un coma alimenticio y quedaras en estado de inconsciencia —comenzó a explicar con normalidad—. Te cargué entonces hasta mi casa, y decidí dejar que durmieras en mi cuartucho, ya sabes, para que tuvieras mayor privacidad.
—¿Qué es privacidad?
—Guarda tus preguntas, niño —dijo mientras se volteaba y agarraba una mochila, para posteriormente entregársela—. ¡¡Porque te he anotado en una escuela mientras dormías!! Allí podrás aprender y te responderán todas tus preguntas.
—¡Vaya eso es bastante genial! —exclamó B-12 emocionado recibiendo la mochila—. ¿Pero qué es una escuela?
Fue en ese momento que Ducklong se dio cuenta que esto sería más difícil de lo que pensó.
Sea cómo sea, le dio una breve explicación de lo que era una escuela pero se dio cuenta que no entendería ni aunque se lo explicase veintidós veces, así que optó por prometerle que cuando vaya a la escuela lo aprendería pronto.
—Necesito que te pongas esto, no puedes ir a clases sin ponerte esto —dijo Ducklong entregándole un uniforme escolar a B-12.
—¡Vaya! ¿¡Qué es!?
—Un "uniforme escolar", todos los alumnos lo usan, con contadas excepciones, las cuales siempre son físicas —explicó—. Pero este uniforme es exactamente de tu talla, así que no deberías tener problema.
El uniforme consistía en una chaqueta de traje marrón, corbata amarilla y pantalones igualmente marrones para los chicos. En el caso de las chicas, ellas conservaban la chaqueta de traje marrón pero usaban un moño amarillo y una falda púrpura.
Claro que este uniforme era adaptado para el cuerpo de cada estudiante, en el caso de B-12 él no usaría pantalones debido a que de otra forma no podría caminar.
No se pueden usar accesorios en el uniforme, salvo que estos tengan motivos médicos. Es por esto que B-12 puso su bufanda por debajo del uniforme.
Ahora, lo invitó a desayunar a la mesa junto a su nieto, Tao, quién también se estaba preparando para asistir a clases.
Tao era alguien de pocas palabras, tal y cómo dijo su abuelo anteriormente, y de aspecto que engañaría a más de uno, pensando que sería un pato bebé o algo así. Increíblemente, este pato tenía catorce años a pesar de su joven aspecto, el cuál se explica porque fue un niño prematuro.
Un monstruo de su mismo tipo, cómo su abuelo por ejemplo, habría desarrollado las piernas y brazos a esa edad, pero este pajarito no pudo desarrollarlas a tiempo. Por suerte, eso nunca detuvo sus objetivos y estudió el arte del "AIRE" desde muy temprana edad, siendo alguien muy fuerte, en especial con sus patas y alas.
Gracias a esto es que puede agarrar objetos muy pesados y posee una voluntad inquebrantable. Un día incluso pudo llevar a la ex-capitana de la Guardia Real de un lado al otro sin dudar ni un segundo en sí mismo, aunque claro, le costó alrededor de una hora.
Los tres desayunaron y posteriormente salieron de la casa, la cuál estaba sumergida en el agua. Para hacerlo abrieron la puerta, ingresando a un pequeño domo de vidrio el cuál se abría por arriba, permitiendo la salida hacia el exterior y al mismo tiempo impidiendo que el agua entrara a la casa.
Una vez fuera caminaron hasta dónde estaba el barquero encapuchado, subiéndose a su canoa.
—Hasta La Escuela, por favor —dijo Ducklong entregándole unas monedas al barquero.
—¡Señor Ducklong! —exclamó el barquero, notando que una de las monedas estaba hecha de cartón.
—¡Uy! Cómo no me di cuenta, perdóneme usted, ya estoy un poco viejo —dijo resignándose a sacar una moneda de verdad y entregársela, guardando la de cartón.
Desde que lo de "El Día del Alma Endemoniada" ocurrió, esta misteriosa persona del río se vio forzada a tener que cobrar los viajes ante la inminente crisis que comenzó a afrontar el subsuelo.
—Tra la la —comenzó a recitar el barquero—. Algunas personas pretendemos no saber lo que realmente sabemos.
Terminado el viaje, los tres llegaron a una especie de muelle dónde habían algunas canoas más pertenecientes a distintos barqueros provenientes de diversas zonas del subsuelo. Era un negocio rentable a decir verdad.
Incluso uno de estos barqueros, con un aspecto más bajito y sonriente, llevó el negocio a otro nivel, teniendo un puesto de hot-dog en su canoa, siendo su forma de cobrar el comprarle uno dependiendo dónde quieres que te deje. Mientras más lejos tendrías que comprarle más de estos, pero también hay que tener cuidado con cuantos le compras para no pasarte de tu destino.
—Bueno B-12, ahora Tao te guiará a la fila de los estudiantes —habló Ducklong—. Ambos están en el mismo salón, ¡Así que cualquier cosa, pregúntale a él!
—¡De acuerdo! —exclamó B-12 emocionado, a pesar de no entender casi nada de lo que dijo.
—Y también, quiero que tengas esto —dijo Ducklong sacando un celular con teclado de su bolsillo, y entregándoselo a B-12—. Ese teléfono te será de gran ayuda. Ya tiene mi número en la agenda, así que no tienes de que preocuparte.
B-12 observó aquel dispositivo por unos instantes y procedió a metérselo en la boca, para tragarlo en un instante.
—¡Yummy! —exclamó saboreándolo.
Ducklong y Tao quedaron consternados ante eso.
—Pudiste haberlo guardado en tu bufanda —le dijo Ducklong—. No sé si lo sabes, pero con esa bufanda puedes guardar cosas en el compartimiento entre tu cuello y la tela, lo único es que los objetos que guardes no pueden superar tu altura.
—¿Ah?
—La vendían en tiendas hace aproximadamente diez años, pero dejaron de fabricarse luego de varios incidentes de monstruos que quedaron con la cabeza, y a veces cuerpo, atrapados en ella —explicó Ducklong—. ¡Ah, pero estarás bien! En fin, debo irme, ya empieza mi jornada laboral. Tao, cuídate y cuídalo.
—¡Pio, pio! (¡Entendido, abuelo!) —exclamó Tao, cosa que sorprendió a B-12 pues nunca lo escuchó hablar.
Hablado eso, ambos se acercaron a la fila junto a los demás estudiantes, la cuál estaba prácticamente llena. B-12 miró a su alrededor y pudo ver distintos monstruos, de diferentes tamaños y colores. Sin embargo cruzó miradas a cierta distancia con una pequeña flor de cinco pétalos blancos con puntos morados en ellos, la cuál lo observaba fijamente. O eso parecía, pues carecía de ambos ojos, tapando uno de ellos por alguna razón con un parche color blanco.
Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, la fila comenzó a avanzar y perdió a aquella misteriosa flor de vista. De pronto, el director de la escuela comenzó a dar unas palabras.
Este director se trataba de un monstruo tipo venado antropomórfico, con un uniforme morado, el cuál destacaba por tener maquillaje de tonalidades igualmente moradas.
—Buenos días estudiantes, que tengan una excelente jornada escolar —dijo para luego hacer sonar una campana, la cuál indicaba a todos que ingresen a sus salones.
B-12 siguió a Tao y ambos ingresaron al salón. Sin embargo, no sabía que hacer, y sólo veía a los demás estudiantes sentarse entre sí. Fue en ese momento que a su lado nuevamente pasó la misteriosa flor que vio hace apenas dos minutos, pero esta pasó de él y simplemente se fue a su lugar.
Mientras observaba que hacer, cruzó miradas con Squarmie, a quién reconoció de ayer, pero este le hizo una seña para que mirase al profesor.
—Chicos, aparentemente hoy tenemos un nuevo compañero —habló aquel monstruo de aspecto porcino—. Yo soy el Profesor Hammond. Niño, quiero que te presentes ante los demás, anda, no seas tímido.
B-12 se quedó en total silencio. No sabía que hacer. Nadie le había hablado de esto antes y simplemente se quedó en silencio por unos segundos en lo que se le ocurría un plan.
—¡Qué digas tu nombre, bribón! —le gritó una alumna de aspecto de dinosaurio morado, la cuál se sentaba hasta atrás de todo.
—¡Suzanne! ¿Qué te he dicho de usar ese vocabulario en mi clase? —exclamó el profesor, para acto seguido aclararse la garganta—. En fin, joven, ¿Podrías decirnos cómo se llama?
—¡Ah! ¡Era eso! Pues, mi nombre es Proyecto B-12, ¡Pero pueden llamarme B-12! —exclamó con una sonrisa.
Todos hicieron silencio por unos cuantos segundos. Les pareció raro que alguien se llamase "Proyecto".
—¡Ah! ¡Debes ser extranjero, yo! —exclamó un monstruo amarillo al cuál le faltaban los brazos, por lo que tenía las mangas del uniforme atadas.
—¡Sí, eso tiene sentido! —comenzaron a vociferar todos, cosa que comenzó a incomodar un poco a B-12, hasta que el profesor pidió que guarden silencio.
B-12 entonces se sentó en el único asiento disponible, el cuál estaba justo delante de Suzy y a su derecha tenía a aquel monstruo amarillo.
—¡Un gusto conocerte! —exclamó este monstruo—. ¡Yo soy Monster Kid, pero mis amigos me llaman Kid!
—¡Y yo soy Heats Flamesman! —exclamó el monstruo sentado a su izquierda—. ¡Recuerda mi nombre!
Y así cómo así, la clase comenzó.
—Muy bien chicos, saquen sus cosas. Hoy vamos a tener una clase de Historia, y luego haremos unas actividades —comenzó a hablar mientras sacaba una tiza y escribía en el pizarrón.
De pronto B-12 notó cómo cada monstruo sacaba de alguna manera mágica una carpeta y útiles. Heats los sacó usando su magia de fuego, los hermanos slime detrás suyo usaron magia para escribir en su escritorio, Suzy simplemente comenzó a masticar una tiza a escondidas, y así cada quién tenía su forma de traer sus cosas.
Excepto él. B-12 no supo que hacer, por lo que optó por levantar la mano.
—¿Algún problema, B-12? —preguntó el profesor, a lo que todos desviaron su atención a él.
—Yo no sé... No sé que hacer...
—¿Puedes ser más específico?
—No tengo cosas...
Esto pareció encender una "chispa de humildad" entre los alumnos, quienes la gran mayoría comenzaron a rebuscar entre sus cosas para compartirle. Algunos pudieron proveerle de hojas, otros le prestaban de sus útiles, y Squarmie le compartió un libro para que pudiera seguir la lectura.
Claro que al ver todas las letras se le empezó a hacer un revoltijo en su mente. Nunca aprendió a leer o escribir. Lo había intentado antes, pero siempre se le dificultó. Fue entonces que el profesor pidió que alguien se ofreciera a ayudarlo con la lectura, y para su sorpresa, casi todo el salón optó por ayudarlo. No se sabe si fue por simple generosidad, o si porque la clase de historia de por sí era tan aburrida que era preferible ayudar a B-12 a leer.
Así, sonó la campana del recreo y todos salieron del salón al patio. Allí, B-12 se juntó con Tao y Squarmie, quienes en aquel momento eran las únicas caras que conocía. Le dieron un recorrido por el lugar, e incluso lo ayudaron a conseguir su propio casillero.
La escuela no era tan grande, ni tan pequeña. Los alumnos socializaban entre sí mezclándose entre los compañeros de los distintos salones, lo cuál generaba una gran sensación de comunidad.
—¿Enserio no sabías leer? —le preguntó Squarmie a B-12—. ¿O fue para hacer perder el tiempo?
—No sé... Hace años quise aprender pero... ¡Ah! No puedo recordar, no me acuerdo —contestó B-12, intentando recordar por qué se olvidó.
Tao no decía nada, simplemente escuchaba.
La conversación siguió normalmente, hasta que B-12 se volteó un momento y quedó cara a cara con la flor que había visto hacía ya un par de horas. Esta estaba temblando, con una expresión que era una especie de mezcla entre enojo y asombro.
—Tú... Tú... ¡TÚ! —exclamó esta flor—. ¡¡ERES TÚ!!
—¿Ah?
—¡Sí! ¡Eres tú! —exclamó apuntándolo con una de sus lianas—. ¡Hace dos días tú me destruiste mi robot! ¡Y cuando te quise saludar, me dejaste plantada!
Squarmie la miró con una expresión de desprecio, mientras que B-12 tenía una mirada de confusión completa.
—Pero... Me acuerdo de lo que dijiste ese día... —comenzó a hablar mirando hacia un lado, con un pequeño rubor aguamarina brotar de su mejilla—. Alguien te dijo que me mataras, pero dijiste... "¡Aléjate de nosotros!" ¡¡Y luego lo golpeaste!! ¡Fue tan heroico! ¡Y valiente! ¡Y gentil!
De pronto, la expresión de enojo que tenía aquella flor se convirtió en una expresión de admiración y felicidad genuina. Esto confundió más a B-12, quién no sabía nada de lo que ella estaba hablando. De pronto, esta flor dejó de sonreír y pasó a estar más seria.
—Ese día había tomado la decisión de convertirme en una criminal, y había decidido hacer mi primer robo en Snowdin Town, lejos de mi hogar para que no me descubrieran —comenzó a hablar—. Luego destruiste mi robot, y sí, me dolió profundamente... ¡Pero luego me di cuenta que si no lo hubieses hecho, no me hubiesen regañado en mi casa, y si no me hubiesen regañado, yo me habría convertido en una mala persona! ¡Tú me salvaste... de mi misma!
La mirada de desprecio de Squarmie rápidamente se convirtió en una mirada de asco con medida que ella hablaba. B-12 sin embargo entraba en más confusión entre más ella hablaba.
—B-12... Tengo una pregunta que hacerte... Me apena, pero... ¡Tengo que pedírtelo! —exclamó, haciendo una pequeña pausa—. ¡Quiero que seamos amigos! ¡Eres demasiado genial y me gustaría ser tu amiga! ¡Incluso hice collares de amist-
—¡Suficiente! —exclamó Squarmie separando a aquella flor de B-12—. Orchid, deja a B-12 en paz. ¿Qué no tienes nada mejor que hacer?
—¡Oye! ¡Yo lo conozco hace más tiempo que tú! —exclamó Orchid, queriendo empujar a Squarmie.
—¡No va a hacerse amigo de una rara como tú! ¡Fuera! —exclamó Squarmie empujándola, cosa que la hizo tambalearse y caerse.
—¡Ow! —exclamó al golpearse la cabeza contra el piso.
Squarmie entonces se acercó a B-12 y le susurró una cosa.
—No te acerques a ella, no se si lo sabes, pero... ¡Es fanática de HUMANOS! ¿¡Entiendes lo que digo!? —exclamó—. ¡No tiene amigos por eso!
—¡Te escuché! Y para que sepas... ¡Si que tengo amigos! ¡Mis vecinos juegan conmigo desde que somos niños! —le respondió Orchid.
—¡Que te vayas! —le gritó Squarmie.
—¡B-12, no le hagas caso! ¡Nos volveremos a ver! —exclamó Orchid para finalmente darse la vuelta e irse por dónde vino.
B-12 simplemente no dijo nada. Estaba tratando de procesar lo que acababa de pasar. Aunque le dio algo de lastima ver que Squarmie echara a Orchid. Sentía curiosidad al respecto, ¿Qué son los humanos? ¿Y por qué son malvados?
Los minutos pasaron y todos regresaron a su salón, dónde continuarían con la clase de historia.
A lo último entró Orchid, quién se tropezó con el escritorio en lo que se dirigía hacia su asiento.
En el mientras tanto, el profesor le asignó a Suzanne (O Suzy, como prefería que le dijeran) la tarea de ayudar a B-12 a leer, por lo que ambos se encontraban compartiendo el libro de historia.
Le tocó a B-12 el leer un párrafo, así que comenzó a recitarlo silaba por silaba.
—En... Ton... Ces... —comenzó a hablar, presentando cierta dificultad para hacerlo—. ¡Entonces! Bueno, Un... Hu... Ma... No... ¡Un humano!
La clase se tornó lenta y pesada para todos los alumnos, excepto Suzy, quién aprovechó a echarse una siesta en lo que B-12 terminaba de leer su párrafo, el cuál decía lo siguiente:
"(...) Entonces, un humano cayó al Subsuelo un día cualquiera del 2015X y cometió un gran genocidio. Llevaba en su cara una fría mirada de maldad, la cuál atormentaba a cuánto monstruo se topara en su camino. Muchos lo consideran como un último clavo en el ataúd de la Monstruosa Sociedad, la cuál no volvió a ser la misma desde aquel momento."
La clase terminó en cuanto B-12 dijo "momento" y sonó el timbre, el cuál no fue capaz de despertar a Suzy.
—¡Bueno, chicos, se acabó la clase! —exclamó el profesor—. La siguiente clase leeremos el resto del texto. Tengan una muy buena semana.
Dicho esto el profesor se fué y llegó entonces la profesora de Matemáticas, quién se trataba de una monstruo hipogrifo; mitad caballo, mitad aguila. De cuerpo antropomorfico.
Su uniforme estaba pulcro y tenía una etiqueta con su nombre escrito en ella, el cuál también escribió en el pizarrón.
"Profesora Agatha"
—Muy bien chicos, su anterior profesor de Matemáticas no va a poder venir por un tiempo ya que se tomó una licencia, así que me toca a mí dar la clase —comenzó a hablar—. Aunque claro, empezaron hace una semana, así que no se preocupen, será como empezar de nuevo ¡Oh, jo, jo, jo!
Ningún alumno dijo nada.
—Muy bien, me gustaría que todos se presenten, así que iremos en orden. Cada uno diga su nombre y cuéntenos brevemente sobre sí mismo —dijo aquella profesora, apuntando a Orchid—. ¡Las mujeres primero! ¿No es cierto? ¡Preséntate!
Orchid no dijo nada. No sabía que le estaban hablando a ella.
—¡Oh bueno, supongo que eres tímida! —exclamó la profesora—. Muy bien, el que sigue...
El siguiente en la lista era Tao. Él se presentó y no dijo mucho. No era de hablar demasiado.
Luego tocó Squarmie, dijo que sería más fácil pasar lista, pero la profesora dijo que eso sería aburrido.
El siguiente fue Heats Flamesman, quién pidió que no olvidaran su nombre.
Siguió B-12, quién dijo llamarse "Proyecto", pero lo apodaban como B-12.
Siguió Monster Kid, luego los Mellizos Slime, quienes literalmente se llamaban Dos y Uno, Suzy quién seguía durmiendo y finalmente Loren, una monstruo parecida a una cebolla quién mencionó gustarle mucho las estrellas.
—¡Bueno chicos! ¡Les daré a cada uno un libro de Matemáticas! Abran el libro en la página tres.
B-12 sostuvo el libro en sus manos, el cuál era de ecuaciones, orientado a la geometría. Abrió una página al azar, pues no sabía ni siquiera contar.
—Ban... Da... De... Mo... ¿Bius? —murmuró mientras veía la página con cierto grado de frustración—. ¿Qué es esto?
—¡Oh, la Banda de Möbius! —exclamó la profesora, quién pasó al lado de B-12—. ¡Eso es un concepto avanzado, no lo veremos hasta el final!
Dicho esto, la profesora dió vuelta la página volviendo al Capítulo 1 del libro, el cuál comenzaba en la tercera página.
La clase siguió con normalidad, y con normalidad nos referimos a que B-12 no entendió mucho de lo que estaba aprendiendo, pero se esforzaba por intentar.
Al final la clase terminó y todos ya se estaban yendo. Excepto B-12, quién se dirigió a su casillero para guardar los nuevos libros que le habían dado, pero al abrirlo encontró una nota pegada al final del mismo, la cuál tuvo dificultades para leer pero ya lo hizo más rápido que otras veces.
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"Nos Vemos En El Gimnasio
Después De La Escuela.
No Faltes."
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—Oye, Squarmie... ¿Qué es "El Gimnasio"? —le preguntó B-12 a su amigo, quién lo estaba acompañando y le mostró la nota.
—Hum... ¿Estás seguro de que quieres ir? No parece muy seguro.
—¡No te preocupes, si pasa algo, lo resolveremos juntos! —exclamó B-12 alzando su puño.
—Pio, pio (Los acompaño).
Fue entonces que los tres se dirigieron hasta el Gimnasio de la escuela sin que los vieran los profesores y al llegar allí, notaron como todo estaba muy oscuro.
De pronto, las luces se encendieron sucesivamente, hasta que mostraron que en el centro estaba una flor de pétalos blancos y puntos morados.
—¡Orchid! —exclamó Squarmie, volteando a ver a B-12—. ¡Vamonos, no merece nuestro tiempo!
—¡No, espera! —exclamó Orchid—. ¡Q-Quiero hablar!
—Ya hemos oído suficiente, ¡Vamonos B-12!
B-12 sin embargo no dijo nada. Le causaba curiosidad saber que querría Orchid, pero al mismo tiempo, no quería decepcionar a Squarmie quedándose.
—¿Puedo quedarme? Tal vez si le hablo sabré que es lo que quiere —respondió B-12.
—¿Es enserio? Ugh, ¡Está bien! Pero no tardes, te esperaré afuera —contestó Squarmie—. Vamonos, Tao.
Tao siguió a Squarmie y finalmente se fueron, dejando a ambas flores en aquel gimnasio.
Orchid empezó a temblar, pues no sabía cómo proceder, pero comenzó a murmurar lo que había preparado hasta que se animó.
—¡B-12! ¡Yo me dí cuenta de que no podemos ser amigos! —exclamó.
—¿Ah?
—¡No espera, no, no quise decir eso! ¡Aahh! ¡Si quiero que seamos amigos es que...! —de pronto hizo una pausa, pues se dió cuenta que arruinó su discurso—. ¡No, eso tampoco quise decirlo!
B-12 retrocedió, pues estaba considerando irse, pero de pronto sintió como la puerta se cerró de golpe y las ventanas se cellaron con metal.
—¡Lo que quiero decir es que voy a luchar! —exclamó—. ¡Voy a luchar por tu amistad!
De pronto, el alma de B-12 titiló y finalmente todo se hizo de colores negros y blancos. Su alma no era como las demás, era de un color rojo como la sangre, a diferencia del alma de Orchid, la cuál salió de su ojo tapado por su parche y quedó frente a la suya.
Aunque no parecía sorprendida al ver que él tenía un alma diferente. Tal vez porque ella no puede ver.
—¡Muy bien B-12! ¡Llegó el momento! ¡Si yo gano, seremos amigos! —exclamó ella—. Y si tú ganas... Te dejaré en paz.
La batalla comenzó con B-12 confundido respecto a que no sabía que hacer, y Orchid con completa paciencia, esperando el ataque de su contrario.
Decidió entonces primero analizar el entorno y observar a Orchid. Notó que ella al ser ciega probablemente no pueda verlo, así que comenzó a pensar en un plan.
Mientras tanto, Orchid sacó del suelo maquinaria hecha con pedazos de basura y la apuntó hacia B-12.
—¿Sabes? Mucha gente me critica por ser fanática de los Humanos... ¡Pero yo creo en ellos! Después de todo, ¡Gracias a un humano es que tenemos la ELECTRICIDAD! —exclamó para posteriormente cargar esa maquinaria y disparar unos rayos azules hacia B-12, quién se quedó quieto del miedo.
Estos rayos no le hicieron daño alguno, y Orchid notó esto.
—¡¡Oh, veo que ya sabes lo que pasa con los ataques AZULES!! —exclamó con una sonrisa—. ¡Eso es genial! Digo... ¡Apestas! Perdón...
Ahora B-12 decidió que tal vez si hablaba podría calmar la situación.
—¡Oye, mira! ¡Yo sé que quieres que seamos amigos! Pero... Ehh... ¿Qué significa amigos?
Orchid puso una mueca como si estuviera ofendida ante lo que él dijo.
—¡Ah, ya entiendo! ¡Quieres hacerte el tonto y escapar de mi amistad! ¡No funcionará! —le gritó para acto seguido dar un silbido y que unos drones que echaban humo se acercarán violentamente hasta B-12.
El trató de esquivarlos pero uno de estos drones estaba tan malogrado que le explotó en la cara, bajando su HP a cinco puntos menos.
—¡NOOOOO! —exclamó Orchid con preocupación al ver que le hizo daño—. ¡No te preocupes, yo te curaré! ¿¡Aceptas!?
B-12 aceptó la cura, siendo ahora "atacado" por ataques de color verde, los cuales lo curaron con facilidad, pero entonces al ser curado Orchid le lanzó un rayo color naranja ante el cuál B-12 fue alcanzado, perdiendo dos puntos de HP.
—¡Ja! ¡E-Era una trampa! ¡Caiste redondo! —se burló Orchid con cierta sensación de pesadez al hacerlo—. Perdón si te ofendí...
Llegó el turno de B-12, y esta vez decidió atacar, pero en lugar de atacar a Orchid vió que sería más factible destruir una de sus máquinas de rayos.
Le dió una serie sucesiva de puños a esa máquina, la cuál explotó.
—¡No, no no! ¡Destruiste mi invento! —le reclamó Orchid—. ¡Pasé toda la noche haciéndolo específicamente para ti!
Ahora la máquina de rayos que le quedaba a Orchid comenzó a disparar una sucesión de rayos azules y naranjas.
B-12 esquivó los azules, pero todavía no comprendía que hacer ante los naranjas, los cuales fueron suficientes como para dejarlo a dos puntos de HP.
Orchid notó esto y se puso nerviosa. Entonces pensó que podría subirle el ánimo en su siguiente ataque.
Por otro lado, B-12 se levantó y procedió a mirar fijo a Orchid.
—Siento mucho lo de tu rayo —. Dijo con una mirada empática, la cuál Orchid no pudo ver.
—¡¡Disculpas aceptadas!! —exclamó Orchid, sacando un libro—. ¿¡Quieres escuchar trivia de humanos!? Ejem... ¿Sabías que... Los humanos pueden percibir un millón de colores y tonalidades distintas?
Ese dato subió el ánimo de B-12, por lo cuál sus HP fueron restaurados. De pronto Orchid lanzó un ataque con su rayo pero este por una mal función salió de color verde, dándole HP extra.
—¡No, no! ¡Aahh, está funcionando mal! —exclamó dándole un par de golpecitos a la máquina, la cuál empezó a largar humo negro.
B-12 se levantó y optó por ayudar a Orchid, logrando ambos reparar la máquina. Una vez reparada, la batalla pudo continuar.
—¡Muchas gracias por ayudarme...! ¡QUIERO DECIR! ¡Eso fue otra trampa! ¡Prepárate para tu final! —exclamó apuntando el rayo hacia él—. Sin ofender.
De pronto salió un rayo naranja de la máquina, a lo cuál los ojos de B-12 se tornaron rojos y este corrió directo al rayo, rompiendo los límites de la batalla y finalmente dando un gran golpe a esta máquina, la cuál explotó y los hizo salir volando gracias a la onda expansiva.
Orchid se golpeó accidentalmente con un interruptor el cuál desactivó el mecanismo de defensa del gimnasio, sacando las piezas metálicas que cubrían el gimnasio.
B-12 se levantó y se sobó la cabeza. Estaba demasiado confundido al respecto, pero optó por socorrer a Orchid, quién se quejaba del dolor.
—¡Disculpa, no quise hacer eso! No sé que pasó, perdí el control y...
—¡¡Lo sabía!! —exclamó Orchid.
—¿Ah?
—¡¡¡Lo supe desde el momento en el que te conocí!!! ¡Eres un humano, B-12! —exclamó Orchid con felicidad—. ¡Y uno bueno, eso prueba mi teoría de que no todos los humanos son malvados!
Los ojos de B-12 titilaron en rojo y sintió como su mano-liana temblaba para formar un puño, pero sacudió su cabeza y logró evitar que eso pasara.
—¿¡Pero cómo sabes eso!? Y más importante... ¿¡Qué es un humano!?
Orchid se quedó callada.
—¿No sabes... que es un humano? Bueno, eso explica algunas cosas... —dijo Orchid mirando hacia un lado—. ¡Ah! Sobre lo otro, tengo mi sentido auditivo super desarrollado, ¡¡Puedo oírlo todo!! Cuando escuché las palpitaciones de tu alma supe que no eras un monstruo, esta pelea es todo lo que necesitaba para probarlo.
—Ya veo... ¡Bueno, eso explica el por qué mi alma es roja!
—Sobre eso... ¡¡No podemos decirle a nadie de que eres un humano!! Tienes suerte de que sea la ÚNICA en saberlo, ¡Si alguien más lo supiera estarías en completo peligro!
B-12 miró al suelo, estaba preocupado de que alguien más lo descubriera.
—Oh, cierto... Me haz ganado... ¡Bueno, incluso si no somos amigos, guardaré el secreto!
—...
B-12 se quedó en silencio, no sabía que decir ni hacer, pero entonces se le ocurrió algo.
—¿¡Qué tal si somos amigos!?
—¿Eh? ¡Pero si me ganaste!
—¿Y? ¡Si somos amigos, podrías ayudarme a saber más de los humanos! ¡Y yo podré ayudarte a hacer amigos! Aunque sigo sin saber que es eso.
Orchid dudó por unos segundos pues ser amigo de un humano, ahora que lo pensaba, podría meterla en problemas, pero aún así, sería genial tener a B-12 de amigo.
—¡Claro! ¡Acepto, seré tu amiga! ¡Hay que hacer una pijamada! —exclamó sonriente, pero entonces hizo una pausa—. No... Creo que voy demasiado rápido, ¡¡Haremos una pijamada cuando seamos MEJORES AMIGOS!!
—¡Seguro! —exclamó B-12 aún sin saber que rayos era una pijamada o que rayos eran los amigos.
Ayudó a Orchid a reincorporarse, pero entonces escucharon como unos profesores se acercaban, así que se despidieron. Orchid se fue por la ventana montada en una máquina voladora mal hecha que tenía, y B-12 simplemente salió por la puerta de salida.
Notó como fuera de la escuela estaba todo desolado y solo había un barquero, quién miró fijo a B-12.
—Ah, tú debes ser B-12. Mira, me dijeron que te esperara, así que... ¿Vamos?
—¡Está bien! —exclamó mientras se subía y el barquero empezaba a navegar.
Posteriormente comenzó a sentir una vibración en su cabeza. Es ahí que escupió su teléfono y vió que lo estaban llamando.
Al presionar el "botón verde" que indicaba el "rectángulo brillante" logró escuchar la voz de Squarmie.
—¡B-12, el Señor Ducklong me dió tu número! ¿¡Por qué tardaste tanto!? ¿Acaso se puso a llorar y tuviste que esperar a que se calmara? ¿O los atraparon los de seguridad?
—¡Nada de eso! ¡Estuvimos luchando!
—¿¡Golpeaste a una mujer!? ¡B-12, eso no está bien! —exclamó Squarmie—. ¡Incluso si se trata de Orchid, eso está...!
—¡No, no! ¡Es que ella quiso luchar conmigo! Y yo acepté, y luego peleamos. Ella me tiró unos rayos, y yo destruí sus cosas, ¡Y luego explotamos o algo así! Después no recuerdo mucho, pero me levanté y...
Hizo una pausa cuando recordó lo que le dijo Orchid. No podía decirle a nadie que era un humano.
—¡Y luego nos quedamos hablando y ahora somos amigos!
—¿¡Qué!? —respondió Squarmie—. ¿¡Enserio eres amigo de una fanática de humanos!? ¡Debes estar bromeando!
—Perdón...
Squarmie dió un suspiro.
—¡Está bien, está bien! ¡No importa! ¡Sólo no le hagas caso cuando hable de humanos! Ella cree que son "geniales" y que no todos son malvados; ¡MIENTE! ¡Los humanos son de lo peor! ¡Algún día se dará cuenta de eso!
B-12 no pudo evitar sentirse mal ante ese comentario, más ahora que sabía que los humanos eran malvados, ¿Entonces él es malvado?
—Entiendo —contestó B-12—. Nos vemos Squarmie.
Y finalmente colgó la llamada, para posteriormente recostarse en la canoa y mirar al cielo.
—Tra la la —comenzó a recitar el barquero—. Mañana habrá un gran festival. Lastima que no puedo ir, debo trabajar.