Chapter 1: Día 1: Revelación de casta
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Las castas existen desde que los humanos aprendieron a escribir, a guardar información valiosa qué iban trasmitiendo de boca a boca, se terminó determinando tres castas donde los humanos caían.
Alfas, los que iban en la cima, betas, la parte media y neutra de la pirámide, Omegas, estaban en los más bajo de la pirámide, los más propensos a ser vendidos o exclavisados por las demás castas.
Antes la única manera de identificar la casta a la cual pertenencias era cuestión de tiempo y a veces de tener buen ojo, colmillos filosos, comportamiento de agresivo, alta flexibilidad, etc, no había como identificar alguna hasta que el primer celo atacara o no hubiera uno, los Alfas son agresivos, son cazadores natos durante esa época impulsados por el calor que los recorría mientras que los Omegas eran las presas, el calor que los consumian los hacían débiles y apagaba sus cerebros de no tener una buena salud, se volvían unos ninfomanos, si alguien no despertaba un celo era un beta, no se veían afectados por las feromonas.
Las tecnología avanzó junto a la medicina, en la actualidad podían hacerse los exámenes de casta yendo a cualquier hospital o posta.
Se recomienda hacerlo durante la pubertad, cuando el cuerpo empieza a cambiar para tener todo listo antes del primer celo.
Gakuho cerro su libro lleno de información valiosa, dentro de poco cumpliría la edad indicada para hacerse el examen de revelación de casta, no está muy emocionado de recibir los resultados a diferencia de sus padres que parecían más emocionado que él.
Eso pasa cuantos tus padres sun una pareja de betas qué fueron comprometidos a temprana edad, están emocionados porque mostró algunas señales de poder pertenecer a otra casta que no sea beta, sería más fácil seguir con la tradición de comprometerse con alguien.
Su cabello es muy sedoso y suave para ser un niño, es el chico más flexible de su salón de clases, se atrevería a decir que es más flexibles que las chicas (en tu cara Airi).
Rasgos Omegas, tiene rasgos Omegas, se habría golpeado con un libro si no fuera de mala educación.
Tiene ideas muy buenas para su futuro, ser un alfa o un beta le habría brindado más facilidad, lo único bueno que puede sacar de ser omega es que más fácil ser profesor, aún tiene fe que su genética le haga ser un beta.
Cruzaria los dedos si no lo considerará tan infantil, estaba leyendo sobre la psicología del cerebro de niños mientras esperaba pacientemente su turno para ser atendido, su madre estaba sentada a su lado leyendo un libro muy similar al suyo solo que la psicóloga era del cerebro adulto.
Dejo de lado el libro cuando la pediatra lo llamo adentro de su oficina, podía oler las feromonas de la omega, un dulce aroma a miel qué endulzaba sus sentidos.
Medirlo, pesarlo y ver sus colmillos para nada filosos, le tiene enviada a los alfas en ese aspecto, para ellos es más fácil comer carne.
Le dieron tres vasos se agua antes de enviarlo al baño junto a un recipiente, qué vergonzoso es esa parte.
Después de darle esa vergonzosa muestra le pidió que se sentará, le sacaron sangre del brazo terminando con el exámen.
Debería de regresar al día siguiente para recoger los resultados, aunque por mucho que no le guste ya tiene el presentimiento de cual será su resultado.
Al día siguiente recibió los papeles, sus ojos violetas vieron con aburrimiento el resultado, omega.
Es un omega masculino, es raro ver omegas masculinos, eso los hace más exclusivos por no decirlo de una manera ofensiva para su casta.
Los Omegas masculinos son más llamativos para cualquier alfa o beta, sería más fácil....
Oh no, claro que no, ya podía ver la mirada determina de sus padres.
"No pienso comprometerme"
"Pero Gakuho"
"Aún soy demasiado joven! Sigo siendo un cachorro según las leyes de nuestro país!"
Si algún día tiene un hijo se promete a si mismo ser mejor padre que los suyos al no obligarlo a comprometerse en algún punto de su vida aun inexistente.
Tal vez no tenga descendencia en una señal de rebeldía.
***
Tadaomi mostraba señales de ser un alfa, tenía una fuerza superior a sus compañeros de salón, podía romper lapices con sus dedos si se molestaba al no comprender algún problema matemático.
Sus colmillos eran más filosos que los normales, estaba mostrando muchas señales de ser un alfa todas menos una.
Su instinto por querer proteger al más débil, en este caso a su hermana pequeña, había nacido prematura y su cuerpo era tan débil como su espíritu que iba pareciendo aunque lo negara.
Tenía un instinto "maternal" por querer cuidar a su hermana, sus ojos qué iban perdiendo el brillo le sonreía mientras murmuraba cosas sin sentidos diciéndole que también podía ser un beta o un omega muy especial.
"Sin importar que casta seas seguiras siendo mi hermano mayor, seguiras siendo Tadaomi" Ella le dijo sonriéndole con todas las fuerzas que le permita su frágil cuerpo.
Su hermana deseaba poder vivir para descubrir a que casta pertenece, el olor de hospital es muy persistente en ellos.
No le importaba las castas, lo único que le importa es la salud de su hermana, sea alfa, beta o omega, le da igual.
El espíritu débil de su hermana pereció antes que pudieran saber a que casta pertenecia, murió antes que pudiera decirle su casta, era muy joven... Muy pura...
Los doctores dijeron que pudo ser una omega, le dijo esas palabras en su tumba junto al compromiso que protegeria a los más débiles, que trataría a todos con igualdad.
Espero por su revelación de casta para saber lo que su hermana sabía, lo que sus padres sabían, solo faltaban que los papeles lo dijeran.
Sería fácil entrar al ejercito siendo un alfa, será más fácil cumplir su promesa si es un alfa, no va abusar de su estatus, va cumplir con su objetivo.
Los papeles donde estaba escrito su casta perteneciente están en sus manos, aquel sobre fue abierto sacando los documentos llenos de palabras, la palabra alfa estaba al final.
Incluso con es instinto "maternal" como lo llama su hermana es un alfa, uno de los más fuertes según los papeles, sera más fácil entrar al ejercito cuando tenga la edad necesaria.
Solto un suspiro cuando recordó una vaga oración de su hermana, de ser alfa debería de buscarse una buena pareja, un omega sería bueno para él, a veces su difunta hermana decía algunas tonterías.
Chapter 2: Día 2: Primer celo (omega)
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Gakuho se sintió ofendido cuando el médico lo llamó omega defectuoso, aquí el defectuoso es otro en su opinión.
Se lo habría dicho de no ser porque sabe mantener sus modales y porque su madre se lo dijo, en su cara.
El doctor ignoro el comentario de su madre para explicarle porque que uso ese método tan denigrante con él.
Los Omegas tenían su primer celo durante la pubertad, ya todos los Omegas de su clase habían pasado por aquel terriblemente momento, todos menos él.
Cosa que llevo a su madre a llevarlo al médico, médico qué ahora les explicaba su condición de omega "defectuoso".
Son raros casos donde los Omegas no presentan celos a esa edad, podían haber muchos motivos, sean por genética, deficiencia hormonal o algún otro factor por identificar.
Estuvo yendo por meses al médico donde se le realizaron diferentes pruebas para averiguar porque no había llegado su celo, no era estéril para echarle la culpa a eso.
Tampoco estaba hormonalmente mal, su celo no aparecía por alguna razón, Gakuho aprendió a vivir con eso.
Ser un omega sin celo se podría considerarse una ventaja, no tenía que pasar por el período de apareamiento que lo obligaba a encerrarse en una habitación o tomar supresores para cortarlo.
Su celo jamás apareció durante su vida escolar, sin importar si estaba cerca de Omegas qué tenían un celo sorpresa o algún alfa con feromonas demasiados fuerza, los Alfas lo veían con ojos de desagrado, que groseros.
Con el pasar de los años jamás tuvo un celo, en cualquier momento podría convertirse en un beta según los informes médicos, la idea era aterradora pero aceptable.
Prácticamente esta viviendo como un beta, su aroma de menta seguía ahí pero no era tan fuerte por la falta de un celo.
La mayoría de personas pensaba que era un beta, las cosas son sencillas de esa manera, aún no se sabe porque su celo jamás apareció.
Fue un día cualquiera, cuando estaba paseando por las afueras de las instalaciones de Harvad leyendo un libro sobre una materia extra para colocarlo en su tesis cuando se dio cuenta que ese día se festejaba la alianza entre Estados Unidos y Japón.
Para celebrar otro año más de buenas relaciones públicas se estaban presentando un desfile militar de ambos países, se quedo a ver un poco del espectáculo.
Cuando los militares de su país de origen pasaron pudo ver algo particular, el aroma de medicina combinado con romero había llegado a su nariz, sus ojos pudieron ver a un chico de cabello negro corto puntiagudo con ojos oscuros de un tono rojizo, era como si el tiempo se hubiera parado en ese momento cuando lo vio.
Una ola de calor golpeó sus mejillas, tomó la sabía decisión de escapar de aquel lugar, tuvo su retirada extrategia hacia su departamento.
Cerro la puerta de un portazo, su espalda se pego a la madera ante la sensación de calor que lo había invadido de la nada, el intenso calor fue acompañado por el pinchazo en el lugar de su abdomen.
Sus mejillas ardían como si hubiera descendido al mismo infierno, sus cuerpo dolía obligando a sus brazos a abrazar su abdomen donde los pinchazos más intensos de toda su vida pasaban.
Se recostó en la puerta dejando salir sus feromonas de mentas por todo su departamento, que le pasaba?
Un rayo de razón lo golpeó en el momento en que sus ojos se pusieron llorosos, en todos sus años de vida no había tenido su celos y solo porque vio a un joven lindo sucedió?
Que le pasaba a su organismo? Había visto a chicos y chicas muy apuesto, que tenía ese joven militar de especial, ni siquiera lo conoce.
Sea lo que sea que tenga aquel militar apuestamente desconocido hizo que su cuerpo despertará y su primer celo llegará.
Se mordió el labio para no soltar un patético quejido, ardor qué tenía por todo su cuerpo lo estaba cocinando vivo.
Eso pasaban todos los Omegas en su primer celo? Pudo haber vivido perfectamente sin averiguarlo, otro pinchazo de dolor lo atraveso, soltó una maldición ante el dolor.
No tenía supresores para ayudarse y no era nada seguro salir en ese estado, decidió moverse para irse a su habitación.
El calor lo estaba quemando como el dolor, comenzó a tirar diferente prendas de ropa que tenia armando de manera eficaz un nido, cerró bien sus ventanas como su puerta cuando sin nada de vergüenza se comenzó a desnudar.
El calor era demasiado abrumador y la ropa estaba incomodando su piel qué ardía, terminó tirando la ropa a su nido en el cual se hundió.
Su primer celo llego junto a un duda, porque ese chico militar desconocido había logrado activarlo?
Se acomodo en el interior de su nido mientras hacía memoria de lo que sucedió, había olido las feromonas de medicina con romero, había logrado identicar al alfa qué resultó ser aquel militar, cuando se vieron a los ojos al menos de su lado el tiempo pareció detenerse, como si su encuentro ya estuvieron escrito para suceder.
Luego la intensa ola de calor lo golpeó, su instinto lo hizo correr a su lugar seguro, su departamento, donde al llegar dejó que saliera la explosión de feromonas junto a los dolores del primer celo.
Sus mejillas estaban sonrojas, no por el celo, si no por otra razón, jamás fue fanático los relatos de los destinados, sus padres fueron destinados y le contaban su historia de como se dieron cuenta que lo eran.
Primero olieron sus feromonas, luego se miraron a los ojos y el tiempo para ellos se detuvo, en ese momento supieron que eran destinado y comenzaron a conocerse antes de intentar tener alguna relación.
Sus mejillas ardieron con más fuerza, había visto a su destinado en un desfile militar por el día de celebración de la alianza entre los dos países, no sabía nada de él, ni su nombre, ni su edad, ni a que tropa pertenecía, solo sabía que es un militar perteneciente a Japón, ni siquiera sabe de que región es!
Dejo salir un patético quejido, después de todo lo que esta pasando tenía derecho a sacarlo de su sistema, tendría que investigar más si quería saber sobre su destinado.
Lo hará después de que su celo pasará, mientras tanto se centrará en sobrevivir esos días en el mismo infierno con dolores de abdomen qué lo picaban como malditas avispas.
Chapter 3: Día 3: Primer celo (alfa)
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Karasuma es un alfa, uno de los más fuertes de su entorno, es necesario que sea fuerte, debe de ser fuerte y no ser debil si queria proteger a los demás, una promesa que le cumplira a su difunta hermana.
Su aroma es peculiar, pasar tanto tiempo en el hospital visitando a su hermana habia alterado de manera permanente su aroma, huele a romero con medicina, la mayoria le decia que olia ha hospital.
Los medicos trataban de echarle la culpa a sus constantes visitas por su falta de celo, estaba en la edad indicada para tener su primer celo pero no habia aparecido, eso le molestaba.
Si su celo llegaba de sorpresa corria el riesgo de lastimar alguien, cosa que no queria hacer por nada del mundo, diferentes doctores los vieron pero ninguno pudo hallar el motivo por el cual su celo no habia aparecido, sus hormonas estaban bien y no tenia ninguna enfermedad, el aroma a hospital se habia combinado a la perfección con sus feromonas.
Su celo jamás llego, paso toda su epoca escolar como el alfa sin celo, otros alfas se rieron de él pero los ignoro, su falta de celo no afecta sus otros sentidos o su fuerza.
Aprendió a vivir con su falta de celo, los medicos dijieron que algún dia podria llegar, la unica teoria que tenian era que su celo llegaria cuando encontrara a su destinado.
Esa era la unica teoria que podia explicar su falta de celo, su organismo despertaria cuando encontrara a su destinado, las probabilidades de encontrar a tu destinado son bajas.
Sus padres no son destinados pero se aman como si lo fueran, ser destinados no significaba encontrar a tu media naranja, tal vez esa media naranja ya habria encontrado alguien más, sus padres vieron a sus destinos pero entre ellos lo ignoraron porque ya tenian sus vidas formadas.
Tal vez su destinado este al otro lado del mundo, tal vez incluso ya tenga una pareja, las posibilidades eran demasiadas.
Se enlisto en ejercito, paso las pruebas y se convirtio en uno de los mejores soldados que habia, le divertia estar en ese lugar, le gusta estar ahí.
Un día uno de sus superiores lo llamo, estaba hablando con un agente del gobierno, cuando lo vio una sonrisa se le armo.
"Karasuma, tú junto a tu tropa han sido seleccionados para representar a nuestro país por el aniversario de la alianza entre Estados Unidos y nuestro país"
***
No era la primera vez que viajaba a otro país pero si era su primera vez representando a su país, bueno su tropa tambien estaba ahí, solo era un desfile, un recorrido y despues podrian irse a comer o explorar las cercanias.
Aún así habia algo que le decia que pasaria ese día, algo en su interior le decia que pasaria algo aquel día, no sabia que era.
El desfile dio inicio, todo estaba pasando con normalidad, no habia nada fuera de lo común.
Las cosas estaban saliendo como debian ser, la gente los veia, habia niños que los veian con emoción, habian adultos sonriendo.
Su nariz pudo captar algo diferente, un aroma nuevo, embriagador, menta, la menta más fresca que ha olido en su vida, inconscientemente giro su cabeza.
Sus ojos pudieron ver alguien en particular, era un hombre de cabello rubio fresa oscuro, ojos violetas brillantes y una piel palida, en ese momento fue como si el tiempo se hubiera detenido en ese momento.
El tiempo volvio a correr cuando aquel hombre se escapo, se fue corriendo dejando atras un rastro de sus feromonas de menta, las más frescas que su nariz a olido.
Regreso su vista al frente ignorando el extraño calor que se expandia de manera lenta por su cuerpo, debia de mantenerse frio hasta que el desfile acabara.
Fueron dos horas de la peor tortura que pudo haber experimentando, su autocontrol estuvo luchando fuertemente contra aquel calor que queria consumirlo, cuando el desfile termino se escapo.
Lejos de todos y sobre todos de los omegas, su primer celo habia iniciado, veinticuatro horas si no encontraba los supresores que tenian escondidos sus compañeros.
Luego se disculparia por desordenar la habitación, se inyecto de una manera bruta los supresores, se dejo caer de rodillas soltando jadeos esperando que el calor desapareciera junto a las ansias de ir a buscar a ese omega de oler a menta.
Ese omega era su destinado? Su omega destinado esta en Estados Unidos?
Si recordaba bien aquel omega no parecia ser de origen estadounidenses, sus rasgos eran demasiados finos, su piel palida junto aquel aroma tan embriagador, sus instintos querian ir detrás de él desde el segundo que escapo.
Fue una lucha interna que pudo ganar, el calor aún no disminuia, eso era lo que pasaban sus demás compañeros? Le haria daño si se colocara otro supresor?
Se golpeo la cabeza tratando de apagar los pensamientos que lo tentaban a salir afuera, buscar aquel omega....
Los golpes siguieron, se encerro en el baño para tomar una ducha helada, odia su primer celo.
***
Habian pasado 3 días desde que su primer celo termino, un verdadero infierno en carne propia, en dos días regresaria a Japón, hoy habia una fiesta con personas del gobierno y algunos estudiantes destacados de las mejores universidades del país.
Podia ver a sus compañeros coquetando con algunas mujeres o omegas, evito poner los ojos en blanco ante esas actitudes, por hoy puede relajarse, solo un poco.
Habia muchos olores en la sala que se combinaban a la perfección pero habia uno que destacaba entre todos los demás, menta, menta fresca.
La misma menta de aquel día, cerca, demasiado cerca, muy cerca.
Sus ojos se abrieron ligeramente cuando lo volvio a ver, aquel omega estaba a unos metros tomando una copa de vino, aquellos ojos violetas brillantes lo estaban viendo.
El omega se dio cuenta de su presencia, lo saludo con la mano acercandose con esa copa de vino en su mano, podia sentir un ligero calor en su rostro, su celo habia regresado?
"Ah eres el joven de hace unos días en el desfile, es un gusto conocerte, Asano Gakuho" El omega le hablo en japones para su sorpresa.
"El gusto es mio, Karasuma Tadaomi"
Asano solto una risa ante el ligero sonrojo que pintaba las mejillas del alfa.
Chapter 4: Día 4: Uso de supresores
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Gakuho al ser un omega se veía obligado a tener que aferrarse a ciertos comportamientos de su casta, como la época de celo.
Quien haya inventado los supresores es un genio, no perdía su tiempo pensando en cosas tontas y podria retomar sus actividades normales, sus padres suspiraban al oírlo decir aquello.
Ellos deseaban que sea más como un omega normal con ambiciones de omegas normales, no un soñador que pensaba en grande y tenia un deseo por tener tanto poder como si se tratara de un alfa.
Va dejar en claro que lo omegas pueden llegar a tanto como los alfas aunque sus padres lo vieran con malos ojos, los supresores siempre estuvieron de su lado.
Tomaba supresores siempre que su celo estuviera cerca, no le importaba la dosis, incluso si quedaba estéril en el proceso, no es que estuviera buscando un alfa y deberia de quedar más de claro después de haber asustado a demasiados alfas por su ideas demasiado revolucionarias, si no pueden aguantar eso mejor que se vayan, no acepta débiles.
Los médicos parecian cansados al tratar de disuadirlo para que dejará de tomar los supresores al menos por una temporada, no le haría bien a su anotomia omega si sigue negando su naturaleza.
Solo habrían dos caminos donde podría terminar si seguia así, volverse estéril o que su celo explotara cuando encontrara su alfa, su compañero indicado.
No le hizo caso a los doctores porque tener un alfa no se veía en sus planes de ese entonces.
Karasuma Tadaomi fue una pieza que no pudo ver venir, una pieza que creyó que se iria como los demás pero que enrealidad termino quedandose.
Por primera vez los supresores dejaron de verse bien...
Los siguió tomando incluso cuando lo que antes se sentia bien se empezo a sentir mal, maldita naturaleza.
***
Jamás se imaginó que al final sus planes iniciales bien armados tendrían un ligero cambio, bueno un gran cambio.
Debería de dejar de tomar sus supresores si quería tener su celo, es algo que le preocupa, estuvo tomando sus supresores por años.
Reprimio y eliminó todo deseo sexual que viniera durante esa época de celo, pero ahora quería que su celo llegará.
Es un deseo natural que creía poder evitar, no contó con que se terminaría enamorando de Karasuma.
En su defensa, esta seguro que ese alfa lo está seduciendose inconscientemente, como en esos momentos.
"(Lo está haciendo a propósito? Nadie puede ser tan inconsciente)" Gakuho pensó aquello viendo a su esposo hacer lagartijas sin una maldita camisa puesta.
No podía culpar al calor del sonrojo qué se debe de estar formando en sus mejillas ante la vista.
"El almuerzo pronto estará listo, date una ducha si quieres almorzar" Gakuho le advirtió evitando ver para otro lado cuando su esposo se levantó.
Las gotas de sudor no ayudaban en nada a su situación, maldita sea.
"Porque no usas una camisa?" Su curiosidad le hizo preguntar eso.
"Las otras se están lavando, es la última que me queda y no la puedo dejar oliendo a sudor" El alfa admitió aquello algo apenado.
Gakuho termino soltando un suspiro con una ligera sonrisa, a veces era tan tierno.
"Date una ducha, en unas horas tus demás camisas ya deberían de estar secas"
Maldice a su naturaleza qué hacen que sus muertos instintos Omegas revivan de su tumba empolvada.
Se acercaba el día de su celo, era mañana.
Sus ojos violetas apagado veían el objeto qué tenía en mano, años atrás aquello había sido su salvación y tal vez abuso un poco de eso.
Dejo los supresores de lado, los volvió a guardar en su lugar donde siempre los metía, cajo derecho al fondo, escondido.
Regreso a su cama, pronto sería el momento de averiguar que pasaría con su celo.
Su celo lo afectaría en gran medida? Se habría vuelto estéril? O simplemente su cuerpo habría desarrollado algún tipo de anticuerpos para cortar su celo?
Lo averiguaria al amanecer.
Al día siguiente a primera hora de la mañana, Karasuma al haber recibido formación militar estaba acostumbrado a levantarse temprano y le sorprendió mucho darse cuenta que Gakuho era más madrugador qué él por alguna razón.
Eso fue la primera cosa rara de su mañana, no lo encontró leyendo algún periódico en la sala tras terminar de preparar el desayuno.
Las luces estaban apagadas y solo había silencio, al estar tan acostumbrado a despertar solo no se habrá percatado qué él seguía durmiendo?
Se sentía un poco tonto ahora, su nariz pudo percibir el fuerte aroma a menta mientras regresaba a su habitación.
La menta se había vuelto deliciosa, podía sentir sus mejillas sonrojarse por el esquisito aroma de menta que lo engatusaba.
Ingreso a su habitación y cerró la puerta ante la explosión de las feromonas de menta.
***
Gakuho estaba viendo el resultado de no usar supresores y de pasar su celo después de años de evitarlo de muchas maneras.
Aquel resultado se estaba riendo.
"Deja de reírte, ya deberías de estar durmiendo" Gakuho le murmuró a su hijo, un encantador bebé que no quería irse a dormir.
Gakushuu es una copia suya para su suerte, no es que su esposo sea feo ni nada de eso pero sabe que la genética alfa es más fuerte y los cachorros salían más parecidos a ellos, en este caso su genética fue la más fuerte dando como resultado a su bebé de cabellos rubios fresa con ojos violetas.
"Gakushuu ya es hora de dormir, hazme caso jovencito" Otra risita y pudo ver como intentaba llevarse su pie a la boca.
Ahí están sus resultados por no usar sus supresores, lo peor de todo es que fue en el primer intento, vaya suerte.
Y los doctores le decían que quedaría estéril, que negligentes fueron, al contrario, parece que lo hicieron un omega súper fertil , tendrá que tener más cuidado en próximos celos.
Con un hijo basta y sobra, aquel cachorro se sigue riendo en vez de tomar su siesta, alguien va estar muy irritable si no sucede eso.
Aún no decide si será Gakushuu o él.
"Todavía no quiere dormir?" Tadaomi le pregunto observando a su hijo reírse de ellos.
"Parece haber renovado energía" Gakuho le comento sonriendo cuando vio como su esposo había bajado su mano siendo atrapado por las pequeñas manos de Gakushuu.
"Gakushuu, ya es hora de dormir" Tadaomi le dijo al bebé que parpadeo antes de seguir riendo.
Las risitas siguieron ahora tratándose de llevar esa mano a la boca, será una larga noche.
Chapter 5: Día 5: Instinto
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Gakuho tiene un tamaño promedio de colmillos para ser un omega, son fuertes y reluciente, son parte de su orgullo qué no puede negar.
Una buena sonrisa podía ayudar a convencer a la gente si era necesario, un movimiento algo bajo pero efectivo si la situación lo ameritaba.
Los Alfas por naturaleza tenían colmillos más grandes y afilados, había visto unos cuantos de cerca, mayormente de todos los Alfas que lo rechazaban después de oír sus ideas futuras y su negativa a ser amó de casa.
Se siente agradecido qué al menos ese último alfa no está en contra de sus ideales, al contrario lo apoya y le desea exitosos.
Karasuma es alfa algo tierno, es unos años más joven que el y tenía ese encanto, aunque había algo peculiar.
Por alguna razón ocultaba sus colmillos, supuso que era tímido por lo que apenas se estaban conociendo, decidió no prestare atención a ese detalle.
Pasaron los meses, luego fue la boda y hasta ahora seguía ocultando sus colmillos, pensó que un alfa tan fuerte mostraría con orgullo sus colmillos.
Estaba equivocado y al él no le gusta estar equivocado, es como una derrota, odia las derrotas.
Aquellos pensamientos cruzaban su cabeza mientras miraba atentamente a su esposo hablando con algunos agentes del gobierno, tal parece que había captado la atención de esa gente.
Se dirigió hacia él cuando los agentes del gobierno se retiraron, Karasuma se habría dirigido hacia él de no ser por la pequeña ordada de Omegas y mujeres que se habían puesto a su alrededor.
Su esposo es demasiado popular para su propio bien, evitó fruncir el ceño ante las sonrisas brillantes qué mostraban con orgullosos los pequeños colmillos mientras las feromonas de diferentes olores se arromilaban.
Estaria mal planear un asesinato masivo? Sí, no puede manchar de esa manera su expediente si quería que su carrera como profesor tomara despegue.
Los padres no confiaran en él si en sale en los periódicos siendo acusado de un asesinato máximo hacia Omegas y mujeres que coquetaban de manera tan descarada, mostrando sus colmillos como método de coqueteo.
Tal parece que su olor a menta llego hacia su esposo, le dio una sonrisa esperandolo pacientemente a que se de cuenta que le están coqueteando.
"Soy casado"
Gakuho sonrió a la distancia cuando logro escuchar eso, su esposo se colocó a su lado para regresar a su hogar.
"Debo de enseñarte mejor las señales de que una persona te está coqueteando"
"No necesito de eso, pudo identificarlas"
"Te tardaste 5 minutos en darte cuenta"
"Me estaban preguntando cosas sobre mi trabajo, algunas me pidieron mi número para que le de detalles... Oh"
"A veces eres algo lento Tadaomi, dejame darte un par de lecciones y podrás identificarlo de inmediato" Los ojos violetas algo apagados observaron a detalle el rostro de su marido, de paso en esas lecciones podría sacarle información de porque oculta sus colmillos.
***
Su estrategia de sacarle información de manera indirecta no estaba funcionando, de algún modo Karasuma se las arreglaba para que terminarán hablando de algún tema sea de manera consciente o inconsciente.
Esta molesto y orgullosos a la vez por su astucia, pero no puede huir para siempre, si su estrategia indirecta no funciona probará con otro tipo de estrategia.
"Por que ocultas tus colmillos?"
Ser director, ir al grano y no dejar escapar a su presa, normalmente es el alfa quien caza al omega pero en esta ocasión es el omega quien va cazar al alfa.
"No los oculto"
"Tadaomi, cuando mientes no me miras a los ojos"
"No se de que estas hablando"
"Tadaomi"
"Gakuho"
La cena se volvió silenciosa después de eso, atacar directo no había servido y había hecho sentir a su esposo incómodo, en la cama se disculparia.
Cuando Tadaomi se molesta le da la espalda, sigue siendo un omega en el fondo y como todo omega con un alfa a su lado quiere algo de cariño.
Se había mentalizado para dar una disculpa que sonará lo suficientemente sincera, sus disculpas suelen ser sarcásticas creando de vez en cuando un mal entendido.
Antes que pudiera disculparse su esposo se había sentado en el borde de la cama mirándolo fijamente.
"Son demasiados filosos"
"Umh?"
"Mis colmillos son demasiados filosos, eso hace que mi sonrisa sea espeluznante, por eso lo oculto"
Entonces era eso, se termino sentado a su lado dispuesto a escuchar más sobre ese problema.
"Mi sonrisa es demasiado brusca y con mis colmillos altamente filosos, asusta a la gente, incluso a los perros, cada que me intento acercar a uno huyen de mi asustados"
Había visto la peculiar sonrisa cuando se emocionaba, se estremeció solo la primera vez, después de eso se llegó acostumbrar rápidamente.
"Los oculto para no causar problemas"
"Eso explicaba muchas cosas, no es necesario que lo ocultes conmigo, eres mi esposo" Gakuho le respondió mientras se acomodaba sutilmente su corto cabello.
"Tengo que verlos, en algún momento tendrás que marcame y al menos me gustaría ver los colmillos qué se van clavar en mi piel"
Las mejillas de Karasuma se sonrojaron sutilmente ante esas palabra tan confiadas, eso había sido una petición discreta qué le mostrará los colmillos.
El aroma a menta lo había logrado relajar lo suficiente si cedió tan rápido ante su petición, abrió ligeramente su boca dejan ver sus filoso colmillos.
Los colmillos son símbolo de orgullo, más para su casta pero el los ocultaba por las reacciones negativas de la gente ante el tenor que le tenían.
Gakuho abrió ligeramente los ojos al poder ver de cerca los colmillos, una sonrisa se formó en su rostro mientras se acercaba sin darse cuenta.
Sus ojos recorrian los caninos filosos, era como si estuviera estudiando sus dientes para un examen.
"Me gustan, son lindos, resistentes"
Esas sutiles palabras lo hacían sentir como si estuviera desnudo y Gakuho halagara su desnudez, esta completamente seguro que si tiene puesta la ropa.
Que ambos si tienen la ropa puesta.
Karasuma olvido el pequeño detalle que los colmillos también son considerados extremadamente eróticos para los omegas.
Eso explicaría porque por alguna razón los pocos omegas que habían visto sus colmillos terminaban chillando y sus caras se ponían rojas, el siempre supuso que era por temor y enojo.
"No tienes que esconder tus colmillos, al menos no en nuestro hogar, me gusta verlos"
"Sin duda eres demasiado peculiar"
"Gracias, de ser un omega corriente estaría chillando y seguramente con la cara roja"
"Como sabes? Estas sonrojo"
"Tadaomi, querido, te voy dar unas cuantas lecciones ahora sobre cómo son percibido los colmillos para lo omegas"
Antes que pudiera quejarse sobre eso, Gakuho ya se encontraba sentado sobre su regazo dejándolo sin escapatoria.
Unas cuantas lecciones no hacen daño de vez en cuando.
Chapter 6: Día 6: Feromonas
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Karasuma tiene un buen sentido del olfato, eso lo beneficio durante su carrera militar, podía percibir con facilidad las fragancias de los demás, incluso podía oler con facilidad la sutil fragancia de los betas.
Las feromonas eran fácil de distinguir pero no de leer, a veces se equivocaba en adivinar el estado de animo aunque pudiera oler a la perfección.
Siempre se equivocaba al tratar de adivinar el estado de animo de su prometido que siempre parecía desprender feromonas de anhelo y de su lado juguetón.
Gakuho siempre lo negaba, tal vez solo le estaba mintiendo y si era bueno leyendolo, pero su omega es tan orgulloso que siempre lo negaba.
Luego se casaron, Gakuho a veces le comentaba sobre su estado de animo con una sonrisa tranquila.
Era increíble lo fácil que Gakuho lo lograba decifrar, a veces a propósito lo intentaba de sacar de quiceo para divertirse a sus propias palabras.
"Me gusta ver tu lado expresivo Tadaomi, es una buena manera de ver expresiones en tú rostro" Gakuho le había confesando aquello durante una de sus cenas.
Las feromonas de su esposo siempre cambiaban, extraño su presencia cuando se tuvo que ir a Estados Unidos a terminar su carrera.
Extraño las feromonas de menta durante ese periodo de tiempo, pudo recibirlo en el aeropuerto el día que regreso.
Sus feromonas de menta le dejaron saber lo feliz que estaba por volver a ver.
"Veo que no soy el único que se sentía vacío" Gakuho murmuró oliendo las feromonas de medicina con romero, la felicidad prácticamente lo estaba abrazando.
"Te extrañe" Karasuma le susurro antes de soltarlo de su abrazo.
Los años avanzaron y nació su único hijo, Gakushuu fue el nombre que le puso Gakuho además de tomar el apellido Asano.
Aunque estén casados los dos habían acordando mantener sus apellidos de solteros, cuando Gakushuu aún no había nacido Gakuho había ganado la batalla en poner su apellido con unas simples palabras.
"Yo soy el que va estar tirado en una camilla por horas pujando para que nazca, lleva mi apellido"
Las feromonas de Gakuho olieron a felicidad desde ese día, se convirtió en maestro de dos niños y una niña.
A veces iba a esa colina llevando al pequeño Gakushuu en sus brazos qué se emocionaba en ir a ver su "madre" trabajando.
Los niños también se emocioban cuando los veían a los dos, soltando risas y a veces preguntas mientras Gakuho se colaba una mano en la cadera alzando una ceja porque no le prestaban atención.
Esos eran tiempos felices, pasaron dos años más cuando ocurrió algo.
Podía recordar claramente aquel día donde todo cambió, cuando había regresado a casa Gakushuu dormía en su habitación pero Gakuho.
El estaba en su oficina, las feromonas de felicidad habían desaparecido dejando en su lugar la tristeza y la angustia.
Su esposo tenía un nuevo peinado, su cabello se había oscurecido, su mirada brillante había desaparecido dejando unos ojos muertos, su sonrisa juguetona se esfumo siendo remplazados por una sonrisa plástica y falsa.
"Gakuho?"
"Ah Tadaomi, bienvenido a casa" Incluso ese tono de voz era diferentes
Las feromonas dejaban saber del cambio radical de su estado de animo, Gakuho no volvió a ser el mismo desde ese día y no sabía el porqué.
***
Su relación con su esposo se había vuelto tensa desde ese momento, también su relación con Gakushuu se tenso.
Aún se aman pero su relación estaba pasando por demasiado problemas donde ninguno de los dos aún daba un paso adelante para arreglar las cosas.
Korosensei fue la oportunidad perfecta para que pudiera ver el sistema infernal que tenía su esposo, discutieron, hubo portazos y esta seguro que pudo oler el aroma de fresas con un ligero temor detrás de la puerta de una de las habitaciones.
Su relación siempre había sido secreta, todos sabían que su director estaba casado pero el rumor más famoso era que su esposo había fallecido, Gakushuu jamás hablaba de la existencia de su padre.
Karasuma estaba bien con eso, era mejor que nadie supiera que estaba relacionado con ellos, no quería poner en peligro a su familia y ahora añadia el hecho de darle información de chisme al pulpo amarillo.
Los meses junto a la clase 3-E lo cambiaron, le hicieron ser más abierto con sus emociones y darse cuenta que no todo era trabajo, el asunto de Irina se lo dejo claro.
En ese momento un nuevo pensamiento nació, quería arreglar las cosas con su esposo, con su familia, volver a oler las feromonas de felicidad.
Las cosas jamás fueron fáciles con Gakuho, su esposo es el maestro de la manipulación pero conocía sus límites.
Gakuho había aprendido a esconder su aroma como sus feromonas para que nadie supiera como se sentía, no se los podía esconder a él.
Podía oler claramente la desesperación en su esposo porque todo lo que había formado se caía a pedazos, se limitaba a ser un espectador cuando vio como desafiaba a Korosensei.
Gakuho lo vio por unos segundos dándoles esa sonrisa falsa qué lo enfermaba.
Las feromonas de Gakuho desprendian un nuevo aroma que jamás había sentido....
Podía oler la locura, desesperación junto a los deseos de morir, su corazón se rompió en ese momento.
Los recuerdos de la primera vez que vio aquel omega aparecieron junto a la imagen de Gakuho abriendo el libro con la granada.
"NO LO HAGAS GAKUHO!!!" Grito sin darse cuenta, Irina lo abrazo evitando que se lanzará adelante.
"El pulpo lo tiene bajo control Karasuma, entonces era él, no soy tan buena adivinando" La omega rubia le dijo soltandolo con una sonrisa de alivio.
Gakuho estaba vivo, protegido por aquella capa de piel de Korosensei.
El pulpo tenía razón, el enseñaba de una manera similar a la que muchos años atrás lo hizo su esposo, Las feromonas con aroma a muerte desaparecieron.
"Con eso arreglado, parece que alguien estuvo muy preocupado por usted" La cara del pulpo se puso rosada viendolo directamente.
Oh, claro, había gritado su nombre....
"Ya me di cuenta, hace mucho que no me gritas de esa manera" Gakuho le comento acercándose hacia él, se fue al diablo de mantener su relación en secreto.
"Creo que la última vez fue cuando Gakushuu estaba por nacer" El omega le dijo con una sonrisa mientras se acomodaba de manera distraída sus cabellos cortos, su esposo está loco.
"Siento que nos estamos perdiendo de algo" Nakamura comentó detrás de la ventana mientras el resto del 3-E ascentia por lo que estaban viendo, Irina tenía una sonrisa de superioridad al saber los puntos buenos del chisme.
"Tú y yo vamos hablar de manera seria"
"Esta bien, podemos hablar después de la cena, te veré en casa" Con todo el descaro del mundo beso su mejilla yéndose a quien sabe donde.
Karasuma tomo la sabia decisión de seguirlo por dos motivos, primero porque no pensaba quedarse a explicar todo el asunto cuando casi ve morir a su esposo ese día y segundo, aún puede intentar acabar con su propia vida.
Logró alcanzar a mitad de camino, su mirada le decía lo molesto qué estaba no dejándose engañar por las feromonas de alivio y felicidad.
"Entonces, aún te preocupas por mi?"
"Jamás deje de hacerlo"
"Ya veo.... Fui un idiota, no?"
"Hablemos de esto a profundidad después de cenar, aún estoy procesando el echo de que casi te suicidas"
"No le digamos nada de esto a Gakushuu"
"Hace tiempo que no lo llamas así"
Gakuho solo le sonrió para seguir con su camino, para su sorpresa Gakushuu estaba esperándolos con una venda en la mejilla...
"Qué haces aquí padre? Estaba esperando a okasan para ver como se caía su fachada perfecta y alentarlo por su derrota"
"Qué te paso en la mejilla?"
"Oh esto, okasan tiene las respuestas, espero un filete en compensación por los daños, no te preocupes aún soy lindo según las encuestas"
"Asano Gakuho"
El omega solo le sonrió tocando su hombro para hablar con su hijo, que va hacer con ese par.
Los tres se fueron en el mismo auto mientras exigía respuestas por el golpe en la mejilla qué tenía Gakushuu, las feromonas de felicidad con alivio se sentía en el aire.
Chapter 7: Día 7: Collar de proteccion
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A Gakuho no le gusta usar el collar de protección, lo hacía sentir débil, cosa que no quería, no le gusta, para nada.
Pero aún así debía de usarlo, al menos el diseño era lindo y nada demasiado llamativo, es funcional.
Dos Alfas trataron de atacaron esa semana, sus dientes quedaron rotos por el metal que protegía su cuello, se pregunta si podría implementar una descargar eléctrica?
No sería buena idea, el también puede terminar dañado, con ver la sangre recorrer sus bocas le bastaba, por el momento.
Siendo sincero, le sorprende que los Alfas le hallan prestado atención, es un repelente de Alfas por sus comportamientos nada dignos de un omega común.
El collar lo acompaño en aquellos días donde era necesario portarlo, no se lo quito cuando viajo al extranjero, los Alfas le daban miradas nada agradables además de verle el trasero, que groseros.
Fue divertidos verlos en el suelo con la boca llena de sangre por haber clavado de manera brusca sus dientes en su collar de protección, el de la más alta calidad con el metal más fuerte que hay.
Luego lo comprometieron con Karasuma Tadaomi, el único alfa que no se asustó ni tratando de persuadirlo para que abandone sus sueños.
***
Mayormente son los cachorros que apenas iniciaba su cambio como Omegas los que usaban los collares de protección, los adultos también debe de usar los collares por si un celo aparece repentinamente.
Nunca se sabe cuando puede haber un retraso con el celo, si el celo atacaba en un lugar público cualquier alfa podría marcar al omega no de llevar un collar de protección.
Eso era unas de las principales razones por las cuales existían las familias disfuncionales en el país, Omegas sin collares siendo marcados por un alfa desconocido que tomaba responsabilidad o huia después de hacer su fechoría.
Aunque este casado sigue llevando el collar de protección, todavía no confía lo suficiente en Tadaomi para darse el lujo de caminar con su cuello expuesto durante los día peligrosos.
Aunque este collar era uno diferente, el metal no era tan grueso como sus otros collares, este es más delgado para evitar que su dentadura se rompiera ni le causará sangrando, solo será un dolor mínimo si intenta morderlo.
Su alfa estaba durmiendo en su habitación compartida, el día de ayer había llegado después de tener un viaje a otro estado.
Había besado sus labios antes de irse a dormir con el uniforme puesto, a veces puede ser un poco lindo por lo despistado que es.
El olor de medicina con romero se hizo más fuerte, se centro en terminar de preparar el almuerzo ignorando las feromonas qué se acercaban demasiado a propósito.
No se sorprendió cuando recibió una sutil caricia detrás de su oreja, es la manera de decir hola de su esposo sin hablar.
No tan invasivo como darle un abrazo por la cintura pero lo suficientemente íntimo para saciar su necesidad de afecto.
Esperaba iniciar una charla con su somnoliento esposo, en cambio escucho el familiar sonido del metal chocando con los dientes, ahora se siente un poco mal por usar su collar de protección, solo un poco.
Tadaomi retrocedió cubriendose la boca por haber clavado sus dientes en el metal, sus ojos violetas se dieron cuenta que su esposo aún estaba despertando si no se dio cuenta de su collar.
"Tadaomi estas bien?" Apago la estufa para revisar su boca donde para su alivio no había sangre.
Era la primera vez que mordía su collar, normalmente cuando se daba cuenta que lo traía puesto no trataba de morderlo, se mantenía al margen.
"Llevas tú collar puesto? Lo siento"
"No hay necesidad de disculparse, al menos no parece tener un daño grave" Suspiro con alivio recordando como quedaban los otros Alfas qué trataban de morderlo.
"No me había dado cuenta que lo traías puesto"
"Aún estas despertando, ve a sentarse hasta que te pase el dolor para que puedas comer" Lo regaño con cariño ante el sutil sonrojo qué había aparecido.
****
Gakuho paso sus dedos por su collar de protección, ya era innecesario usarlo en este punto.
Ya es omega con varios años de casado con un hijo ya adolescente qué también había empezado a usar uno de esos collares.
Pero aún lo usa, era una manera de decirle a su esposo que aún no están en bueno términos, negarle poder morder su cuello, negarle volver a ver la marca que tenía en ese lugar.
Habian pasado demasiadas cosas que cambiaron su relación que se caía a pedazos, aún tienen salvación pero es un largo camino por recorrer.
Sus ojos apagados vieron el espejo, el collar de protección era como una prenda de moda que usaba junto a su traje de director donde escondía su tesoro que le regalaron sus primeros alumnos.
Ha cometido demasiados errores, a lastimado a su esposo como a su hijo, Tadaomi no le hablo por dos días después de enterarse del golpe que le dio a Gakushuu, se llevó a su hijo en esos dos días.
Sintió la soledad de primera mano, fue tan doloroso estar solo en aquella casa y en su oficina encerrado.
En el tercer día Gakushuu regreso, lucia bien aunque podía oler la preocupación junto al alivio cuando lo recibió.
Se quejo de no poder sobrevivir con al comida instantánea de su padre además de quejarse abiertamente qué de una vez solucionen sus problemas para que puedan ser una familia.
"Dijiste que mejorarias como mi padre aunque en sí eres mi okasan, da el primer paso y arregla tus problemas con papá"
"Eres demasiado descarado a veces Gakushuu"
"Solo cuando es necesario, le deje una nota a papá explicándole que regrese a casa, el también te extraña" Lo último lo susurro mientras comía su filete.
"Si quieres mi consejo como su hijo, el primer paso sería que dejaras de usar eso" El rubio fresa señaló de manera acusadora el collar de protección.
Unos toques en la puerta interrumpieron la cena, Tadaomi se unió a la cena cuando comprobó qué Gakushuu estuviera bien.
Todo eso lo lleva a ese momento, aún comparte dormitorio con su esposo, no le haría daño saltarse por hoy su rutina de solo dormir 3 horas.
"Aún sigo molesto contigo" Tadaomi le dijo cuando vio a su esposo acercándose.
"Tienes todo el derecho del mundo a estarlo, dije que mejoría como padre y educador pero me olvide de mencionar una cosa" Sonrió con tristeza al no ver ningún cambio de expresión.
"También quiero mejorar como tú esposo Tadaomi" Tomo aire cuando dejó en las manos de su esposo un objeto.
"Que esto?" El Alfa le preguntó al ver lo que tenía en sus manos.
"Es la llave de mi collar" Los dedos pálidos tocaron el metal qué rodeaba su cuello, una sonrisa adorno su rostro.
"Puedes quitarme el collar cuando quieras, el cerrojo esta detrás"
El silencio reino en su habitación por unos minutos antes de que Tadaomi dijera algo.
"Date la vuelta"
Gakuho sonrió haciéndole caso, pudo oír el sonido de la llave entrando en la cerradura y como el collar se caí en su regazo.
Chapter 8: Día 8: Bozal
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Karasuma es un alfa violento, se enorgullece de ser uno, tal vez se divertía de más al poder atacar a sus compañeros durante las prácticas de su tiempo del ejercito.
En el ejército no era necesario el uso de bozal, se impartia la disciplina para controlar aquellos instintos sin recurrir al uso del bozal.
Antes de eso se le obligó a usar un bozal, sus padres siempre se lo colaban desde que descubrieron que era un alfa y por las pocas peleas en las que se metió, en su defensa fueron los otros alfas los que iniciaron y él solo se defendió.
Fue culpa de ellos que tuviera que usar el bozal por toda su niñez y adolescencia, no es que fuera muy popular entre las niñas y Omegas, solo algunos se atreverieron a coquetarle en broma antes de irse riendo.
Era una bendición que el ejército no lo obligará a usar un bozal, no se quiere imaginar lo difícil que sería hacer algunos ejercicios con el bozal puesto.
Al contrario, enseñaban como manejar sus instintos para no recurrir a esas medidas, un alfa con bozal no daría mucha confianza a la hora de interactuar con la gente.
Se sentía libre en ejército, se sentía bien no tener que usar un bozal durante su ruta ni los días posteriores.
Pero el mundo le tenía preparado una sorpresa, sorpresa que llegó en forma de un omega de cabello rubio fresa con ojos violetas brillantes y mirada tranquila.
***
Comenzar a vivir con su esposo fue incómodo, los dos apenas se estaban conociendo y la convivencia fue muy incomoda al principio.
Durmió los primeros días en el sofá antes de aceptar la invitación de compartir el dormitorio como los esposos que son.
Se fueron adaptando de manera lenta a la rutina del otro, aprendiendo uno que otro detalle del otro durante la convivencia.
Hablaron de los límites en su relación, que podían hacer y que no, Gakuho le había mencionado que usaría su collar de protección durante su celo y los días posteriores al mismo.
Una medida de proteccion para que sus dientes no se clavaran en la pálida piel.
"Mi rut debería de empezar la siguiente semana" El comento viendo a su omega.
"Lo entiendo, yo todavía no estoy listo para pasarlo contigo" Gakuho confesó con sinceridad.
"Esta bien, no quiero hacer sentir incómodo, puedo usar mis supresores" Permaneció un momento en silencio antes de seguir.
Debía de decirlo.
"Si quieres sentirte más cómodo, puedo usar un bozal, eso evitará cualquier inconveniente si los supresores no funcionan"
El omega abrió ligeramente sus ojos al oír sus palabras, parece que lo agarró con la guardia baja.
"Se que para los Alfas es humillante tener que usar uno, si no quieres hacerlo no te voy obligar, no quiero que te sientas incómodo" El lo negó con la cabeza.
"Solo lo usaré en casa, quiero que te sientas cómodo conmigo" Karasuma declaro aquello con confianza al oler las feromonas de menta con gratitud.
"Gracias Tadaomi, significa mucho para mi"
Karasuma se mantuvo quieto cuando recibió un beso en la mejilla, la mirada dulce lo había cautivado.
"Si no tenemos nada más que hablar, iré a preparar la cena"
El asintió observando como su esposo desaparecía detrás de la puerta, miró hacia otro lado tratando de ignorar el rubor que adoraba sus mejillas por aquel beso tan desconsiderado.
La siguiente semana antes que iniciará su rut se colocó el bozal, era extraño volver a usar aquel objeto después de tanto tiempo.
Una medida preventiva para no marcar a Gakuho, aunque sean esposos, la mordida debía de ser consensuada por ambos lados, sobre todo del lado omega, un alfa podía marcas a cuantos Omegas quisiera pero un omega no podía marca a nadie teniendo que pertenecer fielmente al alfa qué lo marcó, es un acto muy importante que no puede ser tomado a la ligera.
Con el bozal puesto se fue a buscar a su esposo que leía el periódico, los ojos violetas brillantes lo observaron con curiosidad.
"Guardaras por mi" Le entrego las llaves qué abrían el cerrejo de su bozal.
Gakuho acepto las llaves, se había acercando lo suficientemente logrando besar su frente.
"Gracias por usarlo Tadaomi"
Valía la pena usar ese bozal, no se sentia tan humillante en esos momentos, solo lo uso en casa.
Siguió usando el bozal por sus siguientes ruts, había tratado de morder a Gakuho en un par de ocasiones para su vergüenza.
Su omega le sonreía con compresión diciendole alagado que se sentía por llamar su atención de esa manera, Gakuho solo se burlaba de él.
A veces incluso mostraba su cuello apropósito mientras jugaba de manera demasiado eróticos con la llave al colocarla en su clavícula mientras movía sus piernas.
Ese omega es un demonio disfrazado de persona, Gakuho se divertía demasiado cuando lo pillaba tratando de morder su cuello con ese bozal puesto o muy bien cuando usaba su collar de protección.
Entonces un día se lo quito, le quito el bozal usando las llaves qué le había dado, se le quito y lo dejo de un lado.
Acarició su rostro de manera cariñosa besando sus labios de manera casta susurrandole palabras diversas para expresar que ya confiaba lo suficiente en el.
***
El bozal desapareció por un tiempo, diversas marcas de mordidas aparecieron en el cuello de Gakuho cuando no usaba su collar de protección dejando expuesto piel pálida.
Marcas que desaparecerian en cuestión de semanas, todavía no era la marca de unión.
Volvió usar el bozal pero con otros fines, unos muchos más privados que nadie más que ellos dos podrían saber.
Era una excelente manera de juguetear entre ellos mientras se enredaban debajo de las sábanas de su habitación, su instinto se volvía más fuerte al no poder morder a Gakuho quien mostraba de manera erótica su cuello mientras hacían lo suyo.
Sus colmillos trataban de morder la piel no alcanzada mientras las uñas se enterraban en su espalda y sus cosas penetraban el interior de su omega tratando de anudarlo antes de retirarse.
El bozal paso se ser un instrumento de protección a un juego previo qué tenían en la cama, al final Gakuho le sacaría el bozal antes de caer desmayado encima suyo trazando su pecho con uno de sus dedos.
El bozal fue hecho para impedir que mordiera a la gente y se peleará con otro Alfas, ellos dos aprendieron a darle un nuevo uso, uno muy intersante y placentero.
Chapter 9: Día 9: Mordida
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La mordida es la acción donde un alfa marca a un omega, lo reclama como suyo dándole a entender a los otros Alfas qué aquel omega ya no estaba disponible.
Karasuma es consciente de la importancia de la mordida, fue una muy vergonzosa lección en la clase de biología que años atrás le dieron a todos junto a la educación sexual.
Momentos demasiados vergonzoso como saber cuanto tiempo tarda un nudo en deshacer, información muy valiosa qué su yo adolescente no recibió a tiempo pasando un vergonzoso momento atrapado en el baño esperando a que el nudo se deshaciera.
Y luego se terminó comprometiendo con un omega unos años mayor, el más peculiar según los Alfas qué lo rechazaron por sus ideas demasiado peculiares.
Gakuho es un omega peculiar, su prometido es tranquilo y algo juguetón, la boda sería en unos meses.
Según la tradición el omega llevaría las ropas femininas de una novia tradicional de su país, en algunos casos se realizaría en ese momento la mordida de no estar enlazados.
"Aceptó llevar el vestido pero la mordida, no quiero" Gakuho le dijo mientras tomaban un café en algún local de la ciudad.
"No quiero ofenderte pero no quiero tener una marca en mi cuello, es complicado de explicar"
"No te marcare si así lo quieres, voy respetar tus deseos"
Y así lo hizo, el día que se casaron no marcó a su esposo, el cuello de Gakuho se mantuvo limpio durante toda la ceremonia.
Los dos ignoraron las sutilez quejas de sus padres por saltarse ese paso fundamental, Gakuho se lo llevo peor por no haber aceptado llevar legalmente su apellido.
Sus padres lo reprendieron por ser demasiado blando con su ahora esposo, los tiempos cambian como las costumbres, no es la clase de alfa qué abusaria ni obligaría a su pareja hacer algo que no quiere.
No reclamo a su omega cuando se casaron, no lo reclamo en su noche de bodas.
Gakuho seguía usando su collar de protección en casa para evitar que mordiera su cuello.
Podia morder otra zonas menos el cuello que siempre se mantenía impecable y limpio, sin ninguna marca.
Gakuho no confiaba lo suficiente en él, no le exigió marcarlo, solo le pregunto una vez y cuando recibió su respuesta no volvió a preguntarle.
Empezaron a pasar el celo juntos, no marco a Gakuho aunque tuvo la oportunidad, su omega se removia incómodo cuando tocaba ese lugar.
Sin importar la situación no se dejaba tocar ese lugar, a su esposo no le gusta que tocen su cuello.
Sus ojos oscuros observaron el nido que estaba formado en su cama, dentro de el se encontraba escondido su esposo.
Esos últimos días se había estado sintiendo mal, con náuseas y vómitos junto a unos antojos por querer comer carne.
Ese día Gakuho estaba especialmente sensible, su cara que solo mostraba sutilez expresiones le mostró en todo su explendor lo expresivo que podía llegar a ser.
Entre todo el revoltijo de palabras que soltaba mientras abrazaba una prendas de ropa toco el tema de la mordida y porque no le gusta que toquen su cuello.
"Me hace sentir débil, no me gusta ser débil ni vulnerable, no quiero tener una marca, no aún"
"Lo entiendo, no te marcare si así lo quieres" Karasuma le respondió agachandose para poder ver la cara de su esposo que se escondía en el nido.
El comportamiento cobró sentido después de una visita al médico, su esposo quedo en cinta, Gakushuu nació al año siguiente.
No marco a Gakuho incluso ahora que tienen un hijo juntos.
***
Jamás marcó a Gakuho, incluso ahora con años de casado y con un hijo de ya 14 años.
Jamás se presentó el momento, enrealidad si hubieron momentos pero sucedieron cosas que hizo que su relación se fuera rompiendo.
No se divorciaron aunque no estuvieran enlazados, podrían haberlo hecho pero no lo hicieron.
Tal vez fueron sus orgullos o el amor que tenían enterrado debajo de las capas de amargura y disgusto qué reforzaban con sus trabajos.
En ese año se le presento una oportunidad, por alguna razón el pulpo había elegido de entre todas las escuelas de mundo justamente la escuela que dirigía su esposo, pasaría más tiempo en casa y vería más seguido a Gakuho.
Jamás fue fácil tratar con Gakuho cuando conoces su verdadera personalidad, maniático del control y maestro de la manipulación.
Le gusta tener el control de las cosas, tal vez esa fue una de las razones por las cuales no se dejaba marcar, la mordida era una señal de sumisión y entrega completa al alfa.
Descuidaron demasiado su matrimonio como vida familiar, pasar tanto tiempo con la clase 3-E y por mucho que le duela admitir también con el pulpo lo habían cambiado.
No solo a él, a toda su familia, Gakushuu se esforzaba más y parecía más emocionado por alguna razón, mientras que Gakuho.
Pudo ver esos lados que jamás había mostrado, pudo ver la locura y oler el duelo que tenía, su omega no sabía dejar el pasado atrás aferrandose a dolencias y lutos.
Ver su casi suicidio fue un punto clave para reparar su matrimonio que se caía a pedazos pero que aún tenía manera repararse.
Gakuho es un omega orgulloso, mira a todos con la frente en alto, jamás baja su mirada, no se deja ver de manera tan sumisa.
Su esposo le daba la espalda con la cabeza ligeramente agachada mostrando su cuello, impecable y limpio, sin rastros de mordidas.
"Estas seguro?"
"Tadaomi, hazlo de una vez" Gakuho le dijo tratando de sonar seguro, su voz casi flaquea.
Esta avergonzado por no haber sido marcado, tantos años y recién le daba su consentimiento para ser marcado por su esposo y padre de su hijo.
Aplastó todo su orgullo cuando le pidió que lo marcara, Tadaomi tenía todo el derecho a no querer hacerlo pero acepto.
Cerro sus ojos violetas tratando de relajar su cuerpo cuando el aliento cálido tocó su cuello, las feromonas de medicina con romero llenaban la sala.
Sus ojos se abrieron cuando un intenso dolor se instaló en su glandura de omega, los colmillos se habían clavado de manera brusca y bruta en su cuello.
Tadaomi tenía la particulidad de tener una de las dentaduras más filosas del estado, esa fue una de las razones para no aceptar ser marcado.
El Alfa no lo soltó asegurandose de que la marca fuera echa de manera correcta, su dientes se desprendieron de la piel, llevándose un poco consigo.
El cuello de Gakuho estaba sangrando, estaba perdiendo demasiada sangre, podía oír los jadeos, las manos de su omega, estaba apretando su ropa negandose a verlo a los ojos.
El dolor era tan intenso, le recordaba el día que dio a luz a Gakushuu, su piel ardía mientras la sangre goteaba y el ardor no paraba.
Después de tantos años podía sentir sus ojos humediciendose mientras perdía sangre.
Chapter 10: Día 10: Curacion
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Gakuho tenía conocimientos médicos, cuando tú esposo es alguien que trabajo por mucho tiempo en el campo de batalla te acostumbras a limpiar y sanar sus heridas, en casos extremos a coser la piel por alguna herida de cuchillo.
El botiquín de su casa estaba muy bien preparado ante cualquier desastre que se presentara, como la vez que Tadaomi termino con cortes en los labios de una misión que salió algo mal o la vez que Gakushuu se corto la muñeca con un cuchillo cuando trato de preparar un bento por si solo a la edad de 4 años.
Su equipo médico estaba bien preparado para cualquier emergencia, bueno no para todas.
Tadaomi le había arrancando parte de su piel cuando hizo su marca, estaba perdiendo demasiada sangre para poder curarse por si mismo.
Tadaomi no le creyó cuando le dijo que estaría bien, sus feromonas de medicina con romero lo termino obligando a ceder y acepto ser llevado al hospital más cercano.
Los hospitales al principio le hacían sentir incómodo pero desde que empezó a vivir con su esposo eso cambió, Tadaomi olía como hospital por algún razón, eso lo hacía sentir cómodo cuando tenía que regresar a ese lugar para sus chequeos regulares.
Podía oír a la doctora regañando a su esposo, mirándolo con reproche por haberse excedido con la marca mientras vendaban su cuello después de haber recibido medicamentos.
Tendría que tener una mejor dieta para recuperar la sangre que perdió y el vendaje sería parte de su rutina hasta finales de año, en navidad ya podría retirarlo.
Lo único que le hacía gracia de la situación era ver a su esposo avergonzado, habían pasado tantos años desde que había visto esa expresión en su rostro, sentía que había pateado un cachorro.
Evitó reírse mientras seguía siendo regañado por la mujer mayor, le dio una mirada de disculpas mientras el dolor seguía ardiendo en su cuello aunque en menor medida.
Lo dejaron libre después de asegurarse de que todo estuviera bien con su vendaje y no este delirando por perder demasiada sangre.
Hubiera sido divertido actuar de manera delirante, podría presumir sus habilidades como actor pero ya estaba haciendo sufrir lo suficiente a su alfa, logró convencer a la doctora que estaba bien.
"Hace mucho tiempo que no te veía avergonzado Tadaomi"
"No puedo creer que casi te arrancó la yugular" Karasuma murmuró cubriendose los ojos.
"Lo tomaré como un acto de amor de tú parte"
"Gakuho casi te arrancó la yugular, estabas perdiendo mucha sangre" El Alfa miró a su esposo quien tenía una sonrisa tranquila.
"La primera vez que me anudaste no pude caminar al día siguiente, se lo violentos que puedes llegar a ser, si tu mordida no hubiera sido problemática me habría preocupado"
Karasuma parpadeo viendo a su esposo, Gakuho sigue siendo tan peculiar como en los primeros días de matrimonio.
"Regresemos a casa de una vez, algo me dice que la cena de hoy va estar llena de ruido"
Y tal como dijo el omega, así lo fue.
Gakushuu noto de inmediato el vendaje del cuello, guardo sus preguntas para la hora de cenar, cuando los tres estuvieron en la mesa.
"Qué te paso en el cuello?" Gakushuu le pregunto cuando noto el vendaje.
"Ah esto?" Sus manos palparon el vendaje antes que Karasuma tomara su mano.
"No hagas eso"
"Tú padre tiene la culpa"
Los ojos violetas miraron repetida veces a sus progenitores antes de abrir la boca y poner una mueca.
"Se pelearon?" Gakushuu preguntó con cautela ante esa idea.
"No" Los dos adultos hablaron al mismo tiempo antes que su hijo se hiciera una idea errónea.
"Es todo lo contrario" Tadaomi le respondió tratando de evitar el tema, cosa que su esposo no dejaría pasar.
"Tú padre se emocionó mucho a la hora de marcarme, podré quitarme el vendaje a final de diciembre"
Gakushuu se metió un pedazo de su cena a su boca procesando las palabras de su papá.
Karasuma tomó la sabía decisión de seguir cenando pidiendo que el tema muriera.
"Oh, espera, la marca de un alfa puede hacer eso?" Gakushuu también es un omega y es la primera vez que una marca con ese daño.
"Dependen del alfa hijo, es más probable si tiene dientes afilados" Gakuho sonrió tras decir eso, quien dice que no se puede divertir.
"Siento que me estoy perdiendo de algo"
Gakushuu le dio una mirada para que no dijera nada, el sonrió para hacer todo lo contrario.
"Tal vez parece que Akabane puso la mirada en nuestro hijo, quien parece devolverle el interés"
"No digas mentiras Okasan" Gakushuu uso esa palabra apropósito sonriendo ante el ligero ceño fruncido.
"Nada de peleas en la mesa" El Alfa dijo guardando esa información.
"No seas aburrido Tadaomi, es diversión sana"
***
Algunos maestros fueron lo suficientemente valientes para preguntarle que le había sucedió en el cuello, respondió que su esposo lo había marcado.
Los rumores entre los estudiantes no tardaron en expandirse, todos se preguntaban como era el Alfa del director que había hecho que usará una venda, Gakushuu ignoro todas las preguntas que le hicieron.
Los rumores llegaron al 3-E, Irina miraba con diversión a Karasuma quien trataba de manterse profesional por culpa del pulpo amarillo qué trataba de sacar la información de manera jugosa, algo similar a lo que hicieron sus estudiantes cuando uno de ellos saco el tema.
Cuando regreso a casa el olor a menta se hacia fuerte, guiandolo al despacho de su esposo donde su omega se estaba quitando los vendajes para cambiarlos.
"Bienvenido a casa Tadaomi" Gakuho lo saludo sin verlo centrandose en poder limpiar su marca.
"Dejame ayudarte"
Iba decir que no era necesario pero las palabras no salieron, en cambio bajo sus manos, dejo que su esposo lo ayudara en la sanación de la marca, el ardor mínimo regreso, el toque fue delicado para disminuir el dolor y las vendas fueron colocadas de manera cuidadosa.
Iba darle el gracias cuando sus labios se vieron capturados, una muestra de afecto sutil pero significativa para ellos, un par de humanos que no sabían como mostrar su amor.
Cerro sus ojos dejándose llevar por el beso casto qué había iniciado Tadaomi.
La puerta estaba entre abierta dejando entrar el sutil aroma de fresas, el suave sonido de la puerta cerrandose se oyó mientras las feromonas de fresa se alejaban.
Chapter 11: Día 11: Enlace
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Los dedos recorrian su marca de unión, un enlace se había formado con su marca ya sanada después de que casi le arrancan la yugular.
Sería una buena historia para contar en alguna ocasión, tal vez cuando vayan a visitar nuevamente la tumba de la hermana menor de Tadaomi.
Lo que no esperaba era empezar a sentir una presencia fantasmal cuando estuviera lejos de su esposo.
Tadaomi estaba en el antiguo campus mientras él se encerraba en su oficina hacer sus cosas, pero de vez en cuando podía sentir su presencia muy cerca suyo.
Moviendose por su oficina pero mayormente sentado a su lado haciendo su trabajo, a veces podía sentir como se movía haciendo movimientos que seguramente le enseñaría al 3-E.
Era raro, una sensación tan rara que debía de admitir que lo abrumaba de cierta forma, estaba tan acostumbrado a verlo por poco tiempo que ahora que lo podía sentir lo hacía sentir algo cohibido.
Sin que lo supiera Karasuma pasaba por algo similar, desde que la marca de unión de Gakuho sano correctamente había empezado a sentirlo.
Enrealidad se quedo viendo por unos minutos la puerta de entrada de la sala de profesores esperando a que entre a molestar a Korosensei como había dicho antes, pero nadie cruzó la puerta.
Irina alzó una ceja al ver como prácticamente estaba perforando con la mirada a la pobre puerta de madera.
"Tienes algo contra la puerta?" Ella pregunto haciendo que su compañero dejara de mirar la puerta.
"No digas tonterías"
"Karasuma, como tu amiga te seré sincera, parecía que querías destrozar esa puerta"
"Nyu Nyu Nyu"
"No te metas en esta conversación" Karasuma le advirtió al pulpo que tenía la cara rosa.
"Pero Karasuma creo saber que te pasa, los rumores llegaron hasta aquí"
"Hablas de que casi le arrancan el cuello al director? Espero que cuando encuentre a mi alfa no haga eso" Irina comento soltando una risa al ver una expresión en el rostro de su amigo.
"Podemos no tocar ese tema"
"Pero tiene que ver con el tema, cuando la marca termina de cicatrizar el enlace esta completo, la pareja puede sentir o percibir a su otra mitad" Korosensei explico mirando a la puerta de madera.
"Debiste de sentir la presencia del director detrás de esa puerta pero te aseguro que no está ahí, debe de seguir en su oficina"
Karasuma suspiro, si el pulpo tenía razón entonces solo había sentido la presencia de Gakuho cuando claramente no estaba ahí.
Debía de seguir en su oficina hiciendo cosas de director en proceso de redención y tal vez molestando un poco a Gakushuu.
"También tener algo con el aroma de tu pareja ayuda a que sea más fácil percibirlo" Korosensei menciono ahora viendo la maceta con menta qué había traído como decoración.
Maceta qué fue monopolizada por Karasuma al poco tiempo, esa planta siempre se mantenía cerca suyo aunque el Alfa tratara de negarlo.
Un día Irina lo regreso a su lugar original, duro solo unos minutos porque Karasuma la había vuelto acaparar de manera inconsciente, Korosensei también lo movió de lugar, esta vez se la llevo consigo al salón de clases, en receso cuando se fue Karasuma había entrado para llevársela nuevamente a la sala de profesores ante las curiosas miradas de los alumnos que almorzaban.
Luego Karma la escondió en el salón, el dijo que era parte de un experimento cuando Isogai iba regañarlo por su travesura, Karasuma la encontró rápidamente para llevarla de regreso a donde pertenecía para sorpresa de todos.
Esconder la maceta de menta se había vuelto un juego, Karasuma siempre negaba estar apagado a la planta qué tenía el mismo aroma que su omega.
***
Gakuho había empezado a sentir unos extraños sentimientos de preocupación, eran mínimos pero podía sentirlos juntos a la curiosidad de algún plan, un gran plan.
Tadaomi es fácil de leer, al menos para él, podía notar esos pequeños cambios de expresión que delataban si algo le preocupaba.
Esos últimos días pudo notar esos cambios, era demasiado obvio que algo le preocupaba, podía suponer que era, la fecha límite se acercaba peligrosamente.
"Preocupado?"
"No se de que hablas"
"Pude sentir tu preocupación de estos últimos días" Gakuho le comento a su esposo mientras enroscaba sus brazos en sus hombros.
"Sentirlo?"
"Korosensei ya me dijo que te explico sobre eso"
"Desde ese día tú y él se han llevado mucho mejor" Karasuma le respondió evitando fruncir el ceño.
"Sigo siendo en el fondo un profesor Tadaomi, no estés celoso, la marca ya deja claro a quien me entregue" Gakuho sonrió al notar la punta de las orejas ponerse ligeramente rojas.
"No vuelvas a decir eso"
"Qué estas celoso de Korosensei?"
"Asano Gakuho"
Al omega le divierte molestar a su esposo.
El día de San Valentín llego, Karasuma había salido hablar con Irina, la omega se burlo un poco menciono que no quería estar en la lista negra de su esposo.
"Gakuho sabe que estoy aquí, se lo dije esta mañana"
"Y acepto? Debe de tener mucha confianza, aún sigo siendo una omega"
"El confía en mí, menciono también que no cree que tu seas capaz de hacer eso, dijo algo sobre un código entre Omegas"
"Buen punto"
Cenaron y luego le hizo una oferta para que siga trabajando para el gobierno.
Después de unos reclamos y unas palabras la omega acepto, dijo tener un buen presentimiento de aceptar el trabajo, algo sobre poder encontrar a su destinado y tener un buen trabajo estable.
Se dirigió al antiguo campus después de eso, por alguna razón la presencia de Gakuho era más fuerte de lo habitual en el salón de maestros, recogería unas cosas que dejo y regresaría a casa, lugar donde debería de estar su esposo.
No espero que al abrir la puerta vería a Korosensei tomando té con su esposo, un cuchillo verde descansaba en la mesa junto a bolsas de Chocolates por San Valentín.
"Qué haces aquí? Ya es muy tarde"
"Solo vine hacer una oferta a Korosensei, me rechazo, me siento destrozado" Gakuho le respondió en su tono de jugueton.
Korosensei noto que Karasuma estaba mirando las bolsas de chocolate qué el director le había regalado.
"No es lo piensas! El director no me haría ese tipo de proposiciones! Son regalos de amistad!"
Gakuho siguió tomando su té tranquilamente mientras olía las feromonas de medicina con romero, en casa ya compensaria a su esposo por esa broma.
Chapter 12: Día 12: Olor/olfato
Chapter Text
Gakuho fue clasificado como un omega defectuoso, muy grosero de parto de los médicos para que sepan.
Como si pudiera ser defectuoso, su falta de aroma no lo hace defectuoso para que sepan, su aroma es altamente débil.
Lo confundían con un beta por esa razón, tenía fragancia tan débil como el de un beta, no fue muy atractivo para los Alfas además sumándole su personalidad qué rivalizaba con la de uno, no es muy problema que llame la atención de un alfa.
Tal vez trate de salir con otro omega o tal vez otro beta que se adapte a sus gustos, el destino era tan curioso.
Un alfa había aceptado casarse con el y no se asustó después de conocerlo, Karasuma es un alfa diferente.
***
Aunque sus feromonas sean débiles podía oler la de los demás, Tadaomi olía a medicina con romero, por algún razón tenía dos aromas combinados.
"Los médicos dijeron que pase demasiado tiempo en el hospital cuando era un niño y que la medicina se terminó combinando con mi aroma" Su esposo le respondió cuando le preguntó sobre esa peculiaridad.
"Lo entiendo"
"Tú hueles a menta, es débil pero puedo olerlo"
"Qué?"
Ese día describió qué enrealidad si existía una persona capaz de percibir su aroma, Tadaomi podía oler sus débiles feromonas de menta.
No estaba defectuoso como dijeron los groseros doctores, si su alfa podia percibirlo es porque no lo estaba! En sus caras!
"Ahora hueles muy feliz" Tadaomi le dijo mientras lavaba los platos de la cena y el los secaba.
"No se de que hablas, tú nariz debe de estar mal"
"No lo está Gakuho, estas mintiendo"
"A veces eres demasiado denso Tadaomi"
"Eso que significa?"
Gakuho solo movió su cabeza con una sonrisa, su alfa es demasiado inocente a veces.
Karasuma es un alfa con un olfato bueno, el aroma de menta se volvió en una de sus fragancia favoritas, es el olor de su esposo, un olor que no lo abrumaba.
Los Omegas tenían un aroma demasiado fuerte para su nariz, los médicos dijeron que se debía por el tiempo que estuvo en el hospital cuidando a su hermana menor.
El aroma de Gakuho no lo abrumaba, es refrescante y suave, no es tan invasivo como los demás aromas, el omega más peculiar qué conoció y con el cual se caso.
Gakuho tenía un encanto peculiar, aprendió a sacarle ventaja a su falta de aroma, era un maestro de la manipulación con sus socios comerciales.
Los Alfas también emanan aromas fuertes pero que no lo abrumaban como los Omegas, reconocia el aroma de sus compañeros y podía identificarlos con facilidad.
Hoy era un día particular donde se permitía las visitas a las familias o parejas, entre tantos aromas pudo identificar la refrescante menta qué se escabullia.
Sus ojos oscuros pudieron encontrar la figura de su esposo acercándose, luciendo tan elegante como siempre aunque cargaba en su mano dos Bentos.
El suave aroma de menta es adictivo.
"Supose qué todavía no habías almorzado, es una nueva receta que probé y quiero que me des tu opinión" El omega le dijo con una sonrisa encantadora.
"Seré sincero" El le respondió para seguirlo a un lugar más tranquilo, uno sin tantos olores que lo abrumen.
Gakuho también salía de viaje muchas veces, haciendo algunos tramites para comprar un terreno donde podrían una escuela o juntados con inversionistas.
A veces llegaba tarde a casa, cuando el llegaba primero podía oler el suave aroma de menta por su hogar, la concentración máxima del aroma de su esposo se contraba en la ropa de la cesta de ropa sucia.
Jamás le dirá de la ocasión que termino llevándose unas de sus camisas por error, quería tener cerca ese aroma a menta y se dio cuenta que había metido una de las camisas a su mochila.
"Todo bien?" Gakuho le pregunto al sentir como su esposo lo abrazaba, con su cabeza en enterrada en el hueco de su hombro.
"Mal día de trabajo?"
"Solo quiero estar aquí" Tadaomi le respondió oliendo las suaves feromonas de menta.
Gakuho no lo entendia pero le dio unas palmaditas en la espalda, cuando su esposo levantó la cabeza le dio un suave beso en los labios.
Jamás va admitir que se estaba volviendo más doméstico, su omega interior atacó sin previo aviso.
Las ocasiones donde el aroma de menta de Gakuho se volvían más fuertes eran cuando su celo se acercaba y cuando lo acompañaba en su rut.
Se había vuelto sencillo identificar el aroma de Gakuho, podía saber su estado de animo si se concentraba lo suficiente.
"Tu aroma también me ayuda sabes, ya no me siento tan incómodo cuando tengo que ir al doctor" El omega sonrió viendo a su esposo quien lo miraba con duda.
"El aroma de medicina me recuerda a tu aroma, me siento tranquilo cuando estoy en el hospital"
"Enserio Gakuho" Karasuma le habría puesto los ojos en blanco si no fuera tan maduro.
"Al menos no te confundo con un frasco de medicina"
***
Karasuma podía oler el aroma de panqueques venir de la cocina combinandose con la menta y la leche fresca.
El desayuno de ese día eran panqueques junto a un vaso de jugo de naranja, sin rastros de leche.
"Los panqueques saben mal?" Gakuho le pregunto cuando noto algo raro en su marido.
"No, creía haber olido leche"
"Te estarás resfriando, comeme tus panqueques antes que se enfríen"
Volvió a oler la leche cuando secaba los platos, había encontrado la fuente del nuevo aroma.
"Tadaomi por mucho que te quiera, me estas haciendo sentir incomodo por olerme tan de cerca" Gakuho le menciono al tenerlo tan cerca de su cuello.
"Es tu aroma" El alfa le respondió sin dejar de olerlo para asegurarse de estar en lo cierto.
"Hay algo raro con mi aroma?" El omega pregunto el notar como su esposo seguía oliendolo de cerca su nuca.
"Tu aroma a menta, ahora también huele a leche" Volvió a olerlo una última vez antes de alejarse.
"Leche con miel"
"Qué dijiste?"
La nueva fragancia de Gakuho no desapareció, se hizo más fuerte con las semanas que pasaban, el aroma de menta combinado con la miel y leche se hacía cada vez más dulce.
Las respuestas al cambio de fragancia llegarían junto a los sonidos de vómitos y una visita al doctor.
Chapter 13: Día 13: Nido
Chapter Text
Gakuho es consciente que su casta tiene el hábito de hacer nidos en momentos de estrés o cuando su celo se acerca, realiza su nido mayormente cuando se celo se acerca.
Es una cosa normal en omegas, algunos Alfas también lo hacían por los estudios que leyó en unos libros de la biblioteca.
Normalmente sus nidos siempre están llenos únicamente de su ropa pero desde que se caso sus nidos ya no eran cómodos.
"Umh" Soltó ese ruido al estar recostado en su nido que antes era cómoda pero ahora se sentía vacío.
Como si le faltara ropa cuando ya uso toda la que tenia, volvió acomodar la ropa y se recosto nuevamente.
Puso un ceño fruncido ante la incomodidad que sentía en esos momentos, su ropa por si misma no era suficiente para su disgusto, era molesto, muy molesto.
No podía dormí en su propio nido, soltó un bufido saliendo de este, haría algo productivo si no podía anidar.
Durante ese tiempo donde trato de no pensar en su pobre nido una sensación de picazón lo empezó atacar como el hambre aunque ya hubiera almorzado.
"Esto es imposible" Murmuró esas palabras cerrando su lapto con molestia.
No podía hacer sus trámites con tranquilidad con esa ansiedad calcomiendo su cuerpo.
Su esposo no regresaría hasta el final del día, pero no quería arruinar la cama....
Una idea vino a su mente cuando observo cierta parte de su habitación donde la mayor parte de concentración de feromonas de medicina con romero se encontraba.
***
Cuando Karasuma regreso a su hogar espero oír la bienvenida usual de su esposo, nadie lo recibió.
Se hizo la idea que debía de estar durmiendo en su habitación, no había nadie en la sala ni en su habitación para su sorpresa.
"Gakuho?" Lo comenzó a llamar al no verlo por ningún parte, era demasiado tarde para que hubiera salido.
Ahora esta seguro que se encuentra en casa porque acabar de ver sus zapatos en la entrada.
"Gakuho?" Lo volvió a llamar esperando escucharlo, al menos oír su ligera risa o un resoplido molesto.
Sin respuestas, uso su nariz tratando de oler sus feromonas de menta, las feromonas estaban demasiado disperarse por todo su hogar confundiendo a su nariz.
Movio su cabeza para retomar sus sentidos, revisaria habitación por habitación.
El baño estaba vacío, no estaba en la ducha ni en ningún parte de ese pequeño cuarto.
Luego fue al dormitorio que comparten, la cama está vacía y no había nadie debajo de ella además de un par de medias que había perdido.
Decidió abrir su armario antes de irse a otra habitación a seguir buscando, se quedo quieto en ese momento.
Dentro del armario donde guardaba su ropa su esposo estaba durmiendo tranquilamente sentado, abrazando una de sus camisas.
"Ahí estabas" Se acercó para comenzar a moverlo de manera suave.
"Gakuho, despierta Gakuho"
El omega frunció el ceño cuando lo trato de despertar, soltó un ligero gruñido antes de abrir lentamente sus ojos.
"Umh? Bienvenido a casa Tadaomi" El omega lo saludo de manera somnolienta.
"Estoy en casa, qué haces durmiendo en mi armario?" El Alfa le pregunto a su omega que parecía querer volver a dormir.
"Nido, necesitaba de tu ropa pero no quería hacer uno sin tu permiso, así que decide dormir aquí"
"Te vas lastimar la espalda, vuelve a la cama" Karasuma le pidió al ver su negativadad.
"Lo haré si me dejas llevarme tú ropa"
Karasuma lo miro por unos segundo antes de aceptar, de manera rápida Gakuho había armado un nido en su cama donde se recostó para seguir durmiendo.
Le hizo un espacio para que entrará en el nido, fue raro al principio pero las feromonas de menta lograron calmar aquel sentimiento invitando la comodidad de un refugio.
Esa fue la única vez que le pidió permiso, las siguientes veces que hizo un nido con la mayoría de su armario no le pidió nada.
Su armario estaba completamente vacío y necesitaba una camisa nueva, en la cama estaba Gakuho durmiendo en su nido, hecho de toda su ropa.
No haría nado si se llevaba solo una prenda, no se daría cuenta, busco la camisa qué estuviera más suelta.
"Tadaomi manos quietas" Gakuho la advirtio, como se había dado cuenta?
"Necesito una camisa"
"Es parte de mi nido, ya es mío"
Había olvidado lo terco que es su esposo.
Trato de llevarse una camisa, lucho por una hora entera por esa camisa porque su esposo se negaba a dársela, los Omegas son muy peligrosos cuando tratan de llevarse una prenda de su nido.
Gakuho lo termino enviando al sofá esa noche por llevarse su ropa, después supo de la importancia de los nidos y que cosas no debía hacer.
"Sigo molesto contigo" Gakuho le dijo a la mañana siguiente mientras picaba unas zanahorias.
"Necesitaba esa camisa, te llevaste todas las demás" El argumento oliendo las feromonas de menta que dejaban saber del disgusto.
"Las necesitaba para mi nido"
"Y yo necesitaba ir al trabajo"
Gakuho lo ignoro para seguir cocinando, a veces era algo infantil, arreglaron las cosas durante la cena.
Su omega termino aceptando a su manera que tal vez se había pasado un poco al haber tomado toda su ropa y no darle ninguna prenda.
Los siguientes nidos qué hizo siguió tomando casi toda su ropa pero esta vez dejaba que tomara aunque sea unas prendas de ropa para que se fuera a trabajar.
Los nidos son muy importantes para los Omegas, Gakuho estaba en su nido nuevamente, aunque esta vez había un nuevo propósito.
Karasuma había entrado a su habitación buscando a su esposo, su omega estaba durmiendo en el centro de su nido en una posición más cohibida, sus manos abrazaban su abdomen ligeramente abultado.
Se acercó en silencio agachandose para tener una mejora vista de su marido, con delicadeza acomodo unos mechones de cabello suelto detrás de su oreja.
El aroma de menta emanaba paz y tranquilidad por toda la habitación, Gakuho se removió ligeramente pidiendo más de ese suave toque.
Los ojos violetas se abrieron ligeramente observando lo con pereza antes de volverse a cerrar moviendo su cuerpo de manera ligera para darle espacio.
Entendió el mensaje, se subió a la cama para recostarse al lado de su omega en cinta, soltó de manera medida sus feromonas de medicina con romero.
Los dos aromas se combinaron de manera perfecta adornando el nido donde la pareja de esposos descansaba de manera tranquila.
Chapter 14: Día 14. Betas
Chapter Text
Gakuho es un alfa, uno de los más fuerte que puede haber, su voz de comando es una de las más poderosas aunque no la usa.
Una vez a su fallecida esposa la quicieron atacar unos Alfas en su presencia, uso su voz de comando con ellos logrando espantarlos pero hizo llorar a su mujer, no la volvió usar cerca de ella.
Su hijo es un omega, solo uso su voz en el como entrenamiento para que no se dejara doblegar por otro alfa que intentará manipularlo.
Para él es fácil tratar con la gente, el poder usar su voz de comando sin que ellos se percaten y sumándole sus feromonas de menta para hacer más efectivo su lavado de cerebro en quienes lo amerite, incluso podía hacer caer a los betas.
Casi todos los betas, había un beta al cual no había afectado, aquel agente de gobierno que vino a su escuela para hacerle saber de la criatura que destruyo la luna y quería dar clases en el peor salón que tenía.
Karasuma Tadaomi es un beta, su voz de comando ni sus feromonas lo afectaron en ese corto periodo de tiempo que estuvieron cerca.
Le intrigaba el saber como no lo había afectado ni siquiera un poco, aquel beta era peculiar y raro.
Aprovecho cada oportunidad que tuvo para intentar hacerlo reaccionar y burlarse un poco de el cuando podía hacerlo, era divertido ver como flaqueaba pero de inmedio volvía a retomar la compostura.
Al ser un beta emitía unas débiles feromonas, tan débiles que su nariz no podía oler para su molestia, sería más fácil leer al hombre si pudiera hacerlo.
Pero eso era lo maravillosa de Karasuma, no es un libro abierto qué pude leer, hay capas de complejidad que piden ser explotadas por mentes curiosas como la suya.
Ni siquiera parecía molesto cuando le acaba de quitar mucho dinero al gobierno para sus fines educativos.
Aunque hubiera perdido su puesto como director de su propia escuela le gustó mucho ese año.
***
Volvió a ver a Karasuma más rápido de lo que pensó, tocó a su puerta y junto a él estaba el pequeño omega de Isogai.
Ya no es director de Kunugigaoka pero legalmente todo el terreno sigue siendo suyo, los invito a pasar para hablar mejor del asunto, accedió a venderles el terreno del Antiguo campus aunque pudo sacar beneficios de la situación.
"Todos los acuerdos legales estarán completos en unos días, necesitaré solo de tu presencia Karasuma"
"Esta bien, acordemos el día y la hora"
Será más difícil de lo que pensó.
Isogai miro un par de veces a la adultos antes de ver unos segundos más al director abriendo ligeramente los ojos, hasta el chico se dio cuenta.
Esto será un desafío pero a él le encantan los desafíos, unos minutos después sus visitas se fueron y obtuvo sin que el beta se diera cuenta una cita.
"Porque le hiciste ojitos al antiguo profesor de mi novio?" Eso fue lo primero que le dijo su hijo al regresar a casa.
"Veo que Isogai ya paso el chisme, tienes algo en contra que salga con un beta? No seas hipócrita"
"Yo salgo con Karma porque me gusta ese idiota, no me importa que sea un beta pero en tu caso? Por que?"
"Atracción, funciona de manera misteriosas"
Gakushuu miro a sus padres unos segundos antes de irse diciendo que estaba loco, que mocoso.
Cuando llego el día acordando sus habilidades de manipulación lo hicieron caer en su trampa, después de firmar los últimos papeles logró convencerlo de ir a un café para hablar de algunos temas.
"Y como esta Jelavić?" Tenía curiosidad por la omega que se había pegado mucho al beta qué tenía delante.
Si Karasuma estaba saliendo con ella dejaría sus planes atrás, no cae tan bajo.
"Irina? Se fue a estudiar a otro país, hace poco me dijo que encontró a su destinado en su facultad de artes"
"Es bueno saber que le está yendo bien"
Tiene el camino libre.
"Rechazo mi oferta de trabajar para el gobierno y vivir conmigo"
"Sabes que implica eso último?"
"Lo se pero le dije que no habia iglesias cerca de mi casa"
"Eres muy denso" Gakuho sonrió al ver su expresión de ligera molestia por eso último.
Karasuma sintió que estaba perdido cuando vio esa sonrisa, no la burlona ni con planes malvados, una sonrisa sincera qué no creía que era posible en ese rostro.
Cuando Gakuho quiere algo haría todo lo posible por obtenerlo, Karasuma no es un objeto, es un ser vivo con sentimientos aunque no lo muestre su rostro.
Karasuma no es un tonto en esos temas como todos pensaban, Irina antes de irse a estudiar le había dado clases de manera obligatoria (contra su voluntad) de cuando lo coquetean y insinuan que quieren algo.
Se le hace extraño que su ex jefe este haciendo eso, su ex jefe que es un alfa, un alfa y el no es un omega, es un beta.
"Soy un beta, no un omega" Karasuma le recordó mientras tomaba una taza de café en una de sus extrañas citas.
"Lo se, porque lo mencionas?" Gakuho le respondió con tranquilidad mientras terminaba de comer un pay de manzana.
"Se que estas tratando de cortejarme, no te voy dar lo que buscas"
"Y que busco exactamente?" Gakuho le pregunto con una sonrisa tranquila, sonrisa que sabía que tenía efecto en el beta.
"Eso no lo se pero no te voy dar lo que busques" Karasuma le respondió moviendo ligeramente su cabeza, tratando de recordar que Asano es un alfa y esta un poco loco.
"Recuerdas a mi hijo, Gakushuu un joven omega?"
Karasuma asintió recordando al chico que había mostrado grandes habilidades de karate en el competencia del año pasado.
"El se quejo qué su ahora novio decía esas palabras que me dijiste, Akabane es el novio de mi hijo omega" Gakuho le dio otro mordisco a su Pay sin despegar su mirada de los ojos oscuros.
"Como puedes ver, en mi familia no vemos con malos ojos que omega o alfa salgan con un beta"
***
Karasuma esta entrando en la boca del lobo, bueno tal vez se está besando con el lobo.
Los labios de Gakuho tenían un ligero sabor a menta, el alfa le comentó que ese era su aroma.
Esta muy seguro que las feromonas qué emite Gakuho no lo pueden afectar, eso no podía explicar como hacía que su estómago se sintiera raro y sus mejillas se sonrojan ligeramente.
El descarado se rio en su cara diciendo que era el encanto Asano, si el encanto como no.
"Eres un beta, no le puedes echar la culpa a mis feromonas ni nada que tenga que ver con cosas Alfas que no te afectan"
"Técnicas de manipulación?"
"Eres demasiado inteligente para caer fácilmente en eso" Gakuho sonrió al notar como la punta de las orejas se había colorado de un rosa.
"Soy un beta no un omega, no me gusta estar abajo"
"Ya me hacia una idea, no me importa tomar el rol de abajo, encontraré la manera de tener el control" Lo último lo susurro aunque su sonrisa lo del ataba.
"No tengo útero así que tienes toda la libertad del mundo y mi hijo no regresará a casa hoy, se está quedando en casa de Akabane"
Ser un beta tiene su ventajas, no poder verse afectado por las feromonas ni ninguna cosa de Alfas qué tenga Gakuho es beneficio, le encanta la idea de colocar al hombre en su lugar.
Chapter 15: Día 15: Libre pero raro
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Gakuho estaba recostado en su cama sobandose la frente mientras luchaba contra los repentinos cólicos que lo atacaban sin piedad alguna.
Ya lleva varias semanas luchando con los cólicos que aparecieron de la nada, su esposo menciona que su aroma estaba sufriendo cambios que no podía explicar con palabras.
Además su abdomen se había puesto duro, fue al médico y solo le dieron unas pastillas qué no ayudaban mucho, al contrario emporaron su dolor.
"Si la siguiente semana sigues con dolores volveremos al hospital" El Alfa le dijo trayendole una taza de manzanilla y su cojín térmico.
"Gracias Tadaomi" Se recostó para poder tomar su manzanilla y colocarse su cojín térmico qué ayudaba a disminuir el dolor.
Gakuho dejó caer su cabeza en el hombro de su esposo, por mucho que le duela admitirlo se siente débil, físicamente débil.
Necesitaba oler las feromonas de su esposo para recuperar algo de sus fuerza perdidas, por alguna razón su cuerpo exigía más comida y recibir el aroma de su marido.
"Mi aroma sigue raro?"
"Sigue cambiando, no puedo decifrar qué es pero no parece letal" Karasuma le explico oliendo las feromonas de su omega.
El refrescante aroma de menta habia sido reemplazo por una fragancia nueva, era un olor desconocido que no podía describir, era como si no oliera a nada pero a la vez debía de oler algo.
Su nariz estaba demasiada confundida, algo pasaba en el cuerpo de Gakuho.
Cuando el dolor paso lo primero que hizo el omega fue irse a preparar un pan con mermelada y atún.
"Critica mi comida y la cena de esta noche será esto" Gakuho le advirtió a su esposo que estaba listo para hablar sobre sus nuevos gustos.
"Yo... Sabe bien?" Karasuma le pregunto tratando de comprender la rara combinación de alimentos.
Gakuho le dio otro mordisco a su comida ignorando la pregunta por el bien de la cena.
Los siguientes meses los cólicos atacaron de manera aleatoria, su olor seguía cambiando constantemente y su abdomen se había puesto más duro.
Entonces un día todas las dolencias se juntaron, se encerró en el baño creyendo que era un ataque de diarrea o estreñimiento por el dolor que sentía al pujar.
Sus entrañas se estaban resgarrando mientras pujaba, el dolor era tan intenso que podía sentir como lágrimas se juntaban en la comisura de sus ojos.
No va llorar, no va llorar por una cosa tan insignificante, no lo ha hacer!
"Gakuho? Todo está bien?" Karasuma le pregunto del otro lado de la puerta al oír los quejidos de dolor.
Se aparto de un salto por el grito.
"No lo estoy!"
"Voy preparate algo de manzanilla"
"Hazlo!"
Sabe que esa agua hace sentir mejor a su esposo cuando tenía esos ataques de cólicos, aunque este sonaba mucho peor.
Gakuho siguió luchando con el dolor por media hora más, se mordió el labio para no gritar cuando paso por el mayor dolor de toda su vida, las lágrimas salieron contra su voluntad mientras oía el ruido de algo cayendo.
Se tomó unos segundos para minutos para calmarse antes de volver a sentir el dolor, su trasero dolía como el infierno.
Sangre? Eso explicaba porque le había dolido tanto, demasiada sangre.
Se subió los pantalones después de limpiarse adecuadamente, le echo un ojo a lo que había causado su dolor antes de tirar de la palanca.
"Umh?" Parpadeo al ver algo muy diferente.
Entre la marea de su propia sangre en el medio había un huevo, un huevo de gran tamaño....
Entonces ese dolor....
Mientras tanto Karasuma había terminado de preparar la manzanilla cuando escucho como su esposo lo llamaba.
La puerta del baño estaba abierta dándole el pase libre al interior, donde su esposo tenía una cara de calma aunque su aroma decía todo lo contrario.
"Gakuho?"
"Tadaomi puse un huevo"
"Qué?"
"Puse un huevo"
El alfa se acercó para ver lo que veía su esposo, sus ojos se abrieron al ver la sangre y el huevo de gran tamaño.
***
Fueron al hospital con el huevo ("Tadaomi no vamos a ir al veterinario, esa cosa salió de mi") donde explicaron la situación.
La omega ginecóloga le entrego un folleto alfa mientras enviaba a Gakuho a que lo revisaran para asegurarse de no tener daños internos, la doctora junto a su asistenta se llevaron el huevo para limpiarlo manera correcta.
Al parecer algunos omegas en vez de tener un embarazo común ponían huevos, no se podía saber de esa característica hasta que el huevo ya hubiera sido expulsado.
En una semana el huevo debía de eclosionar, en una semana serían padres, en una semana serían padres....
"Tenemos muchas compras qué hacer y esos analgésicos aún no hacen efecto" Gakuho se quejo mientras regresaba a casa, su ropa envolvía el huevo para darle calor.
"Gakuho vamos a ser padres" Karasuma no quitaba la vista del camino, debía de ir con cuidado.
"Técnicamente ya lo somos, aunque no sabemos si es niña o niño" El omega acarició el huevo qué dio ligeros movimientos.
"Seremos padres"
"Lo se Tadaomi" El omega sonrió al oler las feromonas de felicidad, no podía ver la sonrisa tiernamente aterradora pero sabe que lo está.
"Gakushuu o Gakumi también esta emocionada"
"Tan rápido le pusiste nombre?"
"Gakushuu si es niño y Gakumi si es niña"
"No podemos pensarlo con más calma en casa"
Gakuho abrazo el huevo como si su vida dependiera de ello cuando realizo un movimiento violento, sus ojos se abrieron con sorpresa, ni siquiera a nacido y ya muestra la sobre fuerza de su esposo.
"Eso es un no de nuestro huevo, Tadaomi no vamos a comer huevos por un buen tiempo"
"No tengo apetito de uno cuando se que mi hijo va salir de uno"
Al estar cerca de fin de año le habían dado vacaciones a Tadaomi, tiempo suficiente para armar de manera rápida una habitación para el bebé que llegaría, pintaron de un color amarillo la habitación y compraron ropa de color neutro.
El huevo estaba rodeado de sus prendas de ropa que contenían sus aromas de menta y medicina con romero, la doctora recomendo hacer eso para que se fuera familiazando con ellos y no perdiera calor.
Gakuho no se despegaba del huevo, le leía cuentos lo suficiente educativos qué pudiera entender, ("Gakuho ni siquiera a nacido" "Yo lo puse, yo le leo cuentos") se aseguraba qué ningún accidente pasará.
Karasuma hacia lo mismo hablándole en voz baja y contándole una que otra historia, se aseguraba que no perdiera el calor.
El 1 de enero el huevo se rompió, Gakuho estaba leyéndolo un nuevo cuento cuando pudo ver como unas grietas empezaban aparecer del huevo qué descansaba en su cama, llamo de inmediato a su esposo que se apresuró en aparecer.
El cascarón se fue rompiendo mostrando una manito regordeta antes de romperse por completo, en su interior estaba un bebé con mirada molesta y ojos llorosos por haber roto su hogar.
El bebé empezó a llorar cuando el frío lo golpeó, Gakuho se apresuró en cargarlo para darle de su calor.
Tadaomi le coloco una suave sabana que guardaría el calor.
"Entonces eres un niño, bienvenido a casa Gakushuu"
El omega le sonrió a su alfa qué miraba encantado a su bebé que dejaba de sollozar.
"Bienvenido a casa Gakushuu" Tadaomi susurro con una sonrisa cuando la pequeña mano atrapó su dedo.
Gakuho sonrió en silencio no mencionando la lagrima que recorrió el rostro de su esposo.
****
Gakuho extrañaba el tiempo que su hijo era un lindo bebé que solo dormía y balbuceaba, como avanza el tiempo.
Ahora su dulce cachorro ya no es uno, es un adulto casado (con Akabane Karma) que venía a contarles los repentinos cólicos qué estaba teniendo de manera repentina en momentos aleatorios durante esos meses.
Tadaomi y el se miraron al escuchar las dolencias de su hijo, su esposo lo miraba esperando que hablara.
"Gakushuu, vas poner un huevo" Fue director al grano.
"Qué?"
"Gakuho, se más claro por favor"
"Tadaomi lo va entender"
"Papá, otou-san?" Gakushuu miro a sus padres sin entender que pasaba, no le gusta ese sentimiento.
"Gakushuu, tú sabes como nacen los bebés?" Tadaomi le dijo lamentandose por no haberle dicho sobre eso antes.
"Otou-san estoy casado, se como se hace un bebé y por donde va salir"
"Lo que tu padre te trata de decir es que tú, saliste de un huevo que yo puse"
Gakushuu parpadeo esperando a que le dijera que era una broma, iba ser una larga explicación.
Unas horas después Karma llego a su hogar para recoger a su marido, marido que se encontraba recostado en la mesa con una mirada perpleja.
"Que le hicieron a mi esposo? Shuu, oye Shuu"
"Felicidades Karma, serás padre, nosotros abuelos y tu esposo pondrá un huevo"
"Que?"
Tadaomi miro con reproche a su esposo que parecía estar divirtiéndose con toda la situación.
Notes:
El chiste de este día era hacerlo muy raro, no me culpen.
Chapter 16: Día 16. Aroma artificial
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Gakuho es un omega, los Omegas en su tiempo fueron muy discriminados, con pocas oportunidades y siendo encasillados en ser amos de casa que cuidarian de los niños.
Fueron tiempos difíciles donde se vio en la obligación de usar un perfume especial que cubriría su casta, pretendió ser un alfa para no verse obligado a ser un simple amo de casa. (Que de ser uno seria el mejor)
Falsifico sus documentos para poder estudiar en Harvard, no sería el primer omega que lo hiciera, había omegas que usaban su misma técnica para poder estar ahí, un secreto que nadie dice.
Se caso con una beta que supo de su secreto, ella le dio su apoyo en sus acciones y le daba aliento para seguir adelante, fue ella quien llevó en su vientre a su único hijo, dio su vida para que Gakushuu pudiera vivir.
Fueron tiempos difíciles donde tuvo que dejar de pretender ser alfa para criar a su hijo recién nacido, volver a dejar salir su aroma a menta.
Los años avanzan y las generaciones cambian, los derechos omegas se están haciendo respetar y las puertas a sus oportunidades se iban abriendo lentamente.
Pero aún debe de mantener oculta su casta del mundo, su aroma natural a menta permanece oculta y en cambio el aroma artificial de perejil es su aroma predominante.
Su aroma debería de ser más débil ahora que esta ligado, jamás uso su útero.
Ser director de una de las mejores escuelas del país significa que debes de ser alfa, si los padres supieran que es un omega quien está a cargo sacarían a sus hijos, los pensamientos misogenos siguen por ahí.
Sin duda la cosa más interesante que le ha pasado en esos años es ver a un pulpo gigante de color amarillo con cara sonriente que quería ser profesor de su peor salón mientras que el agente del gobierno (un alfa) se mantia profesional pero podía oler claramente su enfado por el extraterrestre?
Será interesante ver como se desarrollan las cosas.
****
Karasuma es un alfa muy interesante, su aroma es único, no había conocido a nadie que tuviera dos olores combinados, medicina con romero.
Su omega interno bailaba al olerlo, quiero matar esos sentimientos internos que tiene por un empleado, legalmente es el jefe de Karasuma en el sentido académico.
El Alfa estaba en su oficina junto a su compañera omega, la chica también fijo su mirada en el Alfa por lo que ve.
Cuando confirmaron que no haría trampa en estos exámenes (como si necesitará de hacer trampas) se fueron de su oficina dejando atrás un leve rastro de sus feromonas.
Las feromonas controladas del alfa lo están enloqueciendo de una manera que solo su fallecida esposa lo hacía.
Mientras tanto afuera, Irina miraba de reojo a su compañero que movía mucho la nariz.
"Que te molesta?"
"El aroma del director irritó mi nariz"
"Debe de ser una reacción alérgica por el aroma artificial, suele pasar con algunos Alfas"
"Qué?" Karasuma había oído de ellos pero era la primera vez que uno lo irritaba.
"Perfumes de aromas, son feromonas artificiales qué te hacen pasar por la casta que quieras, a veces logra irritar a la casta qué pretendes"
Karasuma agradece no tener que pasar tanto tiempo en presencia del director, ahora sabe que puede ser un omega o beta, porque alfa no es.
Aunque no sería tan alocado, los Omegas habían sido clasificados únicamente como amos de casa y hace poco han empezado a darle más derechos como todas las demás castas.
Una pregunta se instaló en ese momento en su cabeza, cual seria el verdadero aroma del director?
Qué aroma se ocultaba detrás de las sonrisas burlonas con aires de superioridad y orgullo, que aroma tenía aquel maniático del control.
De las pocas veces que se acercó al director Asano su nariz se irritaba por el olor a perejil, era como si su alfa interno rechazara aquel aroma falso y gritara por liberar sus feromonas para sacar a la luz la verdadera fragancia.
Su autocontrol se mantuvo en pie en esas situaciones, siempre lo hizo hasta que lo olio por primera vez.
Detras de todas esas capaz de aroma artificial el aroma original salió en los casi últimos momentos del director antes de ser salvado por Korosensei.
Una suave fragancia a menta fresca logro golear su nariz mientras Korosensei hablaba con el director, la suave fragancia natural hizo cosquillear su nariz pintando de un suave rosa las puntas de sus orejas.
Asano paso a su lado cuando se retiraba dejando salir sin querer más de sus feromonas naturales, Irina golpeó su hombro con sus dedos para devolverlo a la realidad.
"Creía que te irritaba su aroma" Ella le susurro, fue el único que pudo olerlo?
***
Gakuho agradece que durante el ataque de prensa de hace unas semanas su verdadera casta no saliera a la luz, le pudieron haber quitado el título y duda que el estado se lo pudiera devolver, como si quisieran darle algo después de haberles quitados un dinerar.
"No voy devolver el dinero"
"No estoy aquí por eso" Karasuma le dijo sentado enfrete suyo.
"Solo quería asegurarme que estés bien, la prensa sigue acosando a los chicos y Karma menciono que tu hijo se quejo de los periodistas que lo seguían a todas partes"
"No pueden tener una cita tranquila con todo el escandalo aún vivo, solo algunos periodistas han tratado de seguirme y buscar cualquier cosa para seguir satanizandome" Gakuho le respondio con tranquilidad.
"El único que se divierte es el perro que tiene nueva presas para atacar"
"Tienes un perro?"
Gakuho evitó reírse al ver como la expresión neutral desapareció y su ánimo subió de repente.
"Es de mi hijo, Yuki es un Shiba Inu muy leal qué no duda en atacar cuando ve amenazas" Como acto de bondad llamo al perro que apareció de inmediato.
Yuki lo miro esperando que le de una orden de atacar, la sonrisa de Karasuma es... Peculiar.
Lo negó con la cabeza y Yuki dejó que le den caricias en la barriga, las feromonas de felicidad que emitía Karasuma empezaron a invadir su sala.
Movió su cabeza para no sentir cosas de omegas ante el embriagador aroma.
Karasuma se quedo por una hora más jugando con el perro que se terminó durmiendo.
"Sucede algo?" Gakuho le pregunto al ver el movimiento de nariz.
"Tú aroma falso me irrita"
"Disculpa?"
"Tu aroma, se que es falso e irrita mi nariz" El alfa le confesó en la salida de su casa.
Gakuho estaba listo para atacar con sus palabras.
"Me gusta la menta" Tras decir eso Karasuma se fue de manera apresurada.
Parpadeo al oírlo, entonces lo había olido, que interesante.
La siguiente vez que se encontró con Karasuma intercambiaron información.
"Me siento halago por haber sido invitado a esta cita"
"No es una cita, es una salida de... Colegas"
Gakuho le daría la razón por esta vez, por hoy no había usado su perfume de aromas, no quería irritar la nariz del alfa.
"Te gusta le menta?" Aunque si se podía burlar de él.
Karasuma se sobo el puente de la nariz, claro que recordaba eso, la cita salió muy bien.
Tal vez deje de su perfume si podía seguir saliendo con ese alfa de sonrisa peculiar.
Chapter 17: Día 17: Nudo
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Gakuho no va admitir que tiene problemas maritales cuando claramente si los tiene pero se niega aceptarlo por orgullo.
Las pocas personas que conocen sobre su matrimonio con Tadaomi se sorprende que aún no se hayan divorciado con tantos años conviviendo con sus problemas, como si tuvieran que meter sus narices donde nadie los llama.
Tal vez si metió la pata en grande, muy en grande pero su esposo también tiene la culpa... Solo un poco pero también la tiene... Si la tiene...
Tadaomi se sumergio más en el trabajo después de que Gakushuu cumpliera 5 años, no va admitir que le dolió no tener de cerca a su esposo.
Fue un golpe muy duro que Korosensei eligiera su escuela para enseñar trayendo de regreso sin querer a su esposo, fue duro volver a convivir diariamente con su marido y darse cuenta de lo jodido que estaba su relación, como se iba rompiendo a un camino sin reparo.
Pero aún había salvación, le gusta pensar eso después de que su esposo dejo que vendera sus heridas que se hizo peleando con un tal Shinigami, sus feromonas olían en ese momentos a paz y tranquilidad antes sus cuidados.
Cuando abrió el cuaderno con la granada había aceptado su destino, Gakushuu tenía a Tadaomi para que terminara su crianza, Tadaomi podría encontrar alguien mejor, sus últimos pensamientos fueron sobre sus alumnos y en los últimos segundos recordó la imagen de Tadaomi con una sonrisa mientras el bebé Gakushuu camina hacia el, por unos segundos se arrepintió de haber decidió morir.
Korosensei lo salvó de su propio intento de suicidó, podía oler la preocupación de su esposo que intentaba mantenerse profesional después de verlo casi perder la vida.
"Eres un grandisimo idiota" Karasuma dejo salir esas palabras viendo a su omega.
"Karasuma no le digas eso!!"
"Esta bien Korosensei, me le tengo merecido por todo lo que hice hoy"
"Y por todo el año" Uno de los chicos del 3-E dijo desde afuera pero lo ignoro.
"Insultame todos lo que quieras, me lo tengo merecido" Gakuho miro a su esposo con una sonrisa triste antes de oler las feromonas de medicina con romero que dejaban ver la calma y tranquilidad.
Gakuho parpadeo cuando le dio un suave abrazo, habían pasado años desde que le daba uno, no podía recordar cuando fue la última vez.
"Eres un dolor de cabeza Gakuho, vamos hablar seriamente en casa" Karasuma le dijo liberando de su abrazo.
"Te estaré esperando Tadaomi, te veré después" Le dio un beso en la mejilla para retirarse, un minuto más y su corazón salía de su caja torácica.
Los dos dejaron su profesionalismo y fueron dulces por unos momentos, olvidando al audiencia, Karasuma lidio con la ola llamada 3-E y el pulpo amarillo junto a Irina qué tenían una mirada perpleja.
La cena de esa noche fue bien, lo único extraño era la mirada de su hijo que miraba a sus padres, sabe que se perdió de algo pero dejaría el tema para después.
"Este fin de semana tendré una piyamada con los virtuosos" Gakushuu dijo mientras sus dedos tocaban el vendaje de su cara, su padre no podía rechazar la oferta.
"No todos eran Alfas?" Tadaomi le pregunto, un omega con cuatro Alfas en una piyamada.
"Crees que haría una orgía? Otou-san me lastimas"
"Tadaomi, Ren conoce a Gakushuu desde que son cachorros, no le hará nada malo, si los otros virtuosos intentan hacerle algo tiene a su mejor amigo como ayuda y nuestro hijo es capaz de defenderse por si solo"
"Tengo lecciones de karate y tome unos cursos militares, disfruten de este fin de semana con la casa sola"
Esas palabras tenían un mensaje oculto demasiado obvio, Gakushuu estaba escapando para no tener que escuchar como se rencociliaban y arreglaban sus problemas, chico listo, esta orgulloso de él.
***
En algún punto su conversación calmada se transformó en una intensa y violenta lucha por el dominio de un beso salvaje, la ropa voló en algún punto.
Las feromonas de Tadaomi eran tan interesantes que habían reactivado su celo, sus aromas se combinaban mientras luchaba en la cama por el dominio.
El lucha por recuperar el control, su esposo es un alfa, uno de los más fuertes y violentos que podían doblegarlo con unos simples movimientos mientras su aroma a medicina con romero lo embriagaba.
Su cabeza estaba pegadas a las almohadas con sus manos encima de su cabeza siendo sujetadas con brusquedad mientras atrás suyo Tadaomi entraba y salía de su interior en una velocidad monstruo, trataba de no gemir pero le era imposible con sus manos atrapadas y con todo su cuerpo gritando de placer.
Un fuerte grito escapó de su garganta cuando volvió a morder su marca, no dejo de morder su piel mientras lo embestia, las descargas de afrodisíaco recorriendo su cuerpo.
Aprovecho la oportunidad que le dio cuando dejó de morderlo y libero para cambiar a otra posición, Tadaomi cayó al colchón mientras el subía encima suyo con una sonrisa.
"Me toca" El omega dijo empezando a mover sus caderas de manera casi desesperada, las manos de su esposo sujetaban sus nalga apretandolas.
Desde esa posición podía ver las expresiones de Tadaomi, había olvidado lo placentero que era el sexo salvaje.
Dejar que su alfa fuera tan salvaje como quisiera, su espalda choco contra la pared mientras sus brazos y piernas se aferraban al cuerpo de su esposo que no paraba de embestiarlo dejando salir toda esa violencia que dejaba moretones en su piel.
Tadaomi lo hacía ver estrellas con cada embestida que le daba, volvió a ser tirado a la cama, su sonrisa no desapareció de su rostro viendo esos oscuros de manera desafiante cuando lo atrajo a un beso suave.
Eso hizo derretir su interior qué se preparaba para el gran final, rompió el beso dejando escapar un grito, sus pechos se mancharon de blanco.
El nudo se expandió en su interior y todo se volvía a llenar, su grito se convirtió en un sollozo a medida que el semen llenaba su interior, el nudo quedo atorado en su cuerpo.
Tadaomi dejo de moverse cuando el nudo se infló, sus ojos oscuros observaron los violetas sin brillo que se calmaban.
Gakuho soltó un quejido cuando su alfa trató de salir de su interior, lo miró molesto antes de alza una ceja.
"Había olvidado cuanto demoraba en bajar" Tadaomi le menciono evitando verlo por la vergüenza de ese desliz, ahí esta su esposo despistado.
Hace mucho tiempo que no lo anuda, no lo culpa.
"Dos horas querido, y por si lo olvidaste también, me ligue después de tener a Gakushuu, no debemos de preocuparnos por bebés"
Tadaomi asintió antes de moverse para que estén en una posición más cómoda, Gakuho término recostado sobre su pecho escuchando los latidos de su corazón.
El silencio reino entre ellos, un silencio cómodo, los labios del omega empezaron a temblar y el Alfa pudo oler el sentimiento de culpa.
"Gakuho, solo hazlo"
"Pero no quiero hacerlo... No quiero"
"Sacalo, puedes hacerlo"
"Odio que me conozcas tan bien" Gakuho murmuró recostadose sobre el pecho de su esposo donde salir sus lágrimas.
Se quedaron abrazados, susurrandose palabras mientras el nudo se deshacia, siguieron pegados incluso después de eso, hablando entre ellos, como debieron de hacerlo hace mucho.
Chapter 18: Día 18: Sin olfato
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Gakuho estaba terminando de revisar unos papeles para comprar un terreno en una montaña donde se construirá su pequeña escuela, empezará desde abajo e ira escalando.
El pitido de su teléfono comenzó a sonar, un número desconocido, alzó una ceja antes de contestar.
"Usted es Asano Gakuho?"
"Si lo soy, que necesita"
"Su esposo se encuentra en urgencias"
***
Le habían roto la nariz a su esposo, tenía que llevar una venda por los siguientes meses hasta que la fractura se sanará.
Es sorprendete que solo le hayan echo ese daño un grupo de más de 30 Alfas que terminaron en peores condiciones que él.
Todavía llevo vendas por 3 meses, no le desfiguraron la cara pero si había algo más grave.
"Sucede algo?" Gakuho le pregunto al ver el ligero cambio de expresión.
"Estas usando un bloqueador de aromas?"
"No, mis feromonas están bien" Apropósito el omega libero más de su aroma para refrescar el ambiente.
"No puedo olerlas, no puedo sentir tus feromonas"
Su esposo no es bromista pero desearía que si lo fuera, nuevamente Tadaomi fue internado en el hospital.
Su alfa ya no podía oler las feromonas, la rotura interna había roto su sentido del olfato especial, era un milagro que aún pudiera oler las demás cosas.
"Deberías de descansar, hoy puedes comer ese ramen instantáneo qué tanto te encanta"
"Gracias"
Gakuho le dio una sonrisa para poner la tetera, su esposo ya no podía oler las feromonas pero si las podía emitir, detrás de esas expresiones serias hay un aroma de impotencia.
Karasuma se tuvo que acostumbrar a esa parte faltante, ya no podía percibir el aroma de sus compañeros ni el de su esposo.
Ya no podía oler las feromonas de Gakuho, ya no podía oler esa menta, comprender a su esposo jamás fue sencillo y ahora es mucho más complicado.
El aroma de menta lo ayudaba a detectar cuando mentía sobre algo, podía oler las emociones que ocultaba por su orgullo.
Aprendió identificar cuando las sonrisas eran falsas, como esa vez que trato de preparle un pay de manzana, le dijo que estaba bien con una sonrisa cuando claramente su cara se puso verde y lo escucho vomitar minutos después.
Regreso a la realidad, hoy había una fiesta especial que organizaba el gobierno celebrando un año más de un buen cumplimiento, jamás le interesaron esas fiestas a diferencia de su esposo que lo hacía asistir porque se podía traer un invitado.
Era increíble lo rápido que su esposo se podía combinar con el ambiente logrando hablar con gente influyente y de otros países, cuántos idiomas sabe su esposo?
"Cuantos idiomas sabes?"
"Te dejaré que adivines" El omega le respondió con una sonrisa mientras terminaba su copa de vino.
Ahora que esta a su lado podía notar que sus mejillas estaban ligeramente sonrojas, normalmente Gakuho no se emborracha con tan poco vino.
Sus ojos oscuros pudieron ver como algunos Alfas habían empezó a mirar de más a su esposo, esos ojos parecían expresar lujuria....
Mejillas sonrojas, Gakuho se sonroja cuando su celo está comenzando y su aroma de menta se volvía embriagador, podía detectar un día antes por el cambio del flujo de sus feromonas pero su nariz ya no era capaz de detectar.
Sin decirle nada tomo su mano para llevárselo lejos de la multitud, le mintió a su superior beta por su retira muy temprana, su prioridad es regresar a casa.
"Tú celo esta comenzando"
"Se suponía que debía de empezar la siguiente semana" Gakuho murmuró recostandose en el asiento de copiloto, dejo salir con total libertad sus feromonas de menta.
"Habían demasiados Alfas en el lugar, tal vez eso detonó tú celo" El Alfa le respondió mientras conducía de regreso a su hogar.
"Eres tan inteligente"
"Ya comenzaste a delirar, intenta tomar una siesta"
"No quiero, Tadaomi" El omega comenzó a picar su hombro, durante todo el trayecto Karasuma ignoro a su esposo que no dejaba de tocarlo.
Si pudiera oler sus feromonas lo más seguro es que se hubiera detenido en algún lugar donde ningún auto pasará.
"Tadaomi~"
"Gakuho mantén tus manos quietas su no quieres que terminemos chocando"
"No quiero"
Jamás fue fácil liderar con Gakuho y menos ahora que su mano no paraba de acariciar su entre pierna.
***
Con el tiempo le dejo de importar ya no sentir las feromonas, aprendió a vivir con ello y a conocer mejor a su esposo, notar esos sutiles cambios.
Gakuho menciono que su hijo tenía un débil aroma de fresas qué por el momento estaba combinado con su aroma de menta.
"Seguro que estaras bien?"
"Gakuho, es la quinta vez que me lo preguntas, estaremos bien" El Alfa le respondió a su esposo, en sus brazos su hijo de 5 meses trataba de alcanzar su cabello.
"Volveré en dos días, es un viaje rápido" Gakuho le dijo mientras le daba una caricias a la cabeza de su hijo.
"Si tienes algún problema llamame, te deje una lista con todas las cosas que debes de hacer junto a sus horarios de comida y siestas"
"Puedo cuidar de nuestro hijo, estaremos bien"
Gakuho le dio una mirada rápida antes de asentir, confía en su esposo pero a Gakushuu le gusta estar a pegado a él y se irrita con facilidad cuando se da cuenta de su ausencia.
Esa mañana Gakuho partió a su viaje dejándolos solos, las primeras horas fueron fáciles, Gakushuu es un bebé muy tranquilo y puntual, lo miraba molesto si no tenía su comida servida y soltaba balbuceaba molesto si su biberón no estaba a la temperatura adecuada.
El verdadero desafío fue la hora de la siesta, Gakushuu empezó a llorar cuando se dio cuenta de la ausencia de Gakuho, lo mecio, le canto una canción de cuna pero no funcionaba, siguió llorando.
Dio vueltas por su habitación, le dio su peluches favoritos qué le tiro en la cara, nada parecía funcionar.
Lo llevo a su habitación para tomar su teléfono y llamar a su esposo, tal vez oír la voz de Gakuho lo calme.
"Umh?" Gakushuu dejo de llorar cuando entraron a su habitación.
Los llantos pasaron a ser sollozos, sus manitas exigían qué lo dejaran en la cama, comenzó a gatear hasta llegar al centro donde sus sollozos pararon.
Unas dulces risitas se oyeron, Gakushuu se había recostado sobre una de las camisas de Gakuho.
"Oh"
Esa prenda debía de estar cargado con las feromonas de Gakuho, Gakushuu abrazaba la camisa soltando un bostezo, en cuestión de segundos cerró los ojos empezando a dormir.
Soltó un suspiro aliviado, dejo su teléfono de lado y limpio con suavidad las lágrimas, para los cachorros es muy importante estar cerca de las feromonas de su madre.
Cuando Gakushuu despertó con las energías renovadas lo primero que hizo fue mostrarle las prendas de ropa que había usado recientemente Gakuho.
La nariz de su hijo podía identificar cuales tenían más feromonas de menta, esas fueron las cobijas para dormir aquella noche.
Gakuho regreso como dijo en dos días, abrió la puerta en silencio dirigiéndose directamente a la habitación de Gakushuu.
Su hijo debía de estar ahí durmiendo, Gakushuu no está en su cuna.... Se fue directamente a su habitación esperando ver a sus seres amados con vida.
Una ola de feromonas de medicina con romero lo golpeó junto a sus feromonas de menta?
Iba decir algo antes de cerrar su boca, una sonrisa serena se formó en su rostro al ver que había pasado, Tadaomi había armado un nido con sus prendas de ropa que había dejado por las dudas, Gakushuu dormir a su lado tranquilamente al estar rodeada de las feromonas de sus padres.
Tomo una foto de la escena, iría al álbum familiar.
Chapter 19: Día 19: Abstinencia
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Karasuma ha estado viviendo largos años en abstinencia, desde que sus problemas con su esposo empeoraron los supresores fueron su salvación.
Los primeros meses fueron un infierno según sus subordinados, estaba más irritable de lo normal y más cortante, ellos exageraron.
Pudo vivir sin eso antes de conocer a Gakuho, podía vivir sin eso ahora, tal vez no era tan fácil.
Su omega lo había acostumbro a pasar juntos esos periodos, el cuerpo de Gakuho podía aguantar su rudeza cuando llegaba su rut.
Sabe que no es el único que está sufriendo por esa ley silenciosa, Gakuho sabra como ocultar a la perfección sus expresiones pero no puede mentirle todo el tiempo, podía oler ese sutil aroma de irritación como incomodidad.
Los supresores calman y desaparecen los celos pero dejaban atrás una sensación de incomodidad si estabas acostumbrado a pasarlos junto a alguien.
Durante las pocas cenas que tenían los dos se lanzaba mirada desimuladas de molestia e irritación, no se dirigen la palabra.
Su hijo de 7 años que cenaba en su misma mesa no es ignorante, es listo y sabe leer el ambiente.
Gakushuu tomo su plato de comida para irse a comer a otro lado, sea lo que sea que tengas sus padres no quiere que su ensalada lo vea.
Además sus feromonas lo están mareando.
****
Volver a pasar más tiempo en casa es complicado, trato de no pasar tanto tiempo en su hogar y Gakuho parecía tener los mismos planes, solo dormían en la misma habitación sin hablarse.
La barrera que se habían formado entre ellos había crecido demasiado pero era frágil como el cristal, podían romperla fácilmente pero se negaban hacerlo.
Los dos comenzaron hablar más seguido y pudo ver esa chispa que se había apagado volver, aunque no lo parezca su esposo es una persona juguetona que le gusta molestar a los demás.
El director alzó una ceja mirando a su hijo no creyendo lo que dijo.
"Me repites lo que dijiste Asano?"
"Director siempre te poner más irritable de lo normal por estas fechas" Gakushuu le dijo sin temor alguno.
Lamentablemente el director es su problema y ese problema siempre están irritable por esas fechas.
"No digas tonterías"
Olvido mencionar la negación absoluta?
"Te digo esto como tú hijo y no como un alumno, te pones más irritable porque desde que te peleaste con otou-san no han estado juntos en... Lo que hacían ustedes"
Gakuho entendió lo que su hijo trataba de decirle, tal vez si se pone más irritable por culpa de los supresores.
"Entiendo lo que dices pero te digo esto como tú padre, no digas tonterías"
"Tú sabes que sería madre"
"Detalle insignificante"
"Porque es tan difícil liderar con ustedes, ya me puedo ir?" Justamente lo llamo en salida, solo lo quiero torturar.
"No, como estoy irritable según tus palabras, quiero que escribas ahora mismo un informe con tus razones, un mínimo de 10 mil palabras"
"Te dale unas 20 mil palabras con citas médicas incluidas y formas de acabar con el estrés que no me obliguen a usar tapones para los oídos"
"Espero una buena tesis Asano"
"La obtendrás director, al menos otou-san no me obliga hacer informes, solo evita el tema"
Su hijo exagera, no está irritable.
Son solo ideas de su alocada mente de joven omega.
Gakuho miro con aburrimiento como su esposo se inyectaba sus supresores antes que su rut iniciará.
"Sucede algo?" Karasuma le pregunto tratando de ocultar su sonrisa.
El también puede molestar a su esposo cuando quiere, no es tonto y ha visto las señales, Gakuho también se está cansando de su período de abstinencia qué ya duro demasiado.
"No para nada, solo vine a decirte que la cena de hoy es sopa de verduras"
El omega se fue sonriendo, dos pueden jugar ese juego, la abstinencia fue culpa de ambos y tal vez solo un poco más la suya.
Sigue siendo el marido de ese alfa y ver a su esposo sin camisa con las gotas de sudor recorriendo su piel hace que su cuerpo sienta cosas de omega por él nuevamente, como en los primeros días de matrimonio, no le molestaría pasar un celo junto a él nuevamente.
Pero obviamente su orgullo no le permite admitirlo, antes muerto a admitir su derrota.
Se tomó muy literal esa expresión cuando casi se mata con una granada de no ser por Korosensei, aún así no va admitir la derrota.
"No es necesario que me acompañas a casa Tadaomi" El omega comentó ante la repentina compañía.
"No te voy dejar ir solo cuando casi te vuelas en pedazos enfrente mío y de mis estudiantes" El Alfa se quejo caminando a su lado.
"Veo que ya te encariñaste con ellos, eres buen maestro"
"Gakuho, eso no te va salvar de la charla que debemos tener, tenemos que hablar"
El omega no dijo nada pero sus feromonas dejaban en claro que no le gusta esa idea.
"Se que es necesario... Lo siento"
"De que te disculpas?"
"De todo? Tienes razón, hablemos en casa, no quiero tener esta charla en medio de la naturaleza"
"Te encanta la naturaleza, no puedes ocultaro" Karasuma le bromeó con una sonrisa ante el cambio de olor de las feromonas.
Gakuho le habría dado una mirada molesta pero no le daría el gusto, en cambio usaría sus métodos.
"Solo dije eso porque fue lo primero que se me vino a la mente mientras me hacías chocar mi espalda contra un árbol, no pudiste aguantar hasta llegar a casa, tú rut de esa vez profano la inocencia del pobre bosque"
El omega sonrió cuando vio como el rosado pintaba las orejas de su esposo que estaba listo para atacar de no ser porque ya habían llegado al estacionamiento.
****
Karasuma noto la ausencia de su hijo en la cena de ese fin de semana, el olor de sus feromonas había desaparecido y solo estaba el olor de su esposo.
"Donde esta Gakushuu?" El Alfa preguntó al ver la hora, era demasiado tarde.
"No te lo dije? Gakushuu se fue a la casa de Sakakibara, no hay nadie más aquí además de nosotros" El omega le respondió terminando de ordenar los platos.
"Ha pasado tiempo desde que tenemos la casa solo para nosotros, Tadaomi mi celo empieza esta noche"
Gakuho se fue moviendo las caderas de manera provocadora, dejo abierta la puerta de la habitación adentrandose al dormitorio que comparten.
El Alfa lo siguió, cerró la puerta con seguro oliendo el refrescante aroma de menta qué venía de la cama.
Gakuho le sonreía oliendo las feromonas de medicina con romero, su cuerpo cayó en el colchón con sus manos atrapadas por el agarre de su esposo.
Chapter 20: Día 20: Enmascarar casta
Notes:
AU Koro q
Chapter Text
Karasuma es parte de los caballeros reales del reino, hace poco fue admito por las tropas reales, el alfa estaba emocionado por iniciar su trabajo.
Usaba su espada para derrotar a cuantos monstruos sean necesarios, sus compañeros solo soltaban risas nerviosas por el entusiasmo de su compañero.
No todos los trabajos requieren derrotar monstruos o demonios, hay trabajos que requieren que escolte a personas importantes.
Karasuma habia sido selecionado para escoltar a una persona importante.
"Debes de escoltarlo hasta el reino vecino, varios monstruos han corrido el rumor de su presencia y no dudaran en atacar" El capitán de su escolta le dijo mientras explicaba su nueva misión.
Tendria que escoltar a un beta hacia el reino vecino, un viaje de dos semana si no tenian ningún inconveniente.
Solo le dieron una regla, durante el cuarto día tenia prohibido darle comida o abrir la puerta, el beta debia de mantenerse en su carroza a como de lugar y sin importar lo que escuchara no podia liberarlo.
Tenia que mantenerlo así hasta el el septimo día.
***
El beta se ocultaba en una capucha, solo por unos segundos pudo ver sus ojos, violetas opacos y una sonrisa serena.
Era como si sus ojos hubieran brillado en esos segundos, movio con desimulo para no pensar en eso, sientio el famoso brillo de destinados pero eso es imposible, solo alfa y omegas tenian ese lazo, los betas no le tenian.
El beta se adentro en su carroza iniciando el viaje, el manejaba el caballo tratando desaperecer el rubor repentino, solo un monstruo de bajo nivel trato de atacarlos pero fue demasiado facil vencerlo.
En el segundo día tenia que pasarle comida, pudo ver sus manos, piel palida y manos suaves junto a una voz aspera que le decia gracias, el suave olor de la menta hizo saltar a su alfa interno.
"No hay de que" Regreso a su lugar logrando escuchar su suave risa, ese beta lo esta molestando.
Pocos monstruos trataron de atacar la carroza pero esos monstruos actuaban raro, se volvian locos, sin cerebro, como si hubieran olido a un omega en celo.
"Los monstruos de esta zona son peculiares" El beta le menciono desde el interior.
"Haz pasado antes por aquí?"
"Un par de veces, entenderas todo al final Karasuma" El beta regreso a su silencio despues de esa pequeña charla.
El olor de menta se hizo más fuerte, casi embriagador, trato de no pensar en eso y centrarse en el camino, el tercer día fue como el anterior.
El cuarto día llego, ese día la carroza se mantuvo demasiado silenciosa, sus sentidos se agudizaron cuando escucharon el ruido de los arboles moviendose, detuvo la carroza tomando su espada para luchar ante las amenazas.
En ese momento de la carroza se empezaron oir quejidos junto a unos arañazos.
"Porque hay tantos?!"
Cerro la boca cuando más monstruos de bajo nivel aparecieron, puso una sonrisa (Que parecio espantarlo) y blandio su espada para acabar con todos en unos pocos minutos, sumo puntos por acabar con tantos monstruos de bajo nivel.
Cuando acabo todo el combate, la carroza estaba demasiado silenciosa, no pudieron haberle hecho daño, no?
"Oye, estas ahí?" Se detuvo cuando casi quita los seguros que le habia puesto, recordo la unica regla que le dieron.
Sin importar que escuchara o si no hubiera ruido, no podia abrir la puerta.
"Si, solo estaba durmiendo" El beta le hablo en voz baja, habia algo diferente en su tono de voz pero no podia saber que era.
Las cortinas tan oscuras no le dejaban ver si habia algo anormal dentro, suspiro para seguir con su camino a un paso más veloz.
La noche de ese día pudo escuchar más quejidos, volvio a tomar su espada cuando su sentido del olfato capto el olor de monstruos de un nivel más alto.
El quinto día se sentia algo enfermo, sus mejillas estaban sonrojas y se sentia mareado, su se habia adelantado rut habia iniciado, se golpeo su hombro para mantener la consciencia y no dejar que su instinto lo dominara.
Deberian de fabricar algún medicamento que corte o al menos calme esas temporadas, es uno de los pocos alfa que puede manterse conscientes en ese día.
"Puedes dejarme salir?" La voz del beta le pregunto.
"No, es peligroso" Le respondio tratando de centrarse en su camino, es dificil cuando el oler de menta te trata de engatuzar.
"No quieres saber quien soy? Podria mostrartelo" La aspera voz sonaba risueña al preguntar eso, ese beta esta loco.
"Vuelve a dormir" Agradece que sus feromonas de romero sean lo suficientemente fuertes para espantar a los monstruos.
"Grosero"
Ignoro todas las insinuaciones que le hizo hasta la noche, le gustaba más cuando el beta era silencioso, esas provocaciones siguieron hasta el día siguiente.
En el septimo día el silencio regreso y su rut acabo, sus sentidos estaban en guardia ante la sensación de peligro, salto de su lugar y el caballo lo siguio cuando una onda de energía golpeo la carroza.
"No!"
Un rey demonio habia aparecido, tomo su espada con furio mirando a su oponente, no podia oler la sangre aunque la carroza ya no estuviera en sus mejores condiciones.
Un rayo de energía salio disparado de su lado, el rey demonio habia perdido la cabeza de un solo espadazo, Karasuma se percato que la carroza estaba destrozada pero no habia sangre.
"Me gustaba viajar ahí, que malo" El beta ya se habia quitado su capucha dejando ver su cabello rubio fresa.
"Tú eres!"
Asano Gakuho, una promesa para el reino, se destacaba por aprender con facilidad y saber manejar las relaciones politicas evitando guerras, habia vencido a muchos reyes demonios y es considerado un heroe de la nación.
Se esperaba que a futuro se conviertiera en un pontífice y tal vez más, una persona capaz de defenderse, esa persona era la que habia viajado todo ese tiempo en la carroza?
Su nariz pudo oler las feromonas de menta, el olor de omega emanaba de Asano quien pateo la cabeza lejos murmurando algo sobre haber destrozado su como nido.
"Espera, eres un omega"
"Veo que eres listo" El omega se burlo limpiandose el polvo.
"Lamentablemente si lo soy pero sabes como es la jerarquia, si quiero ser tomado enserio tengo que ocultar mi casta"
Los omegas jamás ocupan puestos importantes, en parte entiende el razonamiento.
Asano le explico que el rey junto a su capitan son los unicos que saben su secreto, al estar su celo cerca de una reunión con un importante reino no podian perder tiempo, por eso el fue el unico selecionado para llevarlo seguro a su destino.
"Si mi celo no hubiera estado cerca abria ido solo, es tan fuerte que es capaz de poner locos a los betas, oí los rumores sobre ti, eres impresionante Karasuma"
"Gracias" Es lo unico que le dijo sin dejar de mirar al frente, Asano esta sentado atras suyo tarareando alguna melodía.
Evito pensar en el brillo de los destinados, solo quiere acabar de una vez con esa misión y regresar a casa.
Al tener que viajar solo en caballo se tuvieron que detener en un pueblo hacer algunas compras de suministros, Asano se volvio ocultar tras su capucha, fueron los más discretos posibles.
"Veo que tienes un omega muy lindo, cuidaro bien"
A la unica que no pudieron engañar fue a la señora que los atendio, la anciano menciono poder oler sus oleres impregnados.
"Lo siento por eso"
"No importa, aunque deberiamos de deternos un día antes para que tomemos un baño y no revelar mi fachada de beta"
El resto del viaje fue normal hasta ese día, estaba de espaldas evitando mirar al estanque donde el omega se bañaba, el olor de menta lo trataba de engatuzar nuevamente.
"Karasuma?"
"Que pasa, avisame!" Se cubrio los ojos cuando logro ver la mitad superior de su cuerpo desnudo.
"Pareces un cachorro" El omega se burlo saliendo del agua para tomar su toalla.
"Es tú turno, no demores"
Karasuma se volvio a tapar los ojos cuando vio la pierna estirada detras de esa roca, esta empezando a pensar que Asano lo esta seduciendo.
****
El reino ya era visible, su misión pronto acabaria.
"Karasuma, muchas gracias por el viaje, te buscare pronto" Asano le susurro detras suyo.
"A que te refieres?"
"Se que somos destinados, solo me divertia provocandote"
"Eres un-"
Asano beso su mejilla antes que ingresaran al pueblo, se mantuvo profesional con tanto publico.
Volvio a ver al famoso "Beta" unos meses despues, sonriendole mientras hacia algun truco con su magia.
Chapter 21: Día 21: Destinados
Chapter Text
Karasuma sabe que su esposo no es su destinado, ellos dos no son destinados, no son almas gemelas ni nada de esas historias que le contaban sus padres y que a su hermana le encantaba oir.
No es común poder encontrar a tú destinado, la gente se adapta y vive con sus parejas selecionadas por ellos mismo, es muy estupido que un hombre casado con hijos deje toda su vida atras por formar una nueva con su destinado, es muy estupido que el otro destinado que tambien tiene su vida formada deje todo atrás por esa nueva vida cuando son completos desconocidos.
Su difunta hermana le gritaba que no fuera un aguafiesta y que deje de criticar las novelas que ponen en el hospital.
No ser destinados no es el fin del mundo.
"Tú rut esta cerca?" Gakuho le pregunto al notar como su esposo lo abrazaba por detrás soltando sus feromonas de medicina con romero.
"No, otro compañero mio encontro a su destinado"
"Oh es eso, ya te dije que no dejaria mi vida por ir tras tú compañero" Gakuho le dijo acariciando su cabeza.
En una de las visitas de Gakuho para ir a traer un almuerzo especial se cruzo con Takaoka y presencio el momento en que el brillo de los destinado ocurrio, Gakuho ignoro al alfa para ir por su marido.
Takaoka trato de acercarse a ellos pero Gakuho le cerro la puerta en la cara.
"Ni creas que dejaria mi vida contigo para ir con esea alfa Tadaomi" El omega le recargo mientras sacaba los utencilios para que tuvieran un agradable almuerzo.
"Solo te amo a ti, ya eres mio" Gakuho se burlo de él dandole un beso sorpresa, ese omega sabe como animarlo.
Pero Takaoka no entiende el significado del rechazo, la siguiente vez que Gakuho vino a verlo se tardo un poco más de lo normal, pudo ver a su esposo sobandose la muñeca que estaba hinchada.
"Como te hiciste eso?" Karasuma le pregunto mientras lo llevaba a la enfermeria para que lo revisaran.
"Contratiempos querido, algunas personas no entiende el significado del no quiero nada contigo ya tengo marido"
"Takaoka"
"El mismo, cuando lleguemos a casa por favor follame duro, trato de inducir mi celo antes que le metiera un puñetazo y lo pateara"
La cara de Karasuma paso de sonrojo a enojo y luego a orgullo antes de fruncir el ceño.
Takaoka no sabe que es un no, no lo ha dejado de molestar haciendole preguntas sobre su esposo, tiene suerte que sea tan profesional porque estaba pidiendo a gritos que lo golpeara.
Durante una de sus practicas le pudo dar es golpiza sin recibir regaño alguno, ese día fue sastifactorio.
La suave presión en sus labios lo regreso a la realidad.
"Tadaomi no te voy dejar y menos ahora que estamos enlazados" El omega palmeo su marca ya cicatrizada despues de casi perder la yugular.
Los dedos del alfa trazaron esa marca, la marca de unión de parejas luchaba contra el lazo de destinados de Gakuho, es su esposo, su omega y su compañero.
"Tambien hay otro motivo para no dejarte"
Era uno de los pocos momentos donde Gakuho se sonrojaba, su sonrisa dejaba ver sus intensiones, sin decir nada tomo sus manos para llevarlos a su abdomen.
"Soy lo suficientemente entendible para ese denso cerebro tuyo?"
Los ojos oscuros se abrieron al entender el mensaje, Gakuho solto una risa ante esa sonrisa peculiar que le encantaba.
***
Su relación con Gakuho se tenso esa ultima decada, los dos han vuelto a convivir a diario por la misión de eliminación de Korosensei que tomo justamente uno de los salones en la escuela de su esposo.
"Este sigue siendo tú hogar Tadaomi, no es necesrio que te vayas a un hotel" Gakuho le dijo la primera semana cuando le comento de esa posibilidad.
No menciono como los dedos palidos acariciaban la marca cicatrizada, los dos volvieron a dormir juntos esa noche, impidio que se fuera a correr a las tres de la mañana como si fuera un loco.
"Okasan siempre hace eso papá" Un Gakushuu aún algo adormilado comento, el omega solto un bostezo sirviendo su desayuno.
"No es necesario que te despiertes tan temprano Gakushuu, tienes ojeras"
"Como ustedes dos, donde esta mi cereal"
"Tú okasan no te va permitir que comas esto" Gakuho le dijo sonriendolo, a su esposo no le gustan que le digan mamá.
Gakushuu solto un quejido permitiendose ser un adolescente normal al menos durante el desayuno, termino su desayuno sonriendo.
Le notificaron que una nueva asesina vendria para eliminar al pulpo, una asesina de miel, una omega por la información que le dieron, la primera vez que cruzaron mirados sucedio.
Irina es su destinada.... Acaba de encontrar a su destinada y ese maldito pulpo lo vio, la mujer le sonrio y le guiño el ojo, o no, no no no.
Ignoro el tema para seguir con su trabajo, esa omega es su destinada....
"No te preocupes Karasuma no tengo segundas intenciones con tú destinada"
"Callate si no quieres que te mate ahora"
Su relación con Gakuho es secreta y así debe de permanecer por el bien de su familia.
Agradece que Gakushuu le hubiera dado esos consejos de como concentrarse a la hora de escribir en una lapto e ignorar su entorno, los gritos de Irina lo estan irritando.
"Escuchame! Somos destinados! Ayudame y despues te dejo tocarme!"
"Primero, no menciones que somos destinados eso no me interesa y segundo, son adolescentes son crueles, necesitas disculparte con ellos por ser grosera"
"Que?! Me viste! Deberias de sentirte agradecido por tener a una omega tan linda! Y soy una asesina no una profesora!"
Lidiar con Irina no fue facil aunque ella entendio el mensaje sobre ser más amable con los chicos.
"Karasuma, si quieres puedo ayudarte a reunirte con tú destinado"
"Di una palabra de esto o metete en ese asunto y no te vuelvo a dirigir la palabra"
"Que cruel!"
Al salir de clases se fue a la oficina de Gakuho, el lugar luce muy apagado y simple, como le gusta a su esposo pero por alguna razón sus trofeos eran menos.
"Karasuma que te trae por aquí"
"Te voy hablar como tú esposo, encontre a mi destinado"
La sonrisa de su omega desaparecio.
"Oh, ya veo.... Es la nueva asesina?"
"Si, es ella"
"Entiendo, si quieres irte a vivir a ese departamento que mencionastes, puedes hacerlo, no te voy atar a mi"
Karasuma suspiro acercandose lo suficiente a su esposo, el olor a menta suave, tan raro, indicaba las verdaderas emociones de su esposo.
Tomo su mento para darle un casto beso, uno que trasmitiera lo que sentia.
"No me voy ir, te dije que quiero arreglar las cosas y tú no huiste con Takaoka"
"Porque te amo a ti, yo no tengo que pasar la mayor parte del tiempo con mi destinado"
"Y yo te amo a ti"
"Que pasa si te enamoras de ella?"
"Que le hiciste a mi esposo? Él es arrogante y no es inseguro como la persona que tengo delante"
Gakuho lo miro para volver a besar sus labios, los dos se detuvieron limpiandose sus bocas antes que las cosas escalaran a más.
Gakuho recupero demasiado rapido su confianza, lo tiene delante explicandole sus filosofia de hormiga y eso, no le puso los ojos en blanco para no ser tan obvio, su esposo esta disfrutando mucho ser su jefe, Korosensei tenia que alagarlo tanto?
Irina acaba de coquetarle a su esposo? Acaso todos se habian puesto de acuerdo para coquetar con Gakuho?
"No te pongas celoso Karasuma, solo tengo ojos para ti"
El alfa solto un suspiro escuchando nuevamente la filosofia de su esposo, ese brillo de sus ojos delataba su emoción porque las cosas siguieran su lugar, el omega con el que se caso esta loco.
Era impresionante lo que su omega logro en 10 años, nadie podia escapar a su sistema, ni siquiera una supercriatura como Korosensei.
Decir que se enojo con Gakuho seria quedarse corto, el omega sigue sonriendo aunque su esposo hubier azotado la puerta de su despacho en casa.
"Porque hiciste trampa Asano Gakuho"
"No se de que hablas Tadaomi"
Su discución pasiva agresiva continuo por unos minutos.
"Porque si quiera estoy intentando arreglar las cosas contigo?" Esa pregunta hizo reaccionar a su esposo que se quedo en silencio.
"No lo se.... Ya tienes un destinado, tienes alguien más con quien puedes ir Karasuma"
Ignoro a Gakuho hasta el incidente de Takaoka, de todos los agentes que pudieron de enviar tenian que enviarle el destinado de su marido?
Takaoka es un desquiciado y esas fotos lo prueban, Nagisa lo pudo vencer y Gakuho llego en el mejor momento.
No va mentir, fue ardiente ver como Gakuho hizo retorcer a Takaoka con unas simples palabras mientras le enterraba los papeles por la boca.
Ese día fue a casa, los dos hablaron tranquilamente y volvieron a dormir juntos.
Karasuma lo abrazo para no dejarlo ir a las tres de la mañana, sonrio cuando supo que Gakuho se rindio para seguir durmiendo.
A la mañana siguiente Gakushuu lo abrazo para su sorpresa, el adolescente al darse cuenta de lo que hizo se escapo excusandose que tenia otro lugar donde ir, parece que alguien más lo extraño.
"Debemos hablar con profundidad Gakuho"
"Hoy no Tadaomi, no es el momento"
"Y cuando lo sera?"
"Despues, pero hoy no"
Suspiro viendo la espalda de su esposo, sus ojos oscuros se fijaron en la mordida, inconscientemente acaricio con nostalgia la marca de su esposo, el omega dejo que lo hiciera, las feromonas olian a calma como paz.
***
Deberia de decirle a Irina que ya tiene un familia que no piensa abandonar, la prueba de valor complico las cosas y los estudiantes cospiraron en su contra.
"Irina, se que somos destinados"
La omega se detuvo viendolo fijamente, esta soñando? Karasuma lo admitio! Ignoraron el chirrillo colectivo.
"Pero yo no puedo ser tú pareja, yo ya tengo una vida formada, tengo esposo y un hijo, no pienso dejar todo eso por ti" Tal vez fue muy duro pero no quiere lastimarla más con ilusiones falsas.
"QUE?!"
Tal vez debio de hacerlo cuando esten solos y no con espias que estudian para ser asesinos junto a un pulpo chismoso.
Los intentos de Irina por captar su atención desaparecieron despues de eso y la clase paro al tratar de emparejarlos junto al pulpo, ahora tratan de averiguar quien es su esposo como hijo.
"Sabes los destinados tambien pueden ser almas gemelas platonicas, soy tú amiga Karasuma, no dudes en venir a mi si necesitas consejos con el paraiso"
"Tan bien que ibas, no te voy contar de mi vida intima"
"Pero si la tienes! Le gane al pulpo!"
"No grites sobre eso!"
Irina tenia razón sobre lo que dijo, los destinados tambien pueden ser almas platicos, Gakuho lo miro con malos ojos cuando dijo eso y se quejo que ni en un millón de años sera amigo de Takaoka.
"No por favor, solo puedo lidear con un loco y lo tengo delante mio"
"No seas tan dulces, estamos cenando" Gakuho se quejo con las puntas de sus orejas sonrojas.
"Si van coquetar por favor esperen que termine mi cena" Gakushuu se quejo cansando de oir a sus padres coquetearse.
Aunque no sean destinados, se aman como si lo fueran, no son almas gemelas pero son algo más, algo que solo ellos pueden entender, el destino los ato a otras personas pero ellos decidieron atarse a si mismos, se aman con problemas y todos.
Chapter 22: Día 22: Cachorros
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Karasuma no es un tonto, puede notar los cambios sutiles de la conducta de su esposo, su omega se niega aceptarlo.
"Estas siendo ridículo Tadaomi"
"Gakuho, te comiste dos cajas de macarrones dulces y vas por el tercero"
"Tonterias" El omega se comio otro macarron dulce ignorando lo obvio.
"Al menos me puedes dar uno?"
"No, debiste de comprar los tuyos cuando pudiste"
Tambien se había vuelto territorial con los dulces, cuando siempre se habia negado a comerlo argumentando que no van en su dieta y más cosas que no recuerda.
Sus feromonas de mentan eran más frescas pero habia un sutil aroma de miel con leche que se combinaba de manera debil, Gakuho se comio el ultimo macarron liberando más de sus feromonas sin querer.
Al día siguiente durante el desayuno mientras colocaba la taza de cafe de su esposo delante suyo vio algo que jamás habia visto antes.
La cara de Gakuho se habia puesto de color verde, una mano cubrio su boca antes de correr hacia el lavado, los sonidos de vomito resonaron por las paredes, fue detrás de él sobandole su espalda.
"Estas bien?"
"No me preguntes eso Tadaomi" El omega le respondio sintiendo el ardor recorrer su garganta, habia vomitado toda su cena.
"Me siento asqueroso" Gakuho murmuro antes de volverse a cubrir la boca, como si luchara por regresarse lo que estaba subiendo por su garganta.
"Te vas hacer daño si lo aguantas" Karasuma le dijo sobandole su espalda cuando volvio a vomitar.
Le dio un vaso de agua cuando termino, su esposo le agradecio y le pidio que alejara el café de él, el aroma es demasiado fuerte para su nariz y lo estaba mareando.
"Te preparare algo de manzanilla, eso esta bien?"
"Hazlo por favor, me duele la cabeza"
Las nauseas matutinas siguieron por dos semanas, Gakuho es orgulloso y se negaba aceptar su ayuda hasta que terminaba abrazando el inodoro donde todo el desayuno terminaba tirado, el fin de semana que regreso a casa todo estaba demasiado silencioso.
"Gakuho?" El olor de menta con miel y leche es fuerte, esta en casa.
"Gakuho? Gakuho!"
Su esposo estaba tirado en medio de la cocina, su cuerpo estaba en posición fetal con una expresión de dolor, su cara estaba sudorosa con gotas de sudor cayendo, tiene fiebre alta.
Logro cargarlo para llevarlo a la posta más cercana, Gakuho logra murmurar sobre sentir mareos durante el viaje en auto y que no puede vomitar porque ya habia vomitado todo antes de caer.
Lo enviaron a la sala de espera mientras atendian a su esposo, las enfermeras le dijieron que debia de manterse calmado si no queria ser enviado afuera, sus feromonas de medicina con romero habian asustado a unos pacientes de otra sala.
"Es el señor Karasuma?" Una enfermera le pregunto, el asintio esperando que no sea nada grave,
"Su esposo se encuentra bien, logramos estabilizarlo, se encuentra en la sala de ginecologia en estos momentos"
"Que le sucedio?"
"Solo fue una recaida, su cuerpo aún se esta adaptando al embarazo"
Karasuma iba decir algo antes de analizar esas palabras, embarazo?
"Con eso dicho, sigame por favor, su marido quiere verlo"
La enfermera lo guio hacia la habitación donde Gakuho hablaba con la doctora, el omega lo saludo desde la camilla donde estaba tirado, solto un suspiro de alivio al verlo en mejor estado.
Se dio cuenta que habia un tipo de gel en el abdomen de su marido, la sonrisa calmada le pedia que lo acompañara, ya lo entendio.
"Cuando ibas a decirmelo?" Karasuma le susurro colocandose a su lado para poder la pantalla.
"Cuando lo supiera, apenas me entere al despertar" Gakuho le devolvio el susurro ante la sensación de frio que lo recorrio.
"Pueden ver ese punto, ese el bebé que se esta formando" La doctora señalo la pantalla.
Tan pequeño como un frigol, eso puntito se desarrollaba en el interior de Gakuho.
***
Gakuho esta en cinta, en su interior su hijo o hija se desarrollaba de manera lenta.
Karasuma suspiro cargando todas las compras, era necesario comprar tanto en esos momentos?
"Tadaomi todo es esencial"
"Gakuho apenas tienes 3 meses"
"Pero se esta empezando a notar, prefiero comprar ahora la ropa de maternidad antes de que ninguna de mis camisas me queden, tambien quiero un helado"
"Nada de dulces, la doctora dijo que comiste demasiados y eso ocasionó la recaida"
"Tadaomi solo es un helado, no te estoy pidiendo que me compres tres cajas de macarrones, ahora quiero macarrones dulces"
"No Gakuho"
"Bien, yo los conseguire dado a que eres un monstruo sin corazón"
Karasuma le puso los ojos en blanco siguiendolo, solo le compromo una caja de macarrores dulces y seria uno por día, su esposo le fruncio el ceño ante esa ley.
Las nauseas matutinas siguieron con fuerza por dos semanas más antes de disminuir, habian ciertos alimentos que no podia consumir sin vomitar, pero si podia comer un sandwich con muchos alimentos demasiados raros.
Pero sus favoritos seguian siendo los macarrones dulces, el abdomen de Gakuho se fue abultando con el paso de los meses, una vez lo menciono y recibio una mirada asesina.
"Vuelve a decirme gordo y te estoy echando de nuestra cama"
"No queria ofenderte"
"Nos ofendiste, uff ves? Pateo porque esta molesto"
Los dos adultos se detuvieron, esa fue la primera vez que su hijo se movio.
Hubieron más movimientos despues de eso, Gakuho empezo a leerle cuentos según sus palabras lo suficientemente educativos para el bebé que ni siquiera habia nacido, hacia eso cuando estaba en su nido antes de quejarse que el bebé se durmio.
Con 6 meses de desarrollo aún no sabian su genero, en la ultima ecografia el bebé se movia negandose a dejar ver su genero, la doctora menciono que a veces eso pasaba, seria una sorpresa.
Pinto la habitación de un color neutro y compraron ropa neutra.
"Siento que va ser un niño" Gakuho menciono mientras cerraba el libro de cuentos.
"Algo me lo dice Tadaomi, si es un niño me gustaria que se llame Gakushuu"
"Gakushuu?"
"Si, gaku (学) significa estudio, aprendizaje, ciencia y Shuu significa excelente, sobresaliente (秀), es el nombre perfecto"
"Y que pasa si es niña?"
"Tú puedes ponerle nombre si es niña, no me des nada simple"
"Le dale algo mejor que no signifique estudio, tal vez fuerza y belleza"
"Ese pensamiento me gusta, como yo soy el que va a dar a luz esta llevando mi apellido"
"Podemos discutir eso ultimo?"
"No, decisión tomado y quiero un macarron dulce"
"Te dare toda la caja si lo consideras"
"Tentador pero no"
Karasuma busco en linea buenos nombres de niña con significados de belleza y fuerza, puso los ojos en blanco cuando su esposo le dio unas palmadas en la cabeza felicitando sus esfuerzos.
Fue durante el ultimo día del año, despues que el reloj marcara las doce de la noche que la fuente de Gakuho se rompio.
Pasar el año nuevo en un hospital no era la mejor manera de empezar el año, para Karasuma si lo es, Gakuho habia entrado de parto ese día.
Fueron largas horas de espera hasta que lo dejaran entrar, Gakuho lucia cansando y más palido de lo normal, en sus brazos cargaba un pequeño bulto.
"Tadaomi acercate, es un niño"
Un niño, es un niño de cabellos rubios fresas y ojos violetas, es una pequeña copia de Gakuho.
"Se parece mucho a ti"
"Lo se, pero veo algo en tí en este bebé" Gakuho le dijo sonriendole a su bebé que bostezaba.
"Gakushuu sera una gradiosa persona como tú"
Los pequeños dedos de Gakushuu tomaron el dedo de su padre, el bebé sonrio y Karasuma contuvo su sonrisa para no asustarlo, sonrio y el bebé no se asusto, se rio.
Gakuho sonrio con tranquilidad viendo con desimulo las lagrimas que caian del rostro de su esposo.
La primera vez que trajeron a Gakushuu a casa tomaron una foto familiar, la primera foto de un nuevo albúm de recuerdos.
***
Gakuho cerro con nostalgia el albúm de fotos, recuerdos de cuando su hijo aún era un cachorro, como extraña esa dulce etapa, cuando apenas aprendia a caminar y se reia de todo antes de ser un adolescente que entro en su fase rebelde.
"Que estas haciendo?" Tadaomi le pregunto a su esposo que guardaba un libro.
"Solo me aseguraba de que quedaran paginas en blanco para las nuevas fotos que sacaremos hoy"
"Quedaban algunas, las ultimas fueron de la boda de Gakushuu con Karma"
"No me lo recuerdes, lloraste cuando lo entregaste al altar"
"Tú lloraste cuando lo viste en su traje blanco"
El omega hizo oidos sordos para cerrar esa habitación.
"Esas no fueron las ultimas fotos Tadaomi, hay nuevas fotos y van haber más"
Gakuho solto una risa cuando escucho el gruñido de su esposo por no haberle avisado de las nuevas fotos, le dio un beso en los labios para calmar su animo.
En ese momento el timbre de su casa hizo eco por las paredes, los esposo fueron abrir encontrandose con el marido de su hijo.
"Hola suegro y ex Karasumasensei"
"Un gusto volverte a ver Karma, donde esta mi hijo"
"Gakuho"
El alfa pelirrojo solto una risa por eso, se hizo un lado para dejar pasar a su esposo que tenia una sonrisa.
"Es lindo saber que me extrañas, okasan, papá, conozcan a su nieta" Gakushuu les dijo sonriendo mostrando a su linda bebé que descansaba en sus brazos.
Piel palida con cabellos rojos, sus ojitos son violetas y esta soltando un bostezo, sus ojitos curiosos vieron las nuevas figuras antes de sonreir.
Chapter 23: Día 23: Gargantilla
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Karasuma sabe que su esposo es una persona elegante, a Gakuho le gusta la elegancia como los modales y su comportamiento lo refleja, no le sorprendía ver las diferentes invitaciones a galas qué recibía, ya se esta acostumbrando a verlo leer diferentes periódicos en diferentes idiomas, enserio cuantos idiomas sabe?
La mayoría de las galas a las cuales lo invitaban lo dejaban llevar a un invitado, terminaba acompañandolo la mayoría de las ocasiones y ese día no es la excepción.
Se había terminado de acomodar el traje, sus ojos oscuros miraron con desimulo la figura de su esposo que se terminaba de arreglar.
"Es necesario que tengas que usarlo?" El dijo sin querer viendo como las manos pálidas se colocaban algo en el cuello.
"Es parte del código de vestimenta, todos los Omegas debemos de llevar una"
Gakuho tenía una gargantilla negra en su cuello, con una pequeña rosa negra en el centro que brillaba, lo hacía lucir resaltar.
Fue una ofrenda suya, Gakuho le había dicho en una ocasión que le gustaría lucir alguna gargantilla, compro la que creyó que más le gustaría.
"Habrán demasiados omegas luciendo gargantillas más llamativas que la mía"
"La tuya es muy llamativa, te hace resaltar"
Gakuho soltó una risa al darse cuenta que sin querer insulto los gustos de su esposo, sus dedos jugaron con la rosa que adornaba la tela.
"Tú la elegiste para mi, elegiste una que me hiciera resaltar, estoy agradecido" El omega se acerco a su esposo que trataba de mantener su inexpresión.
"Ahora puedo presumir el buen gusto de mi esposo"
"No hagas eso" Karasuma le respondio viendo para otro lado, Gakuho lo tomo como su victoria.
"Lo pensaré en el auto, vámonos de una vez si no queremos llegar tarde"
Como dijo Gakuho en la gala todos los Omegas sin excepción lucían gargantillas, unas más lujosas que otras, otras mostraban la belleza de la simple y luego esta la de su esposo, simple pero elegante y lo hacia resaltar de manera natural.
***
Las gargantillas también son piezas de lencería, habían gargantillas exclusivas qué resaltaban el lado más erótico de los Omegas.
El olor a menta se había vuelto adictivo, el celo de Gakuho hacia que sus feromonas se volvieran más frescas.
Incluso con las mejillas sonrojas y las gotas de sudor cayendo, Gakuho se las ingeniaba para poder verse tan elegante como le encantaba presumir.
Su esposo se había sentado en su regazo sonriéndole, mostraba su cuello dejando ver la gargantilla qué lo adornaba, una simple tela negra con una pieza de corazón central.
Los colmillos del alfa se enterraron en el hombro saboreando la dulzura de la piel pálida, un ligero sabor metálico se instalo en su lengua.
Se alejo de la nueva marca para capturar esos labios frescos y sabrosos mientras las manos contrarias se emterraban en su cabello.
Gakuho se había acostumbrado a colocarse diferentes gargantillas cuando estaba en casa.
"Me gusta usarlo, es acogedor" El omega menciono mientras terminaba de leer un periódico en coreano.
"Y todas son ofrendas tuyas"
"Ujum" El Alfa le respondió terminando su café sin despegar su mirada del cuello pálido.
Después del nacimiento de Gakushuu, Gakuho fue más cuidadoso al usar las gargantillas, no quería que las manitas regordetas de su hijo se terminarán pinchando con algún adorno y se sentía avergonzado.
"Porque?"
"Tadaomi, las gargantillas son lencería, es como si solo usará una tanga delante de él, es inapropiado"
"No digas eso delante de nuestra hijo"
"Gakushuu ahora esta más interesado en tratar de alcanzar las estrellas de su móvil"
Dicho bebé estaba recostado sobre el tatami estirando sus manos tratando de alcanzar las estrellas que colgaban encima suyo, soltando una qué otra risa.
"Entiendes mi punto? Voy guardar las gargantillas solo para el dormitorio"
"Si... Tienes una tanga?" La curiosidad le había ganando al alfa, eso le ganó un ceño fruncido.
"Karasuma Tadaomi"
"Dijiste que no nos presta atención"
"No voy responder esa pregunta"
***
Muchas cosas cambian con el pasar de los años, las personas cambian para bien o para mal, con su esposo... Gakuho es un caso peculiar, siempre lo ha sido y ese es su encanto.
En las buenas y en las malas declaro en sus votos matrimoniales, la ola de prensa había desaparecido después de semanas de acoso por el caso de Korosensei.
Karasuma suspiro al leer otro mensaje del gobierno, aún están tratando de que convezca a Gakuho para que devuelva algo del dinero que le saco, lo ha intentado y solo logro poner las cosas tensas en su hogar.
Gakuho ni siquiera necesitaba del dinero, de algún modo se las ingeniaba para ganar más con sus acciones y otras cosas que no quiere saber.
El olor a menta se había vuelto más fuerte, ahora que pasa más tiempo en casa su aroma volvió a dominar el lugar combinandose con sus feromonas de medicina y romero junto a las fresas qué no estaban presentes.
Había una nota pegada en el refrigerador, Gakushuu dejaba el mensaje que pasaría el fin de semana con su novio.
Soltó otro suspiro para irse a su dormitorio, Gakuho debería de estar en su estudio ideando algún plan ahora que no es director de Kunugigaoka o ya estaría en el dormitorio leyendo algún libro.
Le sonreiria y daría palmaditas en su regazo pidiéndole que recuesta su cabeza, cedia de vez en cuando porque las feromonas de menta lograban relajar lo suficiente su cuerpo para dormir de inmediato.
"(Hoy podría echarme en su regazo si esta ahí)" Hoy era uno de esos días donde su esposo estaría en el dormitorio antes.
"Umh?"
"Bienvenido Tadaomi"
"Creía que ya no la tenías"
Gakuho tenía puesto la primera gargantilla que le regaló, la tela seguía tan impecable y la rosa no había perdido ninguna costura.
"Enserio crees que soy tan frío?"
"Si"
"Tadaomi no mates el momento por favor"
Sus dedos volvieron a recorrer la tela que adoraba el cuello pálido, Gakuho seguía siendo tan radiante como aunque hubiera perdido su brillo.
"Solo estamos nosotros dos, podemos pasar tiempo juntos"
"Ha pasado tiempo"
"Dudo que hayas perdido el toque" El omega se burlo cuando la presión del otro cuerpo llego a la cama.
Los dedos del alfa se enterraron en los cabellos cortos atrayendo el cuerpo de su esposo hacia el suyo, obligandolo a sentarse en su regazo.
Los ojos sin brillo chocaron control los oscuros antes de intercambio un beso.
Chapter 24: Día 24: Impregnación de aroma
Chapter Text
A Karasuma le encanta estar en el ejército, ese lugar le da una chispa de pasión que no podía describir.
"Cada vez que vuelves a casa puedo oler tú felicidad a tres habitaciones de distancia" Gakuho le comento mientras podía ver prácticamente las feromonas de medicina con romero volar a su alrededor.
Sin importar cuantas veces lo echara al baño para que se ducharse las feromonas seguían volando.
"Exageras"
"Tadaomi no digas tonterías y mejor come tú cena antes que se enfríe"
Su omega exageraba, el emitía la misma intensidad de feromonas cuando hacía su trabajo y cuando le decía eso le respondía lo mismo.
Había ocasiones donde el cuerpo de su esposo le exigía descanso, hoy es uno de esos días
Karasuma se mantenía estoico aunque estaba algo nervioso por dentro, Gakuho dormía tranquilamente en su regazo, tan relajado y calmado qué libera de manera natural sus feromonas de menta que lograban sonrojar sus mejillas.
"(Esta demasiado tranquilo)" Karasuma pensaba al oír los suaves ronquidos qué emetia.
Por mucho que le guste tener en ese estado a su esposo, no sería buena para su espalda y su pierna se estaba adormeciendo.
Se concentró para liberar sus feromonas de medicina con romero, escucho el gruñido que soltaba por haberlo movido de su piernas.
Contuvo un suspiro cuando logro sostenerlo en sus brazos, parecería delgado pero es una persona muy fuerte, logró trasladarlo a su habitación compartida sin despertarlo.
Y cuando creyó que estaría libre fue tirado de un tiron a la cama.
***
Karasuma podía notar ciertas miradas curiosas de sus compañeros, sinceramente ya lo están molestando.
"Me pasa algo?" Se atrevió a preguntar frunciendo el ceño cuando todos esos ojos intercambiaron miradas.
Uno de ellos se canso de esos y rompió el silencio.
"Hueles a menta, no paran de murmura sobre tu ardiente y sexy esposo" Uno de sus compañeros que no le temía le dijo.
"Que?" Acerco su brazo para olerlo, el aroma a menta se le había pegado.
Esa noche Gakuho había liberado de más sus feromonas y se había negado a soltarlo de su abrazo, termino durmiendo encima suyo murmurando palabras complicadas que no entendia, un momento.
Le había dicho ardiente y sexy a su esposo?
"Ellos dijeron eso, yo ya tengo una esposa con la cual fantasear" El Alfa se defendio antes que la ira del soldado más fuerte se fuera contra el.
"Ya deja de empeorar las cosas para los demás!"
"Ustedes tienen la culpa por fantasear con omegas ajenos! Y más con el de Karasuma! Mínimo algo de respeto!"
"Tú solo lo dices porque ya tienes esposa!"
"Y también me molestaría si me entera que uno de ustedes anda de fantaseando cosas puercas con ella!"
Karasuma contuvo la respiración soltando un resoplido ante la discusión que escuchaba, esta obteniendo mucha información que no sabía, tal parece que a la mayoría de los Alfas de su base les atraen los Omegas como mujeres fuertes y fuera de los estereotipos, debe de calmar sus instintos más primitivos hasta que llegue la batalla campal donde podría descargar todas esas emociones sin consecuencia alguna.
"Ya deberían de parar chicos, lo están empeorando" Una problema alma dijo al sentir como su instinto le pedía que corriera.
"Dejen de hablar de mi marido y concentrence en sus ejercicios de una vez... También dejen de pensar en él de esa manera" Esas últimas palabras fueron dichas con la voz de comando mando un escalofrío al resto.
En otro lugar Gakuho había estornudado, el omega alzó una ceja antes eso y no le dio importancia.
Al final del día ocurrió algo peculiar.
"Tadaomi, tuviste un mal día?"
"No, porque lo preguntas"
"Por nada" Gakuho le contesto dándole palmaditas a la espalda de su esposo que lo abrazaba de manera posesiva.
Estaba leyendo tranquilamente un libro cuando desimuladamente Tadaomi lo trataba de persuadir para que se sentará en su regazo.
Ahora estaba atrapado en ese lugar siendo bañado por las feromonas de medicina y romero, no fue una sorpresa cuando terminó con su aroma pegado en todo su cuerpo.
Molesto a los días siguientes a su esposo para tratar de obtener información solo ganándose un ceño ligeramente fruncido y un patético intento de cambiar de tema, tarde o temprano lo va averiguar.
Pero hoy no era ese día, Gakuho podía ver a diferentes adultos caminando hacia las gradas, hoy el ejército tenía una presentación al público.
Como el buen marido que es, hizo espacio en su agenda para poder ir a ver a su esposo en todo su esplendor y darle su apoyo aunque no lo necesitará.
"Te estaré viendo desde las gradas" Gakuho le comento a su marido que tenía por alguna razón una de sus chaquetas militares en sus brazos aunque ta traía una puesta.
"Tadaomi?"
El Alfa lo miraba fijamente con determinación, esa mirada hacia saltar a su omega interno, tenía suerte de tener el suficiente Autocontrol para no sonrojarse.
Karasuma es consciente de lo atractivo que es su esposo, recordó con disgusto el día que se entero que algunos de sus compañeros fantaseaban con él, lo llamaron ardiente y sexy.
Si lo es, pero ese pensamiento era solo para él.
"Ponte esto"
"Umh?"
Gakuho parpadeo viendo como la figura de su esposo se iba después que le diera esa chaqueta militar, acercó la prenda a su nariz.
Las feromonas de medicina con romero estaban fuertemente impregnadas en la ropa, parpadeo al entender lo que quería decirle, sonrió con orgullo para colocarse la prenda encima de sus hombros.
Fue a su asiento para disfrutar del espectáculo, sigue siendo en el fondo un omega que le gusta llevar el aroma de su marido, medicina con romero.
Un aroma fácilmente identificable en ese lugar, pudo pasar al lado de algunos Alfas qué se estremecieron al reconocer el aroma, fue tan encantador ver esas reacciones.
Tadaomi mostrando celos era tan raro, era demasiado denso para si quiera notar si alguien le coquetaba pero por alguna razón le había pedido que usará eso, una marca de territorio.
Gakuho se acomodo la chaqueta con una sonrisa suave mientras sus ojos veían con fascinación como Tadaomi acaba de manera rápida con un grupo de soldados, mostrando esa sonrisa que aterraba a la mayoría pero para él es una sonrisa típica de su alfa.
No debía de reírse cuando escucho unos jadeos cerca suyo, tal parece que los Omegas se dieron cuenta que ese alfa ya tenía un omega por las feromonas que se le habían impregnado.
Chapter 25: Día 25: Ronroneo
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Gakuho no ronronea, no jamás lo va hacer, lo considera demasiado humillante, negativo, jamás.
"(No lo voy hacer!)"
Porque quiere ronronear? Su esposo tiene toda la culpa, su alfa esta haciendo sus ejercicios en el patio sin una maldita camisa.
Esta recostado en el marco de la puerta viendo a Tadaomi hacer lagartijas, sus feromonas de medicina con romero estaban drogando su sistema, es consciente de eso pero se niega a moverse.
Karasuma detuvo sus ejercicios cuando sus oídos captaron el sonido más dulce como calido qué hayan oído, se giro para atrás viendo a su marido.
Gakuho tenía una sonrisa forzada con la punta de sus orejas rojas.
"El almuerzo está listo"
El omega se retiro de inmediato, se sobo la frente para calmar el sonrojo qué pintaba sus mejillas, que vergüenza!
"Acaba de?" Karasuma se quedo viendo ese lugar antes de reaccionar.
Era demasiado obvio que Gakuho estaba avergonzado por haber ronroneado, sería cruel sacar el tema pero a su omega le encanta burlarse de él cuando tiene oportunidad...
"Tú-"
"No lo digas"
"Pero tú-"
"Tadaomi solo olvidarlo"
"Ronroneaste"
"Come tú ensalada"
Karasuma no podía ocultar su sonrisa, no eran muchas las ocasiones donde el podía avergonzar a su esposo, esta disfrutando de su día.
"Me gustó, era cálido"
Gakuho no le respondió, el omega se limitó a terminar su comida para bajar su rubor, enserio le había gustado?
Decidió realizar unas pruebas y su sujeto de pruebas sería su esposo, después se lo compensaria, claro, si se da cuenta.
Su alfa estaba viendo un programa de súper héroes con mucho musculo, su tan raro momento de ocio, puso los ojos en blanco antes de alistarse.
Karasuma dejo de centrarse en el programa para ver a su marido que leía un libro con una sonrisa, alzó una ceja antes de regresar su atención al televisor.
Gakuho contuvo su risa fingiendo releer ese libro que termino anoche, volvió a ronronear como un gato.
El ronronea puede hacer que los Alfas presten toda su atención en el omega, cerró su libro levantando su mirada al ver esos ojos oscuros.
"Sucede algo?"
"Te estas burlando de mi?"
"Para nada, estos últimos capítulos me están sorprendiendo"
"Estoy seguro que te quejaste del protagonista la última vez"
"El autor logró arreglar el desastre que estaba haciendo, es lindo saber que si me prestabas atención"
Karasuma suspiro para desimular su sonrojo, el experimento fue todo un éxito.
La siguiente prueba fue unos días después, tenía otro libro y se había asegurado de estar en una habitación diferente a la de su alfa.
Tadaomi estaba secando los platos cuando sus orejas se sonrojaron, atrapo de inmediato el plato que casi se le cae.
"Gakuho?" Cuando volteo no vio a su esposo, pero estaba seguro que lo había oído.
Desde la sala el omega había logrado oler el cambio brusco en las feromonas de su marido, incluso a una distancia prolongada el ronroneo sigue haciendo efecto.
"Qué estas tramando?"
"No se de que hablas"
"Gakuho no eres tonto y yo tampoco lo soy"
"Tadaomi estas alucinando"
Antes que su esposo pudiera responder aprovecho la cercanía para capturar sus labios, usando sus feromonas de menta para hacerlo ceder, una lucha por el dominio del beso comenzó mientras sus cuerpos caían en el sofá.
Continuaria su investigación de manera solitaria y sin sujetos de prueba.
Leyó artículos científicos como la información de sus libros, tal parece que el ronroneo también podía ser usado como una canción de cuna.
"No deberías de estar leyendo a estas horas Gakuho"
"Me mantiene entrentenido"
"Necesitas descansar, tú cuerpo necesita descansar"
"Estoy perfectamente bien"
"Gakuho ya tienes 8 meses, debes de mantener reposo"
"Él todavía no está dormido"
El omega solo refonfuño viendo para abajo, su cachorro aún estaba despierto, había aguantado su lectura cuando normalmente a este punto ya estaba durmiendo profundamente, esta podia sentir sus roquidos.
"Se dormirá más rápido si regreses a la cama" Tadaomi dejo salir sus feromonas de medicina con romero para relajarlo y persuadirlo.
"Esta bien"
El omega ha regañadientas regreso a su cama, la barriga ya lo hace sentir incomodo y con su hijo no queriendo colaborar para dormir...
Podia usar eso, no perdia nada intentandolo y ya queria dormir.
Karasuma parpadeo al oir el suave ronroneo, mantuvo silencio al ver la expresión molesta de su esposo que le decia que mantuviera silencio.
Los suaves ronroneos eran como una dulce canción de cuna, tan cálido y relajante que haria dormir hasta el más fuerte.
Gakuho soltó un suspiro, el cachorro de su interior de había dormido, alzó una ceja divertido al percatarse qué no fue al único que durmió.
Tadaomi también se había dormido soltando suaves ronquidos y un sutil ronroneo, que un Alfa ronronee significa que fue dominado, domésticado.
Le gusta ese concepto pero sabe que en su caso sería la confianza como la comodidad.
***
Gakuho no escucho el ronroneo de su esposo por más de una década, tiene la mayor culpa de las cosas y puede aceptarlo por mucha vergüenza que le cause.
Y ahora la vida le dio otra oportunidad, sabe que Karasuma ya no confía tanto en él como en el pasado pero están haciendo avances.
Las relaciones son complicadas y complejas, con puntos altos como bajos, Gakuho estaba aterrado.
Algo así aunque su cara mostrará calma total, tiene a su alfa echado en su regazo, Tadaomi entro en su habitación que comparten, lo miro leyendo un libro y sin decirle nada recostó su cabeza en su regazo.
Gakuho no le cuestionó, solo siguió leyendo como lo estaba haciendo, limitandose a pasar sus página mientras las feromonas lo abrazaban.
Cerro su libro dejándolo de lado, su esposo seguía en su regazo y tenía las manos libres, sus dedos comenzaron a jugar con el cabello negro, aunque se viera pintiagudo era suave.
Y luego Tadaomi hizo eso, ronroneo.
Solto un ronroneo que no habia escuchado hace años, todo su cuerpo se congeló en ese momento.
Los labios de Gakuho temblaron al oír ese sonido, no dejó de jugar con su cabello tratando de detener sus propios sonidos.
Karasuma era consciente del sonido que emitió, se acercó más a su esposo dejando salir sus feromonas y ronroneando por una última vez.
"Gracias Tadaomi" Gakuho susurro suavemente volviendo a ronronear después de tantos años.
El Alfa mantuvo silencio pero esa sonrisa sutil decía todo, la dulce melodía de Gakuho no había perdido su toque.
Notes:
Feliz navidad
Chapter 26: Día 26: Anidados
Chapter Text
Gakuho fue apodado en su juventud como omega desagrable o defectuoso por no ser como los demás omegas, como si ser omega fuera sinonimo de ser un idiota y sumiso, les cerraba la boca con sus calificaciones y un librazo en la cabeza.
Tal vez por eso rechazo muchas de las costumbres de su casta, toda menos una, la anidación, dormia de vez en cuando en su nido mientras leia algún libro.
No dejaria entrar a nadie, nunca jamás.
Jamas digas nunca y menos si no te haz enamorado.
***
Karasuma sabe a ciencia cierta que su esposo es una persona arrogante como orgullosa, le encanta molestar a los demás aunque lo oculte.
Aquella persona tan aterradora y temidas para algunos se encontraba tirada en el nido que armó en su cama, con un expresión cansada y derrota mientras se aferraba a su estomago.
Una expresión que jamás creyó ver en Gakuho.
"El dolor de cabeza sigue?"
"Ha disminuido" El omega levanto su mirada, observando a su esposo.
"Aún me siento mal Tadaomi"
"Quieres que prepare más manzanilla?"
El omega lo negó, en cambio le hizo una seña para que se acercara.
"Puedes acostarte conmigo?"
Karasuma lo miro fijamente con la boca un poco abierta ante esa petición.
"Gakuho estas enfermo, no voy-"
"No de esa manera pervertido" Gakuho le dio una sonrisa burlona por pillarlo, aún tiene la suficientemente fuerza para burlarse de él.
"No soy un pervertido"
"Regresando al tema, quiero decir que te recuestes a mi lado"
"Eh, si claro"
Gakuho le sonrió haciéndose a un lado, dejando que su alfa entre a su nido, los ojos oscuros veían sus ojos sin brillo.
"Ahora que?"
"Solo dejate llevar"
"Gakuho"
"No en ese sentido, pervertido"
Karasuma le puso los ojos en blanco pero esta feliz de ver que esta recuperando sus fuerzas, soltó una bocanada de aire respirando las feromonas de menta.
Gakuho hizo lo mismo, oliendo la fragancia de medicina con romero, cerro sus ojos en pocos minutos.
Tadaomi hizo lo mismo cuando escucho sus suaves ronquidos, el nido es un lugar muy cálido como acogedor.
Cuando Gakuho despertó se dio cuenta que Tadaomi lo estaba abrazando de manera protectora, como si quisiera protegerlo de algo.
El omega le dio un beso en la cien para seguir durmiendo, su cuerpo le estaba exigiendo descanso en aquel lugar tan cálido.
***
Gakuho no es un omega de hacer nidos, lo hacía ocasionalmente, solo cuando su instinto le exigía a gritos que arme uno.
Cuando creía que su último malestar se había ido después de unos buenos días con sus energías renovadas, cayó en la trampa.
Esa última semana se había estado sintiendo mal, llego al punto de desmayarse en medio de la cocina, por suerte Tadaomia lo atrapo antes que se golpeara.
Lo más seguro es que halla picado un virus estomacal que lo esta haciendo vomitar su desayuno y le impedía beber café.
El simple hecho de pensar en eso lo está mareando, no va vomitar en su nido!
"Gakuho como te sien-" Karasuma se hizo un lado cuando su esposo se fue de manera apresurada al baño.
La vista no era la mejor, Gakuho sosteniendose del inodoro mientras todo el desayuno y parte de la cena eran regresados, se acercó para sobarle su espalda.
"Me siento asqueroso"
"Estas enfermo, es diferente"
"Odio esto"
Karasuma solo lo negó, lo ayudo a regresar a su habitación, Gakuho se sostenía de su brazo quejándose de los mareos que lo estaban atacando a medio camino.
El omega se recostó en su nido con un ceño fruncido por lo que le estaba ocurriendo, Karasuma se disponia a irse cuando un agarre se lo impidio.
"Gakuho?"
"Quedate, quiero que te quedes" Gakuho murmuró sosteniendo su mano antes que se fuera, sus ojos estaban fijos en los suyos.
"Recuéstate conmigo"
Tadaomi podía ver ese rubor en las mejillas pálidas por esa petición, se agachó lo suficiente para poder besar su frente.
"No me voy ir, dame espacio y me recostare contigo"
El acogedor nido volvió a tener dos cuerpos en su interior pero en esta ocasión Gakuho fue el que abrazo a su esposo negandose a dejarlo ir.
"No digas nada"
Era como si algo en su interior le exigieron la presencia de su alfa, las feromonas de medicina con romero calmaban sus malestares.
La anidación temprana y recurrente en los Omegas donde exigían qué sus alfas lo acompañaran son señales de un posible embarazo.
La pareja casada lo descubrió después de una visita al médico, eso explicaba los malestares y que este invitando tan seguido a su esposo a sus nidos cuando normalmente no le permitía el ingreso.
"Ahora todo tiene más sentido"
"Tomaste tus medicamentos contra las náuseas?"
"Si, también tome las vitaminas al horario indicado" Gakuho le respondió sonrió con cierto orgullo.
"La doctora dijo que el chicle también ayuda"
"No voy comer chicle, esa será mi última opción, no pienso darle tanta azúcar a este bebé"
Karasuma soltó un bufido por lo que escuchaba, el bebé aun es un pequeño punto que apenas esta tomando forma y Gakuho ya le esta prohibido los dulces.
"Puede ser chicle de menta"
"No menta, apenas puedo soportar mi aroma"
"Por eso el nido esta hecho de toda mi ropa?"
Gakuho se negó a contestar esa pregunta, los dos están recostados en el nido hecho enteramente de la ropa del alfa.
"Si, no puedo soportar los aromas fuertes y no pudo tomar café"
"La cafeina esta prohibida, al igual del sobreesfuerzo y tienes que dormir lo necesario"
"Duermo lo necesario Tadaomi"
El alfa bufo ante ese ultimo, libero aproposito sus feromonas para engatuzar a su marido y que se durmiera de manera más rapida.
****
Karasuma había terminado de ordenar las pocas cosas desordenadas de la habitación de Gakushuu, todo el lugar olia a menta con leche y miel.
Cerro la habitación para irse a la suya, abrio con el menor ruido posible la puerta, entro con el mismo silencio encontrando de inmediato a su familia.
Gakuho esta recostado en el nido con una sonrisa, en el centro descansa el pequeño Gakushuu de apenas dos meses.
El omega se dio cuenta de su presencia, le hizo la seña de silecio y le dio el permiso de entrar en el nido, con suma cuidado entro en el nido sin despertar a su hijo que se removió de manera suave solo para soltar un bostezo y seguir durmiendo.
"No es adorable?" Gakuho susurro lo más bajo posible.
"Lo es" Tadaomi le devolvió el susurro con una sonrisa.
Los padres primerizos se vieron con unas sonrisas antes de volver a mirar al bebé que dormir en el centro del nido de manera tranquila.