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Día 29 - Notas de amor
#1
“Lindo suéter ;) TL”
Fue lo que decía la solitaria nota pegada en su té de especias Vulcana que Spock siempre pedía. Interesante. Era la primera vez que le ocurría, y ya que conocía a las personas que lo atendían cara a cara y el cómo escribían, podía deducir que esta nota no era de ellos. Dobló la nota en 6 perfectas partes, y procedió a tirarla en el bote de basura más cercano a las oficinas de los profesores de la Academia.
#2
“¿Te han dicho que tienes unos ojos muy expresivos? TL”
Apretó sus dientes, casi haciéndolos chirriar. No había tenido un buen día, comenzando en hacer trabajo extra debido al error de un capitán y que el almirantazgo le señaló corregir a él, de entre todos los miembros de la Flota. Además, como maestro suplente de Introducción a la Mecánica Warp, había tenido a un alumno humano, rubio de ojos azules, que tenía problemas con la autoridad y arrogante. Tomó una respiración profunda, dándole un sorbo a su té.
No debería afectarle tanto este comentario. Pero los vulcanos no deberían de tener este tipo de ojos. Si bien ama demasiado a su madre, es consciente que de no haber tenido sus ojos, se habría evitado muchos problemas y moretones.
Dobló la nota 5 veces. Se detuvo un momento, y decidió darse una pequeña libertad. Aplastó la nota en su puño con toda su fuerza, tirándola con fuerza en el bote de la entrada del café.
#3
“Eres un terrible profesor. En el sentido bueno como malo. Dales un respiro, el uniforme de profesores reglamentario sólo puede aligerar la carga un tiempo limitado.
TL
PD. No tires mis notas, el papel es caro :c”
De hecho, el papel físico es un lujo en el siglo XXIII, innecesario con la creación del PAD. Algunos aún lo usaban, ejemplo su “admirador secreto”, como decidió llamar Nyota a este intercambio. No obstante, si representaba una dificultad para esta persona, ¿Por qué la necesidad de dejarle notas de papel?
Releyendo la nota, ahora sabe que: 1. La cajera y el camarero hablan con TL y 2. Puede ser uno de sus alumnos en sus clases de Programación Avanzada o de Introducción al Golic Moderno.
No pudo evitar sentirse algo halagado por la última parte. Si bien es considerado estéticamente agradable dentro de los estándares de muchos en la Flota, eran pocos los que se lo habían dicho de manera directa (o lo más directo que se puede lograr por este medio casi epistolar), se enteraba por rumores y chismes de sus colegas de altos rangos o mayores.
Todos le tenían miedo o se ponían nerviosos en su presencia, probablemente por los prejuicios acerca de la arrogancia vulcana. La cual no existía, ellos simplemente se basan en los hechos existentes sobre los resultados sobresalientes de todos los vulcanos y en las áreas en las que decidieron especializarse.
Lo dobló en 4 partes, y lo guardó en su portafolio de clases. Después buscaría en sus listas las iniciales de la nota.
#4
“¿Cual es tu comida favorita? Se que los vulcanos son vegetarianos, pero no puedo negar que me encanta un buen pedazo de carne de vez en cuando ;)
TL”
Se atragantó con su té, mirando hacia todo el lugar por si alguien lo había visto. Un pequeño suspiro aliviado salió de él cuando no vio a nadie cercano. Seguían existiendo ocasiones en donde no entendía las bromas o indirectas humanas, pero está completamente seguro de que fue una insinuación.
Seguía comunicándose con el o la cadete, ahora dejando respuestas, las cuales dejaba en la taza de su té, como señaló TL en una de sus notas. Era parte de su rutina diaria desde hace semanas.
Las primeras veces que empezó a responder, vio meticulosamente cuando preparaban y cuando retiraba su bebida, por si tenía la oportunidad de vislumbrar a su admirador. No había funcionado buscarlo en la base de datos, no con mucha información faltante. Frunció su ceño cuando no ocurrió nada fuera de lo normal, y aún así obtuvo su nota.
Estaba tentado a interrogar a la cajera, pero se abstuvo de ese impulso. Era vulcano, y los vulcanos eran lógicos y pacientes. Algún día sabrá la verdad, eso es seguro.
Respondió, encendido de un verde oscuro por leer otra vez esa última parte. Dobló su nota 3 veces y lo colocó en el fondo de la taza.
#5
”¿Quieres ser mi primer oficial? No sé si lo sabías, pero seré capitán de mi propia nave en pocos años y tu eres la mejor opción de toda la Federación.
PD. Deseame suerte para mi estupido examen :D
TL”
Una mueca se formó en sus labios. Le resultaba entrañable las altas expectativas que tenía el cadete acerca de su carrera en la Flota. Al menos pasarían otros 4 años para que le dieran una capitanía a un alférez salido de la academia, si es que su historial académico así como desempeño en el campo era impecable.
Pero no hubo ninguna duda en su corazón cuando respondió “Afirmativo” en la nota. Sacudió la cabeza, como ha visto a su madre hacer cuando ve que su padre hace algo “lógico” pero en realidad estaba siendo terco. El estaba siendo un tonto al involucrarse de manera emocional con esta persona, tan profundamente que ya no sabía que era estar sin TL y sus notas en las mañanas.
A veces, deseaba hablar con su admirador cara a cara, tenían muchos intereses en común y disfrutaban de su charla mutua. Era lógico querer entablar una…amistad más profunda. Su estómago se revolvía cuando la duda llegaba, ¿Qué tal y era una broma? ¿Una forma de acceder a su programación?
Si descubrir quién era TL le podía quitar todo lo que ahora apreciaba con intensidad, prefería quedarse como estaban, con solo notas.
“Espero que obtengas un resultado satisfactorio en tu prueba. Es necesario si requieres que sea tu primer oficial”
Dobló la nota 2 veces y la dejó en su habitual taza mientras se levantaba de su asiento. Él también necesitaba llegar a supervisar el Kobayashi Maru.
Dejaron de llegarle notas.
#6
“1900 horas, mi habitación. Llevá tu tablero el mío está roto por lo de la última vez. La revancha sigue en pie, así que prepárate para que te patee el trasero ;)
Te amo”
No pudo evitar la sonrisa cariñosa que se dibujó en su rostro, siendo este iluminado por las luces del laboratorio. Los tenientes y alféreces a su cargo no comentaron nada, pero ya podía visualizar los cotilleos en el comedor para la mañana siguiente.
Cuando se embarcaron en su misión exploratoria en la Enterprise y empezó a pasar más tiempo con su impulsivo pero compasivo joven capitán, se empezó a sentir culpable por querer estar más tiempo con Kirk y a la vez extrañar las notas de TL, del cual nunca descubrió su identidad y cesó de enviarle notas.
Llegó a la idea de que había muerto en algunas de las naves que llegaron primero a Vulcano, alejándose un tiempo de todos por el dolor que le provocó esa posibilidad.
Saber después que la persona que le enviaba notas en su té y el capitán del que se enamoró a pesar de sus primeras impresiones eran la misma persona, calmó la tormenta en su corazón y detuvo las noches en vela. No negará el enojo cuando descubrió la verdad, mayormente porque él era el único que no sabía nada y Kirk sabía hasta el detalle más pequeño de su vida.
Hasta salió sobre la programación del Maru, lo que más temía Spock durante todo este tiempo. La mirada herida de Jim lo detuvo de decir más palabras hirientes, retirándose a su habitación esa misma noche que lo descubrió.
Todo se resolvió con una larga y extendida charla (a regañadientes diría Jim, ya que este hackeo sus códigos de entrada de su habitación y los encerró hasta que ambos abrieron su corazón)
Dobló a la mitad la nota, guardándola en el pequeño bolsillo que tenía en su bata, cerca de su corazón