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Maternidad

Summary:

Un día normal en la vida de Toph como Jefa de Policía y madre se ve interrumpido por una visita inesperada.

Notes:

Disclaimer: Los personajes de “Avatar: The legend of Korra” y “Avatar: The legend of Aang” no me pertenecen.

(See the end of the work for more notes.)

Work Text:

Ciudad República, año 122 D. G.

"Los niños son siempre una bendición, Toph"

Eran las palabras que Katara le había dicho hace un par de años cuando ella le contó que estaba embarazada. Ser madre definitivamente no era el sueño de la vida de Toph, así que cuando ella misma se enteró de su embarazo tuvo sentimientos encontrados.

Aunque el día que su pequeña Lin había nacido era por mucho uno de los más felices de su vida, los días que vinieron después fueron más que difíciles. Pero, aunque por naturaleza Toph tenía poca paciencia siempre hacia su mejor esfuerzo.

Sin embargo, como en todo había días muy difíciles. Ese en particular había sido uno de aquellos.

Su turno de trabajo se había extendido algunas horas más de lo habitual debido al robo de un banco. Ya empezaba a hacerse de noche cuando Toph por fin pudo salir de la Sede de la Policía de Metal Control rumbo a su casa.

Tras un par de kilómetros recorridos por fin se encontró frente a la puerta de entrada de su domicilio. Contrario a la mansión donde ella había crecido, la suya era una casa de tamaño modesto pero recientemente había incorporado un jardín con varios juegos infantiles y levantado bardas alrededor para que su hija pudiera jugar segura.

Cuando Toph por fin llegó a la entrada de su casa se encontró con dos de los oficiales que vigilaban su domicilio. Como Jefa de Policía y heroína de guerra ella tenía derecho a protección policial 24/7, sin embargo no había hecho uso de ese privilegio hasta el nacimiento de Lin.

- Buenas noches Jefa Beifong- Saludaron ambos hombres al unísono.

- Buenas noches caballeros- Les respondió ella de regreso.

Al entrar se dirigió al interior de la casa, era la hora de cenar así que Lin y su niñera debían estar en el comedor.

- ¡NO! - Se oyó una aguda voz infantil en cuanto entró a la casa.

- Vamos pequeña, tienes que comer algo- Dijo la niñera, se encontraba sentada frente a la sillita alta de Lin con una cuchara en la mano, en la mesita había un plato con arroz blanco y vegetales.

- ¡NO, NO, NO!- Volvió a repetir Lin, mientras jugaba con el arroz y se reía.

Toph no pudo evitar reírse, desde hace un par de semanas "No" era la nueva palabra favorita de Lin, podría jurar que ahora mismo la cara de la joven niñera era todo un poema.

- Déjalo así chica- Le dijo ella mientras reía- Yo me encargaré, puedes ir a casa nos vemos mañana-

- Mamaaaaa…- Balbuceó la pequeña.

- Si, jefa Beifong- Afirmó la joven- Solo quiero comentar que la pequeña hizo una siesta de 3 horas, acaba de despertar pero en general todo el día estuvo bien ¡Nos vemos mañana!-

La niñera salió de la casa y cerró la puerta tras de sí. Toph solo suspiró mientras tomaba el lugar que antes ocupaba la joven.

Lin resultó ser una bebé muy inquieta, Katara y Aang decían que tenía la misma energía que ella. Y cuando tomaba siestas durante el día solo podía significar que dormiría poco o nada durante la noche.

- Bueno, mi pequeña tejón topo como parece que no tienes hambre vamos afuera- Toph recargó a la pequeña sobre su costado y se dirigió al jardín.

La puso sobre el suelo y ella empezó a dar pasitos rápidos rumbo a los juegos. Lin apenas tenía un año y medio, pero ya corría prácticamente así que Toph iba tras de ella.

Cuando vio que se dirigía al tobogán la levantó del piso nuevamente para subir con ella a lo alto del mismo. La pequeña Lin se quejó y nuevamente empezó a gritar.

- ¡NO, NO!- Decía la pequeña mientras trataba de zafarse del agarre de su madre.

- Ya, ya, dame un momento- Le decía Toph, mientras subía los escalones del tobogán.

Cuando llegó a la parte más alta se sentó y colocó a su pequeña sobre su regazo, la sostuvo con una mano y se impulsó con la otra.

- ¡Wiiii!- Gritó Lin, mientras subía sus manitas y reía.

Toph se impulsó un poco para tomar más velocidad y ambas terminaron aterrizando en un gran charco de lodo.

- ¡Jajajaja!- Toph no pudo contener la risa, mientras Lin bajaba del regazo de su madre y se sentaba a salpicar en el charco de lodo.

Toph apoyó fuertemente sus pies y sus dos manos sobre la tierra para poder percibir con el mayor detalle posible la pequeña silueta que jugaba y reía frente a ella.

De pronto la pequeña Lin se acercó gateando a donde se encontraba Toph, se paró y puso sus dos manitas llenas de lodo en las mejillas de ella.

- Mamaaa- Balbuceó Lin.

Ella la abrazó y la apretó levemente contra su pecho, mientras acariciaba su cabello con una de sus manos. Según Sokka, el cabello de Lin era negro como el de ella y sus ojos eran de un lindo color verde claro.

Con su tierra control quito el lodo de su cuerpo y el de Lin y comenzó a tocar su carita tratando de sentir el mayor detalle posible para memorizarlo a su manera.

Definitivamente tener hijos jamás había sido el sueño de Toph, pero ahora que tenía a Lin en su vida dudaba mucho que pudiera amar a alguien más con esa intensidad.

Madre e hija se quedaron jugando afuera un par de horas más, hasta que el cansancio empezó a vencer a Toph quien había empezado su día muy temprano.

Toph levantó a Lin del suelo, quien para sorpresa de ella no opuso resistencia y se dirigió hacia el interior de la casa. Quitó la ropa de ambas y se metió a la ducha para quitar los restos de tierra.

Al sentir el agua caliente correr mientras Toph la bañaba, Lin empezó a relajarse y se quedó dormida en brazos de su madre.

Al salir Toph la secó y le puso su pijama para posteriormente repetir el proceso con ella misma. Tomó con sumo cuidado a Lin en sus brazos y se metió con ella en la cama.

Se quedó dormida casi al instante, con la pequeña Lin haciendo lo mismo sobre su pecho. Sin saber exactamente cuánto tiempo había pasado, de pronto Toph empezó a escuchar fuertes toques en la puerta de su casa.

Puso uno de sus pies sobre el suelo y se dió cuenta que dos de los oficiales que vigilaban su casa se encontraban en la puerta.

Con sumo cuidado depósito a Lin en la cama, colocando dos almohadas en sus costados para prevenir caídas y se dirigió con el mayor silencio posible a la puerta de entrada.

- Creí haber sido clara cuando les dije que mientras me encontraba en casa con mi hija no me molestaran- Dijo Toph claramente enojada mientras abría la puerta.

- Perdone Jefa, pero es una emergencia- Habló uno de los oficiales- Hubo un nuevo enfrentamiento entre la Triple Alianza y los Agni Kai, nos informan que el Consejo requiere de su presencia de inmediato en la sede-

- Ya se encuentra una unidad lista afuera para llevarla, Jefa- Completó el otro de ellos.

- Si no hay otra opción- Dijo ella mientras regresaba dentro de la casa- Más les vale, par de idiotas, que la unidad tenga espacio suficiente para el cochecito de Lin-

- ¿Cómo dice Jefa?- Preguntaron ambos al unísono, confundidos.

- No esperaban que deje a mi hija aquí ¿Verdad?- Respondió Toph- Deben ser las 2 am y resulta que su niñera no está aquí a esta hora-

Toph entró a la casa, rápidamente se puso su armadura y su cinturón con los carretes. No había tiempo de arreglar su cabello así que lo dejó suelto y solo se colocó encima el gorro de su uniforme.

Después buscó la bolsa donde guardaba todas las cosas de Lin y la colocó sobre el cochecito. Finalmente, tomó una cobija pequeña y levantó a su hija de la cama muy despacio, tratando de no despertarla pero fue en vano.

- Mamaaa…- La llamó ella y empezó a llorar.

- Shhh… tranquila pequeña tejón topo- Empezó a tranquilizarla ella- Aquí estoy-

Ella bajo rápidamente empujando el cochecito con una mano y sosteniendo a Lin con la otra.

- Lleven esto por mi- Ordenó ella y ambos oficiales asintieron, obedeciendo la orden inmediatamente.

Ella subió a la unidad donde otro de sus oficiales la ponía al tanto de la situación. Para entonces, Lin ya estaba de mejor humor y reía al sentir el viento en su cara.

En unos minutos llegaron a la Sede de la Policía, Toph bajó y camino hacia su oficina con Lin en sus brazos. La pequeña estaba más que despierta y jugaba con el cabello de su madre.

- Jefa Beifong- Era la voz juguetona de Sokka- No mencionó que traería una invitada-

- Consejal Sokka… ¡Ay!- Respondió ella con el mismo tono, hasta que Lin le dio un tirón en el cabello. Se escuchó también la risa infantil, seguida de las de Sokka y Aang.

- Bueno, creo que ahora que ya estamos todos podemos empezar- Mencionó Aang.

En la reunión se abordaron temas sobre el manejo de los distintos grupos criminales que habitaban la ciudad y el Reino Tierra en general, por lo que esta empezó a prolongarse y Lin comenzó a ponerse inquieta.

Jugaba con el cabello de Toph, trataba de soltarse de los brazos de su madre, lloraba, Sokka la tomó en brazos por momentos, después Aang para finalmente regresarla con Toph y aún así la energía de Lin no parecía agotarse.

En uno de los breves descansos para tomar café, Toph le puso su gorro de policía en la cabeza para que jugara con el, causando las risas de ternura de Aang y Sokka.

- Se ve adorable, Toph- Mencionó Aang, mientras veía a Lin con ternura.

- Parece que sus días en la Policía de Metal Control están contados Jefa Toph- Dijo un bromista Sokka y agregó haciendo un saludo militar a la niña- ¡A sus órdenes Jefa Lin Beifong!-

Lin reía mientras jugaba en brazos de Toph, pero el cansancio la venció y finalmente se durmió por lo que su madre la recostó en su cochecito el resto de la noche.

Para cuando ambas salieron camino a su casa, el sol resplandecía por todo lo alto. Aunque ofrecieron a Toph llevarlas de regreso en una unidad, ella prefirió caminar y fue acompañada por dos oficiales, que caminaban a cierta distancia tras de ellas.

Conforme iba acercándose a su domicilio sintió algo extraño en las vibraciones, podía percibirse la tensión. Al acercarse un poco más y darse cuenta de que se trataba, sintió su corazón acelerarse pero de igual manera siguió adelante.

- ¡Usted no comprende! ¡¿Acaso no sabe quién soy yo?!- Una voz masculina discutía, Toph de inmediato lo reconoció- ¡Quiero hablar con quien este a cargo!-

- Date la vuelta y lo harás, padre- Habló Toph con voz fuerte y firme.

Lao Beifong se dio la vuelta quedando frente a su hija, unos segundos después apareció su madre Poppy junto a él.

- Oficial, permítale la entrada a estos dos individuos- Ordenó ella- Solo por esta ocasión ¡¿Entendido?!-

- Como usted ordene, Jefa Beifong- El oficial se hizo a un lado permitiendo la entrada de Toph, Lin, Lao y Poppy.

Entraron a la zona del jardín en medio de un silencio incómodo y ella hizo una seña a los oficiales para que los dejaran solos.

- Y bueno, madre, padre ¿A que debo el placer de su compañía?- Dijo ella sarcásticamente, mientras mecía suavemente el cochecito donde Lin dormía a su lado.

- ¿Es lo primero que tienes que decir después de más de 10 años sin saber de ti?- Preguntó su padre, levantando un poco la voz.

- Además ¿No nos invitas a entrar a tu casa?- Agregó Poppy.

- Bueno, la última vez que nos encontramos creo que quedo todo muy claro después de decir frente a todos que yo no era tu hija- Le contestó Toph y añadió con ironía- Y como Jefa de Policía no suelo recibir extraños en mi casa-

- ¡Es increíble! Yo gasté una enorme cantidad de tiempo y dinero para criar a una mujer bien educada, de buenos modales y a la altura de nuestra familia- Gritó Lao- No para que fueras… esto-

- ¿Esto?- Toph hizo un ademan con sus manos mostrando su uniforme- ¡Soy la mejor maestra tierra del mundo, inventé el metal control, fui maestra elemental del avatar, evitamos la destrucción del Reino Tierra, fundé y ahora dirijo la Policía de Metal Control! ¡La mayoría de los padres estarían orgullosos!-

- ¡Manchaste el nombre de nuestra familia al huir de casa de esa manera!- Añadió Lao.

- ¡Tu empezaste escondiendo mi existencia del mundo entero por ser ciega!- Le respondió Toph.

La discusión entre Lao y Toph se vio interrumpida por el llanto de Lin, quien había despertado asustada por los gritos de los adultos. Toph la colocó en sus brazos, apoyándola en su pecho para tranquilizarla.

- ¡¿Y además no crees que al menos teníamos derecho a saber de la existencia de nuestra nieta?!- Vociferó Lao, ocasionando que Lin llorara más fuerte.

- ¡Cállate! ¡La estas asustando!- Toph sacó uno de los biberones que tenía a mano en el cochecito para dárselo a Lin, pero su madre se lo impidió.

- ¡Así no se hace! ¡Debes calentarlo primero!- Dijo Poppy quitándole el biberón de las manos- Yo me encargo, dámela-

Toph alejó las manos de su madre bruscamente, provocando que el biberón cayera al suelo y derramara su contenido en el mismo.

- No atrevas a tocarla ¡Y tú tampoco!- Advirtió Toph a sus padres- ¡Ahora digan de una vez lo que quieren y váyanse para que yo pueda encargarme de mi hija y mis asuntos!-

- Justo de ella vinimos a hablar- Dijo su padre, bajando el tono de su voz- Tu madre y yo hemos tomado la decisión de que lo mejor es que nuestra nieta esté con nosotros en Gaoling-

- ¿Pero que están diciendo?- Contestó Toph con una mezcla de furia y confusión.

- Es lo mejor para ella, Toph- Le dijo su madre- Los niños necesitan a su madre con ellos todo el tiempo, además con tu puesto sus vidas están en riesgo…-

- Se cuidarme sola perfectamente- Les respondió Toph- Y también a mi hija-

Toph abrazaba a Lin de manera protectora, colocando una mano sobre su cabello. La pequeña se había calmado y miraba con extrañeza a los dos visitantes frente a ella.

- No hagas esto más difícil Toph, todos sabemos que es lo mejor para…- Poppy se interrumpió pues no sabía el nombre de su nieta.

- Lin… Lin Beifong- Completó Toph- ¡Como pretendes llevártela si ni siquiera sabes su nombre!-

- Maaamaaaa…- Habló Lin al escuchar su nombre y levantó sus bracitos en dirección a la cara de su madre.

Toph le dirigió una tierna sonrisa a su hija y sin soltarla se dirigió a sus padres nuevamente.

- Bueno… Como podrán notar tengo muchas cosas que hacer- Toph se levantó y señaló hacia la puerta de entrada- Así que háganme el favor de retirarse, si no quieren que tome cartas en el asunto como intento de sustracción de menores-

Lao y Poppy se veían muy sorprendidos, pero seguían sin moverse de sus lugares.

- ¡Oficiales!- Ordenó Toph, al instante dos de ellos aparecieron en espera de más ordenes- Nuestros ilustres invitados ya se van, así que hágame el favor de escoltarlos a la salida por la fuerza si es necesario-

- ¡Como ordene Jefa!- Respondieron ambos.

Toph escuchó como su padre empezaba a discutir con sus oficiales mientras ella se dirigía al interior de su casa, se detuvo solo un momento para agregar unas últimas palabras.

- Por cierto, supongo que no es necesario agregar que no son bienvenidos aquí así que espero se mantengan alejados de mi y de mi hija- Dijo Toph para finalmente entrar en su domicilio y cerrar la puerta de un fuerte golpe.

Ella dejó a Lin en el suelo y la pequeña gateó hacia sus juguetes, mientras Toph tomaba asiento en el sofá. Sin poder evitarlo, sintió como las lágrimas empezaban a caer por sus mejillas, pero ella las limpió con un movimiento brusco.

Sus padres nunca iban a cambiar, eso estaba más que claro, pero aún así seguía doliendo que sin importar lo que lograra ellos nunca dejarían de verla como la niña ciega de 12 años que había escapado de casa.

El ruido de los cubos de juguete caer, seguidos de una risa infantil la hicieron salir de sus pensamientos. Ella se levantó del sofá y se sentó en el suelo a un lado de Lin.

- ¿Te diviertes pequeña Lin?- Le habló a Lin con una voz suave.

Como respuesta recibió un cubo de juguete en la mano, seguido de los balbuceos de Lin mientras apilaba sus cubos uno sobre otro.

Toph puso en la parte superior el cubo que le había dado Lin, terminando la torre para que segundos después la pequeña la derribara con un manotazo.

Madre e hija rieron y Lin se levantó para dar un par de pasitos y llegar hasta donde estaba Toph quien la levantó y la sentó sobre su regazo. Pegó su nariz a la cabecita de su hija, aún tenía ese olor característico de los bebés.

- Ellos nunca me aceptaron ¿Sabes?- Dijo Toph más para si misma que para Lin, mientras la abrazaba y acariciaba su cabello- Pero yo a ti siempre te aceptaré pequeña tejón topo-

Notes:

¡Hola! Gracias por haber leído esta historia.

La escribí porque realmente el canon de que Toph fue una madre horrible nunca me ha gustado del todo. Me gusta más la idea de que simplemente fue una madre con un puesto de trabajo muy demandante y a la que sus padres nunca mostraron afecto (No que no lo sintieran, sino que no lo demostraron) y por lo tanto ella tampoco supo hacerlo con sus hijas.

En fin, espero les haya gustado y nuevamente ¡Gracias por pasarse por aquí!