Actions

Work Header

And it's okay to not be okay [NejiLee]

Summary:

Hiashi vuelve con sus comentarios de mierda, y esta vez le afecta más que de costumbre.

Notes:

TW por si no leíste las etiquetas: mención a trastornos alimenticios y pensamientos suicidas.

(See the end of the work for more notes.)

Work Text:

—¿Vas a comerte todo eso?

—Sí, tengo hambre—el comentario salió con más frialdad de la esperaba. Toda la mesa se quedó en silencio por varios instantes e hizo todo lo posible para ignorar el pánico que crecía por su garganta.

Hiashi no dijo nada más. Se quedó viendo de reojo mientras su sobrino se servía otra porción. Neji hizo todo lo posible para ignorarlo. Hacía varios meses que no le afectaba lo que dijera su tío sobre estas cosas, y no pensaba tener otra recaída. 

—Últimamente no estás haciendo nada, tienes que cuidarte con las calorías.

—Es solo un par de meses, no me va a pasar nada.

El adulto frunció los labios y volvió a quedarse en silencio. Desde que Tsunade le dijo que abandonara el entrenamiento y las misiones por completo para recuperarse de una lesión Hiashi se puso más molesto respecto a la comida. Siempre fue molesto, casi parecía su deber, pero hasta antes de su lesión las cosas parecieron calmarse un poco. Dios, casi había vuelto a comer con normalidad. Pero, como no podía ser de otra forma, en cuanto Neji abandonó toda actividad física los comentarios hirientes de su tío regresaron como nunca. Parecía más obsesionado con su cuerpo que él mismo, y eso era decir mucho.

—Quiero que te controles con las cantidades, estás comiendo demasiado.

—Bueno—la respuesta salió automática y monótona, como cada vez que recibía un sermón del hombre. Le molestaba un poco estar teniendo esta charla en frente de sus primas y otros familiares, pero no podía quejarse al respecto. Llevaba una racha de exactamente una semana sin pelearse con su tío sobre nada, y no pensaba romperla. Se iba a desahogar más tarde con sus amigos, que ya debían estar hartos de escucharlo quejarse sobre lo mismo (en realidad, sabía que no era así, pero eso no aliviaba su sentimiento de culpa).

—¿Puedes dejar de decir “bueno” a cada cosa que digo? Pareciera que no te importa.

«Porque no me importa». De hecho, sí le importaba. Le afectaba más de lo que podía admitir. Sus peleas con Hiashi eran las principales razones por las que había vuelto a sus hábitos insalubres, como saltarse comidas o entrenar todos los días, sin descanso. Esta lesión no lo había preocupado hasta que su tío hizo ese comentario sobre la actividad física. 

—Lo lamento. Sí me importa.

—Bien, entonces me vas cambiando el tono, porque lo hago por tu bien.

Se tragó un comentario despectivo, pero no pudo tragar lo que quedaba de comida en su plato.

 

 

 

—Odio eso de él, me tira un comentario derribando mi autoestima y después me siento mal por enojarme con él. Me hace pensar que de verdad tiene razón, y puede ser, tal vez necesito cuidarme un poco con la comida ahora que no puedo hacer deporte, pero no sé…

—No volvamos a esto, por favor.

Neji suspiró y se dejó caer junto a su novio en la cama. Lee lo rodeó con los brazos y apoyó su cabeza en el hueco entre su clavícula y su cuello.

—Perdón. No quiero volver ahí, en serio, pero a veces me pongo a pensar en eso y…

—Ya sé, es difícil. Pero en serio, no te va a pasar nada por no hacer deporte un par de meses. Es un imbécil, no le hagas caso.

—Lo sé, lo intento, pero no puedo… me hace odiarme a mí mismo y después me siento mal por estar enojado y pienso que tiene razón, es un ciclo sin fin… Tal vez debería dejarlo todo de una vez, no sé, me liberaría del sello si solo…

—Neji—Lee le recordó que estaba con él y lo sacó de su divagación. Mierda . Había hablado de más, lo sabía. Se venía el sermón habitual como cada vez que exteriorizaba alguno de esos pensamientos—. No.

—No lo decía en serio, ya lo sabes.

—No sé si no lo decías en serio. Tal vez es momento de que busques ayuda, hablar con Gai-sensei puede venir bien.

—No lo necesito, estoy bien.

—Neji, literalmente recién hablaste de matarte como una opción viable, y cada vez que Hiashi hace uno de sus comentarios de mierda no comes por días. Perdón que te lo diga así, pero no estás bien. Y está bien no estar bien

—Lo voy a pensar.

—Gracias.

El silencio siguiente a eso fue tenso, pero Lee no se apartó de su lado hasta que tuvo que volver al infierno que se hacía pasar por su casa.

Notes:

Esto es demasiado cercano a mis experiencias personales para ser solo una inspiración, fue algo espontáneo de dudosa calidad pero que aún así publico. Si algo de esto te resuena, no dudes en pedir ayuda. La terapia salva vidas.