Work Text:
De vez en cuándo, Chopper disfrutaba sentarse a leer al lado de Robin, o escuchar de boca de la misma el contenido de algunos de los libros. Esa tarde estaba reanudando su lectura acerca de las distintas poblaciones del North Blue y sus culturas, la que más llamó su atención fue de una tribu llamada Inuit que vivían en una isla Invernal que nunca cambiaba de estación. La tribu tenía una extraña y bonita costumbre, ya que mostraban afecto rozando sus narices debido a que no podían exponer sus bocas por el intenso frío , a lo que llamaban, “beso esquimal o kunik .” ¡Él también quería intentarlo!
— Robin, Robin. — llamó a la mujer a su lado, haciendo que esta volteara a verlo.
— ¿Sí, Chopper?
— Baja la cabeza momento. — Robin lo miró con curiosidad, sin embargo, hizo caso a su petición y agachó su rostro hasta la altura del pequeño reno. Chopper tomó las mejillas de Robin entre sus pequeñas patas y rozó su nariz azul con la nariz de la arquéologa, moviendo su cabeza de lado a lado. Chopper pensó que se sentía curioso. ¡Daba cosquillas! Tal vez era porque la piel de Robin era muy suave, y podía sentir de cerca su aroma a flores. Chopper se separó de Robin, observando la sorpresa en el rostro de la pelinegra, que luego fue sustituida por una amplia sonrisa.
— ¡Un beso esquimal! Qué dulce de tu parte Chopper.
— ¿Eh? ¿Ya lo sabías? — preguntó el reno, siendo ahora el sorprendido.
— Por supuesto, ya he leído todos los libros que te presto. ¿Quisieras enseñarle a los demás? — ella le sugirió, en ese tono paciente que usaba siempre. Chopper asintió con la cabeza y fue a buscar al resto de la tripulación para enseñarles la costumbre del beso esquimal.
— ¡Usopp! — Chopper llamó al joven francotirador, quién también le dio esa mirada de curiosidad para luego sonreír al sentir la nariz azul del reno rozar la suya. Chopper consideró que el caso de Usopp era curioso, su larga nariz parecía rebotar cada vez que la movía con la suya.
— ¡Jinbei! Hagamos un beso esquimal.
— ¿Beso esquimal? Primera vez que lo escucho.
— Déjame enseñarte. — Chopper entonces hizo lo mismo que con Robin y Usopp, obteniendo también la misma respuesta, una amplia sonrisa. En el caso de Jimbei, su nariz era fría y húmeda, el gyojin tenía un fuerte aroma a agua de mar.
— Nami, beso esquimal. — pidió ahora a la navegante, saltando a sus brazos mientras ella lo recibía sonriente. La nariz de Nami se parecía a la de Robin, era suave y daba cosquillas. El resto de la tripulación se dio cuenta de lo que hacía Chopper y esperaban su turno con una sonrisa. Luffy fue él mismo a dónde estaba el reno para hacer el beso esquimal y luego comenzó a rozar su nariz con el resto de la tripulación, saltándo de aquí para allá en la cubierta del Sunny mientras gritaba “¡nariz quimal!”
Chopper notó que la nariz de Luffy hacía un sonido raro, cómo rozar caucho, supuso que es porque era de goma. La narices de Sanji y Zoro eran puntiagudas y cálidas, y en caso del espadachín podía oler el fuerte olor a alcohol, causando que lo regañara otra vez por beber en exceso. La nariz de Franky era muy dura y fría por ser de metal, y Brook…
— Me encantaría hacer un beso esquimal, rocemos nuestras narices Chopper-kun… Ah, no tengo nariz, porque soy un esqueleteo. ¡Yohohohoho! — a Chopper tampoco le parecía buena idea rozar su nariz azul con un esqueleto.
Aun así, había sido agradable.
Si algún día volvía a visitar Drum, le enseñaría a doctorine los besos esquimales.
Robin observaba con una sonrisa a la tripulación mientras compartían besos esquimales, — Luffy los estaba obligando — sin embargo, volteó a ver a Franky que se sentaba a su lado. La pelinegra observó con total indiscresión el rostro del cyborg, y Franky la observó de vuelta inquiriéndole con la mirada si quería algo. Robin, sin preguntar, tomó el rostro de Franky entre sus manos y rozó su nariz con la del peliazul, haciendo que un gran sonrojo se extendiera por las mejillas del hombre.
— Bueno, supongo que la nariz de metal lo hace un poco difícil. — comentó ella, dejando un corto beso en los labios del hombre, haciendo que Franky se sonrojara aún más mientras ella lo miraba sonriente.
— Avísame primero, me súper soprendiste.