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Duranti - Tres Paradigmas LA

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‘Language as Culture in U.S. Anthropology; Three Paradigms" by Alessandro Duranti, CURRENT ANTHROPOLOGY Vol, 44, Number 3, June 2003. pp 323-347." La Lengua como Cultura en la Antropologia Norteamericana. Tres Paradigmas’. Por Alessandro Duranti FI estudio de la lengua como cultura en la antropologia_norteamericana reine un conjunto de diferentes practicas, a menudo no del todo compatibles, que — pueden comprenderse por medio de la identificacién de tres paradigmas _hist6ricamente relacionados. Mientras el primer paradigma, iniciado por += Boas, = se. avocd predominantemente a la documentacién, fa descripcién gramatical_y la _clasificacién {especialmente de lenguas __indigenas norteamericanas) y se centralizé en la relatividad linguistica, ef segundo paradigma, desarrollado en la década de 1960, aproveché Ja reciente tecnologia de registro y los nuevos progresos tedricos para examinar el uso de la lengua en contexto, introduciendo nuevas unidades de andlisis como el evento de habla. ' Traduecién de Patricia Oreidemie para la cétedre “Elementos de Linguistica y Semidtica’, Profesor titular: Carlos Reynoso. Departamento de Antropologia, FFyL, Universidad de Buenos Aires. 3/11/03. Versiones previas de este articulo fueron presentades en University of California at Berkeley, Emory University, y en Universita de Padova, Agradezco a ‘os participantes de dichos eventos por sus comentarios y sugerencias. También me he beneficiado de los comentarios detallados de Niko Vencer, Dell Hymes, Adrienne Lo, Sarah Meacham, Elinor Ochs y de cuatro juredos anénimos que trabajaron para CURRENT ANTHROPOLOGY. Todo error, mala interpretacion u ‘omisién es, por supuesto, exciusivamente mia, Aunque fue considerado parte de le antropologia. en general, configuré un distanciamiento intelectual del resto de ia antropologia. El tercer paradigma, con su atencién en la conformacién identitaria, ia narracién y la ideologia, constituye un nuevo intento de relacionarse con el resto de fa” antropologia por medio de extender los métodos lingiisticos al estudio de usos previamente —_identificados en __otros (sub)campos. Aunque cada nuevo paradigma reduce /a influencia y ef atractivo de! precedente, los tres paradigmas persisten actualmente. La confrontacién de sus diferencias constituye una contribucién para la disciplina ALESSANORO DURANTI es Profesor reconacido de Antropologia en la Universidad de California, Los Angeles (Los Angeles, Calif. 90095-1553, USA (eduranti@antro.ucla.edu)). Nacido en 1950, se formé en ia Universidad de Roma (Laurea in Lettere Moderne, 1974) y en la Universidad de Southem California (PRD., in Linguistics, 1981). Ha ensefiado en la Universidad de Roma, en Pitzer College y en fa Universidad de California - San Diego. Ha sido beneficiado con une beca postdoctoral del Australi National University’s Research School for Pacific Studies (1981) y del UCSD'S Laboratory of Comparative Human Cognition (1983-84). Sus intereses de investigaciin incluyen agentividad ¢ intencionalided, oratoria, lengua y cultura de Samoa y estética del jazz. Enire sus publicaciones figuren From Grammar to Poitics: Linguistic Anthropotogy in Samoan Village (Berkeley: University of California Press, 1992), Linguistic Anthropology (Cambridge: Cambridge University Press, 1997) y Linguistic Anthropology: 4 Reader (London: Biackwell, 2001), El presente trabajo fue presentado el 2/1/01 y aceptaco para su publicacién ef 8/1/02 El estudio de la lengua como cultura, en la antropologia norteamericana, no abarca un campo unificado sino un conjunto de diferentes practicas analiticas y tedricas, a menudo no del todo compatibles, acerca de jos fenémenos lingUisticos. Las diferencias entre -estas practicas se comprenden mediante ia identificacién de tres paradigmas histéricamente relacionados, donde el paradigma posterior reduce la influencia y la fuerza del anterior pero no lo reemplaza en su totalidad. La coexistencia pacifica de varios paradigmas ha sido favorecida por la supresién tanto de confrontaci6n piiblica como de {a publicacion de criticas reciprocas. Al mismo tiempo, la ausencia dé un debate interno entre los seguidores de los diferentes paradigmas ha dificultado ta sistematizacion de los postulados tedricos, promovidos durante el siglo pasado, acerca de la naturaleza de la lengua como un recurso cultural y como una practica social. Ademas la carencia de afirmaciones claras sobre qué constituye una mirada antropolégica sobre la lengua es en parte consecuencia del aisiamiento que sufren los analistas de la “lengua como cultura’ con respecto a la antropologia. y a la fingtistica. Las perspectivas antropoldgicas actuales sobre la jengua como cultura no pueden ser adoptadas © desafiadas facilmente por aquellos que pertenecen a otros campos (por ejemplo, lingiistica, psicologia, sociologia) 0 a otros subcampos de fa antropologia {por ejemplo, arqueologia, antropologia sociocultural o antropologia biolégica) porque sus postulados estén usualmente implicitos més que explicitos, y ocultos entre estudios de casos mas que reunidos en desarrollos sintéticos y comprensibles. Existe, por lo tanto, la necesidad de reexaminar fa historia de los estudios sobre la lengua en la antropologia de jos Estados Unidos donde la perspectiva Boasiana sobre la lengua como una parte integrante de -y simultaneamente una ventana a- la cultura continua siendo argumento para la inclusion del andlisis lingUistico dentro de la _formacién antropoligica’. 3 Bor limitaciones de espacio, no revisaré otras En una discusién previa sobre las diferentes denominaciones que recibe el estudio de la tengua como cultura - antropologia lingUistica, linguistica antropolégica, etno-lingiifstica,_y —socio- linguistica~ yo sostuve que mas que sinénimos estos rétulos corresponden a diferentes orientaciones_—_tedricas_ oy metodolégicas frente al objeto de estudio (Duranti, 200i). En el presente articulo avanzaré un paso mas adoptando la conceptualizacién de desplazamiento {fo dinamica] de paradigmas {paradigm shift] como recurso heuristico para comprender los, profundos cambios que se han sucedido en el modo de estudiar la lengua. La idea de desplazamiento de paradigmas se deriva, por supuesto, del trabajo de Kuhn (1962) sobre las revoluciones cientificas; pero a diferencia de Kuhn, yo asumo que el advenimiento de un nuevo paradigma no significa necesariamente la completa desaparicién del anterior. (El mismo Kuhn manifesté dudas acerca de si todas las ciencias sociales _poseen paradigmas como los que él identificé en las Ciencias fisicas [p. 15]). Segiin el uso que hago aqui del término, el paradigma lo planteo como histéricamente circunscripto (es decir, como producto de un conjunto de practicas particulares en relacién con el ejercicio y la promocion cientifica), pero que no pierde vigencia necesariamente cuando surge un nuevo paradigma. En los hechos, viejos y nuevos paradigmas pueden coexistir y continuar influenciéndose entre si a través de lo que Peter Galison (1999) denomind “zonas de intercambio” [trading zones] en las cuales cientificos con diferentes convicciones pueden coordinar esfuerzos ¢ intercambiar logros (por ejemplo, informacién). Para la fisica, Galison refiere el ejemplo de los laboratorios. En el estudio del uso de la lengua, los laboratorios tradiciones, por ejemplo, la de la antropologia britanica 0 la de [a antropologia francesa (sobre e! rol del analisis, lingutstico en la antropologia dnténica, ver Henson, 1974; Hymes, 1970:253) {por ejemplo, el Language Behavior Research oratory de la Universidad de California en Berkeley), las organizaciones profesionales (por ejemplo, The society for Linguistic Anthropology [SLA] y the Society for the Study of the Indigenous Languages of the Americas [SSILA]) y las publicaciones periddicas posibilitan que los investigadores se reinan en tomno a intereses compartidos (por ejemplo, seguin un t6pico particular, una lengua o un area linguistica) y que _intercambien informacién relevante mas alla de sus diferencias tedricas y metodolégicas. Mas atin, si bien la investigacion individual es muy importante en el desarrollo de un nuevo paradigma o en el afianzamiento de la validez de uno ya establecido, un paradigma, segun yo lo defino aqui, no necesariamente coincide con el recorrido de un investigador particular. Es posible que uno © varios individuos estén “al frente’ de un paradigma o que fluctien retomando o proyect4ndose sobre diferentes paradigmas. Cuando examinamos la historia del estudio de la lengua como cultura en los Estados Unidos descubrimos que la relacién entre paradigmas investigadores particulares, por un lado, y, por el otro, la relacién entre paradigmas y grupos de investigacién, es compleja y problematica, dado que patticipan individuos 0 grupos no siempre concientes de sus propios presupuestos ni de las implicanciones tedricas y metodologicas de sus trabajos, o no siempre deseosos de adherirse plenamente a un paradigma sobre otro. De ahi la necesidad de la indagacién historica sobre nuestra situacién actual. A los efectos de alcanzar este objetivo proveeré la siguiente definicion funcional de “paradigma’: un emprendimiento de investigacién que posee un conjunto reconocible y a menudo explicitamente establecido de a) abjetivos generals, b) perspectiva sobre el concepto clave (por ejemplo, lengua), c) unidades preferidas de analisis, d) marco tedrico, y e) métodos preferidos de recoleccién de datos. Esta definicién identifica a los paradigmas como un conglomerado (clusters) de propiedades establecidas sobre la base de declaraciones explicitas y de prdcticas interpretativas en el estudio de la lengua. En lo que sigue identificaré el periodo y el clima intelectual que favorecié el surgimiento de los diferentes paradigmas y brevemente describiré el trabajo de los investigadores que fueron responsables de desarrollarios. Mi presentacion no pretende ser una revisién abarcadora del total de la literatura producida en antropologia lingUistica ni de los campos de estudio que se relacionaron con ella durante el siglo pasado. He seleccionado, en cambio, un numero relativamente reducido de ‘escritores y tendencias como ejemplificaciones del desplazamiento de —paradigmas que propongo.* Inevitablemente indagar en un {argo periodo de la historia de la disciplina dentro de las limitaciones de un articulo académico me obliga a ser sintético y, de este modo, a arriesgar simplificaciones aun cuando las complejidades pudieran ser mas gratificantes. Espero poder demostrar que este riesgo es compensado por la obtencién de algunas observaciones relevantes sobre un campo de investigacién que no se presenta ni homogéneo ni cadtico, en sus abordajes y contribuciones. EL PRIMER PARADIGMA El primer paradigma surgié hacia fines del siglo 19 como parte de la concepcién “ Mi estudio del desplazamiento de paradigmas est’ relacionada -pero es diferente en el enfoque- con el estudio de Stephen O. Murray (1983, 1998) sobre ia importancia del liderazgo intelectual y organizativo pera el desarrollo de un némero de discipiinas, incluyendo socioiinguistica, etnociencia, y linguistica antropolégica. En contraste con Murray, quien se centra en el aspecio sociolégico del liderazgo, a formacion de grupos, y la Marginacian, yo me conceniro aqui en tendencias tedrico-metodolégicas de orden general, Boasiana de una antropologia compuesta por cuatro areas en la cual el estudio de la lengua era tan importante como el estudio de la cultura, junto a los registros arqueclégicos y biolégicos. Es imposible comprender la consolidacion de este paradigma sin tener en cuenta el papel desemperiado por la Oficina de Etnologia (Bureau of American Ethnology) -mas tarde denominada Oficina de Etnologia Americana (Bureau of American Ethnology, BAE)- y por su primer director, John Wesley Powell (1834-1902). Fue Powell quien financi6 ef estudio del joven Boas sobre las lenguas Chinook y sobre otras lenguas indigenas americanas, y quien avalé la tarea que devino en el Handbook of American Indian Languages (Boas 1911a; ver Darnell, 1998a; Hymes, 1970:249-51, Stocking, 1974; Voegelin, 1952). Powell patrociné los trabajos de campo en lingiiistica con la conviccién de que recogiendo vocabularios y textos de las lenguas indigenas americanas seria posible reconstruir las relaciones genéticas entre las tribusindigenas americanas para su clasificacién, objetivo prioritario de la Oficina de Etnologia Americana en su caracter de institucion dependiente del gobierno de los EE.UU (Damell, 19984). Si bien Boas era escéptico respecto a la posibilidad de una correlaci6n directa entre lengua y cultura (y sin dudas descarté cualquier relacién entre lengua y raza), documento las lenguas indigenas americanas y sus tradiciones culturales que entendia como en riesgo de desaparecer a causa de la colonizacién europea (practica que posteriormente se conocié como “antropologia de saivataje"). A través de sus escritos y de sus ensefianzas, Boas ensanché la perspectiva de estudio y promovié los méritos del trabajo de campo lingiiistico, que, con anterioridad a él, habla consistido en la compilacién de listas de yocabulario y en la coleccién ocasional de mitos y leyendas. El también comunicd a algunos de sus discipulos- particularmente a Edward Sapir y a Alfred Kroeber- la pasion por la deseripcién lingUistica detallada y la conviccion de que las lenguas constituyen una herramienta fundamental no sdlo para favorecer el trabajo de campo sino también para el estudio de la cultura, especialmente. porque las categorias y reglas de la lengua serian principalmente inconscientes, por fo que no estarian sujetas a racionalizaciones secundarias (Boas, 1911b). Es entonces desde la teoria y la practica Boasiana que la concepcién de la lingUistica como herramienta para el andlisis cultural (0 histérico) se desarrollé. Esta concepcidn determiné el rol central desempefiado no sdlo por la lengua sino también por los lingiiistas en antropologia. No obstante esto, en la tercera generacion después de Boas esta concepcion fue simplificada de forma utiltaria (‘service mentality’) y la justificacién del trabajo del linguista dentro del departamento de antropologia se redujo a colaborar con los antropdlogos culturales y sociales en la realizacion de sus tareas. No todos aceptaron este rol secundario y algunos investigadores 0 migraron a departamentos de linglistica o alentaron a sus discipulos a trasiadarse, (Sapir, por ejemplo, aconsejé aparentemente a sus estudiantes a obtener sus doctorados en lingliistica [Damell, 1998b: 362]). A mi modo de ver, esto fue posible porque dentro del primer paradigma los linguistas de los departamentos de antropologia y aquellos de ottos departamentos compartian muchos postulados tedricos y metodolégicos. Por esto, Sapir realizé importantes contribuciones a la lingUistica historica y tipolégica; y a la teorla fonoldgica, por ejemplo, con su argumento en favor de la naturaleza psicolégica del fonema (Sapir, 1933, 1949). Es significativo dentro de esta coneccién que Leonard Bloomfield -el lingtista americano mas influyente de la primera parte del sigla XX- y Sapir hayan tenido una cordial, aunque competitive, relacién (Darnell, 1990}: ellos compartieron una pasién, los patrones gramaticales, Si bien un investigador como Sapir trascendid sus objetivos gramaticales para aventurarse en el estudio de la cultura (Sapir, 1949a, 1994; Silverstein, 1986), la identidad profesional preponderante de aquellos que trabajdron bajo su conduccion fue la de expertos en la gramatica de lenguas particulares. A pesar de su amplia formacién antropoldgica, estos lingiistas concibieron la lengua como una entidad auténoma cuya légica entendian sui generis, por lo que su abordaje requeria herramientas especiales.° En consecuencia, la formacién en fonética y en morfologia fue enfatizada por sobre todo lo demas. Este era e! “capital cultural” (Bourdieu, 1985) de fos lingdistas que trabajaban dentro del primer paradigma.® Sin embargo, en el transcurso de la década del 50, esta especializacién no fue mas ‘vendible” de forma sencilla a los antropélogos, y nos encontramos con {os herederos de Boas y Sapir debatiéndose para justificar la tenencia de un lingiista propio en el departamento de antropologia (Voegelin y Harris, 1952: 326): En muchas universidades —en las que no existe un departamento de lingUistica independiente- la facultad de antropologia debe contar con un especialista cuya competencia incluya la formacién en modernas * "E1 trabajo de Chomsky me parece actualmente el titimo desarrolio, la “perfeccién” si la hubiera, de fa tendencia dominante de la linguistica durante este siglo. Es fa linea que motive gran parte del trabajo de Sapir, y dio forma a ios esfuerzos constantes que bajo su influencia se realizaron para relacionar lengua con cultura. En resumen, la tendencia favorece el aislamiento de la lengua como objeto auténomo de estudio. Ha sido alrededor de esa separacién que fa Jinguistica moderna evolucioné como discipiina, El grado de separacién y los fundamentos que la sostienen, sin embargo, han ido variando” (Hymes, 1983: 339), © "Si una universidad ha financiado sélo un semestre para lingdistica, !o mejor que el profesor puede hacer es brindar un curso general que contenga unas tres clases sobre consonantes, tres sobre vocales, una sobre tno, tres sobre fonémica, tres sobre morfologia, dos sobre sintaxis, y una sobre fundamentos generale” (Pike, 1963: $21) tecnicas lingiisticas. Donde existe ya un departamento indepenciente de lingUistica, ef departamento de antropologia debe, de todos modos, contar con una formacién en lingUistica antropoldgica a cargo de un especialista que desempere la funcién de enlace entre ia antropologia y la linguifstica. En el mismo articulo, Charles (Carl) Voegelin y Zellig Harris (ambos integrantes del equipo de Sapir en Yale (Darnell, 1998b: 362)) parecen oscilar entre el orgullo sobre su conocimiento "técnico” (es decir, su habilidad para producir una desctipcién _gramatical precisa de cualquier lengua) y el deseo de evitar asustar 2 los estudiantes de antropologia cultural con asuntos que podrian parecer demasiado dificiles de aprender en el poco tiempo otorgado al tema por los departamentos de antropologia (p.326, mi énfasis):” La importancia de relacionar ta formacién antropolégica con fas técnicas lingUisticas consiste en que éstas _ultimas le brindan a la formacién antropolégica técnicas necesarias y no demasiado dificiles para explorar la cultura. Los estudios de la cultura sin consideraciones lingUisticas tienden a reducirse a lo sociolégico mas que a ampliarse sobre lo antropolégico. Por otra parte, los estudios etnolinglisticos realizados por antropdlogos sin conocimiento de las técnicas lingiisticas resultan tareas de aficionados. La preocupacién exclusiva por las estructuras gramaticales se hace también ” Como Voegelin (1961) sugirié posteriormente, el término “etnolinguistica’ fue empleado aqui Peyorativamente y en contraste al de “ingUistics antropolégica". Se debe entender como que refiere @ las comparaciones transversales entre lenguas (cross: linguistics) hechas por antropéiegos culturales evidente en el texto titulado Anthropological Linguistics: An Introduction, escrito por Joseph Greenberg y publicado en 1968 en series editadas por Harris y Voegelin. Una somera revision de su indice de contenidos revela una problematica extremadamente diferente a la que se encuentra en los textos. contemporaneos (por ejemplo, Duranti, 1997; Foley, 1997) y en sus interpretaciones (por ejemplo, Blount, 1995; Brenneis y Macaulay, 1995; Duranti, 2001b): |. Naturaleza y Definicion de la Lengua II, La Linguistica como Ciencia Ill, LingUistica Descriptiva NV, Teoria Gramatical V, Fonologia VI, Cambio Linguistica Vil. Tipos de Clasificacion de Lenguas Vill, Universales Sincrénicos 1X. Generalizacion Diacrénica X Explicaciones de nivel superior Considerar el libro de Greenberg como una introduccién al estudio de la lengua desde una perspectiva antropolégica implica aceptar al menos los siguientes dos postulados: a) la lengua es la cultura (y por ello uno puede considerar que esta haciendo una tarea antropoldgica analizando gramatica) y b) ta lingliistica descriptiva (incluyendo fa lingiiistica tipolégica e historica) es la disciplina-guia de los lingtistas en el departamento de antropologia (y en cualquier otra parte), Gelimitando tanto unidades como métodos de analisis. Este segundo presupuesto esta implicito en la eleccién dei término “tingUfstica antropolégica’, término que devino popular en los 50 y que puede ser interpretado como indice de que sus adherentes se identificaron en primer lugar con la linglistica y solo secundariamente con ta antropologia (David Sapir [1985:291] propuso esta denominacion indudablemente atendiendo a los intereses intelectuales de su padre). Si consideramos la desoripcin y la clasificacién de las lenguas basadas en sus léxicos y en sus estructura gramaticales como el principal objetivo de este paradigma, ia eleccién de ecitar en serie el libro de Greenberg para producir un texto introductorio en los 60 adquiere sentido dadas. sus importantes contribuciones a la lingufstica histérica (1963a) y tipologica (1963b, 1966). Estas son areas que continuan siendo de gran interés para antropélogos especializados, ya que la reconstruccién linglistica puede aportar evidencia de migraciones y contactos {a veces antes de que los registros arqueolégicos estén disponibles) (por ejemplo, Kirch, 1984). ‘Ademas, el trabajo de Greenberg fue visto por algunos fingUistas antropdiogos - entre ellos la discipula de Sapir, Mary Haas (1978: 121-22) como aportando una alternativa al nuevo paradigma en lingiiistica formal, la gramatica ~—_generativa transformacional de Chomsky. Al contrario de Chomsky, quien estaba en ese tiempo concentrado principalmente en el andlisis del inglés y quien sefialaba la necesidad de que los estudiantes trabajasen solamente sobre sus propias lenguas (a fin de ser capaces de fundamentarse en sus intuiciones nativas), Greenberg promovia el estudio de tantas lenguas como fuera posible por lo que fue visto. como un extrafio por los linguistas descriptivos y de campo. Pero la exclusiva concentracién en la gramética, junto con el rapido crecimiento de programas y departamentos de lingUistica independientes en los Estados Unidos, tuvo un impacto negativo sobre los que se identificaban como lingtistas antropdlogos. Los no lingiistas pertenecientes a los departamentos de antropologia comenzaron a cuestionar ta necesidad de tener sus propios linglistas dada la existencia de otros departamentos en ‘el mismo campus dedicados al estudio de la lengua. Al mismo tiempo , el foco sobre la descripcion gramatical y la dedicacién sobre la documentacién gramatical y textual de lenguas que estaban en vias de extincion (Moore, 1999) alenté la identificacién del trabajo de campo de la_linguistica antropolégica con las __descripciones ampliamente a-tedricas de lenguas no-indo- europeas, principaimente sin escritura. Antes de convertirse en estereotipo negativo entre los que no pertenecian a la sub-disciplina, esta visién simplificada de la linguistica antropolégica fue explicitamente construida por algunos de sus lideres. Por ejemplo, Harry Hoijer (1961: 10) definié fa lingUistica antropolégica como “un area de investigacién dedicada principalmente al estudio, sincrénico y diacrénico, de lenguas que no poseen escritura", y Carl Voegelin (1981: 680) sostuvo que Ia linglistica antropolégica esta llamada a revelar la problematica de lenguas ain desconocidas, tarea que era, en general, mas descriptiva que en otros campos de la lingdistica (pp.673-74). Fue esta fascinacién por la descripcion precisa de los patrones gramaticales de lenguas no indo-europeas, especialmente aquellas habladas por los _indigenas norteamericanos, la que produjo el postulado tedrico mas durable de este paradigma: la relatividad linguistica, también conocido como “hipotesis de Sapir-Whort" (Hill y Mannheim, 1992), La hipotesis sostenia que las lenguas proveian a sus habiantes nativos de un conjunto de predisposiciones _dificilmente cuestionables (por ejemplo, percibir solamente ciertas distinciones de sonidos, favorecer determinadas —clasificaciones, _producir determinadas extensiones metaféricas) que tendrian un impacto en la interpretacion de la realidad, y, consecuentemente, en ia conducta (como en el ejemplo de Whorf (1941) sobre los tanques vacios de gasolina erréneamente considerados menos peligrosos que los llenos). El tema de la relatividad lingliistica generé considerables debates que se prolongaron a lo largo de los afios (Koemer, 1992). Hasta los 80 se mantuvo estrechamente ligado a este primer paradigma; como tal, de poco interés para los que abrazaron al segundo. Los aspectos generales del primer paradigma pueden resumirse de la siguiente forma: Objetivos: la documentacion, descripcién y clasificacién de las lenguas indigenas, especialmente las de Norteamérica (en un principio, parte de la "antropologia de salvataje") Perspectiva sobre la lengua: como léxico y gramatica, o sea, segin estructuras regidas por regias que representan relaciones inconscientes y arbitrarias entre la lengua, entendida como sistema simbélico arbitrario, y la realidad Unidades preferidas de andlisis: oracién, palabra, morfema; y, desde la década del 20, fonema; también textos (por ejemplo, _—mitos,-—cuentos tradicionales). Postulados tedricos: unidades de andlisis edecuadas para _estudios comparativos (por ejemplo, para documentar clasificaciones 0 relaciones genéticas ), relatividad linguistica Métodos preferidos para la recoleccién de datos: elicitacién de listas de palabras, patrones gramaticales, y textos tradicionales a partir del trabajo con hablantes nativos. EL SEGUNDO PARADIGMA El segundo paradigma es identificado con frecuencia con los nombres “antropologia linglistica’ y “sociolinguistica" Como ocurre a menudo en ciencia, se desarrolld a partir de una serie de circunstancias fortuitas que incluy6, aparte de la mencionada apertura de los departamentos de lingliistica en las universidades de los EE.UU., la simultanea convocatoria de dos profesores jOvenes y enérgicos a la Universidad de California en Berkeley y del nacimiento de la sociolingilistica urbana con orientacién cuantitativa. ‘Sea 0 no el programa de Chomsky para la lingUistica una ‘revoluci6n’, segun lo prociamé Newmeyer (1986), es indiscutible que el rapido crecimiento de __ los departamentos de lingiiistica en los EE.UU. durante la década del 80 coincide con el entusiasmo por la perspectiva chomskiana, que parecia combinar el rigor de las ciencias duras (al edificar modelos cuasi-matematicos) con una apertura sin precedentes hacia los contenidos de los fenémenos mentales -un tipo de informacion anteriormente excluida por los conductistas (ver D’Andrade, 1995: 8-15). Pero ja preferencia de Chomsky por los modelos basados en las intuiciones de los hablantes nativos y por las descripciones de! conocimiento de la lengua que las personas tienen (competencia) mas que sobre lo que ellas hacen con ta lengua (actuacién) implica la exclusion de un amplio campo de fenémenos potencialmente interesantes para la lingiiistica. Algunos investigadores jévenes aprovecharon esta oportunidad para brindar miradas altermativas sobre la lengua y proponer nuevos métodos para estudiarla En la primera parte de la década del ‘60 se inicid la sociolingUistica y una perspectiva llamada “etnografia de ia comunicacién" (iniciaimente, “etnografia del habla’). Ambas perspectivas surgieron, 0 por fo menos encontraron un campo rico de trabajo, en Califomia del Norte (Northern California). En 1956 John Gumperz fue contratado para ensefiar Hindi en la Universidad de California en Berkeley después de retornar del trabajo de campo en la India (Murria, 1998: 98). Alli habia estudiado el contacto lingilistico y el multiinglismo por medio de métodos etnogréficos como la observacién participante y técnicas tradicionales de relevamiento (por ejemplo, cuestionarios). El nombramiento le dio la oportunidad de colaborar con Charles Ferguson en Stanford -ambos se _habian conocido en la India (Murria, 1998: 97)- y de. organizar una sesién en el encuentro anual de la. American Anthropological Association cuyos aportes fueron publicados con el nombre Linguistic Diversity in South Asia: Studies in Regional, Social, and Functional Variation [‘Diversidad lingllistica en Asia det Sur: Ensayos sobre variacién regional, social y funcional] (Ferguson y Gumperz, 1960). En ia introduccién 2 la compilacion, Ferguson y Gumperz revisaron viejos conceptos de dialectologia y lingliistica diacronica introdujeron ia nocidn de — ‘variedad’ (reemplazando el viejo término “dialecto") y dando lugar, de ese modo, a la fundacién de lo que mas tarde se tlamé “sociolingiiistica” (Labov, 1966:21; Murray, 1998: III). Cuando Dell Hymes liegé a Berkeley (proveniente de Harvard) en 1960, comenzé a colaborar con Gumperz, entazando su interés por el habla como actividad cultural con los intereses de Gumperz en dialectos sociales y variaciones lingisticas. De este modo, la originaria denominacién de “etnografia del habla’ de Hymes (1962) fue extendida a lo que parecia un campo mas general, la “etnografia de la comunicacién’, en dos colecciones: una publicacién especial de la American Anthropological Association titulada The Ethnography of Communication (La Etnogratia de la Comunicacién) (Gumperz y Hymes, 1964) y la coleccién titulada Directions in sociolinguistic: The Ethnography of Communication (Direcciones en Sociolinguistica: La Etnografia dela Comunicacién” (Gumperz y Hymes, 1972) Muy pocos, si es que alguno, de tos colaboradores en estas publicaciones se denominarian a si mismos “etnégrafos’, y aun menos podrian haberse calificado como *etnégrafos de la camunicacién” en el sentido estricto de este término, pero las compilaciones funcionaron como manifiestos sobre un modo de estudiar a lengua que era de muchas formas radicalmente diferente tanto de las anteriores versiones de la antropologia lingiistica, la dialectologia y la lingUistica historica, como de ia crecientemente popular linglistica generativa- transformacional de Chomsky. En ia introduccién de Hymes a la compilacién de 1964 encontramos —claramente al establecimiento de algunos —_aspectos fundamentales del nuevo paradigma. Se argumenta que (1) la lengua debe ser estudiada en su “contexto de situacién" (término tomado de Malinowski, 1923), (2) el estudio debe ir desde la descripcién gramatical y etnografica hacia la observacién de los patrones en la “actividad del habia’, y (3) la comunidad de habla (como opuesta a la gramatical 0 al hablante-oyente ideal) debe ser tomada como punto de partida. Mientras que [a referencia a la comunidad de habla tenia obvia conexién con los intereses de investigacién y métodos de Gumperz, los otros dos aspectos eran la esencia de la propia vision de Hymes (1972 a) sobre un ambicioso programa comparativo para el estudio de las actividades de habla o eventos comunicativos, mas tarde llamados “eventos de habla” (ver Hymes, 19728). Estos aspectos constituyeron los fundamentos para el establecimiento del nuevo paradigma. Dieron a los que se le afiiaron una identidad particular, diferenciada de la linglistica (en tanto no competian por el mismo territorio: la gramética) pero también, en parte, menos dependiente de la aprobacién del resto de la antropologia. Casi al mismo tiempo, Hymes edité una monumental coleccién de ensayos y extractos itulada: Language in Culture and Society: A Reader in Linguistic Anthropology [‘La lengua en la Cultura y en la Sociedad: Introduccién a la Antropologia Lingdifstica’] (1964*) en la cual reunié una amplia gama de materiales sobre aspectos culturales y sociales del uso de la lengua y de su estructura’. En ese esfuerzo no sdlo trataba de definir cémo la lengua debia ser estudiada sino también promovia lo que se transformé en una nueva perspectiva representada por su denominacién preferida- “antropologia —_linguiistica®? por ~— sobre “lingdistica antropoldgica” (Hymes, 1963a, b, 1964b). Reaccionando contra la identificacién con la lingiiistica sostenida por investigadores anteriores, Hymes se pronuncid por una perspectiva antropolégica diferenciada que debia ser desarrollada dentro -y no fuera- de los departamentos de antropologia. Escribié que “los departamentos de antropologia deben —responsabilizarse por _—_los conocimientos de lingifstica que sus estudiantes necesitan’ mediante la incorporacién de una especializacién en relacién con ese conocimiento (1964b: xxiii): 1) Es tarea de la lingUistica coordinar el conocimiento sobre la lengua desde el punto de vista solamente de la lengua 2) Es tarea de la antropologia coordinar el conocimiento sobre la lengua desde el punto de vista del hombre. Puesto en terminos de historia y practica, la tesis sostiene que hay un campo diferenciado, la antropologia lingUistica, condicionado, como otros sub-campos de la lingWistica y la antropologia, por ciertos corpus de datos, un conocimiento nacional, figuras lideres, y problemas favoritos. En cierto sentido, es una actividad especifica, la actividad de aquellos cuyas preguntas sobre la lengua estn configuradas desde * Originalmente la coleccién, que seria coeditada con Herry Holjer, iba a reunir investigaciones sobre ia lengua y la cultura especificamente de comunidades indigenes norteamericanas pero cuando Holjer abandoné el proyecto Hymes decidié expandirlo en general al estudio de la lengua en rolacién con la cultura (Hymes, comunicacién personal, 4 de Diciembre de 2000). "El término “antropologia linguistica” es probablemente anterior al de “linglistica antropoiéaica’, daco que fue empleado a fines del siglo XIX por Otis T. Mason (ver Darnell, 1998") y Horatio Hele (ver Hymes, 1970: 249). la antropologia. Su mirada no esta definida por la logica ni por la naturaleza, sino por el verdadero interés antropolégico en el fenomeno lingiistico. Su perspectiva puede incluir problemas que caen fuera del interés puntual de la lingiffstica, y siempre incluye exclusivamente la problemética de integracién con el resto de la antropologia. En suma, la antropologia lingitistica puede ser definida como el estudio de la lengua dentro del contexto de la antropologia. Su énfasis en la necesidad de estudiar la lengua dentro de la antropologia fue uno de los postulados mas claros de lo que yo llamo el segundo paradigma En este paradigma, estudiar la lengua desde la perspectiva antropolégica significd tanto (1) concentrarse en los aspectos de la lengua que necesitaban una referencia a la cultura para ser comprendidos y por tanto que debian ser esiudiados con la ayuda de métodos etnograficos (por ejemplo, la observacién participante) 0 bien (2) estudiar formas lingliisticas como parte de actividades culturales 0 como constituyendo por si mismas una actividad, como en la nocién de Hymes (1972a) de “evento de habla’, que se entiende como un evento definide por el uso de la lengua {por ejemplo, un debate, una audiencia judicial, una entrevista). Este paradigma rompio con la definicién restringida de la lengua ‘aceptada en muchos departamentos de lingulistica (donde “lengua” era entendida como “gramatica”) y al mismo tiempo sefialé nuevos caminos para pensar la lengua como cultura. Alli donde los antropdélogos socioculturales tendian a ver la lengua como una herramienta para describir 0 interpretar la cultura, los adherentes al segundo paradigma estaban formados para estudiar la compleja organizacion del uso de la lengua como “cultural” y, por tanto, necesitaban de la descripcién lingUistica y etnografica. to Pero la promesa implicita del paradigma en el que las problematicas eran definidas por la antropologia no fue enteramente cumplida E] programa de Hymes tuvo una relacion ambigua con la antropologia cultural a medida que se introdujo en los territorios de esta liltima (por ejemplo, con ta etnografia de eventos rituales) sin lograr producir un yolumen de investigaciones empiricas que pudieran competir 0 complementar la creciente tendencia de los antropdlogos socioculturales hacia extensas y monograficas etnografias. El trabajo de Joel Sherzer (1983) Kuna Ways of Speaking: An Ethnographic Perspective ["Formas de habla Kuna: Una Perspectiva Etnografica’] fue la excepcion mas que la norma. El programa también carecid de conexiones obvias con la antropologia biolégica y —arqueolégica, especialmente debido a la exclusién de la evolucién. Aunque el mismo Hymes habia debatido acerca de la evolucién de la lengua al principio de su carrera (Hymes, 1961), ninguno de sus discipulos trabajé sobre el tema. Esto separd a los seguidores del segundo paradigma de los antropélogos que estaban buscando una explicacién universal y evolutiva en ciertos dominios de las lenguas humanas, especialmente en el [éxico (por ejemplo, Berlin, 1975; Berlin y Kay, 1969; Witkowski y Brown, 1978). A pesar de la explicita adopcién de un programa evolutivo® y de una postura antirrelativista (contraria al jegado Boasiano), contribuciones tales como las de Berlin y Kay (1969) sobre la comparacion de categorizaciones sobre el color compartian mas aspectos con el primer paradigma que con el segundo. En el nivel metodolégico, Berlin y Kay siguieron apoyandose, como lo hicieran Sapir y los “Las lenguas que poseen pocos términos de color son invarlablemente habladas por personas que ‘exhiben niveles relativamente primitives de desarrollo economice y tecnolégico. Por otra lado, las lengues que poseen léxicos mas completos son habladas Garacteristicamente por las naciones més civilizedas del mundo” (Bertin, 1970:14). investigadores que se —_ denominaban “linguistas antropolégicos", en el trabajo de informantes para elicitar formas lingUisticas (es decir, items léxicos) en vez de documentar el uso de esas formas en eventos de habla. En el nivel tedrico, continuaron interpretando la relatividad lingiiistica como pertinente a la clasificacion lingUifstica (primer paradigma) mas que extenderia a la esfera de las actividades linguiisticas segun lo sugirié Hymes (1966) (segundo _paradigma). Finalmente, la ausencia en sus trabajos de variacion contextual es incompatible con el segundo paradigma que esta fundado sobre la nocién de variacién (Ferguson y Gumperz, 1960) y de competencia comunicativa (como opuesia a la estrictamente _lingUistica) (Hymes, 1972b). Los presupuestos tedricos basics de Berlin y Kay y sus métodos han permanecido sin cambios (ver Kay y Maffi, 2000) y coexisten junto a tradiciones radicalmente diferentes dedicadas al estudio de ta categorizacién (por ejemplo, Goodwin, 1997) con las que no se relacionan. Por razones similares, el segundo paradigma comparte muy poco con la “nueva etnografia” 0 etnaciencia de los afios 60, conocida mas tarde como “antropologia cognitiva” (D’Andrade, 1995). A pesar de la inclusién del articulo de Gumperz sobre comunidades muttilingdes en Cognitive Anthropology de Tyler (1969) y del trabajo de Frake sobre los tipos de litigio en el libro de Gumperz y Hymes (1972), en su mayor parte el segundo paradigma rompe con Ia tradicion Boasiana de concebir la cultura como un fendmeno mental, tendiendo a minimizar “competencia” en favor de la “actuaci6i (Bauman, 1975, Hymes, 1975)" y "No es sorprendente que Frake haya sido incluido en | coleccion de Gumperz y Hymes (1972). Sus articulos sobre cémo pedir un trago en Subanun y sobre cémo entrar @ una casa Yakan (Frake, 1972, 1975) disefian una perspectiva para interpretar ja mente humana que focaliza Ia clasificacion en acto y que esta mas atenta a | accion social y al contexto que ningun articulo de otro contribuyente de Ia coleccién de Tyler (1969). consolidando una conexién perdurable con los estudios sobre folklore (por ejemplo, Bauman, 1992). Fue Gumperz quien a mediados de los 70 volvid a una perspectiva mds cognitiva sobre la cultura, explorando las implicaciones- del trabajo realizado por el filésofo Paul Grice (1957, 1975) sobre el significado y ta implicatura, para desarrollar una teoria de la alternancia de cddigos y la (in}comunicacién trans-cultural (Gumperz, 1977, 1982). No obstante, dado su interés en la interaccién y en las cualidades emergentes de la interpretacion, su enfoque también estuvo orientado hacia la actuacién. Una revision de Ia literatura producida durante los ‘60 y los ‘70 por Gumperz, Hymes y sus respectivos discipulos y asociados muestra que en esos afios las dependencias intelectuales de los seguidores del segundo paradigma no eran con la antropologia sino con un ntimero de proyectos de investigacién altemativos dedicados a otros sub-campos - que no pertenecian a la tendencia dominante-, entre los que se incluyen los andlisis de Ervin Goffman sabre los encuentros cara a cara, la etnometodologia de Harold Garfinkel y fa sociolingistica urbana de William Labov. A fines de los 60 la convergencia de Goffman, Labov y Hymes en la Universidad de Pennsylvania favorecié la creacién de un clima intelectual en el cual prevalecié el estudio de la lengua desde el punto de vista de cémo es usada en la vida social. El mismo impetu fue experimentado en la costa oeste, donde William Bright -en un principio, discipulo de M. B. Emeneau y Mary Haas en la Universidad de California en Berkeley- en 1964 organizé una conferencia en la Universidad de California en Los Angeles (sobre “sociolingtistica") que incluyé a investigadores de cambio _ lingUistico, planificaci6n lingUistica, contacto de lenguas y de estratificacion social en el uso de la lengua (Bright, 1966) Durante una década hubo una fuerte identificacion entre la etnografia de la comunicacién y el nuevo campo de la sociolinguistica. Esta identificacién se observa en una cantidad de iniciativas, entre ellas (1) la inclusion del trabajo de Willam Labov en Ia compilacién de Gumperz y Hymes, (2) la adopcién del término “sociolingliistica” como Genominacién que incluia la etnografia de la comunicacion (ver —_Directions__—in Sociolinguistics: The Ethnography of ‘Communication [Gumperz y Hymes, 1972] y Foundations in Sociolinguistics: An Ethnographic Approach [Hymes, 1974)), (3) la conformacion de la revista Language in Society, y (4) la eleccién realizada por Hymes de Labov y Allen Grimshaw (un socidiogo) como editores asociados de dicha revista, lo que da a entender que, habiéndose pasado al Departamento de Educacin de la universidad, ya no se —_apoyaba exclusivamente en la antropologia como soporte institucional o intelectual. Al revisar los libros y articulos que desarrollaron el segundo paradigma, uno no puede mas que sentirse sorprendido por la ausencia de la relatividad linguistica como topico 0 tema de debate. En general, desde el principio de los ‘60 hasta el fin de los '70, fa polémica sobre la relacién entre lenguaje y pensamiento quedé fuera de la agenda de investigacion de los seguidores del segundo paradigma. Los pocos que continuaron preocupandose por la relatividad linguistica fueron los criticos de Whorf, por ejemplo, Berlin y Kay, quienes venian trabajando con presuposiciones ~ tedricas —_(innatismno, universalismo) y con metadologia (elicitacion sin registro de habla espontanea) ajena a los seguidores del segundo paradigma. En cuanto Kay se interesé mas en la sintaxis y en la semantica de prototipos -y se mudd del departamento de antropologia de la Universidad de California en Berkeley para integrarse al departamento de lingiiistica en el mismo campus- y Berlin continuo su trabajo sobre clasificacién ethnobotdnica y sobre el simbolismo del sonido (por ejemplo, Berlin, 1992), el interés en la relatividad lingiifstica siguid’ decreciendo en los 70 y en los ‘80 2 (para resurgir en los ‘90: por ejemplo, Gumperz y Levinson, 1996, Lucy, 1992). Esta declinacion estuvo relacionada con otro cambio importante: la lengua no era mas considerada la ventana hacia la mente humana como lo habia sido para Boas y sus discipulos. Es més, era entendida fundamentalmente como un fenémeno social, con lo que debla ser estudiada no a partir de sesiones privadas con uno u otro informante sino a partir de presenciar eventos de habla o practicas discursivas (ver, por ejemplo, Basso, 1979; Bauman y Sherzer, 1974; Gumperz, 4982; Sherzer, 1983). Aun cuando eran empleadas técnicas semi-experimentales (por ejemplo, entrevistas, cuestionarios), el objetivo era documentar y explicar la variacion lingUistica entre hablantes o entre eventos (por ejemplo, Gal, 1979) mas que comprender una cosmovisién o percepcién particular de la realidad ‘Al comenzar la segunda mitad de los °60, los antropélogos-—linglistas + y —_los sociolingiiistas estaban hermanados no sdlo por la atencién puesta sobre el uso de la lengua sino también por su carencia de interés en temas de psicolingiiistica. El segundo paradigma promovid, en otras palabras, un estudio de la lengua separado de la psicologia y, para muchos, incluso, anti- psicolégico; al mismo tiempo que Chomsky enlazaba mds estrechamente la lingtiistica con la psicologia (por ejemplo, en sus primeros desarrollos donde sostenia que la lingUistica debia ser entendida como parte de la psicologia) y donde “cognicién” como opuesto a “conducta” venia convirtiéndose en la clave de la psicologia norteamericana. Este distanciamiento de la “revolucién cognitiva” tuvo al menos dos efectos. Uno fue que los adherentes al segundo paradigma dejaron de pensar la antropologia lingiiistica en sentido restringido (especialmente dejaron de someterse a lo lingUistico) para plantearse nuevas preguntas y observar usos. Ademas, éste fue un periodo de auto-afirmacién en el cual los antropdlogos linglistas trabajaron

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