Valladolid es una ciudad histórica preciosa y llena de vida, hogar de algunas de las mayores obras del arte de España, con una cultura del tapeo y del buen comer que hará las delicias de los comidistas y, además, alguna que otra sorpresa.
Cosas que hacer en Valladolid
El casco histórico de Valladolid es toda una obra de arte en la que te toparás con casas señoriales e iglesias impresionantes, pero hay algunos hitos que no te puedes perder. Puedes iniciar tu visita desde la plaza Mayor, con sus soportales y característico color rojo de las fachadas, y avanzar hasta la herreriana catedral y la iglesia de Santa María la Antigua, una joya del románico.
Otra visita imprescindible en Valladolid es sin duda el Museo Nacional de Escultura, que alberga la que es considerada por muchos la mejor colección de escultura de Europa, especialmente de los siglos XIII a XVIII, con obras de grandes maestros como Alonso Berruguete o Pompeo Leoni. Después del atracón de arte, quizás te apetezca un paseo más ligero; no dudes en curiosear las tiendas del precioso Pasaje Gutiérrez.
Por su parte, Valladolid es una ciudad fantástica para ir de tapeo, así que, déjate llevar por el barullo de los bares y restaurantes del centro durante los “jueves de tapas” o prueba auténticas creaciones de chef durante el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas, que se celebra en noviembre.
Y si quieres algo realmente inesperado, puedes abandonar las callejuelas del casco antiguo y visitar el Barrio de Color, obra del artista Cristóbal Gabarrón. Este conjunto de casas son una explosión de alegría y formas sinuosas y sorprendentes en un barrio deprimido.
Cómo moverse por Valladolid
El centro de Valladolid es perfectamente abarcable a pie, pero dispones de autobuses urbanos para llegar a puntos más alejados y otros barrios de la ciudad. También puedes echar mano del autobús turístico, que hace un completo recorrido por los puntos más candentes de la ciudad.