Jerez es la segunda capital de Cádiz, un centro neurálgico de la actividad comercial y turística de la provincia. Sus afamadas bodegas y sus vinos, bautizados con su nombre, son uno de los principales atractivos, pero su tradición hípica y la historia que se respira por sus hermosas calles completan una receta muy interesante.
Cosas que hacer en Jerez de la Frontera
Puedes empezar a las afueras de la ciudad visitando un hito artístico de la provincia, la Cartuja de Santa María de la Defensión de Jerez, un monasterio del siglo XV. Volviendo al centro de la ciudad, échate a andar y visita sus numerosos monumentos, desde el magnífico alcázar hasta el palacio del Virrey Laserna nada te decepcionará.
En tu paseo por Jerez irás encontrando tabancos, antiguos despachos de vino y a la vez tabernas donde probar los caldos de la tierra acompañándolos, eso sí, de la mejor gastronomía: puedes decantarte por una contundente berza jerezana o una tapita de carne mechada. También deberías explorar la Pescadería Vieja, un pasaje antiguo donde mimar el paladar con tortillitas de camarones o barriga de atún.
Para conocer la cultura vinícola de Jerez, es obligada una visita a una bodega, y la más insigne es la de González-Byass, autora del famoso Tío Pepe, en la que la visita a sus bonitas instalaciones tradicionales culmina con una cata de estos exquisitos vinos. Finalmente, para completar una experiencia auténticamente jerezana, hay que entrar en contacto con su intensa cultura del caballo, y qué mejor lugar que la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre, cuyo espectáculo de doma clásica es una verdadera maravilla.
Cómo moverse por Jerez de la Frontera
El aeropuerto de Jerez es el principal de la provincia de Cádiz, además, puedes llegar en tren desde Cádiz o Sevilla y hay líneas de autobús que conectan con otras localidades de la región. Para moverte por la ciudad cuando tus pies ya no den para más, recurre a los autobuses urbanos o deslízate en bicicleta.